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sábado, 18 de julio de 2015

¿Pedir perdón por algo que no se ha cometido?


Me llama enormemente la atención que los Papas anteriores [y posteriores al Concilio Vaticano II] así como el actual papa Francisco, hayan dedicado y estén dedicando tanto tiempo a pedir perdón, siendo así que todo el progreso de la humanidad, en cualquier sentido que se considere, ha tenido siempre, como telón de fondo, una matriz cristiana (unas raíces cristianas de las que Europa, por cierto, se ha avergonzado y ha renunciado a ellas). Son inmensamente mayores los logros que los errores que la Iglesia, como institución humana, ha cometido a lo largo de su Historia ... 

Y por cierto: la Iglesia Católica es la única que pide perdón (más del que debiera, en mi opinión), cuando los demás, el resto del mundo, tanto si se trata de confesiones religiosas como de partidos políticos: islamistas, judíos, protestantes, anglicanos, comunistas, etc... no sólo no piden perdón por el grave daño que han hecho sino que, además, se vanaglorían de sus "hazañas" como si de obras buenas se tratase. ¡Hay una gran hipocresía en este mundillo en el que nos ha tocado vivir! Y en el que, como no podía ser menos, la ley del embudo, por todos conocida, sigue teniendo perenne actualidad: la doble vara de medir es la que se sigue utilizando, en un mundo que se dice progresista; de manera que una misma acción, se considera "mala" o "buena" según quién sea el que la realiza.



Y no es necesario que retrocedamos demasiado en el tiempo para demostrar la veracidad de lo que digo: la última y reciente noticia la tenemos en la petición de perdón del papa Francisco [en su viaje por Sudamérica] por las ofensas de la Iglesia a los indígenas durante la conquista de América

Ante los movimientos populares en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, Francisco pidió «humildemente perdón», «no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América». 


No hubo tales crímenes, no por parte de los católicos, como lo ha demostrado muy bien Antonio Caponnetto. Siento que estas palabras hayan sido pronunciadas por el Papa, pero la verdad es la verdad, y la entidad de la verdad es superior a todo, incluyendo también al papa Francisco, por supuesto.  Los conocimientos de Historia que posee nuestro Papa, por lo que se deduce de lo que dice, son muy deficientes pues no son conformes con la realidad de los hechos. Y la Iglesia no tiene por qué pedir perdón por algo que no ha cometido. Eso es una tremenda injusticia que se comete contra aquéllos cristianos que evangelizaron América, usando para ello la mentira basada en la Leyenda Negra.

Aunque se conoce que la intervención de España en América fue grandemente provechosa para los indígenas, en todos los sentidos (a excepción de algunas tropelías que algunos marineros cometieron y que fueron castigadas luego por los Reyes Católicos), sin embargo se ha fraguado una leyenda que, como corresponde a las leyendas, es completamente falsa, la llamada Leyenda Negra. 


Se ha demostrado por activa y por pasiva la falsedad de la misma, pero parece ser que aquí la verdad de los hechos es lo de menos. Por razones difíciles de entender se ha extendido dicha leyenda y ya prácticamente todo el mundo piensa que fue eso lo que sucedió. Es ésta una realidad que estamos viviendo ahora mismo, con la Ley de Mentira Histórica. Y tanto Stalin como Hitler supieron aplicar muy bien esta idea, pues aunque estaban locos y eran unos asesinos en masa, no eran tontos. Ésta era la máxima de Stalin: Miente fuertemente que cuanto más grande sea la mentira más se la creerá la gente. O dicho de otro modo, aún más claro, por Hitler: Una mentira repetida cien veces se transforma en una verdad. 


Ni fueron los primeros ni tampoco los últimos en aplicar esas máximas. Los políticos (los malos políticos que, por desgracia, son también mayoría) saben esto muy bien. Conocen perfectamente que la mentira, cuando se extiende, a base de repeticiones, una generación tras otra ... adquiere visos de verdad. Una gran mayoría acaba creyendo en verdad que las cosas sucedieron tal y como se las cuentan. De esas mentiras tendrán que dar cuenta ante Dios, aun cuando no crean en Él.


El mismo papa Francisco, según se deduce de sus palabras, ha caído en la misma mentira que miles y miles de personas. Sobre la leyenda negra hay una entrada en este blog de un artículo de Eduardo García Serrano, que es bastante instructivo. 


Deberíamos de tener las ideas más claras, aunque somos un poco bastante "esclavos" de los mass media y del Estado de turno. Para que nos enteremos y para que no se nos olvide: el proyecto y la idea de partida de los Reyes Católicos fue la Evangelización de América; y no, contra lo que algunos piensan, el enriquecimiento personal o la explotación de los indígenas [de hecho quienes así procedieron tuvieron que rendir cuentas por ello ante los Reyes Católicos; y fueron castigados].


Además, el genocidio de los indios, atribuido a los católicos, está en las antípodas de la verdad histórica tal y como fue:  La leyenda negra, referente a los hechos de los primeros españoles que descubrieron el continente americano,  siendo, como es, falsa de toda falsedad, al mantenerse, maliciosamente, a lo largo del tiempo, ha hecho mella en mucha gente (papa Francisco incluído), que han acabado, todos ellos, creyéndosela como si fuera verdad.

Hay muchos testimonios y documentos históricos que acreditan la falsedad de esta leyenda, pero no se quiere que salgan a la luz. Interesa que la gente siga "creyendo" en la famosa leyenda negra que habla de lo malos que fueron los españoles que conquistaron América. Por ejemplo, se puede pinchar aquí. Desconozco cuáles son las razones de estas mentiras. 
Sinceramente, se me escapan ... aunque intuyo que la lucha no es tanto contra los españoles (¡que lo es!) cuanto contra los católicos. 


... Y, sin embargo, pese a todas las calumnias que contra la Iglesia han habido -y siguen habiendo-, calumnias de todo tipo, es preciso que nos atengamos a la Palabra de Dios, pues ésta nunca engaña. Y según esta Palabra, la IglesiaCuerpo Místico de Cristo, es "santa e inmaculada, resplandeciente, sin mancha ni arruga o cosa semejante" (Ef 5, 27). La Iglesia ni ofendió nunca a nadie, ni podría hacerlo, aunque quisiera: esto sería imposible, pues estamos hablando, nada más y nada menos, que del mismo Jesucristo viviente en la Tierra, que es todo Amor y que se manifiesta cada día en sus santos, los auténticos y genuinos miembros de la Iglesia, nuestros hermanos en la fe, a quienes debemos de conocer e imitar.


No obstante lo cual, hay que decir que en toda leyenda suele haber algo de verdad, por aquello de que "cuando el río suena, agua lleva";  aunque los enemigos de la Iglesia retuercen esa verdad, identificando la parte con el todo y confundiendo a mucha gente. 

Ciertamente ha habido errores: la Iglesia, en cuanto Institución Divina, no puede errar pero, formada por hombres como está, sí es posible que algunos de sus miembros no hayan actuado conforme a las Palabras del Maestro. De manera que los errores que, a lo largo de la Historia de la Iglesia, se hayan podido cometer (y que, de hecho, se han cometido) no se encuentran en la propia Iglesia que, como tal, ya sabemos que es Santa e Inmaculada, sino en aquellos miembros de la misma que, llamándose cristianos, no actuaban -o no actúan- conforme a la fe de la Iglesia, sino conforme al sentir del mundo, que es enemigo de Dios.


La conclusión es evidente: En aquellos casos -mínimos, por otra parte- en que, efectivamente, se cometieron errores atribuíbles a la Iglesia, ésta tendría que pedir perdón por no haber actuado como tal Iglesia, por no haber vivido en conformidad con la Doctrina católica enseñada por Jesucristo ... en algunos de sus miembros, llamados falsamente "cristianos" ... Si la Iglesia pide perdón debería de hacerlo por no haber sido más exigente con aquellos que, representándola, no han estado a la altura de lo que se pedía de ellos ... y han actuado mundanamente.

Ahora bien y esto debería de quedar muy claro: la Iglesia nunca puede ni debe pedir perdón por ser lo que es, por actuar conforme a las enseñanzas de Jesucristo. Eso no puede hacerlo jamás, porque "es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres" (Heb 5, 29). 


Si la Iglesia se mundaniza y adopta el sentir del mundo, entonces, ciertamente, debería de pedir perdón por no ser ella misma, por no estar cumpliendo con su Misión de evangelizar a las gentes ... y ésto, por desgracia, es lo que está ocurriendo hoy en esta nuestra querida Iglesia, que se está impregnando, con énfasis creciente, de las corrientes modernistas del mundo, cada vez más en boga, olvidando la recomendación explícita del papa san Pío X de que "el modernismo es la suma de todas las herejías" . Sí, de esto sí que tendría que pedir perdón la Iglesia, la Esposa de Cristo, por no ser fiel a su Esposo.


En tanto en cuanto el modernismo, adoptando aires de credibilidad, vaya invadiendo a la Iglesia ... en esa misma medida, la Iglesia dejaría de estar actuando como tal Iglesia y estaría engañando a sus fieles ... Eso sí que es motivo para pedir perdón ... ¡pero no al mundo, sino a los propios cristianos, a quienes se les ha estado escamoteando el Mensaje de Jesucristo! Si la Iglesia llegara a darse cuenta de ésto, pienso que ese podría ser el comienzo de una posible regeneración y recuperación de la auténtica Iglesia de Cristo, pues ésta dejaría de regirse por criterios mundanos y volvería a sus orígenes. 


La Iglesia no tiene que hacerse al mundo, sino que es el mundo el que tiene que cambiar su pensamiento. Sólo así el Progreso, del que tanto se habla, sería un verdadero progreso, en todos los sentidos. Si la Iglesia cumple, de verdad, su misión, entonces Jesucristo ocuparía el centro de todas las predicaciones y el centro de la vida de todos los hombres, que de eso se trata.  


jueves, 16 de julio de 2015

La Cruz "Comunista" o la Malicia y la Estupidez humanas llevadas al límite (2 de 2)





El papa Francisco no se ofendió por ese "regalo"; todo lo contrario. [lo que es altamente preocupante y raya en el escándalo, con relación a los fieles católicos que lo han visto] Respecto al padre Luis Espinal él sabía perfectamente que era comunista, como así lo afirma expresamente. Y, de hecho, a su llegada a La Paz, Francisco rindió un pequeño homenaje al jesuita: "Espinal predicó el evangelio y ese evangelio molestó. Por eso lo eliminaron"[Yo me pregunto: ¿Predicó el Evangelio de Jesucristo ... o, más bien, la interpretación marxista del Evangelio, como así parece ser? En mi opinión, tal homenaje es un grave error]. La historia del susodicho crucifijo puede verse pinchando aquí

Por cierto, durante su discurso en el aeropuerto de El Alto, Bergoglio dejó claro su respaldo a las políticas de Evo MoralesBolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica , social y política del país; cuenta con una Constitución que reconoce los derechos de los individuos, de las minorías, del medio ambiente, y con unas instituciones sensibles a estas realidades”.

Hay dos artículos, relacionados con este asunto de la "cruz comunista" que me parece que son dignos de ser leídos. Uno de ellos es de Denzinger-Bergoglio y el otro de José Miguel Arráiz, de Infocatólica.


Y contra el amor a los pobres, tal cosa es imposible si no hay nadie que los hermane y ese Alguien, del que apenas se habla, es Jesucristo. En Él somos hijos del mismo Padre, somos hermanos y debemos amarnos como Él nos amó ... pero sólo en Él. El marxista es incapaz de amar, porque odia a Dios, que es Amor. De manera que en el artículo al que se puede acceder pinchando aquí; y que está relacionado también con el Papa Francisco y con Evo Morales, no tiene ningún sentido que Francisco diga [y estamos en un contexto muy especial] que el amor por los pobres no es comunismo, sino que «está en el centro del Evangelio»

Yo echo en falta que nuestro querido Papa hable más de Jesucristo y menos del mundo. Mucha corrupción había en tiempos de Jesús, pero cuando uno de la muchedumbre le dijo: "Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo", ésta fue la respuesta que obtuvo de nuestro Señor: "Hombre, ¿quién me ha hecho juez y repartidor entre vosotros?" (Lc 12, 13-14).

Parece como si la única misión del Papa fuese la de la justicia social, cuando no es eso lo esencial. Jesucristo no es conocido, el Evangelio no se explica, y la Religión está quedando reducida a algo puramente humano. Recordemos lo que le dijo Jesús a Pedro: "Tú, cuando te hayas convertido, confirma en la fe a tus hermanos" (Lc 22,32). Y después de preguntarle por tres veces si lo amaba; y una vez que Pedro le dijo: "Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero" ... ésta fue la respuesta que recibió Pedro de Jesús, las tres veces: "Apacienta mis ovejas" (cfr Jn 21, 15-17).

Debemos orar fuerte e insistentemente para que el Señor proteja a su Iglesia, que se está mundanizando, hasta el punto de que miles y miles de católicos, incluyendo también, entre ellos, a muchos miembros de las altas Jerarquías eclesiásticas, han perdido la fe. Vienen a mi mente las palabras contenidas en la Biblia: "Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas de mi rebaño" (Mt 26, 31; Zc 13,7) porque -y esto son también palabras que Jesús nos dirige: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué se salará? Para nada vale ya sino para arrojarla fuera y que la pisen los hombres" (Mt 5, 13) 


¿No será eso lo que está ocurriendo? Hemos dejado de ser sal para el mundo, un mundo triste que languidece y muere ... y que nos necesita. Este mundo nuestro está necesitado de santos, que son los únicos que pueden salvarlo: aquellas personas que toquen los corazones de otras personas para que éstas se enamoren de Jesús y lo vayan conociendo y queriendo cada día más. De no ser así, no sería de extrañar, dada la apostasía general en la que se encuentra el mundo, de que el fin de los tiempos está ya a la puerta ... o bien Dios tendrá que intervenir directamente [aunque no tenemos ni la menor idea de cómo lo haría].

Lo que sí es cierto es que no debemos de perder nuestra confianza en Dios, que se nos ha revelado en Jesucristo, que es la Vida de nuestra vida y nuestro todo. "Porque ya es hora de que despertéis del sueño, pues ahora está más cerca de nosotros la salvación que cuando creímos. La noche está avanzada y el día está cerca. Abandonemos, por tanto, las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz" (Rom 12, 11-12)


El gran "descartado", por desgracia, es Jesucristo. Él es el auténtico pobre, del cual nadie se acuerda. Y sólo en Él podemos salvarnos: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por Mí" (Jn 14, 6). Todavía estamos a tiempo. Cada día es una nueva oportunidad que Dios nos da para que nos convirtamos y cambiemos de vida. 


Y debemos de vivir siempre con ese espíritu de agradecimiento que nos debe llevar, además, al espíritu de Temor de Dios: Dios es infinitamente Misericordioso y es igualmente, infinitamente Justo. En Él Misericordia y Justicia son lo mismo, dada su Simplicidad. Pero no hará uso de su Misercordia -no podrá hacerlo- si, por soberbia, lo rechazamos y no queremos saber nada de Él. De ahí la enorme importancia de nuestra conversión a la Palabra de Dios: nuestra mente, nuestro corazón, todo nuestro ser deben estar imbuídos del Espíritu de Cristo. Si ello estamos perdidos: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15, 5)

La Cruz "Comunista" o la Malicia y la Estupidez humanas llevadas al límite (1 de 2)

Hay que mirar varias veces esta foto para convencerse de que no se trata de ningún sueño. El Santo Padre, con una sonrisa en la boca, admitiendo un regalo de Evo Morales.


UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS
Para hacernos una idea de cómo piensa Evo Morales no tenemos más que ver y escuchar el siguiente vídeo de Youtube, de 5,09 min de duración. En particular, en el intervalo de tiempo que va desde 2:24 min a 3:02 min (unos 40 segundos aproximadamente), Evo Morales se declara a sí mismo como marxista-leninista y, además, con gran orgullo de serlo



Y lo deja muy claro, además, para que no quepa la menor duda al respecto, en el "regalo" que le hace al Santo Padre: un Cristo, en cuya base se encuentra la hoz y el martillo: Todos sabemos que cristianismo y comunismo son irreconciliables e incompatibles. Pero es que cuando el hombre se aparta de Dios, que es la Verdad, se hace -asimismo- incapaz de pensar con sana coherencia. En otras palabras, se vuelve majadero, memo, estúpido, mentecato, necio, imbécil, torpe, bobo, tontaina, borrego, iluso, zopenco, idiota e infeliz. Todo eso y mucho más. 


La iniquidad del pecado conduce a la idiocia de la razón. El hombre que elige el camino de la maldad y se aleja de Dios, por soberbia, se hace incapaz de conocer la verdad, por más que presuma de racional. Es racionalista, que no es lo mismo, un raciocinio que no proviene de su razón, sino de su libertad, la cual opta por cualquier cosa que el sujeto considere como buena para él ... ¡y eso es la verdad! ... Una verdad para uno que es mentira para otro. La libertad humana se convierte en el árbitro de lo bueno y lo malo. 

Es la dictadura del relativismo lo que hoy se vive. Como consecuencia, el ser humano se encuentra cada vez más lejos de la verdad, más lejos de Dios, más lejos del sentido de su vida y más lejos de su auténtica felicidad, aquélla que sólo se alcanza en el contacto con Jesús. La tristeza de nuestro mundo, de este mundo que se ha vuelto loco, proviene de su rechazo hacia Aquél que es su Señor y su Dios, es decir, del rechazo de Jesucristo.

La Cruz es el símblo de la máxima expresión de amor posible, un Amor que llevó a Dios, encarnado en la Persona de su Hijo, es decir, encarnado en Jesucristo, a dar su Vida por nosotros los hombres, por nuestros pecados, para poder así salvarnos, contando con nuestra colaboración. Antes eso era imposible, pues las puertas del Cielo estaban cerradas. Tal es el misterio de iniquidad del pecado, sólo superado por el misterior del Amor de Dios hacia nosotros.

La hoz y el martillo es el símbolo del odio, propio del marxismo-leninismo comunista, que basa toda su dialéctica de "progreso" en la lucha de clases. Todos saben -o deberían saber, aunque se calla- que el número de muertos bajo el regimen comunista, en la época de Stalin, sobre todo, fue del orden de cien millones (que se dice pronto).

¿Cómo se puede explicar que ese "Cristo comunista", que es una blasfemia y un insulto, se haya entregado como "regalo" al Santo Padre. Lo propio hubiera sido rechazarlo, porque supone una ofensa a la persona más querida, que es Jesucristo, y se supone que el Papa es el dulce Cristo viviente en la Tierra. ¿Cómo se puede soportar que insulten así a tu mejor Amigo, en tus propias narices, y con una repercusión a nivel mundial?
Se dijo, en un principio, que el papa Francisco le habia dicho: "Eso no ha estado bien", pero tal interpretación fue desmentida por el padre Lombardi


Y también por el propio Papa en el vuelo de regreso a Roma tras su visita apostólica a Ecuador, Bolivia y Paraguay, en el que concedió una rueda de prensa de 64 minutos a los periodistas que viajaron con él, respondiendo a diversas preguntas sobre sus declaraciones en la gira. Copio a continuación parte de esa rueda de prensa, la que hace relación al crucifijo de marras.


-Santidad, ¿qué sintió cuando vio esa hoz y el martillo con el Cristo encima que le ofreció el presidente Morales? ¿Dónde está ese objeto ahora?

- Es curioso, yo no conocía esto y no sabía que el padre Espinal era escultor y poeta encima, lo supe en estos días. Cuando lo vi para mí fue una sorpresa. 

- Segundo, se puede calificar como el género del arte de protesta. Por ejemplo, en Buenos Aires, hace algunos años fue exhibida una muestra de un escultor bueno, creativo, argentino que ahora está muerto. Era arte de protesta y yo recuerdo uno que era un Cristo Crucificado sobre un bombardero que iba bajando. Era una crítica del cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea. Entonces primero yo no sabía nada, segundo yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo.

- Y tercero: el Padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el que la teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto, eso lo sabía porque en esos años yo era rector en la facultad de teología y se hablaba mucho de esto. Cuáles eran las diversas ramas y quienes pertenecían a ellas. En el mismo año el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la Compañía sobre el análisis marxista de la teología. Un poco frenando y diciendo: esto no va, son cosas diversas, no es justo, no van.

Cuatro años después, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el primer documento pequeñito, una primera declaración sobre la teología de la liberación que critica esto. Después vino el segundo que abrió las perspectivas más cristianas, estoy simplificando, ¿no? O sea, hagamos la hermenéutica en aquella época. Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra.

También las poesías de Espinal eran de ese género de protesta pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba. Él tenía buena fe. Haciendo una hermenéutica como ésta lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no existan interpretaciones


-¿Dónde quedó la cruz?

- La traigo conmigo. El presidente Morales quiso darme dos condecoraciones, la más importante de Bolivia y la otra es la orden del padre Espinal, un nuevo orden. Jamás recibí una condecoración, no me viene. Él lo hizo con tanta voluntad, lo hizo con buena voluntad y con el gusto de darme un gusto y pensé que esto viene del pueblo de Bolivia y recé para saber qué hacer con esto.


-Si me lo llevo al Vaticano irán a parar al Museo, terminará ahí y ninguno jamás las verá. Entonces pensé en dejárselo a la Virgen de Copacabana, la madre de Bolivia. En cambio el Cristo lo traigo conmigo.
(Continuará)

lunes, 13 de julio de 2015

Entrevista a Fernando Ferrín Calamita


La siguiente entrevista al ex-juez Fernando Ferrín Calamita ha sido realizada por Rosalina Moreno, corresponsal de la Gaceta, el día de hoy, 13 de julio de 2015. Quien desee obtener más información acerca de este señor puede encontrarla pinchando aquí.

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Fernando Ferrín Calamita vive un calvario desde que veló por los derechos de una menor que iba a ser adoptada por una pareja de lesbianas, hija de una de ellas, que precisamente se han divorciado.

Encargó un informe pericial para conocer las repercusiones psicológicas que podía tener el caso para la pequeña y la Justicia lo condenó a 10 años de inhabilitación -hasta 2018- y suspensión de empleo y sueldo.

A su juicio, el PP y Rajoy están acomplejados por el 'lobby gay', y no tienen la valentía, la coherencia y la honradez para cumplir sus compromisos electorales.

Afirma que la manifestación del 'Orgullo' es "una aberración" y considera un acto "sectario, populista" que en la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se desplegara la bandera multicolor.

De las asalta capillas dice que deberían ser procesadas y condenadas por el delito de ultrajes a los sentimientos religiosos, vigente. Asimismo, indica que apoya una intervención armada de Occidente contra el ISIS. "Entraría en el concepto de guerra justa. Está teniendo lugar un genocidio, como el armenio hace cien años. Y no se puede permanecer pasivo", subraya.
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-Un concejal de Ahora Madrid se burla en Twitter de los judíos y de Irene Villa, pero no pasa nada. A Usted, por velar por los derechos de una menor que iba a ser adoptada le acusan de prevaricación y le inhabilitan 10 años… ¿Cómo se traga esto?

Creo que ambos casos, el del concejal Zapata y el mío, eran políticos y mediáticos, y se resuelven de una forma arbitraria, no ajustada a derecho. Decir que Zapata no tenía dolo ofensivo para con las víctimas del terrorismo ...; de la misma forma, que el Tribunal Constitucional lleve cinco años sin resolver el recurso contra la Ley Aído del aborto, y que salga su Presidente diciendo que ello obedece a un ejercicio de responsabilidad ...

-En su caso, la madre biológica de la niña, concebida por inseminación artificial, solicitó el divorcio. ¿La han utilizado como cobaya humana?

Los niños son sujeto de derechos, no objeto. Los primeros años de su vida son fundamentales. Además, no se puede experimentar con ellos, se vulnera su dignidad, se les condiciona para toda su vida. Candela tenía un año en 2006. Por tanto, ahora tendrá 10. Se le ha privado de su derecho a tener un padre y una madre, fundamentales para su desarrollo armónico. Al ser un caso novedoso, científicamente no podían valorarse las consecuencias. Ya empiezan a salir los primeros informes. Y podrá demandarse al Estado por el daño moral causado. Hay límites a las funciones o derechos de los padres o mayores. ¿Pueden unos padres convertir a su hijo menor en niña? Acaba de ocurrir en EE UU...

-¿Y qué le parece que el Gobierno le deniegue el indulto, pero etarras y violadores queden libres tras el fallo de Estrasburgo?


-Una grave injusticia y una aberración, pero diariamente se cometen muchas y muy graves injusticias, de las que ni nos enteramos en muchos casos. Pero hay una Persona que sí toma nota. Ante ese Juez compartiremos todos, más tarde o más temprano.

-¿La Justicia está politizada?

Por supuesto. Desde 1985, con la famosa enmienda Bandres a la Ley Orgánica del Poder Judicial, no hay separación de poderes. Estamos ante lo que se conoce como una partitocracia.

-¿Usted se enfrenta a este calvario por ser católico?

Eso se desprende de la querella que presentaron la adoptante y la madre biológica de Candela. Y por ende, en el expediente de adopción me recusaron por dicho motivo. No previsto hoy por hoy en nuestra legislación. Se decía que al ser católico era homófobo...

-¿Qué opina de la manifestación del ‘Orgullo gay’?

Me parece una aberración. Las personas mayores de edad son libres y responsables, e iguales entre si. Pero había menores. Y la persona es mucho más que su sexualidad. Nadie nos puede dar lecciones a los cristianos en materia de derechos humanos. Pero lo que está mal, está mal.

-¿Y de que en la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento desplieguen la bandera multicolor?

Un acto sectario, populista, arbitrario e ilegal, porque sólo pueden ondear la bandera española, la de Madrid y, en su caso, la de Europa. Pero también en el Congreso de los Diputados ha ondeado…

-Al "Orgullo" fueron miembros del PSOE, Ahora Madrid, Ciudadanos. De hecho, el partido de Rivera sacó una carroza. También estaba el PP, contra la sensibilidad de la inmensa mayoría de sus votantes. Y lo echaron de allí… ¿Qué opina de esto?

El PSOE y los partidos de izquierda, "progresistas", se han apropiado de la defensa de ciertos derechos, sociales o políticos, cuando a los cristianos -como decía antes- a progresistas no hay quien nos gane, porque nos importa la persona, la familia, la sociedad.

-En la ‘cabalgata’ había carteles del tipo ‘Tú cura. Cúrate’… Estos partidos no tienen reparos en avalar el odio 
del Lobby gay a la Iglesia …

Tiene "gracia". Los curas son las personas más felices en este mundo. Hay algunos casos que suponen excepciones, pero el ejemplo y heroísmo de la gran mayoría no cuenta para estas personas. Lo que están haciendo en Siria e Irak no es noticia.

-El exjuez Francisco Serrano, líder de VOX en Andalucía, también asegura ser víctima de la Cristofobia. En 2011 fue inhabilitado a 10 años por prolongar por un día la custodia paterna de un niño para que pudiera acudir a la Estación de Penitencia de su Hermandad de la Madrugada sevillana, como era su deseo debidamente manifestado… Afirma que detrás de esa persecución, de la que se siente víctima, estaba el lobby de género…

En efecto, el juez Serrano fue también represaliado sin haberse extralimitado en sus funciones. La resolución que dictó fue confirmada por la Audiencia Provincial ...

-¿El Gobierno está acomplejado ante ese lobby?

Por supuesto que el PP y Rajoy están acomplejados, y no tienen la valentía, la coherencia y la honradez para cumplir sus compromisos electorales. Como dijo Esperanza Aguirre, tenían que haber derogado toda la legislación de ZP propia de la ideología de género.

-¿Le han defraudado las políticas de Mariano Rajoy?

Yo ya estaba "curado de espanto" con la incoherencia y el fraude al electorado del PP y de Rajoy. No me ha sorprendido.

-El Obispo de San Sebastián dijo el pasado septiembre que en el arco parlamentario actual no existe un partido de ámbito estatal capaz de representar al voto católico. ¿Qué opina usted?

Estoy completamente de acuerdo con Munilla y Reig Pla. Un católico no puede votar ni al PP ni a Ciudadanos.

-Cambiando de asunto y como cristiano, ¿qué opina de las individuas que asaltan capillas con los pechos al aire?

Opino que ellas mismas se califican, se menosprecian; y que deberían ser procesadas y condenadas por el delito de ultrajes a los sentimientos religiosos, vigente.

-¿Entiende que los podemitas critiquen a la Iglesia, pero anden ‘missing’ contra otras religiones que coartan los derechos de la mujer?

Humanamente es incomprensible. Es odio a la Iglesia Católica.

-¿Apoya una intervención armada de Occidente contra el ISIS?

Por supuesto. El mismo Papa lo ha dicho. Entraría en el concepto de guerra justa. Está teniendo lugar un genocidio, como el armenio hace cien años. Y no se puede permanecer pasivo.


domingo, 12 de julio de 2015

PALABRAS DE CONSOLACIÓN (P. Alfonso Gálvez)


En la homilía del padre Alfonso correspondiente a este domingo, 12 de julio de 2015, según la forma del rito extraordinario de la santa misa, en su comentario al pasaje evangélico de Mateo 7, versículos 15 a 21, que puede escucharse completa pinchando aquí, habla de los profetas que surgirán en los últimos tiempos y que seducirán a muchos, así como de los frutos observados, que son los que nos indicarán si estamos o no en presencia de auténticos profetas. 


Hace un estudio, bastante profundo, de la situación actual, basándose siempre en la Revelación oficial, tanto escrita como oral, y en el verdadero Magisterio de la Iglesia. Los pasajes bíblicos a los que hace referencia son reales. En cuanto a su interpretación, como diría Jesús, "el que pueda entender, que entienda" (Mt 19, 12). El lenguaje oscuro siempre es propio de las profecías. Se utilizan palabras misteriosas pero si se analizan con espíritu de fe puede penetrarse bastante en lo que Dios nos ha querido decir en ellas.

Algunos de los textos analizados son Mt 7, 15-21(que es el que corresponde al evangelio de hoy) y, además, los siguientes: Mt 24, 24;  Dan 8, 12; Dan 11, 31; Mt 24, 32-33 y Ap 13, 11-18.

Los últimos minutos están dedicados a exhortar a aquellos cristianos que luchan, en medio de grandes dificultades [dificultades provenientes no sólo de fuera sino también de dentro de la misma Iglesia] por permanecer fieles a Jesucristo y al verdadero Magisterio de la Iglesia de siempre.

Su duración es exactamente de 5:47 min. No puedo colocar aquí el vídeo por razones informáticas; el sonido y la imagen no van al unísono. De modo que he optado por un link al audio correspondiente. Si desea escucharlo puede hacerlo pinchando aquí

Elogio del indigenismo (con unas gotas populistas y antiespañolas)


Un nuevo artículo de Fray Gerundio que, como siempre, nos deleita con su estilo peculiar de escribir y nos aclara las ideas, si es que no están ya suficientemente claras. Tal vez en está entrada utiliza un lenguaje particularmente duro, pero es que es muy dura y muy preocupante la situación por la que está pasando la Iglesia actual. Quedémonos con la esencia de lo que dice


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Cuando escribía hace ya dos años sobre la capacidad destructiva del nuevo pontificado, tenía yo más fuerzas. Ya se podía sospechar lo que se nos venía encima, aunque mi capacidad para la ironía estaba entonces mucho más fortalecida.

A día de hoy, solamente podemos levantar acta de que este Papa ha hecho suyos todos los tópicos comunistas, filo-marxistas, masónicos y populistas. Al tiempo que ha hecho suyas también todas las vulgaridades anti-litúrgicas, institucionales, protocolarias, de vestimenta y acicalado y en general de vulgarización extrema del Pontificado. 


Desde las mangas cutres de camisa, hasta el cochecito de repartidor de naranjas. Desde las sotanas trasparentes, hasta los besitos a Cristina. Desde los saludos sin bendición, hasta las oraciones al dios de todos. Desde las promesas eucarísticas a los adúlteros, hasta las recriminaciones a los de capisayos.

Teniendo en boca siempre la palabra descarte, se ha encargado él mismo de descartar de su feliz reinado a todo lo que esté medianamente relacionado con la Iglesia de sus predecesores, especialmente de aquellos que estuvieron (y están) infectados con el virus preconciliar, que ya se sabe que es la verdadera herejía de nuestro tiempo. Es notorio que todo lo que lleve fecha anterior a 1958 está caducado para este Sucesor de Pedro, que ha cargado sobre sus hombros la histórica y mesiánica tarea de descartar a aquella Iglesia equivocada y confusa, hipócrita y dogmática, autocomplaciente y vigilante del propio ombligo que padecemos desde que murió Nuestro Señor.


[No es menester aclarar que todo el párrafo anterior es irónico, aunque, para nuestra desgracia, verdadero]


Este peligro viviente lo ve todo el mundo. Los que sufren por ello, porque son buenos católicos. Los que gozan por ello, porque son enemigos del catolicismo. Los que esconden su cabeza infocatólica, obracatólica, kikocatólica o etcéteracatólica también lo ven, aunque lo callen, lo silencien y lo nieguen pensando que con ello hacen un favor a la Institución.

¡Qué largo se nos está haciendo este Pontificado! Con razón San Pablo nos recomendaba decir de vez en cuando aquello de ¡Ven Señor Jesús!

Las palabras pronunciadas como si nada en Quito, vienen a dar en el clavo sobre cuál es el pensamiento profundo de Francisco. Cosa que le agradecemos porque curiosamente coincide con las tesis marxistas de sus teólogos favoritos de la Liberación y más cercanas a la Leyenda Negra. Que un Papa hable de la evangelización española en América con ese desprecio larvado no puede ser por incultura o despiste. Tiene una palabra: rencor y maldad.

Me imagino ese susurro de Jesús en la última Cena como un grito en esta misa que celebramos en «El Parque Bicentenario». Imaginémoslos juntos. El Bicentenario de aquel Grito de Independencia de Hispanoamérica. Ése fue un grito, nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, «sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno» 


[Todo este párrafo se refiere a palabras textuales del papa Francisco, como puede verse pinchando aquí]

Y es que se impone el indigenismo y el pachamamismo. Sobre todo el día anterior a la visita a Evo Morales, que ya se sabe que es un adorador de los dioses más modernos del Olimpo Boliviano. Los dioses del Antiguo Testamento por los que tanto luchó el Pueblo Elegido con la ayuda de Dios (su santo brazo), se van imponiendo ante las evangelizaciones a base de proselitismo basado en el descarte. No tengo palabras.




Esto es lo que tenemos. Miren si no, el corto video con unas palabras improvisadas en la puerta de la catedral de Quito. Cicerón era un novato y Demóstenes un chiquilicuatre al lado de esto. Pero se ve la maldad de fondo. Se percibe la baba concomitante. Y todavía dicen algunos que podría haber citado a García Moreno ... otro que para Francisco está bien caducado.

Les he dicho a mis hermanos frailes (todos felices y contentos), que a mí me están sirviendo de mucho las palabras de Francisco. El Señor le dijo a San Pedro: Confirma a tus hermanos. Y desde luego este sucesor lo está haciendo. Cada día que pasa, me confirma más en mi fe, porque me hace ver con claridad lo que es y lo que no es. Como con los malos adivinos o con los chalaneros. Piensa mal y acertarás. Creo que me explico.

Fray Gerundio

El Papa Francisco debe pedir perdón (2 /2) (A.Caponnetto)



2. La sed de Oro 

Se dice, en segundo lugar, que la llegada y la presencia hispánica no tuvo otro fin superior al fin económico; concretamente, el propósito de quedarse con los metales preciosos americanos

Y aquí el marxismo vuelve a brindarnos otra aporía. Porque (...) si la economía determina a la historia y la lucha de clases y de intereses es su motor interno; si los hombres no son más que elaboraciones químicas transmutadas, puestos para el disfrute terreno, sin premios ni castigos ulteriores, ¿a qué viene esta nueva apelación a la filantropía y a la caridad entre naciones?

Únicamente la conciencia cristiana puede reprobar coherentemente -y reprueba- semejantes tropelíasPero la queja no cabe en nombre del materialismo dialéctico. (...) 


Pero aclaremos un poco mejor las cosas.  Digamos ante todo que no hay razón para ocultar los propósitos económicos de la conquista españolaNo sólo porque existieron sino porque fueron lícitosEl fin de la ganancia en una empresa en la que se ha invertido y arriesgado y trabajado incansablemente, no está reñido con la moral cristiana ni con el orden natural de las operacionesLo malo es, justamente, cuando apartadas del sentido cristiano, las personas y las naciones anteponen las razones financieras a cualquier otra, las exacerban en desmedro de los bienes honestos y proceden con métodos viles para obtener riquezas materiales

Pero éstas son, nada menos, las enseñanzas y las prevenciones continuas de la Iglesia Católica en España. Por eso se repudiaban y se amonestaban las prácticas usureras, el préstamo a interés, la "cría del dinero", las ganancias malhabidas. (...) y por eso, sobre todo, se discriminaban las actividades bursátiles y financieras como sospechosas de anticatolicismo. 

No somos nosotros quienes lo notamos. Son los historiógrafos materialistas quienes han lanzado esta formidable y certera "acusación":  ni España ni los países católicos fueron capaces de fomentar el capitalismo por sus prejuicios antiprotestantes y antirabínicos. La ética calvinista y judaica, en cambio, habría conducido, como en tantas partes, a la prosperidad y al desarrollo, si Austrias y Ausburgos hubiesen dejado de lado sus hábitos medievales y ultramontanos. De lo que viene a resultar una nueva contradicciónEspaña sería muy mala porque llamándose católica buscaba el oro y la plataPero sería después más mala por causa de su catolicismo que la inhabilitó para volverse próspera y la condujo a una decadencia irremisible

(...) El oro y la plata salidos de América (nunca se dice que en pago a mercancías, productos y materiales que llegaban de la Península) no sirvieron para enriquecer a Españasino para integrar el circuito capitalista europeo, usufructuado principalmente por Gran Bretaña

Los fabricantes de leyendas negras, que vuelven y revuelven constantemente sobre la sed de oro como fin determinante de la Conquista, deberían explicar, también, por qué España llega, permanece y se instala no solo en zonas de explotación minera, sino en territorios inhóspitos y agrestes. Por qué no se abandonó rápidamente la empresa si recién en la segunda mitad del siglo XVI se descubren las minas más ricas, como las de Potosí, Zacatecas o Guanajuato. (...) Por qué pudo decir Bravo Duarte que toda América fue beneficiada por la Minería, y no así la Corona EspañolaPor qué, en síntesis —y no vemos argumento de mayor sentido común y por ende de mayor robustez metafísica—, si sólo contaba el orono es únicamente un mercado negrero o una enorme plaza financiera lo que ha quedado como testimonio de la acción de España en América, sino un conglomerado de naciones ricas en Fe y en Espíritu. El efecto contiene y muestra la causa: éste es el argumento decisivo (...)

3. El genocidio indígena 

Se dice, finalmente, en consonancia con lo anterior, que la Conquista —caracterizada por el saqueo y el robo— produjo un genocidio aborigencondenable en nombre de las sempiternas leyes de la humanidad que rigen los destinos de las naciones civilizadas

Pero tales leyes, al parecer, no cuentan en dos casos: a la hora de evaluar los crímenes masivos cometidos por los indios dominantes sobre los dominados, antes de la llegada de los españolesni a la hora de evaluar las purgas stalinistas o las iniciativas malthussianas de las potencias liberales

De ambos casos, el primero es realmente curioso. Porque es tan inocultable la evidencia, que los mismos autores indigenistas no pueden callarla. Sólo en un día del año 1487 se sacrificaron 2.000 jóvenes inaugurando el gran templo azteca del que da cuenta el códice indio Telleriano-Remensis. 250.000 víctimas anuales es el número que trae para el siglo XV Jan Gehorsam en su artículo "Hambre divina de los aztecas" (...) y hasta el mismísimo Jacques Soustelle reconoce que la hecatombe demográfica era tal que si no hubiesen llegado los españoles el holocausto hubiese sido inevitable

Pero, ¿qué dicen estos constatadores inevitables de estadísticas mortuorias prehispánicas? Algo muy sencillo: se trataba de espíritus trascendentes que cumplían así con sus liturgias y ritos arcaicos. Son sacrificios de "una belleza bárbara" nos consolará Vaillant. "No debemos tratar de explicar esta actitud en términos morales", nos tranquiliza Von Hagen y el teólogo Enrique Dussel hará su lectura liberacionista y cósmica para que todos nos aggiornemos. Está claro: si matan los españoles son verdugos insaciables cebados en las Cruzadas y en la lucha contra el moro; si matan los indios, son dulces y sencillas ovejas lascasianas que expresaban la belleza bárbara de sus ritos telúricos. Si mata España es genocidio; si matan los indios se llama "amenaza de desequilibrio demográfico"

La verdad es que España no planeó ni ejecutó ningún plan genocida; el derrumbe de la población indígena —y que nadie niega— no está ligado a los enfrentamientos bélicos con los conquistadores, sino a una variedad de causas, entre las que sobresale la del contagio microbiano. La verdad es que la acusación homicida como causa de despoblación, no resiste las investigaciones serias de autores como Nicolás Sánchez Albornoz, José Luís Moreno, Angel Rosemblat o Rolando Mellafé, que no pertenecen precisamente a escuelas hispanófilas

La verdad es que "los indios de América", dice Pierre Chaunu, "no sucumbieron bajo los golpes de las espadas de acero de Toledo, sino bajo el choque microbiano y viral", la verdad —¡cuántas veces habrá que reiterarlo en estos tiempos!— es que se manejan cifras con una ligereza frívola, sin los análisis cualitativos básicos, ni los recaudos elementales de las disciplinas estadísticas ligadas a la historia. 

La verdad incluso —para decirlo todo— es que hasta las mitas, los repartimientos y las encomiendas, lejos de ser causa de despoblación, son antídotos que se aplican para evitarla. Porque aquí no estamos negando que la demografía indígena padeció circunstancialmente una baja. Estamos negando, sí, y enfáticamente, que tal merma haya sido producida por un plan genocida

Es más si se compara con la América anglosajona, donde los pocos indios que quedan no proceden de las zonas por ellos colonizadas -¿donde están los indios de Nueva Inglaterra?- sino los habitantes de los territorios comprados a España o usurpados a Méjico. Ni despojo de territorios, ni sed de oro, ni matanzas en masa

Un encuentro providencial de dos mundos, aunque no con simetría axiológica. Encuentro en el que, al margen de todos los aspectos traumáticos que gusten recalcarse, uno de esos mundos, el Viejo, gloriosamente encarnado por la Hispanidad, tuvo el enorme mérito de traerle al otro nociones que no conocía sobre la dignidad de la criatura hecha a imagen y semejanza del Creador. (...)

La Hispanidad de Isabel y de Fernando, la del yugo y las flechas prefiguradas desde entonces para ser emblema de Cruzada, no llegó a estas tierras con el morbo del crimen y el sadismo del atropelloNo se llegó para hacer víctimas, sino para ofrecernos, en medio de las peores idolatrías, a la Víctima Inmolada, que desde el trono de la Cruz reina sobre los pueblos de este lado y del otro del océano temible.

Antonio Caponnetto

El Papa Francisco debe pedir perdón (1 /2) (A.Caponnetto)


Me llama mucho la atención el tener que leer noticias como ésta. Parece que la labor de la Iglesia se está reduciendo a estar pidiendo siempre perdón, a veces con razón y otras, como en este caso, si ninguna razón. De esta manera se está desvirtuando la misión fundamental que fue encargada a Pedro por Jesucristo, o sea, la de predicar el Evangelio a toda criatura.


En esta entrada hago un extracto de un artículo de Antonio Caponnetto, cuyo original completo puede leerse pinchando aquí




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Si los múltiples medios oficiales y oficiosos no se han puesto de acuerdo para fabricar un horrible montaje, todos hemos visto y escuchado a Francisco en Bolivia, este 9 de julio de 2015, diciendo que "la Iglesia tiene que pedir humildemente perdón por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada Conquista de América".

No fue el único extravío grave de palabras y de gestos que tuvo el Obispo de Roma en este viaje por América del Sur, pero sin dudas es uno de los más escandalosos y ultrajantes.

Ofende a la Verdad Histórica, a la Madre España y, sobre todo, a la Iglesia Católica, de la que se supone es su Pastor Universal. Son, en síntesis, las de Francisco, palabras inadmisibles, cargadas de injusticias, de calumnias, de vejámes y de oprobio. Palabras mendaces que alimentarán todo el inmenso aparato mundial del indigenismo marxista, y que se sumarán al proceso de deshispanización y de desarraigo espiritual lanzado contra América Hispana. El daño que ya están provocando es incalculable.

Son muchos los historiadores y pensadores de nota que pueden desmentir fácilmente la temeraria afirmación de Francisco, pues la misma no resiste la confrontación con las investigaciones solventes y eruditas.

(...) Por eso nos parece oportuno reflotar un viejo escrito, el cual -aunque publicado hace ya largo tiempo y sin las muchas actualizaciones que cabrían hacerle para mejorarlo- contiene una síntesis de criterios y de datos que contradicen el sofisma de Francisco.

El Papa debe pedir perdón. Sin duda. Pero no por los supuestos crímenes contra los supuestos pueblos originarios, sino por haber violado la Verdad para agradar al mundo


Debe pedir perdón a la Iglesia, a la Hispanidad, al Occidente y a la Cátedra de la Cruz, profanada por la hoz y el martillo, cuyo símbolo funestísimo le fue entregado por un patán roñoso, y no tuvo el coraje de quebrar a golpes de báculo.

Recemos por él, como lo pide. Pero recemos asimismo por las víctimas de su docencia errática, confusa, engañosa, sincretista y heretizante. Esas víctimas somos todos nosotros. Nosotros, los fieles de a pie, los bautizados, los simples feligreses y parroquianos. Los católicos, apostólicos, romanos.



Tres lugares comunes de las leyendas negras

Introducción

La conmemoración del Quinto Centenario ha vuelto a reavivar, como era previsible, el empecinado odio anticatólico y antihispanista de vieja y conocida data. Y tanto odio alimenta la injuria, ciega a la justicia y obnubila el orden de la razón, según bien lo explicara Santo Tomás en olvidada enseñanza.

De resultas, la verdad queda adulterada y oculta, y se expanden con fuerza el resentimiento y la mentira (...). Bastaría aceptar y comprender este oculto móvil para desechar, sin más, las falacias que se propagan nuevamente, aquí y allá. Pero un poder inmenso e interesado les ha dado difusión y cabida, y hoy se presentan como argumentos serios de corte académico. No hay nada de eso. Y a poco que se analizan los lugares comunes más repetidos contra la acción de España en América, quedan a la vista su inconsistencia y su debilidad. Veámoslo brevemente en las tres imputaciones infaltables enrostradas por las izquierdas.

1. El despojo de la tierra

Se dice en primer lugar, que España se apropió de las tierras indígenas en un acto típico de rapacidad imperialista.

Llama la atención que, contraviniendo las tesis leninistas, se haga surgir al Imperialismo a fines del siglo XV. Y sorprende asimismo el celo manifestado en la defensa de la propiedad privada individual. Pero el marxismo nos tiene acostumbrados a estas contradicciones y sobre todo, a su apelación a la conciencia cristiana para obtener solidaridades. Porque, en efecto, sin la apelación a la conciencia cristiana —que entiende la propiedad privada como un derecho inherente de las criaturas, y sólo ante el cual el presunto despojo sería reprobable— ¿a qué viene tanto afán privatista y posesionista? No hay respuesta.

La verdad es que antes de la llegada de los españoles, los indios concretos y singulares no eran dueños de ninguna tierra, sino empleados gratuitos y castigados de un Estado idolatrado y de unos caciques despóticos tenidos por divinidades supremas. Carentes de cualquier legislación que regulase sus derechos laborales, el abuso y la explotación eran la norma, y el saqueo y el despojo las prácticas habituales. Impuestos, cargas, retribuciones forzadas, exacciones virulentas y pesados tributos, fueron moneda corriente en las relaciones indígenas previas a la llegada de los españoles

El más fuerte sometía al más débil y lo atenazaba con escarmientos y represalias. Ni los más indigentes quedaban exceptuados, y solían llevar como estigmas de su triste condición, mutilaciones evidentes y distintivos oprobiosos. Una "justicia" claramente discriminatoria, distinguía entre pudientes y esclavos en desmedro de los últimos y no son éstos datos entresacados de las crónicas hispanas sino de las protestas del mismo Carlos Marx en sus estudios sobre "Formaciones Económicas Precapitalistas y Acumulación Originaria del Capital". Y de comentaristas insospechados de hispanofilia como Eric Hobsbawn, Roberto Oliveros Maqueo o Pierre Chaunu.

La verdad es también, que los principales dueños de la tierra que encontraron los españolesmayas, incas y aztecaslo eran a expensas de otros dueños a quienes habían invadido y desplazado. Y que fue ésta la razón por la que una parte considerable de tribus aborígenes —carios, tlaxaltecas, cempoaltecas, zapotecas, otomíes, cañarís, huancas, etcétera— se aliaron naturalmente con los conquistadores, procurando su protección y el consecuente resarcimiento. Y la verdad, al fin, es que sólo a partir de la Conquista, los indios conocieron el sentido personal de la propiedad privada y la defensa jurídica de sus obligaciones y derechos.

Es España la que se plantea la cuestión de los justos títulos, con autoexigencias tan sólidas que ponen en tela de juicio la misma autoridad del Monarca y del Pontífice. Es España -con ese maestro admirable del Derecho de Gentes que se llamó Francisco de Vitoria— la que funda la posesión territorial en las más altas razones de bien común y de concordia social, la que insiste una y otra vez en la protección que se le debe a los nativos en tanto súbditos, la que garantiza y promueve un reparto equitativo de precios, la que atiende sobre abusos y querellas, la que no dudó en sancionar duramente a sus mismos funcionarios descarriados, y la que distinguió entre posesión como hecho y propiedad como derecho, porque sabía que era cosa muy distinta fundar una ciudad en el desierto y hacerla propia, que entrar a saco a un granero particular.

Por eso, sólo hubo repartimientos en tierras despobladas y encomiendas "en las heredades de los indios". Porque pese a tantas fábulas indoctas, la encomienda fue la gran institución para la custodia de la propiedad y de los derechos de los nativos. Bien lo ha demostrado hace ya tiempo Silvio Zavala, en un estudio exhaustivo, que no encargó ninguna "internacional reaccionaria", sino la Fundación Judía Guggenheim, con sede en Nueva York. Y bien queda probado en infinidad de documentos que sólo son desconocidos para los artífices de las leyendas negras.

Por la encomienda, el indio poseía tierras particulares y colectivas sin que pudieran arrebatárselas impunemente. Por la encomienda organizaba su propio gobierno local y regional, bajo un régimen de tributos que distinguía ingresos y condiciones, y que no llegaban al Rey —que renunciaba a ellos— sino a los Conquistadores. A quienes no les significó ningún enriquecimiento descontrolado y sí, en cambio, bastantes dolores de cabeza, como surgen de los testimonios de Antonio de Mendoza o de Cristóbal Alvarez de Carvajal y de innumerables jueces de audiencias.

Como bien ha notado el mismo Ramón Carande en "Carlos V y sus banqueros", eran tan férrea la protección a los indios y tan grande la incertidumbre económica para los encomenderos, que América no fue una colonia de repoblación para que todos vinieran a enriquecerse fácilmente. Fue una empresa difícil y esforzada, con luces y sombras, con probos y pícaros, pero con un testimonio que hasta hoy no han podido tumbar las monsergas indigenistas: el de la gratitud de los naturales. Gratitud que quien tenga la honestidad de constatar y de seguir en sus expresiones artísticas, religiosas y culturales, no podrá dejar de reconocer objetivamente.

No es España la que despoja a los indios de sus tierras. Es España la que les inculca el derecho de propiedad, la que les restituye sus heredades asaltadas por los poderosos y sanguinarios estados tribales, la que los guarda bajo una justicia humana y divina, la que Ios pone en paridad de condiciones con sus propios hijos, e incluso en mejores condiciones que muchos campesinos y proletarios europeos. Y esto también ha sido reconocido por historiógrafos no hispanistas.

Es España, en definitiva, la que rehabilita la potestad India a sus dominios, y si se estudia el cómo y el cuándo esta potestad se debilita y vulnera, no se encontrará detrás a la Conquista ni a la Evangelización ni al Descubrimiento, sino a las administraciones liberales y masónicas que traicionaron el sentido misional de aquella gesta gloriosa. No se encontrará a los Reyes Católicos, ni a Carlos V, ni a Felipe II. Ni a los conquistadores, ni a los encomenderos, ni a los adelantados, ni a los frailes. Sino a los enmandilados borbones iluministas y a sus epígonos, que vienen desarraigando a América y reduciéndola a la colonia que no fue nunca en tiempos del Imperio Hispánico.



(Continuará)

sábado, 11 de julio de 2015

El Papa Francisco, otra víctima de la Leyenda Negra española (por Eduardo García Serrano)


Son muchos -por desgracia- los disparates, a los que ya nos tiene acostumbrados el Papa Francisco; aunque -la verdad sea dicha- siempre nos asombra con algo nuevo -no necesariamente bueno. En este caso, es su ignorancia de la Historia de América que le lleva a condenar injustamente a España, diciendo auténticas barbaridades y mentiras que no resisten el mínimo de rigor histórico ... De nuevo vuelve a hablar de cosas mundanas, en las que no está especializado, dada su condición de Sumo Pontífice y vicario de Cristo en la Tierra. Habla de lo que desconoce.


Hay infinidad de artículos que se han escrito ya a este propósito. Yo trasladaré algunos a este blog algunos de los que considero más significativos; en otros, introduciré sólo un link al original. En esta entrada concreta, copio un artículo de Eduardo García Serrano, que me ha parecido especialmente interesante. Parece que el Papa Francisco aún desconoce que la "leyenda" negra sobre España es un mito, sin consistencia histórica.

Guerras de Independencia Hispanoamericana
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El Papa Francisco, jesuita argentino, olvida -o ignora- en su homilía sobre la independencia americana que fue España la que liberó con el Evangelio a los nativos hispanoamericanos. Gracias a España hoy la Iglesia tiene un papa argentino.

El Papa Francisco, en la misa celebrada en el Parque del Bicentenario de Quito, en su visita oficial a Ecuador, ha evidenciado en sus palabras que, en su concepción de España y de la Conquista y Evangelización de América, él también es una víctima de la Leyenda Negra y que su visión de los sucesivos procesos históricos de independencia de las diferentes naciones hispanoamericanas está contaminada por la propaganda masónica, pues fueron precisamente los criollos masones los que lideraron aquellos procesos independentistas, contrarios a la voluntad de las poblaciones indígenas, a las que el Papa tan amorosamente defiende, que identificaban, con razón, en su permanencia en la Mater Hispania la garantía de sus libertades frente a las élites y la oligarquía criolla que el Papa Francisco denuncia.

Multisecular paradoja de la que finalmente surge la doctrina herética de la Teología de la Liberación, que ensalza el indigenismo como lo que nunca fue: el motor de la independencia hispanoamericana, poniéndole a Cristo el rostro del Che Guevara y vistiendo a los sacerdotes de coronel tapioca.

El Papa Francisco, apelando en su homilía a “ese susurro de Jesús en la Última Cena” [¿?] ensalza “el Bicentenario de aquel grito de independencia de Hispanoamérica. Ese fue un grito nacido de la conciencia de falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, sometidos a conveniencias circunstanciales  de los poderosos de turno”.

En esa frase de Su Santidad reside todo el galimatías histórico cultural de un papa argentino que parece ignorar que lo es, además de por la inapelable decisión del Espíritu Santo, gracias a que España evangelizó el continente en el que el vino al mundo, en la misma medida que su antecesor en la Silla de Pedro, Benedicto XVI, llegó al papado gracias a que España se desangró en los Países Bajos y en Alemania para que el catolicismo no fuera expulsado del norte de Europa por la Reforma protestante.

Si alguna deuda tiene la Iglesia Católica con España es precisamente la de la Universalidad territorial y espiritual de la única Religión verdadera.

Los Reyes Católicos crearon ese corpus legal que son las Leyes de Indias en las que se reconoce la filiación divina de los habitantes de los territorios descubiertos más allá del Atlántico, se conmina a los españoles a tratarlos como hermanos en la Fe, a pagarles un salario justo por su trabajo y se  advierte de las duras penas que aguardan a aquellos españoles que maltraten o den muerte a los nativos.

La diferencia entre la conquista española y la anglosajona es que, cuando los españoles llegaban a un nuevo territorio, lo primero que construían era una iglesia, una escuela y una universidad para los nativos. Cuando eran los anglosajones los primeros en llegar a un nuevo territorio, sus primeras edificaciones eran un Banco y una lonja de esclavos.

En el siglo XIX, Santidad, los masones de las lonjas de esclavos y los bancos expulsaron de Hispanoamérica, en contra de la voluntad de los nativos, a quienes defendieron, con el Evangelio en la mano y en sus actos a los indígenas que veían a España como a la madre protectora de sus libertades y de su dignidad.

Santidad, de ese grito nacido de la conciencia de falta de libertad de los oprimidos, saqueados y exprimidos”, al que apela en su homilía, surgió precisamente la liberación que España y el Evangelio les llevaron para romper las cadenas que esclavizaban a los nativos americanos a los atroces ritos y dioses paganos a los que eran sacrificados.

Del mismo modo, Santidad, en el que Cristo expulsó a latigazos a los mercaderes del TemploHernán Cortés trepó a la cúspide de las pirámides aztecas para evitar que les arrancasen en vivo el corazón a las víctimas propiciatorias que ofrecían a sus dioses oscuros y sanguinarios. Lo hizo con la espada, sí, tal y como Cristo lo hizo con el látigo. Y donde antes solo había horror y barbarie, Hernán Cortés puso a la Virgen de Guadalupe.

Con todo respeto, Santidad, España no saqueó a los nativos americanos, los hizo libres con la Luz del Evangelio y dignificó sus vidas alfabetizándoles y haciéndoles hermanos y compatriotas de una misma nación, pues España jamás tuvo colonias, sino provincias del ultramar de tal manera que un indio andino, amazónico o de la Pampa, era tan español como un nativo de Soria. La esclavitud para todos ellos vino después, precisamente con los procesos de independencia liderados por los masones. Al ensalzarlos, Santidad, menosprecia la Verdad y la Libertad que España y la Iglesia Católica, de la que usted es la cabeza visible, llevaron al Nuevo Mundo.

 Eduardo García Serrano