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martes, 22 de octubre de 2019

Con relación a la exhumación de Franco del Valle de los Caídos



Quienes lo conocieron saben que fue un hombre que devolvió la unidad a una España fragmentada y dividida: un hombre bueno (con sus defectos, por supuesto) que quería realmente a España. Buen católico, gracias a él, España continuó siendo católica: algo que no le perdonan quienes pretenden su exhumación que piensan llevar a cabo el 24 de octubre de 2019, haciendo uso de un helicóptero.

Por su interés copio aquí un artículo de Luis Gómez, del blog Desde mi campanario de título "¿Por qué profanar la sepultura de Franco?


Cuando se buscan explicaciones para poder comprender acontecimientos que se están produciendo, en el presente, es habitual  acudir al pasado. El esperpento de la profanación de la sepultura de Franco, con tintes de astracanada si no fuera por el daño que produce a muchas personas y por el peligroso precedente que supone, hace necesario el retrotraernos, como referencia, a lo sucedido en los tiempos del mal llamado régimen franquista tan denostados hoy por la avasalladora maquinaria propagandística del totalitarismo socialista. Sin pretender agotar todas las explicaciones posibles, expondremos tres.
Una explicación de tipo sociológico sería el complejo de los políticos del sistema actual que no pueden superar el éxito social obtenido por el de Franco  en el que la economía nos situó en los primeros diez puestos entre las naciones más industrializados, en el nivel de paz y de seguridad convirtiendo a España en uno de los países más envidiados, y en la sanidad considerada una las mejores del mundo amén de todas las obras de viviendas sociales, pantanos, hospitales…y todo ello con menos medios que los gobiernos de los últimos cuarenta años.
Una segunda explicación podría ser de carácter psicológico que encuadraría a esa minoría activa de ideologizados que, sin haber sido testigos ni de la guerra civil ni de la postguerra, no pueden perdonar la victoria histórica de Franco, por ser la única en el mundo, sobre el comunismo ni, mucho menos, su triunfo en la paz que le llevó a morir en una cama de la Seguridad Social creada por él y querido y respetado por la gran mayoría de la población en la que destacaba toda una clase media generada durante sus sucesivos gobiernos.
La tercera, la más importante, entraría dentro del ámbito de lo espiritual. La religiosidad católica de aquella época generó una gran estabilidad en las familias, fundamentada en el matrimonio que, a su vez, se trasladó al conjunto de la sociedad. Dentro de esta dimensión, lo que menos se perdona a Franco, y aquí entra la acción del maligno, es la cantidad ingente de almas que están en el cielo gracias a un ambiente social de santidad en el que la honradez, la fidelidad, la honestidad y  las virtudes, en general, eran fomentadas en todas las edades y capas sociales así como combatidas todas las depravaciones derivadas de los atentados contra la vida como el aborto, la pornografía, el juego, la droga y un largo etcétera. Hasta en su intervención en nombramientos de obispos, si tenemos en cuenta los que están en proceso de canonización, podríamos decir que su acierto con los candidatos, guiado por el bien de la Iglesia, era mejor que el de algunos nuncios.
La virulencia con la que se ataca la memoria de Franco no queda explicada del todo ni por su éxito social ni por su victoria sobre el comunismo sino más bien por su lucha y triunfos contra el maligno y toda su cohorte de discípulos, bastantes de ellos masones, presentes en la política y en los centros de poder, ayer vencidos en España y hoy gobernando en casi todo el mundo. Para el dominio total de la situación, además del pensamiento único, era necesario un signo que borrase derrotas del pasado y que, admitido por todos los poderes, representase un paso importante en el triunfo de las tinieblas. De ahí la urgencia del gobierno respaldada por las prisas de los tribunales, incluido el de Estrasburgo.
No obstante, los secuaces del mal nunca aprenden de la temporalidad de sus pírricas victorias pues las puertas del infierno no prevalecerán, como ellos mismo deberían de saber.
Luis Gómez, pbro
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Añado también dos cortos vídeos, uno de Fernando Paz y otro de Jesús García Serrano
Sobre la exhumación de Franco: "Se está haciendo una profanación"
Duración 1:57 minutos

Injusticia de la Conferencia Episcopal Española contra Franco

Duración 2:04 minutos




miércoles, 16 de octubre de 2019

EL HOMBRE QUE DIO LA PRIMICIA: entrevista exclusiva con el reportero de Viganò


Arzobispo Viganò y el reportero Aldo Valli
“Me han llamado traidor, hipócrita, y falso. Obviamente, considerando que estas acusaciones provienen de los enemigos de la Iglesia, considero todas estas acusaciones como medallas de honor en defensa de la Verdad.” – Aldo Maria Valli______________
El reportero de la TV pública RAI, Aldo Maria Valli, y el músico de iglesia, Aurelio Porfiri, son dos líderes figuras italianas católicas que decidieron unir fuerzas y hacer público su desasosiego, cuando menos, con la situación actual de las cosas en la Iglesia Católica desde el punto de vista tradicional de la fe.
“Destierro: Diálogos sobre la Iglesia Líquida” (Chorabooks, Hong Kong 2019) fue el resultado de su esfuerzo, un libro apasionado escrito como una serie de diálogos entre los dos autores sobre los temas más apremiantes y ardientes que hoy enfrenta la Iglesia.
Mientras que Aurelio Porfiri es un compositor, director de coros, escritor y docente que vive entre Roma y Hong Kong, Aldo Maria Valli es un conocido veterano “Vaticanista” (reportero experto en asuntos del Vaticano) y fue el primer reportero en recibir la declaración del arzobispo Carlo Maria Viganò sobre el escándalo de la homosexualidad dentro del clero.
Aldo Maria Valli fue muy amable en responder algunas preguntas para los lectores de The Remnant sobre algunos de los temas más urgentes que se tratan en su libro.
Q. ¿No cree que el caso de Viganò y los abusos del clero pueden haber contribuido aún más a esta sensación de destierro que reporta en su libro?”
A. En lo que a mí respecta, el caso Viganò ha contribuido sin duda a hacerme sentir aún más desterrado de esta Iglesia. Como dije muchas veces, mi proceso de “conversión” sobre el pontificado de Bergoglio comenzó después de leer Amoris laetitia, y en ese momento me di cuenta del grado de penetración del neo-modernismo dentro de la Iglesia Católica, en todos sus niveles. Hasta el 2016 estaba entre los que preferían no ver, pero Amoris laetitia abrió definitivamente mis ojos. Incluso antes de que los cuatro cardenales expresaran sus dudas, en mi libro “266. Jorge Mario Bergoglio Franciscus P.P.” (primera edición de 2016, publicado por Liberilibri) expuse abiertamente mis dudas y denuncié la infiltración del relativismo en la enseñanza moral; una infiltración que entre otras cosas ocurrió secretamente mediante el uso de la ambigüedad como arma para socavar la enseñanza previa. Desde entonces, me sentí más y más desarraigado y más y más solo. Perdí muchas amistades e incluso a nivel profesional comencé a vivir una situación de marginalización. Pero el Señor intervino dándome muchos nuevos amigos que me ayudaron a enfrentar esta difícil etapa. Fue en este contexto que monseñor Viganò me buscó para hablarme de sus memorias y proponerme publicarlas en mi blog Duc in altum. Para los interesados, conté toda la historia en el libro Il caso Viganò (publicado por Fede & Cultura, 2018).
“Quienquiera que diga que él debiera haberlo hecho discretamente no comprende o pretende no comprender: Viganó eligió hacer ruido, y lo hizo con la convicción de que era el último recurso.” 
Q. ¿Cómo explicaría lo que se percibe como una especie de “explosión” de la homosexualidad en el clero?
A. El problema de la presencia y, yo diría, de la invasión de lo que se ha llamado la cultura homosexual no es reciente, sino que tiene raíces profundas. Sin embargo hoy, a través del uso de redes sociales (piense en la gran visibilidad de un promotor de la homosexualidad como el jesuita James Martin) ha explotado de manera tal que hasta el menos experimentado puede darse cuenta. No tengo nada en contra de las personas con orientación homosexual, pero como católico coincido con el Catecismo, el cual dice que estas personas, que deben ser recibidas con especial atención, respeto y delicadeza, están llamadas a la castidad porque los actos homosexuales son contrarios a la ley natural.
Me parece que no hay mucho más que decir, y sin embargo estamos viendo la propagación de una mentalidad subversiva que dice derrocar la realidad y hace pasar la práctica homosexual no solo como buena sino como un comportamiento bendecido por Dios. Y con frecuencia esta declaración proviene de dentro de la Iglesia. Ahora queda claro que la responsabilidad debe encontrarse en diferentes niveles, desde los seminarios hasta los niveles más altos de la curia romana. Pero no alcanza a identificar al responsable. Es necesario luchar por el respeto del orden natural, el fruto de la creación que hoy muchas personas desean destituir por la antigua razón: poner al hombre en el lugar de Dios. Esto conduce a una locura generalizada; también refleja la profunda crisis de identidad del sacerdote que está en el centro de esta crisis de fe y, como resultado, de la crisis de la Iglesia.
“Solo alguien muy ignorante, o que tiene un interés específico, elevaría al Papa a una condición de intocable que realmente no posee.”
Hemos atravesado décadas en las que el proceso de humanización del sacerdote coincidió con su progresivo alejamiento de Dios y de la vida de oración. De ser un constructor de puentes entre Dios y el hombre, se ha convertido en un mero constructor de relaciones humanas (si es que le sale bien), y al mismo tiempo, principalmente debido a la liturgia, ha adquirido el rol de líder. De ser un mediador, ha pasado ahora a ser un actor. La imagen del sacerdote armado con un micrófono que le habla a la asamblea de fieles es muy similar, si lo piensan, a la de un político o periodista. Dios ha pasado a un segundo lugar. Y si luego agregamos todas las tareas administrativas, desaparecen la contemplación y la oración. No sé cuántos sacerdotes me han dicho: “¡realmente deseo orar más, pasar más tiempo en adoración, pero nunca encuentro el momento!”
Q. ¿Puede decir algo acerca de sus reuniones personales con el ex nuncio?
A. En mis reuniones con Viganò vi a un hombre profundamente triste por la decadencia moraI dentro de la Iglesia y la negación sistemática de la verdad. Lo que él quería atravesar era el velo de mentiras que cubre esta situación devastadora. Y una vez que uno decide tomar ese camino, queda claro que debe hacerlo de la forma más dramáticamente posible. Quienquiera que diga que él debiera haberlo hecho discretamente no comprende o pretende no comprender: Viganó eligió hacer ruido, y lo hizo con la convicción de que era el último recurso. Él me dijo que había orado mucho y que lo había tenido en su conciencia durante mucho tiempo, y esto es básicamente lo que nosotros estamos haciendo en menor escala. Cada día nos preguntamos: ¿es apropiado continuar en esta batalla? Un amigo me preguntó: ¿qué te mueve a hacerlo? Desde un punto de vista puramente humano, es una tontería. Tenemos todo para perder y nada por ganar. Pero el juicio que me interesa es el del buen Dios, no el de los hombres. Es por eso que, a pesar de quienes me acusan de haber traicionado a la Iglesia, me siento más católico que nunca. ¡Y en cuanto a esto sé que estoy en buena compañía!
“¿Un católico puede no ser rígido y tradicionalista? No, no puede. La ley natural es una, y no podemos torcerla a conveniencia utilizando los principios del relativismo.”
Q. ¿Cómo reaccionó emocionalmente en aquellos días, ante semejante carga?
A. Sólo puedo decir que después de haber publicado el informe del ex nuncio, sentí una gran paz interior. Sabía muy bien que, especialmente desde el punto de vista profesional, iba a pagar un  precio elevado (como fue que sucedió en aquel momento), pero me di cuenta que jamás me perdonaría si evitaba intervenir, en mi pequeña forma, en defensa de la verdad. Como una persona bautizada, llamada a ser sacerdote, profeta y rey, no podía hacer otra cosa. Me adhiero por completo a las palabras del cardenal Newman en su obra “Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana” (1845, capítulo VIII, § 1): « Que hay, pues, una verdad; que es una única verdad; que el error  religioso es en sí mismo de naturaleza inmoral; que aquellos que lo mantienen, salvo que lo hagan involuntariamente, son culpables; que hay que temerlo; que la búsqueda de la verdad no es la gratificación de la curiosidad; que su logro no tiene nada que ver con la excitación de un descubrimiento; que la mente está por debajo de la verdad, no por encima, y a ella se liga, no para comentarla, sino para venerarla ».
Por eso, como Newman, en el caso de un brindis religioso después de una cena, ciertamente brindaría por el Papa, pero primero a la conciencia y luego al Papa.
Q. Hablando del Papa, aquí nos encontramos en el asunto crucial de la obediencia…
A. Tiene usted razón: la cuestión de la obediencia es decisiva. Nosotros los católicos debemos respetar al Papa, desearle el bien y tomarlo en serio. Esto implica, de ser necesario, la posibilidad de hacer ciertas críticas. Tenemos el derecho pero también el deber de hacerlo. Y tenemos este deber porque somos bautizados. La papolatría enfermiza que observamos en nuestros días es hija de la ignorancia y de la manipulación. Muchos piensan que el Papa es siempre infalible, mientras que en verdad solo lo es cuando habla ex cathedra, cosa que solo sucede rara vez. Casi nunca. Sin embargo, cuando el Papa habla ex cathedra, debe hacerlo tan abiertamente que los fieles sean conscientes de ello. Sostener que el Papa siempre tiene la razón solo porque es el Papa es caer en un clericalismo extremo, y es de notar que quienes dicen ser anticlericalistas suelen caer en esta especie de papolatría. Cuando vamos a misa, nosotros los católicos indudablemente oramos por el Papa, pero en el Credo decimos: creo en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, etc.… Jamás decimos creo en el Papa. Y hay una razón para esto: el Papa no es más que servus servorum Dei. Su función es de servicio. Él debe estar al servicio de la fe, y tiene el deber de confirmar a sus hermanos en la fe. Solo alguien muy ignorante, o que tiene un interés específico, elevaría al Papa a una posición de intocabilidad que realmente no tiene.
“Nos conducen hacia la triste realidad en la que la Iglesia pierde a sus viejos creyentes sin encontrar nuevos. Es por eso que, y de qué manera, siento que me he vuelto tradicionalista, es decir, anclado fuertemente a una Iglesia que no puede y no debiera ofrecer descuentos.”
Q. ¿No cree que tal vez los medios tienen alguna responsabilidad al respecto?
A. Sin duda. Quienes estamos en los medios de comunicación tenemos una gran responsabilidad, incluso en este caso: hemos convertido al Papa en algo que no es, en una especie de Superman. En cambio, debemos repetirlo, él es un servidor. Es solo a Dios a quien debemos obediencia total e incondicional, no al Papa. El Papa puede ciertamente equivocarse, incluso podría convertirse en hereje; también podría enloquecer. Incluso en un Papa proclamado santo (como en el caso de Juan Pablo II) los católicos estamos en condiciones de encontrar zonas de sombras. Porque somos realmente libres. Como habrán notado, entre las acusaciones realizadas contra el ex nuncio de los Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, tras la publicación de sus memorias, hubo una acusación de perjurio. Según sus detractores, monseñor habría cometido perjurio porque había jurado fidelidad al Papa pero luego se rebeló en su contra, al punto de acusarlo. Pero incluso aquí hay un error elevado a la altura de un arte. Es cierto: todo clérigo, más aún quienes trabajan en el servicio diplomático de la Santa Sede, jura fidelidad al Papa, pero este juramento verdaderamente pierde vigencia desde el momento en que el clérigo reconoce que el Papa no está trabajando para confirmar a sus hermanos en la fe sino para confundirlos; no para transmitir la correcta doctrina sino para transmitir sus propias ideas personales; no para encomendar a la Iglesia al cuidado de pastores santos sino para colocarla en manos de hombres moralmente corruptos. Si no tuviéramos esta libertad de decisión, nosotros los católicos no seríamos hijos de la Iglesia sino miembros de una secta. Y sin embargo decir estas cosas hoy, nos expone a acusaciones de todo tipo.
El Papa puede ciertamente equivocarse, incluso podría convertirse en hereje; también podría enloquecer.
Q. ¿Por ejemplo?
A. Me han llamado traidor, hipócrita, y falso. Obviamente, considerando que estas acusaciones provienen de los enemigos de la Iglesia, considero todas estas acusaciones como medallas de honor en defensa de la Verdad. Pero cuando estas acusaciones son realizadas por católicos, te hace tomar consciencia del nivel de decadencia en el que hemos caído. Ni hablar de la trillada y más frecuente acusación de ser rígido y tradicionalista. Pero me pregunto: ¿Un católico puede no ser rígido y tradicionalista? No, no puede. La ley divina es una, y no podemos torcerla a conveniencia utilizando los principios del relativismo. Los mandamientos fueron escritos sobre piedra. Y la tradición es el instrumento por el cual la Santa Madre Iglesia, como toda buena madre, guarda y transmite lo que es bueno para sus hijos para protegerlos del mal y salvar sus almas. Aquí no estamos razonando como teólogos, dado que ninguno de nosotros lo es, sino simplemente como personas con sentido común.
“Nos dirán: ¡Ustedes son como los cruzados! Sí, es exactamente así como debemos ser.”
Q. Un sentido común que en el mundo de hoy parece cada vez más escaso, casi anatema…
A. El hecho es que vivimos en un mundo dado vuelta, donde te hacen pensar que lo que es malo es en realidad bueno o te dicen que el bien y el mal  no existen en sí mismos, solo existen en la condición subjetiva en la que cada individuo vive su propia realidad. De esta manera, la noción de pecado en sí misma queda eliminada y la persona es abandonada en el desorden moral. Una vez que los puntos de referencia desaparecieron, uno entra en el reino del subjetivismo en el cual la única ley conocida es la de seguir sus propios impulsos, y también la de la espontaneidad, que dice que si un acto es realizado sobre la base de una elección personal y libre entonces es bueno. Pero de esta manera todo se vuelve justificable. En cuanto a esto, el magisterio de Benedicto XVI era muy claro, pero el mundo lo rechazó y, peor aún, condenó al Papa como fanático sin corazón. Todo lo que observo me lleva a decir que la Iglesia ha tomado, desafortunadamente ya hace un tiempo, el camino del relativismo que Benedicto XVI siempre condenó, por ejemplo en su homilía durante la misa para le elección del romano pontífice que abrió el cónclave el 18 de abril de 2005.
En este mundo boca abajo a veces me detengo y miro a mi alrededor y me pregunto, ¿seré yo tal  vez el que ha enloquecido? Hablo en serio: en el actual contexto religioso y cultural en el cual afirmar que existen el bien y el mal objetivos hace que la gente te mire como un leproso y te excluya del foro civil, con frecuencia me hace dudar de mí mismo. Afortunadamente hay otras personas que también salieron de sus catacumbas, se hacen las mismas preguntas y están igual de perplejas. Y así nos reconocemos, nos apoyamos unos en otros, y también encontramos la fortaleza para reaccionar y luchar. Pienso en las palabras de Chesterton: Se encenderán hogueras para atestiguar que dos más dos son cuatro. Se desenvainarán espadas para probar que en verano las hojas son verdes.
Pareciera que hemos llegado a ese punto. Sin duda, hay una crisis de fe, pero antes que eso hay una profunda crisis de razón. Y eso torna más importante la necesidad de solidaridad entre nosotros quienes, obstinadamente, decimos que dos y dos son cuatro y no que dos y dos generalmente son cuatro pero a veces también son cinco.
Q. ¿Qué piensa del problema del enfrentamiento entre tradicionalistas vs. progresistas?
A. Este no es el problema principal. Estas son solo etiquetas, ampliamente utilizadas por quienes, ya sea sin saber cómo o sin querer debatir, se refugian en eslóganes prefabricados. Después de todo, hoy el mero hecho de tener una fe clara basada en el Credo de la Iglesia es con frecuencia más que suficiente para tildar a uno de fundamentalista.
El problema es bastante simple: ¿a quién y qué queremos tomar como punto de referencia para nuestras vidas? ¿A Dios o al hombre? ¿La eterna ley divina o los caprichos de la criatura? ¿La objetividad del bien y el mal o el subjetivismo que justifica todo? Conozco muchos católicos buenos y fieles que, cuando les hago estas preguntas, me miran como atontados. No están acostumbrados a pensar estas preguntas en estos términos. El así llamado paradigma de la Iglesia que ha sido desplegado a lo largo de unos pocos años es impuesto como una ideología que se concentra en dar asistencia social y evitar las grandes preguntas.
No es una coincidencia que en nuestras iglesias ya nadie hable del fin de los tiempos y las últimas cosas (los novísimos). Solo están interesados en las penúltimas cosas, las cosas relacionadas con el aquí y ahora, no la vida eterna. Y por lo tanto, uno llega a la paradoja de ver fieles convocando a sacerdotes y a obispos a su deber de levantar la mirada hacia el Absoluto, aconsejándoles no hablar como si fueran expertos en economía, sindicatos, o ecología.
Por lo tanto, ya basta de discursos sobre el respeto por el medioambiente, los deberes de las finanzas, las injusticias sociales, recibir a los inmigrantes, etc. Quiero que me confirmen en la fe porque ese es su deber. Y yo, como fiel, tengo el derecho y el deber de hacer este reclamo.
Q. Pareciera entonces que la Iglesia, o para ser más exactos, una porción de su clero, está cambiando radicalmente su lugar…
A. Al respecto, una interesante coincidencia viene a mi mente. La encíclica de Pío XII, Meminisse Iuvat (1958) recomienda que, en medio de las olas de este mundo, el barco de la Iglesia permanezca inmóvil, firme en la fe y sin ceder. Noté el año de la encíclica porque también es el año en que nací. Pero hoy, pedirle que permanezca inmóvil, como hizo Pío XII, suena a blasfemia o provoca risas y burlas. Hoy ellos dicen que la Iglesia debiera… salir… ser dinámica… escuchar… no auto-referencial, etc. ¿Pero a dónde nos conducen estas fórmulas? Nos conducen hacia la triste realidad en la que la Iglesia pierde a sus viejos creyentes sin encontrar nuevos. Es por esto que, y de qué manera, siento que me he vuelto tradicionalista, es decir, anclado fuertemente a una Iglesia que no puede y no debiera ofrecer descuentos, porque si comienza a ofrecer descuentos se pierde a sí misma y su misión, que no es cambiar a la sociedad sino salvar almas. Parece obvio que la Iglesia debe redescubrirse y, ante sacerdotes que han perdido su identidad, recae sobre nosotros los laicos tomar el timón.
Q. ¿Y cómo debiera lograrse esto, en su opinión?
A. Como prerrequisito, creo que es necesario que nosotros los laicos tomemos partido. Casi a diario me encuentro con personas que me dicen: comprendo tu asombro, pero es mejor no hablar de estas cosas, solo debemos orar y esperar que todo esto pase. No coincido con esta postura. Como dije antes, no es solo el derecho sino el deber de los bautizados defender la verdad, la recta doctrina, y la correcta liturgia.
Necesitamos comprender que el estado actual de la situación es de conflicto interno. En otros tiempos los católicos debían lidiar con ateos, anticlericalistas, pero hoy debemos lidiar con católicos diseñados a su medida que, probablemente, en realidad sean protestantes o incluso peor. En mi tiempo nos enseñaban que quien recibía la Confirmación se convertía en un soldado de Cristo. Es así: necesitamos volver a ser soldados de Cristo. No podemos permitirnos ser pasivos, ni vivir tranquilamente. Nos dirán: ¡Ustedes son como los cruzados!
Sí, es exactamente así como debemos ser.
Alberto Carosa 
(Traducido por Marilina Manteiga. Fuente)

lunes, 14 de octubre de 2019

Pero… ¿el Papa cree en Jesucristo Dios y Hombre? (Roberto de Mattei)



No podemos callar ante un episodio increíble del que muchos de ustedes habrán tenido ya noticia. Se trata de lo siguiente:
Eugenio Scalfari, ex director de La Reppublica, publicó el martes pasado un artículo en el que afirmaba:
«Quienes, como me ha sucedido a mí muchas veces, hemos tenido la suerte de encontrarnos con él y conversar en la mayor intimidad cultural, sabemos que para el papa Francisco Jesús de Nazaret no es Dios, sino hombre. Una vez encarnado, Jesús dejó de ser Dios y se hizo hombre hasta su muerte en la Cruz.»
Vemos como un periodista de primerísima fila declara en uno de los diarios con más difusión en Italia que el papa Francisco no cree en la divinidad de Jesucristo. De ser cierto, Francisco sería formalmente un hereje, como los arrianos, ebionitas y socinianos.
Añade Scalfari que cuando le tocó hablar de ello, el Papa le habría dicho: «Son la prueba irrefutable de que una vez que Jesús de Nazaret se hizo hombre, si bien un hombre de virtudes excepcionales, no era Dios ni mucho menos». Esta afirmación corrobora la herejía, y le agrega además el siguiente concepto: que la prueba de que Jesucristo no es el Hijo de Dios nos la da que el Papa, es decir, el Vicario de Cristo, no cree en su divinidad.
La Santa Sede debería haber reaccionado con indignación a semejante barbaridad. Se habría esperado un comunicado que dijese: «El Dr. Scalfari es un mentiroso y un manipulador, porque jamás de los jamases podría el Papa, ni de lejos, decir o pensar nada por el estilo a las palabras que se le atribuyen. El Papa es el Vicario de Cristo, y Jesucristo, fundador de la Iglesia Católica, es verdadero Dios y verdadero  hombre sin posibilidad de alteración.»
Aunque se ha dado un mentís, es tan débil y ambiguo que ha sido peor el remedio que la enfermedad.
Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha dicho: «Como ya se ha afirmado en otras ocasiones, las palabras que el Dr. Eugenio Scalfari atribuye entre comillas al Santo Padre durante las conversaciones habidas con él no pueden considerarse una transcripción fiel de lo efectivamente dicho, sino que representan más que nada una interpretación personal y libre de lo que ha oído, como se hace patente por lo que ha escrito hoy sobre la divinidad de Jesucristo.»
Para empezar, si cuando Scalfari habla con el Santo Padre malinterpreta lo que éste dice, ¿por qué sigue el Papa hablando con él y tratándolo como a un periodista serio y de confianza?
En segundo lugar, no basta con decir que las palabras de Scalfari «no pueden considerarse una transcripción fiel» del coloquio con el Sumo Pontífice. Hace falta decir que es una relación falsa de toda falsedad que invierte el pensamiento del Papa, que tergiversa sus palabras para hacerle decir lo contrario de lo que piensa.
Y en tercer lugar, ¿qué significa eso de que « representan más que nada una interpretación personal y libre de lo que ha oído»? ¿Una interpretación personal y libre?
Ni Scalfari ni nadie es libre de interpretar a su manera las palabras del Vicario de Cristo como si pudiera haber varias interpretaciones posibles. La verdad de Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre no admite interpretaciones: es una sola y no hay más.
En resumen, que el desmentido no es claro, ni categórico, ni solemne ni viene acompañado de una proclamación de la verdad contraria. Es posible que Scalfari exagerara; pero cuesta imaginar que se lo haya inventado todo. Una pesada sombra permanece. No se ha disipado la duda de que en su fuero interno el papa Francisco piense realmente lo que le atribuye Scalfari. Hemos llegado a un punto en que debemos pedir al Sumo Pontífice que haga una profesión pública de fe católica. Que la haga de modo claro, sin dobleces. Tenemos necesidad de saber con plena certeza si el Papa cree o no que Jesucristo es Dios verdadero y hombre verdadero.
Roberto De Mattei

jueves, 1 de agosto de 2019

NOTICIAS 2 de agosto de 2019






INFOCATÓLICA




Selección por José Martí

Exclusive Important Analysis of Francis Important Mexico Interview (Christopher A. Ferrara)

GLORIA TV VÍDEOS

Duración 3:26 minutos

INGLÉS

Exclusive: Important Analysis of Francis' Important Mexico Interview

The American lawyer and journalist Chris Ferrara commented for Gloria.tv on Pope Francis’ May interview with the Mexican journalist Valentina Alazraki. He describes the interview as outstanding because this was the first time that Francis was downright interrogated by somebody.

Francis Finds Dirty Work "Fantastic"

Alazraki asked Francis whether or not Whistleblower Archbishop Viganò had informed him in 2013 about the McCarrick scandal. Francis replied evasively that he had been silent about the case so far, and had instead asked the media to do their own research. Francis qualifies this research as – quote - "fantastic" job because, as Francis explains, instead of inquiring the Viganò facts, the media reported on a private inheritance dispute among the Viganó family members. For Ferrara, this answer shows that Francis had asked the media to throw dirt at Viganò in order to damage his credibility. What Ferrara finds even worse is that Francis spread the rumour that Viganò had been paid for making his revelations.

What kind of person is this?

Ferrara asks the question, what character would without proof present his opponent as a paid liar and be pleased that he is vilified. For Ferrara, in this Francis shows the slyness of a politician who does not seek the truth, but attempts to save his own reputation and to silence his opponent. Even before the Pope's election, Bergoglio was known for protecting his friends and destroying his critics.

Catholic lip service, liberal deeds

Ferrara describes Francis as somebody who serves the needs of the moment, but at the same time "relentlessly" pursues his own goals. Francis will admit that abortion is a crime, but will not take any concrete action. His fight against the death penalty was different. He performed concrete actions and even attempted to change the catechism. The same applies to celibacy. Verbally he calls celibacy a gift, but at the same time, he uses the Amazon Synod to abolish it.

Insults without end

Ferrara notes that Francis makes fun of Catholics who take the faith seriously and formulate Dubia and questions. In the May interview, Francis explained that he finds such requests “amusing" and claims that he treats his critics with - quote - "fatherly tenderness". But Ferrara argues that Francis almost on a daily base defames his critics as Pharisees, rigid, stubborn, cold-hearted, vinegar-faced and so on.



TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Exclusivo: Análisis importante de la importante entrevista de Francisco en México

El abogado y periodista estadounidense Chris Ferrara comentó para Gloria.tv sobre la entrevista del Papa Francisco en mayo con la periodista mexicana Valentina Alazraki. Describe la entrevista como sobresaliente porque ésta fue la primera vez que Francisco fue interrogado francamente por alguien.

Francisco encuentra el trabajo sucio "fantástico"

Alazraki le preguntó a Francisco si el arzobispo denunciante Viganò le había informado o no en 2013 sobre el escándalo de McCarrick. Francisco respondió evasivamente que hasta ahora había guardado silencio sobre el caso y, en cambio, había pedido a los medios que hicieran su propia investigación. Francisco califica esta investigación como - cita - trabajo "fantástico" porque, como explica Francisco, en lugar de investigar los hechos de Viganò, los medios informaron sobre una disputa de herencia privada entre los miembros de la familia Viganó. Para Ferrara, esta respuesta muestra que Francisco le había pedido a los medios que arrojaran tierra a Viganò para dañar su credibilidad. Lo que Ferrara encuentra aún peor es que Francisco difundió el rumor de que Viganò había sido pagado por hacer sus revelaciones.

¿Qué tipo de persona es ésta?

Ferrara hace la pregunta, ¿qué personaje presentaría sin pruebas a su oponente como mentiroso y se alegraría de que sea vilipendiado? Para Ferrara, en esto Francisco muestra la astucia de un político que no busca la verdad, sino que intenta salvar su propia reputación y silenciar a su oponente. Incluso antes de la elección como Papa, Bergoglio era conocido por proteger a sus amigos y destruir a sus críticos.

Servicio de labios católicos, hechos liberales

Ferrara describe a Francisco como alguien que atiende las necesidades del momento pero, al mismo tiempo, persigue "implacablemente" sus propios objetivos. Francisco admitirá que el aborto es un delito, pero no tomará ninguna medida concreta. Su lucha contra la pena de muerte fue diferente. Realizó acciones concretas e incluso intentó cambiar el catecismo. Lo mismo se aplica al celibato. Verbalmente llama al celibato un regalo, pero al mismo tiempo, usa el Sínodo del Amazonas para abolirlo.

Insultos sin fin

Ferrara señala que Francisco se burla de los católicos que toman en serio la fe y formulan Dubia y preguntas. En la entrevista de mayo, Francisco explicó que considera que tales solicitudes son "divertidas" y afirma que trata a sus críticos con - cita - "ternura paternal". Pero Ferrara argumenta que Francisco casi diariamente difama a sus críticos como fariseos, rígidos y tercos , de corazón frío, con cara de vinagre, etc.

La iglesia en llamas, el Vaticano y la ONU, amor a la Iglesia Católica, recemos por los sacerdotes



La cosa está que arde. Ya no son tiempos de ordeno y mando y el que no a la hoguera. Es evidente que hay un plan concreto y premeditado que se está poniendo en acto para convertir a la Iglesia Católica en algo que va en contra de su propia naturaleza. Ha sucedido muchas veces en la historia y de todas estas crisis ha salido fortalecida y renovada. No tenemos ninguna duda ni ningún miedo al futuro que sabemos nos sorprenderá con cosas que no somos capaces ni de imaginar.

Lo que sí tenemos muy seguro es que la iglesia, tal como ahora la conocemos, está desapareciendo. Intentamos en nuestros comentarios escudriñar la razón y las consecuencias de lo que esta sucediendo. Las noticias de cada día son señales, alarmas, indicaciones que nos tienen que llevar a la trastienda que las provoca.

El Vaticano actual está a partir un piñón con las Naciones Unidas. El pacto es claro y se pretende colaborar con todos los proyectos de esta organización. Todo apunta a que se busca trabajar en la dirección de la creación de un gobierno mundial. La forma de tratar el drama de la inmigración busca saltarse la soberanía de los estados. El cambio climático pretende hacernos creer que solo un gobierno mundial puede afrontarlo. El amazonas puede ser la primera tierra firme con soberanía de este gobierno por encima de los actuales. Las leyes de los mares, la conquista del espacio, y todo lo que quieran añadir , va en esa dirección. Un gobierno mundial que busca contar con una autoridad religiosa mundial y el elegido es el Papa Francisco. Todo lo que hace y dice apunta en esta dirección. En teoría no se cambia la doctrina católica pero en la práctica se potencia lo que se llaman las periferias y se rebaja lo que se considera demasiado católico. La destrucción del ex Juan Pablo II va en esta dirección como tantas otras cosas.

Hoy es un día de entrevistas a personalidades reconocidas sobre lo que está sucediendo. Cada día aumenta el número de los que no quieren saber nada con todo esto y quieren seguir siendo católicos. Stanislaw Grygiel nos recuerda que una casa no se puede renovar destruyéndola. Mientras nuestras iglesias quedan vacías nos dedicamos a combatir la esclavitud en las Naciones Unidas con Sorondo a la cabeza. Muchos se plantean qué quedará de cristianismo después de Bergoglio. Viganò se deja ver y se encuentra muy bien y sigue en sus trece. Los silencios no hacen si no incrementar la fuerza de sus argumentos y cuanto más tiempo pasa más pruebas se acumulan. Cuáles son las intenciones de Paglia, que se ha convertido en la marioneta de todas las fiestas. Acaricia y sueña el día en que contemos con el cardenal Paglia y éste parece ser su objetivo más codiciado. El tiempo apremia y se aprieta el acelerador. Nunca ha tenido problemas en cambiar de chaqueta con facilidad, sin importar lo que hay que defender en cada momento, tenga o no algún fundamento.

En medio de todo este caos mejor terminar con la oración del Santo Cura de Ars por los sacerdotes. Rezarla nos llena de esperanza y nos hace ver que estamos en las manos de Dios, que nunca abandona a su Iglesia.
«Omnipotente y eterno Dios, mira el rostro de tu Divino Hijo y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. Recuerda que no son sino débiles y frágiles criaturas. 
Mantén vivo en ellos el fuego de tu amor y guárdalos para que el enemigo no prevalezca contra ellos y en ningún momento se hagan indignos de su santa vocación.
Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos, por los que están enfermos o agonizantes y por las almas de los que estén en el purgatorio.
¡Oh Jesús! te ruego por el sacerdote que me bautizó, por los sacerdotes que perdonan mis pecados, por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto, por los que me instruyeron y aconsejaron, por todos para los que tengo algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amen.
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes. 
María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Danos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas.»
«…un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»

Buena lectura.

SPECOLA

Intervista / Stanisław Grygiel: “Non si rinnova la casa distruggendola”

ACCUSE DI VIGANÒ A PENA PARRA. CONFERME DA MARACAIBO. — VIGANÒ ACCUSES PENA PARRA. CONFIRMATIONS FROM MARACAIBO.

Mons. Sorondo all’Onu per combattere uniti la schiavitù

Salvini: «Gregoretti, i migranti in 5 paesi Ue e nelle strutture della Chiesa»

Il cristianesimo dopo Bergoglio sarà un’altra cosa, più a buon mercato

https://www.ilfoglio.it/chiesa/2019/07/31/news/il-cristianesimo-dopo-bergoglio-sara-unaltra-cosa-piu-a-buon-mercato-267896/

Perché i tradizionalisti preferiscono Assad al papa

Quali sono le reali intenzioni di monsignor Paglia?

Vaticano, nuove regole per fare emergere gli abusi (Preseminario dei chierichetti sotto la lente di ingrandimento)

PG SCHERZA. CON IL PAPA, GRETA E LE GLACIAZIONI. PG JOKES. WITH GRETA, THE POPE AND THE GLACIATIONS.

Diocesi italiane, come sta cambiando la geografia episcopale

«La Chiesa? Un club sadomaso»: Toscani condannato per vilipendio

Troppi cattolici non capiscono che il messaggio del Papa sui migranti non può essere ignorato perché è quello del Vangelo. Una riflessione dell’arcivescovo Perego

Las acusaciones de Viganó a Edgar Peña, confirmadas desde Maracaibo Marco Tosatti



En esta misma época, hace un año, me llegó la llamada telefónica de Mons. Carlo Maria Viganò, en la que me decía que le gustaría reunirse conmigo para una entrevista sobre el caso McCarrick. Lo que pasó después, lo saben ustedes: la entrevista se transformó en un informe, escrito por el arzobispo y publicado el 26 de agosto pasado. Ahora, un año después, puedo ver lo acertada que fue su previsión. Cuando le pregunté, después de acabar de leer lo que habíamos escrito y tras editar un poco su informe, cuál sería, en su opinión, la reacción del Vaticano y del Pontífice, me respondió más o menos esto: no harán nada, harán que me ataquen personalmente, no responderán en mérito a toda la cuestión y esperarán a que sobre todo este caso se extienda un manto de silencio.

Es exactamente lo que ha ocurrido. Después de la primera respuesta del papa en el avión de vuelta de Dublín -no diré nada-, el papa Bergoglio dejó pasar muchos meses antes de responder a Valentina Alazaraki, de Televisa: no se acordaba si Viganò le había hablado de McCarrick el 23 de junio de 2013. Una justificación tan absurda y, claramente, increíble (había sido el papa el que le había preguntado a Viganò sobre McCarrick; y la respuesta había sido de una gravedad inaudita) que hizo que muchas personas tacharan al papa de mentiroso.

Mientras tanto, McCarrick ha sido condenado mediante un proceso administrativo, muy útil para sus cómplices de ayer y de hoy (Viganò nombró a varios de ellos en su testimonio; ninguno de ellos ha dicho nada y mucho menos han dicho: ¡usted miente!, como haría cualquier persona inocente acusada de omisiones, complicidad y silencios escandalosos).

También se ocultó en cuanto surgió la petición, que venía de Estados Unidos, de una investigación apostólica sobre el caso Viganò, probablemente para evitar que se descubrieron hechos peligrosos.

Hace unos diez meses se prometió que todos los documentos del caso Viganò custodiados en el Vaticano serían estudiados y, si procede, serían hechos públicos. ¿Han sabido ustedes algo? Tampoco debería ser muy difícil localizar esos documentos si, como ha denunciado el ex nuncio, en la Congregación para los Obispos hay un voluminoso dosier sobre McCarrick … Noche y niebla. Ciertamente, un ejemplo de transparencia nos lo ha dado el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, que acaba de ser confirmado nuevamente -aunque ya ha cumplido los 75 años- como cabeza de la Congregación. En su filípica contra Viganò admitió que, efectivamente, Benedicto XVI había impuesto restricciones o sanciones al cardenal americano. Pero, ¿por qué no dijo que existía una carta sobre este asunto escrita por su predecesor el cardenal Giovanni Battista Re -y, por lo tanto, no sólo un recordatorio verbal- que seguro está en Roma como en Washington? Curioso, ¿no?

Mientras tanto, cada uno de los documentos que han surgido en relación al caso McCarrick, incluido el informe de mons. Anthony Figuereido, secretario de McCarrick y su hombre de confianza en Roma, ha confirmado que el ex nuncio ha dicho la verdad, una verdad que nadie en este Vaticano de la renovación y la transparencia quiere ver. También quieren evitar ver esta verdad los periodistas que informan sobre el Vaticano. Es comprensible: hacer preguntas incómodas, indiscretas y que desentonan con los habituales aleluyas de la prensa nacional e internacional por el pontífice, tan innovador, significa ganarse la antipatía del Gran Jefe y sus jenízaros…

McCarrick es un asunto ya pasado, dirán ustedes. Sin embargo, recientemente mons. Viganò ha lanzado acusaciones graves contra el nuevo Sustituto de la Secretaría de Estado, mons. Pena Parra. El Washington Post, que las había recibido, ha preferido no publicarlas escudándose en que no podía confirmar susodichas acusaciones. Y lo mismo ha hecho el Catholic Herald, en su nueva vida filo-vaticana. Me perdonarán, pero esto es increíble.

Mons. Viganò, en su entrevista, cita a un colega venezolano, Gastón Guisandes López, actualmente director de Qué Pasa, en Maracaibo. Hace unos años, López escribió dos artículos en los que hablaba de un lobby gay de sacerdotes de Maracaibo que incluía dieciséis sacerdotes, entre los cuales Pena Parra. Guisandes López intentó en dos ocasiones que le recibiera el nuncio en Venezuela, mons. Dupuy, sin conseguirlo. No obstante, Guisandes López le escribió una carta denunciando todos los hechos relatados en ambos artículos. Según Viganò, este documento y los resultados de una investigación llevada a cabo in loco están en la Secretaría de Estado: los ha visto con sus ojos.

Guisandes López está sano y salvo. Stilum Curiae e Infovaticana, que ciertamente no tienen los medios de las grandes agencias internacionales, o de los periódicos, se han puesto en contacto con él, que ha confirmado personalmente a Gabriel Ariza los hechos relatados por Viganò, incluidos los artículos y la carta de denuncia al nuncio. ¿No les parece extraño que nadie haya tenido -en los grandes medios de comunicación- la curiosidad de verificar si esas escandalosas noticias que atañen a una de las personas con más poder en el Vaticano ahora, no hace treinta años, son verdaderas? A mí sí me lo parece. Y me pregunto qué habría sucedido si se hubiera tratado de un ministro de Trump, o de Putin, o -por qué no- de Salvini. ¡Qué pena!

Mientras tanto, un año después, todas las preguntas planteadas por Viganò siguen esperando una respuesta. Y no son preguntas insignificantes, pues conciernen a la buena fe y la fiabilidad de las máximas autoridades morales, los vértices de la Iglesia católica.

Pero todo esto parece que no interesa a los periodistas, que evitan con gran cuidado plantear preguntas demasiado incómodas a los poderosos. Las críticas y las dudas las reservan para Viganò…
Marco Tosatti

miércoles, 31 de julio de 2019

Viganò: “La figura de Cristo está ausente” del documento de trabajo del Sínodo de la Amazonía (Carlos Esteban)



Vuelve a hablar el ‘prófugo’ Carlo Maria Viganò desde paradero desconocido, esta vez para sumarse a las numerosas críticas que ha concitado el Instrumentum Laboris o documento de trabajo preparatorio para el Sínodo de la Amazonía, que se celebrará el próximo mes de octubre.

“¿Dónde está el mensaje cristiano aquí?”, se pregunta presuntamente el arzobispo Carlo María Viganò en el curso de un discreto encuentro mantenido con un periodista de Inside The Vatican, refiriéndose al documento preparatorio elaborado para el Sínodo de la Amazonía, que ya ha suscitado numerosas y sesudas críticas por parte de diversos pensadores y prelados católicos, incluidos los cardenales alemanes Walter Brandmüller y Gerhard Müller.
Él mismo se responde: 

“De hecho, la figura de Cristo está ausente. El documento de trabajo del Sínodo es prueba de la aparición de una teología católica postcristiana, ahora, en este momento. Y eso es muy problemático. Va contra todo aquello que he creído y por lo que he trabajado toda mi vida”.
El arzobispo está convencido de que 
lo que estamos viendo ahora es el triunfo de un plan que tiene ya sesenta años, la ejecución con éxito de un cuidadoso plan para incorporar al corazón de la Iglesia un nuevo tipo de pensamiento enraizado en elementos de la Teología de la Liberación que incluyen ideas marxistas, poco interesado en la liturgia o la moral o la teología católica tradicional, sino más bien centrado en la ‘praxis’ en el campo de la justicia social. Y ahora este plan ha logrado una de sus metas más altas, con un jesuita en la Cátedra de Pedro”.
Pero Viganò niega rotundamente ser un “enemigo” de Francisco.
El Papa Francisco está siempre en mis oraciones. Por supuesto que rezo por él, al recitar el Rosario, al celebrar misa. Y también rezo por el Papa Benedicto, y estoy convencido de que tiene un papel espiritual de proteger a la Iglesia contra el diablo”.
Y se excusa por lo que tantos consideran su ataque contra el Pontífice. 
“Busco la verdad”, dice. “Hablé con él con toda la transparencia de que fui capaz. ¿No debería haberle dicho la verdad al Papa?”.
Carlos Esteban 

Película “Unplanned”: entradas agotadas en Canadá a pesar de la censura



La película “Unplanned” cuenta la historia de la conversión a la causa pro vida de la gerente y empleada de Planned Parenthood, Abby Johnson, fundadora de una asociación formada por ex-empleados de la clínica abortista. Es una película que dice la pura verdad, mostrando también las escenas de un aborto.
No obstante los números impactantes de taquilla de la película en su estreno canadiense, las más grandes cadenas cinematográficas canadienses – Cineplex y Landmark  no prolongarán la semana de proyección.
Es una decisión que Cary Solomon, quien con Chuck Konzelman escribió, dirigió y produjo Unplanned, juzga “absurda” e “incomprensible”.
Cineplex y Landmark decidieron no continuar proyectando la película. Ahora quisiera preguntarles: ¿qué empresa con las entradas agotadas decide cerrar repentinamente el negocio? ” declaró Solomon a LifeSiteNews.
La decisión llevó sin embargo a los directores a dar un paso “sin precedentes”, afirma B.J. McKelvie, presidente de Cinedicom, el distribuidor canadiense de “Unplanned.
A partir del 9 agosto, permitirán a grupos religiosos, asociaciones pro vida, particulares y a otros interesados conceder la licencia de la película y vender entradas para proyectarla en las iglesias u otros lugares. 
Es emocionante”, declaró McKelvie a LifeSiteNews. “Es casi inédito hacerlo de este modo. No creo que jamás se haya hecho antes algo así.”
Hemos dado la oportunidad a las salas cinematográficas”, dijo. “Entonces hemos pensado por qué no permitirles (a asociaciones y grupos parroquiales) dar la licencia de proyectar la película y hacer exactamente como hacemos nosotros con los cines, y tener la posibilidad de ganar dinero con eso y recoger fondos para sus propias asociaciones e iglesias.”
La película fue estrenada en los Estados Unidos el 29 de marzo, donde recaudó 1,8 millones de dólares, pero fue prohibida efectivamente en Canadá porque ningún distribuidor canadiense, incluso Landmark y Cineplex, la habría aceptado, hasta que McKelvie no lo hizo antes del mes de junio.
Cineplex proyectó Unplanned en 14 cines durante una semana y Landmark en siete, en el medio de una tormenta de polémicas durante la cual los partidarios del aborto, los medios de comunicación, los funcionarios y los políticos liberales advirtieron que la película era una peligrosa propaganda. 
La película superó las expectativas, recaudando 352.000 dólares durante el fin de semana de estreno en 49 salas canadienses, una tendencia que continuó durante la semana. Las cifras de las taquillas fueron $ 95.000 el lunes, $ 95.000 el martes y $ 112.000 el miércoles.
Los números son impactantes” declaró Solomon. “A diario recibimos los mismos números, lo que es increíble. En la práctica significa que la mayor parte de los cines estaban repletos.”
Mc Kelvie también comentó:
Me gustaría preguntar a las personas que intentaron de todos los modos boicotear la película, ¿de qué tienen miedo? Tan solo es una película. Tienen miedo porque temen 
que alguien pueda descubrir la verdad y cambiar de modo de pensar. Es esto lo que los asusta, que las personas descubran la verdad, que eso es un niño…”
Y de hecho es así. Pero la Verdad no teme la censura. 

Invitan a un sacerdote partidario de la anticoncepción a dar clase en el Juan Pablo II (Carlos Esteban)



Un sacerdote italiano, profesor de Teología Moral, que ha defendido que la “paternidad responsable” puede obligar a un matrimonio a usar anticonceptivos artificiales ha sido invitado a impartir clases en el nuevo Instituto Juan Pablo II, asegura LifeSiteNews.

Vaya, se han dado prisa. Todavía están uniéndose alumnos del Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia a la carta dirigida al arzobispo Vincenzo Paglia en protesta contra su fulminante golpe de mano para darle la vuelta al legado del Papa polaco y ya están dejando claro por dónde quieren que vayan ahora los tiros.

Para muestra un botón: según confirman dos fuentes vaticanas, el instituto ha invitado al padre Maurizio Chiodi, profesor de Teología Moral en ella Universidad Norte de Milán y nuevo miembro de la Pontificia Academia por la Vida, a impartir clases en él.

El pasado jueves 25 de julio el Instituto dio a conocer los cambios en el programa formativo, que incluyó la expulsión de dos profesores: los expertos en Moral Fundamental, Mons. Livio Melina y el P. José Noriega. También se anunció que la cátedra de Teología Moral Fundamental será eliminada en el Instituto.

Pero el hueco que deja la cátedra de Teología Moral podría llenarse, según fuentes romanas, con algún puesto similar con un nombre en mente: precisamente, Maurizio Chiodi, que ha defendido el uso de anticonceptivos artificiales para matrimonios como un deber moral en determinadas situaciones como desarrollo de la ‘paternidad responsable’.

En 2018, en una conferencia celebrada en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, el padre Chiodi dijo que hay “circunstancias (y me refiero aquí al Capítulo Octavo de Amoris Laetitia) que precisamente por responsabilidad exigen la anticoncepción”.

Cuando “los métodos naturales son imposibles o no factibles, hay que encontrar otras formas de ejercer la responsabilidad”, argumentó Chiodi en su conferencia, titulada “Una relectura de la Humanae Vitae (1968) a la luz de Amoris Laetitia (2016)”.

En circunstancias así, afirmó, “un método artificial de regulación de los nacimientos podría reconocerse como un acto de responsabilidad llevado a cabo, no a fin de rechazar radicalmente el don de un niño, sino porque en esas situaciones la responsabilidad exige de la pareja y la familia acudir a otras formas de acogida y hospitalidad”.

Los comentarios de Chiodi se producían con motivo del quincuagésimo aniversario de la encíclica Humanae Vitae, que confirma la ilicitud de los anticonceptivos como doctrina de la Iglesia. En esta encíclica, Pablo VI califica inequívocamente la anticoncepción artificial de “intrínsicamente errónea.

Carlos Esteban