BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



miércoles, 17 de febrero de 2021

Susanna Tamaro juzga los templos modernos (Roberto De Mattei)



Susanna Tamaro es una novelista italiana que ha escrito nóvelas de mucho éxito, algunas de las cuales han sido llevadas al cine. No es católica, y a veces ha asumido posturas que se apartan de la fe católica o la contradicen. Con todo, más de una vez ha conseguido zafarse del conformismo que nos invade revelando una honda sensibilidad a la dimensión trascendente de la vida. La pandemia que atravesamos le ha dado ocasión para escribir un artículo que publicó Il Corriere della Sera el pasado 7 de febrero, del cual me gustaría citar algunas cosas.

Escribe Susanna Tamaro: «El destino nos agobia y no alcanzamos a otear un destello de esperanza en el horizonte. En el fondo no nos diferenciamos mucho de Atlas, obligado a cargar el universo sobre sus hombros. Mientras él miraba al suelo, nosotros, en la misma postura, consultamos obsesivamente nuestros aparatos electrónicos en busca de algo que alivie el peso invisible que nos dobla la espalda. ¿Cuál es el peso que oprime con una fuerza cada vez más sutil nuestra vida de sapiens modernos? La falta de una dimensión trascendente. Somos hijos de la casualidad y esclavos del tiempo, y esta condición nos obliga a cargar con todo el peso del mundo sobre nuestras espaldas».

Añade la escritora: «He viajado mucho por Italia en estos últimos años, y en numerosas ocasiones, al toparme con la infinidad de horrendas iglesias modernas construidas en la posguerra, me he preguntado: ¿podría alguien convertirse aquí dentro, o al menos, llegar a pensar que tras el mundo material existe otro que se concreta y manifiesta en el misterio de la belleza? ¿Quien decidió, proyectó y costeó la construcción de estas abominaciones arquitectónicas se preguntó alguna vez si le hubiera gustado casarse, o asistir a un bautizo o a un funeral en un lugar semejante? Ahora bien, el horror que siento no es de índole intelectual; es un horror que hiere directamente el corazón porque la fealdad, la disonancia y lo desagradable son la negación misma de la trascendencia».

Y prosigue: «Hará unos diez años, atormentada por este sentimiento de rabia, pregunté a un importante cardenal que estaba presente a qué obedecería la abominable deriva que, en un país como el nuestro, duele más todavía por la enorme cantidad de parroquias, capillas y catedrales maravillosas edificadas a lo largo de los siglos. Me explicó que se trataba de una tendencia surgida en los años sesenta con la prosperidad económica que llevó a la construcción de nuevas barriadas. Se pensaba que como el hombre moderno pasaba mucho tiempo en fábricas, garajes y otros edificios feos levantados a toda prisa, hacían falta templos que por el estilo del mundo que lo rodeaba para que se sintiera en su casa, sin tener en cuenta que unos lugares así no podían tener otro fruto que un alejamiento progresivo de las realidades que se ofrecían como complementarias a la horizontalidad del mundo».

De todos modos, hay que reconocer que la tendencia de la que habla este desconocido cardenal es consecuencia de la llamada apertura al mundo, del aggiornamento que trajo a la Iglesia el Concilio Vaticano II. Si no se dice esto, no se llega a la raíz del problema. Después, dice Tamaro que ha leído con alegría y consuelo Disegnare il sacro, ensayo publicado recientemente por Christiano Sacha Fornaciari, publicado por la editorial Lindau reivindicando el papel de la luz en el espacio litúrgico cristiano.

Hasta el siglo XX –recuerda el autor– toda época tuvo una arquitectura adecuada a su estilo musical y su teología: la arquitectura románica y el cántico gregoriano se reflejan mutuamente, y «mientras asciende el canto, ayudado por los arcos de medio punto y los grandes ábsides semicirculares, fuentes de luz natural iluminan el lugar donde se anuncia la Palabra de Dios (…) En la catedral gótica todo está ordenado a la total participación emotiva de los fieles».

»¿Y ahora? –se pregunta Susanna Tamaro– ¿A qué dimensión nos transporta la música de estos templos modernos? A la del desaliento: voces en su mayoría incultas, aunque no les falte fervor, que cantan como si estuvieran de acampada; alegres conjuntos juveniles con guitarra y batería que se apagan de repente sin dejar huella en el ánimo de quienes han asistido a la función, salvo tal vez una especie de alegría epidérmica. La dimensión de la fraternidad es sin duda importante, pero cuando la dimensión trascendente se vincula exclusivamente a esto, a la primera crisis, al primer choque con las asperezas de la vida, la fe que se creía poseer se derrite como la nieve al sol».

»La soledad en que vivimos –prosigue– es la soledad del abandono de lo sagrado porque, paradójicamente, la fe en la Encarnación ya no está en condiciones de acompañarnos en una dimensión que nos abra a los interrogantes y nos motive a buscar respuestas a las inquietudes que ontológicamente nos son propias. Aturdidos por las imágenes, convulsionados en un mundo que desconoce las razones profundas de la existencia, y más en unos momentos tan graves como los que atravesamos, ¿cómo es posible reconquistar la estabilidad profunda que nos proporciona la contemplación del misterio?

»Los ecomonstruos cúbicos, las astronaves, las velas de cemento y los campanarios siderúrgicos que, como un cáncer maligno, invaden nuestro país humillando con su agresiva fealdad no sólo a los creyentes sino a todo el que pase nos hablan de la ceguera espiritual de los arquitectos y de la todavía mayor ceguedad de quienes les han encargado el diseño. La naturaleza, con sus formas armoniosas, suscita en nosotros un asombro que nos conduce a las puertas de lo sagrado. Pero la naturaleza jamás tiene en cuenta la rigidez geométrica que se nos ofrece en estas construcciones modernas. Si hay geometría, si hay matemática –y la hay, y mucha, en la naturaleza–, siempre se caracteriza por la armonía.»

Susanna Tamaro cita en su artículo un episodio de la vida de Santa Edith Stein, que siendo filósofa atea entro por casualidad en una capilla y quedó conmocionada ante la visión de una anciana que rezaba sola con la bolsa de la compra a su lado. «Entonces entrevió una frontera invisible: la del fanum, el lugar sagrado, un espacio suspendido en el tiempo donde era posible recogerse un día cualquiera de semana para entablar un diálogo íntimo con la eternidad. Fue el principio de su conversión».

La conversión de Santa Edith Stein recuerda a la del escritor francés Paul Claudel, estudiante incrédulo que vagando por las calles parisinas la Nochebuena de 1886 entró en la catedral de Notre-Dame mientras el coro entonaba el Magnificat. «En aquel momento –recuerda– tuvo lugar un suceso que se convirtió en el eje de mi vida. El corazón se me conmovió y creí. Creí con una fuerza de adhesión tan grande, con tal elevación de todo mi ser, que no quedaba lugar para la menor duda. Desde entonces, ningún razonamiento, ninguna circunstancia de mi agitada vida ha sido capaz de sacudir ni alterar mi fe.

Aquella noche, Paul Claudel comprendió en un abrir y cerrar de ojos y con palpable evidencia que la vida de cada uno de nosotros nos presenta ante los ojos una elección ineludible: el amor infinito de Dios o la condenación eterna. Y nos recuerda: «Me hablaba en concreto a mí, a Paul, y me prometía amor. Pero al mismo tiempo, si no lo seguía, no me planteaba otra opción que la condenación. No hacía falta que me explicara lo que era el Infierno; yo ya había cumplido condena allí. Aquellas pocas horas me bastaron para entender que el Infierno está donde no está Cristo. ¿Qué me importaba el mundo, si me encontraba ante este Ser prodigioso que se me acababa de revelar?» Estas palabras ya nadie las dice: o Cristo o la condenación eterna. Esto también se aplica igualmente a la vida humana y a la sociedad. Y si la armonía de las catedrales antiguas prefigura la belleza del Paraíso, el horror de las modernas nos muestra una vislumbre de la gélida frialdad y la tristeza infinita del Infierno.

ROBERTO DE MATTEI


Son pocos los que animan ya a negar que Bergoglio dejará a la iglesia, cuando su pontificado termine de terminar, en un estado de postración quizás único en toda su historia. Literalmente, y aprovechándose del envión recibido por el Vaticano II, se cargó dos mil años de teología y espiritualidad cristiana. Y no se da cuenta o, en todo caso, no le importa hacerlo.

¿Cómo será entonces esa iglesia post-Francisco? Es un tema en el que vale la pena detenerse a pensar, sabiendo que nos adentramos en el área de las especulaciones y fácilmente podemos equivocarnos.

Para comenzar se impone una reserva. Quien obra en la iglesia es el Espíritu Santo, por lo que las previsiones que podamos hacer tienen siempre un valor muy relativo. Por ejemplo, al Papa lo eligen los cardenales que son asistidos por el Espíritu Santo; sin embargo, ellos son libres de aceptar o rechazar esa asistencia. Cualquier análisis, entonces, que pretenda dar alguna perspectiva sobre el futuro, deberá siempre enfrentarse a las incertidumbres de la acción del Paráclito y de la libertad de los hombres.

La muerte de Francisco se acerca inexorablemente, como se acerca la todos nosotros. Y se acerca también la llegada de su sucesor luego de un cónclave al que todos temen.

Nadie sabe qué saldrá de ese aquelarre escarlata y lo que podamos decir no son más que quinielas. Pero podemos hacer algún análisis de los datos que tenemos, incluyendo a los nuevos purpurados anunciados el último domingo de octubre de 2020. Hay 128 cardenales electores, más de los previstos por la ley canónica. De ellos, 16 fueron creados por Juan Pablo II, 39 por Benedicto XVI y 73 por Francisco. Estos datos dicen algo pero no dicen todo. Estaríamos tentados a dar por sentado que los cardenales que deben su púrpura a Bergoglio votarán en masa por el candidato que unja, con todas las sutilezas del caso, el Papa reinante antes de morir. Pero no necesariamente es así, y una prueba de ello es lo sucedido en el cónclave anterior: no todos los cardenales benedictinos votaron por Scola, el candidato de Ratzinger. Y esto señala la incertidumbre que encierran los resultados, pues por el secreto propio del cónclave no sabemos cómo se mueven allí las fuerzas.

Sin embargo, podemos encontrar alguna pista mirando a reuniones semejantes como los concilios. Y lo que allí vemos es que la masa de obispos se mueve al compás que marca un apretado puñado de líderes. Es decir, las reuniones episcopales se caracterizan por estar compuestas de un número muy reducido de capitostes y una rebaño de borregos. Es cuestión de ver lo que ocurrió durante el concilio Vaticano I, tan bien relatado por O’Malley, o lo sucedido en el Vaticano II, mejor relatado por De Mattei: los obispos entendían poco los temas que se trataban, aplaudían lo que aplaudía la mayoría y votaban a los que más aplausos cosechaban. Y convengamos que esta suele ser la conducta de todas los cuerpos colegiados, desde los consejos académicos de una universidad a la cámara de diputados de la nación, pasando por las reuniones de consorcio de cualquier edificio de mala muerte.

No he hecho, ni ganas que tengo de hacerlo, un análisis detallado de los cardenales nombrados por Bergoglio, pero aventuro alguna hipótesis. Como viejo zorro de la política y sabedor de la mecánica de los cuerpos colegiados, lo previsible es que se haya preocupado de llenar el sacro colegio de borregos, agregando de cuando en cuando algún líder que, llegado el momento, pueda ser elegido él mismo, o bien, ser un king maker. Y creo plausible esta maniobra por dos hechos fácilmente comprobables.

El primero y más universalmente conocido, es que Francisco de ha caracterizado por armar un colegio cardenalicio que posee dos características principales: su mediocridad y su color. Sobre la primera de ellas, remito al artículo de Tosatti, cuya conclusión se puede sintetizar afirmando que los cardenales creados por Bergoglio son apéndices de sí mismo. Sobre la segunda, con la fácil y cuestionable excusa de que en púrpura debe estar representada toda la iglesia, se ha preocupado de hacer cardenal desde el obispo de Toga, una remota y perdida isla del Pacífico hasta, últimamente, al vicario apostólico de Brunei. No conozco a estos prelados y nada puedo decir de ellos, pero el sentido común indica que se trata de personas que pasaron sus vidas en ocupaciones y preocupaciones de una grey reducida y maltratada, y que difícilmente tengan las habilidades que sí tienen los peligrosos lobos vaticanos, a los cuales serán arrojados. Aventuro que con este tipo de cardenales, que son mayoría, ocurrirá lo que ocurrió en los concilios: serán fácilmente amedrentados, o comprados, por los king makers y votarán por quien se les indique.

En cambio, Bergoglio se ha cuidado mucho de hacer cardenales a los titulares de sedes que tradicionalmente fueron ocupadas por la púrpura. Uno de los casos más clamorosos es el de París. Su arzobispo, Mons. Michel Aupetit, cuya nominación fue aplaudida incluso por la FSSPX, sigue sin ser cardenal aunque han pasado ya dos consistorios desde su elección. Y a Aupetit, claro, no le calentaría la cabeza ningún bergogliano en los corredores del cónclave.

¿Qué puede esperarse? Las posibilidades que salga electo algún cardenal cercano a la tradición son nulas. Nadie elegiría, por ejemplo, al cardenal Burke. Y no sé cuán bueno sería que eligieran al cardenal Sarah. A pesar de la campaña que se hizo para convertirlo en papabile en los últimos años, lo cierto es que el Su Eminencia ha dado muestras de tener miedo aún de su propia sombra.

¿Debemos prepararnos para lo peor? Pareciera ser ese el caso. Sin embargo, hay dos factores que considerar. Primero, aunque Francisco elija cardenales a aquellos que le son vergonzosamente fieles, lo cierto es que las fidelidades terminan cuando desaparece su objeto. Como se ha dicho, Bergoglio no participará del próximo cónclave. La muerte disolverá la fidelidad mafiosa al porteño. Y por ese lado, nada está dicho. La segunda es que las instituciones, como los seres vivos, tienen una indestructible tendencia a la supervivencia, y cualquiera sabe que la iglesia, desde un punto de vista puramente humano, no aguantaría otro pontificado como el de Francisco. Más bien lo contrario. No sería raro que la elección se adecuara al movimiento pendular y, para compensar la devastación de los últimos años, se eligiera, por mera cuestión instintiva, a un moderado o conservador, versado en teología y con algún resto de fe católica.

Emociones no nos faltarán.

THE WANDERER

Conferencia Episcopal de Estados Unidos financia al diablo



La Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD, por sus siglas en inglés), el programa de justicia social y contra la pobreza de los obispos de Estados Unidos, financia cuatro organizaciones en Nashville (Tennessee), que están en connivencia con el aborto y la ideología transgénero, informa el 15 de febrero el sitio web Lepanto.org.

El peor es el llamado “Proyecto de Dignidad de los Trabajadores” (WDP, por sus siglas en inglés), el cual recibió seis subvenciones de la CCHD desde el 2013, por un total de u$s 245.000. El sitio web Lepanto.org reunió evidencia, incluyendo grabaciones de audio y video, de que WDP está impulsando el aborto y el transgénero en los inmigrantes y trabajadores que se supone debe cuidar:

• WDP respaldó el “Orgullo Nashville” 2017.

• WDP fue incluido como “socio comunitario” en el informe anual 2018 de Tennessee y North Mississippi de la red abortista Planned Parenthood.

• Cecilia Prado, codirectora de WDP, se rodea en Facebook.com de organizaciones a favor del aborto, marxistas y homosexuales (captura de pantalla a continuación).

• La estación de radio de WDP presenta regularmente a ideólogos homosexuales y de Planned Parenthood.

De acuerdo con sus pautas fantasma, CCHD “no” financia organizaciones que contradicen las enseñanzas morales de la Iglesia.

Burke acusa implícitamente a Francisco de mentiroso

GLORIA TV


“El mejor término para describir el estado actual de la Iglesia es confusión, que con frecuencia limita “con el error”, escribe el 15 de febrero el cardenal Raymond Burke en el sitio web LaNuovaBq.it.

Él advierte una negación de la verdad, el pretexto de “no conocerla” y el fracaso de proclamarla. Implícitamente, Burke critica declaraciones de Francisco, tales como la afirmación de que todos los hombres son hijos de Dios y que los católicos deberían referirse a las personas de otras religiones y sin religión como hijos de Dios: “Esta es una mentira fundamental y fuente de la más grave confusión”.

Todos los hombres son creados por Dios, pero solo pueden llegar a ser hijos de Dios en Cristo a través de la fe y el bautismo, explica Burke.

Rechazó la acusación de que “Dios quiere una pluralidad de religiones”, porque Dios ha enviado a Cristo como el único Salvador, y que las otras religiones son “falsas”.

Aquéllos que se aferran a la verdad son “etiquetados como rígidos” y descritos “por los autores de la cultura de la mentira y la confusión como personas pobres y deficientes, personas enfermas que necesitan una cura”, analiza Burke.

martes, 16 de febrero de 2021

Se cierra la trampa china (Carlos Esteban)



Si vas a cenar con el diablo, reza un viejo refrán inglés, necesitarás una cuchara muy larga. Imagino que la diplomacia vaticana, de las más antiguas y eficaces del mundo, se las prometía muy felices cuando Pekín se abrió a negociar un acuerdo con la Santa Sede, esto es, con la propia Iglesia Católica.

El resultado podría ser un maravilloso triunfo para el Vaticano, para el pontificado de Francisco, en muchos sentidos, no el menor un golpe de efecto para su imagen. Ya en sí mismo, normalizar las relaciones diplomáticas con el gigante asiático por primera vez en la historia reciente sería un paso de gigante, permitiendo cauces oficiales para presionar a favor de la población católica china, condenada a la persecución, el ostracismo y el cisma.

Y esa del cisma sería, sin duda, otra victoria resonante: acabar con la dolorosa división, la duplicidad de iglesias con sus respectivas jerarquía y clero, una quiebra entre la Iglesia Patriótica, dependiente del Partido Comunista y con un cuadro nombrado por el gobierno y los obispos, sacerdotes y laicos fieles a Roma que vivían una existencia clandestina. ¿Qué Papa no desearía ardientemente cerrar un cisma de esta magnitud? Y la imagen del primer Papa en pisar China desde el principio de los tiempos tampoco es irrelevante.

A cambio, naturalmente, había que ceder, había que consentir sacrificios y pasos atrás. Los sacrificios serían, esencialmente, los de los obispos fieles a Roma que deberían ceder sus sedes a ‘obispos’ de la Iglesia Patriótica cuya consagración había sido hasta entonces inválida. En cuanto al principal paso atrás sería la admisión de cierto cesaropapismo superado tras largas luchas en el resto del mundo por el que las autoridades civiles propondrían los nombres de los obispos para cada nombramiento.

Naturalmente, la diferencia con la lucha de las investiduras medieval era que, en ese caso, los reyes y nobles laicos que realizaban los nombramientos eran, al menos, cristianos, e incluso concebían su propio poder como delegado por Dios, mientras que en el caso chino los responsables de nombrar a los obispos serían funcionarios de un partido agresiva y confesamente ateo. Pero, tranquilizaba el Papa y los representantes de la Secretaría de Estado, Roma tendría en cualquier caso la última palabra para consagrar o denegar la consagración del prelado propuesto.

Los chinos no parecen sentirse obligados por el acuerdo. Llevamos desde el anuncio del mismo -que sigue siendo secreto en sus detalles- haciendo la crónica del creciente acoso sobre los clérigos y fieles chinos por parte del gobierno de Pekín, como ya advirtiera desde el principio el arzobispo emérito de Hong Kong, cardenal Joseph Zen, que aunque conoce bien a sus compatriotas del PCCh, ha predicado en el más absoluto desierto.

Las autoridades han decretado qué deben predicar los sacerdotes en sus iglesias (y qué no), cómo deben incluir en sus prédicas loas al (incompatible) socialismo con rasgos chinos, o cómo los fieles deben sustituir estampas y crucifijos en sus hogares por imágenes de Mao o Xi Jinping.

Pero hoy hemos sabido que tampoco piensan cumplir con lo estipulado sobre los nombramientos episcopales, de los que se han publicado las normas sin referencia alguna al papel de Roma en el proceso.

Y aquí es donde viene a colación el refrán con que abría este texto: el Vaticano ha iniciado un proceso que no tiene vuelta atrás, del que no puede salir sin muchísimo quebranto. Denunciar un acuerdo que uno mismo ha buscado suele equivaler a ‘perder la cara’, como dicen en la propia China. Pero en este caso las consecuencias van mucho más allá. Supondría renovar el cisma, indisponerse públicamente con la que está llamada a ser a plazo fijo la mayor potencia de la tierra y multiplicar la confusión de los fieles de la Iglesia de la clandestinidad, muchos de los cuales ya se sienten traicionados y abandonados por Roma.

Por otra parte, permitir que la tiranía china haga mangas y capirotes con la parte del acuerdo que no le gusta y que siga organizando la iglesia nacional a su gusto es totalmente inasumible. Bastante difícil ha debido de ser para un pontífice tan debelador de las injusticias y defensor de los derechos humanos callar ante los desmanes descarados y masivos de esta enorme tiranía. Seguir ese camino sin contrapartida alguna, figurar como cómplice de una secta cada vez más controlada pastoral y doctrinalmente por un funcionariado ateo y que esa complicidad permitirá usar la etiqueta de católico, sería un desastre como hacía mucho no vivía la Iglesia.

Carlos Esteban

lunes, 15 de febrero de 2021

NOTICIAS VARIAS 15 de febrero de 2021

 


ADELANTE LA FE

Una farmacéutica valiente en defensa de la vida

THE WANDERER

Si esta no es la apostasía...

MARCHANDO RELIGIÓN

La presencia real de Cristo en la Eucaristía

ECCLESIA E POST CONCILIO

El 'Gran Hermano' de las religiones: la nueva base de datos de Beijing

DESDE MI CAMPANARIO

Asumamos responsabilidades

SPECOLA

La trastienda del ‘sínodo italiano’ del Papa Francisco: estrategias y riesgos, la música en las iglesias: entre el cielo y el infierno.

Selección por José Martí

Todos los sínodos del papa Francisco. Pero no hay ninguno que funciona

 IL SETTIMO CIELO



*
Francisco es el Papa más autocrático del último siglo, el más inclinado a hacer y deshacer todo por sí, aunque no hace más que reclamar, sin instaurarlo, un gobierno sinodal de la Iglesia. No importa que de los tres grandes sínodos convocados hasta ahora por él dos hayan resultado de hecho en nada -sobre los jóvenes y sobre la Amazonia-, y otro -sobre la familia - fue descaradamente piloteado desde arriba. El próximo sínodo, en agenda en el 2022, lo ha querido dedicar precisamente a la cuestión de la sinodalidad de la Iglesia.

Luego están los sínodos a escala nacional, también éstos demasiado invocados por el papa Francisco. Pero incluso aquí con resultados que son nulos o extremadamente riesgosos.

El primer caso, el del sínodo que no existe, se refiere a Italia, de la que el Papa es primado. Desde 2015 Francisco ha estado presionando a los obispos italianos, en persona o a través de sus escuderos, los jesuitas Antonio Spadaro y Bartolomeo Sorge, pero siempre sin ser escuchado. Hasta que el pasado 30 de enero perdió visiblemente la paciencia y expresó a la Conferencia Episcopal Italiana ya no un deseo sino un mandato, ordenando que “debe comenzar un proceso de sínodo nacional, comunidad por comunidad, diócesis por diócesis”.

El problema es que este sínodo hecho “de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo”, otra fórmula querida por Francisco, y “comunidad por comunidad”, no está claro cómo se debe configurar, si en un solo bloque o en una serie de asambleas multidimensionales y multinivel. Tanto es así que el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), al simular el 3 de febrero en “Avvenire” que obedecía el mandato del Papa, dijo en realidad que sí, en la Iglesia existen los grandes concilios, existen los sínodos, los verdaderos, pero también existe una “convención” que en Italia es la de las convenciones eclesiales nacionales que se celebran cada diez u once años desde 1976, primero en Roma y luego en Loreto, Palermo, Verona, Florencia. Así se hizo y así se hará de nuevo, nos hizo entender, y eso es suficiente.

Bassetti no lo dice, pero su terror y el de muchos otros hombres de Iglesia es que un sínodo nacional único o múltiple, formado no sólo por obispos, sino -como está de moda hoy- por clérigos y laicos, todos en pie de igualdad y con derecho a voto, podría poner en marcha también en Italia ese desplazamiento de tierras que está conduciendo directamente a un cisma en la vecina Alemania, donde está en pleno desarrollo un “Synodale Weg”, un “camino sinodal” de ese tipo:


Pero lo más extraño es que hasta el papa Francisco está aterrorizado por lo que está sucediendo en Alemania. Y ha hecho bastante para intentar bloquear o al menos ralentizar el desplazamiento de tierras. Pero también allí sin lograr que lo escuchen:


Sí, es cierto. La noticia de que el Papa quiere un sínodo nacional también en Italia fue recibida al norte de los Alpes con una salva de aplausos. “Ya no nos sentimos una excepción”, dijo Thomas Sternberg, presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK), es decir, del bloque de laicos que en el sínodo de Alemania, junto con teólogos, diáconos y religiosos, tiene muchos más votos que los obispos y dirige el baile.

Sexo, mujeres, poder. Los temas del orden del día del sínodo alemán son explosivos, y las perturbadoras resoluciones que saldrán de él ya gozan de una abrumadora mayoría de votos. También entre los obispos hay muy pocos opositores, se cuentan con los dedos de una mano y, por si fuera poco, el más destacado de ellos, el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, se ha visto recientemente paralizado por una “querella” sobre abusos sexuales en su diócesis.

Basta con leer los textos elaborados hasta ahora por el "Synodale Weg" para comprender los riesgos que conlleva para la Iglesia no sólo en Alemania, sino en todo el mundo. La asamblea plenaria prevista para los últimos días se ha aplazado hasta otoño a causa de la pandemia. Pero el documento principal que se debatirá y votará punto por punto ya está listo y se hizo público el 22 de enero.

Tiene unas cuarenta páginas y fue elaborado por el primero y fundamental de los cuatro "Foros" en que se articula el sínodo, presidido por el súper progresista obispo de Essen, monseñor Franz-Josef Overbeck, y Claudia Luecking-Michel, del Comité Central de los Católicos Alemanes.

Su título es: “El poder y la separación de poderes en la Iglesia” y reclama una democratización radical de la estructura de la Iglesia católica, con la admisión respecto a los Órdenes Sagradas de hombres y mujeres casados, y a la elección directa de los obispos.

He aquí una antología de ellos, con nuestros subtítulos.

*

PRIMERO: DEMOCRATIZAR LA IGLESIA

La Iglesia Católica está en una crisis profunda. Por un lado, hay tensiones internas entre la doctrina de la Iglesia y su práctica. Por otro lado, hay una divagación sobre cómo el poder es efectivamente concebido y ejercido en la Iglesia y los estándares de una sociedad pluralista y abierta en un Estado constitucional democrático.

Sería necesario reexaminar el ordenamiento del poder en la Iglesia a los fines de su inculturación fructífera en una sociedad democrática basada en el estado de derecho.

LA MINORÍA SE PONE EN LÍNEA

En el transcurso de importantes deliberaciones sinodales, y de acuerdo con las normas de una sociedad democrática, esperamos que las recomendaciones y decisiones tomadas por una mayoría sean aplicadas también por los que han votado en sentido contrario.

UN SÍNODO ES DE TODOS, NO SÓLO DE LOS OBISPOS

Actualmente, el Derecho Canónico prevé que sólo los obispos tienen el derecho de tomar decisiones en los sínodos. Se debe superar esta restricción.

SI UN OBISPO PONE EL VETO SE LO ANULA

Se debe reforzar el estatus de los organismos eclesiásticos existentes para que no sólo puedan aconsejar, sino también decidir, tanto a nivel parroquial como diocesano. Si se prevé que el obispo o el párroco puedan vetar una decisión, debe establecerse una mayoría cualificada que permita anular el veto, si es necesario.

QUE TODOS SEAN ELEGIDOS, TAMBIÉN LOS OBISPOS

Una forma esencial de participación es el derecho de voto.
Todo el que se atribuya un rol de liderazgo en la Iglesia Católica debe ser elegido para este cargo por el pueblo de la Iglesia, si es necesario a través de órganos representativos electos. Mientras las leyes universales de la Iglesia no prevean elecciones, se deben encontrar formas adecuadas de acuerdo con la ley diocesana para que el pueblo de Dios participe efectivamente en la selección de las personas que asuman un puesto de liderazgo en la Iglesia.

¿EL CELIBATO DEL CLERO? PARA PENSARLO

En el acceso al sacerdocio está en discusión el celibato, que desde hace tiempo forma parte de la disciplina de la Iglesia latina, pero no es obligatorio en las Iglesias [orientales] unidas a la Sede Apostólica, ni excluye del sacerdocio a los pastores protestantes casados que se han convertido. En el sínodo de la Amazonia, la cuestión del celibato para los sacerdotes diocesanos fue discutida abiertamente. La atención va, por un lado, a la solución de los problemas pastorales agravados en Alemania por una caída drástica del número de sacerdotes activos y todavía más de las ordenaciones, y, por otro lado, a la cuestión de si no hay una gran ventaja en la forma de vida de los casados para el ejercicio del ministerio sacerdotal, como en el caso de la Ortodoxia.

O MÁS BIEN DAR PASO A LOS SACERDOTES CASADOS…

El celibato ha modelado profundamente la espiritualidad del sacerdocio en la Iglesia Católica Romana; es un tesoro del que los fieles no quieren prescindir. Sin embargo, la idea de que los que han dado prueba de su fe y de su vida (habitualmente denominados "viri probati") también pueden ser ordenados sacerdotes debe ser reconsiderada a la luz de los desafíos pastorales, de los carismas dados y de las experiencias positivas con los diáconos ordenados. Es necesaria una discusión abierta al respecto. Esto debería llevar a una resolución adoptada en Alemania y dirigida a la Sede Apostólica, y a una recopilación de experiencias de la Iglesia universal, para que las diferentes situaciones pastorales puedan ser resueltas de diferentes maneras a nivel local.

… Y ADELANTE CON LAS MUJERES CASADAS

La cuestión de la admisión de las mujeres al ministerio ordenado es también una cuestión de poder y de separación de poderes, con motivo de su exclusión del acceso.

Si las mujeres pueden ser ordenadas al diaconado es actualmente objeto de renovada discusión por parte de la Sede Apostólica. Este Foro I pide un voto motivado, durante el camino sinodal, que lleve a admitir a las mujeres al diaconado. El papa Juan Pablo II, en su carta apostólica “Ordinatio sacerdotalis”, ha afirmado que la Iglesia no tiene ningún derecho para ordenar mujeres al sacerdocio. Sin embargo, a causa de nuevas profundizaciones sobre el testimonio de la Biblia, sobre los desarrollos de la Tradición y sobre la antropología de género, la coherencia de su argumentación y la validez de su afirmación son con frecuencia puestas en duda. Es necesario volver a conectar de nuevo el testimonio de la Escritura y de la Tradición con los signos de los tiempos y el sentido de fe del pueblo de Dios. El Forum I propone que la Iglesia en Alemania, durante el camino sinodal, exprese un voto motivado también sobre la cuestión de la admisión de las mujeres a la ordenación, que incluya una invitación a la Iglesia universal y a la Sede Apostólica a estudiar de nuevo las cuestiones suscitadas, y a encontrar soluciones.

HACIA UN CONCILIO DEMOCRATICO I

Hay necesidad de un foro sinodal también en la Iglesia universal, una asamblea de la Iglesia universal, un nuevo concilio, en el que los creyentes – dentro y fuera del ministerio ordenado – deliberen y decidan juntos sobre cuestiones de teología y de la atención pastoral, también sobre la constitución y estructura de la Iglesia.

*

No sorprende que un documento así acabara en Roma bajo la mirada de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ni que el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, haya vuelto a rechazar otra de las innovaciones propugnadas por la Iglesia de Alemania, la de la comunión eucarística compartida por católicos y protestantes, justificada en un reciente documento teológico redactado y firmado por representantes de ambas partes. Ya en 2018 la Congregación para la Doctrina de la Fe había dicho “alto” a la intercomunión, en una carta de su cardenal prefecto Luis Ladaria al entonces presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, el cardenal Reinhard Marx, de Múnich. Sin lograr que lo escuchara.

También el papa Francisco, cada vez más inquieto, llamó nuevamente al orden a la Iglesia de Alemania en un pasaje de su discurso previo a la Navidad, el 21 de diciembre, dirigido a la Curia romana:

“Sin la gracia del Espíritu Santo, podemos incluso comenzar a pensar en la Iglesia de modo sinodal, pero, en lugar de hacer referencia a la comunión con la presencia del Espíritu, se la concibe como una asamblea democrática cualquiera, formada por mayorías y minorías. Como un parlamento, por ejemplo; y esta no es sinodalidad. Sólo la presencia del Espíritu Santo hace la diferencia”.

Pero, una vez más, sus palabras se deslizaron como el agua sobre el mármol. A principios de 2021, en una maxi-entrevista con "Herder Korrespondenz", el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Georg Bätzing, obispo de Limburgo, dijo que "no debemos detenernos en cada afirmación pronunciada por el Papa en cada audiencia particular". Y relanzó todos los objetivos del "Camino Sinodal", incluida la bendición de las parejas homosexuales, sin retroceder un solo milímetro.

Tan querida por Francisco, la sinodalidad está hundiendo de hecho su pontificado y dividiendo a la Iglesia católica, con una asimilación de la misma al protestantismo que en Alemania está ya en un estadio muy, muy avanzado:


Sandro Magister

viernes, 12 de febrero de 2021

Muerte en el Estado de Virginia



La noticia es de la semana pasada. Virginia es el primer Estado del sur de los Estados Unidos (y el 23º de la Unión) en abolir la pena de muerte. El Senado local aprobó la medida con una mayoría de 21 a 17 votos, mientras que la Cámara la aprobó con una mayoría de 57 a 41. El gobernador demócrata Ralph Northam anunció de inmediato que firmará el proyecto de ley correspondiente. Una vez aprobada, la ley tendrá el efecto de que no habrá más ejecuciones a partir de julio, mientras que las penas de muerte ya dictadas se conmutarán por cadenas perpetuas.

Al mismo tiempo, con mayorías similares, la Cámara y el Senado de Virginia han legalizado el uso de la marihuana con fines recreativos, y este también es un récord que la Virginia se adjudica entre los Estados del sur. Esta simultaneidad debería hacernos reflexionar sobre una cierta confusión moral del legislador virginiano (en lugar de legalizar la marihuana, ¿no habría sido mejor cuestionar la posible conexión entre las drogas y los crímenes atroces sancionados con la pena de muerte?). Pero el punto más doloroso es otro.

En la breve declaración que comenta el pasaje del proyecto de ley de abolición de la pena de muerte en el Senado, el gobernador dijo que «esta práctica es fundamentalmente injusta. Es deshumana. Es ineficaz. Y sabemos que, en algunos casos, hubo personas condenadas a la pena capital, de las que después se probó la inocencia».

¿Pero no es este el mismo Gobernador Northam quien, hace dos años, había suscitado gritos de horror por su comentario sobre la relajación de las restricciones a los abortos en el tercer trimestre? En una entrevista radial, el gobernador (de quien, siendo neurólogo pediatra de profesión, se presume que sabe lo que dice, al menos sobre estos temas) declaró: «Los abortos en el tercer trimestre se realizan cuando pueden existir deformaciones graves … Cuando una madre está en trabajo de parto, puedo decirle exactamente lo que sucede … El bebé es dado a luz y se mantiene en un estado confortable.. Luego, el bebé es resucitado si este es el deseo de la madre y su familia. Y después la madre y los médicos mantienen una conversación».

Ahora bien, como suele suceder, los llamados sites que pretenden restablecer los hechos discutiendo las declaraciones de los políticos, en realidad terminan ofuscando estos mismos hechos con fines políticos. El “fact-checking” -la verificación de los hechos- de la declaración del gobernador Northam es un ejemplo claro (ver, por ejemplo, de cómo, en defensa del gobernador, se trepa a los espejos).:Sin embargo, sea como sea, las palabras del gobernador (y de los Demócratas en general) no dejan lugar a dudas: una vez dado a luz (por lo tanto, ya ni siquiera es un aborto), la suerte del niño, es decir, si se le permite vivir o se le deja morir, es decidida en una afable charla entre la madre y los médicos, mientras que el bebé (¡nunca!) es mantenido en un estado confortable.

En pocas palabras, si se comparan las dos declaraciones del Gobernador Northam, por un lado están la inequidad y la inhumanidad de la pena capital, mientras que la posibilidad de no atender a un bebé nacido obviamente no sería ni injusta ni inhumana; y por otro, el horror de la ejecución de un condenado, presuntamente culpable, pero después juzgado inocente, mientras que el niño sin duda inocente puede ser dejado morir sin suscitar ningún horror.

Por otro lado, incluso si solo se verifican los números, alrededor de 1.300 personas han sido ejecutadas en Virginia en más de cuatro siglos a partir de 1608 y 111 a partir de 1976. Los datos relacionados con el aborto, en Virginia, son de una magnitud decididamente diferente: solo en el 2018, los abortos (al menos los registrados) superaron los 16 mil. Y si se tiene la paciencia de consolidar los datos (paciencia que hay que encontrar, dada la enormidad del crimen), se puede hacer una comparación entre el número de condenas a muerte (111) desde 1976 y el número de abortos en el mismo período (aproximadamente 4 millones), por lo tanto, 40 mil abortos por cada ejecución.

¿La moraleja de todo esto? Independientemente de lo que se piense de la pena de muerte y de su abolición, sería quizás conveniente tener el sentido de las proporciones. Si se guarda silencio sobre los abominables crímenes del aborto y del infanticidio (ante los cuales, por gravedad y número, todos los demás palidecen), cualquier alarde sobre la abolición de la pena de muerte tiene un sabor de hipocresía que sólo una parte de los Estados Unidos, la Demócrata de Biden y Northam, no advierte. Y sería oportuno que los legisladores abolicionistas de la pena de muerte pusieran al día sus conocimientos (o echaran un vistazo por primera vez) sobre la obra de Beccaria, quien, aunque portaestandarte de la crítica a la pena de muerte, no vacilaba en expresar el «justo horror» que merecen delitos como el infanticidio (Dei delitti e delle pene (De los delitos y de las penas, cap. 31), y presumiblemente el aborto (en la nota 7 del capítulo 31, los editores de una de las ediciones en inglés escriben que «aquí Beccaria probablemente se refiere a ambos delitos, el de infanticidio y el del aborto«: Cesare Beccaria, On Crimes and Punishments (5ta. edición Newman y Marongiu, 2009), pág.141).


miércoles, 10 de febrero de 2021

NOTICIAS VARIAS 10 de febrero de 2021

 

ADELANTE LA FE

ES NEWS


CONTANDO ESTRELAS


SECRETUM MEUM MIHI


MARCHANDO RELIGIÓN


Selección por José Martí

Protesta de 100 académicos contra los sacrílegos actos del Papa Francisco



El siguiente texto se publica simultáneamente en siete idiomas en varias plataformas internacionales.

Los eruditos "piden respetuosamente al Papa Francisco que se arrepienta pública e inequívocamente de estos pecados objetivamente graves y de todas las transgresiones públicas que ha cometido contra Dios y la religión verdadera, y que enmiende estos ultrajes" y "a todos los obispos de la Iglesia Cattolica para que se dirijan a un corrección fraterna al Papa Francisco por estos escándalos, y para amonestar a sus rebaños que, según lo afirmado por la enseñanza divinamente revelada de la fe católica, si siguen al Papa actual en la ofensa contra el Primer Mandamiento, corren el riesgo de la condenación eterna " .

Aquí está el enlace (en la parte inferior de la página del sitio de referencia) para aquellos que quieran suscribirse a Contra Recentia Sacrilegia . Aquí el índice de los artículos publicados sobre el Sínodo para la Amazonía

Nosotros, los clérigos, académicos e intelectuales católicos abajo firmantes, protestamos y condenamos los actos sacrílegos y supersticiosos cometidos por el Papa Francisco, Sucesor de Pedro, durante el reciente Sínodo sobre la Amazonía celebrado en Roma.Estos actos sacrílegos son los siguientes:

- El 4 de octubre, el Papa Francisco participó en un acto de adoración idólatra de la diosa pagana Pachamama [ aquí ].
- Permitió que este culto tuviera lugar en los Jardines del Vaticano, profanando así la proximidad de las tumbas de los mártires y la iglesia del Apóstol Pedro.
- Participó en este acto de adoración idólatra al bendecir una imagen de madera de la Pachamama.
- El 7 de octubre, el ídolo de la Pachamama fue colocado frente al altar mayor de San Pedro y luego llevado en procesión a la Sala del Sínodo. El Papa Francisco recitó oraciones durante una ceremonia que involucraba esta imagen y luego se unió a esta procesión [ aquí ].
- Cuando las imágenes de madera de esta deidad pagana fueron retiradas de la iglesia de Santa María en Traspontina [ aquí - aquí ], donde habían sido colocadas sacrílegamente [ aquí ], y arrojadas al Tíber por algunos católicos indignados por esta profanación de la iglesia, El Papa Francisco, el 25 de octubre, se disculpó por su remoción [ aquí ], y una nueva imagen de madera de la Pachamama fue devuelta a la iglesia [ aquí ]. Así comenzó una nueva profanación.
- El 27 de octubre, en la misa de clausura del Sínodo, recibió un cuenco utilizado en el culto idólatra de la Pachamama y lo colocó sobre el altar [ aquí ].

El propio Papa Francisco confirmó que estas imágenes de madera son ídolos paganos. En su disculpa por la eliminación de estos ídolos de una iglesia católica, los llamó específicamente Pachamama [ aquí ], el nombre de una falsa diosa de la madre tierra según la creencia religiosa pagana en América del Sur.

Varias características de estas ceremonias han sido condenadas como idólatras o sacrílegas por el cardenal Walter Brandmüller [ aquí - aquí ] por el cardenal Gerhard Müller [ aquí - aquí ] por el cardenal Jorge Urosa Savino [ aquí ], por el arzobispo Carlo Maria Viganò [ aquí ]. por el obispo Athanasius Schneider [ aquí ], por el obispo José Luis Azcona Hermoso [ aquí ], por el obispo Rudolf Voderholzer [ aquí ] y por el obispo Marian Eleganti[ aquí ]. Finalmente, el cardenal Raymond Burke [ aquí ] también dio la misma interpretación en una entrevista.

Esta participación en la idolatría fue precedida por la declaración titulada " Documento sobre la fraternidad humana ", firmada por el Papa Francisco y Ahmad Al-Tayyeb, el Gran Imán de la Mezquita Al-Azhar, el 4 de febrero de 2019 [ aquí - aquí ]. Esta declaración declaró que:

“El pluralismo y la diversidad de religiones, color, sexo, raza e idioma son queridos por Dios en su sabiduría, a través de la cual creó a los seres humanos. Esta sabiduría divina es la fuente de la que se deriva el derecho a la libertad de creencia y la libertad de ser diferente ”.

La participación del Papa Francisco en ceremonias idólatras indica que tenía la intención de darle a esta declaración un significado heterodoxo, que permite que la adoración de ídolos paganos sea considerada una buena voluntad de Dios en un sentido positivo.

Además, a pesar de que informó en privado al obispo Athanasius Schneider que "Usted [el obispo] puede decir que la frase en cuestión sobre la diversidad de religiones significa la voluntad permisiva de Dios ...", Francisco nunca ha corregido la afirmación de Abu Dhabi en este sentido. En su posterior discurso en audiencia pública del 3 de abril de 2019, Francisco, respondiendo a la pregunta "¿Por qué Dios permite que haya tantas religiones?", Se refirió a la "voluntad permisiva de Dios" como explica la teología escolástica, pero le dio un sentido positivo al concepto, declarando que "Dios quiso permitirlo" porque, a pesar de que "hay muchas religiones", "todavía miran al cielo, miran a Dios" (énfasis nuestro). No hay la más mínima referencia al concepto de que Dios permite la existencia de religiones falsas, de la misma manera que permite la existencia del mal en general.aquí - aquí - aquí ].

Peor aún, el Papa Francisco ha confirmado desde entonces la declaración nunca negada de Abu Dhabi al establecer un "Comité Interreligioso", más tarde llamado oficialmente el " Comité Superior ", con sede en los Emiratos Árabes Unidos, para promover los "objetivos" del documento; y promover una directiva del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso [ aquí ] dirigida a los directores de todos los institutos católicos de educación superior, e indirectamente a todos los profesores universitarios católicos, pidiéndoles que den "la mayor difusión posible" al documento, incluido el afirmación, nunca correcta, de que Dios quiere la "diversidad de religiones" así como quiere la diversidad de color, sexo, raza e idioma.

La autorización para adorar a alguien o cualquier cosa que no sea el único Dios verdadero, la Santísima Trinidad, es una violación del Primer Mandamiento. Ciertamente, cualquier participación en cualquier forma de adoración de ídolos está condenada por este Mandamiento y es un pecado objetivamente grave, independientemente de la culpa subjetiva, que solo Dios puede juzgar.
San Pablo enseñó a la Iglesia primitiva que el sacrificio ofrecido a los ídolos paganos no se ofrecía a Dios sino a los demonios cuando dijo en su Primera Carta a los Corintios:

“¿A qué me refiero entonces? ¿Que la carne sacrificada a los ídolos es algo? ¿O que un ídolo es algo? No, pero digo que los sacrificios de los paganos se hacen a los demonios y no a Dios, ahora no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios; no puedes beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no se puede participar en la mesa del Señor y en la mesa de los demonios ". (1 Corintios 10, 19-21)

Con estas acciones el Papa Francisco incurrió en la reprimenda emitida por el Segundo Concilio de Nicea:

“Muchos pastores han destruido mi viña, han contaminado mi territorio. Porque siguieron a hombres impíos y, confiando en sus propias locuras, calumniaron a la santa Iglesia, que Cristo nuestro Dios tomó por esposa suya, y no pudieron distinguir lo santo de lo profano, alegando que los íconos de nuestro Señor y sus santos eran no es diferente de las imágenes de madera de los ídolos satánicos ".

Con inmenso dolor y profundo amor por la Cátedra de Pedro, imploramos al Dios Todopoderoso que evite a los miembros culpables de Su Iglesia en la tierra el castigo que merecen por estos terribles pecados.

Le pedimos respetuosamente al Papa Francisco que se arrepienta pública e inequívocamente de estos pecados objetivamente graves y de todas las transgresiones públicas que ha cometido contra Dios y la religión verdadera, y que repare estos ultrajes.

Pedimos respetuosamente a todos los obispos de la Iglesia Católica que dirijan la corrección fraternal al Papa Francisco por estos escándalos, y que amonesten a sus rebaños que, según la enseñanza divinamente revelada de la fe católica, si siguen al Papa actual en ofensa contra el Primer Mandamiento. , corren el riesgo de la condenación eterna.

9 de noviembre de 2019

En Festus dedicationis Basilicae Lateranensis
“ Terribilis est locus iste: hic est domus Dei
et porta caeli; et vocabitur aula Dei "

Lista de signatarios:

Dr. Gerard JM van den Aardweg, Países Bajos Dr. Robert Adams, médico en Medicina de Emergencia y Familia Donna F. Bethell, JD Tom Bethell, editor senior de The American Spectator y autor del libro Dr. Biagio Buonomo, PhD en Cristianismo Antiguo Columnista de historia y cultura (1990-2013) de L'Osservatore Romano François Billot de Lochner, presidente de Liberté politique, Francia Rev. Diácono Andrew Carter B.Sc. (Hons.) Líder ARCS DipPFS, Comisión de Matrimonio y Vida Familiar, Diócesis de Portsmouth, Inglaterra Sr. Robert Cassidy, STL Dr. Michael Cawley,

PhD, Psicólogo, Ex Instructor Universitario, Pensilvania, EE . UU. Dr. Erick Chastain, PhD, Asociado de Investigación Postdoctoral, Departamento de Psiquiatría, Universidad de Wisconsin-Madison P. Linus F Clovis Lynn Colgan Cohen, MA, OFS Dr. Colin H. Jory, MA, PhD , Historiador, Canberra, Australia Rev.Edward B. Connolly, Pastor Emérito, Parroquia St. Joseph Parroquia St. Vincent de Paul, Girardville PA Prof.Roberto de Mattei, Ex profesor de Historia del Cristianismo, Universidad Europea de Roma, ex Vicepresidente del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR) José Florencio Domínguez, filólogo y traductor Diácono Nick Donnelly,

Maestría en Estudios Pastorales y Educativos Católicos (Formación Espiritual), Inglaterra P. Thomas Edward Dorn, párroco de la Parroquia Holy Redeemer en New Bremen OH en la Arquidiócesis de Cincinnati P. Stefan Dreher FSSP, Stuttgart, Alemania Dr. Michael B. Ewbank, PhD en Filosofía, Loras Universidad, jubilado, EE. UU. P. Jerome Fasano, pastor, Iglesia de San Juan Bautista, Front Royal, Virginia, EE . UU. Dr. James Fennessy, MA, MSW, JD, LCSW, Matawan, Nueva Jersey, EE. UU. Christopher A. Ferrara, JD, Presidente Fundador de la Asociación Americana de Abogados Católicos P. Jay Finelli, Tiverton, RI, EE.UU. Prof. Michele Gaslini, Profesora de Derecho Público, Universidad de Udine, Italia

Dra. Linda M. Goulash, MD Dra.Maria Guarini STB, editora del sitio web Chiesa y postconciliar Fr Brian W. Harrison, OS, STD, profesor asociado de teología de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (jubilado), Académico -Casa, oblatos de la sabiduría Study Center, St. Louis, Missouri, EE.UU. Sarah Henderson DCHS MA (RE & Catequética) BA (Mus) Prof. Robert Hickson PhD, profesor retirado de la Literatura y de la Cultura estratégica-Estudios Dr. Maike Hickson PhD, Escritor y periodista Prof., Dr.rer.pol., Dr.rer.nat. Rudolf Hilfer, profesor de física teórica en la Universität Stuttgart P. John Hunwicke, ex investigador principal, Pusey House, Oxford

P. Edward J. Kelty, OS, JCD, Defensor Vinculi, SRNC rota romana 2001-19, Ex Vicario Judicial, Arquidiócesis de Ferrara, Juez, Arquidiócesis de Ferrara Dr. Ivo Kerže, prof. phil. Dr. Thomas Klibengajtis, ex profesor adjunto de Teología Sistemática Católica, Instituto de Teología Católica, Universidad Técnica de Dresde, Alemania Dr. Peter A. Kwasniewski, PhD, EE . UU. Dr. John Lamont, DPhil (Oxon.) Dra. Dorotea Lancellotti, catequista, cofundadora de el sitio web: https://cooperatores-veritatis.org/ Dra. Ester Ledda, laica consagrada, cofundadora del sitio web https://cooperatores-veritatis.org/ P. Patrick Magee,

FLHF Franciscano de Nuestra Señora de la Sagrada Familia, ermitaño canónico en la Diócesis de Fall River, Massachusetts Dr. Carlo Manetti, jurista y conferenciante, Italia Dr. Christopher Manion, PhD, KM, Coalición Humanae Vitae, Front Royal, Virginia, EE. UU. Antonio Marcantonio , MA Michael J. Matt, Editor, The Remnant, EE. UU. Jean-Pierre Maugendre, delegado general, Renaissance catholique, Francia Mons. John F. McCarthy, JCD, STD, profesor retirado de teología moral, Pontificia Universidad Lateranense Prof. Brian M. McCall , Orpha y Maurice Merrill Profesora de derecho, Asesora especial del Rector de Educación en Línea, Universidad de Oklahoma Patricia McKeever,

Cama. M.Th., Editor, Catholic Truth, Escocia Mary Angela McMenamin, MA en Teología Bíblica de la Universidad Católica John Paul the Great P. Cor Mennen, profesor de derecho canónico en el Seminario diocesano de 's-Hertogenbosch y miembro del capítulo de la catedral Rev Michael Menner, Pastor Dr. Stéphane Mercier, Ph.D., STB, ex becario de investigación y profesor de la Universidad de Lovaina David Moss, Presidente, Asociación de Católicos Hebreos, St. Louis, Missouri Dr. Claude E Newbury, MBBCh., DTM & H ., DPH, DOH, MFGP, DCH, DA, M. Prax Med. Prof. Giorgio Nicolini, escritor, Director de “Tele Maria” P. John O'Neill,

STB, Dip TST, sacerdote de la diócesis de Parramatta, miembro de la Sociedad Australiana de Autores P. Guy Pagès, Arquidiócesis de París, Francia Prof. Paolo Pasqualucci, profesor de Filosofía (jubilado), Universidad de Perugia, Italia P. Dean P. Perri, Diócesis de Providence, Iglesia Nuestra Señora de Loreto Dr. Brian Charles Phillips, MD Dr. Mary Elizabeth Phillips, MD Dr. Robert Phillips, Profesor (emérito) Filosofía: Universidad de Oxford, Universidad Wesleyan, Universidad de Connecticut Prof.Claudio Pierantoni, Profesor de Filosofía Medieval, Universidad de Chile; ex profesor de Historia y Patrología de la Iglesia en la Pontificia Universidad Católica de Chile

Prof. Enrico Maria Radaelli, Profesor de Filosofía Estética y Director del Departamento de Filosofía Estética de la Asociación Internacional de Ciencia y Sentido Común (ISCA), Roma, Italia Dr. Carlo Regazzoni, Filósofo de la Cultura, Therwill, Suiza Prof. John Rist, Profesor emérito de Clásicos y Filosofía, Universidad de Toronto Dr. Ivan M. Rodríguez, PhD P. Luis Eduardo Rodríguez Rodríguez, Pastor, Sacerdote Católico Diocesano, Caracas, Venezuela. John F. Salza, Esq. P. Timothy Sauppé, STL, párroco de St. Mary's (Westville, IL.) Y St. Isaac Jogues (Georgetown, IL.) P. John Saward, sacerdote de la Arquidiócesis de Birmingham, Inglaterra

Prof. Dr. Josef Seifert, Director del Instituto de Filosofía Dietrich von Hildebrand, en la Gustav Siewerth Akademie, Bierbronnen, Alemania Mary Shivanandan, Autora y consultora Dra.Cristina Siccardi, Historiadora de la Iglesia y autora Dra.Anna M. Silvas, adjunta de investigación senior, Universidad de Nueva Inglaterra NSW Australia. Jeanne Smits, periodista, escritora, Francia Dr. Stephen Sniegoski, PhD, historiador y autor de libros Dr. Zlatko Šram, PhD, Centro Croata de Investigación Social Aplicada Henry Sire, historiador de la Iglesia y autor de libros, Inglaterra Robert J. Siscoe, autor Abbé Guillaume de Tanoüarn , Doctor en Literatura

Rev Glen Tattersall, párroco, Parroquia de St. John Henry Newman, Australia Prof. Giovanni Turco, profesor asociado de Filosofía del Derecho Público, Universidad de Udine, Italia P. Frank Unterhalt, Pastor, Arquidiócesis de Paderborn, Alemania José Antonio Ureta, autor Adrie AM van der Hoeven, MSc, físico Dr. Gerd J. Weisensee, MSc, Suiza John-Henry Westen, MA, Co-Fundador y Editor en Jefe de LifeSiteNews.com Dra. Elizabeth C. Wilhelmsen, Doctora en Literatura Hispánica , Universidad de Nebraska-Lincoln, jubilado Willy Wimmer, Secretario de Estado, Ministerio de Defensa, (retirado), Alemania Prof. em. Dr. Hubert Windisch,

Sacerdote y teólogo, Alemania Mo Woltering, MTS, Director, Holy Family Academy, Manassas, Virginia, EE.UU. Miguel Ángel Yáñez, editor de Adelante la Fe 12 de noviembre Arciv. Carlo Maria Viganò Prof. Dr. Heinz Sproll - Universidad de Augsburg Edgardo J. Cruz Ramos , Presidente Una Voce Puerto Rico Rev. Br. Felice Prosperi Prof. Growuo Guys PhD Rev. Nicholas Fleming STL Drs. NAL van der Sluis pr . , Pastoorparochie Maria, Moeder van de Kerk Bisdom 's-Hertogenbosch Rev. P. Alfredo Maria Morselli Marco Paganelli , periodista y escritor Diácono Eugene G. McGuirk , EE. UU.

Dr. Lee Fratantuono , AB, AM, PhD

Rev. Br. Paolo D'Angona , Diócesis de Roermond, Holanda

13 de noviembre

Obispo Robert Mutsaerts , obispo auxiliar de 's-Hertogenbosch, Holanda

Marco Tosatti , Stilum Curiae

Enza Pasquali

Don Michiele Chimienti

Rev Patrick Fenton

P. Peter Klos

Paul King , Esq.

Prof. Dr. Felix Fulders

P. Richard McNally ss.cc

Sac. Bernardo M. Trelle

Dr. Quintilio Paolozzi Ph.D.

Dr. Stefano Gizzi , Comm. S. Gregorio Magno

P. Bernward Van der Linden FSSP

Mag, Philipp Erdinc , MA

De Christian Behrendt

Rev. Peter John Dang

Leo Kronberger , MD, MSC

José Narciso Barbosa Soares

Joao Luiz da Costa Carvalho Vidigal

P. Louis Guardiola

P. Roberto J. Perez, O. Carm.

P. Bob Boomer

P. Jason Charron

P. P. Edwin Wagner FSO

P. Fabian Adindu

P. Frank Watts

P. David M. Chiantella

P. Daniel Becker

P. Fidelis Moscinski

P. John Boughton

P. Kenneth Bolin

P. Matthew DeGance , SDB

P. Vince Huber

P. Arnis Suleimanovs

P. James Mawdsley

P. John Osman , MA, STL

P. Scott Lemaster , MA, M. Div.

P. Mark Desser

P. Vincenzo Fiore

P. Michael Magiera

P. John Fongemie , FSSP

P. Alex Anderson

P. Pablo Ormazabal Albistur

P. Brian Geary

P. James Gordon

P. David Kemna

P. Steven Scherrer , MM, Th. D Scherrer

P. Andrew Szymakowski , JCL

P. Terence Mary Naughtin , OFM Conv

14 de noviembre

P. Tullio Rotondo , doctor en Teología Sagrada y Jurisprudencia

Philippe Pichot Bravard , Maître de conférences HDR, écrivain

Dr. James P. Lucier, PhD , ex director de personal, Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos

P. Aleksandrs Stepanovs

P. Andrew Benton

P. Tim Meares

P. Vaughn Treco

P. Edmund Castronovo

P. Pat Scanlan Cloyne, sacerdote diocesano

H. Johannes Elisa de la Cruz OCDS ter Veer

15 de noviembre

P. Luis Marja de la SS. Trinidad y de la Santa Cruz

P. Kazimierz Stefek , párroco

William Melichar , OCDS, JD, MA

Mirella Sacilotto Sharkey , Ph. D.

P. Peter Masik

Pichot Bravard Philippe

Sonja JH Hissink MA , Haarlem, Países Bajos