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jueves, 20 de septiembre de 2018

‘Episcopalis communio’ y el ‘anathema sit’ (Specola)



Seguimos sin las prometidas ‘oportunas aclaraciones’ a los ‘sucesos recientes’ y seguimos con la cadena de despropósitos. El documento ‘Episcopalis communio’ -sobre la comunión entre los obispos y el sínodo- no tiene mucha repercusión en las noticias de hoy. Se hacen lejanas referencias a un documento que sólo los adeptos al trabajo entienden. 

Se dice que lo que se pretende es imponer las conclusiones del sínodo por obediencia y como magisterio ordinario.

Los documentos magisteriales solían terminar con la expresión: “anathema sit” que podemos traducir por “maldito sea”. 
La ceremonia de declaración de ‘anathema’ se hacía con está formula que parece que se pretende recuperar : 
«Por lo tanto, en nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, de San Pedro, Príncipe de los Apóstoles, y de todos los santos, en virtud del poder que nos ha sido otorgado de atar y desatar, en el Cielo y la Tierra, privamos a (Nombre) mismo y a todos sus cómplices y quienes le presten ayuda, de la Comunión del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor, lo separamos de la sociedad de todos los cristianos, lo excluimos del seno de nuestra Santa Madre la Iglesia, en el Cielo y en la Tierra, lo declaramos excomulgado y anatematizado, y lo juzgamos condenado al fuego eterno con Satanás y sus ángeles y todos los réprobos, mientras no rompa las cadenas del demonio, haga penitencia y satisfaga a la Iglesia; lo enviamos a Satanás para que mortifique su cuerpo, mas que su alma pueda ser salvada el día del Juicio.»
Se está produciendo la paradoja, verdaderamente absurda, de que los que siempre han criticado incluso la existencia del papado están encantados con el Papa Francisco, no con los otros papas lógicamente, y quieren imponer por obediencia, en la que nunca han creído, los postulados más que peregrinos de la llamada ‘Iglesia de Francisco’.

Piensan que pueden mandar al infierno, en el que no creen, a los que pongan la más mínima pega a cualquier ocurrencia atribuida al pontífice.

Specola