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miércoles, 5 de diciembre de 2018

El SILENCIO del VATICANO ante el testimonio Viganò, según SPECOLA (16) A cien días del primer testimonio: silencios y herencias



Hoy hace cien días que se hizo público el primer testimonio de Viganò, el nuncio. Siempre sostenemos que parece que no pasa nada pero que todo está pasando. 
La situación provocada por el testimonio del que fue varios años nuncio en Estados Unidos es tema de conversación en todos los encuentros sacerdotales americanos. El silencio de los que tienen los datos y los documentos no hace sino confirmar con gran fuerza su contenido

Hoy tenemos el ejemplo de cómo actuar sin prisa pero con la verdad de los argumentos. Son muchos los que, sin poder atacar el contenido del testimonio, se dedicaron a desacreditar al firmante. Es una táctica tan vulgar que da sonrojo el contarlo, pero es lo que ha sucedido. 

El litigio de la herencia entre los hermanos Viganò fue el arma que parecía que hundía al ex nuncio en la más absoluta ignominia. Hoy tenemos el comunicado, como corresponde a tema tan serio, de los abogados del ex nuncio que explican, con pelos y señales, lo sucedido

Desde esta Specola nos tentamos la ropa antes de comentar las noticias que consideramos falsas o medias verdades, que es peor. Defendimos en su momento, y después de las oportunas verificaciones con quien conocía de primera mano los hechos, que era un problema de valoración de bienes en el que los hermanos no habían llegado a un acuerdo. Viganò había ofrecido una solución en bien de la paz en la que ofrecía al que se consideraba perjudicado una cantidad mayor de la contemplada en la condena judicial. El ex nuncio se ha apresurado a pagar y ni ha querido apelar por estar más que de acuerdo con la resolución, que incluso le beneficiaba. 

Gracias a esta aclaración muy documentada hemos conocido, algo que el ex nuncio ha mantenido siempre en el ámbito privado, que con la sustanciosa herencia ha construido entre otras cosas un monasterio de clausura en África con el que ha querido rendir homenaje a sus padres

Es evidente que todo esto lo sabían -o podían saberlo- los medios que le han acusado de todo y que ahora se pueden enfrentar a una denuncia formal por las acusaciones publicadas

Se cierra así el capitulo que podía ensombrecer la calidad humana del firmante. 

Cien días de silencio no hacen sino incrementar la fuerza de los hechos. Cien días, en los que estamos viendo cómo se hace de todo para eludir las prometidas ‘oportunas aclaraciones’ que no llegan

Febrero está muy lejano y quedan muchos más capítulos de esta truculenta historia que esta descomponiendo la poderosa iglesia católica en los Estados Unidos.

Specola