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lunes, 14 de diciembre de 2015

Entrevista a Michael O' Brien, autor de "El padre Elías"

Artículo original aquí


Tras el éxito, hace algunos años, de El Padre Elías, llega la continuación tan demandada por los lectores de Michael O’Brien: El Padre Elías en Jerusalén, publicada en español en Libros Libres. Una historia electrizante en la que volvemos a encontrarnos en acción al religioso encargado por el Papa de derrotar al Anticristo.

En la obra este Anticristo ya se está manifestando como un líder mundial que conduce a la humanidad al abismo de un mundo sin Dios, y el único obstáculo parece ser ese monje tenaz, a quien acusan falsamente de asesinato para dificultar su tarea. Un nuevo orden mundial contra Cristo se atisba si no logra su objetivo… Es el drama ante el que nos sitúa O’Brien, y por el que Actuall le pregunta.
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¿No cree que la situación actual, extremadamente confusa, dificulta un orden nuevo?

Medito en ello continuamente. El reino de Satanás está dividido contra sí mismo y, sin embargo, el “padre de la mentira, el homicida desde el principio”, como le llama Jesús, es capaz de provocar salvajemente diversas erupciones de mal para sus intenciones de largo alcance. Incluso enfrentamientos entre fuerzas que parecen oponerse unas a otras, como por ejemplo el Estado Islámico y el materialismo hedonista de Europa. Pero no hay contradicción, porque el demonio puede manipular estos desórdenes para producir un colapso de la resistencia a sus planes.

¿Qué papel reserva esa situación al “mantra” de la “paz”?

Mi impresión es que las enfermedades del mundo lo harán más violento e inseguro y la gente sentirá mayores deseos de una meta-solución al caos de la humanidad. El tiempo estará maduro para que el Anticristo adquiera poder ofreciendo “paz” y “seguridad”. Como nos recuerda la Escritura, muchos dirán “paz, paz”… cuando no hay verdadera paz. Él aparentará ser una especie de mesías secular, que resolverá problemas de la humanidad aparentemente irresolubles. Pero su paz no podrá durar. Será un “orden” que tendrá que ser reforzado cada vez con mayor opresión, paso a paso, hasta culminar en una persecución mundial contra todo lo que se resista a su voluntad.

¿Puede ser la ideología de género el instrumento final del demonio en su guerra contra Dios?

Sin duda juega un papel fundamental en el crecimiento de la confusión y en los desórdenes morales de las sociedades occidentales. ¿Es el instrumento final del diablo? No lo sé, pero sin duda es uno de sus engaños más poderosos.

¿Cómo ve la Iglesia?

La Iglesia está creciendo en África y Asia. De hecho, probablemente hay más verdaderos cristianos en la Iglesia clandestina de China que en toda Norteamérica. Sin excepción, las conferencias episcopales de África son completamente fieles.

Pero Europa …

Europa es una catástrofe. Se degrada, se degrada, se degrada … Sólo quedan islas de fidelidad aquí y allá. A pesar de ello, en todos los países hay obispos concretos que alimentan a su rebaño con gran dedicación y a menudo con un gran coste en términos de sufrimiento. Se están formando santos, los movimientos laicos evangelizadores continúan trabajando para el bien y jóvenes heroicos abrazan la llamada al sacerdocio y a la vida religiosa. Pero en todas partes hay una gran criba, una gran prueba. Allí donde no estamos sufriendo una persecución directa estamos siendo caracterizados por los medios y la cultura como represivos, como una estructura vieja y moribunda que debe conformarse al spiritus mundi o bien ser recluida en un gueto donde ya no tenga influencia.

¿Ha sido la reciente batalla del sínodo un episodio de ese proceso?

Sí. La auténtica naturaleza de la Iglesia y el orden moral divino están siendo asaltados por Satanás y por quienes, inconscientemente, son sus agentes humanos, mediante asaltos externos y traiciones internas.

¿Por qué ese ataque?

El adversario sabe que la Iglesia es la única presencia en el mundo que se mantiene en defensa de toda la verdad sobre el matrimonio y la familia… en realidad, sobre la naturaleza del hombre y su valor eterno. La Iglesia tiene en sí misma capacidad para resistir los planes del demonio. Pero si no somos fieles a nuestra vocación, ¿cómo podrá defenderse la humanidad? ¿Cómo podremos conocernos verdaderamente a nosotros mismos? ¿Cómo nos presentaremos ante el Señor en el Día del Juicio?

¿Tiene todo esto un sentido?

Creo que Dios está sacando bien de las confusiones y males que han surgido. Él las ha permitido para que podamos ver qué grande es la necesidad de purificación y fortalecimiento de la Iglesia. Debemos rezar y ayunar por ella, quizá más de lo que lo hemos hecho en los últimos dos mil años.

Dios escribe derecho con renglones torcidos …

Añadiría que una consecuencia edificante ha sido el surgimiento de obispos y cardenales verdaderamente apostólicos que han defendido la fe durante el sínodo y durante el periodo postsinodal. También es un necesario recordatorio de que la Iglesia no es una entidad eurocéntrica, sino el Cuerpo místico de Cristo en este mundo. Creo que hay una gran belleza en la forma en la que África y Asia están enviando ahora misioneros a las oscurecidas Norteamérica y Europa. ¡Por favor, enviadnos más!

¿Cómo deben prepararse los católicos para las batallas espirituales que vienen?

En todo lo que va a suceder debemos mantener los ojos y el corazón en el verdadero horizonte. Tener confianza en que la victoria vendrá. ¡Confiad! ¡Por encima de todo, confiad! Rezad y ayunad por la conversión de las almas y por nuestra más profunda conversión. De esta forma, mediante la oración y la vida sacramental, creceremos en una unión más profunda con el Jesús vivo, que está con nosotros hasta el final de los tiempos y nos conducirá a través de todas las tribulaciones.

Rezar es la clave …

Rezad concienzudamente por nuestros sacerdotes y obispos y por el Papa. Debemos amar a la Iglesia con un amor indestructible, en su belleza y en sus humillaciones. Mantened vuestros ojos en su profunda identidad como Esposa, la Esposa que está siendo preparada para encontrarse con el Esposo.

Carmelo López-Arias para Actuall

sábado, 12 de diciembre de 2015

Escenificación Masónica y Teología feminista, ad limina apostolorum (Fray Gerundio)

Artículo original pinchando aquí


No sé cómo se habrá sentido en el cielo el bueno de San Pedro, al ver su Plaza engalanada para la vigilia masónico-espectacular del pasado día 7 de diciembre. Al fin y al cabo su cuerpo está enterrado en las Grutas Vaticanas, y la cúpula de la Basílica que lleva su nombre ha sido referencia -durante siglos-, para toda la Cristiandad. Tampoco sé cómo se sentirán en la eternidad los papas que construyeron la Basílica del Príncipe de los Apóstoles. Y mucho menos los Miguel Angel, Berninis y demás artistas que pusieron su genialidad al servicio de la Iglesia para edificar la gloriosa Sede de Pedro, donde reside el Vicario de Cristo, mucho antes de que el propio Vicario peleara por ser considerado exclusivamente Obispo de Roma. Como si uno pudiera escaparse de uno de los títulos, escondiendo el otro.

Confieso que me he quedado de piedra cuando he visto en las tabletas de mis novicios el espectacular montaje, la asombrosa puesta en escena y la llamativa exhibición, fascinante, vistosa y lujosa. En estos temas nadie dice que la Iglesia debe ser pobre. Eso lo aplican solamente a los cálices y copones de la liturgia y a los apartamentos de los cardenales a los que se quiere defenestrar (por lo visto, los cardenales “amigos” deben vivir en casas de caña). Yo no entiendo mucho de finanzas, pero que no me digan que esto ha costado poco dinero. Seguro que nos dirán que ha sido financiado por diversas empresas más o menos integradas en la MUI (Masones Unidos Internacionales), pero cualquier cristiano-progre-francisquista diría que ese dinero se le podría haber dado a los pobres…. y seguro que la MUI habrá hecho un sustancioso donativo.

El caso es que se ha llevado a cabo una demostración de luz, color y sonido llamada Fiat Lux: Iluminando la Casa Común. He de confesar que eso de la Casa Común ya de por sí me hace encapotar las orejas y se me agolpan las moscas detrás de los pabellones auditivos. Ya de entrada suena a masónico y por supuesto a Laudato Si (que es la versión masónico-descarada de la ecología cristiana de los últimos tiempos). Digan lo que digan los pusilánimes. Ecología anticristiana, compulsiva, recurrente y anti-sobrenatural. Y pesadita. Y cursi. Pero muy peligrosa. Y herética.

Le he explicado a mis novicios modernistas que esta ecología es evidentemente anti-sobrenatural. Mira la Tierra y la Creación, no como creaturas de Dios y hechura de sus manos, sino como una suerte de resultados de una Magna Evolución, en la que brilla por su ausencia el Dios Uno y Trino de la Escritura. Y el pecado original, claro está. Que se lo digan a Teilhard de Chardin, que de esto entendía un montón y como no tenía prejuicios, soltaba herejías con toda naturalidad. Pío XII lo puso en solfa y… cómo no, fue rehabilitado después por los Pontífices Modernos. Francisco es un admirador suyo, claro. Dos y dos son cuatro.

El horroroso espectáculo estuvo montado a base de penumbras, sombras y tinieblas; lo cual indica -según mi personal parecer-, una providencial catequesis de la situación actual del Vaticano y de la Iglesia. Hay que ver entera la proyección




Del mismo modo que en la Iglesia de siempre se enseñaron las verdades de Fe con la adecuada catequesis de retablos, imágenes y orfebrería, la Iglesia Actual catequiza a sus fieles en plena Plaza de San Pedro sobre la Nueva Era, el Ecologismo y el Clima. No hay que ser muy espabilado para comprender que lo que se estaba proyectando en la Vigilia de la Inmaculada no era sino la exteriorización y patentización de un Vaticano sórdido, embadurnado de New Age, arrodillado ante el mundo y en sintonía con los proyectos neo-mundiales más anticristianos. Hasta la música elegida destila un sabor de amarga desilusión. Y las sombras de Mordor por allí, paseándose. 


Y los lobos acechando a la Cristiandad, seguros de que no hay Pastor alguno que salve al Rebaño. Estas imágenes me recuerdan lo de San Pedro y “el diablo como león rugiente acechando y buscando a quién devorar”….
Todo esto justamente la noche antes de la apertura de la Puerta Santa por la que hay que pasar para que el Señor -que es misericordioso-, nos perdone. Ya dijo Francisco en su homilía de la Misa que hay que abandonar la idea de un Dios que castiga y ampararse en un Dios que perdona. Una vez que han sido borrados del mapa la necesidad de la Redención, el pecado original y la existencia misma del pecado personal, se tiene que acabar necesariamente en que la única salvación es la del planeta; y los verdaderos pecados, los que se cometen contra el medio ambiente. Y que no se me olvide la intolerancia, que es el peor de todos. Y para muestra, estos dos datos de última hora:

- El primero es que por fin ha aparecido en la predicación de Francisco el Feminismo Teológico, para gusto y disfrute de monjas americanas y europeas y teólogos de nota reivindicativos. He de reconocer que hace ya tiempo que esperaba su aparición: Dios es Padre y Madre. Casualmente el ecologismo cristiano reivindica el título de Madre para Dios. Como una suerte de Madre Tierra (a la que al final quedará reducido). Francisco hace algo más que un guiño a la Teología Feminista, que estaba esperando que se abriera la Puerta de la Misericordia para ella. Féminas-Teólogas y Teólogos-Feministas han recibido ya el primer gesto del Papa en este año de la Misericordia: no estáis tan equivocados. Dios es Padre y Madre.

- El segundo es que no hay que intentar convertir a los judíos -lea aquí el disparate-, porque ellos también están en la promesa de Dios. Toma ya. Este debe ser el segundo gesto del papa en este año de la Misericordia: Los judíos no tienen que convertirse. No hace falta. Ellos no están en el grupo de hipócritas y fariseos que deberían pasarse el año entero debajo de la puerta santa, aunque probablemente ni por esas los perdone Dios.

Mis novicios dicen que soy un exagerado. Que hiperbolizo, exorbito y dramatizo. Yo les he animado a que relacionen todos estos términos: Ecología, Masonería, New Age, Multiculturalismo, Religión universal e Ideología de género. Siempre los verán relacionados de alguna manera. Incluso en algún discurso que otro que yo me sé. Dicen los malvados que es la puesta en marcha de la agenda del Cardenal Martini (que en paz descanse). Desde luego. Pero al fin y al cabo la agenda de Martini no era más que un aperitivo de la agenda diabólica. Mientras Dios lo permita.

Pues bien: yo sigo pensando que Dios se ha revelado como Padre y que Dios es Padre y no Madre. Y sigo pensando asimismo que los judíos tienen que convertirse para salvarse, porque no han creído en el Hijo de Dios.

Cualquier otra cosa que se diga es una falsedad, un engaño, un timo, una falacia y una superchería. Lo diga Agamenón o lo diga su porquero …



Fray Gerundio


NOTA. En el mismo sentido en el que se mueve Fray Gerundio podemos leer la entrada de Denzinger-Bergoglio ¿Acaso ya no ama Dios al pueblo hebreo ni quiere su conversión? ¿Es que se salvan los judíos siguiendo la Ley Antigua? ¿Tienen los ritos judíos la misma eficacia salvífica que los sacramentos? ¿Es que ahora tenemos dos caminos para la salvación – la Antigua y la Nueva Alianza?  … Conozcamos la doctrina veinte veces secular de la Santa Iglesia para así amar de verdad a los judíos y tener las cosas claras. Entra aquí

La Basílica de san Pedro, profanada (Roberto de Mattei)


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La imagen que quedará asociada a la apertura del Jubileo extraordinario de la Misericordia no será la ceremonia antitriunfalista celebrada por Francisco en la mañana del 8 de diciembre, sino el atronador espectáculo Fiat lux: iluminación de nuestra casa común, que puso fin a la jornada inundando de luces y sonidos la fachada y la cúpula de San Pedro.

A lo largo de la función patrocinada por el Grupo del Banco Mundial, imágenes de leones, tigres y leopardos de proporciones gigantescas se sobreponían a la fachada de San Pedro, que se eleva precisamente sobre las ruinas del circo de Nerón, donde las fieras devoraban a los cristianos. El juego de luces daba la impresión de que la basílica se ponía boca abajo, se disolvía y se sumergía. Sobre la fachada pasaban peces-payaso y tortugas marinas, poco menos que haciendo pensar en la licuefacción de las estructuras de la Iglesia, desprovista de todo elemento que pudiera aportarle solidez. Un enorme búho y extraños animales aéreos sobrevolaban en torno a la cúpula, y monjes budistas pasaban caminando como dando a entender que hay un camino de salvación alternativo al Cristianismo. En ningún momento apareció símbolo religioso alguno ni la menor alusión al Cristianismo; la Iglesia cedía el paso a la naturaleza soberana.

Andrea Tornielli ha escrito que no hay que escandalizarse porque, como documenta el historiador del arte Sandro Barbagallo en su libro Gli animali nell’arte religiosa. La Basilica di San Pietro (Libreria Editrice Vaticana, 2008), a lo largo de los siglos han sido muchos los artistas que han representado una fauna exuberante en torno al sepulcro de San Pedro. Pero si la basílica de San Pedro es un zoo sagrado, como la define con irreverencia el autor de la mencionada obra, no es porque los animales representados en la basílica estén recluidos en un recinto sagrado, sino porque es sagrado, es decir, ordenado a un fin trascendente, el significado que atribuye el arte a dichos animales.

Efectivamente, en el Cristianismo los animales no se divinizan. Se los valora por su fin, que consiste en que están destinados por Dios al servicio del hombre. Dice el Salmista: «Le diste [al hombre] poder sobre las obras de tus manos, y todos lo pusiste bajo sus pies: las ovejas y los bueyes todos, y aun las bestias salvajes, las aves del cielo y los peces del mar» (Sal. 8, 7-9). Dios ha situado al hombre al vértice de lo creado, como rey de la creación, y todo debe estar ordenado a él para que a su vez lo ordene todo a Dios como representante del universo (Gen 1, 26-27). El fin último del universo es Dios, pero el fin inmediato del universo físico es el hombre. «En cierto modo, nosotros también somos el fin de todas las cosas», afirma santo Tomás (IISent., d. 1, q. 2, a. 4, sed contra), porque «Dios lo ha creado todo para el hombre» (Super Symb. Apostolorum, art. 1).

Por otra parte, la simbología cristiana atribuye a los animales un significado emblemático. Al Cristianismo no le preocupa la extinción de animales ni el bienestar de éstos, sino el sentido último y profundo de su presencia. El león es símbolo de la fuerza y el cordero de la benignidad, para recordarnos la existencia de la virtud y las diversas perfecciones, que sólo Dios posee por entero. En la Tierra, una gama prodigiosa de seres creados desde la materia inorgánica hasta el hombre posee una esencia y una perfección íntima que se expresa mediante el lenguaje de los símbolos.

El ecologismo se presenta como una cosmovisión que trastorna esta escala jerárquica, eliminando a Dios y destronando al hombre. Este último es puesto en pie de plena igualdad con la naturaleza en una relación de interdependencia no sólo con los animales, sino incluso con los componentes inanimados del medio ambiente: montañas, ríos, mares, paisajes, cadenas alimentarias, ecosistemas … Esta cosmovisión tiene por objeto borrar toda línea divisoria entre el hombre y el mundo. La Tierra forma junto con su biosfera una especie de entidad cósmica geoecológica unitaria. Se vuelve algo más que una «casa común»: representa una divinidad.

Hace cincuenta años, cuando se clausuró el Concilio Vaticano II, el tema dominante en aquellos momentos históricos se manifestaba como cierto «culto al hombre», contenido en la fórmula del «humanismo integral» de Jacques Maritain. El libro de dicho título del filósofo francés se publicó en 1936, pero su mayor influencia la tuvo ante todo cuando un entusiasta lector de su obra, Giovanni Battista Montini, una vez elegido Papa con el nombre de Paulo VI, quiso hacer de ella la brújula de su pontificado. En la homilía de la Misa del 7 de diciembre de 1965, recordó que en el Concilio Vaticano II había tenido lugar el encuentro entre «la religión de Dios hecho hombre» y la «religión (porque eso es precisamente) del hombre hecho Dios».

Cincuenta años después, asistimos al paso del humanismo integral a la ecología integral; de la Carta internacional de los derechos humanos a la de los derechos de la naturaleza. En el siglo XVI, el humanismo había rechazado la civilización cristiana medieval en nombre del antropocentrismo. La tentativa de construir la Ciudad del Hombre sobre las ruinas de la de Dios fracasó trágicamente en el siglo XX, y de nada valieron los intentos de cristianizar el antropocentrismo con el nombre de humanismo integral. La religión del hombre es sustituida por la de la Tierra: al antropocentrismo, criticado por sus desviaciones, lo reemplaza una nueva cosmovisión ecocéntrica. La ideología de género, que disuelve toda identidad y toda esencia, se inserta en esta perspectiva panteísta e igualitaria.

Se trata de un concepto radicalmente evolucionista que coincide en buena parte con el de Teilhard de Chardin. Dios es la «autoconciencia» del universo que evolucionando se vuelve consciente de la propia evolución. No es casual la cita de Teilhard en el párrafo 83 de Laudato sì, la encíclica del papa Francisco en la que filósofos como Enrico Maria Radaelli y Arnaldo Xavier da Silveira han destacado puntos que discrepan de la Tradición católica. Y el espectáculo Fiat Lux se ha representado como un manifiesto ecologista que tiene por objeto expresar en imágenes la encíclica Laudato Si.

En el diario Libero, Antonio Socci, la ha definido como «una puesta en escena gnóstica y neopagana con un inequívoco mensaje ideológico anticristiano», y señala que «en San Pedro han preferido que, en la fiesta de la Inmaculada Concepción, en vez de celebrar a la Madre de Dios se celebre a la Madre Tierra, a fin de propagar la ideología dominante, la de la “religión del clima y la ecología”, la religión neopagana y neomalthusiana, respaldada por los poderes fácticos del mundo. Es una profanación espiritual (y también porque ese lugar, no lo olvidemos, es un lugar de martirio cristiano)».

«Por tanto -ha escrito por su parte Alessandro Gnocchi en Riscossa Cristiana– no ha sido el Estado Islámico quien ha profanado el corazón de la Cristiandad, ni los extremistas del credo laico los que se han burlado de la fe católica, ni los artistas blasfemos y coprolálicos a los que ya estamos acostumbrados los que han ultrajado la fe de tantos cristianos. No había necesidad de registrar a los visitantes y hacerlos pasar por el detector de metales a fin de impedir el ingreso de los vándalos a la ciudadela de Dios: ya habían penetrado en la fortaleza y activado la bomba multicolor ante la televisión mundial a salvo desde la sala de control».

Los fotógrafos, ilustradores y publicistas que han realizado Fiat Lux saben lo que representa la basílica de San Pedro para los católicos, la imagen material del Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia. Los juegos lumínicos proyectados sobre la basílica tenían una intención simbólica, antitética de lo que representan todas las luminarias, las lámparas y el fuego, que han transmitido a lo largo de los siglos el significado de la luz divina. Esa luz se apagó el 8 de diciembre. Entre las imágenes y luces proyectadas sobre la basílica faltaban las de Nuestro Señor y la Inmaculada, cuya fiesta se celebraba ese día. La Plaza de San Pedro estaba inmersa en la falsa luz que porta el ángel rebelde, Lucifer, príncipe de este mundo y de las tinieblas.

Decir luz divina no es una metáfora, sino una realidad, como son también reales las tinieblas que envuelven actualmente al mundo. Y en estas vísperas de la Navidad, la humanidad espera el momento en que la noche se iluminará como el día «nox sicut dies illuminabitur» (Salmo 11) y se cumplirán las promesas que hizo la Inmaculada en Fátima.

Roberto de Mattei

martes, 8 de diciembre de 2015

Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco (o la misericordia de enseñar al que no sabe) Parte 2ª: el voto católico





Aprovecho la ocasión, Su Santidad, para comentarle algo acerca de un tema que, en España, nos tiene preocupados a todos los que, habiendo nacido en esta nación, tenemos la gracia de haber sido bautizados y somos, por lo tanto, católicos ... aunque dejemos mucho que desear en nuestra conducta como tales.

En realidad, de verdad, se trata de la misma idea: "Enseñar al que no sabe", una obra de misericordia, que considero esencial, sobre todo en los momentos en los que vivimos. Y quería aplicarla a un caso muy concreto, cual es el del voto católico, ya que se aproximan las elecciones generales, que serán el 20 de Diciembre de este año. Y es mucho lo que nos jugamos. A estas alturas, sin embargo, hay todavía muchos católicos que no tienen claro a qué partido tienen que votar ... o si es obligatorio votar.

Hay una idea que es desconocida por la inmensa mayoría de los católicos, pues nunca se les ha hablado de ello: Y es la llamada excomunión "latae sententiae" [ipso facto] que se aplica* a aquellos católicos que ayudan o practican abortos así como también a quienes votan a partidos abortistas, aquéllos que promueven y defienden el aborto como un derecho ... una idea que viene recogida en el punto 2272 del Catecismo de la Iglesia Católica que hace referencia al número 1398 del Código de Derecho Canónico. Lógicamente no pueden ser excomulgados aquellos que desconozcan que esto es así, aunque hay un cierto punto de negligencia y un cierto carácter de ignorancia vencible. 



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* [Observación: Véase un enlace posterior en el que se matiza esta idea de colaboración al aborto y en donde se aclara que, en realidad, propiamente hablando, no puede hablarse de excomunión en los casos de votación a partidos abortistas; conclusión a la que he llegado posteriormente tras haber consultado con un experto en Derecho Canónico.
Nota: Sigue siendo cierta la idea de la complicidad en el crimen y el consiguiente problema de conciencia del votante; pero ahora sin la excomunión].
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Pero, en fin. Lo que sí es cierto es que, dado tal desconocimiento y aplicando la obra de misericordia de enseñar al que no sabe, considero que:

(1) Sería una obligación, primero de todos los sacerdotes, en sus respectivas parroquias; y luego -y sobre todo- de los Obispos y del propio Sumo Pontífice, realizar esta Pastoral del conocimiento de la propia Doctrina. En el caso que nos ocupa todos los fieles católicos deberían de conocer la pena en la que incurrirían si se hacen cómplices de promover el aborto en la sociedad votando a partidos abortistas. La excomunión "latae sententiae" consiste en una excomunión automática, sin necesidad de que medie ninguna autoridad eclesiástica externa que la pronuncie. Esta realidad, como digo, es desconocida por el común de los fieles ... y forma parte de la Evangelización enseñar también estas cosas al pueblo cristiano, para que sepan a qué atenerse a la hora de emitir su voto.

Además, dado el caso de que, prácticamente, todos los medios de comunicación social (prensa, radio, televisión, internet, etc...) son contrarios a la Iglesia católica [Europa -de hecho- ha renegado de sus raíces cristianas] tal conocimiento adquiere características de urgente ... de modo que se hace necesaria la intervención directa de todos los obispos, con el Papa a la cabeza, para enseñar estas verdades a los fieles católicos, verdades que -como digo- desconocen, pero al tratarse de una ignorancia vencible son, en cierto modo, culpables ... aunque -todo hay que decirlo- este desconocimiento se debe, fundamentalmente, al hecho de que sus Pastores no se han encargado de dar difusión a este mensaje ... y no lo han hecho, muchos de ellos, por no contar, de modo explícito, con la aquiescencia de Su Santidad.

Dada su influencia mediática en la actualidad, santo Padre, tal pronunciamiento tendría, como consecuencia, una repercusión inmediata en todos los medios de comunicación que saldrían de sus guaridas, como leones, dispuestos a atacar a la Iglesia de todos los modos imaginables ... como corresponde a la sociedad pagana en la que vivimos. Por otra parte, tal ataque ya se está llevando a efecto. Difícilmente podrían atacar más de lo que ya lo hacen, pero en fin ... Lo preocupante, lo más grave del caso, es el silencio de tantos Pastores y su cobardía en proclamar la Verdad.

Por otra parte ¿qué tiene de extraño que el mundo odie a los cristianos y, de modo especial, a los católicos? Si me persiguieron a Mí, también os perseguirán a vosotros (Jn 15, 20) decía Jesucristo. Tal es la condición natural en un cristiano. Así lo decía también el apóstol Santiago: "¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemiga de Dios? Quien desee hacerse amigo del mundo se convierte en enemigo de Dios" (Sant 4, 4). La misión de los Pastores es la de enseñar, gobernar y santificar, "entresacados de entre los hombres y constituidos en favor de los hombres para las cosas relativas a Dios" (Heb 5, 1). Lo primero de todo ... ¡enseñar!, anunciar la Verdad, sin miedo a manifestarse con identidad propia, como lo que realmente son -ministros de Dios- sin ningún tipo de complejos.

Tal vez ha llegado el momento de que sean los seglares quienes den ese testimonio audaz, sin que les importe el qué dirán, del que tan esclavos son -por desgracia- algunos de nuestros pastores. Tenemos que pedir a Dios, con insistencia, un día sí y otro también, que surjan estos pastores que la Iglesia necesita para sobrevivir. De la valentía de los cristianos -pastores y seglares- va a depender el que la verdadera Iglesia siga su camino hacia el auténtico progreso, que es el que se dará en la medida en que la gente vaya conociendo y amando a Jesucristo y a la Iglesia que Él fundó, un progreso que redundará en beneficio de toda la sociedad.

¿Difícil? Sí. Nadie dijo nunca que ser cristiano fuera fácil y sencillo y mucho menos, cómodo. ¿Imposible? Por supuesto que no; pero debemos de rezar mucho y tener mucha fe; pedírsela al Señor, con llantos, si es preciso, una y otra vez, sin cansarnos, fiándonos de sus Palabras: "¡Todo es posible para el que cree!" (Mc 10, 23). Y de las palabras del apóstol san Juan, que son palabras inspiradas por el Espíritu Santo, es decir, son palabra de Dios: "Ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe" (1 Jn 5, 4)

¡Éste -y no otro- es el "lío" que deben de armar los cristianos! No un lío sociológico, sino un lío sobrenatural, porque este mundo, en el que vivimos, está falto de fe. Y esa es la auténtica causa de los males que padece. Porque no son ni la corrupción, ni la pobreza, ni el desempleo, ..., los verdaderos males. Por supuesto que son males, y graves, sin ningún género de duda, pero son la consecuencia de un mal mayor que se encuentra en la raíz de todos ellos; un mal del que no se habla ... y que no es otro que el pecado: pecado que consiste, fundamentalmente, en la falta de fe en Jesucristo, según Él mismo nos dijo (Jn 16, 9).

Santo Padre: el silencio de los pastores, en mi opinión, no es otra cosa que cobardía y capitulación ante el mundo. Y no es ése el testimonio que Jesús espera de los suyos.

Yo le rogaría, le suplicaría que hiciese llegar, de momento, esa orden conminatoria a todas las diócesis de España, con vistas a las elecciones generales del 20 de Diciembre para que los católicos sepan a qué atenerse a la hora de votar. Que sepan que, bajo ningún concepto, pueden votar a un partido abortista. Esto debería ser motivo de predicación en todas las homilías de todos los pueblos de la nación española: no se puede engañar al pueblo cristiano, por miedo a los políticos.

El mejor modo de "misericordiar", de ejercer la misericordia, en este caso, es -y lo será siempre- el decir la verdad. Si se falta a la verdad, la misericordia es una falsa misericordia ... ¡no es misericordia! Ahora que comienza el año santo de la Misericordia sería una buena ocasión de ejercitarla ilustrando a la gente sencilla acerca de sus obligaciones en cuanto al voto católico se refiere.

Podría ocurrir que no hubiese ningún partido al que un católico, en recta conciencia, pudiese votar ... ¡podría ocurrir! Bueno, la democracia no es un valor absoluto; y mucho menos si está pervertida y la autoridad que ejerce va contra la Ley divina. No existe, en este caso, la obligación moral de votar. La abstención es posible. Y es una alternativa que se ejerce libremente. Equivale a decirle a los políticos que su misión es la de procurar el bien común de los ciudadanos, pero no imponerles obligatoriamente una ideología perversa y opuesta a los mandatos divinos.

¿Cómo puede votar un cristiano -y ni siquiera una persona con buena voluntad- a un partido que defiende el aborto y la ideología de género, por poner un ejemplo?. Es un contrasentido y es una verdadera esquizofrenia mental actuar de ese modo. Si no hay otra alternativa, sencillamente no se vota ... O, en todo caso, si se piensa que la democracia (caso de funcionar bien) es el modo de gobierno que más les convence, siempre se puede acudir a votar, ejerciendo ese derecho, pero votando en blanco.

No cabe duda de que Dios proveerá, como siempre lo ha hecho.

Que Dios lo bendiga.

Suyo en el Señor:

José Martí

Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco (o la misericordia de enseñar al que no sabe) Parte 1ª


El Papa abre la puerta santa de la Basílica de San Pedro



Santo Padre:


Me dirijo a Su Santidad con todo el respeto que me merece por ser el Vicario de Cristo en la Tierra. Y lo hago para expresarle mi preocupación sobre un punto concreto: la falta de conocimiento de la propia Doctrina que tienen los católicos. Una verdadera Pastoral católica debe de pasar por la formación de los fieles en su propia fe, pues ¿cómo van a defender éstos una fe que desconocen porque nadie se la ha enseñado?

Dado que se aproximan las elecciones generales en España y que los tiempos son malos, aprovecho también esta carta para pedirle que exhorte oportunamente a todos los fieles católicos que componen la Iglesia Universal en lo que se refiere al voto político. Que sepan, como su Santidad sabe muy bien, que un católico queda excomulgado ipso facto si vota a partidos* que promueven o defienden el aborto, como viene expresado en el Código de Derecho Canónico núm 1398 y en el Catecismo de la Iglesia católica núm 2272, pues votando a esos partidos se hace cómplice de un crimen execrable cual es la muerte de niños inocentes en el seno de su madre, pecado gravísimo que atenta contra el quinto mandamiento: "No matarás" (Ex 20, 13)

* [Observación: Véase un enlace posterior en el que se matiza esta idea de colaboración al aborto y en donde se aclara que, en realidad, propiamente hablando, no puede hablarse de excomunión en los casos de votación a partidos abortistas; conclusión a la que he llegado posteriormente tras haber consultado con un experto en Derecho Canónico. Nota: Sigue siendo cierta la idea de la complicidad en el crimen y el consiguiente problema de conciencia del votante; pero ahora sin la excomunión]
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Como cristiano y perteneciente a la Iglesia Católica, por la gracia de Dios, estoy preocupado por la deriva que está tomando últimamente la Iglesia. Vienen a mi memoria las palabras de Nuestro Señor Jesús cuando al ver a las muchedumbres, se llenó de compasión hacia ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas sin pastor (Mt 9,36).

Hoy reina la confusión por doquier en el seno de la misma Iglesia. Son muchos los católicos que piensan según el mundo, con criterios contrarios a las enseñanzas de la Iglesia de siempre, católicos que han dejado de serlo, pues su pensamiento y sus hechos denotan, a las claras, que han perdido la fe.

Y esta crisis de fe se da incluso en algunas de las más altas instancias de la Jerarquía Eclesiástica: falsos pastores disfrazados de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces ( Mt 7, 15). Estos tales confunden a muchos fieles, enseñando doctrinas que son preceptos humanos (Mt 15, 9), y lo hacen con apariencia de piedad pero, en realidad, han renegado de su Espíritu (2 Tim 3,5) porque son asalariados y no les importan las ovejas. (Jn 10, 13).

Afortunadamente tenemos a nuestro alcance las palabras de Jesús, en cuya boca no se halló nunca engaño (1 Pet 2, 22), unas palabras que son Espíritu y Vida (Jn 6, 63) y que nos orientan de modo tal que es imposible que seamos engañados y que descarriemos en nuestro camino hacia Él, si procedemos conforme a lo que esas palabras que nos han llegado a través del Nuevo Testamento y de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.

Necesitamos que alguien nos recuerde que hagamos uso del sentido común, es decir, de aquellas verdades elementales que el mundo de hoy ha olvidado, para que podamos discernir bien aquello que nos conviene, teniendo en cuenta que el mismo Jesús tuvo que hacerlo cuando dijo aquello de: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7, 20) ... pues es en los frutos donde se autentifican las palabras: Todo árbol bueno da frutos buenos, y el árbol malo da frutos malos (Mt 7, 17). Si el fruto que observamos es malo, es señal cierta e inequívoca de que el árbol que lo ha producido es malo. Y todo árbol que no da fruto bueno es cortado y arrojado al fuego (Mt 7, 19).

El fruto bueno, el único fruto que es aceptable al Padre, proviene de nuestra unión con Jesús: El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin Mí nada podéis hacer (Jn 15,5). En esto es glorificado mi Padre: en que deis mucho fruto y seáis mis discípulos (Jn 15,8). San Pablo, en su carta a los colosenses, les exhortaba diciendo: Vigilad para que nadie os seduzca por medio de vanas filosofías y falacias, fundadas en la tradición de los hombres y en los elementos del mundo, pero no en Cristo (Col 2, 8).

Son muchas las advertencias que encontramos en las Sagradas Escrituras para ser capaces de discernir entre el bien y el mal y poder salir fácilmente de la confusión. El Apóstol Pablo, por ejemplo, en su carta a los gálatas, les dice: Hay algunos que os inquietan y quieren cambiar el Evangelio de Cristo. Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciásemos un evangelio diferente del que os hemos predicado, ¡sea anatema! (Gal 1, 7-8). Y poco más adelante: Os hago saber, hermanos, que el Evangelio que yo os he anunciado no es algo humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo (Gal 1, 11-12). De lo que os escribo Dios es testigo de que no miento (Gal 1, 20).

Hoy, más que nunca, los obispos y los sacerdotes necesitan que se les recuerden las palabras que el apóstol Pablo dirigió a su discípulo Timoteo: Guarda el depósito. Evita las novedades profanas y las contradicciones de la falsa ciencia, pues algunos que la profesaban perdieron la fe (1 Tim 6, 20-21). O también lo que San Juan evangelista escribía en su primera epístola: Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos a propósito del Verbo de la vida (...) os lo anunciamos (1 Jn 1, 1. 3), previniendo a los cristianos contra el error: Carísimos, no creáis a cualquier espíritu; antes bien, examinad si los espíritus son de Dios, porque se han presentado en el mundo muchos falsos profetas (1 Jn 4, 1), con un criterio que es infalible: Todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios; ése es el espíritu del Anticristo, de quien habéis oido que va a venir, y ya está en el mundo (1 Jn 4, 3). Debido a la perenne actualidad de las Sagradas Escrituras, estas palabras del apóstol san Juan poseen, a día de hoy, una actualidad aún mayor que cuando fueron pronunciadas.

Son muchos los que niegan hoy la historicidad de los Evangelios ... y esto no sólo los ateos sino incluso bastantes miembros de la Jerarquía, que se encuentran, como caballo de Troya, introducidos en el seno de la misma Iglesia.

Influenciados por la herejía modernista, que fue condenada, en la Encíclica Pascendi, por el papa San Pío X, como la suma de todas las herejías, estos nuevos modernistas, al igual que aquéllos, niegan todo lo sobrenatural: son puramente "racionalistas" altamente influenciados por las filosofías idealistas, en particular la del filósofo Kant (con su falsa teoría de la moral autónoma) a las que conceden un valor absoluto y dogmático, del cual carecen.

Cualquier persona, con un mínimo de cultura sabe que, entre todos los escritos antiguos, los Evangelios son los mejor conservados ... y se presentan como reportajes históricos, que es lo que son y no otra cosa: Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos ... eso es lo que os anunciamos (1 Jn 1,1), esto es, a Jesucristo.

Los evangelistas cuentan la historia de un hombre que vivió entre ellos durante tres años, que hizo gran cantidad de milagros de todo tipo, que murió crucificado y que resucitó al tercer día ... y en quien se cumplieron todas las profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías esperado por los judíos. Estos evangelistas, hombres rudos, de vida al aire libre y acostumbrados al trabajo duro, eran poco propensos a las alucinaciones y a las leyendas o los mitos. Ninguno de sus enemigos negó esos milagros, cosa fácil si se hubiese tratado de puras leyendas. Por otra parte, ¿es posible acusar de mentirosos a los evangelistas? Si hay testigos dignos de fe son, desde luego, los que están dispuestos a morir como mártires de la verdad histórica que proclaman.

Siendo esto así, sin embargo, los modernistas proclaman a todos los vientos que la Religión católica, a la que odian, es una ideología de mitos. Estas ideas circulan por el mundo y ¡ay de aquél que se oponga a ellas! Todas las verdades contenidas en la Sagrada Escritura son consideradas, por ellos, como puros mitos, pero no como realidades. Y, en el caso de que "admitan" que Jesús existió, niegan el carácter de real a todo lo que no comprenden de lo que los Evangelios cuentan sobre Él, es decir, a lo sobrenatural.

Pretenden eliminar del Cristianismo aquello en lo que consiste su esencia y sin lo cual no existiría, cual es su carácter de Misterio. Todos los Misterios son considerados como mitos. Y así, por ejemplo, niegan el Pecado original y la necesidad de la Redención. Establecida esa premisa, sin ningún fundamento, ya no tendría ningún sentido que Dios se hubiera hecho hombre. Por eso niegan también el Misterio de la Encarnación, fundamento de la vida cristiana ... un Misterio que nos ha dado a conocer hasta qué extremo nos ama realmente Dios.

Y si lo anterior se niega ya ningún otro misterio tendría sentido: que Dios sea Uno en Esencia y Trino en Personas (Misterio de la Santísima Trinidad), que María se haya conservado Virgen, antes del parto, en el parto y después del parto (Virginidad de María) los Milagros de Jesús, su Resurrección de entre los muertos y su Ascensión a los Cielos, la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, el valor sacrificial de la Santa Misa, la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos, la existencia del Cielo y del Infierno, etc ...Todo esto serían cuentos chinos.

En teoría, un cristiano católico bien formado sabe que las Sagradas Escrituras, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia son las fuentes de las que tiene que beber para no ser engañado y poder así mantenerse fiela a la verdadera Iglesia de Jesucristo, la que Él fundó: no puede dejar de lado o deponer los principios de la Doctrina secular de la Iglesia, la Doctrina de siempre, esa Doctrina que jamás puede ser cambiada: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mt 24, 35)

Desgraciadamente el desconocimiento de su fe por parte de los católicos ha ido en aumento ... y de un modo particular, a partir de la fecha de clausura del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965, cuyo cincuenta aniversario celebramos hoy.

Apelando al año Jubilar de la Misericordia y teniendo en cuenta que la primera de las obras de misericordia es la de "enseñar al que no sabe", acudo a Su Santidad, suplicándole más que pidiéndole que instruya a sus fieles en el conocimiento de su Doctrina. Ésta es la mayor obra de misericordia que Dios espera ... que los pobres sean evangelizados. 


No le pido a Dios otra cosa: se hace necesaria la Evangelización del pueblo cristiano, no la proclamada "nueva evangelización", de tintes modernistas, que oculta el rostro de Cristo, y oculta a la verdadera Iglesia, sino la auténtica evangelización, aquélla que proviene de Cristo, quien fue el fundador de la Iglesia. Esa Evangelización ha sido olvidada y los fieles católicos desconocen, en su inmensa mayoría, la riqueza de la religión católica, la única Religión verdadera y la que puede iluminar al mundo, pues en ella se revela y se hace patente el propio Jesucristo, cuyas palabras son de perenne actualidad.

Sabiendo, como sé, que el Papa es el Vicario y el representante de Cristo en la Tierra, por eso mismo, acudo a Su Santidad, consciente de que tal es la misión que Dios le ha deparado: la de "guardar el depósito recibido" (1 Tim 6, 20) y darlo a conocer a todos, íntegramente, sin falsear ni cambiar su contenido... como hoy pretenden ciertos eclesiásticos de pensamiento progresista que se han instalado, de hecho, en la Iglesia Jerárquica; y que amenazan con destruirla, desde dentro: ¡No lo consienta! ¡Ésta es la mayor obra de misericordia que Su Santidad puede hacer para con el pobre pueblo cristiano que se está muriendo de inanición por ignorancia de la riqueza del contenido profundo de su fe!

Hoy en día -como siempre lo ha sido- la Pastoral católica tiene que pasar por el conocimiento de la Doctrina católica. Ambas van de la mano. Y nunca puede darse entre ellas ningún tipo de contradicción, si son bien entendidas. Si una Pastoral prescinde de la Doctrina deja de ser una auténtica Pastoral y se transforma en otra cosa. Jesucristo vino para salvarnos del pecado, que es la causa principal de todos los males. La causa de los males que el mundo padece no se encuentra ni en la pobreza, ni en el desempleo, ni en la corrupción o en la trata de blancas. Todo eso son auténticos males y desastres, pero no son la raíz del mal. Ésta se encuentra en el pecado del hombre: soberbia, avaricia, codicia, lujuria, envidia, rencor, etc... consecuencia todos estos males del olvido y del rechazo de Dios. Esta idea es fundamental y esencial en la Doctrina y en la Pastoral católicas, pero es algo que no se le predica a la gente que, por eso mismo, andan como "ovejas sin pastor" (Mt 9, 36).

En cualquier caso, los cristianos tenemos la seguridad de que Dios no permitirá que sea engañado aquel que no quiera ser engañado, aquellas personas de buena voluntad que busquen sinceramente la verdad. Sólo serán engañados los que han hecho su opción por la mentira y no quieren comprometerse a vivir según las exigencias propias de la vida cristiana; aquéllos que, por comodidad, no quieren complicarse la vida ... Éstos, aunque se llamen católicos, no lo son, pues no piensan según Cristo sino que se rigen por los criterios del mundo: un católico así es una contradicción y un imposible metafísico. Y pongo un ejemplo. Si alguien dice: yo creo lo que quiero y practico lo que me da la gana; no me importa que eso vaya en contra de las enseñanzas de la Iglesia, de la moral, de la ley natural, de la ley divina, ... y, además, que conste que soy católico ... Y si no lo soy es igual, pues Dios es misericordioso ...

Grave error! Si alguien procediera de ese modo sería un farsante ... y en modo alguno sería católico, por más que se empeñara en afirmar lo contrario. En el fondo, él "sabe" perfectamente que no lo es, por más que intente engañarse a sí mismo. Y en cuanto a la misericordia de Dios, que es infinita, ésta va siempre ligada a la verdad y a la justicia. Dios no podrá ejercer su misericordia ni podrá perdonar a aquellos que hayan optado por la mentira y que no deseen saber nada de Él. El Amor de Dios le ha conducido a darnos libertad ... pero, por eso mismo, le ha atado las manos; de manera que no puede obligar a nadie a que lo ame: el respeto exquisito por nuestra libertad -libertad real que Él nos ha dado- se lo prohíbe.

Y es que su Amor hacia nosotros quiere ser un verdadero amor, con las características propias de éste que, como se sabe, son, entre otras, su carácter de libertad (¡el amor no puede imponerse!) y la reciprocidad de amor mutuo entre los que se aman. No existe el amor unilateral. De ahí que de nada sirve la misericoridia de Dios a aquél que nada quiere de Dios.

Es por eso, Su Santidad -yo, al menos, así lo creo- que la mayor obra de misericordia que se podría ejercer en este año del Jubileo de la Misericordia, que comienza hoy, 8 de diciembre de 2015, sería la de evangelizar en la Verdad de Jesucristo a todos los que han sido bautizados y desconocen su fe, que son la inmensa mayoría de los cristianos: "Jesucristo que es el mismo ayer y hoy y lo será siempre" (Heb 13, 8). No son las estructuras sino el corazón del hombre el que debe de ser cambiado: "Porque del interior del corazón de los hombres proceden las malas intenciones, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, maldades, engaños, deshonestidad, envidia, blasfemia, soberbia, insensatez. Todas estas cosas provienen del interior y hacen impuro al hombre" (Mc 7, 21-23)

(Continúa y acaba)

lunes, 7 de diciembre de 2015

ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN ANTES DEL 20-D ¿SE PUEDE VOTAR A ALGÚN PARTIDO ... EN RECTA CONCIENCIA?


NOTA: Este artículo ha sido modificado, en parte, aun manteniendo lo esencial en la argumentación. La actualización final se puede leer al final del mismo, en donde el lector puede encontrar, con rapidez, una orientación lo más realista y ortodoxa posible con relación a la votación del 20-D.


Los nuevos sondeos sobre intención de voto hacen necesario replantearse que el voto en blanco sea la mejor opción posible. Posiblemente no lo sea. Sigue siendo cierto que la mayoría de los partidos que se presentan defienden el aborto (por supuesto lo hacen claramente Podemos, PSOE, Ciudadanos y PP) ¡Y votar a un partido abortista está penado, para un católico, con la excomunión inmediata! Esto se encuentra en el Catecismo de la Iglesia Católica número 2272, aunque no se diga en los púlpitos ... ¡pero es así!

Partido, Familia y Vida es el único que defiende -de verdad- los valores irrenunciables a los que se refería Benedicto XVI, pero ese partido sólo se presenta por las Islas Baleares.

Inicialmente este artículo era un ALEGATO A FAVOR DEL VOTO EN BLANCO ... aduciendo, por supuesto, las razones pertinentes. VOX era el único partido que se presentaba como defensor de la vida del nasciturus, lo que me llevó, en un principio, a darle mi voto en las elecciones municipales del 24 de mayo ... e incluso iba a hacerlo también en éstas ... pero estudiando su programa he llegado a la conclusión -basándome en lo que ellos mismos han escrito- de que tampoco es un partido por el que se pueda votar "en recta conciencia", aunque su lema sea "vota en conciencia": no es lo mismo "votar en conciencia" que "votar en recta conciencia". Lo primero se presta a la subjetividad (lo que "tu" conciencia te dicte); lo segundo, en cambio, se refiere a lo que realmente es, es decir, a lo que Dios quiere, que debe de ser preferido a cualquier otra opción posible.

Jesús Graciani considera, sin embargo, a VOX como la única alternativa posible para un cristiano. Apela a la recta conciencia del cristiano católico, de aquél que no se avergüenza de su fe, ni se deja llevar por el miedo a "tirar su voto" puesto que, según él, existe una alternativa y esta alternativa es VOX.

¿Realmente VOX es tan bueno como dice? Para ello es preciso analizar su programa, al cual puede accederse pinchando aquí. Son 103 páginas en total. No es preciso leer lo todo: tan solo lo que concierne a los puntos claves de la moral católica.

Hay que agradecerle a Jesús Graciani su sinceridad al afirmar que VOX no es un partido perfecto. Especifica que "no hace falta estar al 100% de acuerdo con todas sus propuestas para votarles" ... y eso es cierto. Un acuerdo completo al 100% sólo sería válido para Dios: sentido común elemental.

En honor a la verdad debo decir que, después de haber leido ese artículo, tomé la decisión de votar a VOX ... tal y como hice en las municipales del 24 de mayo. En aquel entonces aduje mis razones para hacerlo así: pinchar aquí y aquí. Aunque con reservas, les di un voto de confianza. Me gustaría hacerlo también ahora, aunque me lo han puesto más difícil.

Por ejemplo, observo que no se ha producido ningún tipo de coalición entre VOX y PFyV y eso me ha llevado a seguir pensando antes de tomar una decisión definitiva; de modo que he leído, con mayor detenimiento, el programa de VOX.

Antes de nada pienso también que el título que le ha dado Jesús Graciani a su artículo: "No es lícito votar el mal menor cuando existe la opción del bien" es una afirmación un poco exagerada; eso me ha llevado también a la lectura más detenida del programa de VOX ... Y es a raíz de todo ello que he escrito este nuevo artículo sobre las elecciones ... con otras afirmaciones distintas, aunque razonadas:

(1) El mal nunca puede ser votado, aunque se trate de un mal menor. El concepto de bien o de mal va más allá de mi votación a favor o en contra, más allá de ningún tipo de consenso. Lo que es objetivo no puede ser objeto de votación en ningún caso. Sólo se pueden someter a votación aquellas cuestiones que sean opinables.

(2) Es evidente que en un simple artículo, como el de Graciani, no puede decirse todo, pero sí que deben resaltarse -al menos- las cuestiones fundamentales ... sin omisiones.

Al leer el programa de VOX en lo que concierne a aquellos puntos que pueden afectar a mi conciencia como católico he encontrado algunas contradicciones que paso a exponer:

Por una parte, se hacen afirmaciones que, de ser del todo ciertas, cualquier católico podría votar a VOX con toda tranquilidad. Así en el punto 7 del programa (pág. 70) se lee:

"Abolición de la vigente Ley del Aborto ... retrotrayendo la situación legal [aunque no especifica a qué situación legal debemos de retrotraernos, si a la inmediatamente anterior o a la anterior a 1985, en la que comenzó la despenalización del aborto] en tanto no se genere una nueva Ley que garantice los Derechos como persona humana de los no nacidos, desde la concepción hasta la muerte natural, evitando cualquier tentación de acabar con cualquier vida humana, con el horizonte de Aborto cero y Eutanasia cero ... con normas que eviten el encarnizamiento terapeútico ... con intervenciones sanitarias inútiles, cuando no lesivas" [Todo lo cual está muy bien y me identifico con ello].

También en el punto 9 (pág. 71) se dice que "se dotará de la máxima protección legal a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios para que ningún Gobierno les pueda obligar a ejercer un aborto o una eutanasia o un atentado cualquiera a la dignidad de la persona humana" [lo que no tiene nada que objetar, sino todo lo contrario: es perfecto].

No vi nada raro a primera vista, así que tomé la decisión de votar a VOX, igual que hice la vez anterior en las municipales del 24 de mayo. Sobre papel -al menos- encontraba coherencia y encontraba valores que un cristiano podía asumir tranquilamente.

Sin embargo, di marcha atrás en mi decisión (esto fue inicialmente) cuando llegaron a mi vista otros párrafos que no conseguía encajar con los anteriores. Por ejemplo, con relación al aborto (página 25 del programa de VOX), hay dos puntos del programa de VOX que me dejaron un tanto perplejo:


1. "Plan de Racionalización y Calidad de la Asistencia en abortorios. Necesidad satisfecha: Garantizar que los abortorios cumplen con la legislación laboral, económica, fiscal y médica".

Este punto supone una clara contradicción con la afirmación de la página 70, en la que se hablaba de la abolición de la vigente Ley del aborto. Como sabemos, la legislación actual es abortiva ... En buena lógica, cabe suponer, por lo que dicen, que no nos estamos refiriendo a ella ... pero es que no hay otra. Sea como fuere, queda algo confuso. Pero hay más: aun colocándome en el mejor de los casos ... suponiendo que se cambiara dicha legislación por otra, aunque fuese distinta ... seguiría habiendo una legislación que contempla el hecho de que haya abortorios como algo inevitable ... y esto es lo que me descoloca. El objetivo de VOX debería de ser acabar con la existencia de todos los abortorios ... pero tal afirmación no aparece escrita en ninguna parte. Es de sentido común que ningún abortorio puede tener consideración legal: la Ley no puede amparar la destrucción de vidas humanas... luego, ¿por qué dice VOX en su programa que se garantizará que los abortorios cumplan con la legislación? ... ¡Aquí hay algo que no encaja!

2. "El consentimiento informado. El respeto a la mujer exige que tome sus decisiones, correctamente informada. El personal sanitario o asistente social ha de formalizar su recomendación de abortar por escrito, identificando los riesgos que implica esta recomendación, tanto psíquica como físicamente. También se implantará el consentimiento informado respecto a la píldora del día después, tanto de la compradora como del farmacéutico, con el fin de garantizar que conocen sus efectos adversos potenciales".

Este es otro punto que tampoco me cuadra. Por una parte, en su campaña electoral y en su programa (pág. 70) VOX habla de la abolición de la Ley vigente del aborto. Objetivo: Aborto cero. Sin embargo, a renglón seguido, en el mismo programa, se dice que la mujer es la que debe de tomar la decisión de abortar o no ... eso sí: correctamente informada y los que le aconsejen abortar han de firmarlo por escrito. Algo similar ocurre con la PDD (píldora del día después) que, como se sabe, es abortiva. El respeto a la mujer no puede conllevar, en ningún caso, que la mujer decida abortar. Eso no tiene mucho sentido. ¿Dónde queda aquí la protección del nasciturus como persona humana, a la que se ha referido el programa en el punto 7? Algo no encaja.

Acto seguido nos planteamos la pregunta lógica: ¿Dónde puede verse la diferencia entre VOX, partido definido y proclamado a sí mismo como no abortista, y el resto de partidos, que son decididamente abortistas y así lo han manifestado en sus respectivos programas? A efectos prácticos, por más vueltas que le doy a la cabeza, yo no veo mucha diferencia ... Es más: lo que veo, lamentablemente, es un "engaño" (aunque no sea ésa su intención) pues, por una parte, VOX se autoproclama en su campaña electoral así como en su guía voto, como defensor de la vida ... pero luego, en su propio programa, aparecen estos escritos, que suponen una contradicción con lo que afirma. Debería de quedar muy clara su postura de aborto cero, sin excepciones, pues el tema del que se está tratando es muy serio como para que nos dediquemos los que leamos el programa a jugar a los acertijos y a las interpretaciones. Se requiere de una mayor claridad ... y ésta no se da. Y no me estoy inventando nada. Lo que digo es algo que cualquiera puede verificar, leyendo el programa de VOX.
Es díficil entender -por no decir imposible- que aparezcan en el programa de VOX los "abortorios legales" y el "respeto a la decisión de la madre si ésta decide abortar" ... cuando en el mismo programa (en otro apartado) y en su campaña electoral hablan de un no rotundo al aborto y de la defensa de la vida: ¡Algo no encaja, insisto!

- Y con relación a la familia, en la página 26 del programa de VOX podemos leer lo siguiente:

Defensa de la familia natural. Los poderes públicos han de tributar la consideración que merece a la familia natural, es decir, la formada entre hombre y mujer. Ningún otro tipo de unión será equiparada a la de dicha familia, ya que se protegerá el derecho de los niños a tener un padre y una madre ... sin perjuicio de la regulación que se quiera hacer de otras realidades de convivencia.

Está muy bien eso de defender la familia natural ... como no podía ser de otra manera ... El problema es que no se dice claramente que no existe ningún otro tipo de familia ... Todo lo contrario: se habla de "regular" otras "realidades de convivencia", como así se les llama en su programa
[Y se sobreentiende, aunque no se diga con estas palabras, que nos estamos refiriendo a las uniones entre personas del mismo sexo: aunque no se les llame "matrimonio" homosexual, el resultado práctico viene a ser el mismo ... y lo del lenguaje sería cuestión de tiempo].

Que es una realidad que tales uniones existen ... ¿quién lo pone en duda? Pero el reconocimiento legal y "regular" de esas uniones como normales es algo muy diferente: existen los robos, por ejemplo, pero no se "regulan". Que se dé una situación anómala en la sociedad no conlleva el que haya que regularizarla como normal y legal.

Claro está que estas cosas no se le dicen a la gente; son temas que no salen a relucir para evitar enfrentamientos y pérdida de votos ... ¡pero están ahí! Es más: aunque no se saquen a relucir, tales situaciones ya están previstas en el programa electoral de VOX, como debe de ser ... pero la solución que se les ha dado no es la que corresponde al modo más ortodoxo de enfocar la realidad.

Y héte aquí que, sin pretenderlo, y sin ni siquiera hacer grandes elucubraciones, de modo indirecto, hemos llegado a la conclusión de que VOX es partidario -de alguna manera- de la "Ideología de género" ... al menos lo es en sus planteamientos iniciales, desde el momento en que habla de la regulación de ciertas convivencias. En campaña lo niega rotundamente. Y es verdad que no llega a casos extremos como otros partidos ... pero ahí está ... en germen. Y la semilla, una vez sembrada, produce frutos ... unos frutos que, en este caso, no serían buenos.

[Por supuesto, no se usa la palabra "género" en ningún caso para no alarmar a los posibles votantes].

Sinceramente considero esto un engaño; posiblemente no se haya escrito con ese ánimo ... pero yo es lo que veo ... y no me gusta: como casi todo el mundo sabe, la ideología de género es intrínsecamente perversa y antinatural. Hay escritos varios artículos sobre ello en este blog así como algunos vídeos. Tengo para mí que hay mucha gente que pertenece a VOX, de modo activo, y que no son conscientes de este hecho al que aquí me estoy refiriendo.

Y si las palabras significan algo, nos encontramos con algo inesperado (al menos lo es para mí): y es que votando a VOX estamos votando, de hecho, a otro partido que, básica e ideológicamente, aunque en menor grado, no se diferencia, tanto como dice, del resto de partidos, puesto que admite igualmente el aborto (aunque con la idea de acabar con él) así como la ideología de género (aunque "encubierta" y sólo en germen). Yo, al menos, es así como lo interpreto. Y de no ser así deberían de expresarse con una mayor claridad para evitar todo este tipo de elucubraciones que, por otra parte, provienen de hacer uso de la lógica más elemental y del sentido común.

No entiendo que se contradigan de esta manera. Pero lo cierto es que "lo escrito, escrito está" y, aunque se niegue que esto es así (y se diga que lo he entendido mal) tal negación no tiene mucho valor desde el momento en que todo lo que he dicho es lo que se deduce de la lectura de su propio programa que contiene esas graves contradicciones a las que ya he aludido.

Todo lo cual nos conduce a la siguiente tesitura: ¿Qué hacer entonces? ¿A qué partido votar?

Sobre el voto católico ya he escrito bastante en este blog, en relación a las elecciones municipales del 24 de mayo de 2015. Véase el Indice, que contiene los distintos links de los temas de los que se habló en su momento ... y que son, básicamente, los mismos a los que habría que referirse ahora. Ejemplo: Lo absoluto y la libertad, la diosa democracia, etc...

Ya en aquel entonces me asediaba la duda sobre el partido a votar (1 y 2), me preocupaba la idea del voto útil (1, 2 y 3), envié una carta al obispo de Murcia, expuse la opinión de la Iglesia al respecto, según Monseñor Reig-Plá y Monseñor Munilla y me parece que dejé suficientemente claro que un católico no podía votar al PP; me devanaba los sesos intentando averiguar si existía alguna opción política a la que un cristiano pudiese votar en conciencia, una opción que estuviese en consonancia con el Derecho Natural y, particularmente, con el derecho a la vida o aborto cero.

Incluso tuve que luchar contra las declaraciones de algunos pastores que hacían más daño que bien a la Iglesia. Dado que yo no podía abarcar tantos temas, pues no soy especialista en nada (sencillamente pienso e intento informarme lo mejor posible mediante enlaces a personas que saben más que yo y que son dignas de toda confianza), dediqué una entrada que hacía referencia a algunos enlaces webs interesantes, cuya lectura podría ayudar a aclarar las ideas a un católico a la hora de emitir su voto.

Después de todo ese estudio, en aquel momento tomé la decisión -arriesgada, por otra parte- de votar a VOX como posible alternativa: a ello me llevó el conocimiento que tuve de la coalición de VOX con el Partido Familia y Vida en algunas circunscripciones ... y me consta, con seguridad, que este partido sí que tiene las ideas claras en esos puntos cruciales para un católico, como son la vida y la familia.

Por eso, como digo, decidí dar mi voto a VOX en aquella ocasión ... y pensaba hacerlo también en las generales, pero la situación de VOX ha cambiado, como hemos podido comprobar en la primera parte de esta entrada del Blog: el propio programa de VOX, definido ahora con más precisión que entonces, ha sido el detonante que me ha hecho cambiar de decisión.

De vivir en las Islas Baleares mi voto, ahora mismo, sería -sin dudarlo- para PFyV, pero vivo en Murcia ... y, como digo, no hay ninguna coalición entre VOX y PFyV (antes, en cambio, sí la había). Una alternativa posible hubiera sido AES, cuyo programa es conforme a una visión cristiana de la vida, pero AES no se ha presentado en ninguna provincia. También hay otra opción posible consistente en votar a SAIn, un partido de izquierdas ... pero que está a favor de la vida y de la familia. Sin embargo, en mi opinión, su programa no está desarrollado suficientemente (yo, al menos no he podido conseguirlo) y es arriesgado -y poco prudente- tomar una decisión a favor de algo o de alguien a quien apenas se conoce o se conoce muy poco ... no se puede votar al tuntún cuando es mucho lo que está en juego.






Así pues: procurando actuar en recta conciencia y delante de Dios, que me juzgará por mis acciones u omisiones, me he quedado con dos únicas opciones posibles para las votaciones generales del 20 de diciembre: una de ellas sería la abstención (tal y como piensa hacer Luis Fernando, el director de Infocatólica). La otra sería el voto en blanco. Cualquiera de ellas sería coherente. En principio, no creo que tenga más relevancia el optar por una o por la otra, aunque podemos intentar hacer un breve estudio sobre la repercusión que tendrían, a efectos comparativos.

Supongamos que alguien optara por la abstención; ésa iba a ser, en principio, mi opción. Si toma esa decisión, pienso que le podría ayudar el leer una de mis entradas de este blog en la que hablo sobre la abstención en las elecciones. que fue lo que yo hice cuando me decidí por la abstención, esto es, releer mi propia entrada para refrescarme las ideas. Anoto aquí sólo uno de mis párrafos de esa entrada:

A aquellos que se abstienen de votar, porque no están de acuerdo con "esta" democracia, que lo es sólo de nombre, no se les puede tildar de irresponsables. Su abstención tiene un sentido, que es el de no refrendar el sistema democrático actual -que está corrompido- con un voto que, fuese al partido que fuese, siempre sería un voto favorable al aborto.

Finalmente, sin embargo, con los conocimientos de los que dispongo a día de hoy, he optado por el voto en blanco. A ello me ha movido el estudio del sistema D'Hont por el que se rige el recuento de votos; se trata de un sistema que favorece al partido más votado y desfavorece a los menos votados. Si se tienen en cuenta las encuestas -aunque no sean del todo fiables- el partido más votado sería el PP. Básicamente, PP, PSOE y Ciudadanos se rigen por cánones similares y, por supuesto, dado que todos ellos son partidos abortistas, a ninguno de ellos podría darle su voto un católico, si actuase en recta conciencia (otra cosa es la ignorancia que existe, en ese sentido, aunque ese es otro tema).

Me han venido a la mente aquellas palabras que dijo Jesús de que "los hijos de las tinieblas son más astutos para sus cosas que los hijos de la luz" (Lc 16, 8) ... y que vienen a ser como una queja, en el sentido de que los cristianos tenemos que ser más espabilados y hacer el mejor uno posible de nuestra inteligencia, que para eso nos la ha dado Dios.

Y digo esto porque si hay algo que de ninguna de las maneras interesa a la nación española es que el partido "Podemos" tuviese demasiada representación en el Congreso de los Diputados. Dado el estado de las encuestas, a día de hoy (7 de diciembre) Podemos es un partido a la baja: los ciudadanos se están dando cuenta del desastre descomunal que supondría un régimen chavista en España: pérdida de las libertades, pobreza y miseria en la nación, destrucción de todos los valores, implantación obligatoria de la ideología marxista en los colegios, ataque despiadado a todos los disidentes, comenzando, por supuesto, por todos y cada uno de los católicos que aspiren a seguir siéndolo, etc...

Es difícil de prever -por no decir imposible- la influencia de la abstención en los resultados ... dependería de la ideología o manera de pensar de los que se abstuvieran, pero eso no se puede saber. El voto en blanco influiría decisivamente en cuanto a la disminución del número de escaños que "Podemos" podría obtener, puesto que es el que menos aceptación tiene dentro de los partidos que actualmente tienen una mayor representación, según las encuestas ... ¡Y, desde luego, nos interesa disminuir al máximo el número de posibles diputados de Podemos , por el bien de todos!

El sistema D'Hont cuenta a nuestro favor. El objetivo primordial del voto en blanco sería conseguir que este partido de izquierdas ultrarradical y anti-todo, que pretende destruir la nación española, obtenga el menor número posible de escaños, de modo que su influencia en las decisiones fundamentales que adopte el nuevo Gobierno, queden reducidas al mínimo y lleguen a ser, incluso, inexistentes. Y esa es la razón última de mi elección final. Esa es la razón por la que no me abstendré de votar. Lo haré, pero eso sí: con sobres que no contengan ninguna papeleta en su interior, que eso es el voto en blanco.

Y animo a los posibles lectores a que hagan lo mismo y lo difundan entre sus conocidos. Nos jugamos mucho ... Pensemos, sobre todo, en las generaciones futuras: en nuestros hijos y en nuestros nietos ... Pero, en fin: que cada cual actúe como considere conveniente, en función de los datos de que disponga. Honradamente creo que me he movido y que me he documentado lo suficiente antes de llegar a tomar esta decisión ... una decisión que deseo vivamente que produzca los efectos a los que me he referido, aunque tendrían que ser muchos los votos en blanco para que esto fuese posible.

En cualquier caso, ocurra lo que ocurra, no tengamos miedo y pongámonos en las manos de Dios. A diferencia de los políticos, Él no defrauda nunca.

José Martí

NOTA 1: No soy el único que piensa así con respecto al voto en blanco. Ver, por ejemplo, lo que opina Eulogio López, el director de Hispanidad (11 de diciembre de 2015)

ACTUALIZACIONES

NOTA 2: Con fecha 17 de diciembre Eulogio López, el director de Hispanidad, ha publicado un corto vídeo, que reproduzco a continuación:



NOTA 3: A raíz de la lectura de un artículo de Rafael Esparza, el propio Eulogio López, que abogaba, al igual que yo, por el voto en blanco, sin embargo, ahora considera que a VOX se le podría votar en recta conciencia ... aunque con reparos.( Escrito el mismo día 17 de diciembre de 2015)

NOTA 4: Como he señalado al principio de esta entrada (ya actualizada con los nuevos datos), un último sondeo sitúa a Podemos a niveles próximos al PSOE y muy por encima de Ciudadanos. Estando así las cosas, el voto en blanco ya no produciría el efecto deseado. Es decir, con los nuevos datos de intención de voto y aplicando el sistema D'Hont, el voto en blanco, aunque favorecería al PP, que es mayoritario, sin embargo también favorecería a Podemos, pues éste ha crecido mucho en intención de voto, según los nuevos datos, si es que podemos fiarnos de las encuestas. Así las cosas, reconozco que mi idea de votar en blanco ya no la tengo tan clara como hace algunos días; ello es debido, como digo, a la evolución de los acontecimientos.

Tal vez vuelva a votar a VOX de nuevo, porque la izquierda en España -su ideología- lo inunda todo ... "confiando" en que, si VOX alcanzase algún escaño lo utilice para conseguir el objetivo del aborto cero, que es lo primordial ahora mismo ... pero la regulación de otras uniones de convivencia me deja, sin embargo, con la mosca en la oreja y con cierta incertidumbre.

Con los nuevos datos, me quedan dos opciones: la abstención, siguiendo el ejemplo de Luis Fernando o votar a VOX, aunque con reparos, como dice Eulogio López.

De la abstención ya hemos hablado más arriba. Y se puede leer el enlace correspondiente en este mismo blog.

Con relación a VOX, es importante fijarse también en el hecho de que VOX no se define a sí mismo como partido abortista sino como defensor de la vida y que tiene como objetivo el aborto cero. Es una pena que no se hayan definido con mayor claridad y que les haya faltado valentía a la hora de proclamar que la familia lo es sólo entre un hombre y una mujer


No obstante, si un católico les votara podría hacerlo en recta conciencia y, por supuesto, sin ningún tipo de temor a ser excomulgado por votarles: tal afirmación sería un disparate y no estaría en conformidad con la verdad ... todo esto independientemente de lo que he dicho más arriba en mi crítica hacia ellos, la cual sigo manteniendo

Una cosa es cierta: independientemente del resultado, desde un punto de vista ideológico, los grandes partidos PP, Podemos, PSOE, Ciudadanos ... son de izquierda. La derecha, tal como se la ha conocido hasta ahora, con una cierta vinculación a las ideas católicas, ha desaparecido. En ese sentido, sí que sería bueno que hubiese alguna nota discordante en el Gobierno; o lo que es igual, que VOX tuviese algún tipo de representación parlamentaria y obtuviese algún escaño. Esta última consideración es la que, probablemente, me lleve a la decisión de votarles de nuevo ... aunque no se lo merecen. Reproduzco aquí el comentario que hice en Facebook el 18 de diciembre, con relación a VOX:

Necesitamos una voz discordante en el Congreso, puesto que todos los partidos mayoritarios que se presentan ( PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) en lo que a Valores se refiere, se diferencian muy poco. Personalmente pienso que VOX debería haberse mojado un poco más en cuanto a la idea del Aborto Cero como paso único (y no en segundo lugar) y haber dicho con toda claridad que el matrimonio lo es sólo entre un hombre y una mujer y que no existe otra alternativa posible de convivencia que pueda considerarse legal ... Pero ya se sabe cómo son los políticos. Yo, de momento, voy a seguir dándoles un voto de confianza, pues la perspectiva que se avecina (salga quien salga y se coalicionen como se coalicionen) es deplorable. De todos modos, como la esperanza es lo último que se pierde (en realidad no debe de perderse nunca) pienso que sería una opción acertada -y compatible para un católico- el voto a VOX ... pues, al menos en su declaración de intenciones VOX no es un partido abortista. Los otros, en cambio, sí lo son. En fin, dejémosle algo a la acción del Espíritu Santo y no queramos tener bien atados todos los hilos ... porque eso es imposible. Ningún otro comentario, de momento.


NOTA 5: La próxima entrada será simplemente un enlace a una página de VOX muy especial, pues se podrán leer los distintos programas de los principales partidos que se presentan a las elecciones del 20-D y comparar entre ellos ... una labor que viene muy bien para el día de reflexión. Que cada uno los lea con tranquilidad y que reflexione y que decida en conformidad con su conciencia iluminada por Dios.

NOTA 6: Estando bastante preocupado por el asunto de la "excomunión latae sententiae" al que tanto he aludido ... y ante la posibilidad de estar incurriendo en algún tipo de error, aunque involuntario, debido a una incorrecta interpretación del número 1398 del Código de Derecho Canónico, he consultado con un especialista en Derecho Canónico. La respuesta pueden encontrarla en el enlace que lleva a mi última entrada del blog


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NOTA ULTERIOR: Introducido aquí un enlace, debido a la existencia de nuevas elecciones generales para el 26-J