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martes, 14 de diciembre de 2021

Origen pagano de la Navidad y el nacimiento del Sol invicto



DURACIÓN 10:33 MINUTOS


Algunos protestantes o neopaganos de la actualidad, cuando llega el tiempo de la Navidad, comienzan a sostener que el catolicismo celebra el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo cada 25 de diciembre por una injusta apropiación de ciertos Padres de la Iglesia a partir de un festival pagano de tiempos del emperador Aureliano: la fiesta del «sol invictus».

Sin embargo, resulta interesante saber que la opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario que nada tenían que ver con los festivales paganos.

Fue más bien al contrario, ya que el festival pagano del “Nacimiento del Sol Invicto», instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue con casi toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos. Así pues, “los orígenes paganos de la Navidad” son un mito sin fundamento histórico.

Jean Hardouin, un erudito y esotérico francés, intentó demostrar que la Iglesia católica había adoptado festivales paganos para fines cristianos sin paganizar el Evangelio. En el calendario juliano, creado en el año 45 a.C. bajo Julio César, el solsticio de invierno caía en 25 de diciembre y, por tanto, a Jablonski y a Hardouin les pareció evidente que esa fecha debía haber contenido obligatoriamente un significado pagano antes de haber sido cristiano.

Paul Ernst Jablonski, protestante alemán, pretendió demostrar que la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre era una de las muchas “paganizaciones” del cristianismo que la Iglesia del siglo IV había adoptado como una de las muchas “degeneraciones” que habían transformado el original “cristianismo” en el “catolicismo romano”.

Pero en realidad, la fecha no había tenido ningún sentido religioso en el calendario festivo pagano en tiempos anteriores a Aureliano, y el culto al sol tampoco desempeñaba un papel importante en Roma antes de su llegada.

Existían, es cierto, dos templos del sol en Roma. Uno de ellos (mantenido por el clan en el que nació o fue adoptado Aureliano) celebraba su festival de consagración el 9 de agosto, y el otro el 28 de agosto. Sin embargo, ambos cultos cayeron en desuso en el siglo II, en que los cultos solares orientales, como el mitraísmo, empezaron a ganar adeptos en Roma. Y en cualquier caso, ninguno de estos cultos, antiguos o nuevos, poseían festivales relacionados con solsticios o equinoccios.

Lo que ocurrió realmente fue que Aureliano, que gobernó desde el año 270 hasta su asesinato en 275, era hostil hacia el cristianismo, y está documentado que promocionó el establecimiento del festival del “Nacimiento del Sol Invicto” como método para unificar los diversos cultos paganos del Imperio Romano alrededor de una conmemoración del “renacimiento” anual del sol. Algo parecido a lo que haría, luego de Constantino, Juliano el apóstata.

Al crear esa nueva festividad, su intención era que el día 25, en el que comenzaba a alargarse la luz del día y a acortarse la oscuridad, fuera un símbolo del esperado “renacimiento” o eterno rejuvenecimiento del Imperio Romano, que debía ser el resultado de la perseverancia en la adoración de los dioses cuya tutela (según creían los romanos) había llevado a Roma a la gloria y a gobernar el mundo entero. Y si podía solaparse con la celebración cristiana, mejor aún.

Ahora, ¿cómo se llegó a la fecha del 25 de diciembre?

Desde el siglo I y II los cristianos se preguntaban más bien cuándo había sido la el día de la muerte de Cristo. Por la diversidad de los calendarios judíos y romanos, se llegó a la conclusión que Cristo había muerto un 25 de Marzo o un 6 de Abril, en plena Pascua judía, por lo que uno de esos días debían conmemorarse su muerte… y también su nacimiento.


¿Nacimiento? Sí, porque existía la creencia muy propagada entre los cristianos venidos del judaísmo (la llamada “edad integral”) de que los grandes profetas judíos habían muerto en la misma fecha en la que habían nacido o habían sido concebidos.

Por lo tanto, o 25 de marzo o 6 de Abril que, 9 meses mas, hacen 25 de diciembre o 6 de enero (la Epifanía…; fue esta la razón por la cual, hasta el día de hoy, los armenios y hasta los bizantinos, festejan más ese día que la misma Navidad del 25 de diciembre; porque en un mismo día festejan todo)

Es cierto que la primera prueba de una celebración cristiana en 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma, algunos años después de Aureliano, en el año 336 d.C., pero también es cierto que, ya en el año 221, Sexto Julio Africano, escritor cristiano, establecía en sus Chronographiai, que Jesús se encarnó el 25 de marzo (9 meses después, en la Navidad entonces); y a todo esto lo dice medio siglo antes de que en el 274 Aureliano crease su fiesta del Sol invicto.

Por lo tanto, la Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen completamente católico.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Lectura recomendada: Thomas J. Talley, The Origins of the Liturgical Year.