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sábado, 8 de abril de 2017

El Papa misericordioso detiene los matrimonios de la FSSPX y libera adúlteros públicos (Christopher A. Ferrara)



Con aprobación del papa Bergoglio, la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió una carta respetando la “regularización” de los matrimonios entre los adherentes a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX).En la parte pertinente de la carta se establece que:

“pretende tranquilizar la conciencia de los fieles –no obstante, que la situación canónica de la Fraternidad S. Pío X continúa siendo, por ahora, objetivamente ilegítima;

“el Santo Padre… ha decidido autorizar a los Reverendísimos Ordinarios a que concedan las licencias para asistir a los matrimonios de fieles de la Fraternidad…;

“el Obispo delegará a un sacerdote de la Diócesis para asistir a los matrimonios (o bien, a un sacerdote de otra circunscripción eclesiástica con las debidas licencias) recibiendo el consentimiento de los cónyuges durante la celebración del matrimonio;

“que en la liturgia del Vetus Ordo se realiza al inicio de la Santa Misa. Ésta la celebra, después, un sacerdote de la Fraternidad;

“Allí donde ello no sea posible o no haya sacerdotes de la Diócesis que puedan recibir el consentimiento de las partes, el Ordinario puede conceder directamente las facultades necesarias a un sacerdote de la Fraternidad que celebrará también la Santa Misa…”

Consideremos brevemente lo absurdo -hay que decirlo- de estas disposiciones

Si al Papa realmente le preocupara “tranquilizar la conciencia de los fieles”, no obstante la persistencia objetiva de la irregularidad canónica de los matrimonios de la FSSPX, podría simplemente decretar la sanación radical de todos los matrimonios realizados por un sacerdote de la FSSPX hasta ahora, corrigiendo todo defecto o forma proveniente de la falta de delegación de parte de un ordinario local.

Luego, de aquí en más, podría simplemente conceder la facultad universal a todos los sacerdotes de la FSSPX para celebrar las bodas futuras de los laicos de la Fraternidad, de la misma manera que les concedió la facultad universal para escuchar confesiones válidamente sin delegación de un ordinario local. 

En cambio, el papa Bergoglio exige que un sacerdote diocesano o un “sacerdote de otra circunscripción eclesiástica con las debidas licencias” reciba los votos matrimoniales mientras que sólo autoriza al de la FSSPX a celebrar la misa nupcial. 

Al ordinario local se le concede meramente la discreción, aunque no la obligación, de permitir que un sacerdote de la FSSPX reciba los votos en caso de que un sacerdote diocesano u otro “con las debidas licencias” no esté disponible. 

De ahí lo absurdo de las disposiciones que, considerando la concesión previa de la facultad universal para escuchar confesiones, significarían lo siguiente:

  • Los sacerdotes de la FSSPX pueden celebrar válida y lícitamente el santo sacrificio de la misa, pero no pueden recibir válida o lícitamente el consentimiento matrimonial.
  • Los sacerdotes de la FSSPX pueden escuchar válida y lícitamente las confesiones de la novia o el novio en cualquier momento o lugar del mundo, hasta en el mismo templo en el que van a casarse, pero no pueden recibir válida o lícitamente sus votos en ese mismo templo el día de su casamiento.
  • La FSSPX puede celebrar misas lícitamente solo tras el intercambio de votos; de otra forma sus misas son ilícitas. 
  • La FSSPX puede estar presente para escuchar el consentimiento matrimonial de los adherentes a la FSSPX, pero no puede ser testigo de esos votos.
  • La gente puede confesarse válida y lícitamente cada semana con un sacerdote de la FSSPX, pero no puede asistir a sus misas lícitamente—excepto en un casamiento.
  • Los sacerdotes de la FSSPX actúan regularmente cuando escuchan confesiones y ofrecen misas nupciales, pero saltan inmediatamente a la irregularidad cuando presencian votos matrimoniales o celebran una misa que no es la nupcial.

Lo que tenemos aquí, de un Papa que nunca deja de condenar el legalismo farisaico y la casuística de los católicos ortodoxos, es un ejemplo de legalismo y casuística que haría sonrojar hasta a los fariseos

El poder del sacerdocio es rebanado como el salami y los sacerdotes de la FSSPX reciben solo algunas de las rebanadas mientras que otras les son retenidas. 

La suma total de estas disposiciones se condensa en la declaración del papa Bergoglio que de aquí en más ningún matrimonio de la FSSPX será válido o lícito a menos que se encuentre dentro del marco que él acaba de construir. Él no ha regularizado los matrimonios de la FSSPX, sino que los ha sometido a control diocesano.

Mientras tanto, Bergoglio trabaja incesantemente para asegurar que los adúlteros públicos viviendo en “segundas nupcias” reciban la sagrada comunión, al elogiar recientemente las “directivas” de los obispos malteses conformadas con Amoris Laetitia, que exigen que la comunión sacrílega le sea permitida a todo adúltero público que se considere “en paz con Dios”. 

Pero no puede haber matrimonios entre adherentes de la FSSPX que se sientan en paz con Dios si recurren al clero de la FSSPX, a menos que un sacerdote “regular” designado esté físicamente presente para recibir los votos. ¡A los que no cumplen con la letra o la ley canónica no se les puede permitir la paz de conciencia! ¡La paz de conciencia es solo para los adúlteros públicos!

Ese chirrido es el papa Bergoglio abriendo la canilla de su misericordia infinita para permitir que solo una gota o dos caigan sobre los resecos precintos de la FSSPX. La tortura de la gota china canónica continúa sobre estos fieles católicos. 

Mientras tanto, los adúlteros públicos de todo el mundo marchan a recibir la sagrada comunión dando la apariencia de “matrimonios” válidos que no son más que un “concubinato escandaloso que conduce a la muerte”, citando al papa Pío XI.

Recen para que termine esta diabólica farsa de pontificado.

Christopher A. Ferrara

Aclarando ideas (V) La Iglesia debe proteger la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, con claridad y sin confusión posible ... ¡O tendríamos otra Iglesia que no sería la de Cristo! [Froilán Aulé]


Para destruir la fe hay que apuntar al corazón de la Iglesia Católica, de su vida espiritual, de su razón primera de ser y eso se logra minando el dogma de la presencia real y substancial y banalizando la celebración, es decir atacando la liturgia.

Ya en 1965, al final del Concilio, circulaban teorías como la transignificación y la transfinalización sobre la Eucaristía que, pretendiendo dar una forma nueva y más entendible al dogma de la transubstanciación, en realidad lo que hacían era minar la fe
en la presencia real del Hijo de Dios en el augusto sacramento. Tuvo que salir al paso Pablo VI con su encíclica Mysterium Fidei. Tales teorías heréticas eran las mismas opiniones de Lutero dichas con otras palabras.

-En la misma línea de desacralizar y banalizar la Eucaristía se inserta la comunión en la mano. En Argentina como en todos los demás países de América e incluso los latinos de Europa se introdujo el indulto forzadamente y dolosamente -como lo hace notar el Obispo ahora emérito de San Luis (Argentina), Mons. Juan Rodolfo Laise -sobre poblaciones católicas que deseaban seguir comulgando como siempre; y llega a decir, demostrándolo, que la reintroducción de la Comunión en la mano no es otra cosa que el triunfo de una desobediencia.

"Desobediencia gravísima ante todo porque se trata de la Eucaristía. Luego porque implica la resistencia abierta a una directiva clara, explícita y sólidamente fundamentada del Papa Pablo VI; por su extensión universal; y porque quienes no obedecieron no fueron sólo fieles o sacerdotes, sino en muchos casos obispos y hasta Conferencias Episcopales enteras; gravísima, porque no solamente permaneció impune sino que obtuvo un éxito rotundo; gravísima, en fin, porque ha logrado que su carácter de desobediencia permaneciese oculto, haciendo que se crea, al contrario, que se estaba adoptando una propuesta venida de Roma, Por todo esto creemos poder afirmar que la introducción y difusión por todo el mundo de la práctica de la comunión en la mano constituye la más grave desobediencia a la autoridad papal de los últimos tiempos"

Sin embargo, es tan grande el poder de algunas Conferencias Episcopales y también el hecho que la desacralización se extendió de tal manera y ganó los ánimos de las personas que quitarla, para muchos -si no para la mayoría- es quitarles un derecho (¡!) ¡Como si nosotros no tuviésemos no el derecho sino el deber de reverenciar, respetar y adorar al Señor en la Eucaristía! Derecho es el de Dios de ser tratado con santo temor y reverencia a su divina majestad.

Se sabe que los últimos Prefectos del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos querrían volver a la comunión de rodillas y en la boca, pero no pueden. Esta es la triste realidad.

La pregunta entonces es ¿cómo se ha podido llegar a esto? La respuesta es obligada: porque nunca en la Iglesia se ha tolerado la difusión de errores y abusos tan ampliamente.

Si antes, con los Papas Juan Pablo II y Benedicto no fue posible revertir la situación ahora lo es mucho menos. La desacralización ahora se presenta con mayor gravedad al admitirse dar la comunión a quienes están en situación permanente de pecado mortal olvidando las palabras de san Pablo: «Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Examínese, por tanto, cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba del cáliz; porque el que come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación»" (1 Cor 11, 27-29).

Mons. Athanasius Schneider comenta en una entrevista: "Que Cristo, bajo las especies eucarísticas, haya llegado a ser hoy en día el más débil, vulnerable, indefenso y deshonrado en la Iglesia es un claro y lamentable síntoma de hasta qué punto se han deteriorado el amor y la fe plena en la Eucaristía y la Encarnación. Ciertamente, la esencia del protestantismo consiste en rechazar la plena verdad de la Encarnación con todas sus consecuencias: la visibilidad de la Iglesia, la vida de sacramentos, la realidad y grandeza de la Presencia Eucarística, las características encarnativas de la liturgia.

La crisis actual de la Iglesia se manifiesta principalmente en estas dos actitudes: una espiritualidad gnóstica y un naturalismo horizontal, cuya raíz está en el antropocentrismo, el cual por su parte es un rasgo típico del protestantismo".

Confusión

La confusión no es católicaEs, en cambio, la nota propia de las comunidades cristianas protestantes. En ellas la confusión y la división son crónicas, congénitas, pues nacen inevitablemente del libre examen interpretativo y de la carencia de Autoridad apostólica.

El papa León X, en la bula Exsurge Domine (1520), condena esta proposición de Lutero: «Tenemos camino abierto para enervar la autoridad de los Concilios y contradecir libremente sus actas y juzgar sus decretos y confesar confiadamente lo que nos parezca verdad, ora haya sido aprobado, ora reprobado por cualquier Concilio» (n. 29: DS 1479).

Partiendo de esas premisas, una comunidad cristiana solamente puede llegar a la confusión y la división. Este modo protestante de acercarse a la Revelación pone la libertad por encima de la verdad, y así destruye la libertad y la verdad. Hace prevalecer la subjetividad individual sobre la objetividad de la enseñanza de la Iglesia, y pierde así al individuo y a la comunidad eclesial. Es éste un modo tan inadecuado de acercarse a la Revelación divina que no se ve cómo pueda llegarse por él a la verdadera fe, sino a lo que nos parezca. No se edifica, pues, la vida sobre roca, sino sobre arena.

La fe católica

Lo más grave de Lutero fue hacer añicos la roca que sostiene todo el edificio cristiano: la fe en la enseñanza de la Iglesia apostólica. Y lógicamente todo el edificio se viene abajo.

La fe teologal cristiana es cosa muy distinta, esencialmente diferente, de la libre opinión de un parecer personal. Como enseña el Catecismo, «por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios... La Sagrada Escritura llama "obediencia de la fe' a esta respuesta del hombre a Dios que revela (cf. Rm 1, 5; 16, 26)» 

La fe cristiana es, en efecto, una «obediencia», por la que el hombre, aceptando ser enseñado por la Iglesia apostólica, Mater et Magistra, se hace discípulo de Dios, y así recibe Sus «pensamientos y caminos», que son muy distintos del parecer de los hombres (Is 55, 8)" [63].

La nueva Iglesia

-Para los modernistas -y en esto coinciden con sus oponentes tradicionalistas- a partir del Concilio nace una nueva Iglesia.

Los primeros para justificar todos los cambios y herejías y los segundos para denunciarlos y no aceptar en bloque al Concilio Vaticano II, origen de la revolución en la Iglesia. Frente a ellos el Papa Benedicto habla de una hermenéutica de la continuidad, entre el pre y el post-Concilio. Y emprende, sin resultado positivo, porque no fue secundado, una "reforma de la reforma litúrgica" como camino corrector para poner nuevamente las cosas en su lugar, ya que en la liturgia que se fue imponiendo a partir de Concilio, él ve la devastación de la fe. 

A este punto, necesario es aclarar que nada tiene que ver lo que se hizo en liturgia con el Concilio porque la Constitución sobre la liturgia, Sacrosantum Concilium, pide, por ejemplo, mantener el latín

El quitar el sagrario del medio y las imágenes incluso de la Santísima Virgen, la celebración del sacerdote "versus populum", la comunión en la mano, todo se hizo apelando a un difuso "espíritu del Concilio" y a misteriosas "razones pastorales".

Continuará

martes, 4 de abril de 2017

IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN LA ESCUELA

Duración 4:27 minutos

Las "dubia" de los cuatro cardenales hacen escuela. Es la hora de los laicos (Sandro Magister)


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"Clarificar". Con el mismo título-apelación con el que los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner hicieron públicas sus "dubia" sobre los puntos más controvertidos de "Amoris laetitia" se celebrará en Roma el sábado 22 de abril un gran congreso internacional, a un año de la publicación de la exhortación post-sinodal.
El congreso se celebrará en el Hotel Columbus, a dos pasos de la plaza San Pedro. En ese encuentro tomarán la palabra especialistas congregados de todo el mundo: Anna M. Silvas, de Australia; Claudio Pierantoni, de Chile; Jürgen Liminski, de Alemania; Douglas Farrow, de Canadá, Jean Paul Messina, de Camerún y Thibaud Collin, de Francia.
Los dos primeros son bien conocidos por los lectores de Settimo Cielo.
De Anna M. Silvas, católica de rito oriental e ilustre estudiosa de los Padres de la Iglesia, han podido leer el pasado mes de junio esta brillante y muy argumentada crítica del documento del papa Francisco:
Mientras que del ítalo-chileno Claudio Pierantoni, también él patrólogo, han leído el pasado mes de noviembre el instructivo paralelo entre el desmadre de la Iglesia actual y el de las controversias trinitarias y cristológicas del sigo IV, para superar las cuales se llevaron a cabo los concilios ecuménicos, tal como podría suceder de nuevo hoy:
El elemento caracterizante del congreso es que en él hablarán solamente laicos, como prueba que la controversia que divide hoy a la Iglesia no es para nada exclusiva de "pocos" eclesiásticos retrógrados – como algunos se arriesgan a decir –, sino que incluye a todo el "pueblo de Dios".
Ni tampoco los especialistas que tomarán la palabra el 22 de abril son voces aisladas. Basta pensar – entre muchos otros que se podrían citar – a dos figuras eminentes como el polaco Stanislaw Grygiel y el francés Rémi Brague, ambos convencidos partidarios de la validez de las "dubia" planteadas al Papa por los cuatro cardenales.
En la foto, el encuentro de dos días atrás entre Francisco y uno de los cuatro, el arzobispo emérito de Boloña, Carlo Caffarra, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
Entre los firmantes de las "dubia", el cardenal Caffarra es aquél a quien Jorge Mario Bergoglio le manifestó muchas veces en el pasado su estima. Y es también aquél que más ha desarrollado en público los argumentos a favor de sus objeciones a "Amoris laetitia", en especial en la entrevista concedida a "Il Foglio" el 14 de enero del 2017, ampliamente retransmitida en varios idiomas por Settimo Cielo:
El encuentro tuvo lugar el domingo 2 de abril, durante la visita del Papa a la diócesis de Carpi.
El congreso del 22 de abril es promovido por el mensuario de apologética "Il Timone" y por el sitio web "La Nuova Bussola Quotidiana", ambos dirigidos por Riccardo Cascioli.

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) ANEXO



NOTAS ADICIONALES:

1. Según Hilary White [en un escrito del 21 de noviembre de 2016, una semana después de la publicación de las Dubia] si todos los factores se mantienen estables —o sea, si Francisco no se arrepiente y los cardenales no se amedrentan— lo que ocurrirá, lo que tiene que ocurrir, es lo siguiente:

—Francisco continuará sin responder permitiendo que sus agentes hablen por él cómo hasta hoy. Continuará llamando «enemigos» y «detractores» a todo aquel que intente obligarlo a cumplir con su obligación.

Los cardenales, tras una pausa, durante la que quizá podrían emitir una nueva advertencia, se verán obligados a cumplir con su deber y denunciar su herejía por el bien de la Iglesia y la salvación de las almas. Esto debe ocurrir aunque la única razón sea que los fieles están siendo conducidos por este Papa al precipicio del pecado mortal

Después de la denuncia formal, por lo tanto, el episcopado, el clero y el laicado quedarán divididos en dos gruposLa parte católica será muy pequeña y, a los ojos del mundo, débil, impotente e insensata. La verdad de la fe será su única arma y escudo.

— El bando opuesto contará con todas las instituciones materiales de la Iglesia, todos sus recursos monetarios, los beneficios psicológicos del patrimonio material de sus templos, escuelas, universidades, hospitales, etc., además del poder político resultante del reconocimiento y el apoyo del mundo secular y de todos aquellos que continúan haciéndose llamar católicos.

— Francisco demandará la aquiescencia de todos los católicos por medio de sus amenazas e insultos habituales. Otorgará poderes a sus allegados a nivel nacional para castigar a sacerdotes, seminaristas, maestros, profesores universitarios, etc, si no se suman al Nuevo Paradigma.

— Este alejamiento posiblemente sólo podrá ser sanado a través de lo que los canonistas llaman una «sentencia declarativa» estipulando que Bergoglio es un hereje formal obstinado o pertinaz y que es a causa de sus propios actos por lo que pierde el oficio del papado.

— El deber de los cardenales quedará clarola Iglesia católica no puede funcionar sin un Papa y se verán obligados a convocar un cónclave.

¿Qué forma tomarán las cosas una vez que se haya realizado el cisma? 
Su aspecto podría elucidarse extrapolando la situación actual. 

La inmensa mayoría del mundo católico, laico o clerical, no tiene problema alguno aceptando el Nuevo Paradigma o los nuevos conceptos de dualidad del Vaticano. 

La Iglesia verdadera estará formada por los que siguen siendo creyentes, como siempre ha sido, mas ya no habrá edificios

La realidad, a los ojos de Dios, será que el cuerpo mayor consistirá en lo que podríamos llamar la secta bergoglianaPoseerán toda apariencia de legitimidad y serán respetados, o cuando menos aceptados, por el mundo quien considerará al grupo más pequeño de objetores como necios y «detractores».


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[Bien, de esto hace ya más de cuatro meses y los cardenales siguen sin  hablar. Está prevista una reunión en Roma el 22 de abril de 2017, solamente de laicos de gran prestigio internacional, para hacer hincapié en que el problema no es sólo de unos cuantos cardenales, con los que están completamente de acuerdo, sino de toda la Iglesia, a nivel mundial. Es algo que afecta a todos los católicos del mundo]


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2. Sobre esa idea del cisma en la Iglesia y de un nuevo Papa, siendo Bergoglio declarado hereje, hablé en este blog ... aunque lo que dije se trataba de un sueño. Pinchar aquí aquí. Y esto es lo que escribí después de salir del sueño: pinchar aquí.

José Martí

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) [3 de 3]


Me vienen ahora a la memoria unas palabras que dijo Jesús y que, como todas sus Palabras, son las únicas que nos pueden dar la Vida ... pues, además, al mismo tiempo que señalan un problema, señalan también su solución: 

"Todo reino dividido contra sí mismo será desolado y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no subsistirá" (Mt 12, 25)

En la actualidad la Iglesia está dividida contra sí misma. Y si continúa por este camino estaría abocada a su desaparición, a su destrucción como tal Iglesia (situación de apostasía universal).

Cierto que tal destrucción no puede ocurrir, pues "las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella" (Mt 16, 18) pero cierto también que "surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Y al crecer la maldad, se enfriará la caridad de muchos"(Mt 24, 11-12) ... hasta el punto de que llegará un momento en el que "quien os dé muerte piense que así sirve a Dios" (Jn 16, 2).

La Iglesia subsistirá (la verdadera Iglesiapero serán pocos los que pertenezcan a ella y puedan salvarse. Y esto es así hasta el punto de que "si no se acortasen tales días, nadie se salvaría; pero por los elegidos se acortarán aquellos días" (Mt 24, 22), nos dice Jesús.

En realidad no deberíamos de extrañarnos demasiado, pues todo lo que está ocurriendo ahora ya estaba anunciado en las Sagradas Escrituras: Vendrá un tiempo en que (los hombres) no soportarán la sana doctrina, sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos, y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas (2 Tim 4: 3-4).

Éste será (¡es!) el problema. Y junto al problema, la solución:

"Pero tú vigila en todo, afánate en el trabajo, haz labor de evangelista, desempeña bien tu ministerio" (2 Tim 4, 5).

Por eso, sus Eminencias, dado que "nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amará al otro, o bien se allegará a uno y despreciará al otro" (Mt 6, 24), según dijo Jesús, yo les suplicaría humildemente que, por lo que más quieran, no se vuelvan atrás en su corrección formal al Papa.

No se contenten con una simple declaración de lo que la Iglesia siempre ha dicho, porque eso ya lo están haciendo otros cardenales. Vendría a ser como otra "opinión" más ... cuando, en realidad, no lo es. Pero digo esto porque también hay muchos otros cardenales que, con la excusa de la adaptación de la Iglesia a los tiempos modernos, quieren cambiar toda la estructura de la Iglesia católica.

Considero que tienen una grave responsabilidad. Ya que han dado el primer paso ... ¡no se vuelvan atrás! ¡Cumplan con su deber (según 2 Tim 4, 5) y atiendan, sobre todo, a las palabras de Jesús"No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, sobre todo, al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28).

¡No pueden abandonar el rebaño que les ha sido encomendado, sobre todo cuando son conscientes de la existencia -comprobada y publicada-  de tantos falsos pastores que se han entronizado en la Iglesia y que están siendo causa de confusión y también de perdición eterna para muchas almas! 

El papa Francisco necesita de una corrección formal seria, pues AL supone un auténtico peligro para la fe.

Porque, además, lo que va a ocurrir es tan solo el primer paso. Una vez abierta la puerta a los adúlteros, es cuestión de poco tiempo el que pueda comulgar cualquiera, independiente de si tiene o no pecados, del tipo que sean.

Y dado que ya se ha entronizado a Lutero en el mismo Vaticano y que se quiere celebrar la conmemoración de la Reforma Protestante ...  hasta el punto, incluso, de querer celebrar una misa conjunta entre católicos y protestantes ... con motivo del quinto centenario de la ruptura protestante, se llegaría a una situación gravísima en la Iglesia, puesto que los protestantes niegan la Presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, amén de otros puntos incompatibles con la fe católica. 

Necesitamos recordar, una vez más, las palabras de san Pablo a los corintios: “Nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Cor. 13: 8). La Iglesia católica es la única Iglesia verdadera. No hay otra. Y fuera de la Iglesia no hay salvación posible. Esto es una verdad de fe. Si no creyéramos que esto es así, actuando, por lo tanto, en coherencia con esta fe, entonces ¿qué sentido tendría la vida de un católico? ¿Qué importaría tener una religión u otra? ... ¡Como si la religión católica fuese comparable a las demás, que son todas inventos humanos! ¡Ninguna otra religión ha sido revelada directamente por Dios, en Jesucristo, para nuestra salvación!

Si llegase a producirse esa celebración conjunta, la Iglesia habría pasado a mejor vida. Y las palabras de Jesús estarían teniendo ya su cumplimiento: "¿Pensáis que cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe en la tierra?" (Lc 18, 8). Posiblemente sería una señal de que el fin de los tiempos está cercano ... ¡y los verdaderos cristianos serían perseguidos por todos, incluida la Iglesia oficial, y vivirían en un estado catacumbal, al estilo de los primeros cristianos! 

Ese es el motivo por el que considero que, con carácter de urgencia, deben de dar un paso adelante, abandonándose por completo en las manos del Señor, que nunca falla, y realizar formalmente la corrección formal al papa Francisco, tal y como dijeron que haríany que no sea verdad el bulo que se corre de que no van a realizar tal corrección directa  pues es mucho - ¡muchísimo!- lo que está en juego. Y somos muchos los católicos que estamos expectantes de que se produzca esa corrección formal al Papa, dado que la cizaña está creciendo de un modo acelerado, en particular, a modo de ejemplo, en Alemania, aunque prácticamente se está extendiendo a nivel mundial. 

Deseo fervientemente que Dios les ilumine para que tomen la decisión que sea mejor para la Iglesia. Sepan que cuenta con mis oraciones continuas y con las de miles y miles de católicos que están atravesando una etapa en su vida de gran sufrimiento, al observar cómo el mundo ha penetrado en la Iglesia, cambiándola desde dentro ... y, lo más grave, que la mayoría de los obispos y cardenales que estaban viendo lo que ocurría callaban, por cobardía o por respetos humanos o por lo que sea. Eso ha dado lugar al panorama que ahora estamos contemplando en la Iglesia ... y lo que aún nos espera.

Por eso mi deseo es más una súplica porque la Iglesia se hunde.

Suyo afectísimo en el Señor Jesús:

José Martí

lunes, 3 de abril de 2017

Aclarando ideas (IV) Diálogo y protestantización de la Iglesia [Froilán Aulé]


- En ninguna parte de los Evangelios y del Nuevo Testamento se habla de dialogar con el mundo sino de convertirlo anunciando el Evangelio. "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que crea y será bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado" (Mc 16:15-16) 

- ¿Quién se atreve hoy a decir esto? ¿Dónde se escucha esto en la Iglesia? ¿No se dice acaso que no hay que hacer proselitismo y sí respetar las demás creencias? Arguyen que no hay que imponer nada a nadie. ¿Y quién impone? Anunciar no es imponer. Anunciar la salvación es el mayor acto de misericordia que podamos imaginar


¡Como si el anuncio fuera compulsiva exigencia de conversión! La exigencia es para quien cree en Cristo como Salvador, para la verdadera Iglesia, ésa que lleva en sí san Pablo cuando dice: "Ay de mí si no anuncio el Evangelio!" (1 Cor 9: 17). Dirá en ese pasaje de su primera carta a los corintios que, siendo libre, se hizo esclavo de todos para ganar a todos. Para ganarlos a la salvación.



Sí, al Evangelio se lo anuncia


- El Señor no dio alternativas al anuncio porque no las hay. Es por la predicación como se llega a la verdad de la fe. "Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero, ¿cómo invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído hablar? ¿Y cómo oirán si nadie les predica?" (Rom 10: 13-15).



Post-Concilio. Influencias modernistas.
Gestos equívocos y equivocados


- Además, a eso contribuyeron gestos e iniciativas equívocos como el beso de Juan Pablo II al Corán (como si fuera Palabra de Dios, cuando sólo se besa la Sagrada Escritura y en particular el Evangelio). Debemos pensar que a cometer ese grave error lo llevó un ímpetu entusiasta y no el reconocimiento de una falsa religión. 

- También fue totalmente errado el encuentro de Asís de 1986 con todas las religiones que iría a abrir las compuertas al indiferentismo religioso en el que una religión vale tanto como otra. En ese encuentro se vieron animistas con sus ritos en las iglesias de Asís, un Buda sobre un sagrario, etc. No se puede dudar de la buena intención de un Papa santo como Juan Pablo II que buscaba asociar otras religiones a la paz y procurar la convivencia pacífica entre ellas


- Sin embargo, fue un grave error, señalado por Cardenales como el Cardenal Giacomo Biffi y también por el mismo Ratzinger. Lástima que, pese a ser crítico con ese encuentro, 25 años más tarde y ya como Papa, Benedicto XVI permitió la reedición de Asís, por más que fuera con atenuantes. La única respuesta a ese aparente desdecirse es que grandes deben haber sido las presiones internas. Grandes también las otras fuerzas exteriores, al punto que -unas y otras-posteriormente lo obligaran a renunciar.


- Aquellos gestos de acercamiento, aquellas iniciativas, por buenas que fueran las intenciones, llevaron y llevan a la confusión de los fieles, a pensar que todas las religiones son buenas, que en todas hay algo de verdad

- Se entra así por el plano inclinado donde al final lo mismo da una religión que otra, cada una tiene su verdad, pero ninguna la tiene por completo, etc. Y se llega al sincretismo y a negar a Cristo como Verdad absoluta y por tanto a toda la Revelación en la única salvación de Jesucristo. 


[Ahí tenemos, por ejemplo, el vídeo del papa Francisco, de enero de 2016, en donde lo importante es amarse y que todos somos hijos de Dios, y que Dios es el mismo para todos; o que todas las religiones conducen a la salvación.  De modo que, sin meternos en las intenciones, que suponemos buenas, lo cierto y verdad es que toda la confusión reinante actual, en este sentido, fue introducida por el papa Juan Pablo II]




La Iglesia se ha ido "protestantizando"


- Por ejemplo, eso lo vemos ya en los documentos del Concilio cuando el Papa Pablo VI tuvo que intervenir -luego de redactada la Lumen Gentium- mediante una nota explicativa previa que aludía al capítulo 3. Por medio de un texto ambiguo se pretendía relativizar el dogma de la Infalibilidad, proclamado por el Vaticano I. El texto estaba imbuido de una eclesiología (concepto de Iglesia) protestantizada la cual disminuía la autoridad del Papa en vistas a una sinodalidad (colegialidad) en la que el Papa se igualaba a los demás obispos.


- Ya, casi al final de su vida, Pablo VI advertía a su amigo Jean Guittón que la Iglesia iba por un camino de protestantización y que llegaría el día en que se vería reducida a un pequeño resto. Y también decía, con amargura, "esperábamos una primavera después del Concilio y vino un crudo invierno". Y muy conocida es su frase que "por alguna grieta de la Iglesia ha penetrado el humo de Satanás".

- La referencia exacta de la charla de Pablo VI con su amigo Guittón, filósofo y miembro de la Academia Francesa, a fines de su pontificado, en 1977, es ésta: 


"Hay una gran perturbación en este momento en el mundo y en la Iglesia, y lo que está en cuestión es la fe. Ahora me ocurre repetir aquella frase oscura de Jesús en el Evangelio de san Lucas: "Cuando el Hijo del hombre vuelva, ¿encontrará aún la fe en la tierra?"... A veces releo el Evangelio del fin de los tiempos y constato que emergen en este momento algunos signos de este fin. ¿Estamos próximos al fin? Esto jamás lo sabremos. Hay que estar siempre prontos, pero puede aún durar mucho tiempo. Cuando considero al mundo católico, lo que me llama la atención es que dentro del catolicismo parece a veces predominar un pensamiento de tipo no católico, y puede ocurrir que este pensamiento no católico mañana se vuelve el más fuerte. Pero jamás representará el pensamiento de la Iglesia. Es preciso que subsista un pequeño rebaño, por más pequeño que sea"

[¡Verdaderamente profético, pues es lo que está ocurriendo hoy en día!]

- Estamos ante lo que el entonces Cardenal Karol Wojtlyla definió como el enfrentamiento final entre la Iglesia y la anti-Iglesia. Así lo dijo en un Congreso Eucarístico, el de Filadelfia, en 1976:  En esta lucha la Eucaristía es el centro del ataque por más que no lo parezca. ¿Qué estaba, si no, en juego, en el Sínodo de la Familia? ¿No era acaso el acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos a "casar"? 

- De hecho, Lutero destrozó todo lo cristiano



  1. los dogmas, negando su posibilidad; 
  2. la fe, devaluándola a mera opinión; 
  3. las buenas obras, negando su necesidad;
  4. la Escritura, desvinculándola de Tradición y Magisterio; 
  5. la vida religiosa profesada con votos, 
  6. la ley moral objetiva, 
  7. el culto a los santos, 
  8. el Episcopado apostólico, 
  9. el sacerdocio ministerial y el sacrificio eucarístico, 
  10. y todos los sacramentos, menos el bautismo...

- En octubre de 1995 el Cardenal primado de Holanda, Adrianus Simonis, denunciaba en una entrevista concedida a la revista 30 Días: "La situación de la Iglesia es hoy dificilísima. Puede uno preguntarse si no está en acto, en el mundo occidental, una sedicente segunda Reforma (protestante) [...] Esta segunda Reforma me parece aún más peligrosa que la primera"

- Él sabía muy bien de qué hablaba: baste recordar el herético catecismo holandés.



Continuará