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viernes, 13 de julio de 2018

Ateísmo y derechos humanos (Padre Jorge)



Alguna vez ya he afirmado que nuestras generaciones más jóvenes andan bastante peces en historia, y especialmente en historia del siglo XX, y la poca que conocen suele estar bastante manipulada. Esto de la manipulación tiene arreglo a base de leer y contrastar, pero eso supone dejar un rato el teléfono móvil para agarrar un libro.
Lo que sí les llega a los jóvenes, a través de los medios más a su alcance, como algo de televisión y, sobre todo, las redes sociales, son las supuestas maldades de la religión y, de manera particular, los horrores de la iglesia católica, culpable, como todos sabemos, de los horrores de la inquisición, que en España causó, para los más exagerados, un número de víctimas mortales que fueron poco más de 5.000.
Es igual. Iglesia mala, luego abolir la religión es un bien social.
En Europa de manera especial tenemos experiencia de los resultados de abolir la religión para conseguir un estado de bienestar superior para todos los ciudadanos. Rusia es un ejemplo palmario. La revolución de 1917 entre otras cosas decidió abolir todo lo religioso. Me pregunto si gracias a eso Rusia se convirtió en un país más solidario, más justo, más benévolo, democrático y tolerante.  
Hartos estamos de conocer las barbaridades del nazismo en Europa. Los muertos que podemos atribuir a Hitler, nada religioso por cierto, están en torno a los seis millones de judíos, además de otros colectivos. Un horror, pero nada comparable con los cien millones de muertos por el comunismo: 20 millones en la Unión Soviética, 65 millones en la República Popular China, 1 millón en Vietnam, 2 millones en Corea del Norte, 2 millones en Camboya y más.
Pero es que además de los muertos, será interesante comparar algunas realidades en países de tradición cristiana y en los oficialmente ateos.
Democracia. ¿Dónde hay una democracia más asentada y real? ¿En la Europa cristiana o en Rusia, Cuba, China, Corea del Norte, oficialmente ateos? ¿Dónde mayor respeto a los derechos humanos? ¿Dónde mayor libertad de prensa? ¿Dónde mayor consideración a los homosexuales? ¿Dónde un mayor desarrollo cultural?
¿Por qué no pensamos en los frutos del comunismo en España en los años treintadel pasado siglo cuando supuestamente en nombre de la libertad se llevó a cabo un terrorífico genocidio contra la religión que se tradujo en miles de sacerdotes y religiosos asesinados y miles de templos destruidos?
Pues como somos memos, y del todo, hay gente que sigue tragándose el camelo de que el problema para el desarrollo de la civilización está en la iglesia católica.Pues nada, viva Rusia, viva Stalin, viva Lenin, viva Mao.
Siempre habrá algún cantamañanas o manipulador profesional que intente convencernos de las delicias de vivir en Cuba, Rusia –hoy si, hoy ha cambiado-, Venezuela o Corea del Norte. Me hace gracia contemplar año tras año a los homosexuales haciendo burla de la Iglesia católica, cuando en los únicos paises donde montar sus saraos son justo en los países católicos. Que lo intenten en Rusia, Cuba o Corea del Norte.
Con la historia en la mano, con los datos a la vista, pensar que el fin de la religión es sinónimo de democracia y libertad, es simplemente una barbaridad. Pero bueno, los hay que lo siguen vendiendo, sus intereses tendrán. Lo raro es que alguien lo compre.
Padre Jorge

No es broma: quieren transformar a Arrupe en un “santo”



El cardenal Angelo de Donatis, quien es vicario de Roma, aprobó un pedido de la Compañía de Jesús para abrir una causa de santificación para el padre Pedro Arrupe, SJ (1907-1991), quien se desempeñó como superior general de los jesuitas desde 1965 a 1983.

Incluso Time magazine, en enero de 2008, tuvo que admitir que el reinado de Arrupe estuvo marcado por “desafíos progresivos al establishment de la Iglesia, incluyendo enfrentamientos con Pablo VI y Juan Pablo II” y por el activismo izquierdista del movimiento contrario a la guerra en Estados Unidos, durante la década del ’60, hacia la teología de la liberación.

Bajo el reinado de Arrupe, los jesuitas expresaron su desacuerdo con la doctrina católica, en temas como la naturaleza del sacerdocio, la necesidad de la Iglesia Católica y la aceptación de la homosexualidad.

Durante el período en que Arrupe estuvo en su cargo los jesuitas experimentaron una declinación dramática, tanto en números como en calidad.

El pecado, causa de todos los males (José Martí)

La causa de todas las injusticias y de la pobreza (entendida como miseria) es el pecado: ¡no le demos más vueltas!  San Pablo llamaba al pecado "misterio de iniquidad" (2 Tes 2,7). ¿Para qué vino Dios al mundo, y se encarnó en la Persona del Hijo, sino para librarnos del pecado y hacer así posible nuestra salvación, si nosotros lo aceptábamos?: "Sobre el madero cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo, para que muertos al pecado, viviéramos para la justicia, con cuyas heridas habéis sido sanados" (1 Pet 2,24). 

Y siendo esto de tanta trascendencia e importancia capital, hoy apenas si se habla del pecado: incluso hay quien lo niega abiertamente. Y hay muchos que, aunque no lo niegan, no le conceden demasiada importancia. Dios, en cambio, piensa de otro modo acerca del pecado (y en concreto, acerca del pecado original). Dice San Pablo que "nuestro Señor Jesucristo se entregó a Sí mismo por nuestros pecados, para librarnos de este mundo malo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre" (Gal 1,4).


De donde se desprende que el pecado original que hirió de muerte a toda la humanidad, y con el que todos nacemos, tiene mucha más importancia de la que le concedemos y de la que pensamos... a menos que consideremos (lo que, por desgracia, está ocurriendo) que la verdad acerca de las cosas es lo que nosotros pensamos de ellas ... pero esto es falso de toda falsedad. ¡El azúcar es dulce!...Esto es real. Si yo digo que el azúcar es dulce estoy en la verdad. Si digo que no es dulce estoy en la mentira. Es así de sencillo. Y ya sabemos quién es el padre de la mentira: Lucifer, el Diablo. ¿A quién le vamos a hacer caso, a Dios o a Satanás? ¿A lo que se le ocurre a cualquiera o a lo que Dios nos ha revelado en Jesucristo?



Malo es ser pecadores (y nadie hay que no lo sea) pero Dios es misericordioso y nos perdona"Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aunque estábamos muertos por el pecado, nos dio vida en Cristo" (Ef 2,4-5) ...siempre que reconozcamos nuestros pecados, como tales pecados, y nos arrepintamos de ellos"Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que TODO EL QUE CREA EN ÉL no muera, sino que tenga la vida eterna" (Jn 3,16). 


De modo que se requiere de una condición "sine qua non" para que los pecados puedan ser perdonados, pues no todo pecado se perdona"Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada. Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero(Mt 12, 31-32). Estas palabras son duras, pero son verdad, pues han sido pronunciadas por Jesucristo, que es Dios y que es puro Amor... así que el problema no está en Dios, sino en el retorcimiento de nuestra voluntad, cuando queremos hacer blanco lo que es negro, y al revés. El pecado que no se perdona es aquel que no se reconoce como tal pecado, sino que incluso se alardea de cometerlo. Es la nueva caída en el pecado de Adán ante la tentación diabólica: "Seréis como Dios, conocedores del bien y del mal" (Gen 3,5). Una tentación tan vieja como la humanidad y en la que se sigue cayendo, porque el hombre quiere decidir, por sí mismo, lo que es bueno y lo que es malo. Es la tentación de soberbia: el hombre no admite que exista un Dios que le diga lo que está bien y lo que está mal


Ante el requerimiento de amor por parte de Dios, la respuesta de muchos es el rechazo. Frente a la sencillez y a la humildad, frente al amor a la verdad, se elige la mentira y la soberbia. El hombre es quien decide lo que está bien y lo que no lo está. Dios es un mito: Bien, pues éste es el pecado contra el Amor, el pecado contra el Espíritu Santo, el pecado que ni siquiera Dios puede perdonar, aunque quiera, porque al crearnos nos hizo libres, con verdadera libertad... Y lo hizo así porque verdadero es el amor que nos tiene (a cada uno) ... Y dado que el amor, para serlo de verdad, ha de ser libre, y no se puede imponer, Dios nos creó libres, con verdadera libertad, para que verdaderamente pudiéramos amarlo. El amor precisa siempre de un yo y un tú, nunca es unilateral, sino que es recíproco. Y si no es así no puede hablarse de amor


El problema reside, pues, en que podemos hacer mal uso de nuestra libertad. En razón precisamente de haber sido creados libres podemos también rechazar el amor de Dios y no querer saber nada de Él. Dios nos da cada día, en cada instante, la posibilidad de cambiar y de volvernos a Él. Pero tenemos sólo esta vida para hacerlo. Pensamos que, eligiéndonos a nosotros mismos, vamos a ser más felices. Esto es un grave error y un engaño del Maligno. Pero si caemos (¡no lo olvidemos!) es porque, en el fondo, queremos caer: nadie es engañado que no quiera ser engañado. Dios no lo permitiría "Fiel es Dios que no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas, sino que con la tentación os dará la fuerza para que podáis superarla" (1 Cor 10, 13)


Teniendo en cuenta la naturaleza del amor, que es siempre bilateral, y siendo Dios esencialmente Amor, es imposible tener parte con Dios si rechazamos, hasta el final de nuestra vida, su ofrecimiento amoroso. De modo que no es por voluntad de Dios, sino por propia voluntad, por lo que se hace imposible el perdón de este tipo de pecados.



Me vienen a la mente aquellas palabras que María Magdalena dirigió a dos ángeles cuando estaba junto al sepulcro vacío, llorando, porque no estaba allí Jesús. Viéndola llorar ellos le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?" . Y ella les respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto" (Jn 20:13). Era el suyo un llanto de amor, llanto que provocó que Jesús mismo se le hiciera presente: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?" (Jn 20:15). Ella pensó que era el hortelano y le dijo: "Señor, si te lo has llevado tú dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré"(Jn 20,15). Ante esas palabras, Jesús se conmovió y le dijo: "¡María!" (Jn 20,16a). ¡Con qué cariño serían dichas esas palabras es algo que ni siquiera podemos imaginar! Fueron palabras dirigidas al corazón de María Magdalena, quien no tuvo ya ninguna duda acerca de que se hallaba en presencia de Jesús. Y exclamó: "¡Rabboni!", que quiere decir:  "¡Maestro!" (Jn 20, 16b)


El Señor se deja ver siempre por aquellos que le aman de verdad y que le buscan con un corazón sincero; por aquellos que lloran su ausencia, porque ninguna otra cosa les puede consolar. La realidad que vivimos hoy en día es la de ausencia de Dios. Y, además, no sabemos dónde lo han puesto, no sabemos dónde se encuentraLa crisis actual afecta no sólo al mundo sino también a la Iglesia"El humo de Satanás se ha infiltrado en la Iglesia" -dijo el Papa Pablo VI hace ya más de 40 años (el 15 de noviembre de 1972). Esas palabras tienen hoy aún más actualidad que cuando fueron dichas. San Pedro, en su primera carta, ya nos advertía de ello: "Vuestro adversario, el diablo, como un león rugiente, ronda buscando a quién devorar" (1 Pet 5,8b). 


Pero nos daba también la solución: "Descargad sobre Él (es decir, sobre Dios) todas vuestras preocupaciones, porque Él cuida de vosotros. Sed sobrios y vigilad" (1 Pet 5,7-8a), recomendaciones que coinciden, como no podía ser de otra manera, con las que nos daba el mismo Señor: "Vigilad y orad para no caer en tentación" (Mt 26,41). "Llevad sobre vosotros mi yugo y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es suave y mi carga es ligera" (Mt 11, 29-30).


En la Sagrada Biblia; y de modo especial en el Nuevo Testamento, tenemos la respuesta a todos nuestros problemas personales, y a todos los problemas del mundo y de la Iglesia. El verdadero problema es que no nos lo acabamos de creerNos falta fe. María Magdalena tenía esa fe y ese amor hacia Jesús, al que Jesús no podía menos que responder con un amor mayor, dejándose ver por ella; y ella fue entonces a comunicárselo a los apóstoles: "¡He visto al Señor!, y me ha dicho estas cosas" (Jn 20, 18b). 


El mundo y la Iglesia necesitan de la oración, clamorosa y ardiente, con abundantes súplicas y lágrimas, de todos los cristianos, en unión con Jesucristo y con su verdadera Iglesia, mediante el Espíritu Santo. Sólo Jesucristo -y nosotros con Él- es quien vence al mundo: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15,5) ¡Tremendo y maravilloso misterio es éste del Cuerpo Místico de Cristo, por el que formamos con Cristo un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza y nosotros los miembros! (ver 1 Cor 12, 12-31). Por eso decía San Pablo: "Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1,24). 


Como siempre, la Cruz por amor y en unión con Jesucristo, es nuestra única salvación. Podemos tener la seguridad de que, si nuestras lágrimas y nuestros sufrimientos provienen de un verdadero amor al Señor, Él se nos manifestará, de alguna manera, y se dejará ver, como hizo con María Magdalena: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8). 


Eso sí: es preciso que estemos siempre vigilantes; y ayudar a los demás a hacer lo mismo ... porque viendo la situación de crisis actual no sólo del mundo, sino de la propia Iglesia en su misma Jerarquía, podríamos preguntarnos, razonablemente, si es que no estaremos asistiendo ya al final de los tiempos, ése del que "no sabemos ni el día ni la hora" (Mt 24,36) y del que Jesús dijo: "Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra? (Lc 18,8), aunque ése es otro tema del que, probablemente, hablaremos en otra ocasión.

José Martí

David y Salomón, invitados especiales al sínodo sobre los jóvenes (Sandro Magister)



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El 3 de octubre, día de inicio del próximo sínodo de los obispos, está cada vez más cerca. Pero todavía a mediados de julio, el documento que debería hacer de "instrumentum laboris" de la reunión, es prácticamente semiclandestino. Ha sido presentado a la prensa el 19 de junio, pero a día de hoy es accesible sólo online y sólo en italiano.
De todas maneras, quien lo ha leído no ha quedado conquistado. Así como no resulta que hayan producido nada memorable las precedentes etapas de aproximación al sínodo. El tema en examen no es de los más fáciles: "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional". Pero el trabajo preparatorio ha consistido sobre todo en una desordenada suma de "escuchas", ya sea por medio de cuestionarios, o a través de reuniones de jóvenes diversamente convocados, como los 300 reunidos en Roma el pasado mes de marzo, más los 15.000 conectados con ellos vía web en todo el mundo.
"Escuchas" tratadas con modelos sociológicos de baja calidad, para registrar "preguntas" e "inquietudes" ya ampliamente conocidas. Cuando, al contrario, por ejemplo, para centrar el abismo que divide un poco en todo el mundo las generaciones más jóvenes de las más adultas en la vivencia religiosa, con un claro descenso de la religiosidad entre los jóvenes, bastaría sencillamente dar una ojeada a esta reciente encuesta del Pew Research Center de Washington:
La modestia del trabajo preparatorio es evidente, sobre todo, en la pobreza de las indicaciones propositivas. Del mismo modo que del Concilio Vaticano II se esperaba que la Iglesia dijera al mundo una palabra original, del próximo sínodo se espera una palabra fuerte de la Iglesia a las generaciones jóvenes. Una palabra que no sea la que el "mundo" ya es capaz de decir, sino que tenga en sí misma la huella única del "Verbum", del "Logos" hecho hombre en Jesús.
Si esta es la apuesta del próximo sínodo, entonces el artículo de apertura del último número de la "Civiltà Cattolica" vale, él solo, más que toda la inútil mole de textos preparatorios producidos hasta este momento.
Su autor es el biblista Vincenzo Anselmo, 39 años, jesuita, que se ocupa en Nápoles de la formación de los futuros sacerdotes diocesanos de Italia meridional. En este artículo asume como modelo para la Iglesia –respecto a las generaciones jóvenes– el actuar de Dios con David y Salomón, ambos llamados a tareas impensables según una valoración humana cuando eran jovencísimos y, sin embargo, decisivos en la historia de la salvación.
Tanto a David como a Salomón Dios los valoriza también por sus talentos –habilidad, valentía, sabiduría–, que inicialmente los hombres de su tiempo no les reconocían, sino que, al contrario, les escarnecían, y más aún por la determinación de David en transmitir al hijo Salomón la ley y las promesas divinas, a las cuales mantenerse siempre fiel en la escucha y en la obediencia.
Y Dios no se muestra indulgente cuando Salomón sacrifica en las alturas, cediendo a esa idolatría que era el tentador "espíritu del tiempo". Al contrario, precisamente ahí se le aparece y despierta en él el deseo de "un corazón que escucha" la palabra divina antes y más que cualquier otra palabra humana, según aquella que se convertirá hasta nuestros días en la oración cotidiana del creyente israelita: "Shema' Israel", "¡Escucha, Israel!".
Después de haber recordado también el caso del profeta Jeremías, consternado por la misión a la que Dios le llama cuando todavía "mira que no sé hablar, que solo soy un niño", el padre Anselmo concluye así su artículo: "En la historia de la salvación, el Señor se fía de los jóvenes y confía precisamente a algunos de ellos la suerte de su pueblo".
Hay la esperanza de que en el sínodo los obispos tiren a la papelera la banal sociología de los textos preparatorios y asuman seriamente esta lección de las Sagradas Escrituras.
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Al margen de esta nota, hay que señalar que también entre los jóvenes convocados en Roma para la reunión pre-sinodal del 19-24 de marzo de 2018 surgieron contestaciones al documento que la secretaría del sínodo redactó como resultado de la reunión.
En particular, un numeroso grupo de jóvenes entre los 16 y los 29 años, procedentes de los Estados Unidos de América, Pakistán, Hong Kong, Polonia, Irlanda, Inglaterra y otros países más, ha dirigido al Papa Francisco un argumentado documento propio alternativo, en inglés, presentado y publicado integralmente el 21 de mayo en LifeSite News:
En el documento se lee, entre otras cosas:
"Nosotros deseamos que la Iglesia sea popular, para que todos conozcan el amor de Cristo. Sin embargo, si tenemos que elegir entre popularidad y autenticidad, elegimos la autenticidad".
Más aún:
"Rechazamos completamente la idea de que la Iglesia tenga que cambiar su doctrina para satisfacer las exigencias del mundo".
Ahora está disponible una traducción íntegra en italiano, preparada por un joven miembro paquistaní del grupo, Zarish Neno:
Sandro Magister

jueves, 12 de julio de 2018

Obispo italiano: dispuesto a convertir a todas las iglesias en mezquitas ... y otras noticias de Gloria TV


La nueva Plana Mayor Argentina de la FSSPX/SPPX

 

Noticias varias 11 y 12 de julio de 2018

FSSPX

Elección del Superior General de la FSSPX (11 JULIO 2018)

ONE PETER FIVE

Towards a “Christ-Free” Church

German Dioceses Respond to ‘Give Protestants Communion’ Guidelines. It’s Not Good.

¿Dónde está la Iglesia?

INFOVATICANA

Nota del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española

La diócesis del Papa y la de Alcalá, volcadas con los adictos al sexo

CHIESA E POST CONCILIO

Carta abierta al Obispo de Verona, Mons. Giuseppe Zenti

RORATE CAELI

Le Figaro on SSPX election: "Fellay toppled", "Side opposed to deal with Rome now in charge."

INFOCATÓLICA

El P. Sosa anuncia la apertura del proceso de beatificación del P. Arrupe

Obispo de Chascomús reprende públicamente a sacerdote que se mostró a favor de legalizar el aborto

Bishop Joseph Perry: Youth hunger for mystery and liturgy; need tradition and history

Según Gilbert K. Chesterton, "el silencio es una repetición insoportable"


LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA


Nacimiento de una encíclica: Sacerdote documenta la preparación de la 'Humanae Vitae'


Selección por José Martí

SIN DISIMULO Y CON DESCARO ... No puede seguir así (Michael Voris)


There are those in the Church — many of them bishops and priests — who are steering the Church toward destruction. That is the assessment of not Church Militant, but of the one-time head of the Congregation for the Doctrine of the Faith, Cdl. Gerhard Müller.
In a recent interview he said the following:
To many bishops, the truth of revelation and of the Catholic profession of faith is just one more variable in intra-ecclesial power politics. Some of them cite individual agreements with Pope Francis and think that his statements in interviews with journalists and public figures who are far from Catholic offer justification even for "watering down" defined, infallible truths of the faith (=dogmas). All told, we are dealing with a blatant process of Protestantizing. 
That, the more veteran Church Militant followers out there will note, is the exact same thing we have been screaming from the rooftops for almost 10 years. There are various clerics — cardinals, bishops and priests — who do not care about the Church but are only concerned with advancing their careers or agendas or petty politics. This sort of behavior made Our Blessed Lord very angry with His disciples when they were arguing who was the greatest among them.
But something much more sinister is at work here: a complete overthrowing of Catholic doctrine to serve the needs of the world and thereby the corrupt churchmen. Speaking specifically of the German bishops conference, but which could be easily extended beyond Germany's borders:
One consequence of this is the demand for Holy Communion even for people without the Catholic faith and also for those Catholics who are not in a state of sanctifying grace. Also on the agenda are: a blessing for homosexual couples, intercommunion with Protestants, relativizing the indissolubility of sacramental marriage, the introduction of viri probati and with it the abolition of priestly celibacy, approval for sexual relations before and outside of marriage.
These are their goals, and to reach them they are willing to accept even the division of the bishops' conference. The faithful who take Catholic doctrine seriously are branded as conservative and pushed out of the Church and exposed to the defamation campaign of the liberal and anti-Catholic media.
The world is converting the Church — instead of the Church converting the world. That is the reality here at the start of the 21st century after Our Lord's first coming, and one of only two things is possible because of the nature of the Church. Either She will continue to deteriorate to just a very few and then we will have the Second Coming of King, or He will orchestrate some event or series of events whereby the Church will rebound — yet again as She has in the past — and return to Her work of converting the world.
We have no idea over what time span such a series of events and outcome could or would occur, but what we do know is that the current state of affairs — a Protestant church, neutered in its ability or convert the world — cannot remain the status quo, for it goes against the very nature of what the Church is, or rather, who She is. Something cannot live in opposition to its nature for very long.
Since the nature of the Church is to battle evil and the spiritual forces of darkness, to have been so long actually cooperating with them is causing a great convulsion in the Body of Christ, like what happens when you consume something poisonous — the body goes into fits and vomits it out.
A great vomiting will occur or the Second Coming — one or the other.
But, whichever it is, each single one of us must be prepared — always — to stand before Our Lord, either at the end of our own life or the end of the world — whichever comes first, it matters not.
A restoration is coming. It may not be pretty — probably won't in fact, but what precedes a restoration is necessarily a demolition. That which is old and corrupt and ruinous must be swept aside so that the restoring can begin. A field is tilled before planting. A patient is prepared before surgery. Much effort is expended before a book is made available for publishing.
The blatant in-your-face corruption that has seized large portions of the Church will be brought to light as well and end — one way or another.
Michael Voris

Cuando la iglesia se convierte en discoteca (Carlos Esteban)



Una de las consecuencias de la descristianización es que cientos de templos católicos se desacralizan y se venden, algunos de notable valor estético, convirtiéndose en centros comerciales, heladerías e incluso discotecas. En Roma tratarán este asunto a final de mes.

No hay estadísticas oficiales sobre cuántos lugares de culto se venden o se desacralizan para su uso civil, pero según declaraciones en rueda de prensa de Valerio Pennaso, director de la Conferencia Episcopal Italiana para la administración de lugares de culto, superan el centenar.

En Italia, “65.000 iglesias son propiedad de las parroquias, pero existen unas cien mil de propiedad privada o de las autoridades regionales o municipales”. El principal problema, según Monseñor Nunzio Galantino, ex secretario de la CEI recién nombrado responsable de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), se produce cuando “las iglesias no pertenecen a las diócesis o parroquias, sino que se han cedido a particulares que hacen con ellas lo que quieren”, como convertirlas en locales ‘chic’, en tiendas o en centros comerciales.

De esto se ocuparán las autoridades eclesiásticas pertinentes reunidas en Roma el próximo noviembre. Los obispos llevan tiempo implorando que los lugares de culto desacralizados mantengan cierto ‘aire de sacralidad’, leemos en Il Tempo, pero como ha explicado el Cardenal Gianfranco Ravassi, responsable vaticano de Cultura, suelen transformarse en locales comerciales, desde garajes hasta ‘pubs’. “En Praga hay una antigua iglesia, exponente del barroco bohemio, que se ha convertido en un ‘night club’.

Nos preguntamos si ese destino es mucho peor que la ‘idea’ del obispo emérito de Caserta, de convertir todas las iglesias en mezquitas.

Los prelados hacen votos para que el fenómeno no siga adelante, para que no haya que desacralizar más lugares de culto o, en el caso de que deba hacerse, que éstos se cuiden y se destinen a fines ‘dignos’, pero al mismo tiempo confiesan que la tendencia va en sentido contrario: con la secularización, cada vez son más las iglesias que se venden porque carecen de fieles, porque no hay curas que puedan atenderlas o porque las diócesis no tienen para atender a su mantenimiento. O las tres cosas.

El caso de nuestro país ha surgido en las declaraciones de los prelados. Así, declaraba Ravassi que Monseñor Mario Iceta, Obispo de Bilbao, le había comentado el día anterior “que el problema es muy agudo en España, donde ya solo se bautiza un 34% de los recién nacidos. No hay duda de que estamos ante un fenómeno cultural y pastoral de gran relieve”.

Sí, Eminencia, sobre todo ‘cultural’.
Carlos Esteban

Nuevo superior de la FSSPX – padre Davide Pagliarini



El sacerdote italiano Davide Pagliarani, de 47 años, fue elegido el 11 de julio para un mandato de 12 años como Superior General de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX).

Monseñor Alfonso de Galarreta fue elegido como el primer asistente y el padre Christian Bouchacourt como segundo asistente.

Pagliarani fue ordenado sacerdote en 1996. Trabajó en Italia y Singapur, luego fue elegido Superior del distrito de Italia y fue el rector del seminario argentino desde el 2012.

El blog RadTradThomist.Chojnowski.me predijo el 24 de junio que Pagliarani era el candidato principal para la elección y lo llamó el favorito de los sacerdotes más “conservadores” de la FSSPX.

En una entrevista en el año 2011, Pagliarani defendió las conversaciones teológicas con el Vaticano. Según él, su objetivo nunca fue llegar a un acuerdo, sino compilar un dossier completo para determinar las posiciones de ambos lados.

Dijo que la Fraternidad “intenta cooperar de tal modo que la Iglesia pueda reclamar su Tradición” y, en consecuencia, debe ser “una piedra de tropiezo y un signo de contradicción: con o sin una regularización canónica”.

Pagliarani declaró que una regularización no aboliría el estado de necesidad que sigue existiendo en la Iglesia “y que hasta ahora ha justificado la acción de la Fraternidad”.

Turcos votan por la izquierda en Europa – y por Erdoğan en su casa ... y otras noticias de Gloria TV


miércoles, 11 de julio de 2018

Noticias varias del 8 al 10 de julio de 2018


ADELANTE LA FE

Leído para Ud. “Apología de la Tradición”, de Roberto de Mattei.

Los móviles han dado una nueva vida a los adolescentes. Y los están destruyendo


INFOVATICANA


“Sólo la jerarquía de la Iglesia puede impedir la exhumación de Franco”

Una parroquia cedida como camerino de una gala ‘drag queen’

“Nos negamos a creer que la Iglesia Católica Universal no proteja a quién fue su salvador y protector”

El extraño caso de la ‘santa gasolina’ (Carlos Esteban)

SECRETUM MEUM MIHI


ONE PETER FIVE

FIRST THINGS

Facebook y amistad 


LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA

La Iglesia española tiene con Franco una deuda de gratitud (Carlos Esteban)



En el debate sobre la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, nuestra jerarquía guarda silencio ante la principal razón para oponerse a semejante acto arbitrario de impiedad: Franco detuvo con su levantamiento el exterminio del clero católico, y así lo reconoció el de la época.

Decir que la Iglesia española se ha mostrado tímida ante el anuncio del Gobierno de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos es quedarse muy corto. Las leves objeciones de la jerarquía apuntan -no sin razón- a lo ilegítimo de desenterrar así un cadáver, sin permiso o consentimiento de sus familiares. Pero debería tener razones más profundas para alzar la voz contra esta nueva y absurda arbitrariedad del Gobierno, y no es otra que el hecho de que los creyentes, y muy especialmente el clero, tiene una deuda de gratitud con Franco.

Un católico puede adscribirse a muchas líneas ideológicas y banderías en política -no a todas-, y así puede perfectamente ver el levantamiento militar del 18 de julio como un ilegítimo golpe de Estado contra la autoridad de la República. Pero la Iglesia no puede verlo igual, como no lo veían igual los católicos del 36, sencillamente porque su misma condición de creyente era causa suficiente para ser represaliado, encarcelado o asesinado. Un liberal, digamos, podía elegir un bando; al católico, no digamos al cura, al fraile o a la monja, se lo elegían sus feroces enemigos.

Para la Iglesia no fue cuestión de opiniones, sino de mera supervivencia, y la supervivencia es la ley suprema
Las víctimas eclesiásticas de la persecución religiosa de principio a fin de la guerra, incluyendo los sacerdotes, religiosos y seminaristas muertos durante la Revolución de Octubre de 1934, ascienden a una cifra cercana a las 6.800. De las cuales 4.184 pertenecían al clero secular, con doce obispos, un administrador apostólico y los seminaristas; 2.365 eran religiosos y 283 religiosas.
Pero la represión religiosa no empezó, ni mucho menos, con la Guerra Civil, sino con la misma República, y ya fue denunciada ante el mundo entero por el papa Pío XI y por el Episcopado Español, que presidía el cardenal Vidal y Barraquer.

Durante la contienda, la persecución fue abierta y a sangre y fuego, con voluntad de exterminio, confesada abiertamente por sus perpetradores en toda ocasión, obra de grupos revolucionarios socialistas, comunistas y anarquistas, que detentaban el poder real en distintas zonas, con mayor o menor complacencia de las autoridades. Y fue claramente persecución religiosa, porque no se persiguió nunca en el campo religioso por actuaciones concretas o por declaraciones políticas, sino para extirpar la Iglesia, consumando un plan que venía de tiempo atrás, desde la Semana Trágica y los tiempos de Ferrer.

La Iglesia universal se hizo eco de esta realidad cuando proclamó el levantamiento como Santa Cruzada de Liberación e incluso, mucho tiempo después, hasta nuestros días, ha seguido canonizando a sacerdotes, religiosos y laicos asesinados entonces como mártires de la fe.

Por ello el 1 de julio de 1937 los obispos firmaron una Carta Colectiva dirigida a sus colegas de la Iglesia universal en apoyo de las tropas nacionales, recordando que la Iglesia jerárquica no provocó la guerra, ni conspiró para ella, sino que recibieron la llegada de la República como régimen legítimo.
La Iglesia -se afirma en la carta-, a pesar de su espíritu de paz, y de no haber querido la guerra ni haber colaborado en ella, no podía ser indiferente en la lucha: se lo impedía su doctrina y su espíritu, el sentido de conservación y la experiencia de Rusia. De una parte se suprimía a Dios, cuya obra ha de realizar la Iglesia en el mundo, y se causaba a la misma un daño inmenso, en personas, cosas y derechos, como tal vez no la haya sufrido institución alguna en la historia; de la otra, cualesquiera que fuesen los humanos defectos, estaba el esfuerzo por la conservación del viejo espíritu, español y cristiano”.
Y: 
Hoy, por hoy, no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la paz y los bienes que de ellas derivan, que el triunfo del movimiento nacional. Tal vez hoy menos que en los comienzos de la guerra, porque el bando contrario, a pesar de todos los esfuerzos de sus hombres de gobierno, no ofrece garantías de estabilidad política y social”.
Carlos Esteban 

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