BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



miércoles, 6 de mayo de 2020

China aprovecha la pandemia mundial para acabar con el cristianismo(Carlos Esteban)


 
La tiranía comunista china está aprovechando que Occidente está distraído con la pandemia mundial -casualmente, también procedente de China- para dar los últimos toques a su campaña para desarraigar la fe cristiana del país, ante el silencio atronador de la Santa Sede.
-------
 
“Ahora, cuando se arranca una cruz, los cristianos deben permanecer todos tranquilos y sonrientes”, afirma el sacerdote de la Iglesia oficial Shanren Shenfu en su blog, según recoge AsiaNews. La noticia la ilustra con una foto que muestra el derribo de la cruz de una iglesia de Hunan, en el centro de China.

Pero los prelados de la Iglesia oficial, la favorecida tanto por los comunistas, en Pekín, como por la Santa Sede tras los acuerdos firmados con el gobierno chino, predican la pasividad ante esta provocación. Shanren cita un artículo del órgano oficial de los jesuitas dirigido por Antonio Spadaro, La Civiltà Cattolica, en el que se afirma, según el sacerdote chino, que “ver y aceptar la remoción de las cruces como algo cotidiano parece ser la única contribución importante que los fieles católicos chinos y todo el pueblo de Dios pueden dar para la prosecución del Acuerdo [sino-vaticano]”. Decimos “según afirma”, porque el artículo ha sido retirado de la versión online de la publicación.

Es desesperantemente triste. La única opción que se deja a los católicos chinos es aceptar con una sonrisa su propia persecución, y no ‘hacer olas’ para que no haya roces entre Pekín y Roma. Es fama que la obediencia jesuita es tan extrema que el miembro de la compañía debe creer que lo blanco es negro si lo dice el superior, y eso es lo que se está forzando a los fieles chinos, que deben ver como algo bueno el mal de la más rabiosa persecución contra su fe.
Carlos Esteban

martes, 5 de mayo de 2020

San Juan Bosco, la iglesia y la pandemia



Imágenes simbólicas vinculadas a una Iglesia cada vez más afectada por una crisis no sólo doctrinal sino resultante de la creciente insatisfacción de estratos cada vez más amplios de la opinión pública católica y, más aún, están impresas en la mente de todos: el rayo que golpeó la cúpula de San Pedro en la tarde del 11 de febrero de 2013, cuando Benedicto XVI anunció su renuncia; la catedral de Notre-Dame de París en llamas la noche del 15 de abril de 2019la oración solitaria del Papa Francisco en una desolada plaza de San Pedro, enmudecida por la pandemia, en la noche de Cuaresma del 27 de marzo, cuando dio su bendición en presencia del crucifijo milagroso de la iglesia romana de San Marcello al Corso, con la cara y el cuerpo mojados por una lluvia torrencial. 

Para quienes tienen fe, leer las señales es algo normal, dado que el católico sabe que lo sobrenatural se relaciona con lo natural en unidad, sin divisiones; ha habido diferentes advertencias marianas, desde Nuestra Señora del Laus hasta La Salette y Fátima como también diversos avisos en nuestra época exhortando a un auténtico retorno, a través de la conversión al Cristo auténtico y a las leyes del Señor, leyes que son guías seguras para la existencia terrena y eterna de los hombres. La pandemia causada por el Coronavirus no es más que otra llamada de atención…

El hombre de fe cree en Dios y no en los hombres, por eso no vive de ilusiones, como, en cambio, desafortunadamente, les ha sucedido a muchos pastores de la Iglesia, desde hace cincuenta años, que creen en un diálogo fructífero con el mundo, el cual en su esencia desde siempre se ha opuesto a los principios divinos. 
 
Autocensurada, en las últimas décadas, la Iglesia se ha despojado de su identidad, como defensora de la Verdad traída por Jesucristo, para alinearse con los fuertes poderes e ideologías del sistema imperante. La Iglesia del Papa Bergoglio se sorprende, en estos días, de no haber sido tomada en cuenta por el Gobierno Conte a propósito de las nuevas directivas para la reapertura en Italia de la llamada fase dos. Como un ardid llegó a la alta jerarquía eclesiástica pro-gobierno, el anuncio del decreto del Poder Ejecutivo y entonces, con una comunicación ya no más servil, atacó las decisiones de la autoridad civil como puede verse en el comunicado de la Conferencia Episcopal italiana elaborada después de la conferencia del Presidente del Consejo el 26 de abril pasado.:
«Los obispos italianos no podemos aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto […] Después de semanas de negociaciones en las que la CEI presentó las Directrices y Protocolos para enfrentar una fase transitoria en el pleno respeto de todas las normas sanitarias, el Decreto del Presidente del Consejo de Ministros publicado esta tarde excluye arbitrariamente la posibilidad de celebrar la Misa con el pueblo. Recordamos a la Presidencia del Consejo y al Comité Técnico Científico el deber de distinguir entre su responsabilidad, dando indicaciones precisas de carácter sanitario, y la de la Iglesia, llamada a organizar la vida de la comunidad cristiana, de conformidad con las medidas dispuestas, pero en la plenitud de su propia autonomía».
La autoridad y la credibilidad de la Iglesia, con connotaciones cada vez más relativistas y sociológicas, ha perdido consistencia, tanto respecto a los fieles como en las relaciones con el mundo mismo. Abandonando los derechos divinos por los supuestos derechos humanos, los hombres, autores de leyes contra el hombre y contra Dios, como el aborto, y de virus ideológicos contagiosos, miran hacia abajo y no hacia el Cielo, por lo que muchos pastores ya no pueden discernir entre lo que es malo y lo que es bueno. Desconcentrados y perdidos, gran parte de los ministros de cosas sagradas han perdido la sobrenaturalidad de la fe y, por lo tanto, se convierten en escrupulosos examinadores de la crónica terrenal, huyendo del admirable horizonte de lo sobrenatural, el único capaz de resolver problemas, contradicciones, falacias y desacuerdos terrenales. De esta manera es olvidado lo esencial de la Religión revelada por el Salvador para volver la mirada hacia el mismo pecado, el enemigo por excelencia de las almas.

La Iglesia tiene una gran necesidad de volver sobre sus pasos y de desintoxicarse; y las almas, cada vez más cansadas de las palabras de la vida terrenal, lo reclaman a grandes voces. Al respecto nos parece escuchar el mensaje profético que San Juan Bosco comunicó al Papa León XIII en 1878, transcripto en el texto «Exordio de las cosas más necesarias para la Iglesia»: 
 
«Era una noche oscura, los hombres ya no podían discernir cuál era el camino […] cuando una luz espléndida apareció en el cielo iluminando los pasos de los viajeros como al mediodía. En ese momento, se vio una multitud de hombres, mujeres, ancianos, niños, monjes, monjas y sacerdotes, con el Pontífice a la cabeza, dejando al Vaticano como en una procesión. Pero he aquí que se desata un furioso temporal; oscureciendo un poco esa luz parecía desatar una batalla entre la luz y la tinieblas. Mientras tanto, se llegó a una pequeña plaza cubierta de muertos y heridos, muchos de los cuales muchos pedían consuelo en alta voz. […] todos se dieron cuenta que ya no estaban en Roma. […] fueron vistos dos ángeles llevando un estandarte e iban a presentarlo al Pontífice diciendo: ‘Recibe el estandarte de Aquella que lucha y disipa a los ejércitos más fuertes de la tierra. Tus enemigos han desaparecido, tus hijos con lágrimas y suspiros invocan tu regreso’. Luego, llevando la mirada al estandarte, vi escrito en un lado: Regina sine labe Concepta; y en el otro: Auxilium Christianorum. El Pontífice tomó la pancarta con alegría, pero contemplando el pequeño número de quienes permanecieron a su alrededor se puso afligidísimo. Los dos ángeles añadieron: “Ve pronto a consolar a tus hijos. Escribe a tus hermanos, dispersos en varias partes del mundo, que es necesaria una reforma en las costumbres de los hombres. Esto no puede lograrse sino partiendo el pan de la Palabra Divina para los pueblos. Catequiza a los niños, predica el desapego de las cosas de la tierra […] Los levitas [sacerdotes, n. d. r.] serán buscados entre la azada, la pala y el martillo, para que se cumplan las palabras de David: Dios levantó a los pobres de la tierra para colocarlos en el trono de los príncipes de su pueblo». La tierra «estaba pisoteada como por un huracán» y muchas personas habían perecido.

El Papa, dice Don Bosco, regresó a Roma con nuevas y fervientes palabras y se echó a llorar por la desolación en la que se encontraban los pocos ciudadanos restantes. 
 
Ya en San Pedro, entonó el Te Deum, al que un coro de ángeles que cantaban respondió: «Gloria in Excelsis Deo, et in terra pax hominibus bonæ voluntatis».
 
Corrispondenza Romana

NOTICIAS VARIAS 5 de mayo de 2020


INFOCATÓLICA

Noticias de Benedicto XVI: Temor del Anticristo es “demasiado natural”

GLORIA TV


Su renuncia no tuvo nada que ver con los escándalos como Vatileaks, dijo Benedicto XVI a Peter Seewald el 12 de noviembre de 2018. La declaración está contenida en la biografía de Benedicto escrita por Seewald (4 de mayo). Seewald trata a Ratzinger como “Papa Benedicto”.

Al comienzo de su pontificado, Benedicto firmó – al igual que Pablo VI y Juan Pablo II – su renuncia en caso de enfermedad que hace imposible el ejercicio del papado. Agrega “que se tornó claro para mí al final de mi servicio que hay también otras formas de insuficiente incapacidad para ejercer correctamente el cargo”.

“Emérito” significa que un obispo no mantiene activamente su sede episcopal, sino que está “en una relación especial con ella como ex obispo”.

Benedicto recuerda que todo obispo necesita una sede, aun si es, como sucede con los obispos auxiliares, sólo el titular de una diócesis que ya no existe más. Después que se introdujo la edad de jubilación episcopal, no hubo suficientes sedes titulares vacías. Por eso el obispo de Passau (Alemania), monseñor Simon Landersdorfer (+1971), comenzó a llamarse “emérito” [pero falleció siete meses después].
"La sede un obispo solo puede tener un titular", enfatiza Benedicto: “Al mismo tiempo se expresa un vínculo espiritual que no se puede dejar de lado bajo ninguna circunstancia”.

Él aplica esto a la sede romana. En ella,“él ya no tiene ninguna autoridad legal, sino una afiliación espiritual que permanece, aunque sea invisible”. Esta forma legal-espiritual, sin embargo, evita todo tipo de pensamiento respecto a una “coexistencia de dos Papas”, lo que es como querer trazar la cuadratura del círculo.

Benedicto describe las acusaciones de interferir con la administración de Francisco haciendo declaraciones como una “maliciosa distorsión de la realidad”. Como ejemplo de ello menciona su mensaje para el funeral del cardenal Meisner: “Mi frase sobre la barca de la Iglesia a punto de volcar a causa de las fuertes tempestades la había tomado literalmente de las homilías de San Gregorio Magno”.

Benedicto no quiere comentar Amoris Laetitia, “porque esto llevaría en exceso al aspecto concreto del gobierno de la Iglesia y, entonces, abandonaría la dimensión espiritual, que todavía es mi única misión”.

Pero elogia a Francisco por su “atención amable y cordial”: “Como usted sabe, la amistad personal con el papa Francisco no solo siguió siendo la misma, sino que ha crecido”.

Benedicto refiere el actual predominio del matrimonio homosexual y del aborto al poder del Anticristo: “Hace un siglo todos pensaban que es absurdo hablar del matrimonio homosexual. Hoy cualquiera que se opone es socialmente excomulgado”. Agrega que lo mismo se aplica para el aborto.

La sociedad moderna ha formulado un Credo anticristiano: “El miedo de este poder espiritual del Anticristo es entonces demasiado natural, y necesita realmente la oración de toda una diócesis y de la Iglesia universal para resistirlo”.

Para Benedicto, la amenaza real a la Iglesia y al ministerio petrino se basa en la dictadura global de ideologías aparentemente humanísticas, a las que no se las puede contradecir sin el riesgo de ser excluidos del consenso social básico”.

Un ecumenismo de papel (Carlos Esteban)



Su Santidad ha convocado contra la pandemia una jornada de ayuno y oración sugerida por un Alto Comité de la Fraternidad Humana, dirigida a todas las religiones. Pero, ¿qué religiones le harán caso, y por qué?


-------

Antes de su conversión a la fe católica, el recientemente canonizado cardenal John Henry Newman tenía una natural aversión por la confesión romana y un gran amor por su iglesia nacional, la anglicana. A medida que profundizaba en la historia y en su fe, advertía que su iglesia se había alejado de la unidad y la apostolicidad, dos notas de la verdadera, así que se propuso la gigantesca tarea de ‘recatolificar’ la Iglesia Anglicana, que sería solo una ‘rama’ de la única Iglesia Católica. Sólo desistió cuando, al cabo, se dio cuenta de que la iglesia que había pergeñado sólo existía sobre el papel o en su cabeza; por muy perfecta que le pareciera, no existía en el mundo real.

No cabe duda de que el actual pontificado es especialmente ecuménico, rebosando incluso los límites del primer ecumenismo, que pretendía la reunión de las confesiones cristianas. Francisco va más allá, como dejó especialmente de manifiesto en el documento común firmado con el gran imán de Al Azhar en Abu Dabi, y quiere tender puentes y lazos con todas las religiones, a las que supone unas intenciones parejas y la adoración de un mismo Dios.

Si bien hay numerosos comentaristas católicos perplejos con el alcance de esos esfuerzos, o incluso recelosos de que éstos lleven a ‘aguar’ la fe y obliguen a oscurecer las verdades que nos separan de los hermanos de otras confesiones, se suele pasar por alto otro aspecto quizá menor, pero en absoluto insignificante: la representatividad de las adhesiones. Lo que es lo mismo, para volver al ejemplo anterior, si estamos ante un ecumenismo de papel. 

Los católicos debemos obediencia filial al Papa. Los musulmanes, evidentemente, no. Aún peor: los musulmanes ni siquiera deben obediencia al gran imán, a ningún imán concreto, por lo demás. La suya no es una religión jerárquica.

Por otra parte, conocemos la visión que tiene el Papa de las religiones en general y del Islam en particular porque la ha expresado en numerosas ocasiones. Ahora bien, el Papa es agente cualificado para definir la doctrina cristiana, ninguna otra. No tiene una especial capacidad, mucho menos sobrenatural, para dictar en qué creen los musulmanes y cómo conciben su fe. De hecho, son muy numerosos los expertos en la religión islámica, por estudios o por experiencia diaria prolongada, que han advertido que Su Santidad parte de una idea ingenua y seriamente distorsionada de la fe de Mahoma.

¿Cuántos de otras religiones van a sumarse a la oración convocada por el Papa? Es imposible saberlo con alguna precisión. Pero no dejaría de ser extraño que confesiones que se han enfrentado dialéctica y bélicamente con los cristianos durante toda la historia acepten la autoridad del padre de los católicos.
Carlos Esteban

domingo, 3 de mayo de 2020

¿Pretendo salvarme sin convertirme?… la gran mentira de hoy (Padre Santiago González)


Duración 23:31 minutos

En este tiempo de Pascua meditamos sobre Jesucristo resucitado camino de la Ascensión, y en esa reflexión debemos aprender a tener los pies en la tierra a la vez que los ojos del alma en el cielo. La tentación de hoy es caminar fuera de la realidad y a la vez mirar solo a la tierra. ¡Urge la conversión!

Cardenal Sarah: “El diablo ataca fuertemente la Eucaristía porque es el corazón de la vida de la Iglesia”



(Riccardo Cascioli)- En esta entrevista concedida en exclusiva a la Brújula Cotidiana, el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos interviene sobre la Comunión take away y las “negociaciones” para garantizarla con seguridad: ningún compromiso, “la Eucaristía es un regalo que recibimos de Dios, debemos recibirlo de manera digna. No estamos en el supermercado”. “Nadie puede impedir a un sacerdote confesar y dar la Comunión”. “Existe una regla que va respetada: los fieles son libres de recibir la Comunión en la boca o en la mano”. “Es una cuestión de fe, el corazón del problema radica en la crisis de fe de los sacerdotes”. “Misas engañosas en streaming también para los sacerdotes: deben mirar a Dios, no a una cámara”.

“Es una cuestión de fe, si tuviéramos conciencia de lo que celebramos en la Misa y de lo que es la Eucaristía, no vendrían ni siquiera en mente ciertas formas de distribuir la Comunión”. El cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, vuelve a hablar después de las furiosas controversias en enero que acompañaron la publicación del libro sobre el sacerdocio, escrito junto al Papa Emérito Benedicto XVI. Vuelve a hablar para responder a la “inquietud” de los fieles, que no solo han sido privados de las Misas, sino que ahora están consternados por las propuestas bizarras que vienen presentadas, con miras a una recuperación limitada de las Misas con las personas, para garantizar la seguridad higiénica en la distribución de la Comunión.

------- 
 
En estos días también en Italia se ha hablado de una solución ya adoptada por alguien en Alemania, el “empaque” del Cuerpo de Cristo: “Para consentir que los católicos italianos vuelvan a hacerla, pero evitando la contaminación -se lee en el periódico La Stampa- se está pensando en una comunión “hágalo usted mismo” con ostias “para llevar” previamente consagradas por el sacerdote, que se cerrarían individualmente en bolsas de plástico colocadas en los estantes de la iglesia”.
“No, no, no –respondió escandalizado el cardenal Sarah por teléfono-. Es absolutamente imposible, Dios merece respeto, no puedes meterlo en una bolsa. No sé quién pensó este absurdo, pero aunque la privación de la Eucaristía es ciertamente un sufrimiento, no se puede negociar sobre el modo de comunicarse. Nos comunicamos de manera digna, dignos de Dios que viene a nosotros. La Eucaristía debe ser tratada con fe, no podemos tratarla como un objeto trivial, no estamos en el supermercado. Es totalmente una locura”.

Algo así ya se ha hecho en Alemania…
 
Desafortunadamente en Alemania se hacen muchas cosas que ya no tienen nada de católico, pero eso no significa que debamos imitarlas. Recientemente escuché a un obispo decir que en el futuro no habrá más asambleas eucarísticas, solo la liturgia de la Palabra. Pero esto es protestantismo.

Como de costumbre, las razones “compasivas” están avanzando: los fieles necesitan la Comunión, de la que ya han estado privados durante algún tiempo, pero dado que el riesgo de contagio sigue siendo alto, se debe encontrar un compromiso…
 
Hay dos cuestiones que deben aclararse por completo. En primer lugar, la Eucaristía no es un derecho o un deber: es un regalo que recibimos gratuitamente de Dios y que debemos recibir con veneración y amor. El Señor es una persona, nadie daría la bienvenida a la persona que ama en una bolsa o de otra manera indigna. La respuesta a la privación de la Eucaristía no puede ser profanación. Esto realmente es una cuestión de fe, si lo creemos no podemos tratarlo indignamente.

¿Y la segunda?
 
Nadie puede impedir a un sacerdote confesar y dar la Comunión, nadie puede evitarlo. El sacramento debe ser respetado. Entonces, incluso si no es posible presenciar las Misas, los fieles pueden pedir ser confesados ​​y recibir la Comunión.

Hablando de Misas, también esta prolongación de 
celebraciones en streaming o en televisión…
 
No podemos acostumbrarnos a esto, Dios está encarnado, él es de carne y hueso, no es una realidad virtual. También es muy engañoso para los sacerdotes. En la Misa, el sacerdote tiene que mirar a Dios, en lugar de eso se está acostumbrando a mirar la cámara, como si fuera un espectáculo. No podemos continuar así.

Volvamos a la Comunión, en pocas semanas se espera igualmente que las Misas con la gente sean restauradas. Y a parte de las soluciones más sacrílegas, también se discute si es más apropiado recibir la Comunión en la boca o en las manos, y eventualmente cómo recibirla en las manos. ¿Qué se debería hacer?
 
Ya existe una regla en la Iglesia que debe respetarse: los fieles son libres de recibir la Comunión en la boca o en la mano.

Existe la sensación de que en los últimos años ha habido un claro ataque a la Eucaristía: primero, la cuestión de los divorciados y vueltos a casar, bajo la bandera de “Comunión para todos”; después la intercomunión con protestantes; y luego las propuestas sobre la disponibilidad de la Eucaristía en la Amazonia y en las regiones con escasez de clérigos, ahora las Misas en tiempos de coronavirus…
 
No debería sorprendernos. El diablo ataca fuertemente la Eucaristía porque es el corazón de la vida de la Iglesia. Pero creo, como ya he escrito en mis libros, que el corazón del problema es la crisis de fe de los sacerdotes. Si los sacerdotes son conscientes de lo que es la Misa y de lo que es la Eucaristía, ciertas formas de celebrar o ciertas hipótesis sobre la Comunión ni siquiera vendrían en mente. Jesús no puede ser tratado así.

sábado, 2 de mayo de 2020

Es tiempo de una mayor espiritualidad, oración, agradecimiento y limosna (P. Santiago Martín)


Duración 9:32 minutos

San Atanasio




Atanasio, nombre que significa “inmortal”, nació en Egipto, en la ciudad de Alejandría, en el año 295. Llegado a la adolescencia, estudió derecho y teología. Se retiró por algún tiempo a un yermo para llevar una vida solitaria y allí hizo amistad con los ermitaños del desierto; cuando volvió a la ciudad, se dedicó totalmente al servicio de Dios. 

--------
Era la época en que Arrio, clérigo de Alejandría, confundía a los fieles con su interpretación herética de que Cristo no era Dios por naturaleza.

Para considerar esta cuestión se celebró un concilio (el primero de los ecuménicos) en Nicea, ciudad del Asia Menor. Atanasio, que era entonces diácono, acompañó a este concilio a Alejandro, obispo de Alejandría, y con su doctrina, ingenio y valor sostuvo la verdad católica y refutó a los herejes y al mismo Arrio en las disputas que tuvo con él.

Cinco meses después de terminado el concilio con la condenación de Arrio, murió san Alejandro, y Atanasio fue elegido patriarca de Alejandría. Los arrianos no dejaron de perseguirlo y apelaron a todos los medios para echarlo de la ciudad e incluso de Oriente.

Fue desterrado cinco veces y cuando la autoridad civil quiso obligarlo a que recibiera de nuevo en el seno de la Iglesia a Arrio, excomulgado por el concilio de Nicea y pertinaz a la herejía, Atanasio, cumpliendo con gran valor su deber, rechazó tal propuesta y perseveró en su negativa, a pesar de que el emperador Constantino, en 336, lo desterró a Tréveris.

Durante dos años permaneció Atanasio en esta ciudad, al cabo de los cuales, al morir Constantino, pudo regresar a Alejandría entre el júbilo de la población. Inmediatamente renovó con energía la lucha contra los arrianos y por segunda vez, en 342, tuvo que emprender el camino del destierro que lo condujo a Roma.

Ocho años más tarde se encontraba de nuevo en Alejandría con la satisfacción de haber mantenido en alto la verdad de la doctrina católica. Pero llegó a tanto el encono de sus adversarios, que enviaron un batallón para prenderlo. Providencialmente, Atanasio logró escapar y refugiarse en el desierto de Egipto, donde le dieron asilo durante seis años los anacoretas, hasta que pudo volver a reintegrarse a su sede episcopal; pero a los cuatros meses tuvo que huir de nuevo. Después de un cuarto retorno, se vio obligado, en el año 362, a huir por quinta vez. Finalmente, pasada aquella furia, pudo vivir en paz en su sede.

San Atanasio es el prototipo de la fortaleza cristiana. Falleció el 2 de mayo del año 373. Escribió numerosas obras, muy estimadas, por las cuales ha merecido el honroso título de doctor de la Iglesia. 

viernes, 1 de mayo de 2020

Espera y esperanza

 

Dos palabras que hacen temer un futuro dramático, no solo para la Europa cristiana con Roma, sede del Papado y centro mundial del catolicismo – actualmente en fase de apostasía, que es el preludio de la manifestación del anticristo – sino también a causa de la guerra en Medio Oriente y en Palestina, donde, hace dos mil años surgió al Civilización Católica, la única verdadera, comenzando con la predicación de Jesús de Nazaret, que dividió en dos partes la historia: antes y después de Cristo.

Estamos asistiendo a una guerra entablada por los enemigos de Dios en los santos lugares, con el fin de desencadenar una catástrofe de dimensión planetaria para involucrar a todos los pueblos y que induce a temer que sea una conflagración destinada a destruir no solo la Civilización Cristiana, sino la humanidad entera, por medio de la formación de dos bloques de naciones contrapuestas, dotadas de armas nucleares.

Hemos entrado en una guerra global construida ad hoc para cancelar la civilización cristiana.

La Iglesia católica, querida indestructible por su Fundador, Jesucristo, nuestro Señor, muy atacada por sus enemigos, está destinada a sobrevivir a todas las adversidades, aunque aparentemente parece sucumbir bajo los golpes mortales de los adversarios, ocultos por todas partes, tanto fuera como dentro de las instituciones públicas, también eclesiásticas.

La Biblia, inspirada por Dios, resume la historia del pueblo judío, del que proviene el Mesías, nacido de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, pero habla también de las naciones cristianas como Italia, con Roma, sede del Papado y caput mundi, hasta que hayan difundido en todo el mundo la Buena Noticia del Reino, la única Religión revelada por Dios por medio de los Evangelios y válida para la salvación de la humanidad. Dice Jesús: “Id a todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura: el que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea será condenado” (Mt 16, 15-16).

La Iglesia católica, la única verdadera, fundada por Jesucristo, perseguida desde siempre, no podrá ser destruida nunca: en efecto, es una Institución que resiste tras dos mil años, asistida y protegida por el Espíritu Santo, no obstante todas las guerras y las insidias que durante los siglos sus enemigos, externos e internos, han tramado para destruirla: hoy nos encontramos en los compases conclusivos.

Es probable que en este siglo se concluya un gran capítulo de la historia humana, no porque termine el mundo, sino porque acabará una época con los problemas de su aventura terrena, con la derrota de Satanás, el eterno enemigo de quien poco se habla, pero que pretende dominar en todas partes.

No se puede obedecer a dos señores

Si fuera posible definir con una palabra nuestra época, la más apta podría ser la de tiempo de hipocresía: en efecto, gran parte de la población, a causa del extraordinario desarrollo de los medios de comunicación y del cotilleo, llega al conocimiento de acontecimientos de interés político, mundano, deportivo, frívolo, etc., pero que excluye o casi los de interés espiritual.

Pero hay una dimensión que no debemos pasar por alto, además de las noticias difundidas por los medios de comunicación: ¿estamos seguros de que las noticias importantes de orden espiritual que nos son propinadas, no están “filtradas, seleccionadas y corregidas” por las agencias que presiden el dominio del poder mundialista que domina en todas partes?

Con motivo de los precedentes históricos registrados en el pasado – como en el caso de Pearl Harbour; de las Torres Gemelas, de la elección de los últimos Papas, del texto “incompleto” del Tercer Secreto de Fátima, etc. – la credibilidad de algunos personajes ha sido muy contestada a causa de las revelaciones, incluso póstumas y documentadas, de otros exponentes.

Por esto la honestidad de algunos protagonistas ha sido puesta en duda, sin pasar por alto los muchos secretos de Estado, conservados celosamente en los archivos: cuando se quieren “corregir” los diseños de Dios, negando a la humanidad el verdadero tercer secreto de Fátima, ¡se comete un pecado de omisión!

La situación actual, a nivel mundial, si no fuera por la notoriedad y el prestigio de algunos personajes, que exigen la reserva, podría ser definida de “omertà”, de silencio cómplice: un término despreciativo, tomado de la jerga mafiosa, que debe usarse solo en los casos en los que los protagonistas actúan conscientemente para ocultar la verdad.

Frente a las noticias negativas o sospechosas sobre los personajes de primer plano, para remediarlo de algún modo, los cronistas resaltan las noticias positivas, oscureciendo las negativas, cuando ello es posible, por la incertidumbre de juicio de los expertos, de los medios de comunicación o de los adversarios declarados: en dichos casos brota a menudo la simpatía o la antipatía que los personajes reciben a nivel público.

Si después el personaje en cuestión es un exponente de la Iglesia católica, entonces el juicio provoca mayor interés, porque implica a menudo ser amigos o enemigos de la Verdad, un elemento siempre de primer plano, incluso en una sociedad de inspiración laica.

El Evangelio nos invita a no juzgar a los demás, “para no ser juzgados”, y es ciertamente el criterio más oportuno para los verdaderos seguidores del Evangelio: Jesucristo dio el ejemplo máximo, soportando la traición de Judas, hasta la muerte en Cruz, esperando su arrepentimiento.

Al final vence la Verdad

Hoy el elemento decisivo que debería brotar de nuestro comportamiento es el de la verdad, porque es el único que vence al final y supera a todos los demás, especialmente en este periodo histórico en el que la Verdad del Evangelio es voluntariamente ignorada con el fin de olvidarla y finalmente negarla del todo, a corto plazo.

Todo parece programado por grados: primero el indiferentismo religioso, después la equivalencia o la paridad entre las diferentes religiones y finalmente la negación de la Verdad ultraterrena, anunciada por el Evangelio.

Desde hace años ya hemos superado la fase de la indiferencia religiosa y estamos navegando en el gran mar de la paridad de todas las religiones, decretada por el Concilio Vaticano II; estamos cerca ya de la negación de la Verdad, que ya no es clara y evidente, sino que se confunde a menudo con el error, en el mare magnum de las falsas religiones, de las sectas y de las supersticiones, no suficientemente denunciadas y combatidas por las Autoridades. ¿Qué significado hemos de dar entonces al Evangelio de San Mateo, donde dice: “El que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea será condenado”?

La evolución de la religión católica hacia la indiferencia y hacia la negación de la Verdad que debía desarrollarse entre las naciones cristianas en el curso de algunas generaciones – como ha sido programado por las logias masónicas – se está realizando quizá antes de lo previsto, como se puede ver por la apostasía difundida en acto, por lo que los tiempos se abrevian con motivo del gran desarrollo de los network.

El enorme desarrollo de los medios de comunicación contribuye quizá también a anticipar los tiempos de la intervención de Dios en los asuntos humanos, nunca tan “controlados” por los servicios secretos de los gobiernos masónicos, pero especialmente por los políticos ateos, precursores del anticristo, dispuestos de manifestarse a la señal de los agentes secretos, ansiosos de salir al descubierto para dominar.

En paralelo a las fuerzas infernales del maligno, que actúa hoy especialmente por medio de la masonería y las sociedades secretas anticristianas – agregadas a varias asociaciones, aparentemente benéficas – actúa ciertamente el ejército de los Ángeles de Dios que mantienen a raya a las fuerzas de Satanás, que ha desplegado a todos los espíritus infernales, en vista a la próxima batalla decisiva.

Varios elementos nos ponen en aviso de que nos estamos acercando a los últimos tiempos.

Luteranismo, comunismo, relativismo


Tres momentos de un mismo proceso destructivo que han llevado a la Europa cristiana y a Occidente en los últimos siglos al desastre religioso, político y social por el camino de la auto-destrucción.

En el origen de la devastación moral, del proceso de rechazo de Dios y del retroceso civil, está el rechazo de la unidad de la Fe, comenzada con la herejía de Lutero (1483-1546), solemnemente condenada por el Concilio de Trento (1545-1563), con la separación de Roma, sede del Papado, elegida por San Pedro, el primer Papa, desdeñada además, más recientemente, con el silencio inexplicable sobre las herejías de la masonería y del comunismo, como resulta claramente de los documentos del Concilio Vaticano II (11.19.1962-7.12.1965). ¡Un silencio culpable en tiempos muy sospechosos!

El último Concilio, además, no favoreció la unidad de los Cristianos, sino que dejó a la Iglesia en la ambigüedad, en la incertidumbre y en el desconcierto, sin condenar ni el comunismo, ni la masonería, ¡como si estas nefastas ideologías fueran “inocuas” para la integridad de la Fe!

Una situación que ha dado origen al relativismo que todavía domina incuestionable entre los bautizados.

La Iglesia católica, hoy, recoge los frutos del Concilio, comenzando en los años sucesivos a su conclusión, con el abandono de miles de vocaciones religiosas, con el vaciamiento de los seminarios y hoy con la escasa participación de los bautizados en la Santa Misa festiva.

Tras los actos nefastos de Lutero en 1517, del flagelo del comunismo desde hace más de un siglo y, más recientemente, del relativismo religioso como consecuencia del Concilio Vaticano II (según el cual una religión vale lo mismo que la otra) y después de que los Estados europeos, con raras excepciones, han decretado el ateísmo de Estado, todas las falsas religiones son acogidas con igual favor: el islam, el budismo, el hinduísmo, el sintoísmo, los testigos de Jehová, las diferentes sectas, aunque algunas de ellas son intolerantes hacia los cristianos. En todo el mundo hay un incremento, a menudo infravalorado, de la persecución a los católicos.

En la variedad de razas y de religiones, impuestas por los dueños del mundo y de la política monetaria – dominante hoy e identificable con Mammona – nosotros católicos confiamos en el gran proyecto predispuesto por Dios para salvar al mundo de la perdición eterna, en el momento oportuno: es decir, el de permitir la confrontación con la verdadera Religión católica, la única capaz de salvar a la humanidad redimida por Cristo, con el sacrificio de la Cruz.

Tampoco pueden perderse las miles de maravillosas catedrales, basílicas, abadías, monasterios, santuarios, etc. y los innumerables y sublimes testimonios de obras de arte sacro esparcidas por los siglos en las naciones cristianas, no pueden perderse porque son signos extraordinarios de una civilización de origen divino.

Está claro ya que en el mundo la clase dominante está de de la parte de los enemigos de la Iglesia católica, constreñida a jugar a dos bandas, a la espera de la manifestación del anticristo. El maligno domina en todas partes, especialmente en el campo político y financiero, pero también en el campo religioso, porque la Iglesia católica, custodia de la Verdad, desde hace mucho tiempo, está ocupada en las sedes más prestigiosas por sus enemigos más insidiosos, para poder actuar con gran perfidia y seguridad.

Deberemos de estar también cerca de la manifestación del anticristo, preparada por sus agentes ocultos. Después del papa Francisco es probable que se revele un personaje muy diferente de lo habitual… La actual situación religiosa parece preceder al anticristo con su breve reinado de persecución sanguinaria: le seguirá imprevista la intervención de Jesucristo, Rey del Universo, que fulminará al maligno con su mirada para eliminarlo definitivamente de la faz de la tierra.

Preparémonos, con una vida cristiana y con la oración, a la Segunda venida de Jesús: Él renovará la faz de la tierra, por medio del Espíritu Santo. Será el triunfo de Jesús y de María y la derrota definitiva de Satanás y de su reino.

Marco
(Traducido por Marianus el eremita)

Imparable: La Misa original sigue en auge



En el 2018 la liturgia tradicional fue celebrada en 80 países un año después en 88 países, escribe el sitio web PaixLiturgique.org en un informe de situación.

Hay 5.550 sacerdotes para el Rito Antiguo:

• 657 sacerdotes pertenecen a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, y unos 50 más a Órdenes de San Pío X. Otros 50 dejaron la Fraternidad y son considerados como “Resistencia”.

• 580 sacerdotes pertenecen a grupos reconocidos por el Vaticano, el más grande de ellos es la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (320 sacerdotes).

• 120 sacerdotes pertenecen a la abadía de Fontgombault y 30 están vinculados a otros monasterios benedictinos.

• alrededor de 50 sacerdotes pertenecen a grupos reconocidos por diócesis o monasterios.

• más de 4.000 sacerdotes diocesanos y religiosos celebran la Misan Antigua en Latín.

Ellos constituyen casi el 1,33% de todos los sacerdotes católicos, pero la mayoría de ellos son jóvenes.

Después de muchas encuestas de opinión, PaixLiturgique sugiere que al menos el 10% de los católicos nominales, más de 130 millones, desean la Liturgia Original.

En Francia, el 6% de los católicos nominales asisten a la Misa Original.
 

jueves, 30 de abril de 2020

Carta a Episcopado Argentino - por apertura de templos (José Arturo Quarracino)



Temperley, 25 de abril de 2020

A la Conferencia Episcopal Argentina
 
Espero sepan disculpar estas líneas. Con algunos de ustedes ya nos conocemos, con chisporroteos incluidos.

El día 7 de abril enviamos con algunos amigos y compañeros una carta en la que les pedíamos gestionaran la apertura de los templos, para poder celebrar la Semana Santa y la Pascua como Dios manda. Lo pedíamos por nosotros los creyentes, pero mucho más y más perentoriamente para que las Gracias y Bendiciones de la Redención de Jesucristo se derramara sobre nuestra Patria y el mundo entero.

Lamentablemente, no tuvimos respuesta de ninguno y mucho menos hubo alguna iniciativa en ese sentido. Pero sí los judíos ortodoxos pudieron celebrar el Mikve, los bancos abrir sus puertas al igual que los negocios de comida, las gomerías y talleres mecánicos, etc. PERO LAS IGLESIAS CRISTIANAS no. Se habilitó la apertura de algunas iglesias para hacer vacunaciones masivas, PERO NO PARA CELEBRAR MISAS. Se acondicionaron algunos templos para funcionar como dormitorios, PERO NO PARA CELEBRAR MISAS.

En estos días han ido algunos de ustedes han ido a entrevistarse con un funcionario pusilánime (lo conozco bastante) para ver "la posibilidad" de abrir los templos, pero este señor rápidamente -perdonen la expresión- se las mandó a guardar, es decir, NO SE PUEDE CELEBRAR MISAS PÚBLICAS, pero un supermercado sí puede abrir 9 horas continuas. Evidentemente, el señor Secretario de Culto y el presidente de la Nación SE LES ESTÁN RIENDO EN LA CARA.

Y no es para menos. Cuando estos payasos que hoy nos desgobiernan y empezaron a hacer campaña para legalizar la pena de muerte como "prioridad de salud pública" ustedes solo atinaron a llevar un documento "y a expresar la opinión de la Iglesia", y NADA MÁS. Ni se les ocurrió ponernos a todos los fieles en oración permanente para que se rezara en cada Misa, ferial y dominical, una Oración en especial para que no avanzara ese designio siniestro y satánico.

Cuando el presidente Fernández concurrió a celebrar la Nochebuena en una parroquia de Buenos Aires, uno de ustedes presente se sacó una foto con él, y cuando cuatro o cinco días después el presidente volvió a ratificar su compromiso de legalizar el aborto, ustedes guardaron silencio, y sobre todo el que se fotografíó (o fotografiaron) con él, avalando implícitamente con su mudez la iniciativa presidencial. En política EL QUE CALLA OTORGA, y además en política SE HABLA -mucho o casi todo- CON LOS GESTOS. Lo que se puso en evidencia es que el señor Fernández iba a avanzar con su proyecto criminal, y que la jerarquía se iba a oponer UN POCO Y DE PALABRA, nada más.

La visita a Roma a fines de enero confirmó este mensaje: él ratificó su postura, y hubo besos y abrazos. Hasta obtuvo el presidente la "bendición" de participar en una Misa donde está enterrado san Pedro y recibir la Comunión. ¿Saben cuál fue el mensaje que transmitió el que "ofició" ese sacrilegio y los que lo autorizaron a hacer eso? Que la Iglesia jerárquica iba a patalear un poco y nada más, para no molestar al presidente hippie-alfonsinista en su marcha a cumplir con la exigencia del FMI -legalización del aborto- para apoyarlo en el tema de la deuda externa [chantaje que denunció y anticipó hace casi dos años el padre José "Pepe" di Paola en la Cámara de Diputados de la Nación, que ahora parece haberse olvidado].

Fíjense qué importante es para el Poder Oligarca que se ha robado el mundo y ha promovido el "Holocausto Demográfico" (San Juan Pablo II dixit) aplicar la pena de muerte prenatal que ahora, en medio de la Guerra contra el Coronavirus gobierna y manda el "comité de expertos" del Ministerio de Salud, para que "no mueran argentinos", pero esquizofrénica e hipócritamente MATAR A LOS NIÑOS POR NACER se ha convertido en una ACTIVIDAD ESENCIAL, basada en un Protocolo Administrativo ILEGAL E INCONSTITUCIONAL, a través del cual SE ASESINAN 1.000 NIÑOS POR DÍA en nuestro país.

Y no sólo esto: para el presidente hippie-alfonsinista-progresista y su impresentable "ministro" de Insalubridad LA MASTURBACIÓN Y EL SEXO VIRTUAL resulta un problema de salud pública, además del aborto. Y ninguno de ustedes ha dicho nada.

Ahora han empezado a levantar la voz, para ver la "posibilidad" de abrir las iglesias, pero como ha expresado uno de ustedes a los párrocos de su arquidiócesis, es porque les está empezando a preocupar que las cajas y los ingresos han caído estrepitosamente; pretende que los párrocos de un municipio "hablen" con el intendente para que les deje abrir los templos, y que pongan personal municipal para que controlen a los fieles; mientras se asesinan niños inocentes e indefensos en forma ilegal y la salud espiritual y la degradación moral de nuestra querida Argentina están por el quinto subsuelo, y los laicos vivimos en un infierno dantesco, ustedes ahora se preocupan porque escasean los ingresos. Por defender la vida humana naciente somos muertos civiles, muchas veces peligran nuestros trabajos, hay médicos en instituciones públicas que son raleados, ninguneados y en algunos casos pierden un cargo jerárquico porque no quieren ser cómplices de genocidio, nos bastardean políticamente, etc., pero no nos quejamos, es el precio que elegimos y decidimos pagar por una causa noble; lo que nos cuesta digerir y aceptar es que muchas veces muchos de ustedes "duermen con el enemigo", hasta llegan a rezar el Padre Nuestro con el presidente y uno de los principales diputados nacionales abortistas, que inmediatamente después de abrazarse con ustedes salen a ratificar su compromiso con la pena de muerte prenatal, lo cual constituye un mensaje clarísimo que sólo un descerebrado sería incapaz de ver.

Algunos de ustedes parecen creer que los fieles cristianos creemos en el misterio de la Encarnación gracias a que ustedes han procurado trasmitírnoslo, pero la fe en la Encarnación ya la asumieron los fieles de los primeros siglos del cristianismo. Los fieles vivimos la fe en la Encarnación y en la Resurrección desde el comienzo de nuestra fe espiritual y religiosa, no la hemos aprendido: nos ha sido inculcada y vivimos, y sufrimos, gracias a ella. Por eso la necesidad del culto público, comunitario y sacramental. Ahora quieren "darnos un mensaje claro que de verdad les preocupa" que recibamos "el alimento de amor", pero "acompañando la preocupación sanitaria de las autoridades" (¿¿¿). Permítanme preguntarles: ¿les llevó un mes darse cuenta de nuestra necesidad "material"? No ansiamos ni reclamamos el alimento, LO NECESITAMOS, porque en el fondo estamos luchando contra el enemigo de Dios y de la raza humana, superior a nuestras fuerzas humanas. La Argentina NECESITA LA CELEBRACIÓN PÚBLICA, sobre todo esa Argentina que no cree, esa Argentina que mata gratuitamente, esa Argentina que es tibia, burguesa y panzista. Estamos en una guerra en la que se juega el destino de la raza humana y de los pueblos, ¿y algunos de ustedes están preocupados en mostrarnos "que de verdad les preocupa" que no comulgamos?

Hablan de "acompañar la preocupación sanitaria de las autoridades". ¿Cuál autoridad sanitaria? ¿La que tenía y tiene como prioridad legalizar la pena de muerte prenatal? ¿La que considera la Masturbación y el Sexo Virtual como "problemas de salud pública"? ¿La que permite y avala el asesinato de niños antes de que nazcan, basada en un Protocolo ilegal, un simple instrumento administrativo? Varios de los "expertos" científicos que "asesoran" al presidente tienen vínculos políticos y crematísticos con la Federación Internacional de Planificación de la Familia, la red abortista británica más grande del mundo, al igual que varios funcionarios y legisladores nacionales y provinciales. ¿Tan ingenuos son ustedes que pretenden hacernos creer que les preocupa la salud de nuestro pueblo, mientras se regodean en el asesinato prenatal? Muchos de nosotros tenemos cara de estúpidos, pero estamos lejos de serlo.

Ahora, después de un mes, nos piden que aportemos, pero permítanme preguntarles: ¿para qué, si cuando los necesitábamos nos cerraron la puerta en la cara? Perdónenme la franqueza, pero los laicos estamos para servir a Cristo en el mundo, como nos ha enseñado el entonces cardenal Joseph Ratzinger, no para ser ovejitas sumisas. Si juzgaron que era mejor obedecer a las "autoridades sanitarias" pro-sexual virtual antes que ofrecernos el Pan de Vida, sigan obedeciéndolas a esas mentes "expertas", esperen que ellas les autoricen a celebrar públicamente el misterio de nuestra redención. Hemos tenido que recurrir a la memoria viva de la Iglesia, a los que tuvieron que vivir en las catacumbas, a los que vivieron su fe bajo los regímenes de terror en Europa, a los que durante años mantuvieron su fe en la clandestinidad o tienen que hacerlo ahora en China, bajo la "protección" de un acuerdo secreto: secreto para los católicos, pero no para los chinos no católicos.

En definitiva, pueden seguir rezando el Padre Nuestro con el primer magistrado abortista, hippie y progresista, aunque tengo toda la impresión que cada vez más los van a seguir ninguneando y bajándoles el precio, hasta convertir a iglesias y templos en merenderos y albergues, en una ONG que quiere quedar bien con Dios y con el diablo.

O quizás puedan seguir las enseñanzas y consejos de un arzobispo loco pero influyente, para quien la República Socialista de China es el país que mejor aplica la Doctrina Social de la Iglesia. Hay algunos chinitos en el gobierno que algunos de ustedes conocen bien y que les podrán dar una manito.

En todo caso, en público o en privado, sí pueden rezar al comenzar el día y al finalizar por los mil niños que en nuestro país son asesinados diariamente antes de nacer: finalmente las cifras mentirosas del ministro masturbador se han hecho realidad, ante nuestra indiferencia, apatía y cobardía. Lo mínimo que merecen esas pobres víctimas inocentes e indefensas siniestramente asesinadas es que se rece por ellas, por lo menos hasta que el secretario de Culto deje de permitirlo.

A su disposición
José Arturo Quarracino

Los crímenes perpetrados por el comunismo al que defiende el ultraizquierdista Pablo Iglesias (Elentir)


 
Durante el siglo XX, el mundo sufrió los terribles efectos de dos ideologías totalitarias: el comunismo y el nacional-socialismo, ambas con muchos millones de víctimas.

El partido de dos ministros españoles llama a seguir el «ejemplo» de un dictador y genocida
Los más de 100 millones de muertos que causó el comunismo, divididos por países

Nazismo y Comunismo iniciaron juntos la Segunda Guerra Mundial

El nacional-socialismo fue derrotado militarmente en 1945, y en el año siguiente, durante los Juicios de Nüremberg, salieron a la luz los innumerables crímenes cometidos por los partidarios de esa monstruosa ideología. El amplio rechazo que, afortunadamente, recibe el nazismo contrasta, lamentablemente, con la insistencia de muchos izquierdistas en blanquear a la otra gran ideología criminal del siglo XX: el comunismo. 

Se trata de toda una paradoja, pue la Segunda Guerra Mundial fue iniciada por Hitler y Stalin con su invasión conjunta de Polonia, acordada en el pacto secreto firmado por sus respectivas dictaduras en agosto de 1939, un pacto en virtud del cual se repartieron tanto ese país como Finlandia, Lituania, Estonia y Letonia, repúblicas que la URSS invadió entre 1939 y 1940.

Los efectos de la alianza entre nazis y comunistas

Los soviéticos rivalizaron con los nazis en criminalidad: prueba de ello es la masacre de 22.000 oficiales polacos en Katyn a manos del NKVD de Stalin, un crimen de guerra por el que nadie fue castigado. Hitler y Stalin mantuvieron su alianza hasta junio de 1941, cuando Alemania invadió la URSS. Fue una alianza tan estrecha que Moscú dio orden a los comunistas franceses de sabotear el esfuerzo bélico de su país en plena invasión alemana de Francia en 1940. Por esa misma razón, los Partidos Comunistas a las órdenes de Stalin no se unieron a los movimientos de resistencia de los países ocupados por los alemanes hasta que éstos invadieron la URSS. En el marco de la alianza entre esas dos potencias totalitarias, el NKVD soviético entregó a la Gestapo nazi a unos 4.000 judíos y comunistas alemanes que habían huido a la URSS.

Media Europa pasó de la tiranía nazi a la tiranía comunista sin poder elegir otra cosa

Al final de la Segunda Guerra Mundial, en algunos países la tiranía sólo cambió de color: media Europa pasó de estar bajo la dictadura nazi a estar bajo la dictadura soviética, sin que la URSS le diese la oportunidad de elegir un sistema democrático. Los comunistas llegaron a aprovechar un campo de concentración alemán para encerrar a polacos que habían combatido contra el nazismo, simplemente porque esos combatientes no obedecían las órdenes de Stalin. En varios países la “liberación” soviética consistió en una ola masiva de violaciones de mujeres y niñas por parte de los soldados del Ejército Rojo. A eso hay que unir el pillaje cometido por los soviéticos. Aún hoy en Polonia se conoce al Ejército de Stalin como “czerwona zaraza” (La plaga roja), por las atrocidades que cometieron en ese país.

Un sistema totalitario que ha matado a más de 100 millones de seres humanos

El comunismo instauró dictaduras allí donde conquistó el poder, estableciendo sistemas de partido único sin elecciones libres, en los que los derechos humanos eran sistemáticamente violados, y en los que más de 100 millones de personas fueron víctimas de sus políticas genocidas. Tomando los dogmas ideológicos de Marx y de Engels como referencia, e impulsando el odio de clase con el mismo fanatismo con el que el nazismo promovió el odio de raza, el comunismo se dedicó a perseguir, torturar y asesinar a científicos, a homosexuales, a huelguistas, a propietarios agrícolas, a disidentes políticos y a religiosos. Ningún otro sistema político ha dedicado tantos recursos a reprimir la libertad y a asesinar a millones de personas: en esto los comunistas ganaron por goleada a los nazis. Aún a día de hoy más de 1.500 millones de personas, es decir, la quinta parte de la humanidad, sigue sometida a dictaduras comunistas (China, Corea del Norte, Cuba, Laos y Vietnam).

El Parlamento Europeo condenó los crímenes del comunismo: el PCE rechazó esa condena

El año pasado, el Parlamento Europeo condenó los crímenes del nazismo y del comunismo, recordando que “los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad”. La moción de condena también rechazaba “toda manifestación y propagación de ideologías totalitarias, como el nazismo y el estalinismo, en la Unión”. El Partido Comunista de España (PCE) rechazó esa condena, que considera una “equiparación de los crímenes del nazismo con los supuestos “crímenes del estalinismo”, según los términos utilizados en la resolución del Parlamento Europeo”. Llamar “supuestos” a los crímenes del estalinismo es un claro caso de negacionismo. Y lo peor es que dos ministros del Gobierno español pertenecen a ese partido.

Un vicepresidente del Gobierno español sale en defensa del comunismo

Teniendo en cuenta esto, resulta escandaloso escuchar la defensa que hizo ayer Pablo Iglesias del comunismo. El vicepresidente podemita del Gobierno español llegó a decir que considera “un honor” representar al PCE: 

Duración: 14 segundos
 
El siniestro historial del PCE a las órdenes de Stalin

Iglesias se refiere al mismo partido que estuvo implicado en crímenes de guerra como la Masacre de Paracuellos, en la que fueron asesinadas 5.000 personas por motivos políticos, incluidos 50 niños. Un crimen monstruoso por el que ningún dirigente del PCE ha pedido perdón hasta la actualidad. Es más: el año pasado Podemos acusó de “fascismo” a las víctimas de esa masacre, un insulto miserable por el que el partido de extrema izquierda todavía no se ha disculpado. Hay que decir que los crímenes del PCE no se dirigieron sólo contra católicos y derechistas: también colaboró en la represión de comunistas disidentes como los trotskistas del POUM, siguiendo los dictados de Stalin. También por orden de Moscú, e igual que otros Partidos Comunistas, el PCE justificó la invasión nazi-soviética de Polonia y la invasión soviética de Finlandia, difamando y calumniando a los países invadidos.

El PCE sigue defendiendo hoy a dictaduras y dictadores comunistas

Sé que alguien alegará que el PCE es en la actualidad un partido democrático. No es verdad. El PCE sigue apoyando a dictaduras comunistas como China, Vietnam y Cuba, y sus Juventudes incluso han apoyado a Corea del Norte. De hecho, el pasado 23 de abril el PCE ensalzó al primer dictador comunista, Lenin, cuyo régimen utilizó las más brutales torturas y fue responsable de la muerte de millones de personas por hambre y represión. Un partido así no debería ser legal, como tampoco debería serlo un partido nazi. Es el colmo que un gobernante español considere “un honor” defender a un partido totalitario como ése. Teniendo en cuenta esto, e igual que Pablo Iglesias equiparó el franquismo con el nazismo hace dos años, con mayor motivo cabe preguntarse: ¿qué país libre aceptaría ser gobernado por alguien que defiende el nacional-socialismo? ¿Y por qué aceptamos en España a un gobernante que defiende una ideología igual de criminal como es el comunismo?
Elentir