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martes, 2 de mayo de 2023

¿Lobos hablando sobre ovejas en el sínodo?

INFOCATÓLICA


Hace tiempo hablamos ya sobre el relator nombrado para el sínodo de la sinodalidad, el card. Hollerich, un jesuita que ha proclamado públicamente en varias ocasiones que rechaza la moral de la Iglesia. A él se unen, por supuesto, numerosos obispos alemanes y de otros países centroeuropeos como Bélgica, que también han expresado públicamente su deseo de abandonar la moral de la Iglesia en varios puntos que no son del agrado del mundo. ¿A alguien le puede extrañar que las ovejas nos sintamos intranquilas al ver que se reúnen sinodalmente los lobos para hablar de nosotras? ¿Qué de bueno puede salir de esas conversaciones, que, es de suponer, más versarán sobre recetas que sobre otra cosa? 

Desgraciadamente, parece ser que lo importante no es la calidad, sino la cantidad, y el Papa ha decidido nombrar también a una serie de participantes laicos en el sínodo, algunos de los cuales, por lo visto hasta ahora, podrían asemejarse más al Canis lupus que a la Ovis aries. Consideremos, por ejemplo, el producto nacional: Dña. Cristina Inoges, elegida como participante en el sínodo desde su inicio (pronunció una “meditación” de apertura de las sesiones sinodales) y que probablemente sea propuesta también para las sesiones de octubre de 2023 y 2024. Dejemos a un lado la cuestión de que un laico, sea quien sea, participe en el sínodo de los obispos con el mismo voto que si fuera obispo y consideremos las credenciales de Dña. Cristina.

Empecemos diciendo que es “teóloga”. Y escribo teóloga entre comillas porque, a pesar de considerarse católica, es licenciada por ¡la Facultad de Teología Protestante de Madrid! ¿Qué teología católica puede haber aprendido estudiando en una facultad protestante? Es fácil imaginarlo. A eso se suma que “actualmente colabora en ‘Lecturas diarias’ de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (Argentina)”. Como buena alumna de la facultad protestante, afirma que “la reforma de Lutero tuvo su sentido en el siglo XVI” y que él reformador protestante “nunca quiso dejar de ser católico” (aparentemente, lo de las herejías monumentales y todo eso se debió a “las cosas de la historia, que luego se enrevesan”). Todo un curriculum que hace que la presencia de Dña. Cristina en el Sínodo sea fundamental.

Claro que eso no es todo. También es “Experta en Relaciones Institucionales y Protocolo” por la Universidad a Distancia y diplomada como “Dirigente Social”, sea eso lo que sea. Es evidente que su preparación teológica y académica dejaría chico a San Agustín. Y ella lo sabe, permitiéndose afirmaciones como la de que el libro que el cardenal Sarah publicó sobre el sacerdocio sugería “una figura del sacerdocio muy alejada del evangelio” y que “el sacerdocio que presenta el libro es el gran peligro, porque arrastra a la Iglesia”, tras lo cual indicaba muy ufana que renunciar sería “el mejor servicio” que podría hacer el cardenal “a la Iglesia y al evangelio”.

Sin juzgar sus interioridades e intenciones, que cortésmente suponemos que serán excelentes, conviene señalar que Dña. Cristina tiene, además una idea del cristianismo completamente secularizada y obsesionada por las ideologías de moda, como el feminismo. Nos asegura, por ejemplo, que “las mujeres seguimos en los márgenes de la Iglesia”, “aunque ahora, algunas mujeres tengan cierta visibilidad”. Alguien capaz de decir esto no ha entendido nada de lo que es el cristianismo ni de lo que es la Iglesia. Pensar que lo importante es “tener visibilidad” y “acceder a puestos donde se toman decisiones” en la Iglesia revela una comprensión de la vida de la Iglesia basada en el poder (aunque se repitan una y otra vez al mismo tiempo los consabidos mantas de la Iglesia de los pobres y los marginados que todos conocemos). Lo cierto es que, para no estar en “los márgenes de la Iglesia”, a cualquier mujer y a cualquier hombre le basta acercarse a un sagrario, que es el mismo centro de la Iglesia, y allí encontrarse con nuestro Señor Jesucristo, junto a la Mujer vestida de sol, Reina y Señora de cielos y tierra. Y la decisión verdaderamente importante es la de decir “hágase” a la voluntad de Dios como hizo Ella. Pero a nuestra teóloga eso no le basta.

A nadie le extrañará, pues, que Dña. Cristina rechace la doctrina de la Iglesia sobre el sacerdocio y afirme que las mujeres pueden ser ordenadas sacerdotes. Quizá para tranquilizarnos (sobre la base de que siempre puede haber cosas peores), nos asegura que ella no quiere ser sacerdote y que “el sacerdocio de la mujer tardará muchísimo en llegar” y es un “proceso muy lento”, pero en cualquier caso “es muy importante que las mujeres se puedan ordenar”. También afirma que no cree que “sea el mejor momento para que las mujeres accedan al sacerdocio. Pero sí que defenderé que las que tengan vocación lo puedan vivir“, porque “no es una cuestión de índole teológica". Se ve que en la Facultad Protestante no le enseñaron que la incapacidad de la Iglesia para ordenar a mujeres es una doctrina “infalible” e “irreformable”.

Claro que tampoco sabe lo más básico sobre el sacerdocio y nos dice que “la Iglesia nació laica. Hasta que no acaba el siglo I, y sobre todo a partir del siglo II, que es cuando se sacraliza la figura del obispo y la figura del presbítero". Quizá si hubiera estudiado en una facultad católica, le habrían enseñado que el sacerdocio fue instituido por el mismo Cristo y que, desde el primer día, la Iglesia está basada (cimentada, dice la Escritura) en el colegio de los Apóstoles, que fueron los primeros obispos. Nunca ha existido esa Iglesia que “nació laica". Tampoco hace falta ir a la universidad para saberlo, basta leer, por ejemplo, los números 874 a 896 del Catecismo, sobre la constitución jerárquica de la Iglesia. O los Hechos de los Apóstoles.

Por los temas de sus libros, parece creerse autorizada para hablar sobre historia de la Iglesia, pero sus ideas sobre esa materia son evidentemente pedestres y sesgadas. Dice, por ejemplo, que “el Papa ha propuesto una imagen de la pirámide invertida, pero no es que el laicado vaya a estar ahora arriba sometiendo a la jerarquía, sino que la jerarquía debe estar al servicio del Pueblo de Dios”. Doña Cristina, desde sus elevadas alturas teológicas, parece estar inventando la sopa de ajo. Que la jerarquía está al servicio de los cristianos lo ha sabido la Iglesia desde siempre. No solo se leen repetidas advertencias al respecto de Nuestro Señor en los Evangelios y en otros libros de la Escritura, sino que es un lugar común de la Teología. Pensemos, por ejemplo, que el Papa es el siervo de los siervos de Dios, ministerio significa servicio, diácono significa servidor, el mandatum de lavar los pies ha sido puesto en práctica por superiores y sacerdotes en monasterios y en la liturgia desde durante más de un milenio y un largo etcétera. Como es lógico, puede haber clérigos concretos que abusen de la autoridad recibida, pero, como todos sufrimos los efectos del pecado original, eso es igual de cierto ahora que hace doscientos años o mil o dos mil. Pretender que ¡por fin! el papa Francisco ha descubierto que la autoridad en la Iglesia es un servicio es tomarnos el pelo, mirar por encima del hombro a dos milenios de catolicismo y demostrar unos conocimientos ínfimos.

Tampoco parece saber lo que es el depósito de la fe, que es una doctrina católica básica. Por ejemplo, se pregunta: “sí, es verdad que hay un depósito de verdades reveladas, pero, ¿ya no caben más? ¿Está todo dicho?”. Es decir, ignora algo tan básico como el hecho de que Dios se reveló plenamente en Cristo y la revelación quedó cerrada con la muerte del último apóstol, de manera que todo lo que necesitamos para la salvación ya está en la Escritura y la Tradición. Se puede profundizar en ello, pero no hay nuevas revelaciones. No es casual que estas preguntas se las haga al tiempo que se deshace en elogios de Teilhard de Chardin y se duele por que la Iglesia haya condenado las opiniones heréticas en el pasado, porque al hacerlo “se ajustaron a las normas y a los dogmas que surgieron en contextos totalmente diferentes”. Como conclusión, nos asegura que “hay que rascar mucha religión para llegar a la fe”, que es lo que han dicho todos los heterodoxos de la historia para justificar su rechazo de partes de la fe. A mi juicio, cualquier parecido del catolicismo con estas opiniones es pura coincidencia.

Con estos presupuestos, no sorprenderá que rechace la moral de la Iglesia en puntos importantes. Según nos cuenta, ella “acompaña” a “comunidades de diversidad sexual” con quienes comparte “la fe en un Dios en un cristianismo inclusivo que lleve a la Iglesia a serlo también”. A continuación, se duele de que, a pesar de que es “algo que admite la mayoría de la amplia base del pueblo de Dios”, “todavía hoy y oficialmente una parte de la jerarquía mira con desdén y, por supuesto, no acepta”. Según Dña. Cristina, lo que importa es que Jesús “lanzó el poderoso mensaje de que nadie estaba excluido”.

Según parece por sus escritos, también rechaza que para recibir la comunión haya que estar libre de pecado mortal, porque Jesús “no excluyó de la misma ni a Judas” y (citando al Papa) la comunión “no es el premio de los santos. Es el pan de los pecadores”. Es curioso que una teóloga de su talla no sepa que, además de las categorías de santo y pecador (pertinaz en pecado mortal) hay una tercera categoría de aquellos que, sin ser santos, se encuentran en comunión con Dios y se han arrepentido de cualquier pecado grave, por lo que pueden comulgar. Claro que los protestantes no conocen esa distinción, así que puede que no haya oído nunca hablar de ello. Sólidamente armada con su ignorancia de esta doctrina católica, Dña. Cristina criticaba a los obispos norteamericanos que querían negar la comunión a los políticos que apoyan el aborto (como por otra parte es su obligación según el Derecho Canónico), porque aparentemente no habían entendido “la actitud de acogida sin juicios, sin prejuicios, y sin influencias de nadie de Jesús de Nazaret” (algo que, según nos dice, es “mucho más preocupante, aunque no lo parezca” que todas las barbaridades de los obispos alemanes).

Podríamos seguir y seguir, pero lo dicho basta para que nos hagamos una idea, porque esto se hace muy aburrido. Además, a fin de cuentas, el problema no es Dña. Cristina, que probablemente actúe de buena fe y estará lógicamente encantada de salir en los periódicos y de que la elogien en la cadena de radio de los obispos. Más que un lobo, es una oveja extraviada, que tiene derecho a que las autoridades eclesiales corrijan sus errores en lugar de alentarla a permanecer ellos. La verdadera responsabilidad es de quienes la eligen para participar en el sínodo o por omisión permiten que sea elegida.

Esta es la pregunta esencial: ¿por qué se escoge, para hablar con autoridad de la fe de la Iglesia, a personas que no comparten esa fe y cuyo conocimiento de ella es muy deficiente? ¿Alguien imagina que se nombre miembro de la Real Academia de la Lengua a un francés que apenas chapurree el español y haya manifestado en varias ocasiones su desprecio por el idioma de Cervantes?

Es cierto que a veces, en los concilios y sínodos del pasado, se invitaba a algunos heterodoxos, pero era para rebatir sus afirmaciones, exhortarles a volver a la fe y, si se terciaba, quemar públicamente sus obras (como se hizo en el Concilio de Nicea, por ejemplo). Ahora, en cambio, los mismos obispos alemanes o belgas que están diciendo barbaridades en realidad no hacen más que repetir las que dijeron ya en el Sínodo de la Familia, sin que la Iglesia les reprendiera y les pidiera volver a la fe católica. La única medida que se ha tomado, en lugar de corregirles, ha sido nombrar para el sínodo a nuevos participantes como Dña. Cristina, que aparentemente comparte sus heterodoxias.

Yo diría que los fieles tenemos sobrados motivos para estar preocupados por el sínodo de la sinodalidad. Y me permito indicar que echamos de menos que los obispos con fe, que tienen la gravísima obligación de defendernos de los lobos, señalen estos peligros evidentes con su autoridad de sucesores de los apóstoles. En fin, hay que rezar más todavía, como decía el P. De Bearn al comandante Lewis en 55 días en Pekín.

BRUNO MORENO

Discurso completo de Santiago Abascal el 1 de mayo de 2023

VOX ESPAÑA

 

 Duración 18:56 minutos

https://youtu.be/pBdx8Li3Bvw

El “dilema” del PP para ganar unas elecciones | Luis Antequera

 ADELANTE ESPAÑA


Los que me leen en este medio conocen bien mi opinión sobre el supuesto debate político existente en la escena española. Resumido en muy pocas palabras, PP y PSOE sirven al mismo señor, y en consecuencia, tienen la misma ideología y los mismos objetivos, exactamente los mismos. Lo único diferente es el rol que interpretan, planeado igualmente desde arriba, para mantener en el votante la ilusión de que puede decidir algo con su voto, y conseguir así mejores índices de participación electoral que sirvan para seguir legitimando la pantomima.

No soy el único que lo piensa así, y cada vez son más los que se están quitando vendas y complejos y aceptan que tal es la verdadera clave del sistema político español (supuestamente democrático).

Pero reconozcámoslo: son muchos más los que interpretan el escenario político patrio de manera diferente. Dicen: “España es un país de izquierdas, y la única manera de ganar unas elecciones es presentar un programa político que pueda atraer a la izquierda”. Y ese sería, según ellos, el dilema del PP: para ganar unas elecciones tiene que presentarse como si fuera un partido de izquierdas, tiene, en suma, que parecerse al PSOE, algo en lo que ha insistido hasta la saciedad el actual líder del PP. ¡Y lo grande es que lo aceptan! Esos votantes del PP, con tal de que no gobierne el PSOE, están dispuestos a votar al PP perfectamente sabedores de que va a hacer las mismas cosas que el PSOE.

Parece mentira que semejante argumento y comportamiento hayan podido calar de manera tan sencilla, tan pueril incluso, en un sector tan amplio del electorado, que lo acepta con toda normalidad: “vamos a parecernos al PSOE, vamos a ganar las elecciones”.

Ahora bien: ¿de qué me sirve a mí que me presento con mi voto ante una urna, que deje de gobernar una persona y pase a hacerlo otra que va a hacer las mismas cosas? El argumento, ¿no es absolutamente descabellado? Les voy a decir una cosa: llegados a este punto ¡es que a lo mejor me planteo más votar a un Sánchez apolíneo y sonriente, que a un Feijóo feíllo y más bien soso!

No conozco a ninguno de los dos. No le debo nada, ni a uno, ni a otro. No son mis amigos, no me preocupa el futuro político, profesional o personal de ninguno de los dos: desde ese punto de vista, mucho más me preocupa el futuro de mi vecino del segundo con el que charlo en el ascensor. De ellos, de Sánchez y de Feijóo, sólo me preocupa lo que puedan hacer por mí, por mi familia, por mi patria… a más a más, incluso por mejorar el mundo. Eso es lo que me lleva a las urnas, no elegir al que me parece más guapo o más simpático. Eso valdrá para Gran Hermano, pero no para unas elecciones en las que está en juego el futuro del país.

No, el argumento no me vale. No me vale eso de que la única manera de ganar unas elecciones es para hacer lo mismo que ellos. Si la opción que voto no me sirve para hacer cosas distintas, el voto no me sirve. (*)

Y ese, querido amigo, es el desalentador panorama político español. No hay alternativa. Paso dado por el PSOE, paso consolidado por el PP. No hay marcha atrás. El PP no va a cambiar nada. No lo ha hecho nunca: díganme Vds. una ley que haya cambiado el PP de las realizadas por el PSOE… ¡y llevamos ya casi medio siglo! Ya lo vimos con Rajoy, que, ¡por lo menos!, nos dijo que sí lo haría. Éste, ni siquiera lo dice: todo lo que nos dice es que hay que parecerse al PSOE para que el PSOE no gobierne… ¡pues aviaos estamos!

  Luis Antequera

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(*) NOTA PERSONAL:

Sí hay una alternativa y se llama VOX: con éstos sabe uno a qué atenerse. Dicen siempre las mismas cosas; y no una cosa en un sitio y otra en otro.

Traditionis custodes sigue haciendo su labor de acoso y derribo (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


En Savannah, Georgia, el obispo pone fin a un cuarto de siglo de misa tradicional a partir de 20 de mayo. En Glasgow, Escocia, una parroquia con una próspera comunidad tradicional ha recibido la orden de cancelar todas sus misas públicas casi de inmediato de 2023.

Dicen que Einstein definía la locura como aplicar idénticas causas esperando distintas consecuencias. Todo el postconcilio ha sido una reiteración perpetua de esa definición. Podía, quizá, parecer razonable a los padres conciliares que la actualización del milenario rito de la Misa, centro de la vida cristiana, diseñando uno nuevo en un despacho, atraería a un mayor número de fieles. El resultado es tan evidente y catastrófico que llamarlo ‘el elefante en la habitación’ se queda corto: es más como un mastodonte.

Pero, por lo visto, da igual. Si la solución diseñada en la torre de marfil no produce el efecto deseado, hay que insistir y doblar la dosis.

Es la parábola de Bud Light, una marca de cerveza popular en la clase obrera americana, que ha decidido hacer de un ‘influencer’ presuntamente transexual su imagen. El tipo en cuestión, Dylan Mulvaney, hace de su vida pública una verdadera parodia de la feminidad en sus peores estereotipos, actuando como una quinceañera particularmente tópica.

Los usuarios de Bud Light lo han tomado como lo que es, un insulto y un desprecio, y han iniciado un boicot que ha hundido las ventas y la cotización bursátil de la marca. Es un caso clamoroso de lo que sucede cuando ignoras a tu público objetivo y pretendes sermonearle para que se convierta en otra cosa.

La Iglesia, lo hemos repetido a menudo, no es una empresa comercial. Pero responde, en su aspecto humano, a mecanismos similares. Los fieles adeptos a la Misa Tradicional, es cierto, suponen una proporción ínfima, desdeñable, del pueblo católico. Pero también es cierto que es un grupo con un crecimiento exponencial, en un momento en el que la práctica de la fe se hunde en todo el mundo occidental. ¿Qué sentido tiene atacarlos?

Incluso entre los no tradicionales, el acoso produce una penosa impresión, especialmente cuando las opiniones heterodoxas de teólogos y prelados y las celebraciones irreverentes hasta el extremo del Novus Ordo alcanza niveles difícilmente parodiables. Nadie entiende bien ese centrar el ánimo punitivo de la jerarquía en un grupo tan poco amenazante en todos los sentidos, el numérico y el doctrinal.

Carlos Esteban

viernes, 28 de abril de 2023

Los cardenales Roche y Cantalamessa lo confirman: el rito de Paulo VI corresponde a una nueva teología


 



Los cardenales Arthur Roche y Raniero Cantalamessa han reconocido de modo indirecto (tal vez involuntariamente) lo que los críticos del Novus Ordo Missae de Paulo VI llevan más de cincuenta años diciendo: que el nuevo rito corresponde a una nueva teología que «se aleja de manera impresionante, en conjunto y en detalle, de la teología católica de la Santa Misa, tal como fue formulada en la XXII Sesión del Concilio de Trento» [1].

El 19 de marzo pasado, al ser interrogado por sus compatriotas de la radio BBC sobre las restricciones a la celebración del rito latino tradicional, el prefecto del Dicasterio para el Culto divino declaró: «Como ustedes saben, la teología de la Iglesia ha cambiado. Antes el sacerdote representaba, a distancia, a todo el pueblo: [los fieles] se canalizaban a través de esta persona que era la única que celebraba la Misa. No es sólo el sacerdote el que celebra la liturgia, sino también los que están bautizados [junto] con él; ¡nada menos!» [2] [Todo lo destacado en negrita lo hemos resaltado nosotros.]

Pocos días más tarde, en el cuarto sermón de Cuaresma para la Curia Romana, el cardenal Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, remachó: 
 
«La liturgia católica se ha transformado, y en poco tiempo ha pasado de ser una acción con una marcada impronta sagrada y sacerdotal a ser una actividad más comunitaria y participativa, donde todo el pueblo de Dios tiene su parte, cada uno con su propio ministerio […]
 
»Al comienzo de la Iglesia y durante los tres primeros siglos, la liturgia era verdaderamente una liturgia, es decir, la acción del pueblo (laos, pueblo, es uno de los componentes etimológicos de leiturguía). De san Justino, de la Traditio Apostolica de san Hipólito y de otras fuentes de la época, obtenemos una visión de la Misa ciertamente más cercana a la reformada de hoy que a la de siglos atrás. ¿Qué pasó después de eso? La respuesta está en una palabra molesta que no podemos evitar: ¡clericalización! En ninguna otra esfera se ha observado más claramente que en la liturgia.
 
»El culto cristiano, y de modo especial el sacrificio eucarístico, se transformó rápidamente, en Oriente y Occidente, y dejó de ser una acción realizada por el pueblo para ser una actividad del clero.» [3].

¿Es conforme al dogma católico decir que el sacrificio eucarístico es una acción realizada por el pueblo y que pasó a ser primordialmente una acción del clero por culpa de una clericalización improcedente? Claro que no. En la Santa Misa, el celebrante no es un mero presidente de la asamblea, sino el único sacerdos que ofrece el sacrificio in persona Christi.

Para zanjar cualquier duda, basta leer lo que dijo al respecto Pío XII en su encíclica Mediator Dei: 
«Sólo a los Apóstoles y a los que, después de ellos, han recibido de sus sucesores la imposición de las manos, se ha conferido la potestad sacerdotal, y en virtud de ella, así como representan ante el pueblo a ellos confiado la persona de Jesucristo, así también representan al pueblo ante Dios» (n° 54).
Por eso, en la Santa Misa, «el sacerdote representa al pueblo sólo porque representa la persona de nuestro Señor Jesucristo, que es Cabeza de todos los miembros por los cuales se ofrece; y que, por consiguiente, se acerca al altar como ministro de Jesucristo, inferior a Cristo, pero superior al pueblo (San Roberto Belarmino, De missa, II c.l. ). El pueblo, por el contrario, puesto que de ninguna manera representa la persona del divino Redentor ni es mediador entre sí mismo y Dios, de ningún modo puede gozar del derecho sacerdotal» (n° 104).

Sin duda, es importante que los fieles presentes participen en el sacrificio del altar con los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en la Cruz y que «ofrezcan aquel sacrificio juntamente con Él y por Él, y con Él se ofrezcan también a sí mismos» (n° 99).

Pero, para evitar todo equívoco, Pío XII reitera que «por el hecho de que los fieles cristianos participen en el sacrificio eucarístico, no por eso gozan también de la potestad sacerdotal» (n° 102).

La insistencia del papa Pacelli era necesaria, porque ya entonces algunos pretendían erróneamente «que el precepto que Jesucristo dio a los Apóstoles en su última cena, de hacer lo que Él mismo había hecho, se refiere directamente a todo el conjunto de los fieles» y juzgaban que «el sacrificio eucarístico es una estricta concelebración» (n°103).

Contra ese error, la Mediator Dei enseñaba que «aquella inmolación incruenta con la cual, por medio de las palabras de la consagración, el mismo Cristo se hace presente en estado de víctima sobre el altar, la realiza sólo el sacerdote, en cuanto representa la persona de Cristo, no en cuanto tiene la representación de todos los fieles» (n°112).

De ahí que no se puedan condenar las misas privadas sin participación del pueblo, ni la celebración simultánea de varias misas privadas en diferentes altares, invocando erróneamente «el carácter social del sacrificio eucarístico» (n° 118) [4]

Esos extractos de la gran encíclica litúrgica de Pío XII demuestran que, mal que le pese al cardenal Cantalamessa, la escarnecida clericalización de la Santa Misa no es fruto de un deterioro humano producto de la historia, sino de un designio divino. Jesús instituyó el sacrificio eucarístico y el sacerdocio ministerial simultáneamente, y otorgó a sus ministros el privilegio exclusivo de renovarlo sobre los altares de manera incruenta hasta la consumación de los tiempos.

Conviene observar, además, que el predicador de la Casa Pontificia metió sus sandalias de capuchino en arenas movedizas al declarar que las primeras comunidades cristianas tenían «una visión de la Misa ciertamente más cercana a la reformada de hoy que a la de siglos atrás». Si eso fuera cierto, cabrían dos posibilidades:

• En el mejor de los casos, el concepto encarnado en la nueva Misa de Paulo VI representaría una regresión teológica porque desde el primer tercio hasta la segunda mitad del siglo XX hubo un «desarrollo orgánico» del Depósito de la Fe en lo que se refiere al sacerdocio y el Sacrificio del Altar; es decir, que se entiende mejor su sentido teológico. En efecto, «la superación del pasado reciente para recuperar el más antiguo y original» no es un «enriquecimiento» [5], como afirmó el cardenal Cantalamessa, sino un empobrecimiento, ya que oculta a la Iglesia la luz que emana de las definiciones dogmáticas de varios concilios ecuménicos sobre la Misa: el Segundo de Nicea, el Cuarto de Letrán, el de Florencia y (principalmente) el de Trento, así como del fulgor que irradiaron sobre ella muchos gigantes de la teología y de la devoción eucarística; santos como Tomás de Aquino, Roberto Belarmino, Leonardo de Puerto Mauricio y Pedro Julián Eymard.

• En el peor de los casos, la visión de la Misa encarnada en el Novus Ordo Missae de Paulo VI representaría una ruptura teológica con los dogmas de fe definidos «en los siglos que nos precedieron», y que sustentan el supuesto concepto clericalista del sacerdocio y la Eucaristía que conforma la Misa tradicional en latín, cuya estructura, hasta el Novus Ordo Missae de 1969 del papa Paulo VI, permaneció prácticamente inalterada desde los cambios realizados por los papas San Dámaso I (m. 384) y San Gregorio I (m. 604) .

El cardenal Arthur Roche parece entenderlo de esta forma. Para él, «la teología de la Iglesia ha cambiado».

Infelizmente, el nuevo rito de Paulo VI no sólo significa un cambio de teología en lo que respecta a la supuesta clericalización de la liturgia antigua. Después de la publicación de Desiderio desideravi, mostré que los principios que invoca el papa Francisco en defensa de la reforma litúrgica contradicen la Mediator Dei en varios aspectos. En particular, destaqué los siguientes:

1. La inversión sistemática entre el fin primario de rendir culto a Dios y el fin subsidiario de santificar las almas [6];

2. El oscurecimiento de la centralidad de la Pasión redentora, en beneficio de la Resurrección gloriosa [7];

3. La acentuación del memorial en desmedro del sacrificio [8]; y

4. La degradación del sacerdote celebrante, que se convierte en presidente de la asamblea [9].

En vista de esos cambios radicales, me preguntaba si la nueva misa de Paulo VI se correspondía con la fe de siempre [10]. Los cardenales Roche y Cantalamessa acaban de reconocer que es una forma de entender la liturgia, porque la teología de la Iglesia en relación con la Misa habría cambiado.

Antes que esos ilustres purpurados, esos conspicuos representantes del progresismo francés, Alain y Aline Weidert, habían declarado lo mismo. En el periódico La Croix, publicaron un artículo de encomio al motu proprio Traditionis custodes, bajo el expresivo título: «La fin des messes d’autre “foi”, une chance pour le Christ ! » (El fin de las misas de otra fe, una oportunidad para Cristo; es un juego de palabras: autre foi –otra fe– y autre fois —antes, en otro tiempo–;en ambos casos, la fonética no varía).

No abordaron la supuesta clericalización de la liturgia tradicional en menoscabo del pueblo, sino que se centraron en la transición de la Misa como sacrificio propiciatorio a la Misa como celebración eucarística y jubilosa de la Alianza: «El espíritu de la liturgia de otra fe, su teología, las normas de la oración y de la Misa de antes (la lex orandi del pasado), ya no pueden, sin discernimiento, seguir siendo las normas de la fe de hoy, su contenido (nuestra lex credendi). […]
 
»Una fe que derivase todavía de la lex orandi de ayer, que hizo del catolicismo la religión de un dios perverso que hace morir a su hijo para aplacar su ira, una religión de un mea culpa y una reparación perpetuos, conduciría a un antitestimonio de fe, a una imagen desastrosa de Cristo. […]
 
Lamentablemente, nuestras misas [tradicionales] siempre se caracterizan por un señalado carácter expiatorio de finalidad propiciatoria para aniquilar los pecados (mencionados 20 veces), alcanzar nuestra salvación y salvar las almas de la venganza divina. “Propiciación’ que las comunidades Ecclesia Dei defienden con uñas y dientes, con sus sacerdotes sacrificadores, formados para hablar del Santo Sacrificio de la Misa, que es una verdadera inmolación.» […]

Prosiguen los Weidert: «Si queremos poder ofrecer algún día o una fe y una práctica cristiana atractivas, debemos aventurarnos, mediante la reflexión y la formación, a descubrir un fondo aún inexplorado (sin explotar) de la salvación por Jesús, no poniendo en primer lugar su muerte contra (“por”) los pecados sino su existencia como Alianza. Porque, “en efecto, su humanidad, unida a la persona del Verbo, fue instrumento de nuestra salvación” (Vaticano II, Sacrosanctum concilium, 5). ¡La opción es clara! No entre sensibilidades y estéticas religiosas diferentes, sino entre sacrificios interminables para borrar los pecados y Eucaristías que sellan la Alianza/Cristo» [11].
 
«Cuánta razón tuvo el papa Francisco al afirmar en Desiderio desideravi que sería banal leer las tensiones, desgraciadamente presentes en torno a la celebración, como una simple divergencia entre diferentes sensibilidades sobre una forma ritual». [12]

De hecho, los cardenales Roche y Cantalamessa acaban de concordar volens nolens con furibundos modernistas como el matrimonio Weidert, que considera que el rito de S. Pío V es la misa de «otra fe».

Siendo así, en el Vaticano no pueden extrañarse de que la fidelidad al Depósito de la Fe obligue a los católicos tradicionalistas a resistir sin cejar una legislación litúrgica ilegítima, que pretende imponer una construcción litúrgica artificial (Ratzinger dixit), y se aparta en puntos esenciales de los dogmas definidos en el Concilio de Trento, mientras se restringe gradualmente, hasta su extinción, un rito santo de la Misa que se desarrolló armónicamente a lo largo de los siglos.

José Antonio Ureta

1. Cards. A. Ottaviani y A. Bacci, carta a Paulo VI, introductoria del Breve estudio crítico del Novus Ordo Missae.

2. BBC, March 19, 2023

3. http://www.cantalamessa.org/?p=4080&lang=es

4. Pío XII, encíclica Mediator Dei (Nov. 20, 1947), Vatican.va

5. Cantalamessa, Mysterium Fidei!

6. Una crítica doctrinal de Desiderio desideravi: La primacía de la adoración

7. Oscurecimiento de la centralidad de la Pasión redentora

8. Del sacrificio del Calvario al recuerdo de la Presencia

9. De sacerdotes del Sacrificio a presidentes de asambleas

10. ¿El Novus Ordo como arma para promover “otra fe”?

11. Aline y Alain Weidert, en La Croix, 10-02-2022,

12.https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/20220629-lettera-ap-desiderio-desideravi.html, n° 31.

jueves, 27 de abril de 2023

La Agenda 2030, VOX, el PP y Bildu: algunos detalles que Libertad Digital pasa por alto



Anteayer vimos aquí la viñeta del gran Borja Montoro sobre la Agenda 2030 que ha sido colgada en un edificio de Madrid.



La lengua gruesa y la piel fina de Jiménez Losantos

La viñeta, que está muy bien, no ha gustado a todo el mundo. Libertad Digital publicó ayer una noticia con este título: "Vox imita a El Jueves para equiparar a Feijóo y Ayuso con Bildu, Podemos y Maduro". Comparar una viñeta de Borja Montoro con la basura que publica El Jueves sí que es una equiparación infame. Pero en el plano de las manipulaciones, hay afirmaciones mucho peores que ésa.

Recordemos, sin ir más lejos, que el dueño del diario digital que publicó ese titular, Federico Jiménez Losantos, acusó a Vox de ser "la herramienta de la ETA" en 2019. Se refería a un partido en el que militan personas como Santiago Abascal, José Antonio Ortega Lara, Francisco José Alcaraz, Juan de Dios Dávila, Ana María Velasco Vidal-Abarca, Antonio Salvá y Nerea Alzola, por citar sólo algunos nombres de miembros de Vox que son víctimas de ETA o fueron amenazados de muerte por ETA. Jiménez Losantos tienen lengua muy gruesa para atacar a otros y una piel muy fina cuando se trata de encajar críticas contra sus afines.

La doble vara de medir de Libertad Digital con el PP y con Vox

Hay que decir que Jiménez Losantos no es el único que ha caído así de bajo. En diciembre, Ayuso comparó a Vox con los proetarras por el mero hecho de no apoyar sus presupuestos a cambio de nada. Libertad Digital no criticó aquella declaración de Ayuso y ni siquiera la publicó. La historia se repitió hace dos semanas, cuando el coordinador general del PP, Elías Bendodo, metió a Vox en el mismo saco que a Bildu (pero no al PSOE ni al PNV), afirmando de ellos que "dicen que suman pero sólo dividen y restan". Libertad Digital tampoco criticó esas palabras de Bendodo y ni siquiera las publicó. Pero ahora el diario de Jimenez Losantos se pone sensible y acusa a Vox de equiparar a Ayuso con Bildu. Por lo visto, en LD sólo les molestan ciertas cosas si las dice Vox.

Agenda 2030: un proyecto ideológico apoyado por el PP y por Bildu

El caso es que la viñeta en cuestión es una crítica a los que apoyan la Agenda 2030, un proyecto ideológico controvertido y del que sólo discrepa Vox de todos los partidos del Congreso. Es muy lógico que aparezcan miembros del PP en una viñeta sobre ese proyecto. El 24 de noviembre de 2022, la propia web del PP recordó que "fue el Ejecutivo de Rajoy el que firmó el Acuerdo de París y asumió la Agenda 2030".

Por otra parte, la Comunidad de Madrid tiene un "Consejo Asesor para el desarrollo de la Agenda 2030", que forma parte del gobierno que preside Ayuso. El gobierno gallego del PP tiene una comisión con el mismo fin, que fue aprobada en 2019, cuando Feijóo era el presidente de la Xunta. Ese mismo año, Bildu apoyaba abiertamente la Agenda 2030, diciendo que "debe ser la guía de todas las políticas" en la Diputación Foral de Álava y se quejaba de la falta de fondos para implementarla:

.@mrezolap : la agenda 2030 debe ser la guía del trabajo político de todo el territorio pero se financia a cargo de los fondos de cooperación al desarrollo, una partida que no alcanza el 7% del presupuesto#ArabaBizia#ArabaDuina pic.twitter.com/767kRi7E5X

— EH Bildu Araba (@ehbilduaraba) February 6, 2019

Así pues, no es esa viñeta la que ha puesto al PP y a Bilbu juntos y apoyando la Agenda 2030: lo han hecho esos dos partidos. Lo que se limita a hacer la viñeta es señalar ese hecho. Y por lo visto, a Jiménez Losantos y a Libertad Digital les molesta que una viñeta haga constar un hecho que cualquiera puede comprobar con una sencilla búsqueda en Google. Curioso concepto del periodismo el que tienen algunos.

LD confunde una denuncia del PP con una resolución de la JEC

El citado titular no es el único digno de lamentar en las últimas horas en ese diario. Ayer, Libertad Digital publicaba otra noticia afirmando que Vox se niega a retirar esa lona "pese a la denuncia del PP ante la JEC". A ver, señor Jiménez Losantos: no sé si los deseos del PP son órdenes para usted, pero no tienen por qué serlo para los demás. Una denuncia del PP no es una resolución de la Junta Electoral y no obliga a nadie. Cualquier periodista con un mínimo de cultura debería saberlo.

Primero multan opiniones y ahora intentan censurar una viñeta

Por lo demás, recuerdo que el gobierno de la comunidad de Madrid (del PP) ha puesto multas por motivos de opinión que han sido anuladas por la Justicia por vulnerar derechos fundamentales. Y ahora el PP intenta censurar una viñeta porque no le gusta. Caray con los "constitucionalistas" del PP. Parece que algunos políticos están tan acostumbrados a que se cumplan sus dictados sin rechistar en tantos sitios que ya dan por hecho que todos debemos subordinar nuestros derechos a sus deseos y caprichos. Pues ya pueden esperar sentados.

ELENTIR

martes, 25 de abril de 2023

NOTICIAS 25 de Abril de 2023




LA GACETA DE LA IBEROSFERA

La dictadura de Daniel Ortega cierra tres universidades más

José Antonio: desenterrar a un fusilado que pidió el fin de la Guerra Civil y un gobierno de concentración

Más de una cuarta parte de los españoles continúa en riesgo de pobreza mientras el Gobierno supera el récord de gasto

Hungría, un ejemplo para Europa: así ha logrado proteger la familia, y aumentar los matrimonios y la natalidad

Meloni sigue el ejemplo de Orbán y propone eliminar impuestos a quienes tengan al menos dos hijos

INFOVATICANA

El Papa nombra al prelado del Opus Dei consultor del Dicasterio de la Evangelización

La Academia por la Vida aclara, sin desmentir, las palabras de su presidente sobre la eutanasia

SPECOLA

El futuro de la Iglesia y la santidad, otra entrevista del Papa Francisco, preparando la guerra, ‘Navarro el portavoz’, el perseguido Padre Buela, ‘la fe y el futuro’.

INFOCATÓLICA

Gádor Joya hace balance de su trayectoria provida y de su paso por la política (Javier Navascués)

La justicia argentina niega el cambio de nombre en los registros de bautismo para las personas trans (Javier Olivera Ravasi)

La Constitución, la Escuela Católica y el Cheque Escolar

El Papa presidió la primera reunión del renovado Consejo de Cardenales

Trump asegura que volverá a defender los principios provida si vuelve a la Casa Blanca

Los restos de José Antonio Primo de Rivera ya descansan en el cementerio madrileño de San Isidro

RELIGIÓN EN LIBERTAD

Borges y Haribo se van del programa soez de TV3 que ofendió a la Virgen: más acciones de protesta

El obispo de Santander, contundente contra la Agenda 2030: «Esconde un cambio de civilización»

Selección por José Martí

¡ESTÁN PERVIRTIENDO A LOS NIÑOS EN LOS COLEGIOS! por Agnus Dei Prod

AGNUS DEI PROD


DURACIÓN 19:10 MINUTOS


El PROGRESISMO que tanto se cacarea en los medios de comunicación y en la política está llevando a las sociedades a la mayor época de PERVERSIÓN MORAL de todos los tiempos a nivel global. 

Se trata de un pensamiento que busca inculcar la destrucción de la Iglesia Católica (donde se encuentra la verdadera libertad) para pasar a una sociedad atea, laica y sin compromiso religioso, es decir, autodestructiva. 

Ariza: ‘Defendemos la existencia de esta TV para proteger la verdad y que la sociedad mejore’



Duración 4:57 minutos

viernes, 21 de abril de 2023

Los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera saldrán el lunes del Valle de los Caídos



Los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, serán trasladados el próximo lunes desde su emplazamiento en la basílica del Valle de los Caídos al cementerio madrileño de San Isidro, después de que sus familiares solicitaran la exhumación a raíz de la Ley de Memoria Democrática.


Esta operación, adelantada por Infovaticana.com, se lleva a cabo después de que en 2019 se exhumaran a la fuerza, por decisión del Gobierno, los restos mortales de Francisco Franco.

Pocos días después de la aprobación definitiva de la ley, los familiares se dirigieron al abad del Valle de los Caídos y a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid y solicitaron al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial los permisos necesarios para llevar los restos del fundador de Falange hasta el cementerio de San Isidro, en Madrid.

La familia de Primo de Rivera señaló en el comunicado que «el proceso de exhumación debe permanecer y permanecerá dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles». Los familiares enlazaban así con la voluntad de concordia nacional manifestada por el propio José Antonio en el testamento que redactó la noche antes de morir fusilado por los republicanos.

Según explicaron los sobrinos mediante un comunicado, lo hacían para cumplir con la voluntad de su tío de ser enterrado en un cementerio sagrado y de acuerdo con el rito católico. La ley de imposición de la memoria establece que en las criptas adyacentes a la basílica, de forma obligatoria, «los enterramientos existentes en la misma tienen el carácter de cementerio civil», de manera que enterrar ahí el cadáver de José Antonio contravenía claramente su última voluntad.

Su requerimiento fue atendido por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial el mes pasado, cuando aprobó la licencia urbanística para la retirada de la losa sepulcral. La fecha elegida para la exhumación coincide con el día en el que se cumplirán 120 años del nacimiento en Madrid del fundador de la Falange.

Primo de Rivera fue fusilado por un tribunal republicano en la cárcel de Alicante el 20 de noviembre de 1936, y sus restos mortales se llevaron a hombros de falangistas, a pie, hasta el Valle de los Caídos en 1959.

Su tumba es la única individual que queda en el Valle de los Caídos tras el traslado de los restos mortales de Franco, ya que los más de 33.000 enterrados, combatientes de ambos bandos de la Guerra Civil, que descansan en los columbarios externos al templo lo están en emplazamientos colectivos.

domingo, 16 de abril de 2023

El estado de Washington propone retirar la custodia a los padres que se nieguen al cambio de sexo de sus hijos



Si la profesora de primaria convence a su pequeño Jimmy de que, en realidad, es una niña, échese a temblar, al menos si vive en el estado de Washington, porque tendrá que elegir entre colaborar con su mutilación o perder su custodia.

Un nuevo proyecto de ley aprobado en el estado de Washington trata de dar una vuelta de tuerca más a la abolición de los derechos de los padres al permitir la existencia de «refugios» que hormonen y/o mutilen a menores sin el consentimiento de los padres. Para empezar, con esta propuesta de ley a los padres no les asiste siquiera el derecho a saber dónde están sus hijos menores si estos están en uno de esos «refugios» si los primeros se resisten al procedimiento, digamos, «médico».

«Esencialmente, el proyecto de ley permitiría a un niño irse de casa de sus padres para recibir ‘atención médica’ en un albergue o familia colaboradora, y ese albergue o familia no estaría obligado a notificar a los padres sobre el paradero de su hijo», declara el diputado republicano Chris Corry a The Epoch Times. «Obviamente, es una violación fundamental de los derechos de los padres y algo que les preocupa profundamente en todo el estado de Washington».

Para el también republicano Peter Abbarno señaló que el quid del debate sobre el proyecto de ley era permitir al estado «esencialmente ocultar dónde está el niño».

Las redes de abuso de menores, naturalmente, se frotan las manos ya que crea una vía potencial para que los depredadores se aprovechen de los niños vulnerables que pueden estar buscando refugio o servicios médicos, por no hablar de las consecuencias a largo plazo en la salud mental y física de niños sin la madurez o la capacidad para tomar decisiones informadas sobre su atención médica.

Otros también han señalado que el Gobierno no debería involucrarse en brindar atención de afirmación de género a menores, y que tales decisiones deberían dejarse en manos de los padres y los profesionales médicos.

La mayoría de los padres, dijo Corry, «irían hasta los confines de la tierra para encontrar a su hijo» si desaparecieran después de una discusión. «Y el hecho de que tengamos un proyecto de ley que podría convertirse en ley que informa a los padres que no se lo van a decir es ya demasiado». Corry le dijo a The Epoch Times que, según el proyecto de ley, un desacuerdo entre un niño y sus padres sobre el deseo del niño de una transición médica constituye «abuso y negligencia», sólo porque el padre no «ha afirmado adecuadamente lo que el niño quiere».

Según la ley, si hay un desacuerdo entre el menor y los padres sobre la conveniencia de iniciar una terapia «de asignación de género» (hormonación y, con frecuencia, castración o mastectomía), los padres podrían ser acusados de «abuso y negligencia» y perder la custodia de su hijos.

Carlos Esteban