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sábado, 23 de abril de 2016

Amoris Laetitia: la consagración de la ética casuística (1 de 2)


Un excelente artículo de John Venari de Catholics Family News, tomado de Adelante la Fe. El original inglés puede verse aquí. Al ser demasiado largo lo he distribuido en dos entradas.



Preguntas y respuestas sobre algunos aspectos de la Exhortación Post Sinodal
- ¿Qué es la Amoris Laetitia?
Amoris Laetitia (La alegría del amor) es la tan esperada exhortación post sinodal del papa Francisco acerca del matrimonio y la familia. Publicada el 6 de Abril, contiene 260 páginas y aproximadamente 59.000 palabras. 

El padre George Rutler, haciendo un irónico comentario sobre la exorbitante extensión de los modernos textos vaticanos, señala que el texto de Francisco “es casi dos tercios más extenso que las promulgaciones del Vaticano II”.
- ¿Qué se puede pensar acerca de Amoris Laetitia?
Al respecto el periodista italiano Antonio Socci escribió: “La exhortación apostólica es un acto de abierto desafío para cambiar dos mil años de enseñanza católica. En los círculos católicos la gente está choqueada y golpeada por el desconcierto.” 

El cardenal Raymond Burke, con una moderada respuesta, llamó al documento una “reflexión personal del papa” que no “hay que confundir con la fe vinculante que se debe al ejercicio del magisterio”

El eminente profesor Roberto De Mattei dijo: “Si el texto es catastrófico, es incluso más catastrófico el hecho que esté firmado por el Vicario de Cristo.” Estas aseveraciones son precisas.
- ¿Debiéramos sorprendernos?
Cualquiera que haya seguido los tumultuosos sínodos del 2014 y 2015 no estarán sorprendidos con la exhortación. Los sínodos, las conferencias de prensa de éstos y la recién publicada exhortación representan a una corriente permanente de revolución modernista
- ¿Cuál es la clave del problema del documento?
Entre medio de un montón de verborreas – algunas de ellas no tan malas, otras remarcadamente tediosas – Francisco indudablemente canoniza la ética casuística. Solapadamente él abre la puerta a la comunión a los divorciados y vueltos a casar con el fundamento del “caso a caso”, lo cual destruye los elementos claves de la teología moral católica. 

En particular su planteamiento socava el reconocimiento de los actos intrínsecamente desordenados y una vez que ésto mina un área, se están minando todas las demás. El progresismo inmediatamente elogió la Amoris Laetitia como un “cambio radical”.
- ¿Qué es la ética casuística?
La ética casuística es el rechazo de las normas morales universales, vinculantes e inmutables. Ya no existirían cosas como los actos morales intrínsecamente malos. No hay regla que no admita excepción. De acuerdo con esta falsa propuesta, la moralidad de un acto no depende, en última instancia, de la verdad objetiva, sino de la situación individual.
Los primeros defensores de la ética casuística (tal como los defensores contemporáneos) se rebelaron contra lo que ellos llamaban “legalismo”, “rigidez” y ciertamente contra las “reglas fijas de la moralidad que nunca pueden ser violadas.” Tal como se quejaban los defensores de la ética casuística de los años ´60, “se colocan la reglas por sobre las personas.””
El Dr. Joseph Fletcher (1905- 1991) un clérigo anglicano y el principal exponente de la ética casuística (que publicó en 1966 un libro referencial: “Situation Ethics”, y terminó sus días como ateo) insiste que en una ética casuística no necesitamos actuar siempre conforme a la moral objetiva, sino que más bien “hacer de acuerdo al amor” basados en nuestras propias circunstancias. La nueva pastoral propuesta que llega del Vaticano de Francisco ofrece un nuevo giro al mismo error, afirmando que es más importante hacer de acuerdo a la “misericordia”, a la luz de las variadas “circunstancias concretas” del individuo.
- ¿Pio XII advirtió contra la ética casuística?
Sí, la ética de la situación es anterior al libro de Fletcher. El académico británico Peter Vardy cita la declaración de Pio XII contra la ética de la situación del año 1952: “Es individual y subjetivo apelar a las circunstancias concretas de las acciones para justificar decisiones opuestas a la ley natural y a la Voluntad revelada de Dios”.
- ¿Qué más dijo en contra de la moralidad de la “ética casuística”?
El papa Pio advirtió también en 1952: “El sello distintivo de esta moralidad radica en el hecho de no estar basada en las leyes morales universales, por ejemplo, en los Diez Mandamientos, sino en reales y concretas condiciones o circunstancias en las cuales uno debe actuar, y de acuerdo a las cuales la conciencia individual ha de juzgar y elegir. Este estado de cosas es único y válido, pero sólo para una única vez por cada acción humana. Es por esto que los que apoyan esta ética afirman que la decisión de una conciencia no puede ser guiada por ideas universales, ni principios, ni leyes…” (AAS, 1952, pp. 413-419)
- ¿Y el Santo Oficio de Pio XII no condenó la ética casuística?
En 1956 el Santo Oficio condenó explícitamente la ética de la situación en todas sus formas. El documento advirtió que la “nueva moralidad” se ha “introducido incluso dentro de los mismos católicos, a pesar que es contrario a la doctrina moral tal como es enseñada y aplicada por la Iglesia Católica. 

La ética de la situación no descansa sobre los principios de la ética objetiva enraizadas en el ser mismo, sino más bien reclama transcender la limitación de la objetividad. Los promotores del sistema afirman que la norma última y decisiva de los actos humanos no está en cierto orden objetivo de lo justo, determinado por la ley natural y ciertamente conocida en virtud de esta ley. Más bien, ellos afirman que la correcta regla de la acción moral yace en alguna iluminación íntima y el juicio radica en la mente de cada persona individual, [siguiendo tu conciencia]. 

Esta estimación subjetiva permite a alguien, que está en una situación concreta particular, determinar por sí mismo lo que está moralmente obligado a hacer en cada caso hic et nunc (aquí y ahora). No hay ninguna dependencia a cualquier regla inmutable de acción externa al hombre. No existe una medida de verdad y rectitud más allá de uno mismo. El hombre basta para ser su propia guía moral.”
El Santo Oficio advirtió que este sistema de ética casuística “genera trazos de modernismo y relativismo” y “se aleja de la enseñanza católica enseñada y transmitida por años”.
La Congregación del Santo Oficio condenó la ética casuística, o como quiera que se llame, y prohibió su enseñanza en las escuelas católicas o su propaganda y defensa a través de libros, escritos de cualquier clase o en conferencias.
Desafortunadamente esta condenación no significa nada para el modernista. La clave de la táctica modernista está en simular que el Magisterio no ha hablado sobre algunas materias.
- ¿Al parecer en la Exhortación hay muchas “circunstancias concretas”?
Encontramos en Amoris Laetitia un énfasis excesivo sobre las situaciones concretas – el lenguaje de la ética casuística – de varios individuos, y como ésto debe supuestamente mitigar los actos que son objetivamente pecaminosos. Amoris Laetitia en efecto comienza con las circunstancias de las personas, y no con los principios morales inmutables.

La norma del verdadero matrimonio sacramental está representada como un “ideal” más que como un mandamiento no negociable de Cristo. El documento trata con un exceso de simpatía a los católicos que están divorciados y re-casados civilmente, tal como a los que conviven, ofreciendo una excusa tras otra acerca de porqué tales almas se encuentran en una situación caída. Los verdaderos preceptos católicos concernientes al correcto vivir del matrimonio católico son descritos en abstracto y un tanto desconectados de las circunstancias concretas de las personas.
He aquí algunos ejemplos de Amoris Laetitia:
N° 31: “Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia…»”.
N° 36: “Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales” (continúa llamando a esto “excesiva idealización”).
N° 301: “La Iglesia posee una sólida reflexión acerca de los condicionamientos y circunstancias atenuantes”. 

[El texto yerra al afirmar que no existen factores mitigantes que puedan de alguna manera justificar actos que son intrínsecamente malos, tales como la fornicación, el adulterio, la contra-concepción y los actos homosexuales] 

“Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante.” 

“Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa.”
N° 304: “Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano.”
Tal como lo encontramos en la ética casuística, comenzamos con las circunstancias concretas” y entonces conformamos nuestra conclusión moral desde la realidad actual. Esto exige un nuevo programa de diálogo y de discernimiento pastoral que minimiza el “blanco y negro” de la moral absoluta. Luego esto otorga un cierto margen a los que están en pecado mortal objetivo para poder subjetivamente vivir la vida de la gracia y ser tratados como aquellos que la viven.
Nº 305: “El discernimiento debe ayudar a encontrar los posibles caminos de respuesta a Dios y de crecimiento en medio de los límites. Por creer que todo es blanco o negro a veces cerramos el camino de la gracia y del crecimiento…”
- ¿Cuál es el resultado final?
Resulta al final en una nueva propuesta que abre la puerta a los divorciados y re-casados civilmente, basada en las dificultades inherentes a su situación concreta, para recibir la Eucaristía.
Comentando este punto, el padre y teólogo Brain Harrison puntualiza que el aspecto más problemático del nuevo documento de Francisco es “su tratamiento, en el capítulo 8, a aquellos que viven en una situación sexual irregular”

Continúa: “En las notas 336 y 351 de los números 300 y 305 respectivamente, el Santo Padre rompe con la enseñanza y la disciplina de todos sus predecesores en la Sede de Pedro, al permitir al menos a algunos católicos divorciados y re-casados civilmente (sin decreto de nulidad y sin compromiso de continencia) recibir los sacramentos. Ya que “el discernimiento puede reconocer que en una situación particular no existe una falta grave” debido a la variedad de mitigantes de orden psicológico y de otros factores. Francisco afirma en el N° 351 que la Iglesia “ayuda” a estos católicos que viviendo en una relación ilícita y “en ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos.”
El contexto, indica el padre Harrison, significa la recepción de la Penitencia y de la Eucaristía mientras estos individuos continúan viviendo en pecado.


(Continúa)

viernes, 22 de abril de 2016

¡ALEGRÍA DEL AMOR ... ADÚLTERO! (Un café con Galat) [comentado por José Martí]




El siguiente vídeo de YouTube lo he encontrado leyendo el blog En Cristo y María.
Creo que merece la pena verlo y escucharlo, aunque sea en tres o cuatro sentadas, puesto que dura 1 hora y 27 minutos ... pero da un sentido crítico de la realidad, que nos ayuda a hacer un uso correcto de la razón que Dios nos ha dado, para que llamemos a las cosas por su nombre y no nos dejemos engañar por nadie. Cuando Jesús hablaba del buen Pastor se refería a Él mismo ... y también a aquellos que eran fieles a sus enseñanzas. Pero advertía, igualmente,  de la existencia de malos pastores, de aquellos a quienes no les importan las ovejas. Y las engañan, porque son ladrones y salteadores. Esas fueron sus palabras.
Es un hecho que todos los medios de comunicación lanzan a vuelo las campanas, anunciando la victoria del mundo sobre la Iglesia y alabando al Papa que tenemos los católicos: éste sí que es un Papa "como Dios manda" ... porque lo permite todo.. ¡Qué errados andan! ¡Qué pena que se haya adulterado esa hermosa realidad que es la "Misericordia divina al oponerla a la Verdad y a la Justicia, que en Dios son la misma cosa. 
Las doctrinas masónicas inmanentistas, el relativismo reinante en todo el mundo,..., en otras palabras, el modernismo, que viene a ser lo mismo, definido por el Papa San Pío X como la suma de todas las herejías, ha entrado de lleno en la Iglesia post-conciliar, como caballo de Troya. Y a través de la praxis, diciendo una y mil veces que la Doctrina de la Iglesia es siempre la misma y que no puede cambiar, el hecho manifiesto, para el que quiera ver, es que sí se está tocando la doctrina. Una gran mayoría de católicos no se dan cuenta de esta realidad pero es porque la Palabra de Dios y la Doctrina Católica no son conocidas, de la misma manera que son muy pocos los que conocen a Jesús.
¿Qué pastoral se puede esperar de aquélla que ignora el Dogma y las Verdades que todo cristiano católico tiene la obligación grave de conocer y que, sin embargo, tan pocos conocen? Jesucristo no es conocido y, por lo tanto, no es amado. Y si nos falta el amor, la vida es triste y átona, carece de sentido. ¿Dónde se encuentra hoy la Alegría? 
Esta es la gran tragedia de la humanidad. Al ignorar y negar la Verdad, que es Jesucristo (ignorancia culpable) acaba negando todo lo auténticamente humano: lo bueno, lo bello y lo verdadero. Hoy domina por doquier el feísmo, la mentira y la maldad. Por eso la gente es desgraciada. Por eso tanta violencia, tanta incomprensión, tanto egoísmo y tanta corrupción, se mire por donde se mire. 
Se hace necesaria, más que nunca, una vuelta a Dios, manifestado en Jesucristo. No hay otro camino. Él es el Camino. Separándonos de Él estamos sencillamente perdidos y en la más penosa de las oscuridades, pues Él es también la luz. "El que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8, 12). ¿Cuándo llegaremos a darnos cuenta de esta realidad? Porque este mundo no tiene otra salida. Y, sin embargo, Jesucristo no sólo es cada vez menos conocido sino que es, además, perseguido y odiado. 
"Todos os odiarán a causa de mi Nombre, pero el que persevere hasta el fin se salvará" (Mt 10, 22). Y a continuación nos dice unas palabras muy consoladoras: "No les tengáis miedo, porque nada hay oculto que no vaya a ser descubierto, ni secreto que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad decidlo a plena luz; y lo que escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados"  (Mt 10, 26-27). 
Y así es: todo se sabrá y tendremos que dar cuenta ante Dios de lo que hayamos hecho, bueno o malo; y también de lo bueno que hayamos dejado de hacer. Aquí estamos de paso. Quien piense que su vida acaba cuando muere, y que ahí se acabó todo, está en un grave error y vive en la mentira. La verdad es que "cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios" (Rom 14, 12)
Por eso la victoria del mundo es aparente, porque "este mundo pasa, y también sus concupiscencias; pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Jn 2, 17). De manera que un católico no puede nunca estar turbado ni triste, aunque sufra, pues la victoria final es de Jesucristo. Y es con esa confianza en sus palabras como tenemos que actuar en nuestra vida. Oigamos lo que nos dice: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, ante todo, al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28). 
Hemos oído bien: existe el infierno como realidad, al igual que existe el cielo. ¡Que nadie lo ponga en duda! Quien así habla es Jesucristo. ¿Y quién es más misericordioso que Él? ¿Quién nos puede querer más ... si Él mismo es Amor? Sólo desea que nosotros también le queramos y que estemos siempre con Él. Hagamos un buen uso de nuestra libertad, porque aquí nos lo jugamos todo, nos jugamos la vida eterna o la condenación eterna, según hayamos sido fieles o no a la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús, Señor nuestro y Vida nuestra.
José Martí

miércoles, 20 de abril de 2016

El odio a la fe en España (Entrevista a Javier Barraycoa) (Javier Navascués)




En los últimos tiempos los enemigos de la Iglesia salen como alimañas de sus cuevas putrefactas. Monstruos con apariencia humana que muestran las garras del averno y los afilados colmillos de inquina anticristiana. Pretenden triturar y devorar la religión de nuestra santa Patria, cuya esencia es la catolicidad. Usando las tretas torticeras de su maestro, el padre de la mentira, manipulan y engañan, con el falaz pretexto de la libertad de expresión e injustas acusaciones contra la Iglesia para que los Derechos de Dios sean vilmente pisoteados.

En su locura satánica osan llamar arte a una “exposición” sacrílega con formas consagradas, dan un premio “artístico” a un padrenuestro blasfemo en Barcelona, insultan a la Santísima Virgen en una procesión en Pamplona, pretenden cerrar una Iglesia en su máximo apogeo de obras de caridad. Una desvergonzada se desnuda en una capilla universitaria quedando prácticamente impune ante la Justicia y suscitando únicamente una tibia reacción del obispado.


Javier Barraycoa, catedrático de la la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, es experto en Sociología, Opinión Pública y Psicología social. Es a su vez politólogo y autor de numerosos de libros. En esta entrevista analiza las causas más profundas de la persecución religiosa que se está dando en España.

¿Cuál es su valoración de los ataques contra la Iglesia Católica que se están dando actualmente en España?

La Cristofobia que se ha despertado en España en poco tiempo sólo tiene una explicación sociológica y otras más trascendentes. En el ámbito sociológico, es una Cristofobia que ya se viene larvando desde que la ilustración llegó y los “afrancesados” asumieron las riendas del poder fáctico en España. Cada una o dos generaciones el odio religioso se ha disparado en la Católica España. La última vez fue en el 36 y ahora parece iniciarse una etapa parecida. La gran diferencia es que antes en España hubo una legión de católicos dispuestos a no dejarse aplastar. En un ámbito más trascendental, esta Cristofobia coincide con un sutil cambio de régimen tras la abdicación de D. Juan Carlos I. Por primera vez en la historia de España la ceremonia de jura de Felipe VI fue sin ceremonia religiosa. Podríamos decir que contenía una apostasía tácita. Le guste o no alguien esta afirmación, la teología de la historia es así. Las decisiones de los que tienen autoridad o poder determinan el futuro de las sociedades sobre las que tienen responsabilidad. También creo que España, si en el siglo XX fue ejemplo martirial, en el XXI, en medio de esta apostasía generalizada, Cristo volverá a reinar en los nuevos mártires que a buen seguro habrán de llegar.

El Padrenuestro blasfemo, la amenaza de cerrar una Iglesia, querer prohibir las procesiones… ¿son hechos aislados o el síntoma de que se está cociendo algo fuerte?

No. NO hay hechos aislados. Nada ocurre por casualidad y menos en estos ámbitos. Estamos ante una primera fase de revanchismo. Este revanchismo obtuvo una cobertura legal con la Ley de Memoria histórica de Zapatero. Pero no nos engañemos. Ahora estamos en una primera fase de aparentes reivindicaciones disfrazadas de“derecho a la libertad de expresión”, “interés general”, etcétera. Pero el revanchismo de los “podemitas”, sobre todo contra las procesiones de Semana Santa, aún ha encontrado una resistencia. Pero llegarán tiempos peores. Nos tocará ver cómo el poder político favorecerá el Islam como religión alternativa al cristianismo, creyendo que a base de subvenciones lo podrá domesticar. Hay que ser ciego para no ver el futuro que se avecina.

Como sociólogo ¿cómo valora esta Cristofobia precisamente en una democracia donde hay libertinaje prácticamente para todo?


En el plano humano la Cristofobia es absurda. Si todo está permitido y todo es aceptable, ¿por qué el catolicismo iba a ser menos? Sin embargo estamos ante enemigos muy poderosos. Por ejemplo, se ha realizado estudios sociológicos muy serios en Estados Unidos que demuestran que no hay correlación entre pedofilia y sacerdocio. Hay colectivos como profesores, incluso padres que recogen tasas de pedofilia mucho más altas. Sin embargo, la ocultación de estos datos, han conseguido que la psiqué colectiva asocie sacerdocio a pedofilia y ello va generando una Cristofobia inconsciente.

¿Cree que se va a recrudecer la persecución a los católicos si entra en el gobierno la izquierda radical, se quitarán del todo la careta?

Sí, claro. Lo que ocurre es que de momento Europa no está para permitir según que cosas. Parece que es contradictorio, pero en realidad no. A lo largo de la historia hemos visto como emperadores no cristianos defendían la Iglesia. Incluso los Zares de Rusia llegaron a defender en algún momento a los católicos perseguidos por la Revolución. Incluso Napoleón acabó dándose cuenta que le salía más a cuenta defender a los católicos que atacarlos. Con la Unión Europea pasa lo mismo. Es profundamente anticristiana, pero en estos momentos no quiere que haya ninguna persecución excesivamente explícita. Ya de por sí Europa tiene demasiados problemas.

¿Estamos preparados realmente para esa persecución incluso cruenta?

No. Y tampoco hay por qué estarlo especialmente. Aunque suene a tibieza no pretendo transmitir eso. El martirio es una gracia. Es un don gratuito, no merecido. Cuando llegue, llegará y Dios escogerá a los suyos. No depende siquiera de nuestros méritos actuales. Aunque sí que sería prudente rezar a Dios para pedirle fortaleza de cara a lo que nos tocará vivir a los católicos.

¿Cómo debemos actuar si la cosa se pone seria, si sobrevienen momentos decisivos?


Cada uno ha de verlo y el Espíritu Santo iluminará. La Iglesia en su Magisterio deja bien claro que es perfectamente legítimo huir en caso de persecución. San Atanasio y otros tantos santos son ejemplo de ello. En un principio creo que debemos vivir como si fueran tiempos ordinarios, aunque sabemos que son extraordinarios. Todos tenemos nuestras gracias de estado y debemos aprovecharlas al máximo. Cada día tendremos más tentaciones a nivel interno espiritual y a nivel político y social: cansancio, transigencia, desapego a nuestras responsabilidades sociales y políticas. Y de eso hay que ser consciente.

Háblenos de la importancia de tener una buena formación, vida de oración y de estar unidos en estos tiempos de confusión …

Creo que debemos tener claro un trilema cuyo orden jerárquico sería: Oración, formación y acción. Si queremos hacerlo al revés, creeremos estar construyendo el reino de Dios y simplemente seremos unos peones más de este sistema. Hoy más que nunca hemos de tener presente que no somos de este mundo, pero estamos en este mundo y por lo que hagamos aquí es por lo que seremos juzgados. Y evidentemente la gran tentación que nos pondrá el diablo será la sensación de estar solos y ser “raros”. Por ello es tan importante que se consoliden pequeñas comunidades de católicos fieles a la Tradición sempiterna de la Iglesia y que sepan discernir los signos de los tiempos. Y no es fácil, ciertamente.


Javier Navascués

martes, 19 de abril de 2016

Con relación a Ratzinger-Benedicto XVI [Padre Alfonso Gálvez, 3 de 3]



(...) [Así ocurre también] con el concepto de Iglesia, por ejemplo. La Iglesia ha sostenido durante veinte siglos, sin la menor vacilación, que Jesucristo fundó una sola Iglesia, la cual es precisamente la Católica: Credo... in Unam Sanctam Catholicam et Apostolicam Ecclesiam. El último Documento Magisterial al respecto, anterior al Concilio Vaticano II, es la Encíclica de Pío XII Mystici Corporis (1943) en la que el Papa dice, expresamente, después de insistir en que la Iglesia es un Cuerpo y es Única, que la Iglesia de Cristo ``es'' la Iglesia de Roma. Sin embargo, el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium, Capítulo I, n. 8, b) introduce el importante cambio de sustituir el verbo es por la expresión subsiste en. Según lo cual [se dice que] la Iglesia de Cristo "subsiste en" la Iglesia CatólicaLo que indudablemente la priva de su condición de Única, dando entrada así a las otras religiones a las que repetidamente se las reconoce también como válidos instrumentos de salvación. Fue precisamente el Cardenal Ratzinger el principal artífice de este cambio.

(...) Que no se trata de una interpretación arbitraria por nuestra parte lo prueba el hecho de los Encuentros de Asísen los que se concedió paridad a todas las religiones, incluidas las de aquéllos que no profesan culto a Dios alguno. En los altares de la Patria del Serafín de Asís fueron entronizados por igual los cultos cristianosjudíosmusulmanesbrahmanistashinduístas; y hasta las prácticas de los brujos africanos y la magia negra de los vudús. Queda disipada cualquier duda cuando se considera que en las Encíclicas del Papa Juan Pablo II (especialmente las tres primeras, por él llamadas Trinitarias), se reconoce el legítimo valor de salvación de todas las religiones. Un Magisterio que, en último término, vino a acabar definitivamente con la actividad misionera de la Iglesia, puesto que las Encíclicas de Juan Pablo II también defienden la teoría del cristianismo anónimo y de la salvación universal de todos los hombres, sin excepción.

Por su parte, el Papa Pío XII (en su Encíclica Humani Generis, 1950condenó expresamente la teoría de Henri de Lubac, según la cual la gracia es debida a la naturaleza humana, así como las doctrinas de la evolución creadora de Teilhard de ChardinLos cuales personajes fueron rehabilitados después por los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II (de Lubac fue elevado a la categoría de Cardenal).

(...) En una de sus homilías, hoy olvidadas, el Papa Benedicto XVI proclamó que cuando hablamos del Cielo no aludimos a un lugar determinado"No nos referimos a un lugar cualquiera del universo, como a una estrella o algo parecido", decía. Para continuar insistiendo en que "con ese término queremos afirmar que Dios tiene un lugar para nosotros". Para explicar lo cual se valía el Papa del recuerdo cariñoso que de un fallecido conservan en el corazón sus seres queridos.

Es absolutamente cierto que el término lugar no puede ser entendido, cuando se refiere a la vida eterna, en el mismo sentido que se le atribuye en éstaAunque de todos modos habrá de tener un significado real¿Dónde, si no, se encuentran ahora los cuerpos humanos de Jesucristo y de la Virgen María? Por otra parte, la resurrección de los cuerpos es un dogma de Fe, de manera que su situación en la vida eterna no se puede reducir a la condición de un mero estado o de un recuerdo en la mente de alguien (aunque ese alguien sea Dios).

Ni podemos olvidar tampoco las palabras del mismo Jesucristo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar? Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que donde yo estoy, estéis también vosotros" (Jn 14: 2-3). Así pues, ¿qué querría decir el Maestro con dichas palabras...?

De ahí el grupo de católicos, llamados en la actualidad a vivir en una época de vicisitudes y contradicciones, que desean vivir en paz según la Doctrina en la que fueron bautizados y conforme al Evangelio que la Iglesia les había enseñado desde siempre, [deben de tener en cuenta lo que decía el apóstol san Pablo, con relación al Evangelio]: " ... no es que haya otro, sino que hay algunos que os inquietan y quieren cambiar el Evangelio de Cristo. Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciásemos un Evangelio diferente del que os hemos predicado ¡sea anatema!Gálatas (1: 7--8).

(...) Sólo resta aludir a la última y más grave determinación llevada a cabo por el moderno Catolicismola práctica supresión del Misterio del Sacrificio Redentor tal como fue instituido por voluntad de Jesucristo en la Santa Misa.

(...) se impuso la difícil tarea de eliminar el Misterio de la Redención -la idea de la Muerte Sacrificial de Cristo en la Cruz- de la mente y del corazón de los cristianos. Cosa que no consiguió durante veinte siglos..., hasta que el Modernismo, al que ya se creía desaparecido, revivió en el seno de la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II.

Fue entonces cuando lo que parecía imposible sucedió efectivamente. El concepto de la Misa como renovación del Sacrificio de Cristo -no una repetición, sino un hacerse presente aquí y ahora en toda su realidad la Muerte del Señor- se difumina hasta casi desaparecer, a fin de ser sustituido por la idea prevalente y casi única de la Misa como comida de solidaridad o fraternidad (...) El culto a Dios cedió su paso al culto al Hombre, de manera que, desde ahora, el valor sobrenatural del sufrimiento y de la muerte, la necesidad de expiar por los pecados y de compartir la Muerte del Redentor, fueron sustituidos por las modernas concepciones que encarnaban la Nueva Primavera y la Nueva Edad, que se abrían a un Mundo Nuevo convertido en la etapa final de la existencia humana. (...) Otra vez Satanás se ha sentido seguro de su Victoria y esta vez sin nadie que se lo impida.

Sin nadie que se lo impida..., hasta que llegue por fin el Supremo Juez y se haga realidad lo que estaba profetizado: el Diablo, el seductor, fue arrojado al estanque de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Ap 20:10). Y aquéllos que permanecieron fieles al Señor y habían seguido viviendo de Esperanza, pese a todo, confiados en la Promesa de Aquél que había dicho que vendría de nuevo, verán colmados, por fin, los anhelos de su corazónY vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. Vi también la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo (Ap 21: 1-2 y las Puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella (Mt 16:18) 



Padre Alfonso Gálvez

Con relación a Ratzinger-Benedicto XVI [Padre Alfonso Gálvez, 2 de 3]



(...) Por supuesto que estas afirmaciones provocarán el escándalo de muchos y el desmentido de no pocosLo que no es suficiente por sí solo para demostrar que no están fundadas en la realidad. La Palabra del Papa ya no significaba nada (aunque, según algunos, también es digno de tener en cuenta que, de forma casi continuada, todo parece indicar que el mismo Benedicto XVI parecía querer evitar los enfrentamientos y hacer frente a los verdaderos problemas). La verdad es que nunca su Persona había sido acusada, calumniada, despreciada y perseguida, del modo y manera como ocurrió durante su Pontificado. Hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos se atrevió a acusar y condenar al Vaticano (un Estado independiente regido por un Pontífice religioso que es también Soberano en lo civil). 

Los teólogos más encumbrados, y hasta Arzobispos de prestigio y Cardenales, ya no encontraron inconveniente en enfrentarse al Papa y en criticarlo abiertamente, además de oponerse a sus decisiones (la Iglesia austriaca, por ejemplo, rechazó los nombramientos episcopales emanados del Santo Padre, sin que nadie pusiera objeción alguna a tal forma de conducta). Después, tal como hemos dicho, aparecería el miedo. Y con el miedo, el servilismo, que es el tributo que pagan los cobardes y aprovechados. La Iglesia Católica, otrora Maestra definidora del comportamiento y de las relaciones humanas en todo el Mundo, quedaba así reducida prácticamente a la condición de otra ONG más.

(...) Habremos de limitarnos a la exposición de los dos puntos principales en la obra de J.Ratzinger--Benedicto XVI que han sido decisivos en la creación de la Nueva Iglesia: su colaboración e influjo en los Documentos del Concilio Vaticano II y sus tesis historicistas. Estas últimas determinantes, a su vez, de sus doctrinas sobre la evolución de los dogmas y su re-interpretación de las dos Fuentes de la Revelación, a saber: la relectura de la Biblia (dependiente de la circunstancia histórica y del sentimiento del hombre que interpreta), y la Tradición Viviente (que ya no es una Tradición fija y ultimada, sino evolutiva y que se desarrolla según el momento histórico y los sentimientos del hombre actual).

No vamos a hablar aquí de su decisiva participación en la elaboración de los Documentos conciliares, hecho bien conocido por todos los historiadores y confesado repetidas veces por el mismo Ratzinger. Ni de los resultados y consecuencias del Concilio como un todo, que es un problema que se ha convertido en una de las cuestiones más debatidas de la era postconciliar: catástrofe para la Iglesia, según los tradicionalistas, y primavera eclesial para progresistas y neocatólicos.

(...) En un artículo escrito ante la apertura de la Cuarta Sesión del Concilio, con respecto a la redacción del Esquema XIII, que luego se convertiría en la Gaudium et Spes, decía Ratzinger: Las formulaciones de la ética cristiana, por lo que atañe al hombre real que vive en su tiempo, están revestidas necesariamente del espíritu de su tiempo (...)  ninguna época puede decidir lo que es permanente si no es desde su propio punto de vista.

En cuanto a su teoría sobre la Tradición Viviente, se concreta de una forma expresa en sus doctrinas sobre el Magisterio (...) asegura que el Magisterio de siempre debe ser interpretado desde el Magisterio posterior o más reciente; cuando en realidad quiere decir dejado sin efecto, como de hecho lo afirma expresamente en varias ocasiones, dejando así en entredicho su famosa doctrina de la continuidad. Para Ratzinger, la Constitución Gaudium et Spes, es también un auténtico Anti-Syllabus. Y en cuanto a los errores condenados por Pío IX, que en realidad responden según él a circunstancias históricas del tiempo de ese Pontífice, han dejado de tener validez. (...) Como cualquiera puede ver, según estas doctrinas, cualquier doctrina del tiempo pasado se puede invalidar desde el punto de vista del tiempo presente. Y dado que este razonamiento se puede repetir en cadena e indefinidamente, llegamos a concluir que solamente podemos sostener que jamás podremos estar seguros de nada.



(...) Hemos repetido insistentemente que, a nuestro modesto parecer, la crisis a la que se alude es la más grave y peligrosa que ha padecido la Iglesia a lo largo de toda su Historia. También hemos intentado mostrar que la terrible situación actual, por la que atraviesa la Iglesia, no es sino la consecuencia de los pecados de los cristianos (si bien es verdad que aquí la referencia apunta principalmente a los católicos, que son quienes integran la Única y Verdadera Iglesia), concretados en una tremenda y general Apostasía de la que no es ajena la misma Jerarquía Eclesiástica.

La Apostasía significa un consciente y voluntario abandono de la Fe, y es quizá la más grave traición que los miembros de la Iglesia pueden cometer. (...) A partir del Concilio Vaticano II, un poderoso Movimiento dentro de la Iglesia ha intentado torpedear al Magisterio y con éxito al parecer. De ahí que grandes masas de católicos se encuentren sumidos en la confusión con respecto al contenido de su Fe.

La Teología neomodernista de los tiempos del Concilio y posteriores ha puesto en duda el valor del Magisterio anterior al Concilio. E incluso algunos miembros de la Jerarquía Eclesiástica, apoyándose en el mismo Concilio, han atacado el Magisterio de los Papas que lo han precedido. Por otro lado, la ambigüedad de algunos textos conciliares ha dado lugar a que se susciten dudas sobre verdades fundamentales de la Fe, además de ser interpretados como cambios con respecto al Magisterio anterior. (...) sin tener cuenta las consecuencias demoledoras que de ahí se derivaban para la Iglesia.

Si un Concilio anterior puede ser atacado por otro posterior, por la misma razón y según las reglas de la Lógica, el segundo puede ser también desautorizado desde el primero. Una vez admitido que un Concilio es capaz de poner en entredicho las Doctrinas proclamadas por otro, es evidente que el valor y credibilidad de todos los Concilios se destruyen por sí mismos y caen por su propio peso.

Si se alega, como viene haciendo la Teología neomodernista, apuntando sobre todo al Concilio de Trento, que las Doctrinas promulgadas en un Concilio solamente son válidas para su época y según las categorías de pensamiento propias de su tiempo, es evidente que, según eso, exactamente lo mismo podrá ser dicho de cualquier Concilio: ¿Quién será capaz de garantizar que los Documentos del Concilio Vaticano II no serán rechazados por una Teología posterior, bajo el pretexto de que habrán de ser interpretados según las categorías de pensamiento del momento, y reconocidos como válidos, por lo tanto, sólo para esa época? Con lo que desembocamos en el fundamento de las doctrinas historicistas, propias del Modernismo, que han impregnado la Teología Católica desde el Concilio Vaticano IIPara estas ideologías inmanentistas, no es la Revelación la que determina al hombre, sino el hombre de cada momento histórico quien juzga e interpreta a la Revelación. De este modo la ecuación es patente: Subjetivismo igual a Modernismo. (Aquí)

Igualmente es conocido que el Cardenal Ratzinger (nunca desmentido por Benedicto XVI), sostuvo públicamente que la Constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano IIes un auténtico Documento ``contra-Syllabus'' (el Syllabus fue publicado junto a la Encíclica Quanta Cura, de Pío IX). Si se tiene en cuenta que el Syllabus, junto con la Encíclica Pascendi de San Pío X, son los Documentos que condenaron solemnemente el Modernismo y pretendieron acabar de raíz con dicha herejía, no cabe duda que el problema de la aparente discrepancia de Magisterios queda claramente planteado.


(Continúa)

Con relación a Ratzinger-Benedicto XVI [Padre Alfonso Gálvez, 1 de 3] (corregido por mí mediante la adición de una nota final de aclaración)





Hoy, 19 de abril, se cumplirían 11 años desde que fue elegido Papa el cardenal Ratzinger, en el año 2005, con el nombre de Benedicto XVI. No es así, pues conocemos su "misteriosa" renuncia al Papado, que manifestó el 11 de febrero de 2013 y que se hizo efectiva el 28 de febrero. Trece días más tarde sería proclamado Papa el actual papa Francisco, cuya trayectoria, desde entonces, conocemos demasiado bien ... ¡o tal vez no!.

Aprovecho para felicitar al cardenal Ratzinger por su 89 cumpleaños, aunque con un poco de retraso, pues éste tuvo lugar el 16 de abril. En este blog he hablado de la entrevista que le hicieron al cardenal Ratzinger (mal llamado "papa emérito") en octubre del pasado año (pinchar aquí y también aquí; ésta última es un fragmento de una homilía del padre Gálvez). Sus respuestas, como dije entonces, y sigo manteniendo ahora, me dejaron perplejo, tal vez por mi desconocimiento de las influencias filosóficas y teológicas que tenía. Se encuentran en L'Osservatore Romano, páginas 8, 9 y 10 (traducidas al español). He investigado un poco y sé que fue uno de los peritos del Concilio Vaticano II, junto a Hans Küng y Karl Rahner, reconocidos teólogos heterodoxos. Pero esto no era suficiente; así que he seguido investigando y he conseguido una mayor información; en concreto a partir de una serie de  artículos del Padre Alfonso Gálvez, [buscar en Editoriales "De la gloria del olivo" (del I al VI)] de los que reproduzco aquí algunos párrafos, entresacados de diversos lugares, a modo de resumen


Papa Pablo VI
Papa Juan Pablo II



Papa Benedicto XVI
Papa Francisco














Pensamiento de J. Ratzinger--Benedicto XVI


Por más que pese a sus entusiastas, cuyo conocimiento de la realidad de los hechos suele ser más bien escaso, el Pontificado de Benedicto XVI agravó la crisis que sufría la Iglesia, que ya había comenzado desde el Concilio y que luego alcanzó su culminación con el del Papa FranciscoEl común de los fieles suele leer muy poco y no anda muy avezado en la búsqueda de la verdad, por lo que desconoce el pensamiento de los que realmente hicieron el Concilio (y de todo el conjunto de sus padres en la fe, los filósofos idealistas alemanes). Tampoco es muy profundo su conocimiento acerca de la influencia que el pensamiento filosófico ejerce en la vida de la sociedad (en realidad es lo que la determina), por lo que no tiene constancia del papel decisivo que el pensamiento idealista-inmanentista de J. Ratzinger ha desempeñado como concausante de los presentes problemas que sufre la Iglesia. Nadie es más atrevido que quien ignora, y el Sistema lo sabe bien, como buen experto que es en el arte de manejar la mentira y de conducir a las masas.


La pérdida de memoria es otra circunstancia que induce a que nadie recuerde para nada el desastre que supuso para la Iglesia el Pontificado del Papa Benedicto XVI. Un Pontificado que no fue sino la culminación del empezado por Juan XXIII, que fue luego continuado y amplificado en sus efectos por el de Pablo VI, superado después por el de Juan Pablo II, para ser por fin apuntillado por el Papa Francisco, según dicen los tradicionalistas al mismo tiempo que aseguran que están amparados por la contundencia de los hechos. 


(...) Habría que hacer un recuento de la obra ratzingeriana a través de toda su re-interpretación (disolución) de las partes fundamentales de la teología católica. Gracias a cuya labor, ayudada a su vez por la de colaboradores próximos como Karl Rahner y Henry De Lubac, la Doctrina Católica ha sido absorbida y fagocitada por la teología progresista modernista, que es la que está sirviendo de fundamento a la Nueva Iglesia.

J. Ratzinger es un pensador que depende por completo de los filósofos idealistas alemanes. Estudioso y entusiasta, desde sus años de Seminario, del agnosticismo de Kant (considerado el padre del modernismo), sufrió luego la influencia del idealismo de Husserl, del existencialismo de Heidegger, y de otros pensadores como Max Scheler (teoría de los valores, personalismo cristiano), Buber, etc. Aunque quizá habría que poner en primer lugar, dentro del terreno de las influencias, al historicismo de Dilthey, que ejerció un influjo capital en su pensamiento. 


Son muchos los que ponderan sus esfuerzos por poner a tono el Concilio y presentarlo como en continuidad con la Tradición, tarea para la cual elaboró su teoría de la hermenéutica de la continuidad que luego rectificó y completó con la de la continuidad en la reforma. Si bien, desgraciadamente, este último punto está en flagrante contradicción con todos sus escritos anteriores (nunca rectificados) y con la continuidad de sus actuaciones. (...) Por si quedaba alguna duda, añadamos otro texto del pensamiento de Ratzinger:  Ciertos textos de religión parecen sugerir que la fe cristiana en la cruz representa a un Dios cuya justicia inexorable ha reclamado un sacrificio humano, cual es el de su propio hijo. Ante lo que no cabe sino apartarse, con horror, de una justicia cuya sombría cólera resta toda credibilidad al mensaje del amor.

Lo que no impide que existan bastantes puntos que anotar en favor de Benedicto XVIEn justicia no debe dejar de mencionarse, en plan de sincero agradecimiento en este caso, la promulgación de su Motu Proprio Summorum Pontificum (7 de julio del año 2007), por el que reglamentaba y restituía la Liturgia Romana que había estado en vigor hasta el año 1962, declarando la licitud de la Misa Tradicional que Pablo VI había declarado (falsamente) como que hubiera sido abrogada. Es decir, liberó la Misa Tradicional, después de cuarenta años de haber permanecido ilícitamente prohibida (Pablo VI declaró falsamente que había sido abrogada). Desgraciadamente el Motu Proprio apenas si tuvo consecuencias prácticas, por la resistencia de los Obispos y la debilidad del Papa para imponerlo.

Además, levantó las dudosas excomuniones que habían sido lanzadas contra los cuatro Obispos de la Sociedad de San Pío X. Y ordenó hacer las pertinentes correcciones de los errores contenidos en las traducciones vernáculas de la Misa del Novus Ordo. [En particular el que se refiere a la traducción del "pro multis" el 17 de octubre de 2006 ] Y después de su renuncia hizo algunas declaraciones en contra del intento de administrar la Sagrada Comunión a los divorciados y vueltos a casar (adúlteros)[Como aportación personal debo decir también que en su Motu Proprio "Latina Lingua" instituyó la Pontificia Academia de Latinidad, para promover la lengua y cultura latina, el 10 de noviembre de 2012]

En cuanto a los hechos y sucesos desafortunados de su Pontificado, nos limitaremos a mencionar, casi como de paso, la continuación por su parte de la infausta política de Juan Pablo II sobre los llamados Encuentros de Asís (Pinchar, por ejemplo, aquí y aquí) y que, bajo el pretexto de ecumenismo (a todas luces falso), tanto daño y desolación ha ocasionado a la Iglesia. Desde el momento de difundirse la doctrina según la cual todas las religiones son válidas, y útiles igualmente como instrumento de salvación, la identidad única y necesidad de la Santa, Católica, Apostólica y Romana pasó a ser un cuento de hadas para el común de los católicos. Decir otra cosa es faltar a la verdad.

Pero la verdadera influencia de la persona del Papa Benedicto XVI radica en su pensamiento. Sus teorías inmanentistas e historicistas sobre la Tradición Viviente y la Hermenéutica de la Continuidad y, más que nada, sus doctrinas sobre la Evolución de los Dogmas (nada de fórmulas fijas, puesto que toda verdad depende de las circunstancias del momento histórico y de la reflexión del hombre sobre el dato revelado) difuminaron una Doctrina que hasta entonces había sido considerada como revelada, fija, inmutable, y fundamento de todo el basamento sobre el que se levanta la Roca que es la Iglesia. Ahora el Edificio ya podía tambalearse, como de hecho sucedió.



(Continúa)
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Nota personal de aclaración: Puesto que no lo he hecho anteriormente, a fuer de ser sincero, debo señalar que, posteriormente, el 16 de marzo de 2016, también en otra entrevista (aunque ésta no forma parte de un libro, como en el caso anterior), muchas de las declaraciones que hace parecen contradecir lo que él mismo dijo en la entrevista de octubre del 2015. (ésta, por cierto, salió a la luz el 1 de abril de 2016).

Véase, si no, el artículo de este blog titulado "El papa emérito Benedicto rompe el silencio: habla de una profunda crisis en la Iglesia post-Vaticano II" , cuyo original tomé de Adelante la Fe, donde son de destacar ciertos puntos que, anteriormente, no habían quedado nada claros. Fue el 16 de marzo de 2016. Allí habló de una profunda crisis de dos caras con la que se enfrenta la Iglesia a raíz del Concilio Vaticano II, recordándonos:

(1) La posibilidad real de la pérdida de la salvación eterna, es decir, de que la gente vaya al infierno, convicción que fue abandonada después del Concilio.
(2) La "profunda evolución del dogma" que se está produciendo, con relación al Dogma infalible de que no hay salvación fuera de la Iglesia.
(3) La desmotivación que tales eventos han supuesto -y supondrán- para un compromiso misionero verdadero pues, dice el anterior Papa, ¿para qué tratar de convencer a la gente a acepta la fe cristiana si se pueden salvar sin ella?
(4) La falta de unidad en la fe entre los católicos, ¿por qué sujetarse a la moral cristiana y ni siquiera a la fe, si de todos modos pueden salvarse sin ella?
(5) La refutación de la idea del "cristiano anónimo", desarrollada por Karl Rahner.
(6) La falsedad de que es indiferente tener una religión u otra y de que todas son igualmente válidas.
(7) Las ideas del cardenal jesuita Henri de Lubac  de que todo hombre, por el mero hecho de serlo, está llamado a lo sobrenatural, como una exigencia de su naturaleza humana, lo que ha dado en llamarse "sustitución vicaria" de Cristo, deben de ser de nuevo reflexionadas [en este punto debería de ser más explícito, pues no es que deban de ser revisadas sino que son falsas].

Pienso que la entrevista del 16 de marzo de 2016 puede servir de explicación sobre ciertos puntos que no quedaron suficientemente claros en su entrevista de octubre de 2015
(aparecida el 1 abril de 2016).

Qui pro vobis et PRO MULTIS effundetur



Tomado de Infovaticana

[A esta información se puede acceder de modo más reducido pinchando aquí]


Según el Decreto aprobado por el papa Benedicto XVI el 17 de octubre de 2006, la Congregación para el Culto Divino daba 2 años, como máximo, a las Conferencias Episcopales para preparar al pueblo para adaptar el Canon de la Misa a las palabras originales en latín. No se ha hecho nada al respecto en España.


El 17 de octubre de 2006, el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, les escribió a los Presidentes de todas las Conferencias Episcopales respecto a la traducción de pro multis en las palabras de la Consagración del Ordinario de la Misa. Éste es el contenido del texto:

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CONGREGATIO DE CULTU DIVINO ET DISCIPLINA SACRAMENTORUM
Roma, 17 de octubre de 2006

Prot. no. 467/05/L


Su Eminencia/Su Excelencia,

En julio de 2005, esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió a todos los Presidentes de las Conferencias Episcopales solicitando su respetada opinión con relación a la traducción a diversas lenguas vernáculas de la expresión PRO MULTIS en la fórmula para la Consagración de la Preciosísima Sangre durante la celebración de la Santa Misa (ref. Prot. n. 467/05/L del 9 de julio de 2005). Las dos Congregaciones estudiaron las respuestas recibidas de parte de las Conferencias Episcopales y presentaron un informe al Santo Padre. Bajo su dirección, esta Congregación ahora se dirige a Su Eminencia/Su Excelencia en los siguientes términos:

Un texto correspondiente a las palabras pro multis, transmitido por la Iglesia, constituye la formula que se ha estado utilizando en el Rito Romano en latín desde los primeros siglos. Durante los últimos 30 años más o menos, algunos textos vernáculos aprobados han llevado la traducción interpretativa de “por todos”, “per tutti”, o su equivalente.

No existe duda alguna en relación a la validez de las Misas celebradas utilizando una fórmula aprobada debidamente y que contenga una fórmula equivalente a “por todos” como lo ha declarado ya la Congregación para la Doctrina de la Fe (cf. Sacra Congregatio pro Doctrina Fidei, Declaratio de sensu tribuendo adprobationi versionum formularum sacramentalium, 25 de enero de 1974, AAS 66 [1974], 661). Por cierto, la fórmula “por todos” correspondería indudablemente a una interpretación precisa de la intención del Señor expresada en el texto. Es un dogma de fe que Cristo murió en la Cruz por todos los hombres y mujeres (cf. Juan 11:52; 2 Corintios 5:14-15; Tito 2:11; 1 Juan 2:2).

Sin embargo, existen muchos argumentos a favor de una interpretación más exacta de la fórmula tradicional pro multis:

Los Evangelios Sinópticos (Mt 26:28; Mc 14:24) hacen referencias específicas a “muchos” por quienes el Señor ofrece el Sacrificio, y esa expresión ha sido enfatizada por algunos eruditos bíblicos en relación a las palabras del profeta Isaías (53:11-12). Hubiese sido enteramente posible que los textos del Evangelio usaran “por todos” (por ejemplo, cf. Lucas 12:41); en vez de eso, la fórmula dada en la narración de la Institución es “por muchos” y las palabras se han traducido fielmente de este modo en la mayoría de las versiones bíblicas modernas.

El Rito Romano en latín siempre ha dicho PRO MULTIS y nunca PRO OMNIBUS en la Consagración del cáliz.

Las anáforas de los varios Ritos Orientales, ya sea en griego, siríaco, armenio, lenguas eslavas, etc., contienen en sus respectivas lenguas el equivalente verbal del latín pro multis.

“Por muchos” es la fiel traducción de pro multis, mientras que “por todos” es más bien una explicación del tipo que pertenece propiamente a la catequesis.

La expresión “por muchos”, mientras que se mantiene abierta a la inclusión de cada persona humana, refleja también el hecho que esta salvación no ocurre en una forma mecánica sin la participación o voluntad propia de cada persona; más bien, se invita al creyente a aceptar en la fe el don que se ofrece y a recibir la vida sobrenatural que se da a aquellos que participan en este misterio y a vivir así su vida para que sean contados entre los “por muchos”, a quienes se refiere el texto.

De acuerdo con la Instrucción Liturgiam authenticam, se deberá hacer esfuerzos para ser más fieles a los textos latinos de las ediciones típicas.

A las Conferencias Episcopales de aquellos países en donde la fórmula “por todos” o su equivalente está siendo utilizada actualmente, se les solicita que emprendan una catequesis necesaria de los fieles acerca de este asunto en los próximos uno o dos años a fin de prepararlos para la introducción de una traducción vernácula precisa de la fórmula pro multis (e.g., “por muchos,” “per molti,” etc.) en la próxima traducción del Misal Romano que los obispos y la Santa Sede aprobarán para ser usados en sus países.

Con las expresiones de mi más alta estima y respeto, quedo de usted, Su Eminencia/Su Excelencia,

Devotamente suyo en Cristo,

+ Cardenal Francis Arinze, Prefecto

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Después de esta carta, numerosas Conferencias Episcopales del mundo comenzaron una labor catequética para explicar a sus presbíteros y a todos los fieles las razones de este cambio. En España este Decreto se ha ignorado, en clara desobediencia al Santo Padre.

En resumidas cuentas: el decreto aprobado por el Papa Benedicto XVI el 17 de octubre de 2006 establece que en la parte de la Consagración donde ACTUALMENTE SE DICE: la Sangre de Jesús “será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”; SE DIRÁ que “será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados”. Así se refleja mejor el original en latín y, sobre todo, se reproducen exactamente las mismas palabras que utilizó Jesucristo: 

“HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI … QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDÉTUR IN REMISSIÓNEM PECCATÓRUM.”.

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He tomado alguna nota de la Instrucción Liturgiam authenticam con respecto a algunos de los requisitos que deben de cumplir las traducciones, por si es de interés para el lector:

La Neo-Vulgata, que es la actual versión oficial de la Biblia Latina, debe ser utilizada como referencia en la preparación de las traducciones bíblicas, para uso en la liturgia.

La traducción es un esfuerzo de colaboración dirigido a mantener la mayor continuidad posible entre el original y los textos en las lenguas vernáculas. El traductor no debe poseer solamente capacidad técnica, sino también confianza en la divina misericordia y espíritu de oración, así como prontitud para aceptar, de buena gana, la revisión de su trabajo por parte de otros. Todos los casos dudosos que surjan, en referencia a la canonicidad y a la exacta disposición del texto, deben ser resueltos con referencia a la Neo-Vulgata.

Los estatutos deben ser aprobados, normalmente, por todas las Conferencias de los Obispos participantes, pero si ello no fuese posible, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos podría preparar y aprobar los estatutos por su propia autoridad.

La Comisiones ya existentes deben presentar sus estatutos, en conformidad con esta Instrucción, y someterlos a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el plazo de dos años desde la fecha de publicación de la misma.

José Martí