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viernes, 6 de noviembre de 2020

Actualidad Comentada | Impunidad | 06.11.2020 | P. Santiago Martín FM

 Magníficat TV - Franciscanos de María

Duración 9:27 minutos

El Ministerio de la verdad de Pedro Sánchez: el plan del gobierno contra la 'desinformación'

 EL TORO TV


Duración 4:32 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=kw6taNpGOuk&feature=emb_title

Abascal lleva los seis meses de estado de alarma al Tribunal Constitucional

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE ESPAÑA


Duración 9:26 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=NCDLAwh_Wd8&feature=youtu.be

El Vaticano revela su preferencia por el ultraabortista Biden (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


Lo hace a través de su órgano oficial online, Vatican News, con un artículo titulado: “El futuro del clima mundial depende también del voto en los Estados Unidos”. No recordamos ninguno en plena campaña que recordara que el futuro de la masacre del aborto depende de ese mismo voto.

Porque, naturalmente, ese “futuro del clima mundial” solo se salvará si gana el tándem Biden-Harris. Que ambos se hayan mostrado entusiastas de ‘amarrar’ el ‘derecho’ al aborto y ampliarlo todo lo posible no parece quitar el sueño a los responsables de la comunicación vaticana, al menos no tanto como el ‘clima’.

Naturalmente, el titular es, si no completamente falso, al menos lo bastante dudoso como para que resulte desconcertante en un una fuente oficial de la Santa Sede. Incluso si supiéramos con total certeza que el clima mundial entra de forma estable y continuada en una nueva fase -algo que lleva sucediendo desde que exista el planeta, mucho antes de la aparición del ser humano, no digamos de su uso de combustibles fósiles-, es un salto de fe enorme suponer que la firma de unos acuerdos iba a obrar el milagro de detener semejante proceso planetario. De hecho, este tipo de acuerdos lleva décadas firmándose sin que el efecto sea otro que el de enriquecer a los profetas del apocalipsis verde.

Quizá los más maliciosos pudieran, pero creo que muy pocos de los que escuchamos en su día decir al Santo Padre que los católicos no debíamos “obsesionarnos” con temas de vida y familia podíamos sospechar que se acabaría primando una teoría pseudocientífica impuesta por el poder y los medios sobre la masacre deliberada, masiva y protegida por las autoridades de niños no nacidos en el vientre de sus madres.


En general, los medios vaticanos se han mostrado renuentes, por decirlo suave, a reconocer los avances logrados por Donald Trump en el vital frente provida, y la propia jerarquía eclesiástica norteamericana ha jugado mayoritariamente a quitar hierro de esta tragedia para impedir que los fieles dejen de votar demócrata
.

Carlos Esteban

MÉDICO DEL HOSPITAL SÖDERSJUKHUSET EXPLICA EL MODELO SUECO Y LA INUTILIDAD DE LOS CONFINAMIENTOS


En el siguiente vídeo, la doctora Natalia Prego Cancelo, de Médicos por la Verdad, entrevista al doctor Cristian Duré en el Hospital Södersjukhuset del Sur de Estocolmo. Los médicos conversan y hacen una comparación entre el método sueco y los métodos empleados por otros países, y comparan los tratamientos y métodos con sus respectivos resultados.

Duración 35:20 minutos


Suecia es un país en donde se vive con total normalidad, sin mascarillas, sin distanciamiento social, sin cierres económicos, sin toques de queda, sin confinamientos, sin miedo y sin pandemia.

Cristian Duré es MD en Medicina de Emergencia (St-läkare) en el Hospital del Sur de Estocolmo, Suecia (Södersjukhuset), y estudiante de doctorado del Karolinska Institutet Sös.


NOTA: Aunque este blog es sobre religión católica, sin embargo, todo cuanto afecta a la verdad, aunque ésta sea sólo verdad natural, afecta en gran medida a la verdad sobrenatural y a la fe, pues lo sobrenatural toma como base lo natural; no es antinatural, sino que supone y sobrepasa a lo meramente natural. Sin embargo, lo natural, por eso mismo, debe ser cultivado, con seriedad, en un espíritu que ame la verdad. Las cosas son como son, pero no como el Gobierno de turno diga que son. Científicamente hablando, no existen sino conjeturas en torno al Covid-19. Y no se puede confinar una nación entera en base a meras elucubraciones. Los muertos son menos que en la primera ola de marzo (y prácticamente todos, se refieren a personas con más de 80 años: 85, 88, 90. 93, 95, etc...). Esas personas tienen patologías previas y es lo más probable que hubieran fallecido igualmente, sin el coronavirus. Por otra parte, las pruebas de PCR que se realizan sobre el Covid-19 no son específicas, como ya hemos visto en otros artículos. Hay muchos PCR que dan falsos positivos (Un PCR positivo puede darlo incluso un simple resfriado). Y luego, ¿dónde está la gente que fallece por la gripe común? ¿Es que ésta ha desaparecido? Además, cuando se habla de muertos (en noticias sensacionalistas) no se especifica si todos ellos lo son a causa del Covid-19. Habría que hacer un recuento sobre el total de muertos que ha habido (por enfermedades cardiovasculares, por cáncer, por neumonías, por accidentes de tráfico, etc... y también por coronavirus Covid-19). Si así se hiciera se vería que no hay por qué alarmarse tanto. 

Suecia es un país en donde se ha demostrado que el número de muertos por esta enfermedad del Covid-19 es mínimo. Y allí no se obliga a llevar a todos mascarillas, ni, por supuesto, se procede al confinamiento ... y eso es, además, saludable; porque la salud personal no se refiere sólo a no padecer la enfermedad del Covid-19, sino que hay que tener en cuenta otros factores, muy importantes, para que pueda hablarse de salud. Y las mascarillas, los estados de alarma y los confinamientos, están produciendo verdadero pánico entre la gente, dando lugar a enfermedades de tipo psiquiátrico: obsesiones, ansiedades, depresiones, etc... que no son, precisamente, un reflejo de la salud de las personas. 

¿Por qué y para qué, entonces, acudir al confinamiento, como medio de protección? Es evidente que, puesto que no hay razones científicas para ello, sólo queda pensar en razones de tipo político (¡y no de la política entendida como un servicio para el bien común de los ciudadanos, que es lo que debe de ser!). 

Da la "casualidad" de que, durante este tiempo, nuestro "Gobierno" está imponiendo, mediante Reales Decretos y otros, una serie de reformas liberticidas, que suponen un control absoluto de la población (libertad de expresión, opiniones, etc ... todo ello y mucho más, van a quedar limitadas al pensamiento único que coincide con lo que el Estado propone. No se podrá disentir de ese pensamiento. De hacerlo, se pasa a ser "persona non grata", con todo lo que ello conlleva). Al estar bajo un estado de alarma o confinados, quedarán prohibidas -casi con toda seguridad- las manifestaciones en contra de este Gobierno comunista totalitario. Y ellos seguirán cambiando las leyes a su antojo, sin que nada ni nadie pueda realizar ningún tipo de objeción, dado que la justicia está comprada y no hay ya separación de poderes. La frase de Pablo Iglesias ("Tenemos que politizar el dolor") está siendo llevada a la práctica. 

José Martí

DRA. NATALIA PREGO CANCELO ANUNCIA LA ASOCIACIÓN ‘MÉDICOS POR LA VERDAD’ EN ESPAÑA



La especialista en medicina comunitaria, Dra. Natalia Prego Cancelo, comenta la situación que se vive actualmente en España y que a su juicio “es totalmente desajustada de la realidad, una realidad médica, una realidad clínica”, pues “no hay ningún rigor científico en todas las decisiones sanitarias que se están tomando.”

“Ha habido muchísima contaminación de información científica”, dice, “lo que ha provocado una serie de problemas en tratamientos, en fallecimientos, etcétera … Esta situación es ya totalmente insostenible y hago un llamamiento a todos mis compañeros médicos para que pierdan el miedo o al menos se pongan en contacto con nosotros. Hemos creado un grupo llamado ‘Médicos por la Verdad’ … Ya hay 35 médicos en España que quieren colaborar. Va a haber muchos más, y también ciudadanos y organismos… Os esperamos en Médicos por la Verdad.”

DURACIÓN 4:27 minutos


Médicos por la Verdad en WhatsApp: 677572759
por Natalia Prego Cancelo

En base a que las decisiones de los gobernantes, limitan derechos fundamentales, y lo hacen sin basarse en consideraciones objetivas sin el deber de tener debidamente en cuenta las normas sanitarias internacionales de la Organización Mundial de la Salud.

En relación a las recomendaciones sobre el uso de máscaras dirigido los gobernantes, en el documento científico de 5 de junio actualización del documento de fecha 6 de abril de 2020. Nunca la OMS en ningún caso recomienda el uso de mascarillas cuando se pueda guardar la distancia de un metro. Asimismo en los modos se transmisión nunca dijo la OMS en sus documentos científicos, que hubiera que usar máscaras en espacios al exterior.

La OMS expresó muy claramente que incluso en los centros sanitarios, los trabajadores que estén en el área administrativa o informando a las personas, no necesitan máscara si pueden guardar la distancia de un metro. Por tanto y visto que la OMS describe los efectos adversos de las mascarillas, la falta de evidencia científica en la transmisión cuando se puede guardar la distancia ...
Las decisiones que están adoptando los gobernantes con la obligación de uso de máscaras, tanto si existe la distancia como si no, en todos los lugares, es arbitraria, conculca y limita derechos humanos y fundamentales. 
Y más a sabiendas de que no están atendiendo debidamente y con objetividad a ninguno de los efectos adversos que describe la OMS, en relación a los problemas dermatológicos. O en relación a los problemas y efectos adversos en situaciones de humedad y calor, como lo es España durante el verano, que obliga al uso de mascarillas en el trabajo o fuera de el, con temperaturas de hasta 40 grados celsius de calor.

Por tanto todas estas normas arbitrarias adoptadas por los gobernantes son contrarias los Principios de Siracusa sobre las Disposiciones de Limitación y Derogación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Los mártires de Niza



Seguimos con la llamada violencia islámica. 

Las frías declaraciones del Papa Francisco y las curiosas del obispo de Niza que, después de la literatura buenista oficial, se ve obligado a concretar: «evidentemente condeno el ataque». 

La culpa de los atentados está en la falta de diálogo, la nuestra, porque bien es sabido que los hermanos musulmanes son de undialogante natural indiscutible. Al fin, los que provocan son los que estaban tranquilamente asistiendo a Misa en la catedral de Niza porque les faltó diálogo con el pobre migrante abandonado y desorientado

Sin duda, estamos ante un esfuerzo de irrealidad ideológica e imbécil de primera magnitud. El Papa Francisco evitó indicar de dónde procede este horror y pidió al pueblo francés que reaccionara al mal con el bien, y práctica cerrada. 

Pero los cristianos, muertos están, mártires son, ‘in odium fidei’,  por mucho que se quiera ocultar.

«¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido».

Buena lectura.
Specola

jueves, 5 de noviembre de 2020

Cardenal Zen: "la Santa Sede alienta el pecado"



El cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, de 88 años, dijo el 29 de octubre en el sitio web EWTN.com (ver vídeo a continuación) que el acuerdo secreto chino-vaticano no normalizó la situación de los católicos chinos, como afirmó el cardenal Parolin.

Por el contrario, hay “solamente un endurecimiento para los católicos” y “la persecución es mucho más cruel ahora que antes”.

Zen está 100% seguro que Parolin no cree en sus afirmaciones. Zen dice sobre el hecho que la Santa Sede alienta a los católicos a unirse a una Iglesia estatal independiente: “Eso es un pecado, porque te unes a una Iglesia cismática”.

Las afirmaciones según las cuales Benedicto XVI ya había aprobado el acuerdo son para él un “insulto”. Él tiene suficiente evidencia que los cardenales Parolin y Diaz bosquejaron el acuerdo en el 2010 y que Benedicto XVI se negó a firmarlo.

Zen sabe que los obispos estatales chinos no han cambiado desde el acuerdo, están “completamente del lado del gobierno” y son “absolutamente indignos para ser obispos”.

Archbishop Viganò to American Catholics: Do Not Be Discouraged by the Enemy, Even in This Terrible Hour




MESSAGE
OF ARCHBISHOP CARLO MARIA VIGANÒ
TO AMERICAN CATHOLICS
AND TO ALL AMERICANS OF GOOD WILL


Dear Brothers and Sisters,

As devout Christians and faithful citizens of the United States of America, you have intense and heartfelt concern for the fate of your beloved country while the final results of the Presidential election are still uncertain.

News of electoral fraud is multiplying, despite the shameful attempts of the mainstream media to censor the truth of the facts in order to give their candidate the advantage. There are states in which the number of votes is greater than the number of voters; others in which the mail-in vote seems to be exclusively in favor of Joe Biden; others in which the counting of ballots has been suspended for no reason or where sensational tampering has been discovered: always and only against President Donald J. Trump, always and only in favor of Biden.

In truth, for months now we have been witnessing a continuous trickle of staggered news, of manipulated or censored information, of crimes that have been silenced or covered up in the face of striking evidence and irrefutable testimony. We have seen the deep state organize itself, well in advance, to carry out the most colossal electoral fraud in history, in order to ensure the defeat of the man who has strenuously opposed the establishment of the New World Order that is wanted by the children of darkness. In this battle, you have not failed, as is your sacred duty, to make your own contribution by taking the side of the Good. Others, enslaved by vices or blinded by infernal hatred against Our Lord, have taken the side of Evil.

Do not think that the children of darkness act with honesty, and do not be scandalized if they operate with deception. Do you perhaps believe that Satan’s followers are honest, sincere, and loyal? The Lord has warned us against the Devil: “He was a murderer from the beginning and does not stand in truth, because there is no truth in him. When he tells a lie, he speaks in character, because he is a liar and the father of lies” (Jn 8:44).

In these hours, while the gates of Hell seem to prevail, allow me to address myself to you with an appeal, which I trust that you will respond to promptly and with generosity. I ask you to make an act of trust in God, an act of humility and filial devotion to The Lord of Armies. I ask that all of you pray the Holy Rosary, if possible in your families or with your dear ones, your friends, your brothers and sisters, your colleagues, your fellow soldiers. Pray with the abandonment of children who know how to have recourse to their Most Holy Mother to ask her to intercede before the throne of the Divine Majesty. Pray with a sincere soul, with a pure heart, in the certainty of being heard and answered. Ask her – she who is the Help of Christians, Auxilium Christianorum – to defeat the forces of the Enemy; ask her – she who is terrible as an army set in battle array (Song 6:10) – to grant the victory to the forces of Good and to inflict a humiliating defeat on the forces of Evil.

Have your children pray, using the holy words that you have taught them: those confident prayers will rise to God and will not remain unheard. Have the elderly and sick pray, so that they may offer their sufferings in union with the sufferings that Our Lord suffered on the Cross when he shed His Precious Blood for Our Redemption. Have young ladies and women pray, so that they turn to her who is the model of purity and motherhood. And you, men, must also pray: your courage, your honor and your boldness will be refreshed and strengthened. All of you, take up this spiritual weapon, before which Satan and his minions retreat furiously, because they fear the Most Holy Virgin, she who is Almighty by Grace, even more than Almighty God*.

Do not allow yourselves to be discouraged by the deceptions of the Enemy, even more so in this terrible hour in which the impudence of lying and fraud dares to challenge Heaven. Our adversaries’ hours are numbered if you will pray, if we will all pray with Faith and with the true ardor of Charity. May the Lord grant that one single devout and faithful voice rise from your homes, your churches, and your streets! This voice will not remain unheard, because it will be the voice of a people that cries out, in the moment when the storm rages most fiercely, “Save us, Lord, we are perishing!” (Mt 8:25).

The days that await us are a precious occasion for all of you, and for those who unite themselves spiritually to you from every part of the world. You have the honor and privilege of being able to participate in the victory of this spiritual battle, to wield the powerful weapon of the Holy Rosary as our fathers did at Lepanto to repel the enemy armies.

Pray with the certainty of Our Lord’s promise: “Ask and it shall be given unto you, seek and you shall find, knock and the door shall be opened unto you” (Lk 11:9). The King of Kings, from whom you ask the salvation of your Nation, will reward your Faith. Your testimony, remember this, will touch the heart of Our Lord, multiplying the heavenly Graces which are, more than ever, indispensable in order to achieve victory.

May my appeal, which I address to you and to all people who recognize the Lordship of God, find you to be generous apostles and courageous witnesses of the spiritual rebirth of your beloved country, and with it the entire world. Non praevalebunt.

God bless and protect the United States of America!

One Nation under God


+ Carlo Maria Viganò, Archbishop

Former Apostolic Nuncio to the United States of America

November 4, 2020

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Ahora quieren la firma (Capitán Ryder)



Envían enlace por correo electrónico del colegio al que van mis hijos. ¡Peligro!, el gobierno ha elaborado un engendro de ley de educativa que amenaza la libertad en la educación. ¡Hay que movilizarse!, proclaman con gravedad, ¡nos jugamos mucho!.¡ Todos a firmar las distintas cartas y propuestas!

El caso es que no hay nada amenazado, si acaso, hay un cadáver que ya apesta del que nadie se atreve a decir que está muerto. Es el cadáver de la educación católica, que lleva muerto muchos años, aunque creo que existen varios miles de colegios nominalmente religiosos en España.

Creo que en el año 85 el entonces ministro socialista, Maravall, aprobó la LODE, supuestamente para introducir en España la modernidad en la educación y copiar el entonces adorado modelo sueco, la comprensividad. Ahora, los alumnos serían más listos, entenderían todo mucho mejor pues el nuevo método arrasaba con el tradicional sistema de estudio, memorización etc. Ahora, lo importante no era trabajar ni estudiar, lo importante era comprender.

Uno de los pocos intelectuales de este país que lanzó la voz de alarma, refiriéndose en su caso a la Universidad, fue Gustavo Buenos, quién afirmó «la universidad española tardará 35-40 años en recuperarse de esta ley». El entrañable filosofo se equivocó de cabo a rabo, pues eso significaría que ahora empezaríamos a salir del pozo. Nada más lejos de la realidad, la educación se encuentra en el fondo de la fosa de la Marianas. Creo que, físicamente, es imposible descender más en este mundo.

El caso es que, algunos padres católicos, entre ellos el mío, vieron los otros peligros, no sólo los académicos, que traía la citada ley y se lanzaron a las calles azuzados por los obispos y religiosos de la enseñanza. Más de 400 kilómetros hicieron por las carreteras de entonces para que aquel atropello no se llevase a cabo. Para intentar que sus hijos, y los hijos de sus hijos, «pudiesen educarse en el colegio a la manera católica».

Hasta ese momento, los colegios religiosos dependían de los alumnos que pudiesen atraer pero gozaban de bastante autonomía educativa.

El asunto terminó como suele. Los religiosos, obispos etc negociaron con el gobierno lo único que lleva mucho tiempo importando, el dinero.

Se establecieron los llamados «conciertos educativos», un mecanismo absolutamente perverso. Un resumen rápido sería más o menos el siguiente: El estado fijaba del ronzal a todos estos colegios. Ahora pagaba por lo que podía meter mano a lo que se hacía y decía en las aulas. Es más, ahora marcaría el paso.

Los colegios se olvidaban de problemas. Ya no dependían de captar alumnos, ahora el estado aseguraba el dinero, eso sí, con un importe exiguo pues subvencionaba entre el 75%-85% del dinero necesario.

El Estado se ahorraba un pico en un momento de necesidad pero ya había introducido el caballo de Troya en los colegios. Era cuestión de tiempo que los dominase de cabo a rabo.

Al mismo tiempo, el estado declaraba la educación gratuita pero miraba para otro lado para que los colegios pudiesen cuadrar los balances con las llamadas «cuotas voluntarias». Esas cuotas a pagar por llevarlos a ese colegio y que te recomiendan no se te olvide ninguna.

Una vez los colegios vieron asegurada su subsistencia económica se olvidaron de la mala influencia que esto podría tener en el futuro y «desmovilizaron» a su rebaño. Nunca mejor dicho. Ya no hacía falta protestar, se había llegado a un acuerdo.

A partir de entonces mi padre siempre repetía «se han vendido por un plato de lentejas».

Más tarde, durante la presidencia de Zapatero se elaboró la ley de Educación para la ciudadanía, asignatura con un contenido radicalmente anticatólico.

De aquellos días es la famosa arenga del Cardenal Cañizares a las congregaciones que regentaban colegios sobre la adaptación del contenido de dicha asignatura, que es lo que todos perseguían en aquel escenario, «decir ya la adaptaremos es colaborar con el mal». Tiempo después, el Cardenal Cañizares se reunía con la Vicepresidente María Teresa Fernández de la Vega y llegaba a un acuerdo (*). A partir de entonces ya no cogía el teléfono a los padres a los que había incitado a combatir. Esto es información, no opinión.

Este mismo verano, mi colegio, me enviaba un correo a mediados de junio, con el curso ya terminado, en el que se informaba que el modelo educativo cambiaría a partir de este curso. Ahora primaría el ordenador, un modelo que considero supone un problema de primer orden desde el punto de vista antropológico.

A la asociación de padres, supuestamente nos representa, debió parecerle bien pues nada dijo. Ni el medio, un correo con el curso terminado, ni el cambio de modelo anunciado, les hizo levantar una ceja. Si se cambia el modelo educativo y tu asociación de padres ni siquiera tiene opinión queda poco por hacer.

En el bis a bis que solicité con el colegio se me indicó que aquello eran «lentejas, que si quieres las tomas y sino las dejas». Y en última instancia «que ahí tenía la puerta». Y nuestros hijos usados como rehenes. Todo en orden. Por cierto, el «cambio de modelo educativo» suponía 350 euros por alumno, ¡que el progreso no se paga solo!

Y es en este punto del camino en el que nos pide oponernos a la ley de la ministra Celaá. Es decir, Celaá 1 (el colegio), nos dice que cuidado con Celaá 2, que tiene unas ideas muy malas.

No dudo de que Celaá 2 tiene unas ideas horrorosas, pero aplico a Celaá 1 el genial chiste de Les Luthiers «si tu amigo te apuñala por la espalda replantéate su amistad». No, lo tengo claro desde hace un tiempo, con Celaá 1 no voy ni a la vuelta de la esquina.

Por último, y para terminar, reitero que no hay nada que salvar, ni la educación católica que no existe, ni la libertad de elección, pues nada pintamos ahora tampoco los padres en nuestros colegios.

Capitán Ryder

(*) Dicen que parte del acuerdo fue que el Gobierno pagaría el viaje a España del Papa de entonces Benedicto XVI. Lo primero es lo primero, pueden seguir corrompiendo a nuestros hijos pero la visita del papa sale gratis. ¡Ni tan mal! debieron pensar en la Conferencia Episcopal Española.

Nota: Por eso critico las posturas de Juan Manuel de Prada. Podrá elaborar un discurso teórico fetén sobre el Pin parental de Vox, como el sálvese quien pueda que implica, pero la verdadera tragedia es que quienes deberían guiarnos y ayudarnos están con el enemigo. Y de esos, nada dice, salvo de una manera genérica.

Homilía de hoy | San Carlos Borromeo, Obispo | 04.11.2020 | P. Santiago Martín FM.

 Magnificat TV - Franciscanos de María

Duración 8:41 minutos

Pío Moa presenta su último libro en El Gato al Agua: 'La Segunda República Española'

EL TORO TV

 

Duración 13:41 minutos

https://youtu.be/13CHS137jDA

Los hermanos terroristas del Papa Francisco, los ‘accidentes’ de Niza y Viena, guerra de votos en Estados Unidos.



Los terroristas que atentaron en Viena, en Niza y en tantos otros sitios, son terroristas islámicos, lo dicen ellos y quiénes somos nosotros para negárselo

El ministro del Interior austriaco dijo que el terrorista asesinado «simpatizaba con el grupo terrorista Isis», era conocido por los servicios secretos austríacos, siendo uno de los 90 islámicos austriacos que querían ir a luchar en Siria; era un inmigrante que había jurado lealtad al nuevo líder de Isis. 

No podemos olvidar que dos jóvenes vieneses de origen turco se comportaron heroicamente durante la masacre y salvaron a un policía herido. 

Angela Merkel: “Los alemanes apoyamos a nuestros amigos austriacos con participación y solidaridad. El terrorismo islámico es nuestro enemigo común. La lucha contra estos asesinos y sus instigadores es nuestra lucha común ”. 

Erdogan amenaza a Europa: «Ningún europeo en cualquier parte del mundo puede caminar con seguridad por las calles». Parece que lo que estamos padeciendo tiene algo que ver con el islamismo y esas cosas; cerrar los ojos no es bueno, porque nos hace vivir en una irrealidad absurda

El Papa Francisco sigue con sus fraternidades universales, evitando mencionar el origen de tanta violencia y sigue con sus muros y puentes, puertos y puertas abiertas, siempre que no sean las suyas, que siguen bien cerrados: «En estas horas dramáticas, rezo con muchos otros que siguen los trágicos acontecimientos en el corazón de nuestra ciudad a través de los medios de comunicación, por las víctimas, los servicios de emergencia; y que no haya más derramamiento de sangre». 

No llegamos a saber muy bien de que se habla, ¿un terremoto?, ¿un accidente?, ¿un rayo ha partido a alguien?, ¿problemas con un volcán? Son bien conocidas las dotes del Papa Francisco para crear confusión, aquí la vemos una vez más y además con un retraso de 16 horas.

El pasado fin de semana se recibió una carta con amenazas extremistas en el obispado de Turín. Las amenazas «de sabor francés» están supuestamente dirigidas al arzobispo Cesare Nosiglia, quien siempre ha mantenido una buena relación con la comunidad islámica local. Leemos en Il Giornale: «Debemos tener cuidado. Unos arrabales no son un laboratorio de integración, sino una bomba de tiempo que podría estallarnos en la cara»; «las señales son los diversos episodios de violencia y delitos menores por parte de bandas compuestas principalmente por jóvenes marroquíes, pero también por algunos egipcios de segunda generación, que saquearon tiendas de lujo durante los disturbios por las restricciones». 

En Italia han saltado todas las alarmas al saber que el asesino de Niza dio positivo a pesar de la cuarentena después de aterrizar en Lampedusa, viajó por toda Italia con el pase en el bolsillo, y terminó en Niza donde sembró la muerte y el terror en la catedral. Puede que al final tengamos que agradecer a los hermanos musulmanes que nuestros obispos salgan del ‘ dolce far niente’.

Estamos en horas decisivas en las elecciones de Estados Unidos en las que el perdedor en las encuestas está ganando. Trump no es católico pero se ha convertido en un referente para el catolicismo de los Estados Unidos; nunca ha violado la doctrina social católica, ni siquiera en términos de hospitalidad y pobreza, además de haber luchado por los principios no negociables más que cualquiera de sus predecesores. Los números parecen ajustados pero su victoria apunta con fuerza con el sorprendente apoyo hispano y de la comunidad negra. Todos los partidarios de los nuevos órdenes se revolverán, estamos en momentos decisivos y cuatro años pueden ser fundamentales para Estados Unidos y para todo el mundo.
Specola

martes, 3 de noviembre de 2020

Fratelli pero no todos



La idea de una fraternidad universal, transmitida por la modernidad e incorporada también en la última encíclica del Papa Francisco –Fratelli Tutti sobre la Fraternidad y la Amistad Social– más que un sueño es una mentira, que no tiene ningún fundamento real en el orden natural ni tampoco en el sobrenatural. En el orden natural no hay quien no vea que, después de la caída original, la inclinación del hombre es más hacia el mal que hacia el bien, si se considera que el primer descendiente de nuestros progenitores fue muy emblemáticamente un fraticida. El orden sobrenatural ha instaurado – con la Redención – el reino de la gracia y de la caridad, pero no de un modo unívoco y forzado, por lo tanto no universal sino según la acogida que cada alma da a la gracia, que también es ofrecida a todos. Si la Sangre del Redentor fue derramada por todos, no nos beneficiará a todos, porque no todos querrán libremente beneficiarse de ella.

Más allá de las especulaciones sobre la Teología de la gracia, basta hojear el Evangelio para comprender como la idea de una fraternidad universal es desconocida en el texto sagrado. En ninguna página, en ninguna parábola, en ningún versículo encontramos expresada la idea de una fraternidad universal, que es más bien contraria a la enseñanza evangélica. La fraternidad universal no es de esta tierra y no es un valor cristiano. El “amaos los unos a los otros” de San Juan 13,34 no es una invitación genérica a quererse bien, como lo entiende la modernidad, sino a la caridad sobrenatural, que tiene su fundamento en la gracia y en la verdad.

En la última homilía de su vida, el P. Thomas Tyn (1950-1990), digno hijo de Santo Domingo, casi en forma de testamento espiritual, de quien está en curso la causa de la beatificación, afirmó: “No podemos decir al estimo norteamericano: yo amo a todos y al mismo tiempo elogiar a ultranza la tolerancia…. ¿Esto es amor?… Ciertamente no. El amor debe llegar a todos, sin excepción ninguna. El amor cristiano es universal y es amor a la verdad”. Aquí está el factor dirimente del amor cristiano: su fundamento en la verdad: “La primera profanación gravísima a evitar – explicaba el P. Tyn – es el intento de fundamentar el amor sobre el hombre, mientras que el verdadero amor se fundamenta sobre la verdad”, que es Dios, el único Dios verdadero.

El amor cristiano es universal porque se fundamenta en la verdad, que ve en cada hombre un hijo de Dios y de la Iglesia, en acto o en potencia. Pero no constituye ninguna fraternidad universal. Nuestro Señor Jesucristo no ha venido a instaurar una fraternidad universal fundamentada en un amor genérico y vago, sino un reino, Su Reino “que no es de este mundo”, a pesar de tener en él sus efectos salvíficos. No, “no basta hablar de amor – continúa el P. Tyn –. Todos los modernistas tienen la boca llena de amor. Dicen: nosotros no tenemos necesidad de verdad, de enseñanzas, de doctores. Tenemos necesidad de amor. No es éste el verdadero amor. No, el amor tiene un nombre preciso: Jesús, Jesús Crucificado”. Una fraternidad que no tiene su fundamento en Él es una utopía, más frecuentemente es una engañosa mentira. Esta fraternidad será universal solo en Reino de los Cielos, no en esta tierra, que permanecerá hasta la venida final de Cristo una tierra de exilio y un valle de lágrimas.

Que no pueda existir una fraternidad universal es el mismo Señor quien lo afirma en Su Evangelio. Si por una parte recomienda a Sus discípulos un amor universal con relación a su objeto, les advierte sin embargo que dicho amor no tendrá el carácter de reciprocidad, de aquella reciprocidad necesaria para que la fraternidad sea universal. “Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a Mí antes que a vosotros; pero como vosotros no sois del mundo el mundo os odia.” (San Juan 18, 20). Y por lo tanto, enviándolos a predicar el Evangelio, no promete ningún amor fraterno ni ninguna recompensa humana. Por el contrario: “Id: – dijo – os envío como corderos entre lobos.” (San Lucas 10, 3). Y los lobos – no hace falta decirlo– devoran los corderos. “A diferencia del modernismo, que pretende una universalidad confusa – continúa el P. Tyn –, el Evangelio es muy claro sobre la elección de la Fe: o con el mundo o contra Dios o con Dios pero odiados por el mundo.” ¿Qué lugar puede encontrar entonces una fraternidad universal en esta tierra? También dijo el Señor: “No he venido a traer la paz sino la espada.” (Mt. 10,34); y de forma más explícita “Quien cayere sobre esta piedra (que es Él mismo) se hará pedazos; y aquel sobre quien cayere, lo hará polvo.” (Mt. 21, 44).

Si sobre esta tierra no hay nada más grande que la caridad, que es esencialmente sobrenatural, también no hay nada peor que la falsa caridad, la cual es tanto peor cuanto más toma la apariencia de la verdadera. La fraternidad universal, que es totalmente ajena al orden sobrenatural, es falsa e ilusoria. Oponerse a la misma con todas la fuerzas es un deber que –para todo verdadero seguidor de Cristo – brota del amor a la Verdad, que es Dios, aunque esta oposición será causa de odio no solo por parte del mundo, sino también por aquella parte de la Iglesia vinculada al mundo, porque “la esencia del cristianismo está en la maravillosa victoria del amor al Redentor sobre el odio del hombre” (ib.), sea quien fuera.

“Nosotros, que tenemos la gracia (no el mérito) de amar a la Santa Iglesia Católica en la pureza de la tradición – concluye el P. Tyn –, ¡dejemos que el mundo nos odie y dejémonos odiar por el mundo y honrémonos de ello! Es bello amar cuando se es odiado. Pero no amar en la mentira del falso pluralismo sino en la determinación de amar a la única y católica verdad, en la verdad de Cristo crucificado, único Salvador del mundo”.

L’articolo Fratelli pero no todos proviene da Correspondencia romana | agencia de información.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Solemnidad de Todos los Santos (Mt 5, 1-12)

 PADRE ALFONSO GÁLVEZ


Charla del 1 de noviembre de 2002

Lo sobrenatural hecho perceptible en los santos

No puedo dar testimonio de lo que no he visto (Bruno Moreno) [seguido de un comentario personal]



26 de febrero de 2020

Hace poco, un lector de nombre arcangélico me hizo la siguiente pregunta, que me pareció interesantísima: 

“La realidad es que la gran mayoría de los cristianos/católicos creemos por fe, no por evidencia. Es decir, existirá algún Tomás que crea por haber visto signos milagrosos o eventos similares. Personalmente, yo jamás he visto nada sobrenatural, mi creencia se basa exclusivamente en la fe. El problema es ¿cómo puedo yo dar testimonio de la verdad si no la he visto? Claro que creo firmemente en ella, pero no soy testigo; luego, no puedo dar testimonio de la verdad. Puedo tratar de transmitir mi fe, pero no puedo dar testimonio de que esa fe es verdadera. En síntesis ¿no es deshonesto (exagerando un poco el término) decir que doy testimonio de la verdad cuando no he sido testigo de esa verdad? En cierto sentido, aquellos bienaventurados que creen sin haber visto, tienen la desventura de no poder dar testimonio de algo que, precisamente, no han visto. No sé si logro transmitir esta dicotomía. Tengo la esperanza de que en algunos minutos puedas “rumiarla” un poco y decirme si ves algo. Creo que debe haber un error de planteamiento, es solo que no alcanzo a ver dónde está". 

Supongo que cada lector podrá dar su propia respuesta a esta pregunta, pero aquí tienen lo que yo, torpemente, alcancé a responder: 

Respuesta de Bruno Moreno

A mi juicio, se mezclan en tu pregunta varias cuestiones. Una cuestión es la forma en que tú particularmente llegaste a la fe. Entiendo que recibiste la fe de tus padres desde que eras pequeño, en cierto modo “sin darte cuenta”, de manera natural y sin grandes conversiones y acontecimientos extraordinarios del estilo de los que cuenta San Pablo. Acostumbrados a leer historias de conversiones dramáticas, esa manera de recibir la fe de tu familia podría parecer anodina y sin interés, pero no hay nada más lejos de la verdad. Lo cierto es que nuestra época necesita desesperadamente testimonios de ese tipo: testimonios de cómo se transmite la fe en familia.

A diferencia de lo sucedido en los dos últimos milenios, en nuestro tiempo la cadena de transmisión de la fe de padres a hijos se ha roto. La mayoría de los padres no pueden, no saben o no quieren transmitir la fe. Esto es una tragedia, porque, si bien lo que llama la atención son las historias de conversiones extraordinarias, lo más habitual siempre ha sido la transmisión de la fe en el seno de las familias, que Dios creó precisamente para eso. Es bueno y necesario que, a la vez que el niño aprende a distinguir el bien y el mal, a comportarse en sociedad y a utilizar su inteligencia, aprenda también a amar a Dios y a seguir a Cristo. Los padres que enseñan las primeras palabras a sus hijos están llamados también a enseñarles las primeras oraciones y la misma familia fundada sobre el sacramento del matrimonio es una verdadera iglesita, una iglesia doméstica, que permite que los hijos comprendan lo que es la Iglesia santa y esposa de Cristo.

Tú puedes (y debes) dar testimonio de todo eso, basándote en tu propia experiencia. Yo recuerdo, por ejemplo, cómo mi abuela y mis tías nos introducían en la virtud de la piedad del modo más sencillo posible: enseñándonos a besar las imágenes que había en casa o a recoger flores en el campo para ponérselas a la Virgen. También recuerdo cómo rezábamos el rosario en familia en las cálidas noches de verano o cómo nunca a nadie se le ocurría plantearse siquiera no ir a Misa un domingo, porque todos sabían que eso era lo verdaderamente importante. Recuerdo, entre miles de cosas más, las bendiciones de la mesa, las oraciones al irse a la cama, el rechazo de películas indecentes en la televisión, la costumbre de hablar bien de las personas, el no comer carne los viernes de cuaresma, el respeto al referirse a un sacerdote, la generosidad con los necesitados, las visitas al Santísimo al pasar a una iglesia, aunque fuera como turistas, la fidelidad, la caballerosidad y el convencimiento sereno y sencillo de que Dios es siempre lo primero. Pienso en las vidas de santos para niños que me daban a leer y el recuerdo imborrable de San Tarsicio, Santa Inés o San Francisco Javier, los villancicos llenos de fe, los poemas religiosos aprendidos. ¿Cómo olvidar las historias familiares sobre sacerdotes escondidos y defendidos durante la guerra civil o sobre antepasados carlistas que lucharon por Dios (el primero) y por la patria y el rey? Tantos libros buenos en mi casa y en las casas de mi familia, tantos buenos ejemplos y la conciencia de que, como el hijo pródigo, se puede obtener el perdón después de obrar mal.


Todo eso, sin que uno se dé cuenta, exhala el buen olor de Cristo, que ya no se puede olvidar. Puede que uno, usando mal su libertad, se aleje después de Dios, pero el recuerdo queda y siempre se tiene la posibilidad de volver a esa fe, porque, como los rescoldos de un fuego apagado, a menudo solo se necesita que el dolor remueva un poco el alma para recibir el soplo del Espíritu Santo que aviva la llama aparentemente extinguida.

Sin duda tú podrás contar tus propias experiencias de cómo has recibido la fe, que serán similares, pero, a la vez, distintas y propias de tu familia. Esas experiencias harán mucho bien a otros matrimonios que no saben cómo transmitir su fe o que incluso se han creído ese engaño absurdo de que a los niños no hay que educarlos en la fe, para que “ellos decidan", como si esa misma idea no fuera ya una catequesis de que Dios, en realidad, es algo accesorio (a diferencia de ir al colegio o al médico, que son cosas necesarias y en las que no se deja “decidir” al niño).

Dices también en tu pregunta que no has visto nada sobrenatural, pero eso no es cierto. Tu vida está rodeada de lo sobrenatural y de milagros de Dios. Cada vez que rezas, no solo conversas con el Creador del universo (¿qué puede haber más sobrenatural que eso?), sino que además Dios ha tenido que hacer previamente un milagro en ti, porque, como dice la Escritura, nadie puede decir que Jesús es Señor si no es por obra del Espíritu Santo.

No sé si estás casado, pero, si lo estás, deberías dar testimonio de eso (o del matrimonio de tus padres, tus abuelos o tus hermanos), porque el matrimonio sacramental es un milagro que no existe en el mundo ni en ninguna religión. El matrimonio católico es indisoluble porque el mismo Dios se ha comprometido en él, por una alianza con los esposos. En el sacramento, Dios ha forjado un matrimonio que no se puede romper más que con la muerte, algo que está más allá de las fuerzas humanas. Además, se ha comprometido a dar la gracia necesaria para que los esposos puedan amarse y dar la vida el uno por el otro hasta que la muerte los separe, incluso aunque el otro cambie, sea infiel, o llegue a odiarle o a pegarle. Esto es un milagro de Dios, porque es una participación en el amor de Cristo por la Iglesia, que es indestructible.

¿Conoces a monjas de clausura? Su vida es un milagro constante, porque han abandonado todo lo que, a los ojos del mundo, da la felicidad: el dinero y lo que el dinero puede comprar, la sexualidad y la vida de familia e incluso la propia libertad de decidir lo que vas a hacer. Humanamente, la pobreza, la castidad perfecta y la obediencia son maldiciones de las que hay que huir siempre y, sin embargo, ellas viven felices, mucho más contentas y alegres que los demás. Eso solo tiene sentido por un milagro, porque hay Alguien que las hace felices.

Lo mismo podríamos decir de mil presencias más de Dios a tu alrededor de las que puedes dar testimonio. ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? Tú has recibido muchas veces el sacramento de la confesión y puedes hablar de ello. Como los Israelitas, que nunca se cansaban de contarlo, Dios te ha sacado de Egipto y te ha liberado de la esclavitud del Faraón. ¿Acaso no ha teñido tus labios la Sangre de Cristo y no te has saciado de su Cuerpo? Ese milagro es infinitamente mayor que el del maná en el desierto. ¿No tienes una Madre en el cielo concebida sin pecado original? ¿No posees un arma mucho más poderosa que las bombas nucleares que es la oración? ¿No has encontrado la santidad, la catolicidad, la unidad y la apostolicidad de la Iglesia en gente pecadora, tontorrona y a menudo molesta? ¿No te ha sacado o protegido Dios de infinidad de pecados que, sin Él, te dominarían y esclavizarían? ¿No has notado nunca en ti la fe, la caridad y la esperanza, que son virtudes teologales que solo puede regalar Dios y, por lo tanto, milagros? Tu vida está cuajada de milagros, en comparación con los cuales resucitar a un muerto o dar la vista a un ciego son meras minucias. ¡Claro que “has visto"!

A eso se une que en ningún sitio está escrito que solo puedas hablar de tu experiencia. Muchas veces, alguien te pide un consejo sobre un tema que no conoces bien y tú le cuentas lo que te ha explicado sobre ello tu hermano el médico, lo que hizo el fontanero cuando vino a tu casa o lo que le sucedió a un amigo tuyo. Pues bien, tienes a tu disposición las inmensas riquezas de vida y de verdad de la Iglesia, para que las aproveches. Cuenta anécdotas de los santos o regala libros sobre sus vidas. Estudia tu fe en el catecismo o en las obras de los padres y doctores de la iglesia, para que puedas explicarla y disipar los malentendidos sobre ella. Reza con la Escritura y aprende sobre ella. Lee buenos libros y buenas páginas de Internet y recomiéndaselos a todo el mundo, pon a la gente en contacto con un buen cura, vela por que tus hijos o tus sobrinos tengan cerca a buena gente cristiana.

Y, sobre todo, ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Ama a la Iglesia, que te ha dado a luz, y a Nuestra Señora, que el mismo Cristo te dio como madre. Habla de Dios, de la Iglesia, de la Virgen y de los santos y no habrá mejor testimonio que ese, porque lo que evangeliza es el amor, la fe y la esperanza que ponemos en lo que contamos. La fe, la esperanza y la caridad se transmiten por contagio, como dichosas y bienaventuradas enfermedades que nos enamoran de Cristo. Todos podemos evangelizar, porque la evangelización no consiste en hablar de nosotros, sino de Dios. Incluso cuando alguien cuenta una experiencia propia, lo que está haciendo es proclamar algo que ha hecho Dios.

Recuerda, simplemente, lo que ya mandó Dios a los israelitas: Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es un solo Dios. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado. No importa tu torpeza o cuál haya sido tu historia, si hablas de Dios con fe estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado, Él se encargará de lo demás. Y, con su gracia, los hombres escucharán tus palabras, se sentirán atraídos y podrán creer, al ver a Dios en ti, porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.

El mero hecho de verte queriendo evangelizar y frustrado porque pensabas que no podías hacerlo, a mí me ha evangelizado, me ha recordado lo verdaderamente importante y ha sido para mí un testimonio de fe. Así que gracias y mucho ánimo.

Bruno Moreno

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Mi respuesta al lector arcangélico:

Ver a Jesús físicamente, con nuestros propios ojos, no es suficiente para poder decir que lo hemos visto "realmente". Fueron muchos los que "vieron" a Jesús en su tiempo. Y, sin embargo, no todos creyeron en Él. ¡Ya entonces era necesaria la fe en Jesús, aun cuando lo vieran! Es más: es un hecho histórico que, ya entonces, la mayoría de la gente no creyó en Él, a pesar de que había hecho milagros de todo tipo. Más aún: sus propios discípulos, que habían convivido con Él durante tres años y lo conocían íntimamente, a la hora de la verdad lo abandonaron. E incluso cuando resucitó muchos siguieron sin creer, hasta que lo vieron con sus ojos. Es el caso de Tomás, por ejemplo. Más todavía: sólo cuando el Espíritu Santo vino sobre ellos, en forma de lenguas de fuego, alcanzaron la fortaleza que necesitaban para proclamarlo a todos los vientos, como Dios y hombre verdadero. Y es que, efectivamente: "Nadie puede decir: Jesús es Dios" si no es en el Espíritu Santo". Eso por una parte. Y por otra, tenemos estas palabras de Jesús: "Dichosos los que sin haber visto han creído". Ciertamente no vemos a Jesús con estos nuestros ojos. Pero ¿qué si lo viéramos? Posiblemente tampoco creeríamos. Sólo en el Espíritu podemos decir "Jesus es el Señor", es decir, Jesús es Dios. ¿Y dónde podemos encontrar ese Espíritu que nos dice quién es y cómo es Jesús? Pues, afortunadamente, Jesús, antes de morir, instituyó el sacerdocio y la Eucaristía.Todo esto viene recogido en el Nuevo Testamento. Donde está su Palabra está Él. Y, para colmo, tenemos su Presencia física y real en la Sagrada Eucaristía (aunque oculta por los accidentes del pan y del vino).

Así pues: si resulta que los que vivieron en tiempos de Jesús y lo vieron con sus propios ojos, la mayoría no creyeron, ¿de qué serviría el verlo ahora para poder, entonces, dar testimonio de Él? Conocemos lo esencial, porque se nos ha transmitido, a través de las Sagradas Escrituras y de la Tradición, hablada y escrita. La familia, en esto, como en tantas otras cosas, tiene un papel esencial, en la transmisión de todas estas enseñanzas de padres a hijos ... teniendo en cuenta siempre que la recta interpretación de los textos bíblicos corresponde al Magisterio de la Iglesia católica.

Me llama la atención el hecho de que Jesús, aun cuando había hecho grandes milagros en medio de su pueblo, sin embargo, muchos seguían sin creer en Él. Y dice san Marcos que el propio Jesús "se asombraba de su incredulidad" (Mc 6, 6).

Los primeros cristianos, que no habían visto directamente al Señor, lo "vieron" en el testimonio de los Apóstoles y de los santos Padres ... y esto hasta el punto de dar su vida antes que renegar de Jesucristo. ¿Por qué? Porque tenían fe. Lo que se les había transmitido era más que suficiente y les sirvió, de hecho, para combatir contra las asechanzas del mundo y del Diablo ... y vencer. La fe les daba una seguridad que el mundo no podía entender ... ¡y ninguno de ellos había visto físicamente al Señor!.

Por eso, dado que la fe es un don sobrenatural que Dios concede siempre a quienes se la piden, puesto que "no de todos es la fe" (2 Tes 3, 2) resulta necesario y fundamental hacer uso de los medios que Dios ha puesto a nuestra disposición para que podamos salir victoriosos en nuestra lucha contra el pecado y podamos salvarnos: la oración, la mortificación, la frecuencia de los sacramentos (especialmente confesión y comunión), la asistencia a la Santa Misa, al menos cuando lo manda la Santa Madre Iglesia, el ayuno, la limosna, etc ... y todo ello hacerlo porque somos conscientes del amor que Dios nos tiene y que lo ha manifestado haciéndose hombre en la Persona del Hijo (Jesucristo).

Si Él nos ha amado del modo en que lo ha hecho, ¿qué de particular tiene que exija de nosotros, de cada uno, un amor semejante al que Él nos tiene? Esto es lo único que puede dar sentido a nuestra vida. Y merece la pena lanzarse a esa aventura de creer sin ver. Son muchos los testigos que nos preceden. Y son testigos porque dan testimonio de lo que han recibido de sus antepasados en la fe y esto durante dos mil años. No es necesario "ver" para ser testigo. Somos testigos porque nos fiamos del testimonio de nuestros hermanos mayores en el Señor, que sabemos que no nos engañan. Entre ellos, hay muchos mártires ... ¡y nadie da la vida por una ilusión, sino por una realidad!.

Recuerda finalmente la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro. Cuando Epulón se encuentra en el infierno le dice a Abraham: "Te ruego, entonces, padre, que envíes a Lázaro a casa de mi padre -pues tengo cinco hermanos- para que les avise y no vengan también ellos a este lugar de tormento". Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a los Profetas. Que los escuchen". Pero él dijo: "No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va a ellos, harán penitencia". Y le contestó: "Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite" (Lc 16, 27-31).

Espero que estas reflexiones te sirvan de ayuda. Saludos.

José Martí

sábado, 31 de octubre de 2020

Ciencia, verdad, gobierno, mass media, mascarillas, PCRs y sentido común [José Martí] (4 de 4)




Estamos perdiendo el sentido de la realidad. La llamada "nueva normalidad" es cualquier cosa menos "normal". Y este fenómeno, que se está dando a nivel mundial, nos está entonteciendo. Pienso que si dejáramos de ver la tele durante un tiempo razonable (dos o tres semanas) se nos irían aclarando las ideas.

Yo me sorprendo, sinceramente, de la respuesta de la gente ante las recomendaciones del Gobierno acerca de la mascarilla. No son éstas razones científicas ni sanitarias sino políticas; y no es sólo el bien común lo que está en juego sino, sobre todo, nuestra libertad como personas. 

En marzo, abril y mayo de este año sí hubo, efectivamente, una pandemia en España, debido al virus SARS-CoV-2, la enfermedad del Covid-19. Era evidente que se trataba una pandemia por el gran número de muertos que hubo, en poco tiempo, a causa de esta enfermedad: una cifra que varía según quien la dé. En cualquier caso se habla de, aproximadamente, entre 30.000 según el Gobierno y 53.000 según otros medios (ABC y muchos otros que el lector puede buscar y que suelen ser bastante fiables, si se basan en fuentes verídicas). Este número de muertes por coronavirus corresponde a esos tres meses (situación de pandemia). 

La situación actual es completamente diferente. Según el Instituto Carlos III de Madrid no existen los llamados REBROTES y, por lo tanto, no está justificada tanta alarma social como existe. Una prueba positiva del PCR no sirve como prueba específica y diagnóstica del SARS-CoV-2. Los resultados del PCR pueden ser positivos persistentemente y sin embargo eso no indica que la persona en cuestión esté enferma del Covid-19. Son muchos los coronavirus que, no siendo letales, dan positivo en el PCR. De manera que, insisto, la prueba del PCR, al ser inespecífica, no sirve como diagnóstico para el Covid-19. Lo que determina dicha prueba es la presencia de ARN. Así lo ha confirmado la OMS el 9 de junio de 2020. La OMS no avala la prueba del PCR como diagnóstico inequívoco de padecer la enfermedad del Covid-19. El doctor Stefano Scoglio, candidato a Premio Nobel de Medicina en 2018, atestigua lo que todos sabemos ... y es que el test PCR no puede usarse con fines diagnósticos (Ver en el siguiente video

Duración 2:27 minutos

Por cierto, volviendo al tema de las mascarillas, según el BOE núm. 163 de 10 de junio de 2020, en el artículo 6 titulado uso obligatorio de la mascarilla, copio lo que considero más importante, haciendo hincapié en algunos puntos que considero de especial interés, a los que señalo con letra negrita, en azul.

1. Las personas de seis años en adelante quedan obligadas al uso de mascarillas en los siguientes supuestos:

[De entrada, ya sabemos que la obligatoriedad del uso de la mascarilla no se aplica a los niños menores de seis años

a) En la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentra abierto al público siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia interpersonal de, al menos, 1,5 metros. 

[Otra idea importante: la obligatoriedad del uso de la mascarilla sólo es tal siempre que no pueda asegurarse una distancia entre personas de, al menos, 1,5 metros. Pero si puede asegurarse una distancia mayor o igual de 1,5 metros entre personas, en ese caso se está exento del uso de la mascarilla ... que es lo que ocurre, por ejemplo, cuando alguien se pasea en solitario o bien con una o más personas con las que se convive. En ese caso la ley permite que se prescinda del uso de la mascarilla]

2. La obligación contenida en el apartado anterior no será exigible para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria, que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla (...) 

[De modo que si se tienen problemas de dificultad para respirar, y se dispone de una autorización médica que lo justifique, no hay que ponerse la mascarilla.
Son múltiples las causas posibles para esta sensación de falta de aire o disnea, que suele estar acompañada de una sensación de ahogo. Hay enfermedades crónicas, como el asma, la rinitis alérgica, la cardiopatía isquémica, etc... que pueden provocar esta sensación. En estos casos está más que justificado el no uso de la mascarilla]

Tampoco será exigible en el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre (...)

[Es lógico: una persona que esté haciendo deporte necesita de un aporte mayor de oxígeno, y no debe llevar puesta la mascarilla. En el caso de personas mayores de 65 años, el deporte consiste en andar, con un cierto ritmo, el cual dependerá de cada uno. y hacerlo, al menos, durante una hora (por prescripción médica, normalmente)... y, puesto que ése es su deporte, las personas mayores, cuando caminan rítmicamente no deben de llevar puesta la mascarilla]

Estas consideraciones no son opinión personal mía sino que vienen reflejadas en el Boletín Oficial del Estado, como se ha podido leer. Tal vez el conocimiento de que esto es así pueda servirle a alguien si tiene dudas acerca del uso legal de la mascarilla.
José Martí

RECORDAR: El coronavirus no es radioactivo; no está en el aire y no se transmite a distancias mayores de 1,5 metros


Algunas fuentes:

OMS: sobre el uso de mascarillas en el contexto de la COVID-19: orientaciones provisionales, 5 de junio de 2020 

https://www.temasactualidad.com/2020/08/recomendaciones-sobre-el-uso-de.html

OMS: Reseña científica sobre la transmisión del SARS-2 

No existe una fundamentación científica sobre las medidas tomadas por los gobiernos para erradicar el Cov-19 (Reflexión personal y varios artículos al respecto)


Una de las características esenciales de la naturaleza humana es la de que hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza y, por lo tanto, con un alma espiritual capaz de pensar y de amar. Esta capacidad de pensar hace referencia siempre a la verdad de las cosas: se piensa para conocer, para conocer más y mejor la realidad en la que estamos inmersos, tanto la externa como también nuestro propio interior. No podemos prescindir de esta capacidad de pensar y continuar siendo personas. Por eso es tan importante no dejarse comer el coco con las noticias de la tele (entre otras muchas cosas). La mentira nos hace esclavos. Y contra ella debemos rebelarnos con fuerza.

Hoy sabemos muy bien que el famoso virus del Covid-19, el SARS-CoV-2, no se transmite por el aire. No es un virus radioactivo. Sólo se pueda dar esa transmisión entre personas que no guarden la debida distancia entre sí y que una de ellas esté enferma. Y ni aún así sería segura dicha transmisión (aunque, eso sí, bastante probable; de modo que habría que imponer la cuarentena a aquellas personas que hayan estado en contacto con personas infectadas del SARS-CoV-2, aunque sea sólo por una elemental prudencia). De todos modos -y así lo afirma también la OMS, nada sospechosa en este sentido- no existen evidencias científicas de que el uso de mascarillas impida la transmisión del virus, siendo mucho más importante el guardar las distancias (de 1 metro, según la OMS; aunque también otros hablan de 1,5 metros e incluso 2 metros ... pero eso no es lo oficial).  De este modo se crea, de hecho, una falsa seguridad en el uso de mascarillas, pues la gente con mascarilla piensa estar protegida del virus y, por lo tanto, no suele respetar las distancias. 

Lo que sí está muy claro es que las personas sanas (que, lógicamente, son asintomáticos)  no pueden contagiar a nadie. Y, por supuesto, yendo de paseo, al aire libre, nadie puede ser contagiado: ¡¡¡EL VIRUS NO ESTÁ EN EL AIRE!!! Hay gente que piensa que sí lo está (una información falsa que yo atribuyo a los medios de "desinformación") y, evidentemente, camina con miedo, e incluso pánico, por temor al contagio. Un temor irracional cuando se da esta circunstancia a la que me refiero, cual es la de pasear en solitario o con personas con las que uno convive ... y alejado de las demás. En esos casos, el contagio (que de por sí es altamente improbable); en esos casos, digo, tal contagio es imposible.

Esta política de miedo que están sembrando, prácticamente, todos los gobiernos, tiene una planificación ... y no se basa en la realidad de los hechos. Hubo una pandemia en marzo y abril de este año. Y murieron muchas personas. Eso es un hecho. Pero lo que ha venido después, hablando de la segunda ola, en la que se supone que ya estamos; y luego  de una tercera ola, que se dará a finales de este año y comienzo del 2021, son meras conjeturas, arbitrarias ... y su objetivo no es el bienestar de la gente, sino el control absoluto, a base de Decretos y cambiando, mientras tanto, las leyes, a voluntad, del modo más despótico posible, al estilo de Hitler y Maduro. 

Y, sin embargo, la gente, desgraciadamente, no reacciona, sino que cada día va con más miedo. Sería bueno que todo el mundo dejara de ver la tele durante un cierto tiempo, para dejar de oír mentiras sobre el número de positivos y el de muertos ... unas cifras que van manejando a su gusto. 

Se sabe que un PCR positivo no significa que la persona que lo dé esté enferma de este coronavirus. A veces, si alguien tiene un simple resfriado, puede dar positivo en el PCR, sin tener la enfermedad del Covid-19. Son falsos positivos que inflan las cifras de infectados y aterran a la gente. 

Hay que tener en cuenta, por otra parte, que el coronavirus actual está debilitado y el número de muertes es significativamente mucho más bajo que cuando realmente hubo pandemia (pues ahora no la hay; es una epidemia, como puede serlo la gripe). Sí, hay muertos. La gente se muere: es una condición de la vida. Nadie vive eternamente ... pero la causa de esa muerte no es, necesariamente, el coronavirus: puede estar muriendo de otras patologías. Por eso las estadísticas son engañosas. Y dado que tenemos un gobierno que ha demostrado, una y mil veces, que no sabe decir la verdad ...¿Por qué habríamos de fiarnos de los datos que se nos dan en la tele, siendo así que está comprada por ellos? 

Y, desde luego, pretenden crear (¡y de hecho lo están consiguiendo!) una situación de gran pánico entre la gente, además de estar destruyendo la nación, desde todo punto de vista: económico, cultural, social, sanitario, etc...Estamos en un régimen liberticida, que ha está imponiendo, lenta pero eficazmente, un golpe de estado institucional y un cambio de régimen. Yo abogaría por una rebelión civil de caras abiertas, sin bozal, durante una o dos semanas, por ejemplo. ¡Y que analicen luego los resultados! (sin manipulaciones). Pero soy consciente de que estoy pidiendo un imposible: es muy difícil conseguir que todas las personas se pongan de acuerdo, sobre todo cuando han asimilado ya las grandes mentiras que se les cuenta en la mayoría de los medios de comunicación: son ya muchos los que tiene el coco comido. Y, además, ¿quién tiene los medios para realizar este tipo de convocatoria? Por eso, sé que tal reacción no se va a producir en la gente de manera espontánea. Eso sí: si el Gobierno dijera que "a partir de mañana no es necesario el uso de mascarilla. El virus está vencido" ... prácticamente todos, yo creo, se olvidarían de las mascarillas, rápidamente ... ¡salvo algunos que se hayan vuelto hipocondríacos, a consecuencia de esta "pandemia"!

En fin, todo esto que escribo es como una llamada al sentido común, a llamar a las cosas por su nombre, como siempre se ha dicho: ¡Al pan, pan ... y al vino, vino! Y aunque el Gobierno en pleno se definiera diciendo que 2 + 2 = 5 ... nosotros sabemos que miente. No podemos renunciar a nuestra capacidad de pensar, a nuestra realidad como personas que hacen un uso recto de su inteligencia; de manera que la verdad triunfará (¡siempre lo ha hecho!) y la gente comenzará a pensar, otra vez, aquello que siempre ha sido verdad. Y es que 2 + 2 = 4.

A continuación he colocado una serie de enlaces a la página web titulada "Mente alternativa". Tal vez alguno de estos artículos pueda servir para aclarar ideas y para no llamar científico a lo que son meras elucubraciones arbitrarias, en base a las cuales se quieren confinar a las naciones

No deberíamos de consentirlo, pensando en la responsabilidad que tenemos con relación a nuestros hijos y nietos y a toda la sociedad. Es una sociedad que se ha vuelto de espaldas a Dios y por eso se ha vuelto incapaz de conocer la verdad de las cosas: ¡Volvamos al sentido común! ¡Ese es el primer paso, para poder escapar de la influencia de este estado social-comunista liberticida, que tanto daño está haciendo!

José Martí




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