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lunes, 13 de noviembre de 2017

El cardenal Sturla condena el vandalismo contra la Iglesia durante el «Encuentro de Mujeres del Uruguay»



Cardenal y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla

HAN PROFANADO UNA IGLESIA Y HAN SALIDO TAN CAMPANTES

El País ) En declaraciones a Radio Oriental, el cardenal indicó que «pintarrajearon, escribieron consignas anticatólicas, difamatorias y volvieron a salir campantes(...) Después subieron las fotos a Facebook y no ha pasado nada. Se ha profanado una iglesia y se abusa de una respuesta serena y pacífica».

El evento del que participaron varias mujeres, finalizó con una marcha por 18 de Julio. En determinado momento, algunas de ellas con las caras tapadas saltaron la reja e ingresaron al predio de la iglesia; una vez allí pintaron un muro con consignas a favor del aborto.

Sturla se refirió a la situación como «algo que vuelve a llamarnos la atención y desvela cuánta gente hay que busca hacer daño, hacer mal e ir contra la Iglesia como una institución a la cual se la acusa de muchos males, sin más elementos que eslóganes que vienen del exterior».

Según se informa en la página web de la Iglesia Católica de Montevideo, a la salida de la Iglesia Matriz, una participante de la actividad le dijo a Sturla que le quería hacer unas preguntas. Según la crónica, le gritó «curas pedófilos, Iglesia basura, no apoyan el aborto pero sí a los pedófilos, y consignas similares».

Para Sturla «se profanó, se abusó de lo que puede ser una respuesta serena y pacífica, y se hace así escarnio del sentimiento católico de una parte importante de nuestra población. Pero más aún, y más allá de ello, se está haciendo un daño a la tolerancia, a la libertad, a la pluralidad», agregó el cardenal. Sturla, remarcó que «parecería que a la Iglesia Católica sí se le podría pegar, pero no a otras instituciones o religiones. Esto llama la atención».

El hecho no es aislado; el cardenal recordó que en septiembre, en una publicidad oficial «se hacía burla de uno de los símbolos más queridos de los católicos, que es el Sagrado Corazón de Jesús». Para el arzobispo, la situación constituye un «abuso».