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martes, 25 de agosto de 2020

CARTA a los HÉROES DE PRIMERA LÍNEA: Viganò sobre COVID, aborto y destrucción de la familia



Admirados Señores y queridísimas Madres:

Recibí su amable correo electrónico, en el que me informan sobre la iniciativa prevista para el próximo 5 de septiembre, cuyo propósito es la protección de la salud física, moral y espiritual de sus hijos. En respuesta a ustedes, me dirijo a todas las madres de Italia.

La manifestación que ustedes promueven tiene la intención de reunir a la disidencia ciudadana y en particular a la de los padres de familia, frente a las normas que el Gobierno -abusando de su poder y de cara al nuevo curso escolar- se dispone a dictar. Estas normas tendrán repercusiones muy graves en la salud y en el equilibrio psicofísico de los alumnos, como -de manera acertada- ya lo han destacado expertos autorizados.

En primer lugar, debe ser denunciado el intento sistemático de demoler a la familia, que es la célula de la sociedad, así como la multiplicación de los feroces ataques no sólo en contra de la unión conyugal que Cristo elevó a nivel Sacramento, sino también en contra de su propia esencia, es decir, el hecho de que el matrimonio por su naturaleza, está formado por un hombre y una mujer, a través de un vínculo indisoluble de fidelidad y ayuda recíprocas.

La presencia de un padre y de una madre es fundamental en el crecimiento de los niños, los cuales necesitan de una figura masculina y de una figura femenina como referente para su desarrollo integral y armónico. Tampoco podemos permitir que los niños, en la delicadísima fase de su niñez y adolescencia, sean utilizados para reclamos ideológicos que dañen gravemente su equilibrio psicofísico por parte de aquellos que con su propio comportamiento rebelde, rechazan la propia noción de naturaleza. Se puede comprender fácilmente, cuál puede ser el impacto de la destrucción de la familia en el consorcio civil: todos tenemos frente a nuestros ojos los resultados de décadas de políticas desafortunadas que nos han llevado de manera inevitable a la disolución de la sociedad.

Estas políticas, inspiradas en principios que contradicen tanto a la Ley natural inscrita en el hombre por el Creador,  cuanto a la Ley positiva que Dios le dio en los Mandamientos, vienen a dar el consentimiento para que los niños sean puestos a merced del capricho de los individuos, y que la sacralidad de la vida y de la concepción, sean incluso objeto de comercio, humillando con ello a la maternidad y a la dignidad de la mujer. Los hijos no pueden ser comisionados a yeguas, a cambio de una tarifa, toda vez que ellos son el fruto de un amor que la Providencia ha establecido, por lo tanto deben permanecer siempre y en todo caso, dentro del orden natural.

Los padres de familia tienen tanto la responsabilidad como el derecho primordial e inalienable, de la educación de sus hijos: el Estado no puede arrogarse este derecho y mucho menos corromper a sus hijos y adoctrinarlos con los perversos principios que al día de hoy se encuentran tan difundidos. 

Queridas Madres, no olviden que éste es el sello distintivo de los regímenes totalitarios, y no de una nación civil y cristiana. Por lo tanto es su deber levantar la voz para que estas tentativas de arrancarles a ustedes la educación de sus hijos, sean denunciadas y rechazadas con fuerza, porque muy poco podrán hacer por ellos, cuando vuestra Fe, vuestras ideas y vuestra cultura sean juzgadas como incompatibles con las de un Estado impío y materialista. Y no se trata solamente de imponerles una vacuna a sus niños y jóvenes, sino además de corromper sus almas por medio de doctrinas perversas, con la ideología de género, con la aceptación del vicio y de la práctica de conductas pecaminosas. Ninguna ley puede jamás convertir en legítimo un crimen. La máxima autoridad proviene de Dios, quien es la Verdad más elevada en Sí misma. El testimonio heroico de los Mártires y Santos fue la respuesta a la opresión de los tiranos: ¡Hoy también ustedes [como ellos], son valientes testigos de Cristo, contra un mundo que quiere someternos a las fuerzas desatadas del Infierno!

Otro aspecto crucial en esta batalla por la familia, es la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. El crimen del aborto, que ha cobrado millones de víctimas inocentes y que clama venganza al Cielo, hoy es considerado como una prestación sanitaria normal, y precisamente en estos días el Gobierno ha autorizado el uso generalizado de la píldora abortiva, incentivando con ello, un crimen abominable, al mismo tiempo que se calla ante las terribles consecuencias que esto trae a la salud psicofísica de la madre. Si reparamos en el hecho de que durante el confinamiento se suspendieron todos los tratamientos a los enfermos, pero los abortos continuaron, comprenderemos bien, cuáles son las prioridades de quienes nos gobiernan: ¡La cultura de la muerte!

¿Qué clase de progreso se puede invocar cuando la sociedad mata a sus propios hijos, cuando la maternidad es horriblemente violada, en nombre de una elección que no puede ser gratuita, ya que involucra a una vida inocente y viola a un Mandamiento de Dios?, ¿Qué prosperidad puede esperar nuestra Patria, qué bendiciones de Dios, si se hacen sacrificios humanos en sus clínicas, como en los tiempos de la barbarie más sangrienta?

La idea de que los niños son propiedad del Estado, es repugnante para toda persona humana. En el orden social cristiano, la autoridad civil ejerce su poder para garantizarle a los ciudadanos que el bienestar natural esté ordenado hacia el bien espiritual. El bien común, perseguido por el Estado en las cosas temporales, tiene un objeto bien definido que no puede ni debe estar en conflicto con la Ley de Dios, que es el Supremo Legislador. Siempre que el Estado viole esta Ley eterna e inmutable, su autoridad falla y los ciudadanos deben negarse a obedecerla. Esto ciertamente se aplica a la odiosa ley del aborto, pero también debe aplicarse a  casos en los que el abuso de autoridad se refiere a la imposición de vacunas, cuya peligrosidad se desconoce o que por su propia composición, implica problemas éticos. Me refiero, por ejemplo, al caso en el que una vacuna contenga material fetal de bebés abortados.

Pero también hay otros aspectos inquietantes además de los ya contemplados, que conciernen no sólo a los contenidos de la educación, sino también a los métodos de participación en las clases, tales como el distanciamiento social, el uso de cubrebocas, así como otras formas de supuesta prevención del contagio, dentro de las aulas y en los entornos escolares, los cuales causarán graves daños, al equilibrio psicofísico de niños y jóvenes, comprometiendo las habilidades de aprendizaje, las relaciones interpersonales entre alumnos y profesores, y que los reducirán a autómatas a los que se les ordena no sólo qué pensar, sino también cómo moverse y cómo respirar.

Pareciera que la misma noción de sentido común que debería supervisar decisiones llenas de consecuencias en la vida social, se ha perdido, y también pareciera presagiar un mundo inhumano en el que a los padres les serán robados sus hijos, si se los considera positivos al virus de la gripe, [un mundo] con protocolos de tratamiento de salud obligatorios, aplicados en las dictaduras más feroces.

También es muy desconcertante saber que la OMS ha elegido a Mario Monti como Presidente de la Comisión Europea para la Salud y el Desarrollo, quien se destacara por las medidas draconianas en contra de Italia, entre las que no debe olvidarse la drástica reducción de fondos públicos para el sector hospitalario. Estas perplejidades se ven confirmadas por la pertenencia de este personaje, a organismos supranacionales como la Comisión Trilateral y el Club Bilderberg, cuyos fines contrastan claramente con los valores inalienables amparados por la propia Constitución, vinculantes para el Gobierno. 

Esta mezcla de intereses privados en los asuntos públicos y que está inspirada en los dictados del pensamiento masónico y globalista, debe ser objeto de una enérgica denuncia por parte de los representantes de la ciudadanía, así como de quienes ven usurpados sus legítimos poderes, por una élite que nunca ha ocultado sus intenciones.

No debemos perder de vista un elemento fundamental: la búsqueda de fines perversos de orientación ideológica, invariablemente va acompañada -como una vía paralela- de un interés de carácter económico. Es fácil estar de acuerdo en que no hay lucro en la donación voluntaria del cordón umbilical, como tampoco lo hay en la donación de plasma hiperinmune para el tratamiento del Covid; y viceversa, es extremadamente rentable para las clínicas abortistas, proveer tejidos fetales y para las empresas farmacéuticas producir anticuerpos monoclonales o plasma artificial. Por lo tanto, no es de extrañar, que en una lógica del mero lucro, las soluciones más razonables y éticamente sostenibles sean objeto de una deliberada campaña de descrédito: hemos escuchado a los autodenominados expertos, promover tratamientos ofrecidos precisamente por empresas en las que ellos mismos -en claro conflicto de intereses- tienen acciones o son consultores bien remunerados por ellas.

Dicho esto, es necesario comprender si la solución de la vacuna, siempre representa la respuesta sanitaria adecuada a un virus: por ejemplo, en el caso del Covid, muchos exponentes de la comunidad científica coinciden en que es más útil desarrollar la inmunidad natural, en lugar de inocular el virus despotenciado. Pero incluso en este caso, como sabemos, la inmunidad de rebaño se consigue sin costo alguno, mientras que las campañas de vacunación implican grandes inversiones y garantizan ganancias igualmente elevadas, para quienes las patentan y producen. Y también debe comprobarse -pero en esto los expertos seguramente podrán expresarse con mayor competencia- si es posible producir una vacuna para un virus que según los protocolos de la Medicina basada en la Ciencia, parece no haber sido aislado todavía. También hay que saber cuáles pueden ser las consecuencias del uso de vacunas de nueva generación, genéticamente modificadas.
La Sanidad mundial, pilotada por la OMS, se ha convertido en una auténtica multinacional que tiene como finalidad el beneficio de los accionistas (empresas farmacéuticas y las denominadas fundaciones filantrópicas) y el medio para conseguirlo es la transformación de los ciudadanos en enfermos crónicos. 
Y es evidente: las empresas farmacéuticas quieren ganar dinero vendiendo medicamentos y vacunas. Si la eliminación de enfermedades y la producción de medicamentos efectivos conduce a una reducción en el número de pacientes y por lo tanto en las ganancias, al menos será lógico esperar que los medicamentos sean ineficaces y que las vacunas sean herramientas que sirvan más para propagar enfermedades, que para erradicarlas. Y eso es realmente lo que sucede. ¿Cómo pensar que se promueve la búsqueda de curas y terapias, si quienes las financian se benefician de manera desproporcionada, por medio de la persistencia de las patologías? Puede parecer difícil convencerse de que quienes deben garantizar la salud quieran asegurar la continuación de las enfermedades: tal cinismo -con toda razón- repele a quienes son ajenos a la mentalidad que se ha instaurado en el sector de la Sanidad. 

Sin embargo, esto es lo que está sucediendo, ante nuestros ojos, y no sólo involucra a la emergencia del Covid y a las vacunas -en particular las vacunas contra la influenza, que se generalizaron en el año 2019, justamente en aquellas áreas en las que el Covid ha cobrado el mayor número de víctimas-. También involucra a todos los tratamientos, terapias, partos y asistencia a los enfermos. Este cinismo, que asquea al código ético, ve en cada uno de nosotros a una fuente de ingresos, en lugar de ver en cada paciente el rostro de Cristo sufriente. 

Por lo tanto, apelamos a los muchos médicos católicos y médicos de buena voluntad, para que no traicionen el juramento hipocrático ni el corazón mismo de su profesión, la cual está hecha de misericordia y compasión, de amor por los que sufren y de ayuda desinteresada a los más débiles, recordando las palabras de Nuestro Señor: “Siempre que hacías esto a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hacías” (Mt 25, 40)

La Iglesia Católica, especialmente en las últimas décadas, ha podido intervenir con autoridad en este debate, también gracias a la Pontificia Academia para la Vida, fundada por Juan Pablo II. Sus integrantes, hasta hace algunos años daban indicios de carácter médico-científico, que no entraban en conflicto con los inviolables principios morales de todo católico.

Pero al igual que en la sociedad civil, que hemos atestiguado una pérdida progresiva de la responsabilidad de los individuos y de los gobernantes en las diversas esferas de la vida pública, que incluyen a la atención de la salud, en la “iglesia de la misericordia” nacida en el año 2013, se prefirió adecuar el compromiso de los Dicasterios Pontificios y la Academia para la Vida a una visión líquida, diría perversa, ya que niega la verdad y abraza las exigencias del ambientalismo, con fuertes connotaciones del malthusianismo. La lucha contra el aborto, que se opone a la desnaturalización pretendida por el Nuevo Orden Mundial, ya no es una prioridad para muchos Pastores. Durante las manifestaciones Provida, como las que se llevaron a cabo en Roma en los últimos años, ¡el silencio y la ausencia de la Santa Sede y de la Jerarquía, fueron vergonzosos!

Obviamente, los principios morales en los que están fundamentadas las reglas que norman el campo médico siguen siendo válidos siempre, y no podría ser de otra manera. La Iglesia es la guardiana de la Enseñanza de Cristo y no tiene autoridad para modificarla o adaptarla a nuestro gusto. Sin embargo, está el desconcierto al presenciar el silencio de Roma, que parece tener más en cuenta los métodos de separación de desperdicios -hasta el punto de escribir una Encíclica-, que la vida de los no nacidos, la salud de los más débiles y la asistencia a los enfermos terminales. Éste es sólo un aspecto de un problema mucho mayor, de una crisis mucho más grave, que, como he dicho varias veces, se remonta al momento en que la parte desviada de la Iglesia, con lo que una vez fue la Compañía de Jesús a la cabeza, ha tomado el poder haciéndose esclava de la mentalidad del mundo.

Considerando la nueva orientación de la Pontificia Academia para la Vida (cuya presidencia ha sido confiada a un personaje, reconocido por haber dado lo mejor de sí mismo cuando era Obispo de Terni), no podemos esperar ninguna condena de quienes utilizan tejidos fetales de niños que fueron voluntariamente abortados

De hecho, sus miembros esperan la vacunación masiva y la Fraternidad Universal del Nuevo Orden Mundial, contradiciendo con ello, pronunciamientos previos de la propia Academia Pontificia [1]. 

A esta malformada ola, en días recientes se le ha sumado la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales [2] que por un lado ha reconocido que “la Iglesia está en contra de la producción de vacunas que utilicen tejidos derivados de fetos abortados y reconocemos la incomodidad que sienten muchos católicos cuando se enfrentan a la decisión de no vacunar a su hijo o de figurar como cómplices del aborto”, y sin embargo, luego, en una muy grave contradicción con los principios irreformables dictados por la moral católica [3], [la misma Conferencia] afirmó que “la Iglesia, que enseña la importancia fundamental de la salud de un niño y de otras personas vulnerables, podría permitir a los padres utilizar una vacuna que en el pasado ha sido desarrollada utilizando estas líneas celulares diploides“. Esta afirmación carece de autoridad doctrinal y más bien se alinea con la ideología dominante promovida por la OMS, cuyo principal patrocinador es Bill Gates así como las empresas farmacéuticas.

Desde un punto de vista moral, para todo católico que pretenda permanecer fiel a su Bautismo, es absolutamente inadmisible aceptar una vacuna que en su proceso de producción utilice materiales de fetos humanos: el Obispo estadounidense Joseph E. Strickland también lo reiteró con autoridad en su Carta Pastoral del pasado 27 de abril [4], así como en uno de sus tuits del pasado 1 de agosto [5].

Por lo tanto, debemos rezar al Señor para que le dé voz a los Pastores, con el fin de crear un frente unido que se oponga al poder excesivo de la élite globalista que quiere subyugarnos a todos. 

Hay que recordar que mientras las farmacéuticas únicamente avanzan por la senda del interés económico, en lo ideológico operan personajes que aprovechando la oportunidad de la vacuna, también quieren implantar dispositivos de identificación de personas, y que estas nanotecnologías -me refiero al proyecto ID2020, puntos cuánticos y otros análogos- están patentadas por los mismos individuos que han patentado los virus así como su vacuna

Además en un delirio de omnipotencia que hasta ayer podría haber sido descartado como una perorata más de los teóricos de la conspiración, pero que hoy ya se ha iniciado en algunos países, como Suecia y Alemania, se ha patentado un proyecto de criptomonedas para permitir no solo la identificación sanitaria, sino también la identificación personal y bancaria. Estamos viendo tomar forma ante nuestros ojos a las palabras de San Juan: “Se aseguró de que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha y en la frente; y que nadie pudiera comprar ni vender sin tener dicha marca“(Ap. 13, 16-17).

Dada la gravedad de la situación, también debemos pronunciarnos sobre estos aspectos: no podemos quedarnos callados, en caso de que la Autoridad pública hiciera obligatorias vacunas que planteen serios problemas éticos o morales o que, más prosaicamente, no garanticen la obtención de los efectos previstos y que se limitan a prometer beneficios que, desde un punto de vista científico, son absolutamente cuestionables. ¡Que ante este ataque sistemático contra Dios y el hombre, los Pastores de la Iglesia, finalmente, alcen la voz para defender al rebaño que les ha sido confiado!

No olviden, queridas Madres, que se trata de una batalla espiritual -de hecho es una guerra- en la que poderes que nadie ha elegido jamás, y que no tienen otra autoridad que la fuerza y ​​la imposición violenta de su voluntad, intentan demoler todo eso que evoca, aunque sea remotamente, la Paternidad Divina de Dios sobre Sus hijos, el Reinado de Cristo sobre la sociedad y la Maternidad Virginal de María Santísima. Por eso odian mencionar las palabras padre y madre. Para ello quieren una sociedad irreligiosa y rebelde a la Ley de Dios. Por eso promueven el vicio y detestan la virtud. Para ello quieren corromper a los niños y a los jóvenes, asegurando huestes de siervos obedientes para el futuro cercano, en el que se cancela el Nombre de Dios y se blasfema el Sacrificio Redentor de Su Hijo en la Cruz, una Cruz que quieren desterrar porque le recuerda al hombre que el propósito de su vida es la Gloria de Dios, la obediencia a Sus Mandamientos y el ejercicio de la Caridad fraterna: no el placer, no la exaltación propia, no el arrogante abrumador de los débiles.

La inocencia de los niños y su recurso de confiárselos a María Santísima, la Madre Celestial, pueden realmente salvar al mundo: por eso el Enemigo pretende corromperlos, alejarlos del Señor e insinuar en ellos la semilla del mal y del pecado.

Queridas Madres, nunca falten a su deber de proteger a sus hijos no solo en el orden material, sino también -mucho más importante- en el orden espiritual. 

Cultiven en ellos la vida de la Gracia, con la oración constante, especialmente a través del rezo del Santo Rosario; con la penitencia y el ayuno; con la práctica de Obras de Misericordia Corporales y Espirituales; con la asidua y devota frecuencia de los Sacramentos y de la Santa Misa. Aliméntelos con el Pan de los Ángeles, verdadero alimento para la Vida Eterna y para la defensa de los ataques del Maligno. Mañana serán ciudadanos honestos, padres responsables y protagonistas de la restauración de la sociedad cristiana que el mundo quisiera borrar. Y recen ustedes también, porque la oración es un arma terrible, una verdadera vacuna infalible contra la dictadura perversa que se nos va a imponer.

La ocasión me es grata para asegurarles mis oraciones y para impartirles mi Bendición a ustedes, queridas Madres y a sus hijos, y a todos los que luchan por salvar a nuestros hijos y a cada uno de nosotros, de esta feroz tiranía globalista que está golpeando a nuestra querida Italia. (*)

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo.
15 de agosto del 2020.
Asunción de la Santísima Virgen María.

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[1] Cfr. Pontificia Accademia per la Vita, Nota circa l’uso dei vaccini, 31 Luglio 2017: http://www.academyforlife.va/content/pav/it/the-academy/activity-academy/note-vaccini.html 

[2] Cfr. Conferenza Episcopale dell’Inghilterra e del Galles, The Catholic position on vaccination, https://www.cbcew.org.uk/wp-content/uploads/sites/3/2020/03/catholic-position-on- vaccination-290720.pdf


[3] Cfr. Pontificia Accademia per la Vita, Riflessioni morali circa i vaccini preparati a partire da cellule provenienti da feti umani abortiti, 5 Giugno 2005:

[4] Mons. Joseph E. Strickland, Pastoral Letter from Bishop Joseph E. Strickland On the Ethical Development of COVID-19 Vaccine, 23 Aprile 2020:

[5] “I renew my call that we reject any vaccine that is developed using aborted children. Even if it originated decades ago it still means a child’s life was ended before it was born & then their body was used as spare parts. We will never end abortion if we do not END THIS EVIL!”

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Traducción por Beatriz Eugenia Andrade Iturribarría, tomada del blog de Marco Tosatti

(*) Todo cuanto dice aquí Monseñor Viganò sirve también para lo que está ocurriendo en España. Por eso es tan importante la lectura de este artículo. Nosotros estamos igualmente involucrados en este proceso diabólico, que pretende extenderse por todo el mundo.

José Martí

El testamento político de Francisco Franco





Españoles: 

Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante Su inapelable Juicio, pido a Dios que me acoja benigno a Su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir.

Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera por tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo.

Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre.

Por el amor que siento por nuestra Patria, os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido.

No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros, y para ello deponed, frente a los supremos intereses de la Patria y del pueblo español, toda mira personal.

No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo.

Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la Patria.

Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte:

¡Arriba España! ¡Viva España!

Francisco Franco
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Tomado del libro: "Los mitos del franquismo" (2015) del prestigioso historiador español Pío Moa.

lunes, 24 de agosto de 2020

NO TODO HOMBRE ES HIJO DE DIOS por Agnus Dei Prod




Duración 4:14 minutos

El show de la «plandemia»: Todo lo que sabemos a pesar de los medios de comunicación (por José Antonio Castro)



Hace ya mucho tiempo que el periodismo dejó de existir. Cuando el periodismo era una profesión decente era de gran utilidad; se le llamaba incluso el cuarto poder, título que, desgraciadamente puede seguir ostentando, aunque ahora con fines mucho menos edificantes. Ahora los medios de comunicación y los periodistas que los conforman son simplemente sicarios y mamporreros de sus pagadores. Ya no hay prensa libre, ya no existe el periodismo de investigación que en tiempos pretéritos ha ayudado a destapar a gobiernos e instituciones con planes muy oscuros como los que hoy nos está tocando vivir.

La plandemia en la que estamos inmersos es en buena medida fruto del periodismo. Hay que destacar que antes un periodista era una persona que informaba de la realidad, y se preocupaba de indagar y buscar la verdad y ofrecérsela al público, exponer la verdad al dominio público. Ahora los periodistas son licenciados en Ciencias de la Información; debe de estar aquí la madre del cordero, ya no son periodistas, ahora son otra cosa. Tenemos la inmensa desgracia de vivir tiempos en los que no hay ni un solo medio de comunicación, ni uno solo, ni en televisión, ni en prensa escrita, ni en radio, ni en plataformas de internet que hayan tenido la decencia de investigar e informar a la gente de lo que está pasando.

Sólo las personas que van por libre y que no dependen de un sueldo en alguno de los medios de comunicación oficiales se atreven a informar y exponer la realidad. También en internet supuestos canales de periodismo libre abundan en esta inmensa farsa simplemente porque obedecen y buscan réditos políticos aprovechando la confusión general para barrer para su casa ideológica.

Asistimos a diario desde hace meses a una terrorífica campaña mediática sin precedentes. Los medios manipulan sin tapujos y aterrorizan a la población sin descanso. Supuestos expertos, bien pagados, asisten a tertulias y debates diarios en los que se demoniza a cualquier disidente, se le ataca sin piedad, se le ridiculiza y desprecia. Recordemos que, prácticamente, todos los medios han recibido suculentas subvenciones que han sido pagadas con nuestros impuestos.

- Sabemos que la «plandemia» es una maniobra de los gobiernos para quitar las libertades y para someter a la población.

- Sabemos que las muertes han sido provocadas por malas praxis médicas, por tratamientos impuestos por la OMS que no solo no ayudaban a los enfermos sino que directamente provocaban o aceleraban las muertes.

- Sabemos que la mayoría de los muertos que ha habido han sido gente mayor en residencias, gente que han sido abandonadas a su suerte y que han pasado solos los últimos días de sus vidas, sin contacto con otras personas, sin poder ver a sus familiares, sin tratamientos médicos, asustados, aislados, malnutridos, desesperados, aporreando puertas cerradas con candados pidiendo auxilio. Han muerto por miedo y abandono.

- Sabemos que gracias a unos médicos italianos que se saltaron la prohibición de la OMS de realizar autopsias que la gente estaba recibiendo tratamientos inadecuados y que murieron a consecuencia de ellos.

- Sabemos poco del supuesto virus, pero poniéndonos en el caso de que sea una mutación de un coronavirus, recordemos que, según los virólogos oficiales, los coronavirus son virus comunes, muy comunes, tan comunes como que son los virus que provocan las gripes y resfriados desde siempre.

- Sabemos que las personas que más se vieron afectadas estaban previamente vacunadas de la gripe y/o sufrían patologías previas.

- Sabemos que la tasa de mortalidad del virus es muy baja y que, por tanto, en ningún caso están justificadas las medidas que se han tomado.

- Sabemos que las vacunas de la gripe no son efectivas.

- Sabemos que los test que se hacen para detectar lo que han venido en llamar nuevos rebrotes, son inespecíficos, pueden detectar cualquier patógeno, con lo cual la posibilidad de dar positivo es muy alta, pero no necesariamente detectan coronavirus.

- Sabemos que el inventor del test PCR dijo en varias ocasiones que se estaban utilizando los mismos para algo para lo que no fueron diseñados. Lo ha denunciado públicamente en varias ocasiones.

- Sabemos que lo que realmente buscan con la realización de test PCR es crear la sensación de una rápida expansión de una epidemia inexistente.

- Sabemos que ahora a una persona sana se le puede colgar la etiqueta de asintomático.

- Sabemos que tienen la intención de utilizar estos supuestos rebrotes para seguir con su estrategia de recorte de derechos y libertades, terminar de hundir la economía y llevarnos a la más absoluta de las ruinas.

- Sabemos que las mascarillas no sirven absolutamente para nada; bueno, sí, para que la gente inocente que confía en lo que dicen en las televisiones crea que está haciendo una labor impagable hacia los demás ciudadanos: «Están impidiendo la transmisión del virus», les dicen, les engañan, pero lo hacen por nuestro bien.

- Sabemos que las mascarillas son muy perjudiciales para la salud.

- Sabemos que la distancia social no es más que una medida que provoca mucho sufrimiento y que va en contra de la salud mental de las personas.

- Sabemos que el arresto domiciliario, confinamiento que dicen utilizando descaradamente un lenguaje militar, no ha servido para nada, ha sido una medida destinada únicamente a la destrucción del tejido productivo y al empobrecimiento general de la población.

- Sabemos que los políticos nunca se han preocupado de la salud de la población, ¿por qué iban a hacerlo ahora por primera vez en la historia?

- Sabemos que los medios de comunicación son los responsables directos de insuflar y propagar un terror en la población que está causando un daño irreversible.

- Sabemos que el daño psicológico que toda esta pantomima va a causar en los niños va a ser muy grave.

- Sabemos mucho, sabemos demasiado como para dejar que nos sigan tomando el pelo.

- Sabemos que esto no es una pandemia sanitaria: es una PLANDEMIA criminal orquestada para destruir y someter naciones: tenemos datos, evidencias, testimonios, grabaciones y ciencia de la de verdad que nos respalda; todo lo que los medios de comunicación han intentado ocultar, pero afortunadamente no han podido.

- Tenemos la razón y la verdad de nuestro lado. Todo lo que ya sabemos lo sabemos gracias al esfuerzo personal en buscar información que no se encuentra en los medios del sistema y que se trata de ocultar y censurar constantemente.

- Si todo esto ya lo sabemos miles de españoles y millones de personas de todo el mundo. ¿Cómo es posible que ningún periodista lo sepa? Pregunto: ¿No queda ningún periodista en España que se atreva a informar a los españoles de lo que realmente está ocurriendo? 

Ya hay un numeroso grupo de médicos que hacen lo posible para informar de la realidad, incluso sabiendo que se exponen a quedarse sin trabajo. ¿Por qué no hay ni un solo periodista que ante tanta evidencia respaldada por la ciencia y por los hechos no da un paso al frente y denuncia este sin sentido?

Si logramos entre todos difundir la realidad de la «plandemia», cuando todo esto acabe vamos a tener que pedir responsabilidades a todos los medios de comunicación por cómplices de los políticos. Tienen que ser juzgados y tendrán que pagar por el inmenso daño que están haciendo a la sociedad a la que irónicamente dicen servir. Estamos en una guerra y los medios de comunicación en España son la propaganda del sistema.

José Antonio Castro

domingo, 23 de agosto de 2020

NOTICIAS VARIAS 23 de Agosto de 2020

8 cosas que no verás en la nueva ley que prepara el PSOE para manipular la historia



EL PSOE QUIERE TAPAR SU OSCURO PASADO BAJO EL TÍTULO DE «MEMORIA DEMOCRÁTICA» 

8 cosas que no verás en la nueva ley que prepara el PSOE para manipular la historia

Aprovechando que el PP y Ciudadanos han tragado con la “ley de memoria histórica” instaurada por el PSOE en 2007, los socialistas se preparan para ir aún más allá.


«Ley de memoria democrática»: una recurrente matraca del PSOE

Ayer Carmen Calvo anunció que el Gobierno presentará en breve una “ley de memoria democrática” para ampliar la citada ley de 2007, es decir, para seguir imponiendo más y más una visión falsificada de la historia reciente de España. El anuncio no es nuevo: el PSOE viene dando la matraca con esto desde diciembre de 2017, cuando presentó en el Congreso una Proposición de Ley para la reforma de la Ley 52/2007 (ver PDF) que finalmente no salió adelante. Carmen Calvo volvió a anunciar el proyecto el 12 de febrero. La volvió a anunciar el 26 de junio, y cuatro días más tarde dijo que estaría lista en julio, y ahora dice que estará en pocos días.

Al margen de que a estas alturas ya es difícil disimular el afán del Gobierno por tapar como sea su pésima gestión sanitaria y los escándalos de sus socios de Podemos, no cabe duda de que el PSOE lleva años obsesionado por imponernos a los españoles su falseada visión de la historia, y en concreto de unos hechos en los que el PSOE tuvo un papel nefasto, pues ese partido ya existía entonces. A la vista de lo que han venido anunciando Carmen Calvo y su partido, además de hacernos una idea de lo que incluirá la citada ley, ya podemos hacernos una idea de lo que esa ley no va a incluir:


Golpistas armados con fusiles de asalto durante el golpe de Estado encabezado por el PSOE en octubre de 1934, durante la Segunda República.

1. El golpismo del PSOE durante la Segunda República

El PSOE no aceptó la victoria electoral del centro-derecha en las elecciones republicanas de noviembre de 1933, e incluso amenazó con una “guerra” si el Gobierno incorporaba ministros de derechas. Cuando por fin varios ministros de la CEDA se incorporaron al ejecutivo, el PSOE cumplió sus amenazas y encabezó un sangriento golpe de Estado el 5 de octubre de 1934. Los golpistas asesinaron a 33 sacerdotes y religiosos y a 300 militares y miembros de las fuerzas del orden, y destruyeron 17 iglesias y 40 edificios religiosos. Fue el preámbulo de la Guerra Civil.


El cadáver de José Calvo Sotelo, uno de los líderes de la oposición parlamentaria, en el Cementerio del Este de Madrid después de su asesinato el 13 de julio de 1936 a manos de pistoleros del PSOE.

2. El crimen del PSOE que provocó el estallido de la Guerra Civil

El 13 de julio de 1936 se produjo el asesinato del diputado derechista José Calvo Sotelo, uno de los líderes de la oposición parlamentaria, a manos de sicarios del PSOE, que le asesinaron de un tiro en la cabeza y dejaron su cadáver tirado en el Cementerio del Este, un hecho que desencadenó la Guerra Civil unos días más tarde.



Familiares de los asesinados en Paracuellos rezando ante las fosas comunes con los restos de sus seres queridos el 6 de noviembre de 1939, tres años después del comienzo de la masacre perpetrada por los comunistas cuando el socialista Francisco Largo Caballero presidía el Consejo de Ministros.

3. Los crímenes de miembros del PSOE en la Guerra Civil

Durante la Guerra Civil, miembros del PSOE se vieron implicados en horrendos crímenes de guerra por los que su partido nunca ha pedido perdón. Al contrario: el PSOE viene dedicando calles a chekistas como Margarita Nelken, cuya actividad criminal durante la contienda fue denunciada por el anarquista Juan García Oliver en sus memorias, y a criminales de guerra como Santiago Carrillo, dirigente de las Juventudes Socialistas Unificadas (grupo surgido de la unión de las juventudes del PSOE y del PCE) y máximo responsable de la matanza de Paracuellos, en la que incluso fueron asesinados 50 niños. Una masacre que se produjo, por cierto, siendo el socialista Francisco Largo Caballero presidente del Consejo de Ministros.


La cámara acorazada del Banco de España fue objeto durante la Guerra Civil del mayor robo de la historia de nuestro país a manos del PSOE.

4. El robo del Banco de España por el PSOE y sus aliados

En el otoño de 1936, el PSOE protagonizó el mayor robo de la historia de nuestro país: el saqueo del oro del Banco de España a manos del socialista Juan Negrín, ministro de Hacienda, durante el mandato del también socialista Francisco Largo Caballero como presidente del Consejo de Ministros. Diez mil cajas repletas de oro fueron llevadas a Cartagena por orden del Gobierno socialista. La mayoría (7.800) fueron cargadas en cuatro barcos soviéticos y llevadas a la URSS. Otras 2.000 fueron llevadas a París, y 200 desaparecieron durante el traslado. Se ha calculado su valor en unos 1.240 millones de pesetas de aquella época, unos 15.000 millones de euros al cambio actual.


El actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, en un mitin del Partido Comunista de España en 2017 junto a un gran retrato del sanguinario dictador soviético Lenin (Foto: Alberto Garzón).

5. Los crímenes comunistas

En 2017 el PSOE ya anunció su intención de ilegalizar la apología del franquismo, el fascismo y el nazismo. Sin embargo, en ese afán ilegalizador se echa de menos la ideología que más gente ha matado a lo largo del último siglo: el comunismo, con más de 100 millones de muertos a sus espaldas. La negativa de ese partido a penalizar la apología de esa ideología genocida no es nueva: en 2006 el PSOE votó contra una condena del comunismo en el Consejo de Europa. En 2019, los socialistas intentaron impedir que el Parlamento Europeo condenase los crímenes comunistas.

Ahora mismo, el PSOE mantiene a dos ministros comunistas en su ejecutivo de coalición, siendo el único gobierno de Europa que tiene ministros de esa odiosa ideología. Hay que recordar que el PCE, el partido de esos dos ministros, llamó en abril a seguir el ejemplo de Lenin, un brutal dictador cuyo régimen de terror mató a más de un millón de personas por motivos políticos en sólo seis años. En septiembre de 2017, el actual ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, se dejó fotografiar en un mitin del PCE junto al retrato de ese tirano criminal.



Una representación artística de la ejecución de los mártires hospitalarios de Calafell, que murieron asesinados por milicianos rojos en esta población de Tarragona el 30 de julio de 1936.

6. La brutal persecución religiosa perpetrada por la izquierda

Durante la Guerra Civil, la izquierda desató una de las mayores y más sangrientas persecuciones religiosas de Edad Contemporánea: fueron asesinados 13 obispos, 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos y 283 religiosas, muchas de éstas, además, violadas. Un total de 6.832 mártires -sin contar los seglares asesinados por razón de su fe-, muchos de ellos ya beatificados por la Iglesia Católica. Unos crímenes que merecen ser calificados como genocidio según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que califica como tal los actos “perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”, entre esos actos la “matanza de miembros del grupo”. El PSOE nunca ha pedido perdón por esa brutal persecución, y se ha afanado en taparla y ocultarla durante décadas.



La página 2 del número 7.634 del periódico oficial del PSOE, “El Socialista” (ver PDF), publicado el 25 de julio de 1933, recogiendo un discurso del presidente del PSOE, Largo Caballero, apoyando una “dictadura socialista”.

7. El PSOE era tan antidemocrático como los franquistas

El PSOE se empeña en presentar la Guerra Civil Española como una contienda entre demócratas y antidemócratas, pero no fue así. El banco republicano se convirtió de hecho en una dictadura izquierdista. En la Puerta del Sol de Madrid se colocó el retrato del dictador y genocida soviético Stalin, como podéis ver en la imagen que encabeza esta entrada. Ya antes del estallido de la guerra, el 23 de julio de 1933, en el cine Pardiñas de Madrid, el presidente del PSOE, Francisco Largo Caballero, apoyó sin rodeos una “dictadura socialista. El propio diario del partido, “El Socialista”, publicó el discurso dos días más tarde (ver PDF), con la declaración del jefe del PSOE a toda plana en su página 2.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: placas de las calles dedicadas a Margarita Nelken en Torrejón de Ardoz (Madrid), Avilés (Asturias), La Puebla de Cazalla (Sevilla) y Conil de la Frontera (Cádiz). Al menos 20 localidades españolas, entre ellas Madrid y otras cuatro capitales, homenajean en sus callejeros a la diputada socialista a pesar de su sangriento papel en la Guerra Civil (Fotos: Google Street View).

8. No hablará de retirar honores a criminales de guerra de izquierdas

A día de hoy, mientras el PSOE retira a José Calvo Sotelo -asesinado por los socialistas antes de la Guerra Civil- del callejero, tachándole de “franquista” (sic), hoy en día criminales de guerra del bando republicano siguen recibiendo honores con monumentos y calles a su nombre. Por poner algunos ejemplos:


La chekista del PSOE Margarita Nelken tiene calles en 20 localidades españolas, entre ellas Madrid, Santiago de Compostela, Granada, Vitoria y Zaragoza.

El socialista Francisco Largo Caballero, promotor del golpe de 1934 y presidente del Gobierno cuando se produjo la matanza de Paracuellos, tiene dos monumentos en Madrid.

Y los que rinden homenaje a estos personajes son los que ahora nos van a aleccionar sobre “memoria democrática”. Es el colmo del cinismo.


Foto principal: Archivo Abc. Madrid, la Puerta de Alcalá en 1937, tal como la decoraron los comunistas, con las fotos del ministro soviético de exteriores Maksim Litvínov -izquierda-, el dictador comunista Stalin -centro- y del mariscal de la URSS Kliment Voroshílov, a la derecha.


Elentir

sábado, 22 de agosto de 2020

¿Quién informa al Papa? (Carlos Esteban)



Las palabras de Su Santidad sobre lo triste que sería que solo los ricos tuvieran acceso a una vacuna contra el coronavirus nos llevan a preguntarnos quién mantiene informado al Papa y cómo.

“Qué triste sería si la vacuna para la COVID 19 fuese una prioridad para los más ricos”, declaró el Santo Padre durante la Audiencia General del pasado 19 de agosto en el Palacio Apostólico del Vaticano. Una declaración algo desconcertante, porque si algo se está debatiendo en torno a la hipotética vacuna contra una ‘pandemia’ en claro retroceso es si será posible abstenerse de ella.

Que un Papa católico exprese su deseo de que determinado bien no sea acaparado por los más ricos, sino que esté a disposición de todos, no debería sorprender a nadie. Lo sorprendente es que no advierta que la tendencia abrumadora va en favor de la universalización de la vacuna. En realidad, cualquier vacuna en una supuesta peste es siempre objeto de una campaña universal, precisamente para erradicar la enfermedad de que se trate.

Pero, en este caso, las palabras de Su Santidad dan por hecho dos puntos que están muy lejos de haber quedado demostrados. El primero ya lo hemos citado: nadie piensa que la vacuna vaya a ser exclusiva para los privilegiados sino, más bien al contrario, se debate si se hará obligatoria, en la teoría o en la práctica.

Y el segundo punto es que la vacuna contra el coronavirus sea un bien necesario e indisputable. ¿Lo es? Si uno se fija en las cifras oficiales sobre ingresos hospitalarios y mortalidad por Covid, no lo parece. Pese a toda la campaña de pánico sobre ‘rebrotes’ y ‘nuevos casos’, las frías cifras oficiales sobre lo que importa -ingresos hospitalarios y muertes-, el panorama es de una epidemia en declive, no de una amenaza terrible para la humanidad.

Hay una razón por la que no todo el mundo está obligado a vacunarse de todas las enfermedades infecciosas posibles para las que exista o pueda desarrollarse una vacuna, y es que las vacunas no son inocuas. Entiéndanme, tengo muy claro que la vacunación ha sido una bendición para la humanidad, un salto de gigante que nos ha librado de espantosas enfermedades y elevado la esperanza de vida. Pero afirmar que la vacuna sea un fenómeno enormemente positivo no es lo mismo que decir que todas las vacunas son buenas y necesarias. Menos aún si, como en el caso que nos ocupa, existen fuertes presiones para que se introduzca una vacuna antes de pasar todas las fases de investigación sobre efectividad y seguridad.

Y esto me lleva de vuelta a la primera pregunta: ¿quién informa al Papa? Su Santidad, cuyo magisterio hay que acatar y que debe ser escuchado con respeto y humildad por todos los católicos, tiene una observable tendencia a predicar sobre cuestiones que dependen de hechos, datos y tesis ajenas por completo a la fe y que, por tanto, solo son atendibles si esos hechos, datos y tesis son correctos.

Creo que somos muchos los que desearíamos que el Santo Padre se centrara más en la doctrina y menos en cuestiones enmarañadas por la política y la ideología, aunque solo sea porque en estas no es maestro, ni responden a su misión, y pueden fácilmente confundir a los más pequeños.

Unos datos que saco de nuestra Specola, el 30% de los italianos cree que Dios no existe (hace 25 años era solo el 10%). El 23% cree que solo las personas más ingenuas y engañadas creen en Dios, esta opinión la sostenía solo el 5% de la población en 1990. El 43% de los italianos se adhiere al catolicismo como «depósito de valores» y el número de matrimonios religiosos cayó al 57% frente al 83% hace un cuarto de siglo.

Hablamos del corazón de la catolicidad, de la misma tierra en que se asienta el diminuto Estado gobernado por el propio Papa. El foco de la cristiandad la está abandonado a una velocidad pavorosa. Quizá el hecho de que uno pueda perfectamente ‘cumplir’ los anhelos más repetidos por el Santo Padre -ecología e inmigracionismo- sin tener que pertenecer a su rebaño ni creer siquiera en Dios no ayuda a frenar esta tendencia.

Carlos Esteban

Debate de ateo vs cristiano film Dios no esta muerto



Duración 17:38 minutos

Se trata de un fragmento de la película "Dios no está muerto", cuyo enlace es:


Duración 1:48.38

Homilía de hoy | Santa María Virgen, Reina | 22.08.2020 | P. Santiago Martín FM


Duración 10:56 minutos

jueves, 20 de agosto de 2020

Iglesias bajo ataque en todo el mundo



Cristianofobia: Se multiplican las profanaciones, los ataques y el vandalismo contra las iglesias católicas en todo el mundo, incluido el Occidente cristiano.

En los Estados Unidos, el Senador republicano por Luisiana John Neely Kennedy envió una carta al Fiscal general William Barr el 11 de agosto ppdo., en la cual le pide que se intensifiquen los esfuerzos para contrarrestar esta explosión de violencia que se desató el mes de mayo ppdo. contra edificios sagrados, propiedades, estructuras, parroquias, cementerios e incluso contra numerosas estatuas de santos que fueron manchadas, arrancadas y demolidas.

«Los católicos están siendo atacados en los Estados Unidos«, declaró el Senador Kennedy. En el mes de Julio la iglesia de Ocala, en Florida, fue entregada a las llamas, mientras dentro del templo los fieles se estaban preparando para la Santa Misa matutina. Doloso fue también el incendio provocado en una misión de California fundada por San Junípero Serra, mientras que en una parroquia de Chattanooga, Tennessee, una imagen de la Virgen María fue decapitada, otra en Boston fue entregada a las llamas, una tercera en Brooklyn fue manchada con la escritura de la palabra «Ídolo», impresa con pintura en aerosol negra. También se registraron actos análogos en Colorado y Missouri. En algunos casos los autores de los atentados fueron identificados, en otros aún no: en el banco de los imputados terminaron tanto individuos belicosos como grupos organizados con objetivos políticos.

«Los cristianos han sido y, lamentablemente, siguen siendo uno de los grupos religiosos históricamente más perseguidos en el mundo«, recordó el Senador Kennedy y agregó «Para escapar de la persecución religiosa, grupos de refugiados han hecho un malicioso viaje a través del Atlántico hacia América”, solo para encontrarse aquí también como fáciles blancos en la mira de las bandas de facinerosos.

Por ello, el Senador solicitó al Fiscal General Barr que actúe con celeridad, para procesar a los responsables de los actos delictivos cometidos y también para prevenir nuevos actos de intolerancia y persecución religiosa.

En un comunicado, la Diócesis de La Rochelle y Saintes, en cuya jurisdicción se encuentra la iglesia atacada, considera que el objetivo de los delincuentes sacrílegos fue el «mismo Cristo», no habiendo sido causados otros daños a la estructura, ni habiendo sido substraído nada más.

Del otro lado del mundo, en Europa, la situación, lamentablemente, no es diferente. En Francia, en la noche del 10 al 11 de agosto, tuvo lugar una verdadera y propiamente dicha profanación en la iglesia dedicada a San Pedro, en Montendre: fueron robadas las hostias consagradas, la gran Cruz central fue quebrada y literalmente rota en mil pedazos y el tabernáculo fue destruido y arrojado fuera del edificio sagrado. En un comunicado, la diócesis de La Rochelle-Saintes, en cuya jurisdicción se encuentra la iglesia golpeada considera que el objetivo de los criminales sacrílegos fue el «mismo Cristo», ya que no fueron provocados otros daños a la estructura ni nada substraído. Ya se ha presentado una denuncia ante la Policía, que ha iniciado la investigación del caso. Pero queda el profundo dolor en la comunidad de fieles ante la grave profanación perpetrada: «Este nuevo golpe de lanza en el costado de Cristo hiere a toda la Iglesia Católica del departamento de Charente Maritime«, declaró Mons. Georges Colomb, Obispo de La Rochelle y Saintes. El Vicario Episcopal, P. Bernard de Lisle, celebrará una Misa de reparación el miércoles 19 de agosto a las 18 horas.

También en la noche entre el 10 y el 11 de agosto, el gran crucifijo erigido en el estacionamiento del Carrefour de Rivière-Salée fue manchado con pintura negra, en el rostro de Cristo fue colocada una mordaza y a los lados de la estatua fue atado un paño con la inscripción «La Fe mata». Más o menos a la misma hora fue robada la estatua de aproximadamente un metro de altura que representa a la Virgen María, colocada en la terraza junto al mar de la Residencia «Villa Nostra Signora». La Gendarmería se está ocupando del caso. El último 11 de agosto fue también profanada la iglesia de la Asunción y de San Michele en Verdun-sur-Garonne, el 8 de agosto la de San Giorgio en Chavanges, de la que se robaron dos grandes cálices, cinco ostensorios y una patena, además de la llave del tabernáculo del altar mayor. En el mes febrero en el punto de mira terminó la iglesia de San Saturnino en Port d’Envaux y en noviembre pasado la de Santo Stefano en Tonnay-Charente. Esta es una lista realmente triste, una lista que podríamos continuar escribiendo …

Según datos oficiales del Ministerio del Interior, solo en Francia se registraron el año pasado 1052 ataques cristianofóbicos. En el 2020 podría haber muchos más. Pero nadie habla de ellos … Y aquí como en otros lugares se tiende a considerarlos como simples vandalismos …

Entrevista a la Dra. Roxana Bruno. Inmunología. Covid-19, cuarentena y vacunas

Homilía de hoy | San Bernardo, Abad y Doctor de la Iglesia | 20.08.2020 | P. Santiago Martín FM


Duración 10:46 minutos

NOTICIAS VARIAS 20 de agosto de 2020

Ahora, el totalitarismo sanitario (Padre Custodio Ballester)


"Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como una serpiente (…) Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.” (Apocalipsis, 13,11) 
Que no, que no puede ser que nos estemos acostumbrando al totalitarismo sanitario con su cascada de arbitrariedades absurdas sin que nadie proteste. Nos estamos aborregando a marchas forzadas. Ayer tuvo que ser el cardenal Omella quien se plantó ante la absurda arbitrariedad del poder sanitario (dicen que todo lo hacen por nuestro bien: por nosotros, pero sin nosotros; y si hace falta, contra nosotros); y hoy es el obispo de Salamanca el que se alza contra la cruel y absurda arbitrariedad del poder sanitario, que prohíbe a los sacerdotes asistir a los enfermos de las residencias de ancianos

Nuestros gobernantes, tan borrachos de poder, no admiten más jerarquía de valores que la suya. ¡Cuántos de nosotros ponemos por delante el no dejar solos a nuestros ancianos padres en sus momentos más difíciles! Ponemos eso por delante de nuestra economía y de nuestra salud. Máxime cuando nuestros gobernantes no pueden alegar que se trate de exponemos a enfermedad grave de altísimo riesgo. ¡Ni mucho menos! La pandemia está en unos niveles muy bajos de morbilidad (la gran mayoría de infectados, asintomáticos o con síntomas leves) y de letalidad (infinitamente por debajo de las enfermedades más comunes que en gran parte se están desatendiendo). Pero el poder es el poder, y cuando se tiene, hay que ejercerlo per fas et nefas, a tort i a dret. Y prohíben con saña asistir a los ancianos, ya sea familiarmente, ya sea sanitariamente, ya sea espiritualmente. Ellos están por encima del bien y del mal, por encima de los sentimientos y valores, y tienen todo el poder para hacer lo que hacen. 

Es ya un clásico eso de acudir a los entierros de familiares desde lejanos países, porque ése es el homenaje póstumo que se les rinde, y el reconfortante acompañamiento a los deudos. Cada uno tiene el derecho de elegir cuánto está dispuesto a sacrificar por rendir este homenaje a los suyos. Pues no, han decidido nuestros nuevos amos que eso ya no es importante, y debemos renunciar por el bien común (por el poder). ¿Pero no existen medios para limitar extraordinariamente los riesgos, igual que en la asistencia sanitaria? Sí, claro, pero ¿qué les cuenta a ellos? La decisión es de ellos, del poder sanitario, no de cada uno de nosotros. Sin opciones, sin alternativas. Totalitarismo puro y duro. 

Y paso a paso, nos hemos situado en el gran símbolo del poder sanitario: las mascarillas como nuevo atuendo de la docilidad de la población. Nuevamente a tort i a dret, con tal cantidad de aberraciones y absurdos en su normativa, que nos dan sobrados motivos para temblar por nuestra seguridad sanitaria. Si toda la sanidad la rigen como rigen lo de las mascarillas, vamos dados. Y lo más probable es que así sea. Si vemos las mascarillas más la prohibición de asistir a los enfermos de las residencias, más la prohibición de los entierros y funerales con más de 10 personas, todo ello aplicado con la inteligencia que estamos viendo, vayamos haciéndonos a la idea de cómo están politizando esta gente el sistema sanitario: cómo lo están empleando como herramienta de poder: “así la gente se acostumbra a someterse a las normas”, dicen cuando se les acorrala con los absurdos de las mascarillas. 

La cuestión es que con una docilidad ovejuna aceptemos que los políticos nos impongan sus “valores” (hoy el valor supremo para ellos es “la salud”; pero no la general, sino la específica del negocio del momento, hasta el punto de que les da lo mismo que la gente se le muera por las enfermedades ya instaladas). Ya hemos asumido que nos impongan sus valores de tal manera que estemos dispuestos a renunciar a los grandes valores que nos han construido. Si la familia es una fuente de desmanes e injusticias, para ellos es absurdo que alguien se arriesgue a pillar un resfriado por atender a su madre enferma. Y la mejor manera de poner a salvo el bien supremo de su salud, es prohibirle esas actividades tan peligrosas para la salud colectiva. Es que ahora, la salud es un bien colectivo: por eso ya sólo nos quedan las decisiones políticas al respecto. Es la salud del rebaño. Ningún borrego tiene derecho a hacerse cargo de su propia salud, porque eso es atentar contra el poder sanitario. 

Supongo que os habréis dado cuenta de que la sanidad está siguiendo el mismo camino que la educación, la enseñanza o la instrucción, que de todas estas formas se la ha llamado. Empezó siendo un servicio a la población, para acabar convirtiéndose en la más eficaz herramienta de dominación. El poder es así, tiende a ser absoluto y totalitario; y si los ciudadanos no nos resistimos, ahí los tenemos avanzando paso a paso, hasta que se han hecho con el control absoluto de la población a través de la enseñanza como primer paso, y luego a través de la sanidad, que ya estamos. Hoy para el poder (y no sólo en España) la enseñanza privada es una grave anomalía a superar; y más grave aún si es la Iglesia la que pretende regentar centros de enseñanza con el oscuro propósito de adoctrinar a los alumnos en los valores que vienen cultivando sus padres desde muchas generaciones. ¡Intolerable! Los únicos con derecho a adoctrinar son ellos. Hoy toca ideología de género y polisexualidad: en la escuela, claro está, y como contenidos transversales de todo el currículo. Porque eso es lo esencial para el poder: imponer su ideología, no importa cuál. Lo que verdaderamente importa es que sea impuesta: que se note el poder y que la población se someta. 

Desde que el Estado ha entrado en la enseñanza a ejercer poder y no a ofrecer servicio, el descalabro de la enseñanza ha sido épico. Y otro tanto está ocurriendo con la sanidad desde que descubrieron el enorme potencial del poder sanitario. El descalabro sanitario (bien lo hemos visto y seguimos viéndolo) es sencillamente apocalíptico. Eso de que el sistema expulse por decreto al 90% de sus usuarios para dejarlos morir desasistidos, es algo que supera toda fantasía. Y a continuación, una lista muy larga de despropósitos, tanto de carácter médico-científico como de gestión y logística. Puras aberraciones que sólo se sustentan en la firmeza y la incuestionabilidad del poder. Pero eso sí, los dos grandes remedios son el confinamiento lo más severo posible y la mascarilla también lo más generalizada posible. 

Lo esencial es tener sometida a toda la población al poder sanitario. No hace falta estar enfermos para estar sometidos a él: simplemente hemos de estar todos controlados por el poder sanitario: las mujeres, por ser mujeres sometidas al servicio casi obligatorio de ginecología. Y mucho más las embarazadas. Luego, los bebés por ser bebés, y los niños por ser niños, bajo el servicio de pediatría. Es la maravillosa filosofía de la “prevención médica” frente a la filosofía tradicional pero ya obsoleta de “vivir sano” y hacerse cada uno responsable de su propia salud. Es que en la “medicina” (y medicación) preventiva entra de lleno el poder sanitario conquistando una plaza tras otra; la segunda en cambio es cosa de cada cual: sin la menor intervención del poder sanitario, que casualmente está sostenido por la industria sanitaria. ¿Libertad de enseñanza? ¡Qué horror! ¿Libertad de culto? ¡Menudo atraso! ¿Libertad en la gestión de tu salud? ¡Menuda aberración! 

Y como se trata de un poder absoluto (desligado de toda otra consideración, necesidad u obligación), resulta que el sometimiento a ese nuevo poder sanitario nos hace renunciar a obligaciones tan sagradas como atender a nuestros ancianos padres en sus momentos de mayor necesidad; o al deber que tenemos los sacerdotes de dar asistencia espiritual a los enfermos, y mucho más a los moribundos. 

Las relaciones sociales, la novedosísima “distancia social”, la liquidación de nuestra habitual forma de vivir, la enseñanza que ni se sabe, porque donde mande el Ministerio de Sanidad, que se calle el de Educación, la economía por los suelos (porque la salud es lo primero, aunque no haya con qué pagarla), y mientras tengamos medicamentos fabricados en China no es cuestión de ocuparnos de una minucia como los alimentos. Y, sobre todo, nada de visitar a tus ancianos padres, que el Ministerio de la Sanidad lo prohíbe taxativamente. 

Pues resulta que es el poder sanitario el que establece la escala de valores y determina el orden de prioridades y de riesgos que se han de asumir ante cada necesidad. El sistema sanitario condena como actos contra la “salud pública”, la asistencia a muy ancianos y a muy enfermos, sobre todo si median misteriosos PCRs positivos. Ante el veredicto inapelable del PCR no hay derechos ni personales, ni religiosos ni de ningún otro orden que invocar, ni medidas profilácticas que adoptar: la razón sanitaria es soberana, porque la salud pública es novísima soberana a la que hay que someter todos los derechos y que nos dispensa de todos los deberes. 

Y para afianzar todo eso, las estadísticas, el invento con que nos machacan 24 horas al día por todos los medios. Unas estadísticas con las que pronostican no sé qué catástrofes si no nos sometemos al poder sanitario. Conforme a esas estadísticas, hubiesen tenido que enfermar gravísimamente y morir más de la mitad de los sanitarios en lo más recio de la pandemia, y sin protección. ¡Pero qué más da! Lo suyo es cabalgar contradicciones, que no pasa nada. Porque la gente no está para hacerse preguntas. Ni menos para hacérselas a los que gobiernan. Los periodistas por lo menos, no. Al fin y al cabo, son los representantes y moduladores de la docilidad de las masas

Gracias a Dios, el ejemplo de resistencia del cardenal Omella empieza a cundir. Hoy es el obispo de Salamanca el que se alza contra la arbitrariedad del absolutismo sanitario. Y en adelante seguro que serán cada vez más los que se planten al totalitarismo que se nos está comiendo por las patas. 

Sin embargo, esa casual -dicen- pero no menos misteriosa entrevista en la cafetería del Hotel Villa de Cretas entre D. Juan José Omella y Salvador Illa, el incompetentísimo ministro de Sanidad, ¿será el comienzo del deshielo? ¿Limar asperezas y tender puentes? El tiempo lo dirá. Pero la historia nos enseña que la colaboración con el totalitarismo estatal, aunque sea a cuenta de la salud pública, trae siempre oscuras y terribles consecuencias.

Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info

Publicado por Germinans Germinabit en 23:00