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domingo, 27 de agosto de 2017

NOVUS ORDO MISSAE: Carta de los cardenales Ottaviani y Bacci al papa Pablo VI (comentado por José Martí)


¿Por qué el Novus Ordo Missae presenta tantos problemas? ¿Se sabe, en realidad, cuál fue su origen? ¿Se conoce que la Comisión encargada de su redacción estaba formada por nueve"expertos", de los cuales seis eran protestantes y de los tres católicos, uno de ellos, el Presidente de esa Comisión, el cardenal Bugnini, era masón? De seguro que son pocos quienes poseen esta información que es absolutamente verídica. 


En Adelante la Fe es posible descargarse un artículo muy interesante, de 12 páginas, titulado "Breve Examen Crítico del Novus Ordo Missae".

En esta entrada me limito a copiar el prefacio del Cardenal Ottaviani, que era entonces el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, firmado también por el Cardenal Bacci; el cual consiste en una carta dirigida a su Santidad Pablo VI, antes de que llegase a su final el Concilio Vaticano II.

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Santidad:

Después de haber examinado y hecho examinar el nuevo Ordo Missae preparado por los expertos de la Comisión para la aplicación de la Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia, y después de haber reflexionado y rezado durante largo tiempo, sentimos la obligación ante Dios y ante Vuestra Santidad de expresar las siguientes consideraciones: 

1. Como suficientemente prueba el examen crítico anexo, por muy breve que sea, obra de un grupo selecto de teólogos, liturgistas y pastores de almas, el nuevo Ordo Missae –si se consideran los elementos nuevos, susceptibles de apreciaciones muy diversas, que aparecen en él, sobreentendidas o implícitas– se aleja de modo impresionante, tanto en conjunto como en detalle, de la teología católica de la Santa Misa tal como fue formulada por la 20ª sesión del Concilio de Trento que, al fijar definitivamente los «cánones» del rito, levantó una barrera infranqueable contra toda herejía que pudiera atentar a la integridad del Misterio. 

2. Las razones pastorales atribuidas para justificar una ruptura tan grave, aunque pudieran tener valor ante las razones doctrinales, no parecen suficientes. En el nuevo Ordo Missae aparecen tantas novedades y, a su vez, tantas cosas eternas se ven relegadas a un lugar inferior o distinto –si es que siguen ocupando alguno– que podría reforzarse o cambiarse en certeza la duda que, por desgracia, se insinúa en muchos ámbitos según la cual las verdades que siempre ha creído el pueblo cristiano podrían cambiar o silenciarse sin que esto suponga infidelidad al depósito sagrado de la doctrina, al cual está vinculado para siempre la fe católica

Las recientes reformas han demostrado suficientemente que los nuevos cambios en la liturgia no podrán realizarse sin desembocar en un completo desconcierto de los fieles, que ya manifiestan que les resultan insoportables y que disminuyen incontestablemente su fe. En la mejor parte del clero esto se manifiesta por una crisis de conciencia torturante, de la que tenemos testimonios innumerables y diarios. 

3. Estamos seguros de que estas consideraciones, directamente inspiradas en lo que escuchamos por la voz vibrante de los pastores y del rebaño, deberán encontrar un eco en el corazón paterno de Vuestra Santidad, siempre tan profundamente preocupado por las necesidades espirituales de los hijos de la Iglesia

Los súbditos, para cuyo bien se hace la ley, siempre tienen derecho y, más que derecho, deber –en el caso en que la ley se revele nociva– de pedir, con filial confianza, su abrogación al legislador

Por ese motivo suplicamos insistentemente a Vuestra Santidad que no permita, –en un momento en que la pureza de la fe y la unidad de la Iglesia sufren tan crueles laceraciones y peligros cada vez mayores, que encuentran cada día un eco afligido en las palabras del Padre común–, que no se nos suprima la posibilidad de seguir recurriendo al íntegro y fecundo Misal romano de San Pío V, tan alabado por Vuestra Santidad y tan profundamente venerado y amado por el mundo católico entero. 

Cardenal Ottaviani
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. 
Cardenal Bacci.

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Nota: No conocemos la respuesta que les dio el papa Pablo VI. Sí sabemos que el Novus Ordo Missae se llevó a la práctica, de acuerdo con la Constitución Missale Romanum, firmada el 3 de abril de 1969 y puesta en práctica a partir del 30 de noviembre de 1969, coincidiendo con el primer domingo de adviento. En España esto se llevó a efecto, con carácter obligatorio, si mal no recuerdo, a partir de 1971, por orden del cardenal Tarancón.

De manera que todos llegaron a creer que la Misa Tradicional, la misa de dos mil años de historia, había sido abolida y sustituida por esta nueva forma que todos los sacerdotes tenían la obligación de celebrar, como así hicieron, puesto que deben obediencia filial al Santo Padre.

Y, sin embargo, cuando todos pensaban que la respuesta del papa Pablo VI a la carta de los cardenales Ottaviani y Bacci había sido negativa ... ¡oh, sorpresa! ... nos encontramos con las declaraciones del anterior Papa Benedicto XVI según las cuales la Misa Tradicional nunca ha sido abolida: ¡Esto sí que fue una verdadera "sorpresa del Espíritu Santo" y una prueba fehaciente de que Dios no abandona a los suyos, no abandona a su Iglesia ... y escribe derecho con renglones torcidos! 

Así lo afirmaba explícitamente en su carta apostólica, en forma de Motu Proprio "Summorum Pontificum", fechada el 7 de julio de 2007
"Es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano, promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que nunca se ha abrogado, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia"
En realidad, a fuer de ser sinceros y usando un poquito el sentido común habría que decir que la actualmente llamada forma ordinaria de la Misa, que se viene aplicando sólo durante casi 50 años tendría que ser llamada, en realidad, forma extraordinaria ... y no al revés, pues la forma verdaderamente ordinaria de la misa, que coincide con lo que siempre ha sido la misa (y esto era ya anterior a san Pío V, aunque éste le dio conexión), "curiosamente" es la que hoy se llama forma extraordinaria. 

La razón de ello habría que atribuirla, tal vez, en principio, a que son muy pocos los sacerdotes que hoy en día saben latín, lo cual es cierto, puesto que se enseña en muy pocos seminarios ... siendo el latín, como lo es, la lengua oficial de la Iglesia. Esto sería una razón, sin lugar a dudas, pero hay otra razón que es mucho más grave y que nos hace sufrir ... y es que, por desgracia, son muchos los sacerdotes, incluyendo a obispos, cardenales y aun al propio Papa Francisco, que están imbuidos del espíritu modernista del que está impregnado todo el Concilio Vaticano II (lo que es fácil de demostrar)... el espíritu del mundo, en definitiva ... y no quieren saber nada de la Misa Tradicional, como si ésta fuese un resquicio del pasado o un capítulo de la historia de la Iglesia, que debe ser dado de lado y olvidarse ya de él.

Ya no es que la Iglesia ha capitulado ante el "mundo", sino que el propio "mundo" está infiltrado en la Iglesia, a niveles jamás imaginados; la apostasía se ha instalado también en la Iglesia católica y los fieles andan confundidos. Son muchos, millones, los que están perdiendo la fe. No hay más que mirar a la gente que acude a Misa. Esta asistencia está bajo mínimos; y además, quienes van a Misa son, en su mayoría, personas mayores, pues los jóvenes están ya bien adoctrinados por la televisión, por el ambiente social, por la propia familia y por los falsos pastores que pretenden convertir la religión católica en una ONG más.

Y no deja de ser llamativo que todas estas circunstancias -y muchísimas más- se han producido justo a raíz del Concilio Vaticano II. ¿Por qué? Pues porque se ha perdido la fe en Jesucristo, a quien sólo se considera un hombre más. De lo que se dice en los Evangelios y en el Nuevo Testamento se toma sólo aquello que se puede comprender, eliminando los milagros, la virginidad de María, la resurrección de Jesús, así como todos los dogmas. La Religión católica sería una más entre otras. Dios, manifestado en Jesucristo, como verdadero Dios y verdadero hombre, queda relegado al último lugar y sólo se consideran las relaciones humanas como lo más importante. 

En definitiva, lo que se persigue, y ahora con más claridad que nunca, es la destrucción completa de la Iglesia y sustituirla por una nueva Iglesia, una Iglesia "inventada" por el hombre, una Iglesia que, en definitiva no sería la Iglesia Católica, la única Iglesia verdadera, fuera de la cual no hay salvación posible. 

Las últimas declaraciones del Papa Francisco son realmente irrisorias, aunque, en realidad, lo que dan es ganas de llorar. Dice así: Después de este magisterio, después de este largo viaje, podemos afirmar con confianza y autoridad magisterial que la reforma litúrgica es irreversible". (Véase también aquí

¿Irreversible? ¿Y esto lo ha dicho el papa Francisco quien nunca se ha pronunciado magisterialmente ni jamás ha pretendido hacerlo? 

¿Irreversible una reforma de la santa Misa, en cuyo origen intervino una Comisión formada por nueve "expertos", de los cuales seis eran protestantes y el presidente de la misma, el cardenal Bugnini, era masón, como se demostró posteriormente? Aun siendo todo esto así, y conociendo que era así, no obstante el nuevo Misal romano fue aprobado el 3 de abril de 1969 por el papa Pablo VI en la Constitución apostólica Missale Romanum. ¿Irreversible una reforma que tiene tan solo cincuenta años? ¿Cómo es posible hablar de este modo? Entonces todo lo que han dicho los papas anteriores no es cierto. ¿Tenemos dos Magisterios? ¿Puede un Papa anular lo que un papa anterior ha dicho de modo infalible? ¿Es que puede hacer el Papa lo que quiera? ¿No es Jesucristo el fundador de la Iglesia? Sería bueno recordar aquí las palabras de Jesús: "Todo reino dividido contra sí mismo será desolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no subsistirá" (Mt 12, 25). Puede leerse también en Mc 3, 24-25 y Lc 11, 17

Por cierto, Francisco no ha respondido aún a las Dubia, sobre la exhortación apostólica Amoris Laetitia, que cuatro cardenales le plantearon el pasado año de 2016. Por no responder, ni siquiera los ha recibido en audiencia. ¡Y este tema de la indisolubilidad del matrimonio sí que es serio! De ninguna de las maneras el matrimonio sacramental se puede disolver, si es verdadero matrimonio

Siendo esto irreversible e intocable, justamente se pretende cambiarlo y para ello se convocan dos Sínodos, se falsean datos y se pronuncia la AL, una exhortación que, por cierto, ya había sido redactada, en su mayoría, hace más de diez años, por el amigo de Francisco Tucho Fernández; se añadieron, además, puntos que no habían sido aprobados en el Sínodo. ¿Para qué entonces los Sínodos, si el resultado ya estaba previsto? Todo una farsa. Y luego Francisco va y deja la interpretación de la AL al cardenal Schönborn. (¡Nada tendría que deber ser interpretado si hubiese sido escrito con claridad, sin términos que pueden inducir a dobles lecturas!).  Finalmente dice que no hay otra interpretación posible que la de los obispos de Buenos Aires, en respuesta rápida a una carta que éstos le dirigieron. Y por si fuera poco, y para que no quepa ya ninguna duda acerca de su posición con respecto a la AL esa contestación de Francisco, que dio en 2016, aparece ahora en L'Osservatore Romano (pinchar aquí). 



El Papa no tiene autoridad para rebatir a Jesucristo. ¿A quién le vamos a hacer caso? Nos jugamos mucho en la respuesta que demos porque, además, la Amoris Laetitia es contraria a la fe, como señala muy acertadamente el padre Gálvez.

No deja de ser curioso que el Concilio Vaticano II, que se presentó como puramente pastoral y no dogmático, sin intención de tocar la Doctrina para nada es siempre el único referente (como si la Iglesia hubiese comenzado hace 50 años) y se le da, de hecho, un carácter dogmático, cuando resulta que contiene algunos apartados que no pueden ser admitidos ni firmados por ningún cristiano, mucho menos por un sacerdote. Y precisamente es en esos apartados en los que se está haciendo especial hincapié, lo que es muy grave. Es el caso del ecumenismo (mal entendido), del diálogo interreligioso, de la libertad de religión y de la colegialidad ... fundamentalmente ...  aunque no únicamente. 

José Martí

sábado, 26 de agosto de 2017

La fecundación "in vitro" es un pecado (Presidente de los obispos húngaros)



Apostasía apostólica (Michael Voris)

Duración 2:36 minutos

El Papa Francisco invoca la "autoridad magisterial" para llamar a la misa del Vaticano II "irreversible" (comentado por José Martí)




ROMA, 25 de agosto de 2017 ( LifeSiteNews ) - El Papa Francisco invocó esta semana la "autoridad magisterial" para declarar que las reformas litúrgicas del Vaticano II son "irreversibles" (aquí y aquí)



Duración 1:51 minutos



Francisco dijo que después del "largo viaje" de las reformas litúrgicas del Vaticano II iniciadas hace cinco décadas, "podemos afirmar con confianza y autoridad magistral que la reforma litúrgica es irreversible", dijo a los participantes en la 68ª Semana Nacional Litúrgica Italiana en Roma.

Entre los liturgistas, hay una discusión sobre qué es exactamente lo que el Papa quiere decir con sus comentarios. Las observaciones, sin embargo, son muy similares a las que él hizo en 2015 mientras que celebraba una misa conmemorativa del 50º aniversario de la primera misa no latina. Su sentimiento contra la Misa latina tradicional, además, se ha sabido bien desde su burla acerca de los jóvenes que prefieren la misa tradicional.

Hablando de tener la misa en lengua vernácula, dijo en 2015: "Fue, de hecho, un gesto valiente de la Iglesia acercarse al Pueblo de Dios, para que pudieran entender bien lo que hace y -esto es importante para nosotros- para seguir la Misa de esta manera. Y no podemos regresar; Siempre debemos seguir adelante, siempre adelante y quienquiera que regrese está equivocado" [Eso no es así]

Del mismo modo, en una entrevista de 2014, el Papa dijo que los cambios litúrgicos del Concilio Vaticano II "deberían continuar como están". "Hablar de la 'reforma de la reforma' es un error", dijo.

No está claro a qué reforma litúrgica precisa "irreversible" 
alude el Papa Francisco. Antes de que el Cardenal Bergoglio se convirtiera en Papa, se capturaron imágenes de video en Argentina para celebrar liturgias que contienen innovaciones como títeres gigantes en uno, y un baile de tango en el santuario después de la conclusión de la liturgia en otro. A pesar de estas misas que celebró antes de su pontificado, no está claro hasta qué punto el Papa Francisco aprueba tales innovaciones.


Duración 2:45 minutos


"Y hoy todavía hay trabajo por hacer en esta dirección, en particular redescubriendo las razones de las decisiones tomadas con la reforma litúrgica, superando las interpretaciones infundadas y superficiales, las recepciones parciales y las prácticas que la desfiguran", dijo.

El Papa dijo que el camino hacia el "redescubrimiento" de la Sagrada Liturgia según la intención de los Padres conciliares no es "repensar la reforma revisando / revisando sus elecciones, sino de conocer mejor las razones detrás de ella" - y de interiorizar sus principios rectores y observar la disciplina que la gobierna ".

"Después de este magisterio, después de este largo viaje, podemos afirmar con confianza y autoridad magistral que la reforma litúrgica es irreversible", dijo. [¿¿¿¿ ........ ????]

El pronunciamiento del Papa Francisco esta semana viene en los talones de los rumores del Vaticano el mes pasado que pretende terminar con el permiso universal del Papa Benedicto XVI para que los sacerdotes digan la Misa Tradicional en Latín, también conocida como la Forma Extraordinaria de la Misa


[¡Dios no lo quiera! Si tal cosa mandara no habría que obedecerle, pues -como bien dijo el papa Benedicto XVI- la forma tradicional de la santa Misa nunca había sido abrogada]

El Papa tiene una historia de negatividad hacia la Misa latina tradicional: ha criticado la "rigidez" de los jóvenes que están vinculados a la Misa tradicional latina. "Siempre trato de entender qué hay detrás de la gente que es demasiado joven para haber experimentado la liturgia preconciliar y aun así la quieren", el pontífice dijo en noviembre de 2016.

[Con todo el respeto que me merece el santo Padre por ocupar el puesto que ocupa, me atrevo a insinuarle, para que lo entienda, que ésas son las verdaderas sorpresas del Espíritu a las que él tanto alude; así tendría que comprenderlo, pero al contrario, quiere que desaparezca la misa tradicional. Eso es lo que a mí me parece ininteligible ... a menos que ... y dejo que el lector piense en una posible respuesta a esa falta de entendimiento de Francisco con relación a la Misa Tradicional, la de toda la vida de la Iglesia]

"A veces, me encontré confrontado con una persona muy estricta, con una actitud de rigidez y me pregunto: ¿Por qué tanta rigidez? Cavar, cavar, esta rigidez siempre esconde algo, la inseguridad o incluso otra cosa. La rigidez es defensiva. El amor verdadero no es rígido".

[No sé por qué tengo la impresión de que lo que entiende Francisco por "rigidez" es la fidelidad al depósito recibido de la Fe. Pero tal fidelidad no es rigidez, sino amor verdadero, que está dispuesto incluso a dar la vida. Sería bueno, aunque inútil, a mi entender, aclararle este concepto al Sumo Pontífice, porque está cometiendo un grave error ... Sólo que "sus" ideas son las únicas que priman. Ése es el problema: confunde "sus" ideas con "las sorpresas" del Espíritu cuando no son sino las "sorpresas" de Francisco]

El pronunciamiento del Papa sobre el carácter irreversible de la reforma del Concilio Vaticano II parece estar en desacuerdo con las declaraciones del cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, quien dijo a principios de este año que el Papa Emérito Benedicto permitió la celebración de la Misa latina tradicional y mostró así un camino hacia adelante redescubriendo la liturgia auténtica.
"Ahora basta con volver a tomar la Constitución del Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia y leerla honestamente, sin traicionar su significado, para ver que el verdadero propósito del Concilio Vaticano II no era iniciar una reforma que pudiera convertirse en la ocasión para una ruptura con la Tradición, sino todo lo contrario, con vistas a redescubrir y confirmar la Tradición en su significado más profundo", dijo Sarah en marzo"Hay que reafirmar que el Concilio Vaticano II nunca pidió hacer tabla rasa del pasado ni abandonar el Misal de San Pío V", añadió. 
Sarah dijo en ese momento que la liturgia solicitada por el Vaticano II aún no se ha realizado en muchos lugares en el mundo.

Siguiendo el ejemplo del Papa Benedicto XVI en su Summorum Pontificum de 2007, Sarah dijo que le gustaría ver el relanzamiento de un "movimiento litúrgico". No se basa en lo que él llamó "desvaríos de algunos teólogos que anhelan novedades" sino en la disposición a descubrir a Dios en el silencio, la adoración y una adecuada formación litúrgica basada en las enseñanzas de la Iglesia.

Inmediatamente después de sugerir que los sacerdotes ofrezcan la Misa ad orientem (mirando al tabernáculo junto con el pueblo), y la comunión sea recibida de rodillas y en la lenguael cardenal Sarah fue públicamente censurado por el Vaticano bajo la dirección del Papa Francisco.




Pope Francis invokes ‘magisterial authority’ to call Vatican II Mass ‘irreversible’

ROME, August 25, 2017 (LifeSiteNews) -- Pope Francis invoked “magisterial authority” this week to declare that Vatican II liturgical reforms are “irreversible.”

Speaking to participants at the 68th Italian National Liturgical Week in Rome, Francis said that after the “long journey” of Vatican II’s liturgical reforms beginning five decades ago, “we can state with confidence and magisterial authority that the liturgical reform is irreversible.”

Among liturgists, there is a discussion as to what exactly the Pope is meaning by his comments. The remarks, however, are very similar to those he made in 2015 while celebrating a Mass commemorating the 50th anniversary of the first non-Latin Mass. His sentiment against the Traditional Latin Mass, moreover, has become well known since his derision of youth who prefer the old Mass.

Speaking of having the mass in the vernacular (local language) he said in 2015, “It was, in fact, a courageous gesture of the Church to draw close to the People of God, so that they could understand well what she does, and this is important for us, to follow the Mass in this way. And we cannot go back; we must always go forward, always forward and whoever goes back is mistaken.”

Similarly, in a 2014 interview, the Pope said Vatican II's major liturgical changes "should carry on as they are." "To speak of the 'reform of the reform' is a mistake," he said.

It remains unclear what precise “irreversible” liturgical reform Pope Francis is alluding to.

Prior to Cardinal Bergoglio becoming Pope, video footage was captured of him in Argentina celebrating liturgies that contain innovations such as giant puppets in one, and a tango dance in the sanctuary after the liturgy’s conclusion in another. Despite these Masses which he celebrated prior to his pontificate, it is unclear to what extent Pope Francis approves of such innovations.

Duración 2:44 minutos

The Pope said in his statement to liturgists Thursday how the reform called for by the Council Fathers in the 1963 Vatican II document on the Liturgy titled Sacrosanctum Concilium has yet to be fully realized.

“And today there is still work to be done in this direction, in particular by rediscovering the reasons for the decisions made with the liturgical reform, overcoming unfounded and superficial interpretations, partial receptions and practices that disfigure it,” he said.

The Pope said that the way forward to “rediscovering” of the Sacred Liturgy according to the intention of the Council Fathers is not by “rethinking the reform by reviewing/revising its choices, but of knowing better the reasons behind it — also through historical documentation — and of internalizing its guiding principles and observing the discipline that governs it.”

“After this magisterium, after this long journey, we can state with confidence and magisterial authority that the liturgical reform is irreversible.” he said.

Pope Francis’ pronouncement this week comes on the heels of Vatican rumors last month that he intends to end Pope Benedict XVI’s universal permission for priests to say the Traditional Latin Mass, also known as the Extraordinary Form of the Mass.

The Pope has a history of negativity towards the Traditional Latin Mass. He has criticized the "rigidity" of young people who are attached to the Traditional Latin Mass.

"I always try to understand what's behind people who are too young to have experienced the pre-conciliar liturgy and yet still they want it," the pontiff said in November 2016. "Sometimes I found myself confronted with a very strict person, with an attitude of rigidity. And I ask myself: Why so much rigidity? Dig, dig, this rigidity always hides something, insecurity or even something else.”

The Pope’s pronouncement of the reform being irreversible appears to be at odds with statements by Cardinal Robert Sarah, prefect of the Congregation for Divine Worship, who said earlier this year that Pope Emeritus Benedict’s allowing the celebration of the Traditional Latin Mass showed a path forward to rediscovering authentic liturgy.

“Now, it is enough to pick up [Vatican II's] Constitution on the Sacred Liturgy again and to read it honestly, without betraying its meaning, to see that the true purpose of the Second Vatican Council was not to start a reform that could become the occasion for a break with Tradition, but quite the contrary, to rediscover and to confirm Tradition in its deepest meaning,” Sarah said in March.

“It must be reaffirmed that Vatican Council II never asked to make tabula rasa (blank slate) of the past and therefore to abandon the Missal said to be of Saint Pius V,” he added.

Sarah said at that time that the liturgy called for by Vatican II has yet to be realized and many places in the world.

Following the lead provided by Pope Benedict in his 2007 Summorum Pontificum, Sarah said he would like to see the relaunch of a “liturgical movement.” Not one that is based on what he called the “ravings of some theologians who long for ‘novelties,’ but one based on a disposition towards discovering God in silence, adoration, and through a proper liturgical formation based on the teachings of the Church.

Immediately after suggesting that priests offer Mass ad orientem (facing the tabernacle with the people), and communion be received kneeling and on the tongue, Cardinal Sarah was publicly censured by the Vatican at the direction of Pope Francis.

viernes, 25 de agosto de 2017

"El martirio por defender a la Iglesia" (Padre Santiago Martin FM)

Duración 15: 23 minutos

No tiene fin la tormenta de "Amoris laetitia". A Francisco no le gusta la tranquilidad (Sandro Magister)



> Todos los artículos de Settimo Cielo en español

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"El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII… No hay otras interpretaciones". Con estas palabras en una carta del 5 de setiembre del año pasado, el papa Francisco aprobaba una nota de los obispos de la región de Buenos Aires, en la que al interpretar la exhortación apostólica post-sinodal "Amoris laetitia" admitían la posibilidad de la comunión eucarística a los divorciados que se han vuelto a casar y que siguen conviviendo "more uxorio".

Pero se trataba de una carta privada dirigida a un monseñor argentino empleado en la secretaría de ese grupo de obispos. Y la nota aprobada por el Papa no estaba destinada inicialmente para ser publicada y no tiene en la parte inferior los nombres de los firmantes. Demasiado poco y mal para clarificar en forma definitiva el sentido auténtico – es decir, atribuible con certeza a su autor – de "Amoris laetitia".

Lo ha intentado en estos días el teólogo más próximo al Papa, el argentino Víctor Manuel Fernández, queriendo cerrar la cuestión, con el tibio auxilio del "L'Osservatore Romano". Pero sin éxito.

Y no podía ser de otra manera, porque la confusión está en el origen. Y en el texto mismo de "Amoris laetitia", que no dice jamás, en forma íntegra o en modo claro e incontrovertible, lo que el papa Francisco se limita a hacer intuir.

El pasaje que más se aproxima está en el parágrafo 305:

"A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado – que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno – se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia".
Y en la nota 351 vinculada a ese pasaje:
"En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso 'a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor': Exhort. ap. 'Evangelii gaudium' (24 de noviembre del 2013), 44: AAS 105 [2013], 1038). Igualmente destaco que la Eucaristía 'no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles'" (ibid., 47: 1039)".
Como es archiconocido, se ha pedido a Francisco en varias formas y más y más veces que arrojara claridad sobre un texto tan confuso y difícil de entender. En particular por parte de cuatro cardenales, pero a los cuales el Papa no ha querido brindar respuesta y ni siquiera conceder una udiencia.

Pero de hecho aquí llega Fernández, justamente, para sentenciar que la carta a los obispos de la región Buenos Aires es más que suficiente para el que quiere "conocer cómo el Papa mismo interpreta lo que él escribió".

Y a quien objeta que una carta de ese tipo es demasiado poco, Fernández lo refuta desempolvando un antecedente respecto a la interpretación del Concilio Vaticano I, cuando Pío IX aclaró en 1875 un punto controvertido, haciendo propia una lectura de los obispos de Alemania al canciller Bismarck.

"Si el Papa recibió un carisma único en la Iglesia al servicio de la interpretación correcta de la Palabra divina – escribe perentoriamente Fernández –, esto no puede excluir su capacidad para interpretar los documentos que él mismo escribió". No importa cómo y cuándo lo hace, lo importante es que se sepa que la "guerra" contra él ha terminado.

"Lo que queda después de la tormenta": el teólogo de confianza del Papa quiso titular de este modo el ensayo que ha publicado en el último número de "Medellín", la revista de teología del Consejo Episcopal Latinoamericano, en vísperas del viaje de Francisco a Colombia, en setiembre, y a Chile y a Perú en el próximo mes de enero:

> El capítulo VIII de "Amoris Laetitia": lo que queda después de la tormenta

Al ser [Tucho Fernández] el autor del artículo no solamente muy cercano a Jorge Mario Bergoglio sino también el redactor material de buena parte de "Amoris laetitia" (al punto que en ésta se encuentran literalmente extractos de sus artículos de hace una década) su pronunciamiento ha sido inmediatamente interpretado como inspirado por el propio Papa en persona, quien habría querido aclarar de una vez por todas a través de Fernández, elegido como su portavoz – sobre todo dos cosas:

- La primera es que la interpretación de los obispos argentinos es también la suya y es la justa.

- La segunda es que si Francisco prefirió abrir a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar no en el cuerpo de "Amoris laetitia", sino sólo en débiles notas a pie de página, es porque ha querido hacerlo "de una manera discreta", porque el centro del documento no lo considera allí, sino en los capítulos "dedicados al amor".

Pero se mantiene la pregunta: ¿qué grado de autoridad puede atribuirse a un artículo como el que apareció en la revista "Medellín", firmado por un teólogo considerado universalmente menos que mediocre?

Para elevarlo de nivel han probado, en el Vaticano, con dos pasos sucesivos: uno antes y el otro después de la publicación del artículo.

En efecto, ya antes de la publicación del artículo de Fernández, tanto la nota de los obispos de la región de Buenos Aires como la carta de Francisco a su "delegado" Sergio Alfredo Fenoy habían sido promocionadas en la página web oficial que reúne la totalidad de los escritos y de los discursos papales:

> "Querido hermano…"

Mientras que después de la publicación del artículo fue "L'Osservatore Romano", el diario de la Santa Sede, quien dio la noticia el 22 de agosto y sobre todo declaró que "cuando se interpreta el capítulo octavo de 'Amoris laetitia', en particular en referencia al acceso a la comunión eucarística para los divorciados que se encuentran en una nueva unión", es necesario hacer propio lo que se lee en el artículo de Fernández publicado en "Medellín", que es lo siguiente:

"Conviene partir de la interpretación que el mismo Francisco hizo de su propio texto, explícita en su respuesta a los Obispos de la región Buenos Aires. Francisco propone un paso adelante, que implica un cambio en la disciplina vigente. Manteniendo la distinción entre bien objetivo y culpa subjetiva, y el principio de que las normas morales absolutas no admiten excepción, distingue entre la norma y su formulación y sobre todo reclama una atención especial a los condicionamientos atenuantes. Estos no se relacionan sólo con el conocimiento de la norma sino especialmente con las posibilidades reales de decisión de los sujetos en su realidad concreta".
Pero ambos pasos no aparecen para nada resolutivos.

- Ante todo, al insertar la carta de Francisco a los obispos argentinos en la recopilación de los actos del pontificado no dice nada sobre el grado de autoridad, porque esa recopilación es extremadamente diversificada e incluye, por ejemplo, las conversaciones informales que Francisco mantiene en el avión cuando vuelve de cada viaje.

- En segundo lugar, impacta la retrospectiva relajada con la que "L'Osservatore Romano" ha relanzado el pretencioso artículo de Fernández. En la página seis, sin ninguna referencia en la primera, y con un título que no permite entender en lo más mínimo el contenido:

> Il discernimento pastorale. Nell’ultimo numero di "Medellín", la rivista di teologia del Celam, dedicato al magistero del Papa

Y eso no es todo. La cita de "L'Osservatore", en vez del artículo verdadero y propio de Fernández, está retomada de su "Resumen" inicial, del que reproduce la primera mitad.

Queda intacto, en síntesis, el pecado de origen, es decir, la confusa y complicada redacción de "Amoris laetitia" y especialmente de su capítulo octavo. Pero a Francisco, evidentemente, le gusta así.

Sandro Magister

jueves, 24 de agosto de 2017

Con "autoridad magisterial" afirmamos que "la reforma litúrgica es irreversible"






Lo natural y lo sobrenatural: "Todos los hombres NO son hijos de Dios" (José Martí) [2]


P.  Está claro que no puede haber más que un solo Dios:  Uno solo es Dios. Esto viene así recogido en el Antiguo Testamento. Y así lo creen los judíos y tienen razón en creerlo, porque es la verdad. Filosóficamente se demuestra, como hemos visto, que Dios existe y es único. Razón y fe van de la mano. Entonces, como bien dices, no me extraña que los judíos se rebelarán contra Jesús.

R. Exacto ... tenían sus "razones". Fíjate: cuando Jesús dijo: "Yo y el Padre somos Uno" (Jn 10, 30) ... entonces "los judíos tomaron de nuevo piedras para apedrearle. Jesús les replicó: 'Muchas obras buenas os mostré de parte del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis?'. Los judíos le respondieron: 'No te apedreamos por obra alguna buena, sino por la blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios'"  (Jn 10, 31-33). Y en otro lugar: "Por esto, sobre todo, buscaban los judíos el modo de matarle, porque no sólo violaba el sábado, sino que también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios" (Jn 5, 18)

P. ¿Hay más pasajes evangélicos que reflejen esa situación?

R. Esa "situación", como tú la llamas, es algo que aparece a lo largo de todo el Nuevo Testamento y no es algo accidental sino esencial para la vida cristiana. Si Jesús no fuera Dios, si Jesús no hubiera resucitado, la vida de un cristiano no tendría ningún sentido. En palabras de san Pablo: "Si sólo para esta vida tenemos puesta la esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres" (1 Cor 15, 19)

P. ¿Podrías recordarme alguno más?

R. Por supuesto: el que viene a continuación es del Evangelio de san Mateo y dice así: "Entonces el sumo sacerdote dijo a Jesús: 'Te conjuro, por el Dios vivo, que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios'Jesús le respondió: 'Tú lo has dicho. Además, os digo que, a partir de ahora, veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo'. Entonces, el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras y dijo: '¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?'. Ellos respondieron: '¡Es reo de muerte!'" (Mt 26, 63-66)

P.  Por lo que me cuentas parecería como que los judíos tienen razón, puesto que Jesús, a quien ven como un hombre, sin embargo, habla de manera tal que se proclama Dios a sí mismo. ¿No hay en esto una contradicción?

R. Ante una mirada superficial puede parecer que sí.  Pero, además de las palabras, usando expresiones en las que aparece claramente como Dios: "Os lo aseguro: antes de que Abraham naciera, Yo soy" (Jn 8, 58) ...vayamos a los hechos ..., aquellos hechos en los cuales Jesús se manifiesta claramente como Dios

P. Recuérdame alguno.

R. Los hay por todas partes que recorras el Nuevo Testamento. Te cito, por lo tanto, sólo algunos ... o esta charla nunca tendría fin ... [¡Uy, te veo con cara de sueño! Dentro de poco haremos un breve descanso, antes de continuar, para recobrar fuerzas. Aguanta, que ya queda menos] Mira: tenemos el hecho de su Transfiguración en el Monte Tabor (Mt 17, 1-8; Mc 9, 2-13; Lc 9, 28-36) así como el de su Resurrección, por su propio Poder (Mt 28, 1-7; Mc 16, 1-8; Lc 24, 1-8; Jn 20, 1-10). Este último es esencial ... Y todo ello sin tener en cuenta la inmensa cantidad de milagros que hizo a lo largo de su vida terrena, milagros que ninguna persona humana podría jamás hacer: dar vista a los ciegos, curar a los sordos,  a los paralíticos, a los leprosos, etc... hasta el extremo de resucitar a los muertos, como el caso de la hija de Jairo y de su amigo Lázaro. Se compadeció de la gente que le seguía, haciendo el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Y tenía poder sobre el mar y los vientos. Recuerda el episodio de la tempestad calmada. Y, como dice el apóstol san Juan: "Hay, además, otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribieran una por una, pienso que en el mundo no cabrían los libros que se tendrían que escribir" (Jn 21, 25)

P. Todo eso es cierto. Y es verdad que, tanto en sus dichos como en sus hechos, se manifiesta no sólo como hombre sino también como Dios. Pero me sigue quedando la duda inicial. Si el Hijo es Dios, al igual que lo es su Padre, entonces habría dos dioses, lo cual no puede se de ninguna de las maneras. Además, recuerdo perfectamente que Jesús dijo: "No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas: no he venido a abolirla sino a darle cumplimiento" (Mt 5, 17). Y cuando un escriba le preguntó por el primero de los mandamientos, Jesús le respondió: "El primero es: 'Escucha, Israel: el Señor, Dios nuestro, es el único Señor" (Mc 12, 29). Y el escriba le respondió: "Bien, Maestro, con razón has dicho que 'es Uno y no hay otro fuera de Él" (Mc 12, 32)

R. Perfecto. Veo que, al final, vas a ser tú quien me va a dar las clases a mí porque conoces bastante bien el Nuevo Testamento y la vida de Jesús.

P. Es lo mínimo que puedo hacer. Se supone que soy cristiano. ¿Y qué menos que conocer todo aquello que concierne a mi religión? Por cierto: sigues sin responderme a la pregunta que te he hecho acerca de los dos dioses ...

R. Tienes razón. Pero pensaba que era necesario hacer primero todas estas consideraciones antes de proceder a darte una respuesta adecuada.

P. Pues explícate ya, porque me tienes en ascuas.

R. Has de saber, en primer lugar, que Dios no se deja atrapar por nuestros conceptos, en cuyo caso no sería Dios. Él es infinito. Y nosotros somos seres finitos y limitados, tanto en nuestro cuerpo, como en nuestras posibilidades de entendimiento. Quiero decir con esto que la realidad divina no depende de que nosotros la entendamos o no. Esto lo explica muy bien el profeta Isaías, cuando pone en boca de Dios estas palabras: "Mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos" (Is 55, 8). Y esto se puede aplicar igualmente a las cosas.

P. ¿Qué quieres decir?

R. Pues que lo real es real, independientemente de lo que nosotros pensemos. Nuestros pensamientos no fabrican la realidad. Lo real, acerca de las cosas, es lo que Dios piensa de ellas, pues es Él quien las ha creado y quien mejor las conoce, como nos conoce a nosotros. Nuestro conocimiento de las cosas se aproximará a la verdad, en la medida en la que las aprehenda tal y como Dios las conoce que es como realmente son. Esto sirve también para nuestro propio conocimiento. Y, sobre todo, es algo que nos ayudará a conocerle también a Él, que es, con mucho, lo más importante. Y a conocerle no según nuestros esquemas o sensaciones sino según es Él, tal y como viene recogido en la Biblia. 

P. ¿Y cómo podemos conocer a Dios?

R. Escucha con atención, pues la respuesta, como siempre, se encuentra en el Nuevo Testamento, en el cual se cumplen todas las promesas del Antiguo Testamento con respecto a la venida del Mesías. Me voy a limitar, en principio, a leerte unos cuantos textos, que son Palabra de Dios; y ten por seguro que, después de su lectura, encontrarás una explicación satisfactoria a todas tus dudas.

P. Soy todo oídos.

R. Lo primero de todo, y así se lee en el evangelio de san Juan: "A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, Él mismo es quien nos lo ha dado a conocer" (Jn 1, 18). Efectivamente, Dios es Espíritu y nosotros ni siquiera nos lo podemos imaginar, puesto que no tiene cuerpo ... y nosotros necesitamos hacer uso de los sentidos para conocer: "Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu", que decía santo Tomás de Aquino y, antes que él, Aristóteles. Con la venida de Jesús a este mundo, como hemos leído, esta situación cambió radicalmente. El Hijo, haciéndose hombre en el seno de la Virgen María, el Dios-hombre Jesús, ha hecho posible que podamos conocer al Padre.

P. Continúa, por favor.

R. Como te digo, todo nos ha sido revelado. Y tenemos la inmensa suerte de tener a nuestra disposición, en el Nuevo Testamento, rectamente interpretado por el Magisterio Perenne de la Iglesia, todo lo que necesitamos para nuestra salvación. Te leo algunos versículos que pueden servir para el fin que nos hemos propuesto en este escrito. 

"Jesús clamó y dijo: 'Quien cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquél que me ha enviado; y quien me ve a Mí, ve al que me ha enviado" (Jn 12, 44-45) (...) 

San Juan Bautista hablando de Jesús: "El Padre ama al Hijo y todas las cosas las ha puesto en sus manosQuien cree en el Hijo tiene la vida eterna; pero el que no cree en el Hijo no verá la Vida" (Jn 3, 35-36). 

"El que no honra al Hijo no honra al Padre, que lo ha enviado" (Jn 5,23). (...) "Como el Padre tiene Vida en Sí mismo, así también dio al Hijo tener vida en Sí mismo" (Jn 5, 27) (...)

"Escudriñar las Escrituras, ya que esperáis tener en ellas la vida eterna: ellas son las que dan testimonio de Mí. Y no queréis venir a Mí para poseer la Vida" (Jn 5, 39-40).

"Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque no me creáis a Mí, creed por las obras, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en Mí y Yo en el Padre" (Jn 10, 37-38)

"Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 6) (...) 

"Felipe le dijo: 'Señor, muéstranos al Padre y nos basta'. Jesús le dijo: 'Tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? El que me ve a Mí, ve al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí. Las palabras que Yo os digo no las digo por Mí mismo, pues el Padre, que está en Mí, realiza sus obras" (Jn 14, 8-10)

"Si no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su pecado. Quien me odia, odia también a mi Padre" (Jn 15, 22-23)

Podría multiplicarme en las citas cuanto quisiera pero, como ves, todas confluyen hacia lo mismo: El Padre y el Hijo son Uno. Hay un solo Dios. No se puede hablar, pues, de dos dioses. La religión cristiana es monoteísta, al igual que la judía

Sin embargo, hay un cambio radical con relación a lo que ocurría antes de la venida de Jesús.  Sólo ahora podemos decir, con toda verdad y profundidad, que "Dios es Amor" (1 Jn 4, 8), pues éste [el Amor] necesita de dos personas que se amen en mutua reciprocidad. Tales son en Dios el Padre y el Hijo. Uno es el Padre y Otro es el Hijo. Iguales en cuanto a naturaleza (sólo hay un Dios), pero distintos en cuanto Personas. Por otra parte, el Amor que mutuamente se profesan entre sí es infinito y es tan perfecto que [dicho Amor] es una tercera Persona, una Persona diferente del Padre y del Hijo, en cuanto Persona: el Espíritu Santo (que es igualmente Dios, junto con el Padre y el Hijo, el único y verdadero Dios).  Como podrás observar, nos hemos encontrado, de lleno, con el misterio más profundo del Cristianismo cual es el de la Santísima Trinidad. Los cristianos tenemos un Único Dios. Nuestra Religión es monoteísta. Pero este Dios nuestro (que es el mismo que el que tenían los judíos) se nos ha dado a conocer, gracias a Jesús, como Uno y Trino al mismo tiempo. Eso sí: Uno en Esencia y Trino en Personas. Hay Misterio pero no contradicción.

P. ¿Y esto resuelve el problema que te he planteado?

R. Si entiendes por resolver el problema un entendimiento completo del mismo, la respuesta es negativa. Pero, como te he dicho, no podemos abarcar a Dios, que es infinito. De modo que sí, se puede comprender algo, pero abismándose en las profundidades del Misterio de Dios, lo cual sólo Dios mismo nos lo puede dar a conocer, aunque lo hará respetando nuestra libertad. 

El hecho de ser algo misterioso no desdice nada de la Verdad del Misterio, más bien la manifiesta, porque nos lleva a entender que sólo Dios es Dios. Un Dios que, por eso mismo que es Dios, es infinito y que, por lo tanto, nos sobrepasa en todos los sentidos, pues somos tan solo sus criaturas.  Sólo a través de Jesucristo, junto a Él y en Él, podemos tener acceso a la intimidad de Dios. Esto es pura gracia. Es algo gratuito, no exigido por nuestra naturaleza, en cuanto tal, pero que Dios concede a algunos, a aquellos que tienen fe en Jesús ... y que saben que todo cuanto son y cuanto tienen les llega en tanto en cuanto viven en sí mismos la Vida de su Maestro

P. Ya veo que no acabarías nunca. ¿Podrías resumirme adónde quieres llegar?

R. No en este momento. Nos hemos alargado demasiado y pienso que nos merecemos un pequeño descanso. Desde luego, nuestros lectores se lo merecen.


(Continúa)

miércoles, 23 de agosto de 2017

¿Es el papa Francisco el Falso Profeta? (P. Alfonso Gálvez)


(Los subrayados, cursivas, negritas, colores,...,
así como el título dado a esta entrada son míos)




[Transcribo aquí las páginas 2, 3, 4, 5 y hasta el segundo párrafo de la página 6 de este ensayo del padre Alfonso Gálvez titulado "Tiempos de dolor y de gloria".
A continuación paso al último párrafo de la página 21 y completo hasta el final. 
El lector interesado puede encontrar el artículo completo, que consta de 22 páginas, haciendo clic aquí ]. 


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Después de haber transcurrido más de cuatro años de Pontificado me he puesto de nuevo a reflexionar sobre el tema. Porque son muchos los que piensan que este Papa es el Falso Profeta, Precursor del Anticristo. Aunque si eso fuera así estaríamos entonces ante los Tiempos Finales de la Historia. Cosa que no se puede afirmar, precisamente por lo imprecisa que resulta la noción del Tiempo en el lenguaje de las Profecías, que es una razón que aquí abre camino a varias posibilidades. 

Algunos tratan de resolver el problema diciendo que este Papa es efectivamente el Precursor del Anticristo, pero sin que se pueda saber por eso la duración de ese período de precedencia. No hay que olvidar tampoco la absoluta incertidumbre, claramente anunciada por Jesucristo, que pesa sobre nuestro conocimiento acerca del momento preciso de la Parusía.




Pero cabría también —afirman otros— que este Falso Profeta fuera seguido de otros sin solución de continuidad, de tal manera que siendo otro diferente pareciera sin embargo el mismo. A semejanza de lo que sucedía en la película The Princess Bride [La princesa prometida], de Bob Rainer, en la que el Pirata Robert lograba mantener la ficción de su inmunidad a la muerte haciéndose sustituir por otro en el momento preciso, razón por la cual nunca se despojaba de la máscara.

Sea como fuere, nos encontramos dentro del terreno de las hipótesis, del que nos conviene salir cuanto antes para pisar tierra firme. Y la tierra firme aquí, como hecho incontrovertible que nadie puede negar, consiste en que son muchos los que dicen estar convencidos de que el Reinado del Papa Francisco está siendo testigo de la destrucción total de la Iglesia. O al menos eso parece que sería su deseo, dada su forma de proceder, por más que sabemos por la Fe que nadie será capaz de conseguirlo.

En este punto se ofrece a nuestra consideración un primer problema, que por supuesto es bastante espinoso. Gran parte de la Jerarquía de la Iglesia ha incidido en la llamada Apostasía Universal, dando señales claras de falta de Fe, que es precisamente en lo que consiste la Apostasía. Tal falta de Fe, seguida del consiguiente abandono del cuidado de las ovejas que le habían sido encomendadas, es la que está conduciendo a la demolición de la Iglesia.

Ahora bien, ¿se puede realmente diagnosticar a la Jerarquía como falta de Fe, causa a su vez determinante de su actitud negativa y casi enemiga contra la Iglesia?

Y efectivamente, así es como lo pensaría cualquier observador superficial, para quien la profundidad y última causa de los fenómenos suele escapar. Ahora bien, en el caso de que esa Jerarquía tachada de apóstata realmente careciera de creencias, no se ensañaría tan ferozmente contra la Fe. Le importaría muy poco, o nada, que los fieles creyeran o que dejaran de creer, que el culto se llevara a cabo de manera ortodoxa o que fuera una función de circo, etc., convencida como estaría de que siendo todo polvo y humo, todo acabaría en nada. Pero no es así, cuando todo se debe a que fácilmente se olvida que el odio a la Fe y la perseverancia en la Fe son perfectamente compatibles, como dice el Apóstol Santiago: ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien; pero también los demonios lo creen, y se estremecen. (
San 2:19). Si alguien no creyera en la Eucaristía, por ejemplo, le sería indiferente arrodillarse ante ella (según conveniencias) o no hacerlo.

Otro hecho concomitante, aún más extraordinario si cabe que los anteriores, es la falta de oposición al Papa Francisco por parte del Rebaño de fieles que constituyen la Iglesia. Las débiles y aisladas protestas que surgen aquí o allá son fácilmente eliminadas por el poderoso Aparato creado alrededor de Francisco. El silencio y la sumisión de la Jerarquía son tan totales como al mismo tiempo aterradores. Y en cuanto a los fieles, sin Pastores que los guíen y ahogados por la herejía modernista difundida en la Iglesia durante tantos años sin obstáculo alguno, no poseen criterios propios ni capacidad de pensar.

Lo que deja bien a las claras el hecho de que nos hallamos ante una auténtica Apostasía General por parte de la Iglesia.

Acerca de lo cual tropezamos con el mismo problema que el apuntado arriba para el Falso Profeta: si será o no la Apostasía Universal anunciada para los Últimos Tiempos. Pero de lo que no cabe duda alguna es que se trata de una Auténtica y General Apostasía que ha dejado la Iglesia reducida a escombros.

Y una vez más, como suele ocurrir tan a menudo, corremos el peligro de entender los conceptos y las palabras en un sentido meramente superficial. La malicia de la situación actual de apostasía es tan grande y extensa, y tan profunda la ceguera del conjunto de los fieles que forman la moderna Iglesia, que no puede tratarse aquí de una situación meramente transitoria o circunstancial, sino de un verdadero empecinamiento general mediante la voluntad decidida de renegar de la Fe. Dicho empecinamiento no puede ser ya calificado sino como una situación sin retorno, como una señal clara de predestinación negativa que viene a ser el preludio de la condenación eterna.

Falsos Profetas y Falsos Pastores han existido siempre en la Iglesia. Aunque no con tanta profusión como en la actualidad, ni con tan poderosos medios de influencia como los que ahora poseen. Sin embargo, prescindiendo por ahora de la cuestión de si el fenómeno debe atribuirse a la proximidad de la Parusía, el hecho claro es que Jesucristo dejó a sus fieles un criterio seguro para conocerlos


Criterio fundamentado, por otra parte, en el más estricto sentido común, cual es el de las diferentes clases de árboles, con frutos buenos los árboles buenos o con frutos malos los árboles malos. A los hombres no se les puede juzgar sólo por sus palabras, sino sobre todo por sus obras, como a los árboles por sus frutos.

Sin embargo, como todo lo que pertenece o hace referencia a la naturaleza humana, tampoco aquí las cosas son sencillas. Hay que contar con la debilidad del ser humano y la posibilidad de que haga mal uso de su libertad. Por eso, para que resulte práctico el recurso de acogerse al principio de los frutos buenos o de los frutos malos es necesario, como condición indispensable, que exista previamente la voluntad de distinguir los diferentes frutos. Y lo que es más importante todavía, la reconocida voluntad de elegir los buenos y desechar los malos, acerca de lo cual no existe desgraciadamente ninguna garantía.

La verdad de esta afirmación queda avalada por el hecho irrefutable de la existencia en la Iglesia de la situación de Apostasía General.

Ante esta situación de caos y de confusión, en medio de la que me encuentro en mi estado de avanzada ancianidad, sin apenas poder caminar por la invalidez de mis piernas, creo llegado el momento de ponerme a considerar el modo en que todo esto afecta a mi alma. A veces recuerdo el comienzo del Libro del Génesis: La Tierra estaba confusa y vacía, y las tinieblas cubrían la haz del abismo (
Ge 1:2) y se me ocurre pensar que tiene perfecta actualidad en estos momentos.

Aunque mis piernas me conceden un espacio muy limitado para moverme, me considero pese a todo un miembro activo de la Iglesia Itinerante. Que es lo que me da la confianza para pensar que, lejos de estar anulado, me encuentro plenamente en el Camino. Al fin y al cabo el Cristianismo consiste en el seguimiento de Jesucristo (Mt 10:38; Lc 9:23; Jn 8:12).

Y no solamente me encuentro dentro del camino, sino enteramente identificado con él, puesto que el Camino es Cristo, según Él mismo lo dijo: Yo soy el Camino (Jn 14, 6). Sin olvidar tampoco todo el profundo significado de su promesa: Quien come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él (Jn 6, 56)



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En el Cristianismo existe una verdad fundamental, que como todas las verdades fundamentales suelen ser olvidadas. La cual consiste en que la grandeza suele estar en lo pequeño, y que es lo humilde y lo desconocido del mundo lo que verdaderamente agrada a Dios. Su Fundador siguió el camino de la Cruz, y sus seguidores se estrellan irremediablemente cuando se empeñan en seguir otro. Órdenes, Ins- titutos y Congregaciones Religiosas, tanto empeño en ser conocidos y admirados por el mundo y olvidando, por otra parte, la advertencia del Apóstol Santiago: Quien desee hacerse amigo de este mundo se hace enemigo de Dios (Sant 4, 4)

La verdadera santidad es tan amada de Dios como desconocida por los hombres. En estos momentos de apostasía y de irremediable oscuridad es seguro que debe existir un buen número de santos. Confieso que en esta situación de desolación yo no los veo, aunque es evidente que deben de andar por ahí. Y son ellos, aun sin saberlo, quienes detienen la ira de Dios e impiden que el mundo no haya sido ya destruido. Son los que mantienen el sentido y el amor a la verdad y a la belleza, las ansias por la justicia y la fe en el amor. Los enemigos de Dios se han esforzado demasiado en destruir la Iglesia y en extender por todas partes el odio, la fealdad, la podredumbre y la aberración.

Pero la Barca de Pedro sigue resistiendo los embates de las olas, el verdadero amor está más vivo que nunca, los enamorados de Dios llamados santos son más numerosos que jamás lo han sido, aunque el mundo haga lo imposible por desconocerlos, y el mundo, o el conjunto de las cosas creadas por Dios sigue siendo maravilloso: Y vio Dios ser bueno cuanto había hecho (Ge 1:31).

Padre Alfonso Gálvez