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lunes, 10 de junio de 2019

NOTICIAS VARIAS 8 al 10 de junio de 2019



GLORIA TV

Viganò: Francisco está “mintiendo descaradamente para encubrir sus malvadas acciones”

Dos cardenales y tres obispos corrigen a Francisco y responden a los Dubia

Ex homosexuales celebran haberse liberado de la perversión

Trump dice a las embajadas que no pueden hacer flamear la bandera homosexual, pero…

Obispo austríaco imagina cardenales mujeres

Monseñor Zanchetta acusado formalmente por abuso homosexual

Francisco premia al cardenal pro-homosexual Tobin

Cardenal Sarah: “Nunca he hablado contra el papa Francisco”

Vice alcalde italiano acusado por delitos contra el papa Francisco

SECRETUM MEUM MIHI

Iglesia en Texas revisa denuncias contra sacerdote Monseñor Frank Rossi fotografiado frente a la parroquia Our Lady of t...

Lourdes: ¿Comisariamiento?, ¡qué palabra tan fea! Llamémosle “solicitud” por el cuidado de los peregrinos La agencia not...

Sacerdote recuenta qué sucedió cuando aprendió a celebrar Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Latino Artículo de...

INFOCATÓLICA

El amor no es ciego ( Bruno Moreno)

El sábado 8 de Junio comenzó el Año Jubilar del Rocío con la apertura de la Puerta Santa

El Papa convoca en Roma a los Nuncios y Observadores Permanentes del 12 al 15 de junio

El Arzobispo de Cracovia denuncia la burla contra la fe católica en los desfiles del Orgullo Gay

Amoris laetitia y la ética individual de Karl Rahner (Alonso Gracián)

SPECOLA

Zanquetta y los obispos monarcas, el pastel político italiano y el Vaticano, el desplome de fieles, los elegebetes en la católica.

El Papa Francisco y el amigo Zanchetta, continúa persecución a Pell, Santuario de Lourdes, tiempo de esperanza.

IL SETTIMO CIELO

Caso McCarrick. Había una pregunta, pero Francisco no ha querido oírla

Dos cardenales y tres obispos corrigen a Francisco y responden a los Dubia



Los cardenales Raymond Burke, de 70 años, y Janis Pujats, de 88 años, y tres obispos kazajos -el obispo auxiliar Athanasius Schneider, de 58 años, el arzobispo Tomash Peta, de 67 años, y el arzobispo emérito Jan Pawel Lenga, de 69 años, emitieron el 31 de mayo una “Declaración de Verdades” de 8 páginas”.

Esa declaración fue publicada el 10 de junio en el sitio web NCRegister.com. Éste es otro documento después de una serie de documentos dirigidos al papa Francisco.

El texto contiene la enseñanza católica sobre la Eucaristía, el matrimonio, la homosexualidad, el castigo capital y el celibato clerical.

Esto desafía implícitamente las declaraciones heréticas de Francisco, si bien llama al documento una “ayuda fraternal y filial” para Francisco.

El documento refuta la Declaración de Abu Dhabi de Francisco. Declara que “los musulmanes y otros que carecen de fe en Jesucristo” no pueden adorar a Dios de la misma manera que lo hacen los cristianos, agregando que las religiones que promocionan la idolatría o el panteísmo son “engaños” y “excluyen de la salvación eterna”.

Contradiciendo la entrevista de Scalfari con Francisco, el documento aclara que las almas condenadas al infierno “no serán aniquiladas”.

Dando una respuesta implícita a los Dubia, el documento enfatiza que “ninguna circunstancia”, “ningún propósito”, “ninguna ley cualquiera que sea” puede hacer lícito un acto intrínsicamente ilícito.

El ‘musulmán moderado’ que firmó el pacto con el Papa permite golpear a las esposas (Carlos Esteban)



A condición de que no le rompa ningún hueso, los varones podrán golpear a sus esposas para disciplinarlas en caso de rebeldía, ha decretado el Gran Imán de Al Azhar, tenido por autoridad máxima del Islam suní, que firmó con el Papa en Abu Dhabi el célebre Pacto por la Paz interreligioso.

De pocos viajes ha vuelto tan satisfecho el Santo Padre como del que le llevó a los Emiratos Árabes a principios de este año, de donde volvió con un Documento sobre la Fraternidad Humana firmado con la supuesta máxima autoridad del Islam suní, el Gran Imán de la Mezquita del Al Azhar, Ahmad Al-Tayyib.

De hecho, Su Santidad dedicó su primera alocución en Roma a su vuelta de Abu Dhabi a subrayar la importancia de este pacto interreligioso, que envió en seguida a todas las instituciones educativas católicas y del que sus más fervorosos admiradores dijeron que se estudiaría durante muchas décadas en el futuro. En él se venían a subrayar lo que de común tienen ambas religiones, aunque hubiera que admitir afirmaciones tan dudosas para el historiador como que “las religiones no incitan nunca a la guerra”.

El islam, religión sin clero sacramental, mucho menos un pontífice, es una fe con una estructura ética que a menudo choca fuertemente con la visión occidental, no meramente cristiana. Pero, para tranquilidad de los lectores del pacto, se nos dijo que Al Azhar representaba al islam suní y que, como podía comprobarse en el propio texto fraternal que firmaba, era de tendencia ‘moderada’.

Al Azhar no representa al islam suní, no en el sentido en que el Papa representa la doctrina de la fe católica. Es simplemente, en una religión sin un centro doctrinal, la que se tiene comúnmente como la institución más prestigiosa, sin que eso vincule necesariamente a un solo musulmán.

Pero es que Al Tayyib no ha resultado tan moderado como quisieran verlo los entusiastas del acuerdo. En su día, hace algo más de tres años, ya tuvo que admitir que la pena de muerte es lo prescrito contra quien apostata de la fe islámica. Y por si alguien pudiera pensar que de entonces acá se ha “moderado”, nos enteramos hoy mismo que ha declarado que los esposos pueden golpear a sus mujeres para corregirlas según lo estipula el Corán.

Lo que quizá el Santo Padre no tuvo en cuenta o pasó por alto es que, por alta que sea la autoridad moral de Al Tayyib o de cualquier otro Gran Imán, es absolutamente nula comparada con la que su fe confiere al Corán, palabra increada de Alá hasta el último signo diacrítico, y a los ahadith aceptados.

El Gran Imán lo ha dejado claro al referirse a unos versículos de la «la sura de las mujeres» del Corán. «Los hombres están al cargo de las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos sobre otros. (…) Las habrá que sean rectas, obedientes y que guarden, cuando no las vean, aquello que Alá manda guardar. Pero aquellas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles; pero si os obedecen, no busquéis ningún medio contra ellas».

Así lo ha resaltado Al Tayyib en unas declaraciones que sólo desde fuera se pueden considerar ‘polémicas’: «Los textos del Corán y las disposiciones de la legislación islámica son válidos en todo momento y lugar». Lo firmado con un sumo sacerdote infiel, en cambio, no lo son necesariamente.


Carlos Esteban

domingo, 9 de junio de 2019

viernes, 7 de junio de 2019

NOTICIAS VARIAS 7 DE JUNIO DE 2019




DIANE MONTAGNA


CATAPULTA


INFOCATÓLICA

Los jueces que revisan la apelación del caso Pell ponen contra las cuerdas a la Fiscalía

Varones católicos polacos rezarán el Rosario ante la Catedral de Kielce el Domingo de Pentecostés

INFOVATICANA

“¿Cómo me voy a oponer a tratar igual que a los demás a dos hombres que se quieren?”

Un cardenal pide que se deje de llamar ‘padre’ a los sacerdotes

El ‘jefe’ de los obispos de EEUU, acusado de encubrir un caso de abuso sexual

Pell apela

SECRETUM MEUM MIHI

“Hebdomada Papae, notitiae vaticanae latine redditae”, boletín radiofónico semanal en latín de Vatican News, ¡no para no...

“Hebdomada Papae, notitiae vaticanae latine redditae”, boletín radiofónico semanal en latín de Vatican News, ¡no para no...

Confirmado: Putin será recibido por tercera vez por Francisco © Reuters En el día de ayer la agencia noticiosa argentina...

El cardenal Pell presenta apelación a su condena por abusos sexuales El cardenal George Pell abandona la Corte Suprema d...

Cardenal DiNardo, actual presidente de la Conferencia Episcopal de EEUU, acusado de ignorar un abuso sexual Card. Daniel...

SPECOLA

El Papa Francisco y sus sospechosas devociones : Lourdes, Fátima, Guadalupe, Medjugorje; el martirio de Pell y la cosa nostra Vaticana.

GLORIA TV

George Soros elogia al papa Francisco

La Iglesia debe pedir perdón a los gitanos (Bruno Moreno)


“Este hombre no se entera", señala D. Luisillo Sabihondillo, presidente de la Asociación de Lectores Desencantados. “Precisamente hace tres o cuatro días, el Papa ya pidió perdón a los gitanos. Esto no es un blog ni es nada. ¡Que nos devuelvan el dinero!".
Con todo el respeto hacia don Luis, a quien tanto aprecio, especialmente por su inexistencia, conviene señalar que, como decían los escolásticos, pensar es distinguir. Es cierto que el Papa pidió perdón a los gitanos, pero me atrevo a sugerir que, quizá por provenir de un país donde hay muchos menos gitanos que en España, pidió perdón por lo que no debía y no pidió perdón por lo que la Iglesia, en efecto, debería pedir perdón.
Según leo en los medios, el Papa pidió perdón a los gitanos por las “discriminaciones, de las segregaciones y de los maltratos que han sufrido vuestras comunidades”, por haberlos “mirado de forma equivocada, con la mirada de Caín y no con la de Abel”, haberlos juzgado “de modo temerario, con palabas que hieren, con actitudes que siembran odio y crean distancias”.
Ese tipo de faltas a las que se refiere el Papa son, sin duda, reales. ¿Qué duda cabe? Sin embargo, se trata esencialmente de pecados personales de católicos, por los que no tiene sentido que la Iglesia como tal pida perdón. Igualmente podría haber pedido perdón el Papa a los conductores de autobús, los zurdos, los millonarios, los carteristas o los nazis, todos los cuales, sin ninguna duda, habrán sufrido multitud de pecados cometidos por multitud de católicos, porque, como probablemente sepan los lectores, los católicos somos pecadores.
Lo que corresponde en ese tipo de pecados, ya se hayan cometido contra gitanos, contra autobuseros o, más frecuentemente, contra los familiares, compañeros de trabajo y vecinos más cercanos, es el arrepentimiento, la confesión y, si procede, la restitución y la petición directa de perdón al interesado. En cambio, con respecto a estos pecados, la petición de perdón por alguien que no es directamente culpable de ellos se parece inquietantemente a la oración aquella del fariseo, que decía “gracias, Señor, porque no soy como ese publicano", con el agravante de que, en nuestros tiempos, ni siquiera se trata ya de oración, sino de meros gestos políticamente correcto de cara a la galería.
“Definitivamente, este hombre no se entera", exclama enseguida D. Luisillo. “Primero dice que la Iglesia debe pedir perdón a los gitanos y ahora nos sale con que no tiene sentido que la Iglesia les pida perdón. Está gagá".
Si el Sr. Sabihondillo me lo permite, señalaré que tiene sentido que la Iglesia pida perdón, pero por otras cosas mucho más graves y que la competen mucho más. No puedo hablar sobre el resto de los países, que conozco menos, así que solo me referiré a España. Estoy firmemente convencido de que la Iglesia española debería pedir perdón a los gitanos, porque es culpable de un terrible pecado contra ellos: ha dejado (hemos dejado) que pierdan la fe católica.
Cuando nació mi padre, la inmensa mayoría de los gitanos españoles eran católicos. Cuando nacieron mis hijos, más de la mitad de los gitanos españoles eran ya evangélicos o pentecostales. Por nuestra culpa, han perdido la Misa, el sacerdocio, la intercesión de los santos, la confesión que limpia los pecados, el verdadero conocimiento de la Escritura, la oración por los difuntos, el matrimonio para toda la vida, la liturgia, el culto a nuestra Señora, el rosario y, en fin, toda la Tradición de la Iglesia.
¿Se dice que los gitanos son pobres? Ahora es cuando son verdaderamente pobres, porque han perdido esa inmensa riqueza de la fe. ¿Discriminados? No existe mayor discriminación que estar exilado de la Ciudad de Dios, de Jerusalén la hermosa, la amada del Señor. ¿La mirada de Caín? La más terrible mirada de Caín es aquella que contribuye con su indiferencia a la muerte eterna de sus hermanos. Parece mentira que haya que recordar estas cosas.
En este abandono masivo de la fe han influido, por supuesto, diversas circunstancias históricas y los propios gitanos tendrán la parte de responsabilidad que les corresponda, pero no nos engañemos: a quien mucho se le dio, mucho se le pedirá. La responsabilidad principal es de los encargados de enseñar la fe, de los que tenían y tienen a su cargo las ovejas españolas y, con alguna honrosa excepción, no han hecho nada para conservarlas en el único rebaño del único Pastor. La responsabilidad principal es de aquellos que aguaron y falsificaron la fe, convirtiéndola en cuatro generalidades más o menos progresistas con cariz seudosocial y consiguiendo que tantas ovejas, incluidos casi todos los gitanos, la rechazaran asqueados y acudieran a otras falsificaciones más cercanas al original. Y la responsabilidad, menor quizá pero igualmente real, es la de los católicos españoles que hemos asistido a esta pérdida masiva de la fe por todo un pueblo que vivía entre nosotros, sin hacer prácticamente nada.
Si no se pide perdón por eso, que afecta directamente a la esencia de la misión de la Iglesia, ¿qué sentido tiene pedir perdón por generalidades? Es como si un médico negligente matara a troche y moche a sus pacientes y después se disculpara públicamente porque su tío abuelo no reciclaba los plásticos.
Cuando mis hijos me pregunten que por qué los gitanos no son católicos, tendré que reconocer ante ellos, mirando al suelo y con las mejillas encendidas de vergüenza, que lo eran, pero dejaron de serlo precisamente en mi época. Busqué un hombre que se mantuviera firme en la brecha y no lo encontré.
Que los beatos Ceferino y Emilia rueguen por nosotros. Miserere nobis, Domine, miserere nobis.
Bruno Moreno

Cardenal Kasper: el Papa aceptará sacerdotes casados si los obispos lo piden (Carlos Esteban)




El teólogo favorito del Papa, el cardenal alemán Walter Kasper, ha declarado que Francisco aceptará la ordenación de casados si los obispos se lo piden en el Sínodo de la Amazonía, al tiempo que da por zanjada la polémica sobre el sacerdocio femenino, informa Inés San Martín en Crux.

“Si los obispos acordaran en consentimiento mutuo ordenar a hombres casados -los llamados ‘viri probati’-, opino que el Papa lo aceptaría”, ha asegurado el cardenal alemán Walter Kasper, quizá el teólogo que más ha influido en el presente pontificado. Cosa muy distinta, asegura Kasper, es el asunto del diaconado femenino, que tantos han visto como puerta de atrás para la entrada de las mujeres en el sacerdocio. En este caso, dice Kasper, una innovación así rompería con “milenios de tradición”.

Que el Sínodo de la Amazonía no va tanto de las necesidades evangelizadoras de esta región sudamericana como de buscar el modo de introducir algunas de las innovaciones que interesan sobre todo a la Iglesia alemana es algo que se lleva insinuando desde que se convocó. Aquí el Rin, aunque muy inferior al Amazonas en caudal, lleva más agua.

“El celibato no es un dogma”, nos recuerda Kasper. “No es una práctica inalterable”. Y continúa en línea con lo que ya expresara el propio Santo Padre en una de sus ruedas de prensa en vuelo: “Personalmente, soy muy partidario de mantener el celibato como forma de vida obligatoria con un compromiso a la causa de Jesucristo, pero no excluye que hombres casados puedan ejercer un ministerio sacerdotal en situaciones especiales”. Las excepciones, ya saben, esos casos extremos, discernidos “uno a uno”, que, indefectiblemente, tienden a convertirse en la norma.

“Preferiría dar la vida a cambiar la ley del celibato”, dijo Francisco, citando a Pablo VI. “No estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional”.

Pero luego vino el “pero”, esa adversativa que tiende a hacer trizas lo que se ha dicho antes. Y es que en seguida pasó a hablar de la posibilidad de que en lugares “muy, muy remotos” fuera necesario recurrir a hombres casados ordenados a tal efecto. Uno por uno. Discerniendo.

Carlos Esteban

jueves, 6 de junio de 2019

“De una ambigüedad desmedida”. Un teólogo de la Congregación para la Doctrina de la Fe le da un suspenso al papa (Sandro Magister)


Padre Thomas Weinandy

> Todos los artículos de Settimo Cielo en español

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Esa frase nunca habría salido indemne del examen de la Congregación para la Doctrina de la Fe, si el papa Francisco hubiera dejado que la controlaran.

Pero no ha sido así. En el solemne documento sobre la fraternidad humana del 4 de febrero, firmado conjuntamente en Abu Dabi por Francisco y el Gran Imán musulmán de al-Azhar, Ahmed el-Tayeb, figura la siguiente afirmación:
“El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos”.
Nada que objetar al color, sexo, raza y lengua. Pero que Dios también quisiera la diversidad de religión es una tesis nueva y temeraria para la fe católica. Porque entonces ya no valdría lo que el apóstol Pedro, el primer papa, predicaba lleno de Espíritu Santo después del Pentecostés, es decir, “no hay otro nombre por el que nosotros debamos salvarnos” si no es Jesús, ya que su actual sucesor pone al mismo nivel todas las religiones.
Un mes después, en la audiencia general del 3 de abril, de regreso de otro viaje a tierras musulmanas, Marruecos, el papa Francisco intentó arreglar la mala jugada. “No debemos asustarnos de la diferencia” entre las religiones, dijo. “Dios ha querido permitir esta realidad” con la “voluntad permisiva” de la que hablan “los teólogos de la Escolástica”. En todo caso “debemos asustarnos si no trabajamos en la fraternidad, para caminar juntos en la vida”.
Pero tampoco en este caso, aunque el texto de esta audiencia general hubiera sido sometido primero al control de la Congregación para la Doctrina de la Fe, habrían aprobado este parche.

Hemos perdido la cuenta de las veces que el papa Francisco ha rehusado pedir o aceptar la opinión de la Congregación, cuya misión es la de comprobar la fidelidad al dogma.

Si lo hubiera hecho, por ejemplo, con “Amoris laetitia”, la exhortación sobre el matrimonio y el divorcio, la habría escrito de manera menos aventurada, sin provocar esos “dubia” – firmados y publicados por cuatro cardenales – a los que Francisco no ha querido responder, imponiendo el silencio también a la Congregación dirigida entonces por el cardenal Gerhard L. Müller.

Y hoy que se acerca la aprobación del nuevo equipo de la curia vaticana, ya se ha filtrado que la más penalizada será precisamente la Congregación para la Doctrina de la Fe, de cuyo organigrama forma parte también la Comisión teológica internacional, la flor y nata de los teólogos de todo el mundo.

Uno de los treinta teólogos que componen la Comisión no ha querido rendirse y quedarse callado. Y el 2 de junio ha publicado una argumentada declaración de protesta contra la afirmación del documento de Abu Dabi que atribuye la diversidad de las religiones a la voluntad creadora de Dios.

Este teólogo es el estadounidense Thomas G. Weinandy, 72 años, franciscano, cuya dolorida y meditada carta dirigida al papa Francisco en 2017 ya conocen los lectores del blog Settimo Cielo, la cual también se quedó sin respuesta:

> Un teólogo escribe al Papa: Hay caos en la Iglesia y usted es una causa

Aquí tienen la referencia al texto íntegro de su nueva intervención, esta vez bajo la forma de un auténtico ensayo teológico, publicado en “The Catholic World Report”, la revista on line de Ignatius Press, la editorial fundada y presidida por el jesuita Joseph Fessio, antiguo discípulo de Joseph Ratzinger y miembro de su “Schulerkreis”:

> Pope Francis, the uniqueness of Christ, and the will of the Father

El padre Weinandy se toma muy en serio la gravedad del asunto, que presenta de la siguiente manera:

“Pope Francis is noted for his ambiguous statements, but I find the indeterminate meaning contained in the Abu Dhabi statement the most egregious. By implication, it not only devalues the person of Jesus, but it also, and more so, strikes at the very heart of God the Father’s eternal will. Thus, such studied ambiguity undermines the very Gospel itself. Such implicit doctrinal subversion of so foundational a mystery of the faith on the part of Peter’s successor is for me and for many in the Church, particularly the laity, not simply inexcusable, but it most of all evokes profound sadness, for it imperils the supreme love that Jesus rightly deserves and merits.”

“El papa Francisco es conocido por sus afirmaciones ambiguas, pero encuentro que el sentido indeterminado de la afirmación contenida en el documento de Abu Dabi ha superado el límite. Implícitamente no sólo devalúa la persona de Jesús, sino que también, y mucho peor, ataca directamente el corazón de la eterna voluntad de Dios Padre. Por lo tanto, esta estudiada ambigüedad mina desde la raíz la verdad del Evangelio. Esta implícita subversión doctrinal de un misterio de la fe tan fundamental por parte del sucesor de Pedro es para mí y para muchos en la Iglesia, especialmente entre los laicos, no sólo inexcusable, sino que sobre todo provoca una inmensa tristeza, porque pone en peligro el amor supremo que Jesús merece justamente”.

Ya en el año 2000 la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto era Ratzinger, había avisado de lo importante que era desechar tergiversaciones y errores relativos a Jesús como único salvador del mundo. Lo había hecho con la declaración “Dominus Iesus”, con la cual, como dijo su autor y con el pleno acuerdo del papa Juan Pablo II, quería reafirmar precisamente este “elemento irrenunciable de la fe católica” respecto a cualquier otra religión.

Pero, a pesar de esto, o precisamente por esto, la “Dominus Iesus” fue acogida con una ráfaga de críticas, no sólo desde fuera, sino también desde dentro de la Iglesia, incluso por parte de teólogos y cardenales famosos, como Walter Kasper o Carlo Maria Martini.

Y esas críticas son precisamente las que hoy se encuentran recogidas y condensadas en el fragmento del documento de Abu Dabi que el padre Weinandy desaprueba.

Pero aún hay más. Después de remitirse al “Dominus Iesus” y de reconocer su mérito, el padre Weinandy escribe que ni siquiera esa declaración supo llegar al fondo del asunto:

“Because of this inadequacy, missing is the full truth and beauty of who Jesus is; and so, what is not fully appreciated is the manner in which he is the universal Savior and definitive Lord. I want in this essay to make evident what is lacking in ‘Dominus Iesus,’ and in so doing, further nullify any interpretation of the Abu Dhabi document which could affirm, or even suggest , that Jesus and other religious founders are of equal salvific value, and thus that God willed all religions in the same manner as he willed Christianity.”

“A causa de esta insuficiencia se pierden la verdad y la belleza de lo que es Jesús y no se aprecia plenamente el modo en que él es el Salvador universal y Señor definitivo. En este ensayo mío lo que quiero es hacer evidente lo que falta en la ‘Dominus Iesus’ y, de esta forma, invalidar todas las interpretaciones del documento de Abu Dabi que afirmen o, por lo menos, sugieran que Jesús y otros fundadores de religiones tienen el mismo valor salvífico, y que, por lo tanto, Dios quiso todas las religiones del mismo modo en que quiso el cristianismo”.

Por eso es necesario leer el ensayo del padre Weinandy. Que concluye así:

“What I have articulated here may be obvious to all faithful Christians. Nonetheless, given the ambiguity contained within the Abu Dhabi statement that Pope Francis signed, a strong reaffirmation is now necessary. One would like to think (the forever giving him the benefit of the doubt) that Pope Francis unwittingly, and so not consciously aware of the doctrinal implications of his signature, did not intend what the document seems to declare.

“Regardless, no one, not even a pontiff, can undo or override the will of God the Father concerning Jesus his Son. It is God the Father who ‘has highly exalted him and bestowed upon him the name which is above ever name.’ The Father has eternally decreed that at the name of Jesus, and not at the name of Buddha, Mohammed, or the name of any other past, present, or future religious founder, that ‘every knee should bow, in heaven and on earth and under the earth, and every tongue confess that Jesus Christ is Lord.’ To do so is not simply to glorify Jesus, but also ‘to the glory of God the Father’ (Phil. 2:9-11). In his love the Father has given the world Jesus his Son (Jn. 3:16), and ‘there is no other name under heaven given among men by which we must be saved’ (Acts 4:12). In this supreme truth we are to rejoice in gratitude and praise.”

“Lo que he explicado aquí puede resultar obvio a todos los fieles cristianos. Sin embargo, debido a la ambigüedad contenida en el documento de Abu Dhabi firmado por el papa Francisco, es necesaria una enérgica reafirmación. Me gustaría pensar – siempre concediéndole el beneficio de la duda – que el papa Francisco, involuntariamente y por lo tanto sin una plena consciencia de las implicaciones doctrinales de su firma, no quería decir lo que el documento parece declarar.

“En cualquier caso nadie, ni siquiera un pontífice, puede anular o ignorar la voluntad de Dios Padre relativa a su Hijo Jesús. Dios Padre ‘le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre’. 

El Padre estableció eternamente que al nombre de Jesús, y no al nombre de Buda, Mahoma o de cualquier otro pasado, presente o futuro fundador religioso, ‘toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre’ (Filipenses, 2, 9-11). Con su amor el Padre dio al mundo Jesús, su Hijo (Juan 3, 16) y ‘no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos’ (Hechos 4, 12). Debemos alegrarnos en esta suprema verdad con gratitud y oración”.
Sandro Magister

"I'm a traditionalist" - Cardinal Janis Pujats

Duración 2:48 minutos

"I'm a traditionalist and I informed the Pope of this in a letter I sent to him through the Nunciature," Latvian Cardinal Janis Pujats told Polonia Christiana on 4 June. Pujats added that the discipline of the sacraments should be observed in the Church, especially regarding the Sacrament of Matrimony. He pointed out that the Church must not imitate the sins of the world and, for example, bless homosexual couples. Pujats also explained that sexual atheism is more dangerous than Communist atheism.

Pujats criticized that in many churches very few stand in line for confession, but all go to communion. Quote: "I never allowed that in my church." The communion queues introduced after the Council produce a group pressure so that the people feel obliged to go to communion in order not to stand out, the Cardinal explains. Pujats warned that the priests will be held responsible before God for this abuse.

Pujats is critical of the transition from Latin to the national languages because many things have been lost in the process. Many teachings regarding the liturgy, dogmatics or morality were formulated very precisely in Latin over the centuries. These pearls were only translated to a limited extent. After the Council, the professors in the seminars did not take these things very serious and their seminarians cared even less about them.

The Cardinal explained that discipline and order have to prevail in a seminary. The environment in the seminary must be different from that in the world. Otherwise, the candidates for the priesthood enter the seminary as laymen and also leave it as such. Pujats wishes a monastic discipline in the seminary where the best spiritual fathers are educated. Future priests should be holy. Only then we will see positive effects.

NOTICIAS 6 DE JUNIO DE 2019



GLORIA TV

Obispo valiente excomulga prácticamente a dos políticos

Decisión sobre el caso “reservado” del cardenal mártir

Sin diálogo: el Vaticano mata a las Pequeñas Hermanas de María

Gänswein: Religión, comportamiento sexul “no importará” en el Juicio Final

Sacerdote recientemente ordenado apuñalado hasta morir

INFOCATÓLICA


Organizaciones provida promueven el boicot a Netflix por sus amenazas proabortistas contra Georgia

El obispo de Springfield decreta que no pueden comulgar los políticos católicos que votaron leyes abortistas


ADELANTE LA FE

ESI(Educación Sexual Integral): Aportes políticamente incorrectos. La camisa planchada (Antonio Caponnetto)

Selección por José Martí

Obispo de EEUU prohíbe dar la comunión a los políticos abortistas (Carlos Esteban)



Thomas Paprocki, obispo de Springfield, en Illinois, ha decretado que los legisladores del estado no pueden ser admitidos a la Eucaristía por su colaboración en la aprobación de la Ley de Salud Reproductiva de Illinois.

Paprocki ha comunicado a los legisladores católicos que han votado por una ley que promueve el aborto que no deben presentarse a recibir la comunión hasta no haberse arrepentido de su acción y confesado sacramentalmente.

“De acuerdo con el Canon 915 del Código de Derecho Canónico, el presidente del Senado de Illinois, John Cullerton, y el ‘speaker’ de la Cámara, Michael J. Madigan, que han facilitado la aprobación de la Ley Relativa al Aborto de 2017 (Ley de la Cámara 40), así como la Ley de Salud Reproductiva de 2019 (Ley del Senado 25), no serán admitidos a la Sagrada Comunión en la Diócesis de Springfield en Illinois porque han persistido obstinadamente en la promoción del crimen abominable y en el grave pecado del aborto, como se evidencia en la influencia que han ejercido en sus papeles de liderazgo y en sus repetidos votos y pertinaz apoyo político al derecho al aborto durante un prolongado periodo de tiempo”, se lee en el decreto promulgado por el obispo.
“Estas personas sólo podrán ser readmitidas a la Sagrada Comunión después de que se hayan arrepentido sinceramente de estos graves pecados y hayan, además, reparado adecuadamente los daños y el escándalo, o al menos prometan hacerlo, según lo determine mi juicio o el juicio de su obispo diocesano en consulta conmigo o con mi sucesor”, añade el decreto.
La ley a la que hace referencia, aprobada hace solo unos días, habla del aborto como de un “derecho fundamental”.
Carlos Esteban

Sin diálogo: el Vaticano mata a las Pequeñas Hermanas de María




La Congregación vaticana para la Vida Religiosa dispensó de sus votos a la mayoría de las religiosas de la congregación francesa Pequeñas Hermanas de María.

La Congregación está dirigida por el cardenal modernista João Bráz de Aviz.

Las Hermanas redactaron una declaración el 3 de junio diciendo que ellas habían tratado durante años “de dialogar con Roma una y otra vez”, pero no se pudo llegar a ningún acuerdo.

Explican que “las autoridades eclesiásticas querían que cambiáramos nuestra forma de vivir nuestra vida religiosa”.

La comunidad estaba conformada originalmente por 39 Hermanas. 34 pidieron que las dispensaran de sus votos. Esto se les concedió ahora. En consecuencia, formalmente ya no son Hermanas religiosas y tienen que abandonar sus hábitos y sus casas.

Solamente cinco hermanas aceptaron las condiciones del Vaticano y permanecen en la Congregación.

Las 34 ex Hermanas dicen en su desgarradora declaración que viven “más que nunca lo que constituye el corazón de nuestra vocación”, que es sufrir por la Iglesia, los sacerdotes y las almas. 


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¡Que Dios las bendiga!

MÁS CATÓLICO QUE EL PAPA (Michael Matt)


Duración 24:13 minutos

miércoles, 5 de junio de 2019

La democracia totalitaria (Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna)


En la sociedad española actual es popularmente aceptado, aun siendo falso, el axioma que sostiene que la democracia es lo contrario al totalitarismo. Tal falsa creencia se resumen en el binomio república frente a fascismo, identificando la república como gobierno democrático y al fascismo como el gobierno de uno (el dictador) o si acaso de unos pocos (oligarcas).
Sin embargo la realidad es otra muy diferente. Y es que tal como sostenía Aristóteles y como maravillosamente pulió Santo Tomás de Aquino, solo existen tres formas de Gobierno buenas: la monarquía, la aristocracia y la democracia. Estas formas buenas pueden corromperse, y entonces surgen las formas malas: tiranía, oligarquía y demagogia.
Aunque aparentemente de estas definiciones clásicas esté ausente el término autoritarismo, no es así, pues precisamente el autoritarismo es el elemento clave que lleva a la corrupción de las tres formas buenas de gobierno. Y es que si las tres dichas formas lo son de gobierno, es decir, formas de seleccionar quien ejerce el poder sobre una comunidad política; el autoritarismo es el modo en que se ejerce ese gobierno, y el mal ejercicio del poder se puede dar, y de hecho históricamente se ha dado, en las tres formas de gobierno.
Por eso el elemento clave para saber si España es buenamente gobernada o en cambio lo es malamente, es definir qué sea totalitarismo, lo que supone establecer previamente que sea el gobierno político. Ello llevaría el presente artículo a una extensión desmesurada, por lo que abordaremos la cuestión de manera más bien descriptiva. Y es que en las formas buenas de gobierno aquel o aquellos que ejercen el poder se limitan a tomar (y por tanto a imponer a los gobernados) decisiones políticas; mientras que el totalitarismo supone ejercer el poder no para la toma de decisiones políticas, sino para invadir ámbitos vedados al debate político. Así el totalitarismo somete a sus decisiones el ámbito moral y la totalidad de la vida social, intelectual y económica.
Sin duda, por ello, podemos definir la actual situación española como la propia de una democracia totalitaria. Y ello en tanto en cuanto desde el poder se nos pretende imponer una «pseudoética» variable y acomodaticia de su propia creación; se pretende acabar con la autoridad familiar de forma tal que sea el poder que determine qué debe enseñarse y que no a los menores de edad; se dirige la economía (micro y macro) a través del establecimiento de impuestos que no son votados directamente por los ciudadanos (cosa que sí hacían estos en las Cortes tradicionales de la Cristiandad), y que por tanto distorsionan la libre iniciativa; y finalmente, entre otras muchas cosas, a través de la sanción administrativa se sanciona la difusión de determinadas obras intelectuales o se prohíben determinadas investigaciones científicas, o se impiden determinadas manifestaciones religiosas o la proclamación de la Verdad.
Así, por ejemplo, se sanciona a quien sostenga que el ejercicio de la homosexualidad es inmoral; se sanciona a quien pretenda realizar investigaciones científicas sobre las diferencias orgánicas o estructurales de los dos sexos; se penaliza a quien no comulgue con la ideología de género, cuyo dogma establece que no existen dos sexos, sino que solo existen géneros, y tantos géneros como cada cual quiera; y se permite que cada cual tome la decisión de si la vida humana (la suya propia o la de otro ser ajeno a él) debe continuar o no. Y en fin, la administración es quien impone los contenidos académicos en todos los niveles de estudio; la administración es quien se autolegitima para determinar si unos padres ejercen o no correctamente sus deberes naturales de custodia, reservándose el derecho a arrebatarles arbitrariamente a sus hijos; y el poder político, por último, haciendo abstracción de toda norma ética ajena a sí mismo, otorga a los ciudadanos la capacidad de elegir cuándo y cómo terminar con su propia vida (a través de la legalización de la eutanasia) y con la vida ajena ( a través de la legalización del aborto).
Todo ello nos lleva a concluir que, en efecto, estamos ante un ejercicio totalitario del poder. Por ello, aquellos que aún aman la Verdad, la Bondad y la Belleza deben organizarse para defender la sociedad política frente a este totalitarismo desenfrenado. Y no sería mala cosa, para ello, asistir el próximo mes de junio a la celebración del centenario de la Consagración Oficial de España al Sagrado Corazón de Jesús. Pues al fin y al cabo, el reconocimiento de la Soberanía Social de Jesucristo es el paso imprescindible para desalojar al totalitarismo de los gobiernos occidentales; y ello por cuanto todo totalitarismo se funda en no reconocer principios morales naturales, ni la existencia de una verdad objetiva, sustituyendo lo uno y lo otro por los pseudoprincipios éticos que el propio totalitarismo inventa e impone para adormecer la natural sed de justicia que Dios dispuso en el alma humana.
Javier Mª Pérez-Roldán y Suanzes-Carpegna

Esta iglesia no es la de Cristo, el gay pride del padre Martin, el calvario de Pell, la apostasía de occidente.



«Una iglesia que se comporta así no es la iglesia de Cristo». Son palabras del ex director del Banco Vaticano Ettore Gotti Tedeschi. Son palabras que nos tienen que hacer reflexionar por quién las dice, que ha sufrido y sufre una tremenda injusticia personal, y por su contenido. La iglesia es ‘una’ y solamente puede ser la de Cristo. A lo largo de la historia hemos tenido de todo lo que podamos imaginar,  pero siempre ha permanecido viva la llama del evangelio en medio de las dificultados. Esta luz la han mantenido viva los santos, no sólo los canonizados oficialmente, esa multitud inmensa que nadie puede contar de toda lengua, raza y religión. El que no está contra nosotros está a favor nuestro, no nos metamos con él.

La preocupación que nos inunda al escuchar las anteriores palabras es que son la consecuencia de una situación muy sería que está afectando de lleno a la unidad en la iglesia. La unidad no está en seguir a éste o aquel, sino en seguir a Cristo. Algo estamos haciendo muy mal cuando quien debería ser ejemplo de servicio al evangelio está a otra cosa.

Hoy tenemos dos manifestaciones públicas que nos hacen ver que estamos perdiendo la orientación. El jesuita Martín desea un buen mes de gay pride a la comunidad LGBT, y el Papa Francisco se convierte en un icono al fin del ramadán para los musulmanes que rezan en las plazas de muchas ciudades europeas. 

Algo está cambiando y es muy complicado que un cristiano se identifique con unos pastores que defienden lo que nos aleja de Cristo. La iglesia se desmorona ante la indiferencia de sus propios pastores. No podemos buscar seguridades a nuestra fe en las realidades de este mundo y estamos sometidos a una purificación que nos tiene que llevar a recuperar las raíces de la fe o desapareceremos.

Estamos viendo cómo la iglesia, tal como la conocemos, está desapareciendo. El cierre de monasterios y conventos a un ritmo acelerado e imparable. Se nos vendía que mejor la calidad que la cantidad. Ahora estamos sin cantidad y de la calidad mejor no hablar. Un clero secular, envejecido y sin sustitución, que va dejando muertas miles de iglesias y devociones. Los más jóvenes viven esta situación con una enorme desorientación que les lleva a apegarse a una tradición que ya no existe, o a caer en una indigestión continua. Los fieles están buscado guías que no encuentran. Es una situación endemoniada en donde no se ve la salida.

Las noticias de cada día son como alarmas que nos hablan de lo que vivimos y vemos pero es complicado descubrir las claves internas que están provocando esta situación tan difícil de entender.

Ha muerto el cardenal Elio Sgreccia, muy desconocido y gran experto en bioética, llevaba tiempo jubilado. En Roma se dice que los cardenales mueren de tres en tres. El cardenal Sgreccia es un gran estudioso de la bioética católica, un verdadero bastión para la defensa de la familia muy silenciado por las hordas revolucionarias de estos tiempos de tempestades. Veremos los próximos días si la sabiduría popular romana se asienta en la realidad.

Siguen los coletazos de la entrevista del Papa Francisco sobre el tema McCarrik. Por un lado están los hechos y por otro la complicación de los mismos provocada por quien tendría que solucionarlos. Seguimos la noticia que tendrá muchas más ramificaciones.

La situación del cardenal Pell en Australia recupera su interés en la prensa italiana. Siempre hemos defendido la inocencia del cardenal y que el origen de sus problemas australianos tiene raíces en el Vaticano. Por ahora, poco más que empezamos la apelación que durará un tiempo. No tenemos mucha confianza en un cambio radical pero lo seguiremos con atención.

Interesante artículo sobre la apostasía de occidente. Es una situación inédita en la historia que está teniendo enormes consecuencias. Todavía no somos conscientes de lo que estamos perdiendo y no somos capaces de imaginar las repercusiones en el futuro inmediato. Lo que es seguro es que viviremos la fe en un mundo muy distinto del que conocemos y en el que tendremos que hacer presente a Cristo.

«…el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.»
Buena lectura.

SPECOLA

Noticias varias 5 de junio de 2019



GLORIA TV

Tristeza profunda: Francisco “devalúa” la persona de Cristo

Fiesta por el fin del Ramadán dedicada al papa Francisco






SPECOLA



Selección por José Martí

El Papa predica contra “el odio” en Rumanía y no menciona el comunismo (Carlos Esteban)



¿Qué problema tiene el Papa para condenar el comunismo por su nombre? La ‘Ostpolitik’ vaticana del siglo pasado ya no tiene ningún sentido tras la caída del muro, pero ni siquiera en la beatificación de siete mártires del comunismo es capaz de referirse, citándola, a esta ideología criminal.

Desde Blaj, en la Transilvania rumana, Su Santidad nos pedía, como recogían todos los diarios, que no cediéramos «a una cultura del odio”. Y no deja de ser desconcertante que, tratándose de la beatificación de siete obispos grecocatólicos martirizados por la atroz tiranía comunista que vivió el país desde 1945 hasta 1989, no tuviera nada que decir específicamente de esta ideología repetidamente condenada por la Iglesia. No solo eso, sino que aprovechó para establecer una comparación que quizá los muertos podrían encontrar abusiva, al cargar contra “Una cultura individualista que, quizá ya no ideológica como en los tiempos de la persecución atea, pero no obstante más seductora y no menos materialista”.

Por lo demás, nadie que siga con alguna atención los discursos del Santo Padre puede ignorar a qué suele referirse con esa expresión genérica de “cultura del odio”, porque es su obsesivo ‘ritornello’ y volvió a ello en la rueda de prensa en el vuelo de vuelta, al referirse a las “ideologías” que están poniendo en peligro la marcha de la Unión Europea, un proceso político por el que nos ha pedido que recemos.

Sí, para el Papa la “cultura del odio” es la que representan Matteo Salvini con su política de cierre de puertos a las ONG de transporte de inmigrantes ilegales y, en general, a todos los que tienen algún reparo a abrir de par en par las fronteras a la inmigración procedente de África.

La postura del Papa en este punto es, faltaría más, perfectamente respetable, e incluso defendida por una mayoría de la élite mundial, como hizo evidente el financiero George Soros con un reciente mensaje de apoyo en Twitter, y aunque se distancie de lo que han sostenido Papas anteriores, como Benedicto XVI, sobre el derecho de los Estados a controlar sus fronteras.

Pero, en cualquier caso, si una actitud restrictiva con respecto a la inmigración ilegal es ‘cultura del odio’, habría que inventar un nuevo nombre para lo que significó el comunismo en Europa del Este, e incluso en su versión aguada en la China de hoy. Él mismo llamó a los campamentos de refugiados “campos de concentración”, en una prueba, como mínimo, de falta de tacto y consideración a quienes han tenido que sufrir una estancia en uno verdadero. Como, por ejemplo, muchos fieles que se negaron a apostatar en esa China en la que, en su opinión expresa, todo va estupendamente gracias a los pactos recientemente alcanzados con el gobierno comunista.

En Rumanía saben de “cultura del odio”. Todo comunismo es miseria, opresión, represión y mentiras, pero la modalidad rumana destacó por su insólita crueldad, incluso en tan poco aconsejable compañía, y muy especialmente por ensañarse contra los creyentes. En un país de apenas 20 millones, tres millones pasaron por sus infernales prisiones, de los que 800.000 murieron en ellas. A las torturas físicas propias de toda tiranía, los sátrapas comunistas rumanos añadieron otras de aplicación exclusiva para sacerdotes y seminaristas, como ser diariamente totalmente sumergidos en pilas de orina y restos fecales o asistir a misas negras y escuchar las peores blasfemias.

En la posguerra y, sobre todo, durante y después del Concilio Vaticano II, la Iglesia aplicó una política consistente en no condenar explícitamente el comunismo -ya previamente condenado- ni insistir en las prédicas contra este mal que tenía esclavizado a medio planeta para no agravar la suerte de los católicos al otro lado del Telón de Acero y porque, en previsión de que el comunismo hubiera llegado para quedarse, poder negociar con el nuevo poder. De ahí que no hubiera condena específica del marxismo, aunque fue la petición más repetida por los padres conciliares previa a la apertura, en una omisión por la que nadie ha criticado al Vaticano, contrariamente a lo que se ha hecho con su postura contra el nazismo, que no fue lo bastante tajante como hubieran querido.

Pero ya no tiene sentido. El muro ha caído, los países del Pacto de Varsovia son democracias respetables y no hay en ellas persecución religiosa. ¿Por qué, entonces, elude el Papa condenar específicamente el comunismo, con todas las letras?
El Papa ha dejado clara desde el principio su preferencia por los regímenes de izquierdas. Llegó en su día a hablar de los comunistas como de una especie de ‘cristianos inconscientes’, y sus diatribas políticas van siempre dirigidas contra las ideologías opuestas a la izquierda internacional. Ha sido tan expresivo contra Trump como sonriente y cariñoso con Castro; Bolsonaro no, Lula sí, y un largo etcétera de todos conocidos.
No es que pensemos por un segundo que Su Santidad sea comunista, algo que no puede ser ningún católico; pero sí aceptamos su palabra en el sentido de que es de izquierdas, y probablemente piense que una crítica directa y cerrada al comunismo favorecería posturas políticas que ha demostrado aborrecer.

Realmente este dilema podría tener una solución muy simple: no hablar de política, no meterse tanto en política, menos aún en contra de posturas legítimas que sostienen quizá una mayoría de católicos practicantes, como parece vislumbrarse en el escenario italiano. Y, por contra, centrarse en la función que Cristo confió a su predecesor, San Pedro: confirmar en la fe a sus hermanos.
Carlos Esteban

Vídeo conferencia de Roberto de Mattei en Sevilla


Duración 1:29:18