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sábado, 13 de marzo de 2021

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa [9]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: [1]  [2]  [3]  [4] [5]  [6]  [7] y [8]



17. Y decidle que muero,
desde que su perfume yo aspirara;
mas decidle primero
que ansío ver su cara
cuando esta noche oscura se pasara.


18. Y bien sé qué vería:
sus ojos, que mi rostro iluminaban
como nadie entendía,
pues cuando me miraban
era a él, sin dudar, lo que me daban.



José Martí


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Cómo conseguir el libro

- El libro (1ª edición) puede conseguirse en la librería Diocesana de Murcia capital (968212489) y  en la Diocesana de Cartagena (968521709).  Pueden realizarse encargos en esos números de teléfono. El precio del libro en estas tiendas es de 10 euros.

- También en la librería González-Palencia (Tel 968242829). Disponible en tienda o en la web:

https://www.diegomarin.com/9788418009617-poesia-olvidada-la.html (Precio libro 9, 51 €)

https://www.diegomarin.com/la-poesia-olvidada.html (Precio e-book 4,13 €)

-  La 2ª edición del libro (versión corregida y aumentada) puede adquirirse en Amazon (edición impresa 13,55 euros y precio Kindle 2,69 euros)

NOTICIAS VARIAS 13 de marzo de 2021

 


IL SETTIMO CIELO

Por qué el papa, en Iraq, ha tenido que callar sobre los judíos

EL INVESTIGADOR.ORG

[Documental] The Big Reset Movie. El documental sin censura sobre la verdad de la pandemia en español

ADELANTE LA FE

Viganò: “Hay que dirigir el dedo acusador contra la letra del Concilio”

GLORIA TV

Viganò: el papa Benedicto XVI sufrió el síndrome de Estocolmo

INFOVATICANA

Monseñor Aguer sobre la fornicación

Los antecedentes del nuevo orden mundial: el control poblacional

Selección por José Martí

Misa tradicional en la Basílica de San Pedro es relegada a las grutas vaticanas. Las celebraciones individuales quedan suprimidas.

 SECRETUM MEUM MIHI

Cuando todavía era apenas un rumor la partida del Cardenal Angelo Comastri como Arcipreste de la Basílica de San Pedro, teorizabamos sobre la consecuente desaparición de la celebración de la Misa Tridentina en dicha basílica una vez ido. El cambio se realizó efectivamente en Feb-20-2021, al ser nombrado en su reemplazo el cardenal Mauro Gambetti, O.F.M. Conv., y no alcanzó a completarse un mes desde el cambio cuando llega la siguiente información. En un momento determinado se creyó que el documento que traduciremos abajo no era auténtico, pero resultó que sí, el documento es auténtico y en él se anuncia lo que se temía. Agradecemos a Diane Montagna por publicar el documento y a Edward Pentin por confirmar su autenticidad.


SECRETARÍA DE ESTADO
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SECCIÓN PRIMERA - ASUNTOS GENERALES

Al Excelentísimo Comisario Extraordinario de la Fábrica de San Pedro
A los Canónigos del Capítulo Vaticano
Al servicio de celebraciones litúrgicas de la Basílica

El Tiempo de Cuaresma nos invita a volver al Señor con todo el corazón (cf. Gl 2,12), dando mayor centralidad a la escucha de la Palabra de Dios y a la Celebración Eucarística. En tal sentido, queriendo asegurar que las Santas Misas en la Basílica de San Pedro se desarrollen en un clima de recogimiento y decoro litúrgico, de aquí en adelante se establece cuanto sigue:

1. Suprímanse las celebraciones individuales;

2. Los sacerdotes y fieles que acuden diariamente a la Basílica para la Santa Misa, tienen la oportunidad de participar en las siguientes Concelebraciones: 7.00 horas en la Capilla del Coro; 7.30 h en el Altar de la Cátedra; 8.00 horas en la Capilla del Coro; 9.00 horas en el Altar de la Cátedra. El horario de las otras Santas Misas se mantiene sin cambios. Con ocasión de la memoria de un Santo, cuyos restos se conserven en la Basílica, se puede celebrar una de las Santas Misas en el Altar correspondiente. Los Domingos y solemnidades se evaluará la oportunidad de mantener dichos horarios;

3. Las Concelebraciones sean animadas litúrgicamente, con la ayuda de lectores y cantores;

4. A los grupos de peregrinos acompañados de un Obispo o de un Sacerdote asegúreseles la posibilidad de celebrar la Santa Misa en las Grutas Vaticanas.

5. En cuanto al rito extraordinario, los sacerdotes autorizados podrán celebrarlo a las 7.00, 7.30, 8.00 y 9.00 en la Capilla Clementina de las Grutas Vaticanas.

Las presentes disposiciones entrarán en vigor a partir del 22 de marzo de los corrientes, lunes de la quinta semana de Cuaresma.

Desde el Vaticano, 12 de mano de 2021

[aparece una firma y sello SECRETARÍA DE ESTADO - ASUNTOS GENERALES ]

viernes, 12 de marzo de 2021

Desastres extramagisteriales (Bruno Moreno)



Ya sabemos que no existe el magisterio aeronáutico. Las entrevistas o declaraciones que ofrezca un Papa a los periodistas mientras viaja por los aires (o mientras está en Roma) no son ni siquiera lejanamente magisteriales. Son opiniones personales de la misma persona que, en otro contexto, puede hablar magisterialmente. Ningún católico está obligado a coincidir con esas opiniones, que solo tienen el peso de las razones o sinrazones que las acompañen y de la mayor o menor sabiduría de quien las expresa.

No obstante, el hecho de ser extramagisteriales no implica que sean irrelevantes. Del mismo modo que un Papa o cualquier otro obispo pueden hacer mucho bien con sus palabras aunque no sean magisteriales, también pueden hacer mucho mal con ellas, incluso cuando no son magisteriales. Un cargo de autoridad conlleva una gran responsabilidad, que no debe tomarse nunca a la ligera. Si de toda palabra ociosa que hablen los hombres les pedirán cuentas el día del Juicio, con mucha más razón deberán cuidar esas palabras lo que han sido elegidos por Dios para enseñar en su nombre.

Digo todo esto por las enésimas respuestas del Papa Francisco a los periodistas en su último viaje, que, con todo el respeto, son desoladoras. Podrían analizarse varias cosas, pero creo que basta con estas breves frases del Papa:
“También ocurre lo mismo con los santos que no son solamente los de los altares, son los santos de todos los días. […] Los santos, hombres y mujeres, que viven su fe, sea la que sea, con coherencia. Que viven los valores humanos con coherencia. La fraternidad con coherencia”
Es difícil expresar adecuadamente lo terribles que son estas afirmaciones desde el punto de vista de la fe católica, porque de hecho niegan la realidad de la gracia de Dios, la fe, la Revelación, la encarnación de Cristo y la redención por su muerte y resurrección, el perdón de los pecados y, en resumen, todo lo que creemos los católicos. No es nada sencillo conseguir algo así con dos docenas de palabras.

En tres frases, el Papa iguala la fe sobrenatural cristiana con las creencias religiosas más o menos disparatadas de los hombres, como si estuvieran al mismo nivel (error fundamental pero no casual, porque se repite varias veces en la declaración del Papa en unión con el imán de Abu Dhabi y en otros textos). Asimismo, parece ignorar que la santidad no es ni puede ser una cualidad meramente humana, que surge al margen de la fe católica, porque es un don sobrenatural que Dios da por medio de la fe y al hilo de los sacramentos. Reducir la santidad a la fraternidad humana es lo mismo que decir que no hacía falta que Cristo se encarnara ni que muriera por nosotros, que la salvación no era necesaria. Si cualquier religión no cristiana puede hacernos santos, ¿qué sentido tienen los sacramentos, la liturgia, la doctrina y el propio magisterio? Si la fraternidad humana basta para alcanzar la santidad, la gracia y la filiación divina que nos ofrece la Iglesia se convierten en irrelevantes.

Del mismo modo, esos “valores humanos” que procuran vivir “con coherencia” los miembros de otras religiones y que para el Papa son la única condición para alcanzar la santidad en realidad son, a menudo, profundamente inhumanos, porque no cuentan con la Revelación divina que hemos recibido en el Hijo de Dios. La coherencia con el error no es algo bueno ni deseable ni mucho menos santo, sino que, en el mejor de los casos, simplemente puede atenuar la responsabilidad de los pecados objetivos cometidos.

Si nos tomáramos en serio las palabras del Papa, en nuestras Iglesias, junto a Nuestra Señora, a los apóstoles y los mártires deberíamos colocar imágenes de Lutero, el fundador de los Testigos de Jehová, Aleister Crowley o unos cuantos Daláis Lamas, porque serían tan santos los unos como los otros. A fin de cuentas, si lo que importa es ser “coherente” con las propias creencias, por muy equivocadas y absurdas que sean esas creencias, todos ellos sin duda lo habrán sido en mayor o menor medida. Es más, si se puede ser santo siguiendo a Buda, a Confucio, a Mahoma o a Joseph Smith, ya no es cierto que solo se nos ha dado un nombre bajo el cielo que pueda salvarnos, el de Jesucristo. Si todo es santidad, nada es santidad. Si todas las religiones salvan, Jesucristo nos engañó al presentarse como el único Hijo de Dios.

Para valorar todo esto, sin duda hay que tener en cuenta, con todo el respeto y el cariño filiales, que el Papa no es un gran teólogo ni un gran pensador, ni siquiera uno medianillo. Después de varios años, resulta evidente que la mayoría de las cuestiones teológicas le superan por completo (y no pasaría nada, porque ya ha habido Papas muy poco formados en el pasado, si no fuera porque él mismo parece no ser consciente de lo que no sabe y eso resulta muy peligroso). Nuestro Papa actual, como tantos otros clérigos, es producto de la pésima formación que aqueja a la Iglesia en nuestro tiempo y que, de hecho, tiende a impedir distinguir en la práctica entre verdades y errores o incluso a olvidar que existe una distinción entre ambas cosas. A eso parece unirse, en su caso, el gusto por rodearse de personas aduladoras (y quizá faltas de fe) que, en lugar de señalarle sus equivocaciones, prefieren adularle y elogiar esas ocurrencias personales disparatadas. Por supuesto, el hecho de que sean ocurrencias en consonancia con los errores dominantes de nuestra época dificulta aún más que el interesado note que existe un problema.

Es decir, es muy posible, incluso probable, que el propio Papa no sea consciente de la gravedad de estas afirmaciones, diametralmente opuestas a la doctrina de la Iglesia y que destruirían por completo esta doctrina si se aceptasen como ciertas. No obstante, al margen de la responsabilidad subjetiva de su autor, que a los demás nos importa poco, son afirmaciones que objetivamente hacen un gran daño a los fieles y a la Iglesia. Quizá sea la hora de que los demás sucesores de los Apóstoles abandonen la estrategia del avestruz y empiecen a rechazar con claridad esos errores. Si la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero, también el error es el error, en boca de un donnadie o de un Papa. A fin de cuentas, los desastres extramagisteriales siguen siendo desastres.

Bruno Moreno

jueves, 11 de marzo de 2021

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa [8]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: [1]  [2]  [3]  [4] [5]  [6] y [7]



15. Si, a cambio de mi nada,
tu vida me la das para que viva,
y me das tu mirada,
en mis ojos se aviva
la llama que, en los tuyos, me cautiva.

16. Avecillas del cielo,
que os despertáis al toque de campana:
decidle, en vuestro vuelo,
que estoy en mi ventana
con ansias de que llegue la mañana.


José Martí


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Cómo conseguir el libro

- El libro (1ª edición) puede conseguirse en la librería Diocesana de Murcia capital (968212489) y  en la Diocesana de Cartagena (968521709).  Pueden realizarse encargos en esos números de teléfono. El precio del libro en estas tiendas es de 10 euros.

- También en la librería González-Palencia (Tel 968242829). Disponible en tienda o en la web:

https://www.diegomarin.com/9788418009617-poesia-olvidada-la.html (Precio libro 9, 51 €)

https://www.diegomarin.com/la-poesia-olvidada.html (Precio e-book 4,13 €)

-  La 2ª edición del libro (versión corregida y aumentada) puede adquirirse en Amazon (edición impresa 13,55 euros y precio Kindle 2,69 euros)

miércoles, 10 de marzo de 2021

Entrevista concedida por monseñor Carlo Maria Viganò al Deutsche Wirtschaftsnachrichten



NOTA: Esta entrevista ha salido ya en este blog, tomada de Eclesia e Post Concilio, pero la traducción fue del traductor Google, con algunas modificaciones personales para que se entendiera bien. Como la traducción de Adelante la Fe está realizada por una persona experta en traducción, traigo aquí nuevamente dicha entrevista, pero ahora con procedencia diferente.

DW: Excelencia, ¿cómo vive en lo personal la crisis del coronavirus?

Monseñor Viganò: Es posible que mi edad, mi condición de arzobispo y mi habitual vida retirada no sean representativas de lo que debe de estar sufriendo la mayoría de la gente; con todo, desde hace un año me veo imposibilitado de desplazarme y de visitar a personas que necesitan una palabra de aliento. En el caso de una verdadera pandemia no habría tenido problemas para aceptar de buen grado las decisiones de las autoridades civiles y eclesiásticas, porque reconocería en ellas la voluntad de proteger del contagio. Pero para que sea una pandemia, hace falta ante todo que el virus haya sido aislado; que sea grave y no sea posible tratarlo a tiempo; y que las víctimas constituyan un amplio sector de la población. Sabemos por el contrario que el SARS-Covid 2 nunca ha sido aislado, sino apenas secuenciado (2); que se cura con el tiempo mediante terapias disponibles, y sin embargo la OMS y las autoridades sanitarias han impuesto boicots por medio de normativas absurdas y vacunas experimentales; y que el número de fallecimientos en 2020 se ajusta en todo a la medio de los años anteriores (3). Todo esto lo reconocen los propios científicos mientras los medios informativos guardan un silencio mafioso.

Lo que estamos presenciando es un plan que no tiene nada de científico y debería ser objeto de desprecio universal. Sabemos, porque lo han reconocido sus propios perpretadores, que está pseudopandemia ha sido planificada desde hace años4, empezando por desmantelar los sistemas nacionales de salud y sus planes de contingencia para pandemias5. Sabemos que siguen un plan bien preciso, concebido para que todos los estados reaccionen de forma unánime y para homologar a nivel mundial diagnósticos, hospitalizaciones, terapias y, sobre todo, medidas de contención y de información a los ciudadanos. Existe una dirección que gestiona el covid-19 con el único fin de imponer por la fuerza limitaciones a las libertades naturales, los derechos constitucionales, la libre empresa y el trabajo.

El problema no es el covid en sí, sino que se sirvan de él para implementar el Gran Reinicio que desde hacía tiempo6 venía anunciando el Foro Económico Mundial y que actualmente se está aplicando punto por punto con miras a implantar en la sociedad unas transformaciones inevitables que de otro modo serían rechazadas y condenadas por la mayor parte de la población. Dado que la democracia, siempre tan exaltada en tanto que se conseguía dirigirla gracias a la influencia de los medios, jamás habría consentido que se llevase a cabo esta obra de ingeniería social auspiciada por la élite mundialista, era necesario el peligro de una pandemia –presentada por los medios oficiales como devastadora– para convencer a la población mundial a fin de que se sometiera a confinamientos, cierres perimetrales (o sea auténticos arrestos domiciliarios), clausura de actividades, suspensión de clases escolares e incluso la prohibición de cultos. Y todo ello se ha conseguido con la complicidad de todos los que están metidos en ello, en particular los gobiernos, las autoridades sanitarias y las propias autoridades eclesiásticas7.

El daño que todo ello ha ocasionado y sigue ocasionando es enorme, y en muchos sentidos irreparable. Sufro lo indecible al pensar en las devastadoras consecuencias de la mala gestión de la pandemia: familias destruidas, niños y jóvenes afectados en el equilibrio psicofísico y privados del derecho a relacionarse socialmente, ancianos que mueren abandonados en residencias de mayores, enfermos de cáncer y otras graves dolencias totalmente desatendidos, empresarios condenados a la quiebra, fieles a los que se les niegan los sacramentos y la asistencia a Misa… Estos son los efectos de una guerra, no de un síndrome gripal estacional que sana con el tiempo y que en los pacientes no aquejados de otras enfermedades previas tiene un porcentaje de supervivencia del 97,7%. Es significativo, además, que en esta carrera desenfrenada hacia el abismo no se tengan en cuenta los principios fundamentales de una vida saludable, al objeto de debilitar nuestro sistema inmunitario: se nos confina en casa, privados de la luz del sol y del aire puro, para someternos al terrorismo mediático de la televisión.

¿Con qué severidad habrá que juzgar a quienes han prohibido a sabiendas los tratamientos y prescrito normas terapéuticas descaradamente erróneas a fin de dar lugar a una cantidad de muertos que legitimase las alarmas sociales y las absurdas medidas de protección? ¿Quién ha sentado deliberadamente las bases de una crisis económica y social de alcance planetario, destruir la pequeña y mediana empresa y hacer prosperar a las multinacionales? ¿Quién ha boicoteado o prohibido terapias existentes a fin de favorecer a las empresas farmacéuticas? ¿Quién ha hecho pasar sueros génicos por vacunas, sometiendo a la población a un experimento cuyos resultados y efectos secundarios son imposibles de prever, y sin duda mucho más graves que los síntomas del covid? ¿Quién promueve el discurso apocalíptico en los escaños del Parlamento y las redacciones de la prensa? Y los más altos niveles de la jerarquía eclesiástica, cómplices de esta grotesca farsa: ¿cómo se justificarán ante Dios cuando comparezcan ante Él para ser juzgados?

DW: En una carta que dirigió al entonces presidente de los Estados Unidos Donald Trump V.E. no sólo habló de un estado profundo –expresión bastante difundida– sino también de una Iglesia profunda. ¿Podría explicar más?

Monseñor Viganò: La expresión estado profundo transmite muy bien la idea de un poder paralelo privado de legitimidad pero que interviene en los asuntos públicos persiguiendo unos intereses particulares. El estado profundo promueve la superioridad de una élite sobre el bien común que el Estado tiene la obligación de promover. Por otra parte, tampoco podemos dejar de reconocer que en las últimas décadas se ha consolidado un poder semejante en el ámbito eclesial, al que he dado en llamar iglesia profunda, que opone la consecución de sus propios intereses a los fines de la propia Iglesia, el primero y principal de los cuales es la salvación de las almas.

Así pues, del mismo modo que en los asuntos públicos hay unos poderes ocultos que dirigen entre bastidores las decisiones de los gobiernos siguiendo un plan mundialista, existe en la Iglesia Católica un lobby muy poderoso que usurpa la autoridad de la jerarquía con los mismos objetivos. En sustancia, el Estado y la Iglesia están ocupados por una autoridad ilegítima que tiene por objetivo principal destruirlos para instaurar un Nuevo Orden Mundial. No hablamos de teorías conspiracionistas ni de fantasías políticas; lo demuestra cuanto estamos presenciando con nuestros propios ojos, hasta el punto de que hace poco el Secretario General de las Naciones Unidas afirmó que el virus está sirviendo para reprimir a los disidentes.

DW: ¿Hasta qué punto se superponen estado profundo e iglesia profunda, al menos en el mundo occidental?

Monseñor Viganò: La superposición entre estado profundo e iglesia profunda se desenvuelve en varios frentes. El primero es sin lugar a dudas el ideológico: la matriz revolucionaria, anticatólica y esencialmente masónica del pensamiento mundialista es la misma, y no sólo desde 2013. A decir verdad, no hay más que tener en cuenta la significativa concomitancia temporal entre la celebración del Concilio Vaticano II y el nacimiento del llamado movimiento estudiantil: el aggionamento doctrinal y litúrgico supusieron para las nuevas generaciones un impulso que tuvo repercusiones inmediatas en los ámbitos social y político.

El segundo frente está en las dinámicas internas del Estado profundo y la Iglesia profunda. Tanto el uno como la otra cuentan entre sus miembros con personajes desviados no sólo intelectual y espiritual sino moralmente. Los escándalos sexuales y financieros en los que se han visto implicados altísimas figuras tanto de la política como de las instituciones y la jerarquía católicas demuestran que la corrupción y el vicio son por un lado un elemento que los liga, y por otro un eficaz elemento disuasorio debido a los chantajes de que todos ellos son objeto. Las perversiones de destacados políticos y prelados los obligan a obedecer el plan mundialista aun a pesar de que su colaboración parece ilógica, desconsiderada o contraria a los intereses de los ciudadanos y de sus fieles. Por eso hay gobernantes a las órdenes de la élite que destruyen la economía y el tejido social de sus países. Por eso, hay también cardenales y obispos que propagan la ideología de género y el falso ecumenismo para escándalo de los católicos; unos y otros colaboran a los intereses de su amo, traicionando su misión de servir a su nación o a la Iglesia.

El plan de instauración del Nuevo Orden Mundial no podrá realizarse, por otra parte, sin una religión universal de inspiración masónica, a cuya cabeza deberá estar un dirigente religioso ecuménico, pauperista, ecologista y progresista. ¿Quién mejor que Bergoglio para desempeñar ese papel, con el beneplácito de la élite y el insensato entusiasmo de las masas adoctrinadas en el culto idolátrico de la Pachamama.

DW: ¿Qué pruebas o indicios hay de ello?

Monseñor Viganò: Creo que la demostración más evidente ha coincidido con la pandemia. El rebajamiento de las altas esferas de la jerarquía en la torpe gestión de la emergencia sanitaria –emergencia artificialmente provocada y servilmente amplificada por los medios de difusión de todo el mundo– ha llegado al extremo de prohibir las celebraciones litúrgicas antes incluso de lo que solicitasen las autoridades civiles; a prohibir la administración de los sacramentos incluso a los moribundos; a ratificar con ceremonias surrealistas el discurso dominante repitiendo hasta la saciedad todo el léxico de la neolengua: nueva normalidad, nada será como antes, build back better, etc., etc., etc.; a promover como un deber moral un suero génico producido a partir de tejidos fetales procedentes de abortos8, todavía en fase experimental y cuyos efectos secundarios a largo plazo se desconocen. Es más: por medio del Council for Inclusive Capitalism promovido por los dirigentes mundialistas –entre quienes destaca Lady Lynn Forester de Rothschild9 — con la participación del Vaticano, se da el espaldarazo oficial al Gran Reinicio del Foro Económico Mundial, incluido el ingreso universal y la transición ecológica. En Santa Marta se empieza a hablar de transhumanismo, haciendo caso omiso obstinadamente del carácter anticristiano de dicha ideología a fin de adular a la dictadura del pensamiento único. Cosas todas que ponen los pelos de punta y uno se pregunta por cuánto más tiempo tolerará el Señor semejante afrenta por parte de sus ministros.

Por otro lado, la obsesiva insistencia en el ecologismo malthusiano ha llevado a que para la Pontificia Academia para la Vida se nombre a personajes notoriamente anticatólicos, partidarios de la reducción demográfica mediante la esterilización, el aborto y la eutanasia. Todos ellos, bajo la dirección de un prelado de probada fidelidad bergogliana, han invertido totalmente los objetivos de la academia que fundó Juan Pablo II, facilitando con ello a la ideología dominante un respaldo autorizado y prestigioso como el de quienes, por añadidura usurpándola, detentan autoridad en la Iglesia Católica. No tiene nada de sorprendente que al número de los académicos se haya unido recientemente el profesor Walter Ricciardi, uno de los supuestos expertos que en Italia propusieron el confinamiento y el uso a ultranza de la mascarilla, en ausencia de toda prueba científica de su eficacia y contrariando las recomendaciones de la propia OMS. Según una noticia de ayer mismo, el intermediario para la obtención de suministros chinos para el covid en Italia, Mario Benotti, habría sido recomendado por el cardenal Pietro Parolin10, que por lo averiguado por la Magistratura parece que también ha participado en otros asuntos relacionados con el subdirector de Leonardo Spa, que según Benotti podría ser sustituido por Domenico Arcuri.

Todo esto revela la participación del Estado profundo y la Iglesia profunda en un torpe contubernio que tiene por objeto destruir las soberanías nacionales y la misión divina de la Iglesia. Salen a la luz inquietantes vínculos con el fraude electoral de EE.UU., con el virus creado en el laboratorio de Wuhan y hasta con las relaciones comerciales con la dictadura china, principal suministradora de mascarillas (si bien no se ajustan a la normativa de la Comunidad Europea) a Italia y a otros muchos países. Yo diría que nos encontramos ante algo más que meros indicios.

DW: Quienes lo consideran una teoría conspirativa podría objetar que cómo es posible que en casi todos los países del mundo la gran mayoría de los políticos participen en este juego; ¿quién va a tener tanto poder e influencia como para mantener a medio mundo aislado?

Monseñor Viganò: Le respondo con un ejemplo: la Iglesia es una institución supranacional que está presente en todo el mundo con diócesis, parroquias, comunidades religiosas, conventos, universidades, colegios y hospitales. Todas estas instituciones están a las órdenes de la Santa Sede, y cuando el Papa dispone una jornada de oración o ayuno todos los católicos del mundo le obedecen. Si un dicasterio de la Curia Romana da unas orientaciones, todos los católicos del mundo las cumplen. El efecto es capilar e inmediato gracias a una estructura jerárquica eficiente. Y dentro de los límites nacionales sucede también igual en los estados: cuando el cuerpo legislativo aprueba una ley, los organismos correspondientes la cumplen.

El estado profundo y la iglesia profunda funcionan de manera parecida: se valen de una estructura marcadamente jerárquica en la que prácticamente no hay un elemento democrático. Las órdenes se imparten desde arriba y se acatan de inmediato, porque se sabe que la desobediencia puede suponer el fracaso profesional, el ostracismo social y en algunos casos hasta la muerte física. Esta obediencia es fruto de la coacción: te promociono, te doy autoridad, te hago rico y famoso pero a condición de que hagas lo que yo digo. Si obedeces y eres fiel, aumentará tu autoridad y tu riqueza; si desobedeces, eres hombre muerto. Supongo que los lectores de lengua alemana se acordarán automáticamente del Fausto de Goethe.

Salvo raras excepciones, todos los políticos que gobiernan las naciones forman parte del estado profundo. De lo contrario no estarían donde están. Pensemos en las elecciones estadounidenses del pasado 3 de noviembre. Como el presidente Trump no estaba alineado con el pensamiento único, se decidió expulsarlo mediante un fraude electoral de proporciones inauditas y contrariando la voluntad del pueblo. Los procesos que se están llevando a cabo en Estados Unidos están confirmando los fraudes e irregularidades. Creo que en los próximos meses saldrán a la luz pruebas de esa estafa que, oh casualidad, ha llevado a la Casa Blanca a un demócrata católico progresista totalmente alineado con el plan del Gran Reinicio. Bien mirado, la dimisión de Benedicto XVI y la elección de Jorge Mario Bergoglio parecen responder a la misma dinámica y proceder del mismo lobby de poder.

Por lo que he oído, en Alemania también ha habido indicios que demostrarían que en la gestión de la pandemia se han falsificado datos a fin de legitimar la vulneración de los derechos de los ciudadanos. Y a pesar del preocupante número de personas afectadas por efectos secundarios de la vacuna o fallecidas a consecuencia de ésta, siguen machacando con la obligación de vacunarse, cuando a estas alturas es evidente que no garantiza la inmunidad y que no evitará ni el distanciamiento social ni la obligación de portar mascarilla.

Hay motivos para sostener que la gestión del covid está organizada bajo una dirección única y con un único guión. Hace unos días, el gobernador del estado de Nueva York Andrew Cuomo reconoció que se había recibido instrucciones de ingresar a los ancianos en residencias; ancianos que fallecieron a causa de una normativa terapéutica errónea, intubados y obligados a estar conectados a un respirador artificial. Instrucciones que les dio el Imperial College de Londres, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates. Y qué casualidad, los patrocinios del filántropo estadounidense afectan a muchísimas entidades nacionales, incluso del gobierno, haciéndolas depender económicamente de un individuo que teoriza la despoblación del planeta por medio de una pandemia.

Me ha preguntado quién podría tener suficiente poder e influencia para tener a medio mundo aislado. Pues quien dispone de enormes recursos, como disponen precisamente ciertos personajes bien conocidos entre los que destacan Bill Gates y George Soros; gente que está en condiciones de financiar la propia OMS, interviniendo en sus decisiones y obteniendo pingües beneficios, ya que también tiene acciones de las compañías farmacéuticas.

DW: En su carta abierta al entonces presidente Donald Trump habló de un enfrentamiento entre las fuerzas de la luz y las de las tinieblas. Mirando el año 2020 en retrospectiva, ¿cómo se ha ido desarrollando ese conflicto hasta el día de hoy?

Monseñor Viganò: Como pasa siempre en los asuntos terrenos, la guerra entre el bien y el mal, entre los hijos de la luz y los de las tinieblas, siempre parece inclinarse a favor de estos últimos. Satanás, que es el príncipe de este mundo, tiene muchos secuaces organizadísimos e infinidad de sirvientes. Por su parte, los buenos parecen numéricamente inferiores y poco organizados, con frecuencia anónimos, y casi siempre desprovistos de todo poder y de unos medios económicos que les permitan actuar con la misma eficacia que sus enemigos. Pero siempre ha sido así, porque la victoria no es de los buenos, sino de Cristo. Ego vici mundum: Yo he vencido al mundo, nos advierte Nuestro Señor. Nosotros aportamos nuestra pequeña contribución, tal vez de forma heroica, pero sin la gracia de Dios no somos capaces de nada: sine me nihil potestis facere.

2020 nos ha obligado a mirar a los ojos a la Medusa mundialista, haciéndonos ver lo fácil que es para el estado profundo imponer una tiranía sanitaria a miles de millones de personas. Un virus no aislado, con un porcentaje altísimo de supervivencia, es aceptado como instrumentum regni, como un medio de dominar a los súbditos, con la complicidad de los gobernantes, de los medios de prensa y de la propia jerarquía eclesiástica. La crisis económica ocasionada por el confinamiento debe hacer inevitable la anulación de las deudas y la institución de la renta universal al precio de renunciar a la propiedad privada y la aceptación de la localización a través del pasaporte sanitario. Quien se niegue a vacunarse podrá ser internado en campos de detención ya listos en numerosos países, entre ellos Alemania11. La conculcación de los derechos constitucionales y religiosos será tolerada por los tribunales en aras de una emergencia eterna que prepara las masas para la dictadura. Esto es lo que nos espera, según reconocen los propios autores del Gran Reinicio.

Pero esta sucesión de medidas severas motivadas por ridículas y contradichas por la evidencia está debilitando muchas certezas en cosas a las que hasta ahora las masas concedido una aceptación fideísta rayana a veces en la superstición. Las acusaciones iniciales de negacionismo a quien pone en tela de juicio las absurdas afirmaciones de sedicentes expertos han hecho entender a muchos que el covid nos es presentado con connotaciones religiosas precisamente para que no sea tema de discusión, porque desde el punto de vista científico se lo habría considerado igual que los coronavirus de años anteriores. Estas contradicciones están abriendo los ojos a muchos, aun en medio del descarado servilismo de los medios y la creciente censura de los objetores en las redes sociales.

DW: ¿Cómo sería el mundo si triunfaran las fuerzas que V.E. llama de las tinieblas?

Monseñor Viganò:
Un mundo en el que triunfara el estado profundo vería el cumplimiento de las peores situaciones descritas por el Apocalipsis, los Padres de la Iglesia y los místicos. Sería un reino infernal en el que todo lo que recuerde remotamente a la sociedad cristiana –de la religión a las leyes, la familia, la enseñanza, la sanidad y el trabajo– sería inevitablemente prohibido, alterado y corrompido. Los heterosexuales perseguidos, las familias formadas por un hombre y una mujer prohibidas, los hijos naciendo en vientres de alquiler, la historia censurada, la religión desacreditada, la honradez y la disciplina ridiculizadas, el honor tildado de concepto fascista, la virilidad condenada como tóxica, la maternidad deplorada como no sostenible, la vejez obligada a someterse a la eutanasia, la enfermedad considerada oportunidad de lucro y la salud bajo sospecha. Y al cabo de dos siglos de adoctrinamiento se renegaría de la famosa democracia, en nombre de la cual quien nos gobierne lo hará sin haber sido elegido, por el bien de la salud pública.

Sólo en el Reino de Cristo puede haber paz y verdadera concordia. En la tiranía de Satanás se imponen el terror, la represión, la guerra contra el bien y la autorización de los más vergonzosos vicios.

DW: ¿Cómo cree que se puede evitar todo eso?

Monseñor Viganò: Debemos procurar que lo que ha sucedido hasta ahora no logre sus objetivos finales. Podemos y debemos denunciar los engaños y mentiras que nos endilgan a diario quienes nos consideran siervos estúpidos y creen que nos podrán someter sin que reaccionemos. Si hay leyes que tutelen los derechos naturales de los ciudadanos, es necesario que todos alcen la voz y protesten valerosamente pidiendo a los jueces que los responsables de este golpe de estado mundial sean procesados y condenados.

No podemos permitir que por miedo a una pandemia artificial los países del mundo se vean abocados a unas crisis económica y social inducidas, ni que se restrinjan las libertades infringiendo las leyes y el sentido común. Si sabemos mantenernos firmes y no nos echamos atrás ante esta una oportunidad más propicia, y estaremos a tiempo de impedir que se instale la tiranía. Y si nos quedamos cruzados de brazos, ese plan infernal se volverá irreversible.

No olvidemos que, como católicos, tenemos una responsabilidad grandísima tanto de cara a nuestros pastores como a nuestros gobernantes. Podemos y debemos dejar de obedecer cuando se nos pida que acatemos leyes inicuas o contrarias al Magisterio inmutable de la Iglesia. Si nos oponemos con firmeza y valor como en tiempos de los mártires, haremos nuestra parte para obtener del Cielo gracias que pueden transformar la suerte de la humanidad y retrasar la persecución de los últimos tiempos.

Roguemos, pues, con toda confianza a la Virgen Santísima, Reina de las victorias y Auxilio de los cristianos, para que sea nuestra Generala en esta épica batalla. Esté a su flanco el glorioso arcángel San Miguel para que mande de vuelta al Infierno a Satanás y demás espíritus malignos que ad perditionem animarum pervagantur in mundo.

+ Carlo Maria Viganò, arzobispo

28 de febrero de 2021

Dominica II Quadragesimæ


(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

Los vientos del concilio, el caos de Biden y el caos del Papa Francisco



Seguimos con los ecos de la rueda de prensa del Papa Francisco a su vuelta de Iraq. La noticia del viaje ha tenido muy poco presencia en la prensa generalista, el contenido de sus discursos de estos días, ninguna. Lo que sí tenemos seguro es que cuando el Papa Francisco improvisa, abandona los papeles preparados y nos da titulares para unos días. Ya hicimos referencia ayer a los aspectos que nos parecen más relevantes, hoy seguimos con noticias en la misma línea que no aportan nada al contenido de fondo. El Papa Francisco hace referencia a seguir ‘la línea que enseñó el concilio’, como mantra que justifica todo y que hace callar al posible adversario. El único concilio no dogmático de toda la historia se está convirtiendo en el más dogmático, hasta el punto de pretender anular todos los anteriores introduciéndonos en la quimera de refundación de la Iglesia Católica. Se rechaza todo lo anterior, el tesoro de dos milenios de fe, porque ya no sirve, y se nos ofrece un mundo de lentejuelas, de arco iris, de discursos imposibles que nos están enfilando al precipicio. El tan citado espíritu del concilio, del que tanto se ha hablado y escrito se ha convertido en un alma en pena que vaga por el mundo buscando en quien encarnarse.

Biden sigue con sus manifestaciones católicas provocando un mar de confusión. Mantenerse de perfil en esta situación es imposible y muchos católicos están dispuestos a tomar partido contra de Biden. Las instituciones eclesiásticas no pueden seguir una línea acrítica hacia la acción de un presidente que niega la doctrina cristiano-católica. En el Vaticano son plenamente conscientes de que Biden está ‘abierto’ a la llamada «ideología de género» y sigue tomando medidas en esta dirección. El Papa Francisco se ha puesto en contra de la proliferación de esa «teoría», pero es favorable a las leyes que rigen la «convivencia civil» y Biden es un «aliado» útil para el multilateralismo diplomático, del reconocimiento del «derecho a migrar» y para la expansión de la «ecología integral». Nos tememos que seguiremos en la buscada confusión.

Toda la entrevista es interesante, pero nos detenemos en la referencia a la confusión que provoca el Papa Francisco con sus intervenciones: «hay una gran confusión en la Iglesia sobre cuestiones doctrinales, morales y litúrgicas, y aunque el Papa diga lo contrario, el mundo en que nos encontramos es tal que una serie de comentarios ambiguos que hace se utilizarán en el sentido de una ruptura con la Tradición de la Iglesia. El Sumo Pontífice introdujo dos novedades: En primer lugar, habla mucho sin haber preparado sus declaraciones: en el avión, en reuniones con periodistas, etc. La otra novedad se puede ver, por ejemplo, en la encíclica Hermanos Todos, cuando el Papa dice: «Soñamos» y utiliza el pronombre personal «Yo». Sus sueños son muy interesantes, por supuesto, pero no tienen la autoridad de un Papa que, con la ayuda del Espíritu Santo, se coloca en la continuidad de dos mil años de la Iglesia. Realmente hemos pasado a otro modo de comunicación que, por un lado, es un factor de profunda confusión y, por otro, permite a los enemigos de la Iglesia utilizar las ambigüedades así creadas».

Specola

martes, 9 de marzo de 2021

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa (José Martí) [7]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: [1]  [2]  [3]  [4] [5] y [6]



13. Mirarte es mi deseo
y ser por tí mirado en mi interior.
Pues aunque nada veo
sí sé bien de tu amor
y, por tu ausencia, muero de dolor.


14. Cuando sólo tú cuentes
porque haya mi cáliz apurado,
sentiré como sientes.
Y, en tus ojos mirado,
veré mi cuerpo todo iluminado.

José Martí


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Cómo conseguir el libro

- El libro (1ª edición) puede conseguirse en la librería Diocesana de Murcia capital (968212489) y  en la Diocesana de Cartagena (968521709).  Pueden realizarse encargos en esos números de teléfono. El precio del libro en estas tiendas es de 10 euros.

- También en la librería González-Palencia (Tel 968242829). Disponible en tienda o en la web:

https://www.diegomarin.com/9788418009617-poesia-olvidada-la.html (Precio libro 9, 51 €)

https://www.diegomarin.com/la-poesia-olvidada.html (Precio e-book 4,13 €)

-  La 2ª edición del libro (versión corregida y aumentada) puede adquirirse en Amazon (edición impresa 13,55 euros y precio Kindle 2,69 euros)

Confieso MI PEOR EXPERIENCIA sobre EL 8M y doy LAS GRACIAS, de corazón, A LAS MUJERES

 EL TEATRO DE WILL


Duración 9:41 minutos

lunes, 8 de marzo de 2021

Conferencia de Prensa de Francisco en el vuelo de regreso de Irak a Roma

 SECRETUM MEUM MIHI


Para los periodistas que cubren los viajes de Francisco, aunque no lo admitan, la verdadera carne está en las ruedas de prensa que suele conceder en los vuelos de regreso a Roma al final de cada uno de ellos. Pues bien, la verdad en este caso, cuando se dio la rueda de prensa en el vuelo de Irak a Roma, nosotros en lo particular esperabamos cuál iba a ser la declaración explosiva, pero ya ven, no hay una propiamente dicha.

La agencia Aciprensa, Mar-08-2021, trae una versión en español de dicha rueda de prensa.


Papa Francisco: Antes que nada, gracias por su trabajo y por vuestra compañía, por su cansancio. Hoy es el Día de la Mujer, felicitaciones a las mujeres: la fiesta de la mujer. Pero hablábamos ¿por qué no hay fiesta de los hombres? También en el encuentro con la esposa del presidente. Yo decía por qué los hombres estamos siempre en fiesta y se quiere hacer una fiesta de las mujeres. Y la esposa del presidente habló bien sobre las mujeres y me dijo cosas bellas hoy: esa fortaleza que tienen las mujeres para salir adelante en la vida, la historia, la familia, muchas cosas. Felicitaciones a todos. Y en tercer lugar, hoy es cumpleaños de la periodista de la COPE. ¿Ayer? Muchas felicitaciones y debemos festejarlo. Luego veremos cómo, aquí puede. Muy bien. Ahora la palabra es de ustedes.

Abdul Karim Atrach - Sky news Arabia: Santidad, hace dos años en Abu Dhabi se dio el encuentro con el imán de Al Azhar y la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana. Hace tres día usted se encontró con Al Sistani. ¿Se puede pensar en una cosa similar con la rama chiíta del islam? Y luego un segundo tema. San Juan Pablo II decía sobre el Líbano que más que un país, es un mensaje. Pero ahora este mensaje está desapareciendo. ¿Pensamos en una eminente futura visita suya al Líbano?

Papa Francisco: El documento de Abu Dhabi del 4 de febrero fue preparado con el gran imán, en secreto durante seis meses: rezando, reflexionando, corrigiendo el texto. Diría que fue un poco presuntuoso, pero tómenlo como una presunción, un primer paso de esto que usted me pregunta. Podemos decir que este sería el segundo y habrá otros. Es importante el camino de la fraternidad. Luego los dos documentos, el de Abu Dhabi ha dejado en mí la inquietud de la fraternidad y salió Fratelli tutti. Ambos documentos se deben estudiar porque van en la misma dirección, buscan la fraternidad.

El ayatolá Al Sistani tiene una frase que espero recordar bien: ‘Los hombres son hermanos por religión o iguales por creación’. La fraternidad y la igualdad, pero bajo la igualdad no podemos andar. Creo que es un camino también cultural. Pensemos, nosotros los cristianos, en la guerra de los 30 años, en la Noche de San Bartolomé, para poner un ejemplo, pensemos en esto. Cómo entre nosotros cambia la mentalidad porque nuestra fe nos hace descubrir que es esto la revelación de Jesús, el amor, la caridad y nos lleva a esto, pero cuántos siglos para actuarlos. Esto es una cosa importante: la fraternidad humana, que como hombres somos todos hermanos y debemos ir adelante con las otras religiones.

El Concilio Vaticano II ha dado un importante paso sobre esto con la institución luego del Consejo para la Unidad de los Cristianos y el Consejo para el Diálogo Interreligioso, el Cardenal Ayuso nos acompaña hoy. Tú eres humano, eres hijo de Dios, eres mi hermano. Punto.

Esta sería la indicación más grande. Muchas veces se debe uno arriesgar para dar estos pasos. Usted sabe que hay algunas críticas que [dicen] ‘el Papa no es valiente, es un inconsciente que está dando pasos contra la doctrina católica, que está a un paso de la herejía’. Son los riesgos, pero estas decisiones se toman siempre en oración, en diálogo, pidiendo consejo, en reflexión, no son un capricho. Y también están en la línea que el Concilio nos ha enseñado, esto sobre su primera pregunta.

La segunda, el Líbano es un mensaje. Líbano sufre. Líbano es más que un equilibrio. Tiene la debilidad de la diversidad, aunque algunas todavía no reconciliadas, pero tiene la fortaleza del gran pueblo reconciliado, como la fortaleza de los cedros.

El Patriarca Rai me ha pedido por favor, en este viaje, de hacer una escala en Beirut, pero me ha parecido poco, una migaja ante un problema de un país que sufre como el Líbano. Escribí una carta e hice la promesa de hacer un viaje al Líbano, pero el Líbano en este momento está en crisis, pero en crisis, no quiero ofender, en crisis de vida eh. El Líbano, tan generoso el Líbano en la acogida de prófugos. Esto respecto al viaje.

Johannes Neudecker - DPA: ¿En qué medida el encuentro con Al Sistani era un mensaje hacia los jefes religiosos de Irán?

Papa Francisco: Yo creo que es un mensaje universal. Yo sentí el deber de, en esta peregrinación de fe y penitencia, de ir a encontrar un grande, un sabio, un hombre de Dios. Y solamente escuchándolo se percibe esto. Y hablando de los mensajes, es un mensaje para todos, es un mensaje para todos. Él es una persona que tiene aquella sabiduría y prudencia. Me decía: “Desde hace 10 años -creo que me ha dicho- no recibo a la gente que viene… sí a visitarme; pero, con otros objetivos políticos o culturales, no. Solamente religiosos”. Y él fue muy respetuoso, muy respetuoso en la reunión. Me sentí honrado, también en el saludo, que él nunca se levanta al saludar y se levantó para saludarme dos veces.

Un hombre humilde y sabio. Me hizo bien al alma esa reunión. Es una luz. Estos sabios están en todas partes porque la sabiduría de Dios se ha extendido por todo el mundo, ¿no?

También ocurre lo mismo con los santos que no son solamente los de los altares, son los santos de todos los días. Aquellos que yo llamo “los de la puerta de al lado”. Los santos, hombres y mujeres, que viven su fe, sea la que sea, con coherencia. Que viven los valores humanos con coherencia. La fraternidad con coherencia. Creo que tenemos que descubrir a estas personas, destacarlas, porque hay tantos ejemplos. Cuando hay escándalos en la Iglesia, muchos, y esto no ayuda, pero mostremos las personas que buscan el camino de la fraternidad. Los santos de la puerta de al lado, ¿no? Y encontraremos gente de nuestra familia, seguramente. Algún abuelo, alguna abuela, seguro.

Eva Fernández - Radio COPE: Durante estos días su viaje a Irak ha tenido una enorme repercusión en todo el mundo, ¿cree que puede ser el viaje de su Pontificado? Y también se ha dicho que era el más arriesgado ¿Ha tenido miedo en algún momento de su viaje? Una vez que reprendemos estos viajes y usted está a punto de cumplir el octavo año de pontificado ¿sigue pensando que será corto? Y la gran pregunta de siempre Santo Padre ¿Regresará alguna vez a Argentina? ¿Tendrá España esperanza todavía de que algún día vaya el Papa?

Papa Francisco: Comienzo por la última, que es una pregunta, y la entiendo, porque en aquel libro de mi amigo el periodista Nelson Castro, médico, él había hecho un libro sobre la enfermedad de los presidentes. Y yo una vez le dije, ya en Roma, tú debes hacer una sobre la enfermedad de los Papas, porque será interesante conocer las enfermedades de los Papas, al menos de algunos que de los últimos tiempos ¿no? Y comenzó a hacerlo. Él me hizo la entrevista, salió el libro, me dicen que es bueno, yo no lo he visto. Él me hizo una pregunta: Si renuncia, si muero o si renuncio. ¿Si usted renuncia, volverá a Argentina o permanecerá aquí? Yo dije no volveré a Argentina, esto lo he dicho, pero permaneceré aquí en mi diócesis, pero en esa hipótesis.

Esto va unido a la pregunta: ¿Cuándo voy a Argentina? ¿Por qué no voy? Yo respondo siempre, un poco irónicamente: “He estado 76 años en Argentina, suficiente ¿no?”. Pero, hay algo que no sé por qué no se dice. Estuvo programado un viaje a Argentina en noviembre de 2017, se comenzaba a trabajar, se hacía Chile, Argentina y Uruguay. Habría sido a finales de noviembre, pero, en aquel tiempo Chile estaba en campaña electoral, en aquellos días en diciembre fue elegido el sucesor de Michelle Bachelet. Yo tenía que ir antes de que cambiara el gobierno, no podía ir después, pero hicimos así, e ir en enero a Chile. Luego, en enero a Argentina y Uruguay no era posible porque en enero es como nuestro agosto aquí, julio y agosto, en ambos países.

Repensando el asunto fue hecha la sugerencia del por qué no tomar Perú, porque Perú había sido pasado por alto en el viaje de Ecuador, Bolivia, Paraguay y se mantuvo aparte. Y de ahí nació el viaje en enero entre Chile y Perú. Pero esto lo que quiero decir para que no se hagan fantasías de ‘patriafobia’ ¿no? Cuando estará la oportunidad, se deberá hacer ¿no? Argentina, Uruguay, el sur de Brasil que son un complejo cultural muy grande.

Después, sobre los viajes. Yo, para tomar una decisión sobre los viajes, escucho. Las invitaciones son muchas y escucho los consejos de los asesores y de la gente. Hay veces que viene alguno, “¿qué piensas, debo ir o no?”. Y me hace bien escuchar. Eso me ayuda a tomar la decisión más tarde. Escucho a los consejeros y al final, rezo, rezo y pienso mucho, sobre algunos viajes he reflexionado mucho. Y luego la decisión viene de dentro. Que se haga, casi espontáneo, como una fruta madura. Es un largo camino, ¿no? Algunos son más difíciles, otros son más fáciles.

La decisión sobre este viaje viene de antes de aquella primera invitación de la embajadora, médico pediatra que fue la embajadora de Irak, insistió. Luego, vino la embajadora en Italia que es una mujer de lucha. Entonces llegó el nuevo embajador en el Vaticano, y luchó, antes había venido el presidente, todas estas cosas se quedaron adentro.

Pero hay otra cosa anterior que quisiera mencionar, una de ustedes me regaló la edición española de “La última joven”, yo la leí en italiano y después la entregué a Elisabetta Piqué para que la leyera. ¿La has leído? Más o menos. Está la historia de los yazidi, Nadia Murad allí relata aquello espantoso, espantoso. Yo les aconsejo leerlo, en algunos puntos como es biográfico podrá parecer un poco pesado, pero para mí ha sido el trasfondo, el telón de fondo de mi decisión, aquel libro trabajaba dentro, y cuando escuché a Nadia, que vino a contarme las cosas terribles, después con el libro. Yo, todas estas cosas juntas han hecho la decisión, pensando a todos, todos los problemas, mucho, pero al final vino la decisión y la tomé.

Después, el octavo año de Pontificado, ¿debo hacer así? -cruzando los dedos-. No sé si los viajes se alentarán o no. Solo les confieso que, en este viaje me cansé mucho más que en los otros ¿eh? Los 84 [años de edad] no vienen solos ¿eh? Es una consecuencia. Pero, veremos.

Ahora, debo ir a Hungría a la Misa final del Congreso Eucarístico, no visita al país, sino a la Misa. Pero, Budapest está a dos horas de Bratislava ¿por qué no hacer una visita a los eslovacos? No sé, y así comienzan las cosas ¿no?

Chico Harlan - Washington Post: Personas sin vacunar estuvieron cantando juntas. ¿Le preocupa que las personas que vinieron a verlo puedan enfermar o incluso morir? ¿Puede explicar esa reflexión y ese cálculo?

Papa Francisco: Como dije recientemente, los viajes se cocinan en el tiempo en mi conciencia. Y esta es una de las cosas que más me hacían [decir]: quizás, quizás. He pensado mucho, he rezado mucho sobre esto. Y al final tomé la decisión libremente, pero que venía del interior. Yo decía, que aquel que me hace decidir así se ocupará de la gente. Y así se toma la decisión, después de la oración y después del conocimiento de los riesgos, después de todo.

DesantPierre - KTO: Santidad, hemos visto el coraje y el dinamismo de los cristianos iraquíes. Hemos visto también los retos que deben afrontar: la amenaza de la violencia islamista, el éxodo de los cristianos y el testimonio de la fe en su ambiente. Estos son los desafíos de los cristianos en toda la región. Hemos hablado del Líbano, pero también de Siria, Tierra Santa, etc. Hace 10 años tuvo lugar el Sínodo para Oriente Medio, pero su desarrollo se interrumpió por el ataque contra la Catedral de Bagdad. ¿Piensa organizar algo para todo Oriente Medio, ya sea un Sínodo regional o alguna otra iniciativa?

Papa Francisco: No estoy pensando en un sínodo. Iniciativas, sí, estoy abierto a muchas. Pero el sínodo no me ha venido. Usted ha sembrado la primera semilla. Veremos qué sucede. La vida de los cristianos en Irak es una vida dura, pero no sólo de los cristianos. He hablado [en estos días] con yazidíes y [con miembros] de otras religiones que no se sometieron al poder de Daesh [Estado Islámico]. Y esto, no sé por qué, les ha dado una fuerza muy grande, pero está el problema que usted dice de la emigración. Ayer, mientras me encontraba en el coche de Qaraqosh a Erbil, mucha gente joven de edad muy baja, el nivel de edad es muy bajo. Mucha gente joven. Y la pregunta que alguno me hizo es la pregunta de esta gente joven: ¿Cuál es el futuro? ¿A dónde irán? Muchos deberán dejar el país, muchos. Antes de salir de viaje, al día siguiente, vinieron a despedirse de mí 12 refugiados iraquíes. Uno tenía una prótesis en la pierna porque había escapado bajo el camión y sufrió un accidente, escaparon muchos.

La emigración es un derecho doble: derecho a no emigrar y derecho a emigrar. Pero esta gente no tiene ninguno de los dos. Porque no pueden no emigrar, no saben cómo hacerlo, y no pueden, y no pueden emigrar porque el mundo todavía no ha tomado conciencia de que la emigración es un derecho humano. La otra vez, luego retomo a lo de la emigración. La otra vez me decía un sociólogo italiano hablando del invierno demográfico en Italia: dentro de 40 años deberemos importar extranjeros para que trabajen y paguen los impuestos (con los que se financian) nuestras pensiones. Vosotros, franceses, habéis sido más listos, habéis avanzado 10 años con la ley de sostenimiento de la familia y vuestro nivel de crecimiento es muy grande. Pero la inmigración se vive como una invasión. Ayer quise, porque me lo pidió, recibir al padre de Alan Kurdi. Ese niño es un símbolo. Alan Kurdi es un símbolo. Por eso le regalé la escultura a la FAO. Es un símbolo que va más allá de un niño muerto en la emigración. Es un símbolo de civilización que muere, que no puede sobrevivir. Un símbolo de humanidad. Hace falta medidas urgentes para que la gente tenga trabajo en su hogar y no necesite emigrar. Y también medidas para proteger el derecho de emigración.

Es verdad que cada país debe estudiar bien sus posibilidades de recibir, porque no se trata de recibirlos y abandonarlos en la playa. Recibirlos, acompañarlos, darles sostenimiento e integrarlos. La integración del migrante es la clave.

Dos anécdotas: en Zaventem, en Bélgica, los terroristas eran belgas. Nacidos en Bélgica, de emigrantes musulmanes guetizados [que viven en guetos], no integrados. Otro ejemplo, cuando estuve en Suecia, al despedirme del país, estaba la ministra, no sé de qué era, jovencísima, y tenía una fisonomía especial, no típica de los suecos. Era hija de un migrante y de una sueca, tan integrada que llegó a ministra. Hablando de estas cosas nos hará pensar mucho. Integrar. Sobre la migración, que creo que es el drama de la región. Y también querría dar las gracias a los países generosos, los países que reciben a los emigrantes, el Líbano. Líbano ha sido generoso con los migrantes. Hay más de dos millones de sirios allí, al menos. Y Jordania que, por desgracia no sobrevolaremos Jordania, porque el rey de Jordania, Abdulá, generosísimo, quería hacernos un homenaje con los aviones al pasar, le doy las gracias ahora. Jordania ha sido muy generosa: más de millón y medio de migrantes. Y otros muchos países, pero por mencionar a dos. Gracias a estos países generosos. Muchas gracias.

Stefania Falasca, Avvenire: Buenos días Padre. Usted en tres días, en este país que es un país del Medio Oriente, ha hecho lo que los poderosos de la Tierra discuten desde hace 30 años. Usted ya ha explicado cuál es la génesis interesante de sus viajes, cómo nace la elección de sus viajes. Pero en esta contingencia, pensando en Medio Oriente ¿Usted puede tomar en cuenta próximamente algún viaje a Siria y cuáles pueden ser los objetivos, digamos, de aquí a un año, de otros lugares en donde se pide su presencia?

Papa Francisco: Gracias. Sobre Medio Oriente, sobre la hipótesis también la promesa, está en el Líbano, no he pensado en un viaje a Siria. No lo he pensado porque no me ha venido la inspiración, pero estoy muy cercano a la amada y martirizada Siria, así la llamo. Recuerdo al inicio del pontificado, esa tarde de oración en la Plaza de San Pedro con la adoración al Santísimo, rezando el Rosario. Pero, ¡cuántos musulmanes con la alfombra rezaban con nosotros! Por la paz en Siria, para que se acaben los bombardeos. En ese momento se decía que habría un bombardeo feroz. Yo llevo en el corazón a Siria pero pensar en un viaje no me ha venido a la mente en este momento. Gracias.

Sylvia Wysocka, prensa polaca: Santidad, en estos doce meses muy difíciles también su actividad ha estado muy limitada. Ayer tuvo el primer contacto directo y muy cercano con la gente en Qaraqosh. ¿Qué cosa ha encontrado? Y luego, según usted, ahora con todo el régimen sanitario ¿se puede también volver a comenzar las audiencias generales con la gente, con los fieles, como eran antes?

Papa Francisco: Me siento distinto cuando estoy lejos de la gente en las audiencias. Quisiera volver a empezar las audiencias generales rápido. Esperamos que se den las condiciones. En esto yo sigo las normas de las autoridades, ellos son los responsables y ellos tienen la gracia de Dios para ayudarnos en esto. Ellos son los responsables de dar las normas, nos gusten o no. Los responsables son ellos y deben hacerlo así. Ahora he comenzado en la plaza el Ángelus, con distancia se puede hacer.

Hay una propuesta de pequeñas audiencias generales, pero no he decidido por qué no era claro el desarrollo de la situación, pero luego de estos meses de “prisión”, realmente me sentía un poco prisionero y esto es para mí revivir. Revivir porque es tocar la Iglesia, tocar el santo pueblo de Dios, tocar a todos los pueblos. Un sacerdote se hace sacerdote para servir, al servicio del pueblo de Dios, no por carrerismo, ¿no? No por el dinero.

Esta mañana en la Misa era la curación de Naamán el sirio. Dice que este Naamán quería dar dones luego de su curación, pero el profeta Eliseo lo rechazó. Pero la Biblia continúa: el asistente del profeta Eliseo luego cuando se fue, estimó bien al profeta y siguió a Naamán y le pidió dones. Y Dios dice “la lepra que tuvo Naamán ahora estará contigo”.

Tengo miedo que nosotros, hombres y mujeres de Iglesia, sobre todo que nosotros los sacerdotes, no tengamos esta cercanía gratuita al pueblo de Dios, que es lo que nos salva. Y hagamos como el siervo de Naamán, de ayudar pero luego vayamos detrás. A esa lepra le tengo miedo. Lo único que nos salva de la lepra de la codicia, de la soberbia, es el santo pueblo de Dios, eso que Dios dijo a David: “Te saqué de la grey, no te olvides de la grey”. Eso que Pablo dijo a Timoteo: “Recuerda a tu madre y a tu abuelo que te han alimentado la fe”.

Es no perder la pertenencia al pueblo de Dios y convertirse en una casta privilegiada de consagrados, clérigos, cualquier cosa. Por esto el contacto con el pueblo nos salva, nos ayuda. Nosotros damos al pueblo de Dios la Eucaristía, la predicación, nuestra función, pero ellos nos dan la pertenencia. No olvidar esta pertenencia al santo pueblo de Dios.

Luego, usted comenzaba así, ¿qué cosa he encontrado en Irak, en Qaraqosh? No me imaginaba las ruinas de Mosul y Qaraqosh. No me las imaginaba, realmente. Sí, he visto las cosas, he leído el libro pero esto toca, esto es apelante.

Después lo que más me ha tocado ha sido el testimonio de una madre en Qaraqosh. Dio su testimonio un sacerdote que realmente conoce la pobreza, el servicio, la penitencia, y una mujer que en los primeros bombardeos del Daesh perdió a su hijo. Ella dijo una palabra: perdón. Yo me quedé conmovido, una madre que dice “perdón y pido perdón por ellos”. Me vino a la memoria el viaje a Colombia, el encuentro en Villavicencio donde muchas personas, mujeres sobre todo, madres o esposas, contaban su experiencia del asesinato del hijo o del esposo, y decían “perdón, yo perdono”. Esta palabra la hemos perdido. Sabemos insultar a lo grande, sabemos condenar a lo grande. Yo el primero, esto lo sabemos bien, pero perdonar. Perdonar a los enemigos, esto es Evangelio puro. Esto es lo que más me ha tocado en Qaraqosh.

Papa Francisco: Desde hace casi una hora que estamos hablando y yo sigo, pero la fuerza… hagamos, ¿cómo se dice?, la última antes de festejar el cumpleaños.

Catherine Marciano - AFP: Santidad, quiero saber qué cosa ha sentido desde el helicóptero viendo la ciudad destruida de Mosul y luego rezando en las ruinas de una iglesia. Y como es el Día de la Mujer, quiero hacer una pequeña pregunta sobre las mujeres. Usted ha sostenido a las mujeres en Qaraqosh con palabras muy bellas, pero ¿qué cosa piensa sobre una mujer musulmana enamorada que no puede casarse con un cristiano sin antes ser descartada por su familia o algo peor? La primera pregunta era sobre Mosul, Gracias Santidad.

Papa Francisco: Sobre Mosul he dicho un poco al pasar eso que he sentido. Cuando estuve ante la iglesia destruida no tuve palabras, era para no creer. No solo la iglesia sino las otras iglesias, incluso una mezquita destruida, se ve que no estaba de acuerdo con la gente esta. Para no creer la crueldad humana nuestra. En este momento no quiero decir la palabra “recomenzar”, pero miremos al África. Con nuestra experiencia de Mosul, de estas iglesias destruidas, se crea la enemistad, la guerra y también comienza a actuar el llamado Estado Islámico. Esto es algo feo, muy feo.

Y antes de pasar a la otra pregunta, una pregunta que me vino a la mente en la iglesia era esta: “¿Quién vende las armas a estos destructores?”. Porque las armas no las hacen ellos en casa. Sí, cualquier cosa harán, pero ¿quién vende las armas, quién es responsable?. Al menos pediría que estos que venden las armas tengan la sinceridad de decir: “Nosotros vendemos las armas”. Lo digo, es malo.

Las mujeres. Las mujeres son más valientes que los hombres, eso es verdad, lo siento así. Pero la mujer también hoy es humillada. Vayamos al extremo. No sé quién, una de ustedes me hizo ver, no sé si tú Eva, la lista de los precios de las mujeres. Yo no podía creer que si la mujer es así entonces cuesta tanto. Las mujeres se venden, se esclavizan.

También en el centro de Roma el trabajo contra la trata es un trabajo de todos los días. En el Jubileo fui a visitar una de las muchas casas de la obra del Padre Benzi: muchachas rescatadas y una con la oreja cortada porque no tenía el dinero suficiente ese día, otra que fue llevada de Bratislava en la maletera del auto, esclava, secuestrada. Esto sucede entre nosotros, los educados, la trata de la gente.

En estos países, algunos, especialmente la parte del África, hay mutilación como un rito que se debe hacer, pero las mujeres son aún esclavas y debemos luchar por la dignidad de las mujeres. Son quienes llevan adelante la historia, esto no es una exageración. Las mujeres llevan adelante la historia y no es un cumplido hoy en el Día de la Mujer.

Es cierto, la esclavitud es así, el rechazo a la mujer. Pensar que un puesto x se hizo una discusión para que el rechazo a la mujer deba ser por escrito o solo oral, ni siquiera el derecho a tener el acto de repudio, ¡y esto sucede hoy!

Pero, para no alejarnos, pensamos en el centro de Roma, en las muchachas que son secuestradas y explotadas, ¿no? Creo que he dicho todo sobre esto. Les deseo un buen fin del viaje y les pido rezar por mí que lo necesito. Gracias.

NOTICIAS VARIAS 8 de marzo de 2021

 


The Wanderer

Tomando mate con Lutero

Adelante la Fe

La mujer en la historia de la salvación

Es. News

Comunión en la mano, Misa Antigua: el fundador no reconocería al Opus Dei

Il Settimo Cielo

Su Santidad recuerda felicitar a las mujeres el 8-M (Carlos Esteban)



En medio de su histórico viaje apostólico a una tierra donde tanto han sufrido y sufren los cristianos, el Irak azotado por los conflictos y apenas recuperado del azote del ISIS, Su Santidad ha encontrado tiempo para recordar la festividad laica del día, y así ha predicado desde su cuenta de Twitter: 
Quisiera dar las gracias de corazón a todas las #mujeres, especialmente a las de #Iraq, mujeres valientes que siguen dando vida, a pesar de los abusos y las heridas. ¡Que las mujeres sean respetadas y defendidas! ¡Que se les dé atención y oportunidades!

  #ViajeApostólico — Papa Francisco (@Pontifex_es) March 8, 2021

Confieso que hoy he dudado si convenía ponerme a trabajar, dada la atmósfera de fiesta de guardar y día de precepto, mucho más insistente y omnipresente que cualquier festividad católica en tiempos de la Cristiandad.

Porque en días como hoy uno advierte el gran fraude del Estado laico, del poder neutral ante las concepciones religiosas -en sentido estricto y en sentido lato- y las visiones del mundo. Un Estado laico es imposible, porque el poder político es una realidad ética, y porque en ausencia de una fe transcendente, quienes regulan la comunidad llenarán el hueco con otra "religión", un sucedáneo, con sus dogmas, sus ritos, sus teólogos y doctores de la ley, sus autos de fe y, como vemos, sus fiestas de guardar.

Hubo un tiempo en nuestro mundo en que era la fe la que regulaba las estaciones, la que proponía los días de celebración y su contenido, siempre reflejo de las verdades del mensaje de salvación de Cristo. Hoy apenas la Navidad sobrevive, y en el hueco dejado en nuestra vida común por el eclipse del calendario litúrgico hemos aprendido a guardar las fiestas que proclama la ONU.

Bien está. El cristianismo empezó como religión ilícita durante tres siglos, sometida a periódicas persecuciones que la obligaban a la clandestinidad, y entonces, como ahora, los cristianos se veían inmersos en las celebraciones paganas, Lupercales y Saturnales y muchas otras. La diferencia de entonces a ahora es que la jerarquía de entonces no consideraba necesario llamar la atención de su rebaño sobre los días de celebración ajenos a la fe.

El mensaje del Papa es impecable. Pero los cristianos tenemos muchos días especiales para celebrar a la Mujer, concretamente todos los que están dedicados a esa que es “bendita entre las mujeres”.

Carlos Esteban