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viernes, 4 de diciembre de 2020

Meditación del arzobispo Viganò sobre la libertad humana en este momento de crisis

 CHIESA E POST CONCILIO

Traducido del italiano por el traductor de Google

Este artículo puede verse también en ADELANTE LA FE y en Stilum Curiae con el título Viganò: "La ciencia se ha prostituido a los intereses de la Élite mundial"


Oh Dios, eres temible desde tu santuario;
el Dios de Israel da fuerza y ​​poder a su pueblo.
Sal 68, 35

El 19 de noviembre de 2020, el fundador del Foro Económico Mundial , Klaus Schwab, declaró que "Covid es una oportunidad para un reinicio global". En realidad, Schwab repite servilmente lo que el 3 de mayo de 2009, en el semanario francés L'Express Jacques Attali dijo: 

«La historia nos enseña que la humanidad evoluciona significativamente sólo cuando tiene miedo: entonces inicialmente desarrolla mecanismos de defensa; a veces intolerable (de chivos expiatorios y totalitarismos); a veces inútil (de distracción); a veces eficaz (terapéutica, que si es necesario elimina todos los principios morales anteriores). Luego, una vez superada la crisis, el miedo transforma estos mecanismos para compatibilizarlos con la libertad individual e inscribirlos en una política de salud democrática ». 

En ese entonces era la peste porcina, que según los medios debería haber causado millones de víctimas y para la cual los estados compraron millones de dosis de vacunas de BigPharma que nunca se usaron, porque resultaron inútiles . Inútiles para todos.

Cabe preguntarse por qué un virus de la gripe que según datos recientes de la OMS tiene una mortalidad (0,13%) ligeramente superior a la de un síndrome de gripe estacional normal (0,10%) podría haber llevado a la declaración de la pandemia y a una serie de contramedidas prácticamente idénticas en casi todos los estados europeos y el continente americano. 

Uno también podría preguntarse por qué los tratamientos de Covid-19 generalmente se desacreditan, minimizan o prohíben, mientras que la vacuna se considera la solución más efectiva; y debe entenderse cómo es posible crear una vacuna, ya que - según las declaraciones de los CDC ( Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) EE. UU. - el virus aún no se ha aislado: ¿qué antígeno se utiliza si el SARS-CoV-2 no se puede aislar y replicar? ¿Y qué fiabilidad pueden tener los hisopos, ya que están calibrados sólo en el Coronavirus genérico? Y si el 19 de octubre el Hospital Spallanzani de Roma anunció la experimentación de una prueba que distingue entre la gripe normal y la Covid-19, ¿hasta ahora qué han dado positivo los pacientes que se lo someten? Quizás por eso algunos miembros de las juntas directivas de Moderna y Pfizer han vendido parte de sus acciones. 

Así que volvamos a las preguntas que muchos se habían hecho meses atrás, y a mi denuncia contenida en las dos Cartas Abiertas al presidente Trump: aparece en su desconcertante realidad un plan mundial, cuyos artífices, creando una alarma social injustificada sobre una supuesta pandemia que hoy no vemos. 

Al ser más grave que un síndrome gripal normal, como lo confirman los datos oficiales de todo el mundo, se utiliza para crear una tremenda crisis social y económica mundial y legitimar la drástica reducción de los derechos básicos de la población. Es lo que sus autores llaman el Gran Reinicio, el reinicio global de la economía, de la sociedad, de las masas. 

En este proyecto, Covid juega un papel fundamental, como coartada que justifica - frente al tótem de una ciencia prostituida a los intereses de la élite tras haber abdicado de su misión de salvar vidas humanas - la privación de libertad, la injerencia de los gobiernos en la vida privada de los ciudadanos, el establecimiento de un régimen pseudo-sanitario en el que, contra toda evidencia científica objetiva, se decide desde arriba el número de comensales, la distancia entre las personas, la posibilidad de comprar, vender, respirar e incluso rezar.

Alguien, en el ensordecedor silencio de la Jerarquía, ha impuesto el cierre de iglesias o la limitación de las celebraciones religiosas, considerando la Casa de Dios como un cine o un museo, pero al mismo tiempo declarando las clínicas de aborto "servicios imprescindibles". 

Son las paradojas de un poder descarriado, dirigido por personas corruptas de alma y vendidas a Satanás que, tras repetir obsesivamente el mantra de la democracia y de que el poder le pertenece al pueblo, se ve ahora obligado a imponer una dictadura contra el mismo pueblo, para lograr objetivos encaminados a proteger los intereses políticos y financieros de la élite. Los ricos son cada vez más ricos, mientras que la clase media que constituye el tejido social y el alma misma de las naciones está siendo arrasada

La Revolución Francesa arrasó con la aristocracia occidental; la Revolución Industrial arrasó con los campesinos y extendió la proletarización que condujo al desastre del Socialismo y del Comunismo; la Revolución del 68 demolió la familia y la escuela. 

Este Gran Reinicio , buscado por la élite globalista, representa la última revolución con la que crear una masa informe y anónima de esclavos conectados a la red, confinados en casa, amenazados por una serie infinita de pandemias diseñadas por quienes ya tienen preparada la vacuna milagrosa

En estos días, con la sincronía de un plan orquestado en los más mínimos detalles bajo una única dirección, la imposición de la vacuna está siendo teorizada por muchas partes, de las que, además, se desconoce la efectividad real o las consecuencias que pueda tener. Esta obligación también debe ir acompañada de un pasaporte sanitario, para que quienes lo posean puedan moverse sin limitaciones, mientras que quienes lo rechacen no puedan utilizar los medios de transporte, asistir a restaurantes y lugares públicos, escuelas y oficinas. Que esto represente una violación intolerable de las libertades individuales no parece ser un problema para el Great Reset, avalado por instituciones internacionales como la Unión Europea y la ONU. 

Ante un despliegue de fuerzas tan masivo y coordinado nos quedamos asombrados, desconcertados por el descaro de quienes nos están diciendo, en esencia, que debemos aceptar en silencio la dictadura de un grupo de poder sin rostro, porque así lo ha decidido. Estamos desconcertados por la esclavitud de la Izquierda mundial - y de los demócratas en Estados Unidos - a esta agenda, que no conoce límites, ninguna restricción a su ejecución; hasta el punto de organizar un golpe electoral de tal magnitud y gravedad que horroriza. Al fraude manual de boletos duplicados, votos de personas fallecidas, 

Descubrimos que las personas detrás de este fraude macroscópico son siempre las mismas, siempre del mismo partido político, siempre subordinadas a la misma ideología. Gente corrupta en intelecto y voluntad, porque se han hecho esclavos de un tirano despiadado, después de haberse negado a obedecer a un Señor bueno, justo y misericordioso. Así como éstos han aceptado la esclavitud del pecado y la rebelión contra Dios, hoy quisieran arrastrar a toda la humanidad a un abismo de muerte y desesperación: es la miserable venganza de Satanás quien, al no poder vencer a Aquel que lo arrojó al infierno, trata de arrastrar con él tantas almas como sea posible, en un intento de frustrar la obra de la Redención.

Nosotros, creyentes en Cristo, Nuestro Único Señor, no tenemos por qué temer, ni siquiera contra toda razón humana: sabemos que, renacidos en el Bautismo, ya no somos siervos sino hijos de Dios y que, conservando la amistad de nuestro Señor, con la Gracia, podemos confiar en Él, en Su ayuda providente, en Su poderosa protección. En definitiva, esta es la verdadera libertad: la libertad de los hijos de Dios, que obedecen su ley no por temor sino por amor, no por compulsión, sino porque adhiriéndose a la voluntad divina encontrarán su propia realización perfecta y su plenitud.  Porque cada alma ha sido creada para la mayor gloria de Dios, para la bienaventuranza eterna, como recompensa de la fidelidad al Salvador. 

¡No se turbe nuestro corazón! Las maniobras de quienes trabajan en la oscuridad van saliendo a la luz, mostrándose con todo su horror y revelando su matriz perversa e infernal. Mentiras, engaños, violencia, muerte: ésta es la cruda realidad del mal ante la cual la gente de buena voluntad sólo puede horrorizarse. Si Nuestro Señor se digna escuchar las oraciones de sus hijos, este castillo de mentiras y fraudes se derrumbará miserablemente, y sus arquitectos tendrán que volver a esconderse para escapar de los rigores de la justicia y la execración de los pueblos. 

Son horas decisivas: seguimos rezando, rezando el Santo Rosario, nutriéndonos de la Santísima Eucaristía, haciendo penitencia. La voz coral que se eleva al trono de la divina Majestad no quedará sin escuchar. No nos desanimemos, porque es en el momento de la prueba cuando el Señor nos da la posibilidad de mostrar nuestra confianza en Él y ver la grandeza de su misericordia. 

"Todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Jn 14, 13). Nuestro Señor nos dijo claramente: cualquier cosa. Por tanto, pidamos al Padre, en el nombre del Hijo, nuestro Señor y Redentor, por intercesión de Su Santísima Madre, nuestra poderosa Mediadora, que muestre Su gloria, que conceda la exaltación de la Santa Iglesia, la paz y la prosperidad a los pueblos cristianos, la conversión de los pecadores, la derrota de sus enemigos. 

"Que Dios se levante, y sus enemigos sean esparcidos, y los que le aborrecen huirán ante él" (Sal 68, 1). 

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
25 de noviembre de 2020
S. Catharina, Virgo et Martyr

‘Prison Journal’ de Pell


El cardenal Pell, ya está presente con su «Prison Journal», en el que relata parte de los 404 días que pasó en prisión por falsas acusaciones de abuso: 
«Escribí este libro para ayudar a la gente a comprender un poco mejor el cristianismo. Además, deseo que lo que me pasó no vuelva a suceder en Australia, es decir, que un miembro de un grupo muy impopular que defiende ideas políticamente incorrectas sea aniquilado por una avalancha de opiniones hostiles”. «También soy consciente de que ésta ha sido una oportunidad para profundizar en mi fe cristiana». 
Se siente chivo expiatorio en el tema de los abusos: 
«Son un cáncer, pero creo que la Iglesia está afrontando bien el problema. He tomado medidas duras para frenar el fenómeno, pero las verdaderas víctimas no serán ayudadas por la condena de algunos inocentes. Creo en la justicia y creo firmemente que para condenar a alguien hay que demostrar que es culpable más allá de toda duda razonable».

Actualidad comentada: Un Adviento diferente. Padre Santiago Martin F.M.

 Homilías y Catequesis Católicas


Duración 7:47 minutos

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Una orgía de maniqueísmo hipócrita recorre la izquierda (Carlos Esteban)



Un eurodiputado del partido del primer ministro húngaro Viktor Orbán ha sido cazado en una orgía saltándose todas las restricciones por la pandemia de la COVID-19 en Bruselas, y la izquierda ha reaccionado confirmando que es una reencarnación o pervivencia atea del calvinismo.

“Eurodiputado de la extrema derecha cazado en una orgía de 25 personas con drogas en pleno COVID”, se lee en un comentario aparecido en la cuenta de Podemos en la red social Twitter. “Dios, patria, familia… drogas y orgías, en ese orden. Los guardianes de la moral de occidente”.

Eurodiputado de la extrema derecha cazado en una orgía de 25 personas con drogas en pleno COVID.

Dios, patria, familia… drogas y orgías, en ese orden.

Los guardianes de la moral de occidente.

— PODEMOS (@PODEMOS) December 1, 2020


Sería demasiado fácil y, por tanto, sin interés, responder del modo más obvio, a saber, que si el comportamiento personal incoherente deslegitima el ideario de un grupo o partido, hace tiempo que el propio Podemos habría tenido que echar el cierre a su propio chiringuito, cuyos miembros colocados a la sombra del poder han reaccionado a su buena fortuna política con una voracidad tan desvergonzada y amante del capital que hubiera hecho enrojecer a Al Capone. Podría, cualquiera de mis lectores podría, calcar ese mismo tuit cambiando solo el ‘pecado’ concreto y los ideales podemitas, y multiplicarlo por más de una docena.

Pero me interesa más otro aspecto de la denuncia de este partido y otros egregios representantes de esa o parecida doctrina, un aspecto que, además de ser más significativo, es también más propio de una publicación de temática religiosa. Y ese aspecto es que la izquierda en particular y toda la progresía que constituye el pensamiento dominante de la modernidad tiene una raíz evidentemente religiosa y que toma de la Iglesia sus rasgos más cuestionables, convirtiéndolos en caricatura.

En concreto, el pensamiento progresista es heredero directo del calvinismo. Calvino postulaba que, siendo Dios omnipotente, no cabía la posibilidad de que el hombre pudiera oponerse a Su Voluntad, ni positiva ni permisiva. Así, la libertad del hombre es incompatible con la Soberanía de Dios, con lo que no puede existir y sería meramente ilusoria. Dios habría creado, pues, a los hombres predestinados al Cielo o al Infierno. Los primeros, los Elegidos, no podrían pecar por más que lo intentasen, y tampoco podrían hacer el bien los segundos, los Réprobos, fatalmente destinados al Mal.

En una entrevista concedida por el ahora ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, a la periodista Ana Pastor, éste alegaba que una persona de izquierdas no puede delinquir. Con lo que si un miembro de un partido de izquierdas delinquía -era ‘malo’ en un sentido moral-, entonces no era realmente de izquierdas. No me crean, busquen la entrevista porque no tiene desperdicio.

Podemitas con más luces que el señor ministro no hacen tan evidente la naturaleza férreamente teológica de sus creencias, pero todo en su participación en el debate público lo refleja claramente para quien sepa interpretarlo. La misma doble vara de medir que emplean de continuo, por la que es intolerable en otros lo que en ellos es impecable -la propia tenencia del celebérrimo chalet del líder, por citar un ejemplo manido-, revela claramente que, en su sistema de creencias, “todo es puro para los puros” y, perteneciendo ellos al Ejército de la Luz, nada de lo que hagan puede considerarse realmente culpable, al contrario que sucede con sus enemigos, que incluso el bien aparente lo hacen por intereses inconfesables.

Lo curioso en este caso es que, supuestamente, no hay nada en sus principios expresos que condene la participación en una orgía, bien al contrario: en materia sexual, solo la continencia -la ‘represión’- es un pecado. Lo que reprochan al eurodiputado es su ‘hipocresía’, lo que en su caso tiene alguna gracia.

No tengo ni idea de si el húngaro del cuento es un hipócrita. Bien podría ser. También podría ser algo más común que todo eso: un pobre pecador. Pero eso es accidental y ni entra ni sale, porque no podemos pretender que un comunista entienda que el cristiano, a diferencia de lo que sucede en sus filas, no presume de santo, sino que se acusa de continuo de pecador.

Naturalmente, que las ideas de Dios, patria y familia sean tan defendibles si sus partidarios son coherentes con ellas como si no lo son, es algo que se escapa a quienes, como Iglesias, pretende que quien paga 600.000 euros por un chalet no puede ser ministro de Economía pero sí, oh milagro, vicepresidente del Gobierno.

Carlos Esteban

lunes, 30 de noviembre de 2020

Un nuevo libro de Natalia Sanmartín Fenollera

 THE WANDERER



Planeta ha publicado el nuevo libro de Natalia Sanmartín Fenollera, la autora de El despertar de la señorita Prim, que tanto éxito tuvo en el mundo entero, tanto dio que hablar a los círculos católicos y tanto nos consoló a nosotros, los más pequeños e insignificantes de todos. Se trata de Un cuento de Navidad para Le Barroux.

Aceprensa le hizo la semana pasada una entrevista que aquí reproduzco. No solamente vale como una buena introducción al nuevo libro sino, y sobre todo, por los conceptos que la autora vierte, y que dan mucho que pensar.

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Un niño de 8 años y sus hermanos, a los que el padre abandonó, pierden ahora a su madre a causa de una enfermedad. El chico pide una señal a Dios: quiere saber si “lo que mamá decía sobre Dios, la cueva y el cielo era verdad”. Aparentemente, Dios calla. Pero en la tercera Navidad, el niño aprende a leer el lenguaje de Dios.

“El cuento nació –me explica– a petición de los benedictinos de Le Barroux, en Francia, con los que tengo una relación muy especial. Me pidieron el cuento para leer en el refectorio, en la fiesta de Navidad. Michaela Harrison, la ilustradora, vive a los pies de otro monasterio benedictino con el que también mantengo una estrecha amistad, la abadía de Clear Creek, en Oklahoma. Así que tanto el texto como las ilustraciones han ‘salido’ de dos abadías de San Benito, una francesa y otra estadounidense, y en las dos se ha traducido el cuento para poder leerlo en voz alta”. 


- El protagonista de su cuento supera una crisis de fe gracias a las señales que descubre en las realidades materiales. ¿Puede la belleza rescatar a quienes han dejado de creer en la Navidad?

— La belleza es uno de los atributos de Dios y ha sido siempre un camino clásico de conversión a la vida cristiana. Pero el cuento no habla tanto de la belleza como del misterio de la Navidad y también del enigma que encierra la visión sacramental del mundo, la idea de que tras la realidad material está siempre la espalda de Dios, por decirlo así, y de que Dios habla a través de las cosas. Simone Weil decía que la Creación está llena de símbolos y que solo hay que leerlos. El cuento habla de un niño que le pide a Dios una y otra vez una prueba de que la Navidad es real y de que el Cielo existe, pero también de cómo Dios, el mismo Dios que habló a Abraham en el desierto, escucha atentamente esa 

— Al igual que El despertar de la señorita Prim, su nuevo libro es un relato sobre una comunidad contracultural; en este caso, un hogar cristiano donde se reza, se lee mucho, se mira a las estrellas, se anima a atesorar recuerdos… ¿Qué valores y actitudes le gustaría llevar a la cultura dominante? 

— En realidad no he pretendido mostrar una comunidad contracultural, sino un hogar cristiano en medio de un mundo que mayoritariamente ya no lo es o que al menos no vive como tal. Sé que hay una preocupación grande por llevar lo cristiano a la cultura dominante, y me parece muy lícito, pero en ese tema quizá soy menos optimista. A mí me parece que la tarea urgente no es tanto bautizar la cultura dominante como transmitir la fe cristiana y preservarla de adulteraciones, buscar la propia conversión y ayudar en lo posible a quien cada uno tiene cerca y conservar esa fe en un medio hostil antes de pensar en nada más. Kierkegaard tiene una frase muy dura, pero muy certera, sobre el cristianismo en el mundo occidental. Él hablaba de la Dinamarca luterana de su tiempo, pero creo que se nos puede aplicar a nosotros también. Decía que el cristianismo se había convertido en algo tan desprovisto de carácter que realmente no quedaba nada por perseguir, y que el principal problema de los cristianos era que nadie quería perseguirlos ya. Creo que eso, perder de vista el tesoro en el campo o sustituirlo por una baratija, es más importante que evangelizar la cultura y los valores dominantes.

— Coincido en que la conversión personal es la tarea urgente. Sin embargo, ¿no cree que esa conversión y la misma transmisión de la fe en el hogar se hacen dentro de un contexto cultural del que uno no puede desentenderse enteramente?

— Sí, estoy de acuerdo con que el contexto cultural es fundamental en la transmisión de la fe; cultura viene de cultivar, y la cultura, si es lo que debe ser, tiene que convertirse en el terreno que recibe la semilla y que la protege en su crecimiento. Pero también creo que se habla mucho de cristianizar la cultura, de participar en el debate público, de dar testimonio, de hacer apostolado, de estar en todas partes, y se presta menos atención a algo que me parece muy evidente, y es el hecho de que antes de nada la tarea empieza por la propia casa, por la propia evangelización, por analizar qué es lo que estoy recibiendo y qué estoy transmitiendo como fe cristiana, porque buena parte de la crisis actual no está fuera de la Iglesia, sino también dentro. Antes de la dimensión social está la personal, antes de pensar en evangelizar el mundo es necesario pensar en fortalecer y purificar la propia fe. En la vida cristiana la contemplación siempre viene antes de la acción.

— La madre se preocupa de transmitir la fe a sus hijos y de formarles la sensibilidad estética. Para ella, las dos cosas van de la mano. ¿Cree que la educación católica debería insistir más en esta fórmula?

— Creo que la educación católica tiene que transmitirse en el hogar y que las madres son la pieza central de esa tarea en la infancia, por encima de las clases de religión, las catequesis, las convivencias y los grupos parroquiales. Pero también creo que para hacer eso hay que fortalecerse en la fe y dedicar tiempo a la contemplación porque nadie puede transmitir lo que no tiene. Es difícil pensar en una tarea más grande en la vida cotidiana de una familia cristiana que descubrir las maravillas de la Creación a los niños, mostrarles el rostro de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento, enseñarles a rezar, familiarizarlos con la liturgia, y también prepararlos para un mundo que les dirá que todo eso es pura falsedad. Al mismo tiempo me parece que tenemos que aprender a contarles las cosas mejor, mirar más y más hacia la Escritura. En La Historia de Jesucristo, Bruckberger habla de la Encarnación, de la primera Navidad, y escribe como si tuviese delante la escena; cuenta que el pueblo esperaba, que Satanás también esperaba, que se intuía algo en el aire, un acontecimiento grande, un desembarco inminente y liberador.

— Hace unos días, dos columnistas de distintos medios –Diego S. Garrocho y Miguel Ángel Quintana Paz– plantearon un debate sobre la escasa influencia de los intelectuales cristianos en el debate cultural contemporáneo. No es que no existan esos pensadores, venían a decir: es que no se les ve. ¿Usted qué opina? 

— Creo que el pensamiento y la vida intelectual existen más allá del debate público, que solo muestra una parte, igual que la historia existe más allá de los libros de historia. Y personalmente no me parece decisivo que haya o no muchas referencias contemporáneas; me parece decisivo que haya referencias, y siempre las hay, hay siglos de pensamiento donde elegir, y no es una forma de hablar. Existe una gran cantidad de gente que leer y que estudiar; a mí me importa poco que hayan nacido hace 40 o 400 años.

— Una de las cosas que, en mi opinión, pone de relieve ese debate es el desinterés de algunos creyentes por la construcción de una nueva cultura. En general, se habla mucho de la responsabilidad política y social de los cristianos, pero se habla menos de la cultural. ¿Cómo fomentarla? 

— Sí, es verdad. Yo no creo que exista realmente una responsabilidad política, social o cultural de los cristianos como tal, pero en cualquier caso la cultura se transmite casi por contagio y hay algo muy misterioso en el hecho de que a veces esa transmisión funciona y otras veces no. Pero hay una tarea urgente que tiene que ver con aprender a detectar trampas en el lenguaje, también en el lenguaje cristiano. Cosas como llamar fe al sentimentalismo, puritanismo a la pureza, fortaleza al voluntarismo, obediencia o responsabilidad a la desacralización de lo santo o tolerancia a la indiferencia, y son solo algunos ejemplos.

The Wanderer

Javier Ortega Smith (de VOX) argumenta lógicamente contra la izquierda totalitaria de este Gobierno social-comunista

CONTANDO ESTRELAS

Duración 3:05 minutos

En el nombramiento de los nuevos obispos chinos, Pekín barre a Roma. El caso de Fujan

 IL SETTIMO CIELO


Los “pobres uigures” a los que el papa Francisco por primera vez ha considerado perseguidos –en un capítulo de su último libro, que saldrá a la venta el 1 de diciembre en varios idiomas–, han sido el centro, en los últimos días, de las noticias sobre las relaciones entre el Vaticano y China.

En efecto, la inmediata y polémica reacción del gobierno chino –que ha rechazado como "desprovista de pruebas en la realidad” la acusación del papa, dados “los plenos derechos de existencia, desarrollo y libertad de credo religioso de los que gozan todos los grupos étnicos” en China– ha descubierto las razones de la Realpolitik de un silencio tan duradero, tanto de Francisco como de las máximas jerarquías de la Iglesia, sobre una de las más macroscópicas y sistemáticas persecuciones actuales en China (en la foto un campo de “reeducación”); silencio roto solamente, hasta el momento, por las denuncias aisladas de los cardenales José Zen Zekiun, obispo emérito de Hong Kong, y Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon.

Pero el ruido sobre la cuestión de los musulmanes uigures ha eclipsado otra noticia importante: el primer nombramiento de un obispo católico según la modalidad del acuerdo secreto firmado entre la Santa Sede y China el 22 de septiembre de 2018, y prolongado el mes pasado para otros dos años.

El nuevo obispo es Tomás Chen Tianhao, 58 años, y ha sido puesto a la cabeza de la diócesis de Qingdao, en la rica provincia de Shandong, en la costa.

La diócesis estaba vacante desde junio de 2018, después de la muerte a los 94 años del predecesor, José Li Mingshu, reconocido tanto por la Santa Sede como por las autoridades de Pekín, pero manifiestamente sometido a estas últimas y, de manera particular, a la Asociación patriótica de los católicos chinos, el instrumento de control agresivo de la Iglesia católica en China, cuyo jefe supremo ha sido durante décadas Antonio Liu Bainian, también él de Shandong.

La consagración del nuevo obispo tuvo lugar el 23 de noviembre en la catedral de Qingdao. La ceremonia la ha presidido el obispo de Linyi, Juan Fang Xingyao, que es también presidente de la Asociación patriótica y vicepresidente del Consejo de los obispos, un falso simulacro de conferencia episcopal que reúne solamente a los obispos reconocidos por el régimen, y a quien corresponde –según el acuerdo secreto, por lo que se puede intuir– la elección y la propuesta al papa de cada nuevo obispo, después de haber llevado a cabo una “selección” previa, controlada por el régimen, en la respectiva diócesis por parte de representantes del clero, las religiosas y los laicos integrados en el régimen.

Como confirmación de esto, la agencia Asia News, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, ha dado a conocer que en la fórmula de consagración del nuevo obispo de Qingdao “se ha citado el mandato del Consejo de los obispos, pero no se ha dicho nada del papa y de la Santa Sede”. Su “elección” previa habría tenido lugar el 19 de noviembre de 2019.

Al igual, si no más que el predecesor, el nuevo obispo Chen también es un hombre del régimen, dirigente desde hace mucho tiempo, tanto a nivel local como nacional, de la Asociación patriótica, cuyos miembros más importantes han participado en la ordenación.

En la carta de 2007 de Benedicto XVI a la Iglesia de China –todavía válida como “su magna carta”– está escrito que “la finalidad declarada [de la Asociación patriótica] de actuar ‘los principios de independencia y autonomía, autogestión y administración democrática de la Iglesia’ es inconciliable con la doctrina católica”.

Pero las instrucciones prácticas que Roma ha dado al clero y a los obispos chinos el 28 de junio de 2019 han ampliado el espacio discrecional de las inscripciones a la Asociación patriótica, que el régimen pide insistentemente.

*

Volviendo al acuerdo de 2018 sobre el nombramiento de los obispos, hay que reconocerle el mérito de haber puesto fin al nombramiento unilateral que el gobierno chino hacía precedentemente, sin ningún consenso por parte de Roma, con la consiguiente excomunión de los nombrados.

Pero el número de diócesis vacantes sigue siendo alto. Las que están actualmente dirigidas por un obispo son 74, muchas menos, pues, de las 135 diócesis y prefecturas apostólicas de toda China, sin contar Hong Kong y Macao, y muchas menos también de las 104 diócesis que el gobierno ha reestructurado y unido unilateralmente sin la aprobación de Roma.

El 24 de noviembre, la sala de prensa vaticana anunció que “se prevén otras consagraciones episcopales, porque están en curso diferentes procesos de nuevos nombramientos episcopales”.

Pero proveer estos “vacíos” no será nada fácil, porque cada diócesis, en China, es un caso singular que exige soluciones específicas, como explica un interesante ensayo que el antropólogo y teólogo francés Michel Chambon ha publicado el 16 de noviembre en UCA News:


Un caso ejemplar de estudio para entender hasta qué punto son complicadas las cosas lo vemos en Fujan, la provincia de la costa situada frente a la isla de Taiwán.

Según la distribución vaticana, en Fujan hay cuatro diócesis y dos prefecturas apostólicas: a lo largo de la costa, partiendo del norte, la diócesis de Xiapu-Mindong, la arquidiócesis de Fuzhou y la diócesis de Xiamen, y en el interior la diócesis de Changting y las prefecturas de Jian’ou y de Shaowu.

Al contrario, según la distribución gubernativa, la diócesis de Changting está incluida en la de Xiamen, y las dos prefecturas apostólicas está unificadas en una nueva diócesis, la de Minbei.

Pues bien, ateniéndose a esta segunda distribución, a la que también el Vaticano se adecua en la práctica, esta es la situación.

En la diócesis de Xiapu-Mindong, antes del acuerdo de 2018, la mayor parte de los fieles y del clero eran subterráneos, es decir, sin reconocimiento gubernativo, dirigidos por un obispo también subterráneo, reconocido solamente por Roma, Vicente Guo Xiijin. Pero había también una pequeña minoría de católicos oficiales, dirigidos por un obispo unilateralmente nombrado por el gobierno chino y excomulgado, Vicente Zhan Silu.

Con el acuerdo, Roma levanta la excomunión y nombra a Zhan como titular de la diócesis, degradando a Guo como auxiliar suyo. Gao acepta, pero rechaza la adhesión, como pide el régimen, a esa “Iglesia independiente” que él y sus fieles continúan considerando “irreconciliable” con la fe católica. Sometido por esto a represalias crecientes, hasta la expulsión de su casa y la pérdida completa de la libertad, en un silencio total de la Santa Sede, termina por dimitir de todos sus cargos públicos, precisamente en la vigilia de la renovación del acuerdo. Es fácil entender que la oposición entre oficiales y subterráneos, en la diócesis de Xiapu-Mindong, continúa siendo muy conflictiva.

Por el contrario, en la diócesis de Fuzhou, una de las más pobladas de China con 300.000 fieles, 120 sacerdotes y 500 religiosas, la contraposición es entre los mismos subterráneos, y tiene una larga historia. Antes del acuerdo de 2018, una parte del clero y de los fieles era partidaria del obispo nombrado por Roma, Pedro Lin Jiashan, mientras que otra parte más grande y combativa desconfiaba de él, creyéndolo demasiado deseoso de someterse al régimen. Para sanar estas posturas opuestas, entre 2007 y 2016 Roma incluso suspendió a Lin, sustituyéndole con un administrador apostólico. Pero en vano.

En efecto, cuando el 9 de junio de 2020 Lin, de 86 años, obtuvo el deseado reconocimiento gubernativo y firmó la adhesión a la “Iglesia independiente”, en la diócesis muchos se sintieron traicionados, tanto por él como por el Vaticano. Y ahora la oposición es más profunda que nunca.

En comparación, la pequeña diócesis de Xiamen es un oasis de tranquilidad, gobernada por un obispo reconocido desde hace tiempo tanto por Roma como por Pekín, y pacíficamente aceptado por los fieles: José Cai Bingrui, de 54 años.

Al contrario, la diócesis de Minbei lleva décadas sin obispo y probablemente no lo tendrá durante mucho tiempo. Se encuentra en un territorio montañoso y rural, tan grande casi como la mitad de la provincia de Fujan. Las comunidades católicas son pequeñas y dispersas, sin clero propio, asistidas por sacerdotes llegados de fuera.

Uno de estos sacerdotes, el más activo desde hace muchos años, proviene de la diócesis limítrofe de Xiapu-Mindong, precisamente del círculo del activo obispo anteriormente excomulgado que ahora la dirige. De hecho, este sacerdote desempeña el cargo de administrador de la diócesis vacante de Minbei. Pero si llegase a ser su obispo, se prevé que encontrará una fuerte oposición por parte de los fieles, precisamente por su cercanía al obispo excomulgado, con una gran oposición en su diócesis de Xiapu-Mindong.

Además, los católicos de este territorio dan muestras de preferir estar sin obispo –y así menos institucionalizados–, a fin de estar menos vigilados por las autoridades chinas. Se aplican a sí mismos el dicho: “Se caza el pájaro que alza el vuelo”. Mejor mantener un perfil bajo, sin obispo, sobre todo si este es un hombre del régimen, que sufrir una represión más fuerte de la que ya existe.

En resumen, cuatro diócesis con cuatro situaciones muy diferentes entre ellas. Fujan es una fotografía perfecta de lo complicada que es la estructura de la Iglesia china.

Sandro Magister

El colapso de la cultura cristiana, el Papa Francisco abraza solo al islam, ¿fumata próxima?, el Vaticano y sus montajes

 SPECOLA


En esta deslumbrante mañana de cielos azules sobre la ciudad de Roma se empieza a colocar el enorme abeto en la vacía Plaza de San Pedro. Un toque humano y navideño que da un poco de vida y color al desierto colonato, diseñado para abrazar. En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables. Esta técnica, llamada ‘la ventana Overton’ consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado, y que puede ser más eficaz que una bomba nuclear para destruir comunidades humanas. Las etapas son bien conocidas pasando de lo impensable a lo radical, de lo radical a lo aceptable , de lo aceptable a lo sensato, de lo sensato a lo popular y de lo popular a lo político. Mucho no tememos que ya estamos en esta última fase, los grupos de presión se consolidan en el poder y publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de partidarios de la legalización de lo impensable.

Valli nos ofrece un interesante artículo sobre como todo esto se está aplicando al cristianismo. El concepto de las ‘ventanas de posibilidades’, inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse también al hecho religioso y podemos pasar a nuevos dogmas prohibiendo los antiguos, entrando en un abismo demoniaco de autodestrucción. El camino está marcado: imposible, posible, aceptable, razonable, popular y finalmente legal. El juego he tenido éxito con divorcios, abortos, uniones homosexuales y con el género ya casi llegamos, actualmente está en la fase popular, a la espera de ser legal. Normalmente se necesitan unos diez años para obtener resultados, pero si las ventanas están vinculadas, el tiempo tiende a ser más corto, de hecho, la finalidad del encadenamiento de ventanas es cambiar y eliminar el propio concepto de familia. No se pretende solamente trastocar un comportamiento, sino incluso una fe, la cristiana, y por tanto, toda una civilización.

La nueva táctica: no más guerras, no más envidia; ahora todo se juega a nivel moral y sobre todo sexual. De ahí la revolución sexual de los años sesenta del siglo pasado, que por fin parece ser el arma adecuada en manos del Enemigo. El sexo, libre de responsabilidad, agrada a todos, es atractivo, no implica guerras. Del uso de la envidia pasamos al del egoísmo y por tanto al subjetivismo: cada uno es Dios para sí mismo y los imperativos morales son los que todos prefieren seguir. Y de hecho, el divorcio, el aborto, las uniones homosexuales y el género tienen como denominador común esta idea de la sexualidad que se puede resumir en la fórmula «Hago lo que más me gusta y nadie debe interferir». La Iglesia trató de oponerse a ella, Juan Pablo II y Benedicto XVI, con su predicación y su ejemplo, retrasaron la deriva subjetivista y relativista, hoy está barrera ya no existe. El pontificado actual, en lugar de dar señales claras, es extremadamente desorientador. La mayoría, que se ha convertido en minoría, primero es ridiculizada, luego silenciada, luego censurada y finalmente perseguida, y eso es exactamente lo que está pasando. Por el momento todavía estamos en la etapa de censura, pero llegando rápidamente a la persecución.

Bisignani es un personaje que sigue siendo influyente en el mundo romano, condenado por la justicia italiana por sus vínculos con el hampa romana, cliente preferente del banco Vaticano, ‘coordinador’ de intereses de logias, unido a todas las ‘Ps’ , la P1, P2… Su presencia en la prensa es escasa y con mensajes siempre subliminales, nunca indiferentes. El pontificado del Papa Francisco está al final, en sus horas más bajas y nos dice ‘desde la pequeña noticia que se filtra’ que, en función del curso de la pandemia, puede convocar un consistorio extraordinario, entre febrero y mayo. El objetivo puede ser la aprobación de la reforma de la curia, tan prometida y tan retrasada. El último rayo cayo sobre el cupulón el 11 de febrero, ¿podemos estar en vísperas de otro?

El abrazo del Papa al Islam es deseado y cuidado, no le interesan los cristianos perseguidos, pero parece preocupado por minorías alejadas de la fe católica. Los cristianos nunca han sido perseguidos como en este período histórico, según la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, más de 300 millones de cristianos viven en tierra de persecución. Estos cristianos sufren humillaciones, hostigamientos, en muchos casos son acusados ​​injustamente del llamado crimen de blasfemia y encarcelados, sus hogares destruidos, se ven obligados a abandonar sus aldeas, niñas secuestradas, desaparecidas y obligadas a «convertirse» y casarse con su torturador. ¿por qué los uigures sí y la represión cristiana por parte de los chinos no?

El caso que supuso la dimisión del cardenal Becciu después de la investigación de L’Espresso sigue con más sombras que luces. Becciu demandó al semanario, se desconoce si la iniciativa judicial está fundada, pero es cierto que el director, Marco Damilano, ha contraatacado con todas las armas. El Espresso no niega que una copia del semanario «estaba en manos del Santo Padre», pero por otro lado afirma que durante la audiencia todavía estaba preparando las cosas para publicar. Seguimos con demasiadas preguntas sin respuesta: ¿quién la hizo tener?, ¿y por qué no creerlo, si el Espresso la cuenta? El trabajo de un pseudoperiodista como Coccia debe ser verificado meticulosamente para confirmar que lo que escribe es cierto. Los tribunales en Italia , aunque sean desesperadamente lentos, son los habituales de un estado de derecho y no están permitidos los juicios sumarios con corte de cabeza. En el vaticano no existe la presunción de inocencia. Becciu no está investigado, ni en Italia ni en el Estado de la Ciudad del Vaticano, ni acusado, solo tenemos supuestas acusaciones de los magistrados vaticanos por corrupción y además, Becciu sigue siendo cardenal. Estas son la formas de actuar del los tribunales pontificios, Becciu ya está decapitado y no sabemos bien el porqué. Lo repetimos una vez más, Becciu tiene todo el derecho a defenderse, pero estamos seguros de que no llegará, se prefiere cerrar el caso que escarbar en complicadas complicidades. El Papa Francisco puede pensar que así manda más y refuerza su poder ante posibles ‘revueltas’ pero es un signo mas del miedo a la verdad y de terrible debilidad. En el caso McCarrick estamos en las mismas y los macarristas en sus puestos.

«Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés…»

Buena lectura.
Specola

sábado, 28 de noviembre de 2020

LA ESCANDALOSA ESTAFA QUE NOS ARRUINA

   EL TEATRO DE WILL

Duración 11:16 minutos

Twitter censura todo, excepto incendio de sacerdotes

GLORIA TV


El hashtag español #FuegoAlClero se convirtió en tendencia en Twitter.com, aunque el portal afirma que hace la guerra contra el “discurso de odio”.

Esto ocurrió el mismo día en el que Francisco aprobó la beatificación de 127 mártires españoles, sacerdotes, seminaristas, frailes, monjas y laicos, asesinados entre 1936-1939 por los comunistas españoles.

Pero ahora, en el 2020, vuelve el pasado. Se pueden ver tuits que alientan “quemar vivos a los sacerdotes” o que dicen “la única iglesia que ilumina es la que arde”.

Adviento: tiempo de espera, alegría y amor (Primer Domingo)



Duración 27:32 minutos



Homilía predicada el 2 de diciembre de 2007. Texto evangélico: Lc. 21: 25-33

NOTICIAS VARIAS 28 de noviembre de 2020

 


INFOVATICANA

Atención con idolatrar a Viganò

SPECOLA

El ‘dies irae’ del Papa Francisco, sobrevivir en la confusión del Vaticano, la barca de Pedro ‘un poco aquí un poco allá’.

QUE NO TE LA CUENTEN

Selección por José Martí

Homilía de hoy | Sábado, XXXIV semana del Tiempo Ordinario | 28.11.2020 | P. Santiago Martín FM

 Magnificat TV - Franciscanos de María

Duración 7:34 minutos



Última homilía del rito litúrgico ciclo A; en la que se habla de que debemos de estar muy atentos para que no se embote nuestra corazón con las preocupaciones de esta vida.

Mañana, domingo, 29 de noviembre de 2020, comienza el ciclo litúrgico B, con el primer domingo de Adviento.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Los tiempos negros del Vaticano, las distracciones del Papa Francisco, los chicos de Bilderberg, el futuro de China



El «Libro Negro del Vaticano» de Gianluigi Nuzzi ya está a la venta. Ante el negro panorama que inunda las calles y plazas de la ciudad eterna solo nos faltaba ver los mortecinos escaparates llenos de libros negros. Son diez años de investigación, iniciada en 2008 con Vaticano S.p.A. y que llegan hasta Becciu. Nos presenta un viaje inédito que entrelaza hechos de sangre, como el asesinato de Emanuela Orlandi, muertes sospechosas, como la de Albino Luciani, y llega hasta los más sutiles asuntos llevados a cabo por cardenales sin escrúpulos. No olvidemos que muchos de los ‘escándalos’ que hoy padecemos son fruto del trabajo de periodistas como Gianluigi Nuzzi y no de la tan predicada trasparencia de los organismos vaticanos. Las noticias de hoy nos recuerdan a protagonistas que han aceptado juicio y prisión por haber dado a conocer hechos que, a diferencia de sus acciones, hubieran merecido investigación y cárcel. Poco a poco las cosas están encajando y llegará el momento de reconocer a los que han pagado un precio muy alto en términos de libertad personal, dado que algunas personas fueron privadas de ella, y han sufrido increíbles juicios sumarios que tuvieron un impacto mundial.

El autor del ‘Libro negro del Vaticano’ junto con Emiliano Fittipaldi, fue juzgado en el Vaticano, con acusaciones infundadas, como la de poner en riesgo la seguridad económica de la Santa Sede. El tribunal único y su juez único no han tenido más remedio que abrir procesos ante la presión mediática. Esto es nuevo en el Vaticano, es un buen paso adelante, no es posible pretender ocultar eternamente el monumental almacén de escándalos y seguir en silencio. Esta publicación nos ofrece una reflexión que está pesando en estos momentos en los organismos del Vaticano y que no parece que nadie este estudiando cómo resolver. La salud del Papa es fundamental, se intenta proteger al Papa Francisco de un posible contagio por todos los medios, pero si el Papa Francisco enferma, ¿qué pasaría? ¿Qué le pasaría a la Iglesia que atraviesa el período más difícil, el más complejo de la historia contemporánea?

Asistimos a un obstinado silencio del Espresso y de la Santa Sede tras la liquidación de Becciu que está siendo «utilizado para encubrir algo turbio”, hoy tenemos una larga entrevista a Lucetta Scaraffia y Korazyn nos ofrece la transcripción: «Hay una necesidad de verdad y justicia que no se debe pisotear con tanta facilidad», y si además el silencio es aceptado por periódicos, agencias y revistas que se declaran «católicas» el escándalo es mucho mayor, desde el punto de vista de la comunicación. La comunicación institucional de la iglesia, que lleva mucho tiempo en un estado comatoso.» Recordemos que Lucetta Scaraffia dirigió el Osservatore Romano mensual «Mujeres, Iglesia y Mundo». Y perece ser la única que ha roto el muro de silencio: «Mi idea es que hay algo grande detrás, no sé qué obviamente. Está claro que el cardenal fue elegido como chivo expiatorio para ocultar algo grande y dar una idea del Vaticano, refrescar la imagen del Vaticano, digamos, como un lugar donde se hace justicia golpeando incluso a los más altos cargos». «El Vaticano ha planteado una necesidad real de los fieles, que el dinero que damos a los pobres debe ir a los pobres, y contra la corrupción. Pero no hay solo dinero, ni solo hay pobres, también existe la necesidad de conocer la verdad y que todos los seres humanos, incluidos los cardenales, sean tratados con justicia». Los casos en el Vaticano se suceden: » Sí, no es el primero, lo sabes desde el caso del pobre Paolo Gabriele que murió ayer, las noticias extrañas salen del Vaticano y son parte de una guerra, a estas alturas la prensa se ha convertido en la mano armada de las guerras dentro del Vaticano».

El Papa Francisco en la entrevista de Valentina Alazraki y la pregunta sobre McCarrick y Viganò dio está respuesta: «De McCarrick no sabía nada, por supuesto, nada. Lo he dicho varias veces, no sabía nada. Sabes que no sabía nada de McCarrick, de lo contrario no me habría quedado callado. El motivo de mi silencio fue en primer lugar que las pruebas estaban ahí, les dije: “ustedes juzgan”». Para Viganó la cosa es clara:»Finge no recordar lo que le dije sobre McCarrick y finge que no fue él quien me preguntó por McCarrick en primer lugar», «Que el Papa haya dicho que no sabía nada es mentira».

En el blog de Tosati y de Valli tenemos un estudio sobre estas pequeñas ‘libertades con la verdad’ que tanto parecen gustar al Papa Francisco. En el informe elaborado por la Secretaría de Estado falta tanto la presencia de Angelo Sodano, protagonista absoluto de la última fase del pontificado de Juan Pablo II, como el Secretario de Estado de Benedicto XVI, Tarcisio Bertone. El propio informe intenta ocultar estas enormes lagunas citando a personajes secundarios que evidentemente actuaban a las ordenes de sus superiores. Según el Informe, Parolin dijo en «una breve conversación con el Papa Francisco que McCarrick había sido ‘objeto de chismes’ sobre actos imprudentes del pasado con adultos y que la Congregación para los Obispos le había indicado previamente a McCarrick que debía realizar una vida más reservada y sin viajar tanto”. El informe continúa diciendo que el cardenal Parolin recordó que «no lo presentó como un asunto de grave preocupación, ni como algo muy grave», Parolin recordó que el Papa Francisco comentó que «quizás McCarrick todavía podría hacer algo útil». Demasiadas «distracciones» del Papa Francisco y todas documentadas.

En este delicado momento, la Iglesia está siendo atacada. Los sacerdotes, y los pocos obispos, que viven y predican el Evangelio son perseguidos, humillados, ridiculizados por una ‘dictadura del bien’, cada vez más perniciosa. Sacerdotes, obispos y cardenales guardan silencio buscando una vida tranquila y no ser reprochados desde arriba ni perder sus ‘puestos de trabajo’. La pandemia se está aprovechando para imponer de forma rápida, con apariencia democrática, todas la teorías del nuevo orden mundial. Repasando el comité europeo para gestionar la post pandemia nos encontramos con nombres, todos, vinculados a una de las organizaciones más importantes, censuradas y controvertidas: el club Bilderberg. En Francia parece que se empiezan a revelar y para obispo de Bayona, entre otros, Marc Aillet: «El argumento de la salud no justifica nada. La salud física no puede convertirse en un valor absoluto «, » la prohibición de celebrar el culto, incluso cuando se toman las medidas sanitarias razonables, con las misas reducidas al rango de actividades «no esenciales»: ¡esto nunca se ha visto en Francia, excepto en París bajo la Comuna!», » está mal subestimar la libertad de culto que sigue siendo, en la ley que separa a la Iglesia del Estado, la primera de todas las libertades fundamentales a las que los ciudadanos, atados por el miedo, han abdicado sin cuestionar». » Debemos «dar al César lo que es del César», y también debemos «dar a Dios lo que es de Dios» y no somos del César, ¡sino de Dios!»,»¡No permitamos que nos roben la fuente de nuestra Esperanza!».

Siguen las sesiones del juicio por abusos a los monaguillos de San Pedro destapadas por las publicaciones de Gianluigi Nuzzi, veremos en qué terminan, por ahora hay mucha presencia en los medios.

El nuevo misal italiano que entra en vigor el primer domingo de adviento está agotado y parece que estará disponible a partir de enero. Libro sobre China “Anticipando el futuro de China. Retrato de Mons. Aloysius Jin Luxian S.J. «, de Spadaro, con largo prefacio de Tagle. Parece une estudio que pretende analizar la complejidad de la situación religiosa en China y justificar lo bien que estamos haciendo ahora las cosas.

La reforma de la curia puede esperar y el coordinador Maradiaga empieza a preocuparse por el pasado mexicano de su futuro auxiliar del que seguro que no sabía nada de nada, pero nada.

«…cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.»

Specola

La vacuna más segura contra el coronavirus (Roberto De Mattei)



En las últimas semanas, algunas de las compañías farmacéuticas más importantes del mundo han anunciado la inminente producción de vacunas contra el covid 19. Al comentar esta noticia, un prestigioso virólogo italiano, el profesor Andrea Crisanti, ha hecho una declaración llena de sentido común. Cuando se le preguntó si se vacunaría ahora, dio la siguiente respuesta: «Normalmente se necesitan de cinco a ocho años para producir una vacuna. Por eso, no disponiendo de datos, no me pondría la primera vacuna que apareciera en enero. Me gustaría tener la seguridad de que la vacuna ha tenido oportunidad de probarse y de que satisface todos los criterios de seguridad y eficacia. Como ciudadano, tengo derecho a ello, y no estoy dispuesto a aceptar un atajo».

Es una respuesta llena de sentido común, y es además coherente con el principio de precaución que tanto se invoca hoy para la protección del medio ambiente. No se entiende cómo es que ese principio no deba aplicarse también en el terreno de la salud. El profesor Crisanti no es contrario a las vacunas, pero sostiene acertadamente que los comunicados de prensa de las empresas farmacéuticas no bastan para garantizar la seguridad de ellas, y está a la espera de datos científicos que sean posteriormente verificados por agencias dedicadas a ello. Por este mensaje de prudencia, ha sido demonizado por los medios de difusión y por algunos de sus colegas.

Crisanti se ha defendido con una carta al director publicada en Il Corriere della Sera el pasado día 23, en la que entre otras cosas afirma: «Los guardianes de la ortodoxia científica no admiten vacilaciones ni indecisiones. Exigen un acto de fe a quienes no disponen de información privilegiada. “La vacuna funcionará”, exclaman indignados. Soy el primero que espero que así sea. Con todo, me tomo la libertad de objetar que la vacuna no es un amuleto. Dejemos la fe para la religión y las dudas y el debate a la ciencia, de la que son estímulo y garantía».

He dado espacio a estas declaraciones porque, a mi juicio, son la voz del sentido común en una época en la que con frecuencia se pierde el buen uso de la razón. Quien, como nosotros, no es inmunólogo ni microbiólogo, y no está por tanto en condiciones de hacer previsiones científicas y sólo puede esforzarse por no renunciar al buen uso de la lógica, no puede menos que dar toda la razón al profesor Crisanti. Pero como además hacer uso de la razón es necesario vivir esta pandemia a la luz de la fe, podemos señalar la existencia de un remedio para el coronavirus que es indudablemente el más eficaz, porque no sólo previene los males del cuerpo, que todos temen, sino también los mucho más peligrosos del alma, de los que nadie habla.

Me refiero a la Medalla Milagrosa, cuya festividad se celebra el 27 de noviembre. Fue la propia Virgen la que un día de 1830 se apareció a Catalina Labouré, novicia de 24 años, en la casa matriz de las Hijas de la Caridad en la parisina calle Bac. Catalina Labouré recuerda: «Vi formarse en torno a la Santísima Virgen un cuadro de forma más bien ovalada sobre el cual, arriba, se podían leer como haciendo un semicírculo que salía de la mano diestra de la Virgen estas palabras escritas en letras de oro: “Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”. Entonces oí una voz que me dijo: “Manda acuñar una medalla siguiendo este modelo. Todas las personas que la porten obtendrán grandes gracias, sobre todo si la llevan al cuello. Las gracias serán abundantes para quienes la lleven con confianza”. En ese momento tuve la impresión de que el cuadro se daba la vuelta y vi el reverso de la medalla. En él figuraba la letra M (inicial de María) bajo una cruz que tenía por base la letra I (inicial de Jesús en latín.) Más abajo había dos corazones, uno rodeado de espinas (el de Jesús) y el otro traspasado por una espada (el de María). Por último, todo estaba circundado de doce estrellas. Luego, todo desapareció como si se apagara, y me quedé llena de, no sé, de buenos sentimientos, de alegría y consuelo».

En 1832 se acuñaron los 1500 primeros ejemplares de la medalla que había pedido la Virgen. A partir de entonces se multiplicaron las gracias y milagros: pecadores convertidos, moribundos que sanaban, peligros alejados… toda clase de gracias. La parroquia parisina de Nuestra Señora de las Victorias se convirtió en un centro de extraordinaria propagación. Catalina Labouré llevó a cabo silenciosamente el apostolado de la Medalla Milagrosa hasta su muerte, que tuvo lugar el 31 de diciembre de 1876. Para aquellas fechas, la cantidad de medallas distribuidas superaba ya el millón. El fruto más sonado de la nueva devoción fue la conversión del judío Alfonso Ratisbonne, al que se le apareció la Virgen de la Medalla milagrosa el 20 de enero de 1842 en la iglesia de Sant’Andrea delle Frate en Roma.

En 1894, con ocasión del cincuentenario de las apariciones de la calle Bac, León XIII declaró auténtica la milagrosa conversión de Ratisbonne y estableció la festividad de la Medalla, para que se celebrase el 27 de noviembre de cada año. El 27 de julio de 1947, Catalina fue canonizada por Pío XII, y actualmente su cuerpo se venera en la capilla de las apariciones en la calle Bac, junto a la de Santa Luisa Marillac, fundadora junto con San Vicente de Paúl de las Hijas de la Caridad.

¿Por qué escogió la Virgen una simple medalla para distribuir sus gracias? Por la misma razón por la que eligió a una humilde novicia como destinataria de su mensaje: demostrar que la Providencia se vale siempre de instrumentos aparentemente insignificantes para derrotar a enemigos que se creen invencibles: «Dios ha escogido lo insensato del mundo para confundir a los sabios; y lo débil del mundo ha elegido Dios para confundir a los fuertes; y lo vil del mundo y lo despreciado ha escogido Dios, y aún lo que no es, para destruir lo que es» (1 Cor.1,27-29).

En su aparición del 27 de noviembre a Santa Catalina Labouré, la Virgen apoya victoriosa los pies sobre el mundo, y tiene en las manos otro orbe más pequeño y se lo ofrece a Dios. Si se lo ofrece es porque le pertenece. María, mediadora de todas las gracias y corredentora del género humano, es también Reina del Cielo y de la Tierra. El mundo es de Ella y no del dirigente del mundialismo. Hay un orden mundial que es santo, y es suyo.

El 19 de julio de 1931, con motivo del proceso de beatificación de Santa Catalina Labouré, Pío XI afirmó refiriéndose a los males que aquejaban a la Iglesia: «En estos días refulge la Medalla Milagrosa, como para recordarnos de modo visible y palpable que todo es posible para la oración, incluso los milagros, y sobre todo los milagros. Es ya de por sí un gran milagro que los ciegos vean… Pero hay otro milagro que debemos pedir a María, Reina de la Medalla: que vean los que no quieren ver».

La Medalla Milagrosa se bendice y se lleva puesta, preferiblemente al cuello. Sus devotos no sólo la portan al cuello o en el vestido, sino que la siembran en las propias casas, donde sea que hay dolor y pecado; puede propagarse por todas partes.

Llevada con fe por numerosos católicos en todo el mundo, la Medalla Milagrosa sigue cumpliendo hoy su extraordinaria misión y es una portentosa vacuna contra los males de nuestro tiempo. El último gran milagro que le pedimos es que se disipen las tinieblas del caos que envuelven al mundo en que vivimos.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

Roberto De Mattei

El Supremo bloquea las restricciones sobre el culto en Nueva York (Carlos Esteban)

INFOVATICANA


El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decretado que las restricciones sobre la celebración del culto público impuestas por el estado de Nueva York vulneran la libertad religiosa y no son neutrales porque se dirigen de forma selectiva contra los lugares de culto.

Naturalmente, el gobernador de Nueva York, el hombre que está detrás de esas restricciones al culto que el Supremo anula por considerarlas inconstitucionales, Andrew Cuomo, es ‘católico’. Tan católico como Biden, al menos, y ni un punto menos entusiasta del aborto provocado.

Las disposiciones de Cuomo obligaban a congregaciones máximas de diez y veinticinco fieles (según el tipo) en instituciones religiosas, una limitación que no afecta a muchos negocios que la normativa califica de “esenciales”, como centros de acupuntura. La Sagrada Eucaristía, para un sedicente católico, es menos “esencial”.

El alto tribunal llegó a esta decisión después de una votación de 5-4, con lo que puede afirmarse que la reciente incorporación de la juez católica Amy Coney Barrett ha sido crucial en ella y, en general, en la defensa de una libertad religiosa cada vez más amenazada.

En la sentencia, el tribunal afirma que la norma aplica un tratamiento discriminatorio “especialmente duro” contra los lugares de culto.

Carlos Esteban

Apostasía: insoslayable evidencia

 WANDERER


Hablábamos hace algunos días sobre la realidad de un cisma silencioso que estaba ya presente entre nosotros y en el que los cismáticos eran los miembros de la iglesia oficial que se había separado de la iglesia de los apóstoles, de los Padres y de los santos, es decir, de la iglesia de Cristo. Un extraño cisma encabezado por el Papa Francisco y secundado por la mayor parte de obispos, sacerdotes, religiosos y fieles. Si yo mismo hubiese leído este párrafo un tiempo atrás, no habría seguido con la lectura del artículo. Me hubiese resultado suficiente para calificar a su autor de exaltado y extremista. Y estimo que muchos de lo que lo lean ahora me calificarán del mismo modo.

Sin embargo, ante nuestro ojos se está desplegando con evidencia insoslayable la realidad de una apostasía que fue pintada hace muchas décadas por quienes nos precedieron: la traición de los hombres de iglesia y su entrega a los poderes y al espíritu del mundo.

Y hablo de una evidencia cuyo único modo de ser negada es tapándose los ojos, o la inteligencia. Y pongo como ejemplo un hecho que pasó inadvertido. Hace pocos días tuvo lugar el congreso de “superiores y superioras” generales de congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza y, por supuesto, el Papa Francisco hizo su aparición virtual en el condumio, dejándoles un mensaje del que transcribo las partes centrales:

El Pontífice invita a los religiosos a entrar en tres líneas de acción concreta: “centrarse, acoger e implicarse”.

Centrarse, entendido como centrarse en la persona, en “su valor, su dignidad, para poner de relieve su propia especificidad”, de manera que los jóvenes crezcan y maduren en “las capacidades y recursos necesarios para construir juntos un futuro de justicia y paz”.

Por esta razón, la acogida se convierte en “escucha del otro, de los destinatarios de nuestro servicio: los niños y jóvenes” necesitados, haciéndoles “atentos a otro tipo de voces, que no son sólo las de nuestro círculo educativo” para que no se “encierren en su propia autorreferencialidad” y para que “se abran al grito que brota de todos los hombres y de la creación”. El objetivo es “animar a nuestros niños y jóvenes para que aprendan a relacionarse, a trabajar en grupo, a tener una actitud empática que rechace la cultura del despilfarro”, “a salvaguardar nuestra casa común”, “adoptando estilos de vida más sobrios”, “respetando los principios de subsidiariedad y solidaridad y la economía circular”.

“Involucrarse y comprometerse”, dice el Papa Francisco, presupone “el compromiso activo de todos en esta labor educativa” para lograr “una mirada crítica, capaz de comprender los problemas en el campo de la economía, la política, el crecimiento y el progreso, y de buscar soluciones que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral”.

Estaban presentes en la reunión los sucesores de San Juan Bautista de Lasalle, de San José de Calasanz, de San Marcelino Champagnat, de San Juan Bosco y de tantísimos otros santos y santas que fundaron un sinfín de congregaciones religiosas, que fueron la flor de la iglesia, destinadas a la educación de niños y jóvenes y dirigida a un solo objetivo: hacer de ellos buenos cristianos a fin de que alcanzaran el cielo. Además de enseñarles las letras, las ciencias y las artes con pasión y calidad, les enseñaban sobre todo el camino de la salvación. Era esto tan obvio que nadie podía pensar siquiera en otra posibilidad o, mejor aún, los únicos que la pensaban eran novelistas o exégetas de imaginación calenturienta como Benson, Castellani, Soloviev, Hugo Wast y tantos otros. 

Lo que tenemos ante nuestros ojos —y que los neocones tomen nota puesto que no se trata de interpretaciones antojadizas—, es que el Sumo Pontífice propone que todas las congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza promuevan una educación en la que Cristo, la salvación del alma y las verdades de la fe están completamente ausentes. Más aún, tampoco están presentes las ciencias, las letras y las artes. Los únicos objetivos son los mismos proclamados durante siglos por el humanismo masónico y anticristiano, la promoción del hombre por el hombre mismo, despojado de cualquier indicio de trascendencia y encerrado en el mundo inmanente de la fraternidad ecológica y universal.

A estas alturas, nadie puede hacerse ya el distraído. Estamos ante una gran apostasía encabezada por el Sucesor de Pedro, secundado por una riada de obispos apóstatas y cobardes, y de curas y fieles bobos y cómodos, que están convirtiendo a la iglesia visible en una ciénaga en la que más pronto que tarde deberemos dejar de embarrarnos.

The Wanderer