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viernes, 25 de enero de 2019

Entrevista de Javier Navascués a Eduardo García-Serrano



Eduardo García Serrano, atesora un amplio recorrido, siempre con paso firme, en los medios de comunicación. Una trayectoria impecable, desde su paso por el diario Alcázar hasta ser en la actualidad una de las firmas de cabecera del Correo de Madrid. Famoso por sus brillantes y polémicas intervenciones en programas como el Gato al Agua, es sin duda uno de los periodistas de referencia.

Su estilo claro y directo, inconfundible y su precisión y firmeza a la hora de argumentar le hacen ser uno de los comunicadores que más y mejor transmiten. En esta entrevista analiza la irrupción de Vox en las instituciones, la exhumación del general Franco, la sectaria ley de memoria histórica, el golpe de Estado prolongado en Cataluña y las ambiciones personales de Pedro Sánchez.

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¿Podría hacer una valoración del sorprendente resultado de Vox en Andalucía

Parece que España empieza a sacudirse el miedo a la corrección política y a la hegemonía del sistema (PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos) y ha dicho basta. Es un aliento de esperanza indiscutiblemente. Ahora vamos a ver lo que sucede, pero yo espero que Vox cumpla todo lo que ha prometido y que de ninguna manera consienta un gobierno de Andalucía que perpetúe la situación que desde hace 36 años se viene dando en la región. Es de esperar que el resultado se contagie de Andalucía a toda España y en las elecciones de mayo y en las generales cuando toquen se repita una explosión de rechazo al sistema, que llevamos sufriendo más de 40 años.

¿Qué diría a los más críticos, que piensan que Vox sigue siendo sistema y una marca blanca del PP?

Yo rechazo categóricamente esa teoría, porque si Vox fuera una marca blanca del PP no estaría pidiendo la demolición de las autonomías, que es uno de los pilares del sistema, no estaría pidiendo la derogación de la ley de memoria histórica y no estaría diciendo lo que está diciendo respecto a las leyes LGTBI, a la ideología de género etc. Todo ello forma parte consustancial del sistema, es más, es la base del sistema actual. Si un partido político como Vox pide que todo eso se derogue, niega la mayor de los que afirman que Vox forma parte del sistema.

Estas elecciones han servido para que la gente sepa que el voto a Vox ya es un voto útil.

Claro, es lo primero que ha revelado el éxito verdaderamente emocionante y sorprendente de Andalucía. Partiendo de 0 han conseguido 12 diputados, lo cuál empequeñece todavía más el éxito que tuvo hace unos años Podemos.

Han hecho las cosas muy bien a nivel de organización.

Han tenido una estrategia estupenda y una táctica modélica para recoger lo que los españoles sólo eran capaces de decirse a sí mismos y a sus allegados en el sofá de casa. Pero una vez que traspasaban el umbral de su domicilio privado, al salir a la calle volvían a ser políticamente correctos por miedo. Había que seguir votando al PP como único antídoto contra el socialismo y el comunismo. Y ahora gracias a Vox y a algunos periodistas se han dado cuenta de que el PP no es el antídoto contra el socialismo, comunismo y separatismo, sino que es un fiel aliado.

Esta irrupción de Vox, ¿puede hacer que el PP reaccione para que no le coma Vox tanto el terreno y se pongan más firmes en temas de separatismo, aborto etc.?

El PP está desnortado, desorientado, es un partido actualmente zombi. El relevo que se ha producido en el PP no garantiza eso que usted llama las esencias de la derecha sociológica española, sino todo lo contrario. Pablo Casado es la encarnación de la nada. Hasta hace unos meses le daba el aplauso norcoreano a todo lo que hacía Rajoy. Y ahora, el mismo que aplaudía a Rajoy hasta romperse las manos, dice que va a hacer lo contrario. Y además lo hace sin convencimiento, sin fuerza, sin espíritu y su mensaje no traspasa. Todo su mensaje suena a falso, es falso. Esa cosecha de vaciedad, de falta de principios, la ha recogido evidentemente Vox. La gente, como dicen los de Podemos, está ya harta, harta de corrupción, de ver como su patria está constantemente puesta como moneda para negociar pactos entre comunistas, socialistas, peperos y ciudadanos. Están hartos de que el PP no haya enarbolado esa bandera del no tajante al separatismo, del no tajante al social comunismo.

La reacción furibunda de la extrema izquierda contra el éxito de Vox, ¿le puede venir bien al partido?

Lo que no está en juego es la democracia, pues eso es una milonga para engañar a cándidos y puristas políticos, lo que está en juego es la nación, es España. Precisamente por el juego democrático hemos llegado a esta situación. Lo que está en juego es la nación, el ser o no ser de España. La democracia es una herramienta en virtud de la cuál se ha destruido a la nación. Que hay que utilizar la democracia para reconducir esta situación pues sí, es lo que ha hecho Vox.

¿Usted cree que el tema de la exhumación y la sectaria ley de la memoria histórica ha beneficiado a Vox?

La postura de Vox con respecto a la ley de la memoria histórica es la más fuerte del panorama político. Vox está en contra y todos lo demás están a favor o en la más cobarde indiferencia, como el PP para no parecer un partido fascista. Ese es el miedo del PP, que si defiende todo lo contrario de la memoria histórica le tachen de fascista y ante eso el PP se rila. Mientras que Vox ha tenido una postura muy valiente, las cosas como son. No es necesario ser franquista para defender los logros de aquel régimen y para oponerse a la atrocidad de profanar la tumba del general Franco, 43 años después de su muerte. Para eso no hace falta ser franquista, hace falta tener sentido común, sentido de la historia y sentido de la nación.

El tema de la exhumación es un atropello contra el ordenamiento jurídico español, contra la jurisdicción de la Basílica y si va a la Almudena, contra la propiedad privada…

Es un atrocidad política, es un disparate jurídico y es un veneno social. Toda la democracia, lo que llaman democracia, está al servicio de acabar con el recuerdo de un hombre, de un sólo hombre y de borrar la memoria de ese hombre.

Un hombre, como era el Caudillo, con unos índices de popularidad espectaculares, que ya quisiera Pedro Sánchez.

Eran unos índices increíbles, por mucho que ahora traten de negarlo, es sencillamente innegable. Tratan de borrar la verdad de la historia y hacen leyes “ad hoc” contra la memoria de un hombre, contra el recuerdo de un hombre. Es algo sencillamente espeluznante y a eso se ha sumado el PP.

La abstención del PP fue una clara traición, pues no se puede ser equidistante.

Claro es una traición y como toda traición conlleva unos niveles de cobardía verdaderamente bochornosos. Repito, no hace falta ser franquista para negarse a la profanación de esa tumba y por supuesto para reivindicar lo que tuvieron de positivo para España los 40 años del régimen del general Franco.

¿Vox representa el franquismo sociológico o se podría matizar mucho esa afirmación?

No lo representa, pero sí es cierto que el franquismo sociológico ha votado en masa a Vox. Ellos programáticamente no lo representan, pero es cierto que el franquismo sociológico ha acudido en masa a votarles.

¿Usted cree que Pedro Sánchez se atreverá realmente a indultar a los golpistas, cuando eso le podría quitar muchísimos votos en toda España?

Pedro Sánchez sabe que le debe su estancia en la Moncloa a los golpistas, separatistas así como a los comunistas. Esa cuenta se la van a pasar y la va a tener que pagar. Y este mequetrefe es capaz de cualquier cosa con tal de seguir en la Moncloa. Es muy posible que si se ve todavía más entre la espada y la pared, con la punta de la espada debajo del esternón, indulte a los golpistas, claro que sí. De Pedro Sánchez cabe esperarlo todo y nada bueno.

¿Pero eso le pasaría grave factura en las próximas elecciones? ¿O la gente están tan adormilada que igual no le afectaría tanto?

Yo creo que sí le pasaría factura evidentemente, si en este país queda un rastro de dignidad y parece ser que sí que lo queda, porque se acaba demostrar en Andalucía, pero eso a Pedro Sánchez en el fondo no le preocupa, porque lo único que le preocupa es poder poner en sus tarjetas ex presidente del Gobierno de España. El destino inmediato del PSOE a Pedro Sánchez no le preocupa, como no le preocupa nada el destino de España, le preocupa sólo su ego personal. Su partido es una mera herramienta al servicio de sus ambiciones personales. Y si tiene que indultar a los golpistas encarcelados, para continuar en el Gobierno, a mí no me cabe la menor duda de que lo hará.

Javier Navascués Pérez