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martes, 14 de diciembre de 2021

¿No tienen nada que decir nuestros pastores sobre que se hayan creado dos categorías de ciudadanos? (Carlos Esteban)



Quien lea cuidadosamente la exhortación del episcopado europeo probablemente advierta una omisión que, para el ciudadano corriente, salta a la vista como el proverbial elefante en la habitación. Me refiero a que presentan la decisión de vacunarse como una elección prudente, benéfica, inteligente, informada, solidaria; como un ‘acto de amor’, aunque en otras palabras. Sin mencionar en un solo momento que en Alemania, Italia o Austria pierdes el sustento, el medio para alimentar a tu familia, o debes pagar una multa muy crecida o ir a la cárcel.

Es, cuanto menos, desconcertante, como si un jefe mafioso amenazase a los habitantes de un pueblo que vayan a la romería o les partirán las piernas, y luego el párroco en Misa aconsejara lo mismo sin denunciar al matón y como si la cosa fuera una libérrima elección. Así las cosas, las autoridades civiles y eclesiásticas parecen haberse repartido los papeles de poli bueno y poli malo para el logro de un mismo fin.

Es curioso, asímismo, porque la CEC es un colegio episcopal, es decir, de sucesores de los apóstoles específicamente encargados de la cura de almas de los europeos, y quizá me equivoque, pero no recuerdo que me hayan exhortado con igual urgencia y seriedad a que vaya a Misa o frecuente los sacramentos o cuide, en fin, de la salvación de mi alma inmortal.
Que los obispos nos exhorten a la vacunación no me resulta en absoluto escandaloso dadas las premisas de las que parten: que seguimos en pandemia, que estamos ante una enfermedad grave y sin tratamiento y que las ‘vacunas’ son eficaces y seguras. 
Resulta, en cambio, escandaloso que nuestros pastores no tengan absolutamente nada que decir del hecho de que, con tal excusa sanitaria, los gobernantes hayan creado dos categorías de ciudadanos, una de ella de ciudadanos acosados, empobrecidos, privados de derechos, discriminados y condenados a un ostracismo legalizado. Uno esperaba otra cosa de su Iglesia, y quizá aún más de una que blasona de misericordia y preocupación preferente por el descartado, aunque sea tonto y ‘magufo’.

Stefano Fontana, director del Observatorio Van Thuan, entrevistado por CNA con motivo de la huelga de los estibadores de Trieste contra el ‘pase verde’, denuncia que nos encontramos bajo “una dictadura sanitaria que muchos intelectuales, desde Ilich y Chesterton a Huxley y Foucault, habían predicho”.

Añade Fontana que se pasa por alto el hecho de que “nadie está obligado moralmente a vacunarse mientras la vacuna se halle en fase experimental y siempre que no exista una situación general de vida o muerte”.

Y estamos en una dictadura sanitaria, sostiene, porque “todo el público y el persuasivo sistema privado se orienta hacia el único objetivo de inducir la vacunación; porque el sistema apela a la ciencia sin que haya un apoyo científico consolidado; y por que se despide o castiga a los médicos y sanitarios que exigen libertad de juicio cuando sus preguntas se consideran subversivas”

Carlos Esteban

Origen pagano de la Navidad y el nacimiento del Sol invicto



DURACIÓN 10:33 MINUTOS


Algunos protestantes o neopaganos de la actualidad, cuando llega el tiempo de la Navidad, comienzan a sostener que el catolicismo celebra el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo cada 25 de diciembre por una injusta apropiación de ciertos Padres de la Iglesia a partir de un festival pagano de tiempos del emperador Aureliano: la fiesta del «sol invictus».

Sin embargo, resulta interesante saber que la opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario que nada tenían que ver con los festivales paganos.

Fue más bien al contrario, ya que el festival pagano del “Nacimiento del Sol Invicto», instituido por el emperador romano Aureliano el 25 de diciembre de 274, fue con casi toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos. Así pues, “los orígenes paganos de la Navidad” son un mito sin fundamento histórico.

Jean Hardouin, un erudito y esotérico francés, intentó demostrar que la Iglesia católica había adoptado festivales paganos para fines cristianos sin paganizar el Evangelio. En el calendario juliano, creado en el año 45 a.C. bajo Julio César, el solsticio de invierno caía en 25 de diciembre y, por tanto, a Jablonski y a Hardouin les pareció evidente que esa fecha debía haber contenido obligatoriamente un significado pagano antes de haber sido cristiano.

Paul Ernst Jablonski, protestante alemán, pretendió demostrar que la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre era una de las muchas “paganizaciones” del cristianismo que la Iglesia del siglo IV había adoptado como una de las muchas “degeneraciones” que habían transformado el original “cristianismo” en el “catolicismo romano”.

Pero en realidad, la fecha no había tenido ningún sentido religioso en el calendario festivo pagano en tiempos anteriores a Aureliano, y el culto al sol tampoco desempeñaba un papel importante en Roma antes de su llegada.

Existían, es cierto, dos templos del sol en Roma. Uno de ellos (mantenido por el clan en el que nació o fue adoptado Aureliano) celebraba su festival de consagración el 9 de agosto, y el otro el 28 de agosto. Sin embargo, ambos cultos cayeron en desuso en el siglo II, en que los cultos solares orientales, como el mitraísmo, empezaron a ganar adeptos en Roma. Y en cualquier caso, ninguno de estos cultos, antiguos o nuevos, poseían festivales relacionados con solsticios o equinoccios.

Lo que ocurrió realmente fue que Aureliano, que gobernó desde el año 270 hasta su asesinato en 275, era hostil hacia el cristianismo, y está documentado que promocionó el establecimiento del festival del “Nacimiento del Sol Invicto” como método para unificar los diversos cultos paganos del Imperio Romano alrededor de una conmemoración del “renacimiento” anual del sol. Algo parecido a lo que haría, luego de Constantino, Juliano el apóstata.

Al crear esa nueva festividad, su intención era que el día 25, en el que comenzaba a alargarse la luz del día y a acortarse la oscuridad, fuera un símbolo del esperado “renacimiento” o eterno rejuvenecimiento del Imperio Romano, que debía ser el resultado de la perseverancia en la adoración de los dioses cuya tutela (según creían los romanos) había llevado a Roma a la gloria y a gobernar el mundo entero. Y si podía solaparse con la celebración cristiana, mejor aún.

Ahora, ¿cómo se llegó a la fecha del 25 de diciembre?

Desde el siglo I y II los cristianos se preguntaban más bien cuándo había sido la el día de la muerte de Cristo. Por la diversidad de los calendarios judíos y romanos, se llegó a la conclusión que Cristo había muerto un 25 de Marzo o un 6 de Abril, en plena Pascua judía, por lo que uno de esos días debían conmemorarse su muerte… y también su nacimiento.


¿Nacimiento? Sí, porque existía la creencia muy propagada entre los cristianos venidos del judaísmo (la llamada “edad integral”) de que los grandes profetas judíos habían muerto en la misma fecha en la que habían nacido o habían sido concebidos.

Por lo tanto, o 25 de marzo o 6 de Abril que, 9 meses mas, hacen 25 de diciembre o 6 de enero (la Epifanía…; fue esta la razón por la cual, hasta el día de hoy, los armenios y hasta los bizantinos, festejan más ese día que la misma Navidad del 25 de diciembre; porque en un mismo día festejan todo)

Es cierto que la primera prueba de una celebración cristiana en 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma, algunos años después de Aureliano, en el año 336 d.C., pero también es cierto que, ya en el año 221, Sexto Julio Africano, escritor cristiano, establecía en sus Chronographiai, que Jesús se encarnó el 25 de marzo (9 meses después, en la Navidad entonces); y a todo esto lo dice medio siglo antes de que en el 274 Aureliano crease su fiesta del Sol invicto.

Por lo tanto, la Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen completamente católico.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Lectura recomendada: Thomas J. Talley, The Origins of the Liturgical Year.

TÚ (por Amado Nervo)

 POESÍA



Señor, Señor, Tú antes,

Tú después; Tú en la inmensa

hondura del vacío

y en la hondura interior:

Tú en la aurora que canta

y en la noche que piensa;

Tú en la flor de los cardos

y en los cardos sin flor.


Tú en el cenit a un tiempo

y en el nadir; Tú en todas

las transfiguraciones

y en todo el padecer;

Tú en la capilla fúnebre

y en la noche de bodas;

Tú en el beso primero

y en el beso postrer.


Tú en los ojos azules

y en los ojos oscuros;

Tú en la frivolidad 

quinceañera, y también

en las graves ternezas

de los años maduros;

Tú en la más negra sima,

Tú en el más alto edén.


Si la ciencia engreída

no te ve, yo te veo;

si sus labios te niegan,

yo te proclamaré.

Por cada hombre que duda,

mi alma grita: "Yo creo".

¡Y con cada fe muerta

se agiganta mi fe!


Amado Nervo


San Juan de la Cruz



(Juan de Yepes Álvarez; Fontiveros, España, 1542 - Úbeda, id., 1591) Poeta y religioso español. Nacido en el seno de una familia hidalga empobrecida, empezó a trabajar muy joven en un hospital y recibió su formación intelectual en el colegio jesuita de Medina del Campo.

San Juan de la Cruz

En 1564 comenzó a estudiar artes y filosofía en la Universidad de Salamanca, donde conoció, en 1567, a Santa Teresa de Jesús, con quien acordó fundar dos nuevas órdenes de carmelitas. Su orden reformada de carmelitas descalzos tropezó con la abierta hostilidad de los carmelitas calzados, a pesar de lo cual logró desempeñar varios cargos. Tras enseñar en un colegio de novicios de Mancera, fundó el colegio de Alcalá de Henares. Más adelante se convirtió en el confesor del monasterio de Santa Teresa.

En 1577 prosperaron las intrigas de los carmelitas calzados y fue encarcelado en un convento de Toledo durante ocho meses. Tras fugarse, buscó refugio en Almodóvar. Pasó el resto de su vida en Andalucía, donde llegó a ser vicario provincial. En 1591 volvió a caer en desgracia y fue depuesto de todos sus cargos religiosos, por lo que se planteó emigrar a América, proyecto que frustró su prematuro óbito. Canonizado en 1726, fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1926.

La poesía de San Juan de la Cruz

Aunque los versos que de él se conservan son escasos y no fueron publicados hasta después de su muerte, se le considera como uno de los mayores poetas españoles de la época y como el máximo exponente de la poesía mística. Se supone que durante los meses de su encierro en 1577, que pasó en completo aislamiento y sometido a crueles interrogatorios, elaboró sus llamados poemas mayores: Llama de amor viva, Cántico espiritual y Noche oscura.

Por temor a que fueran tomadas por "iluministas", ninguna de estas obras se publicó antes de 1618, cuando, salvo Cántico espiritual que lo fue nueve años más tarde en Bruselas, se editaron con el título de Obras espirituales que encaminan a un alma a la perfecta unión con Dios. En 1692 se publicó en Roma la obra en prosa Avisos para después de profesos, escrita poco antes de morir.

En sus tres poemas mayores, estrechamente relacionadas entre sí, Juan de la Cruz condensó sus propias vivencias personales, derivadas del constante anhelo de que su alma alcanzase la fusión ideal con su Creador; las tres composiciones, de un modo u otro, describen el ascenso místico del alma hacia Dios, y dado que surgieron como trasunto de una experiencia mística que se expresaba en alegorías y símbolos, San Juan de la Cruz consideró que debían ser explicadas. Esto le llevó a la escritura de comentarios en prosa a los poemas.

En Llama de amor viva, San Juan de la Cruz recrea la emoción del éxtasis amoroso, mientras que en Noche oscura, que consta de ocho liras, utiliza la imagen de una muchacha que escapa por la noche para acudir a una cita con su enamorado como representación de la huida del alma de la prisión de los sentidos, en busca de la comunión con Dios.

Cántico espiritual es la obra más compleja y extensa de su producción. En ella, para detallar las diferentes vías que recorre el alma hasta lograr fundirse con la divinidad, desarrolla una recreación, a modo de égloga, del bíblico Cantar de los Cantares. A través de cuarenta liras describe la búsqueda del Esposo (Dios) por parte de su esposa (el alma), que pregunta por él a las criaturas de la naturaleza. Tras encontrarlo, se sucede un diálogo amoroso que culmina con la unión de los dos amantes.

A diferencia de Santa Teresa de Jesús, que adopta el tono coloquial y se nutre de los efectos de la luz para expresar la experiencia de la comunión con Dios, la poesía de San Juan de la Cruz se constituye en un lenguaje vivo que, bebiendo en variadas fuentes, busca la expresión del arrobo y del éxtasis de la unión mística; su propósito es llegar a plasmar, o cuanto menos dejar entrever, esa realidad invisible e inefable que es el amor divino, apelando al simbolismo y a las ricas posibilidades expresivas de un lenguaje elaborado. Son precisamente estos dos factores los que atraen y fascinan aun a los no creyentes, pues sus versos, al operar fundamentalmente como vías expresivas de una experiencia personal íntima, no comprometen creencias, tradiciones o culturas no compartidas por el sujeto.

En tanto que frutos de este arrebato místico, alejado de todo discurso lógico, predominan en los poemas mayores de San Juan de la Cruz los elementos irracionales, subconscientes e intuitivos que se traducen estilísticamente en una tendencia a la síntesis y en una gran densidad expresiva. Para comunicar las sensaciones experimentadas prescinde de todo elemento superfluo y emplea abundantemente el sustantivo, en detrimento de verbos y adjetivos. Con el fin de dar a conocer los gozos que el enlace místico produce, utiliza con profusión los giros afectivos, las repeticiones, las antítesis, las enumeraciones caóticas, el paso súbito de un tema a otro o las referencias alegóricas, basadas, en su mayor parte, en el tema del amor profano. No excluye además el léxico popular y rústico, los dialectismos y los diminutivos, que se presentan junto a voces cultas y palabras de contenido simbólico.

De este modo, combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares con las fórmulas propias del petrarquismo, San Juan de la Cruz produce una rica literatura mística que hunde sus raíces en la teología tomista y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su producción refleja una amplia formación religiosa, aunque deja traslucir la influencia del cancionero tradicional del siglo XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del amante y de la amada) para simbolizar y representar el sentimiento místico del amor divino. La estrofa más empleada en sus poemas es la lira, aunque demuestra igual soltura en el uso del romance octosílabo.

Toda su doctrina gira en torno al símbolo de la «noche oscura», imagen que ya era usada en la literatura mística, pero a la que San Juan dio una forma nueva y original. La noche, al borrar los límites de las cosas, le sugiere, en efecto, lo eterno, y de esa manera pasa a simbolizar la negación activa del alma a lo sensible, el absoluto vacío espiritual. Noche oscura llama también San Juan a las «terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo»; ateniéndose a este último significado, habla de una noche del sentido y de una noche del espíritu, situadas, respectivamente, al fin de la vía purgativa y de la iluminativa, tras las cuales vendría la vía unitiva, aspiración última del alma atormentada por la distancia que la separa de Dios, y realización de su deseo de fusión total con Él. Antes de acceder a la experiencia mística de unión con Dios, el alma experimenta una desoladora sensación de soledad y abandono, acompañada de terribles tentaciones que, si consigue vencer, dejan paso a una nueva luz, pues «Dios no deja vacío sin llenar».

San Juan utiliza determinados recursos estilísticos con una profusión y madurez poco frecuentes, dando un nuevo y más profundo sentido a las expresiones paradójicas («vivo sin vivir en mí», «cautiverio suave») y a las exclamaciones estremecedoras («¡Oh, llama de amor viva!») habituales en los cancioneros. Lo que mejor define su poesía es su extraordinaria intensidad expresiva, gracias a la perfecta adecuación y el equilibrio de cada una de sus imágenes.

A ello contribuye asimismo su tendencia a abandonar el registro discursivo y eliminar nexos neutros carentes de valor estético para buscar una yuxtaposición constante de elementos poéticos de gran plasticidad. Todo ello, unido al rigor intelectual que el propio autor destacó en sus comentarios, confiere a su poesía un singular equilibrio entre sus imágenes sensuales y el impulso ascético y sublime que la inspiró, y hace de ella una de las cumbres de la lírica renacentista en lengua castellana.

lunes, 13 de diciembre de 2021

La vacunación contra la COVID-19, una gran mentira. Por José Antonio de la Fuente Cagigós




"No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse, ni nada escondido, que no llegue a saberse.” (Mt, 10:26)

Decía Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Adolf Hitler y todo un maestro de la manipulación: “Miente, miente, miente, que algo quedará. Cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá”. ¡Qué razón tenía! ¡Cuánto hubiera disfrutado hoy!

Durante más de año y medio hemos podido ver cómo el mundo occidental, paradigma de la libertad, ha privado de ésta a sus ciudadanos, limitando no sólo su derecho a la movilidad sino también al de ser informados. Y lo cierto es que mirando hacia atrás no se comprende ni lo uno ni lo otro, excepto si lo que se pretendía (y se pretende) con dichas restricciones es el sometimiento de la población.

Decía Étienne de la Boétie (s. XVI) en su Discurso sobre la servidumbre voluntaria: “Es increíble ver cómo el pueblo, apenas se le somete, cae repentinamente en el olvido tan profundo de su libertad que le es imposible despertarse para reconquistarla: sirve tan bien y de tan buen grado, que al verlo se diría que no sólo perdió su libertad, sino que al mismo tiempo ganó su servidumbre”. Han pasado cinco siglos y seguimos igual o peor.

Si bien se puede comprender, hasta cierto punto, la limitación del movimiento de la población cuando todo esto comenzó, no se entiende porqué se le ha negado y se le sigue negando el derecho a la información. ¿Por qué se ha obviado a los profesionales que opinaban y opinan de manera contraria a las corrientes oficiales gubernamental y sanitaria? ¿Por qué no se les ha dejado ni se les deja hablar? ¿Por qué se les ha ninguneado? ¿Por qué se les calla? ¿Dónde ha estado el debate informativo? ¿Dónde está? ¿A nadie le parece extraño? A mí sí.

Muchos me tacharán de negacionista -término con el que se señala a quienes niegan la existencia del virus-, pero no lo soy. Tampoco soy tragacionista -término acuñado para definir a quienes se creen a pies juntillas todo lo que cuentan los medios de comunicación-. De estos hay muchos; la mayoría, diría yo. No soy ni lo uno ni lo otro. Yo me definiría como realista, pues me informo, analizo lo que veo y actúo en consecuencia. Así de simple. Eso es libertad, lo demás no.

Hay quienes dicen que se han vacunado por solidaridad y generosidad hacia los demás, y que quienes no lo han hecho, además de ser egoístas, son unos cobardes. Particularmente creo que eso no sólo es una burda patraña, sino que es una falacia para justificarse a sí mismos, porque la inmensa mayoría de los que se han inoculado, que no vacunado, lo han hecho por miedo; otros porque se han visto forzados a hacerlo; otros para poder viajar; el resto, lo desconozco.

Ya lo decía el poeta Virgilio en la Eneida: Timeo Danaos et dona ferentes -Temo a los griegos aun cuando traen regalos-. Y es que hay que desconfiar, máxime en un mundo donde el dominio de la información lo ostentan unos pocos y son ellos quienes deciden lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede difundir y lo que debe permanecer oculto… 

En definitiva, vivimos en un mundo muchísimo más oscuro que el de aquella Edad Media a la que se le confirió el sobrenombre de “Edad Obscura”. Probablemente estemos viviendo un momento histórico sin precedentes y en un siglo que, de seguir así, podría pasar a la Historia como el Siglo de las Sombras. Señores, señoras y demás entes… ¡Despierten! Están adormecidos, anestesiados. Desconfíen, no se traguen todo lo que les dicen. Abran los ojos. Utilicen la Red (Internet) para bien y recuerden que “sólo quien busca encuentra; el resto, adocenado, se traga lo que le cuentan”. Me explico…

Durante el último año y medio hemos asistido a un continuo sinsentido informativo promovido por los medios de comunicación social -en especial, los más importantes-, que se han dedicado a manipular la información a su antojo para fomentar el miedo. Sí, porque la mayor parte de la población está aterrorizada por una enfermedad, la COVID-19 (provocada por el SARS-CoV-2), que dicen ha matado, a fecha de hoy, 6 de diciembre de 2021, a 5.274.642 personas en todo el mundo. 

Pero ¿es eso cierto? ¿Cuántas personas han muerto realmente por causa de dicha enfermedad? ¿Cuántas autopsias se han hecho para verificar que dichas muertes fueron causadas por la COVID-19? La Organización Mundial de la Salud (OMS) las prohibió desde el primer momento. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué los médicos no hicieron caso omiso a tal intromisión? ¿Quién es la OMS para decidir si se hacen o no autopsias, en especial cuando es la única forma de saber a qué nos enfrentamos, a qué se enfrentan los sanitarios? Son preguntas sin respuesta que a más de uno nos gustaría vislumbrar. Y a ustedes, ¿acaso no les interesa conocer la verdad?

Cuando se desencadenó el drama en España, a mitad de marzo de 2020, la mortalidad se disparó; pero no por la COVID-19 en sí misma, sino por una serie de factores que actuaron cual perfecto engranaje de un motor de coche que se deja en punto muerto, cuesta abajo y sin freno -el resultado nunca puede ser bueno-. Por aquel entonces, el Gobierno autorizó la celebración de manifestaciones feministas el 8 de marzo -se realizaron en toda la geografía española-, no prohibió el acto de VOX en Vistalegre y tampoco la asistencia a los partidos de fútbol de la liga profesional. 

Tan solo dos semanas después, cuando los contagios se habían multiplicado exponencialmente, se prohibió llevar a los hospitales a los ancianos enfermos que estaban en las residencias, negándoseles la asistencia -las residencias fueron aisladas-; también acudir a los hospitales si se presentaba alguna sintomatología, a no ser que se padeciera una patología realmente grave -siendo las consecuencias nefastas, en la mayoría de los casos, cuando finalmente iban, pues ya era tarde-. Además, parece ser que se hizo un uso excesivo de la ventilación invasiva (respiradores) para paliar las deficiencias respiratorias de los pacientes cuando con unas simples cánulas hubiera sido suficiente, disminuyendo el riesgo que conlleva la primera de las técnicas (véase ¿Demasiados respiradores? Médicos y científicos debaten sobre su uso excesivo en pacientes con COVID-19). En definitiva, murieron muchísimos más de los que debían haberlo hecho. Esa es la verdad.

Ahora otra verdad. ¿Para qué sirve la famosa prueba de reacción en cadena de polimerasa (PCR)? Para detectar la existencia de un virus en el organismo (véase Informe de revisión científica COVID-19, elaborado por Biólogos por la Verdad) pero no el coronavirus sino cualquier virus, incluso el de la gripe. Probablemente, por eso ahora han aumentado el número de los positivos, no por otra cosa; que estamos en época de gripe… Y por eso, el 21 de julio del presente año, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos alertaron a los laboratorios (Changes to CDC RT-PCR for SARS-CoV-2 Testing) que la PCR dejaría de ser válida a partir del 1 de enero de 2022, debiendo utilizar como método de diagnóstico cualquier otro test de detección de la COVID-19 de entre los autorizados con capacidad para detectar y diferenciar el SARS-CoV-2 de la gripe. ¡Vaya tela! 

Y aquí seguimos con la maldita prueba. Y para más inri, al parecer, las PCR que se han practicado y se practican en España se han estado realizando y se realizan amplificando la muestra entre 40 y 45 veces para detectar el maldito bicho; hecho que, de ser cierto, nos permitiría afirmar que dicha prueba no serviría para nada, porque sólo detecta fragmentos de virus -de cualquier virus- si es positiva a los 24 ciclos de amplificación, no siendo fiable, en ningún caso, por encima de los 35 (véase Estudio de la pandemia. Análisis científico independiente, del Dr. Sergio J. Pérez Olivero). Es decir, tan sólo serviría para aislar al paciente sin razón alguna, haciéndole la vida imposible a él, a sus familiares, amigos y conocidos… aumentando el número de casos positivos, contagios y fallecimientos por razón del coronavirus sin ser realmente cierto, pero acrecentando el miedo en la población.

Y ahora hablemos de la vacunación… perdón, la inoculación… -porque no nos engañemos, no se está vacunando a la población, sino inoculándola- ¿Para qué sirve? Pues para mí, en un gran número de casos, para provocar daños irreversibles innecesarios; entre ellos, la muerte. Más adelante veremos porqué… Mientras tanto, sepan ustedes que los cuatro productos que en el mundo occidental se están utilizando para inocular a la población son terapias génicas -los de ModeRNA y Pfizer-BioNTech están elaborados con tecnología de ácido ribonucleico mensajero (ARNm); los otros dos con vectores víricos de adenovirus recombinantes, tanto de chimpancé -AstraZeneca- como de ser humano -Janssen-; y ninguno de ellos ha sido aprobado oficialmente como vacuna

Es más, los gobiernos han firmado pliegos de descargo con los laboratorios farmacéuticos que los producen, eximiéndoles de todo tipo de responsabilidad ante cualquier efecto adverso que se produzca como consecuencia de su inoculación en los seres humanos. Pues bien … estamos en diciembre de 2021, ya vamos por la tercera dosis (de Pfizer) y nos encontramos en ciernes de una cuarta, quinta, sexta y sucesivas; pero no porque lo diga yo, sino porque lo dice la Unión Europea, que propone que el famoso pasaporte COVID caduque a los nueve meses, de manera que quien lo quiera tendrá que inocularse periódicamente. Tristemente, habrá muchísima gente que lo haga sin dudarlo. Ahora los datos…

A 20 de noviembre, sólo en Europa, Pfizer tenía declarados unos 1.323.370 casos adversos, ModeRNA 390.163, Janssen 101.732 y AstraZeneca más de 1.075.335. Según EudraVigilance -sistema de gestión y análisis de la información sobre posibles reacciones adversas a medicamentos autorizados o en estudio en ensayos clínicos en el Espacio Económico Europeo (EEE)-, entonces ya había en Europa 31.014 muertes y 2.890.600 reacciones adversas como consecuencia de la inoculación de los productos farmacéuticos mencionados con antelación; siendo 1.355.192 de ellas (46,88%) realmente serias; entendiéndose como tales aquellas que podrían terminar en defunción, hospitalización o dar lugar a una afección médica importante, así como a una discapacidad o incapacidad persistente o significativa.

Por otro lado, a fecha 26 de noviembre, VAERS -sistema donde se recoge la información sobre efectos adversos provocados por vacunas en los Estados Unidos- mostraba 927.740 casos de efectos adversos como consecuencia de la inoculación de Pfizer, ModeRNA y Janssen (entre ellos, pericarditis, miocarditis, síndrome de Guillain-Barré y trombosis con síndrome de trombocitopenia); además de 20.920 muertes.

El pasado 28 de octubre, hace tan solo cinco semanas, la prestigiosa revista médica “The Lancet” publicó un estudio (Community transmission and viral load kinetics of the SARS-CoV-2 delta (B.1.617.2) viarant in vaccinated and unvaccinated individuals in the UK: a prospective, longitudinal, cohort study) en el que se afirma que el coronavirus afecta, por igual, a personas vacunadas y no vacunadas, que las primeras no sólo pueden ser portadoras del virus sino que también pueden transmitirlo y que la carga viral cuando se contagian es la misma que la de las personas sin vacunar. 

Si esto es así, ¿cuál es la ventaja de inocularse con Pfizer, AstraZeneca, Janssen o ModeRNA? ¿Para qué sirven estos productos exactamente? Los que se han inoculado dicen que para disminuir los efectos de la enfermedad y no saturar los hospitales, pero lo cierto es que las cifras oficiales no coinciden con las que nos cuentan los medios informativos. Veámoslo…

Si uno realiza un seguimiento de los datos oficiales publicados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, se dará cuenta de que, efectivamente, nos están tomando el pelo. El último informe al que se puede acceder a la hora de escribir este artículo se corresponde con la Actualización nº 517. Enfermedad por el coronavirus (COVID-19). 03.12.2021. En él vienen recogidos datos muy interesantes, como, por ejemplo, la incidencia acumulada (IA) en España durante los últimos 14 días (104 por cada 100.000 habitantes; es decir, un 0,104%), o el porcentaje de camas ocupadas por pacientes con COVID a nivel nacional (8,84%). 

Todo un infierno, ¿verdad? Pero ¿en realidad tienen la COVID-19?, porque los datos que se muestran en estos informes proceden de los resultados de un diagnóstico efectuado mediante prueba PCR, que no es específica para detectar el SARS-CoV-2, sino que sirve para delatar la presencia de cualquier tipo de virus. Al margen de lo anterior, no todas las actualizaciones contienen el mismo tipo de información. Por ejemplo, la Actualización nº 516 muestra datos relativos a “vacunados” contagiados en sus tablas 7 y 8. En ellas aparece reflejado que entre el 27 de septiembre y el 21 de noviembre fueron notificados 120.811 contagiados con, al menos, una dosis de “vacunación”, siendo 90.017 los que tenían la pauta completa; y de todos estos “vacunados” contagiados, 6.770 fueron hospitalizados, 732 ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y 634 fallecieron. Y de esto no habla nadie, ni en España ni en ningún otro país -al menos, hasta donde yo sé.

Y así, poco a poco, día a día, nos han vendido que, durante los últimos meses, a la par que los inoculados aumentaban, los contagiados disminuían -todo gracias a la maravilla de la “vacunación”-. Sin embargo, ahora que la temporada de gripe está aquí, a pesar del número de inoculados -mayor que en verano-, el número de casos vuelve a aumentar, le echan la culpa a los no inoculados y comienzan nuevamente los confinamientos. ¿No les resulta todo esto un poco extraño? Sumemos dos más dos: 

(1) estamos en época de gripe (y catarros); 
(2) se sabe a ciencia cierta que la prueba de la PCR no es válida para diagnosticar la COVID-19, pues no la diferencia de una gripe -como ya se ha explicado con antelación-; 
(3) los “inoculados” se pueden contagiar; y 
(4) los “inoculados” pueden contagiar”. 

Ergo, probablemente el repunte no sea sino consecuencia de una mera gripe estacional que, curiosamente, hizo un parón existencial el año pasado gracias a las mascarillas que usábamos para evitar contagiarnos de la COVID-19 sin conseguirlo. Todo un contrasentido, ¿no les parece?

¿Y qué me dicen de las variantes? ¿No les parece extraño que aparezcan variantes de un virus que no ha sido aislado todavía? Desde que todo esto comenzó -en marzo de 2020-, ya tenemos unas cuantas, y no son pocas: alfa (B.1.1.7), beta (B.1.351), gamma (P.1), delta (B.1.617.2), lambda (C.37), mu (B.1.621), kappa (B.1.617.1), iota (B.1.526), eta (B.1.5259)… Y ahora una nueva, ómicron, con origen en “¿Sudáfrica?” que, al parecer, tiene una gran capacidad para mutar… Pero no se preocupen, porque al día siguiente de darse a conocer su existencia Pfizer aseguró que en 100 días tendría la vacuna preparada para combatir esta nueva cepa. Todo está controlado; con otro pinchazo todos contentos.

Y en eso estamos, no sólo en que se “vacune” el mayor número de gente sino en inocular a todos porque sí, eludiendo la Resolution 2361 (2021) Covid-19 Vaccines: ethical, legal and practical considerations de la Asamblea del Parlamento Europeo, emitida el 27 de enero de 2021, donde se pide encarecidamente a los estados miembros y a la Unión Europea, entre otras cosas:

(1) asegurar que los ciudadanos estén informados de que la vacunación no es obligatoria y que nadie padezca presiones políticas, sociales u otras para ser vacunado, si no desea hacerlo personalmente; 

(2) velar por que nadie sea víctima de discriminación por no haber sido vacunado;

(3) difundir con total transparencia informaciones sobre la seguridad y los eventuales efectos indeseables de las vacunas; y 

(4) comunicar de forma transparente el contenido de los contratos con los productores de vacunas y hacerlos públicos para su examen por los parlamentarios y el público.

Antes de finalizar, permítanme un inciso en relación con los excesos de mortalidad en España durante los dos últimos años, porque creo que analizar este dato es esencial para estudiar la gravedad de la situación que hemos vivido durante todo este tiempo. Para ello, echaremos un vistazo al último Informe MoMo elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) -asociado al Ministerio de Ciencia e Innovación-, que data del 23 de noviembre. A la simple inspección del gráfico que aparece en su primera página, del cual se muestra una copia elaborada a partir de los gráficos interactivos disponibles en su Web -Mortalidad por todas las causas. España-, se observan tan solo cuatro periodos donde la mortalidad puede considerarse muy por encima de lo normal (con tasas superiores al 10,5%), siendo realmente excesiva únicamente al inicio de la pandemia; concretamente, entre el 10 de marzo y el 9 de mayo de 2020 -justo después del famoso 8 de marzo-, cuando el número de las muertes (118.137) excedió al de las estimadas (71.502) en un 65,2%. 

Sin embargo, en dicho informe, donde no consta análisis alguno -tan solo se exponen los datos oficiales proporcionados al ISCIII-, no se dice nada acerca de los períodos en que las cifras de las defunciones fueron inferiores a las estimadas o, simplemente, se mantuvieron dentro de la normalidad, y también los hubo, como puede observarse en el gráfico. Y es que, si lo hiciera, tendría que hacer constar que lo normal es que haya muchas más muertes en invierno que en cualquier otra época del año, tal como consta en el gráfico, donde, al margen del período mencionado, tan solo aparecen dos repuntes significativos, uno entre el 1 de septiembre y el 25 de diciembre de 2020 (otoño) y otro entre el 4 de enero y el 13 de febrero de 2021 (invierno); curiosamente, coincidentes con la época en que suele aparecer la gripe.


Al margen de lo anterior, si analizamos la misma gráfica para las defunciones entre la población menor de 65 años (también sacada de la Web mencionada con antelación), vemos claramente que las muertes que se han producido entran en el rango de la normalidad más absoluta.


Visto lo cual, me gustaría que alguien me explicara lo que está pasando y, por descontado, qué hay de verdad en lo que nos están contando.

Ya para terminar -porque lo que está ocurriendo da para escribir una historia muy, pero que muy larga-, en la página Web de Amnistía internacional Mi cuerpo mis derechos, este grupo de poder exige como derecho humano básico, “poder decidir sobre nuestra salud, nuestro cuerpo y nuestra vida sexual”. Lo mismo hacen los grupos feministas, que reclaman como derecho fundamental e inalienable hacer con su cuerpo lo que deseen (Mi cuerpo, yo decido). 

¿Dónde queda ese derecho para los que no desean inocularse, que no vacunarse? A ver si ahora resulta que para esto sí que puede haber “clases”.

En fin, espero haberles dado en qué pensar. Si lo he conseguido, habré logrado mi objetivo. Si no lo he hecho, tendré que volver a intentarlo. Que no se diga nunca que no hice lo posible por mostrarles un punto de vista diferente al de la versión oficial de carácter global.

Y no olviden nunca que “sólo quien busca encuentra; el resto, adocenado, se traga lo que le cuentan”.

José Antonio de la Fuente Cagigós

Pase sanitario o «green pass»: verde por fuera, rojo por dentro



La escalada de locura que estamos viviendo desde hace ya dos años hubiese sido impensable tiempo atrás, salvo para visionarios como Bradbury, Orwell o Benson, claro está.

Y menos que menos, en épocas de «libertad», «democracia» y «derechos humanos», flatulencias terminológicas si las hay. Pero la novela distópica continúa: hace tiempo que, lentamente, como si fuera una nueva variante, ha llegado el «pase sanitario» o «green pass» que, como una sandía, es verde por fuera y rojo por dentro. Un código que permite, a quienes lo tienen, evitar la sharia sanitaria a la que gran parte del mundo está sometido; un estricto certificado de sangre, intolerable para muchos en la segunda guerra mundial o en tiempos de la conquista de América.

Pero aceptable hoy en día.

Y el tema va más allá de si se está a favor o en contra de los ensayos experimentales a los que estamos sometidos, sino, al uso y abuso que se está haciendo de todo ello a riesgo de perder la propia libertad.

En el día de hoy, por ejemplo, se ha publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina, una nueva «Decisión administrativa» (decreto encubierto) regulando el «pase sanitario» en lugares cerrados, eventos masivos, bailes, etc., quedando exentos, por no ser «de mayor riesgo», los templos. Ahora: ¿cuánto tiempo más va a durar esto? ¿cuál es el límite?

Atrás quedaron los hipócritas lemas de «mi cuerpo, mi decisión», el «respeto por todas las opiniones», la «libertad de expresión», etc., etc. La nueva dictadura continúa y muchos -aún varios bienpensantes- no logran entender que esto va más allá de un eventual problema médico. Esto sienta «jurisprudencia», como decimos en derecho.

– «¿Pero nadie lo había anunciado?» – dirá alguno.

Pues claro que sí: hace años que venimos diciendo que estas ideologías liber-progres que nos gobiernan, llevan, tarde o temprano a una verdadera dictadura; una dictadura mundialista con religión global y universal, con ritos, mandamientos y hasta inquisidores propios.

Que lo que está sucediendo va a terminar, tarde o temprano, estamos seguros: pero que, si no hay un dique contenedor todo irá de mal en peor, no hay duda. Y eso independientemente si uno sea pro-vacuna o contra-vacuna.

– «¿ Y qué hacer mientras tanto?».

Pues, primero, despertar; segundo, resistir y luego, levantar las cabezas.

Que esto se pone cada vez más interesante.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

sábado, 11 de diciembre de 2021

Libertad y fe | Actualidad Comentada | 10-12-2021 | Pbro. Santiago Martín FM

 Magnificat TV - Franciscanos de María

ADEMÁS DE AUPETIT, EL LAICISMO

Duración 9:20 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=9Fu4FU-Ny3g


En su comentario semanal de actualidad, el padre Santiago Martín comenta la rueda de prensa de Francisco en el avión de regreso de su viaje a Chipre y Grecia: no sólo el asunto de los comentarios del Papa a la renuncia aceptada del arzobispo de París, Michel Aupetit, sino también su pronunciamiento sobre las imposiciones ideológicas de la Unión Europea a sus Estados miembros.

El laicismo es sinónimo de dictadura. Si amas la libertad, hazte cristiano.

La extraña "revolución" contenida en las vacunas Pfizer y Moderna ARNm



De una fuente más que confiable la confirmación de lo que ya hemos aprendido y apoyado, pero lamentablemente no recogido por la vulgata actual. Aquí el índice de artículos sobre Covid, vacunas y dictadura sanitaria.

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¿Vacunas o medicamentos? Las características de las vacunas ARNm hacen de las terapias génicas preventivas de Pfzer y Moderna medicamentos administrados a personas sanas. El debate que a veces surge en la prensa se refiere a un tema engañoso y complejo: ¿son las nuevas vacunas anti-Covid - Pfizer y Moderna - realmente vacunas o son parte de las nuevas terapias génicas?

La pregunta no es sólo de interés académico, sino también de interés legal. Una vacuna, como primera aproximación, se produce con el fin de proporcionar inmunidad adquirida activa contra un tipo particular de infección, para la cual no se dispone de tratamientos efectivos. Un fármaco, en cambio, es un producto -de origen natural o sintético- que interviene en la bioquímica del organismo, capaz de inducir cambios funcionales mediante una acción física o química.

Cabe destacar que las vacunas se administran a personas sanas con el objetivo de lograr un beneficio futuro (acción profiláctica). Los medicamentos se prescriben a personas enfermas con el objetivo de lograr su curación. En el primer caso es imperativo no comprometer una condición de aparente buena salud. En el segundo, se propone en cambio modificar la condición actual de la enfermedad.

Una vacuna se obtiene tradicionalmente "exponiendo" el virus - inactivado o "muerto" - al sistema inmunológico del huésped, que desarrollará una reacción inmunitaria compleja, produciendo una amplia gama de anticuerpos (y células T, que contienen el llamado " memoria inmunológica ") dirigida contra numerosos" objetivos "ofrecidos por los diversos componentes virales. Este procedimiento protege (parcialmente) de las llamadas variantes: incluso si uno de los objetivos cambiara, aún quedarían otros contra los cuales el organismo podría dirigir la reacción inmunológica.
Las vacunas Pfizer y Moderna son en realidad formas de "terapia génica", ya que se basan en la administración de un ácido nucleico - ARN mensajero- que, una vez que ha penetrado en las células humanas, transfiere una sola información: la necesaria para producir grandes cantidades de proteína Spike que, una vez reconocidas como "extrañas", activarán la correspondiente producción de anticuerpos. Por tanto, es un "tratamiento" destinado a modificar la información y la actividad genética de la célula.
El campo de las terapias génicas se ha expandido subrepticiamente en los últimos años, como lo reconocen numerosos artículos científicos y lo subrayan las declaraciones recientes de Stefan Oelrich, miembro del Consejo de Administración de Bayer. El advenimiento de nuevas tecnologías en ARNm brindó un salvavidas para la industria de la terapia génica, que había sufrido un severo revés debido a los fracasos y las severas restricciones impuestas por las regulaciones internacionales.

(Fig. 1. Ver leyenda en nota final)

Ahora, como reconoce Nature , gracias a la pandemia y la introducción (apresurada) de las vacunas de ARN, se pudieron sortear obstáculos para facilitar la aceptación de la nueva tecnología (ver Harries L. " Es hora de que los científicos griten sobre las terapias de ARN ". naturaleza 2019 Oct;. 574 (7778)).

Todo esto tiene enormes implicaciones, tanto desde el punto de vista normativo como científico. Desde un punto de vista legal, la equiparación de terapias con ARNm a vacunas permite facilitar enormemente su introducción en el mercado farmacéutico, saltándose la verificación de posibles efectos secundarios, como mutagénesis y carcinogénesis, que normalmente no se tienen en cuenta. con vacunas (ni Pfizer ni Moderna han realizado tales estudios y lo han declarado explícitamente).

Además, la autorización de comercialización de vacunas y medicamentos está sujeta a una normativa diferente, que se simplifica sustancialmente en cuanto a vacunas y que asegura a las empresas una especie de franquicia en cuanto a efectos adversos. Los efectos secundarios, graves o leves, son admisibles en el curso de una enfermedad, pero se vuelven inaceptables si la terapia se impone a personas que gozan de buena salud. Es un hecho que muchas preguntas pertinentes a la seguridad de las vacunas de ARNm siguen sin respuesta hasta el día de hoy, como lo denuncia el British Medical Journal (ver Tanveer S, Rowhani-Farid A., Hong K., Jefferson T., Doshi P., “ Transparencia de los ensayos de la vacuna Covid-19: decisiones sin datos ”, BMJ Evid Based Med. 2021, 9 de agosto).

Que estas vacunas sean en realidad otra muy distinta explica la renuencia de los gobiernos a imponer la llamada obligación de vacunación, que no podría justificarse en el caso de las "terapias", terminando exponiéndolas a graves repercusiones de carácter legal, si no delictivo. .

En segundo lugar, la facilidad con la que es posible "construir" in silico (término utilizado por los científicos para describir el modelado, simulación y visualización de procesos biológicos y médicos en computadoras. Medicina in silicoes el resultado de los avances en informática médica durante los últimos 20 años. -ndr) una vacuna ARNm está seduciendo a muchos investigadores que ya están pensando en utilizar esta estrategia para preparar vacunas ad hoc para cualquier enfermedad

Estaba escrito claramente que "Las vacunas de ARNm, desarrolladas y aprobadas en unos pocos meses, representan un gran avance en el campo de la terapia génica, que hasta ahora había luchado por obtener las autorizaciones necesarias debido a un gran número de científicos escépticos y conservadores y por preocupaciones sobre su seguridad […] Aunque estas dos vacunas no son los primeros medicamentos aprobados que utilizan materiales genéticos como ingredientes activos, ahora son un hito en la historia de la medicina moderna y podrían cambiar el enfoque de la farmacología para siempre. 

Este resultado ofrece nuevas soluciones revolucionarias para muchas enfermedades. En un futuro próximo, anticipamos el desarrollo de tratamientos basados ​​en ARNm para una amplia gama de enfermedades, como trastornos hereditarios, diabetes tipo 1, cáncer y VIH. Muchas otras vacunas de ARNm pueden prevenir enfermedades infecciosas y epidemias al ser escalables, reproducibles, versátiles y adaptables con diferentes variantes de virus "(Abu Abed OS,"Vías de terapia génica y vacunas Covid-19 ", Genes Immun. 2021 junio; 22 (2): 120-124).
El objetivo es claro: suplantar el aparato farmacológico tradicional con medicamentos de ARN (o ADN) construidos por computadora (basados ​​en secuencias). Esta deriva es peligrosa, no solo porque pretende revolucionar el enfoque farmacológico clásico en ausencia de fundamentos científicos válidos, sino porque acabaría concentrando la posibilidad de producir fármacos en manos de unas pocas multinacionales.
Si esto es lo que está en juego, es fácil comprender por qué los medios de comunicación y de información más difundidos niegan tan tenazmente que las nuevas vacunas sean formas de terapia génica. Y también se entiende que la comercialización de estas vacunas podría haberse realizado sin suscitar esas protestas y la desaprobación - científica y política - en la que han incurrido otros medicamentos introducidos en el mercado sin las debidas precauciones 

(Ver Doshi P., " Will Covid - ¿19 vacunas salvan vidas? Los ensayos actuales no están diseñados para decirnos ", BMJ 2020 21 de octubre; Qiu T., Wang Y., Liang S., Han R., Toumi M.," The impact of Covid-19 on the Industria de terapias celulares y génicas: interrupciones, oportunidades y perspectivas de futuro”, Drug Discov Today. Octubre de 2021; 26 (10): 2269-2281; Van Spall HGC., “ Exclusión de mujeres embarazadas y lactantes de los ensayos de la vacuna Covid-19: una oportunidad perdida ”, Eur Heart J. 21 de julio de 2021; 42 (28): 2724-2726).

Creemos que estas preocupaciones merecen ser abordadas racionalmente en la ciencia y el derecho, sin esconderse detrás de la pantalla de consignas y propaganda. Está claro para todos  por ahora que las vacunas de ARNm ofrecen una protección limitada, que desaparece en 3-5 meses. Nunca se ha detectado nada parecido con las vacunas tradicionales. Una prueba más de cómo el principio de realidad siempre triunfa sobre la ideología.

Mariano Bizzarri * - Fuente
* (Roma, 1957), oncólogo, es investigador del Departamento de Medicina Experimental de la Universidad La Sapienza de Roma y director del laboratorio de Biología de Sistemas del mismo departamento.
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Fig.1 - Leyenda. Las vacunas de ARNm transfieren la información genética necesaria para la síntesis de la proteína Spike a las células, que es producida en grandes cantidades por las células del huésped. Estas proteínas, reconocidas como extrañas, estimulan la respuesta inmune produciendo anticuerpos dirigidos exclusivamente contra un único objetivo: la proteína Spike. Si esto cambiara, como sucedió con la variante Delta, la vacuna perdería gran parte de su efectividad. Una vacuna tradicional, por ejemplo obtenida con virus inactivados, estimula en cambio la producción de anticuerpos dirigidos contra varios y numerosos objetivos. Si incluso uno de estos cambiara, la respuesta seguiría siendo eficaz porque aún se mantiene hacia los objetivos residuales.

jueves, 9 de diciembre de 2021

El episcopado austriaco se alinea con el Estado para discriminar a los no vacunados



Hay una modalidad de ‘descarte’ de personas que se hace cada día más descarada, oficial y multitudinaria, de la que participa la jerarquía eclesial en lugares como Austria, y contra la que el Papa no tiene nada en absoluto que decir. Nos referimos a la exclusión de los que se niegan a vacunarse contra el coronavirus.

El caso más paradigmático es el de Austria, tanto por ser la primera democracia occidental que obliga a vacunar con COVID-19 a toda su población adulta, y los objetores de conciencia se enfrentan a multas de 3.600 euros (4.080 dólares) al día y a penas de cárcel si se niegan a pagar las sanciones prohibitivas, como por su cultura fuertemente católica, como vieja sede del Sacro Imperio.

Allí la nueva ley, que entrará en vigor el 1 de febrero de 2022, permanecerá activa durante tres años, modificará la estricta legislación austriaca sobre protección de datos para permitir la vinculación de los registros sanitarios electrónicos privados con los registros de vacunación centralizados y afecta a los niños hasta los 14 años, de cuyo acatamiento responderán los padres.

Ante esta vulneración sin precedentes de innumerables leyes, tratados y convenciones internacionales, la iglesia nacional tenía que pronunciarse, y lo ha hecho con el habitual acto de equilibrismo moral al que empezamos a estar acostumbrados. Por un lado, los obispos parecen apoyar los derechos individuales al calificar la «vacunación obligatoria» como una «grave injerencia en la integridad física y la libertad de la persona», y, por otro, los obispos se contradicen al ofrecer al Estado carta blanca sobre la autonomía corporal.

Los obispos añaden que la vacunación obligatoria «sólo es admisible si se han agotado todas las demás posibilidades, teniendo en cuenta la proporcionalidad, para proteger a la población -en caso de pandemia-, el sistema sanitario y, por tanto, la vida humana».

Los obispos instaron a los católicos a vacunarse, citando la declaración del Papa Francisco de que «la vacunación es un acto de caridad.» Dado que «los llamamientos anteriores no han sido suficientes», se justifica la obligación legal del Gobierno de obligar al pinchazo, argumentan los obispos.

Carlos Esteban

Razones por las que desaconsejo la “vacunación” obligatoria


UN ARTÍCULO QUE HAY QUE LEER SI QUEREMOS DESPERTAR


Antes de empezar a exponer mis razones por las que desaconsejo la vacunación obligatoria diré que, a pesar de que no soy médico ni biólogo ni experto en ningún tema sanitario, creo que tengo la suficiente formación intelectual en otros campos, como para poder diferenciar entre lo que es lógico y lo que no lo es. Por esta razón no entraré en ningún argumento científico de orden sanitario, para no caer en la red de aquel médico cuya carta tuve ocasión de leer y que nos catalogaba a todos los que opinábamos de este tema sin pertenecer al ámbito sanitario de IMBÉCILES; pero sí en un análisis lógico de la realidad en la que estamos inmersos porque creo que cualquier persona formada tiene derecho a hacerlo. También quisiera decir que no niego la existencia del virus aunque, como afirma el premio nobel Montagnier, creo que ha sido creado a partir de otro ya existente manipulado artificialmente.


EXPOSICIÓN DE RAZONES

- No hay debate público, abierto y plural en los medios de comunicación de masas sobre la necesidad o no de someterse a este tratamiento. Sencillamente se han acatado, por parte de prácticamente todos los dirigentes políticos del mundo, las decisiones de un organismo, la OMS, cuando menos muy controvertido, dirigido por una persona de pasado oscuro en Etiopía, al que financia el partido comunista chino y las grandes farmacéuticas (BIG PHARMA), y que constantemente ha incurrido en decisiones contradictorias a lo largo de estos últimos ya casi 2 años de “PLANDEMIA”. Sencillamente, a los que no comulgamos con la verdad oficial se nos tacha de “negacionistas” cuando en realidad los negacionistas son aquellos que niegan cualquier debate sobre la verdad.

- Poco antes de la organización de todo este circo mediático se cambiaron los requisitos, por parte de la OMS, para calificar una epidemia como pandemia. Lo que toda la vida había sido una condición “sine qua non” para declarar pandemia, que no era ni más ni menos que el % de incidencia en la población, ahora se ha cambiado, cómo no, por la globalización de la enfermedad. Es decir, basta con que aparezca en varios sitios del mundo a la vez, (lo que es muy fácil hoy día de provocar) aunque sea con un % de incidencia muy bajo, para declararlo pandemia. Desde luego lo que no se puede negar es que con este nuevo concepto de pandemia es más fácil extender EL MIEDO Y EL PÁNICO en la población y mantenerla sumisa a una serie de medidas que incluso quiebren sus derechos básicos más inalienables.

- Nadie, ni farmacéuticas, ni gobiernos, ni personal sanitario alguno, ni siquiera las aseguradoras se hacen responsables de los efectos secundarios de este tratamiento a corto, medio y largo plazo. Para muestra vale un botón: invito a cualquiera que no se haya vacunado, o que lleve una dosis y quiera inocularse la segunda o la tercera o las que en lo sucesivo vendrán, a que solicite a su médico o personal sanitario o entidad sanitaria pertinente, que le prescriba con receta el tratamiento; eso sí, con firma, sello y número de colegiado y que exija el consentimiento informado, es decir, que le informen de la composición exacta de lo que le van a inocular y las posibles reacciones adversas. Verán que sorpresa se llevan. Nadie firmará. Qué raro, ¿no?.

- Una vacuna, por definición, proporciona inmunidad contra una enfermedad. Este tratamiento, ya está aceptado incluso por el establisment médico/farmacéutico, que no inmuniza contra nada y ya están hablando de sucesivas dosis. No quiero convertirme en cobaya de un tratamiento experimental que no protege de forma efectiva y permanente contra nada y no quiero tomar un tratamiento médico de por vida contra un virus que estas inyecciones ni siquiera previenen.

- No confío en la demonización brutal y sistemática que se ha hecho por parte de los gobiernos y los medios de comunicación de masas de los tratamientos alternativos a esta “vacuna” como son, la ivermectina y el dióxido de cloro, ya comprobada su eficacia al 100% contra este virus en varios países sudamericanos cuya incidencia ya roza el cero y las recuperaciones el 100% . Pero de esto no sabemos nada por los medios de comunicación de masas en España, todos bien untados por el gobierno.

- El establisment médico/farmacéutico no sabe los efectos a corto, medio y largo plazo. Entonces, por qué tanta prisa en inocular a la población con un tratamiento que ya ha provocado decenas de miles de efectos secundarios graves y la muerte a miles de personas. Sabemos que Bill Gates es uno de los magnates más importantes de la industria farmacéutica y todos conocemos sus declaraciones sobre la sobrepoblación del mundo y su drástico remedio. No les creo.

- ¿Debo arriesgar mi vida con un tratamiento del que nada se sabe de los riesgos futuros que puedo correr cuando ellos, los ejecutivos de las grandes farmacéuticas, se sabe que no se han vacunado alegando que “se sacrifican generosamente para que la vacuna llegue a más personas”. Puesto que no soy idiota, no confío en ellos ya que no arriesgan nada.

- A propósito del debate que debiera surgir pero que no lo consienten ni los gobiernos ni los medios de comunicación bien untados por ellos, han surgido por todo el mundo distintos grupos de “profesionales por la verdad”; “médicos por la verdad”, “abogados por la verdad”, …etc , con el único fin de esclarecer la verdad de todo este circo mediático mediante un debate público en los medios. En vez de facilitarlo, lo que han hecho los medios es demonizar a estos colectivos, insultarlos, estigmatizarlos, y postergarlos en sus respectivos trabajos, muchos han perdido su empleo por esta causa, encasillarlos con el adjetivo de “negacionistas”, llamarles asesinos, egoístas, irresponsables, que debieran ser confinados y demás lindezas para provocar su muerte profesional. Pero al campo, al fin y a la postre, no se le pueden poner puertas y la verdad al fin resplandecerá tarde o temprano. Me fío mucho más de estos colectivos que son capaces de arriesgarlo todo, su profesión, su vida, sus familias, su prestigio por el resplandecimiento de la verdad, que no de estos magnates de las farmacéuticas que ya tienen un largo historial de multas por prácticas amorales y catástrofes provocadas por sus tratamientos milagro en muchas partes del mundo, sobre todo en África y Asia. Para muestra un botón: PFIZER ha sido multada con más de 6.000 millones de dólares durante los últimos 30 o 40 años, no recuerdo bien ahora, por este tipo de prácticas a las que me he referido antes.

- Otra cuestión importante, generalmente aceptada por el público, es la ausencia de autopsias en las muertes para distinguir quienes han muerto con COVID o por COVID. ¿por qué se prohibieron las autopsias?.¿Tal vez porque se habría descubierto que muchas de las muertes se habrían producido no por COVID sino con COVID por patologías previas?. No lo sabremos. Lo cierto es que un tanto por ciento altísimo de personas fallecidas eran personas de más de 75 años con patologías previas muchos de ellos abandonados en sus residencias de ancianos.

- Otro tema sin aclarar es el de las famosas PCR de las que el propio descubridor Kary Mullis, ya fallecido, ha comentado en repetidas ocasiones su inutilidad para detectar cualquier tipo de virus, y que convenientemente manipuladas en cuanto a los ciclos por segundo a las que se realicen pueden dar positivos a todas luces falsos. Es decir es una herramienta que convenientemente manipulada sirve para aumentar o disminuir la incidencia de la enfermedad según convenga para una buena dosificación de miedo y pánico en la sociedad. ¿Hasta cuándo va a guardar silencio el gremio sanitario?

- Se están ignorando los efectos secundarios de estos tratamientos cuando se sabe ya que los producen y en cantidades significativas, pero como no se cuentan en los medios de comunicación o cuando se hace no se atribuyen a la inoculación del tratamiento, el resultado es que al contarse sólo algunos de forma aislada e intermitente y sin causalidad, la población no los correlaciona con la inoculación de la “vacuna”. Como dato significativo diré que en este último año y medio transcurrido se han producido muertes por síncopes, problemas de miocarditis, infartos y otros motivos médicos entre deportistas de élite sin patologías previas aparentes, con una incidencia del 150% más que lo producido habitualmente. Es decir, si en un año normal, por ejemplo, morían en todo el mundo 20 deportistas de élite, en este último periodo “plandémico” se han producido 50 casos de desvanecimiento, en algunos casos con resultado de muerte, sin que sepamos por qué pero al parecer todos estaban ya vacunados.

- Por último, aunque tengo bastantes más razones para desaconsejar la “vacunación”, diré que jamás en mi vida, y tengo casi 70 años, vi semejante campaña de marketing pro-vacunación. Ha sido bestial el bombardeo a los cerebros de las personas a través de los medios de comunicación que sistemáticamente han abierto todos los días sus informativos con más de un cuarto de hora acojonando, permítaseme la expresión, al personal para después poner la “vacuna” como remedio infalible para inmunizarse aunque el paso del tiempo ha demostrado la gran falacia, ya que la “vacuna” ni inmuniza ni protege del contagio y ya se habla de tercera dosis, con la que ya se han inoculado al parecer más de 4 millones de personas en España, y de dosis posteriores semestrales de recuerdo. 

O sea, dependencia total y absoluta de por vida de las farmacéuticas y GRAN NEGOCIO ASEGURADO PARA ELLAS, SUS VOCEROS POLÍTICOS Y LOS MEDIOS.

Sebastián Bel Bravo 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

NOTICIAS 7 y 8 de Diciembre de 2021





ADELANTE LA FE

- Las comunidades ex-Ecclesia Dei enfrentan una decisión

https://adelantelafe.com/las-comunidades-de-la-ex-ecclesia-dei-enfrentan-una-decision/


DESDE MI CAMPANARIO

- Decisiones constitucionalmente incorrectas (Ángel Martín Rubio)

http://desdemicampanario.es/2021/12/06/reflexiones-constitucionalmente-incorrectas-2/

ECCLESIA E POST CONCILIO


- El cardenal Zen recuerda el 25 aniversario de su ordenación episcopal e invoca la Inmaculada Concepción

http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2021/12/il-card-zen-ricorda-il-25-della-sua.html

CONTANDO ESTRELAS

- Los actos del Ejército de Tierra por el día de la Inmaculada Concepción en España y el exterior

https://www.outono.net/elentir/2021/12/08/los-actos-del-ejercito-de-tierra-por-el-dia-de-la-inmaculada-concepcion-en-espana-y-el-exterior/


INFOCATÓLICA

- Balbuciendo (Bruno Moreno)

https://www.infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/2112080452-balbuciendo?utm_medium=RSS&utm_source=atom-blog&utm_campaign=B10

- Cardenal Müller critica la insistencia rígida en la obediencia ciega en temas litúrgicos