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miércoles, 19 de junio de 2019

SOLO EXISTE UN ENEMIGO… (Capitán Ryder)


…para un buen número de pastores, y no es Satanás.
En épocas de confusión, esta lo es especialmente, es importante analizar adecuadamente lo que dicen y hacen los líderes de distinto tipo. También cobra importancia detenerse en aquello de lo que no hablan y a lo que no señalan.
Es evidente que hacer especial hincapié en una cosa puede deberse a múltiples razones, y entre ellas no tiene porque estar la de la sinceridad. De hecho, puede deberse a la necesidad de evitar poner los focos en otros temas que serían especialmente incómodos. Así, cual trileros, van escondiendo la bolita al incauto.
Este actuar, típico de la política actual, es evidente también entre los hombres de Iglesia. Y haría bien el fiel en estar alerta, nunca el campo católico ha estado tan minado como ahora.
Viene esto a cuenta de unas declaraciones del Cardenal Ravasi en las que dirige unas cuantas andanadas al político italiano Matteo Salvini.
Pongámonos en contexto; mitin de Matteo Salvini rosario en mano:
“Amamos la Madonnina (la virgen del Duomo) que nos mira desde ahí arriba”, “Nos entregamos a las mujeres y a los hombres de buena voluntad, a los seis patronos de Europa: San Benito de Nursia, San Cirilio y San Metodio, Santa Catalina de Siena, Santa Brígida de Suecia y Santa Teresa Benedicta de la Cruz”, “Os entregamos nuestro destino, nuestro futuro y nuestros pueblos. Y yo entregaré personalmente vuestra vida y la mía al corazón inmaculado de María, que estoy seguro que nos llevará a la victoria”.  Estas frases las acompaña de una defensa de su política migratoria frente a la del Papa Francisco, que al ser nombrado recibe abucheos por parte de los asistentes.
Rápidamente encuentra respuesta desde el Vaticano, a través de filtraciones y de declaraciones, nada menos, que del Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin.
El último en sumarse a la fiesta es el Cardenal Ravasi, quien en declaraciones al Corriere de la Sera manifiesta:
“fe y religión no son sinónimos, incluso aunque están conectadas. La fe es una experiencia existencial, una elección radical. La religión es la manifestación exterior. Blandir el Evangelio, mostrar el Rosario, besar el crucifijo no necesariamente te hace un creyente».
«son signos que en sí mismos no representan la autenticidad de la creencia. Cristo condena a quienes toman los primeros lugares en la sinagoga, a quienes extienden el filattèri, los pergaminos con los versos de la Torá. Cristo perdona todos los pecados, pero no puede soportar la hipocresía. La auto-salvación no existe. Uno no se salva por manifestaciones externas, sino por una profunda adhesión a las elecciones morales y existenciales. No es el gesto ritual lo que salva. El sacramento es opus operatum, un acto objetivo marcado por la presencia divina, pero también opus operantis, un acto subjetivo, una elección vital y moral. De lo contrario es un ritual mágico. Magia».
Podríamos responderle que ser Cardenal tampoco obedece necesariamente a que profeses la fe católica. Su caso es una manifestación evidente.
Así, en el año 2016, se publicaba la siguiente noticia en Infocatólica:
El cardenal dice en el artículo -cuyo título no es atribuible a él sino al medio en que ha sido publicado- que la Masonería tienen una visión del hombre «basada en la libertad de conciencia y el intelecto y en la igualdad de derechos» y, por otro, «un deísmo, que reconoce la existencia de Dios, pero deja abierta la definición de su identidad». 
El cardenal Ravasi reflexiona en su artículo sobre la relación entre la Masonería y otras iglesias cristianas. Recuerda que muchas Respetables Logias inglesas se nutren del clero de la Comunión eclesial Anglicana y que fue un pastor presbiteriano quien redactó las Constituciones de la Masonería Regular, en las que se afirma que un masón «no sera nunca un ateo estúpido ni un libertino irreligioso».
El artículo no cuestiona las diversas declaraciones de incompatibilidad por parte de la Iglesia Católica de una doble membresía, pero añade que estas «no impiden, sin embargo, el diálogo». El cardenal Ravasi hace un llamamiento a superar las actitudes de «ciertos ambientes católicos integristas» y pide «ir más allá de la hostilidad, los insultos, y los prejuicios recíprocos».
El Gran Maestro del Grande Oriente de Italia, Stefano Bisi, ha realizado ya una valoración del artículo del purpurado, que sólo ha sido difundido hasta ahora en italiano:
«Me alegra saber que ha hablado de la Masonería sin prejuicios y con la amplia visión cultural que lo caracteriza, y que, más allá de las aclaraciones y de la posición oficial y escrita de la Iglesia ampliamente conocida, ha reconocido, sin ideas preconcebidas, que entre estas dos realidades existen también valores comunes que nos unen y que, sin embargo, no anulan los diferentes puntos de vista y las marcadas diferencias».
Dicen que antes se pilla al mentiroso que al cojo.
Aquí tenemos a la Iglesia post-Vaticano II en todo su esplendor. Hay que dialogar y abrazarse a todos: comunistas, socialistas, liberales, masones, nadie queda excluido. Tampoco sus ideas, que son respetables y a las que la Iglesia debe prestar la debida escucha.
Las condenas de otras épocas han pasado a la historia, eran fruto del integrismo, nada que no se pueda superar a través del diálogo. Todo eso nos dicen día y noche.
Pero, ¡oh cielos!, ahora llega Salvini, del que por ahora me reservo la opinión, y con este no hay diálogo posible, ni escucha, hay que lanzarse al ataque. Un cardenal, y otro, y otro…
Se ve que la apertura al mundo era como el discernimiento; caso por caso. Como este, no responde a los parámetros de lo que está bien o mal, barreras ya superadas, sino a coordenadas exclusivamente ideológicas.
Y así se va destruyendo la Iglesia, y cambiando la Fe por un naturalismo sin ninguna transcendencia, justo lo que es la masonería. No es extraño que este Cardenal la vea con tanta simpatía, su fe es muy cercana a la enseñada en las logias.
Lo dicho, sólo hay un enemigo para estos pastores, los políticos denominados populistas. No el comunismo chino, muy cercano a la doctrina social de la Iglesia según comentó otro Cardenal, no las políticas Neo Maltusianas, promotoras del aborto disfrazado de ecologismo, esas políticas representadas en Jeffrey Sachs pueden asesorar al Papa en la redacción de la Laudato Sí, no la Teología de la Liberación que será rehabilitada a través de beatificaciones de risa o levantamiento de sanciones  a los Ernestos Cardenales de turno, no a los sacerdotes, obispos o cardenales abusadores que encontrarán defensa y protección hasta que ya sea demasiado evidente.
No, centremos nuestros esfuerzos en Matteo Salvini. Lo dicho, en épocas de confusión seguir el rastro de migas que van dejando algunos ayuda mucho a encontrar la salida.
Capitán Ryder
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=26032

Para acabar de una vez con el ‘diálogo’ (Carlos Esteban)



El Instrumentum Laboris del próximo Sínodo de la Amazonía está atravesado por ese ‘leit motiv’ del presente pontificado que se resume en dos palabras machaconamente repetidas: “diálogo” y “escucha”. Y son las dos que están, más que ninguna otra, dividiendo irremisiblemente a la Iglesia.

Sí, mi titular tiene mucho de desvergonzado ‘clickbait’, de amarillismo descarado y escandaloso. Lo matizo de entrada: en un sentido obvio, el diálogo es imprescindible, la conversación; y no puede mantenerse una conversación sin escuchar al contrario. Esto, para quitarme de encima perogrulladas varias.

Pero las palabras nunca son inocentes, ni responden meramente a las acepciones asépticas del diccionario. Por citar un ejemplo evidente y actual, ‘odio’, especialmente cuando va unido a ‘delito de odio’, no se corresponde hoy con su significado original, y estamos hartos de leer cómo se achaca ‘odio’ a la mera no aceptación, reflexiva y calmada, de una situación que nuestras élites intelectuales han decretado ‘buena’, como el matrimonio homosexual o la transexualidad.

Hay muchísimas más: discriminación, diversidad, inclusivo… Y, naturalmente, ‘diálogo’. 

Tomado literalmente, en su acepción habitual, viene a ser conversación, una actividad tan natural y frecuente que resulta extraño insistir en ella. ¿Cuándo no ha ‘dialogado’ la Iglesia con el mundo? ¿Cómo podría no hacerlo? Pero, como decimos, si ese fuera el concepto al que se refieren, repetirlo una y otra vez no tendría mayor sentido que recordarle a alguien la necesidad de respirar.

Precisamente por eso, y porque vivimos en el mundo de hoy, sabemos que esa exhortación repetida al ‘diálogo’ significa otra cosa, connota otra cosa. Cuando en la vida política o en las relaciones internacionales se apela al ‘diálogo’, se está llamando a la negociación, es decir, a que un lado ceda un poco y el otro, otro poco, hasta que se llegue a un entendimiento que, sin contentar del todo a ninguna de las dos partes, les satisfaga lo suficiente como para llegar a un acuerdo.

Ahora bien, eso podría tener sentido aplicado a la Iglesia si nuestra doctrina, si nuestra fe, fuera la consecuencia de una intuición intelectual, de la reflexión de un grupo de sabios, incluso de los ‘descubrimientos’ más o menos luminosos de unos maestros del pensamiento. En ese caso se podría entablar ese ‘diálogo’ y renunciar, por razones pragmáticas, a las ideas que más entren en conflicto con las de nuestros interlocutores y afinar otras con la aportación del otro.

Pero no es el caso. La Iglesia porta y da al mundo un Mensaje que no es suyo, que no ha inventado, que no ha deducido. Es un mensaje del Autor de la Vida, una Revelación, y los mensajes no se negocian. Si recibes un correo electrónico y te preguntan por él, no puedes sentarte con quien te interroga para decidir su contenido.

Este sentido de cesión se ve reforzado por esa segunda palabra, ‘escucha’. Una Iglesia “que escucha”. En un diálogo, las dos partes hablan y escuchan, alternativamente. Si una de las dos insiste para sí misma en la necesidad de la ‘escucha’, es que cree que puede aprender más de lo que es capaz de enseñar. Y esa conclusión es desastrosa.

Y por eso la gente abandona la Iglesia a borbotones, por eso la apostasía en Occidente es multitudinaria: porque la única razón para pertenecer a la Iglesia católica es creer que es la portadora de certezas transmitidas por el único que tiene autoridad para hacerlo, Dios mismo. Si es una opinión, por muy interesante que sea, sobra toda la parafernalia eclesial y, por lo demás, es inútil, porque en lo que menos parece dudar hoy es precisamente en lo que coincide con el pensamiento dominante en el siglo. Y eso es lo que se transmite, intencionadamente o no, cuando se insiste tanto en el diálogo y tan poco en el Anuncio; cuando se habla más de la ‘escucha’ que de la predicación.

En el Instrumentum Laboris del Sínodo de la Amazonía, esa actitud de cesión, de inseguridad, llega al paroxismo, hablando de la ‘espiritualidad indígena’ como de algo que puede de algún modo perfeccionar nuestro conocimiento de Dios, y no meramente del ser humano, y un ser humano muy minoritario cuyas nociones del universo solo valoran antropólogos o adeptos del New Age.

La Iglesia es la Roca o no es nada; es el intérprete infalible del mensaje salvífico de Cristo, o puede dejarse extinguir sin demasiadas lamentaciones. Porque no estamos en ella porque su doctrina se adapte o no a los tiempos, sino porque solo ella, por ser la Esposa de Cristo, tiene palabras de vida eterna.

Carlos Esteban

TESTIMONIO DE FE, desde Alicante.


Duración 19:54 minutos

martes, 18 de junio de 2019

¿Por qué el sínodo? (Carlos Esteban)



Ya conocemos en qué, es decir, el temario del Sínodo de la Amazonia que se celebrará el próximo octubre, su Instrumentum Laboris. Lo que no sabemos es el por qué o, si se prefiere, el para qué de una reunión episcopal que parece acentuar la deriva sincretista de los últimos años.

Por mucho que el último sínodo -el equívocamente llamado Sínodo de la Juventud- haya inaugurado la nueva Iglesia Sinodal querida por Francisco, estas reuniones episcopales de la Iglesia Universal siguen siendo lo bastante raras como para entender que responden a retos importantes para la Barca de Pedro.

Con la publicación del Instrumentum Laboris del sínodo sabemos ya qué cuestiones se van a discutir y, si hemos de atender a los precedentes, aprobar e incorporar al magisterio ordinario (otra de las innovaciones introducidas por Francisco mediante el oportuno motu proprio): un potpourrí de ecologismo popular, teoría del Buen Salvaje y relativismo litúrgico y sacramental bastante indigesto. Pero, ¿por qué?

Por introducir lo que tiene de intrigante que se convoque un sínodo sobre las necesidades de esta zona citaremos una frase brutal, pero creo que acertada en general, de nuestro Specola: la Amazonia y sus problemas no interesan a nadie. Es decir, aquí, como en el Sínodo de la Juventud, el tema alegado es una mera excusa para otra cosa, para otros fines.

Por ejemplo, la ordenación de hombres casados. Es Alemania la que lo pide, pero siguiendo el discurrir del propio pontífice cuando hablaba de islas remotas, quedaría raro que se plantease así, como una concesión a las demandas de una Iglesia nacional rica y en absoluto periférica. Sobre todo, porque en esa tierra no parece que a los luteranos, cuyos pastores pueden y suelen casarse, les vaya mejor con las vocaciones. Así que uno busca un paraje exótico, una vastísima zona de naturaleza virginal y almas geográficamente dispersas privadas de los sacramentos por culpa, de algún modo, del celibato sacerdotal.

Naturalmente, suena raro que, en un momento de crisis eclesial como el que vivimos en Occidente, el destino de un millón largo de indígenas tenga que preocupar más que los varios millones que abandonan cada año la Iglesia en Occidente, como para justificar todo un sínodo. Como ironiza la Cigüeña de la Torre cuando propone “como Sínodo siguiente, ante el gravísimo problema que está planteado, que a la Amazonía le siga Euskadi porque clama al cielo lo que allí está ocurriendo. Son escasísimas las vocaciones en las tres provincias, perdón, cuatro, porque Navarra es Euskadi, e incluso parte de Zaragoza, Huesca y Santander, más toda La Rioja, con muchos más habitantes que los que tiene la Amazonia”. Que les pregunten a los curas de, por ejemplo, la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol que tienen que servir a un puñado de aldeas dispersas cada domingo.

De modo que realmente nos resulta muy, muy difícil creer que la finalidad de la convocatoria de este sínodo es la que se publicita. Entonces, ¿cuál?

Por lo que indica el Instrumentum Laboris, lo que parece pretenderse es algo muy en línea con muchas otras actuaciones y alocuciones papales, y que entronca muy especialmente con el ‘pacto para la paz’ firmado por Su Santidad con el Gran Imán de Al Azhar en Abu Dabi, del que tan satisfecho volvió Francisco, enviando copia a todas las instituciones educativas católicas del orbe. El gran triunfo consistía en haber dado un paso de gigante en el ‘diálogo interreligioso’ de la Iglesia y el Islam, incluyendo esa polémica frase según la cual Dios quiere la pluralidad de religiones.

Que Francisco es un Papa ecuménico no hace falta subrayarlo demasiado, aunque su visión transciende el ecumenismo original, que se centraba en avanzar hacia la unidad de los cristianos: Francisco quiere eso mismo pero con todas las religiones.

Las ‘pruebas’ de esa actitud son demasiado abundantes para citarlas todas, desde la celebración de esa tragedia que fue la división de la Iglesia por obra de Lutero, repentinamente convertido de archiheresiarca en “testigo del Evangelio”, hasta la citada cercanía con el Islam -en su viaje a Marruecos, exhortó a la diminuta comunidad católica de allí a no buscar la conversión de los musulmanes-, su proximidad con el judaísmo y sus fraternales lazos con la Ortodoxia oriental.

Francisco busca una confluencia de las religiones, no ha hecho secreto de ello, y si lo que separa a las distintas confesiones son sus dogmas y su doctrina, ¿no tiene sentido relativizarlos? El Papa nos ha exhortado a que no “convirtamos la verdad en un ídolo”, lo que resulta algo difícil de compatibilizar con la adoración de un Cristo que se llama a sí mismo la Verdad. También nos ha pedido, más recientemente, que no busquemos ‘claridad’ porque el propio Cristo no se la quiso dar sus propios apóstoles.

¿Y qué tenemos en el Instrumentum Laboris? Veamos el punto 98 sugiere a los pastores destinados a la evangelización de los indígenas “integrar la teología indígena y la ecoteología que los prepare a la escucha y al diálogo abierto en donde acontece la evangelización”, se pide “la enseñanza de la teología indígena panamazónica en todas las instituciones educativas”, “profundizar en una teología india amazónica ya existente, que permitirá una mejor y mayor comprensión de la espiritualidad indígena” y “tener en cuenta los mitos, tradiciones, símbolos, saberes, ritos y celebraciones originarios que incluyen las dimensiones trascendentes, comunitarias y ecológicas”.

Carlos Esteban

Implican al Papa en la ‘Operación Volver’ del peronismo argentino (Carlos Esteban)



INFOVATICANA



La prensa argentina se ha hecho eco de unas grabaciones en las que personajes cercanos a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner implican al Papa en las estrategias para que la ex mandataria regrese al poder.

En el primer año de sus respectivos pontificados, los dos Papas inmediatamente anteriores -los primeros no italianos en siglos-, Juan Pablo II y Benedicto XVI, habían realizado sendas visitas pastorales a sus respectivos países. Francisco, no menos viajero que sus predecesores, no ha vuelto a su Argentina natal en estos seis años ni se conocen planes de que vaya a hacerlo, pese a que en uno de sus viajes -a Chile y Perú- tuvo incluso que sobrevolarla.

Pero este desapego aparente por su patria no significa que Su Santidad la tenga olvidada. De hecho, sigue diariamente muy de cerca la escena política argentina y, según informa uno de los primeros diarios bonaerenses, Clarín, pretende influir en ella.

Como arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Bergoglio tuvo frecuentes choques con la presidente peronista Cristina Fernández de Kirchner, descabalgada del poder en las últimas elecciones por Mauricio Macri. Pero parece que entre la ex mandataria y el nuevo líder, Francisco no tiene dudas. De hecho, en su habitual política de ‘gestos’, el pontífice ha favorecido a los políticos de izquierda populista, desde Evo Morales a Lula Da Silva, a la que pertenece ‘la K’, tanto como ha dejado claro su rechazo por sus sucesores, como el brasileño Bolsonaro.

Si con Francisco es más cierto que con otros líderes aquello de que “una imagen vale más que mil palabras”, las sonrisas en sus repetidos encuentros con Kirchner o las cartas de ánimo enviadas a la cárcel donde Lula cumple condena contrastan poderosamente con su negativa a recibir al líder derechista Salvini, a tiro de piedra de su propio Estado, o el gesto adusto con que recibió a Macri en una brevísima reunión protocolaria.

Pero la noticia que da Clarín -‘Vinculan al papa Francisco con la “Operación Volver” del kirchnerismo’- va mucho más allá que los meros gestos. Su nombre ha salido mencionado en unas escuchas grabadas a conversaciones entre un cargo kirchnerista encarcelado por su responsabilidad en una tragedia ferroviaria, Juan Pablo Schiavi, y Eduardo Valdés, ex embajador argentino ante la Santa Sede. Valdés está considerado como el enlace natural entre el peronismo kirchnerista y Su Santidad por sus buenas relaciones de amistad con Francisco y con Cristina.

Las escuchas, difundidas por «Periodismo para Todos», corresponden a una grabación efectuada el pasado mes de enero, y en ellas se discuten las estrategias para devolver a ‘la K’ a la Casa Rosada, estrategias que se han ido aplicando desde entonces, y en las que el Papa jugaría un papel relevante.

Es Schiavi el primero en sugerir que se envíe «un mensaje para nuestro amigo de Roma». Y sigue: «Es reflexión mía, ¿no? Por ahí es una pelotudez mía lo que te digo. Yo creo que es el único que puede decir algunas cosas que ordenen el gran frente opositor que necesitamos. Es el único con poder». Valdés responde con un revelador: «De hecho, lo está haciendo».

Cinco meses después, el Papa da un encendido discurso en el que condena con fuerza el ‘lawfare’. ¿Qué es el ‘lawfare‘? Se trata de un neologismo que mezcla ‘warfare‘, guerra, y ‘law‘, ley, y que pretende que se está usando fraudulentamente la vía judicial para alejar del poder a los líderes populistas de izquierdas, en un evidente abuso de los procesos jurídicos. Esa sería la explicación ‘mítica’ de los procesos judiciales abiertos contra la ex presidente argentina y con el juicio por corrupción que llevó a la cárcel a Lula. En ambos casos -y otros-, se trata de deslegitimar la actuación de uno de los poderes del Estado, el judicial, presumiendo que está prevaricando contra los líderes electos por oscuros motivos políticos.

Carlos Esteban

El ‘discernimiento caso por caso’, contra la casuística (Carlos Esteban)



En su reunión con los jesuitas rumanos, Su Santidad arremetió contra la casuística, una modalidad que suele asociarse, precisamente, a los jesuitas. Y hoy conocemos el Instrumentum laboris del Sínodo de la Amazonía, que propone precisamente una forma típica de casuística.

La casuística se ha posesionado de la pastoral católica bajo el pontificado de Francisco, caracterizado más que ningún otro por ese “discernimiento caso por caso”, por ese primar la excepción y relativizar la norma del que durante siglos se ha acusado, con justicia o sin ella, precisamente a los jesuitas.

¿Pueden comulgar los divorciados que se han vuelto a casar sin anular su primer matrimonio y viven ‘more uxorio’ con la segunda mujer? Pues habrá que ver, con acompañamiento, caso por caso. ¿Y los luteranos cónyuges de fieles católicos? Exactamente igual, con el acompañamiento del sacerdote de que se trate. Todo es el caso concreto, pura moral de situación.

Pero, sorprendentemente, el propio Francisco arremetió contra la casuística en uno de eso encuentros con correligionarios jesuitas, donde se le ve especialmente cómodo, rodeado por un público que va a entenderle y al que le entiende. En el caso al que nos referimos, en la última de estas reuniones, en su reciente viaje a Rumanía. Allí les dijo: “El peligro en el que corremos el riesgo de caer será siempre la casuística”.

Y hoy nos enteramos de un nuevo ‘caso’ para la casuística, de la mano del Instrumentum laboris del Sínodo de la Amazonia que, como todos sabíamos y se había comentado hasta la saciedad, plantea la posibilidad de ordenar a varones casados. Caso por caso, naturalmente; excepcionalmente, ya se sabe.

Lo primero que salta a la vista, lo inocultable, es que del mismo modo que se convocó un Sínodo de la Juventud para ‘colar’ la sinodalidad, de la que apenas se había hablado en él, aquí se va a tomar al Amazonas como mero pretexto para introducir innovaciones que demandan muy lejos de ahí, a orillas de otro río, el Rin.

Lo que se busca en el Sínodo de la Amazonía tiene muy poco o nada que ver con las necesidades pastorales de los indígenas. Antes de acusarme de conspiracionista, pregúntense: ¿qué tienen los habitantes de esta zona que justifique un sínodo de la Iglesia Universal? La población indígena de esa vastísima región no supera con mucho el millón de almas. En nuestro tiempo, la cuna desde la que el cristianismo se dispersó por todo el planeta está perdiendo fieles en una sangría multitudinaria, que supera con mucho la población que baña el río Amazonas. Se cierran y venden numerosas iglesias, monasterios, seminarios en el antaño Occidente cristiano, que se ha convertido verdaderamente en ‘tierra de misión’. Solo en España, la diferencia entre quienes fueron cristianos de niños y lo son de mayores supera los 12 millones de personas.

Esta hemorragia de fieles, sin embargo, no preocupa al Papa. Lo dejó meridianamente claro cuando se discutía el destino de los bienes eclesiales que tenían que ponerse en venta. Era algo, dijo, que no debía alarmarnos. ¿Por qué debe, entonces, alarmarnos la evangelización de un número mucho menor de indígenas?

La respuesta es, precisamente, la casuística. El caso amazónico, con sus difíciles e inexistente comunicaciones y vastas distancias es el escenario ideal para justificar ese viejo anhelo del ‘ala progresista’ de la clerecía occidental: los curas casados.

El Instrumentum laboris plantea ordenar a “ancianos, preferentemente indígenas”, que sean “respetados” y tengan una “familia establecida y estable”; mejor que dejar a “las comunidades” sin la Eucaristía, “se deberían cambiar los criterios de selección y preparación de los ministros autorizados para celebrarla”.

Bueno, son casos muy específicos, y el propio Francisco dijo en una de sus ruedas de prensa aéreas que preferiría morir antes de condonar la abolición del celibato sacerdotal. Pero de este modo puede aprobarlo por la puerta de atrás, solo en casos muy excepcionales que, si los precedentes y el conocimiento de la naturaleza humana sirven para algo, se irán ampliando hasta que, en la práctica, el celibato sea meramente opcional en los sacerdotes.

Carlos Esteban

Una entrevista reveladora, la última de Francisco con los jesuitas. También con sus contradicciones (Sandro Magister)


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Cuando el papa Francisco está en viaje fuera de Italia, no tienen lugar solamente las conferencias de prensa en el avión, para preguntarle y escuchar en vivo sus respuestas. Tienen lugar también sus encuentros con los jesuitas del lugar, que se llevan a cabo a puertas cerradas, pero de los que, puntualmente, pocos días después, el padre Antonio Spadaro publica la transcripción íntegra en “La Civiltà Cattolica”.
El informe de la entrevista entre Francisco y los jesuitas de Rumanía, acontecida al atardecer del 31 de mayo en la nunciatura de Bucarest, contiene tres pasajes con tres argumentos particularmente reveladores del pensamiento del Papa.
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El primero tiene que ver con las acusaciones públicas contra Francisco de haber protegido y promovido a personajes de los cuales conocía sus fechorías sexuales, en particular las del ex cardenal estadounidense Theodore McCarrick y las del obispo argentino Gustavo Óscar Zanchetta.
A los jesuitas de Rumanía el Papa no les volvió a repetir que jamás había sabido algo de los delitos de uno y del otro. Pero confirmó que no quiso responder a esas acusaciones, invocando en apoyo de su propio silencio dos ejemplos extraídos de la historia de la Compañía de Jesús.
El primer ejemplo es la apacibilidad del jesuita san Pedro Fabro (1506-1547), contrapuesta por Francisco a la dureza batalladora de otro jesuita contemporáneo suyo, san Pedro Canisio (1521-1597):
“Hay que llevar sobre los propios hombros el peso de la vida y de sus tensiones. […] Hay que tener paciencia y dulzura. Eso mismo hacía Pedro Fabro, el hombre del diálogo, de la escucha, de la cercanía, del camino. El tiempo actual es más de Fabro que de Canisio, quien, a diferencia de Fabro, era el hombre de la disputa. En un tiempo de críticas y de tensiones hay que hacer como Fabro, que trabajaba con la ayuda de los ángeles: le rogaba a su ángel que hablara con los ángeles de los otros para que hiciesen con ellos lo que nosotros no podemos hacer. […] Este no es el momento de convencer, de hacer discusiones. Si uno tiene una duda sincera sí, se puede dialogar, aclarar. Pero no responder a los ataques”.
El segundo ejemplo está dado por las cartas – reunidas en un volumen editado por los jesuitas de “La Civiltà Cattolica” – de los prepósitos generales de la Compañía de Jesús en el período de la supresión de la Orden, en la segunda mitad del siglo XVIII:
“Si leen el libro, verán que allí se dice qué se debe hacer en los momentos de tribulación a la luz de la tradición de la Compañía. ¿Qué hizo Jesús en el momento de la tribulación y del ensañamiento? No se ponía a litigar con los fariseos y saduceos, como había hecho antes cuando estos intentaban tenderle trampas. Jesús permaneció en silencio. En el momento del ensañamiento no se puede hablar. Cuando hay persecución […] se abraza la cruz”.
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El segundo pasaje revelador se refiere a la idea apreciada por Francisco de la sabiduría y de la inocencia innatas en el “pueblo”. Una idea que sustenta tanto su visión teológica de la Iglesia como “santo pueblo fiel de Dios”, como su visión política típicamente “populista”:
“¿Cuáles son las verdaderas consolaciones? […] Las encuentro con el pueblo de Dios. […] El pueblo de Dios comprende mejor que nosotros las cosas. El pueblo de Dios tiene un sentido, el ‘sensus fidei’ que te corrige la línea y te pone en el recto camino”.
En apoyo de esta visión suya, Francisco recurrió a dos anécdotas.
En la primera relató haber encontrado un día a una anciana con “los ojos preciosos, brillantes”, quien después de un par de bromas le había dicho que rezaba todos los días por él. Y él le respondió: “Dígame la verdad: ¿por mí o contra mí?”. Y la anciana que le dijo: “¡Pero, por supuesto: rezo por usted! Muchos otros dentro de la Iglesia rezan en contra de usted”. Moraleja de la fábula: “La verdadera resistencia [contra el Papa] no está en el pueblo de Dios, que se siente de verdad pueblo”.
La otra anécdota remite a cuando Jorge Mario Bergoglio era un simple sacerdote y se llegaba cada año al santuario de Nuestra Señora del Milagro, situado en el norte de Argentina:
“Allí hay siempre mucha gente. Un día, después de la misa, mientras salía con otro sacerdote, se acerca una señora sencilla, del pueblo, no ‘ilustrada’. Llevaba consigo estampitas y crucifijos. Y le pidió al otro sacerdote: ‘Padre, ¿me bendice?’. Él, que es un buen teólogo, respondió: ‘Pero, ¿usted estuvo en la misa?’. Ella respondió: ‘Sí, padrecito’. Entonces él preguntó: ‘¿Usted sabe que la bendición final bendice todo?’. La señora: ‘Sí, padrecito’. […] En ese momento salía otro sacerdote, y el «padrecito» se dio la vuelta para saludarlo. En ese momento, la señora se dirigió de repente a mí y me dijo: ‘Padre, ¿me bendice?’. Ahí está. ¿Veis? La señora había aceptado toda la teología, pero quería esa bendición. ¡La sabiduría del pueblo de Dios! ¡Lo concreto! Vosotros diréis: pero podría ser superstición. Sí, algunas veces alguien puede ser supersticioso. Pero lo que importa es que el pueblo de Dios es concreto. En el pueblo de Dios encontramos lo concreto de la vida, de las verdaderas cuestiones, del apostolado, de las cosas que tenemos que hacer. El pueblo ama y odia como se debe amar y odiar”.
*
El tercer pasaje revelador, en la entrevista con los jesuitas de Rumanía, se refiere a la cuestión de la Comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, cuestión todavía irresuelta desde que los “Dubia” expuestos por cuatro cardenales permanecen aún sin respuesta:
“El peligro en el que corremos el riesgo de caer será siempre la casuística. Cuando comenzó el Sínodo sobre la familia, algunos dijeron: ahí está, el papa convoca un Sínodo para dar la comunión a los divorciados. ¡Y siguen todavía hoy! En realidad, el Sínodo recorrió un camino en la moral matrimonial, pasando de la casuística de la escolástica decadente a la verdadera moral de santo Tomás. El punto en el que en ‘Amoris laetitia’ se habla de integración de los divorciados abriendo eventualmente a la posibilidad de los sacramentos fue hecho según la moral más clásica de santo Tomás, la más ortodoxa, no la casuística decadente del ‘se puede o no se puede’”.
*
El argumento presentado aquí por Francisco como justificación de “Amoris laetitia” es el mismo que ya había expuesto, casi con las mismas palabras, a los jesuitas de Chile y Perú, con quienes se encontró el 16 de enero de 2018 en Santiago de Chile, durante su viaje a esos países.
De la misma manera que el remitirse a san Pedro Fabro, contrapuesto a san Pedro Canisio, con muchas invocaciones a los ángeles, se encuentra igualmente y en forma idéntica en la entrevista entre Francisco y los jesuitas de Lituania y Letonia, con quienes se encontró en Vilnius el 23 de setiembre de 2018.
Sucede muchas veces que Francisco se repite, especialmente cuando habla improvisando. Pero a veces sucede que también saca a la luz aspectos íntimos de su personalidad.
Por ejemplo, a los jesuitas de Chile y Perú llegó a decir que es “por salud mental” que se niega a leer los escritos de sus opositores:
“Por salud mental yo no leo los sitios de Internet de esta así llamada ‘resistencia’. Sé quiénes son, conozco los grupos, pero no los leo, simplemente por salud mental. […] Algunas resistencias vienen de personas que creen poseer la vera doctrina y te acusan de hereje. Cuando en estas personas, por lo que dicen o escriben, no encuentro bondad espiritual, yo simplemente rezo por ellos. Siento pena, pero no me detengo en este sentimiento por salud mental”.
En otras ocasiones Bergoglio ha presentado otras vetas sobre sus inquietudes interiores y sobre sus momentos “de desolación” en su vida.
Pero basta señalar aquí su más reciente caída en contradicción con el declarado rechazo de leer “los sitios de Internet” de sus opositores.
El jueves 13 de junio, en el discurso dirigido a los nuncios apostólicos convocados en Roma, en un cierto punto Francisco les ordenó que corten todo contacto con los sitios de Internet y los blogs de los “grupos hostiles al Papa, a la Curia y a la Iglesia de Roma”.
Ahora bien, ¿cómo concluyó Francisco este discurso? Con las “Letanías de la humildad”, del siervo de Dios y cardenal Rafael Merry del Val (1865-1930), secretario de Estados de san Pío X.
Una nota a pie de página, en el texto oficial del discurso, remite a las fuentes de las que ha recogido esta oración.
Esa fuente es un post de sitio de Internet “Corrispondenza Romana”, con la firma de su fundador y director Roberto de Mattei, historiador de la Iglesia, uno de los críticos más radicales del actual pontificado.
¿Esto no constituye un signo que Francisco no sólo lee, sino que también abreva, cuando sirve, en estos sitios de Internet que “por salud mental” dice que pone a un lado?
Sandro Magister

NOTICIAS VARIAS 17 y 18 de de Junio de 2019




SPECOLA

La tomadura del pelo del concilio amazónico, el Papa Francisco y el fin del sacerdocio, la Iglesia y la Eucaristía, Vaticano e Italia.

El apagón argentino, los besos del hermano Ravasi, los nuncios de Francisco, ha muerto Zeffirelli.

INFOCATÓLICA

Mons. Héctor Aguer advierte: Votar por políticos a favor del aborto «es pecado mortal»

Las diócesis de California piden a los fieles que presione a los congresistas para no legislar contra el secreto de confesión

ADELANTE LA FE

Ideología de género: ¿diálogo o resistencia? (Mario Caponnetto)
“Rezan demasiado”. El Vaticano cierra otra orden

INFOVATICANA

Primera misa en Notre Dame tras el incendio

CHIESA E POST CONCILIO

Un insigne psicologo critica ferocemente il nuovo documento sul gender del Vaticano definendolo un compromesso col “neopaganesimo”


GLORIA TV

VIGANÒ: Hablo sólo de lo que he visto personalmente. Así opera la mafia homosexual en la Iglesia

El cardenal Becciu cambia la doctrina

Una entrevista reveladora, la última de Francisco con los jesuitas. También con sus contradicciones

Documento de Trabajo publicado, el Sínodo sobre la Amazonia abolirá el celibato

Activismo de izquierda: Francisco advierte sobre “tendencias autoritarias”

Cardenal sugiere que exhibir la Cruz es un “rito mágico”

DIANE MONTAGNA

Vatican’s Amazon Synod to discuss allowing married priests, letting bishops ‘adapt’ Mass

SECRETUM MEUM MIHI

Vaticano niega rumores de derrame sufrido por Benedicto XVI © Getty Images Esta es una información de The Catholic Heral...

Oficial: Sínodo para la Amazonía sí considerará la ordenación de hombres casados Se presentó hoy el Instrumetum Laboris ...

Selección por José Martí

Abuse of money and sexual abuse are intermingled, a special LGTB police, etc.



Abuse of money and sexual abuse are intermingled, Phil Lawler told EWTN in the context of disgraced Wheeling-Charleston bishop Michael Bransfield. Bransfield has been accused of sexual harassment of adults and extravagant spending. Lawler stresses that Baltimore Archbishop Lori who was appointed to examine the scandal, received checks from Bransfield. "This is an evident conflict of interests", Lawler comments - quote. "There are checks flying around. That is seemingly a normal practice."

Raymond Arroyo also asked Lawler about rumors regarding a possible reinterpretation of Holy Communion during the upcoming Amazon Synod of Bishops. According to Phil Lawler, this would hit the core of the Catholic faith. Lawler stressed that in recent synods nothing happened without prior approval of Pope Francis. Quote, "If it´s rumored, the rumors are being circulated out of the apostolic palace." Or the Santa Marta house...

67-year-old parish priest Father Roman Kneblewski is being retired from his parish in Bydgoszcz/Poland by bishop Jan Tyrawa. One of the reasons: Father Kneblewski celebrates too many Latin Masses during the week. The priest is known in Poland for his catechisis videos where he promotes solid Catholic teaching and patriotism. Father Kneblewski answered to his bishop’s allegations and stated in a YouTube- Video that he will appeal to the Vatican on this decision, pointing out that a parish priest cannot be withdrawn from his post without a solid reason.

Vall d'Uixo is the first city in Spain that has created a special LGBT police unit, engaged in persecuting those who criticize homosexualism. The police unit will also be involved in - quote - "educational activities". It will, for example, be present at homosexualist events. Such Gaystapo structures are increasingly spreading with international organizations such as LGBTIPOL or the European LGBT Police Association trying to suppress critics of gay ideology.

lunes, 17 de junio de 2019

Cardenal Ravasi: “Besar un crucifijo no te convierte en creyente” (Carlos Esteban)



Blandir un rosario o besar un crucifijo no te convierte en creyente, ha declarado al Corriere della sera el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontifico Consejo para la Cultura, en la enésima crítica al líder de la Liga, Matteo Salvini.

“Son signos que por sí mismos no representan la autenticidad de la creencia”, señala el cardenal Ravasi en la larga entrevista concedida al diario italiano Il Corriere de la sera. “Cristo condena a quienes ocupan los primeros puestos en la sinagoga, a quienes alargan las filacterias […] Uno no se salva por manifestaciones externas, sino por una profunda adhesión a las elecciones morales y existenciales”.

Por supuesto, el cardenal tiene toda la razón del mundo. Besar un rosario no te hace católico. Matteo Salvini, presumiblemente, está bautizado, y eso sí te hace católico mientras no apostates, aunque seas un pésimo católico. Naturalmente, tampoco vestir de rojo te convierte en cardenal, ni de púrpura en obispo.

La disonancia cognitiva en la cúpula eclesial empieza a ser alarmante, bajo esta ‘renovación’ que ya ha acelerado la ‘fuga’ de católicos a ritmos desoladores y que parece decidida a continuar hasta quedarse solos. Oímos casi cada mes cómo nos piden que hablemos y callemos, en días alternos; cómo el silencio es bueno y es malo, según y cómo. Y después de asegurarnos una y otra vez que la maledicencia es lo peor de lo peor, al nivel del terrorismo, llega un curial para insinuar que Salvini no es verdaderamente católico, que es sólo un hipócrita, o al menos que su invocación a los símbolos católicos, raíz de la nación que pretende gobernar, lo es.

Claro que Ravasi sigue en este ‘doblepensar’ al propio pontífice, que en una reciente entrevista concedida a Televisa insinuó que Carlo Maria Viganò había denunciado por dinero la connivencia vaticana con el ex cardenal McCarrick, condenándose a una vida de fugitivo, y que perder en un juicio de herencias sin ninguna relación -ni interés- probaba de algún modo que su testimonio no era fiable, pese a que no ha hecho más que confirmarse desde que fue publicado.

Pero si el signo no es la cosa, si besar un rosario no te hace necesariamente católico, lo contrario es más dudoso. De la abundancia del corazón habla la boca, dice la Escritura. Tener gestos de cariño con alguien puede ser hipocresía; que el amor no se exprese en signos visibles, aparentes, es ya más raro.

Como es raro representar una fe que cree que cada uno de nosotros ha sido redimido y tiene en su mano aceptar esa redención y vivir por toda la eternidad en la Casa del Padre o, por el contrario, rechazarla y elegir una eternidad de tormento, y apenas hablar de ello, prefiriendo insistir en cuestiones políticas del momento que ya cuentan con sus activistas y representantes.

Puede haber manifestación exterior sin adhesión interior, naturalmente; pero es mil veces más raro que haya adhesión interior, fe, sin manifestación exterior. Cuesta creer en la convicción de personas que dicen creer en el vertiginoso dilema que es la vida de todas las almas en este mundo pero que no lo predican ‘a tiempo y a destiempo’, enredados en problemas mundanos de cuestionable solución.

Carlos Esteban

"Las ideologías actuales buscan ser sustitutas de la religión" dice un doctor en economía


Duración 9:42 minutos

domingo, 16 de junio de 2019

NOTICIAS VARIAS 16 de Junio de 2019



Tribu de Etiopía se convierte al catolicismo: más de 400 bautismos simultáneos

Proyecto del Arzobispado de Toledo para la vida religiosa: hermanamiento de las parroquias con los monasterios

INFOVATICANA

Isabel la Católica: una vida ejemplar al servicio de la defensa de la fe

SECRETUM MEUM MIHI

Primera Misa en catedral de Notre-Dame de París después del incendio fue Ad Orientem Este es un reporte de agencia AFP, ...

Arzobispo emérito de La Plata, Argentina, pide no votar por “candidatos abortistas” Información del periódico El Día, de...

Contraproductividad, no cambio de mentalidad, mejor enseñar. ¿Son válidas las razones del card. Cupich para no negar la ...

El card. Blase Cupich considera “contraproducente” negar la Sagrada Comunión a legisladores pro-aborto Información de Ca...

GLORIA TV

Arquidiócesis diez veces más grande que el Vaticano no tiene que revelar el uso de miles de millone…
Selección por José Martí

Feliz Fiesta de la Santísima Trinidad: Símbolo QUICUMQUE (en español y en latín)



Quienquiera desee salvarse debe, ante todo, guardar la Fe Católica: 

quien no la observare íntegra e inviolada, sin duda perecerá eternamente. 
Esta es la Fe Católica: que veneramos a un Dios en la Trinidad y a la Trinidad en unidad. 

Ni confundimos las personas, ni separamos las substancias. 
Porque otra es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo: 
Pero la divinidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es una, es igual su gloria, es coeterna su majestad. 

Como el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo. 
Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo. 
Inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo.
Eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo. 

Y, sin embargo, no tres eternos, sino uno eterno. 
Como no son tres increados ni tres inmensos, sino uno increado y uno inmenso. Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo. 

Y, sin embargo, no tres omnipotentes, sino uno omnipotente. 
Como es Dios el Padre, es Dios el Hijo, es Dios el Espíritu Santo. 
Y, sin embargo, no tres dioses, sino un Dios. 

Como es Señor el Padre, es Señor el Hijo, es Señor el Espíritu Santo. 
Y, sin embargo, no tres señores sino un Señor. 

Porque, así como la verdad cristiana nos compele a confesar que cualquiera de las personas es, singularmente, Dios y Señor, así la religión católica nos prohíbe decir que son tres Dioses o Señores.

Al Padre nadie lo hizo: ni lo creó, ni lo engendró. 
El Hijo es sólo del Padre: no hecho, ni creado, sino engendrado. 
El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo: no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente de ellos. 

Por tanto, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos, un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. 

Y en esta Trinidad nada es primero o posterior, nada mayor o menor: sino todas las tres personas son coeternas y coiguales las unas para con las otras. 

Así, para que la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad sea venerada por todo, como se dijo antes. Quien quiere salvarse, por tanto, así debe sentir de la Trinidad. 

Pero, para la salud eterna, es necesario creer fielmente también en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. 

Es pues fe recta que creamos y confesemos que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y hombre. Es Dios de la substancia del Padre, engendrado antes de los siglos, y es hombre de la substancia de la madre, nacido en el tiempo. Dios perfecto, hombre perfecto: con alma racional y carne humana. Igual al Padre, según la divinidad; menor que el Padre, según la humanidad. 

Aunque Dios y hombre, Cristo no es dos, sino uno. Uno, no por conversión de la divinidad en carne, sino porque la humanidad fue asumida por Dios. Completamente uno, no por mezcla de las substancias, sino por unidad de la persona. Porque, como el alma racional y la carne son un hombre, así Dios y hombre son un Cristo. 

Que padeció por nuestra salud: descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios Padre omnipotente; de allí vendrá a juzgar a vivos y muertos. 

A su venida, todos los hombres tendrán que resucitar con sus propios cuerpos, y tendrán que dar cuenta de sus propios actos. Los que actuaron bien irán a la vida eterna; los que mal, al fuego eterno. Esta es la fe católica, quien no la crea fiel y firmemente, no podrá salvarse. 

Amén.


Quicumque vult salvus esse, ante omnia opus est, ut teneat catholicam fidem: Quam nisi quisque integram inviolatamque servaverit, absque dubio in aeternum peribit. Fides autem catholica haec est: ut unum Deum in Trinitate, et Trinitatem in unitate veneremur. Neque confundentes personas, neque substantiam separantes. Alia est enim persona Patris alia Filii, alia Spiritus Sancti: Sed Patris, et Filii, et Spiritus Sancti una est divinitas, aequalis gloria, coeterna maiestas. Qualis Pater, talis Filius, talis [et] Spiritus Sanctus. Increatus Pater, increatus Filius, increatus [et] Spiritus Sanctus. Immensus Pater, immensus Filius, immensus [et] Spiritus Sanctus. Aeternus Pater, aeternus Filius, aeternus [et] Spiritus Sanctus. Et tamen non tres aeterni, sed unus aeternus. Sicut non tres increati, nec tres immensi, sed unus increatus, et unus immensus. Similiter omnipotens Pater, omnipotens Filius, omnipotens [et] Spiritus Sanctus. Et tamen non tres omnipotentes, sed unus omnipotens. Ita Deus Pater, Deus Filius, Deus [et] Spiritus Sanctus. Et tamen non tres dii, sed unus est Deus. Ita Dominus Pater, Dominus Filius, Dominus [et] Spiritus Sanctus. Et tamen non tres Domini, sed unus [est] Dominus. Quia, sicut singillatim unamquamque personam Deum ac Dominum confiteri christiana veritate compellimur: Ita tres Deos aut [tres] Dominos dicere catholica religione prohibemur. Pater a nullo est factus: nec creatus, nec genitus. Filius a Patre solo est: non factus, nec creatus, sed genitus. Spiritus Sanctus a Patre et Filio: non factus, nec creatus, nec genitus, sed procedens. Unus ergo Pater, non tres Patres: unus Filius, non tres Filii: unus Spiritus Sanctus, non tres Spiritus Sancti. Et in hac Trinitate nihil prius aut posterius, nihil maius aut minus: Sed totae tres personae coaeternae sibi sunt et coaequales. Ita, ut per omnia, sicut iam supra dictum est, et unitas in Trinitate, et Trinitas in unitate veneranda sit. Qui vult ergo salvus esse, ita de Trinitate sentiat.


Sed necessarium est ad aeternam salutem, ut incarnationem quoque Domini nostri Iesu Christi fideliter credat. Est ergo fides recta ut credamus et confiteamur, quia Dominus noster Iesus Christus, Dei Filius, Deus [pariter] et homo est. Deus [est] ex substantia Patris ante saecula genitus: et homo est ex substantia matris in saeculo natus. Perfectus Deus, perfectus homo: ex anima rationali et humana carne subsistens. Aequalis Patri secundum divinitatem: minor Patre secundum humanitatem. Qui licet Deus sit et homo, non duo tamen, sed unus est Christus. Unus autem non conversione divinitatis in carnem, sed assumptione humanitatis in Deum. Unus omnino, non confusione substantiae, sed unitate personae. Nam sicut anima rationalis et caro unus est homo: ita Deus et homo unus est Christus. Qui passus est pro salute nostra: descendit ad inferos: tertia die resurrexit a mortuis. Ascendit ad [in] caelos, sedet ad dexteram [Dei] Patris [omnipotentis]. Inde venturus [est] judicare vivos et mortuos. Ad cujus adventum omnes homines resurgere habent cum corporibus suis; Et reddituri sunt de factis propriis rationem. Et qui bona egerunt, ibunt in vitam aeternam: qui vero mala, in ignem aeternum. Haec est fides catholica, quam nisi quisque fideliter firmiterque crediderit, salvus esse non poterit.
SPECOLA

Viganò aclara por qué no actuó antes (Carlos Esteban)



Si el arzobispo Carlo Maria Viganò sabía lo que sabía siendo nuncio en Estados Unidos, ¿por qué no lo denunció en su momento? Lo explica en declaraciones al portal americano LifeSiteNews.

Tras la extensa entrevista concedida desde su paradero desconocido al Washington Post, el arzobispo Carlo María Viganò ha querido responder a una última cuestión muy repetida desde que publicara su explosivo testimonio, acusando a Su Santidad y a buena parte de la Curia de Roma de estar enterados de las andanzas homosexuales de McCarrick y del castigo informal impuesto por Benedicto XVI: por qué no dijo nada antes; por qué tardó tanto en denunciar la impostura y esperó a perder el cargo de nuncio en Estados Unidos.

Viganò ha querido hacerlo como ‘coda’ a sus declaraciones al Post, esta vez en declaraciones al sitio LifeSiteNews.

“¿Por qué esperé tanto tiempo?”, se pregunta el arzobispo. Y se responde: “En primer lugar, confiaba en que la Iglesia encontraría en sí misma la energía para renovarse, especialmente tras la investigación encargada por Benedicto XVI”.

Viganò se refiere aquí al informe de 300 páginas que le entregaron al Papa Emérito tres cardenales -Julian Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi- sobre corrupción en la Curia y en la jerarquía eclesiástica, que el pontífice entonces reinante leyó y no quiso hacer público, una responsabilidad que quiso dejar a su sucesor. No pocos observadores especulan con la idea de que la lectura de ese informe influyó decisivamente en su decisión de abdicar, algo que hizo a los pocos meses. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada del misterioso informe.

“¿Qué fue de la investigación ordenada por Benedicto XVI y llevada a cabo por tres cardenales?”, se pregunta Viganò. “Nadie ha dicho nada al respecto. Si alguien quisiera limpiar la corrupción, responder a las conclusiones de ese informe sería un buen comienzo. Todos vimos la caja con los documentos que un Papa entregaba a otro en Castel Gandolfo, y ahora ha desaparecido”.

La segunda razón por la que Viganò no actuó antes tiene nombre propio: cardenal Tarsicio Bertone, entonces secretario de Estado vaticano. Ese era el obstáculo, explica. “Todos sabemos que se deshizo de mí porque me negué a aprobar candidatos indignos que él presionaba para que se les consagrara como obispos y porque estaba combatiendo contra la corrupción en la Curia y el Gobernorato”.

Por último, como tercera razón de su silencio previo, el arzobispo explica que “poco después, el cardenal Pietro Parolin fue nombrado secretario de Estado. Siendo nuncio en Washington, le escribí una carta que he mencionado a menudo, preguntándoles si las restricciones impuestas a McCarrick por el Papa Benedicto seguían en vigor, y nunca me respondió”.

Y resume: “No podía superar el obstáculo que representaba el cardenal Bertone. El cardenal Parolin no me respondía, fingiendo que no había pasado nada. Y nadie se ha atrevido a preguntarle firmemente si recibió la carta o no. Y, entonces, después de haber informado al Papa Francisco en 2013, ¿qué más podría haber hecho? Confiaba en que el Papa Francisco haría las cosas que cualquier Papa hubiera hecho. Siempre confié en él. Y, entonces, una vez que vi que él mismo encubría el asunto, no pude permanecer callado”.

Carlos Esteban