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miércoles, 15 de mayo de 2019

Un académico, el profesor Pierantoni, defiende el contenido de la carta que acusa al Papa de herejía: la Iglesia se enfrenta a la "crisis más grave" de su historia (Diane Montagna) [3 de 6]


Are the signatories of the open letter accusing Pope Francis of being a formal heretic? If so, why did you not first present the charges to him privately, giving him a chance to respond (even if a response is unlikely). Isn’t it a part of due process to do so? The Congregation for the Doctrine of the Faith does so with any theologian suspected of heresy, so why shouldn’t the Pope be given a chance to explain himself? 
First of all, I would like to distinguish between the accusation of heresy, and the formal declaration of someone being a heretic by the competent authority: the accusation of being a heretic is one thing, the sentence that formally declares him such is another, and that it is not up to us to issue, but precisely to the bishops to whom we have addressed the open letter. Now, if we use the term “formal heresy”, as distinguished from “material heresy”, in the sense that the person upholding it is conscious that it is a proposition opposed to a teaching of the Catholic faith, and does not uphold it out of mere ignorance of the faith, then we claim that we are speaking of “formal” heresy in this sense. However, this must still be distinguished from the situation of a person who has already been admonished by the competent authority about the incompatibility of their doctrine with the Catholic faith: this has not, of course, yet happened with the Pope, as no one with authority has still formally admonished him: so, in this sense his position is not that of “formal heresy”, and such an admonition is precisely what we are asking of the bishops. 
Now, we are presenting these accusations after a great number of warnings have already been presented privately to the Pope, many more than would have been sufficient and fair. 
In fact, this was already done in the theological censures presented to him by a number of us in 2016 (first privately); then with the dubia (also previously presented in private), then with the Correctio filialis (2017), which was also put directly into his hands a full month before it was published.
But this is only a part of the story. Pope Francis was already warned of these errors by many bishops and cardinals and even lay scholars during the Synods on the family; then, after the drafting of AL, by the many corrections that came from the Congregation for the Doctrine of the Faith, which were all rejected. Then by a series of articles, books and open letters by important authors. 
Faced with all these warnings, questions, books, articles, letters and corrections, the Pope had all the time and material to reflect and eventually to respond. But instead, he clearly and consciously chose the path of ignoring them altogether. In an answer given during a meeting with the Jesuits last year here in Chile, he stated verbatim regarding these critics that he “does not read them” because he does not find in them “spiritual goodness,” and limits himself to “praying for them” (quoted here). It remains to be explained how he knows that the critics do not have spiritual goodness, since he does not read them. 
However, for our part we thank him for his prayers, which we reciprocate. But we are sadly forced to record that it is therefore a matter of a voluntary and stubborn closure to listen to these criticisms, which fully justifies our accusation of “fully conscious and pertinacious” heresy, although in the limited sense that can be applied to a person who has not yet been formally admonished, as I explained before. So, as I have already said, this does not mean at all that we claim the authority necessary to issue a sentence and thus formally declare the heresy of any person, and therefore not the Pope either; indeed, although it is already obvious in itself, we have taken care to expressly state the contrary (cf. pg. 15). 
So it isn’t at all true, as for example Father Brian Harrison said in his recent article (among other inaccuracies), that we “jump straight to the conclusion that he’s a formal heretic, and urge the world’s bishops to treat him as such.” This is very inaccurate. What we are doing is simply presenting an accusation, accompanied by the evidence that we consider necessary and sufficient: it will then be up to the competent authority, in this case the bishops, to examine the evidence, admonish the Pope in an appropriate manner, give him the possibility of a retraction, and only after that, to issue the sentence. And we are not presenting these accusations lightly at all, but, as I have already said, we are doing so after having waited several years in which a long series of prior notices, letters and corrections have already been presented.
In any case, whether the judgment actually takes place during the Pope’s lifetime or not, an accusation that is based on a conspicuous series of evidence and testimonies is yet worthy of consideration by any serious person who cares about the good of the Church, beginning with the chief interested party. 

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

- ¿Acaso los firmantes de la carta abierta acusan al Papa Francisco de ser un hereje formal? Si es así, ¿por qué no se le presentaron los cargos de forma privada, dándole la oportunidad de responder (incluso aunque sea poco probable que responda)? ¿No es parte del debido proceso hacerlo así? La Congregación para la Doctrina de la Fe lo hace con cualquier teólogo sospechoso de herejía; así que, ¿por qué no se le debe dar al Papa la oportunidad de explicarse?


En primer lugar, me gustaría distinguir entre la acusación de herejía y la declaración formal de que alguien es un hereje por la autoridad competente: la acusación de ser un hereje es una cosa, la sentencia de que formalmente lo declara tal es otra, y no nos corresponde a nosotros emitirla, sino precisamente a los obispos a quienes hemos dirigido la carta abierta. 

Ahora, si usamos el término "herejía formal", a diferencia de la "herejía material", en el sentido de que la persona que lo sostiene es consciente de que es una proposición opuesta a una enseñanza de la fe católica, y no la defiende de la mera ignorancia de la fe, afirmamos que estamos hablando de herejía "formal" en este sentido. 

Sin embargo, esto aún debe distinguirse de la situación de una persona que ya ha sido amonestada por la autoridad competente acerca de la incompatibilidad de su doctrina con la fe católica: esto, por supuesto, no ha sucedido aún con el Papa, pues la autoridad competente todavía no lo ha amonestado formalmente: en este sentido, su posición no es la de "herejía formal", y tal advertencia es precisamente lo que pedimos a los obispos.
Estamos presentando estas acusaciones después de que una gran cantidad de advertencias hayan sido presentadas antes en privado al Papa, muchas más de las que hubieran sido suficientes y justas.
De hecho, esto ya se hizo en las censuras teológicas que algunos de nosotros le presentamos en 2016 (primero en privado); luego con la dubia (también presentada anteriormente en privado), luego con la Correctio filialis (2017), que también se puso directamente en sus manos un mes antes de que se publicara.

Pero esto es sólo una parte de la historia. El Papa Francisco ya fue advertido de estos errores por muchos obispos y cardenales e incluso eruditos laicos durante los Sínodos sobre la familia; luego, después de la redacción de AL, por las muchas correcciones que provenían de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que fueron rechazadas. Luego, por una serie de artículos, libros y cartas abiertas de importantes autores.
Frente a todas estas advertencias, preguntas, libros, artículos, cartas y correcciones, el Papa tuvo todo el tiempo y el material para reflexionar y, finalmente, para responder. Pero en cambio, él eligió clara y conscientemente, el camino de ignorarlos por completo
En una respuesta dada durante una reunión con los jesuitas el año pasado aquí en Chile, declaró literalmente con respecto a estos críticos que "no los lee" porque no encuentra en ellos "bondad espiritual", y se limita a "orar por ellos". ”(Citado aquí). Queda por explicar cómo sabe que los críticos no tienen bondad espiritual, ya que no los lee.

Sin embargo, por nuestra parte, le agradecemos sus oraciones, que correspondemos. Pero lamentablemente nos vemos obligados a dejar constancia de que se trata de un cierre voluntario y obstinado para escuchar estas críticas, que justifica plenamente nuestra acusación de herejía "plenamente consciente y pertinente", aunque en el sentido limitado que se puede aplicar a una persona que aún no ha sido amonestada formalmente, como expliqué antes. 

Así que, como ya he dicho, esto no significa en absoluto que reclamemos la autoridad necesaria para emitir una sentencia y así declarar formalmente la herejía de cualquier persona, y por lo tanto tampoco del Papa; de hecho, aunque ya es obvio en sí mismo, nos hemos cuidado de decir expresamente lo contrario (cf. pág. 15).

No es cierto, en absoluto, como, por ejemplo, dijo el padre Brian Harrison en su reciente artículo (entre otras inexactitudes), que "saltamos directamente a la conclusión de que es un hereje formal, e instamos a los obispos del mundo a que lo traten como tal". . "Esto es muy inexacto. Lo que estamos haciendo es simplemente presentar una acusación, acompañada de la evidencia que consideramos necesaria y suficiente: dependerá de la autoridad competente, en este caso, los obispos, examinar la evidencia, amonestar al Papa de una manera apropiada, dándole la posibilidad de una retractación, y sólo después de eso, emitir una sentencia. 

Y no estamos presentando estas acusaciones a la ligera pues, como ya he dicho, lo estamos haciendo después de haber esperado varios años en los que ya se han presentado una larga serie de avisos, cartas y correcciones.
En cualquier caso, ya sea que el juicio tenga lugar durante la vida del Papa o no, una acusación basada en una serie de evidencias y testimonios conspicuos es digna de consideración por parte de cualquier persona seria que se preocupe por el bien de la Iglesia, comenzando por el principal interesado.
Continuará

Noticias varias 14 y 15 de mayo de 2019



INFOCATÓLICA







INFOVATICANA


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ELECCIONES EN ESPAÑA (II). RUBALCABA [Capitán Ryder]


En la primera entrada sobre este tema comenté la podredumbre moral en la que se mueve el país, explicación de todo lo demás, incluida la situación política.
Por si había alguna duda el fallecimiento del Ex-Ministro Alfredo Pérez Rubalcaba las despejó todas.
En tiempos más sobrios, lejos de la “sofisticación” actual, se hubiese hecho lo que corresponde: una oración por el alma del difunto y dejar las alabanzas, que exigían mentir, a un lado.
Pero el mundo moderno se mueve entre el sentimentalismo y la mentira, no hay otra posibilidad, es incapaz de una búsqueda sincera de la verdad. Por lo que ha sucedido lo esperado, la beatificación laica levantada sobre un Himalaya de mentiras (1).
Hemos comentado las similitudes entre el mundo moderno y la Iglesia. O más ajustadamente, la copia que el mundo moderno hace de esa institución a la que tanto dice odiar. Lo vívido estos días es lo más parecido a un “santo súbito”.
El caso es que sólo algunos periodistas, pocos, y ningún político se han salido del carril. Casi todos lo han definido un “hombre de estado”.
Ignacio Ruiz Quintano, uno de los pocos que merece la pena leer dice en su Twitter
Si la idea de Estado es Rubalcaba, España no necesita más explicaciones
Y Carlos Esteban comenta a su vez
Cuántos tiranos del pasado hubieran soñado con un rebaño tan dócil.
No han sido los únicos, pero el resto parece añorar, entre otras, las siguientes acciones o palabras que nos legó el fallecido:
  • Durante el tiempo que ejerció sus funciones se hizo público un sistema de espionaje de las comunicaciones.
  • Dos días después del asesinato de 200 personas convocó una rueda de prensa para dar un empujoncito a las elecciones del día siguiente. Ya saben, aquel “España no merece un gobierno que les mienta”. Han pasado 15 años y nadie sabría decir quienes cometieron el atentado.
  • Alguien del Ministerio del Interior dio un chivatazo al grupo terrorista ETA para evitar la desarticulación de su red de extorsión. Rubalcaba impidió que fuesen juzgados. En ese momento, el gobierno estaba negociando con ETA y mientras una parte de la policía perseguía al grupo terrorista, la otra, de la mano de Rubalcaba, colaboraba con ella. Debió ser muy estimulante para las personas que en ese momento estaban siendo extorsionadas saber que el Ministerio encargado de protegerles colaboraba con ETA.
  • Fue el ministro que públicamente dijo que las conversaciones con ETA estaban rotas tras el asesinato de 2 ciudadanos ecuatorianos, y luego supimos que habían continuado.
  • Ministro de Educación cuando se aprobó la LOGSE, ley que ha destrozado la Educación en España.
  • Una anécdota cercana, pues pasó en mi tierra. Los comando callejeros de ETA quemaron una ferretería de un candidato de UPN al ayuntamiento de Barañain, localidad navarra de 25.000 habitantes. En ese momento, el gobierno negociaba con ETA, lo ya comentado. Este episodio era una china en la negociación. Rubalcaba lo solucionó diciendo públicamente que estos grupos callejeros no tenían nada que ver e insinuó que, probablemente, el propietario de la ferretería se dedicaba a tratos oscuros. No sólo te cobran impuestos y no te protegen, sino que te difaman.
Y aún hay gente que se pregunta cómo ha llegado España hasta aquí, a la situación en la que actualmente se encuentra.
Curiosamente, en la Iglesia se hace una lectura similar a la que la gente de la calle hace de la situación Política. En ambos casos creen que los últimos 50 años  han sido maravillosos, ni por asomo ha habido un deslizamiento hasta la situación actual, y la sustitución de una sola persona arreglaría todo. Sánchez y Francisco, respectivamente.
Curioso que en el país de la memoria histórica exista tan poca memoria.
(1) Fue la frase, magnífica, con la que Julián Besteiro, Secretario General de la UGT, retrató a sus colegas del bando izquierdista, antes de la guerra civil. Les acusó de llevar al país a la guerra “sobre un Himalaya de mentiras”. Ahora, todos los días escalamos uno, no se preocupe don Julián que espero, en paz descanse
Capitán Ryder

Parolin y la Guardia Suiza a la puerta de un abortuorio (próximamente en sus pantallas) [Carlos Esteban]

INFOVATICANA


Ya estoy viendo la sobrecogedora escena: el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, ataviado con sus más solemnes galas cardenalicias, báculo en mano y acompañado por un pelotón de coloridos guardias suizos, a la puerta de una clínica abortista romana, impidiendo el paso a las mujeres que acuden para deshacerse de los hijos que llevan en su vientre.

O, quizá, para evitar confrontaciones físicas, un comando vaticano enviado en la noche para cortar la luz de uno de estos centros donde se deshacen de inocentes como si extirparan tumores.

Hasta esta misma semana, una imagen así resultaría impensable. Aunque el aborto sea a ojos de cualquier católico un crimen atroz que tiene por víctima a un ser humano por completo inocente y aunque se trate del mayor genocidio silencioso de nuestro siglo, con una cifra de víctimas estremecedora, la Iglesia nunca ha dado su apoyo a las protestas que atenten contra la legalidad.

Pero eso era antes. Con lo que podríamos denominar ‘Doctrina Krajewski’, no solo los fieles laicos, sino incluso el clero hasta la misma cúpula jerárquica romana pueden saltarse las leyes humanas en caso de necesidad. ¿Y puede haber un mayor caso de necesidad que impedir la muerte de un ser humano inocente a manos de un supuesto médico?

A estas alturas ya sabrán que el limosnero apostólico, cardenal Krajewski, rompió personalmente el precinto de la compañía eléctrica de un palacio romano ocupado -u okupado, para que se entienda mejor- para restablecer la corriente en el inmueble, en una acción abiertamente ilegal, con el probable consentimiento del Papa. Su Santidad, por otra parte, ha hecho llover elogios sobre las ONG que tratan de burlar las leyes italianas haciendo las veces de servicios de ferry para los inmigrantes que quieren entrar ilegalmente en el continente, y recientemente ha donado medio millón de dólares del Óbolo de San Pedro a quienes ayudan a los centroamericanos que en caravana amenazan con entrar, también ilegalmente, en territorio de Estados Unidos.

Así que, ¿por qué no llevar esta nueva doctrina a sus últimas consecuencias? Por mal que estén los ‘okupas’ romanos, por muy desesperada que sea la situación de los hondureños decididos a asaltar la frontera estadounidense, es imposible que sea peor que la sentencia de muerte que pesa a hora fijada sobre los niños no nacidos en las clínicas abortistas. Disfrutar de luz eléctrica es menos importante que llegar a ver alguna luz, aunque sea la del sol.

Usted y yo sabemos que esto no va a suceder, que en el caso de las protestas contra el aborto la jerarquía eclesiástica va a seguir respetando escrupulosamente las leyes de los Estados, por inicuas que resulten. Y así, como no tiene sentido racional respetar la ley que mata directamente y no hacerlo con un derecho de propiedad que ocasionalmente podría atentar con una discutible, opinable y cuestionable interpretación de una vaga ‘justicia social’, tendremos, como seres racionales, que buscar explicaciones alternativas. Y, sinceramente, lo que deducimos es más bien desolador.

Porque es evidente que la vulneración de la ley que se considera moralmente lícita e incluso obligada es la que puede aplaudir una tendencia ideológica concreta, la que favorece el Santo Padre con vehemencia digna de mejor causa.

Y es que si estas acciones resultan muy coloridas en prensa, muy fácilmente convertibles en apólogos morales para niños, en historias maniqueas de sencilla moraleja, las cosas son bastante más complejas y la realidad deja al limosnero y a quienes le azuzan en una posición bastante menos halagüeña.

Veamos. La ‘okupación’ no es ese fenómeno de familias sin techo que entran por las buenas en cualquier edificio vacío acuciados por la extrema necesidad y por su cuenta y riesgo. Eso lo sabe cualquier policía. En el caso del palacio de Via Santa Croce in Gerusalemme, la ocupación es obra de los ‘activistas’ de Action. Allí viven 450 personas y también funcionan en el local un restaurante, sala de pruebas, carpintería y fábrica de cerveza artesanal. Todo lo cual, naturalmente, compite deslealmente con los negocios que tienen que atenerse a la ley y pagar alquiler. Por lo demás, según informa Il Messagero, todos los residentes tienen que pagar el alquiler a Action. ¿No podría servir ese dinero, si no para pagar al propietario, al menos para abonar las facturas de la luz?

Se nos olvidaba hablar de la discoteca, con entrada por Via Statilia. Cada fin de semana se organizan ‘raves’ -cobrando, naturalmente- que atraen a jóvenes de la zona y persuaden a los vecinos a permanecer encerrados en sus casas. Por supuesto, las medidas de seguridad obligatorias para cualquier local de estas características brillan por su ausencia: si se es ilegal, se es ilegal.

La ‘okupación’, en Italia como en cualquier lugar de Europa, está controlada por mafias que obtienen excelentes ingresos con este negocio y que, con la acción de Krajewski, cuentan además con la bendición del clero.
Carlos Esteban

Salvini, “encantado” de que el Vaticano pague por todas las familias italianas en dificultades (Carlos Esteban)



El ‘Papa de los gestos’, que suele hablar más claro con sus decisiones que con sus palabras, ha mostrado su inequívoco apoyo al limosnero apostólico que él mismo nombró, el cardenal Konrad Krajewski, y a su estrambótico robo de energía a favor de una comunidad de ‘okupas’ en un palacio romano.

Ayer mismo, en la reunión periódica de los prefectos de los dicasterios de la Curia Romana el Papa ha querido estar presente y ha convocado al limosnero, claro signo de favor, con lo que ha sido imposible que ninguno de los curiales pudiera debatir el asunto. Ni una palabra, aunque se trata de un delito y de un potencial conflicto diplomático con el Estado italiano. Krajewski se ha permitido hacer una referencia chistosa a su ‘hazaña nocturna’.

Parolin, el secretario de Estado, se ha visto obligado a salir al paso de la indignación de muchos en la vecinísima Italia, reconociendo que “se han realizado muchas interpretaciones y se ha producido mucha polémica. Personalmente creo que el esfuerzo se debería poner en comprender el sentido de este gesto, que es llamar la atención de todos sobre un problema real que afecta a personas, a niños y ancianos”.

No, no le ha gustado el gesto de Krajewski. En absoluto. Pero el limosnero tiene vía libre para hacer sus cosas, concedida por el propio Papa, y nadie en la Curia va a decir nada contra él en público. Pero basta un mínimo conocimiento de la Curia y sus protagonistas, incluso muy somero, para sospechar que estos ‘brotes de peronismo espontáneo’ les sientan como un tiro. No puede haber nada más alejado de un revolucionario al uso que un curial, acostumbrado a la suave y sinuosa ‘romanità’ de las estrategias políticas, a codearse con los príncipes de Roma y frecuentar los mejores restaurantes. Pero en la Curia de Francisco hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, porque las ‘misericordias’ papales se detienen en los muros aurelianos.

Hay otra derivada importante que la jerarquía tiene muy presente: la política. Aunque el Estado Vaticano existe, precisamente, para que la cúpula de la Iglesia quede al margen de presiones políticas y no sea de algún modo rehén de algún otro Estado, lo cierto es que la Santa Sede siempre ha considerado la política italiana un poco como ‘cosa nostra’. La Democracia Cristiana que por tanto tiempo en la posguerra gobernó Italia y que hoy ha desaparecido era un poco el brazo político del Vaticano en la península.

Hoy, en cambio, la relación con el gobierno de coalición difícilmente podría ser más tensa. O, para ser más específico, con el socio de gobierno que lidera el ministro del Interior, Matteo Salvini. El desencuentro es tan completo, especialmente por la decisión de Salvini de cerrar los puertos a los barcos de las ONG que desembarcan ilegales procedentes del norte de África, que el Papa, que no ha tenido reparos en reunirse con Fidel Castro o Nicolás Maduro, se niega a recibir a Salvini, y en Roma se conspira para encontrar una nueva DC algo más a la izquierda que la primera.

Y la travesura del Robin Hood vaticano, naturalmente, ha dado armas a Salvini en su pulso político personal. “Si el Vaticano quiere pagar las facturas a todos los italianos en dificultades económicas, seré feliz”, ha ironizado el ministro del Interior, que ha invitado al limosnero del Papa a pagar la deuda de 300.000 euros que, según aseguró, han contraído los inquilinos del edificio afectado.

No cabe duda de que hay toneladas de demagogia en lo que ha hecho Krajewski, visto que la ley se la saltan para poner luz a un edificio ‘okupado’ pero no para quitársela, digamos, a un abortuorio, y porque el Vaticano dispone de 5.000 magníficas propiedades inmobiliarias donde podrían albergar a multitudes de sintecho.

Pero le ha salido horriblemente mal, porque la simpatía del italiano medio por los ‘okupas’ tiende a cero. Es un fenómeno que infesta las ciudades italianas con su coda de delincuencia, desplome del valor de los inmuebles vecinos, inseguridad, etcétera, por no hablar de que el cuadro típico no es el de una familia desesperada que se mete en el primer lugar que puede encontrar, sino de verdaderas mafias que gestionan múltiples inmuebles ocupados logrando un pingüe beneficio.

So capa de solidaridad, organizaciones como Action equivalen a grandes inmobiliarias con presencia en distintas ciudades italianas y que cobran religiosamente un alquiler a los ocupantes.

Es a estas mafias a las que da aliento la acción del limosnero, igual que los vehementes discursos papales sobre muros y puentes favorecen a los traficantes de seres humanos que traen su carga de carne de África a Europa, como han denunciado numerosos prelados africanos y, muy especialmente, el prefecto para el Culto Divino, el cardenal guineano Robert Sarah.

Carlos Esteban

lunes, 13 de mayo de 2019

El limosnero del Papa desafía a Italia y roba electricidad para unos okupas



El limosnero del Vaticano, cardenal Krajewski, violó personalmente el precinto de la compañía eléctrica para volver a conectar la luz de un edificio ocupado en Roma, y ahora explica por qué lo hizo.

“Intervine personalmente para volver a conectar los contadores”, confiesa el limosnero apostólico en declaraciones a la agencia Ansa. “Fue un gesto desesperado. Había más de 400 personas sin electricidad, con familias, niños, sin siquiera la posibilidad de hacer funcionar los refrigeradores”.

La noche del pasado sábado, Su Eminencia rompió personalmente los precintos que impedían dar la corriente eléctrica a un palacio romano de ocho plantas ocupado abusivamente por unas 450 personas. Previamente el purpurado había dado un ultimátum a las instituciones, incluida la delegación del gobierno, para que se reactivara la corriente eléctrica antes de las ocho de la tarde. “En caso contrario actuaré por mi cuenta”, aseguró el cardenal. Y lo hizo. La actuación de Krajewski, que nunca hubiera llevado a cabo sin la aprobación de Francisco, está provocando una fuerte polémica, porque estamos en periodo preelectoral y las relaciones entre el gobierno y el Vaticano están más tensas que nunca.

La ocupación es un delito. Romper el precinto de la instalación eléctrica es delito. El palacio en cuestión tiene dueño, y quienes lo ocupan han asaltado una propiedad que no es suya. El Vaticano, con esa acción, está desafiando la legislación italiana y burlándose del derecho de propiedad.

No sería ésta, en absoluto, la primera vez que un cristiano se salta la ley por un principio superior, incluso entre santos. Pero, en este caso hay bastantes elementos que lo convierten en más que dudoso.

En primer lugar, los santos que han desafiado las leyes humanas han estado dispuestos a pagar el precio. ¿Lo pagará Krajewski? ¿El Vaticano, quizá?

Más importante es lo que tiene de efectismo e hipocresía. El Vaticano dispone de 5.000 propiedades inmobiliarias de primer nivel, valoradas en casi mil millones de euros y administradas por la APSA, que preside ahora quien fuera secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, monseñor Nunzio Galantino. Cinco mil. Imaginen a cuántos sinhogar podrían albergar sin necesidad de violar la propiedad ajena.

Sobre todo, el acto se enmarca en una sorda guerra entre el Vaticano y la Liga de Matteo Salvini, ministro del Interior, quien ahora debería ocuparse de esta violación de la legalidad con publicidad buenista.

Un académico, el profesor Pierantoni, defiende el contenido de la carta que acusa al Papa de herejía: la Iglesia se enfrenta a la "crisis más grave" de su historia (Diane Montagna) [2 de 6)]


- What heresies is Pope Francis accused of in the letter? Which to your mind is the most serious?
There are seven statements contained in the letter: the first six are distilled from passages of AL and the famous dispute over Communion for divorced persons who are living together in a new union more uxorio. Two roads can be taken to affirm that it is licit to give Communion to this category of people. The first would be to deny the indissolubility of marriage. This road was tried in several studies that preceded and accompanied the two synods on the Family (2014-2015), but it was effectively refuted and this strategy was abandoned. The other road is to state that, while marriage remains indissoluble, there are cases in which sexual relations outside a legitimate marriage would still be lawful. To sum up, therefore, I would say that the main heresy resides precisely in the doctrine — today called “situation ethics” — which denies that there are acts that by their very nature are intrinsically evil, and therefore cannot in any case be considered lawful. Once this doctrine is accepted, not only is the doctrine of the indissolubility of marriage at risk but the whole of Christian ethics — and not only it, but the whole of natural ethics. In fact, on the basis of this doctrine we could say, for example, that abortion is indeed a crime, but in some cases it is lawful; that the murder of an innocent person is wrong, but not in some cases; that torture is immoral, but in particular circumstances it could be lawful; that active homosexual relationships are sinful, but not in certain cases, and so on. It is therefore a real “atomic bomb,” which entirely destroys ethics, as Prof. Josef Seifert fittingly called it in a brief but, it must be said, explosive article
It is important to underline that the battle against this error, i.e. “situation ethics,” was one of the absolute priorities of Pope John Paul II’s pontificate. To it he dedicated one of his most important encyclicals, Veritatis splendor. This is why many thousands of the most serious and committed Catholics — and not just a “tiny fringe of extremists” or “ultra-conservatives,” as some would have us believe — have felt betrayed by this new direction inaugurated by Bergoglio, which threatens to frustrate precisely one of the most important legacies of the saintly Polish Pope. That is why Benedict XVI, in the Notes he published just a few weeks ago, also strongly emphasized that this was one of the chief errors of moral theology in the last sixty years. It is certainly a providential coincidence that these Notes came out at almost the same time as our letter.   
- Many people might wonder what authority a group of clergy and scholars has to accuse the Pope — the Vicar of Christ — of heresy. How do you respond?
We do not claim any particular authority, except the theological competence necessary to carry out this study to highlight a factual situation which undermines a fundamental right of all Catholic faithful. The Code of Canon Law attributes to all the faithful, in proportion to their competence, the right to speak in so far as they deem it necessary to do so in order to point out a difficulty or problem in the Church. (Can. 212 §3 reads: “According to the knowledge, competence, and prestige which they possess, they have the right and even at times the duty to manifest to the sacred pastors their opinion on matters which pertain to the good of the Church and to make their opinion known to the rest of the Christian faithful, without prejudice to the integrity of faith and morals, with reverence toward their pastors, and attentive to common advantage and the dignity of persons.”)
Nor, as someone has said (e.g. Fr. Thomas Petri OP), do we run into the prohibition, also recorded in the Code of Canon Law, of “mak[ing] recourse against an act of the Roman Pontiff to an ecumenical council or the college of bishops” (can. 1372).  In fact, here it is not a matter of making recourse to the bishops to overrule an act of the Pontiff in the governance of the Church as if they were a higher authority, which is what is forbidden by the canon, but of the very serious situation, in which one must take note of the fact that the Pontiff himself has fallen into heresy, which is expressly indicated by canonical tradition as one of the three causes of loss of the papal office. As we explain in the appendix on the loss of the papal office, it is not a matter of deposing the pope, but only of declaring that he has spontaneously renounced the papacy through his adherence to heresy. Much less do we contravene Canon 1373, which punishes those who“publicly incite animosities or hatred against the Apostolic See […] because of some act of power or ecclesiastical ministry or provokes subjects to disobey […]”. On the contrary we are upholding the dignity of the Apostolic See by desiring that its occupant be free of heresy.

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TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

- ¿De qué herejías se acusa al papa Francisco en la carta?¿Cuál es, en su opinión, la más seria?

Hay siete declaraciones contenidas en la carta: las primeras seis se extraen de los pasajes de AL y la famosa disputa sobre la comunión para las personas divorciadas que viven juntas en una nueva unión more uxorio. Se pueden tomar dos caminos para afirmar que es lícito dar la Comunión a esta categoría de personas. El primero sería negar la indisolubilidad del matrimonio. Este camino se probó en varios estudios que precedieron y acompañaron a los dos sínodos sobre la familia (2014-2015), pero se refutó efectivamente y se abandonó esta estrategia. El otro camino es afirmar que, si bien el matrimonio sigue siendo indisoluble, hay casos en que las relaciones sexuales fuera de un matrimonio legítimo aún serían legales. 
Por lo tanto, para resumir, diría que la herejía principal reside precisamente en la doctrina, hoy llamada "ética de situación", que niega que haya actos que, por su propia naturaleza, son intrínsecamente malos y, por lo tanto, no pueden considerarse legales en ningún caso
Una vez que se acepta esta doctrina, no sólo está en riesgo la doctrina de la indisolubilidad del matrimonio, sino toda la ética cristiana, y no sólo ésta, sino toda la ética natural. 

De hecho, sobre la base de esta doctrina podríamos decir, por ejemplo, que el aborto es ciertamente un delito, pero en algunos casos es legal; que el asesinato de una persona inocente es incorrecto, pero no en algunos casos; que la tortura es inmoral, pero en circunstancias particulares podría ser legal; que las relaciones homosexuales activas son pecaminosas, pero no en ciertos casos, y así sucesivamente. Por lo tanto, es una verdadera "bomba atómica", que destruye por completo la ética, como el Prof. Josef Seifert la calificó de manera breve pero, hay que decirlo, en un artículo explosivo.

Es importante subrayar que la batalla contra este error, es decir, la "ética de la situación", fue una de las prioridades absolutas del pontificado del Papa Juan Pablo II. A ello dedicó una de sus más importantes encíclicas, Veritatis Splendor. Esta es la razón por la que muchos miles de católicos serios y comprometidos, y no sólo una "pequeña franja de extremistas" o "ultra conservadores", como algunos nos quieren hacer creer, se han sentido traicionados por esta nueva dirección inaugurada por Bergoglio, que amenaza con frustrar precisamente uno de los legados más importantes del santo Papa polaco. Por eso Benedicto XVI, en las Notas que publicó hace apenas unas semanas, también enfatizó que éste fue uno de los principales errores de la teología moral en los últimos sesenta años. Es ciertamente una coincidencia providencial que estas Notas salieran casi al mismo tiempo que nuestra carta.


- Mucha gente podría preguntarse qué autoridad tienen un grupo de clérigos y académicos para acusar al Papa, el Vicario de Cristo, de herejía. ¿Cómo respondería?

No reclamamos ninguna autoridad en particular, excepto la competencia teológica necesaria para llevar a cabo este estudio para resaltar una situación objetiva que socava el derecho fundamental de todos los fieles católicos. El Código de Derecho Canónico atribuye a todos los fieles, en proporción a su competencia, el derecho a hablar en la medida en que lo consideren necesario para señalar una dificultad o problema en la Iglesia. (Can. 212 §3 dice: 
"De acuerdo con el conocimiento, la competencia y el prestigio que poseen, tienen el derecho y, a veces, el deber de manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre los asuntos relacionados con el bien de la Iglesia. y dar a conocer su opinión al resto de los fieles cristianos, sin perjuicio de la integridad de la fe y la moral, con reverencia hacia sus pastores, y atentos al bien común y a la dignidad de las personas ".
Tampoco, como alguien ha dicho (p. Ej., P. Thomas Petri OP), nos topamos con la prohibición, también registrada en el Código de Derecho Canónico, de “hacer un recurso contra el acto del Pontífice Romano a un concilio ecuménico o el colegio de obispos ”(can. 1372). 

De hecho, aquí no se trata de recurrir a los obispos para anular un acto del Pontífice en el gobierno de la Iglesia como si fueran una autoridad superior, que es lo que está prohibido por el canon, sino de la muy seria situación en la que hay que tomar nota del hecho de que el propio pontífice ha caído en la herejía, lo que está expresamente indicado por la tradición canónica como una de las tres causas de la pérdida de la oficina papal. Como explicamos en el apéndice sobre la pérdida del oficio papal, no se trata de deponer al Papa, sino de declarar que ha renunciado espontáneamente al papado a través de su adhesión a la herejía. Mucho menos contravenimos el Canon 1373, que castiga a quienes "incitan públicamente las animosidades o el odio contra la Sede Apostólica [...] por algún acto de poder o ministerio eclesiástico o provocan que los sujetos desobedezcan [...]". Por el contrario, defendemos la dignidad de la Sede apostólica deseando que su ocupante esté libre de herejía.

Continuará

Papa autoriza peregrinaciones a Medjugorje, pero mantiene dudas sobre apariciones


Duración 3:11 minutos

NOTICIAS VARIAS 13 de mayo de 2019



SPECOLA

El cardenal okupa y las eleciones italianas, Alemania y el Amazonas, muchas palabras muchas omisiones, la amiga China, los dineros de Soros.

Ramadán en la catedral y sin perros, las luces del cardenal okupa, los ateos felicitan al Papa Francisco, atlética femenina del Vaticano.

INFOVATICANA

Obispo alemán ‘bendice’ el boicot eucarístico femenino

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Cardenal de la Curia quebranta la ley para ayudar a los que quebrantan la ley

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Francisco permite peregrinaciones a Medjugorje

No es sátira: obispos alemanes respaldan el llamado “a boicotear la Santa Misa”

Sacerdote holandés removido después de haber criticado la fornicación homosexual

Emisor de falsas noticias miente sobre Steve Bannon y el cardenal Martino

Selección por José Martí

Homosexuales en seminarios. Una investigación clamorosa en Brasil (Sandro Magister)



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La investigación no es muy reciente, sus resultados fueron dados a conocer en la primavera del 2017 en idioma portugués en la “Revista Eclesiástica Brasileira”. Pero “Il Regno - Documenti” ha publicado en estos días la traducción íntegra en italiano, haciéndola así conocida para un público más vasto, en una cuestión que es de ardiente actualidad.
La cuestión es la de la homosexualidad en los seminarios.
Desde hace algunos meses la homosexualidad es tabú en la cúpula de la Iglesia. Se prohibió hablar de ella también en la cumbre sobre los abusos sexuales llevada a cabo desde el 21 al 24 de febrero. Pero su difundida presencia en el clero y en los seminarios es una realidad conocida desde hace tiempo, al punto que en el 2005 la Congregación para la Educación Católica difundió una instrucción, precisamente sobre cómo afrontarla.
Esa instrucción confirmó no sólo que los actos homosexuales son “pecado grave”, sino también que las “tendencias homosexuales profundamente arraigadas” son “objetivamente desordenadas”. Por eso el que practica esos actos, manifiesta esas tendencias o de alguna manera apoya la “cultura gay” de ninguna manera debería ser admitido al Orden Sagrado.
Éstas son las directivas pastorales de entonces. ¿Pero en realidad cuándo han sido aplicadas? La investigación antes mencionada tuvo como objetivo verificar lo que sucede hoy en dos seminarios en Brasil, tomados como muestra.
Los autores de la investigación, Elismar Alves dos Santos y Pedrinho Arcides Guareschi, ambos religiosos de la Congregación del Santísimo Redentor y ambos especialistas en psicología social y con prestigiosos títulos académicos, interrogaron a fondo a 50 estudiantes de teología de esos seminarios, logrando resultados decididamente alarmantes.
Ante todo, dicen los entrevistados, la homosexualidad en sus seminarios “es una cosa común, una realidad cada vez más presente”. Tan normal que “llega incluso a ser banalizada”. Es una convicción difundida entre ellos “que en realidad el 90% de los seminaristas hoy es homosexual”.
Algunos homosexuales – dicen – “buscan el seminario como medio de fuga para no asumir delante de la familia y de la sociedad las responsabilidades vinculadas a su comportamiento”. Otros “se descubren homosexuales cuando ya están en el seminario”, encontrando allí un ambiente favorable. Y casi todos, se dice que el 80%, “van a la búsqueda de socios sexuales”.
En efecto, la homosexualidad – declaran –, “es una realidad presente en los seminarios no sólo en el orden del ser, sino también en el orden del obrar”. Muchos la practican “como si fuera una cosa normal”. Escriben los autores de la investigación: “En la visión de los que participaron en la investigación, en el contexto actual de los seminarios una buena parte de los seminaristas está a favor de la homosexualidad. Y más todavía, sostiene que si hay amor en una relación homosexual no hay nada malo. Dicen: ‘¿Si hay amor, qué es lo que está mal?’”.
Los participantes en la investigación piden más que nada que “debe haber un diálogo entre los homosexuales y la Iglesia”. Pero justamente un diálogo para hacer que “la homosexualidad en el interior de los seminarios sea bien acompañada y bien orientada”.
En otras palabras, los entrevistados lamentan que los superiores no hacen nada en materia de homosexualidad, pero ellos esperan ser aceptados y admitidos al Orden Sagrado en cuanto tales, con “una acogida que acepte humanamente a la persona tal como es”.
“Es claro – concluyen los autores de la investigación – que existe una discrepancia entre lo que la Iglesia propone sobre cómo orientar la homosexualidad en los seminarios y el modo en el que los seminarios y las casas de formación perciben y afrontan este fenómeno”.
¡Más que discrepancia! Entre la instrucción del 2005 y los comportamientos relevados en la investigación hay un abismo.
Pero se advierte también que la instrucción del 2005 es cómo si ya no tuviera ningún valor, a juzgar por cómo se mueve hoy la cúpula de la Iglesia respecto a este argumento crucial.
Para romper el silencio sobre la homosexualidad en los seminarios y entre el clero se ha tenido que mover el Papa emérito Benedicto XVI, en los “Apuntes” sobre el escándalo de los abusos, publicados por él el pasado 11 de abril después que durante dos meses su sucesor Francisco los había tenido guardados en el cajón del escritorio. “Vox clamantis in deserto” [Voz que clama en el desierto].
Sandro Magister

El Buen Pastor y los malos pastores


Duración 13:09 minutos

domingo, 12 de mayo de 2019

“El Cristianismo es la religión de la Encarnación” P JAVIER MARTIN FM


Duración 12:38 minutos

The Vortex en español Cristianos contra Católicos


Duración 6:06 minutos

El obispo Schneider pide al Papa que rectifique públicamente



En una entrevista concedida a La Fede Quotidiana, el obispo auxiliar de Astaná, Athanasius Schneider, ha pedido al Papa que rectifique pública y oficialmente la referencia al ‘pluralismo religioso’ como algo querido por Dios que aparece en el pacto por la paz firmado en Abu Dabi con autoridades musulmanas.

El obispo Schneider quedó satisfecho con la explicación que Su Santidad le dio personalmente y en privado a principios de marzo durante la visita ad limina del episcopado kazajo en lo relativo al pacto por la paz firmado en Abu Dabi con el Gran Imán de Al Azhar.

La frase de la discordia, que ha desconcertado a no pocos teólogos, dice literalmente: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos”. ¿Puede Dios querer que muchos vivan una concepción falsa de Él mismo, que desconozcan a Cristo? ¿Cómo puede el Vicario de Cristo estampar su firma en un texto que afirma semejante disparate?

Esta fue la duda que planteó personalmente Schneider a Su Santidad, quien aclaró que se refería, naturalmente, a la “voluntad permisiva” de Dios, es decir, a lo que Dios no quiere positivamente, pero sí permite.

Schneider quedó satisfecho con la respuesta, pero considera esencial que esta sea oficial y pública, según ha declarado en una entrevista concedida a La Fede Quotidiana. “Se está predicando un nuevo evangelio, un evangelio que no es el que enseña el Verbo de Dios encarnado, el que fue predicado fielmente por los apóstoles y transmitido por la Iglesia”, alerta Schneider. “No puede haber dudas de lo que diría hoy San Pablo sobre esta formulación controvertida de la declaración de Abu Dabi: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”.

Y añade su preocupación por el hecho de que “hasta ahora, ni el Papa no agencia alguna de la Santa Sede han hecho una corrección pública sobre los pasajes dudosos del documento de Abu Dabi”.

En realidad, las cosas son un poco peor de como las pinta el buen obispo. No es meramente que, en efecto y como viene siendo tristemente habitual, no ha habido aclaración oficial sobre este punto que tanta confusión puede provocar, sino que en los ejemplares del acuerdo que se están enviando a diversas instituciones educativas se mantiene la redacción ambigua sin que la acompañe ninguna nota aclaratoria, y de hecho Su Santidad ha empleado al menos dos veces en los últimos días formulaciones igualmente ambiguas de la misma idea: que la existencia de diversas religiones es lo que hace “bella a Macedonia” y que constituyen “una riqueza humana”.


Carlos Esteban