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viernes, 14 de septiembre de 2018

Roma, en vilo ante los rumores de publicación de una lista de prelados gays (Carlos Esteban)




El diario sensacionalista italiano Il Fatto Quotidiano asegura haber visto una copia del célebre informe de 300 páginas encargado por Benedicto XVI que contendría los nombres de los clérigos miembros del llamado ‘lobby gay’ eclesial.

Dice el Cardenal DiNardo, a su salida de la reunión mantenida con Su Santidad en Roma junto a otros representantes del episcopado norteamericano, que la reunión fue “prolongada y fructífera”, si bien no entró en detalles ni se ha mencionado la eventualidad de enviar un visitador vaticano a Estados Unidos.

En realidad, la visita tiene de extraño que haya sido precedida por las de los cardenales Cupich, de Chicago, y Wuerl, de Washington, ‘hombres’ del defenestrado McCarrick.

La noticia de la convocatoria de un sínodo en el que estarán presentes los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para tratar el tema de los abusos no ha tenido tampoco el efecto tranquilizador que se esperaba, y ello por tres razones: siendo el principal escándalo de la crisis el hecho del encubrimiento de abusos por parte de obispos, encargarle la solución a esos mismos obispos parece repetir el error de la Carta de Dallas, cuando los obispos norteamericanos pergeñaron un estricto código de supervisión del que, al mismo tiempo, se eximían; la fecha de este ‘urgente’ sínodo’ es febrero de 2019, dando la sensación de que no es tan urgente o que se pretende que todas las peticiones de reforma se pospongan a esa fecha; y, por último pero no menos importante, en el se tratará de abusos a menores y personas vulnerables, exceptuando de esta última categoría a sacerdotes y seminaristas, que son precisamente las principales víctimas de acoso homosexual.

Se teme, en fin, que el sínodo ponga sordina a lo que cada vez más voces críticas consideran el núcleo del problema, que no es (solo) el vago ‘clericalismo’ -término elástico donde los haya-, sino la penetración en la jerarquía eclesiástica de verdaderas redes de clérigos homosexuales decididos a subvertir la organización y aun la doctrina de la Iglesia sobre moral sexual.

Y es precisamente este aspecto el que centra el rumor más compartido del día: la afirmación de un diario sensacionalista italiano, Il Fatto Quotidiano, de que ya se habría filtrado el celebérrimo informe de 300 páginas encargado por Benedicto XVI a los cardenales Herranz, Tomko y Fi Giorgi poco antes de su abdicación y transmitido a su sucesor, Francisco, que nunca ha hecho referencia al mismo.

Se supone, y así lo afirma Il Fatto, que el documento contiene los nombres de los miembros de la Curia y la alta jerarquía eclesiástica que formarían parte de ese ‘lobby lavanda’ que estaría corrompiendo la Iglesia con su influencia. Y, sobre todo, que su publicación en formato digital es cuestión de días.

Cuenta en el diario la autora de la noticia, Francesca Fagnani, que “el informe contiene un cuadro perturbador y destallado de la corrupción moral y material del clero, con nombres, apellidos y circunstancias”.

Se trata, dice Fagnani, de una lista de prelados y laicos “que pertenecen al llamado ‘lobby gay’ y que a través de chantajes y secretos podría afectar o han condicionado de hecho, posiciones y carreras”

“El informe contiene una imagen detallada y perturbadora de la corrupción moral y material del clero, con nombres, apellidos y circunstancias” escribe Francesca Fagnani.


Carlos Esteban