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domingo, 30 de diciembre de 2018

Discurso del Papa Francisco a la Curia romana en las Navidades de 2018 (4) (LA IGLESIA, TRAICIONADA POR EL VATICANO) (José Martí)


A continuación pasamos ya a comentar determinados párrafos del discurso del papa Francisco a la Curia en la Navidad de este año de 2018. Los tres posts anteriores han sido a modo de introducción y de comentario acerca de la frase bíblica del apóstol San Pablo a los romanos, en dicho discurso:

«La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz» (Rm13,12).

En ocasiones, colocaré directamente enlaces a páginas web de confianza, en otras haré un sencillo comentario y las habrá en las que haga ambas cosas. 

Las palabras de Francisco vienen precedidas de SU NOMBRE, un guión (-) y otro tipo de letra - o bien en cursiva- para no confundir al posible lector.


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FRANCISCO - Permitidme también darle una cálida bienvenida al nuevo Sustituto de la Secretaría de EstadoMons. Edgar Peña Parra, que el pasado 15 de octubre comenzó su delicado e importante servicio. Su origen venezolano refleja la catolicidad de la Iglesia y la necesidad de abrir cada vez más el horizonte hasta abarcar los confines de la tierra. Bienvenido, Excelencia, y buen trabajo.

¿Quién es Monseñor Peña Parra? Indagando he encontrado estos enlaces en GLORIA TV e INFOVATICANA:
Francisco convierte al Vaticano en una junta homosexual latinoamericana  GLORIA TV - 17 agosto de 2018

Un hombre de Maradiaga, nuevo sustituto de la Secretaría de Estado (Carlos Esteban) 17 agosto 2018



FRANCISCO- Para el cristiano en general, y en particular para nosotros, el ser ungidos, consagrados por el Señor no significa comportarnos como un grupo de personas privilegiadas que creen que tienen a Dios en el bolsillo, sino como personas que saben que son amadas por el Señor a pesar de ser pecadores e indignos. En efecto, los consagrados no son más que servidores en la viña del Señor que deben dar, a su debido tiempo, la cosecha y lo obtenido al Dueño de la viña (cf. Mt20,1-16).
La Biblia y la historia de la Iglesia nos enseñan que muchas veces, incluso los elegidos, andando en el camino, empiezan a pensar, a creerse y a comportarse como dueños de la salvación y no como beneficiarios, como controladores de los misterios de Dios y no como humildes distribuidores, como aduaneros de Dios y no como servidores del rebaño que se les ha confiado.

Todo esto es así, como dice el Santo Padre. La cuestión es: ¿A quiénes es aplicable? Porque, a la vista de los hechos, me quedo con la impresión de que esas palabras van dirigidas, de una manera muy especial, a él mismo, aunque no sólo a él, sino también a los que podríamos llamar sus "amigos".

FRANCISCO - Este año, en el mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha vivido y vive momentos de dificultad, y ha sido embestida por tormentas y huracanes. 

Completamente cierto; y se queda corto

FRANCISCO - Muchos se han dirigido al Maestro, que aparentemente duerme, para preguntarle: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (Mc 4,38)

En Marcos 4, 38, se dice: "Él estaba durmiendo sobre un cabezal en la popa. Lo despiertan ..." Si en el Evangelio se dice que Jesús estaba durmiendo eso debe de ser interpretado tal y como suena, o sea, "estaba durmiendo de verdad", algo muy humano, sobre todo, cuando se está rendido por el cansancio, como era el caso de Jesús. Su "dormir" no era aparente (aparentemente duerme, dice Francisco). En Jesucristo nada es aparente, sino real. Él no fingía dormir, con vistas a probar la fe de sus discípulos, sino que estaba durmiendo realmente. Por eso se dice en el Evangelio que lo despiertan

FRANCISCO - Son muchas las aflicciones: cuántos inmigrantes –obligados a abandonar sus países de origen y arriesgar sus vidas– hallan la muerte, o sobreviven, pero se encuentran con las puertas cerradas y sus hermanos de humanidad entregados a las conquistas políticas y de poder. Cuánto miedo y prejuicio. Cuántas personas y cuántos niños mueren cada día por la falta de agua, alimentos y medicinas. Cuánta pobreza y miseria. Cuánta violencia contra los débiles y contra las mujeres. Cuántos escenarios de guerras, declaradas y no declaradas. Cuánta sangre inocente se derrama cada día. Cuánta inhumanidad y brutalidad nos rodean por todas partes. Cuántas personas son sistemáticamente torturadas todavía hoy en las comisarías de policía, en las cárceles y en los campos de refugiados en diferentes lugares del mundo.

Es cierto lo que dice sobre los inmigrantes: tienen que huir de su patria. Ése es el efecto. Pero la causa, en la que hay que intervenir o, si se quiere, la responsabilidad principal de esa situación no se encuentra en los países a los que llegan, sino en los países de donde vienen. Y es sobre éstos sobre quienes habría que hacer hincapié, pues ellos son los auténticos culpables de estas inmigraciones. Esta opinión viene muy bien explicada por el padre Santiago Martín, cuyo video correspondiente inserto a continuación:

Duración 10:11 minutos

FRANCISCO - Vivimos también, en realidad, una nueva era de mártires. Parece que la persecución cruel y atroz del imperio romano no tiene fin. Continuamente nacen nuevos Nerones para oprimir a los creyentes, sólo por su fe en Cristo. Nuevos grupos extremistas se multiplican, tomando como punto de mira a iglesias, lugares de culto, ministros y simples fieles. Viejos y nuevos círculos y conciliábulos viven alimentándose del odio y la hostilidad hacia Cristo, la Iglesia y los creyentes. Cuántos cristianos, en tantas partes del mundo, viven todavía hoy bajo el peso de la persecución, la marginación, la discriminación y la injusticia. Sin embargo, siguen abrazando valientemente la muerte para no negar a Cristo. Qué difícil es vivir hoy libremente la fe en tantas partes del mundo donde no hay libertad religiosa y libertad de conciencia.

¡Cuánta razón tiene en esto que dice! Y, sin embargo, observo con gran pena, que el Vaticano, en lugar de ayudarles, hace todo lo contrario. Palabras bonitas y verdaderas, sí. Pero, ¿existe realmente esta preocupación por los cristianos perseguidos? No sólo los que lo son en esas partes del mundo, rodeados de musulmanes, que odian a Cristo, sino también aquellos otros fieles que son perseguidos por la misma Jerarquía, simplemente por ser fieles a la Tradición de la Iglesia. Y hay un caso muy significativo, al que no se ha aludido en este discurso y es el de los cristianos clandestinos que viven en China. Se han quedado solos y abandonados por Roma, pues las negociaciones de ésta con el gobierno chino han dado lugar a una persecución más cruenta y más cruel. El cardenal Zen habla claramente de una traición del Vaticano a los católicos fieles que intentan vivir su fe, en medio de grandes persecuciones. Esto no es invención mía. Sería absurdo que dijera tal cosa sin haberme informado primero. Coloco algunos enlaces que pueden servir como muestra de que el Vaticano está traicionando, ciertamente, a los fieles católicos chinos.

El acuerdo con el Vaticano traiciona a los fieles chinos (Cardenal Zen)
El primado romano desfigurado por el sucesor de San Pedro (De Mattei)



Cardenal Zen: [Probablemente] el Vaticano conoce el “rostro horrible” de China, pero quiere traicionarlo

El Cardenal Zen dice que se retirará si el Papa consagra más obispos ‘patrióticos (Carlos Esteban)


Diócesis de La Plata: grilletes al culto y a la piedad de los católicos. Vulneración del Novus Ordo y limitación de la Misa Tridentina (Juan Carlos Monedero)



El 17 de diciembre del 2018, el Arzobispo de La Plata, Mons. Víctor Manuel Fernández, promulgó un decreto donde abroga “toda norma arquidiocesana anterior referida a las celebraciones litúrgicas en general”.
Una semana después, ya allanado el camino, otro decreto –nada menos que el 24 de diciembre, Nochebuena– ordenaba entre otras cosas que los Sacramentos se celebren “en lengua vernácula” (en la diócesis de La Plata, algunos sacerdotes los celebraban en latín).
Asimismo, el Arzobispo dispone que la Misa se celebre “en su forma ordinaria” –o sea, no según la Forma Extraordinaria, pautada por Benedicto XVI en el Sumorum Pontificum (2007)– y, respecto del Novus Ordo, se manda que sea celebrado “en lengua vernácula” (no en latín) y “cara al pueblo” (en vez de cara a Dios).
Estas dos prescripciones develan el espíritu del decreto. En efecto, el latín es la lengua universal de la Iglesia, lengua que nos pone en contacto directo con la historia y la tradición de la Iglesia Católica. El latín era el idioma culto en Occidente hasta entrado el siglo XVII y fue el idioma litúrgico en Occidente a lo largo de toda la historia de la iglesia. El latín proviene de la Antigua Roma, sede de los Papas. Que sea una lengua muerta también es conveniente para la adecuada transmisión, sin alteraciones, de los contenidos de la fe: mientras que el resto de los idiomas se transforman –por lo que el sentido de las palabras, inevitablemente, va mutando–, en las lenguas muertas el significado de los términos se mantiene sin modificación. Por otro lado, es indiscutible para los latinistas que la sintaxis latina –al igual que la griega– está dotada de mayor precisión; la rigurosa lógica atraviesa la sintaxis grecolatina, y esto es bueno para el contenido teorético de la fe católica. En definitiva, lo católico es lo universal y el uso del latín unificaría a los fieles de distintas lenguas en una única y armoniosa alabanza a Dios.
Respecto de la Misa celebrada coram Deo (de cara a Dios), escribió, entre muchos otros, el Padre José María Iraburu que “El altar de cara el pueblo, sin embargo, en el lenguaje no verbal de los signos, parece acentuar en la Eucaristía su verdadera y tradicional condición de Cena (…) pero atenúa su carácter de Sacrificio”[1]. Y continúa Iraburu: “la tradición más que milenaria de la Iglesia, sabiendo que el sentido sacrificial es el más importante de la Misa, al celebrar la Eucaristía ha significado más el altar del sacrificio, que el de mesa del sagrado convite”.
El conocido Klaus Gamber, liturgista alemán, sostiene que “Jamás ha habido ni en la Iglesia de Oriente ni en la de Occidente celebraciones versus populum (cara al pueblo), sino que siempre todos se volvían hacia el oriente para rezar ad Dominum (hacia el Señor)”. De ahí que, en palabras del precitado Iraburu, “La celebración de la Eucaristía coram populo ha tenido y tiene graves consecuencias, algunas negativas”. Por supuesto que mucho antes que el Padre Iraburu ha habido otras voces en la Iglesia que han protestado y denunciado este cambio. En efecto, desde los inicios de la Reforma Litúrgica (1969), no se puede omitir las fundadas advertencias de los cardenales Alfredo Ottaviani y Antonio Bacci ni tampoco las observaciones de Mons. Marcel Lefebvre. En efecto, la sustitución del coram Deo por el coram populum obedecía a la estrategia antropocentrista de los enemigos de la Iglesia: a través de una misa donde el celebrante mira permanentemente a la feligresía, se introducía un elemento que –aunque pueda atenuarse con otros elementos teocéntricos, presentes en la liturgia– no favorece la concentración de la mente (ni del sacerdote ni de la feligresía) en el Auténtico Centro: Cristo y su Misterio Pascual.
De a poco, Dios dejaría de ser el centro. Este tipo de medidas signadas por este espíritu, y muchas otras más, explican en parte las actuales distorsiones de la Liturgia Católica: los fieles ya no asisten a Misa para escuchar a Dios sino para enterarse de las últimas improvisaciones del sacerdote. Hay parroquias en las que ninguna misa se parece a la del domingo anterior. Se ejercita a los fieles en el cambio y el movimiento permanente a través de auténticas falsificaciones litúrgicas. Aún cuando las misas celebradas en la diócesis de La Plata contengan numerosos elementos teocéntricos que puedan atenuar el daño producido, es innegable que desde el punto de vista simbólico-histórico como desde el punto de vista espiritual se está afectando la dignidad del Misterio, por un lado, y la salud espiritual de los fieles, por otro.
Por otra parte, es bastante desconocido entre los fieles que el texto de lOrdenación General del Misal Romano –reglamento del Novus Ordo– describe una misa celebrada de cara a Dios, y no de cara al pueblo. Este desconocimiento se explica por el hecho de prácticamente ningún sacerdote la celebra así, pero el Misal así la describe. De ahí que el Padre Louis Bouyer –epilogando la obra de Klaus Gamber– sostenga que la misa “de cara al pueblo” está en contra no sólo de la totalidad de la tradición cristiana sino en contra ¡del mismo Nuevo Misal! (ver los puntos 124, 138, 146, 154, 157, 158, 185 del texto de lOrdenación General del Misal Romano).
Comenta además el Padre Iraburu que el P. Josef Yungmann S.J., especialista en liturgia, asegura que la afirmación “el altar de la iglesia primitiva suponía siempre que el sacerdote estaba vuelto al pueblo” es “una leyenda”. Por otra parte, desde siempre, en todas las religiones, las personas que ofrecen un sacrificio están vueltas hacia aquel a quien se destina el sacrificio y no quienes participan en la ceremonia.
Como si fuera poco, el decreto aspira a más. Su intencionalidad se deja ver también en la LIMITACIÓN de la Misa Tridentina, puesto que se disponen dos lugares para celebrarla cuando estaban autorizados tres.
De esta manera, se sustrae la Forma Extraordinaria a los fieles de la parroquia Santa Ana, donde se la venía celebrando desde hace por lo menos 4 años con plena autorización del entonces obispo Héctor Aguer. Esta limitación de uno de los baluartes de la fe católica, la Misa Tridentina, no puede pasar desapercibida. Esta limitación, por un lado, y la imposición de la lengua vernácula y de la orientación “coram populum” en el Novus Ordo, son decisiones del Arzobispo de La Plata que no pueden menos que resentir el espíritu de la liturgia y la educada sensibilidad litúrgica de los asistentes, prohibiendo lo que hasta ayer era costumbre piadosa, y restringiendo el alcance de un Rito consagrado a perpetuidad por el Papa San Pío V en el año 1570.
Juan Carlos Monedero

sábado, 29 de diciembre de 2018

McCarrick abusó de una de sus víctimas en el confesionario durante años (Carlos Esteban)



El aún arzobispo emérito de Washington, ex cardenal Theodore McCarrick, habría abusado sexualmente de una de sus víctimas -de 11 años cuando se iniciaron los abusos- en el propio confesionario.

El caso del depredador sexual Theodore McCarrick, que fuera el verdadero ‘hacedor de reyes’ en la jerarquía católica norteamericana durante décadas y fue empleado incluso en el retiro por el Papa Francisco en delicadas misiones diplomáticos, se agrava por momentos. James Grein, informa la agencia de noticias Associated Press, acaba de testificar ante el vicario judicial de la Diócesis de Nueva York que el ex cardenal abusó sexualmente de él durante años, desde que la víctima tenía 11 años, incluso durante la confesión.

Grein fue la víctima cuyo testimonio en julio fue tenido por “creíble”, desencadenando el escándalo que llevó, primero, a la pérdida del capelo cardenalicio del anciano prelado y a su confinamiento en un convento, presuntamente dedicado a una vida de oración y penitencia, y más tarde al explosivo testimonio del arzobispo Carlo María Viganò, ex nuncio en Estados Unidos, que acusó al Papa y a la Curia de conocer la vida sexualmente escandalosa de McCarrick.

Los nuevos cargos agravan considerablemente la acusación de pedofilia desde el punto de vista canónico, ya que el pecado de solicitación -el uso del sacramento de la penitencia para lograr favores sexuales- convierte el abuso en sacrilegio.

Según el testimonio de Grein, McCarrick, viejo amigo de su familia que incluso bautizó a la que acabara siendo su víctima, solía subir al piso de arriba de su casa para confesarle antes de celebrar misa privada. Y los abusos sexuales, asegura, se producían prácticamente en cada ocasión, algo que ha creado terroríficas asociaciones en la mente de James entre el sacramento y los abusos. “La gente es muy vulnerable en el confesionario”, recuerda Patrick Noaker, abogado de Grein. “Si manipulas eso y lo sexualizas, resulta emocionalmente devastador”.

El escándalo McCarrick -que ha negado los cargos a través de sus abogados- supuso un mazazo para la credibilidad de la política de ‘tolerancia cero’ con los abusos sexuales de clérigos anunciada por el Papa Francisco al principio de su pontificado, más a medida que se ha ido sabiendo que el prelado se prevalía de su autoridad para mantener relaciones sexuales con seminaristas y jóvenes sacerdotes, a los que a menudo llevaba a una casa de la playa pagada por los feligreses.

Lo que es peor: que todos parecían conocer las andanzas homosexuales y no demasiado discretas del poderoso príncipe de la Iglesia salvo, curiosamente, sus colegas en el episcopado, incluyendo casos de inadvertencia verdaderamente singulares como el de Kevin Farrell, hoy prefecto del Dicasterio para la Familia y la Vida, que vivió durante seis años en la misma residencia en Washington que el defenestrado cardenal.

Después de que Viganò, aún hoy en paradero desconocido, acusara al Santo Padre y a miembros de la Curia de conocer el caso de McCarrick y ocultarlo, el propio cardenal canadiense Marc Ouellet, en una carta desmintiendo supuestamente al ex nuncio, admitía que la vida desordenada del ex cardenal era ampliamente conocida en Roma.

Pretende Viganò en su testimonio que Benedicto XVI habría impuesto como sanción privada al entonces cardenal que se retirara de la vida pública, lo que no hizo en absoluto. Sea o no cierta esa sanción, lo que es indudable es que el Vaticano prescindió de sus servicios y dejó de valerse de sus dotes diplomáticas hasta la llegada al Solio Pontificio de Francisco, que lo empleó en varias delicadas misiones diplomáticas en Arabia Saudí, Irán, Armenia y, sobre todo, China.

En estos momentos, el Vaticano está sometido a fuertes presiones para que concluya el juicio canónico contra el ex cardenal antes de iniciar la reunión especial de obispos que el próximo febrero habrá de dar una solución universal al asunto de los escándalos sexuales en el clero y, sobre todo, al encubrimiento de los mismos por parte de los superiores eclesiásticos.

Carlos Esteban

NOTICIAS VARIAS 29 de Diciembre de 2018



CONTANDO ESTRELAS

El PSOE se enoja porque una niña elige una muñeca en lugar de un móvil o una tablet


El obispo de Oporto fue “mal citado” por el Observador, aclara la publicación (Carlos Esteban)

Estalla el caso Zanchetta: Obispo apartado por homosexual, protegido por Osoro y recolocado por Francisco

La ‘Unión Católica’ y las amistades peligrosas de Parolin, iglesia entra en política, Papa Francisco y las raras enfermedades episcopales. (Specola)

ADELANTE LA FE

La Virgen y San José no eran inmigrantes ni refugiados


Hasta hace muy poco: un homosexual fue presidente de la Junta del “Catholic Herald”

NOTICIAS VARIAS 28 de Diciembre de 2018



THE WANDERER

Ecclesia Dei

Ecclesia Dei. Un análisis

INFOVATICANA

28 de Diciembre: Día de las víctimas del aborto

Ecclesia Dei se disuelve, algo pasa en Irak, inmigrantes y obispones.

Patada con agradecimiento, sentencias que cubren vergüenzas, guerra de delantales, Juan Pablo II el grande. (Specola)


GLORIA TV

La Comisión Ecclesia Dei, ¿marcada para la liquidación? (Carlos Esteban)



Cuenta el portal italiano Messa in Latino que, según fuentes fiables, la liquidación de la Comisión Eclesia Dei es solo cuestión de poco tiempo. ¿Primer paso antes de derogar Summorum Pontificum?

La Comisión Ecclesia Dei, el órgano vaticano encargado de cuestiones relativas a la Misa Tradicional en Latín y de las negociaciones con grupos católicos tradicionalistas tiene los días contados, si son ciertas las revelaciones aparecidas en el portal Messa in Latino, de las que se hace eco el vaticanista Marco Tosatti en su blog, Stilum Curiae, citando fuentes que reputa como fiables.

Las funciones de esta comisión, aclaran dichas fuentes, serían subsumidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, ahora bajo la dirección del español Luis Ladaria, aunque el organismo ha estado desde su origen muy vinculado a esta congregación, especialmente desde julio de 2008, cuando el prefecto se convirtió “ex officio” en director de Ecclesia Dei.

Estos vínculos, sin embargo, no han impedido hasta ahora cierta autonomía estructural a la comisión que ha resultado muy beneficiosa para el creciente número de fieles que asiste a la Misa Tradicional, sobre todo desde que Benedicto XVI promulgara el motu proprio Summorum Pontificum el 7 de julio de 2007, eliminando la necesidad de permiso episcopal para celebrar la misa de San Pío V.

No pocos observadores ven en esta iniciativa un ‘segundo tiempo’ en una maniobra premeditada para limitar esta práctica. El pasado 16 de noviembre ya informamos de que en la asamble plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana, la más cercana al Papa en más de un sentido, Monseñor Carlo Maria Roberto Redaelli, arzobispo de Gorizia, había sostenido en el curso de las discusiones que el Misal Antiguo de Juan XXIII había sido derogado por Pablo VI y que, por tanto, el motu proprio de Benedicto XVI Summorum pontificum parte de premisas jurídicas erróneas y no puede, por tanto, considerarse válido
De aceptarse esa opinión, no podría considerarse ‘liberalizada’ la celebración de la misa tradicional y las consecuencias de semejante conclusión serían de largo alcance, ya que desde la aprobación de Summorum Pontificum se han multiplicado las parroquias que celebran misa según el multisecular Rito Tridentino en latín, común durante medio milenio a toda la Iglesia Universal hasta la reforma encargada por Pablo VI al cardenal Annibale Bugnini y aprobada en 1968, que introducía el rito de la misa en lengua vernácula que es el familiar para casi todos los católicos practicantes de hoy.
Carlos Esteban

La belleza de la Misa Universal (Steve Skojec)


(ONE PETER FIVE)


Es sábado por la mañana, unos días antes de la Navidad, y estoy ocupado con algunas tarjetas que debo enviar. Como suele suceder, tengo varias páginas de redes sociales abiertas en mi ordenador y observo de pronto una publicación de uno de los grupos de Facebook a los que pertenezco.

Cuando cliqueo en el enlace, soy redirigido a un vídeo en directo de un sacerdote en Italia que está celebrando la Misa Tradicional en latín.

El sacerdote está terminando el Ofertorio y comenzando el Prefacio. A medida que empieza a pronunciar las palabras en voz alta (es una misa rezada), escucho el conocido “Per ómnia sæcula sæculórum” y las siguientes respuestas surgen naturalmente en mi mente:

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
V. Sursum corda.
R. Habémus ad Dóminum.
V. Grátias agámus Dómino, Deo nostro.
R. Dignum et iustum est.

Es extraño, porque he estado intelectualmente al tanto de la universalidad de la Misa Tradicional durante muchos años. He pronunciado argumentos a su favor más veces de las que puedo recordar. Pero por alguna razón hoy me sacude de forma visceral: no conozco ni cinco palabras en italiano, probablemente jamás podría mantener una conversación con este sacerdote, pero sé exactamente lo que sucede delante de mí de una manera que no conocía de joven, cuando callejeaba por el mundo buscando misas allá por donde fuese.

Desde que me convertí en católico tradicionalista en 2004 he viajado poco. Estuve ocupado formando una familia, pasando de un trabajo a otro para poder proveerla sin tener la oportunidad de experimentar realmente lo que se siente al estar en un lugar desconocido, pero como en casa, durante la Misa.

Pero sí recuerdo lo que era no sentirse así. Recuerdo asistir a misas en Budapest y Bratislava y sentirme totalmente perdido. Recuerdo tratar de rescatar suficientes palabras en castellano en Monterrey o Ciudad de México como para poder seguirlas. Desde Cracovia a Salzburgo, de Asís a Viena, la historia era la misma. Sí, era posible reconocer los elementos visuales de la Misa Nueva, pero sin conocer ninguna de las palabras, sin ser capaz de simplemente abrir un misal y conocer los Propios y leer el Canon. Me sentía aislado y perdido. Era un forastero a pesar de compartir mi fe con las personas que tenía al lado mío.

Al hablar de liturgia, existen muchos argumentos sobre la importancia de varios aspectos, entre los cuales el latín es un componente crucial para una misa universal en una iglesia universal. Sólo puedo decirles que hoy me conmovió profundamente lo verdaderamente bella e increíble que es y cómo podríamos beneficiarnos nuevamente de una identidad católica auténtica y unificada en este tiempo de discordia y de luchas.

Steve Skojec

(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)

Nuncio en Suiza: necesitamos adecuarnos al Vetus Ordo original



Hay urgencia de movilizarnos hacia una “restauración litúrgica plena” del rito romano, escribe el 24 de diciembre en su blog el arzobispo de origen estadounidense Thomas Gullickson, nuncio en Berna (Suiza).

Él cita al padre Jeremy Driscoll, OSB, quien explica en un video publicado en Catholic News Service que la tradición de la liturgia no es primariamente – como piensan los modernos – expresivo de lo que las personas son, sino impresiva: “ella nos forma”.

Gullickson comenta: “He vivido lo suficiente para entender que el modelo expresivo no impacta y contribuye significativamente a la desafección entre los católicos comunes”.

Lo que se hizo después del Concilio, según Gullickson, fue hecho “con venganza y ha cosechado su escasa cosecha”.

Él sospecha que la creciente popularidad del Vetus Ordo entre las personas jóvenes tiene que ver con que ellas se impresionan con la sublimidad de un rito que no admite retoques.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Un año para olvidar (Carlos Esteban)



2018, al que le quedan pocos días para agotarse, fue el año en que empecé a colaborar de forma regular en InfoVaticana, y este me parece un momento tan bueno como cualquier otro para tomarme una pequeña pausa, mirar lo que ha sido y preguntarme lo que viene, sin pretensiones de orden ni exhaustividad.

No ha sido un año especialmente feliz para la Iglesia, al menos por lo que he podido ver desde esta atalaya. Dios solo sabe contar hasta uno, decía el poeta francés Charles Peguy y, sí, de acuerdo, no se trata de un juego de números. Pero las cifras, los datos fríos, son reflejo de algo; son, al fin, almas lo que se está contabilizando cuando se hace la contabilidad deprimente de la Iglesia en Occidente, cuando se habla de iglesias que se cierran porque la gente ha dejado de acudir a ellas y monasterios que hay que vender porque las órdenes religiosas languidecen; cuando cae en picado el número de asistentes a misa, de vocaciones para el sacerdocio o la vida religiosa, de matrimonios sacramentales.

Y aun sería más llevadera esta melancolía de ver deshacerse la labor secular de una evangelización de siglos sin la disonancia del discurso que nos llega de Roma, de una nueva primavera, de una renovación abanderada por prelados añosos que leen en la juventud de hoy los anhelos de su propia juventud, medio siglo atrás. Es lo que hemos visto en ese tramposo ‘sínodo de la juventud’ en el que se ensayaron todas las artes manipuladoras del manual publicitario, y que acabó siendo, en el último minuto, un sínodo de la sinodalidad.

Se nos vendía, así, el paso a una ‘Iglesia sinodal’, participativa y asamblearia, justo en una asamblea que se había trucado y en la que ni siquiera se discutió lo que acabó apareciendo. Pero también se nos vendió una juventud estática, la juventud de Mayo del 68 rediviva, pidiendo más de lo que ya hay en abundancia, casi en exclusividad, hablando de la Iglesia de hoy como si fuera la de mis abuelos, sin advertir que lo que se quiere promocionar lleva ya décadas siendo la línea oficial, lo normal, lo que existe por defecto en la pastoral, lo único que yo mismo, que no soy precisamente joven, he conocido desde hace cincuenta años.

Si, desde mi esquina, tuviera que caracterizar las notas más relevantes que me han llegado de la jerarquía eclesiástica este año, me centraría en tres y, quizá curiosamente, pasaría por alto el área informativa más escandalosa y llamativa, la explosión del encubrimiento de casos de abusos sexuales -homosexuales, en la inmensa mayoría de los casos-, desde el ‘affaire McCarrick’ al explosivo Testimonio Viganò, pasando por el demoledor informe del gran jurado de Pensilvania y una retahíla de asuntos de menor eco mediático.

Pese al escándalo y al dolor y a las apostasías a que sin duda habrán llevado estos abusos ocultados, los juzgo un síntoma y una consecuencia, más que causa de nada. Que el pez empieza a pudrirse por la cabeza es cosa sabida.

No, lo que he visto de forma más constante y repetida ha sido, primero, confusión, ambigüedad y vaguedad doctrinales; en segundo lugar, mundanización de los mensajes, cada vez más políticos, más centrados en asuntos alejados de la fe y apegados a las modas y tendencias del siglo; y, finalmente, como consecuencia de lo anterior, cierta indefinible repugnancia por lo sobrenatural, por todo aquello que en nuestra fe hace referencia a lo va más allá de lo que vemos y del tiempo fugaz que nos ha tocado vivir.

- En cuanto a lo primero, las Dudas planteadas por cuatro cardenales -dos de ellos ya fallecidos- en torno a puntos absolutamente claves de la exhortación papal Amoris Laetitia siguen, a día de hoy, sin responder, exactamente igual que las acusaciones vertidas por el arzobispo Carlo María Viganò en su famoso/infame testimonio.

Pero no hay comparación posible entre ambos silencios. El segundo, siendo grave, queda en una nimiedad, en errores de juicio, quizá, o en mera corrupción personal. En cambio, dejar de responder a lo que plantean los cardenales es dejar en la duda la naturaleza del mal moral objetivo y de tres sacramentos: el matrimonio, la penitencia y la Sagrada Eucaristía.

La ‘única interpretación posible’ -palabras del Papa en respuesta a las directrices de los obispos argentinos- ya se aplica en muchas diócesis de todo el mundo, donde los divorciados vueltos a casar -en determinados casos, con acompañamiento y blablablá- pueden acceder a la comunión sin dejar de vivir ‘more uxorio’ con una mujer o un hombre que, según la Iglesia, no es su cónyuge. Pero en otras partes no es así, con lo que la unidad de doctrina moral parece haberse roto y lo que es pecado en una jurisdicción no lo es unos kilómetros más allá.

También -con las mismas vagas y subjetivas condiciones- pueden comulgar en Alemania los cónyuges luteranos de fieles católicos. Entre las condiciones está creer en la Presencia Real, lo que haría, en buena lógica, que la persona dejara de ser luterana y le exigiría entrar en la Iglesia Católica, pero nadie aclara este absurdo. En este caso, la confusión rozó cotas récord, porque el Santo Padre, interpelado por un grupo de siete obispos alemanes, dijo que sí, que no y, finalmente, que lo resolvieran los propios prelados alemanes.

Hemos asistido a entrevistas y declaraciones en las que el Papa aparecía diciendo una cosa -que las almas condenadas no van al infierno, sino que desaparecer, o que Dios ha hecho a los homosexuales como son- que se han desmentido solo a medias o en absoluto, dejando al fiel en la más completa oscuridad. Los aviones de ida o vuelta de los viajes apostólicos del Papa se convertían en bombas de relojería merced a la descuidada locuacidad del Pontífice y una campechanía que casa mal con un oficio tan necesitado de precisión, discreción y prudencia.

- En cuanto a lo segundo, hemos visto a la Curia mucho más obsesionada con las mismas cosas que alarman a la élite política que con lo que supuestamente constituye su misión. El medio ambiente, con su dogma concomitante del Cambio Climático antropogénico, y la defensa radical de la migración masiva del Tercer Mundo a Occidente ha ocupado un espacio desproporcionado en los mensajes que nos llegaban desde Roma. Un Papa que responde a la huida de cristianos de las iglesias pidiéndonos que nos angustiemos y achacándolo serenamente al ‘signo de los tiempos’, nos urge en cambio a que combatamos un cambio climático del que no puede decirse que se sepa demasiado, para salvar a toda costa un planeta llamado en todo caso a su destrucción y que no va a ser nuestra morada definitiva.

Decía Chesterton que la Iglesia está para decirle al mundo, no lo que quiere oír, sino lo que necesita. Dudo que pudiera decir lo mismo de la jerarquía eclesiástica en 2018. Se me dirá que la insistencia del Papa en el cuidado de los más pobres, de los más necesitados, de los marginados, sí es un tema totalmente evangélico, del núcleo mismo del mensaje de Cristo, a lo que tengo que responder con tres puntualizaciones esenciales.

La primera es que ni ha sido nunca descuidado por la Iglesia la atención a los más necesitados ni, desde luego, es un asunto olvidado por el siglo, al menos en sus mensajes mediáticos continuos en una línea similar a la del Papa. Ya hable de los rohingya de Myanmar o de los hondureños al asalto de la frontera estadounidense, no hay tema que no haya sido explotado por medios que no están precisamente en manos de los sencillos.

En segundo lugar, este mensaje a favor de los ‘desheredados de la tierra’ se combina por una marcada preferencia por opciones políticas que, en todo caso, no han hecho más que multiplicar a los pobres, además de oprimir y reprimir a todos los demás. Desde que confesó ser de izquierdas en una entrevista, a principios de su pontificado, concedida a la Civiltà Cattolica, todo su fuego profético y severo dedicado para los líderes occidentales se volvía tierna comprensión y solicitud para los regímenes de Castro, Evo Morales o Lula da Silva.

En Italia, la jerarquía está en agria y constante pugna contra el gobierno de Giuseppe Conte y su ministro del Interior, Matteo Salvini, cuyo partido, la Liga, cuenta con el apoyo de más católicos practicantes que ningún otro. Y mientras se ‘misericordean’ agrupaciones y hermandades amantes de la tradición por todo el mundo, representantes de la marxista Teología de la Liberación como Leonardo Boff reciben cariñosos mensajes de cumpleaños.

Y, por último, esta preocupación por los pobres, aunque se traduce en algunos golpes de efecto, especialmente mediáticos, no se corresponde con iniciativas reales, como sería subvenir a las necesidades de los inmigrantes con, al menos, algunas de las 5.000 propiedades inmobiliarias que el Vaticano administra a través del APSA en lugar de hacerlo con la venta de espacios sacros. O escuchar las voces directas y reales de las conferencias episcopales de los países más pobres, en lugar de vivir pendientes de los caprichos teológicos y morales de los más ricos, como Alemania.

- Y, por último, esa aversión a lo sobrenatural de la que hablábamos. Todo lo que parece importar es el aquí y el ahora, como si este fuera nuestro hogar definitivo y esta nuestra vida verdadera. Las últimas declaraciones en prensa del obispo de Oporto, pese a la tardía rectificación, son significativas. Domina la nueva teología alemana, basada en la duda -ningún dogma deja tema alguno asentado, declaró en su día el cardenal alemán Walter Kasper- y en el énfasis en lo comunitario e inmanente sobre lo sobrenatural y transcendente.

¿Qué viene ahora, qué esperar para 2019? Es de suponer que más de lo mismo. Nos espera en febrero la reunión extraordinaria de obispos para tratar del tema de los abusos pero, siendo el pupilo de McCarrick, el cardenal arzobispo de Chicago Blase Cupich, el encargado por el Papa de organizar el encuentro, ya podemos suponer que no va a ser nada radical y, desde luego, nada que haga referencia al elefante en la habitación de la homosexualización del clero.

Viene luego el Sínodo de la Amazonia que, como empieza a ser costumbre, no tiene que ver tanto con esa región del planeta -por lo demás, no más urgida de evangelización que España o Alemania- como con la abolición del celibato eclesiástico.

La abolición rumoreada de la Comisión Ecclesia Dei y la denuncia en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana del motu proprio Summorum pontificum de Benedicto XVI ya nos anuncia un recrudecimiento en el ataque a las formas de culto tradicionales, precisamente las que más crecen y más vocaciones atraen.

El ‘espíritu del Concilio’ trajo la desolación a la Iglesia, siquiera en lo que aprecia el ojo y para quien sabe sumar con los dedos, y el Santo Padre ha confesado que el objeto de su famosa ‘renovación’ es, precisamente, llevarlo a sus últimas consecuencias. Que sea lo que Dios quiera.

Carlos Esteban

Rumores… rumores…




[Apuntes 56] Rumores sobre la supresión de la Comisión Ecclesia Dei…, rumores sobre la abolición de Summorum pontificum…, rumores sobre la supresión de las variadas comunidades tradicionales surgidas en las últimas décadas…, rumores de espurios acuerdos con la FSSPX... 

El rumor, cualquier tipo de rumor, tiende por sus mismas energías intrínsecas a crecer, a multiplicarse en nuevos rumores de todo tipo a impulsos de los tres enemigos de siempre, del hombre y de las sociedades humanas: el demonio, el mundo y la carne, en sus múltiples y variados rostros. 

El rumor está inexorablemente unido a la mentira que nunca en el rumor es completa mentira y a la verdad que nunca en el rumor es completa verdad, porque nace del maligno, que no quiere ni puede presentar a la una y a la otra en su clara integridad.

¿De dónde han nacido los últimos rumores que atañen a supuestas decisiones del Santo Padre? Y si tienen alguna fuerza de verdad ¿por qué esta información ha nacido como rumor cuando debía haber nacido de otro modo: de la consulta a la Iglesia universal, del consejo requerido a los cardenales, y finalmente de la prudente toma de decisión y declaración veraz?... ¿Es que en estos tiempos de prueba, los rumores, la confusión, las medias verdades, el “hacer lio”… se han convertido en la nueva “orto-praxis” del pontificado del papa Francisco?

Justo en la semana entre Navidad y Año Nuevo, precisamente en los días en que es menor la actividad de los medios de comunicación, días en que aquellos periodistas más combativos bajan la guardia, movidos por ánimos menos confrontativos… alguien saca provecho de la situación y hace rodar el rumor… 

No puedo evitar ver la analogía de todo esto con una realidad bien conocida en Argentina: las cortinas de humo mediáticas, las campañas político-publicitarias disuasivas, que buscan hacer virar la atención de la sociedad sobre los problemas reales, que han sido y son habituales en la política argentina, particularmente en los llamados “diciembres negros”, frecuentemente fogoneados desde ámbitos clericales en Buenos Aires. ¿Es que los más turbios usos y modos de las costumbres de la política argentina tienen algo que ver con estos últimos rumores que han surgido sin duda desde los más altos vértices de la jerarquía vaticana?

Sea como sea, estos días se ha hecho un mundo, un drama atroz, una película de terror, de algo que… no ha sido más que un rumor. 
Y de ese modo, la primera batalla ha sido ganada por quien ha lanzado a rodar el rumor. 

Pero, me dirán: ¿no debemos estar alerta? ¿No debemos estar prevenidos y tener en cuenta incluso los mínimos rumores para mantener nuestra actitud de resistencia en estos tiempos de prueba?... Sí, pero siempre que no perdamos de vista el foco sobre los problemas reales de la Iglesia que, precisamente, los autores de los rumores quieren que perdamos de vista: ¿acaso no sabemos que dentro de dos meses la Iglesia se enfrentará a un problema de mayor gravedad?... 

Y además, si bien se lo mira, si fuera cierto que esta nueva praxis de la Santa Sede es la de hacer política mediante la confusión, el rumor y el hacer lío, eso está revelando su misma debilidad intrínseca, su realidad de mero fuego fatuo: pasajeras llamas que arden y se elevan de lo putrefacto y descompuesto en el cementerio.

Noticias varias 25 a 27 de diciembre de 2017 (Zaplana, Virginidad de María, Educación sexual, Navidad fieles chinos, Ecclesia Dei, Viganò, NOM, Leonardo Boff, etc.)



GLORIA TV


Francisco niega la Inmaculada Concepción: “María no nació santa”

Comisión vaticana para la Misa Antigua en Latín será abolida en breve

INFOCATÓLICA

El próximo año volverán a presentar un proyecto de ley para aprobar el aborto en Argentina

El Primado de España no entiende la pasividad de los católicos ante la intromisión del Estado en la educación de sus hijos

El Patriarca de Moscú califica de fracaso total la creación de la Iglesia Ortodoxa ucraniana

El obispo de Oporto pide no hablar de la virginidad física de María y luego confiesa que creen en el dogma

Una juez prohíbe al cardenal Cañizares visitar a Eduardo Zaplana en el hospital

IU en Navarra sostiene que los padres no tienen derecho a decidir sobre la educación sexual de sus hijos

La humanidad está dividida en dos (Luis Fernando)

CONTANDO ESTRELAS

Eduardo Zaplana no es golpista ni terrorista pero le están tratando peor que si lo fuese

INFOVATICANA

La amarga Navidad de los fieles chinos de la Iglesia clandestina (Carlos Esteban)

El obispo de Oporto niega la virginidad física de María, luego rectifica

La Comisión Ecclesia Dei, ¿marcada para la liquidación? (Carlos Esteban)

Por qué la corrupción eclesial no justifica la apostasía

Un libro para entender los peligros de la masonería

El obispo de Oporto rectifica, tres días después (Carlos Esteban)

ACTUALL

Tras el rechazo del aborto en Argentina, volverán a presentar un proyecto en 2019

EL DEBATE

IU enloquece con el adoctrinamiento sexual: “Los padres no pueden decidir por sus hijos en temas de sexo”

LIFE SITE NEWS

Top LifeSite Catholic newsmakers of 2018: Pope Francis, Abp. Viganò, abuse crisis

Pope’s new editorial director for Vatican media called Viganò the ‘Great Accuser’ (Diane Montagna)

Pope Francis’ 2018 Christmas address to the Roman Curia (Diane Montagna)

CATAPULTA


Decadencia Posconciliar

Ecumanía: Exigencia del Nuevo Orden Mundial

Carta de Bergoglio a un heresiarca y su concubina (con los “mejores augurios”)


Selección por José Martí

Young People Respond to Passionate Conviction Not to Bergoglio Catholicism


Duración 2:35 minutos

Without God, Christmas is just tinsel, Greg Sheridan, the foreign editor of The Weekend Australian wrote on December 22 in an article for the same newspaper. Sheridan notices that Western secularism keeps the tinsel but suppresses the religious significance of Christmas.

Sheridan appreciates the decision by the Chinese city of Langfang to abolish Christmas this year, and to make Chrismas decorations and celebrations illegal, because this suggests that the Chinese Communists may understand Christmas better than many Westerners. They have realized that they cannot control Christmas because it proposes a higher authority than the Communist party.

Sheridan explains that without religion, everything else about Christmas is just there to distract. Quote, «You cannot come to any meaningful encounter with Christmas without comprehending its supernatural, transcendent, religious claims.» And, «deny Christmas altogether, accept it with all its mystery, or ignore it.»

Could we emphasize all the social goods that came from Christianity, but leave out believing in God, Sheridan asks. His reply is no. Quote, «The social utilitarian view of religion can only appeal to older men. You cannot inspire young people on that basis that this story is untrue or false, but it’s full of merit.»

Sheridan’s conclusion: Young people respond to passionate conviction, integrity and idealism. And, «I found successful Christian movements across many denominations combine three qualities: clear and radical belief, strong leadership and worship that by its aesthetic beauty signals the moral beauty of the teachings.


Solicitud de los obispos portugueses por la misa tridentina. Algunos sacerdotes tienen que celebrar a escondidas