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viernes, 13 de abril de 2018

“La Universidad Pontificia de Comillas ha dejado de ser católica” (Carlos Esteban)



El comecuras de tiempos pasados, cuando se inició la gran secularización de Occidente, estaba convencido de que la Ciencia -sí, con mayúsculas- acabaría con la ‘superstición cristiana’, pese a que a cualquiera con un poco de curiosidad le basta con echarle un vistazo a los incontables casos de científicos cristianos para deducir que, en todo caso, fue la Iglesia la que creó el método científico.

Hoy nadie podría pretender eso ni medio en serio, cuando el dogma secular nos exige creer, no en cosas que no vemos, como hace la fe, sino en lo contrario de lo que vemos o de lo que nos dicta la ciencia, la lógica y el más elemental sentido común.

Leo en estas mismas páginas, firmado por Gabriel Ariza, la crónica de una esperpéntica sesión en una institución docente y sedicentemente cristiana o, al menos, jesuita, la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.

La crónica empieza diciendo que la institución de marras ha dejado de ser católica, y lo que cuenta le da la razón, aunque es preciso decir que parece ser el destino de un sinnúmero de instituciones similares, en Estados Unidos y Europa, que aún mantienen, usurpándola, esa etiqueta. Es curioso que el Vaticano, tan excesivamente celoso en el uso de su nombre en casos como el de esta publicación, no tenga nada que decir de que sigan calificándose de católicas entidades que se esfuerzan diariamente por probar que no lo son ni de lejos.

La cuestión gira en torno a la teoría de género, que es una insoluble contradicción en sí misma, más aún si la unimos a otro punto intocable de la dogmática moderna, el feminismo.

Según esta moderna superstición, el sexo es una realidad biológica irrelevante y poco menos que inexistente, siendo la categoría que importa el ‘género’. Éste -que carece de contenido, de significado real, y no es más que un vano intento de esquivar la innegable base física del sexo- es, por lo demás, un ‘constructo social’, una realidad artificial, un papel social cuya adscripción depende en exclusiva de la voluntad del individuo.

Así, hemos de creer que si un individuo con cromosomas XY se ‘siente’ y, en consecuencia, se define mujer, es mujer, y la sociedad entera y cada uno de sus miembros deben aceptarla como tal.

Ahora bien: si ser mujer u hombre no tiene una base real, permanente; si no tiene rasgos definidos ni puede decirse de ellos nada que no constituya, al final, un mero prejuicio heredado del reparto de roles social, ¿qué significa “sentirse mujer”? ¿En qué sentido tiene un contenido ese sentimiento?

Años atrás, un transexual tenía algo a lo que agarrarse, por así decir. Aunque la base biológica para su caso fuera igualmente difusa y cuestionable, como puede testimoniar cualquier estudioso de la disforia, al menos podía alegar que siempre le habían gustado, desde pequeño, “cosas de mujeres”.

Repetimos, no deja de ser un estado mental, una percepción que no se corresponde con la realidad. Pero era, al menos, posible exponer el razonamiento a un nivel sencillo de argumentación, el célebre “mujer atrapada en el cuerpo de un hombre”. Y eso solía traducirse en un deseo de acentuar características femeninas, codiciar un aspecto femenino, uso de maquillaje, etcétera.

Pero la teoría de género viene cual apisonadora a pulverizar todo eso: no hay ‘órganos femeninos’; no hay una forma de vestir que sea específica “de mujer”; es directamente ofensivo hablar de “características femeninas”.

Con todo lo cual, nos hemos quedado sin objeto. Tenemos que creer que la persona X es realmente mujer porque desea ser mujer, pero no podemos definir qué es ser mujer, porque se trata de un término que la propia teoría se ha encargado de vaciar de contenido. Tanto valdría decir que desea ser un gamusino.

En nuestra opinión, siendo imposible que haya gente, aún menos gente con letras y estudios, capaz de creerse semejante absurdo, debemos concluir que el empeño, tanto intelectual como cultural y jurídico, de hacernos comulgar con esta imposibilidad lógica responde a motivaciones que nada tienen que ver con lo que expresan.

La primera sería afianzar el principio de primacía de la voluntad individual, que haría de la realidad una masa informe a la que podemos dar la forma apetecida con solo desearlo, dando así valor jurídico a los meros deseos y fantasías.

Podríamos considerarlo la ‘estación término’ del progresismo de izquierdas, que siempre ha visto la realidad, la naturaleza humana, como su verdadero enemigo y ha tratado de negarla para rehacerla a su antojo. El socialismo de la época heroica hablaba del Hombre Nuevo, pero no creo que entonces soñara que ese glorioso individuo llegara a elegir su sexo.

Para la segunda tengo que remitirme a un agudo observador de la realidad social de nuestro tiempo, el británico Theodore Dalrymple, que vivió en carne propia la experiencia de los países comunistas de la posguerra. Sostenía Dalrymple que la propaganda oficial no tenía en absoluto la finalidad de convencer al pueblo; sus mentiras eran ya tan evidentes, la falsedad era una experiencia tan cotidiana y abierta, que no hubiera tenido sentido.

No: la finalidad de las mentiras propagandísticas era humillar al pueblo. La gente estaba obligada, no solo a no protestar ante las mentiras oficiales, sino a repetirlas. Y confesar a todas horas lo que uno sabe falso nos envilece, nos convierte en cómplices, nos mata el espíritu y cualquier noble impulso de resistencia y rebeldía. Los cerdos gruñen, pero no se rebelan.

A lo que se prestan las autoridades de la Universidad Pontificia es a algo más profundamente anticristiano que una mera herejía o incluso una confesión de impiedad. Esto se dirige más allá, al centro último de lo real; es el intento, previo a cualquier declaración de fe o increencia, de destruir la misma posibilidad de conocer, de distinguir entre lo falso y lo real.


Carlos Esteban

Sin justicia: Francisco mata una Fraternidad floreciente. Otras noticias de Gloria TV



PRINCIPIO DE NO CONTRADICCION (Capitán Ryder)




Comento con un amigo la crisis de la Iglesia.

Para mí es un problema de infidelidad, o más concretamente, de ruptura con la Tradición. Esa ruptura que se produce en el Vaticano II en temas como la libertad religiosa o el ecumenismo. De este último hemos hablado sobradamente como para que el lector se haga una idea. Podríamos añadir otros tres evidentes, el abrazo al comunismo, condenado anteriormente como sistema político y filosófico, no sólo por su ateísmo, el gusto por las ideas, digamos, creativas, que surgen de la nueva teología que abanderaron De Lubac, Rahner, Congar o Danielou, entre otros, y la reforma litúrgica.

Señala mi interlocutor, con mucha agudeza: “ese es el problema teológico, pero existe también el filosófico”. Se refiere, en concreto, al abandono del tomismo en el pensamiento católico y a la penetración de otras formas de pensamiento letales para el católico: Ockam, Descartes, Hegel, Compte, Kant y un largo etc.

Efectivamente, si las premisas son erróneas y las guías para llegar a puerto están descacharradas será imposible encontrar la Verdad.

Poniendo un ejemplo muy simple, que cualquiera podamos entender, podríamos referirnos al principio de no contradicción. Ese principio por el que una cosa y su contrario no pueden ser lo mismo, o por el cual una idea contraria a otra no supone un desarrollo armonioso de la primera.

Algo tan simple es incapaz de ser entendido, incluso por los más “eminentes teólogos”, no sé si por mala fe, pero cuyo resultado práctico es el naufragio de toda iniciativa católica, sea en la educación, la cultura o, simplemente, como agarradero para conservar la Fe.

Pondré un par de ejemplos de los últimos días.

Noticia del 3 abril de 2018, protagonista el Cardenal Kasper:

“la ley y los mandamientos de Dios son válidos para siempre, para todas las situaciones, pero todas las situaciones son diferentes y no pueden decirse de todos que viven en adulterio o son pecadores”

“Creo que esta nota que abrió la controversia puede explicarse a la luz de la tradición…”.

La argumentación del Cardenal Kasper, y de Francisco no lo olvidemos, es la siguiente: los mandamientos de Dios son SIEMPRE válidos pero los aplicaremos a veces y, aunque la Iglesia siempre ha negado la comunión a las personas divorciadas vueltas a casar ahora se va a permitir, suponiendo esta forma de actuar una PERFECTA CONTINUIDAD con lo establecido anteriormente.

Es decir, considera que es lo mismo:

Los mandamientos de la Ley de Dios son siempre de obligado cumplimiento vs Son de obligado cumplimiento pero el discernimiento puede permitirnos no cumplirlos.

Siempre se ha negado la comunión a las personas que viven en adulterio vs Hay que dar la comunión a las personas que viven en adulterio.

Noticia del 7 de abril, Cardenal Schonborn

Cuando el periodista preguntó si Schönborn se refería a la ordenación de mujeres como sacerdotes, Schönborn respondió: «como diáconos, sacerdotes, obispos».

«La cuestión de la ordenación [de las mujeres] es una cuestión que, claramente, solo puede ser aclarada por un Concilio”.

Año 1994, el Papa Juan Pablo II señaló en Ordinatio Sacerdotalis, ¡Ojo!, en continuidad con lo establecido en toda la historia de la Iglesia:

«Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, sea conservada por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y sea enseñada firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.

Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia».

La Iglesia no puede ordenar mujeres sacerdotes vs La Iglesia puede decidir en un Concilio ordenar mujeres diáconos, sacerdotes y obispos.

Ambas afirmaciones, según este teólogo de referencia para el Papa, son lo mismo.

El Papa del “fin del mundo” no va dejar piedra sobre piedra.

Capitán Ryder

Tres apuntes:

1. Roberto De Mattei: La causa de dicha crisis no está en el papa Francisco. Es el producto de un proceso de autodemolición que tiene sus raíces en el modernismo, en la Nouvelle théologie, en el Concilio Vaticano II y en la era postconciliar. Sólo un análisis serio de la naturaleza de esta crisis nos permitirá encontrar la situación adecuada, sin olvidar que la situación es tan grave que únicamente una intervención extraordinaria de la Gracia divina la puede remediar. 
2. “Pensando y repensando dentro de mí estas cosas, no dejo de admirarme ante la inmensa locura de algunos hombres, ante la impiedad de su mente cegada y ante la pasión desenfrenada del error, que no les deja satisfechos con una norma de fe tradicional y recibida de la antigüedad, sino que cada día andan buscando cosas nuevas y arden continuamente en deseos de cambiar, de añadir, de quitar algo a la religión. Como si ésta no fuese un dogma celestial, que ya es suficiente que haya sido revelado una vez para siempre; como si fuera una institución humana, que no puede llegar a ser perfecta sino mediante asiduas enmiendas y correcciones”.
3. ¿Cuál deberá ser la conducta de un cristiano católico, si alguna pequeña parte de la Iglesia se separa de la comunión en la fe universal? -No cabe duda de que deberán anteponer la salud del cuerpo entero a un miembro podrido y contagioso. -Pero, ¿y si se trata de una novedad herética que no está limitada a un pequeño grupo, sino que amenaza con contagiar a la Iglesia entera? –En tal caso, el cristiano deberá hacer todo lo posible para adherirse a la antigüedad, la cual no puede evidentemente ser alterada por ninguna nueva mentira. Los puntos 2 y 3 “El Conmonitorio”, San Vicente de Lerins, siglo V.

jueves, 12 de abril de 2018

Tu es Petrus: la verdadera devoción a la cátedra de San Pedro (Roberto de Mattei)



[Nota: Se trata de un artículo largo, de modo que he cortado bastantes párrafos. Lo ideal es leerlo en el original. Sin embargo, con lo aquí dicho, pienso que nos podemos hacer una idea bastante aproximada de lo que Roberto de Mattei explica en este magnífico estudio, cuya biografía final omito]

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El sábado 8 de abril. En Deerfields (Illinois), por invitación de Catholic Family News, y el lunes de 10 de abril en Norwalk (Connecticut), invitado por la Society of St. Hugh of Cluny, Roberto de Mattei pronunció la conferencia Tu es Petrus: la verdadera devoción a la cátedra de San Pedro.Reproducimos a continuación el texto de su intervención, con algunas ligeras modificaciones.

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Asistimos a uno de los momentos más críticos que haya conocido la Iglesia a lo largo de su historia. Sin embargo, estoy convencido de que la verdadera devoción a la cátedra de San Pedro nos puede facilitar las armas para salir victoriosos de esta crisis.

Verdadera devoción. Porque hay falsas devociones a la cátedra de San Pedro, del mismo modo que, según San Luis María Griñón de Monfort, existe una verdadera devoción y falsas devociones a la bienaventurada Virgen María.

La promesa de Jesús a Simón Pedro en Cesarea de Filipo es clara: Tu es Petrus, et super hanc petram aedificabo Ecclesiam meam, et portae inferi non praevalebunt adversus eam (Mt 16, 15-19).

Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

El primado de San Pedro es el cimiento sobre el que Jesucristo ha instituido su Iglesia, y sobre el cual ésta permanecerá hasta el final de los tiempos. La promesa de la victoria de la Iglesia es, no obstante, el anuncio de una guerra. Una guerra que, hasta el fin de los tiempos, llevará a cabo el infierno contra la Iglesia. En el centro de esta rabiosa guerra se encuentra el Papado. A lo largo de la Historia, los enemigos de la Iglesia han intentado siempre acabar con el primado de San Pedro, porque han comprendido que constituía el cimiento visible del Cuerpo Místico. Cimiento visible, porque la Iglesia tiene un cimiento primario e invisible que es Jesucristo, cuyo vicario es Pedro.

La verdadera devoción a la cátedra de San Pedro es, desde esta perspectiva, la devoción a la visibilidad de la Iglesia, y constituye, como señala el P. Faber, una parte esencial de la vida espiritual cristiana.(1)

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Sinodalidad, colegialidad y descentralización son las palabras que expresan actualmente la tentativa de transformar la constitución monárquica y jerárquica de la Iglesia en una estructura democrática y parlamentaria.

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El ministerio petrino no es un sacramento, sino un oficio, porque el Papa es el vicario visible de Jesucristo. La Iglesia-sacramento disuelve, por la propia visibilidad de la Iglesia, el Primado Petrino.

La visibilidad de la Iglesia

Jesucristo confió la misión de Gobierno a San Pedro después de la Resurrección, cuando le dijo: «Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas» (Jn. 21, 15-17). Con estas palabras el Señor confirma la promesa hecha al Príncipe de los Apóstoles en Cesarea de Filipo cuando lo nombró su Vicario en la Tierra, con potestad de Jefe supremo de la Iglesia y Pastor universal. La verdadera devoción a la Cátedra de San Pedro no es el culto al hombre que ocupa esa cátedra, sino amor y veneración a la misión que Jesucristo confió a San Pedro y a sus sucesores. Se trata de una misión visible y perceptible para los sentidos, como explicaron León XII en la encíclica Satis cognitum (1896) y Pío XII en la encíclica Mystici Corporis (1943.)

(...)

En la actualidad se ha infiltrado el modernismo en la Iglesia, pero no hay dos iglesias. Ésa es la razón por la que el P. Gleize considera impropio hablar de Iglesia conciliar (8), y ése es también el motivo por el que debemos tener cuidado con expresiones como Iglesia bergogliana o neoiglesia.

La Iglesia de hoy está ocupada por hombres de la Iglesia que traicionan o deforman el mensaje de Cristo, pero no ha sido sustituida por otra Iglesia. Solamente hay una Iglesia católica en la que conviven, de modo confuso y fragmentario, teologías y filosofías diversas y contrapuestas.

Es más correcto hablar de una teología bergogliana, de una filosofía bergogliana, de una moral bergogliana y, si se quiere, de una religión bergogliana, pero sin llegar a definirla como una Iglesia bergogliana  que comprendería, junto al papa Bergoglio,  los cardenales, la Curia y los obispos de todo el mundo. Porque en caso de imaginar que el Papa, los cardenales, la Curia y los prelados de todo el mundo constituyen en su conjunto una nueva Iglesia, deberíamos preguntarnos legítimamente: ¿Dónde está la Iglesia de Cristo? ¿Dónde está su visibilidad social y sobrenatural?

Éste es el argumento principal contra el sedevacantismo. Pero también es un argumento contra ese tradicionalismo exagerado que aunque no declare vacante la sede de San Pedro se cree autorizado a expulsar de la Iglesia a papas, cardenales y obispos, y reduce en la práctica el Cuerpo Místico de Cristo a una realidad puramente espiritual e invisible.

El error de la papolatría

La Iglesia, como sociedad visible, tiene necesidad de una jerarquía visible, de un Vicario de Cristo que la gobierne visiblemente. La visibilidad es, ante todo, la de la Cátedra de San Pedro, sobre la que se han sentado hasta hoy 266 pontífices.

El Papa es una persona que ocupa una cátedra. No es la cátedra en persona, pero existe el peligro de que la persona haga olvidar la existencia de la cátedra, es decir, la institución jurídica que antecede a la persona.

La papolatría es la falsa devoción de quien no ve en el papa reinante a uno de los sucesores de San Pedro, sino que lo considera un nuevo Cristo en la Tierra, personalizando, reinterpretando, reinventando, imponiendo el Magisterio de sus predecesores, acrecentando, mejorando y perfeccionando la doctrina de Cristo.

Antes que un error teológico, la papolatría es una actitud psicológica y moral deformada. Los papólatras suelen ser conservadores o moderados que se engañan creyendo que pueden lograr buenos resultados en la vida sin lucha y sin esfuerzo. El secreto de su vida está en adaptarse continuamente a fin de sacar el mejor partido a toda situación. Su lema es que no pasa nada y no hay motivo de preocupación. Para ellos, la realidad no es jamás un drama.

(...)

Ante la crisis actual de la Iglesia, el moderado reacciona negándola instintivamente. Y la manera más eficaz de tranquilizar la propia conciencia es afirmar que el Papa nunca se equivoca, aun cuando se contradiga a sí mismo o contradiga a sus predecesores. 

(...)

En realidad, la obediencia en la Iglesia supone para el súbdito el deber de cumplir, no sólo la voluntad del superior, sino únicamente la de Dios. Por esta razón, la obediencia no es nunca ciega ni incondicional. Tiene límites fijados por la ley natural y divina y por la Tradición de la Iglesia, de la cual el Pontífice es custodio y no creador.

Para el papólatra, el Papa no es el Vicario de Cristo en la Tierra, que tiene el cometido de transmitir íntegra y pura la doctrina que ha recibido, sino un sucesor de Cristo que perfecciona la doctrina de sus predecesores adaptándola con el paso de los tiempos. La doctrina del Evangelio está para él en perpetua evolución porque coincide con el Magisterio del pontífice en ese momento reinante.

(...)

Una consecuencia de la papolatría es la pretensión de canonizar a todos y cada uno de los papas para que toda palabra y todo acto de gobierno de ellos adquiera retroactivamente carácter infalible. Eso sí, esto sólo se hace con los pontífices posteriores al Concilio Vaticano II, no con los que precedieron tal concilio.

(...)

La santidad lo es cuando es excepcional, pero pierde sentido cuando se convierte en la regla. Hay quien sospecha que actualmente se quiere canonizar a todos los pontífices precisamente porque ya no se cree en la santidad de ninguno. Quien quiera ahondar en este problema encontrará provechosa la lectura del artículo que dedicó Christopher Ferrara en The Remnant a The canonisations crisis (9).

¿Es posible una diarquía pontificia?

La papolatría no existe en sentido abstracto: hoy en día se debería hablar con más precisión de, por ejemplo, franciscolatría, y también de benedictolatría, como bien ha señalado Miguel Ángel Yáñez en Adelante la Fe (10).  Esa papolatría puede llegar a contraponer un pontífice a otro. Por ejemplo, los seguidores del papa Francisco a los de Benedicto, pero también puede conducir a intentar la armonía y convivencia de ambos papas imaginando una posible división de funciones.

(...)

 La existencia de dos pontífices se admite como un hecho consumado; sólo se discute la naturaleza de su relación, Pero la verdad es que es imposible que haya dos papas. El papado es indivisible: sólo puede haber un Vicario de Cristo.

Benedicto XVI tenía la facultad de renunciar al pontificado, pero habría debido, en consecuencia, renunciar al nombre de Benedicto XVI, a la sotana blanca y al título de papa emérito. En resumidas cuentas, tendría que haber dejado definitivamente de ser papa, e incluso haber dejado de residir en el Vaticano. ¿Por qué no lo ha hecho? Porque parece que Benedicto XVI está convencido de que todavía es papa, aunque sea un papa que ha renunciado al ejercicio de su ministerio petrino. Esta convicción nace de una eclesiología profundamente errónea, fundada en un concepto sacramental y no jurídico del Papado. Si el munus petrino es un sacramento y no un cargo jurídico, imprime carácter, pero en ese caso sería imposible renunciar al cargo. La renuncia presupone la revocabilidad del cargo, y es por tanto irreconciliable con un concepto sacramental del pontificado.

Con toda razón el cardenal Brandmüller encuentra incomprensible la tentativa de establecer una especie de paralelismo contemporáneo entre un papa reinante y un papa orante: «Un papado bicéfalo sería una monstruosidad»(11), ha afirmado. «El derecho canónico no reconoce la figura de un papa emérito.»  «El dimisionario, en consecuencia, ya no es obispo de Roma ni papa, ni siquiera cardenal».(12)

(...)

¿Una sede vacante, un papa hereje?

El carácter jurídico del cargo petrino ha sido descrito con bastante acierto por un canonista libre de toda sospecha, ex rector de la Universidad Gregoriana: el jesuita Gianfranco Ghirlanda, que durante el periodo de transición entre ambos pontificados publicó en La Civiltà Cattolica un explícito artículo titulado La vacancia de la Sede Romana, en el que dijo:

«La Sede Romana está vacante en el caso de que el Romano Pontífice cese en el ejercicio de sus funciones, y esto se verifica por cuatro motivos: (1) fallecimiento; (2) locura cierta e incurable o enfermedad mental total; (3) notoria apostasía, herejía o cisma; y (4) dimisión».

El padre Ghirlanda explica: «En el primer caso, la Sede Apostólica queda vacante desde el momento de la muerte del Romano Pontífice; en el segundo y tercero, desde el momento de la declaración por parte de los cardenales; y en el cuarto, desde el momento de la renuncia. En este caso, el criterio a seguir es la salvaguarda de la propia comunión eclesial. Si ésta no correspondiese ya al Papa, el pontífice ya no tendría ya ninguna potestad, porque ipso iure perdería su cargo primado.»

En este punto el padre Ghirlanda se centra en el tema del papa hereje. No hace la menor alusión a un pontífice que en febrero de 2013 no había sido elegido aún. El padre Ghirlanda pone un ejemplo teórico:

«En la doctrina está admitido el caso de notoria apostasía, herejía o cisma en que podría incurrir el Sumo Pontífice, pero como doctor privado que no requiere la aceptación por parte de los fieles, ya que por la fe en la infalibilidad personal que tiene el Santo Padre en el ejercicio de su cargo, y por tanto con la asistencia del Espíritu Santo, debemos decir que no puede hacer afirmaciones heréticas empeñando su autoridad primada, ya que si lo hiciere perdería ipso iure el cargo. Sin embargo, en tal caso, como la sede primada no puede ser juzgada por nadie (cf. 1404), nadie podría deponer al Romano Pontífice. Ahora bien, se tendría tan sólo una declaración del hecho, y tendrían que hacerla los cardenales, al menos los que estuviesen presentes en Roma. Con todo, tal eventualidad, si bien está prevista en la doctrina, se considera totalmente improbable por la intervención de la Divina Providencia en favor de la Iglesia».(14)

(...)

Los teólogos discuten si la pérdida del pontificado se da en el momento en que el Papa incurre en herejía o sólo en el caso de que la herejía se haga manifiesta o notoria y se divulgue públicamente.

Arnaldo Xavier da Silveira (18) sostiene que aun habiendo incompatibilidad de raíz entre la herejía y la jurisdicción pontificia, el Papa no pierde su cargo hasta que se herejía es puesta de manifiesto. Dado que la Iglesia es una sociedad visible y perfecta, la pérdida de la fe por parte de su Cabeza visible tiene que ser hecho público, claramente reconocido por los fieles comunes. Así como un árbol puede vivir cierto tiempo después de que se le han cortado las raíces, la jurisdicción también puede mantenerse aunque sea precariamente después de que el titular de ella caiga en herejía. Jesucristo mantiene provisionalmente la persona del pontífice hereje en el ejercicio de su jurisdicción hasta que la Iglesia constate que está depuesto.

Lo que es cierto es que reconocer la posibilidad de que un papa incurra en herejía no significa en modo alguno que disminuyan el amor y la devoción al Papado. Significa admitir que el Papa es el Vicario, no siempre impecable ni siempre infalible, de Jesucristo, única Cabeza del Cuerpo Místico de la Iglesia.

Contra el catacumbismo

(...)

El catacumbista no quiere combatir porque está convencido de que ya ha perdido la batalla. Acepta como un hecho la situación de inferioridad de los católicos sin remontarse a las causas que la han determinado. Pero si los católicos son minoritarios hoy en día es porque han perdido una serie de batallas. Han perdido esta batalla porque no la han combatido. Y no la han combatido porque han perdido la idea misma de que hay enemigos.

(...)
Los catacumbistas oponen la Iglesia constantiniana a la Iglesia minoritaria y perseguida de los tres primeros siglos. Pero Pío XII, en su discurso a los jóvenes de Acción Católica del 8 de diciembre de 1947, refuta esa tesis, y explica que los católicos de los tres primeros siglos no se refugiaron en las catacumbas, sino que fueron vencedores:
«Con frecuencia, la Iglesia de los primeros siglos ha sido presentada como la Iglesia de las catacumbas, como si los cristianos de entonces acostumbraran vivir escondidos en ellas. Nada más inexacto: aquellas necrópolis subterráneas, destinada principalmente a la sepultura de los fieles difuntos, no servían de refugio, salvo quizás en momentos de violenta persecución. La vida de los cristianos en aquellos siglos marcados por el derramamiento de sangre, se desenvolvía en las calles y las casas, abiertamente. No vivían apartados del mundo; frecuentaban, como los demás, los baños, los talleres, las tiendas, mercados y plazas públicas; ejercían profesiones como marineros, soldados, agricultores y comerciantes” (Tertuliano, Apologeticum, c. 42). Querer convertir a aquella Iglesia valerosa, dispuesta siempre a vivir al pie del cañón, en una sociedad de cobardes que viven escondidos por vergüenza o por pusilanimidad, sería un ultraje a su virtud. Eran plenamente conscientes de su deber de conquistar el mundo para Cristo, de transformar según la doctrina y la ley del Divino Salvador la vida privada y la pública, donde debía nacer una nueva civilización, surgir otra Roma sobre los sepulcros de los dos Príncipes de los Apóstoles. Y lograron su objetivo. Roma y el Imperio Romano se hicieron cristianos.»
Antes se decía que el sacramento de la Confirmación nos hace soldados de Cristo, y Pío XII, dirigiéndose a los obispos de los Estados Unidos, les dijo: «El cristiano digno de tal nombre siempre es apóstol; es indecoroso para el soldado de Cristo alejarse de la batalla, porque sólo la muerte pone fin a su milicia».(19) Es preciso recuperar esta percepción militar de la vida cristiana.

La fuerza del silencio y la fuerza de la palabra

Hay quienes dicen que hace falta renunciar a la acción y a la lucha porque en el plano humano ya no es posible hacer nada. Que es preciso esperar una intervención extraordinaria de la Divina Providencia. Es cierto que Dios, y sólo Dios, es quien dirige y transforma la Historia. Pero Dios exige la colaboración de los hombres, y si los hombres dejan de actuar, deja también de actuar la gracia divina. Es más, como señala San Ambrosio, «Dios no manda su bendición a quien se duerme, sino a quien vela».(20)

Hay también quien dice que no hay que renunciar sólo a la acción, sino también a la palabra. Cada tanto nos topamos con alguien que con el dedo ante la boca y los ojos alzados al Cielo nos dice que es necesario callar y rezar. Nada más. Pero sería un error hacer del silencio una regla de comportamiento, porque el Día del Juicio no sólo daremos cuenta de las palabras ociosas, sino también de los silencios culpables.

Hay vocaciones al silencio, como las de tantos religiosos contemplativos; pero los católicos, desde los pastores al último de los fieles, tienen el deber de dar testimonio de su fe con la palabra y con el ejemplo. Por medio de la Palabra los apóstoles conquistaron el mundo y se difundió el Evangelio de un extremo a otro de la Tierra.

No callaron San Atanasio ni San Hilario ante los arrianos, ni San Pedro Damián ante los prelados corruptos de su tiempo. Tampoco calló Santa Catalina de Siena ante los papas de su época, ni San Vicente Ferrer, que además se presentó como el Ángel del Apocalipsis.

Ni callaron, sino hablaron, en tiempos recientes, Clemens August von Galen, obispo de Münster, ante el nazismo, ni el cardenal Josef Mindszenty, primado de Hungría, ante el comunismo.

(...)

Día tras día, mes tras mes y año tras año, la política del silencio se ha convertido en una jaula que encierra a muchos conservadores. En este sentido, el silencio no es sólo una culpa de hoy, sino también el castigo por las culpas de ayer. Hoy son prisioneros del silencio los que han callado durante demasiados años. Y en cambio, es libre quien a lo largo de los últimos cincuenta años no ha guardado silencio, sino que ha hablado abiertamente y sin transigir, porque sólo la Verdad nos hace libres (Jn.8, 32).

Tempus est tacendi, tempus loquendi. Hay tiempo de callar y tiempo de  hablar, dice el Eclesiastés (3,7). Hay momentos en que se debe callar, pero también hay un momento para hablar. Y hoy es el momento de hablar.

Hablar significa ante todo dar testimonio público de fidelidad al Evangelio y a las inmutables verdades católicas, denunciando los errores que se contraponen a éstas.

En épocas de crisis, la regla a seguir es la que proclamó Benedicto XV en la encíclica Ad beatissimi Apostolorum Principisdel 1 de noviembre de 1914 contra los modernistas.

«Queremos, por tanto, que sea respetada aquella ley de Nuestros mayores: Nihil innovetur nisi quod traditum est, Nada se innove sino lo que se ha trasmitido». La Sagrada Tradición sigue siendo el criterio para discernir lo católico de lo que no es católico y poner de manifiesto las notas visibles de la Iglesia. La Tradición es la Fe de la Iglesia que los pontífices han mantenido y transmitido a lo largo de los siglos. Pero la Tradición tiene preeminencia sobre el Papa, y no el Papa sobre la Tradición.

Por tanto, no basta con hacer una denuncia genérica de los errores que se oponen a la Tradición de la Iglesia. Es preciso que demos a conocer el nombre de quienes en el seno de la Iglesia profesan una teología, una filosofía, una moral o una espiritualidad que se opongan al Magisterio perenne de la Iglesia, sea cual sea el cargo que ocupen. Y hoy en día debemos reconocer que el propio Papa promueve y difunda errores y herejías dentro de la Iglesia. Necesitamos el valor para decirlo, con toda la veneración debida al Sumo Pontífice. La verdadera devoción al Papado se manifiesta en una actitud de resistencia filial, como la de la Corrección filial que se elevó al papa Francisco en 2017.

Pero no sólo hay un tempus loquendi. Hay también un modus loquendi con el que se expresa el católico. La corrección debe ser filial, como se ha hecho; respetuosa, devota, sin sarcasmo, sin irreverencia, sin desprecio, sin celos amargos, sin complacencia, sin orgullo, con profundo espíritu de caridad, que es amor a Dios y a la Iglesia.

En la actual crisis, a toda profesión de fe y declaración de fidelidad que no tenga en cuenta la responsabilidad del papa Francisco le falta fuerza, claridad y sinceridad. Necesitamos el valor para decir: Santo Padre, vuestra santidad es responsable de la confusión que reina hoy en la Iglesia; Santo Padre, vuestra santidad es el primer responsable de las herejías que circulan actualmente en la Iglesia. Los cardenales que callan, y que al callar incumplen su cometido de ser consejeros y colaboradores del Papa, al que deberían dirigir públicamente palabras de amonestación y corrección fraterna, no dejan de ser responsables.

Pero no basta con denunciar a los pastores que demuelen o que promueven la demolición de la Iglesia. Es necesario reducir al mínimo indispensable la convivencia con esos, como en el caso de una separación matrimonial. Si un padre ejerce la violencia física contra su mujer o sus hijos, la esposa, aunque reconozca la validez del matrimonio y no pida la anulación, puede solicitar la separación a fin de protegerse y proteger a sus hijos. La Iglesia lo permite. Dejar de vivir juntos habitualmente significa en este caso distanciarse de las enseñanzas y prácticas de los malos pastores, negarse a participar en los programas y actividades que promueven.

No debemos olvidar, sin embargo, que la Iglesia no puede desaparecer. Por consiguiente, es necesario apoyar el apostolado de los pastores que se mantengan fieles a las enseñanzas tradicionales de la Iglesia, participar en sus iniciativas y animarlos a hablar, actuar, y guiar a la desorientada grey.

Es hora de apartarnos de los malos pastores y asociarnos a los buenos, dentro de la única Iglesia en la que también conviven, en un mismo terreno, el trigo y la cizaña (Mt. 13,24-30). Y tener presente que la Iglesia es visible y no se puede salvar sola apartada de sus legítimos pastores.

La Iglesia es visible y se salvará con el Papa, no sin el Papa. Es preciso renovar el vínculo de amor y de veneración que nos une al sucesor de San Pedro, principalmente con la oración, para que Jesucristo les dé a él y a todos los pastores la fuerza necesaria para no traicionar el sagrado depósito de la Fe, y si eso sucediera, de retomar la dirección de la grey abandonada.

Sólo una voz suprema y solemne puede poner fin al proceso de autodemolición que está en acto: la del Romano Pontífice, única persona a quien ha sido garantizada la posibilidad de definir la Palabra de Cristo, haciéndose portavoz infalible de la Tradición.

Y si aun así el Vicario de Cristo es infiel a su misión, el Espíritu Santo no dejará de asistir ni por un momento a su Iglesia, en la que, en momentos de apartamiento de la Fe, un resto, aunque pequeño, de pastores y fieles seguirá siempre observando y transmitiendo la Tradición, confiando en la divina promesa: «Yo con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación del mundo (Mt. 28,20).

(...)

El modelo para quienes permanecen fieles a la Tradición en tiempos de crisis es la Santísima Virgen María, que mantuvo sola la fe el sábado previo a la Resurrección, y que después de la Ascensión de Jesús al Cielo no calló, sino que sostuvo a la Iglesia naciente con la firmeza y claridad de su palabra. Su corazón fue, y sigue siendo, cofre del tesoro de la Tradición de la Iglesia.(22)

Los verdaderos devotos de María de los que habla San Luis María Griñón de Monfort son también los verdaderos devotos del Papado, que en tiempos de dejación de funciones por parte de la autoridad y de entenebrecimiento de la fe no vacilan en empuñar la espada de dos filos de la Palabra de Dios (Heb. 4,12) con la que atravesarán por la vida o por la muerte a aquellos a quienes los envíe el Altísimo.(23)

Su batalla contra los enemigos de Dios acercará la hora del triunfo del Inmaculado Corazón de María, que será también la del triunfo del Papado y de la Iglesia restaurada.

(...)
Roberto de Mattei 

Todos en el Opus Dei apoyan el “genio” del papa Francisco. Otras noticias de Gloria TV


Enseñanzas del Papa Francisco en comparación con la Enseñanza pasada de la Iglesia [4 de 4] (Confesión, Matrimonio, Homosexualidad, Suicidio, Links)



Sacramento de la confesión

Radio del Vaticano 7 15 de junio de 2013: 

"La verdadera reconciliación significa que Dios en Cristo tomó nuestros pecados y se hizo pecador por nosotros. Cuando vamos a la Confesión, por ejemplo, no es que decimos nuestro pecado y Dios nos perdona. ¡No, eso no! Buscamos a Jesucristo y decimos: 'Este es tu pecado, y volveré a pecar'. Y a Jesús le gusta eso, porque era su misión: convertirse en pecador para nosotros, liberarnos. "
El Catecismo Explicado (Spirago-Clarke, 1899), Sacramento de la Penitencia
" En el sacramento de la Penitencia, el cristiano arrepentido confiesa sus pecados a un sacerdote, debidamente autorizado, que, estando en el lugar de Dios, pronuncia la absolución por medio de la cual son perdonados"
Catecismo de San Pío X, El Sacramento de la Penitencia
"P: ¿Cuántas condiciones son necesarias para hacer una buena confesión? A: Para hacer una buena confesión, son necesarias cinco cosas: (1) Examen de conciencia; (2) Dolor por haber ofendido a Dios; (3) Una resolución de no pecar más ; (4) Confesión de nuestros pecados; (5) Satisfacción o penitencia "
Sacramento del matrimonio


Discurso al Congreso Pastoral de la Diócesis de Roma, sesión de preguntas y respuestas 14 , 16 de junio de 2016: 
".... la gran mayoría de nuestros matrimonios sacramentales son nulos. Porque dicen 'sí, ¡por el resto de mi vida!' pero ellos no saben lo que dicen, porque tienen una cultura diferente. Lo dicen, tienen buena voluntad, pero no saben ".
Canon Law 1917, Canon 1014
"El matrimonio goza del favor de la ley; por lo tanto, en caso de duda, su validez debe mantenerse hasta que se pruebe lo contrario ... " 
Matrimonios del mismo sexo / Homosexualidad


Conferencia de prensa sobre el vuelo desde Brasil, 28 de julio de 2013 13 : 
"Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?"
1 Corintios 6: 9-10
"¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas , ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los rapaces  poseerán el reino de Dios "
Catecismo del Concilio de Trento, El sexto mandamiento, Otros pecados contra la castidad están prohibidos
"Ni los fornicarios, ni los adúlteros, ni los afeminados ni los sodomitas poseerán el reino de Dios".
En el Cielo y la Tierra 2 , p. 114: Acerca del "matrimonio" entre personas del mismo sexo:
"El ministro religioso no tiene derecho a forzar nada en la vida privada de nadie. Si Dios, en la creación, corría el riesgo de hacernos libres, ¿quién soy yo para involucrarme? Condenamos el acoso espiritual que tiene lugar cuando un ministro impone directivas, conducta y demandas de tal manera que le quita la libertad a la otra persona. Dios dejó la libertad de pecar en nuestras manos. Luego agrega: " Insisto en que nuestra opinión sobre el matrimonio entre dos personas del mismo sexo no se basa en la religión, sino en la antropología. "
"El Catecismo de San Pío X, Los Vicios y Otros Pecados Muy Graves"
" P: ¿Cuáles son los pecados que se dice que claman a Dios por venganza?R: Los pecados que se dice que claman a Dios por venganza son estos cuatro: (1) Homicidio voluntario (2) El pecado de la sodomía (3) La opresión de los pobres (4) Defraudar a los trabajadores sus salarios
Judas 1: 7
"Lo mismo que Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas -que, de modo semejante, se prostituyeron y corrieron tras un uso innatural del cuerpo-  son puestas como ejemplo al padecer el castigo del fuego eterno " 
Suicidio 

En Heaven and Earth 2 , pp. 92-93: 

"Hubo un tiempo en que no realizaban funerales para aquellos que se suicidaron porque no habían continuado hacia la meta; terminaron el camino cuando quisieron. Pero todavía respeto a quien se suicida; él es una persona que no pudo superar las contradicciones en su vida. Yo no lo rechazo "
Catecismo de San Pío X, El quinto mandamiento
"P: ¿Por qué Dios, en el Quinto Mandamiento, prohíbe quitarse la vida o suicidarse?R: En el quinto mandamiento, Dios prohíbe el suicidio, porque el hombre no es el dueño de su propia vida ni de la vida de otro. Por lo tanto, la Iglesia castiga el suicidio con la privación del entierro cristiano. " 
Notas al pie

1: La entrevista impresa en La Repubblica se puede ver aquí:


  http://www.repubblica.it/cultura/2013/10/01/news/pope_s_conversation_with_scalfari_english-67643118/

2: "Sobre el cielo y la tierra" es un libro de Francisco I que contiene conversaciones que tuvo con el rabino Abraham Skorka cuando era el cardenal Bergoglio. El libro se puede encontrar en muchas librerías on line

3: A mediados de 2013, el editor de periódicos y ateo Eugenio Scalfari había escrito dos cartas abiertas a Francisco I, ambas publicadas en el diario italiano La Repubblica de Scalfari. Francisco respondió con una respuesta de 3 páginas que se publicó en el mismo documento en septiembre de 2013


(http://w2.vatican.va/content/francesco/it/letters/2013/documents/papa-francesco_20130911_eugenio-scalfari.html )

4: "Conversaciones con Jorge Bergoglio" es una biografía de Francisco I publicada en abril de 2013, y se puede encontrar en muchas librerías on line

5: Esta dirección se publica en el sitio web del Vaticano aquí:

http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130518_veglia-pentecoste.html

6: Evangelii Gaudium fue una "Exhortación Apostólica" dada por Francisco I a todos los clérigos y fieles del mundo en noviembre de 2013. Se puede encontrar en el sitio web del Vaticano aquí: 


Http://w2.vatican.va/content/ francesco / es / apost_exhortations / documents / papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html

7: Esta dirección hecha en la radio del Vaticano se puede encontrar en el sitio web oficial de la red del Vaticano aquí: 


http://www.news.va/en/news/pope-the-christian-life-proclaims-the-road-to- reco

8: Esta dirección hecha en la radio del Vaticano se puede encontrar en el sitio web oficial de la red del Vaticano aquí:

http://www.news.va/en/news/pope-sends-greetings-for-us-christian-unity-event

9: Carta al Presidente de la Comisión Internacional contra la pena de muerte, que se puede encontrar en el sitio web del Vaticano aquí:


http://w2.vatican.va/content/francesco/en/letters/2015/documents/papa- francesco_20150320_lettera-pena-morte.html


10: Dirección a la Academia Pontificia de las Ciencias

http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2014/october/documents/papa-francesco_20141027_plenaria-accademia-scienze.html

11: Audiencia general con representantes de las diversas religiones del mundo: 


https://w2.vatican.va/content/francesco/en/audiences/2015/documents/papa-francesco_20151028_udienza-generale.html

12: Discurso al Presidente de Asuntos Religiosos en Turquía y líderes políticos y religiosos musulmanes y cristianos: 


http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2014/november/documents/papa-francesco_20141128_turchia-presidenza -diyanet.html

13: Conferencia de prensa sobre el vuelo desde Brasil: 


http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2013/july/documents/papa-francesco_20130728_gmg-conferenza-stampa.html

14: Discurso al Congreso Pastoral de la Diócesis de Roma, sesión de preguntas y respuestas: 


http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/june/documents/papa-francesco_20160616_convegno-diocesi-roma.html

15: Entrevista en vuelo desde México: 


http://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/february/documents/papa-francesco_20160217_messico-conferenza-stampa.html

16: Iglesia de la Asunción, Tbilisi, Georgia:

https://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/october/documents/papa-francesco_20161001_georgia-sacerdoti-religiosi.html

17: Declaración común con el arzobispo anglicano de Canterbury

https://press.vatican.va/content/salastampa/en/bollettino/pubblico/2016/10/05/161005g.html

18: Oración ecuménica común en la catedral luterana de Lund

https://w2.vatican.va/content/francesco/en/homilies/2016/documents/papa-francesco_20161031_omelia-svezia-lund.html

19: Discurso a los participantes en la peregrinación de los luteranos

https://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/october/documents/papa-francesco_20161013_pellegrinaggio-luterani.html

20: Conferencia de prensa en vuelo desde Azerbaiyán a Roma

https://w2.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2016/october/documents/papa-francesco_20161002_georgia-azerbaijan-conferenza-stampa.html


Selección por José Martí

miércoles, 11 de abril de 2018

Enseñanzas del Papa Francisco en comparación con la Enseñanza pasada de la Iglesia [3 de 4] (Judíos, Omnipotencia de Dios, Oración en común, Reforma Protestante)



Los judíos 

En Heaven and Earth 2 , página 188:

"El pueblo judío ya no puede ser acusado de haber matado a Dios, como lo fueron durante mucho tiempo. Cuando uno lee el relato de la Pasión, está claro." 
"Hechos de los Apóstoles (2:36)
"Sepa, pues, con certeza, toda la casa de Israel, que Dios hizo Señor y Cristo a este Jesús, a quien vosotros crucificásteis" 
"Mateo 27: 24-25
"Al ver Pilato que nada adelantaba, sino que el tumulto iba en aumento, tomó agua y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: "Soy inocente de esta sangre; ¡vosotros veréis!. Y todo el pueblo respondió: '¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'"
Respuesta de Francisco I a la carta abierta publicada en septiembre de 2013
"Lo que puedo decir, con el apóstol Pablo, es que Dios nunca ha dejado de creer en la alianza hecha con Israel y que, a través de las terribles pruebas de estos siglos pasados, los judíos han mantenido su fe en Dios".  
Marcos 16:15-16
"Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. Quien crea y sea bautizado, se salvará; pero quien no crea, se condenará"
 Juan 14: 6
"Jesús le respondó: Yo soy el camino,  la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por Mí". 
Evangelii Gaudium 6 n. 247:
"Consideramos especialmente al pueblo judío porque nunca se revocó su pacto con Dios"
Concilio de Basilea 1431-1435
"Por estas instrucciones saludables, desea proporcionar medidas mediante las cuales los judíos y otros infieles se conviertan a la fe ortodoxa y los conversos puedan permanecer firmes en ella"
Omnipotencia de Dios

Discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias 10, 27 de octubre de 2014
"Cuando leemos acerca de la Creación en Génesis, corremos el riesgo de imaginar que Dios era un mago, con una varita mágica capaz de hacer todo. Pero eso no es así".  
Mateo 19:26.
"Mirándolos Jesús con atención les dijo: Para los hombres esto es imposible; pero para Dios todo es posible"

Oración en común


Conversaciones con Jorge Bergoglio 4 , p. 208
"Hace poco estuve en una sinagoga tomando parte en una ceremonia. Recé mucho y, mientras rezaba, escuché una frase de uno de los libros de sabiduría que se me había pasado por la cabeza: 'Señor, que pueda soportar la burla en silencio'. Me dio mucha paz y alegría"
Tercer Concilio de Constantinopla
"Si algún eclesiástico o laico entra en la sinagoga de los judíos o en las casas de reunión de los herejes para unirse en oración con ellos, que sean depuestos y privados de comunión. Si algún obispo o sacerdote o diácono se une en oración con los herejes, que sea suspendido de la Comunión
Código de Derecho Canónico de 1917, Canon 1258
"No está permitido en absoluto que los fieles ayuden de manera activa o tengan parte en la adoración de los no católicos"
L 'Osservatore Romano, 14 de octubre de 2016, págs. 7-8. Declaración común con el Arzobispo de Canterbury 17 , 5 de octubre de 2016
"Tampoco deben nuestras diferencias (católicas y anglicanas) interponerse en nuestra oración común: no solo podemos orar juntos, debemos orar juntos, dar voz a nuestra fe compartida y alegría en el Evangelio de Cristo, los antiguos Credos y el poder del amor de Dios, hecho presente en el Espíritu Santo ..." 
Consejo de Laodicea (372)

"Canon 33: Nadie se unirá a las oraciones con herejes o cismáticos" 

Consejo de Cartago (398)

"Nadie debe orar ni cantar salmos con herejes, y cualquiera que se comunique con aquellos que están separados de la comunión de la Iglesia, ya sea clérigo o laico, que sea excomulgado" 
L 'Osservatore Romano, 4 de noviembre de 2016, págs. 3,6. Oración Ecuménica Común en la Catedral Luterana de Lund 18 , 31 de octubre de 2016:
"Como luteranos y católicos, rezamos juntos en esta catedral, conscientes de que sin Dios no podemos hacer nada. Le pedimos su ayuda, para que podamos ser miembros vivos , permaneciendo en él, siempre necesitados de su gracia, para que juntos podamos llevar su palabra al mundo ... "
Papa Pío XI, Mortalium Animos (1928)
"Así que, Venerables Hermanos, está claro por qué esta Sede Apostólica nunca ha permitido que sus súbditos participen en las asambleas de los no católicos: la unión de cristianos solo puede promoverse promoviendo el regreso a la única Iglesia verdadera de Cristo de aquellos que están separados de ella" 
Reforma Protestante 

"Declaración conjunta con motivo de la Conmemoración Conjunta Católica Luterana de la Reforma 18 " 31 de octubre de 2016: 
"L 'Osservatore Romano, 4 de noviembre de 2016, págs. 3,7
" Con esta Declaración Conjunta, expresamos nuestro agradecimiento a Dios por este momento de oración común en la Catedral de Lundcuando comenzamos el año que conmemora el quinientos aniversario de la Reforma ... Mientras estamos profundamente agradecidos por los dones espirituales y teológicos recibidos a través de la Reforma ... 
Syllabus of Errors, Pope Pius IX, 1864
CONDENADO : El protestantismo no es más que otra forma de la misma verdadera religión cristiana, en cuya forma se da para agradar a Dios por igual como en la Iglesia Católica ". 
"Sobre la Doctrina de los Modernistas, Papa San Pío X, 1907
" Estas razones bastan para mostrar superabundantemente por la cantidad de caminos que el Modernismo lleva al ateísmo y la aniquilación de toda religiónEl error del protestantismo dio el primer paso en este camino; el del Modernismo hace el segundo; el ateísmo hace el siguiente
Discurso a los participantes en la peregrinación de los luteranos (en conmemoración del 500 aniversario de la Reforma Luterana) 19 "13 de octubre de 2016: L 'Osservatore Romano, 21 de octubre de 2016, p. 11

"Estoy muy feliz de encontrarme con ustedes en ocasión de su peregrinación ecuménica que comenzó en la tierra de Lutero, Alemania, y terminó aquí en la sede del Obispo de Roma ... Continuemos con confianza en nuestro viaje ecuménico ... A fines de este mes, si Dios quiere, iré a Lund, Suecia, y junto con la Federación Luterana Mundial, conmemoraremos, después de cinco siglos, el comienzo de la reforma de Lutero ..."

Comentario: ¿Cómo pueden los católicos conmemorar uno de los mayores desastres que jamás haya ocurrido a la Iglesia?

Enciclopedia Católica, 1913, Resultados y Consecuencias de la Reforma

"La Reforma destruyó la unidad de la fe y la organización eclesiástica de los pueblos cristianos de Europa, eliminó a muchos millones de la verdadera Iglesia Católica y les robó la mayor parte de los medios saludables para el cultivo y el mantenimiento de la vida sobrenatural. 
Un daño incalculable fue forjado desde el punto de vista religioso. La falsa doctrina fundamental de la justificación por la fe sola, enseñada por los reformadores, produjo una lamentable superficialidad en la vida religiosa
El celo por las buenas obras desapareció, el ascetismo que la Iglesia había practicado desde su fundación fue despreciado, los objetos caritativos y eclesiásticos ya no fueron cultivados apropiadamente, los intereses sobrenaturales cayeron ...
La negación de la autoridad divinamente instituida de la Iglesia, tanto con respecto a la doctrina como al gobierno eclesiástico, abrió la puerta a excentricidades, dio lugar a la división interminable en sectas ... y no pudo sino conducir a la completa incredulidad que necesariamente surge de los principios protestantes ..."
Continúa