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martes, 8 de noviembre de 2016

¿Dos papas? (por José Martí)



Sobre este tema absurdo de la "bicefalia"en la Iglesia se ha hablado ya extensamente en este blog. Por ejemplo aquí

Benedicto XVI abdicó libremente y así lo ha expresado en múltiples ocasiones, aunque sean muchos aún los que piensen que fue forzado a dimitir y que, por lo tanto, Francisco no es el verdadero Papa sino que lo seguiría siendo Benedicto XVI. Eso es un error ... a menos que consideremos que Benedicto XVI es un mentiroso y que todo cuanto ha dicho, repetidas veces, acerca de su libre dimisión, sea falso. 

Dicen que habla así por miedo. Pero, ¿miedo de qué? No lo parece. Él ha dicho que se encontraba cansado y que le sobrepasaba la misión que tenía que ejercer y, ateniéndose a que ya se había contemplado la posibilidad de la dimisión de un Papa por Juan Pablo II, hizo uso de esa prerrogativa. Y punto. 

Benedicto XVI ya no es Benedicto XVI, puesto que ya no es Papa, sino que es el cardenal Ratzinger, por más que se le llame papa emérito: Tal figura es una contradicción. Pues de existir, aunque emérito, seguiría siendo Papa, lo que no puede ser de ninguna de las maneras, puesto que iría en contra de la estructura jerárquica de la Iglesia, tal como ha sido querida por Jesucristo, su Fundador. 

Con relación al llamado papa emérito podemos escuchar de nuevo lo que dice el padre Alfonso Gálvez:


El cardenal Müller ha escrito un libro de título: "Benedicto y Francisco, sucesores de Pedro al servicio de la Iglesia", según se lee en Secretum Meum Mihi, noticia que copio aquí:


Esta noticia aparece también en Gloria TV, como se puede ver y escuchar en este video:

Duración: 27 segundos

El vídeo está en inglés y como no aparece subtitulado, coloco aquí los subtítulos en inglés:

Two Popes? Cardinal Müller, the head of the Congregation for the Doctrine of the Faith, has claimed in an interview with the Italian journalist Aldo Maria Valli that Pope Francis and Benedict XVI are united through the same Petrine office. Using the present tense he said: “Both exercise an office in the service of the Faith and the Church.”

... siendo ésta la traducción [personal]:

¿Dos papas? El cardenal Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha afirmado, en una entrevista con el periodista italiano Aldo Maria Valli, que el Papa Francisco y Benedicto XVI están unidos a través del mismo oficio petrino. Usando el tiempo presente, dijo: "Ambos ejercen un oficio al servicio de la Fe y de la Iglesia".

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Una afirmación que, digámoslo de nuevo, raya en la herejía: "Papa no hay más que uno". Esto es una constante en la Tradición de la Iglesia -y así se ha mantenido durante dos mil años- y lo es por voluntad expresa de Jesucristo, su Fundador, quien -dirigiéndose a Pedro- dijo: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mt 16, 18). Se lo dijo sólo a Pedro. Y luego se lo confirmó, sólo a él ... ¡y por tres veces!:  "Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). ¡Estas palabras no fueron dirigidas al conjunto de los apóstoles!

¿Es que se quiere enmendarle la plana a Jesucristo? ¿A cuento de qué vienen todas estas elucubraciones heréticas de considerar que hay dos papas, uno activo (que sería Francisco ) y otro contemplativo (que sería Benedicto XVI)? 

Todo ello es señal de una profunda crisis en el seno de la Iglesia, una crisis que afecta al corazón mismo de la Iglesia, de una Iglesia que se ha vuelto mundana, influída por las corrientes modernistas, y que ya no cree en lo sobrenatural (exceptuando, claro está, los casos particulares, que los hay, que siguen teniendo fe).

Nadie puede enmendarle la plana a Dios ... Y si alguien lo intenta, como parece ocurrir, es señal de que ese tal ha perdido la fe en Jesucristo ... y concretamente, en la divinidad de Jesucristo. Jesucristo es Dios. Y éstas fueron sus palabras:  "El Cielo y la Tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt 24, 35) ... y esto será así  aun cuando el mundo entero se alzara en su contra.

José Martí

La difícil situación de los votantes católicos en las elecciones de Estados Unidos (Rome Reports)

DURACIÓN 2:58 minutos

Terremotos y castigos de Dios (Roberto de Mattei)


Desde el 24 de agosto de este año, Italia se ha visto sacudida por una serie de violentos movimientos sísmicos. Han pasado dos meses y no dan señales de disminuir. Según los sismólogos, se han producido millares de sismos de diversa intensidad y magnitud. Hasta el momento han causado pocas víctimas, pero han ocasionado graves daños en iglesias y edificios públicos y privados, y causado la pérdida de sus bienes y su vivienda a decenas de millares de italianos.

El movimiento telúrico del pasado 30 de octubre, que ha sido el más grave después del 24 de agosto, se sintió en toda la península, desde Bari hasta Bolzano, y se ha expresado simbólicamente con el derrumbamiento de la catedral de Nursia. La noticia de la destrucción de la basílica ha dado la vuelta al mundo. Apenas queda una frágil fachada de la iglesia que se alzaba sobre el lugar donde estaba la casa natal de San Benito. El resto desapareció estallando en una nube de polvo. Numerosos medios de difusión, como la cadena estadounidense CNN, han puesto de relieve el carácter simbólico del suceso, escogiendo para la página de acceso a su sitio web la imagen de la catedral en ruinas.

Hubo un tiempo en que los hombres eran capaces de captar los mensajes de Dios en todos los sucesos que escapaban a la voluntad de ellos. Todo lo que se sucede tiene, de hecho, un significado, que se expresa en el lenguaje de los símbolos. Un símbolo no es una representación convencional, sino la más profunda expresión del ser de las cosas.

El racionalismo moderno, de Descartes a Hegel, de Marx al neocientifismo, ha querido racionalizar la naturaleza, sustituyendo la verdad del símbolo por una interpretación puramente cuantitativa de la naturaleza. El racionalismo atraviesa actualmente una crisis, pero la cultura postmoderna que bebe de las mismas fuentes intelectuales, desde el nominalismo al evolucionismo, ha creado una nueva simbología, que a diferencia de la antigua no remite a la realidad de las cosas, sino que la deforman como espejos de feria. El código simbólico que se expresa en todas las formas de la comunicación postmoderna, desde los twits a los debates televisivos, tiene por objeto suscitar emociones y sentimientos, negándose a captar la razón íntima de las cosas.

La catedral de Nursia, por ejemplo, es símbolo de arte, de cultura y de fe. Para los medios informativos, su destrucción evoca la pérdida del patrimonio artístico de la Italia central, pero no puede verla como imagen del derrumbe de la fe o de los valores fundamentales de la civilización cristiana.

Por consiguiente, el terremoto, aunque se utilice en el lenguaje corriente para aludir a acontecimientos culturales y sociales, no pueden entenderlo como una intervención divina, porque sólo pueden presentar a Dios como un ser misericordioso, nunca como un ser justo.

Quien habla de castigo de Dios es inmediatamente objeto de difamación mediática, como le ha sucedido al padre Giovanni Cavalcoli, cuyas palabras en Radio María han sido calificadas de «afirmaciones ofensivas para los creyentes y escandalosas para los que no creen» por el Vicesecretario de Estado monseñor Angelo Becciu.

Pero para escándalo el provocado por la toma de posición del prelado vaticano, que demuestra desconocer la teología católica y las enseñanzas de los papas, por ejemplo Benedicto XVI, que en la audiencia del 18 de mayo de 2011, hablando de la intercesión de Abrahán por Sodoma y Gomorra, las dos ciudades bíblicas castigadas por Dios a causa de sus pecados, declaró:

«El Señor estaba dispuesto a perdonar, deseaba hacerlo, pero las ciudades estaban encerradas en un mal total y paralizante, sin contar ni siquiera con unos pocos inocentes de los cuales partir para transformar el mal en bien. Porque es éste precisamente el camino de salvación que también Abrahán pedía: ser salvados no quiere decir simplemente escapar del castigo, sino ser liberados del mal que hay en nosotros. No es el castigo el que debe ser eliminado, sino el pecado, ese rechazar a Dios y el amor que ya lleva en sí mismo el castigo. Dirá el profeta Jeremías al pueblo rebelde: “Tu propia apostasía te escarmentará. Aprende que es amargo y doloroso abandonar al Señor tu Dios” (Jer. 2,19)».

¿Como olvidar que entre agosto y septiembre de 2016 se han celebrado los primeros matrimonios civiles en Italia? «Lo reconstruiremos todo», ha declarado el primer ministro italiano Matteo Renzi.

Pero el pasado 23 de julio el mismo Renzi refrendó con su firma el decreto ejecutivo de la Ley 76/2016, conocida como Ley Cirinnà, que legaliza el matrimonio homosexual en Italia. Esta ley supone un terremoto moral, porque derriba los muros de la ley divina natural. Es impensable que una ley tan deplorable no vaya a tener consecuencias. Nadie que tenga dos dedos de frente puede dejar de darse cuenta. Hoy en día el hombre se rebela contra Dios, y a su vez la naturaleza se rebela contra el hombre. Mejor dicho, el hombre se rebela contra la ley natural, que tiene sus cimientos en Dios, y entonces estalla el desorden en la naturaleza.

La ley Cirinnà no destruye las viviendas, pero sí hace pedazos la institución familiar, originando una devastación moral y social igual de grave que la causada materialmente por el terremoto

No puede negársenos el derecho a pensar que el desorden de la naturaleza lo permite Dios a consecuencia de la negación del orden natural efectuada por las clases dirigentes de Occidente. Y dado que los símbolos admiten lecturas diversas, no se puede tildar de equivocados a quienes ven en la fachada de una catedral el símbolo de lo que hoy –considerándolo en su aspecto humano– parece permanecer en pie en la Iglesia Católica: una pila de escombros. Las declaraciones de monseñor Becciu, uno de los más estrechos colaboradores del papa Francisco, constituyen la expresión de un mundo eclesiástico en ruinas que desencadena otras ruinas.

De la promulgación de la exhortación Amoris Laetitia a los honores rendidos a Lutero en Lund, el papa Francisco no ha contribuido desde luego a poner orden en este mundo en ruinas.

El Papa no deja de repetir que no se deben construir muros, sino que es necesario abatirlos: pero los muros se vienen abajo, y con ellos se hunden la fe y la moral católica, y la civilización cristiana, que en Nursia –patria de San Benito– tiene su cuna simbólica.

No obstante, si la catedral está en pedazos, queda en pie frente a ella la estatua de San Benito en el centro de la plaza. En torno a esta estatua se ha congregado un grupo de monjes, monjas y laicos para rezar el rosario. Eso es igualmente un mensaje simbólico que nos habla de la única reconstrucción posible: la que se hace de rodillas, en oración.

Ahora bien, junto a la oración es asimismo necesaria la acción, la lucha, el testimonio público de nuestra fe en la Iglesia y en la civilización cristiana que resurgirá de las ruinas. La Virgen también lo prometió en Fátima. Pero para antes del triunfo de su Corazón Inmaculado, la Santísima Virgen anunció también un castigo planetario para una humanidad impenitente. Hay que tener valor para recordarlo.

Roberto de Mattei

domingo, 6 de noviembre de 2016

¿Un terremoto puede ser un castigo divino? (Padre Elías)





El domingo pasado, el sacerdote Giovanni Cavalcoli, de la Orden de los Dominicos, hizo unas declaraciones en Radio María, diciendo: "Que los terremotos de estos días en Italia son un castigo divino, por las uniones civiles entre homosexuales".

Sus palabras generaron tanto escándalo y desconcierto que el Vaticano condenó sus palabras y emitió un comunicado de la Secretaría del Estado, que lo podemos ver aquí. La noticia está en italiano y aquí la transcribo: “Son afirmaciones ofensivas para los creyentes y escandalosas para el que no cree”. Son palabras de Monseñor Angelo Becciu. Este obispo ha explicado que se trata de “afirmaciones del período precristiano y no responden a la teología de la Iglesia, porque son contrarias a la visión de Dios, ofrecida por Cristo. Los que han padecido el terremoto nos perdonen. A ellos solidaridad de parte del Papa” Y continúa Monseñor Becciu: “Cristo nos ha revelado el Rostro de Dios Amor, no de un Dios caprichoso y vengativo. Esta es una visión pagana, no cristiana”.

Radio María Italia lo ha suspendidoSin embargo, el padre Giovanni Cavalcoli en una entrevista a otro medio de comunicación, no ha pedido excusas, al contrario se ha reafirmado diciendo: “Confirmo todo, terremotos provocados por los pecados del hombre, como las uniones civiles. Y el Vaticano que repase el Catecismo”.

Una primera mirada a las declaraciones del sacerdote dominico, parece que le falta amor en el corazón y que el obispo que, en nombre del Vaticano, condena sus palabras y pide perdón a las víctimas de los terremotos, está de verdad hablando en nombre del Señor.

Esto merece una reflexión de parte nuestra. Estoy convencido que en las tragedias de la naturaleza como los terremotos, inundaciones, huracanes, hay cosas que se pueden explicar científicamente y que se puede salvar muchas vidas con prevención. Hay muchas muertes absurdas por errores humanos y por intereses personales, cuando por ejemplo se roban los dineros destinados a obras de construcción. La gente más pobre muchas veces construye sus casas en terrenos de alto riesgo y eso tendría una explicación. Hay también ciudades y pueblos en Europa que son muy antiguos y sus construcciones pueden fácilmente derrumbarse incluso ante temblores de magnitud moderada.

Personalmente y creo que todo buen cristiano siente cercanía hacia las personas que sufren y les ofrecemos todo nuestro afecto a los sobrevivientes y las familias que han perdido a sus seres queridos, pero otra cosa muy distinta es no saber discernir y condenar sin más a este sacerdote por sus palabras.

Es curioso que no se haya retractado y que tenga la osadía de decirle al Vaticano que estudie o repase el Catecismo. Veamos qué nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica, qué nos dicen los santos y sobre todo la Palabra de Dios.

Catecismo: “Es también el temor de ofender el amor de Dios y de provocar su castigo”. 2090. Ver aquí

Palabras de Benedicto XVI: “Si contemplamos la historia, nos vemos obligados a constatar a menudo la frialdad y la rebelión de cristianos incoherentes. Como consecuencia de esto, Dios, aun sin faltar jamás a su promesa de salvación, ha tenido que recurrir con frecuencia al CASTIGO”. Sus palabras se encuentran en esta homilia del 5 de octubre de 2008. Pues que alguno condene ahora al Papa por sus palabras. Y no estamos hablando del período precristiano.

San Juan Pablo II: “A lo largo de todo el cántico del capítulo 13 de Tobías se repite a menudo esta convicción: el Señor “castiga y tiene compasión… os ha castigado por vuestras injusticias, mas tiene compasión de todos vosotros… te castigó por las obras de tus hijos, pero volverá a apiadarse del pueblo justo” (vv. 2. 5. 10). Dios recurre al castigo como medio para llamar al recto camino a los pecadores sordos a otras llamadas. Sin embargo, la última palabra del Dios justo sigue siendo la del amor y el perdón; su deseo profundo es poder abrazar de nuevo a los hijos rebeldes que vuelven a él con corazón arrepentido”. Lean las palabras del Papa aquí

Y en la Sagrada Escritura que es Palabra de Dios, hay muchos textos y no solo en el Antiguo Testamento sino también en el Nuevo para que no nos digan que el lenguaje es precristiano. Entonces qué? Tiramos el Antiguo Testamento a la basura?

“E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna” (Mateo 25,46)

“Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual dará a cada cual según sus obras: a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; mas a los rebeldes, indóciles a la verdad y dóciles a la injusticia: cólera e indignación” (Romanos 2,5-8).

“Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal” (2 Corintios 5,10). “Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo” (Hebreos 10,30); “en medio de una llama de fuego, y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús” (2 Tesalonicenses 1,8)

“Sólo se oye hablar de inmoralidad entre vosotros, y una inmoralidad tal, que no se da ni entre los gentiles, hasta el punto de que uno de vosotros vive con la mujer de su padre…Pues bien, yo por mi parte corporalmente ausente, pero presente en espíritu, he juzgado ya, como si me hallara presente, al que así obró: que en nombre del Señor Jesús, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de Jesús Señor nuestro, sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el Día del Señor” (1 Corintios 5,2-5). Sabemos bien que luego el apóstol Pablo explica que el castigo buscaba su conversión.

En los Hechos de los Apóstoles son castigados Ananás y su mujer Safira por haber mentido al Espíritu Santo. (Hechos 5,1-10).

La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados (CEC 1031)

Y en el Antiguo Testamento ¿dónde dejamos los relatos del Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, las Plagas de Egipto, la amenaza a la destrucción de Nínive, el castigo a David por el adulterio y asesinato de Urías?.

Bueno la lista es larga…

Creo que a este hermano sacerdote le faltó decir más motivos por los que el Señor nos puede castigar. No sólo por las uniones homosexuales, sino también por los abortos que son legales en muchos países de Europa y el mundo, por la incredulidad, por las injusticias, por el aburguesamiento del clero, por los sacrilegios cometidos contra la Eucaristía, por el ateísmo y la masonería de muchos eclesiásticos, por negociar la fe con los herejes, por arrodillarse ante Buda, ante los musulmanes, antes los judíos que aún no aceptan a Cristo, por el comunismo y marxismo que campea en las facultades de “teología” y en los seminarios. Por la homosexualidad en los conventos, por todo esto y mucho más…

Mueren muchos inocentes sí, pero también muchos culpables. No estamos apuntando el dedo contra nadie: que cada uno revise su corazón. Yo haré mi parte. ¡Le pido al Señor la gracia de mi conversión!

Viva el Sagrado Corazón Nuestro Rey y Viva el Corazón Inmaculado de María.

Maranatha, Ven Señor Jesús.

Padre Elías

sábado, 5 de noviembre de 2016

A PROPÓSITO DE LUTERO (ALGUNOS LINKS)




Anotaciones de Javier Barraycoa












INFOCATÓLICA








El Ecumenismo sigue sumando Confusión y Desconcierto (Mario Caponnetto)




«EL PROSELITISMO ES PECADO» (Alejandro Sosa Laprida)




LUTERO Y EL TERREMOTO (In Expectatione)



Hacia la desacralización final de la eucaristía (Antonio José Sánchez Sáez, del blog "Como vara de almendro")

Hay también una colección de 16 videos cuyo titulo es "Lutero, el monje maldito" de unos 45 minutos de duración cada uno. Aunque he escuchado solo un poco me dan una impresión bastante acertada, a mi entender, acerca de la objetividad de lo que se escucha en ellos.

Jose Martí


NOTA: Tenemos aquí solo una muestra de la ingente cantidad de tinta que se ha vertido sobre este asunto de Lutero. Para documentarse bien, lo mejor que conozco es lo que escribió el padre Ricardo García-Villoslada sobre Martin Lutero, en dos tomos editados por la BAC: "El fraile hambriento de Dios" (Tomo I) y "En lucha contra Roma" (Tomo II)

viernes, 4 de noviembre de 2016

Obispo Schneider: “Ya hemos tenido una respuesta infalible a los errores de Martin Lutero”


FUENTE: HEMOS VISTO (Adelante la Fe)


Claire Chretien de LifeSiteNews ha publicado hoy un nuevo video de preguntas y respuestas con el obispo Athanasius Schneider en el Cosmos Club de Washington DC después de su conferencia del 20 de octubre de 2016. 

En él se le preguntó sobre la declaración del Papa Francisco de que Martín Lutero “no se equivocó” sobre la justificación. Él respondió, en parte:

Ya hemos tenido una respuesta infalible a los errores de Martín Lutero: el Concilio de Trento. Las enseñanzas del Concilio de Trento sobre los errores de Lutero, repito, son infalibles, ex cathedra. Y los comentarios del Papa en el avión no son ex cathedra.

Esos comentarios particulares empiezan en el minuto 1:43 en el video, pero vale la pena ver las preguntas y respuestas completas. La duración del vídeo es 23:26 minutos.



El video, que está en inglés, se puede ver subtitulado en dicho idioma a medida que hablan.

500 años después, de rodillas ante Lutero (Roberto de Mattei)



Lo decimos con profundo dolor. Se diría que es una nueva religión la que ha surgido el pasado 31 de octubre en Lund durante el encuentro ecuménico entre el papa Francisco y los representantes de la Federación Luterana Mundial. Una religión cuyos puntos de partida están claros pero su meta es oscura e inquietante.

La consigna que más ha resonado en la catedral de Lund es la necesidad de un «camino común» que lleve a católicos y luteranos a pasar «del conflicto a la comunión». Tanto el papa Francisco como el pastor Martin Junge, secretario de la Federación Luterana, aludieron en sus respectivos sermones a la parábola evangélica de la vid y los sarmientos. Los católicos y los luteranos serían ramas secas de un mismo tronco que no lleva fruto a causa de la separación de 1517. Pero nadie sabe cuáles serían esos «frutos». Lo que por el momento parecen tener en común católicos y protestantes no es sino una profunda crisis, si bien por causas diversas.

El luteranismo ha sido uno de los principales factores de secularización de la sociedad occidental, y hoy en día agoniza por la coherencia con que ha desarrollado los gérmenes de disolución que llevaba en sí desde su nacimiento. A la vanguardia de la secularización han estado los países escandinavos, a los que durante mucho tiempo se ha considerado un modelo para nuestro futuro. Pero Suecia, después de transformarse en la patria del multiculturalismo y de los derechos homosexuales, es actualmente un país en el que apenas el 2 % de los luteranos son practicantes, mientras que el 10% de la población sigue la religión islámica.

Por el contrario, la Iglesia Católica atraviesa una crisis de autodemolición por haber abandonado su Tradición para abrazar el proceso de secularización del mundo moderno, precisamente mientras éste se descomponía. Los luteranos buscan en el ecumenismo un soplo de vida, y la Iglesia Católica no advierte en dicho abrazo el hálito de la muerte.

En la ceremonia de Lund se ha afirmado también: «Lo que nos une es más de lo que nos divide». Pero ¿qué es lo que une a católicos y luteranos? Nada salvo el bautismo, que es el único de los siete sacramentos que reconocen los luteranos. En realidad, para los católicos el bautismo limpia el pecado original, mientras que para las luteranos no puede eliminarlo, porque para ellos la naturaleza humana es radicalmente corrupta y el pecado es invencible. La fórmula de Lutero «peca mucho pero cree mucho más» sintetiza su pensamiento. El hombre es incapaz de hacer el bien y no puede sino pecar y abandonarse ciegamente a la misericordia divina. De un modo arbitrario e inapelable, Dios decide quien se salva y quien se condena. No existe la libertad, sino tan sólo la rigurosa predestinación de los elegidos y los condenados.

La Sola Fe va acompañada de la Sola Escritura. Para el católico, son dos las fuentes de la Revelación: las Sagradas Escrituras y la Tradición. Los luteranos eliminan la Tradición afirmando que el hombre debe tener una relación directa con Dios, prescindiendo de intermediarios. Es el principio del libre examen de las Escrituras, del que proceden el individualismo y el relativismo contemporáneo. Dicho principio supone la negación del papel de la Iglesia y del Papa, al que Lutero define como «apóstol de Satanás» y «anticristo».

Lutero odiaba sobre todo al Papa y la Misa católica, a la que quiso reducir a mera conmemoración, negando su carácter de sacrificio y la transustanciación, que convierte el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo. En cambio, para los católicos la renovación incruenta del sacrificio de Cristo que tiene lugar en la Misa es la única fuente de gracia divina. ¿Se trata de simples incomprensiones y malentendidos?

El papa Bergoglio ha declarado en Lund: «También nosotros debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón». Y añadió: «Se tiene que reconocer con la misma honestidad que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel.» 

¿Quiénes son esos «hombres de poder»? ¿Los papas y santos que desde el principio han combatido el luteranismo? ¿La Iglesia que lo condena desde hace cinco siglos? 

El Concilio de Trento tuvo la última palabra sobre sobre la incompatibilidad entre la fe católica y la protestante. No podemos seguir al papa Francisco por un camino diferente.

Roberto de Mattei



NOTA: Puede leerse también el artículo de Sandro Magister titulado Feliz cumpleaños para Lutero. Pero en tono menor

DERECHO A LA INMORALIDAD Y DERECHO A LA IMBECILIDAD (Eulogio López)



DURACIÓN 1:39 MINUTOS

COMENTARIO

Efectivamente, ¡no existe el derecho al error! ¿Derecho a mentir? ¿Derecho a violar? ¿Derecho a la homosexualidad? ¿Derecho al adulterio? ¿Derecho a robar? ¿Derecho a matar? ¿Derecho al aborto? ¿Derecho a insultar? ¿Derecho a fornicar? ¿Derecho a decidir el propio sexo?

En definitiva: no existe el derecho a saltarse a la torera la Ley de Dios. Quien así procede, comete una grave injusticia, no sólo contra Dios sino también contra los demás.

Una humanidad que se ha vuelto loca al rechazar a Dios amenaza con su autodestrucción

José Martí

El Video del Papa 11 – Países acogiendo a refugiados – Noviembre 2016


DURACIÓN 1:08 MINUTOS

Con este vídeo se acaban todos los correspondientes al "año de la misericordia" que finaliza el 20 de Noviembre, festividad de Cristo Rey

La apostasía inmanente (Padre Alfredo Saenz)


DURACIÓN 14:56 MINUTOS

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Una Gestora para Francisco (Fray Gerundio)



Es sabido que el Partido Socialista tuvo que redireccionarse hace un mes. La explicación iba de la mano de la locura en que había caído el Secretario General (Pedro Sánchez), cuando comenzó a conversar-dialogar-chalanear-planear con los izquierdistas más chuscos, chabacanos y de totalitarismo de baja estofa. Se le había subido tanto el cargo a la cabeza, se le había aumentado tanto la ambición, que estaba dispuesto a destrozar el partido con tal de llegar al poder. Encabritó, incluso a los que lo habían colocado en el puesto. La respuesta no se dejó esperar. Se formó lo que ellos llaman una “Gestora” que en un plis plas lo descabalgó de la Secretaría, nombró a un señor no-ambicioso para poner orden y concierto, y destrozó de golpe y porrazo lo que hubiera sido un descalabro para todo el Partido y -por supuesto-, para España.

No digo esto para poner como ejemplo a los socialistas, que tanto daño han hecho aquí y allá. Tampoco lo digo para poner en la picota a los actores de tamaña resolución. Es que se me ha ocurrido esto durante el rezo de Nona (con perdón), al repensar y recalcular los males que este llamado Papa está causando en la Iglesia. Los actos del pasado lunes en Lund (Suecia) están dividiendo a la Catolicidad, como otrora dividieron a la Cristiandad los de su amiguete Lutero. Ha sido de escándalo su afirmación de lo mucho que debemos a la Reforma y al Reformador. Basta ver lo que las páginas más cuidadosas con su persona y más delicadas a la hora de expresarse, están poniendo estos días. Se puede ver por aquí, o por aquí. Pero es que todas ellas tiene razón: este hombre está para que le coja por banda una Gestora de Urgencias y lo ponga de patitas en la calle.

La capacidad de enredo de este señor es impresionante. Incluso está dividiendo también a los mismos protestantes. Es increíble -y he de reconocer que muy divertido y jocoso-, ver el comunicado que hoy ha hecho la página protestante digital, poniendo en solfa el luteranismo de los suecos y suecas, enredados en lesbianismos y en una difícilmente aceptable fidelidad a Lutero (sic). Total que Francisco, cuando tiende puentes y abre espacios de diálogo superiores al tiempo, irrita incluso a los propios protestantes. No se conforma con amostazar a los católicos que todavía piensan, sino que además cabrea a los protestantes que todavía quieren que la Iglesia Católica abandone más su catolicidad. Ahora va a resultar que los pepinillos en vinagre que critican el viaje del Papa a Suecia están en comunión con los de protestante digital. Algo va mal. En Roma deberían analizar este tema, si el Jefe les deja.

Resultado: un fiasco, un lío y un fracaso. Todo, para seguir destruyendo el Catolicismo y la Tradición de la Iglesia que ya dejó claro en Trento por dónde iban los tiros.

Yo creo que haría falta una Gestora de Cardenales, como se habría hecho en otro tiempo, que le diga BASTA YA y que lo mande a beber mate en un sanatorio con buenos aires y con la puerta de salida cerrada.

Lamentablemente, los Cardenales que deberían actuar no lo hacen. No sé si por miedo, por complacencia, por acongojo o por imposibilidad. Lástima que ahora resulte que los socialistas son más valientes para sus cosas que los cardenales para las suyas. Tal como dijo el Señor: Los hijos de las tinieblas, son más sagaces que los hijos de la luz.

Esperaremos en el monasterio alguna declaración del pronto-flamante cardenal Osoro. O de alguno de los cardenales de Papúa, Mauricio, Chichihuahua o lo que sea. Porque ahora los cardenales ya se sabe que no son de Toledo, o de cualquier diócesis de tradición secular. Quizá por eso la Corte Pontificia está ahora tan dispersa.

Si no se formara la Gestora, al menos podría formarse un buen lío si alguno o algunos, se levantaran ya de una vez en contra de este Totalitarismo Personal. Como le dijo Dios a Abraham: –Si hubiera diez justos, no destruiría Sodoma.

Pues eso. A ver si conseguimos una Gestora con diez representantes.
Fray Gerundio

"La doctrina religiosa de Lutero" (Por el padre Alfredo Saenz)

Un estudio muy completo, riguroso y objetivo del luteranismo; de la doctrina de Lutero, en definitiva, tomando como base de reflexión los estudios del padre García-Villoslada, un experto conocedor de Lutero y de la Historia de la Iglesia. Altamente aconsejable.

Duración: 1 hora16 minutos
 

martes, 1 de noviembre de 2016

ORACIÓN ECUMÉNICA CONJUNTA EN LA CATEDRAL LUTERANA DE LUND (Papa Francisco en Lund, Suecia) [Comentada por José Martí]

FUENTE: VATICANO

(31 DE OCTUBRE - 1 DE NOVIEMBRE 2016)


HOMILÍA DEL SANTO PADRE

Lund
Lunes 31 de octubre de 2016

«Permaneced en mí, y yo en vosotros» (Jn 15,4). Estas palabras, pronunciadas por Jesús en el contexto de la Última Cena, nos permiten asomarnos al corazón de Cristo poco antes de su entrega definitiva en la cruz. Podemos sentir sus latidos de amor por nosotros y su deseo de unidad para todos los que creen en él. Nos dice que él es la vid verdadera y nosotros los sarmientos; y que, como él está unido al Padre, así nosotros debemos estar unidos a él, si queremos dar fruto.

En este encuentro de oración, aquí en Lund, queremos manifestar nuestro deseo común de permanecer unidos a él para tener vida. Le pedimos: «Señor, ayúdanos con tu gracia a estar más unidos a tí para dar juntos un testimonio más eficaz de fe, esperanza y caridad». Es también un momento para dar gracias a Dios por el esfuerzo de tantos hermanos nuestros, de diferentes comunidades eclesiales, que no se resignaron a la división, sino que mantuvieron viva la esperanza de la reconciliación entre todos los que creen en el único Señor.

Católicos y luteranos hemos empezado a caminar juntos por el camino de la reconciliación


 [¿A costa de qué? ¿Es que existe un proselitismo inverso? Nosotros, los católicos, no podemos intentar convencer a nadie de que su postura es errónea ... pero debemos reconocer nuestros errores y dejarnos convencer por aquellos que abandonaron la fe y se separaron de la Iglesia, siendo excomulgados: ¡Aquí falla algo! ¡No veo la lógica por ninguna parte!]

Ahora, en el contexto de la conmemoración común de la Reforma de 1517, tenemos una nueva oportunidad [¿?] para acoger un camino común [¿?], que ha ido conformándose durante los últimos 50 años en el diálogo ecuménico [¿estaban equivocados todos los papas anteriores al Concilio Vaticano II?] entre la Federación Luterana Mundial y la Iglesia Católica. No podemos resignarnos [¿Ellos o nosotros?] a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre nosotros. Tenemos la oportunidad de reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos [Yo pienso que no ha habido ningún malentendido, puesto que Lutero se definió claramente en contra de la Iglesia y de los Papas y en términos, a veces, que dan miedo] que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros [no puede haber comprensión cuando no hay voluntad de cambiar y salir del error. Fueron los protestantes quienes se salieron de la Iglesia y cayeron en herejía formal. Por eso Lutero fue excomulgado]

Jesús nos dice que el Padre es el dueño de la vid (cf. v. 1), que la cuida y la poda para que dé más fruto (cf. v. 2). El Padre se preocupa constantemente de nuestra relación con Jesús, para ver si estamos verdaderamente unidos a él (cf. v. 4). Nos mira, y su mirada de amor nos anima a purificar nuestro pasado y a trabajar en el presente para hacer realidad ese futuro de unidad que tanto anhela.

También nosotros [¿hablamos de los protestantes o de los católicos?] debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón ...

[Por supuesto, pero sólo por la corrupción existente entonces ... que, todo hay que decirlo, hoy la hay mayor que en aquellos tiempos; pero lo que no se puede hacer es ceder en la Doctrina. Hay puntos que son irreconciliables entre católicos y luteranos. La única posibilidad de unión real y no ficticia es que, arrepentidos de sus errores por haberse separado de la verdadera y única Iglesia, que es la Iglesia católica, estos "hermanos separados" vuelvan al redil y así se cumpla la voluntad de Jesucristo de ser un sólo rebaño y un sólo Pastor. El buen Pastor es Jesucristo. Y luego, como Vicarios y representantes suyos en la tierra, deberían de serlo todos los sucesores de Pedro en el Papado. Hasta el momento presente, durante casi dos mil años, pese a los errores cometidos por la parte humana de la Iglesia, nunca jamás se había puesto en discusión la Doctrina. A las cosas se les llamaba por su nombre. Lo malo estaba mal. Y lo bueno estaba bien. Y esto seguirá siendo así, pues no se puede ir en contra de la naturaleza de las cosas. El "diálogo" no consiste en ceder en puntos que son esenciales y que constituyen la esencia de la Iglesia, como es la Presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, entre otros, sino en ayudar a  quienes se han separado a reconocer sus errores para que vuelvan así al único camino que conduce a la Vida y que va unido necesariamente a la pertenencia a la Iglesia católica, fuera de la cual no hay salvación. Esto es de fe]

Solamente Dios es el juez.

[Cierto, pero Jesús dijo: "Tú eres Pedro. Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella" Te daré las llaves del Reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 18-19). Y ni Jesús ni la Iglesia pueden contradecirse, so pena de destruirse. Y así, las verdades de fe definidas como tales a lo largo de la Historia de la Iglesia no pueden cambiarse. Es un atar y desatar que va unido al cumplimiento de la voluntad de Dios, manifestada en Jesucristo, junto a la Tradición de la Iglesia y a su Magisterio. El papa no es el dueño de la Palabra divina ni puede contradecir, sin grave daño, el Magisterio anterior de la Iglesia, pues éste, entonces, desaparecería y con él la Iglesia]

Se tiene que reconocer con la misma honestidad y amor que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel, que siempre y en todo lugar necesita estar guiado con seguridad y ternura por su Buen Pastor. Sin embargo, había una voluntad sincera por ambas partes de profesar y defender la verdadera fe [Bueno, los hechos demuestran lo contrario; y los hechos son los que cuentan acerca de esa buena voluntad]pero también somos conscientes [¿quiénes, los católicos o los protestantes?] que nos hemos encerrado en nosotros mismos 

[¿Qué significa esto de encerrarse en nosotros mismos? Desde luego si se trata de mantener la integridad del Mensaje recibido, entonces bendito encerramiento; pues el católico, por esencia, no se cierra a sí mismo, pues le urge la caridad de Cristo y quiere proclamar su mensaje por todo el mundo, apelando siempre, por supuesto, y respetando, la libertad de las personas]

por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente.

[Pero, ¿qué temor o qué prejuicios puede haber? El que ama la verdad viene a la Luz. Esta Luz es Cristo. Y Cristo manifestado no en la sola Escritura, que cada cual interpreta a su manera, sino Cristo que es el Camino, la Verdad y la Vida ... Y que para que su Mensaje no cayera en el vacío o en interpretaciones contradictorias fundó su Iglesia. La Tradición y el Magisterio de la Iglesia son esenciales para comprender bien el Mensaje de Jesucristo de una manera tal que no dé lugar a confusiones. Y esto sólo es posible en el seno de la Iglesia Católica, pese a que muchos de sus miembros, incluidos los de la Jerarquía eclesiástica, hayan perdido la fe y defiendan lo que es indefendible para un católico ... ¡y todo ello sin que se les llame la atención por parte de las más altas esferas: al contrario, son promocionados a rangos de mayor categoría! No estamos precisamente en condiciones de juzgar un pasado que, en lo esencial fue fiel, lo que ahora no está ocurriendo]

El Papa Juan Pablo II decía: «No podemos dejarnos guiar por el deseo de erigirnos en jueces de la historia, sino únicamente por el de comprender mejor los acontecimientos y llegar a ser portadores de la verdad» (Mensaje al cardenal Johannes Willebrands, Presidente del Secretariado para la Unidad de los cristianos, 31 octubre 1983). Dios es el dueño de la viña, que con amor inmenso la cuida y protege; dejémonos conmover por la mirada de Dios; lo único que desea es que permanezcamos como sarmientos vivos unidos a su Hijo Jesús. Con esta nueva mirada al pasado no pretendemos realizar una inviable corrección de lo que pasó, sino «contar esa historia de manera diferente» (Comisión Luterano-Católico Romana sobre la Unidad, Del conflicto a la comunión, 17 junio 2013, 16).

[Es difícil de entender que se pueda contar la historia de manera diferente. Lo que pasó, pasó. Y en ese sentido, no ha habido ningún movimiento por parte de los luteranos en acercarse a la Iglesia Católica, la cual les abriría sus puertas con sumo gozo, si admitiesen sus herejías y arrepintiéndose de ellas, adquiriesen un correcto conocimiento de la Iglesia, dado que en ello les va su propia salvación. Y, al hablar así, no considero estar siendo un hipócrita. Sé que soy un gran pecador. Pero no ceso de dar gracias a Dios por haber colocado en mi camino a sacerdotes fieles que me han enseñado la importancia fundamental que tiene el permanecer unidos a la única Iglesia verdadera, fundada por Jesucristo, sobre la roca de Pedro. Y ésta no es otra que la Iglesia católica. Y quiero poder decir con san Pablo: "Sé muy bien de quién me he fiado" (2 Tim 1, 12]

Jesús nos recuerda: «Sin mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Él es quien nos sostiene y nos anima a buscar los modos para que la unidad sea una realidad cada vez más evidente. 

[Eso es verdad. Pero no puede haber unidad si no es en la Verdad, no "mi verdad", sino "la Verdad" que nos ha sido revelada por Jesucristo y que sólo puede encontrarse a través de la Iglesia que Él fundó. Cualquier otro tipo de unidad no sería sino una farsa y una pantomima; una pérdida de tiempo, en definitiva. Y todo ello es porque estamos necesitados de una mayor fe, además de que se da el hecho de que son millones los católicos que no conocen su fe, desde hace ya más de 50 años, porque no se les ha enseñado o se les ha enseñado mal, haciendo hincapié en cosas banales, en lugar de predicar a Jesucristo y a éste crucificado. Ése ha sido el gran error]

Sin duda la separación ha sido una fuente inmensa de sufrimientos e incomprensiones; pero también nos ha llevado a caer sinceramente en la cuenta de que sin él no podemos hacer nada, dándonos la posibilidad de entender mejor algunos aspectos de nuestra fe. [¿Por ejemplo?]

Con gratitud reconocemos que la Reforma ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia. A través de la escucha común de la Palabra de Dios en las Escrituras, el diálogo entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial, del que celebramos el 50 aniversario, ha dado pasos importantes. Pidamos al Señor que su Palabra nos mantenga unidos, porque ella es fuente de alimento y vida; sin su inspiración no podemos hacer nada.

[Esta idea acerca de la Reforma, que -según Francisco- "ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura", es falsa. En un excelente artículo de Bruno, de Infocatólica, titulado "La Reforma hizo un gran daño a la comprensión de la Escritura"  se puede leer: 

Comprendo perfectamente que el Papa desee llevarse bien con los protestantes, pero de nada sirven esos deseos si intentamos cumplirlos a costa de la verdad. Y la verdad es que el día que Lutero (supuestamente) clavó sus tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg fue un día funesto para la comprensión de la Escritura. Aunque fuera inconscientemente, pocas personas en la historia habrán dañado más que Lutero la verdadera comprensión cristiana de la enseñanza de la Biblia.No caigamos en el mismo gravísimo error sólo por intentar llevarnos bien con todo el mundo.Recordémoslo una vez más: la verdadera caridad siempre está basada en la verdad.]

La experiencia espiritual de Martín Lutero nos interpela y nos recuerda que no podemos hacer nada sin Dios. «¿Cómo puedo tener un Dios misericordioso?». Esta es la pregunta que perseguía constantemente a Lutero.

En efecto, la cuestión de la justa relación con Dios es la cuestión decisiva de la vida. Como se sabe, Lutero encontró a ese Dios misericordioso en la Buena Nueva de Jesucristo encarnado, muerto y resucitado. Con el concepto de «sólo por la gracia divina», se nos recuerda que Dios tiene siempre la iniciativa y que precede cualquier respuesta humana, al mismo tiempo que busca suscitar esa respuesta. La doctrina de la justificación, por tanto, expresa la esencia de la existencia humana delante de Dios.

[Pero entendamos bien la idea de la justificación, pues el lema de Lutero era: "Peca fuertemente, pero cree aún más fuertemente". Según él la naturaleza humana está corrompida por el pecado. El hombre no puede sino pecar. Y ese pecado no es eliminado ni siquiera por Dios. Él dice: Jesús me salvará porque yo creo en Él. Y punto. A partir de ahí, puede ser fornicario, ladrón, avaricioso, criminal, etc... Eso es lo de menos. Está "condenado" a actuar así. Ésa es su naturaleza. Pero Dios lo salvará porque Dios es bueno; y Dios entiende que él no puede hacer otra cosa que no sea pecar. Eso sí: debe de creer. Esta teoría de la justificación no se parece en nada a la justificación católica, según la cual, aun cuando es verdad que sólo Dios salva, sin embargo, ha querido contar con nosotros y con nuestra cooperación en esa tarea de nuestra salvación. Él quiere salvarnos y sólo Él nos salvará (con nuestras solas fuerzas no podríamos. Si así lo creyéramos caeríamos en el pecado de Pelagio), pero no salvará a todos, sino sólo a aquellos que pongan de su parte, a aquellos que hayan creído en el amor que Él les tiene y que intentan, todos los días, y a cada momento de cada día, corresponder a ese amor con un amor semejante.

Él quiere ver nuestra buena voluntad, quiere ver en nosotros, en cada uno, que Él es lo más importante en nuestra vida. Cuenta con nuestra debilidad y con nuestros pecados y traiciones, pero eso lo permite para que aumente nuestra humildad y para hacernos ver y entender hasta qué extremo nos ha querido y nos quiere ... pues incluso cuando pecamos, si nos arrepentimos de corazón y con propósito de enmienda, acudiendo al sacramento de la Confesión, nuestros pecados quedan completamente borrados, como si nunca hubiesen sido cometidos. Por eso se habla en la Biblia del hombre nuevo y de la nueva criatura, refiriéndose a aquellos que se han dejado conducir plenamente y en totalidad, por Jesucristo, Señor Nuestro. 

Es más: aunque por nosotros mismos no merecemos nada, la participación en el Cuerpo Místico de Cristo nos da la posibilidad, real, de que nuestros méritos son realmente nuestros, pues así lo ha querido hacer Él por nosotros, porque nos quiere. La naturaleza humana está herida por el pecado, pero no está corrompida. El pecado desaparece realmente mediante la Confesión sincera del mismo ante un sacerdote que actúa "in persona Christi". Según Lutero Dios mira para otra parte y nos salva. Pero nuestro pecado permanece y no es eliminado. DE MANERA QUE SON DOS MANERAS COMPLETAMENTE DISTINTAS DE ENTENDER LA JUSTIFICACIÓN. ¿Dónde está el aporte de Lutero?]

Jesús intercede por nosotros como mediador ante el Padre, y le pide por la unidad de sus discípulos «para que el mundo crea» (Jn17,21).

[En efecto, así es. Pero se está refiriendo a sus discípulos, es decir, a los que son católicos y le siguen, en plena fidelidad a la Iglesia instituida por Él. Sin embargo no es el caso de los luteranos, que se han desgajado de la Iglesia. Si nosotros, los que decimos llamarnos católicos, fuésemos uno, como Jesús y el Padre son uno, entonces "el mundo creería en Jesucristo como enviado por el Padre para nuestra salvación" (cfr Jn 17, 21)]

Esto es lo que nos conforta, y nos mueve a unirnos a Jesús para pedirlo con insistencia: «Danos el don de la unidad para que el mundo crea en el poder de tu misericordia». 

Este es el testimonio que el mundo está esperando de nosotros. Los cristianos seremos testimonio creíble de la misericordia en la medida en que el perdón, la renovación y reconciliación sean una experiencia cotidiana entre nosotros. Juntos podemos anunciar y manifestar de manera concreta y con alegría la misericordia de Dios, defendiendo y sirviendo la dignidad de cada persona. 

[Yo añadiría que esta dignidad de la persona humana nos viene de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Es verdad que tenemos que amar al prójimo como a nosotros mismos. Pero éste es el segundo mandamiento. No hay que olvidarlo. El primero es amar a Dios sobre todas las cosas. Y es el primer mandamiento el que da sentido al segundo. De lo contrario, la caridad queda reducida a pura solidaridad humana, sin referencias a Dios. Es importante tener esto "in mente" a la hora de actuar, si queremos hacerlo como católicos].

Sin este servicio al mundo y en el mundo, la fe cristiana es incompleta [con la salvedad que acabo de hacer: amamos al mundo porque lo amamos a Él]

Luteranos y católicos rezamos juntos en esta Catedral y somos conscientes de que sin Dios no podemos hacer nada; pedimos su auxilio para que seamos miembros vivos unidos a Él [Para ser miembros vivos del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia, es necesario formar parte de la Iglesia. Éste es un "detalle" importante] siempre necesitados de su gracia para poder llevar juntos su Palabra al mundo, que está necesitado de su ternura y su misericordia.

Francisco

lunes, 31 de octubre de 2016

Obispo Schneider: En tiempos de crisis, Dios hace uso de los pequeños


El 20 de octubre, Su Excelencia el Obispo Athanasius Schneider bendijo una vez más con su visita a los Canónigos Regulares de la Nueva Jerusalén y su Priorato de la Anunciación de la Santísima Virgen María en Charles Town, West Virginia. Celebró una misa acompañada por bellísimos cánticos cantados por un coro. Además, había familias grandes presentes y el Obispo Schneider dio también la primera comunión a un pequeño. Luego de la santa misa, Su Excelencia dio una presentación oral espontánea sin manuscrito preparado.

Esta pequeña presentación fue íntima y bien recibida por los fieles, algunos de los cuales tenían muchas preguntas apremiantes que luego el obispo respondió en conversaciones personales fuera del templo. Es siempre muy conmovedor ver la humildad e inmensa amabilidad del Obispo Schneider – especialmente hacia los pequeños – su profunda fe y amor hacia el pecador. Su confianza en la ayuda de la Madre de Dios está siempre presente, y también insiste en la manera caritativa y respetuosa de hablar con quienes están en desacuerdo dentro de la Iglesia Católica.

Además, luego de su santa misa, en una conversación personal conmigo y mi marido, el Obispo Schneider también alentó a los católicos a firmar la recientemente publicada Declaración de Fidelidad a la Enseñanza Inmutable de la Iglesia sobre el Matrimonio y su Ininterrumpida Disciplina. Por esta razón, ofrecemos aquí un vínculo a dicha solicitud que no sólo ha sido firmada por el mismo obispo Schneider, sino también por el cardenal Carlo Caffarra y el cardenal Raymond Burke, entre otros seis mil firmantes. Desde la publicación de esta declaración – la cual rechaza cualquier cambio en la enseñanza moral tradicional de la Iglesia Católica sobre el matrimonio y la familia, como el presentado en la exhortación post-sinodal Amoris Laetitia – la han firmado muchos sacerdotes y teólogos. Se espera que esta declaración se convierta – como lo fue la Súplica Filial anterior, que fue firmada por más de un millón de católicos – en un signo sincero y perseverante de la fidelidad de muchos católicos en todo el mundo.

Además de este documento, el obispo Schneider ofreció también otras recomendaciones para nosotros los fieles que enfrentamos la crisis y confusión actuales dentro de la Iglesia Católica. En su pequeña charla, después de la misa del 20 de octubre, recomendó que mantengamos nuestra fe y confianza sabiendo que la Iglesia se encuentra en manos de Dios y que Él es más fuerte que cualquier Papa u Obispo. Por tanto, según Schneider, Nuestro Señor hace uso una vez más de los pequeños de la Iglesia como canal de gracia y de renovación. Este prelado magnánimo y caritativo nos recuerda que debemos mantener la caridad hacia nuestros oponentes y el sentido de comunión entre los miembros del cuerpo místico de Cristo en el que, algunas veces, un miembro puede ayudar especialmente al miembro más débil.

Por favor, lean el siguiente texto de su charla tal como fue grabada y luego transcrita por mí, con la aprobación de Su Excelencia el Obispo Athanasius Schneider para que haga uso público de ella. He realizado mi mejor esfuerzo por permanecer fiel a sus palabras grabadas ex corde pleno, pero lamentablemente algunas palabras me resultaron inaudibles.

Maike Hickson
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Obispo Athanasius Schneider
Charles Town, West Virginia, 20 de octubre 2016

Mis queridos hermanos y hermanas,

Me alegra mucho que aquí también haya niños presentes, gente joven, familias, y esto es ciertamente un signo de una verdadera renovación de la Iglesia. Esto nos puede dar realmente confianza y esperanza en medio de tanta confusión que presenciamos fuera y dentro de la Iglesia. Y por lo tanto mantenemos la fe y la confianza, la fe sobrenatural, que la Iglesia está en manos de Dios. La Iglesia no está en nuestras manos. La Iglesia no está en las manos del Papa o de los obispos. La Iglesia está en manos de Dios. Él es el Maestro. Él es la cabeza de la Iglesia. Renovemos esta fe porque la Iglesia es esencialmente una realidad sobrenatural, si bien la Iglesia también es humana y visible.

Quizás en este tiempo de crisis estamos demasiado concentrados en la parte humana de la Iglesia, donde observamos la debilidad, la traición; pero la parte invisible, mística, la realidad sobrenatural de la Iglesia es más grande, más fuerte. Y ninguna fragilidad humana o traición puede destruir la Iglesia, ni siquiera la de los miembros más altos de la jerarquía. Y así lo ha sido siempre en los 2000 años de Iglesia. Entonces, cuando solemos rezar “creo en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica”, debemos renovar nuestra fe en eso, que la Iglesia es una obra de Dios. Y por supuesto, en tiempos de prueba y de crisis, el Espíritu Santo usualmente hace uso de los pequeños de la Iglesia, los que no ostentan el poder – me refiero al poder administrativo. Y así lo fue siempre. Dios siempre elige a los pequeños, los de Nuestra Señora, los siervos de Dios, los pequeños.

Nuestro Señor se hizo pequeño de niño; Nuestro Señor eligió como simples apóstoles a los pescadores; y entonces Nuestro Señor dice, alaba al Padre por haber elegido revelar los misterios del Reino a los pequeños. Y esta es una verdad de la realidad sobrenatural de la Iglesia porque somos el cuerpo místico de Cristo. Mantengámoslo fuerte – el cuerpo místico de Cristo. Donde todos estamos conectados el uno al otro, de manera viva, de manera sobrenatural, pero verdadera. En esta conexión, un miembro de la Iglesia ayuda al otro. Realmente estamos como en un cuerpo vivo, conectados, y también en la Iglesia; por lo tanto cuando algunas veces una parte del cuerpo de Cristo es débil, (quizás en este tiempo lo sean aquellos en el poder, aquellos de la jerarquíaentonces el Espíritu Santo utiliza a los pequeños de Su cuerpo para fortalecer a los que tienen el poder visible

Por tanto, creo que el Espíritu Santo está haciendo lo mismo en nuestro tiempo. Entonces ustedes, mis hermanos y hermanas, los pequeños, los más inocentes pequeños con sus oraciones, sus sacrificios, renuevan la Iglesia. Estas gracias, cuando se celebra la Santa Misa reverentemente, con fe, con dignidad, con reverencia en estos lugares en los que Nuestro Señor es adorado verdaderamente como Dios durante la sagrada comunión – interna y también externamente – en estos lugares está ocurriendo una verdadera renovación de la Iglesia. Y éste es el poder del Espíritu Santo. Y ni siquiera aquellos con autoridad dentro de la Iglesia pueden detener esto. Ni el Papa puede detenerlo, porque ésta es la obra del Espíritu Santo. Y el Papa es más débil que el Espíritu Santo, es tan sólo el débil ministro de Cristo.

Por lo tanto, renovemos verdaderamente nuestra profunda fe sobrenatural, y oremos y hagamos sacrificios por el Papa y los obispos para que reciban nueva fuerza, nuevos dones del Espíritu Santo, especialmente el don del coraje, fortaleza, para ser testigos de nuestra fe, para defender la fe y conducir sus vidas para Cristo. Por favor, oren por ellos, y que Dios envíe más y más santos pastores a la Iglesia en todo nivel, que lo sean de verdad y que tengan el coraje de los apóstoles y den sus vidas por la verdad y por las almas.

Entonces, mis queridos hermanos y hermanas, recordemos en este tiempo, y en todo tiempo de crisis y prueba, que es un tiempo especial de gracias. Y pidan a Nuestro Señor que fortalezca su fe, la fe sobrenatural, y siéntanse orgullosos de la fe católica.

Ustedes conocen su fe. Ustedes tienen el catecismo. Ustedes tienen el catecismo de Baltimore, el catecismo tradicional, ustedes saben que ésa es la fe, y tienen a Nuestro Señor aquí en la santa misa y la sagrada comunión; tienen a los santos, la esperanza. Por lo tanto, den gracias a Dios y siéntanse orgullosos de la fe católica.

Y no permitan ser confundidos por nadie. Digan siempre: “Yo sé en Quien creo.” Tal como dijo San Pablo: “Yo sé.” Y por ésta, mi fe católica, estoy listo para sufrir cuando no es tan [palabras inaudible]… y esta es nuestra riqueza, queridos hermanos y hermanas.

La fe católica, Nuestro Señor en la eucaristía, y cuando tenemos a Nuestro Señor en la Eucaristía, tenemos luego todas las cosas y éste es el misterio para nosotros, y somos las personas más ricas del mundo.

Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo ahora y para siempre, Amén

Monseñor Atanasio Schneider

Colegio Juan Pablo II. Cristina Cifuentes se convierte en la heroína de los comunistas madrileños (Eulogio López)

FUENTE: HISPANIDAD

Repasemos los hechos. Dos normas de la presidenta de la Comunidad de Madridsobre identidad de género al imponer el homosexualismo en las escuelas. Para respetar al homosexual es imprescindible que les eduquen en la libre opción sexual como haría, por ejemplo, el lobby gay. Normas lanzadas por la insigne pepera Cristina Cifuentes (en la imagen).
Entonces va el colegio Juan Pablo II, de la localidad madrileña  de Alcorcón y dice que no. Carlos Martínez, su director, sigue el ideario católico que les han prometido a los padres de sus alumnos y asegura que no hay que cumplir la ley inicua. Sobre todo, cuando dos de los tres obispos de Madrid firman una carta de gran altura intelectual donde dejan claro que las leyes de la obispa Cifuentes atentan contra la libertad religiosa, contra la libertad de enseñanza y contra la libertad de cátedra. Y las leyes inicuas no deben ser obedecidas.
¿Podía permitirse? Cristina Cifuentes, sin que el Gobierno Rajoy mueva un dedo, sin que el PP le llame a capítulo ni Rajoy la detenga, hace dos cosas: abrir un expediente al colegio para quitarle el concierto y hundirlo económicamente (como si el dinero fuera suyo) y, no contenta con ello, traslada al fiscal la carta de Carlos Martínez, un valiente, por si fuera objeto de delito de homofobia. Le pueden caer (artículo 510 del Código Penal) entre tres y cuatro años de cárcelsimplemente por comportarse como un cristiano.
Pero lo más triste de todo es cuando el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayosacerdote del Opus Dei,  recomendó a Carlos Martínez que tuviera cuidado con las expresiones. Vamos, que fuera más políticamente correcto.
Y este es el final, por ahora, de esta edificante historia: los colegios religiosos no se han solidarizado con el Juan Pablo II, nadie ha hecho frente a Cifuentes, las órdenes religiosas tampoco pero, lo más triste es que la jerarquía, con la excepción de dos obispos, no haya hecho frente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, mientras Carlos puede acabar en prisión.
Así que no es de extrañar que Izquierda Unida y los comunistas se hayan entusiasmado con la pepera Cristinita.
Y que Soraya Sáenz de Santamaría asegure que no quiere juzgar las normas inicuas de su compañera de partido porque no tiene competencia sobre Madrid. Un gran partido el PP.
Eulogio López