BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 28 de agosto de 2018

Bomba atómica en Vaticano, los silencios de Papa Francisco, los silencios cómplices de cardenales y obispos, el fracaso Irlandés (Specola)



Hoy ha estallado una autentica bomba atómica en la Iglesia Católica que ya está teniendo consecuencias devastadoras

Carlo Maria Viganò, nuncio en Estados Unidos desde el 19 de octubre de 2011 hasta el 16 de abril de 2016, ya no aguanta más y se ha decidido a ofrecernos su “testimonio” de los hechos gravísimos que estamos viviendo en el seno de la Iglesia y que afectan a personalidades muy cercanas al Papa Francisco.

El testimonio no nos lo ofrece uno que pasaba por ahí, o un secretario despechado, o la señora de la limpieza de creyó ver un papel. Está hablando un protagonista de primera mano de los hechos que relata. No dudamos en que será citado a declarar como testigo no pasando mucho tiempo en los cientos de procesos asquerosos que se encuentran abiertos. Sin duda mejor como testigo que como complice.

Desde esta humilde specola llevamos tiempo apuntando a las necesarias complicidades romanas para que todos estos casos se puedan producir. Insistimos en que la “Cloaca Maxima” está en Roma. El testimonio de Viganò nos confirma ampliamente nuestras sospechas.

¿Y ahora qué? Nos tememos que se iniciará el descrédito de Viganò sin entrar en el contenido de su desgarrador testimonio

En el viaje de vuelta de Irlanda el habitualmente locuaz Papa Francisco ha callado. Y esto es lo más inquietante. Nos insiste en la condena de los abusos, una vez más, y dice que el que sepa que hable.

¡Ya basta!

¡Cuántos han hablado y han sufrido la persecución a muerte sin que el Papa Francisco moviera un solo dedo!

El Papa Francisco invita a hablar pero a quién, dónde, con qué consecuencias. Cuántos pueden decir que denunciaron a lo largo y ancho del orbe y no ha sucedido nada de nada.

El silencio ya no sirve y es siempre cómplice. Los miles de obispos que callan como muertos ante la desorientación de sus fieles mirando más a Roma que a sus ovejas

Las ovejas se han cabreado y mucho. Ya no se fían de sus pastores y tienen motivos más que sobrados para hacerlo. ¿Seguiremos con el estruendoso silencio esperando a que todas las ovejas abandonen el rebaño? Las imágenes de Irlanda son terribles.

El coro de los tontos útiles calificando de rigorista a Viganò, no sabemos de qué, quizás debe ser tolerante con la pedofilia o véte a saber. Dicen que no hay pruebas cuando estamos ante un “testimonio” de primer orden que cualquier tribunal se frotaría las manos

Los problemas nunca se solucionan ocultándolos y en este caso ya no pueden estar más a la luz pública. La Iglesia, querámoslo o no, tiene una estructura piramidal y la cúspide está tocada

Viganò no ha hecho otra cosa que relatar lo que tantos y tantos saben y callan

El silencio ya no sirve mas que para complicar más las cosas. Con el jaque al Papa Francisco se ha dado también un jaque a todo el colegio cardenalicio lleno de mudos, sordos y ciegos. Los obispos, que parece que han perdido sus sentidos, crecen por doquier y prefieren seguir en su mundo feliz.

Estamos delante de jornadas muy interesantes desde el punto de vista informativo. No decir nada es imposible y decir algo es muy complicado, porque el tiempo de las palabras ya se ha terminado.

Felicitamos a Infovaticana que hoy se ha convertido, una vez más, en único referente en lengua española en donde se ha encontrado, íntegro e inmediato, el documento original de Carlo María Viganò de lectura obligada y que se comenta solo.

“Señor, ¿a quién vamos a acudir? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna”

Buena lectura.
Specola