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miércoles, 4 de mayo de 2022

EEUU: llega la abolición de una atrocidad tan arraigada e inhumana como lo fue la esclavitud



En 1857, Estados Unidos, que ya era una democracia desde muchos años atrás, vio dictarse una de las sentencias judiciales más escandalosas de la historia.



Los abolicionistas eran vistos como extremistas y fanáticos religiosos

La sentencia abordó un tema que por entonces era objeto de encendidos debates en ese país, un tema que se consideraba un derecho y que era defendido abiertamente por el Partido Demócrata: el “derecho” a poseer esclavos. Hay que señalar que, por aquel entonces, el citado partido era el mayoritario en los estados esclavistas del sur. En esos estados, los abolicionistas de la esclavitud eran vistos como extremistas y fanáticos religiosos, pues eran en su mayoría cristianos devotos (ya en los siglos IV y V, San Agustín de Hipona había condenado la esclavitud). La literatura abolicionista llegó a estar prohibida y los profesores abolicionistas estuvieron vetados en las escuelas durante años.

1857: una sentencia que negó su condición de personas a los esclavos negros

La sentencia en cuestión, aprobada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, abordó el caso Dred Scott contra Sandford, privó de la ciudadanía estadounidense y de los derechos derivados de ella a todos los descendientes de africanos, tanto esclavos como libres, lo que significaba que por el simple motivo de su origen, carecían de derechos como personas.

Además, la sentencia prohibió al Congreso de EEUU abolir la esclavitud en los territorios federales (los que aún no eran estados), y también prohibió revocar el “derecho” a la propiedad de esclavos cuando su propietario en los estados que ya habían abolido la esclavitud, y afirmó: “el derecho de propiedad en un esclavo está distinta y expresamente afirmado en la Constitución. El derecho a traficar con él, como un artículo ordinario de mercancías y propiedades, se garantizó a los ciudadanos de los Estados Unidos, en todos los Estados que lo desearan, durante veinte años. Y el Gobierno en términos expresos se compromete a protegerlo en todo tiempo futuro, si el esclavo se escapa de su dueño“.

Un escándalo que fue corregido con dos enmiendas constitucionales

Esta sentencia provocó un escándalo y acabó aumentando las tensiones entre esclavistas y abolicionistas. Cuatro años después, esta cuestión fue uno de los motivos del estallido de una Guerra Civil en EEUU, que enfrentó a los estados esclavistas del sur (dominados por el Partido Demócrata) y a los estados abolicionistas del norte (dominados por el Partido Republicano). Unos meses antes de concluir la guerra con la victoria de los abolicionistas, se propuso en el Congreso la Decimotercera Enmienda de la Constitución de EEUU para abolir la esclavitud en todo el país, que fue aprobada en diciembre de 1865.

Así mismo, en 1866 se aprobó una Decimocuarta Enmienda, que otorgaba la ciudadanía estadounidense a todos los nacidos en el país, fuese cual fuese su raza. Esta enmienda afirmaba: “tampoco podrá ningún estado privar a una persona de su vida, libertad o propiedad, sin un debido proceso legal“. 
Con esta sentencia, Estados Unidos puso fin a una institución socialmente muy arraigada, la esclavitud, que de forma aberrante había sido calificada como “derecho”. 
No obstante, el Partido Demócrata siguió apoyando la discriminación y la segregación radical de los negros hasta bien entrado el siglo XX, con el mismo fanatismo con el que antes había apoyado el mal llamado “derecho” a la posesión de esclavos.

1973: una sentencia que negó su condición de personas a los niños por nacer

En 1973, el Tribunal Supremo de EEUU dictó una nueva sentencia escandalosa: la del caso Roe contra Wade. Como ya había ocurrido en 1857, en esta sentencia el tribunal volvió a negar la condición de personas a ciertos seres humanos, negándoles incluso el derecho a vivir. Lo hizo retorciendo el significado de la citada Decimocuarta Enmienda, con el siguiente argumento: 
“La palabra “persona”, tal como se usa en la Decimocuarta Enmienda, no incluye el no nacido“.
Esa sentencia provocó la muerte de más de 63 millones de inocentes

Así mismo, el tribunal hacía una afirmación que chocaba con la evidencia científica: “la ley se ha mostrado renuente a respaldar cualquier teoría de que la vida, tal como la reconocemos, comienza antes del nacimiento vivo o a otorgar derechos alegales a los no nacidos”. Ese párrafo terminaba con una afirmación que disociaba la condición humana de la categoría de persona, igual que se hizo en los años de la esclavitud: “los no nacidos nunca han sido reconocidos en la ley como personas en el sentido completo“. Como consecuencia de esta sentencia, tan aberrante como la de 1857, entre 1973 y 2021 62,5 millones de niños y niñas por nacer fueron asesinados en EEUU, según un estudio publicado en enero del año pasado. Teniendo en cuenta el promedio anual de abortos en EEUU, ahora ya serán más de 63 millones y medios de inocentes asesinados.

El Partido Demócrata, que apoyó la esclavitud, ahora apoya el aborto

Como ya ocurrió con la esclavitud y con la segregación racial, el Partido Demócrata es el gran defensor de esa usurpación de derechos a los niños por nacer en EEUU. Los sucesivos presidentes del Partido Demócrata han favorecido el perverso negocio del aborto con subvenciones milmillonarias a los lobbys proaborto, que se utilizan a su vez para para apoyar las campañas de los candidatos demócratas y también para comprar el apoyo de medios de comunicación, políticos y todo tipo de organizaciones.

La escandalosa filtración de la sentencia que corregirá la del caso Roe contra Wade

Ayer, el medio izquierdista Politico.com filtró el borrador de la sentencia del Tribunal Supremo que revocará la escandalosa sentencia del caso Roe contra Wade. Se trata de una filtración gravísima, la primera que sufre esa institución en toda su historia, y todo apunta a que la filtradora es una magistrada afín al Partido Demócrata. Esa filtración ha dado lugar a una campaña de acoso al Tribunal Supremo para intentar torpedear esa sentencia, una campaña de agitación promovida por Joe Biden, el actual presidente de EEUU, miembro del Partido Demócrata y defensor del aborto. Su partido incluso ha dado pasos en defensa de la legalización del infanticidio de recién nacidos.

El aborto: una institución tan arraigada y tan inhumana como lo fue la esclavitud

Hay que señalar que la Constitución de EEUU no dice por ninguna parte que matar a los hijos por nacer sea un derecho. Eso fue una interpretación muy discutible de la sentencia de 1973, basada, como hemos visto, en la idea anticientífica de que la vida humana empieza en el parto. Es intolerable que una institución, por muy arraigada que esté, atente contra la dignidad humana, y más aún si lo hace sobre la base de una mentira como afirmar que los niños por nacer no son seres humanos y por tanto no merecen ser personas. Una mentira tan criminal como la que negó la condición de personas a los esclavos negros.

A día de hoy, los partidarios del “derecho” a matar a inocentes se han puesto tan histéricos como lo estuvieron en su día los partidarios del “derecho” a poseer esclavos, pero en un Estado de Derecho, en una sociedad civilizada, la histeria no puede ser más poderosa que la razón, y negar la condición humana de ciertos seres humanos es una atroz irracionalidad, tanto si las víctimas son esclavos negros, como si las víctimas son niños y niñas por nacer. 

Ya va siendo hora de abolir el aborto igual que fue abolida la esclavitud.

Elentir