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miércoles, 10 de enero de 2018

Acosan al colegio Juan Pablo II para forzar su cierre



Ha causado un considerable revuelo mediático que dos colegios de la Fundación Educatio Servanda, en un documento interno, recomienden a sus profesoras que vistan con ciertas condiciones que hace no tanto sería superfluo recordar, es decir, atendiendo a no atentar al pudor y a la modestia

La libertad es un bien curioso, muy distinto del que a veces nos representamos, muy fácil de destruir sin que apenas nos demos cuenta.

La razón es que la libertad se ha convertido, desde hace tiempo, en una consigna hueca, asociada a símbolos y actitudes que, en realidad, no representan la libertad de elegir, sino una elección concreta.

Si, digamos, durante largos años se ha prohibido exhibir una bandera, y al fin se permite, esa misma enseña se acaba asociando a la libertad hasta el punto de que, mientras la veamos ondear por todas partes, seguiremos creyendo que somos libres aunque ya no pueda izarse ninguna otra.

Durante muchos años -siglos, en realidad- la modestia y el pudor se han considerado virtudes socialmente deseables, muy especialmente en la etapa de formación de la persona. Naturalmente, para un cristiano siguen siéndolo, pero cuando la sociedad entera estaba empapada de cristianismo, la norma moral se convertía con total naturalidad y a menudo, en norma positiva, en imposición.

Con el cambio de mentalidad se vino a asociar ‘libertad’ a prescindir de estas esporádicas imposiciones a favor de estilos que, no creo que pueda discutirse, han acabado por sexualizar hasta el hartazgo cada aspecto de nuestra vida en común. Si esto es o no un ‘logro’ no es tema de este artículo, aunque sí debería serlo para muchos otros.

El caso es que esta nueva licencia, al romper imposiciones, vino a asociarse con la libertad, hasta el extremo de que al convertirse en una imposición lo que antes estaba prohibido hemos perdido la libertad sin advertirlo.

‘Diversidad’ es una palabra-conjuro de la modernidad. Y, sin embargo, en mucho tiempo no se había impuesto una uniformidad de pensamiento e ideas como en nuestro tiempo, y si no somos capaces de verlo en toda su escandalosa desvergüenza, sencillamente porque es el reverso de la antigua situación.

Así, ha causado un considerable revuelo mediático que dos colegios de la Fundación Educatio Servanda, en un documento interno, recomienden a sus profesoras que vistan con ciertas condiciones que hace no tanto sería superfluo recordar, es decir, atendiendo a no atentar al pudor y a la modestia.

Pero leyendo los ‘reportajes-denuncia’ de medios como eldiario.es, Público o esa cadena de todos los madrileños, TeleMadrid, se diría que les han pedido que vengan con hiyab. Rectifico: si un colegio musulmán concertado pidiera eso, quizá sería noticia en algún medio, pero desde luego en ninguno de los citados.

La información de eldiario.es, en concreto, comenta en un tono que imaginamos entre irónico y horrorizado que uno de estos colegios “ya ha sido protagonista de varias polémicas por ofrecer extraescolares de ganchillo solo para chicas”. ¡Dios mío, qué escándalo, con la de chicos que se mueren por aprender a tejer!

Lo crucial no es aquí si nos parece bien o mal, oportuno o inoportuno, las normas (“recomendaciones flexibles”, insisten desde Educatio Servanda) antedichas. Eso es indiferente, porque nadie está obligado a trabajar en esos colegios, todos los centros educativos pueden tener su línea y método propio y se trata meramente de una cuestión de libertad.

A menos, naturalmente, que vestir de forma no escandalosa se haya convertido en un nuevo pecado, y ese parece ser el caso. No se trata de una virtud, ni siquiera de una opción indiferente que puede elegirse o no; pretender algo tan elemental es, directamente, un motivo para que le nieguen el concierto, sino para que lo cierren directamente.

Y este es el centro de todo el debate, que no se trata de elegir entre posibles modelos educativos: hay una sola manera de pensar, y es obligatoria. Irán al colegio de sus hijos representantes de grupos LGTBI para hablarles de las bondades de la ‘sexualidad alternativa’, les animarán a ‘explorar’ su sexualidad con 8 años y les propondrán ‘juegos’ para que ‘experimenten’ algún reprimido deseo de identificarse con el sexo contrario al biológico. Pero eso no solo no se convertirá en noticia, sino que se hará obligatorio, por ejemplo, con las leyes sobre teoría de género aprobadas en la Comunidad de Madrid, para todos los centros.

Que el director de TeleMadrid, responsable de uno de los reportajes sobre la escandalosa actitud de un centro que osa recomendar pudor en sus profesoras, lo haya sido antes de 13TV, la cadena de la Conferencia Episcopal, es solo un detalle más para que abramos los ojos sobre la inefable tibieza cobarde de nuestra jerarquía.

Carlos Esteban

«Que sobre el matrimonio se vuelva a proponer la posición tradicional»

«Como obispos católicos estamos obligados en conciencia a profesar, frente a la desenfrenada confusión, la inmutable verdad y la igualmente inmutable disciplina sacramental respecto a la indisolubilidad del matrimonio según la enseñanza bimilenaria e inalterada del Magisterio de la Iglesia». 
Así escriben tres obispos de Kazajistán - Tomash Peta, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de María Santísima en Astana, Jan Pawel Lenga, arzobispo-obispo emérito de Karaganda y Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la arquidiócesis de María Santísima en Astana – en un largo documento titulado Profesión de las Verdades inmutables respecto al Matrimonio sacramental y publicado el 2 de enero.

Los tres obispos advierten que después de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, algunos obispos en forma individual y distintos episcopados actúan con normas pastorales que tendrán como resultado la difusión de la “plaga del divorcio” también en el interior de la Iglesia, lo cual está en grave contradicción con todo lo que Dios ha establecido. 

Y es grave el hecho que ahora la praxis es distinta de una diócesis a otro, e incluso de una parroquia a otra
«En vista de la importancia vital que constituyen la doctrina y la disciplina del matrimonio y de la Eucaristía, la Iglesia está obligada a hablar con la misma voz»
afirman los tres obispos citando a los Padres de la Iglesia.

Por último, los obispos kazajistaníes ponen de manifiesto el Magisterio Tradicional de la Iglesia que considera siempre ilícitas las relaciones sexuales fuera del matrimonio sacramental, y en consecuencia la imposibilidad de acceder a la Comunión para los que permanecen en ese estado, aunque sin constituir éste un juicio sobre el estado de gracia interior de los individuos creyentes.

La Profesión de las Verdades inmutables … agrega entonces un nuevo capítulo al debate posterior a Amoris Laetitia y a las interpretaciones, y demuestra cuánto malestar se ha difundido por la situación que se ha creado en la Iglesia

No parece tampoco destinada a mantenerse como un hecho local que se refiere a Kazajistán. Tan cierto es esto que inmediatamente después de su publicación dos obispos italianos suscribieron a su vez el documento: monseñor Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos de América, y monseñor Luigi Negri, arzobispo emérito de Ferrara-Comacchio. 

Justamente hemos dirigido a monseñor Negri algunas preguntas sobre el sentido de este documento y sobre el porqué de su adhesión.

Monseñor Negri, ¿que lo impulsó a firmar esta carta?

Frente a la grave confusión que hay en la Iglesia respecto al tema del matrimonio, creo que es necesario volver a proponer la claridad de la posición tradicional.

Me pareció justo firmar porque el contenido de esta posición es lo que he presentado largamente en estos años, no solo en estos últimos meses, sino en todos los momentos de la puesta a punto que he dedicado al tema de la familia, de la vida, de la procreación, de la responsabilidad educativa frente a los más jóvenes. Son temas de absoluta importancia por los que el mundo católico en su conjunto no muestra mucha sensibilidad.

Hay quien sostiene que se ha hablado demasiado de la familia y de la vida…

Pensar en una Iglesia sin una preocupación explicita, sistemática, me gustaría decir cotidiana, de defensa y de promoción de la familia y de su responsabilidad misionera y educativa, hace pensar en una Iglesia grave y densamente condicionada por la mentalidad moderna. Tal mentalidad, que domina ampliamente en nuestras sociedades, considera que todas las cuestiones “éticamente sensibles”, para usar una expresión que se ha hecho de uso común, son responsabilidad de las instituciones políticas y sociales, primero y ante todo de los Estados. Mientras que con la Doctrina Social de la Iglesia considero que la cuestión de la persona y del desarrollo de su identidad y de su responsabilidad en el mundo son una tarea específica, primaria e irrenunciable de la Iglesia.

Se está librando una batalla entre la mentalidad mundana – la que el papa Francisco, en los primeros meses de su pontificado, llamó “el pensamiento único dominante”, y la concepción cristiana de la vida y de la existencia. Si la Iglesia no vive este enfrentamiento termina esencialmente por reducirse a una posición de sustancial auto marginación de la vida social.

En la carta se habla mucho de la confusión existente en la Iglesia, y usted también se ha referido a ella. Pero hay quienes niegan que exista esta confusión, algunos sostienen que solamente hay resistencias a un camino de renovación de la Iglesia.

La confusión existe. Existe y es gravísima. No hay persona sensata que pueda negar esto. Recuerdo las palabras dolidas pero terribles del cardenal Carlo Caffarra un poco antes de morir, cuando dijo: «Una Iglesia que presta poca atención a la doctrina no es una Iglesia más pastoral, sino una Iglesia más ignorante». La confusión nace de esta ignorancia. Cito otra vez al cardenal Caffarra, quien decía que «solamente un ciego puede negar que hay una gran confusión en la Iglesia». Y yo lo puedo certificar por lo que he visto, sobre todo en los últimos meses de mi episcopado en Ferrara-Comacchio. A diario era interpelado por buenos cristianos, en cuyas conciencias se había producido una desilusión muy fuerte, y vivían sufriendo mucho. Lo digo con claridad, con un sufrimiento mayor al de tantos eclesiásticos y de muchos de mis hermanos obispos. Es el sufrimiento de un pueblo que ya no se siente atendido ni sostenido en la exigencia fundamental de la verdad, del bien, de la belleza y de la justicia que constituyen el corazón profundo del hombre, que solamente el misterio de Cristo revela profundamente y actúa en forma extraordinaria.

No quiero polemizar con nadie, pero no puedo dejar de decir que es necesario trabajar para que el esplendor de las tradiciones vuelva a ser una experiencia para el pueblo cristiano y una propuesta que el pueblo cristiano hace a los hombres. Esta es para mí una tarea que siento apremiante.

A propósito de la confusión, en estos días ha nacido una nueva polémica que parte de la acusación al papa Ratzinger de errores doctrinales jamás corregidos, y de nuevo se menciona al Concilio [Vaticano II].

No quiero perderme en relecturas veloces e ideológicas de momentos fundamentales de la vida de la Iglesia, como ha sido el Concilio, por ejemplo: una extraordinaria experiencia, compleja, articulada y – porque no – con aspectos no siempre claros. O bien el gran e inolvidable magisterio de san Juan Pablo II, su esfuerzo en volver a proponer al mundo el anuncio de Cristo como la única posibilidad de salvación y, en consecuencia, volver a proponer a la Iglesia como ámbito de esta experiencia – tal como decía él – de una vida renovada. Estos son hitos de un camino que después ha encontrado en el magisterio de Benedicto XVI un punto de síntesis, el fuerte llamado a esa continuidad en el pasaje entre la realidad preconciliar a la realidad del Concilio y del post-Concilio: ha sido una formulación de extraordinario relieve, del que la Iglesia vive todavía.

Juan Pablo II y Benedicto XVI han elevado el magisterio católico a niveles de extraordinaria amplitud. Es absurdo rebajar la interpretación de estos grandes personajes de la vida de la Iglesia a intereses de bajo nivel. Pero es absurdo también establecer comparaciones de los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI con el magisterio del papa Francisco. En la historia de la Iglesia cada Papa tiene su función. La función de Francisco no es ciertamente la de volver a proponer la totalidad y la amplitud del mensaje cristiano, sino la de extraer ciertas consecuencias necesarias en el plano ético y social.

Hablando siempre de confusión, en este año que se ha recordado los 500 años de la Reforma protestante se han visto y sentido en la Iglesia cosas francamente desconcertantes.

La confusión doctrinal y cultural presenta aspectos que parecen difícilmente creíbles a personas de buena mentalidad y a personas que han tenido una formación cultural adecuada. La de Lutero es una experiencia increible. Este Lutero del que se habla no existe. Este Lutero reformador, este Lutero evangélico, este Lutero cuya presencia habría sido una reforma positiva y beneficiosa para la Iglesia no tiene ningún fundamento histórico ni crítico. Otro discurso muy diferente es si en un momento de grave ataque a la tradición religiosa de Occidente se hace necesario que todos los hombres religiosos perciban que es el momento de una nueva y gran unidad operativa. Ciertamente, es necesario trabajar juntos. Pero para trabajar juntos no es necesario diluir la propia identidad o pensar que la existencia de la identidad es una objeción al trabajo. Es exactamente lo contrario: quien se inserta en el diálogo religioso, en el diálogo ecuménico, en el diálogo con la vida social, pero con su identidad bien definida, ofrece una contribución extremadamente significativa. No se colabora y no se dialoga a partir de la confusión, se dialoga a partir de la identidad, y la identidad católica, si se la vive a fondo, ofrece una contribución única e irreductible a la vida social.

Hay quien pone en guardia frente a la tentación de la hegemonía.

No pienso en absoluto en una hegemonía sobre la vida social, como consideran tantos católicos irresponsables. No es por una voluntad de hegemonía, sino por una voluntad de misión. Una misión explícita, limpia, significativa, apasionada y, en consecuencia, polémica frente al mundo. Esto lo he aprendido de don Giussani en 50 años de convivencia con él y sobre esto, para mí, se han jugado de manera positiva los grandes magisterios de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, en línea con el gran magisterio de la Iglesia de los siglos XIX y XX.

04-01-2018, versión italiana en lanuovabq.it/it/sul-matrimonio-…

Traducción del original en italiano por:

José Arturo Quarracino

Sucesor del papa Francisco tendrá que barrer un “desorden enorme”. Otras noticias de Gloria TV


martes, 9 de enero de 2018

Noticias varias de Gloria TV (Cardenales Burke, Müller, Caffarra ... y el papa Francisco)


No podemos ‘subcontratar’ la fe



InfoVaticana ha dedicado no uno, sino varios artículos a la profesión pública de las verdades inmutables sobre el matrimonio con que Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la archidiócesis de Maria Santísima en Astana, Athanasius Schneider, su obispo auxiliar, y Jan Pawel Lenga, obispo emérito de Karaganda, han querido cerrar el año, así como a las reacciones que ha suscitado.

¿Es noticia que unos obispos recuerden la doctrina católica sobre el matrimonio, ni siquiera un aspecto oscuro o controvertido, sino lo central que nunca se ha puesto en duda?

Sobre todo, ¿es noticia cuando los obispos en cuestión son los de un gigantesco país musulmán donde los católicos apenas alcanzan las 60.000 almas?

Ciertamente, no debería serlo. De hecho, somos plenamente conscientes de que noticias de este tipo causan desasosiego y malestar en muchos católicos, algunos de los cuales llegan al extremo de ver en ellas un ataque indirecto al Papa Francisco.

¿Quiénes somos nosotros, quiénes son estos obispos de un lugar perdido, quién es nadie para enmendarle la plana al Papa, o insinuar de esta forma que su mensaje es confuso?

Y aquí está, creo, el núcleo de buena parte de lo que falla en la Iglesia. Hemos tenido una larga sucesión de Papas excelentes que nos han hecho olvidar que nuestra fe no es una papolatría, que no es al Papa -a este o al que sea- a quien debemos seguir, sino a Cristo, y que la Iglesia no es un partido político cuyo carismático líder pueda cambiar de arriba abajo ‘la línea programática’ a su gusto.

La Iglesia tiene dos mil años y, además de las Escrituras, una enorme riqueza de Tradición y Magisterio, doctrinas que se han mantenido inmutables, que se han ido aclarando, perfeccionando, desarrollando, pero sin contradecirse. Esa es la base en la que se asienta la Primacía de Pedro. Y eso es lo que Pedro, menos que nadie, no puede alterar.

Durante mucho tiempo, varias generaciones, los católicos se han acostumbrado a un clero crecientemente tibio y mundano, cuando no abiertamente herético; se ha hecho a que el sacerdote de su parroquia altere el canon a placer o encadene melifluas homilías más propias de una difusa ONG que de la Iglesia de Cristo, en ocasiones abiertamente heréticas; no se extraña de que su obispo parezca evitar cualquier tema incómodo para el mundo en sus mensajes, de que hagan mangas y capirotes con la liturgia, de que lleven vidas poco ejemplares.

En unas pocas generaciones, los templos se han vaciado como si alguien hubiera gritado “¡fuego!”, pero los fieles contaban con un consuelo: al menos, teníamos al Papa. El Papa se enfrentaba al mundo, el Papa era ortodoxo y valiente y hablaba de Dios en sus mensajes.

Esa actitud no puede ser más disparatada, más peligrosa, menos católica. Es, espiritualmente, el equivalente a marcar la X en nuestra declaración del IRPF y desentendernos después de las necesidades materiales de la Iglesia. De un modo similar, al soportar con algo rayano a la indiferencia todos los desmanes del clero, todos los ‘experimentos’ teológicos, pastorales y litúrgicos amparándonos en la figura ‘segura’ del Papa,  estábamos tratando de ‘subcontratar’ nuestro catolicismo y reduciendo la Iglesia a un solo hombre mortal.

Nuestra fe no es una idolatría, y el Papa no es un ídolo. La Iglesia no solo es mucho más antigua que el hoy, también es mucho más amplia, y siempre fue poco realista pensar que podíamos alzarnos de hombros ante la mundanización del clero pensando que siempre tendríamos a ese ‘Superman’ teológico en el que habíamos convertido la figura del Papa, con evidente ignorancia u olvido de nuestra propia y aleccionadora historia.

Un ejemplo. Leo hoy que los obispos españoles reclaman alternativas a los cetis, los cies y las devoluciones en caliente. No creo que a nadie le apasionen los Centros de Inernamientos de Emigrantes, pero la inmigración masiva, descontrolada e ilegal plantea problemas que desbordan a los países europeos y a los que es ingenuo pretender darles una solución simple.

Ignoro si existen esas ‘alternativas’ que no sean mucho peor que las actuales disposiciones. Sospecho que los obispos también lo ignoran. ¿Por qué no? Se trata de soluciones políticas de urgencia a problemas sobrevenidos.

Lo que sí sé es que el asunto les deja bien, y que tiene muy, muy poco que ver con su misión. España se descristianiza a marchas forzadas, los cristianos están sometidos a un régimen -de cualquier partido- que no desaprovecha ocasión de dejarles claro su desprecio, se aprueban leyes que claman, literalmente, al Cielo y que inciden en cuestiones de fondo, esenciales no solo para nuestra fe sino para toda la cultura que ha engendrado.

Y los obispos españoles condenan los CIES.

¿Por qué? Porque es fácil. Es una opinión que solo va a cosechar aplausos de los que importan, de los grandes medios, de los líderes culturales, de los partidos. Los partidos que apoyen las CIES podrán responderles, pero no se indignarán ni se escandalizarán de su mensaje.

Pero lo urgente, lo profético, está vedado. Sería quedar ‘demodé’, parecer poco ‘modernos’, enfrentarse a una probable persecución mediática. Molestarse.

No es, repito, cosa de nuestros obispos. ¿Cuándo fue la última vez que oyó una homilía en la que el sacerdote advirtieran a su grey de la muy real posibilidad de que pierdan su alma? Porque esta es su primera, su sagrada misión, sobre la que van a tener que responder: acercar a las almas a Cristo y procurar su salvación. No caer bien, no ser moderado, no seguir el buenismo reinante y políticamente correcto.

Los obispos kazajos, a los que se han adherido otros, muy pocos, dicen haber actuado “ante la notable y creciente confusión en la Iglesia”. Y sí, la primera misión conferida por Cristo a Pedro es “confirmar en la fe a sus hermanos”. Luego, si conviene, los CIEs.
Infocatólica

Tengo miedo de ver cómo están asesinando a los niños malteses




Rebecca Kiessling, Presidenta de Salvar El1

(Escrito como respuesta al artículo pro aborto: “¿A qué tienes miedo?”).

Artículo publicado originalmente en Times of Malta

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Por supuesto, y con razón:  Los niños de Malta se encuentran en el punto de mira.  La mal llamada “Fundación de los Derechos de la Mujer”, WRF, (por sus siglas en inglés) tiene en su punto de mira a los bebés malteses que están en el útero y se encuentra a la espera de la oportunidad de utilizar sus armas letales contra de ellos.  Pero no solamente se encuentra al acecho, también están conspirando en contra del activo más importante de Malta:  los niños.

La estrategia de este plan es cometer violencia dentro de los cuerpos de las mujeres embarazadas en nombre de los “derechos de las mujeres”. Ésta no podría ser más hipócrita.

Dimitrijevic y Dibben de la “Fundación de los Derechos de la Mujer” (WRF) desean manipular a los niños de Malta ya desde la escuela e iniciar “una discusión” sobre sus objetivos finales y queda claro en su reciente artículo: “¿A qué tienes miedo?”.

Ellos desean promover una estrategia de genocidio con los niños empezando ya en las escuelas y tienen la astucia de hacer dicha pregunta. De la misma manera que el Lobo se  la hizo a Caperucita Roja.

Hay mucho que temer…
Hoy día, Malta es una nación moralmente superior porque la violencia no se emplea como solución.  Al contrario, Malta ofrece servicios de salud que realmente curan, no matan, y doctores con una gran profesionalidad que hacen  honor a su Juramento Hipocrático de “No Dañar”.
En una sociedad civilizada, matar no es moralmente aceptable como una solución al sufrimiento, pero el aborto defiende la base de su plan letal en términos de “salud reproductiva”, “Decisiones Difíciles” y “Tratamiento Prescrito” como formas de terminar el sufrimiento.

“YO NO MEREZCO LA PENA DE MUERTE POR LOS CRÍMENES DE MI PADRE BIOLÓGICO”.

Si estás embarazada, luego te has reproducido y premeditadamente sacrificas la vida de un ser humano, eso no es “tratamiento”. Josef Mengele, quien experimentaba con niños judíos como “tratamiento”, estaría orgulloso de escuchar cómo emplean este término—así como en Islandia, donde recientemente celebraron que casi han erradicado el Síndrome de Down. ¿Erradicado? Es el mismo término usado por los nazis.

Una Cultura de muerte empieza con el engaño, con frases y terminología que, de hecho, se camuflan a sí mismas, inicialmente ocultando sus intenciones reales.  Y luego, antes de que te des cuenta, tienes grandes grupos generacionales desaparecidos porque convertiste a tu tierra en un campo de muerte de tu propia carne y sangre, con el sacrificio fácil de los más vulnerables e inocentes.

El mismo artículo de la “Fundación de Los Derechos de la Mujer” (WRF) también hace énfasis en la falta de excepciones en caso de violación e incesto en la ley de Malta.  Yo fui concebida en violación.  Mi madre biológica trato de matarme en dos clínicas ilegales de aborto y está claro, lo hubiera logrado si hubiesen sido legales.

Le debo mi vida a la ley que me protegió, así como las mujeres y los niños de Malta se encuentran protegidos hoy.  Y ahora, mi madre biológica está feliz de que ambas nos salvásemos del horror del aborto.

Yo no merecía la pena de muerte por los crímenes de mi padre biológico.  Yo no veo que la “Fundación de los Derechos de la Mujer” (WRF) abogue por la pena de muerte para los violadores; solamente para el niño inocente.  Es una barbarie castigar a un bebé por los crímenes de otra persona.  A violadores, acosadores, traficantes de blancas (traficantes de sexo) les encanta el aborto.  Les protege y permite continuar con su explotación.

La “Fundación de Los Derechos de la Mujer” (WRF) dice que se preocupa por su propio género. Pues yo soy una mujer y ellos desean que estuviera muerta.  No siento el amor por ningún lado.
Además, el aborto está siendo propuesto en nombre de los derechos de las mujeres, pero, en todo el mundo, las mujeres están perdiendo sus voces, porque son principalmente las mujeres quienes están siendo sacrificadas.
Te invito a que veas la película “Las Tres Palabras más Mortales en el mundo” (The Three Deadliest Words in the World): “Es una niña” (www.itsagirlmovie.com).  El ‘generocidio’ masivo del que estamos siendo testigos en Asia y que se está desplazando a gran parte del resto del mundo, ha provocado un aumento en el tráfico de sexo, secuestro de niñas, disminución de la educación para las mujeres y poca representatividad de mujeres en el ámbito político.

Las mujeres son coaccionadas y abocadas no solamente al aborto, también a “escoger” abortar a sus niñas, llevando sufrimiento a su propio género. Pero la “Fundación de Los Derechos de las Mujeres” (WRF) quiere que se piense que los pro vida somos los que estamos ciegos a las peticiones de las mujeres.  Ser pro-mujer es ser pro-vida.

Por favor, suplicamos a las buenas personas de Malta que no permitan que las voces de la muerte ganen.   No dejen que la sangre de los niños inocentes de Malta se derrame sobre su país.

Rebecca Kiessling

Best of the Vortex—To the Gallows (Michael Voris)


[Nota: Hacer clic en el título. Nos llevará a un vídeo de Youtube de Michael Voris, de duración 5:48 minutos]


TRANSCRIPT

If a person doesn’t detest his sins, they can't be forgiven

That thought should strike terror into the soul, but given the condition of the soul of modern man, most will simply yawn at it. One of the major effects of sin today is the growing enormity of the unforgivable sin — that one which cannot be repented of because there is no desire to repent of it.

There is no desire to repent because there is no knowledge that we need to repent. And there is no knowledge of the need to repent because there is no sense of sin. And there is no sense of sin because there is no knowledge of sin owing to culpable ignorance. And culpable ignorance is to be distinguished from invincible ignorance.

In the 1800s, an Italian priest, St. John Cafasso, preached to prisoners on death row. So successful was his work with the condemned prisoners that he became known as the "priest of the gallows." Saint John had intense experience with souls just before they were dispatched into eternity. So his counsel in this matter of the need for renouncing of sin is to be most especially considered. He says the following: 
"It must necessarily happen that, on account of this most certainly culpable ignorance in which most men live, an enormous number will come to be damned, because no sin is pardoned which is not detested, and it is impossible to resist sin properly if it is not known as such."
It's so good to hear clear Catholic thought, to breathe clean, pure Catholic air. Contrast this clarity with the idiocy of the current proposition that we have a reasonable hope that all men are saved.

Most men are damned. All the saints who have approached the topic have said so. Even St. Teresa of Avila, who never committed a mortal sin, was shown not just a vision of Hell, but the place that had been prepared in Hell for her by the devil. The vision was shown to her to rouse her from her then lukewarmness.
We need to cut the garbage being peddled around the Church these days by clerics that most people go to Heaven. That thought has no grounding in Catholic tradition, beginning with Our Lord Himself.
We must hate our personal sins, detest them because they offend Almighty God. That is the point of contrition — being contrite because we have so offended the Divine Majesty. But this is language the Church of Nice doesn't want to hear.

Consider this: We hear sometimes conversations about this or that notorious sinner having gone to confession on his deathbed. It's then bandied about by Church of Nice spokesmen that he is in Heaven. What we never hear about is the degree of hate that he would have to have had for his sins for them to be forgiven — meaning, for example, that if he were to suddenly be cured miraculously, he would never go near his former sins.
We have to have a firm purpose of amendment — meaning to amend our lives, to change. Absent that, there can be no pardoning, because there is no real sorrow and detesting of the sin.
Consider the case of Enlightment star Voltaire.  He abused and mocked the Church continually.  Then he suddenly fell ill and a priest was sent. He received last rites, but unfortunately for him, he recovered his health.

Shortly after he returned to his former ways, bowing to mocking by his friends. A short while later, he once again found himself on his deathbed, but this time his friends prevented the priest from attending to him. Voltaire died screaming that he saw the devil coming for him.
Anyone who does not hate his sins cannot be pardoned for them. Saint Paul understood very well when he said "Work out your salvation in fear and trembling."
There's a good chance that the much-celebrated Voltaire now wishes that he had hated his sins in this life.

Michael Voris

lunes, 8 de enero de 2018

Le Lion de Salzbourg s’associe à la déclaration des évêques du Kazkhstan



Après Janis Pujats, cardinal de Lettonie, Luigi Negri, archevêque émérite de Ferrare, et l’éminent archevêque Carlo Maria Viganò, secrétaire général et ancien nonce apostolique aux États-Unis, Andreas Laun, évêque auxiliaire de Salzbourg, récemment nommé évêque auxiliaire émérite, a lui aussi adhéré à la « Profession des vérités immuables sur le mariage sacramentel » émise par les évêques du Kazakhstan.

Andreas Laun n’est pas un inconnu. Cet ancien professeur de théologie morale à la Haute école de philosophie et de théologie de Heiligenkreuz près de Vienne a entretenu des liens étroits avec les pontificats de Jean-Paul II et de Benoît XVI.

Considéré comme le « lion de Salzbourg », il est renommé bien au-delà des régions germanophones pour son engagement courageux en faveur de la doctrine catholique sur le mariage et la sexualité.

Bien loin d’être un théoricien pur et dur, il s’est toujours profilé en pasteur dévoué sur un plan personnel. Sa douceur et sa compréhension envers les personnes en « situation irrégulière » donnent tort aux représentants des « sages » de la morale catholique qui le qualifient de pharisien rigide.

La Commission pour le mariage et la famille de l’archidiocèse de Salzbourg, qu’il a constituée et dirigée, a toujours été un modèle à suivre en matière de mise en pratique de la doctrine catholique sur la sainteté du mariage et de la vie.

Christian Spaemann, après des études de médecine, d’histoire et de philosophie aux universités d’Innsbruck et Vienne, est psychiatre. Il est le fils du grand penseur catholique allemand, ami de Benoît XVI, Robert Spaemann.

Ndlr : Mgr Andreas Laun est le fils du célèbre converti autrichien Hellmut Laun, lui-même ami du très grand moraliste Dietrich von Hildebrand que le pape Pie XII considéré comme « le docteur de l’Église du XXe siècle » et qui est l’auteur de plusieurs ouvrages sur la question de l’amour et du mariage, dont Pureté et virginité (DDB), Le mariage (Le Cerf, traduction Benoit Lavaud), L’Église face aux problèmes de l’amour, sans oublier ses ouvrages sur la crise de l’Église : Le cheval de Troie dans la cité de Dieu (Beauchesne) et La Vigne ravagée (DMM). Dietrich von Hildebrand avait également préfacé le premier tome du recueil des éditoriaux de Marcel Clément, Combat pour l’espérance, tome 1 (éditions de l’Escalade).

Le récit de la conversion de Hellmut Laun a été publié en France aux éditions DMM sous le titre Je sais en qui j’ai cru, accompagné d’une longue postface de Mgr Andreas Laun.


Cardenal conservador pide una “solución al fuero interno” que es herética”. Otras noticias de Gloria TV


Francisco no está por encima del Evangelio (Vídeo)


Duración 2:47 minutos

TRANSCRIPCIÓN EN INGLÉS

Francis Is Not Above the Gospel: As anticipated, Bergoglian journalists started attacking the Kazakhstan correction of Amoris Laetitia. The journalist with the closest ties to Francis, is Andrea Tornielli, a turncoat who a few years ago opposed the liberal ideology which he now promotes. He claims that Francis may allow unrepentant adulterers to receive Communion. Tornielli’s statement implies that the Pope is not bound to the Gospel, but the Gospel to the Pope.

Personal Attacks: Tornielli also attacks the bishops who signed the Kazakhstan correction, using an interview with another turncoat, the Italian philosopher Massimo Borghesi who used to be a Wojtyla and Ratzinger partisan. Borghesi blames the confusion in the Church produced by Pope Francis on those bishops who try to sort things out. He even calls the defenders of the Catholic faith “dissenters”.

Disclosing the Secret: The author of the blog “Eccles is saved” who calls himself Bruvver Bosco wrote on January 6 that Bergoglian Father Antonio Spadaro, recently unblocked him on Twitter– quote – “along with a whole swathe of other saved persons.” Bosco comments: “My own cynical theory is that he suspects that one of us is the great Marcantonio Colonna, author of ‘The Dictator Pope’, and he is watching us carefully to see who it is. I admit nothing.” Bosco adds: “Anyway, everyone knows that Marcantonio Colonna is really Father Zuhlsdorf...”

Child Abuse: Desmond Napoles, a 10-year-old boy from Brooklyn, New York, has founded a drag club for children. He goes under the drag name “Desmond is Amazing” he performed at the 2015 Gay Pride in New York. Desmond hopes to have a fashion and cosmetics line in the future. Last year the child came out as a homosexual. His parents hastened to declare that their son – quote – “is not yet sexually active”.

sábado, 6 de enero de 2018

Noticias varias (Del 4 al 6 de enero)


Dubia Cardinal urges faithful: Hold fast to tradition amid Church confusion (4 enero. Life Site News)


¿EL PAPA PREPARA UN CONTRAATAQUE? (4 enero. Dominus est)

En los tiempos difíciles en los que nos encontramos ... por el cardenal Raimond Burke (4 de enero. Gloria TV)


El obispo Schneider sobre las caricaturas del ministerio petrino (4 enero. Gloria TV)

Lex orandi, lex credendi (misas con payasos y tango del cardenal Bergoglio) (4 de enero. Rorare caeli)


Monseñor Luigi Negri explica las razones por las que firmó la Profesión de las verdades inmutables respecto al matrimonio sacramental (4 de enero. Secretum Meum Mihi)


¿Qué más debe pasar en esta Iglesia?(4 enero. Dominus est)

Los obispos alemanes recaudaron 7.100 millones de dólares el año pasado de los contribuyentes (4 enero. Life Site News)

Los cinco Obispos no son los únicos en preocuparse por la Santa Comunión (4 enero. The Catholic Herald. Visto en Dominus est)

Pasión del actor de Cristo [Jim Caviezel]: debemos ser "guerreros" listos para arriesgar nuestras vidas por el Evangelio (4 de enero. Life Site News)

"The Dictator Pope" (Reseña del libro por Christopher A. Ferrara (4 enero en Catholic Family News)

La Escritura es "el único material fuente" para una nueva película sobre San Pablo (4 de enero. Jim Caviezel. Life Site News)

Pasión del actor de Cristo: debemos ser "guerreros" listos para arriesgar nuestras vidas por el Evangelio (4 de enero. Jim Caviezel. Life Site News)

ÚLTIMA HORA: Cardenal firma declaración de Profesión de Fe sobre el Sacramento del Matrimonio de los Obispos kazajos (5 enero. Dominus est) ¡Ya son seis jerarcas importantes los que firman esta declaración! 

Misterio Bergoglio. Por qué el general de los jesuitas no lo quería obispo (5 de enero. Sandro Magister en Il Settimo Cielo)

Chesterton contra la Amoris Laetitia (5 de enero. El Oriente en llamas)

Dubia, si el Papa guarda silencio, el cardenal [Brandmüller] responde por sí mismo (5 de enero. Marco Tossati en La Nuova Bussola Quotidiana)

“Es una especie de Blasfemia” el que los pecadores “pidan acceso a la Santa Comunión”: Mons. A. Schneider (5 enero. Steve Skojev, de One Peter Five. Visto en Dominus est)

RETOS LITÚRGICOS 2018 (5 de enero. De Liturgia y Tradición católica)

El consejero pro-gay del Vaticano sugiere que el catecismo católico contribuye al suicidio de los jóvenes LGBT (5 de enero. José Sciambra.  Life Site News)

Las mejores historias de NCR de 2017, por tiempo total de lectura (6 de enero. National Catholic Reporter)

Reflexiones de Epifanía sobre la vocación cristiana (6 enero. Verónica A. Arntz. Rorate Caeli)

Visita de los Reyes Magos en La Ciudad Mística de Dios (6 enero.  Catholic Family News)

COSTUMBRE TRADICIONAL: Marcar la puerta para la Epifanía (6 de enero. De Liturgia y Tradición católica)

UN POCO DE MEMORIA HISTORICA (I) (5 de enero. Capitán Ryder de Iota Unum)

UN POCO DE MEMORIA HISTORICA (II) (6 de enero. Capitán Ryder de Iota Unum)

La crisis que estamos viviendo (6 de enero. P. Gerald E. Murray para The Catholic Thing)

Austrian bishop signs statement calling Pope’s reading of Amoris Laetitia ‘alien’ to Catholic faith (6 enero. Diane Montagna. Life Site News)

Nueva biografía sobre el papa Francisco: El Pastor perdido (6 de enero: Katholischen)

Ahora son 7. Obispo austriaco firma declaración que llama ‘ajena’ a la Fe Católica la lectura de ‘AL’ del Papa (6 enero. Dominus est)

Selección por José Martí

El obispo Andreas Laun firma la Declaración de Kazajistán sobre el matrimonio (Maike Hickson)




Hoy, en la Fiesta de la Epifanía, otro valiente obispo se une a los otros seis prelados que ya han firmado la declaración de los tres obispos de Kazajistán que profesan las verdades inmutables sobre el matrimonio sacramental y se opone a la alteración o ablandamiento de la Iglesia. enseñanza sobre la posible admisión de los divorciados "casados ​​de nuevo" a los sacramentos. 

El obispo emérito Andreas Laun, ex Obispo Auxiliar de Salzburgo, Austria, ha dado su apoyo público a esta declaración de lealtad hacia la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio. El obispo Athanasius Schneider, uno de los signatarios originales, confirmó la adición del nombre de Laun en apoyo del documento.

El obispo Laun también firmó la Campaña filial publicada en 2016, que incluía las firmas de "miles de obispos, sacerdotes y fieles católicos preocupados que declaran su fidelidad a las inmutables enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio y su disciplina ininterrumpida".

En diciembre de 2016, el obispo Laun concedió a  Onepeterfive una entrevista en la que defendió a los cuatro cardenales dubia por haber escrito y publicado sus preguntas sobre el documento del Papa Francisco sobre el matrimonio, Amoris Laetitia

De ese esfuerzo, Laun dijo:
¡He leído las preocupaciones de los Cuatro Cardenales y estoy de acuerdo con ellos! Además, conozco personalmente a los Cardenales Meisner y Caffarra y sé lo competentes que son. ¡Con ellos, estoy en la mejor compañía!
[...]
¡La conducta de los cardenales [dubia] es un servicio a la enseñanza de la Iglesia! En la historia, hay muchos ejemplos de críticas, también de un Papa. Sin embargo, tienen que seguir la "moralidad de la crítica": es decir, decirlo educadamente, objetivamente, con justicia, nacer en el amor y con mucha comprensión para el que debe ser criticado porque cada crítica también duele más o menos.
La adición del Obispo Laun trae el número de sucesores apostólicos en apoyo de la Declaración de la Verdad sobre el Matrimonio a siete - seis obispos y un cardenal.

Maike Hickson

Una Iglesia rica para los ricos (Carlos Esteban)



De todos los pronunciamientos del Papa Francisco en estos años de pontificado, el que más me ha atraído, de lejos, es su deseo de hacer “una Iglesia pobre para los pobres”, igual que su insistencia en atender a lo que llama “las periferias”, es decir, prestar atención a la Iglesia más allá del eurocentrismo que ha dominado la práctica eclesial durante siglos.

Después de todo, la opción preferencial por los pobres no es exactamente un invento de la Teología de la Liberación; está en la raíz misma de nuestra fe, en las palabras y en la vida del propio Cristo. La Iglesia ha hecho de la atención al pobre, al que sufre, al olvidado en cada momento por la sociedad de que se trate, un rasgo característico por el podía reconocerse su acción en cualquier rincón del planeta. Allí donde la Iglesia tiene alguna implantación surgen albergues, hospitales, comedores para indigentes, lazaretos, desde mucho antes de que se denominase a estas expresiones de la caridad “acción social”.

Este principio, por lo demás, ha tenido en la historia su comprobación empírica: cada vez que la Iglesia ha descuidado este principio, cuando se ha acomodado y enriquecido y ha dejado a los pobres en un segundo plano -porque olvidarlos, no los ha olvidado jamás-, ha surgido una crisis y, con ella, su cura en forma de un movimiento de vuelta a la simplicidad evangélica, como el de franciscanos y dominicos en el S. XIII.

En cuanto a las periferias, no solo conviene poner el foco en ellas porque son donde están los pobres entre los pobres, porque son tierra de misión, sino porque poner excesivo acento en el centro, en esta Europa nuestra, parece retraer un tanto a la nota de universalidad -católico- que caracteriza a nuestra Iglesia.

Hay un solo problema en este programa renovador e ilusionante: que no se está cumpliendo en absoluto. Examinada con frialdad, la tendencia parece ser exactamente la contraria, la de hacer una pastoral a la medida del rico, y del rico occidental.

¿Cuáles han sido, por ejemplo, las disputas eclesiales que han copado la atención los últimos años? 

La comunión de los divorciados vueltos a casar y un caminar en la cuerda floja en cuanto al tratamiento de las relaciones homosexuales.

¿Son esas las preocupaciones de los católicos de África, de China, de los países islámicos, del Sudeste Asiático? 

No, en absoluto: son las demandas de las iglesias nacionales más ricas, especialmente de la alemana, cuyo alto nivel de vida y sistema de financiación hace singularmente tentador ‘abrir la mano’ en cuestiones sexuales para no perder ‘clientes’. De hecho, los cardenales con más poder en Santa Marta, los más cercanos, son gente como Reinhard Marx o Walter Kasper, que no proceden exactamente de Bangladés o Burundi.

Quizá esta nueva obsesión por ‘las periferias’ -el Tercer Mundo, para entendernos- debería haber significado el encumbramiento de prelados como el Cardenal Prefecto para el Culto Divino, Robert Sarah. Nacido en una aldea de una minoría étnica en la República de Guinea, hijo de conversos del animismo, ha sufrido persecución y ha vivido la pobreza de su nación, que cuenta con una renta per cápita de 1.394 dólares (la de Alemania es 47.535). Y, sin embargo, sería ingenuo pretender que no ha sido y sigue siendo ninguneado y ‘puenteado’, como en el caso del motu proprio ‘Magnum principium’, que apareció con la firma de su ‘número dos’ y cuya interpretación se vio obligado a rectificar en medios públicos.

Incluso en asuntos que, superficialmente, podrían interpretarse como favorables a esas periferias, como el entusiasmo inmigratorio de Su Santidad, la impresión es del todo engañosa. Despoblar las periferias de sus elementos más dinámicos, jóvenes y emprendedores es una extraña manera de favorecerlas.

En la práctica, las reformas no sólo no duelen en absoluto a ‘los ricos’, sino que éstos las aplauden hasta pelarse las manos.

Los grandes elogios a los nuevos aires llegan de TIME -que ha hecho al Papa Persona del Año-, del New York Times, del Wall Street Journal.

¿Por qué no? ¿Quién apoya a nivel mundial la ‘acogida’ masiva de inmigrantes, a quién beneficia especialmente? A las grandes empresas y, en lo que tiene de debilitamiento de las identidades nacionales y la fronteras, a bancos y gobernantes.

De hecho, hace unos días nos hacíamos eco de la alerta lanzada por prelados africanos contra esta inmigración masiva que pone en peligro la vida de sus compatriotas y vacía sus diócesis.

La última defensa de la doctrina católica inmutable sobre el matrimonio tampoco ha partido del Primer Mundo, sino de Kazajistán, un enorme país de Asia Central con un 70% de musulmanes y sólo 55.000 católicos. Más ‘periferia’, imposible.
Carlos Esteban