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Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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miércoles, 7 de diciembre de 2016
domingo, 4 de diciembre de 2016
sábado, 3 de diciembre de 2016
Este es el homosexualismo que Cifuentes enseña a nuestros hijos desde los cuatro años (Pablo Ferrer)
FUENTE: HISPANIDAD
- ¿Alguien ha visto “chicas con pene” y “chicos con vulva”? La presidenta de Madrid, sí.
- Mensaje principal: las personas tenemos distintas orientaciones del deseo sexual, que nada tienen que ver con el sexo de cada uno.
- Es decir, el nacimiento es un mero accidente y lo importante es el sentimiento de cada uno.
- Y el que no esté de acuerdo será perseguido hasta que ceda o… hasta la cárcel.
- Es donde Cifuentes quiere enviar al director del colegio Juan Pablo II.
- Y varias asociaciones gays han demandado a Hazte Oir por difundir un libro en el que explican el adoctrinamiento sexual en los colegios.
Atención, pregunta: ¿Qué es Cristina Cifuentes, hombre o mujer? No se precipiten, que la pregunta tiene trampa y según lo que digan les pueden tachar de homófobos, intolerantes, intransigentes y un montón de cosas más. Incluso pueden acabar en la cárcel. Porque la única persona que puede responde a esa cuestión es la propia Cifuentes, que a estas alturas, imaginamos, ya habrá elegido qué quiere ser: si un chico con vulva o una chica con vulva. Eso siempre que no se opere y se dupliquen las posibilidades.
Todo esto, un auténtico disparate, es lo que la presidenta (o presidente, ya me entienden) de la Comunidad de Madrid, quiere enseñar a los niños de educación infantil, esto es, de tres y cuatro años. “Hay chicas con vulva… y chicas con pene” y “hay chicos con vulva… y chicos con pene”, se lee en una de las guías destinadas a los más pequeños.
Pero ojo, porque los alumnos de 10 y 11 años ya están sufriendo el adoctrinamiento homosexualista. Lo explica fenomenalmente bien Julián Lozano en su blog. Este sacerdote de Getafe asistió a una charla sobre “diversidad sexual y de género”, destinada a padres de alumnos de un colegio público de Madrid. No se lo pierdan. Merece la pena.
Lozano cuenta cómo esa misma mañana, los alumnos de quinto y sexto de primaria tuvieron una “dinámica” en la que les preguntaban si “lo normal es que a los chicos les guste las chicas y viceversa” y “si una chica lo es porque tiene cuerpo de chica”. Al final, los coordinadores les daban “la respuesta correcta”, según el guión. ¿Entienden ahora por qué les decía que no se precipitaran con Cifuentes?
El mensaje principal que se quiere implantar es tan claro como disparatado: las personas tenemos distintas orientaciones del deseo sexual, que nada tienen que ver con el sexo de cada uno. Es decir, el nacimiento es un mero accidente. El hecho de ser hombre, mujer, gay, lesbiana, todo a un tiempo o sólo los años bisiestos, depende únicamente de nuestro sentimiento interno.
Y el que no esté de acuerdo, a la cárcel. No es broma. Es lo que quiere hacer Cifuentes con el director del colegio Juan Pablo II. La persecución se ha disparado y varias asociaciones gays han demandado a la plataforma ciudadana Hazte Oir por difundir el libro ¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio? (la imagen es del libro), en el que explican el adoctrinamiento sexual que sufren los más pequeños. Merece la pena leerlo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com
pablo@hispanidad.com
Caza de brujas (Fray Gerundio)
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El decano de la Rota Romana, Pío Vito Pinto |
Como quien no quiere la cosa, y en medio de un clima de diálogo -tendiendo puentes y construyendo sínodos-, bajo el manto poliédrico del NO al descarte del más débil, con la cara bien sonriente, preocupación por los más desfavorecidos y el rechazo a los fariseísmos de turno, ha comenzado en el Vaticano la caza de brujas dirigida, estimulada y coordinada desde la sombra por el Gran Líder. Como un McCarthy de pacotilla, el Ojo-Que-Todo-Lo-Quiere-Ver va elaborando su peculiar lista de los que se oponen a su proyectos de destrucción. Como un Saruman de nuevo cuño, va creando cantidades de orcos que engrosen sus ejércitos, con el objetivo de reducir a cenizas toda la doctrina y fagocitar todo lo que suene a dogma.
Muy pocos se atreverán a plantarle cara. Inmediatamente serán avistados por al Gran Ojo. Pagarán cara su osadía. Serán descartados por el Preboste. Al mismo tiempo, todo el que colabore, simpatice o haga coro a los disidentes; todo el que sugiera, esboce o muestre alguna especie de apoyo a los enemigos del César, irá destinado al destierro más inmisericorde, acompañado del desprecio más inhumano. No se les aplicará la comprensión, no serán objeto de diálogo, no podrán defenderse. No tendrán derecho de réplica. Mientras tanto, se van afilando en Santa Marta las hojas de la guillotina como si se tratara de un guiso a fuego lento, llamado a embucharse a la disidencia.
La carta de los cuatro cardenales expresando sus dudas sobre la doctrina bergogliana, ha sentado mal. Ha emberrenchinado a Francisco. Tan acostumbrado a las loas de medios de comunicación y de eclesiásticos empesebrados, tan instalado en la auto-complacencia, y sin el menor deseo de dirigirse a sus hermanos cardenales (como gusta decir cuando se refiere a los otros), se nota que ha dado instrucciones precisas a sus corifeos para que le hagan el trabajo sucio. De esta forma, entre los pelotas naturales, los cobardes, los asustados y los caguetas se va organizando la procesión que lleva bajo palio a la Amoris Laetitia y la Laudato Si, y que expone en la Custodia un video de niños soldados y de okupas, que son el mejor exponente de Adoración actual, en la Iglesia que ha re-fundado Bergoglio.
El que apoye a uno de estos cuatro cardenales dubitantes, será incluido en la lista y su cabeza empezará a sentir el filo de la navaja. Como dicen ahora que ya no estamos en el Renacimiento o en la Edad Media, es de suponer que hablamos de guillotinas y navajas metafóricas, referidas a capelos, oficios, cargos y honores. Por el momento, Francisco no habla, no contesta, aunque algunos hablan y defienden su silencio. Que diga algo el Vito Pinto. Que se desdiga después. Que vuelva a decirlo a continuación. Que arme lío. Que amenace.
Que diga otro tanto el Papamanolis. Veamos las reacciones. Que susurre algún otro purpurado. Observemos las contrapropuestas. Comienza la caza de brujas. Que diga Müller que él no tiene nada que ver con esto. A ver si todos se asustan y se quedan solos estos cuatro pardillos. Y mientras tanto, sigamos destruyendo, que hay poco tiempo.
Me decía Fray Malaquías que en los tiempos próximos (que insiste en que serán muy breves), veremos con horror, pena y asombro la defección de muchos de los que en la primera hora eran más críticos con esta situación. Hemos leído algo esta semana, en dignas plumas otrora muy chillonas. Ya veremos si esto se va confirmando en los próximos meses. Pero desde luego, la confusión irá reinando y el miedo se apoderará de muchos. Que Dios nos asista.
Menos mal que mientras tanto, y lo digo para relajar la tragedia en que vivimos, el Cardenal de Nueva York ni apoya las dubbia de los cuatro, ni las rechaza; ni las comprende ni las discute. Él está en otra cosa. En lugar se pronunciarse sobre las dubbia, se pega un bailoteo con las rubbias.
Con este no habrá caza de brujas.
Fray Gerundio
El Papa Francisco no gana para disgustos: la máxima autoridad de la Iglesia en China, el Cardenal Zen, dice que Francisco "traicionaría a Cristo" si permite a la China comunista elegir obispos (CATHOLICVS)
El Papa Francisco no gana para disgustos: al máximo representante de la Iglesia Católica en China, S. E. R. Joseph S.R.E. Card. Zen Ze-kiun, S.D.B., Arzobispo emérito de Hong Kong (China), no parece hacerle mucha gracia la resurrección de la Ostpolitik vaticana, retomada en este pontificado después de cuatro décadas, y el posible acuerdo de la Santa Sede con el gobierno comunista chino. Hasta tal punto, que ha llegado a afirmar que el Papa Francisco -inclinado a siniestra, como es evidente a todo el mundo y él mismo deja patente, tanto en su actividad diaria, como en sus comentarios e intromisiones en el ámbito político-, si concede al gobierno del Partido Comunista Chino la facultad de elegir obispos, "traicionaría a Cristo". Así ha dado la noticia LifeSiteNews, que he traducido íntegramente al español:
HONG KONG 29 de noviembre de 2016 (LSN) - La más alta autoridad católica china ha declarado que si Francisco permite que la China comunista meta la mano en la selección de los obispos católicos de la nación sería "traicionar a Jesucristo".
"No puedes iniciar negociaciones con la mentalidad "queremos firmar un acuerdo a cualquier precio", entonces te estás rindiendo, te estás traicionando, traicionas a Jesucristo", dijo el Cardenal Joseph Zen a The Guardianesta semana.
El ex obispo de Hong Kong, de 84 años de edad, se ha opuesto firmemente a un posible acuerdo entre el Vaticano y el gobierno chino que daría legitimidad a la gubernamental Asociación Patriótica Católica China. Afirma que el movimiento alienaría a los auténticos católicos que asisten al culto en la "Iglesia clandestina", de la única Iglesia verdadera encabezada por Cristo y su representante, el Papa.
El Wall Street Journal informó a principios de este mes de que "en este caso, Roma se comprometería a reconocer como obispos sólo a aquellos clérigos que primero ganaron la candidatura de la Conferencia de Obispos de la Asociación Patriótica", permitiendo así al gobierno, no a la Iglesia, decidir quién es obispo.
El cardenal Zen dijo a principios de este mes que tal acuerdo simplemente conseguiría que el Vaticano diera credibilidad a "obispos falsos" que, como "títeres" completamente controlados por el gobierno, no buscarían el bien de la Iglesia sino su destrucción.
Según el Decreto sobre los Obispos del Concilio Vaticano II (1965), el derecho de nombrar y designar a los obispos pertenece "de manera adecuada, peculiar y per se exclusivamente a la autoridad eclesiástica competente".
"Por lo cual, para defender como conviene la libertad de la Iglesia y para promover mejor y más expeditamente el bien de los fieles, desea el sagrado Concilio que en lo sucesivo no se conceda más a las autoridades civiles ni derechos, ni privilegios de elección, nombramiento, presentación o designación para el ministerio episcopal", declaró el Concilio en ese momento.
El Código de Derecho Canónico (Canon 377 § 5) establece que "no se concederá a las autoridades civiles ningún derecho ni privilegio de elección, nombramiento, presentación y designación de Obispos".
El abogado canonista Edward Peters ha dicho que el Vaticano, al tratar con China, debería recordar la Historia y la lección de que "cuanto mayor es el papel desempeñado por el poder secular en asuntos eclesiásticos, mayores son las posibilidades de abuso".
"Tal concesión a China, si eso es lo que realmente se propone, seguramente sería exigida por otros estados totalitarios, recreando los desordenados enredos entre la Iglesia y el Estado que marcaron y en ocasiones afectaron a gran parte de la Historia de la Iglesia", escribió en su blog.
En la entrevista, Zen dijo a The Guardian que cualquier acuerdo propuesto crearía simplemente una "libertad falsa" para una institución falsa.
"Pero es sólo apariencia de libertad, no es libertad real, la gente tarde o temprano verá que los obispos son títeres del gobierno y no realmente pastores del rebaño", dijo.A Zen le gustaría ver que el Vaticano abandonara el acuerdo."Si no puede obtener un buen trato, un acuerdo aceptable, entonces el Vaticano debe abandonar y tal vez intentarlo más tarde. ¿Podía la Iglesia negociar con Hitler? ¿Podía negociar con Stalin? No", dijo.
Zen ha sugerido que el reconocimiento por parte del Vaticano de la iglesia gubernamental confirmando los nombramientos episcopales sólo "envenenaría" a la verdadera Iglesia Católica en China, donde se calcula que unos siete millones de personas asisten en secreto.
"La sangre de los mártires es semilla de los nuevos cristianos", dijo. "Si esa sangre está envenenada, ¿cuánto durarán esos nuevos cristianos?".
viernes, 2 de diciembre de 2016
En respuesta a las dudas de un amigo acerca de mi posición con respecto al papa Francisco (José Martí)
Hará mañana exactamente cinco meses un compañero de trabajo y amigo, me escribió por e-mail: "Estoy siguiendo tus entradas sobre el papa Francisco y me tienes alucinado. Te veo en una posición irreconciliable con él. No sé si lo estoy entendiendo bien, pero si es así, alguien está cada vez más al margen de la Iglesia católica. Feliz verano. Y salud"
Me ha parecido que podría ser interesante reflejar en este blog la respuesta que le di pues pienso que puede valer también para cualquiera que me lea y que tenga dudas similares a las de mi amigo. Esto fue lo que respondí (puede variar alguna expresión o palabra, o incluso algún añadido, a efectos de que se entienda mejor el contenido, pero éste no ha cambiado. Al final he escrito un añadido que no forma parte de la carta)
Hola, habrás observado que razono todo lo que escribo, con los links correspondientes.
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Hola, habrás observado que razono todo lo que escribo, con los links correspondientes.
Yo soy fiel al Papado como Institución fundada por Jesucristo, quien fundó su Iglesia (católica) hace casi dos mil años. Luego está toda la Tradición de la Iglesia, los escritos de los santos Padres, así como las encíclicas de los Papas anteriores al Concilio Vaticano II.
A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido papas de todo tipo (tú mismo hablaste en una de tus entradas del papa nº 130, Juan XII, el papa fornicario). ¿Piensas que Dios quiere que sean así sus representantes en la Tierra? Está claro que lo permite, pero no puede quererlo ... y siempre lo permite con vistas a un bien mayor.
En el caso de Francisco, el problema es, desde el primer día en que tomó el Poder Pontificio, el 13 de marzo de 2013, que casi todo lo que dice y hace está en disconformidad con la Doctrina multisecular.
Lo que ocurre es que los cardenales están con miedo (es mi opinión), en particular aquellos que se siguen manteniendo fieles a la Tradición, que cada vez son menos, porque ya se está encargando Francisco de hacer una criba al objeto de que no haya "adversarios" y tenerlos a todos de su parte.
Cada día, o con bastante regularidad, van apareciendo cardenales y obispos gays, partidarios de la homosexualidad, de considerar las uniones entre adúlteros como normales y no pecaminosas, etc (ver Amoris Laetitia).
Yo no tengo personalmente nada contra el Papa y, en cuanto Papa, le guardo respeto, pero no puedo estar de acuerdo con aquellas cosas que dice que son contrarias a la doctrina católica (la cual, por cierto, cada vez se conoce menos, porque no se enseña; los seminarios están vacíos; y el modernismo se ha infiltrado de lleno en la Iglesia, siendo como es la suma de todas las herejías, al decir del papa San Pío X).
Yo no tengo personalmente nada contra el Papa y, en cuanto Papa, le guardo respeto, pero no puedo estar de acuerdo con aquellas cosas que dice que son contrarias a la doctrina católica (la cual, por cierto, cada vez se conoce menos, porque no se enseña; los seminarios están vacíos; y el modernismo se ha infiltrado de lleno en la Iglesia, siendo como es la suma de todas las herejías, al decir del papa San Pío X).
Intento, además, seguir el consejo de san Pablo cuando dijo: "Que obréis bien, aun cuando nosotros fuéramos dignos de reprobación. Pues no podemos nada contra la verdad, sino en favor de la verdad" (2 Cor 13, 7-9).
Lo que yo no puedo hacer es actuar en contra de mi inteligencia. Y llamar negro a lo que es blanco y blanco a lo que es negro ... porque lo ha dicho el Papa.
Lo que yo no puedo hacer es actuar en contra de mi inteligencia. Y llamar negro a lo que es blanco y blanco a lo que es negro ... porque lo ha dicho el Papa.
La misión del Papa no es la de aportar ideas que contradigan la fe, sino la de confirmar en la fe a todos sus hermanos católicos, dando ejemplo con su vida y con sus palabras. El Papa tiene la obligación de transmitir íntegramente el depósito, revelado de una vez para siempre, sin alterar nada de él ... ¡Y no es eso lo que está haciendo!
Ya van apareciendo algunas voces disonantes. En particular el obispo más valiente es Schnëider, quien se ha opuesto claramente a la Amoris Laetitia. Luego están los cardenales Burke, Sarah y alguno más, pero muy pocos.
Los cardenales más conocidos y con más influencia son Marx, Schönborn, Müller, el arzobispo argentino Víctor Fernández (alias "Tucho") íntimo amigo del Papa (el verdadero autor de la AL) y otros por el estilo, que se declaran ellos mismos pro-divorcio y pro-homosexuales ... ¡Y no pasa nada! El Papa no los destituye.
Sí lo hace, en cambio, y actúa, cuando se encuentra con otros obispos y cardenales que se mantienen fieles a la Tradición. Como ejemplo te puedo citar el caso de Monseñor Livières, un hombre de auténtica fe y que tenía los seminarios llenos de aspirantes al sacerdocio, y sin ningún motivo de peso fue trasladado desde Ciudad del Este a un sitio desconocido (ya falleció). El caso del cardenal Burke, también destituido del puesto de alto rango que tenía, por el mero hecho de su fidelidad a la Tradición. Y el caso más flagrante de todo que es el de los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada, una orden con vocaciones muy valiosas ... pero por ser tradicionalistas la ha hecho desaparecer, sembrando un gran desconcierto entre los fieles y los seminaristas. [De todo ello he hablado en mi blog].
Observa quiénes son sus amigos: masones, musulmanes, rabinos, Evo Morales, Chávez, Maduro, Fidel Castro, etc... Dicen que va a recibir a Pablo Iglesias, el de Podemos, el día 10 de septiembre (no sé si lo hará). Y, sin embargo, no ha recibido a otros líderes con pensamiento ortodoxo y fiel a la Tradición: ... una misericordia selectiva.
Yo digo lo que veo. Y de lo que digo hay testimonios (por escrito y en vídeos) de que eso es así. Y mientras tanto, la sociedad está cada vez más corrompida, y las vocaciones sacerdotales brillan por su ausencia.
Faltan santos en la Iglesia ... y aquéllos que destacan por su santidad y su fidelidad a la Tradición son perseguidos ... incluso por el mismo Papa: además de los ejemplos que he citado más arriba, recuerda -no sé si lo has visto- el caso del monaguillo al que pretende separarle las manos porque está en actitud de veneración hacia el Santísimo. Y hasta le reprende: ¡tienes las manos pegadas! , etc, etc.
[Añado aquí un enlace a esa entrada del monaguillo reprendido por el papa Francisco]
En fin, ¿para qué voy a seguir? No acabaría nunca.
Y sí, me preocupa la Iglesia. Si te fijas en mis escritos acerca de lo que hablo sobre Francisco podrás comprobar que, desde el principio en que comencé a hacerlo, siempre lo he hecho documentado y no le he hecho decir nada que no haya dicho.
Si lo que dice está bien, bienvenido sea (hay muchas cosas buenas que dice) pero si lo que dice se opone a la verdad, es preciso hacerle frente, tal y como hizo san Pablo con san Pedro, reprendiéndole en público porque su modo de actuar no era el correcto. Y ahí tienes a Santa Catalina de Siena que fue a Avignon a decirle al Papa que tenía que volver a Roma.
El papa no es Dios. Y Dios cuenta ya con eso: cuenta con la infidelidad de muchos de sus sucesores: no porque ésa sea su voluntad, puesto que Él no puede querer lo malo, sino porque respeta nuestra libertad y por eso tolera el mal y lo permite ... Eso sí: sabemos con toda certeza, por la fe, que "todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios" (Rom 8, 28)
Por eso sabemos que la batalla final, que es la que cuenta, será ganada por Jesucristo y por todos aquellos que no se han avergonzado de Él: éstos son realmente quienes constituyen la verdadera Iglesia Católica.
[Aquí estoy hablando de la Iglesia militante; pero recuerda que está también la Iglesia triunfante y la Iglesia purgante. Todas ellas constituyen la única y sola Iglesia, dentro de la cual -y sólo dentro de ella- es posible la salvación. Algunos ya han llegado a la meta. Nosotros estamos aún en camino. Y esa esperanza es la que nos da alas para mantenernos firmes y vigilantes, luchando -con ilusión y confianza y en todo momento contra "el maligno". De Él recibiremos la corona de gloria que tiene reservada para los que perseveren hasta el fin]
"Estoy convencido -decía san Pablo- de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Rom 8, 38-39)
Contestando, pues, a tu pregunta, y resumiendo, te digo lo siguiente: Yo quiero morir como católico, en el seno de la Iglesia, pues de lo contrario mi vida no tendría ningún sentido. Pero ya sabes: hablo de la iglesia de siempre, de la Institución Papal bimilenaria, fiel al Mensaje recibido de Jesucristo y transmitido a lo largo de los siglos ... y no de lo que diga tal o cual Papa, por muy Papa que sea, si sus palabras se oponen a ese Mensaje.
En fin, lo dejo ya. No te doy más el tostón. Me alegro de hablar contigo y te deseo también un feliz verano. Un abrazo. José Martí
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AÑADIDO POSTERIORMENTE
Por cierto, son los pobres a quienes Jesús promete la dicha y la felicidad, ya en este mundo: Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5, 3). La pobreza es una virtud. ¿Cómo se puede luchar contra la pobreza? Los pobres, según el Evangelio, son los humildes y los sencillos, los que hacen como Jesús quien vino "no a cumplir su voluntad sino la del Padre que lo había enviado". (Jn 6, 38)
Jesús se hizo pobre por Amor. Esa es la pobreza que debemos de vivir los cristianos, poniendo a Dios en el centro de nuestra vida, por encima de todas las cosas y por encima de todo.
Se confunde, el 99% de los casos (debido a la influencia de los mass media) la pobreza con la miseria y con unas condiciones infrahumanas. Esto no lo quiere el Señor. Ésta no es la pobreza cristiana. Si fuéramos realmente pobres y pusiéramos a Dios, manifestado en Cristo, en el centro de nuestra vida, entonces, al cambiar nuestros corazones, al volvernos humildes, sencillos y amantes de la verdad ... entonces, y sólo entonces, el mundo podría ir saliendo de su miseria hasta erradicarla completamente.
Pero la erradicación de la miseria es una consecuencia del Mensaje de Jesucristo: no es el Mensaje de Jesucristo, un Mensaje que muy pocos conocen. No es necesaria una "nueva Evangelización", como se dice: ya podemos percibir hoy los efectos de esa "nueva Evangelización", unos efectos que se han ido dejado sentir, principal y paulatinamente, desde el Concilio Vaticano II, hace cincuenta años, hasta que hemos desembocado en una "nueva Iglesia" que es distinta a la Iglesia de siempre.
Sí es necesario, en cambio, una re-evangelización. O, si se quiere, una evangelización auténtica, siendo conscientes de que no es el Evangelio el que debe adaptarse a los tiempos, sino que son éstos los que tienen que adecuarse al Evangelio, dado que sólo en Jesucristo se encuentra la salvación y "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y lo será siempre" (Heb 13, 8)
José Martí
Así acabará el drama de las «dubia»
FUENTE: INFOCATÓLICA
El papa Francisco ha declinado contestar a cuatro cardenales dudas sobre su enseñanza sobre el matrimonio. La Iglesia está ahora en un territorio inexplorado.
Pronosticar es un pasatiempo peligroso para los comentaristas y en el papado del papa Francisco el negocio de hacer predicciones parece especialmente peligroso. El pasado abril, cuando Francisco promulgó un documento llamado Amoris Laetitia (La alegría de amar), advertí a los lectores que esperasen controversia continuada alrededor de una pregunta no contestada. Ahora se ve que no estaba equivocado.
La pregunta no contestada era la que se debatió acaloradamente en los dos sínodos de los obispos mantenidos en 2014 y 2015 – esto es, si los católicos divorciados vueltos a casar podrían ser admitidos a la Eucaristía en ciertas circunstancias. En los sínodos la propuesta, fomentada por prelados seleccionados cuidadosamente por Francisco, afrontó una fuerte oposición de muchos obispos y fracasó al no conseguir el consenso necesario. El documento producido por el encuentro de 2015 salió con una fórmula ambigua, esencialmente esquivando el asunto.
Después del sínodo todos los ojos estaban puestos en Francisco para ver si intervendría con una decisión clara. Los papas suelen publicar exhortaciones post-sinodiales después de estas reuniones. La mayoría son anodinas y se olvidan pronto, pero esta levantó esperanzas y ansiedades febriles en una Iglesia polarizada. Cuando llegó, los lectores hojearon con impaciencia las más de 300 páginas para encontrar la ansiosamente esperada respuesta. Esta respuesta, escondida en dos notas al pie, era de nuevo ambigua.
Los últimos seis meses a veces ha parecido una guerra de desgaste. La controversia se ha centrado principalmente en como han de ser interpretadas las palabras del Papa. Algunas conferencias episcopales nacionales – Alemania, por ejemplo – parecen más o menos unidas a favor de liberalizar la disciplina, mientras que otras – como Polonia – insisten en que nada ha cambiado. Los obispos de Buenos Aires presentaron un documento sugiriendo que ahora el camino para la Comunión para los divorciados vueltos a casar está abierto en algunos casos en que la culpa subjetiva podría haber disminuido. El Papa respondió con una carta privada recomendando esta interpretación como la buena. En lo que se ha convertido en un aspecto familiar de las disputas alrededor de las reales intenciones del papa, el intercambio supuestamente privado fue filtrado, un intento transparente de dar impulso al la tendencia liberalizadora.
La división no es solo entre grupos nacionales; también divide internamente a conferencias episcopales. El arzobispo Charles Chaput de Filadelfia publicó normas para su diócesis que dejaban claro que la disciplina quedaría sin cambios. Los que están en uniones irregulares podrían recibir la Comunión solo si viven en continencia. Su compatriota el cardenal Kevin Farrell, jefe del nuevo dicasterio del vaticano supervisor de los asuntos familiares, criticó a Chaput por adelantarse a los acontecimientos en lo que, según él, debería haber sido decidido colegiadamente por los obispos americanos. Farrell dejó claramente implícito que esa política sería más abierta a la favorecida «opción de misericordia» de Francisco. Dijo que la Amoris Laetitia es el Espíritu Santo hablando.
En medio de estas maniobras explotó una bomba. Se hizo pública una carta, dirigida al papa por cuatro cardenales conocidos por ser hostiles a cualquier cambio en la disciplina. Tomó la forma de dubia, 'dudas', tradicionalmente dirigida a la autoridad romana competente por aquellos que buscan aclaraciones sobre puntos de la enseñanza de la Iglesia o del canon de leyes considerados insuficientemente claros.
De los cardenales interesados, solo uno está actualmente en activo, aunque en un rol de poca importancia. Es el cardenal Raymond Burke, ya bien conocido como un 'pegador' conservador. Los otros cardenales están todos retirados: Walter Brandmüeller, un historiador académico altamente respetado; Carlo Caffara, azobispo emérito de Bologna y un distinguido teólogo moral; y Joachim Meisner, arzobispo de Colonia hasta 2014 y uno de los más firmes partidarios de los últimos dos papas entre los obispos de todo el mundo.
La dubia cubría cinco cuestiones, todas referidas a la enseñanza del magisterio de San Juan Pablo II, contenida notablemente en los textos de referencia Familiaris Consortio y Veritas Splendor. Es evidente que las cuestiones, todas presentadas respetuosamente y con argumentos detallados, no eran inocentes, ya que su propósito es sugerir que hay dificultades en reconciliar Amoris Laetitia, o al menos sus implicaciones, con la doctrina católica establecida. Pero no son cuestiones puramente retóricas: ellas presentan al Papa, o a los teólogos liberales que parece favorecer, una oportunidad para desarrollar, con un razonamiento concreto y preciso, su afirmación que lo que está en curso constituye un auténtico desarrollo de doctrina.
Que se sepa el Papa no entregará una respuesta a los cuatro cardenales. Fue su silencio determinado el que los empujó a hacer público el dubia. Para muchos, ha parecido un reto directo a Francisco. Para confirmarlo, el cardenal Burke ha ido tan lejos como declarar que él y los otros quizás hagan un «acto formal de corrección» si el Papa no clarifica su enseñanza. Esto implica claramente que el Santo Padre posiblemente está enseñando erróneamente.
¿Cual es el significado del silencio del papa Francisco? ¿Y cuanto de audaz es la iniciativa de los cardenales?
El Papa está en una posición difícil. Si declarara que los principios enseñados por San Juan Pablo II ya no forman parte de la enseñanza de la Iglesia, causaría un terremoto teológico. Nunca en los tiempos modernos un papa ha desautorizado a su predecesor. Hacerlo provocaría una revuelta entre los muchos que se adhieren tenazmente a la doctrina de los papas previos – no simplemente los dos últimos, sino toda la entera tradición católica tal como ha evolucionado por siglos. Incluso podría provocar un cisma formal.
Todavía más, relativizaría la propia autoridad de enseñanza del papa Francisco. Después de todo, si sus predecesores se equivocaron, ¿por qué alguien puede pensar que sus declaraciones pueden tener algún valor más allá de su vida?
Por otra parte, si Francisco reafirma la enseñanza previa, entonces él debe abandonar sus intentos de reforma de la disciplina de los sacramentos o salir con argumentos que muestren que la contradicción es solo aparente. Los defensores del cambio, principal entre ellos el cardenal Christoph Schönborn de Viena, han dicho que el cambio por el que abogan no es revertir la enseñanza anterior sino un desarrollo de la doctrina. Hasta ahora no he visto nada que me convenza que esto no es más que una mera afirmación, sin apoyo de una demostración racional y convincente.
¿Está el Papa furioso con los cuatro autores de la dubia, como algunos sugieren? Lo dudo. Después de todo, llamó a la parresia, al debate valiente y franco. Los signos son que él cree en iniciar procesos, más que en dictar desenlaces. Él debe reconocer, entonces, que iniciativas que aspiran a equilibrar la discusión, incluso frenando evoluciones que muchos juzgan inoportunas, son parte normal de los procesos en una Iglesia que él ha invocado a ser más 'sinodial', o colegial.
Estoy menos convencido de la serena disposición de muchos de los que rodean a Francisco y quizás busquen usar su popularidad para avanzar en sus propias agendas. Ha habido reacciones intemperantes y airadas. El obispo Frangiskos Papamanolis, presidente de la conferencia de la minúscula iglesia católica de Grecia, acusó a los cuatro cardenales de cisma, herejía e incluso apostasía. Nadie que entienda correctamente la doctrina católica sobre el papado cree que retar los juicios prudentes de un papa hace que nadie reniegue de la fe católica. Estoy preocupado de que esta reacción ejemplifica algunos factores preocupantes en este debate, más allá de la ira y la retórica divisiva presente en ambos lados.
El primero es el anti-intelectualismo que parece presente en algunos barrios. El obispo Papamanolis reprochó a los cuatro cardenales hacer «argumentos sofisticados», como si fuera algo imperdonable. El papa Francisco ha sostenido que «las realidades son más grandes que las ideas». Pero reforzar esto para despreciar la racionalidad y el discurso lógico corre el riesgo de entregar la Iglesia al reino de lo emotivo y sentimental de manera que finalmente no pueda sostener sus esfuerzos para evangelizar.
En segundo lugar, está el riesgo de reemplazar entender correctamente la autoridad papal con una adhesión excesiva a un papa en particular rayando en el culto a la personalidad. Estoy preocupado cuando alguno de los que advertían de este peligro bajo San Juan Pablo II ahora parecen bastante contentos de tolerarlo bajo un papa que creen que favorece su agenda.
Los papas son seres humanos cuyo trabajo es enseñar la doctrina católica, y en casos de necesidad intervenir para restaurar la unidad en base a la verdad. Pueden cometer errores de juicio persiguiendo esta tarea, como los han tenido en el pasado y sin duda los tendrán en el futuro. Enseñan y gobiernan en unión con sus colaboradores – los obispos – quienes tiene el papel de aconsejarlos y, si es necesario, instarles a la prudencia.
El papa Franciso ha elegido abrir un debate, y creo que un día, en una Iglesia global que exige enseñanza consistente y disciplina globales, él o uno de sus sucesores será invocado a cerrarlo. La autoridad de los obispos de todo el mundo necesitará ser involucrada en la decisión, quizás en un futuro sínodo o incluso en un concilio ecuménico.
Fr. Mark Drew, sacerdote
Publicado originalmente en Catholic Herald
Traducido por José María Fontdecaba Climent, del equipo de traductores de InfoCatólica
Teólogo alemán defiende a los 4 cardenales
FUENTE: RELIGIÓN LA VOZ LIBRE
"¡Esto es un insulto hacia muchos católicos!" Es el llamativo título de un artículo escrito en defensa de los cuatro Cardenales y publicado hoy en el sitio de noticias católico austriaco, kath.net.
El autor de este texto es el Dr. Markus Brüning, teólogo alemán, abogado, autor de libros y padre de familia. Varios de sus libros han tratado la cuestión de cómo uno debe crecer en santidad; Un libro trata de los aspectos de las virtudes (con un prólogo del cardenal Joachim Meisner, uno de los cuatro cardenales); Otro libro discute la importancia de los sacramentales para nuestras vidas como católicos (con un prólogo del perseguido, aunque fiel, obispo suizo Vitus Huonder); Sin embargo, otro libro discute el papel de los sacramentos en la vida de los santos (con un prólogo de nuestro querido obispo Athanasius Schneider).
Como ya lo demuestra, este autor está en deuda con muchos de los prelados ortodoxos que ahora mismo están dirigiendo una batalla espiritual contra las fuerzas de la confusión y del mal en la Iglesia y en la sociedad temporal. Y Brüning ha tenido el honor ahora de defenderlos. Para ello, debe ser felicitado y ciertamente merece nuestro propio apoyo.
En su artículo antes mencionado, Brüning mismo deja claro que ha apoyado y defendido al Papa Francisco en el pasado. Por lo tanto, no puede ser considerado justamente como un crítico disidente abierto del papa. Sin embargo, la forma en que los cuatro Cardenales han sido tratados ahora ha provocado su propia justa indignación.
Comienza su artículo con las palabras categóricas: "La amenaza del Decano de la Rota Romana dirigida a los Cardenales: Meisner, Brandmüller, Burke y Caffarra".
Brüning también se muestra "herido personalmente" por estos ataques, especialmente aquellos contra el cardenal Meisner, a quien conoce personalmente. Él dice: "Aquí me siento desafiado a tomar partido con claridad acerca de nuestro querido cardenal que ha apoyado mi apostolado con un prólogo profundamente impresionante a mi último libro sobre las virtudes (" Encouragement to Holiness "), describiendo de una manera muy personal su propia vocación para convertirse en obispo. Este mismo hombre tuvo que crecer bajo el comunismo (como lo hizo el Obispo Athanasius Schneider) y aún así se convirtió en sacerdote, a pesar de los obstáculos. Siempre valientemente testificó a la Fe.
Para todos los católicos que todavía están tratando de entender la naturaleza y el alcance de la crisis actual en la Iglesia, Brüning añade algunas consideraciones que bien podrían ser dignas de reflexionar.
Puesto que el final de su artículo es tan rico, voy a traducir todo el párrafo:
"Mucho menos útiles son los llamamientos repetidamente presentados para obedecer al Papa incondicionalmente. ¿Le ruego me disculpe? Después de todo, no estamos en una dictadura aquí. Eso va demasiado lejos. Para mí, kairos [el momento maduro y apropiado] ha llegado. Y, en el sentido del beato John Henry Newman, debemos cuestionar este papalismo que hemos practicado muy a menudo en nuestros propios círculos. Además, a veces tenemos el deber de oponernos a las autoridades eclesiales.
Escuchemos lo que nos dice Santo Tomás de Aquino sobre este asunto: "Donde, sin embargo, la Fe esté en peligro, hay que corregir públicamente a los superiores, como San Pablo lo hizo; y como escribió Agustín sobre este asunto: "El mismo Pedro ha dado a los superiores el modelo de que ellos, si se apartan del camino recto, aceptarán -no de mala gana- que sus propios inferiores los corrijan" (Summa Theol. Q.33, 4c)
Como ya lo demuestra, este autor está en deuda con muchos de los prelados ortodoxos que ahora mismo están dirigiendo una batalla espiritual contra las fuerzas de la confusión y del mal en la Iglesia y en la sociedad temporal. Y Brüning ha tenido el honor ahora de defenderlos. Para ello, debe ser felicitado y ciertamente merece nuestro propio apoyo.
En su artículo antes mencionado, Brüning mismo deja claro que ha apoyado y defendido al Papa Francisco en el pasado. Por lo tanto, no puede ser considerado justamente como un crítico disidente abierto del papa. Sin embargo, la forma en que los cuatro Cardenales han sido tratados ahora ha provocado su propia justa indignación.
Comienza su artículo con las palabras categóricas: "La amenaza del Decano de la Rota Romana dirigida a los Cardenales: Meisner, Brandmüller, Burke y Caffarra".
Brüning llama a este evento siniestro una "tragedia mal hecha" y una "amarga realidad". Él continúa: "Lo del decano Pinto de Roma es sobre todo aplastante para todos aquellos católicos que durante años y localmente han luchado en sus parroquias por la preservación de la doctrina [católica] y una liturgia ortodoxa".
Hasta ahora -agrega el alemán- estos católicos confiaban en que "todavía" había en Roma una autoridad que entendía sus intenciones. Pero"esto parece ahora ser diferente". En la Iglesia actual se habla de "cristianos de museo"," nostálgicos- litúrgicos". Brüning agrega: "El nivel de etiquetado - a veces también procedente de la propia boca del Papa - sólo te entristece.
Y ahora esto: cuatro cardenales - que no hacen otra cosa que pedir al Papa que hable claramente sobre el contenido de Amoris Laetitia - están siendo amenazados con la eliminación de su cardenalato. Es obvio que "este clima de temor es intencionalmente fomentado y establecido para “ acallar a todo el mundo", pero no se puede intimidar la verdad y, ciertamente, no de esta manera.
Brüning también se muestra "herido personalmente" por estos ataques, especialmente aquellos contra el cardenal Meisner, a quien conoce personalmente. Él dice: "Aquí me siento desafiado a tomar partido con claridad acerca de nuestro querido cardenal que ha apoyado mi apostolado con un prólogo profundamente impresionante a mi último libro sobre las virtudes (" Encouragement to Holiness "), describiendo de una manera muy personal su propia vocación para convertirse en obispo. Este mismo hombre tuvo que crecer bajo el comunismo (como lo hizo el Obispo Athanasius Schneider) y aún así se convirtió en sacerdote, a pesar de los obstáculos. Siempre valientemente testificó a la Fe.
En un tono penetrante, el autor alemán comenta:"Aquí no es apropiado que un miembro curial [subordinado] [el Arzobispo Pinto] lo reprenda. Y ciertamente no de esta manera. Este clérigo de la Curia puede, al parecer, usar esos tonos [ásperos] porque su propio superior - que pone el tono - quiere que lo haga, o al menos lo tolera. Si este no es el caso, el Papa debe, por favor, reprender a este clérigo [insolente] -que ahora está envuelto en sus ataques de ira- y hacerlo para aclarar a los católicos que él mismo no acepta tal estilo en nuestra Iglesia".
Brüning plantea entonces la cuestión fundamental de la conducta [de cortesía y dignidad] entre los católicos de la Iglesia Católica. Dice: "En cualquier caso, ahora no tenemos 'sólo' el problema de la Dubia sin respuesta. No, ahora tenemos que tratar, también, con la cuestión del respeto y el tratamiento correcto de los inferiores por sus superiores".
Brüning plantea entonces la cuestión fundamental de la conducta [de cortesía y dignidad] entre los católicos de la Iglesia Católica. Dice: "En cualquier caso, ahora no tenemos 'sólo' el problema de la Dubia sin respuesta. No, ahora tenemos que tratar, también, con la cuestión del respeto y el tratamiento correcto de los inferiores por sus superiores".
El Papa Francisco, de hecho, siempre y en repetidas ocasiones ha pedido una cultura de diálogo [y apertura, parresia]. Esto, sin embargo, no parece precisamente un diálogo, el cual se forma, en primer lugar, en el respeto a los que son de otra opinión".
La línea de argumentación de Brüning es también especialmente convincente, porque hasta ahora ha sido un defensor público del Papa Francisco. Como señala en su artículo, "no podía imaginar en ese momento "que un Papa escribiera un documento tan ambiguo [como Amoris Laetitia]". Pero ahora, dice el alemán, el Papa "tiene que proporcionar claridad, ya que éste es un documento nebuloso que ha esparcido niebla sobre la Iglesia".
La línea de argumentación de Brüning es también especialmente convincente, porque hasta ahora ha sido un defensor público del Papa Francisco. Como señala en su artículo, "no podía imaginar en ese momento "que un Papa escribiera un documento tan ambiguo [como Amoris Laetitia]". Pero ahora, dice el alemán, el Papa "tiene que proporcionar claridad, ya que éste es un documento nebuloso que ha esparcido niebla sobre la Iglesia".
Para aquellos que afirman que el Papa ni siquiera escribió Amoris Laetitia, o que él no es un teólogo, Brüning responde: "No: el Papa es el maestro supremo de Su Iglesia! Y un maestro tiene que enseñar. Si no lo hace con toda claridad y verdad, la Iglesia tiene entonces un serio problema de liderazgo".
Para todos los católicos que todavía están tratando de entender la naturaleza y el alcance de la crisis actual en la Iglesia, Brüning añade algunas consideraciones que bien podrían ser dignas de reflexionar.
Puesto que el final de su artículo es tan rico, voy a traducir todo el párrafo:
"Mucho menos útiles son los llamamientos repetidamente presentados para obedecer al Papa incondicionalmente. ¿Le ruego me disculpe? Después de todo, no estamos en una dictadura aquí. Eso va demasiado lejos. Para mí, kairos [el momento maduro y apropiado] ha llegado. Y, en el sentido del beato John Henry Newman, debemos cuestionar este papalismo que hemos practicado muy a menudo en nuestros propios círculos. Además, a veces tenemos el deber de oponernos a las autoridades eclesiales.
Escuchemos lo que nos dice Santo Tomás de Aquino sobre este asunto: "Donde, sin embargo, la Fe esté en peligro, hay que corregir públicamente a los superiores, como San Pablo lo hizo; y como escribió Agustín sobre este asunto: "El mismo Pedro ha dado a los superiores el modelo de que ellos, si se apartan del camino recto, aceptarán -no de mala gana- que sus propios inferiores los corrijan" (Summa Theol. Q.33, 4c)
¡Si alguna vez se degradara a estos [cuatro] cardenales, esto sería igual a su canonización anticipada! Entonces estarían en buena compañía junto con aquellos obispos que una vez fueron vetados por la mayoría (de los obispos) y por el emperador durante la época del conflicto arriano, por ejemplo.
Aquí se aplican también las palabras del Confesor y del Obispo San Hilario de Poitiers:
«Quiero vivir siempre en el exilio si sólo uno vuelve a proclamar la verdad» (Hil. De Syn, 78). ¡No hay nada que añadirle!
María Ferraz
jueves, 1 de diciembre de 2016
¿Qué pueden hacer los fieles contra la ‘agenda Kasper’? (Monseñor Athanasius Schnëider)
FUENTE: ADELANTE LA FE
Es una triste verdad que estamos en un momento de gran crisis en la Iglesia. Sin embargo, Dios está con nosotros. Me han preguntado que pueden hacer los fieles para combatir los errores que se propagan a través de la Iglesia. Me gustaría responder con algunas sugerencias:
1. Debemos crear grupos de verdaderos católicos, académicos, familias y miembros del clero que extiendan con valentía la verdad católica, sobre todo, de las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, la naturaleza, y los mandamientos de Dios
2. Como un medio para este fin, tenemos que hacer uso de todos los recursos que ofrece el mundo moderno para nosotros. No estemos limitados a la espera de los medios de comunicación para difundir estos mensajes. No tenemos que esperar a que cada pastor lo predique desde el púlpito. Debemos abrazar las nuevas formas de comunicación que nos permiten difundir el Evangelio y las enseñanzas de nuestra Santa Madre la Iglesia. Debemos llevar nuestro mensaje a Internet, publicarlo en sitios web, blogs y redes sociales.
3. Pero no hay que olvidar en participar con nuestros hermanos católicos en formas más tradicionales. Debemos organizar conferencias y simposios a nivel académico. Debemos utilizar éstos para crear publicaciones, documentos y libros que se puedan utilizar como referencia y ampliar nuestra discusión.
4. También hay que crear un movimiento de familias católicas, de las “iglesias domésticas”, para hacer presente, defender y difundir la fe integral y la enseñanza sobre la familia, el matrimonio y el orden de la naturaleza.
5. Debemos, en este tiempo peligroso, ser valientes para iluminar el verdadero carácter gnóstico y revolucionario de la “agenda Kasper,” lo que demuestra la continuidad de la doctrina divina sobre el matrimonio y su práctica a lo largo de los dos mil años de la historia de nuestra Iglesia.
6. Debemos inspirar a los fieles con ejemplos de santos esposos, sus familias, los niños y adolescentes. Debemos demostrar, por un lado, la verdadera belleza de una familia, o la vida de soltero civil en la castidad y la fidelidad. Por otro lado, hay que señalar la fealdad demostrada, la infelicidad y la esquizofrenia de una vida contra el orden establecido por Dios.
7. Para dar esperanza a aquellos que están luchando, es importante que nosotros demos ejemplo de católicos arrepentidos desde el pasado y el presente: los que se convirtieron de su vida pecaminosa en adulterio, el divorcio o la sodomía.
8. Para hacer frente a los errores que actualmente se difunden, verdaderos esposos católicos, familias y personas individuales deben escribir al Papa, a sus obispos, y a los dicasterios competentes de la Curia Romana, notificándoles de las declaraciones heréticas, semi-heréticas, o gnósticas de personas eclesiásticas o eventos con un programa de este tipo que se estén promoviendo por personas o grupos eclesiásticos.
9. Estos son todos los medios de educación y formación. Pero la batalla que estamos luchando no es sólo contra la ignorancia: es contra los principados y las potestades. No puede tener éxito a menos que organizamos una gran red nacional e internacional de oración a través de la Adoración Eucarística, peregrinaciones, Misas solemnes, procesiones de intercesión y de penitencia, con temas como:
7. Para dar esperanza a aquellos que están luchando, es importante que nosotros demos ejemplo de católicos arrepentidos desde el pasado y el presente: los que se convirtieron de su vida pecaminosa en adulterio, el divorcio o la sodomía.
8. Para hacer frente a los errores que actualmente se difunden, verdaderos esposos católicos, familias y personas individuales deben escribir al Papa, a sus obispos, y a los dicasterios competentes de la Curia Romana, notificándoles de las declaraciones heréticas, semi-heréticas, o gnósticas de personas eclesiásticas o eventos con un programa de este tipo que se estén promoviendo por personas o grupos eclesiásticos.
9. Estos son todos los medios de educación y formación. Pero la batalla que estamos luchando no es sólo contra la ignorancia: es contra los principados y las potestades. No puede tener éxito a menos que organizamos una gran red nacional e internacional de oración a través de la Adoración Eucarística, peregrinaciones, Misas solemnes, procesiones de intercesión y de penitencia, con temas como:
- “La santidad de la familia y el matrimonio”,
- “El llamado a la castidad”,
- “La Belleza y la felicidad de una vida casta”,
- “La Imitación de Cristo en la vida familiar ”
- “La expiación por los pecados contra la familia y el matrimonio”.
10. Tal vez lo más fundamental de todo, es que debemos orar fervientemente a Dios para que conceda a su Iglesia santos obispos y papas santos. Tal oración debería ser orada especialmente por los niños, ya que la oración de los inocentes penetra el cielo como ninguna otra.
Mons. Athanasius Schneider
domingo, 27 de noviembre de 2016
Card Burke: Los cardenales podrían actuar con “Acta formal de corrección de un grave error” si el Papa persiste en errores
FUENTE: ADELANTE LA FE
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Los cuatro cardenales que hicieron público sus nombres en la dubia(preguntas) sobre los errores aparentes sobre el matrimonio y la cohabitación presentes en la exhortación apostólica Amoris Laetitia están siguiendo el procedimiento estándar. Si el Papa (por algún sentimiento personal) se niega a responder, no cumple con su obligación de confirmar a sus hermanos en la fe transmitida por los apóstoles.
Esto tiene consecuencias. La entrevista concedida por el cardenal Burke (uno de los firmantes de la dubia, junto con los cardenales Caffarra, Brandmüller, y Meisner) al National Catholic Register deja claro cuáles podrían ser esas consecuencias. El paso más importante es el siguiente:
P. Algunos podrían argumentar que son sólo cuatro cardenales, entre los cuales usted es el único que no está jubilado, y esto no es muy representativo de toda la Iglesia. En ese caso, podrían preguntarse: ¿Por qué el Papa debe escuchar y responderle a usted?
R. Bueno, los números no son el problema. El problema es la verdad. En el juicio de santo Tomás Moro, alguien le dijo que la mayoría de los obispos ingleses habían aceptado la orden del rey, pero él dijo que eso puede ser cierto, pero los santos en el cielo no lo aceptaron. Ese es el punto aquí. Pensaría que aunque otros cardenales no firmaron esto, compartirían la misma preocupación. Pero eso no me molesta. Incluso si fuéramos uno, dos o tres, si se trata de algo que es verdadero y es esencial para la salvación de las almas, entonces hay que decirlo.
P. ¿Qué sucede si el Santo Padre no responde a su acto de justicia y caridad y no da la clarificación de la enseñanza de la Iglesia que usted espera lograr?
R. Entonces tendríamos que hacer frente a esa situación. Hay, en la Tradición de la Iglesia, la práctica de la corrección del Romano Pontífice. Es algo que es claramente bastante raro. Pero si no hay respuesta a estas preguntas, diría que se trataría de un acto formal de corrección de un error grave.
P. En un conflicto entre la autoridad eclesial y la Sagrada Tradición de la Iglesia, ¿cuál es obligatorio para el creyente y quién tiene la autoridad para determinar esto?
R: Lo que es vinculante es la Tradición. La autoridad eclesial existe sólo al servicio de la Tradición. Pienso en ese pasaje de san Pablo en la Carta a los Gálatas (1 8), que "si un ángel os predicase otro evangelio que no sea el que os predicamos, sea anatema".
P. Si el Papa enseñara un error grave o una herejía, ¿qué autoridad legal puede declarar esto y cuáles serían las consecuencias?
R. En tales casos, e históricamente ha sucedido, es el deber de los cardenales y obispos dejar claro que el Papa está enseñando el error y pedirle que lo corrija.
Este es un momento sin precedentes en el papado post-medieval; cualquiera que diga estar seguro de lo que sucederá no está diciendo la verdad. Con el poder de la Enseñanza siendo socavada, ¿qué queda del papado? ¿Los jardines y palacios de la Ciudad del Vaticano, a los que Francisco no les gusta? El papa Francisco debe andar con cuidado: estos valientes cardenales no tienen nada que perder.
[Traducido por Fabián González. Artículo original]
P. Algunos podrían argumentar que son sólo cuatro cardenales, entre los cuales usted es el único que no está jubilado, y esto no es muy representativo de toda la Iglesia. En ese caso, podrían preguntarse: ¿Por qué el Papa debe escuchar y responderle a usted?
R. Bueno, los números no son el problema. El problema es la verdad. En el juicio de santo Tomás Moro, alguien le dijo que la mayoría de los obispos ingleses habían aceptado la orden del rey, pero él dijo que eso puede ser cierto, pero los santos en el cielo no lo aceptaron. Ese es el punto aquí. Pensaría que aunque otros cardenales no firmaron esto, compartirían la misma preocupación. Pero eso no me molesta. Incluso si fuéramos uno, dos o tres, si se trata de algo que es verdadero y es esencial para la salvación de las almas, entonces hay que decirlo.
P. ¿Qué sucede si el Santo Padre no responde a su acto de justicia y caridad y no da la clarificación de la enseñanza de la Iglesia que usted espera lograr?
R. Entonces tendríamos que hacer frente a esa situación. Hay, en la Tradición de la Iglesia, la práctica de la corrección del Romano Pontífice. Es algo que es claramente bastante raro. Pero si no hay respuesta a estas preguntas, diría que se trataría de un acto formal de corrección de un error grave.
P. En un conflicto entre la autoridad eclesial y la Sagrada Tradición de la Iglesia, ¿cuál es obligatorio para el creyente y quién tiene la autoridad para determinar esto?
R: Lo que es vinculante es la Tradición. La autoridad eclesial existe sólo al servicio de la Tradición. Pienso en ese pasaje de san Pablo en la Carta a los Gálatas (1 8), que "si un ángel os predicase otro evangelio que no sea el que os predicamos, sea anatema".
P. Si el Papa enseñara un error grave o una herejía, ¿qué autoridad legal puede declarar esto y cuáles serían las consecuencias?
R. En tales casos, e históricamente ha sucedido, es el deber de los cardenales y obispos dejar claro que el Papa está enseñando el error y pedirle que lo corrija.
Este es un momento sin precedentes en el papado post-medieval; cualquiera que diga estar seguro de lo que sucederá no está diciendo la verdad. Con el poder de la Enseñanza siendo socavada, ¿qué queda del papado? ¿Los jardines y palacios de la Ciudad del Vaticano, a los que Francisco no les gusta? El papa Francisco debe andar con cuidado: estos valientes cardenales no tienen nada que perder.
[Traducido por Fabián González. Artículo original]
sábado, 26 de noviembre de 2016
El Papa Francisco muestra sus "sentimientos de pesar" por "la triste noticia del fallecimiento" del dictador comunista Fidel Castro
FUENTE: CATHOLICVS
Poco más se puede decir del telegrama enviado por el Papa Francisco al dictador comunista Raúl Castro, hermano del que también fuera dictador comunista en Cuba durante medio siglo, Fidel Castro -a quien el Papa Francisco visitó en dos ocasiones-, recientemente fallecido a la edad de 90 años, que lo que el propio telegrama dice.
Se comenta solo. Llama la atención, aparte de las que podrían considerarse fórmulas protocolarias ante un fallecimiento -como pudieran ser un simple "pésame" o "condolencias"-, la reiteración de palabras que expresan tristeza o dolor por la muerte de un dictador comunista -al que el Papa se refiere como "Excelentísimo Señor" y "dignatario"-, liberticida, con muchísimos asesinatos a sus espaldas -sin contar los presos políticos y exiliados-, y enemigo declarado de Cristo y de su Iglesia: "Al recibir la triste noticia", "mis sentimientos de pesar", "ofrezco plegarias por su descanso"...
También parece una burla que haga extensivo su pesar "al pueblo de esa amada nación" a quien, por lo visto, el Papa deseaba mucho más tiempo de tiranía.
También parece una burla que haga extensivo su pesar "al pueblo de esa amada nación" a quien, por lo visto, el Papa deseaba mucho más tiempo de tiranía.
Una pena, sí señor.
El "no cristiano" es el imperialista Donald Trump, por querer "construir muros" en vez de "tender puentes".
En cambio, de éste, que directamente convirtió Cuba en una cárcel tropical, en la que no había necesidad de "muros" porque ya está el océano circundante lleno de tiburones, ni un reproche papal.
Y sobre pateras -embarcación pequeña usada para el transporte de inmigrantes ilegales- ni una palabra: las que invaden Europa se deben al malvado capitalismo, que esquilma los países de origen de quienes emigran.
Sin embargo, a los que huían del "paraíso terrenal" caribeño como alma que lleva el diablo, ni mentarlos, que esos eran disidentes egoístas que odiaban el reparto de la riqueza que disfrutan todos los cubanos, como buenos comunistas cristianos.
Sufragios para implorar a Dios la salvación de su alma no ha prometido; pero sí ofrece plegarias para que descanse -sin duda, van a descansar más los cubanos que aún hay vivos en la isla-.
Sufragios para implorar a Dios la salvación de su alma no ha prometido; pero sí ofrece plegarias para que descanse -sin duda, van a descansar más los cubanos que aún hay vivos en la isla-.
Como puede apreciarse, el Papa Francisco sigue, como suele, tan neutral y poco escorado a babor. Este es el telegrama íntegro, en español, precedido por la introducción que hace la edición de hoy del Boletín Oficial de la Sala de Prensa de la Santa Sede:
Telegrama del Papa por la muerte de Fidel Castro, 26.11.2016
El Santo Padre ha enviado un telegrama de pésame a Raúl Modesto Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba con motivo del fallecimiento a los 90 años de Fidel Castro, ex Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba. Sigue el texto:Excelentísimo Señor Raúl Modesto Castro RuzPresidente de los Consejos de Estado y de Ministrosde la República de CubaLa Habana
Al recibir la triste noticia del fallecimiento de su querido hermano, el Excelentísimo Señor Fidel Alejandro Castro Ruz, ex Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba, expreso mis sentimientos de pesar a vuestra excelencia y a los demás familiares del difunto dignatario, así como al gobierno y al pueblo de esa amada nación.
Al mismo tiempo, ofrezco plegarias al señor [en minúscula en la edición en español del Bollettino] por su descanso [omite el adjetivo "eterno" que siempre precede a este sustantivo] y confío a todo el pueblo cubano a la materna intercesión de nuestra señora de la caridad del cobre [en minúscula en la edición en español del Bollettino], patrona de ese país.
Francisco PP.
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