BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 15 de abril de 2025

La Iglesia vs el Valle de los Caídos, por Luis Felipe Utrera Molina


EL ESPAÑOL DIGITAL


Luis Felipe Utrera-Molina es licenciado en Derecho y Asesoría de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas, socio del prestigioso bufete J.Y. Hernández-Canut Abogados y árbitro de las Cortes de Arbitraje de Madrid, Corte Española de Arbitraje y de la Corte del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.La Duquesa de Franco designó a Luis Felipe como albacea universal y contador partidor de su herencia.

¿A qué atribuye esa obsesión del gobierno con el Valle de los Caídos y lo que significa?


El Gobierno busca fundamentalmente dividir a los españoles con objeto de anatemizar a una parte de los ciudadanos y fidelizar a los votantes de izquierda, evitando que puedan “contaminarse” con todo lo que signifique la derecha sociológica de España. Para dividir han utilizado dos armas que para mí son verdaderamente satánicas: el odio y la mentira. Son las tres patas de la estrategia del gobierno (división, mentira y odio). Con la mentira y el odio han logrado la división, incluso la división entre los fieles católicos.

Yo ya predije este ataque al Valle tras la profanación de Franco. Muchos obispos pensaron que ya les dejarían en paz y yo les dije que no sabían con quién se estaban jugando los cuartos. El Gobierno tiene clarísimos sus objetivos y no van a parar hasta conseguirlos. Al otro lado no tienen a nadie con la firmeza necesaria para defender lo que nos es propio, un templo, un lugar de culto y su entorno.

¿Por qué resignificar el Valle sería reescribir la Historia?

La resignificación no es más que un eufemismo. Quieren utilizar nuestras propias obras para someternos a una denigración. Buscan utilizar un lugar sagrado para maldecirlo. Pretenden defender un relato absolutamente falsario de la historia y buscar el enfrentamiento y no la reconciliación, como era el espíritu inicial y fin con el que se construyó. Nos quieren hacer recordar que una mitad de españoles masacró a la otra mitad, en definitiva convertir el Valle en un museo de los horrores del franquismo. Buscan la caricaturización y demonización de toda una época. No podemos permitir que vuelvan a enfrentar a los españoles porque asegura la hegemonía cultural y una falsa superioridad moral de la izquierda. La derecha se ha plegado a la izquierda durante mucho tiempo sin poner pie en pared y ya es tiempo de reaccionar.

A nivel legal el hecho de que el Valle pertenezca a Patrimonio Nacional, ¿les da el poder de hacer lo que quieran? ¿Qué límites legales hay?


El tema de la titularidad se está utilizando de forma torticera, pues aquí no hay problema de titularidad sino de jurisdicción. El Valle de los Caídos, al ser una basílica y un lugar de culto, goza de inviolabilidad tal y como consagra el artículo 1-5 de los acuerdos Iglesia y Estado del año 1979. La inviolabilidad significa que el Estado y sus agentes carecen de jurisdicción para realizar actuación alguna sin permiso de la autoridad del recinto.

El problema para ellos es que la autoridad de la basílica estaba en el prior, el Padre Santiago Cantera. Roma ha negociado con el Estado que ellos tomen esa decisión sobre el cese del prior renunciando a la autoridad que les corresponde, como sucede con la Iglesia en China. No se puede justificar esta negociación. No tengo ninguna duda de que el objetivo final será derribar la Cruz. Ellos avanzan por erosión ante la debilidad de la Iglesia, que no defiende lo propio.

¿Cómo valora la destitución del Padre Santiago Cantera?

Lo más doloroso, humillante e inexplicable es que la Iglesia haya permitido que el Estado influyese en la destitución del Padre Cantera y se le haya desterrado del Valle, pese al voto de estabilidad que tienen los benedictinos. Me parece especialmente grave que un obispo sugiriese que el prior haya accedido voluntariamente a su cese para facilitar las cosas. Esto es mentira. El Padre Cantera ha sido desterrado y le han obligado a irse y han dado órdenes a los obispos de no declarar nada al respecto, igual que pasó en la exhumación de Franco.

Pienso que se han excedido todos los límites y a mí se me han quitado las ganas de respetar a quién no se hace respetar, de respetar a quién, siendo pastor y teniendo que dar ejemplo, ha contribuido con el mal permitiendo que triunfe. No me vale de nada que el arzobispado de Madrid saque una nota triunfalista en la que nos vendan la idea de que ha conseguido salvar la Cruz y a los benedictinos. Si seguimos así, creo que lo mejor que podemos hacer es volar la Cruz nosotros para evitar que el Valle se convierta en un museo de los errores y un espacio de odio y enfrentamiento entre españoles.

¿Debería ser declarado cuanto antes el Valle, Bien de Interés Cultural para blindarse contra futuros abusos de poder?

La Comunidad de Madrid tiene una responsabilidad enorme porque desde el primer momento ha hecho dejación de su responsabilidad, pues sin duda ninguna es competente para declarar el Valle de los Caídos como Bien de Interés Cultural. Esto es así mientras la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos no haya sido extinguida. El problema es que no hay voluntad política de hacerlo. La excusa que dio la Comunidad de Madrid es que la Ley de Memoria Democrática prevé la extinción del Valle de los Caídos, el ejercer la competencia supondría una deslealtad institucional al Gobierno de la nación. Esto lo tiene que saber todo el mundo porque es muy grave.

Plataforma 2025 y otras asociaciones tratan de organizar la resistencia contra los ataques al Valle. Pero, ¿Qué debemos hacer los españoles?

Primero tenemos la obligación de denunciar públicamente lo que es una actuación moralmente ilícita por parte de la jerarquía de la Iglesia. Los católicos tenemos que ser conscientes de que la Iglesia no solo es la jerarquía sino somos todos los fieles. La Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo ha sobrevivido 2025 años, a pesar de los errores de la jerarquía. 

 

Los católicos seglares debemos de ser conscientes de que somos Iglesia y de que tenemos derecho a denunciar actuaciones que nos parecen contrarias a la moral y a los principios de caridad. La Iglesia está renunciando a defender lo que es propio de todos los católicos. No podemos permanecer callados ante una verdadera infamia como es dejar en manos de los que representan el odio y el mal un lugar sagrado que se erigió para el hermanamiento y la reconciliación bajo la Cruz y los brazos de la Virgen. El cardenal Osoro me dijo algo que me dejó estremecido. El Gobierno le había pedido por carta que deshiciese la bendición que en su día se había hecho del panteón de hombres ilustres. Esto me parece algo satánico porque denota que no les es indiferente, que saben de la existencia de Dios y que les molesta lo sagrado. El cardenal Osoro les dijo que evidentemente él no podía deshacer ninguna bendición del pasado.

Javier Navascués

El gobierno pretende que el Valle de los Caídos se asemeje al Memorial del Holocausto de Berlín



El Ministerio de Vivienda del gobierno social-comunista de España ha convocado un certamen que busca transformar el conjunto monumental del Valle de los Caídos en un espacio inspirado en referentes internacionales como el Memorial al Holocausto de Berlín. La Basílica será gravemente alterada por la transformación. De hecho, sólo se salvará el altar. El resto, incluidas las capillas del Santísimo y el Santo Sepulcro se verán afectadas.

--------

(InfoCatólica) El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha convocado un concurso internacional de ideas para la resignificación del Valle de Cuelgamuros. El certamen pretende reactivar el conjunto monumental y su entorno desde una perspectiva artística, arquitectónica y paisajística, con el fin de convertirlo en un lugar que refleje las tesis históricas e ideológicas del propio gobierno.

Memorial del Holocausto

El objetivo del concurso es seleccionar propuestas que proporcionen una nueva mirada sobre el conjunto ubicado en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), siguiendo el modelo de actuaciones internacionales como el Memorial al Holocausto de Berlín, de Peter Eisenmann. Según el Ministerio, se trata de una apuesta por transformar un espacio con una fuerte carga simbólica e histórica en un ámbito de «aprendizaje, encuentro y proyección hacia el futuro».
En ese sentido, conviene recordar que, efectivamente, en España los católicos sufrieron algo muy parecido a un holocausto, cometido por parte de la izquierda durante la II República y la Guerra Civil, cuando miles de mártires -obispos, sacerdotes, frailes, monjas y seglares- fueron asesinados por odio a la fe
La iniciativa se desarrollará en torno a tres grandes proyectos: un proyecto de resignificación, que actuará sobre todo el conjunto monumental; un proyecto arquitectónico, centrado en el diseño de un centro de interpretación para exposiciones y restauración; y un proyecto de musealización, que articulará el discurso expositivo tanto en dicho centro como en el interior de la basílica.
Innovador e inclusivo

El Ministerio señala que las propuestas deberán garantizar un enfoque respetuoso, innovador e inclusivo, alineado con los principios de la memoria democrática y los Derechos Humanos, que exactamente lo contrario de lo que representaron los antepasados políticos e ideológicos del actua goberno. Se ha indicado que se valorará especialmente la incorporación de soluciones alejadas de los planteamientos conmemorativos tradicionales.

El ámbito de actuación comprende todo el conjunto del Valle de Cuelgamuros, incluyendo elementos como el Mirador de la Cruz —de 150 metros de altura—, la Basílica excavada en la roca, la Exedra con veinte arcos clásicos, y la gran Explanada de 30.600 m², organizada en terrazas y escalinatas.

Lo que dijo la CEE

Cabe recordar que el Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal Española, explicó de la siguiente manera el acuerdo al que había llegado la Iglesia con el gobierno:

«El planteamiento que presentó la Iglesia fue la conservación siempre de la Basílica y el mantenimiento del culto católico en el lugar, como lugar de oración por la paz, la reconciliación y por todos los caídos en la nefasta guerra civil española. Segundo, la presencia de una comunidad monástica en el lugar para atención de la Basílica; y tercero, que la Cruz no se podía destruir, puesto que es una expresión del amor, de la entrega, del perdón por parte de Jesucristo».

Actuaciones en la Basílica: solo se salva el altar

El pliego del concurso para la resignificación establece límites claros en torno al altar mayor de la basílica, un espacio que permanecerá inalterado en virtud de su función litúrgica. Según el documento, este elemento central del conjunto monumental no podrá ser objeto de intervenciones artísticas ni museográficas en el marco del proyecto de resignificación.

Sin embargo, sí se podrá actuar sobre las Capillas del Santo Sepulcro y del Santísimo. Así se lee en la página 44 del pliego:

«El resto de los espacios del interior de la Basílica (vestíbulo, atrio, espacio intermedio, nave desocupada, cúpula —pero sin Altar— y capillas del Santo Sepulcro y del Santísimo) no están destinados al culto y podrán ser objeto de intervenciones de naturaleza artística y museográfica para la resignificación del lugar. Dichas intervenciones serán compatibles con la celebración de actos de culto en el espacio del Altar y de las bancadas adyacentes».

Resulta altamente significativo que se considere que unas capillas no están destinadas al culto. ​

Dos fases

El concurso se celebrará en dos fases. En la primera, que durará dos meses, se seleccionarán hasta diez propuestas finalistas. En la segunda, también de dos meses, los finalistas presentarán versiones desarrolladas de sus ideas, y el jurado elegirá la ganadora. En total, se estima una duración de seis meses para el desarrollo completo del certamen, tras el cual se formalizará un contrato con la propuesta seleccionada.

Un libro necesario para tiempos decisivos: «La Misión Histórica de España»



En tiempos convulsos, cuando los enemigos de la patria atacan sin pudor nuestra memoria histórica, nuestra unidad y nuestros valores más esenciales, de vez en cuando surgen obras que iluminan el camino. Y La Misión Histórica de España, editado por Luz de Trento, es precisamente eso: un libro indispensable que todo español con conciencia nacional debe leer.

En un contexto donde la desmemoria, la tergiversación y la imposición ideológica se han convertido en herramientas de ingeniería social, este libro surge como una respuesta firme, rigurosa y luminosa. Una obra que, como pocas, recupera con brillantez el alma de España y la razón de ser de nuestra nación.

Una obra coral de primeras espadas

Coordinado por el historiador Fernando Paz, el libro reúne a un elenco de autores de primer nivel: Fray Santiago Cantera, Alberto Bárcena, José Luis Orella, Blás Piñar Gutiérrez, Cásar Olivera, don Ángel David Martín Rubio y Javier Barraycoa. Todos ellos, con un profundo conocimiento histórico y una fidelidad incuestionable a la verdad, desarrollan cada capítulo con la seriedad y profundidad que merece el tema.

Esta obra colectiva aborda cuestiones de capital importancia para entender lo que verdaderamente ha sido, es y debe seguir siendo España. Entre los capítulos más destacados se encuentran:

«LA ESENCIA CATÓLICA DE ESPAÑA»


«EL NACIMIENTO DE ESPAÑA. El reino visigodo y el III Concilio de Toledo»


«LA RECONQUISTA. Recuperar lo perdido: ser es defenderse»


«LA ESPAÑA DE LOS REYES CATÓLICOS. Reforma y vocación de unidad»


«EL SIGLO DE ORO. El Imperio en el que nunca se ponía el sol»


«LA HISPANIDAD. La evangelización de América, la gran obra de España»


«LAS REVOLUCIONES LIBERALES. El camino hacia el abismo»


«LAS GUERRAS CARLISTAS. La lucha entre dos concepciones de España»


«LA II REPÚBLICA Y LA GUERRA DE ESPAÑA. El triunfo de la Revolución y la Cruzada de Liberación»


«LA ERA DE FRANCO. España recupera su grandeza y su libertad»


«LA TRANSICIÓN. Del Estado nacional al Estado liberal y de partidos»

Cada capítulo está cuidadosamente documentado y tiene como fin despertar en el lector la conciencia nacional y el amor por una historia gloriosa que nos quieren hacer olvidar.

Este libro no es una revisión más. Es una reafirmación de nuestra misión universal como nación católica, forjada en siglos de historia, luchas y gestas al servicio de la civilización cristiana.

Menéndez Pelayo, faro y guía

En el centro del mensaje de esta obra resuena con fuerza la célebre cita de Marcelino Menéndez Pelayo, que condensa la esencia misma de nuestra identidad histórica:


«España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas».

Esa advertencia, formulada en otro siglo, hoy adquiere una actualidad dramática. Porque es exactamente lo que estamos viviendo: la fragmentación de España, la pérdida del sentido de misión, y el abandono de nuestra raíz cristiana.

Un llamado a la conciencia nacional

La Misión Histórica de España no es un libro más para coleccionar en la estantería. Es un manual de combate cultural, una defensa de la verdad histórica y una llamada a la acción para quienes no estamos dispuestos a rendirnos ante el relato oficial que pretende borrar nuestra alma nacional.

Con 240 páginas de contenido profundo y bien documentado, este libro está disponible por 20€ (+ 5€ de gastos de envío hasta cinco ejemplares). Para pedidos superiores, se puede consultar directamente los gastos de envío.

Para adquirirlo, basta con escribir a: luzdetrentoeditorial@gmail.com

Un libro para los que no se rinden

En definitiva, estamos ante una obra que todo patriota español debería leer y difundir. Porque no basta con indignarse ante los ataques a nuestra historia: es hora de conocerla a fondo, defenderla y transmitirla. Y para ello, este libro es una herramienta poderosa.

lunes, 14 de abril de 2025

De Cruzada a Guerra Civil Por Rodrigo Menéndez Piñar


He querido esperar un tiempo ─con el sosiego de unos días de reflexión y de conocimiento de las diversas noticias y artículos─ hasta escribir sobre el pacto del Gobierno con las autoridades eclesiásticas sobre El Valle de los Caídos, su “resignificación” y la “salvaguarda” del culto y de la simbología religiosa del gran monumento.

Cualquier persona con sentido común repararía en el espíritu de revanchismo, odio y venganza que mueve a sus promotores, siendo un paso más a la exhumación forzosa de los restos mortales de Francisco Franco y otras análogas. Y, también, cualquier persona con sentido común se daría cuenta de la poca y frágil ─¿quizá ninguna?─ oposición a estos atropellos por parte de la jerarquía eclesiástica. Se intentará dilucidar si esto último se debe a ciertas concesiones para evitar consecuencias indeseables ─la ausencia de explicaciones no ayuda a clarificarlo─; si a un simple y llano sometimiento a la presión gubernamental; o si, incluso, a una cierta anuencia ideológica para que la Igleisa sea aceptable para la democracia. Habría que considerar la hoja de ruta, dizque marcada por Roma, siendo quizá la actuación de la jerarquía española un simple reflejo de lo dictado por instancias superiores. Además, se debería preguntar a la orden benedictina en qué medida se resistió, pues tiene una responsabilidad directa sobre “lo suyo” ─mucho más suyo que del arzobispo de la capital, por ejemplo─. En todo este proceso habrá informaciones sesgadas ─como la “salida impuesta” de Santiago Cantera de la comunidad benedictina─ o lecturas parciales, destacando la “unanimidad” dentro de la Conferencia Episcopal. Todo lo anterior lo dejo a mejores conocedores en la materia que quien suscribe, sin quitar nada a las muchas y muy acertadas plumas que van saliendo a la palestra.

A mi modo de ver, mucho antes de las leyes de “memoria histórica o democrática” se ha dado una reelaboración falsaria de los acontecimientos de la contienda bélica de 1936-1939. De aquí viene todo, no nos engañemos. Y mucho antes de las “resignificaciones” que se van produciendo con la colaboración del estamento eclesial ─sea de omisión, tácita o, incluso, positiva─ ha habido un giro copernicano en la consideración del papel que desempeñó en la guerra la fe católica y el apoyo moral de la jerarquía, tanto romana como española.

La guerra comienza tras un tiempo de terribles vejaciones y tropelías en el último período de la República contra el alma de España, cuyo principio configurador no es otro que la fe católica. Se produce, providencialmente, un levantamiento cívico-militar para restaurar el orden y la justicia y para defender los fundamentos de la civilización cristiana. No se trata de una guerra de odio fratricida o de querellas entre hermanos, sino de la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y de la Religión (Pío XI, 14 de septiembre de 1936) frente al comunismo, que en España no ha derribado alguna que otra iglesia, algún que otro convento; sino que, siempre que le fue posible, destruyó todas las iglesias, todos los conventos y hasta toda huella de religión cristiana, aunque se tratase de los más insignes monumentos del arte y de la ciencia. El furor comunista no se ha limitado a matar Obispos y millares de sacerdotes, de religiosos y religiosas, escogiendo precisamente a los que con mayor celo se ocupaban de los obreros y de los pobres: sino que ha hecho un número mucho mayor de víctimas entre los seglares de toda clase, que aún ahora son asesinados cada día, en masa, por el mero hecho de ser buenos cristianos o, al menos, contrarios al ateísmo comunista (Pío XI, 19 de marzo de 1937).

Cuando terminó la guerra, las primeras palabras de la Santa Sede ─en este caso ya Pío XII─ fueron las siguientes:
Con inmenso gozo Nos dirigimos a vosotros, hijos queridísimos de la Católica España, para expresaros Nuestra paterna congratulación por el don de la paz y de la victoria (la negrita es mía), con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probado en tantos y tan generosos sufrimientos […]. La Nación elegida por Dios como principal instrumento de evangelización del Nuevo Mundo y como baluarte inexpugnable de la fe católica, acaba de dar a los prosélitos del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores eternos de la religión y del espíritu […]. Persuadido de esta verdad el sano pueblo español, con las dos notas características de su nobilísimo espíritu, que son la generosidad y la franqueza, se alzó decidido en defensa de los ideales de la fe y la civilización cristianas, profundamente arraigados en el suelo fecundo de España; y ayudado por Dios, «que no abandona a los que esperan en Él», supo resistir al empuje de los que, engañados con lo que creían un ideal humanitario de exaltación del humilde, en realidad no luchaban sino en provecho del ateísmo (Pío XII, 16 de abril de 1939).
Esta posición de la Santa Sede no era sino un coronamiento de la posición moralmente unánime del episcopado español, que quedó consignada de manera precisa en la famosa Carta colectiva del 1 de julio de 1937, encabezada por el primado de España, el cardenal Gomá. No es necesario reproducir los largos pasajes de esa carta que todos pueden leer con tranquilidad. Sirvan de ejemplo de la toma de postura de la jerarquía unas palabras de Gomá en otra ocasión. Cuando se liberó Toledo el 27 de septiembre de 1936, el arzobispo de la sede toledana, envió un mensaje radiofónico con una clara consigna de gozo y alegría: ¡Toledo es nuestro! Es un mensaje lleno de regocijo, pero a la vez profundo y grave, pues daba cuenta de que a Toledo se le iba a arrancar su alma cristiana, porque iba a ser de los sin Dios o contra Dios; y sin Dios, sin Jesucristo nuestro Dios, le falta a Toledo el espíritu que la vivifique y la clave que interprete sus maravillas. Toledanos, albricias: Toledo vuelve a ser nuestro. Al difundirse ayer la gran nueva se llenó España de júbilo; porque en Toledo radica el espíritu genuinamente español. Ella es el centro espiritual de nuestra patria. Es la ciudad de los Concilios, de la unidad católica, del cristianísimo imperio español, que tuvo su trono en el Alcázar. Ahí, en Toledo, se apoyó y se movió durante siglos el resorte de todas nuestras grandezas.

Alguno podría pensar que estas declaraciones son una cesión a la epopeya ideológica que pretende justificar las propias acciones. El mismo Gomá, con el conocimiento que da el tiempo y las circunstancias, escribió un artículo casi dos años después en el que señala en qué se concretaba esta lucha de cosmovisiones irreconciliables:
Mientras en el Alcázar se escribía una epopeya incomparable, la ciudad era presa de tragedia horrenda. El robo y el pillaje, organizados por bandas de ladrones, «científicos» y vulgares; matanzas en masa de ciudadanos pacíficos, el cogollo de la Ciudad Imperial. ─«Pero ¡si va lo mejor de la ciudad!»─ decía una sencilla mujer, a la vista de un grupo numerosísimo de ciudadanos que iban a ser fusilados; la tortura de unas semanas interminables, vivida entre todos los horrores; la conmoción tremenda, por tres veces, del peñón en que la ciudad se asienta, causada por la explosión de las minas del Alcázar; la orgía callejera, infernal, que parecía el canto del triunfo definitivo de la barbarie sobre la civilización cristiana de siglos, encarnada en nuestra ciudad… (18 de agosto de 1938).
La consideración moral de la guerra es clara: una Cruzada en defensa del orden natural y cristiano frente a las fechorías y desmanes de sus enemigos. Claro que las autoridades de entonces no obviaban que una guerra siempre trae gravísimos males y hay que evitarla, mientras sea posible. Por eso, se esforzaron por la conquista de una paz estable en la que hubiese una reconciliación entre los españoles. Signo preclaro de esa reconcilación es la gran cruz de El Valle de los Caídos y el extraordinario complejo monumental que alberga a los de un bando y de otro. Pero es una paz, fruto de la victoria; es una España reconciliada, fruto de haber regado sus campos con la sangre de sus mejores hijos; y es una Cruz imponente, fruto de no haber arriado la bandera de Cristo, esencia de nuestra Patria. Esto es lo que no se puede olvidar.

No es que la Iglesia “tomase postura” o “eligiese un bando”. Ni siquiera es que se viera obligada por la persecución a ponerse bajo el amparo del bando sublevado. Es que la misma vida de la Iglesia ─si de verdad nos creemos eso de que “la Iglesia somos todos los cristianos”─ desencadenó un alzamiento en defensa de Dios y de España, tomando cada uno el papel que le pudiera corresponder: los sacerdotes y religiosos rezando, atendiendo espiritualmente al pueblo y sufriendo el martirio con caridad heroica; los militares cumpliendo con su deber de defender a España; los seglares de todo tipo y condición: unos tomando las armas, otros ayudando en todo lo posible fuera del frente; los obispos ─sufriendo doce de ellos el martirio─, fortaleciendo moralmente a sus ovejas, a la vez que procurando todas las posibles gestiones materiales y diplomáticas para atenuar los efectos devastadores de una guerra…; pero todos ellos católicos, todos ellos Iglesia. Esto es lo que no se puede olvidar.

Podrían multiplicarse tanto los testimonios históricos que no se acabaría este artículo. Solo queda hacer un llamamiento y poner verdad en las conciencias para que no olviden lo que no se puede olvidar. No es cuestión ni de equilibrios ni de polarizaciones o sandeces memocráticas. Es una cuestión de verdad histórica, con los matices que pueda adquirir esa presentación de la verdad con el paso del tiempo. El día en que una gran parte del estamento eclesial y del pueblo español olvidaron esto, ese día se pusieron los cimientos de los pactos y las resignificaciones.

Y ese día fue hace décadas. A qué quejarse tanto del presidente del gobierno o del arzobispo de la capital, a no ser que en esta queja se incluyan los trabajos sistemáticos de “resignificación” tras la muerte de Franco ─incluso antes─. A qué tanta queja, si la mayoría ha estado muy a gusto con el Estado desde la Transición, rompiendo así con los siglos de historia hispánica. Fue esa historia y ese alma de España lo que se defendió el 18 de julio; y sus vestigios ─vestigios, sí, pues así los quiso la mayoría democrática─ son hoy los atacados en El Valle de los Caídos. Por eso es tan simbólico y tan trascendente.

No es la ofensiva a una persona que gobernó 40 años España, sino a lo que representa; no es un mero símbolo religioso, por muy grande que sea, lo que molesta, sino lo que ese símbolo y esa obra representan: la esencia de España. Y, antes de los enemigos de hoy, los “amigos” de ayer olvidaron y renegaron de España, porque lo hicieron de la Cruzada. Señalemos las causas, no sólo las consecuencias.

Es triste ver cómo los enemigos tienen más razón que muchos de “los nuestros”, pues nos atacan porque nos consideran defensores de un orden político cristiano que ha vivificado la historia de España; mientras que “los nuestros” reniegan de aquello que se les achaca, pasando por abogados del consenso democrático. ¿No sería más noble reconocerse hijos y descendientes de los grandes del pasado? Si sólo insistimos en que la Cruz es signo de reconciliación, como una especie de mantra del olvido, ignorando quiénes lucharon por esa Cruz, nos colocamos en una posición inexistente. Hay que elegir entre la barbarie y la civilización. Nuestros antepasados tuvieron que elegir, incluso cuando esa elección tenía graves y dolorosas consecuencias.

¡Despierta pueblo español! Has caído en la trampa de que hubo una guerra civil que hay que olvidar. Esa ha sido la desgracia: la hemos olvidado. Ellos no. La historia no se olvida, sino que se aprende de ella. Una lección de la que puede ser un símbolo representativo Francisco Franco. Más allá de los juicios propios que de todo su gobierno se puedan hacer, no se le puede negar ser representante de la “Victoria del 18 de julio” y de una voluntad clara y firme de auténtica paz y reconciliación, alcanzada mediante la lucha armada y consignada para la historia en El Valle de los Caídos. A causa de todo lo que hizó y lo que representaba recibió el máximo reconocimiento y distinción por parte de la Santa Sede.

Fue una Cruzada. Lo fue, aunque dentro de una misma patria y, por eso, fue también guerra civil. Entre hermanos, sí. Desearíamos que nada semejante se produzca de nuevo, pero más debemos desear la defensa de aquello por lo que lucharon nuestros mayores y que quedó simbolizado en las pétreas estructuras de El Valle de los Caídos.

En la adaptación cinematográfica a la leyenda artúrica de Jerry Zucker (El primer caballero, 1995), el Rey Arturo (Sean Connery) sostiene una conversación con el antagonista de la película, Meleagante (Ben Cross). Éste acude a negociar, pretendiendo el influjo sobre el reino de Lyonesse, pero choca con la postura firme de Arturo:

– Otros pueblos viven con otras leyes, Arturo. ¿O es acaso la ley de Camelot la que rige el mundo entero?

– Hay leyes que esclavizan a los hombres, y leyes que los liberan. O nos preocupamos de que la justicia, bondad y lealtad sean justicia, bondad, y lealtad para todos los pueblos de Dios Nuestro Señor, o seremos otra más de esas tribus saqueadoras.

– Vuestras hermosas palabras os apartan de la paz y os conducen a la guerra

– Hay una paz que sólo está al otro lado de la guerra. Si ha de llegar esa guerra, yo lucharé.

Les invito a hacer este ejercicio de memoria histórica y no dejar que los que atacan El Valle de los Caídos tengan más razón que nosotros.

Rodrigo Menéndez Piñar

Biznieto de defensores del Alcázar de Toledo

Nieto de requeté y marinero voluntario de la Cruzada

Sobrino de mártires in odium fidei

12 de abril de 2025

Santiago Cantera confirma que se le ha «impuesto» su salida del Valle de los Caídos


[El 10 de abril ya se anunció esto mismo en Infovaticana. Éste es el enlace: Santiago Cantera es desterrado del Valle de los Caídos ]

----------

A través de un comunicado difundido en redes sociales, Santiago Cantera habría confirmado a personas próximas de su círculo íntimo la exclusiva adelanta por InfoVaticana: su salida del Valle de los Caídos no es voluntaria.

En estas últimas hora aún quedaban algunos ciegos que no querían ver lo evidente y preferían clavarse a un clavo ardiendo para que no se les desmoronase su discurso, pero el propio damnificado de toda esta operación, el padre Santiago Cantera, ha confirmado en un breve mensaje que se ha visto obligado a tener que salir de la abadía.

Les ofrecemos el comunicado íntegro:
Agradezco de corazón el apoyo, la cercanía, el afecto y las oraciones de todas aquellas personas que me están mostrando su dolor por esta situación. Aunque todo esto que estoy viviendo con mi comunidad nos haya sido impuesto, lo acogemos con mirada sobrenatural y con la paz que el mundo no es capaz de dar, sino que sólo Dios puede proporcionar. Por mi parte, el hecho de tener que ausentarme de la que es mi comunidad, con la cual la comunión es total y estamos todos unidos, y aunque se me haya impuesto de esta manera violentar mi voto benedictino de estabilidad, es una ocasión de la que Dios se vale para proporcionarme un tiempo de descanso físico y mental y de retiro espiritual que realmente necesitaba y que me hará crecer interiormente y en mi adhesión al Buen Dios de amor y misericordia. Pido, por tanto, a las personas que desean verme o ponerse en contacto conmigo, que respeten el retiro y la paz que necesito durante un tiempo y, más adelante, ya tendremos ocasión de encontrarnos de nuevo. A todas las encomiendo en mis oraciones y estamos unidos en los Corazones de Jesús y de María.
P. Santiago Cantera, OSB

Utrera Molina denuncia la claudicación de la Iglesia con el Valle de los Caídos




El reciente acuerdo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la jerarquía eclesiástica sobre el futuro del Valle de los Caídos ha despertado una tormenta de indignación en ciertos sectores del catolicismo español.

Luis Felipe Utrera Molina, jurista y católico confeso, ha alzado la voz en un artículo publicado en La Razón para denunciar lo que considera una traición eclesial sin precedentes: la renuncia silenciosa a la inviolabilidad de uno de los principales templos católicos de España y la aceptación, sin resistencia, de la llamada “resignificación” del conjunto monumental.

Utrera Molina acusa directamente a la jerarquía eclesiástica de haber cedido ante lo que califica como “intenciones sacrílegas e iconoclastas” del Ejecutivo. En su denuncia, expone que se ha negociado la salida del prior Santiago Cantera, la limitación del espacio destinado al culto en la Basílica y la conversión del resto del recinto en un centro de interpretación guiado por el relato de la memoria histórica promovido por la izquierda. Todo ello —denuncia— sin que se haya defendido la esencia espiritual del enclave ni los derechos de las familias de los más de 33.000 fallecidos allí enterrados.

Desde una perspectiva jurídica, el autor recuerda que la Basílica del Valle de los Caídos goza de protección internacional como lugar de culto en virtud del Acuerdo entre España y la Santa Sede de 1979, lo que le confiere carácter de inviolabilidad frente a cualquier intervención del poder estatal. En este sentido, critica con dureza que la Iglesia haya omitido este argumento central, cediendo en la práctica a las exigencias del poder político sin la más mínima resistencia pública ni doctrinal.

Más allá de la dimensión legal, el texto de Utrera Molina es también una profunda reflexión moral. Lamenta lo que interpreta como una rendición “vergonzante” ante un gobierno que —en sus palabras— “ha hecho de la mentira y el odio su credo”. Señala que no se puede pactar con el mal, ni justificar la cesión de un cementerio religioso al Estado sin incurrir en una traición al espíritu de reconciliación y oración que inspiró la creación del Valle.

“El silencio en estas circunstancias me convertiría en cómplice de una inexplicable villanía”, escribe, apelando a la responsabilidad individual de los fieles. Su alegato no es solo una llamada de atención a la jerarquía eclesiástica, sino una exhortación a la conciencia de todos aquellos católicos que contemplan con desazón cómo la Iglesia se arrodilla —según él— ante los dictados del poder temporal, olvidando el ejemplo de los mártires que murieron sin renunciar a su fe.

En un clima marcado por la tensión entre memoria, política y religión, las palabras de Utrera Molina reabren el debate sobre el papel de la Iglesia en el espacio público y su relación con el poder. Lejos de ser una simple crítica interna, su texto es un grito de alarma sobre la desfiguración de un símbolo espiritual y la amenaza —según él— de una Iglesia muda ante el avance de la ideología y el olvido.

Éxito: Holanda recula y pone el freno a la locura trans en el país pionero de la cultura de la muerte



Una marcha atrás histórica en la ideología de género

Holanda, referente histórico de la izquierda ideológica más radical en Europa, ha comenzado a despertar de su experimento ideológico. Tras décadas liderando las políticas más agresivas contra la vida y la identidad humana —desde el aborto hasta la eutanasia—, el país da ahora un paso atrás en materia trans. Es una rectificación doblemente significativa: no solo supone una victoria frente a la imposición ideológica, sino que ocurre en uno de los países más avanzados en la ingeniería social izquierdista.

La Cámara de Representantes ha votado a favor de una moción para bloquear la ampliación de la ley trans, la misma que pretendía eliminar la necesidad de evaluación psicológica para el cambio de sexo y permitirlo incluso a menores de 16 años. La iniciativa, impulsada por el partido SGP, exige al Gobierno retirar el texto en el plazo de un mes.

Lo que España quiere copiar, otros ya lo han prohibido

Mientras en España la izquierda sectaria sigue promoviendo sin freno la legislación trans, en otros países empiezan a reconocer los estragos que esta deja a su paso. La advertencia de la psiquiatra infantil Caroline Eliacheff en nuestro país fue clara: «Durante los últimos 30 años, si un menor quería cambiar de sexo se le aplicaba el denominado protocolo neerlandés: bloqueadores de pubertad y hormonas cruzadas. Pero tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles está prohibido en Finlandia, Noruega, el Reino Unido y estados norteamericanos«.

Esta denuncia no fue escuchada por el Gobierno de Pedro Sánchez ni por la exministra, la comunista Irene Montero, que tomaron como modelo precisamente la ley trans holandesa y los protocolos experimentales de la Clínica de Ámsterdam, pionera en administrar GnRHa para bloquear la pubertad en niños. ¿El resultado? Miles de menores españoles convertidos en conejillos de indias hormonales.
Consecuencias irreversibles y ninguna responsabilidad

El mito de que estas intervenciones no tenían efectos secundarios ha sido desmontado por investigaciones científicas recientes. Los efectos son tan graves que muchos países —incluyendo potencias como Suecia, Finlandia o Reino Unido— ya han prohibido estos tratamientos en menores. Pero lo más alarmante es que nadie asumirá responsabilidades por los niños que, desde los 8 años, han sido sometidos a tratamientos irreversibles con daños físicos y psicológicos permanentes.

Holanda, al menos, ha reaccionado. La votación de su Parlamento para frenar la ampliación de la ley transgénero es una señal de que se va por buen camino. Y aunque la normativa aún no ha sido derogada completamente, el bloqueo al proyecto que buscaba facilitar el cambio de género sin control médico es un claro paso hacia la sensatez.

España sigue ciega en su fanatismo ideológico

Frente a esta ola de rectificación internacional, España sigue aferrada a su delirio sectario legislativo, promovido por el lobby trans con la complicidad de los partidos del gobierno de coalición socialista y comunista. La ley impulsada por Irene Montero no solo permite el cambio de sexo a menores sin control profesional, sino que prohíbe a los padres oponerse, criminaliza la objeción de conciencia de los médicos y persigue toda crítica como discurso de odio.

Mientras Holanda rectifica, en nuestro país se aplaude la mutilación hormonal y quirúrgica de menores como si se tratara de un acto liberador. La ideología ha sustituido a la ciencia, la propaganda a la ética, y la ingeniería social a la prudencia legislativa.

La verdad se impone: los países vuelven a la razón

Cada vez más naciones abren los ojos. Holanda se suma a una lista creciente de países que han decidido recular: Suecia, Reino Unido, Finlandia, Estados Unidos… Todos ellos han sido pioneros en aplicar la agenda trans y todos ellos, tras comprobar los daños, han reculado en sus políticas.

El tiempo dará la razón a quienes defendemos la verdad, la vida y la identidad natural del ser humano. Y mientras la izquierda cierra los ojos, la realidad y la ciencia se abren paso. Porque la ideología puede maquillar el lenguaje, pero no puede borrar las consecuencias de sus actos.

Carne falsa (sintética): del laboratorio al plato… por imposición globalista



La falsa solución que se cocina a fuego lento

La industria alimentaria, aliada estratégica del globalismo que promueve la Agenda 2030, da un nuevo paso hacia el control total de nuestra alimentación. Bajo el pretexto de “reducir la huella ecológica”, se nos prepara para un cambio radical que va mucho más allá de la nutrición: un cambio civilizacional. La carne cultivada en laboratorio y los alimentos impresos en 3D no son el futuro. Son ya el presente… y la imposición que se avecina.

Mosa Meat, empresa holandesa con sede en Maastricht, ha solicitado a la Unión Europea la autorización para vender grasa de vacuno producida a partir del cultivo de células animales. El músculo, aún demasiado costoso, se queda fuera… por ahora. La grasa, sin embargo, resulta más viable y rentable. “Ecológico”, dicen. Pero en realidad se trata de una maniobra más para sustituir la producción natural y tradicional por modelos artificiales, dependientes, controlados y sin raíces.

La jugada es clara: primero se introduce como alternativa; después se convierte en norma. Hoy se nos presenta como una opción moderna, sostenible y consciente. Mañana, será el único camino aceptado. ¿La excusa? Es por tu bien. ¿El objetivo? La reestructuración total de nuestras costumbres.

En este nuevo culto ecologista, el ser humano deja de ser custodio de la creación para convertirse en sacrificio de la misma. Todo lo que huela a tradición, naturaleza verdadera, familia o identidad debe ser sustituido por lo sintético, lo artificial, lo inhumano.

La aprobación está en marcha. Si la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), da luz verde, la Comisión Europea decidirá si esta grasa se podrá comercializar en todo el continente. El tren de la carne falsa (sintética) ya ha arrancado.

Y mientras, España se ha convertido en el laboratorio global del experimento. En efecto, San Sebastián, se levanta ya lo que será la mayor planta de carne cultivada del mundo. Nos presentan esto como “progreso”, pero la realidad es otra: España se convierte en campo de pruebas del nuevo orden alimentario globalista.

Mientras el sector ganadero nacional agoniza por las políticas restrictivas, burocráticas y antinaturales impulsadas desde Bruselas, el dinero fluye hacia proyectos que desprecian nuestras tradiciones, destruyen nuestras economías rurales y nos encaminan hacia la dependencia total de laboratorios e intereses supranacionales.

El precio de la obediencia. Bill Gates, ideólogo de una humanidad reducida y controlada, ya ha invertido millones en esta industria. Su implicación no es altruista. Es parte de una agenda que sustituye lo natural por lo sintético, lo humano por lo mecánico, lo verdadero por lo programado…y, además, ellos, los globalistas, se enriquecerán aún más a costa de nosotros.

Todavía no es obligatorio comer esta “carne falsa”, pero es solo cuestión de tiempo. Cuando los costes bajen —y ya están bajando—, la carne falsa se presentará como la única alternativa posible. No será una elección. Será una imposición, como tantas otras disfrazadas de progreso. Es la agenda globalista. Es la agenda 2030.

domingo, 13 de abril de 2025

PSOE y PP recurren a consultores mercenarios sin ideología: José Pablo Ferrándiz y Aleix Sanmartín



En un momento donde la política española se desangra por la ausencia de principios, tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo han decidido confiar sus estrategias electorales a figuras externas, impersonales y camaleónicas: José Pablo Ferrándiz y Aleix Sanmartín. Lejos de ser ideólogos o defensores de un proyecto nacional, ambos representan la figura del gurú electoral que vende promesas sin contenido ni intención de cumplimiento. El objetivo es claro: engañar al votante, capturar su voto y luego olvidarlo.

Ferrándiz, el nuevo artífice de la propaganda de Moncloa

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según Cierre Digital, ha incorporado a José Pablo Ferrándiz como subdirector de análisis territorial del Gabinete de Presidencia. El fichaje fue ejecutado por Diego Rubio, nuevo jefe de Gabinete. Con una larga trayectoria como sociólogo, Ferrándiz ha colaborado con medios como ABC, El País o Grupo Henneo, además de haber trabajado en campañas para el PP, lo que demuestra su absoluta indiferencia ideológica.

José Pablo Ferrándiz ha ocupado cargos clave en casas de encuestas como Metroscopia e Ipsos, y actualmente ejerce docencia universitaria. Sin embargo, su visión es clara: «¿Ideología? Sea cual sea, mi profesión me obliga a valorarlas todas…». Más que un profesional, Ferrándiz se presenta como un técnico sin alma, dispuesto a maquillar cifras y percepciones con tal de conservar poder. En sus propias palabras: «Mi trabajo es ser un fotógrafo callejero, recoger las opiniones de la gente e intentar que sea más autoexplicativa la sociedad».
Enemigo de Tezanos y símbolo del CIS manipulado

Ferrándiz ha sido especialmente crítico con José Félix Tezanos, actual presidente del CIS, al que acusa de despreciar el trabajo de las encuestadoras privadas. «A mí me da mucha rabia porque Tezanos hace lo que critica. Y aparte de no tener ni idea, pone en duda nuestro trabajo por puro interés partidista. Es patético y cabreante», declaró sin tapujos.

Y fue más allá: «El organismo ha cometido errores garrafales y el descrédito del CIS está justificado, pese a que cuenta con estupendos trabajadores. Con sus estimaciones, lejos de acabar con la competencia, cada vez se mira más a las casas privadas».

Sanmartín: del PSOE al PP, siempre al mejor postor

El otro lado del tablero está ocupado por Aleix Sanmartín, quien después de asesorar a Pedro Sánchez, ha recalado ahora en las filas del PP para guiar a Feijóo rumbo a La Moncloa. El consultor valenciano, conocido por su participación en la campaña de Juanma Moreno en 2018, ha firmado un millonario contrato con los populares.

La estrategia de Sanmartín se basa en la manipulación emocional segmentada. Utiliza su famosa “máquina segmentadora” para analizar grupos poblacionales y lanzar mensajes calculados. Así nacieron medidas como los bonos culturales o los viajes gratuitos por Interrail. Promesas huecas que no buscan mejorar la vida del ciudadano, sino comprar su voluntad temporal.

Según se ha filtrado, ahora buscará seducir a hombres rurales de 45 años, una franja clave para Vox. El mensaje será claro: más seguridad y mano dura. ¿Convicción? Ninguna. Solo oportunismo.
El mercadeo de la política: sin moral ni límites

Ambos gurús comparten algo más que un currículum brillante: su desprecio absoluto por la verdad, la coherencia y la moralidad. Como él mismo ha dicho, Sanmartín no distingue entre lo legal y lo ético: «Para mí la ética en elecciones la establece la legislación de cada país. Es ético todo lo que esté dentro de la ley.»

Mientras se enriquecen con contratos millonarios —al PP andaluz le facturó 350.000 euros y al PSOE más de 600.000 anuales—, sus giros ideológicos dejan claro que no trabajan por principios, sino por intereses. En algunos medios, ya le llaman directamente «mercenario».

El fin justifica los medios: cómo se manipula al votante

La llegada de estos consultores demuestra que tanto el PSOE como el PP han renunciado a las ideas. Ya no hay programas ni principios: hay promesas y espectáculo. Y todo vale con tal de ganar votos.

Los partidos han externalizado su alma. En lugar de convencer al pueblo con propuestas reales, se limitan a embaucar al votante. En un escenario así, ¿quién defiende los valores? ¿Dónde queda la familia, la vida, la unidad nacional, la libertad religiosa y educativa?

España merece políticos con convicciones, no gestores de promesas falsas. Merece líderes, no actores dirigidos por asesores a sueldo. El voto no puede comprarse con mentiras. El futuro de una nación no puede depender de mercenarios ideológicos.

España en busca de un líder que despierte a la nación



La situación de España en los últimos años es, simplemente, insostenible. El país atraviesa una crisis de inmigración descontrolada, inseguridad ciudadana creciente, okupación ilegal de viviendas, de una grave corrupción estructural y un gobierno dirigido por un presidente desacreditado, Pedro Sánchez, cuya gestión ha degradado a niveles inéditos la democracia española. Y, sin embargo, no hay un estallido social. ¿Cómo es posible?

La respuesta, aunque dolorosa, es clara: falta liderazgo. No existe hoy en España un referente social o político que canalice el descontento, que despierte la esperanza, que represente al ciudadano de a pie. No basta con señalar lo evidente —que el gobierno actual es el peor de la historia democrática—; eso ya lo sabe una mayoría. Lo que falta es un líder que ilusione, que se levante con coraje y con un discurso claro y directo.

¿Dónde está el líder que España necesita?

Cada día, miles de españoles se hacen la misma pregunta: “¿Existe una alternativa real al desastre actual?”. La respuesta, por desgracia, sigue siendo negativa. A día de hoy, no existe una opción política que sea realmente fuerte, valiente y creíble.

Ante esta afirmación, muchos asegurarán que ese partido ya existe y mencionarán nombres concretos, tanto dentro como fuera del arco parlamentario. Pero todas esas opciones tienen un problema de origen: forman parte del sistema. Y España necesita algo distinto: un líder y un partido político ajeno al sistema, libre de complejos ideológicos, que no tema llamar a las cosas por su nombre y que conecte con las preocupaciones reales del pueblo: la inseguridad, la economía, la inmigración, el desempleo, la okupación, la unidad de nuestra Patria y la defensa de los valores tradicionales.

¿Y por qué afirmamos que debe estar fuera del sistema? Porque hay demasiados ejemplos de líderes y partidos que, tras surgir desde dentro del sistema, han acabado diluyendo su mensaje original cargado de buenas intenciones. Pasaron de ser una esperanza de cambio a convertirse en parte del problema. No daremos nombres para no herir susceptibilidades pero mientras la solución provenga del propio sistema, no será verdadera solución, será un parche. Será, en definitiva, una disidencia controlada por el sistema.

Sin embargo, los ejemplos internacionales de Donald Trump en EE.UU., Javier Milei en Argentina o Nayib Bukele en El Salvador demuestran que, cuando un líder conecta con el pueblo en personalidad, discurso y prioridades, no solo consigue gobernar, sino transformar profundamente su nación, que es lo que España necesita. Y no necesita pertenecer al sistema.

Trump, Milei y Bukele: tres caminos, un patrón común

Las diferencias entre Trump, Milei y Bukele son evidentes y muy pronunciadas. Y, además, muchos de sus planteamientos están alejados de los nuestros, Pero hay un denominador común: no pertenecen al sistema tradicional, han roto con la narrativa políticamente correcta y se han dirigido sin complejos al ciudadano común. Han hablado de los problemas reales y han propuesto soluciones firmes, coherentes y efectivas. Y llegados al poder han sido coherentes con lo que prometieron,

Trump entendió que el americano medio estaba harto de la delincuencia, de la droga, de la inmigración ilegal y de ver a su país humillado en el escenario internacional. Su discurso, directo y sin filtros, conectó con millones.

Milei supo que la prioridad de los argentinos era la economía, y no los escándalos kirchneristas. Aunque su estilo es excéntrico, su plan económico está ya dando señales de recuperación real.

Bukele, por su parte, ha transformado en menos de dos años un país devastado por la criminalidad en una nación segura. Ha hecho lo que nadie antes se atrevió a hacer. Y el pueblo se lo ha reconocido con una reelección arrasadora.
España está preparada: falta el liderazgo

Los españoles están hartos de la agenda 2030, de la ideología de género, del desmantelamiento de la unidad nacional, de la corrupción moral y política, del fracaso de un estado autonómico que ha generado más separatismo, de las mentiras institucionalizadas. Pero hablar de lo que está mal no basta. El nuevo líder debe hablar de lo que puede estar bien y ser coherente cuando llegue al poder.

Ese líder que aún no ha surgido deberá conectar emocional e intelectualmente con el pueblo español, con propuestas firmes, sin ambigüedades y con una personalidad fuerte, decidida y patriótica. Alguien que no tema defender la vida, la familia, la libertad y la soberanía de España.

Cuando ese líder aparezca —y aparecerá—, España volverá a latir con fuerza. Porque el pueblo, aunque hoy parezca dormido, está más despierto de lo que muchos creen. Solo necesita una voz clara, firme, que diga lo que millones piensan pero nadie se atreve a decir.

El PSOE contra la objeción de conciencia: un nuevo asalto a la libertad

ADELANTE ESPAÑA



La maquinaria ideológica del PSOE sigue en marcha, imparable, en su ofensiva contra los valores fundamentales de nuestra sociedad. Tras haber consolidado el aborto libre de facto en España, los socialistas redoblan ahora sus esfuerzos en una doble vía para ampliarlo: por un lado, eliminar la objeción de conciencia del personal sanitario, y por otro, blindar el aborto como un supuesto “derecho” en la Constitución Española.

Esta estrategia perversa no es improvisada. Se trata de una hoja de ruta planificada, sistemática y profundamente ideológica. La reciente moción presentada por el PSOE en el Senado, aunque rechazada por el Pleno, revela su intención real: acorralar moral, profesional y legalmente a los médicos que se nieguen a participar en la cultura de la muerte.

La propuesta socialista pedía implementar «protocolos claros que aseguren que la objeción de conciencia del personal sanitario no limite el acceso de las jóvenes» al aborto. No se conforman con que España se haya convertido en el paraíso de los abortistas, sino que quieren promocionarlo activamente aún más, borrar toda resistencia y adoctrinar desde las instituciones.

Para ello, los socialistas buscan imponer un registro de objetores —una auténtica lista negra— que permita señalar y marginar a los médicos provida. En palabras del propio texto de la moción, «en muchas comunidades autónomas, la objeción de conciencia del personal sanitario y la falta de recursos impiden que las jóvenes puedan acceder a este derecho en condiciones de igualdad». Se trata de una peligrosa deriva totalitaria que pretende anular un derecho individual reconocido en nuestra Constitución: la objeción de conciencia.

Este registro pone en grave peligro el derecho a la confidencialidad de los médicos, anestesistas, enfermeros y auxiliares de clínica que quieran objetar. En realidad, estas listas solo buscan señalar a los objetores y discriminarles en los procesos de contratación, eliminando cualquier resistencia desde dentro del sistema.

Los socialistas lo dejaron claro: «la objeción de conciencia se está utilizando como una trinchera ideológica en vez de como un derecho individual». Así, lo que el PSOE intenta imponer no es un sistema sanitario justo, sino un modelo ideológico uniforme, donde solo quienes comulgan con la agenda proaborto puedan trabajar sin represalias.

Pero esto no termina aquí. El verdadero objetivo de los socialistas es blindar el aborto en la Constitución Española, como ya propusieron en su último Congreso Federal. No les basta con legislar desde el Ejecutivo: quieren dejarlo inscrito en piedra, como un “derecho” incuestionable. Plantearon incluso incluirlo en la Carta Europea de los Derechos Fundamentales, asegurando además un “número mínimo de ginecólogos” en todas las regiones para garantizar que las mujeres puedan abortar en la sanidad pública, sin importar la conciencia de los profesionales.

Ahora bien, esta deriva no sería posible sin la complicidad del Partido Popular. Aunque el PP se niegue teóricamente de cara a su electorado a apoyar este tipo de iniciativas, en la práctica ha demostrado ser experto en consolidar las políticas del PSOE. No promueve legislación proaborto – ni provida-, pero tampoco deroga ni corrige las legislaciones promuerte socialistas. Esto es, consolidan las legislaciones proabortos. Una vez más, estamos ante el viejo juego de la alternancia sin alternativa, donde la supuesta oposición simplemente asume las conquistas ideológicas de la izquierda.

La objeción de conciencia no es un privilegio, es un derecho humano básico, profundamente vinculado con la libertad de pensamiento, la ética profesional y la dignidad de la persona. Imponer registros, listas o protocolos que lo limiten no es “igualdad”, es represión ideológica.

Desde este diario lo afirmamos sin ambages: la vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural. Y cualquier intento de coacción contra quienes la defienden desde su vocación médica debe ser denunciado y combatido. Porque la libertad, la vida y la conciencia no se negocian.

sábado, 12 de abril de 2025

Dos nuevos informes ratifican que la Administración Biden conocía que el coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan y lo ocultó



Una de las grandes mentiras de una pandemia pródiga en ellas, el origen del virus en un animal contaminado —murciélago o pangolín—, no sólo se ha demostrado finalmente como tal pese a que durante años fuera anatema sugerir que el virus procedía del laboratorio virológico de Wuhan, en China, hasta el punto de ser una versión rechazada por «expertos», ridiculizada y censurada en redes y medios; lo más grave es que la Administración Biden conocía la verdad, y la ocultó.

Dos son los nuevos informes que vienen a confirmar este escandaloso hallazgo. En primer lugar, un informe que acaba de publicar el Departamento de Defensa revela que el Pentágono nunca investigó formalmente la posibilidad de que miembros del servicio estadounidense pudieran haber sido infectados con covid durante los Juegos Militares Mundiales en Wuhan en el otoño de 2019.
Además, un análisis recientemente publicado por una unidad de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), hecho público a través de la Ley de Libertad de Información esta semana, señala que el Centro Nacional de Inteligencia Médica (NCMI) de la DIA creyó desde el primer momento que el origen del virus estaba en una fuga del laboratorio de Wuhan, a pesar de los esfuerzos del «zar de la pandemia», Anthony Fauci, por descartar la posibilidad.

El análisis recién publicado del NCMI de la DIA, con fecha del 25 de junio de 2020, concluyó que «las capacidades de biología molecular del laboratorio de Wuhan y la evaluación genómica son consistentes con la hipótesis de que el SARS-CoV-2 fue un virus diseñado en laboratorio». El análisis del NCMI, hecho público cinco años después, indicaba que la evidencia disponible, incluso en las primeras etapas, era consistente con el surgimiento del covid-19 a través de una fuga de laboratorio en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV).

El WIV estaba dirigido por la llamada «mujer murciélago» Shi Zheng-li, y los científicos de defensa médica estadounidenses afirmaron que el SARS-CoV-2 podría haber sido «parte de un banco de virus quiméricos en el laboratorio de Zhen-Li Shi en el WIV que escapó a la contención».

viernes, 11 de abril de 2025

El P. Cantera, víctima de la sumisión de la Iglesia al gobierno de Pedro Sánchez



Se le impone abandonar su comunidad monástica en el Valle de los Caídos

La sumisión de la Iglesia al gobierno socialcomunista de España tiene en el P. Santiago Cantera, OSB, una de sus víctimas más claras. En un mensaje que se ha vuelto viral agradeciendo las muestras de cariño y que desbarata la estrategia de propaganda que presenta como victorioso al Cardenal Cobo, se ponen de relieve las imposiciones y la violación del voto de estabilidad.

El P. Santiago Cantera está respondiendo a quienes se han interesado por su situación, tras su anunciada salida del Valle. Su respuesta se ha hecho viral:
Agradezco de corazón el apoyo, la cercanía, el afecto y las oraciones de todas aquellas personas que me están mostrando su dolor por esta situación. Aunque todo esto que estoy viviendo con mi comunidad nos haya sido impuesto, lo acogemos con mirada sobrenatural y con la paz que el mundo no es capaz de dar, sino que sólo Dios puede proporcionar.

Por mi parte, el hecho de tener que ausentarme de la que es mi comunidad, con la cual la comunión es total y estamos todos unidos, y aunque se me haya impuesto de esta manera violentar mi voto benedictino de estabilidad, es una ocasión de la que Dios se vale para proporcionarme un tiempo de descanso físico y mental y de retiro espiritual que realmente necesitaba y que me hará crecer interiormente y en mi adhesión al Buen Dios de amor y misericordia.

Pido, por tanto, a las personas que desean verme o ponerse en contacto conmigo, que respeten el retiro y la paz que necesito durante un tiempo y, más adelante, ya tendremos ocasión de encontrarnos de nuevo. A todas las encomiendo en mis oraciones y estamos unidos en los Corazones de Jesús y de María.
Cabe señalar que la totalidad de los obispos españoles respaldan las medidas acordadas entre el cardenal Cobo, delegado de la Santa Sede para esta cuestión, y el gobierno social-comunista, según manifestó Mons. Magán.

Mons. Magán, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), no se sabe si de forma intencionada o no, no dijo nada sobre la salida de Cantera en la rueda de prensa posterior a la última Asamblea Plenaria. Dijo entonces:

En este momento, lo único que está definitivamente acordado, y esto se ha sabido porque una vez más ha sido el gobierno el que ha filtrado este proceso de diálogo, es que de ese planteamiento inicial de la salida de la comunidad benedictina queda que la comunidad sigue; el mantenimiento de la Basílica como espacio sagrado destinado al culto; y tercero, el respeto a todos los elementos religiosos situados fuera de la Basílica.

No dijo ni una sola palabra sobre la violación que sufre dicha comunidad al forzar la salida de quien ha sido su prior durante diez años.

Queda también desmentido el argumentario que se envió a los medios de comunicación, incluido este, por el que se aseguraba que el hecho de que el P. Cantera dejara de ser prior era debido a una regla de las comunidades benedictinas de Solemnes. Lo cierto es que todo este episodió está rodeado de mentiras y medias verdades.

Esto desbarata la estrategia de comunicación, entre otros, del Arzobispado de Madrid de presentar un caso en el que la Iglesia ha salido victoriosa porque ha conseguido ciertas concesiones. Si como van vertiendo algunos medios oficiales de los obispos «el Valle es del Estado», ¿qué tenían entonces que negociar Pedro Sánchez con la Iglesia si ya era suyo?.

De lo que no caben ya dudas en estos momentos es que si hace unos años los obispos entregaron a los muertos, ahora lo hacen con sus fieles.

¿Preguntas sin respuesta?

Cabe preguntarse qué más ha ocultado o manipulado ante la opinión pública el prelado portavoz de la CEE. Otra pregunta que es obligada es si se informó a los obispos del exilio forzado el P. Cantera. ¿El apoyo de todos los prelados a lo negociado con el gobierno incluía ese dato? Monseñor Munilla dijo en su programa Sexto Continente, en Radio María, que el P. Cantera se había echado a un lado voluntariamente. ¿Qué contó el cardenal Cobo al obispo de Orihuela-Alicante, y al resto de obispos, al relatar los hechos y las negociaciones? ¿mantienen los obispos el apoyo total a la actuación de una Iglesia que se somete a un gobierno que quiere humillarla, vejarla y manipular sectariamente la historia en base a una ideología que fue una de las causas de la Guerra Civil española?

¿Habrá algún tipo de petición de explicación a Mons. Magán? Los silencios en estos casos son igual de elocuentes.

miércoles, 9 de abril de 2025

España: paraíso abortista. De destino turístico a destino de la muerte



España, tierra de historia, cultura y familia, ha sido transformada por el actual Gobierno socialista-comunista en algo radicalmente distinto: un santuario internacional del aborto. Lo que antes era símbolo de vida, hoy se ha convertido es uno de los destinos más buscados por quienes acuden a acabar con la vida de sus hijos por nacer. Esta realidad —tan cruda como inquietante— es el resultado de años de ingeniería ideológica al servicio de la cultura de la muerte.

España es el segundo país de Europa donde más se viaja a abortar. En efecto, según el informe Exporting Abortion de 2023, España se sitúa justo por detrás de los Países Bajos, donde el aborto se permite hasta la semana 24 de gestación. En nuestra nación, la ley es tan permisiva, y el radicalismo político tan agresivo y sectario, que nos hemos convertido en uno de los principales destinos del aborto internacional. Y lo más grave es que esto no es un accidente: es una estrategia deliberada promovida por la izquierda y la extrema izquierda.

En 2023, al menos 5.860 mujeres viajaron fuera de sus países para abortar. Muchas de ellas eligieron España. Nuestro país se ha convertido, junto a los Países Bajos, en referente para clínicas abortistas que lucran con el drama humano, y que encuentran aquí no solo amparo legal, sino promoción institucional. ¿El resultado? Un turismo abortivo impensable en cualquier nación con principios de dignidad humana.

No es casualidad que España encabece esta lista. La legislación española no solo facilita el aborto por plazos, sino que además ampara los abortos sin aducir ningún motivo. De este modo, mujeres extranjeras que en sus países no pueden abortar por restricciones legales, acuden a España para hacerlo sin límites. Aquí se les abre la puerta, se les allana el camino y se les invita, sin reparos, abortar sin límites.

Y lo que es aún más alarmante: el gobierno pretende elevar el aborto a la categoría de derecho constitucional, blindándolo legalmente por encima de cualquier protección al no nacido. Es la muestra definitiva de que no gobiernan para proteger la vida, sino para destruirla.

Es un gobierno que promueven la muerte, atacando a la mujer y al niño. Desde Adelante España no podemos callar ante una verdad que se impone con la fuerza de los hechos: la izquierda en España promueve la muerte, no la vida. Su radicalismo ideológico no protege a la mujer, sino que la abandona y la engaña. No defiende los derechos, los destruye desde la raíz. Convertir el aborto en un reclamo turístico no es un logro: es una tragedia ética, social y moral. Es una aberración.

El discurso de la “libertad de decidir” se ha transformado en libertad de matar. Se dice defender a la mujer, pero se la deja sola ante el drama del aborto, mientras se criminaliza a quienes ofrecen apoyo, alternativas y acompañamiento para que pueda continuar con su embarazo.

No podemos seguir tolerando que nuestra nación sea cómplice del exterminio silencioso del no nacido, ni que se venda como un “avance” lo que en realidad es un retroceso civilizatorio.

Desde aquí exigimos un cambio de rumbo: la derogación inmediata de las leyes abortistas, la protección jurídica integral de la vida desde la concepción, y una política de apoyo real a la maternidad y a la familia. No podemos seguir normalizando lo que es inaceptable: que España sea un destino de muerte camuflado de derechos humanos.

La cultura de la vida no es una opción ideológica: es un deber moral. Y ante la evidencia de que el actual Gobierno actúa movido por una ideología de muerte, los defensores de la vida tenemos que alzar la voz más que nunca. Porque detrás de cada número, hay un niño no nacido al que se le negó la existencia y una mujer utilizada como herramienta ideológica.

España no puede seguir siendo el segundo destino europeo para el aborto. España debe volver a ser tierra de vida, no de muerte.