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domingo, 8 de marzo de 2020

De las pandemias y sus usos (Carlos Esteban)


 
Debo admitir que me ha llamado poderosamente la atención la reacción de la jerarquía católica y de numerosos laicos a la alarma sembrada por el temor a una epidemia de coronavirus. La primera, de la que cabría esperar cierta mesura y visión sobrenatural, ha ido más allá incluso que las autoridades civiles en sus medidas para evitar la enfermedad, recortando el culto en ocasión hasta el extremo exagerado de cerrar iglesias cuando bares y grandes superficies continúan abiertos y frecuentados.

No es mi propósito hacer un canto a la irresponsabilidad sanitaria o a la imprudencia. Pero si de alguien se espera que relativice -en el mejor de los sentidos- la cercanía de la enfermedad y la muerte es de un hombre de fe.

En buena medida, el olvido de Dios es el olvido de la muerte. No es que se haya convertido exactamente en un secreto que hemos de morir, pero se hace todo lo posible para no lo tengamos presente. Pensar en la muerte -ese ‘memento mori’ que tanto recomiendan los santos- se considera hoy ‘morboso’, y la sociedad moderna parece en ese sentido una conjura para ocultarla.

La muerte no está presente. La gente vive más y mejor, no hay cortejos fúnebres por las calles, los difuntos se velan en desangelados tanatorios en las afueras de las ciudades, los sacerdotes muy rara vez predican sobre la muerte y los medios de comunicación, con su incesante cascada de actualidad, nos distrae de la meditación de nuestro fin inevitable… Y de lo que venga después.


Así es mucho más fácil el ‘carpe diem’, que es el ‘slogan’ implícito de toda nuestra publicidad y que es lo que nos tira. Es una apuesta conmigo mismo, en absoluto falsificable, pero estoy convencido de que alguien que meditara cada día de su vida sobre su propia muerte lo tendría difícil para ser ateo, o para vivir como un ateo siendo creyente.

A lo largo de la historia, la muerte estaba casi continuamente ante los ojos de cualquiera. No solo la esperanza de vida era muy inferior, sino que no se ocultaba, casi podría decirse que se celebraba, en el sentido de solemnizarse. Uno no necesitaba tener en su escritorio una calavera para toparse con ella de continuo. Y pensar en la propia muerte lleva a pensar en el sentido de nuestra vida y en nuestro destino eterno, cosas bastante saludables.

La Iglesia no vive aparte del mundo, y este estado de cosas, esta atmósfera de negación de la muerte, también nos ha afectado, y no creo que nuestra tibieza y la apostasía generalizada, la hemorragia de fieles en las últimas décadas, sean completamente ajenas a esto.

Si el coronavirus queda en nada, perfecto. Pero sería bueno que el susto que nos ha dado sirva para algo. Si, por el contrario, va a más, junto a todas las medidas higiénicas y prudenciales que aconsejen las autoridades médicas podríamos, ya puestos, aprovechar una situación que, al fin y al cabo, es tan obra de la Providencia como cualquier otra circunstancia. Sería, por supuesto, una ocasión extraordinaria para ejercer la caridad, que posiblemente haya quedado anclada en fórmulas automáticas. Pero también para ver nuestra vida como es en realidad, un breve momento de prueba para la Vida verdadera, para nuestro destino eterno. Y, va de suyo, para relativizar o ignorar tantos detalles menores que nos distraen y nos dividen.

Carlos Esteban

Cardenal Burke: la afirmación de Francisco que Cristo está en los ríos y en los árboles “simplemente no es cierta”


 
La Querida Amazonia de Francisco es “preocupante” y ambigua, pero “hay un cierto número de intérpretes que nos dicen exactamente qué se debe entender”, dijo el 7 de marzo el cardenal Raymond Burke en el sitio web NCRegister.com.

Para Burke, las reacciones positivas al documento, por ejemplo, las del cardenal Müller, son desubicadas, porque QA contiene pasajes “que contradicen gravemente verdades teológicas”.

Un ejemplo: Francisco escribe “que Cristo está en los ríos y en los árboles, etc.”. Burke llama a esto “animismo clásico” y dice que “simplemente no es cierto”.

Lo que dice QA sobre una Iglesia laica es para Burke “una especie de idea protestante” que cuestiona el sacerdocio como sacramento.

Él sabe por parte de un obispo que vio una versión previa de QA que contenía un parágrafo que abolía el celibato: “Me pareció que se lo quería incluir”. Burke cree que Francisco retrocedió a causa del libro de Ratzinger/Sarah.

sábado, 7 de marzo de 2020

Actualidad comentada: "Coronavirus y clericalismo" - Padre Santiago Martin F.M.


Duración 9:08 minutos

Monseñor Schneider: El rito de la Sagrada Comunión en tiempos de pandemia



Nadie puede obligarnos a recibir el cuerpo de Cristo de una manera en que exista el riesgo de que se pierdan partículas o se menoscabe la reverencia, como sucede cuando se recibe la Comunión en la mano. Aunque es cierto que se puede recibir directamente con la boca sobre un paño blanco pequeño y limpio (un purificador o corporal de pequeñas dimensiones), no siempre es factible, e incluso hay sacerdotes que se niegan a hacerlo.

En tales casos, lo mejor es hacer una comunión espiritual, que colma el alma de gracias especiales. Durante épocas de persecución, muchos católicos no han podido recibir la Sagrada Comunión de modo sacramental por periodos muy prolongados, pero hacían comuniones espirituales que les reportaban muchos beneficios espirituales.

No es más higiénico comulgar en la mano que en la boca. La verdad es que puede agravar el riesgo de contagio. Desde el punto de vista de la higiene, la mano contiene ingentes cantidades de bacterias. Las manos transmiten numerosos gérmenes patógenos. Ya sea al estrecharle la mano a alguien, al tocar constantemente diversos objetos, como manijas o tiradores de puertas, o al asirse de la barra del bus o del metro, los microbios pasan con facilidad de mano en mano, y luego la gente se lleva con frecuencia esas manos y dedos sucios a la nariz o la boca. No sólo eso; a veces los microbios pueden sobrevivir durante días en la superficie de objetos que se han tocado. Según un estudio publicado en 2006 en el boletín BMC Infectious Diseases, los virus de la gripe y otros semejantes pueden sobrevivir durante varios días en superficies como puertas, barandillas o barras del transporte público.

Muchos fieles que van a la iglesia y reciben la Comunión en la mano han tocado antes manillas de puertas o se han asido de la barra en el transporte público o de la baranda en una escalera. Llevan virus sobre la palma de la mano y los dedos, y luego durante la Misa se llevan esas mismas manos a la nariz o la boca. Con esas manos y dedos contaminados tocan la Hostia consagrada, con lo que los virus pasan a su vez a la Sagrada Forma, y luego los virus juntamente con ella a la boca.

Sin duda alguna, comulgar en la boca es menos arriesgado y más higiénico que hacerlo con la mano. Es más, si no se lavan concienzudamente, la palma de la mano y los dedos acumulan muchos microbios.

Prohibir la Comunión en la boca resulta infundado en comparación con los graves riesgos para la salud que comporta hacerlo con la mano en épocas de pandemia. Tales prohibiciones constituyen un abuso de autoridad. No sólo eso; da la impresión de que algunas autoridades eclesiásticas se aprovechan de la epidemia como pretexto. Pareciera también que algunos se regocijan cínicamente en extender cada vez más el proceso de trivialización y desacralización del Santísimo Cuerpo de Cristo en el sacramento eucarístico, poniendo con ello en riesgo el Cuerpo del propio Señor de graves de falta de respeto (pérdida de partículas) y de sacrilegio (robo de formas consagradas).

Hay que tener en cuenta además que a lo largo de los 2000 años de historia de la Iglesia no ha habido ningún caso documentado de contagio por recibir la Sagrada Comunión. En la Iglesia Bizantina, el sacerdote da de comulgar a los fieles con una cucharilla, y se utiliza la misma para todos. Terminada la Comunión, el sacerdote o el diácono se bebe el agua o el vino con el que ha purificado la cuchara, la cual tocó la lengua de algunos feligreses mientras comulgaban. Muchos fieles de iglesias de rito oriental se escandalizan por la falta de fe de los obispos y sacerdotes de rito latino cuando prohíben comulgar en la boca; prohibición que, en el fondo, obedece a falta de fe en el carácter divino y sagrado del Cuerpo y la Sangre de Cristo-Eucaristía.

Si la Iglesia de nuestro tiempo no vuelve a esforzarse con el máximo empeño por estimular la fe, la reverencia y las medidas de protección para el Cuerpo de Cristo, toda medida de protección para los fieles será en vano. Si la Iglesia actual no se convierte y vuelve a Cristo, concediendo la primacía a Jesús, y en concreto a Jesús-Eucaristía, Dios demostrará la veracidad de sus palabras: «Si Yahvé no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si Yahvé no guarda la ciudad, el centinela se desvela en vano» (Sal.126, 1-2).

Recomendamos la siguiente oración para hacer comunión espiritual:

«Me postro a tus pies, Jesús mío, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito, doblegado en su nada y ante tu sagrada presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la humilde morada que te ofrece mi corazón. Mientras aguardo la dicha de la Comunión sacramental, anhelo poseerte espiritualmente. ¡Ven a mí, Jesús mío, pues por mi parte me dirijo a Ti! Tu amor abrace mi corazón en la vida y en la muerte. Creo en Ti, espero en Ti y te amo. Amén.»

+Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la diócesis de Santa María de Astaná

(Traducido por Bruno de la Inmaculada. Artículo original)

viernes, 6 de marzo de 2020

El Vaticano recordó en 2009 el derecho a recibir la comunión en la boca (Carlos Esteban)



Ante el creciente clamor para que las ‘recomendaciones’ de recibir la comunión en la mano se conviertan en prohibición de recibirla en la boca por el temor al coronavirus, la periodista de LifeSiteNews Diane Montagna rescata una comunicación de 2009 que reitera el derecho de los fieles de comulgar de este último modo.



Se trata de una carta dirigida a la Congregación para el Culto divino durante una fuerte epidemia de gripe en 2009, cuando se le consultó si las circunstancias aconsejaban que se diera la comunión exclusivamente en la mano. La respuesta fue negativa, reafirmando el derecho de los fieles a recibir el Cuerpo de Cristo de la forma tradicional.
“Este dicasterio hace notar que su Instrucción Redemptoris Sacramentum (25 de marzo de 2004) estipula claramente que “cada uno de los fieles tiene siempre el derecho a recibir la Santa Comunión en la lengua” (nº 92), y no es lícito negar la Sagrada Comunión a ningún fiel cristiano a quien no impida la ley recibir la Sagrada Eucaristía”, reza la respuesta de la congregación a la cuestión presentada.
Pero el miedo parece ser más fuerte que el derecho ratificado por el Vaticano en esa instrucción. Una serie de diócesis francesas ya han dado el paso de prohibir la comunión en la lengua, permitiendo en cambio la comunión en la mano, lo que no hace más improbable el contagio

El obispo Joseph Galea-Curmi, auxiliar de Malta, informa LifeSiteNews, también ha hecho pública una directiva dirigida a las parroquias del país prohibiendo la comunión en la lengua “hasta que se emitan nuevas directrices”

En respuesta a la epidemia, prelados católicos en Jerusalén, Singapur, Filipinas, algunas diócesis de Estados Unidos y otras partes del mundo también han hecho públicas directivas o recomendaciones a favor de dar la comunión en la mano, pero no en la lengua.

El obispo auxiliar de Astaná, en Kazajstán, Athanasius Schneider, por su parte, argumenta que “la comunión en la boca es, sin duda, menos peligrosa y más higiénica que la comunión en la mano”.

“Desde el punto de vista de la higiene, la mano es portadora de una enorme cantidad de bacterias. Muchos patógenos se transmiten a través de las manos […] Según un estudio de 2006, publicado en la revista ‘BMC Infectious Diseases’, los virus de la gripe y similares pueden sobrevivir en superficies inanimadas como manillas o barras en el transporte o los edificios públicos durante algunos días”, insiste.
Schneider calificó las prohibiciones de recibir la comunión en la lengua de "infundadas" cuando se comparan con los grandes riesgos sanitarios de la comunión en la mano en tiempos de pandemia”. Para el obispo, es como si las autoridades eclesiásticas estuvieran usando el coronavirus como un “pretexto” para trivializar la recepción de la comunión. 

Carlos Esteban

jueves, 5 de marzo de 2020

Nota del Obispado de Cartagena sobre el coronavirus (comentada por José Martí)

DIÓCESIS DE CARTAGENA

 


A la espera de los protocolos que pudieran emitir las autoridades sanitarias para la prevención del contagio del coronavirus, desde el Obispado de Cartagena queremos hacer una invitación a los fieles para que, en este tiempo de Cuaresma, donde en nuestras parroquias se incrementan las celebraciones litúrgicas y los actos de piedad en torno a las imágenes de devoción, a la hora de venerar dichas imágenes, lo hagan con gestos que no supongan riesgo alguno para el contagio de dicha enfermedad, tal y como se está realizando estos días en otras regiones de nuestro país.

Se pueden, por tanto, sustituir los gestos de besapiés o besamanos por otros, como puede ser la inclinación de cabeza ante las sagradas imágenes de nuestro Señor o su Madre. De tal manera que, en orden a la prudencia y a la preocupación que en muchos fieles existe por miedo a los contagios, evitemos situaciones que puedan dar lugar a la propagación de ciertas enfermedades víricas por contagio.

En atención a esta preocupación, también es recomendable que, durante la celebración de la misa, se suprima el gesto de la paz y sugerimos, además, que la Comunión se reciba, preferiblemente, en la mano.
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De lo que aquí se dice se desprende, con relación a la comunión en la mano, que se trata sólo de una sugerencia del Episcopado, pero no de una imposición o un mandato. De manera que, a mi entender, un sacerdote no puede negar la comunión a un fiel que desee recibir la comunión en la boca. Y esto es aplicable, de una manera especial, a aquellos fieles que celebran la llamada Misa en latín, en la cual la comunión debe de ser siempre en la boca, pues en el rito tridentino sí está prohibida expresamente la comunión en la mano. Si la comunión en la mano fuese obligatoria, y resultara que el rito tridentino no puede cambiar en ese aspecto de la comunión en la boca (que no lo sé), nos encontraríamos con una situación muy lamentable: El sacerdote no podría dar a nadie la sagrada comunión.

Esto es una mera reflexión personal en la que me estoy adelantando y que, en estos momentos, todavía no ha lugar, pues el Obispo no manda sino sugiere que la comunión se reciba en la mano.

Mi pregunta, de la que todavía desconozco la respuesta, es si podría darse algún tipo de situaciones en las que el Obispo pudiese hacer ese mandato. Tendré que investigar un poco más. Conozco algunos artículos, de cuya seriedad no se puede dudar, según los cuales ningún sacerdote podría negarse a dar la comunión en la boca a un fiel si éste se la pide. A modo de ejemplo, y por si fuera de ayuda, coloco dos enlaces de Adelante la Fe ...

Motivos para recibir la Comunión en la lengua y de rodillas (Mons. Schneider)

¿En la mano o en la boca? Debate sobre la recepción Eucarística?

... y una captura de pantalla de Secretum Meum Mihi

 


Nota: He encontrado otro artículo de Infovaticana que habla sobre este tema y lo añado también. Pinchar aquí:

José Martí

Una escena vintage

 
 
De China nos han llegado en los últimos tiempos no solamente las acostumbradas baratijas sino también el coronavirus y los pactos con el Vaticano. Y sobre este tema quiero decir dos palabras, esperando que algún lector que sepa más que yo sobre el tema pueda completar la reflexión.

Es innegable que el tratado secreto firmado entre el gobierno chino y la Santa Sede significó la entrega de la iglesia católica china al partido comunista y la puesta en ridículo de cientos de miles de fieles católicos que, durante décadas, resistieron en la clandestinidad. En pocas palabras, una traición, como bien lo ha afirmado el cardenal Zen, que se está convirtiendo en una de las nuevas caras de la resistencia al Papa Francisco.
Aclarado el punto anterior —los pactos constituyen una traición a los católicos chinos—, vale la pena tener en cuenta lo siguiente a fin de no caer en un fanatismo inútil que desdibuje la realidad:
 
1. Las conversaciones para llegar a estos acuerdos comenzaron con Juan Pablo II, continuaron con Benedicto XVI y terminaron con Francisco. Difícil es decir qué tenían en mente los dos previos sumos pontífices, pero lo cierto es que fue voluntad también de ellos llegar a una solución de la cuestión china. Quien conozca mínimamente los secretos de la sinología, sabrá que cualquier arreglo con los chinos lleva años y mucha paciencia. Las conversaciones se extendieron durante dos décadas. Por tanto, no me parece justo achacar la completa responsabilidad de la traición al actual pontífice. Tal responsabilidad es compartida, al menos en parte, por los anteriores.
 
2. Resulta curioso que los medios que se escandalizan con razón, de la firma del tratado no recuerden que algo muy parecido sucedió en los ’60 y en los ’70 con varios países que se encontraban tras la Cortina de Hierro. Los artículos de Stefan Glejdura, que pueden conseguirse fácilmente en la web (aquí pueden bajar uno), son un testimonio muy interesante a tener en cuenta acerca de lo que fue la Ostpolitik vaticana, inaugurada por Pablo VI y comandada por el cardenal Agostino Casaroli, Secretario de Estado de Juan Pablo II durante once años. Esa política hacia los estados comunistas significó sacrificar en menor o mayor medida, a los fieles, sacerdotes y obispos perseguidos a fin de conseguir algunas simpatías en los regímenes de izquierda y, por cierto, para cumplir con el mandato de apertura al mundo del Concilio Vaticano II, como el mismo Casaroli no dejaba de afirmar.
 
Podemos recordar aquí la traición a la iglesia checoslovaca, pero quizás el símbolo más claro fue la ignominiosa conducta vaticana con respecto al cardenal Mindszenty, arzobispo de Budapest, el cual fue desposeído de su sede por Pablo VI, obligado a dejar Hungría y amordazado a fin de que no criticara al régimen comunista de su país. Él, que se había constituido en la defensa más importante e internacionalmente relevante de los fieles católicos húngaros, fue desautorizado y humillado por el mismísimo Vaticano. Y de esto hace más de cuarenta años.
 
El actual caso de China no es más que una escena vintage: ospolitik 2.0, realizada por aficionados, como son Francisco y Parolín y con resultados muy similares a los conseguidos en los ’70. 

Los pactos chinos no son un invento de Francisco. Francisco es un invento del Vaticano II. Y no es justo cargar las tintas en la manzana podrida y olvidarnos de quienes pudrieron el manzanar. 
 
The Wanderer


miércoles, 4 de marzo de 2020

Nuevo líder del episcopado alemán: “La cuestión de la mujer será el principal reto de mi mandato” (Carlos Esteban)



El episcopado alemán seguirá su actual senda hacia una mayor confluencia con las ideas progresistas imperantes en el mundo y que el ‘camino sinodal’ emprendido por el cardenal Marx quiere hacer ‘vinculante’, a juzgar por las opiniones de su nuevo jefe, el obispo de Limburgo, George Bätzing.

De Bätzing ya escribimos con motivo de su nombramiento su participación en algunas de las propuestas más ‘rompedoras’ -en todos los sentidos del término- del sínodo de tres años que ha emprendido el episcopado alemán, el más rico de la Iglesia universal, y en la entrevista concedida a Katholisch.de no hace más que reafirmarse.

Así, el obispo cree que la igualdad de derechos de las mujeres en la Iglesia católica es el reto más importante de su mandato al frente de los obispos de Alemania. “El tema de las mujeres en la iglesia es la cuestión más urgente del futuro que tenemos”, dijo Bätzing el miércoles en la radio pública alemana ARD. “Aquí la iglesia tiene que ponerse al día. Las mujeres católicas esperaban con impaciencia el progreso. “Ya no podremos esperar a que las mujeres tengan los mismos derechos”, dijo Bätzing.

Uno pensaría que una iglesia nacional que sufre una espectacular hemorragia de fieles cada año y que, después de todo, existe para custodiar y transmitir la verdad del Evangelio tendría alguna otra prioridad, pero no, mejor compartir la misma obsesión por los derechos de las mujeres en un momento en que las mujeres ya han alcanzado sobradamente todos los derechos salvo, en la Iglesia, uno que ni es derecho ni puede cargo eclesiástico alguno procularlo: la ordenación sacerdotal.

Bätzing no plantea eso, no todavía, solo aumentar los cargos de gestión administrativa dentro de los organismos eclesiales, lo que es una extraña prioridad para un pastor católico en una coyuntura como la que vive hoy la Iglesia.

En cuanto a la otra cuestión espinosa que se esperaba resolviese la exhortación postsinodal, la de los curas casados, Bätzing es partidario de ‘suavizar’ el celibato. Como no es posible ser moderadamente sacerdote o estar levemente casado, es de suponer que se refiere a la táctica ya habitual de la ‘renovación eclesial’: caso por caso, discerniendo, con acompañamiento y todo eso.

“Creo que no hace daño si los sacerdotes están casados ​​porque pueden traer estas experiencias a la mesa”, dijo el martes por la noche en el telediario de la televisión estatal ZDF. “Hace mucho tiempo que creo que la iglesia debería permitir “ambas formas”.

Carlos Esteban

El nuevo presidente del episcopado alemán, una apuesta por el ‘camino sinodal’ (Carlos Esteban)

 
 
Sea cual fuere la verdadera razón por la que, a una edad relativamente temprana, el poderoso arzobispo de Munich, cardenal Reinhard Marx, ha decidido abandonar la presidencia de la Conferencia Episcopal Alemana, desde luego no ha sido para dar paso a un líder más próximo a la ortodoxia. Para empezar, Bäntzing, el nuevo presidente, se decanta en casi todos los temas del día por la postura renovadora, empezando por el cuestionado asunto del celibato sacerdotal.

“Estoy convencido de que no perjudicaría a la Iglesia el que los sacerdotes tuvieran libertad de elegir si quieren vivir casados o permanecer célibes”, aseguró en una entrevista. “El celibato tiene muchísimo valor para mí, porque así es como vivió Jesús”, añadió, sin embargo.

Bäntzing fue una de las dos personas encargadas de supervisar los trabajos del comité sobre moral sexual en preparación del sínodo ahora en marcha y que muchos temen abra una brecha insalvable con Roma. El comité preparó un documento de 21 páginas que sirvió en la primera asamblea del sínodo a principios de año en Francfort como base de debate. En él se exige que la moral sexual evolucione “sobre la base de avances en las ciencias humanas, incluida la experiencia vital… de fieles que aman”.

El documento anima a la Iglesia, en definitiva, a fiarse de unas ‘ciencias humanas’ que hoy sin duda aconsejarían vivamente el abandono de la moral sexual propuesta magisterialmente por la Iglesia, “que ve lícita la actividad sexual solo dentro del matrimonio, y dirigida preferentemente a la procreación”. En consecuencia, el documento justifica el uso de anticonceptivos, la práctica de la masturbación y un estilo de vida homosexual activo.
 
Carlos Esteban

Sobre el acuerdo entre China y el Vaticano: el diáglogo entre los dos cardenales es urgente (Bernardo Cervellera)



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[De “Asia News” del 3 de marzo de 2020]


Escribo esta palabras con dolor, al ver a dos cardenales - a quienes tengo el honor de conocer, dos testigo de la fe y colaboradores del pontífice en la misión de la Iglesia - que se lanzan a debatir públicamente sin siquiera haber hablado, quizás, directamente entre ellos. (véase cartas del Card. Giovanni Battista Re y del Card. Joseph Zen Zekiun). Mi impresión es que, tanto en el Vaticano como en el mundo, se prefiere afirmar la propia verdad, o mejor dicho el propio punto de vista, sin procurar la escucha del otro, realizando el esfuerzo de llegar a una síntesis.

El Card. Zen me ha dicho que en sus viajes a Roma muchas veces se ha topado con un muro de silencio.

Precisamente durante el pontificado de Francisco, quien suele subrayar que “el todo es superior a la parte” (E.G. nn. 234-237), sucede que en la Iglesia se constituyen dos frentes antagónicos e impermeables; tradicionales y liberales, pro-China y anti-China; pro-Acuerdo y anti-Acuerdo… Todo, por tanto, es asimilado a dos partidos fundamentales: pro-Bergoglio y anti-Bergoglio; por lo cual una mínima sorpresa sobre un hecho o sobre la vida de la Iglesia enseguida es enjaulada a priori: ¿es pro o contra Bergoglio?

La carta del Card. Re también arriesga caer en este esquema cuando afirma que “las afirmaciones muy duras” del Card. Zen “cuestionan la guía pastoral del Santo Padre”. Aún así, el Card. Re reconoce que en China “en el plano doctrinal” y “en el plano práctico… sigue habiendo tensiones y situaciones dolorosas”, que el obispo emérito de Hong Kong saca a la luz.

El punto, según me parece, es que se pueda entablar un diálogo y hallar una síntesis entre la posición del Card. Re, para el cual el Acuerdo sino-vaticano es positivo “y en el momento actual, pareció ser el único posible”, y la del Card. Zen, que está cerca “de todos los hermanos desolados” que todos los días padecen las presiones, violaciones, expulsiones, la represión y las destrucciones. Estos incluyen a los fieles de las comunidades no-oficiales, pero también a muchos sacerdotes y obispos de la Iglesia oficial, que no ven ninguna mejoría respecto a la libertad religiosa, luego del Acuerdo.

Es tiempo de que los dos partidos, pro-Acuerdo y anti-Acuerdo hablen entre sí, y lleguen a una posición común, sobre todo en vista del próximo 21 de septiembre del 2020, fecha en que vence el acuerdo, Si fuera necesario renovarlo, éste debe ser fuertemente mejorado, corrigiendo algunas discrepancias presentes en aquél firmado con anterioridad, en el 2018.

1. Como ya he dicho otras veces, el Acuerdo – que prevé “la última palabra” del Papa sobre el nombramiento de nuevos obispos – tiene un aspecto positivo, pues de alguna manera conecta el nombramiento de los prelados chinos al pontífice. Y este es un dato nuevo, que no aparecía en los tiempos de Mao. Sin embargo, sigue habiendo dudas respecto a si ese lazo es una mera “bendición” del exterior, pues no queda claro si el Papa tiene derecho a veto, y si ese derecho es permanente o temporario.

También vale la pena explicar que desde la firma del Acuerdo, no ha habido ninguna ordenación episcopal en China. Las dos ordenaciones que hubo fueron en el 2019, y en realidad ya habían sido decididas mucho tiempo antes, y no podemos mentir -como ha hecho la llamada prensa “pro-Bergoglio” - diciendo que ellos “son fruto del acuerdo”. Desde este punto de vista, hay que decir que el Acuerdo, si bien tiene un aspecto positivo, jamás fue puesto en práctica.

2. La legitimación de la pertenencia a una “Iglesia independiente”, como fue sugerido por las “Orientaciones pastorales” precisa de mayores detalles. Si, en efecto, para el Vaticano es claro que solo se alude a la “independencia” de tipo político, la ambigüedad reside en todo caso en el Partido, que continúa exigiendo una independencia “tout court”, sin distinciones. Esto es a tal punto cierto, que en la adhesión a la Iglesia “independiente” se exige que obispos y curas se abstengan de “contactar potencias extranjeras, alojar extranjeros y aceptar delegaciones de la comunidades o instituciones religiosas extranjeras”. Incluso más, en el “paquete” de la “Iglesia independiente” se incluye “la negativa a la formación religiosa de los menores de edad” así como a cumplir cualquier acto religioso fuera de los confines del lugar registrado para tal fin (nada de extrema unción en los hospitales, ni oraciones o bendiciones en las casas,...). Que los obispos y sacerdotes acepten estas cosas como algo obvio resulta preocupante.

3. Es evidente que la situación de la Iglesia en China, después del Acuerdo ha empeorado: iglesias clausuradas o destruidas; cruces destrozadas, arrancadas de los campanarios o de los muros de las iglesias, cúpulas arrasadas, antiguas estatuas de santuarios, secuestradas; signos religiosos que han sido eliminados de los hogares o del exterior de las casas; sacerdotes, expulsados de su ministerio. ¿Es posible que la Iglesia Católica y el Vaticano permanezcan en silencio mientras tantos hermanos y hermanas sufren semejante violencia? Muchas veces, la denuncia es la única forma para salvar a estos hermanos y hermanas nuestros.

Una vez, pregunté a un miembro del Partido comunista chino cómo era posible que emplearan tantos recursos para controlar a un pequeño grupo de católicos en China (menos del 1% de la población). Me respondió: “Tenemos miedo de vuestra unidad”. En la medida en que callemos, nos dividamos y enfrentemos, entramos en el juego del “divide y reinarás” del Partido.

Sandro Magister

martes, 3 de marzo de 2020

Cardenal Paul Cordes: Nota a pie de página en Querida Amazonia cita el Derecho Canónica en forma parcial



La nota a pie de página n. 136 en Querida Amazonia cita erróneamente el Derecho Canónico, escribió el 28 de febrero el cardenal Paul Josef Cordes en el sitio web CatholicNewsAgency.com.

La nota a pie de página dice que “es posible, por escasez de sacerdotes, que el obispo encomiende ‘una participación en el ejercicio de la cura pastoral de la parroquia a un diácono o a otra persona que no tiene el carácter sacerdotal, o a una comunidad’” (Código de Derecho Canónico, 517 §2).

Cordes enfatiza que la cita omite la frase que requiere al obispo para elegir un sacerdote a cargo de la atención pastoral.

El Código de Derecho Canónico, canon 517 §2 declara en forma completa:
“Si, por escasez de sacerdotes, el Obispo diocesano considera que ha de encomendarse una participación en el ejercicio de la cura pastoral de la parroquia a un diácono o a otra persona que no tiene el carácter sacerdotal, o a una comunidad, designará a un sacerdote que, dotado de las potestades propias del párroco, dirija la actividad pastoral”.

lunes, 2 de marzo de 2020

NOTICIAS VARIAS 2 de marzo de 2020




ADELANTE LA FE

Veinte razones para asistir a la Misa tradicional en latín en 2020 

CNN

El Vaticano abrirá archivos controversiales de la Segunda Guerra Mundial sobre el papa Pío XII
 
ONE PETER FIVE

Leo XIII, Lover and Reformer of Liturgical Music


INFOVATICANA

La Diócesis de Málaga recomienda la comunión en la mano contra el coronavirus (Carlos Esteban)
 
GLORIA TV NEWS

Carta del cardenal Joseph Zen al cardenal Re

Resistencia contra la Legalización del Aborto en ARGENTINA

Coronavirus: “La Iglesia 3.0 es atea”

SPECOLA


Primera iglesia cerrada en Roma, el coronavirus toca el Vaticano, las Naciones Unidas del Papa Francisco, Cristiada, Cruzada y China.


Selección por José Martí

"God Will Punish the World in a Terrible Way"





 Duración 2:46 minutos


"God Will Punish the World in a Terrible Way"

In December 1957, Mexican Father Agustin Fuentes conversed with Sister Lucia, the only seer of Fatima, who then was still alive, in her convent in Coimbra, Portugal. Back in Mexico, he revealed what Sister Lucia had told him. Tempi di Maria published excerpts on Italian Gloria.tv.

Heaven’s Punishment is “imminent”

Sister Lucia told Father Fuentes that Our Lady said that nobody paid attention to her message in Fatima. “Believe me, Father,” Sister Lucia said, “God will punish the world in a terrible way. Heaven's punishment is imminent.” But, this was over sixty years ago, and the imminent punishment seems not to have materialized.

The Year 1960

Sister Lucia specifically alleged that the year 1960 would be a “very sad year for everyone” if the world did not pray and do penance. She could not give details because it was still a secret. There is no indication that the world started praying and doing penance. Nevertheless, 1960 did not stand out in terms of sadness.

Did She Mean Cultural Marxism?

Sister Lucia stressed that Our Lady said “many times” that Russia will be the instrument chosen by Heaven to punish the whole world if we do not first obtain the conversion of this poor nation". At the time, Russia was the Soviet Union. Perhaps, Sister Lucia meant Cultural Marxism which spread from the Soviet Union into the West where it is still rampant.

Three Reasons


Our Lady didn’t tell Sister Lucia that the Last Times had arrived, but Lucia had three reasons to believe so. First, Our Lady told her about an imminent final battle between the devil and Our Lady. Second, Our Lady gave two last remedies against evil: the Rosary and the Devotion to the Immaculate Heart of Mary. The third was that the world did not pay attention to the message of Fatima.

domingo, 1 de marzo de 2020

NOTICIAS 1 de marzo de 2020


SPECOLA
 
El Papa Francisco en cuarentena, el Vaticano destruye la iglesia en China, luchando por la Eucaristía y las iglesias abiertas.

INFOCATÓLICA

Sobre la cuestión del Papa verdadero


CHIESA E POST CONCILIO

El cardenal Zen responde al cardenal Re

Selección por José Martí

El Vaticano liquida Familia Christi (Carlos Esteban)




“Serios motivos religiosos, educativos y administrativos” han determinado la supresión de la hermandad sacerdotal Familia Christi, de Ferrara, en Italia, después del habitual y tortuoso camino iniciado con su comisariamiento.

El pasado mes de diciembre, la hermandad se convirtió en la asociación religiosa tradicional y rica en vocaciones del momento en ser intervenida por los nuevos aires de renovación, en este caso en forma de Monseñor Daniele Libanori, obispo auxiliar de Roma, nombrado ‘comisario plenipotenciario’ de la hermandad por orden de la Santa Sede.

Siete meses después se publicó el esperado decreto: Libanori ordenó a todos los postulantes y novicios que abandonaran la sociedad. No se permitía a la orden recibir nuevas vocaciones. Como viene siendo tristemente habitual en estos casos, no se ofreció razón alguna que justificara la drástica decisión.

La comunidad religiosa fue fundada en el 2014 por el arzobispo de Ferrara, monseñor Luigi Negri, a quien Francisco removió rápídamente apenas llegó a su edad de jubilación. Fue reemplazado por Gian Carlo Perego, que veía con muy malos ojos a Familia Christi.

El grupo fue puesto bajo la custodia del obispo auxiliar de Roma, monseñor Daniele Libanori SJ.

En una entrevista de marzo de 2019, Negri dijo que “no estaba preocupado” por el destino de Familia Christi, porque “cuando la fundé la confié al Señor y a la Virgen”,

La sentencia de muerte fue firmada el 13 de diciembre por el cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y fue confirmada por Francisco. Los cinco jóvenes sacerdotes de Familia Christi, los padres Riccardo Petroni, Matteo Riboli, Lorenzo Mazzetti di Pietralata, Emanuele Lonardi y Enrico D’Urso están ahora en la calle. Hasta tanto no encuentren un obispo que los acepte con el permiso de Ladaria, están suspendidos de facto.

Carlos Esteban

sábado, 29 de febrero de 2020

Carta de Mons. Viganò al cardenal Zen


CARDENAL ZEN

(NOTA: ESTÁ TRADUCIDO DEL ITALIANO CON EL TRADUCTOR DE GOOGLE)

La carta, retomada más tarde por la correspondencia romana [ aquí ], está vinculada a la reciente comunicación sensacional del decano del Colegio de Cardenales, cardenal Giovanni Battista Re, quien ataca con dureza al arzobispo emérito de Hong Kong, cardenal Zen, culpable de criticar el Acuerdo. secreto entre China y la Santa Sede, que está costando el aumento de la persecución de los católicos. Como señala Riccardo Cascioli: "La carta mezcla juicios engañosos - afirmando una continuidad inexistente entre la línea de este pontificado y la de los papas anteriores - con declaraciones muy serias: a Benedicto XVI se le atribuye la autoría del Acuerdo actual y se afirma un cambio doctrinal sobre la posibilidad de iglesias independientes" .

Puede consultar aquí los artículos anteriores sobre el asunto China / Vaticano.

Carta de Mons. Viganò al cardenal Zen
Querida Eminencia,

Soy el arzobispo Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de América.

He seguido con profunda participación, compartiendo su sufrimiento en oración, sus numerosas y sinceras apelaciones al Papa Bergoglio, por la dramática situación de la Iglesia Mártir en China, que él mismo ha agravado con el traicionero y desafortunado Acuerdo Secreto firmado por la Santa Sede con el gobierno comunista chino.

Sus apelaciones sinceras, querido hermano en Cristo, han sido sistemáticamente desatendidas e incluso ridiculizadas de manera hipócrita y perversa. En cuanto al cardenal Parolin, actuó como un simple ejecutor imprudente de una orden superior malvada.

Leí esta mañana la carta ignominiosa y vergonzosa que el cardenal Giovanni Battista Re dirigió a todos los cardenales en su contra. Estoy profundamente entristecido e indignado, y deseo expresarles todo mi afecto, mi oración y mi fraternal solidaridad en el episcopado.

¡Es usted un valiente confesor de la fe a quien va toda mi veneración y admiración! 

Desafortunadamente, la mentira en el Vaticano se erige en un sistema, la verdad está totalmente distorsionada, el engaño más perverso se practica descaradamente incluso por los más insospechados, que ahora se prestan a actuar como cómplices del oponente. Incluso llegó a decir que el "Papa Benedicto XVI aprobó el borrador del Acuerdo" firmado en 2018, cuando, en cambio, todos sabemos de su resistencia extenuante y su repetida reprobación de las condiciones impuestas por un régimen perseguidor y sanguinario.

El Vaticano ha hecho todo y más para entregar a la Iglesia mártir China en manos del Enemigo: lo ha hecho al firmar el Pacto secreto; lo hizo legitimando a los "obispos" excomulgados, agentes del régimen; lo hizo con la deposición de obispos legítimos; lo hizo exigiendo a los sacerdotes fieles que se registraran en la iglesia dominada por la dictadura comunista; lo hace a diario, guardando silencio sobre la furia persecutoria que, desde ese desafortunado Acuerdo, ha entrado en un in crescendo sin precedentes. Lo está haciendo ahora con esta misiva a todos los cardenales, con el objetivo de acusarlo, denigrarlo y aislarlo.

Nuestro Señor nos asegura que nada ni nadie podrá arrancar de su mano a los que resisten al enemigo infernal y sus acólitos, triunfando sobre ellos "a través de la Sangre del Cordero y gracias al testimonio de su martirio" (Ap. 12, 11).

Su ejemplo, querido cardenal, y el alto precio que está pagando por defender la Causa de Dios y su Iglesia, nos provocan una sacudida saludable, nos arrancan de la inercia y la habituación con la que ayudamos a la supina rendición de la Iglesia Católica en sus niveles más altos y en su jerarquía, a la herejía y la apostasía, por haber seguido al Príncipe de este mundo, mintiendo y asesinando desde el principio.

Parce, Domine, parce populo tuo, quem redemisti, Christe, sanguine tuo, ne en aeternum irascaris nobis.

+ Carlo Maria Viganò
Arzobispo Titular de Ulpiana, nuncio apostólico

La Iglesia en China, obligada a ‘bendecir’ el aborto (Carlos Esteban)



No sé cómo a nadie se le ocurrió que pudiera salir bien. El cardenal Joseph Zen que, como arzobispo emérito de Hong Kong, conoce bien el paño, no se ha cansado ni se cansa de alertar de que no se puede sacar nada bueno negociando con una brutal tiranía totalitaria como la china, oficialmente atea. Y el resultado le da la razón.

La idea era superar un cisma y reanudar relaciones entre China y el Vaticano. Para eso, lo primero que se hizo fue levantar la excomunión a los miembros de la Iglesia Patriótica, controlada por la administración comunista, y reconocer sus órdenes, obispos y sacerdotes. Lo siguiente, forzar a algunos obispos fieles a renunciar a su sede en favor de sus homólogos elegidos por los comunistas. Finalmente, se animó discretamente al clero fiel a integrarse en la asociación patriótica.

El resultado es que el Gobierno no solo no ha detenido su persecución y acoso de fieles y su demolición de iglesias y santuarios, sino que ahora obliga a los clérigos católicos a predicar las líneas programáticas del Partido Comunista, es decir, de una agrupación atea.

En una entrevista concedida a Raymond Arroyo, de la cadena católica de televisión americana EWTN, Steven Mosher, experto en la política de control de la población china, dejó claro que el acuerdo entre China y el Vaticano ha provocado la persecución y la disolución de las enseñanzas católicas.

Mosher dice respecto a la iglesia patriótica que todos sus clérigos afirman que se debe poner al país sobre Cristo y que ser un buen ciudadano chino leal al Partido Comunista es lo primero; la fe católica viene en segundo lugar. “La iglesia patriótica no puede desviarse de la posición del Partido, porque está controlada por el Partido” dijo Mosher al portal de noticias LifeSiteNews . “Y la posición del partido es que la anticoncepción, el aborto y la eutanasia son moralmente aceptables”.

Carlos Esteban

Actualidad comentada׃ Escenario antes de la batalla Padre Santiago Martin F M


Duración 7:41 minutos