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viernes, 22 de agosto de 2025

Entrañas de los bergoglianos se revuelven de nuevo: León recibe en Audiencia a enemigo de Francisco, el Cardenal Burke (22 agosto 2025)





No solamente León encomió recientemente en una carta al cardenal Raymond Leo Burke, sino que hoy le concedió una audiencia

Ya saben Ustedes que hay un cierto espectro, especialmente en el ámbito de la información de temas de Iglesia, que encuadró al cardenal Burke en el conjunto de supuestos enemigos de Francisco, por lo que deben estar deplorando amargamente el gesto.

Entrañas de los Bergoglianos se revuelven: León rehabilita al Cardenal Burke (8 de julio 2025)



Francisco

“El cardenal Burke es mi enemigo, por eso le quito el piso y el sueldo”.


León XIV  (sobre el cardenal Burke)


“Ha predicado los preceptos del Evangelio según el Corazón de Cristo y ha contado sus tesoros, ofreciendo con diligencia su devoto servicio a la Iglesia universal”.



Recientemente el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke cumplió 50 años de su ordenación sacerdotal, con tal motivo León XIV le ha enviado una carta en ruptura con el “amado” antecesor, quien no desperdiciaba ocasión para denostarlo, hasta inmoralmente, quitarle su estipendio como cardenal y ordenar cobrarle el alquiler de su apartamento en el Vaticano a precios comerciales. 

La caterva de viudos y viudas de Francisco debe estar descompuesta porque León no trata como hacía Francisco, a semejante enemigo de la Iglesia. Por el contrario, tiene palabras de obsequio para con él.

La carta, en latín, la ha publicado el propio cardenal Burke en su cuenta de X. Nuestra traducción.


A Nuestro Venerable Hermano 
RAYMOND LEO Cardenal BURKE 
de la Santa Iglesia Romana, 
Cardenal Presbítero de la Basílica de Santa Águeda de los Godos en Roma


Al celebrar el Jubileo de Oro de su ordenación sacerdotal en Roma, la cual recibió como sacerdote de la Diócesis de La Crosse, le agradecemos el diligente servicio que ha desempeñado y el ferviente cuidado que ha demostrado, especialmente por el derecho, lo cual también ha sido de gran utilidad para los Dicasterios de la Sede Apostólica. Ha predicado los preceptos del Evangelio según el Corazón de Cristo y ha compartido sus tesoros, ofreciendo diligentemente su devoto servicio a la Iglesia universal. Esperando lo mejor para él, y bajo la atenta protección de los beatos apóstoles Pedro y Pablo, nos complace impartirle nuestra Bendición Apostólica a él y a sus allegados.

Dado en el Vaticano, el 17 de Junio del Año Santo 2025

Papa León XIV


Al publicar la carta original, con una traducción al inglés, el cardenal Burke agrega estas palabras suyas. Nuestra traducción.


Praised be Jesus Christ! I am very humbled to have received this letter from His Holiness, Pope Leo XIV, for the celebration of the Golden Jubilee of my ordination to the Holy Priesthood. Please join me in thanking Our Lord for the election of Pope Leo XIV, Successor of Saint… pic.twitter.com/BBLX5VQxdS— Cardinal Burke (@cardinalrlburke) July 8, 2025


¡Alabado sea Jesucristo! Me conmueve profundamente recibir esta carta de Su Santidad, el Papa León XIV, con motivo de la celebración del Jubileo de Oro de mi ordenación sacerdotal. Les pido por favor que se unan a mí para agradecer a Nuestro Señor la elección del Papa León XIV, sucesor de San Pedro, como Pastor de la Iglesia en todo el mundo. Por favor oren también por el Papa León XIV para que Nuestro Señor, por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, San Pedro Apóstol y el Papa San León Magno, le conceda abundante sabiduría, fuerza y valentía para cumplir con todo lo que Nuestro Señor le pide en estos tiempos difíciles. Que Dios bendiga al Papa León y le conceda muchos años de vida. Viva el Papa!

NOTA:

En su momento se supo que las palabras que hemos citado de Francisco, al principio, sí fueron suyas, aunque los áulicos hayan dicho que no.

Citando a Francisco, el biógrafo de Francisco corre al rescate de Francisco sobre la historia del cardenal Burke (29 noviembre 2025)


Miércoles 29 de noviembre de 2023

Francisco preside la Audiencia General en el Aula Paulo VI del Vaticano, 29 de noviembre de 2023. © AP


Francisco ha decidido quitar su apartamento y su salario al cardenal Raymond Leo Burke, pero no usamos nunca, jamás, la expresión “mi enemigo”. 

Sucintamente es lo que contiene la historia que, en rescate de Francisco, ha escrito hoy su biógrafo, Austen Ivereigh, citando como fuente al propio Francisco, respecto de la historia surgida hace dos días sobre ciertas medidas represalias tomadas por Francisco contra el cardenal Burke. 

Y lo que se esperaría es que Francisco negara contundentemente que es falso que le haya despojado de su departamento y de sueldo al cardenal Burke, cosa que en efecto se ha confirmado, sino que el gran desmentido es que no usamos las dos palabras “mi enemigo”. Tenemos un desmentido de las formas pero no del fondo. 

Nuestra traducción de los apartados principales:

Conocí al papa Francisco el día 27 de noviembre. Fue una reunión breve debido a su inflamación pulmonar, lo que implica un cierto esfuerzo para hablar. En el curso de nuestra conversación, Francisco me dijo que había decidido quitarle los privilegios cardinalicios al cardenal Burke (su apartamento y su salario) porque había estado usando esos privilegios contra la Iglesia. Mi decisión fue tomada en un momento de secreto, no había intención de hacer un anuncio público, pero este día (lunes) fue filtrado.

El Papa: “Adiós a la casa y al sueldo del cardenal Burke” (27 noviembre 2023)





Este es un artículo de La Nuova Bussola Quotidiana, Nov-27-2023, firmado por su director, Riccardo Cascioli. 

¿Recuerdan que el pasado Nov-20-2023 dimos cuenta de la convocatoria por parte de Francisco a una de esas reuniones con todos los jefes de dicasterio?,

Ya sabemos uno de los temas que le preocupan a Francisco y que manifestó en aquella ocasión.

El Papa: “Adiós a la casa y al sueldo del cardenal Burke”

Fuentes vaticanas han revelado a la Brújula el anuncio hecho a los Jefes de Dicasterio de la Curia Romana: Burke ha sido definido como un “enemigo”. El cardenal aún no ha recibido una notificación formal, pero los precedentes sugieren que no se trata sólo de una amenaza, que de todos modos ya sería grave.

Riccardo Cascioli
27_11_2023


“El cardenal Burke es mi enemigo, por eso le quito el piso y el sueldo”. 

Esto es lo que habría dicho el Papa Francisco en la reunión con los Jefes de Dicasterio de la Curia Romana el pasado 20 de noviembre, y que una fuente vaticana ha revelado a la Brújula Cotidiana. 

La indiscreción ha sido confirmada posteriormente por otras fuentes. Por lo que sabemos, el cardenal Raymond L. Burke, actualmente en Estados Unidos, aún no ha recibido un acto formal que confirme las palabras del Papa, pero dados los precedentes –el más reciente, el caso de monseñor George Ganswein, antiguo secretario personal de Benedicto XVI-, no cabe duda de que a las palabras seguirán los hechos. La dificultad para justificar canónicamente tal medida tampoco supondría ningún obstáculo, dado el desprecio que también ha demostrado el Papa Francisco por las leyes de la Iglesia con ocasión de la remoción de obispos de sus diócesis (véase aquí).
La supuesta enemistad del cardenal Burke se ha convertido en los últimos tiempos en una auténtica obsesión para el Papa Francisco, pero en realidad el cardenal estadounidense ha estado en su punto de mira desde el inicio de su pontificado, probablemente porque encierra algunos de los elementos que más le molestan: es estadounidense y es un recordatorio constante de la doctrina y la Tradición de la Iglesia; y además reside en Roma, a tiro de piedra de la Plaza de San Pedro, desde donde –pensará el Papa- puede “conspirar” contra él.
Ciertamente Burke ha sido muy claro en sus críticas al concepto de sinodalidad, convertido ya en un mantra destinado a cambiar la naturaleza de la Iglesia. 

Además, en la conferencia “La Babel sinodal” del pasado 3 de octubre –organizada en Roma por La Brújula Cotidiana precisamente la víspera de la apertura del Sínodo sobre la sinodalidad-, habían dado mucho que hablar sus argumentos y su polémica directa con el nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor “Tucho” Fernández, que había llamado hereje y cismático al cardenal Burke y a quienes piden al Papa que “salvaguarde y promueva el depositum fidei”.

Después de todo, llamar la atención al Papa es parte del deber de los cardenales, y el propio Francisco ha alentado repetidamente (de palabra) la parresìa. 

En cualquier caso, el cardenal Burke siempre ha rechazado tajantemente la etiqueta de “enemigo del Papa” que le han querido colgar desde el inicio del pontificado, sobre todo desde que criticó la postura del cardenal Walter Kasper que, en la preparación del Sínodo sobre la Familia de 2014, pidió explícitamente el acceso a la comunión para los divorciados vueltos a casar. Aunque no fue el único que se expresó en este sentido, Burke sufrió una verdadera campaña de demonización, pintado como el director de complots ocultistas contra el Papa Francisco (acusaciones que Burke siempre ha rechazado enérgicamente).

Pero antes, en diciembre de 2013, el Papa ya lo había destituido como miembro de la Congregación de Obispos, sustituyéndolo por el cardenal Donald Wuerl, decididamente liberal y, casualmente, vinculado al cardenal Theodore McCarrick, ex abusador en serie. 

Tras su participación en el libro “Permanecer en la verdad de Cristo” (que además contó con contribuciones de los cardenales Caffarra, Brandmüller, Müller y De Paolis) Burke, que es un canonista de talento, también fue destituido en noviembre de 2014 del cargo de Prefecto de la Signatura Apostólica al que había sido llamado por Benedicto XVI en 2008.

En su lugar, se le confió el cargo de Patrono de la Soberana Orden de Malta, un puesto menor para un cardenal aún joven y en activo. 

Sin embargo, tras la firma de los Dubia a raíz de la Exhortación postsinodal Amoris Laetitia (2016), las “represalias” contra el cardenal Burke continuaron, y en 2017 se le privó de facto de su cargo de Patrono de la Orden de Malta (pero dejándole el cargo formal), con el nombramiento de un delegado especial del Papa: primero el cardenal Becciu y después, en 2020, el cardenal Tomasi. 

Aunque no volvió a tener contacto con los miembros de la Orden y no desempeñó ningún papel en toda la problemática renovación de los Estatutos, el cardenal Burke dimitió formalmente en junio de este año al alcanzar la fatídica edad de 75 años, y fue sustituido inmediatamente por el cardenal Ghirlanda, de 81 años, algo que parece una broma.

Para más inri, en los últimos años el Papa Francisco no ha dejado pasar la oportunidad de lanzar pullas personales al cardenal Burke, culminando con la desafortunada (por decirlo suavemente) broma pronunciada mientras el cardenal Burke se debatía entre la vida y la muerte a causa del Covid. 

La manzana de la discordia era la vacuna, un “acto de amor” según el Papa, que Burke rechazaba por motivos éticos: “Incluso en el Colegio Cardenalicio hay algunos negacionistas”, había dicho el Papa con una sonrisa de satisfacción en la rueda de prensa en el avión al regreso de su viaje a Hungría y Eslovaquia el 15 de septiembre de 2021, “y uno de ellos, pobre hombre, está hospitalizado con el virus”.

La segunda vuelta de Dubia, presentada el pasado mes de julio junto con los cardenales Brandmüller, Sarah, Zen y Sandoval, pero que no se hizo pública hasta el 2 de octubre, sin duda habrá irritado aún más al Papa, que parece haberse desinhibido tras la muerte de Benedicto XVI el pasado mes de enero. Así, el nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fernández, pudo “apuntar” personalmente al cardenal Burke en la mencionada entrevista con el National Catholic Register en septiembre en lo que, en retrospectiva, podría considerarse como una advertencia.

Y ahora llegamos a la decisión anunciada por el Papa de perjudicar directamente al cardenal Burke, quitándole piso y sueldo, una medida grave y sin precedentes, en desafío a todo principio legal y eclesial. Se puede pensar que el verdadero propósito es sacar a Burke de Roma, debilitando el campo de los que se resisten a la revolución en curso mientras se acerca el Cónclave, pero también es una advertencia para los que trabajan en la Curia Romana. El hecho es que el final de este pontificado se parece cada vez más en sus métodos a una dictadura sudamericana.

Riccardo Cascioli

La naturaleza no se adora. La Pachamama ha muerto| El Papa León ya no sigue a Francisco | P Santiago



DURACIÓN 22 MINUTOS

miércoles, 20 de agosto de 2025

El cardenal Burke critica el Novus Ordo: "Radicalmente reducido", "robado de belleza".

CHIESA E POST CONCILIO


« Radicalmente reducido », « robado de belleza ».

Los jóvenes católicos acuden en masa a la misa en el antiguo rito romano porque es muy hermoso ... dijo el cardenal Burke al periodista Raymond Arroyo en su canal YouTube.com - agosto).


A continuación se muestra una transcripción de las citas más importantes:

  • Esta antigua forma de rito romano se celebró desde Gregorio Magno (+604) hasta el Concilio Vaticano II (1962-1965).
  • Las reformas posteriores al Concilio de Trento (1545-1563) afectaron algunos elementos, pero la forma del ritual se mantuvo y mantuvo su continuidad durante más de quince siglos. Sin embargo, tras el Concilio Vaticano II, el ritual se redujo radicalmente.
  • no por la enseñanza del Concilio, sino por la forma en que se ha abusado de esta enseñanza.
  • No cuestiono en absoluto la validez del Novus Ordo . Hay continuidad, ¡pero es tan deficiente! No se puede tomar algo tan rico en belleza y prescindir de los elementos bellos sin tener un impacto negativo.
  • La forma del antiguo ritual es tan completa que deja claro que es Cristo quien actúa. El sacerdote actúa in persona Christi , pero permanece en segundo plano a través de la forma del rito, y Cristo ocupa un lugar central.
  • No hay espontaneidad ni familiaridad introducida después del Concilio, como ocurrió con la introducción del lenguaje ordinario en la sagrada liturgia. 
  • No vamos a la Santa Misa para participar en ninguna actividad mundana que nos mantenga mundanos y no sea constructiva ni estimulante, vamos allí para encontrarnos con Dios. 
  • Está claro, cuando participas en este ritual, que algo celestial está sucediendo, algo más allá de este mundo. 
  • La adoración es la adoración a Dios, como Dios mismo nos ha ordenado que lo adoremos. Adoración  Ad Orientem 
  • El sacerdote es in persona Christi , cabeza y pastor del rebaño. Por lo tanto, se sitúa a la cabeza del rebaño, guiándolo en la oración, y todos se vuelven hacia Dios. 
  • El sacerdote no reza al pueblo, no hace un espectáculo para el pueblo. Se sitúa a la cabeza del pueblo y los guía, juntos, mirando a Dios, en oración. El sacerdote no interactúa con el pueblo; el sacerdote es el Jefe. 
  • Además, no querrías que el conductor te mire si realmente te está llevando a algún lugar.
  • Necesitamos reenseñar qué es la misa y qué significa adorar a Dios. La gente cree que es un evento social o una comida compartida, o lo que sea.
Cardenal Burke

La Pachamama terminó en el Titicaca



Todos recordarán el famoso Sínodo de la Amazonía de 2019, cuando en los jardines vaticanos el Papa Francisco y su séquito rindió culto a la Pachamama, ídolo que luego fue llevado en procesión de la basílica de San Pedro al aula sinodal. Y todos recordamos también al joven austrícado que sustrajo al ídolo de la iglesia de Santa María in Traspontina y lo arrojó al Tíber.

Pues pareciera que hoy el Papa León, de un modo más sutil, arrojó al mísmo ídolo, la Pachamama, al lago Titicaca. Se conoció el telegrama que envío a los obispos de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, reunidos en Bogotá, donde, estre otras cosas sitúa «el derecho y el deber de cuidar la «casa» que Dios Padre nos ha confiado como administradores solícitos, para que nadie destruya irresponsablemente los bienes naturales que hablan de la bondad y la belleza del creador, ni, mucho menos, se someta a ellos como esclavo o adorador de la naturaleza, ya que estas cosas nos han sido dadas para alcanzar nuestro fin de alabar a Dios y así obtener la salvación de nuestras almas» (23 («Principio y fundamento») de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola).

Creo que este será el modo que tendrá el Papa León de poner orden al desquicio que dejó Francisco en toda la Iglesia. No será a mi entender, con expulsiones, gritos y golpes en la mesa como hacía el Porteño empoderado, sino de un modo sutil pero, a la vez, con firmeza y claridad. Y no lo digo solamente por el telegrama que se conoció hoy. Lo digo por algunas buenas noticias, discretas pero prometedoras, que se están conociendo.

THE WANDERER

martes, 19 de agosto de 2025

Desafíos del papa León XIV (Padre Jorge González Guadalix)






Cuando acaban de cumplirse los cien días del pontificado del papa León, son muchos los portales y comentaristas que han decidido aportar su visión de lo que llevamos hasta ahora. Lo que se ve, lo que se vislumbra. Pues nada, servidor que se apunta.

Si miro a los cien días pasados, me voy a quedar con tres cosas:


- Normalidad. 

Hemos pasado de vivir en estado permanente de susto y shock a una aburrida y gratificante normalidad, lo cual es muy de agradecer.

- Papa y papado. 

El papa León XIV tiene muy clara esta distinción. Él es el papa en este momento, pero no es dueño del papado.

- Cristo en el centro, 

desplazando a Pachamamas, ideologías woke e intentos de complacencias vanas.


Si pienso en retos de futuro, me permito señalar lo que un servidor piensa:


- Reconstruir la unidad de la Iglesia. Han sido años muy polarizados incluyendo fortísimas discrepancias incluso entre conferencias episcopales. Lo que ha pasado con Fiducia supplicans es inaceptable.

- Toca recuperar el derecho canónico. Si bien es verdad que el santo padre tiene poder para todo, no es menos cierto que se le pide que lo ejerza según derecho y no a su arbitrio.

- Habrá que poner orden en Doctrina de la Fe, incluyendo sanciones a quienes abiertamente vayan en contra de la doctrina, la liturgia o la moral.

- Desde hace tiempo se habla y mucho de la mafia lavanda, que la hay y con mucho poder. Pongan orden. Espero que se siga con la lucha contra los abusos sexuales en dos direcciones: limpieza de abusadores y unos protocolos que velen por las víctimas y garanticen un trato justo a los acusados.

- Alguna vez habrá que poner coto al cisma de facto que nos viene de Alemania.

- No tener miedo a la economía. Todos sabemos que se necesita arrojo y decisión. Pero no podemos dejarlo estar.

- Necesitamos una solución para la celebración litúrgica por el vetus ordo. Traditiones custodes ha sido un fracaso fruto de la imposición y la falsedad de las premisas.

- Finalmente, si queremos tener credibilidad en el anuncio, toca restablecer con claridad y aplicar la disciplina eclesiástica. Vivir en una Iglesia relativista donde nunca pasa nada y todo se tolera es un escándalo permanente.

Padre Jorge González Guadalix

No le quites la gloria a Dios (Bruno Moreno)




A menudo, los pecados que más cometemos son aquellos de los que ni siquiera somos conscientes. Absuélveme de lo que se me oculta, dice por ello el Salmista. Uno de esos pecados, en mi opinión, es quitarle la gloria a Dios.

A fin de cuentas, constantemente se repite en la Escritura y la liturgia que todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos le pertenece a Dios. Cada domingo (excepto en Cuaresma y Adviento) cantamos un precioso himno dedicado precisamente a eso, a la gloria de Dios. Una de las primeras oraciones que aprendemos y una de las que más recitamos es una pequeña jaculatoria de glorificación a Dios: gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por lo siglos de los siglos, amén.

Estamos hechos para dar gloria a Dios y por lo tanto, quitarle la gloria a Dios es exactamente lo contrario de nuestra vocación, de nuestra misma razón para existir. Por supuesto, a Dios nadie puede quitarle la gloria que tiene en sí mismo, pero sí podemos quitarle extrínsecamente la gloria en nosotros, es decir, la gloria que debemos darle como criaturas e hijos suyos.

¿Cómo hacemos eso? De forma indirecta, cada vez que pecamos, porque nos estamos negando a reflejar la gloria de Dios en nosotros. Directamente, le quitamos la gloria a Dios quejándonos de lo que Él nos da, protestando sin parar de lo que nos pasa y murmurando por lo que tenemos que hacer o por lo que no podemos hacer.

Esto nada tiene que ver con algo tan natural y tan cristiano como es clamar a Dios. Cuando sufrimos y, en medio de la angustia, acudimos a nuestro Padre, estamos reconociendo que Él es Dios y presentándole nuestros sufrimientos y nuestra debilidad para que nos ayude. En cambio, cuando lo que hacemos es quejarnos, refunfuñar y maldecir por lo bajo, en realidad nos estamos quejando de Dios y considerando que sabemos mejor que el propio Dios lo que nos conviene. En ese sentido, quejarse es lo mismo que proclamar que Dios no ha hecho bien las cosas, que se ha equivocado en la vida que nos ha dado. Es reprocharle: ¿por qué me has dado este marido o esta mujer o estos hijos o este trabajo? Si me hubieras dado otros distintos, yo sería feliz. ¿Por qué no puedo acostarme con mi novia o mi vecina o mi compañera de trabajo? Eso lo que me haría feliz ahora mismo. ¿Es que no quieres que sea feliz? ¿Por qué me has hecho bajito o feo o pobre o poco inteligente? ¿Por qué no me ha tocado la lotería, que es lo que necesito? ¿Por qué esta enfermedad, con lo bueno que soy yo? Te has equivocado conmigo.

Quejarse así es, en definitiva, hacerse dios, ponerse por encima del mismo Dios, creyendo que sabemos mejor que Él lo que nos conviene. ¡Yo sé lo que es mejor para mí y no es lo que Dios me ha dado o lo que Dios manda! ¡Yo decido lo que es bueno y malo, no Dios! ¡Yo soy dios y no Él!

Las quejas, además, están en el origen de todos los pecados. Si incumplimos la ley de Dios es porque primero nos hemos quejado en nuestro interior de que esa ley no está bien hecha, de que Dios se ha equivocado al mandarnos lo que nos manda, de que el camino de la felicidad no pasa por hacer la voluntad de Dios, sino por hacer nuestra propia voluntad. Por la queja, entra en nosotros el deseo de hacer lo que Dios no quiere.


Así, lo primero que hizo el demonio para que Adán y Eva pecaran fue inducirles a quejarse de Dios, a quitarle la gloria. Para eso mintió a Eva, intentando meterle en la cabeza la idea que Dios no había hecho bien las cosas: Dios os ha dicho que no comáis de ninguno de los árboles del jardín. Cuando Eva respondió que podían comer de todos los árboles, menos del árbol que estaba en medio del jardín, so pena de muerte, la serpiente insistió en sus mentiras: De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal. Es decir, Dios os ha engañado, no tiene razón en lo que dice, su norma es una norma absurda y solo os la ha dado para fastidiaros, para que no seáis dioses como él, para que no podáis hacer libremente lo que os de la gana. Una vez que logró que Eva dejara entrar en su corazón la queja contra Dios y contra su voluntad, el pecado era inevitable.

Por desgracia, a pesar de que estamos hechos para dar gloria a Dios, a menudo los cristianos nos quejamos tanto o más que los demás. Yo me confieso frecuentemente de ello. Nada más despertarnos ya estamos quejándonos de que es muy pronto, de que tengo que trabajar, de que no he dormido bien, de que me duele la espalda, de que estoy muy viejo, de que mi mujer no ha hecho tal cosa o tal otra, de que es lunes o de lo que sea. Quejas y más quejas de la mañana a la noche, quitándole la gloria a Dios sin avergonzarnos de ello, en lugar de dedicar el día, desde el primer pensamiento, a glorificar a Dios.

Se puede vivir de dos formas, glorificando a Dios o quitándole la gloria. No hay forma de combinar ambas cosas, porque son contradictorias. Son dos caminos divergentes que llevan a lugares completamente distintos. Así dice el Señor: mirad que yo pongo ante vosotros el camino de la vida y el camino de la muerte. Hay que elegir uno u otro.

El que le quita la gloria a Dios quejándose una y otra vez, no tarda en descubrir que su vida se convierte en un infierno, porque todo está mal hecho en ella y la queja se realimenta a sí misma: no tengo lo que quiero tener y, en cambio, me sucede siempre lo que no quiero que me suceda; mi trabajo no es lo bastante bueno para mí y mi sueldo menos aún; mi esposa no me comprende, si tuviera otra todo me iría mejor; mis hijos son una decepción o no me quieren lo suficiente; sé lo que me haría feliz, pero no me lo dan; me merezco todo y no tengo casi nada; todo está mal, ¡todo!

En cambio, el que, en su debilidad, intenta dar gloria a Dios con todo lo que hace, va descubriendo que, en su vida, todo es bendición, todo tiene sentido, todo es por algo y todo le va llevando a Dios, incluido el sufrimiento. Incluso lo que parece malo, al final resulta ser bueno: todo sucede para bien de los que aman a Dios y muy a gusto presumo de mis debilidades. El que se decide a dar gloria a Dios con su vida, por ese mismo hecho, descansa, su corazón se esponja y empieza a gustar lo que es el cielo, en el que los santos y los ángeles dan gloria a Dios por toda la eternidad.

Bruno Moreno

León XIV corrige el «culto» a la Pachamama: Cristo y la Eucaristía, centro de la misión en la Amazonía






El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ha enviado —en nombre del Papa León XIV— un telegrama a los obispos de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), reunidos del 17 al 20 de agosto en Bogotá. 

El mensaje, de tono claramente doctrinal y pastoral, reubica el eje del trabajo en la región en la proclamación de Jesucristo y en la primacía de la Eucaristía, y advierte contra cualquier deriva que convierta el cuidado de la creación en adoración de la naturaleza. 

En los hechos, supone una enmienda a la etapa anterior marcada por gestos y discursos que dieron pábulo al llamado «culto» a la Pachamama.León XIV exhorta a CEAMA a servir —como verdadero «organismo episcopal»— a los obispos diocesanos y vicarios apostólicos, priorizando tres dimensiones inseparables: anuncio del Evangelio, justicia con los pueblos amazónicos y cuidado de la casa común. 

Pero lo hace precisando el orden correcto: «Es preciso que Jesucristo […] sea anunciado con claridad e inmensa caridad», ofreciendo «fresco y limpio el pan de la Buena Nueva y el alimento celeste de la Eucaristía», única vía para ser realmente Pueblo de Dios.

En esta clave, el texto enlaza evangelización y justicia —«donde se predica el nombre de Cristo la injusticia retrocede»— y encuadra la ecología dentro de la doctrina perenne de la Iglesia: administrar solícitamente los bienes creados sin someterse a ellos como esclavos o adoradores. 

La cita de los Ejercicios de san Ignacio (n. 23) subraya el criterio clásico: las cosas nos han sido dadas «para alabar a Dios y salvar nuestras almas».Con esta intervención, el Papa traza una rectificación doctrinal y pastoral que devuelve a la Amazonía el signo distintivo de la misión católica: Cristo al centro, la Eucaristía como fuente y culmen, y el cuidado de la creación en su justo lugar, lejos de cualquier culto naturalista.



Telegrama íntegro

Pubblichiamo di seguito il telegramma che il Cardinale Segretario di Stato, Pietro Parolin, ha inviato – a nome del Santo Padre Leone XIV – ai Vescovi della Conferenza Ecclesiale dell’Amazzonia, riuniti dal 17 al 20 agosto a Bogotá, in Colombia:

Telegramma del Santo Padre

SU EMINENCIA REVERENDÍSIMA

CARD. PEDRO RICARDO BARRETO JIMENO, S.J.

PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA ECLESIAL DE LA AMAZONÍA


EL PAPA LEÓN XIV SALUDA CORDIALMENTE A VUESTRA EMINENCIA, ASÍ COMO A LOS PARTICIPANTES EN EL ENCUENTRO DE LOS OBISPOS DE LA AMAZONÍA, QUE SE CELEBRA DEL 17 AL 20 DE AGOSTO EN BOGOTÁ.

SU SANTIDAD LES AGRADECE EL ESFUERZO REALIZADO POR PROMOVER EL MAYOR BIEN DE LA IGLESIA EN FAVOR DE LOS FIELES DEL AMADO TERRITORIO AMAZÓNICO Y, TENIENDO EN CUENTA LO APRENDIDO EN EL SÍNODO SOBRE LA ESCUCHA Y PARTICIPACIÓN DE TODAS LAS VOCACIONES EN LA IGLESIA, LOS EXHORTA A BUSCAR, EN BASE A LA UNIDAD Y COLEGIALIDAD PROPIA DE UN «ORGANISMO EPISCOPAL» (CF. DOCUMENTO FINAL DEL SÍNODO ESPECIAL PARA LA AMAZONÍA, 115), CÓMO AYUDAR DE MANERA CONCRETA Y EFICAZ A LOS OBISPOS DIOCESANOS Y LOS VICARIOS APOSTÓLICOS A LLEVAR A CABO SU MISIÓN. A ESTE RESPECTO, LOS INVITA A TENER PRESENTES TRES DIMENSIONES QUE ESTÁN INTERCONECTADAS EN LA LABOR PASTORAL DE ESA REGIÓN: LA MISIÓN DE LA IGLESIA DE ANUNCIAR EL EVANGELIO A TODOS LOS HOMBRES (CF. DECRETO AD GENTES, 1), EL TRATO JUSTO A LOS PUEBLOS QUE ALLÍ HABITAN Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN.

ES PRECISO QUE JESUCRISTO, EN QUIEN SE RECAPITULAN TODAS LAS COSAS (CF. EF 1,10), SEA ANUNCIADO CON CLARIDAD E INMENSA CARIDAD ENTRE LOS HABITANTES DE LA AMAZONÍA, DE TAL MANERA QUE HEMOS DE ESFORZARNOS POR DARLES FRESCO Y LIMPIO EL PAN DE LA BUENA NUEVA Y EL ALIMENTO CELESTE DE LA EUCARISTÍA, ÚNICO MEDIO PARA SER REALMENTE PUEBLO DE DIOS Y CUERPO DE CRISTO.


EN ESTA MISIÓN, NOS MUEVE LA CERTEZA, CONFIRMADA POR LA HISTORIA DE LA IGLESIA, DE QUE ALLÍ DONDE SE PREDICA EL NOMBRE DE CRISTO LA INJUSTICIA RETROCEDE PROPORCIONALMENTE PUES, COMO ASEVERA EL APÓSTOL PABLO, TODA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE DESAPARECE SI SOMOS CAPACES DE RECIBIRNOS UNOS A OTROS COMO HERMANOS (CF. FLM 1,16).

DENTRO DE ESTA DOCTRINA PERENNE, NO MENOS EVIDENTE ES EL DERECHO Y EL DEBER DE CUIDAR DE LA «‘CASA» QUE DIOS PADRE NOS HA CONFIADO COMO A ADMINISTRADORES SOLÍCITOS, DE MODO QUE NADIE DESTRUYA IRRESPONSABLEMENTE LOS BIENES NATURALES QUE HABLAN DE LA BONDAD Y BELLEZA DEL CREADOR, NI, TANTO MENOS, SE SOMETA A ELLOS COMO ESCLAVO O ADORADOR DE LA NATURALEZA YA QUE LAS COSAS NOS HAN SIDO DADAS PARA CONSEGUIR NUESTRO FIN DE ALABAR A DIOS Y OBTENER ASÍ LA SALVACIÓN DE NUESTRAS ALMAS (CF. S. IGNACIO DE LOYOLA, EJERCICIOS ESPIRITUALES, 23).

CON ESTOS DESEOS, EL SANTO PADRE LES IMPARTE DE CORAZÓN LA IMPLORADA BENDICIÓN APOSTÓLICA, QUE COMPLACIDO HACE EXTENSIVA A CUANTOS ESTÁN CONFIADOS A SUS CUIDADOS PASTORALES.


CARDENAL PIETRO PAROLIN
SECRETARIO DE ESTADO

domingo, 17 de agosto de 2025

Qué pasa en la Iglesia. Nº 80 (Padre Jorge González Guadalix)




DURACIÓN 34:36 MINUTOS


1. 25 años de Dominus Iesus

2. Jumilla. Conflicto con los musulmanes

3. Las aguas están revueltas en Lima

4. Encuentro de los obispos de la Amazonía

5. Fidelidad de los cristianos en Irak

6. Llamada vocacional a jóvenes del camino neocatecumenal

7. Presidente polaco reza ante la Virgen

8. Dimite la presidenta de los scouts en Francia


Cristo es el Salvador | Invitan a radicales liberales a participar en el Jubileo | P Santiago Martín




DURACIÓN 16:34 MINUTOS

EL OBISPO DE BARBASTRO RENUNCIA A TORRECIUDAD


1 de julio de 2025




La diócesis de Barbastro-Monzón propone erigir Torreciudad como santuario internacional

En un giro imprevisto de los acontecimientos, la diócesis de Barbastro-Monzón ha hecho pública una propuesta formal elevada a la Santa Sede en relación con el complejo de Torreciudad, actualmente considerado oratorio semipúblico.

El documento, en el que se expresa la voluntad de actuar “en fidelidad al mandato del Papa Francisco y ahora del Papa León XIV”, propone su reconocimiento como Santuario Internacional, bajo la dependencia directa de la Santa Sede.

Termina así un conflicto que lleva varios años enquistado.

Propuesta de erigir un santuario internacional

La diócesis solicita que Torreciudad sea reconocido canónicamente como santuario internacional con las siguientes características:Dependencia directa de la Santa Sede, constituyéndose como ámbito extraterritorial.

Designación libre del rector del santuario por parte del Opus Dei, conforme a derecho.

Independencia económica respecto de la diócesis, con auditoría y aprobación de cuentas a cargo de la Santa Sede. La diócesis renuncia expresamente a cualquier beneficio económico, responsabilidad patrimonial o vinculación con las sociedades o fundaciones que operan en torno al complejo.

Petición de restitución de elementos sagrados

La diócesis también solicita la devolución de dos elementos significativos:

La imagen original de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, actualmente fuera de su ubicación histórica. Se propone su retorno a la ermita-santuario original, donde ha sido venerada por más de mil años. Una copia fiel sería colocada en el nuevo santuario.

La pila bautismal primitiva de la catedral de Barbastro, trasladada a Roma, donde fueron bautizados numerosos mártires y el propio san Josemaría Escrivá. Se pide su restitución a la capilla del Pantocrátor de la catedral, para que siga siendo usada por los fieles de la diócesis.

Estas devoluciones se presentan como “un acto de justicia hacia el pueblo fiel y de comunión entre la Prelatura del Opus Dei y la iglesia local”, así como una forma de enriquecer la Ruta de San Josemaría en Barbastro, que incluye el templo, la casa natal, la catedral y Torreciudad.

Un ofrecimiento en clave de comunión

La diócesis subraya que esta iniciativa no busca dividir ni reclamar, sino “proponer con amor lo que ha recibido como don”. En un tono claramente conciliador, recalca que “solo desde la comunión y la entrega gratuita podrá seguir fructificando el legado espiritual de tantos mártires y santos como san Josemaría”.

La propuesta se encuentra actualmente bajo el discernimiento del papa León XIV.

Jubileo 2025, la Fraternidad San Pío X reafirma su fidelidad a la Sede de Pedro

 CHIESA E POST CONCILIO



La Fraternidad Sacerdotal San Pío X anuncia su participación oficial en el Jubileo 2025 con una gran peregrinación internacional que se celebrará el miércoles 20 de agosto de 2025 en Roma. Religiosos, sacerdotes y fieles de todo el mundo se unirán en este evento de oración y testimonio de fe. Esta es la tercera vez que la Fraternidad participa en un Año Santo, y este evento representa una oportunidad solemne para demostrar pública y concretamente su identidad romana y su fidelidad a la Sede de Pedro y a la tradición milenaria de la Iglesia.

Fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre, la Fraternidad San Pío X siempre ha reivindicado un profundo apego a la Roma de los Apóstoles, maestra de la verdad. Con esta peregrinación, la Fraternidad pretende renovar su compromiso con la oración, pidiendo a Nuestro Señor y a su Santa Madre las gracias necesarias para la Iglesia y nuestra congregación.
El programa incluye:9:30 – Celebración de la solemne Santa Misa al aire libre en el Parque del Colle Oppio, cerca del Coliseo, símbolo del martirio cristiano.
Aproximadamente a las 14:00 horas – Salida de la procesión hacia la Basílica de San Juan de Letrán, catedral del Papa y Madre y Cabeza de todas las Iglesias, donde los peregrinos pasarán por la Puerta Santa para obtener la indulgencia plenaria concedida durante el Año Santo.
La persona presente en el lugar para responder cualquier pregunta, y la única persona designada por la dirección de la organización para representar la posición oficial de la Sociedad de San Pío X, será el sacerdote Don Daniele Di Sorco, a quien se puede contactar al: 3332312341.

NB: Los periodistas y/o fotógrafos podrán asistir en un espacio reservado, siempre que se hayan registrado utilizando los siguientes datos de contacto.
Contactos de prensa: info@iubilaeumfsspx.org Sitio web oficial: www.iubilaeumfsspx.org

Fraternidad Sacerdotal San Pío X – Italia

viernes, 15 de agosto de 2025

Obispo Strickland: Sobre el Papa León XIV, el Antiquior de la Misa y el arzobispo Lefebvre






En nuestra traducción de The Catholic Herald, entrevistamos al obispo Strickland, quien responde con entusiasmo a preguntas que nos plantean un desafío en este contexto complejo. Aquí encontrará una lista de entrevistas anteriores.Obispo Strickland: Sobre el Papa León XIV,
el Antiquior de la Misa y el arzobispo Lefebvre


El obispo Joseph Strickland es un prelado muy conocido, querido por muchos católicos conservadores.

Ordenado para la Diócesis de Dallas en 1985 y nombrado obispo de Tyler, Texas, por el papa Benedicto XVI en 2012, en los últimos años se ha convertido en un firme crítico de ciertas políticas del Vaticano que, en su opinión, contradicen la verdad del Evangelio. Fue destituido del cargo de obispo de Tyler en 2023 después de que una investigación del Vaticano concluyera que la continuidad del obispo Strickland en el cargo era inviable.
En esta entrevista exclusiva, analiza su percepción inicial del pontificado del Papa León XIV, la respuesta de sus compañeros obispos a su destitución y sus reflexiones sobre la vida del arzobispo Marcel Lefebvre, fundador de la FSSPX.


CH: Su destitución como obispo de Tyler en noviembre de 2023 se produjo tras una visita apostólica y sus críticas públicas al papa Francisco. Insinuó que esto se debía a que proclamaba la "verdad del Evangelio". ¿Podría explicar qué verdades específicas cree que contradicen al liderazgo del Vaticano y cómo concilia su franqueza con el llamado a la unidad en la Iglesia?

S: Las verdades que he afirmado no son mías: pertenecen al Evangelio y a la enseñanza constante de la Iglesia. He defendido la sacralidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la verdad del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, la realidad de que solo los hombres pueden ser ordenados sacerdotes y la absoluta necesidad de claridad moral en temas como la ideología de género y las relaciones entre personas del mismo sexo. Estas no son posturas políticas ni opiniones personales; son las enseñanzas perennes de la Iglesia Católica, arraigadas en las Escrituras y la Sagrada Tradición.

Si estas verdades me ponen en desacuerdo con el liderazgo del Vaticano, no es porque hayan cambiado, sino porque, en los últimos años, se ha querido difuminarlas en nombre de la flexibilidad pastoral o la adaptación cultural. Mi conciencia no me permite callar cuando las almas están extraviadas o confundidas.

En cuanto a la unidad, la auténtica unidad en la Iglesia nunca se basa en el silencio ante el error. La verdadera unidad solo se encuentra en Cristo, quien es «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6). La unidad que ignora la verdad es mera uniformidad, y eso no es lo que nuestro Señor pidió la noche antes de morir. Él oró: «Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad» (Juan 17:17). Si estamos unidos en Él, debemos estar unidos en la verdad que Él ha revelado.

CH: Tras la elección del Papa León XIV en mayo de 2025, usted expresó su esperanza de que "respetara fielmente el Depósito de la Fe". ¿Cuáles son sus expectativas para su pontificado y cómo cree que podría abordar las tensiones que experimentó bajo el papado de Francisco?

S: Cuando fue elegido el Papa León XIV, expresé mi esperanza de que custodiara fielmente el Depósito de la Fe. Esa esperanza era genuina, pero ya ha sido puesta a prueba y, lamentablemente, debilitada.

En estos primeros meses, la evidencia es clara: ha mantenido al cardenal Víctor Manuel Fernández en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, un hombre cuyo pasado incluye debilitar la doctrina moral y aprobar documentos que confunden a los fieles en temas como las bendiciones entre personas del mismo sexo ( aquí ). Ha nombrado obispos que apoyan abiertamente la ordenación de mujeres, en contra de la doctrina constante de la Iglesia. También ha mantenido restricciones a la misa tradicional en latín, privando a los fieles de una liturgia que ha producido innumerables santos.

Estos no son asuntos triviales. Representan una continuación del mismo patrón que vimos bajo el papa Francisco: tolerar, o incluso promover, voces que contradicen la fe y marginar a quienes la expresan abiertamente.

Mi experiencia en la Diócesis de Tyler bajo el papa Francisco, incluyendo la visita encabezada por el cardenal Prevost, estuvo marcada por el mismo clima de ambigüedad doctrinal y castigo para quienes se oponían. Sin embargo, más importante que mis circunstancias personales es el llamado que todos compartimos: vivir y proclamar la verdad de Cristo en el amor, para que las almas se salven y Dios sea glorificado.

Rezo por el Papa León a diario, porque el papado es un oficio sagrado confiado por Cristo mismo. Pero orar por el Papa no significa permanecer en silencio cuando el rebaño se dispersa. Mi expectativa —y mi súplica— es que el Papa León detenga este camino, expulse a quienes socavan la fe, restaure la claridad de la enseñanza católica y fortalezca a sus hermanos en la verdad, como Nuestro Señor le ordenó a Pedro en Lucas 22:32: «Pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca; y tú, cuando hayas regresado, confirma a tus hermanos».

Los tiempos lo exigen y las almas de los fieles no merecen menos.

CH: El cardenal Daniel DiNardo declaró que su visita apostólica de junio de 2023 examinó todos los aspectos de la gobernanza y el liderazgo de su diócesis, concluyendo que su continuación era inviable. ¿Se le proporcionaron detalles específicos sobre cuestiones de gobernanza? ¿Cómo responde a las afirmaciones de que problemas administrativos, como la rotación de personal o la gestión financiera, contribuyeron a su destitución?

S: No, no me dieron ningún detalle al respecto. Como dije, todo esto es historia, y no me destituyeron por mala gestión de la diócesis. Me destituyeron porque dije la verdad cuando no era lo más popular. Creo que esta es la cruda realidad. No había problemas ocultos ni nada complicado. La diócesis gozaba de buena salud financiera. Sí, tuvimos algunos problemas de personal en el pasado, pero todas las diócesis los tienen.

La realidad es que el cardenal DiNardo y los nuncios me han hablado más de una vez y me han dicho: «Deja de enfatizar tanto el Depósito de la Fe y de oponerte a lo que dice el Vaticano». Como dije, no pude hacerlo. En definitiva, no soy yo quien importa: lo que importa es la verdad del Evangelio de Cristo. De eso es de lo que quiero hablar.

CH: Usted enfatizó que no podía renunciar voluntariamente porque sentía un deber hacia la grey que le confió el Papa Benedicto XVI. En retrospectiva, ¿cree que había una manera de dialogar con el Papa Francisco que podría haber preservado su rol como obispo?

S: No creo que hubiera ninguna vía para el diálogo, porque se promovían demasiadas cosas contrarias al Depósito de la Fe que prometí salvaguardar. La razón por la que no podía renunciar es que la responsabilidad del obispo de instruir y proteger al rebaño es muy seria. Creía que renunciar significaría abandonar mi deber como obispo.

El Papa es la autoridad suprema de la Iglesia. Siempre he procurado respetar la autoridad del Oficio Petrino. El Papa Francisco tenía la autoridad para destituirme; de hecho, está por encima del derecho canónico en este sentido. La carta que recibí, adjunta a un correo electrónico, simplemente indicaba que había sido relevado de mis funciones como obispo de Tyler. Él tenía la autoridad para hacerlo, al igual que la de nombrar obispos. Respeté esa decisión.

Algunos han debatido si el Papa realmente tiene tal autoridad, pero como legislador supremo de la Iglesia, he aceptado que la tiene. Sin embargo, bajo mi autoridad como obispo de Tyler, no podía abandonar al rebaño, y eso es exactamente lo que sentí que haría si renunciaba.

CH: En el pasado, ha notado una aparente falta de fraternidad entre algunos de sus hermanos obispos, particularmente durante su visita apostólica. ¿Le transmitieron sus hermanos obispos un mensaje de caridad y apoyo tras su destitución en noviembre de 2023?

S: Muy pocos obispos me contactaron en privado, pero fueron muy pocos. La verdad es que no recibí mucho apoyo fraternal. Ya no soy bienvenido en las diócesis de Texas, aunque algunos obispos me recibieron personalmente. Creo que la falta de apoyo fue deliberada: me estaban poniendo como ejemplo.

El mensaje a los demás obispos fue claro: si hablan abiertamente sobre la verdad de nuestra fe frente a cualquier cosa proveniente del Vaticano, ya sea la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, la discusión sobre la ordenación de mujeres u otras controversias similares, se arriesgan a ser destituidos. La verdad no es negociable; no es algo que podamos cambiar a voluntad. Nos ha sido revelada divinamente. Por negarme a acatar los mensajes falsos del Vaticano, fui destituido.

Es comprensible que otros obispos temieran el mismo trato si adoptaban una postura similar. Roma dejó claro que se arriesgarían a ser destituidos. Creo que eso fue lo que ocurrió.

CH: El Papa León XIV ha demostrado continuidad con las prioridades del Papa Francisco, como su compromiso con el Sur global y la reforma de la Iglesia. Tras haber cuestionado públicamente algunos aspectos del liderazgo de Francisco, ¿cómo piensa interactuar con el pontificado de León XIV, en particular si continúa apoyando políticas que usted critica, como las restricciones a la misa tradicional en latín?

S: Si el Papa León XIV decidiera apoyar las mismas políticas contra las que ya me he pronunciado —como las restricciones a la Misa Tradicional en latín—, mi proceder sería simple: seguiría proclamando la verdad y defendiendo lo que la Iglesia siempre ha transmitido, cueste lo que cueste. La apertura al Sur Global y una reforma genuina son positivas cuando se basan en las verdades inmutables de la fe católica. Pero cuando estas prioridades se utilizan para justificar concesiones doctrinales o la supresión de expresiones legítimas de la fe, como la liturgia antigua, se convierten en instrumentos de división en lugar de unidad.

Mi compromiso durante este pontificado será el mismo que bajo el papa Francisco: respetuoso con el oficio papal, pero inquebrantable en la denuncia de errores y la defensa del Depósito de la Fe. La liturgia no es una pieza de museo: es el culto vivo de la Iglesia, y ningún papa tiene la autoridad para menospreciar el tesoro que ha santificado a innumerables almas durante siglos.

Rezaré diariamente por el Papa León XIV, pero la oración debe ir acompañada de acción. Como dijo San Pablo a los Gálatas: «Cuando vi que no andaban rectamente según la verdad del evangelio, dije a Cefas delante de todos...» (Gálatas 2:14). Si es necesario, hablaré con la misma claridad hoy. Mi misión es custodiar la fe, fortalecer a los fieles y asegurar que Cristo, y no el espíritu de la época, gobierne su Iglesia.

CH: Instó a los católicos a mantenerse firmes en su amor a Cristo y la Sagrada Tradición bajo el Papa León XIV. ¿Qué orientación específica ofrecería al clero y a los laicos que se sienten inseguros sobre el rumbo de la Iglesia bajo su liderazgo, especialmente a la luz de su propia experiencia de destitución?

S: Mi consejo tanto para el clero como para los laicos es simple: mantengan la mirada fija en Jesucristo y la verdad que confió a su Iglesia. Ningún papa, obispo o sacerdote tiene la autoridad para cambiar esta verdad. La Sagrada Tradición, los Sacramentos y el Magisterio perenne no son de nuestra jurisdicción: son tesoros que custodiamos y transmitimos.

Cuando la dirección del liderazgo de la Iglesia genera incertidumbre, la primera respuesta debe ser una oración más profunda, la fidelidad al Catecismo y la plena participación en la vida sacramental, especialmente la Sagrada Eucaristía y la Confesión. Permanezcan arraigados en las Escrituras, el Rosario y las devociones que han nutrido a los santos durante siglos.

He enfrentado desafíos en mi servicio como obispo, pero los detalles de mi situación son mucho menos importantes que la lección que confirman: nuestra fe nunca debe basarse en personalidades ni posiciones. Debe estar anclada en Cristo. La Iglesia ha superado tormentas antes, y volverá a hacerlo. Estamos llamados, como escribió San Pablo, a «mantenernos firmes y aferrarnos a las tradiciones que aprendieron» (2 Tesalonicenses 2:14). Este es el camino seguro, en cualquier pontificado, en cualquier época.

No me interesa repasar los detalles de mi destitución: son cosa del pasado. Lo importante es que sigo, como todo obispo y católico debe, proclamando la verdad de Cristo y sirviendo fielmente a su Iglesia. Nunca se trató de mí; se trata de Cristo.

CH: El Papa Francisco ha argumentado que la Misa Tradicional en latín puede ser divisiva y estar vinculada a un rechazo al Concilio Vaticano II [ ver ]. ¿Cómo respondería a esta crítica y qué papel cree que debería desempeñar la Misa en latín en la promoción de la unidad dentro de la Iglesia bajo el liderazgo del Papa León XIV?

S: La misa en latín se denomina a veces la Misa de los Siglos, e innumerables santos han alcanzado la santidad gracias a ella, la misma santidad a la que todos estamos llamados. Por lo tanto, discrepo firmemente con quienes afirman que es perjudicial para la fe o divisiva. Creo que toda la evidencia, incluso en el mundo moderno, demuestra que muchas familias se sienten atraídas por la misa en latín.

Fui ordenado en lo que ahora llamamos Novus Ordo , pero de niño simplemente se llamaba «Misa». Nunca supe de todas estas controversias hasta que me convertí en obispo. Intentar suprimir la Misa en latín como si fuera obsoleta o errónea es, en mi opinión, contrario a la fe. La respuesta de los fieles lo ha dejado muy claro.

Lo que siempre he intentado enfatizar es la presencia de Cristo en la Misa. Solo por esta razón, nadie, digamos en 1900, cuando se celebraba la Misa en latín en la Iglesia, dudaba de la Presencia Real en tan gran número. La Misa trata sobre cómo el pan y el vino se convierten en el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo. En aquellos tiempos, no había católicos que se declararan católicos, pero que al mismo tiempo afirmaran que era solo un símbolo. Este tipo de pensamiento se ha desarrollado a lo largo de mi vida.

Nací en 1958, y poco después, en la década de 1960, llegó el Concilio Vaticano II y sus cambios en la Misa, que, en mi opinión, debilitaron su esencia sagrada y la centralidad de Cristo. Afortunadamente, la Misa sigue vigente, y el pan y el vino se convierten verdaderamente en el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo. Pero hay innumerables ejemplos de la pérdida de reverencia resultante de estos cambios. Creo que necesitamos reenfocarnos en Cristo y en su venida a nosotros en su Presencia Real, instituida en la Última Cena del Jueves Santo. Esa Misa de los siglos sigue siendo lo que nos sostiene. El rostro eucarístico de Cristo es la fuerza de la Iglesia Católica, y el Concilio Vaticano II lo reafirmó.

Hay mucha controversia en torno al Concilio Vaticano II. Creo que fue un concilio de la Iglesia Católica, sin duda. Pero después del Concilio, no en los documentos mismos, se usaron ambigüedades de maneras que los Padres conciliares nunca pretendieron. Si lees Sacrosanctum Concilium , la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, no se parece en nada a lo que hoy conocemos como el Novus Ordo . He leído comentarios y he hablado con obispos que estuvieron presentes. No habrían reconocido el Novus Ordo como lo exigía el Concilio. El documento decía preservar la lengua latina, usar la lengua vernácula hasta cierto punto, pero conservar el latín y el canto gregoriano. No decía nada sobre el sacerdote dirigiéndose al pueblo, ni sobre muchos otros cambios posteriores. Lo que obtuvimos, creo, fue una distorsión de lo que realmente declaró el Vaticano II.

El Novus Ordo es la Misa con la que crecí, y en ella Cristo se presenta verdaderamente en su altar. Pero ha debilitado significativamente el enfoque en Cristo, desplazándolo más hacia la comunidad y el sacerdote. Los resultados de esto son evidentes.

En la vida de la Iglesia después del Vaticano II, no culpo tanto al Concilio en sí, sino a lo que la gente hizo después, como la Comunión en la mano, que en Estados Unidos solo se permite mediante indulto. No es una práctica universal, pero es otro ejemplo de la disminución de la sacralidad de la Misa, la realidad sobrenatural de que el pan y el vino se convierten en Dios mismo: el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo, el Hijo de Dios.

Cuando se reduce este enfoque, la Iglesia se ve en peligro. Y creo que hemos visto las consecuencias de este peligro: perder de vista el significado de la Misa y, sobre todo, quién es el significado de la Misa: Nuestro Señor Jesucristo.

CH: La Fraternidad San Pío X ha sido un punto de discordia, pero atrae a católicos devotos de la Misa Tradicional en latín y la Doctrina Tradicional. Dado su apoyo a la Misa en latín y sus críticas a algunas políticas del Vaticano, ¿cómo ve el papel de la FSSPX en la preservación de la tradición católica? ¿Y qué les diría a los católicos que estén considerando asistir a las liturgias de la FSSPX en respuesta a restricciones como la de Tyler?

S: Ciertamente no pretendo ser un experto en todos los detalles de lo sucedido con el Arzobispo Lefebvre y lo que ahora se llama la FSSPX, pero creo que, como Arzobispo de la Iglesia, y junto con quienes se unieron a él, jugó un papel importante en la preservación de la Misa en latín como algo vital para la vida de la Iglesia. Es el rito antiguo y sagrado de celebrar la Eucaristía, de Jesucristo que viene a nosotros en forma del pan y el vino consagrados.

Por supuesto, aún tenemos la Eucaristía en el Novus Ordo , pero como dije antes, el declive de la fe en el significado de la Misa es un asunto de fundamental importancia. En este sentido, creo que el papel histórico del arzobispo Lefebvre merece atención. Probablemente hayan leído, como yo, que la Iglesia Católica, con dos mil años de existencia, tiende a pensar en siglos en lugar de años o décadas. Ya han transcurrido seis o siete décadas de este período posterior al Vaticano II, y la Iglesia aún intenta determinar cómo responder al mundo moderno.

La Misa está en el centro de esta lucha. Lex orandi, lex credendi —la ley de la oración es la ley de la fe— y estamos viendo cómo esta verdad se manifiesta. En cuanto al arzobispo Lefebvre y la FSSPX, varios papas, incluido Juan Pablo II, han intentado iniciar un diálogo, y se han logrado algunos avances, aunque persisten algunas preguntas. No puedo afirmar que conozco toda la obra del arzobispo Lefebvre, pero al apoyar firmemente la misa en latín e insistir en que no podía abolirse, creo que sirvió a la Iglesia de una manera que la historia reconocerá.

Dentro de cien años, en 2125, la Iglesia seguirá aquí si el mundo sigue aquí. Cristo prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra ella. Los católicos lo creemos porque es un mandato divino. La Iglesia existe para la salvación de las almas, y la Misa es fundamental para ello porque trae a Cristo mismo para nutrirnos, fortalecernos y llamarnos a abandonar el pecado.

Yo diría que Monseñor Lefebvre será recordado como un católico fiel que defendió principios que estaban en peligro de perderse, de ser cuestionados o abandonados, el más importante de los cuales es la Misa en latín. En nuestros días, con Traditionis Custodes , se la trata como si fuera un veneno a eliminar, lo cual es una completa distorsión de lo que es la Misa.

La reforma litúrgica ya se había llevado a cabo mucho antes del Concilio Vaticano II. La Iglesia siempre necesita reformarse, no en el sentido de cambiar la verdad, sino de purificarse para estar más íntimamente alineada con Cristo. Esto es lo que hacemos en nuestra vida personal: nos arrepentimos de nuestros pecados, crecemos en santidad y buscamos constantemente la renovación. La Iglesia debe hacer lo mismo, alejándose de la mundanidad y proclamando la luz de Cristo.

En resumen, creo que el arzobispo Lefebvre pasará a la historia de la Iglesia por haber prestado un servicio muy importante. Fue una decisión dolorosa para él personalmente, pero decidió que debía aferrarse a la Misa de los Siglos, la Misa en latín, y no abandonarla, independientemente de quién le dijera lo contrario.

CH: La Fiducia Supplicans del Vaticano permite a los sacerdotes ofrecer bendiciones no litúrgicas a parejas del mismo sexo [ aquí ], enfatizando la importancia de la atención pastoral y reiterando que dichas bendiciones no avalan su unión ni la equiparan al matrimonio. Dada su abierta oposición a las supuestas desviaciones de la doctrina de la Iglesia, ¿cómo evalúa el enfoque de esta declaración para equilibrar el compromiso pastoral y la fidelidad doctrinal, y qué orientación ofrecería a los sacerdotes y laicos que lidian con la confusión y la división que ha causado?

S: Bueno, creo que hay mucha confusión, pero la respuesta es bastante sencilla. Un par de años antes de la publicación del documento Fiducia Supplicans —que hablaba en términos poco claros sobre bendiciones no litúrgicas, no para parejas, etc.—, el Vaticano ya había hecho una declaración clara y directa: no podemos bendecir el pecado.

Es muy sencillo. Cuando dos hombres o dos mujeres se unen para tener una relación sexual, no podemos bendecir esa relación. Claro que sí se puede pedir una bendición, especialmente si se busca volver a vivir conforme a la verdad proclamada por la Iglesia. Cristo siempre acoge al pecador —lo ha hecho muchas veces en las Escrituras—, pero siempre lo llama al arrepentimiento.

Esto es lo que la Fiducia Supplicans y la práctica de bendecir a dos hombres en una relación sexual pecaminosa no aclaran. Esto no es amor ni un interés genuino por ellos. No podemos bendecir el pecado.

La Iglesia debe ser absolutamente clara en este punto en nuestra época. La sociedad ajena a la Iglesia, que rechaza a Jesucristo y gran parte de la enseñanza moral católica, dirá "vive y deja vivir" o "el amor es amor". Pero esta no es la verdad de nuestra fe católica, y sabemos que la verdad nos hace libres. Si somos verdaderamente amorosos y bondadosos, debemos advertir a las personas que el pecado puede destruirlas para la eternidad y condenarlas al infierno.

Si el amor es lo que nos importa —y lo es—, entonces debemos decir la verdad. A menudo uso la analogía de la drogadicción. En todo el mundo, las drogas están destruyendo vidas. Es una falta de amor fingir que ser adicto a las drogas es aceptable si es tu decisión, y darle una bendición a alguien sin invitarlo a cambiar su vida. Lo mismo aplica para quienes están involucrados en una relación pecaminosa.

No es diferente de un hombre y una mujer que no están casados, pero viven juntos en fornicación. Si se acercaran para recibir una bendición, sería tan incorrecto que un sacerdote los bendijera como lo sería bendecir a dos hombres o dos mujeres en una relación sexual.

El mundo necesita desesperadamente la claridad de la verdad que Cristo reveló, y es una gran tragedia de nuestro tiempo que incluso dentro de la Iglesia no haya claridad. Lo que debemos hacer es proclamar la verdad —la verdad sobrenatural revelada por Dios— porque esto es lo que la Iglesia ha sido comisionada a enseñar. Es la verdad que nos permite progresar y liberarnos de las ataduras del pecado.

Por eso murió Cristo: para vencer el pecado y la muerte. Su muerte y resurrección tienen poder cuando nos arrepentimos y elegimos vivir en él. Hay innumerables ejemplos de personas que vivieron en terribles pecados, cuyas vidas fueron destruidas, pero que escucharon el mensaje de Cristo, se arrepintieron y fueron transformadas. Muchos santos han experimentado este camino de conversión, y muchas personas en nuestros días se han alejado del ateísmo o del pecado profundo para abrazar la verdad de Jesucristo.

Él es el Señor de todo, el Hijo de Dios, y sólo hay un Hijo de Dios: Jesucristo.