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sábado, 11 de marzo de 2017

El cisma está a las puertas (6)


CONFERENCIA EPISCOPAL DE OBISPOS ALEMANES

El cisma está a las puertas (1)
El cisma está a las puertas (2)
El cisma está a las puertas (3)
El cisma está a las puertas (4)
El cisma está a las puertas (5)
El cisma está a las puertas (6)

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Hace ya casi tres meses, el 23 de diciembre de 2016, Der Spiegel publicó un artículo en donde el papa Francisco hace una afirmación que da qué pensar: "No hay que excluir que yo pase a la historia como el Papa que dividió la Iglesia católica" (tomado de One Peter Five).



La afirmación es "significativa". Pero, ¿realmente Francisco teme un cisma en la Iglesia? Según se puede leer en el blog Secretum Meum Mihi Orazio La Rocca, escribiendo para la revista semanal "Panorama", con fecha 16 de febrero de 2017, dice que esto le quita el sueño a Francisco. No parece que sea así. Éste es el comentario que hace el autor del blog aludido:


Se van a cumplir ya cuatro años (concretamente el 13 de marzo de 2017) desde que el cardenal Bergoglio fue elegido papa, adoptando el nombre de Francisco. Y la trayectoria que ha seguido desde el primer día de su toma de posesión ha sido realmente catastrófica para el devenir de la Iglesia Católica, como hemos podido ver en los diferentes artículos, tanto personales como de cardenales, obispos y autores de reconocido prestigio, escritos en este blog.

Hay una idea que todavía muchos cristianos católicos no la tienen muy clara. Y es el concepto de infalibilidad papal. Los hay que piensan que todo cuanto el Papa dice -o se le ocurre- independientemente del tema de que se trate, aun cuando no tenga nada que ver con su misión específica como tal Papa, es considerado, sin embargo, como palabra de Dios. Esto es un grave error. Y tiene un nombre: papolatría. Los que así piensan no conocen su fe, según la cual es Jesucristo el único que merece adoración y Aquél que -Él mismo- es la Verdad ... ¡y ningún otro! ... aunque se trate del mismísimo Papa. Véase el vídeo en el que monseñor Schnëider habla sobre este tema.

La infalibilidad papal únicamente tiene sentido cuando va unida al verdadero sensus fidei. Los Dogmas establecidos por la Iglesia a lo largo del tiempo no son novedades, propiamente dichas, sino una profundización, cada vez mayor, en la comprensión del Mensaje de Jesús. Una vez definido un Dogma, éste no puede ser ya modificado por ningún Magisterio posterior, puesto que se trata de una verdad de fe inamovible y segura.

Como tal, se podrá comprender mejor o peor, pero un Dogma nunca puede negarse, so pena de incurrir en herejía. Además, es preciso no olvidar que, precisamente por tratarse de verdades de fe, los Dogmas nunca se podrán comprender plenamente aquí en este mundo ... lo que no resta nada a su verdad, pues son verdades inspiradas por el Espíritu Santo.

Lo que ocurre, aun cuando no se diga de un modo explícito siempre -y éste es el auténtico problema- es que se ha perdido la fe en lo sobrenatural ... ¡y esto desde las más altas esferas! ... todo ello debido a la influencia del modernismo (o el progresismo, si se quiere, pues viene a ser lo mismo) que se ha infiltrado en el seno de la Iglesia desde hace ya , al menos, sesenta años, si no más ... y que ha ido evolucionando, hasta el punto de que la Iglesia, en muchos lugares de la tierra, ya no se diferencia ya del mundo ... pues ha hecho del hombre su centro, siendo así que el centro y el Señor de la Historia no es el hombre, sino Dios, revelado en la Persona de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

Hoy no se aceptan los Dogmas, ni se acepta la veracidad de ciertos hechos descritos en los Evangelios, como los milagros, la resurrección de Jesús y su divinidad, etc... a los que se les considera como mitos o leyendas, pero no como realidades. 

Y todo ello ¿por qué? Pues sencillamente porque no se entiende que tales escritos -en concreto todos cuantos se refieren a hechos sobrenaturales- se correspondan con la realidad de lo que ocurrió. 

En otras palabras:  se considera falso todo cuanto el hombre no puede entender, desde un punto de vista racionalista. De manera que se llega a decir, incluso, que todo cuanto está escrito en los Evangelios fue una invención de los apóstoles. Y esto llega hasta el punto de llegar a negar la misma existencia histórica de Jesucristo, tal y como es descrita en los Evangelios y en el Nuevo Testamento. 

De este modo, a lo que ocurrió se le da un valor simbólico, pero no real. Y de este modo nos encontramos con muchos católicos que no son tales, pues han perdido la fe. Y con muchos "pastores" (falsos pastores) que han introducido la cizaña en la Iglesia y han tergiversado y adulterado la Palabra de Dios. 

Hoy lo único que cuenta es lo que se siente, la llamada falsamente "conciencia", pues una conciencia que no se base en la verdad es una conciencia errónea; no es una conciencia recta, que es la que toma como referencia la Palabra de Dios y no el sentimiento. 

Al igual que ocurre en el mundo, también en la Iglesia se está dando un relativismo que amenaza con destruir a la misma Iglesia; como, de hecho, está ocurriendo en infinidad de lugares en todo el mundo. Así se habla de "pastoral" y de "abrirse al mundo" para ser aceptados por el mundo; se dice, incluso, que la doctrina no se va a cambiar, que no se puede cambiar ... ¡Esto en teoría! 

Lo cierto y verdad es que aun cuando el Concilio Vaticano II surgió como un concilio meramente pastoral, se ha revelado, en cambio, como el único concilio que está intentando alterar las verdades fundamentales de la fe ... hablando, por ejemplo, de la evolución de los dogmas y otras sandeces por el estilo: ¡esto no había ocurrido nunca en toda la Historia de la Iglesia! De ahí que la crisis actual puede considerarse como la más grave de todas las que ha padecido la Iglesia a lo largo de su Historia.

Nos encontramos ante la gran mentira en la que han caído de lleno los falsos teólogos ...¡falsos, aunque sean de renombre, pues no han hecho verdadera teología, desde el momento en que han puesto en duda alguna o todas las verdades de fe en las que tienen que basar sus escritos para profundizar en ellas y comprenderlas lo mejor posible! Y lo más grave es que han arrastrado tras de sí a mucha gente que ha acabado perdiendo la fe. 

Es un hecho -innegable- que la mayoría de los católicos no conocen las verdades más básicas de su fe, lo que se manifiesta en que cada vez son menos los jóvenes que frecuentan las Iglesias, en que el número de seminarios, prácticamente vacíos, va en aumento, etc ... 

Todo esto viene ocurriendo, de modo cada vez más alarmante, desde el Concilio Vaticano II ... ¡se quiera reconocer o no! ... ¡los hechos están ahí para demostrarlo! ... aunque, por lo que se ve, hoy se ha adoptado la actitud de mirar para otra parte, como si lo que sucede no estuviera sucediendo. Se esconde la cabeza, como hace el avestruz ... ¡y no pasa nada! ... ¡Pero sí que pasa! ¡Y, además, lo que pasa es extremadamente grave! 

Sólo un ciego no lo vería: La Religión de Dios ha sido sustituida por la religión del hombre, o sea, por nada. Cada uno se fabrica su propia religión y todas tienen igual valor, aunque cada una haga referencia a un dios diferente. Véase, si no, el video del Papa de enero de 2016 

El abandono de la fe en el Dios verdadero y único, manifestado en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está llevando al hombre a la irracionalidad y a la locura

Y es en este ambiente profano de apostasía generalizada (introducida ya en la Iglesia, de hecho) donde está floreciendo, precisamente, la ideología de genero, según la cual uno es hombre o mujer según se perciba a sí mismo, la justificación de la homosexualidad y del aborto, la intolerancia violenta contra quienes no admiten la normalidad de este pensamiento que, aun siendo falso de raíz, se impone por las leyes humanas (leyes injustas que falsean la realidad) como el único pensamiento permitido, anulando así la libertad de las personas ... y podríamos seguir hablando y no acabaríamos.

Por cierto, con relación a la historicidad de los Evangelios aconsejo vivamente escuchar el video del padre Santiago Martín, cuyo título es: "No necesitamos grabadoras para ser fieles a las enseñanzas del Señor"

José Martí (continúa)