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miércoles, 18 de enero de 2017

"Silencio". La película impía de Scorsese que justifica y promociona la apostasía, jaleada y promocionada por la Compañía de Jesús


FUENTE: CATHOLICVS

Una crítica, muy bien fundamentada, de la película "Silencio", de Martín Scorsese. Transcribo aquí sólo algunos párrafos, al ser la entrada algo extensa. Merece la pena leerla al completo, para quien esté interesado en el cine. A veces los "mensajes" que nos vienen por este medio hacen más daño (raramente, más bien) que las encíclicas "extrañas" que nadie lee, a nivel popular.


La película "Silencio", estrenada en Estados Unidos el pasado 23 de diciembre y en España el pasado día de Reyes (6 de enero), ha sido dirigida por Martin Scorsese, de 74 años, y está basada en la novela del escritor japonés Shūsaku Endō, publicada en 1966
Tanto la novela como la película, narran la persecución y el martirio que sufrieron los católicos en el Japón del siglo XVII: Sebastião Rodrigues (Andrew Garfield) y Francisco Garrpe (Adam Driver) son dos sacerdotes jesuitas portugueses que son enviados a Japón tras tenerse conocimiento en Roma de la apostasía, en 1633, del misionero jesuita portugués Cristóvão Ferreira, interpretado por Liam Neeson. Según se rumorea, Ferreira ha renunciado a su fe de forma pública, tras haber sido perseguido y torturado. La película ha costado 46 millones de dólares y el equipo ha contado con 750 personas durante el rodaje, que se realizó en Taiwán.

[...] El portugués P. Sebastião Rodrigues, enviado a Japón para consolar a los perseguidos y juzgar al jesuita apóstata, llegará, también él, a dudar de Jesucristo y a preguntarse por el silencio de Dios ante el sufrimiento de sus fieles.

- El "silencio" que da título a la película es el supuesto silencio de Dios ante el martirio de los primeros católicos japoneses. Sin embargo, el P. Rodrigues "oye" la voz de Jesucristo que le pide apostatar pisando una representación de su rostro. Es significativo que, cuando lo hace, un gallo canta en la distancia, en clara referencia a la traición de Pedro; pero, en este caso, al contrario de lo narrado en los Evangelios, justificando la traición y la apostasía: los jesuitas que abjuran lo hacen por misericordia hacia los simples fieles quienes, por el contrario, están dispuestos a sacrificar su vida por fidelidad a Jesucristo

- Tras la apostasía, el Estado proporcionaba a los sacerdotes apóstatas un nombre nuevo, una esposa japonesa y una vida cómoda. Así, el P. Ferreira y el P. Rodrigues se someten a la sociedad japonesa de la época, en la que se les da un puesto de prestigio como recompensa por haber abjurado de Cristo.

- El título llama a engaño, pues aunque se nos intente convencer del silencio de Dios ante el sufrimiento y el martirio de los pobres católicos japoneses y el dilema de los jesuitas entre apostatar o permitir ese sufrimiento, Jesús acaba hablando... ¡para pedir la apostasía! Dios calla ante el sufrimiento ajeno, pero habla al P. Rodrigues para pedirle que renuncie a su fe. Lo que se pedía a los jesuitas para probar su apostasía era pisar una imagen de Jesucristo, el cual le dice al jesuita: "Písame". O sea, que para animar a renegar de la fe sí habla. Sólo calla cuando sufres, pero habla para que caigas. 

- Conclusión: es Dios quien incita a pecar y, por tanto, el responsable del mal.

Pero, ¿cuál fue la realidad histórica? 

El catolicismo llegó a Japón de la mano de San Francisco Javier, jesuita, en 1549. En apenas sesenta años se logró la conversión de unos trescientos mil japoneses sin recurrir a la fuerza. Ochenta y seis señores feudales se bautizaron oficialmente, y muchos más simpatizaban con el cristianismo. Las primeras generaciones de conversos japoneses tuvieron que enfrentarse a diferentes persecuciones locales instigadas por ingleses y holandeses -protestantes-, por los monjes budistas o por la nobleza local, pese a lo cual hubo muchas conversiones en los primeros años. 

Pero el 25 de julio de 1587 el gobernador Hideyoshi decretó el exilio de los jesuitas y a partir de 1600 pasó a ser una Iglesia clandestina, perseguida y que dio muchos mártires, aunque consiguió sobrevivir oculta durante los siguientes 250 años, hasta que las persecuciones, que tuvieron un alcance imperial, finalizaran en 1873

[...] El sacerdote portugués Cristóvão Ferreira, que había quedado como superior de los jesuitas en Japón tras el martirio de sus predecesores, apostató tras cinco horas de tortura en la fosa de Nagasaki. Su apostasía la detalla el historiador jesuita Hubert Cieslik, experto en Japón, en un estudio realizado en 1974. El P. Ferreira tenía 53 años, era jesuita desde hacía 37 y había sido un misionero clandestino durante 19 años. Había vivido dos décadas de persecución y peligros. Era él quien enviaba a Europa la crónica de los martirios de sus feligreses y compañeros. Pero él cedió en tan sólo cinco horas. Por eso los historiadores hablan del "enigma Ferreira".

Cuando un sacerdote apostataba era liberado y asignado a un templo pagano japonés -sintoísta, budista o confucionista-, y se le obligaba a casarse con una mujer de la clase social más baja: la viuda de algún criminal ejecutado. Por supuesto, permanecía bajo vigilancia. A Ferreira le casaron con la viuda de un criminal extranjero ajusticiado y durante varios años vivió en la pobreza. Usaba nombre y ropas japonesas y se le asignó un templo budista. [...]

[...] Tras su muerte en 1650, el apóstata Ferreira fue sepultado en el templo budista de Zuirinji, en Tokio, en una tumba en cuya lápida aún puede leerse su nombre budista: Chuan Joko Sensei.

[...] S. E. Mons. Robert Barron, obispo auxiliar de la Archidiócesis de Los Ángeles, ha hecho una crítica de la película. Según él, lo que ésta difunde está al servicio de la élite cultural de hoy, bastante similar a la élite cultural japonesa que aparece en la película, que prefiere a los cristianos vacilantes, inseguros, divididos y ansiosos por privatizar su religión, y están dispuestos a desechar a las personas apasionadamente religiosas tildándolas de peligrosas, violentas y, seamos realistas, no tan brillantes. Es justamente la clase de cristianismo que le gusta a la cultura dominante: totalmente privatizado, escondido, inofensivo.

- Martín Scorsese ha tardado veinte años en materializar este proyecto. Pero es justo ahora, en pleno papado de un jesuita, cuando por fin ha logrado hacerlo realidad

- Y no es casualidad que los jesuitas se haya implicado en esta película. La Compañía de Jesús está detrás del asesoramiento al director, a los actores y de la promoción de la película. "Silencio" se proyectó hace casi dos meses en el Pontificio Instituto Oriental de Roma ante 400 jesuitas, que calificaron la película como "obra maestra, excelente, cargada de espiritualidad y profundidad".

A continuación el escritor de este artículo hace una serie de razonamientos:

- El jesuita estadounidense James Martin fue asesor del director durante todo el rodaje. Para él, la película es una obra maestra.

- La supervisión de las escenas religiosas y la preparación de los actores corrió a cargo del jesuita español Alberto Núñez.

- Durante el rodaje estuvieron presentes otros dos jesuitas: el estadounidense Jerry Martinson y el italiano Emilio Zanetti.

- El departamento de prensa de la Compañía de Jesús en España ha elaborado el extenso dosier de prensa -elogioso, naturalmente-.

- El nefando jesuita Antonio Spadaro, director de "La Civiltà Cattolica", no ha escatimado medios para promocionar la película, incluyendo una larga entrevista a Martin Scorsese -de 22 páginas- en su último número.

- Hay varias páginas web jesuitas -que obviamente no pienso enlazar- que publican artículos elogiosos de la película y su "espiritualidad".

- Asimismo, los jesuitas están difundiendo vídeos sobre la película, como el del P. Adolfo Nicolás, ex Superior General de la Compañía de Jesús hasta el año pasado, o la entrevista al jesuita James Martín, mencionado más arriba.

- Hasta el Papa Francisco recibió en audiencia privada a Scorsese el pasado 30 de noviembre de 2016, a las 8.45 (antes de la Audiencia general), en el Palacio Apostólico -no hay que olvidar que Martin Scorsese fue el director de la escandalosa y blasfema película "La última tentación de Cristo" (1988)

- Según un periodista de Variety que asistió al pase privado de la película en el Vaticano, "la audiencia papal privada reunida en el Palacio Apostólico dio el martes, a través de la prensa oficial vaticana, una clara muestra de apoyo a "Silencio", proyecto pasión de Scorsese". La verdad, llama la atención que la apostasía sea celebrada en el Vaticano.

- Dos jesuitas españoles misioneros en Japón han sido Padres Generales de la Compañía de Jesús: el P. Arrupe (1965-1985) y el P. Adolfo Nicolás (2008-2016). 

- Como también tiene en aquel país su base de operaciones el infame jesuita apóstata Juan Masiá, que el mes pasado -diciembre de 2016- negó la virginidad de la Santísima Virgen María en un libelo publicado en Herejía Digital -que tampoco pienso enlazar-[...]

- [...] En el último número de la revista "La Civiltà Cattolica" hay un artículo sobre lo que debería ser hoy "la misión en el Japón secularizado",  en el que el autor, el jesuita japonés Shun'ichi Takayanagi considera que es obligatorio realizar "un cambio de paradigma respecto al concepto de misión y a los modos de ejercerla". ¿Será porque el proselitismo es "pecado", como asegura el Papa Francisco, también jesuita? 

- Según Takayanagi, intentar como objetivo el lograr que la gente se bautice hoy "ya no es posible" y debe ser cambiado por completo. ¿El motivo? Porque "nuestro tiempo está caracterizado por un rápido progreso de la cultura material y por un elevado nivel de vida. El diálogo debe profundizar nuestra concepción de las otras religiones".

Según "La Civiltà Cattolica", el "anticuado" concepto de misión, es decir, "hacer proselitismo y proporcionar conversos a la Iglesia", debe ser sustituido por el "diálogo". 

[...] Takayanagi continúa: [...] En concreto, algunos intelectuales japoneses, aunque de manera vaga y casi inconsciente e inspirándose a la cultura politeísta japonesa, empiezan a preguntarse si las religiones monoteístas pueden mostrarse, en última instancia, verdaderamente tolerantes hacia los miembros de otras religiones 

- [...] El pasado 4 de enero se publicaron amplios pasajes de este artículo de "La Civiltà Cattolica" [...] dirigida por Antonio Spadaro.

- En resumen, y como señala Sandro Magister, es tiempo de "silencio" también para las misiones católicas. A pesar del decreto "Ad gentes" del Concilio Vaticano II, de la exhortación apostólica "Evangelii nuntiandi" del beato Pablo VI y de la encíclica "Redemptoris missio" de San Juan Pablo II.

- [...] Para "L'Osservatore Romano", donde se publicó la reseña de Ecclesia el 3 de diciembre de 2016, esta película es, en definitiva, una "reflexión sobre la dificultad del discernimiento y de las elecciones que hay que tomar en la propia vida, 'también cuando no está tan claro qué hacer', según explica Martin: 'Por eso veo en la película un mensaje hacia la Iglesia de hoy, con una espiritualidad fuerte, que inspira la fe en Dios'".[¿?]

Pero, ¿en qué consiste la impiedad de esta película? 

- Por un lado, en la justificación y disculpa de la apostasía, que se presenta no sólo como aceptable, sino incluso como compatible con la fe. 
- Por otro, en que quienes apostatan son sacerdotes, lo cual es más grave, si cabe. 

Es malvado presentar como "misericordiosos" a quienes niegan a Cristo y como virtud la debilidad de los apóstatas, en lugar de presentar como modelo a quienes resisten el martirio por amor a Él y como virtud su fortaleza en la fe

- De esta forma, predisponen al espectador a justificar su propia apostasía llegado el caso, pues lo importante para la sociedad actual es evitar el sufrimiento en esta vida a cualquier precio. Es, llanamente, un rechazo de la cruz, escándalo para los judíos y necedad para los gentiles, como dice la primera Carta a los Corintios (I Cor 1,23-24). 

- Además, pone en duda verdades de fe, intenta enmendar la plana al mismo Jesucristo y contradice la Verdad revelada contenida en los Santos Evangelios. El martirio es presentado como algo malo, a evitar, contradiciendo así el punto 2473 del Catecismo de la Iglesia Católica -para los católicos, salvar la efímera vida terrena apostatando supone perder la Vida eterna, que quien muere mártir tiene asegurada-.

- También subyace el mensaje de que el budismo y el cristianismo en el fondo son lo mismo, y que todos los credos son iguales. Naturalmente, esto contradice el mandato de Cristo: "Id y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado" (Mt 28,19-20). Si todas las religiones son igualmente válidas ¿para qué la evangelización, las misiones y el proselitismo de la Iglesia? Antonio Spadaro lo tiene claro: para él no tienen sentido

- Además, en la película queda claro que el cristianismo no puede cuajar en Japón, aunque eso contradiga las palabras del Señor mencionadas antes. Los malos de la película son quienes se obstinan en su fe, que podrían haberse evitado el sufrimiento siendo razonables y renunciando a la misma. Los ganadores, en cambio, son los perseguidores, tanto por la apostasía de los jesuitas, como por la eliminación casi completa del catolicismo en Japón. Los católicos son, claramente, los perdedores de la película, tanto los apóstatas como los mártires.

-[...]Paul Elie, en su artículo del New York Times, cree que Scorsese está intentando decir lo mismo que cuando estalló la polémica con "La última tentación de Cristo": Scorsese se creía con derecho a hacer algo "blasfemo" -una escena de sexo de Cristo y María Magdalena- porque tenía una buena intención: mostrar el lado humano de Cristo, mostrar fe y amor por esta dimensión de Cristo. [¿?]

- Piden a los cristianos apostatar pisando el "fumie", una imagen de metal de Cristo y de la Virgen. Al final, en la novela, el jesuita pisará el "fumie", y lo hará por salvar a sus feligreses, por el amor a los fieles: sentirá que él se pierde, pero salva a otros. Eso se presenta como algo sacrificial, cristiano. 

-[...] Visto lo visto, no sorprende que uno de los protagonistas de la película sea el actor anticatólico y pro-abortista Liam Neeson, cuyos ataques a la Iglesia Católica y la promoción del aborto en su país natal, Irlanda, fueron públicos y notorios hace poco más de un año (ver aquí). 

- Además, el director de la película ha declarado que el personaje más interesante es, en su opinión, Kichijiro, el traidor o Judas -figura ésta, la del apóstol que traicionó a Cristo, sorprendentemente reivindicada por el propio Papa Francisco como una "pobrecita" víctima arrepentida-.

- Esta película, además de ser más larga que un día sin pan [159 min], es, en definitiva, [...] anticatólica y una auténtica ofensa a los católicos, a la Iglesia y a Cristo mismo [...] así como una plataforma para promocionar sibilinamente y justificar lo injustificable: la apostasía y la sumisión al poder terrenal de turno para evitar el sufrimiento. Con estas virtudes, no sería raro que le cayera algún Óscar (o más de uno). 

Nada recomendable, pues, esta película -pese a lo que digan ciertos escritores cursis y redichos que son -eso se creen ellos- más listos y cultos que nadie -y muchísimo más católicos, naturalmente-.


CATHOLICVS

martes, 17 de enero de 2017

Las dudas del Papa y las certezas del cardenal Caffarra (Sandro Magister)

FUENTE:  SETTIMO CIELO

Cardenal Caffarra y papa Francisco: imagen de archivo

Entre los cuatro cardenales que han pedido al papa Francisco que clarifique las cinco "dubia" generadas por "Amoris laetitia", Carlo Caffarra es a quien el mismo Jorge Mario Bergoglio ha manifestado muchas veces su estima, entre otras cosas al llamarlo a participar en los dos sínodos sobre la familia.

Con mayor razón entonces impresiona la franqueza, la "parresìa" con la que se expresa en contra del Papa – aunque con pleno respeto hacia él – en la primera gran entrevista concedida por Caffarra luego de la publicación de las "dubia".

La entrevista, llevada a cabo por Matteo Matzuzzi, fue publicada el sábado 14 de enero en el diario "Il Foglio":

> Caffarra: "Solo un cieco può negare che nella Chiesa ci sia grande confusione"

El cardenal Caffarra, de 78 años de edad, es arzobispo emérito de Bolonia y es un teólogo de reconocido valor, especializado precisamente en las cuestiones suscitadas por las "dubia". Desde 1981 a 1995 fue presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los estudios sobre el matrimonio y la familia.

La entrevista debe ser leída en su totalidad. También porque podría lograr un avance en la controversia en curso en la Iglesia, entre las interpretaciones diferentes y opuestas de "Amoris laetitia", quizás hasta inducir al papa Francisco a romper el silencio que ha mantenido hasta aquí.

Lo que sigue es una antología de lo que dijo el cardenal en la entrevista, que es cinco veces más larga.

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CAFFARRA: "POR QUÉ HEMOS ESCRITO AL PAPA"

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Para nosotros los cardenales existe el grave deber de aconsejar al Papa en el gobierno de la Iglesia. Es un deber, y los deberes obligan.

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Sólo un ciego puede negar que en la Iglesia existe una gran confusión, incertidumbre e inseguridad causadas por algunos parágrafos de "Amoris laetitia". En estos meses está sucediendo que sobre las mismas cuestiones fundamentales respecto a la economía sacramental – matrimonio, confesión y eucaristía – y la vida cristiana, algunos obispos han dicho A, mientras que otros han dicho lo contrario de A, con la intención de interpretar bien los mismos textos.

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Sólo había un modo de afrontar esas cuestiones: pedir al autor del texto interpretado en dos maneras contradictorias cuál es la interpretación justa. No hay otro camino. Se planteó, inmediatamente, el problema del modo en el cual dirigirse al Pontífice. Elegimos un camino muy tradicional en la Iglesia, las llamadas "dubia". […] Por eso se hizo en forma privada, y sólo cuando tuvimos la certeza que el Santo Padre no respondería, decidimos hacerlas públicas.

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El problema es exactamente éste: que hay puntos fundamentales en los que no se entiende bien qué enseña el Papa, tal como demuestra el conflicto de interpretación entre los obispos. Queremos ser dóciles al magisterio del Papa, pero el magisterio del Papa debe ser claro.

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La división ya existente en la Iglesia es la causa de la carta [de los cuatro cardenales al Papa], no es su efecto.

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Pensar una praxis pastoral no fundamentada y no arraigada en la doctrina significa fundamentar y arraigar la praxis pastoral sobre la base del arbitrio. Una Iglesia que presta poca atención a la doctrina no es una Iglesia más pastoral, sino una Iglesia más ignorante.
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La evolución de la doctrina acompañó siempre al pensamiento cristiano. [Pero] si hay un punto claro, es que no hay evolución allí donde hay contradicción. Si digo que S es P y luego digo que S no es P, la segunda proposición no desarrolla la primera sino que la contradice. Ya Aristóteles había enseñado justamente que enunciar una proposición universal afirmativa (por ejemplo: todos los adulterios son injustos) y al mismo tiempo una proposición particular negativa que tuviera el mismo sujeto y predicado (por ejemplo: algún adulterio no es injusto), no constituye una excepción a la primera, la contradice.

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¿El ministro de la Eucaristía (habitualmente el sacerdote) puede dar la comunión a una persona que vive "more uxorio" con una mujer o con un hombre que no es su esposa o su marido, y no intenta vivir en la continencia? […] ¿"Amoris laetitia" ha enseñado que, dadas ciertas circunstancias precisas y llevado a cabo un cierto recorrido, el fiel podría acercarse a la Eucaristía sin comprometerse a la continencia? Hay obispos que han enseñado que se puede. Por una simple cuestión de lógica, se debe entonces enseñar que el adulterio no es en sí y por sí malo.

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La conciencia es el lugar donde nos encontramos y tropezamos con la columna vertebral de la modernidad. […] El que ha visto esto en forma muy lúcida fue el beato John Henry Newman. En su famosa Carta al duque de Norfolk dice: […] "En nuestra época bulle una guerra feroz, diría casi una especie de conspiración contra los derechos de la conciencia". Más adelante agrega que "en nombre de la conciencia se destruye la verdadera conciencia".

Ese es el motivo por el cual entre las cinco "dubia" la duda número cinco [la que se refiere a la conciencia] es la más importante. Hay un pasaje de "Amoris laetitia", en el parágrafo n. 303, que no es claro; parece – repito: parece – admitir la posibilidad que haya un juicio verdadero de la conciencia (no invenciblemente erróneo; esto ha sido admitido siempre por la Iglesia) en contradicción con lo que la Iglesia enseña como atinente al depósito de la Revelación divina. Parece. Por eso hemos planteado la duda al Papa.

Newman dice que "si el Papa hablara contra la conciencia, entendida en el verdadero significado de la palabra, cometería un verdadero suicidio, cavaría una fosa bajo sus pies".

Son cuestiones de una gravedad perturbadora. El juicio privado sería elevado a criterio último de la verdad moral. No decir jamás a una persona “sigue siempre tu conciencia”, sin agregar siempre y rápidamente “ama y busca la verdad acerca del bien”. Se le pondría en las manos el arma más destructiva de su humanidad.

(Traducción en español de José Arturo Quarracino, Temperley, Buenos Aires, Argentina)

Sandro Magister

lunes, 16 de enero de 2017

Un grillo en Santa Marta (The wanderer)

FUENTE: THE WANDERER


Hasta el momento, la afirmación de que al Papa Francisco no le importa la liturgia y, por tanto, nunca se meterá con la liturgia tradicional ni molestará a los motupropistas, ha funcionado. Pero los vientos de cambio han comenzado a soplar, o al menos, eso se rumorea desde la semana pasada.

El primer paso fue, como dimos cuenta aquí, la renovación total de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Solamente quedó en pie su prefecto, el cardenal Sarah, que poco y nada puede hacer ahora rodeado como está de progresistas y declarados enemigos suyos. 

Pero en los últimos días sucedió algo nuevo. El Papa acaba de crear una comisión -su típica estrategia de destrucción-, liderada por el arzobispo Arthur Roche, encargada de revisar la instrucción Liturgiam authenticam, documento que constituye un verdadero freno para los desmanes que los liturgistas modernos pretenden imponer, sobre todo en materia de traducciones a las lenguas vernáculas. Allí se establece que la lengua del rito latino es el latín y que, en caso de que sea conveniente, se puede traducir a las lenguas vulgares respetando una serie de principios que vedan cualquier veleidad de los obispos y cleriquillos modernistas de turno. 

La modificación de esta instrucción, no tengamos duda, se ordenará justamente a permitir que la creatividad litúrgica pueda florecer en cada una de las culturas donde se celebra la Santa Misa. Y así, dentro de poco, tendremos la misa amazónica, la misa polinesia y la misa tucumana, entre otras. 

Quien está detrás de todo estos cambios, según afirma Sandro Magister, es un amigo del Papa Francisco. Los argentinos sabemos muy bien cuál es la calidad de sus amigos: Gustavo Vera, Juan Grabois, el rabino Skorka, Clelia Luro, etc., por lo que suenan las alarmas cuando se habla de "amigos del Papa". 

En este caso, su amigo liturgista amante de los cambios, es un italiano: Andrea Grillo, un laico casado y con dos hijos, y profesor en el ateneo San Anselmo de Roma. Como podemos apreciar en su curriculum vitae, se trata de un personaje sumamente creativo. Pero lo que causa más temor son sus publicaciones

Aquí pueden leer un artículo suyo defendiendo la ordenación sacerdotal de mujeres, y destaco otra titulada Oltre Pio V: La riforma liturgica nel conflitto di interpretazioni, Quiriniana, 2007 (Más allá de Pío V. La reforma litúrgica en el conflicto de interpretaciones). El pasquín es presentado con las siguientes palabras:

La reforma litúrgica del concilio Vaticano II está en riesgo de no ser comprendida. Diversas señales levantan dudas y perplejidades en el cuerpo eclesial. Extensiones de la validez del “indulto” para el uso del Misal de Pío V, pedidos de un uso más amplio de las lenguas muertas, entrevistas desenvueltas o superficiales realizadas a importantes oficiales de la Curia romana, rigideces poco justificadas -o, peor aún, justificadas- en cuanto a las traducciones, inversiones de la prioridad entre misterio y disciplina. 

El objetivo que tiene este ensayo es el de redescubrir las razones profundas que nos permitan leer la reforma litúrgica como un pasaje necesario en la consciencia eclesial contemporánea, ni contra ni sin Pío V, pero sin duda más allá de Pío V. 

No hemos hemos decidido -desesperadamente- ser los últimos cristianos todavía fieles a una gran tradición (solamente) antigua, reducida a la figura de un pasado precioso para encerrar en un museo, con aire acondicionado y sistemas de seguridad, pero sin vida y sin hijos
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ANDREA GRILLO, AMIGO DEL PAPA
¡Tomá mate! Este es el asesor litúrgico del Papa Francisco

Preparémonos, porque si ésta es la opinión que el Grillo tiene de la liturgia tradicional, podemos prever cuáles serán sus próximos pasos. Magister afirma que será la “corrección” del motu propio Summorum Pontificum ... Es decir, se acabó la posibilidad de tener con toda legitimidad y legalidad la misa tradicional, tal como lo quiso el Papa Benedicto XVI.

Algunos sostienen que no será así; que definitivamente, al Papa Francisco no le interesa la liturgia y que no está en sus planes abrir una nuevo frente de batalla. Es la idea de Joseph Shaw, presidente de la Latin Mass Society del Reino Unido, que suele estar convenientemente asesorado. 

Yo estaría de acuerdo con Shaw y con quien lo asesora, pero hay dos factores recientes que deben ser tenidos en cuenta

- En primer término, Bergoglio está furioso con la oposición que encuentra, sobre todo con los cuatro cardenales, cuyo mascarón de proa es Burke, que le acaba de mandar a decir que teme más perder su alma que perder su título de cardenal. No me cabe duda que los ataques a la Orden de Malta, en buena medida, han sido lanzados como un ataque personal a Burke, y el cardenal representa para el Papa a los tradicionalistas

Los curas porteños que le estuvieron sometidos durante años saben muy bien quién es Bergoglio: de una memoria prodigiosa, es cruel y vengativo. Se ha ensañado con Burke y se le están soltando todas las compuertas que lo frenaban, y nadie sabe hasta dónde puede llegar si pierde todas sus inhibiciones. 

Es cuestión de leer los ataques apenas velados que lanza en sus últimas homilías o alocuciones, o de ver lo que hizo con los oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los que expulsó o con la Orden de Malta: crueldades y maldades, y le importa un comino. "Yo soy el Papa -le dijo al cardenal Müller- y no tengo que dar explicaciones a nadie de lo que hago".

- En segundo lugar, no habría que descuidarse del Grillo, que es un insecto molesto y capaz de contagiar vaya uno a saber qué pestes

Si es verdad lo que afirma Magister, y si su amistad con Bergoglio es la del tipo que ya conocemos nosotros, no sería imposible que al Papa le comenzara a interesar la liturgia ... para destruirla. Las características de la publicación a la que hicimos referencia -y se trata solamente de la descripción que proporciona la contratapa del libro- denotan que el ortóptero pontificio profesa odio a la liturgia tradicional y que, si por él fuera, debería estar prohibida bajo pena de excomunión. Si los afectos franciscanos por Grillo se profundizan, no tendrá ningún empacho en cumplirle sus caprichos.

No sé si hay razones para alarmarse, pero sí las hay para estar preparados.

The Wanderer

domingo, 15 de enero de 2017

Malta se une a la flota del Papa (Sandro Magister)



> Todos los artículos de Settimo Cielo en español
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«Si como resultado del proceso de discernimiento, llevado a cabo con "humildad, reserva, amor a la Iglesia y a su enseñanza, en la búsqueda sincera de la voluntad de Dios y con el deseo de alcanzar una respuesta a ella más perfecta" (Amoris laetitia, 300), una persona separada o divorciada que vive una nueva unión llega – con una conciencia formada e iluminada – a reconocer y a creer estando en paz con Dios, no se le podrá impedir acercarse a los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía (cfr. Amoris laetitia, notas 336 y 351)».

En síntesis: sí a la comunión para los divorciados que se han vuelto a casar y viven more uxorio.

Éste es el punto clave de las instrucciones que los obispos de Malta y de Gozo, Charles Jude Scicluna y Mario Grech, han dado el 13 de enero a sus sacerdotes, para la aplicación del controvertido capítulo VIII de "Amoris laetitia":

> Criteria for the Application of Chapter Eight of "Amoris Lætitia"

Hasta ahora, no son muchos los obispos que por sí mismos o en grupo han dado a sus sacerdotes instrucciones similares sobre la exhortación sinodal. Con orientaciones discordantes entre ellos.

Por ejemplo, por el no a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio se han pronunciado en Estados Unidos el arzobispo de Filadelfia, Charles J. Chaput, y en Italia el cardenal Ennio Antonelli, llamado por el arzobispo de Florencia, Giuseppe Betori, para instruir a los sacerdotes de su diócesis.

Mientras que por el sí se han pronunciado el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, y los obispos de la región de Buenos Aires, en ambos casos con la aprobación personal del papa Francisco, en Estados Unidos el obispo de San Diego, Robert W. McElroy, y ahora en la isla de Malta los obispos Scicluna y Grech.

Tanto unos como otros han sostenido sus respectivas posiciones basados en lo que han encontrado escrito en "Amoris laetitia": prueba evidente que las "dubia" expuestas públicamente por cuatro cardenales con el pedido al Papa que "clarifique" no son en absoluto infundadas.

Si entonces el Papa no responde a las "dubia" es porque él, ante todo, quiere esta pluralidad de interpretaciones y de aplicaciones, todas ellas apelando a una redacción de "Amoris laetitia" voluntariamente ambigua, por eso mismo abierta a más de una lectura.

Cuál es, entonces, la lectura que el Papa prefiere es indudablemente cierta: es la que admite la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio. Lo cual es exactamente lo que se deriva de una lectura "ingenua" de la exhortación post-sinodal, en la que esta admisión no está escrita en ninguna parte "apertis verbis", pero que se intuye abundantemente en forma alusiva.

No es casualidad que los obispos de Malta, cuando llegan a escribir que a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio "no se les podrá impedir que se acerquen a los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía" no encuentran otra cita tomada de "Amoris laetitia" si no en dos sibilinas notas a pie de página, de las que incluso Francisco dijo alguna vez que no recordaba.

Pero justamente son tantas las citas de "Amoris laetitia" incluidas en la instrucción de los obispos malteses, que hay que pensar que la suya es efectivamente una fiel interpretación "sine glossa" de la exhortación.

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Entre tanto, respecto al último conteo de Settimo Cielo, se han agregado dos tomas de posición sobre las "dubia", por parte de cardenales y obispos.

En apoyo de las "dubia" se ha pronunciado el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban.

Mientras que en contra de las "dubia" se ha pronunciado el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del sínodo de los obispos, en una entrevista publicada el 12 de enero en "L'Osservatore Romano":

"Ya se proporcionaron diferentes respuestas. También se han expresado personas competentes por su rol y por su autoridad. […] No pienso que haya necesidad de agregar otra, excepto reiterar que todas las respuestas que se piden ya están contenidas en el texto de la misma exhortación apostólica".

Sandro Magister

(Traducción en español de José Arturo Quarracino, Temperley, Buenos Aires, Argentina)



NOTA: En Secretum Mihi Meum aparece la misma noticia:





Y la misma noticia en Gloria TV (la misma que vimos en Catholicvs)

Duración: 28 segundos

En Inglés

Apostasy: The two bishops of Malta have collectively apostatized from Catholic faith by publishing guidelines allowing adulterers to receive Holy Communion. The Vatican joined this apostasy as the L'Osservatore Romano published the guidelines Friday morning in its print and online versions which is widely considered an approval of the apostasy.

En Español

Apostasía: Los dos obispos de Malta han apostatado colectivamente de la fe católica publicando pautas que permiten a los adúlteros recibir la Santa Comunión. El Vaticano se unió a esta apostasía dado que L'Osservatore Romano publicó estas directrices el viernes por la mañana en sus versiones impresa y en línea , lo cual se considera, en sentido amplio, como una aprobación de la apostasía.

José Martí

Enseñar la ideología de género dificulta a los niños forjar su personalidad (Nacho Calderón, neuropsicólogo infantil, director de INPA)

FUENTE: RELIGIÓN EN LIBERTAD

Duración 15:22 minutos

sábado, 14 de enero de 2017

Los obispos de Malta, excomulgados

 FUENTE: CATHOLICVS


Los dos únicos obispos con los que contaba Malta, Charles Jude Scicluna, Arzobispo de Malta, y Mario Grech, obispo de Gozo -que aparecen en la foto que abre esta entrada-, han incurrido en excomunión latae sententiae -automática- por sostener públicamente, en un documento oficial publicado por ellos, una herejía condenada solemnemente por el Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento; a saber: que las personas no pueden evitar pecar y que dejar de hacerlo da lugar a un "daño" mayor. ¿No pecar es un "daño" o algo malo y, por tanto, pecar es un "bien"? Estos dos obispos ya no sólo enseñan la inmoralidad y el error, como también lo están haciendo últimamente otros obispos, sino que dan un paso más allá y sostienen públicamente la herejía. ¡El episcopado está enloqueciendo!

Punto nº 9 de los Criterios para la aplicación del capítulo VIII de Amoris laetitia de los obispos de Malta:

"On the other hand, there are complex situations where the choice of living 'as brothers and sisters' becomes humanly impossible and give rise to greater harm (see AL, note 329)".

["Por otro lado, hay situaciones complejas donde la elección de vivir 'como hermanos y hermanas' se convierte en humanamente imposible y da lugar a un daño mayor (ver AL, nota 329)"].
Es decir: no dicen que a las parejas que viven en adulterio les sea difícil guardar la abstinencia debida, pero que con ayuda de Dios sí les es posible -como afirma el Magisterio de la Iglesia-, sino que afirman, literalmente, que es humanamente imposible cumplir los Mandamientos del Decálogo -en este caso concreto, el sexto-.

Además de incurrir en los anatemas que establecen los cánones del Concilio dogmático de Trento (ver más abajo), contradicen las Sagradas Escrituras 1, el punto 1650 del Catecismo de la Iglesia Católica, el punto 84 de "Familiaris Consortio" de San Juan Pablo II 2, y la Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar, publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe -a cuyo frente estaba de Prefecto el entonces Cardenal Joseph Ratzinger-, por mandato de San Juan Pablo II.

Cánones sobre la justificación 3

1568 Dz 828 Can. 18. Si alguno dijere que los mandamientos de Dios son imposibles de guardar, aun para el hombre justificado y constituído bajo la gracia, sea anatema [cf. 804].

1570 Dz 830 Can. 20. Si alguno dijere que el hombre justificado y cuan perfecto se quiera, no está obligado a la guarda de los mandamientos de Dios y de la Iglesia, sino solamente a creer, como si verdaderamente el Evangelio fuera simple y absoluta promesa de la vida eterna, sin la condición de observar los mandamientos, sea anatema [cf. 804].

1572 Dz 832 Can 22. Si alguno dijere que el justificado puede perseverar sin especial auxilio de Dios en la justicia recibida o que con este auxilio no puede, sea anatema [cf. 804 y 806].
Ni que decir tiene que todos los fieles católicos tienen la grave obligación moral, so pena de cometer pecado mortal, de resistir y no obedecer a estos pastores inicuos que han incurrido en herejía e inducen al pecado.



1 "...fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados sobre vuestras fuerzas, antes dispondrá con la tentación el éxito, dándoos el poder de resistirla" (I Cor 10,13). Es la consoladora doctrina que expone Santiago (St. 1, 13 y nota), añadiendo aún que de la tentación saldremos mejor que antes (St. 1, 12). "El que de la tentación hace que saquemos provecho, de manera que podamos sostenernos, Él mismo nos asiste a todos y nos da su mano para que alcancemos las eternas coronas por gracia y benignidad de Nuestro Señor Jesucristo, con espléndida aclamación" (S. Crisóstomo).

2 Establece que para poder acercarse a los sacramentos, aquellas parejas que viven en adulterio y no pueden cumplir con la obligación de la separación, "asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos".

3 CTr v 797 ss; Rcht 30 ss; Msi XXXIII 40 A ss; Hrd X 40 B ss; Bar(Th) ad 1547, 14 ss (33, 195 b ss).

viernes, 13 de enero de 2017

Carta del Papa Francisco a los jóvenes con ocasión del Sínodo de 2018

FUENTE: CATHOLICVS 


Hoy se acaba de presentar el documento preparatorio de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (aún no hemos salido del "lío" del último y ya llega el siguiente) así como una carta del Papa dirigida a los jóvenes por este motivo.


  • No aparece ni una sola vez "Jesucristo"
  • Sólo aparece una vez "Señor"
  • Una sola vez "Espíritu Santo"
  • Una vez "Espíritu" (se supone que se refiere al Espíritu Santo, pero no especifica)
  • Una sola vez "María" (despojada de cualquier título, como "Nuestra Señora" o simplemente "Virgen")
  • Dos veces "Jesús"
  • Ocho veces "Dios". 
- Es decir: sólo 14 palabras aluden a Dios -incluyendo a alguna de las Personas de la Santísima Trinidad- y una sola a la Virgen (y sin darle siquiera este tratamiento).

- Además, sólo se hace referencia a seis breves pasajes bíblicos: tres del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo y Jeremías) y tres del Nuevo Testamento (Lucas, Juan y II Corintios).

El resto del texto es una reiteración del habitual lenguaje del Papa Francisco:

  • sociedad más justa y fraterna
  • periferias del mundo
  • prevaricación, injusticia y guerra
  • chantaje de la violencia
  • opresión
  • ponerse en camino
  • acompañamiento de guías expertos
  • itinerario de discernimiento
  • precariedad y caída
  • misericordia
  • injusticia
  • cultura del descarte
  • globalización de la indiferencia
  • opciones audaces
Me parece que con este arranque no se puede esperar demasiado. ¿Habrá algún consejero o asesor que se atreva a decirle al Papa que se repite demasiado y que este tipo de lenguaje -y lo que representa- no sólo no acerca, sino que aleja a la juventud (y no sólo a ella)?

CATHOLICVS

NOTA: Añado un corto vídeo de Rome Reports en el que se alude a este futuro sínodo.

Duración 1:42 minutos

Los extraños movimientos en la Curia romana y la reciente visita del Cardenal Sarah a Benedicto XVI ¿Qué hay detrás de las reformas de Francisco?

FUENTE: CATHOLICVS 



A principios de este mes de enero, el vaticanista Marco Tosatti dio a conocer la purga que se había llevado a cabo en la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que supuestamente el Papa obligó al Cardenal Müller a despedir a tres de sus mejores sacerdotes -despido al que en un primer momento, supuestamente, se resistió-. Este episodio también lo relató Maike Hickson en 1P5 (puede leerse la traducción aquí), haciéndose eco posteriormente otras páginas web.

Ahora, Sandro Magister ha dado el nombre de uno de esos sacerdotes, cuyas supuestas críticas llegaron a oídos del Papa gracias a un delator (ver artículo de Magister más abajo).

Sandro Magister, además, da a conocer otro extraño movimiento en una de las Congregaciones de la Santa Sede, que, quizás sin saberlo -él apunta en otra dirección-, sea la clave para entender muchas de las reformas del Papa Francisco, si no todas ellas. Estamos hablando de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el máximo organismo vaticano en lo referente a la Liturgia, a cuyo frente está su Prefecto: el Cardenal Robert Sarah. Lo que Magister acaba de desvelar es que el Arzobispo inglés Arthur Roche, Secretario de este dicasterio, ha sido puesto por el Papa Francisco al frente de una comisión, cuyo objetivo sería "revisar" (Magister habla de "demoler") la Instrucción "Liturgiam authenticam", de San Juan Pablo II.

El mencionado documento constituye la Quinta Instrucción "para la recta aplicación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Concilio vaticano Segundo" (Sacrosanctum Concilium, art. 36), y su título completo es "Liturgiam authenticam. Sobre el uso de las lenguas vernáculas en la publicación de los libros de la liturgia romana". Magister apunta a que la creación de la mencionada comisión cumpliría con las expectativas de modernización del lenguaje litúrgico deseada por los demoledores de la Liturgia católica, y señala que el próximo objetivo de ésta, o de otra comisión, podría ser la "correción" del motu proprio "Summorum pontificum", de S. S. Benedicto XVI.

Incluso aun siendo cierta la creación de dicha comisión, yo no estoy de acuerdo con él en el último punto: no creo que el objetivo del Papa Francisco sea corregir o derogar "Summorum Pontificum", a pesar de que no entienda la atracción por la Liturgia tradicional, especialmente por parte de la gente joven, como él mismo ha expresado en alguna ocasión. Yo diría que el objetivo, más bien, iría en la línea de avanzar por el resbaladizo camino del ecumenismo -tal y como él lo entiende- que ha tomado a lo largo de sus casi cuatro años de pontificado; y en los últimos tiempos a toda velocidad.

Últimamente, casi cada semana, a veces incluso cada día, los fieles católicos nos desayunamos con un nuevo sobresalto. No tanto achacable al "Dios de las sorpresas", como al "Papa de las sorpresas". Es un hecho que cada vez parece haber más gente sorprendida, cuando no escandalizada, por muchas de las palabras, acciones y decisiones del Papa Francisco. Quizás se deba a que no ven un hilo conductor. En este sentido, parece que no muchas personas han reparado en la protestantización paulatina de la Iglesia tras varios cambios y reformas llevados a cabo por el Papa Francisco, los cuales vuelven a apuntar hacia la fijación papal que parece planear sobre todo este pontificado: la unión de los cristianos a cualquier precio (sobre este punto véase esta entrada). Hay medidas obvias y otras que no se entienden si no es bajo esta premisa, y, aunque no soy dado a teorías conspirativas, a uno ya se le hacen los dedos huéspedes. Hasta ahora, que yo sepa, nadie ha señalado esto, no sé si por prudencia, por miedo, o porque realmente no lo ven. La incomprensión, e incluso las críticas, se han producido sobre cada medida concreta adoptada por la Santa Sede o directamente por el Papa; pero no he encontrado a nadie que haya analizado todo en conjunto llegando a esa conclusión.

Señalaré a continuación varios de estos cambios, documentos firmados y promulgados, así como ciertas decisiones, que podrían indicar un vínculo entre todas ellas tendente a derribar los supuestos obstáculos para lograr la tan ansiada -pese a estar condenada por el Magisterio de la Iglesia- intercomunión. Si tal fuera el caso, se trataría de lograr la unidad a costa de la Verdad, lo cual la Iglesia siempre ha condenado y expresamente prohibido (véase Pío XI y su encíclica"Mortalium animos" aquí):
  • Aparte de la visita papal a Lund (Suecia) el año pasado, ténganse en cuenta los últimos documentos firmados por la jerarquía católica y los protestantes sobre la Eucaristía, sobre Lutero y sobre la conmemoración de la herejía y cisma protestante (ver aquíaquí y aquí), en los que se llama a Lutero "testigo del evangelio" o se le compara con varios santos católicos; documentos en los que se omite el dogma de la Transubstanciación y se afirma -siendo falso-, que los luteranos creen lo mismo que los católicos sobre la Eucaristía.
  • La posible revisión de la Instrucción "Liturgiam authenticam" sobre la traducción de la Biblia y los textos litúrgicos parece indicar la dirección señalada: a nadie se le escapa que la Santa Misa es un obstáculo para la unión de católicos y protestantes, que sólo puede darse por su aceptación por parte de estos últimos y el retorno a la Iglesia Católica. Además, es un hecho que al Papa no le interesa especialmente lo relacionado con la Liturgia, pero sí está empeñado en la unión de los cristianos. Esta comisión y la subsiguiente "revisión" del documento supondría, pues, el aporte de una cierta apariencia de normalidad y profesionalidad -sería presentado como una mera revisión filológica o actualización al lenguaje actual-, cuando el objetivo no sería otro que adulterar modificar aquellos textos o pasajes que supongan un obstáculo para su aceptación por parte de los protestantes.
  • La misma exhortación "Amoris laetitia", especialmente su capítulo octavo, podría emplearse también para defender la intercomunión, ya que lamina la objetividad de ciertos pecados y, por tanto, las condiciones necesarias para recibir la Comunión quedarían sujetas únicamente a la conciencia de cada individuo -algo condenado por la Iglesia-, a la vez que se socavan los sacramentos del matrimonio y de la penitencia.
  • La aceleración de las nulidades decretada por el Papa Francisco no sólo afectaría a los católicos, sino que haría más aceptable el matrimonio a los protestantes, entre quienes el divorcio está ampliamente aceptado desde hace mucho tiempo.
Ténganse en cuenta, además, estos otros puntos:
  • La comentada posible excepción al celibato sacerdotal con el establecimiento de "viri probati"; en principio sólo amazónicos, como avanzadilla (veraquí)
  • La elección de un protestante como director del innecesario L'Osservatore Romano argentino (ver aquí).
  • La chocante afirmación del Papa de que el proselitismo es pecado, sumado al similar mensaje transmitido, de forma más o menos subliminal, por la película "Silencio" de Martin Scorsese, patrocinada por los jesuitas y apoyada por la Santa Sede, y a la teoría del inefable Antonio Spadaro al respecto -que será objeto de análisis en una próxima entrada del blog-. Nada cambia tanto la conciencia y mentalidad de la gente que el cine, que lo ve todo el mundo, a diferencia de los documentos papales, que no los lee apenas nadie. Un buen titular tiene más efecto que una buena encíclica, aunque la publicidad o las campañas periodísticas difundan el error y lo transmitido sea falso.
  • Las sorprendentes declaraciones del Papa de que los protestantes no deben convertirse -al catolicismo-, sino ser buenos protestantes, incluso haciéndolo extensible a los fieles de cualquier otra religión.
  • La introducción de una "apóstola" en los Libros litúrgicos. ¿Para establecer próximamente el diaconado femenino en la Iglesia? ¿O, tal vez, para justificar las "sacerdotisas" protestantes? Hay que tener en cuenta que el "sacerdocio" femenino protestante ya es irreversible; recuérdense las varias veces en que el Papa ha recibido, o ha sido recibido, por "obispas". Algo aparentemente sin importancia y sobre lo que nadie ha protestado, pero que, sin duda, tiene alguna finalidad. Si no fuera así, no se habría hecho -hasta ahora la Iglesia jamás ha visto su necesidad en los dos últimos milenios-. Nótese que el decreto por el que se equipara a Santa María Magdalena con el resto de los Apóstoles y se eleva su grado litúrgico (véase el Decreto: la celebración de Santa María Magdalena elevada al grado de fiesta en el Calendario Romano General (3 de junio de 2016), así como la carta que lo acompaña, están firmados por el ya mencionado arzobispo Arthur Roche, Secretario de Culto Divino.
A tenor de todo lo dicho, es claro que la obligación del Papa -de cualquier Papa-, de custodiar y difundir el Depósito de la Fe que ha recibido, no se estaría cumpliendo si el objetivo fuera el señalado más arriba, sino que se estaría cambiando todo para crear otra cosa. Aparentemente, la voluntad del Papa parece encaminarse a la creación de una super-iglesia cristiana, diversa de la Iglesia Católica tal y como la fundó Nuestro Señor y como se ha conservado hasta la actualidad, para propiciar la intercomunión. Con esta perspectiva serían más comprensibles ciertas afirmaciones del Papa, como que "Dios no es católico". Tampoco hay que restar importancia a la agenda del Cardenal Kasper, que va cumpliéndose sin prisa, pero sin pausa. Él mismo ha expresado, en una entrevistaconcedida el mes pasado al diario italiano Avvenire, su esperanza de que pronto pueda haber una intercomunión con los protestantes, especialmente en los matrimonios mixtos.

Lo que parece claro es que al Papa Francisco no le gusta lo que ha heredado. No le gusta la Iglesia tal y como ha sido hasta ahora; y la quiere cambiar. Quizás se deba a su creencia de que todos seremos juzgados por las obras de misericordia corporales -en este sentido, las espirituales ni las menciona-, su casi exclusivo interés por la labor humanitaria y, en el caso del la unión de los cristianos, el énfasis que ha puesto, como así se refleja en los documentos mencionados anteriormente, en la cooperación ecuménica con los protestantes en la realización de estas tareas de ayuda humanitaria, que es lo único que parece interesarle. Su intención podrá ser buenísima, pero éso no es la Iglesia.

¿Recuerdan lo que pasó con el tema del "Mandatum" o Lavatorio de los pies del Jueves Santo? Hasta hace poco estaba estipulado que sólo se realizase a hombres, no a mujeres. ¿Qué hizo el Papa Francisco al respecto? Al principio, desobedecer las leyes litúrgicas, como podemos ver aquí -exactamente como ya hacía cuando aún no era Papa y estaba en Buenos Aires-; y, a continuación, después del revuelo causado, cambiar los textos litúrgicos para que se pudiera hacer (ver aquí), desvirtuando el significado del propio Mandatum. Tal actitud tiene su lógica: si la Tradición te impide realizar tus planes, cámbiala. Y al que se aferre a la misma o a cualquier documento magisterial precedente, se le señala como "fariseo" y "doctor de la ley", para así neutralizarlo, y ya está. La pregunta que planea en el aire es: ¿los cambios en la Curia son meramente administrativos o para retirar a personas que obstaculicen ciertos planes? El tiempo nos dará la respuesta y veremos si todo esto es cierto.

En cualquier caso, una cosa es constatable con respecto a los cambios llevados a cabo en la Iglesia en las últimas décadas, y especialmente durante el presente pontificado: los protestantes no vuelven y los católicos se marchan; no al protestantismo -salvo a las sectas evangélicas, en Centro y Sudamérica-, sino al indeferentismo religioso, al agnosticismo y al ateísmo. Sirva de ejemplo lo acontecido en Brasil, donde, a pesar de la visita del Papa para celebrar en Río de Janeiro la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2013), se acaba de hacer pública la pérdida de nueve millones de católicos en el país desde 2014 (ver aquí). Vamos, todo un logro. Con este panorama, se puede afirmar sin miedo a equivocarse que la popularidad de este Papa está inflada por los medios de comunicación; especialmente por los anticatólicos -que son prácticamente la mayoría-. Pero la realidad es muy tozuda: este Papa llena titulares, pero vacía las iglesias. Si no cambia de consejeros, el desastre es seguro.

Por último, debo aclarar que la fotografía que abre esta entrada fue tomada anteayer, martes 10 de enero, durante una visita que S. E. R. Robert S.R.E. Card. Sarah, aún Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y disciplina de los Sacramentos, realizó a S. S. Benedicto XVI, de la que no han trascendido más detalles. ¿Habrá salido el tema de lo acontecido -o por acontecer- en la Congregación que preside? Quizás. En cualquier caso, para estar retirado, el Papa emérito está recibiendo últimamente bastantes visitas... Habrá que prestar atención a próximos acontecimientos en este, previsiblemente, "movido" año de Nuestro Señor de 2017.

Aquí transcribo el artículo de Sandro Magister que he mencionado al principio:

Un despido, una demolición: aquí está la nueva curia

La reforma de la curia vaticana que el papa Francisco está llevando a cabo se cumple en parte a la luz del sol y en parte en las sombras.

Entre las medidas adoptadas recientemente hay dos que son emblemáticas.

*

Respecto a la primera medida ha descorrido el velo el vaticanista Marco Tosatti, cuando el 26 de diciembre dio a conocer la orden dada por el Papa a un jefe de dicasterio para que despidiera sin previso aviso a tres de sus funcionarios, orden dada sin explicación alguna y sin aceptar objeciones.

Hoy se sabe que el dicasterio en cuestión no es de segundo orden, pues es la Congregación para la Doctrina de la Fe. Los tres despedidos gozaban de pleno aprecio por parte de su prefecto, el cardenal Gerhard L. Müller, a su vez objeto de reiterados actos de humillación en público por parte del Papa.

¿Pero de los tres destituidos quién es el funcionario del que Francisco en persona –tal como fue informado por Tosatti– se quejó amargamente por teléfono por haber expresado críticas contra él, las cuales llegaron a oídos del Papa gracias a un delator?

Es el sacerdote Christophe J. Kruijen, de 46 años de edad, holandés al servicio de la Congregación para la Doctrina de Fe desde el 2009, teólogo de reconocido valor, premiado en el 2010 por la embajada de Francia en la Santa Sede con el prestigioso Premio Henri De Lubac, asignado a él en forma unánime por un jurado que incluyó a los cardenales Georges Cottier, Albert Vanhoye y Paul Poupard, por sus tesis teológica titulada: "Salvezza universale o doppio esito del giudizio: sperare per tutti? Contributo allo studio critico di un'opinione teologica contemporanea riguardante la realizzazione della dannazione" [¿Salvación universal o doble resultado del juicio: esperanza para todos? Contribución para el estudio crítico de una opinión teológica contemporánea respecto a la implementación de la condenación], tesis sostenida en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, bajo la dirección del teólogo dominico Charles Morerod, posteriormente rector de la misma universidad y hoy obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo.

Los "novísimos", es decir, la muerte, el juicio, el infierno y el paraíso, es el tema predilecto de los estudios de Kruijen. Pero también se valora de él un excelente ensayo sobre Edith Stein, la filósofa judía y luego monja carmelita, asesinada en Auschwitz en 1942 y proclamada santa en 1998: "Bénie par la Croix. L'expiation dans l'oeuvre et la vie d'Edith Stein".

En los escritos y en los discursos públicos de monseñor Kruijen no hay una sola palabra de crítica a Francisco. Pero fue suficiente una delación arrancada de una conversación privada suya para hacerlo caer en desgracia con el Papa, quien ha blandido el hacha.

También con esto se hace la reforma de la curia, a las órdenes y con el estilo de Jorge Mario Bergoglio.

*

La segunda medida llevada a cabo en las sombras se refiere a la Congregación para el Culto Divino, de la cual es prefecto el cardenal Robert Sarah, también él objeto de reiteradas humillaciones públicas por parte del Papa, ahora condenado a presidir las oficinas y los hombres que están en contra de él.

Dirigida por el secretario de la Congregación, el arzobispo inglés Arthur Roche, se instituyó por voluntad de Francisco una comisión cuyo objetivo no es la corrección de las degeneraciones de la reforma litúrgica postconciliar –es decir, la "reforma de la reforma" que es el sueño del cardenal Sarah– sino precisamente lo contrario: la demolición de uno de los muros de resistencia a los excesos de los liturgistas postconciliares, la instrucción "Liturgiam authenticam" promulgada en el 2001, la cual fija los criterios para las traducciones de los textos litúrgicos del latín a los idiomas modernos.

Con Benedicto XVI estos criterios fueron posteriormente reforzados, en especial por la voluntad del Papa de mantener firme el "pro multis" del Evangelio y del misal latino en las palabras de la consagración de la sangre de Cristo, contra el "por todos" de muchas traducciones habituales.

Pero Francisco ha dado a entender inmediatamente que la cuestión le era indiferente. Ahora, con la institución de esta comisión, cumple con las expectativas de modernización del lenguaje litúrgico promovidas, por ejemplo, por el liturgista Andrea Grillo, profesor en el Pontificio Ateneo San Anselmo y muy apreciado en la Casa de Santa Marta:

La traduzione/tradizione impossibile: i punti ciechi di “Liturgiam authenticam”

Están los que temen que después de la demolición de "Liturgiam authenticam" el próximo objetivo de esta o de otra comisión sea la correción de "Summorum pontificum", el documento con el que Benedicto XVI liberalizó la celebración de la misa en rito antiguo.

(Artículo original aquí).