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Un sacerdote del Opus Dei admite que el motu proprio del Papa “les fastidió”, pero dice que “Dios quiere el Opus Dei” y que “la forma jurídica da igual”
El sacerdote Enrique Cases, numerario del Opus Dei desde hace más de sesenta años y doctor en Derecho Canónico, ha concedido una entrevista a Marcos Vera para Tekton en la que intenta refutar la información publicada por InfoVaticana sobre el futuro de la prelatura. Sin embargo, sus propias palabras confirman, punto por punto, el diagnóstico de este medio: el Opus Dei se considera una obra divina al margen de cualquier forma jurídica, autoridad eclesiástica o reforma pontificia.
Cases, que asegura haber conocido personalmente a san Josemaría Escrivá, afirma que el motu proprio de Francisco —redactado por el cardenal jesuita Gianfranco Ghirlanda— “no nos gustó” y “fastidió un poco”, porque “se hizo desde una mentalidad jerarcológica” y “no entiende la misión de los laicos”. “No estoy contento”, reconoce, “porque no comprenden nuestro carisma”. Pero a continuación deja claro que la prelatura no depende de esa decisión del Papa, ni de su sucesor León XIV, porque —dice textualmente— “lo importante es que Dios quiere que el Opus Dei exista” y que “esto no es un montaje humano, sino una cosa que Dios hizo ver” a Escrivá en 1928.
El sacerdote llega incluso a decir que, aunque se cambie la figura jurídica, “eso no cambia nada”, porque “la vestimenta jurídica es lo de menos” y “nosotros seguiremos haciendo lo mismo”. En su opinión, el Opus Dei es “una misión divina que no se puede abolir”, y las reformas romanas “no afectan a lo esencial”.
Durante la entrevista, el presentador lee en voz alta la noticia de InfoVaticana titulada «El Opus Dei al borde de dejar de existir», y el sacerdote responde airado: “Eso dice InfoVaticana, y no es verdad”. Pero en el mismo diálogo admite que el Papa León XIV está llevando a cumplimiento la reforma iniciada por Francisco y que no ha leído aún el nuevo documento, limitándose a confiar en que “no abandonen a los laicos en manos de los lobos”.
«Dile al señor que ha escrito esto que se confiese de sus pecados. Porque dice muchos pecados, mentiras, calumnias…» llega a afirmar sobre mí el sacerdote, sin aportar un solo argumento que refute las informaciones de este medio.
En otro momento, el propio sacerdote confiesa con un tono de candidez que revela la contradicción central de toda la obra: “A mí me importa un bledo el Banco Popular, y no tengo ni un duro. Pero esto es un querer de Dios, no un montaje de un sacerdote jovencito”. La idea, repetida varias veces, es que la existencia del Opus Dei no depende del Derecho Canónico sino de una elección divina directa, incluso frente a la autoridad del Papa.
El resultado es que, intentando defender la obediencia y la ortodoxia, el sacerdote reproduce el argumento de fondo que InfoVaticana ha venido señalando en sus investigaciones: que el Opus Dei, tras el motu proprio y la pérdida de su estructura privilegiada, se refugia en una convicción casi mística de superioridad espiritual, según la cual ni las normas, ni los estatutos, ni la jerarquía eclesial alteran su misión.
El vídeo, disponible a continuación, es la mejor demostración de que el Opus Dei vive hoy una disonancia entre su retórica de obediencia y su autonomía práctica. Lo que Cases describe con serenidad teológica —que no hay Papa ni ropaje jurídico que importe un pimiento— es, en el fondo, el mismo diagnóstico que InfoVaticana ha documentado con escrituras, notas simples y estatutos: una institución que ya no pertenece jurídicamente a la Iglesia, pero que sigue funcionando como si tuviera una misión divina por encima de ella.
Diego Lanzas | 29 octubre, 2025