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martes, 2 de julio de 2019

El Gobierno amenaza a la Iglesia española con revisar sus ‘privilegios’ económicos (Carlos Esteban)



En el marco de una entrevista muy poco diplomática, en la que carga contra Estados Unidos acusándole de ‘apoyar a la extrema derecha’ y contra Italia y Hungría de ser ‘democraturas’, el nuncio saliente en España, Renzo Fratini, hizo también unas declaraciones que para cualquiera serían de gravedad mucho menor, pero son las que han causado el mayor revuelo y provocado las protestas firmes del Gobierno español.

Fratini ha venido a decir que los socialistas en el poder están obsesionados con Franco, lo que es una evidencia para quien tenga ojos y oídos y se haya pasado meses topándose más a menudo con el nombre del Generalísimo que en las peores épocas de su régimen.

Pero las protestas no han llegado en vacío. Aprovechando que el Tíber pasa por Roma, la vicepresidente Carmen Calvo ha sacado la estaca: «La Iglesia tiene que pagar impuestos como lo hace en Francia o Italia, porque es justicia social”, ha señalado Calvo después de anunciar las protestas por las declaraciones de Fratini. Se refiere la ministra al hecho de que los edificios propiedad de la Iglesia no paguen el Impuesto de Bienes Inmuebles. Y ha aprovechado para contar que el Gobierno ya les ha hecho llegar una propuesta, ha nombrado a dos representantes para iniciar las conversaciones y está a la espera de que la Conferencia Episcopal designe a los suyos.

El pasado octubre, Calvo se reunió en el Vaticano con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, y ya le avanzó la voluntad del Ejecutivo de que la Iglesia tribute IBI por el patrimonio no destinado al culto. La posición de la jerarquía católica español es reacia a renunciar a este privilegio, recogido en los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 1979. A este cambio se suma que el Gobierno quiere recuperar algunos de los bienes inmatriculados de la Iglesia, es decir, registrados a su nombre pese a carecer de los títulos de propiedad.

La amenaza es muy clara, y dice volúmenes sobre el problema de la Iglesia en España. Esa es la razón de que los obispos alcen poco la voz, muy poco, y que los tejemanejes del politiqueo ocupen a la Conferencia Episcopal un tiempo y unas energías desproporcionados. También es lo que hace que consideren esencial unos medios de comunicación -COPE y 13tv- que les permiten la ilusión de cierta influencia política, aunque la descarada identificación con un partido concreto, que no es exactamente la expresión del partido ideal del católico, provoque cierto escándalo en unos y cinismo en otros.

Y por eso, en fin, deseamos de todo corazón que los socialistas cumplan de una vez todas sus amenazas y algunas más y tengamos una Iglesia temible, es decir, tan pobre como el Papa dice desearla y, por tanto sin nada que perder, libre para ser la voz profética que está llamada a ser.

Carlos Esteban