SEGUNDO BLOQUE
Duración 12:06 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
En ese sentido, el Papa no es el único responsable de "la gravedad de la situación, que empeora continuamente". Los cardenales y obispos que han demorado la adopción de medidas hasta ahora, están, de manera involuntaria, intensificando el escándalo de los fieles. Lo que el Papa está haciendo está mal, piensan los laicos, pero cuando incluso los pastores fieles y ortodoxos de la Iglesia no logran abordar (el problema) adecuadamente, ¿significa eso que hemos sido abandonados?
Y mientras estas dudas sobre la infalibilidad de la Iglesia se introducen diariamente en las mentes de los fieles, los obispos de todo el mundo continúan avanzando con sus propias interpretaciones subjetivas de lo que Amoris Laetitia significa para sus rebaños, todo lo cual tendrá que ser desenredado una vez la Iglesia recupere la cordura.Hoy, en la reunión de la Asamblea General de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos 2017, se presentó el tema de la agenda de un "plan pastoral renovado sobre matrimonio y vida familiar a la luz de la exhortación apostólica del Papa Francisco 'la alegría del amor', Amoris Laetitia" tema que fue llevado a la mesa por el obispo Richard Malone, quien sirve en el Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la USCCB.
El despido del profesor Seifert.
La humillación del profesor Stark.
El despido del p. Thomas Weinandy.
La campaña de ad hominem sostenida contra los cardenales dubia así como también contra cada teólogo, sacerdote y laico que apoyan una realista y auténtica crítica de la exhortación.
Las interpretaciones heterodoxas promovidas por el Vaticano de la propia exhortación, junto con los artículos vertidos por el Vaticano, dieron cobertura a estas interpretaciones (falsarias) a través de una ofuscación intencional de la enseñanza de la Iglesia y los parámetros de la autoridad Magisterial.El "clima de miedo" en el Vaticano, donde se informa de cualquier crítica y de personas sospechosas de oponerse a la agenda oficial son monitoreadas en formas que recuerdan a las técnicas de la KGB. Todo el aparato de la Dictadura de la Misericordia.
Su Santidad, su pontificado parece estar marcado por una confusión crónica ... Esto fomenta entre los fieles una creciente inquietud …
En “Amoris Laetitia,” sus lineamientos parecen, por momentos, intencionalmente ambiguos, invitando así tanto a una interpretación tradicional de la enseñanza católica sobre el matrimonio y el divorcio, como a una que podría sugerir un cambio en dicha enseñanza …
Enseñar con semejante falta de claridad intencional arriesga inevitablemente pecar contra el Espíritu Santo, el Espíritu de la verdad. El Espíritu Santo es dado a la Iglesia, y en particular a usted, para disipar el error, no para fomentarlo.
Usted parece censurar e incluso burlarse de quienes interpretan el capítulo 8 de “Amoris Laetitia” según la tradición de la Iglesia, tildándolos de fariseos que arrojan piedras y encarnan un rigorismo sin misericordia. Esta clase de calumnia es ajena a la naturaleza del ministerio petrino ...
Semejante comportamiento da la impresión de que sus ideas no pueden soportar el escrutinio teológico, y por lo tanto deben ser defendidas con argumentos “ad hominem”.
Demasiadas veces, su comportamiento pareció rebajar la importancia de la doctrina de la Iglesia. Una y otra vez describe a la doctrina como muerta y académica, alejada de las preocupaciones pastorales cotidianas.
En sus propias palabras, sus críticos han sido acusados de convertir la doctrina en ideología. Pero es precisamente la doctrina cristiana … la que libera a la gente de las ideologías mundanas y asegura que en realidad prediquen y enseñen el Evangelio auténtico que da vida.
Quienes desprecian las doctrinas de la Iglesia [i.e., ¡Francisco!] se separan de Jesús, autor de la verdad… Lo que ellos [i.e., Francisco] poseen, y solo pueden poseer, es una ideología – una que se adapta al mundo del pecado y la muerte.
Los católicos fieles no pueden más que estar desconcertados ante su elección de algunos obispos, hombres que no solo parecen abiertos a posturas contrarias a las creencias cristianas sino que incluso las apoyan y las defienden.
Lo que escandaliza a los creyentes, e incluso a algunos obispos, no solo es que usted haya nombrado a tales hombres como pastores de la Iglesia, sino que usted también parece hacer silencio frente a sus enseñanzas y prácticas pastorales…
Como resultado, muchos de los fieles que encarnan el “sensus fidelium,”están perdiendo confianza en su pastor supremo.
La Iglesia es un cuerpo, el Cuerpo Místico de Jesucristo, y el mismo Señor le encargó a usted el promover y fortalecer su unidad. Pero sus acciones y palabras muchas veces parecen pretender lo contrario …
Usted ha hablado muchas veces de la necesidad de transparencia en la Iglesia. Usted ha promovido frecuentemente….que todas las personas, especialmente a los obispos, den su opinión sin miedo a lo que el Papa pueda pensar. Pero… lo que muchos [obispos] han aprendido de su pontificado es que usted no está abierto a la crítica, sino que la resiente… Muchos temen que al dar su opinión resulten marginalizados o incluso peor.
Muchas veces me he preguntado a mí mismo: “¿Por qué Jesús ha permitido que esto ocurriera?” La única respuesta que viene a mi mente es que Jesús desea manifestar qué tan débil es la fe de muchos dentro de la Iglesia, incluso entre muchos de sus obispos.
Irónicamente, su pontificado ha dado a quienes albergan posturas teológicas y pastorales dañinas el permiso y la confianza para salir a la luz y exponer su oscuridad antes escondida …El padre Weinandy revela que decidió publicar esta carta histórica sólo después de haber recibido un signo inconfundible del cielo. Tal como lo cuenta aquí, tras repetidos “ruegos a Jesús y María, San Pedro y todos los Papas santos enterrados allí, para que hicieran algo para rectificar la confusión y la agitación en la Iglesia de hoy, el caos y la incertidumbre que siento que el mismo papa Francisco ha causado”, pidió un pequeño signo específico del cielo para saber si debía escribir la carta: que al día siguiente se encontrara con alguien a quien no veía desde hace mucho tiempo y que no esperaba encontrar en Roma, que no fuera de los Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido, y que dicha persona dijera una frase exacta: “Continúe con sus buenos escritos.”
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El papa Francisco se reúne con el líder luterano, el obispo Munib Younan, en Suecia |