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lunes, 17 de mayo de 2021

El diagrama de Biderman métodos de persuasión colectiva en tiempos de pandemia [comentado por José Martí]

 EL TORO

Duración 4:09 minutos

https://eltorotv.com/programas/el-gato-al-agua/el-diagrama-de-bierderman-metodos-de-persuasion-colectiva-en-tiempos-de-pandemia-20210515

Nuestra libertad, tanto la individual, como la del resto de la humanidad, está en juego con este Nuevo Orden Mundial que se nos ha impuesto, com motivo de esta "pandemia"; y se ha hecho de un modo arbitrario en la mayoría de los casos. No está probado científicamente ni la efectividad de las mascarillas ni la validez de los PCR ni, por supuesto, la bondad de las "vacunas" (que no son tales). 

Y, sin embargo, lo  aceptamos todo "dócilmente" como corderitos ... sabedores de que quienes están en la cúpula del Poder y mueven los hilos, son personajes siniestros, opresores e inmorales, a quienes les importa un bledo el bienestar real de la gente. De hecho, en las llamadas "vacunas" (que no son tales) se está realizando un proceso de utilización masiva de las personas como conejillos de indias, para un experimento: EXPERIMENTACIÓN CON PERSONAS HUMANAS. Esto es muy grave. Y, sin embargo, la gente calla y otorga. Y es que no se admiten voces disidentes, ni siquiera de científicos de un gran prestigio internacional. Se les silencia o incluso se les denigra. Y es que tienen todo el poder mediático, mediante el cual manipulan a la población (esto es, les mienten) sobre asuntos gravísimos.

Por un temor INDUCIDO POR ELLOS,  pero sin estudios científicos serios que lo respalden, están limitando la libertad de todos y de cada uno, hasta llevarnos a a la esclavitud total.  Y la gente no sólo no se rebela sino que a todo el que disienta de la "mentirosa versión oficial" lo denigran (la misma gente) como si estuviese siendo un irresponsable que está esparciendo el virus por dondequiera que vaya. Es un poder maléfico éste de la Televisión, una televisión que ha renegado de su función de informar con veracidad a la gente; se han dejado comprar por dinero por estos indeseables que sólo buscan la destrucción de la humanidad. Y de hecho, hablan abiertamente de ello, sin más, como diosecillos diabólicos: Nueva Normalidad, Nuevo Orden Mundial, Agenda 2030, etc... cosas todas ellas que deben de ser aceptadas sí o sí ... porque ellos lo han decidido.

¿Hasta dónde van a ser capaces de llegar? Desde luego, va a depender mucho de la reacción de la gente ante esas imposiciones manipuladoras. Pero, para ello, sería necesario que la gente dejara de ver la televisión basura y asquerosa; y sobre todo y lo más importante: la gente debería volverse hacia Dios, a quien le han dado la espalda. Sólo si Cristo reina en los corazones y en la sociedad, ésta puede salvarse. De lo contrario, y cada día con más furor, la evolución programada por la  UE, la OMS, Soros, Bill Gates, la masonería poderosa que se esconde también detrás de todo esto ... acabará esclavizando a toda la Humanidad.

Porque, por otra parte, no deberíamos olvidar que en el trasfondo de todo lo que está ocurriendo, el verdadero "vencedor" y "señor del mundo" es el Diablo, en cuya existencia casi nadie cree pero que, por eso mismo, campea a sus anchas, sin apenas obstáculos que se le opongan. El único obstáculo contra el que no puede es Jesucristo. Y por eso se va encargando de que todos los Estados Poderosos del Mundo persigan a los cristianos (a los verdaderos cristianos) hasta acabar con toda rebelión contra su Agenda.

Por supuesto que Dios no lo permitirá y actuará. Pero dada la apostasía generalizada que existe, podría ocurrir que todo cuanto está ocurriendo ahora no sea sino un preludio de que el fin del mundo se acerca. No lo podemos saber, pero todas las señales profetizadas por Jesús se están cumpliendo: un mundo que, en su totalidad, ha perdido la fe; la persecución a todos los que creen en el nombre de Jesús, "pensando", incluso, que así obran bien; y un largo etcétera.

Y, sin embargo, tenemos las palabras de Jesús que, como siempre, son consoladoras: "No tengáis miedo. Yo he vencido al mundo. Y Yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos". Y su consejo es muy claro: "Cuando comiencen a suceder estas cosas, tened ánimo y levantad vuestras cabezas, porque está cerca vuestra redención" (Lc 21, 28)

José Martí

domingo, 16 de mayo de 2021

El deseado reinicio del Papa Francisco, Pell sigue creciendo, los tres jueves.



Ya tenemos mediado el mes de mayo y la presión mediática sigue su curso. El Vaticano no consigue salir de la maraña de casos sin resolver que le persiguen desde hace decenios y el pontificado del Papa Francisco añade a esta lista más problemas que soluciones. La vieja táctica de ocultar, de manipular los medios para que no se sepan las cosas, de destruir a los mensajeros que no se integran en el sistema, ya no da resultado. En estos últimos años ha cambiado la forma en que recibimos la información y es muy complicado controlarla. Los medios oficiales, los financiados con pólvora del rey, o los que viven de vender favores a los poderes de turno, no sobreviven en un mundo libre.

Por hablar de lo que nos toca de cerca, un blog como el nuestro era impensable hace muy poco tiempo y , visto el malestar que provoca, entendemos que estamos en el camino justo. Hoy buscamos información de calidad y de primera mano, las opiniones son otra cosa y cada uno tenemos la nuestra, pero no podemos llegar a una opinión acertada si no contamos con la información adecuada. Este es un mundo en el que la iglesia tiene que aprender a vivir y empezar a considerar la inutilidad de tantos medios carísimos e ineficaces que pueblan nuestras mortecinas instituciones.

Nos intentan vender el reinicio como única salida posible a la profunda crisis social y económica que estamos sufriendo, cuyas consecuencias veremos con más profundidad en poco tiempo. Todos queremos reiniciar y bien está dejarnos de tantas tonterías que no sirven para nada, pero nos pretenden vender un reinicio fijado en la agenda 2030 como único reinicio posible y mucho nos tememos que nos arrastrará a un precipicio del que será más complicado reiniciar. El Papa Francisco, y la actual administración del Vaticano, solo quieren reiniciar, en este caso lo entendemos muy bien, por qué el panorama que se viene arrastrando es irrespirable e insoportable. Los dos temas estrella, los abusos a menores y la perpetua crisis financiera con sus escándalos continuos, hacen soñar en un reinicio, pero los sueños, sueños son y los castillos en el aire tienden a caerse.

El diario de presión de Pell ya está a la venta en italiano y este hecho está haciendo proliferar artículos sobre las reformas económicas en las que Pell intentó tener un papel decisivo y que fueron abortadas sin que estemos retomando el ritmo previsto. El papel de Pell es mucho más importante de cara al futuro inmediato de la iglesia, puede ser un aglutinador en el próximo cónclave, no tanto como candidato, ni incluso como elector, sino como autoridad creciente dentro del sacro colegio. Pell es un ratzingeriano preocupado por el relativismo que está socavando las certezas de occidente: «La necesidad de preservar la dimensión vertical de la comunidad adoradora es una de las razones por las que estoy también a favor de que el sacerdote recite la Plegaria Eucarística de espaldas al pueblo, lo que serviría para aclarar de una vez por todas el hecho de que el sacerdote no es el centro de la atención, ni de la acción». «El ser humano ya no tiene la dignidad innata por el simple hecho de ser a imagen de Dios; la naturaleza humana no existe. Como no hay ley moral que deba ser respetada para el crecimiento armónico de la humanidad solo queda mejorar la salud física y proteger el medio ambiente».

(...)

El quijote recomienda los refranes: «Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todas son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas» y el día de la Ascensión es especialmente rico: "De todos los santos a la Ascensión, no te quites el faldón, y después quita y pon". «Hasta que no llega la Ascensión, no se cambia de estación». Hoy se celebra en muchos lugares la fiesta de la Ascensión uno de esos «tres jueves que tiene el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión». Feliz jueves de la Ascensión aunque sea en domingo.

«El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado».

Buena lectura.

Specola

Solemnidad de la Ascensión: La ausencia del Señor y la promesa del Espíritu Santo.




DURACIÓN 21:20 minutos


Homilía predicada el 13 de mayo de 1999

viernes, 14 de mayo de 2021

Ponencia del biólogo Fernando López Mirones en el Congreso de Madrid


Duración 42:05 minutos



Ponencia del profesor Fernando López Mirones Biólogo en el Congreso 2 de Mayo celebrado en Madrid por Médicos, científicos, biólogos y juristas celebrado el 1 de mayo de 2021.

Mirones habla de cómo nació Covid, su proceso de creación, los medios, las PCR, los asintomáticos, el lenguaje inventado expresamente para desacreditar a los científicos que cuestionen o que planteen cualquier duda en relación a la narrativa oficial etc. Una ponencia muy interesante, en donde el doctor Mirones derrocha mucho sentido del humor. Es agradable de escuchar

Se habla de ASINTOMÁTICOS, PCR, MASCARILLAS, CONFINAMIENTOS, JUEGO DE PALABRAS PARA CONFUNDIR A LA GENTE, MIEDO, NIÑOS, ETC.


Por fin



España, como el resto de la Iberosfera, lleva décadas soportando que el derecho positivo, es decir, que la simple voluntad del legislador sordo al debate, ciego a la realidad y desmemoriado con la Historia, imponga su voluntad en forma de ley con mínimas posibilidades de defensa constitucional.

Decretazo a decretazo, o mayoría simple a mayoría simple de los partidos del establishment bipartidista con la bien pagada contribución de los nacionalismos separatistas, el Boletín Oficial del Estado ha publicado una miríada de leyes que no soportarían una revisión de un Tribunal Constitucional que trabajara en la defensa del Estado de Derecho y que no fuera una correa de transmisión del poder político. Los ejemplos están en la mente del lector informado: políticas lingüísticas, leyes educativas, aborto, leyes identitarias de género, desmemoria democrática, funcionamiento de la Justicia, discriminaciones ‘positivas’, competencia, fiscalidad, transferencias…

Tan acostumbrados están nuestros gobiernos y partidos tradicionales a mandar a golpe de decreto o a golpe de pacto antinatural entre los que se dicen constitucionalistas y los enemigos de España, que en marzo de 2020, tras un primer amago de colocar al entonces vicepresidente Pablo Iglesias en la Comisión Delegada del Centro Nacional de Inteligencia, lo coló de rondón en el decretazo sobre medidas económicas por la pandemia de coronavirus chino (con perdón). Este desprecio por las instituciones y por las reglas de juego del Estado de Derecho, unido a la mansedumbre de los españoles, dio como resultado una ola de un centímetro de indignación. Apenas un par de artículos aquí y allá, algún comentario cáustico en la radio, alguna zapatiesta en una tertulia no subvencionada y a las ocho, aplausos en los balcones.

Y no habría pasado nada por colar de manera ilegítima e ilegal a Pablo Iglesias y al jefe de Gabinete de Sánchez, Iván Redondo, sin derecho (constitucional) alguno a participar en un grupo que tiene como misión elaborar la Directiva de Inteligencia, es decir, las grandes líneas estratégicas de trabajo del CNI, si no hubiera sido por VOX.

Los diputados de Santiago Abascal fueron los únicos que presentaron un recurso de inconstitucionalidad contra el Real Decreto del Gobierno que colaba a Iglesias y a Redondo en el grupo restringido que decide las líneas de actuación de los agentes de ‘la casa’ en la defensa de los intereses permanentes de España en, pongamos como ejemplo, Venezuela, Túnez, Irak, Croacia y en regiones como Cataluña.

Con su agilidad característica, el Constitucional tumbó ayer la trampa positivista del Gobierno y dio la razón a VOX. Para nuestra desgracia, constatamos de nuevo que el Tribunal Constitucional no atiende lo urgente y la decisión ya no afecta a un fugado Pablo Iglesias que gracias a la desidia del TC ha disfrutado durante estos meses de una cuota ilegítima de poder en el centro de la Inteligencia nacional mientras él se reunía, puño en alto, con lo peor del castrochavismo en Bolivia. No lo olvidemos.

De esta sentencia del Constitucional que da la razón a VOX sólo nos caben dos consuelos. El primero, que anula la incorporación a la Comisión delegada del CNI del estratega de Pedro Sánchez y manda al Gobierno el mensaje, tardío, de que no caben trampas en su política infame de gobernar por decreto.

El segundo consuelo es el de que hay un partido vigilando. Por fin.

Fátima, ciento cuatro años después (Roberto De Mattei)



Se han cumplido ciento cuatro años de la aparición de la Virgen en Fátima el 13 de mayo de 1917.

A lo largo de estos ciento cuatro años se han cumplido muchos de los sucesos que anunció Nuestra Señora a los tres pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco, aunque la profecía todavía aguarda su cumplimiento.

El triunfo del Inmaculado Corazón de María que tantas almas esperan y en el que tantos han confiado vivamente durante estos ciento cuatro años no se ha cumplido todavía. ¿Será inminente? ¿Estará aún lejano? Ninguno lo sabemos.

Viendo las cosas desde un punto de vista lógico y humano, se diría que Dios se ha retrasado, porque la Iglesia y la sociedad entera atraviesan una crisis sin precedentes, la humanidad no se ha arrepentido y el Demonio está celebrando su victoria. Pero sabemos que la Divina Providencia rige con sabiduría cuanto sucede en el universo.

Desde esta perspectiva, los momentos dispuestos por Dios no coinciden con los de los hombres, tanto desde un punto de vista cuantitativo como desde el que podríamos llamar cualitativo.

El punto de vista cuantitativo es el cronológico; se refiere a la duración. No midamos el tiempo con la medida de nuestra frágil vida. Dios, que es infinito y no está sujeto a medida, mide según el patrón de la eternidad. Por eso afirma el Eclesiástico: «El número de los días del hombre, cuando mucho, es de cien años, que son como una gota de las aguas del mar; y como un granito de arena, tan cortos son los años a la luz del día de la eternidad» (Eclo.18,8).

Si comparamos con la eternidad con el tiempo más largo que pueda durar la vida humana, ya sea cien, doscientos o novecientos años como para quienes vivían antes del Diluvio, esos años –dice el P. Nieremberg– le parecerían un solo instante a quien fijase la mirada en lo inmenso de la eternidad. El tiempo, tan breve y fugaz, posee no obstante una cualidad valiosísima, que es ser la ocasión de la eternidad, ya que en el breve espacio de nuestra vida aquí en la Tierra decidimos si seremos eternamente felices en el Paraíso o desdichados por la eternidad en el Infierno.

En Fátima, la Virgen enseñó a los pastorcitos a la siguiente oración: «Dios mío, perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del Infierno y lleva al Cielo las almas más necesitadas de tu misericordia».

Esta oración acompaña a todo rosario y debería acompañar todo momento de nuestra jornada, sobre todo en el mes de mayo, porque procede del Cielo. Si esta oración la enseñó la Virgen, eso quiere decir que tenemos necesidad de rezarla; es decir, que para nosotros y para muchas almas el peligro del Infierno es grande, real y próximo. Vivimos en peligro continuo, y por eso hemos de velar constantemente, implorando la ayuda de Dios. Nos espera la eternidad.

Gracias a esta oración comprendemos el valor inestimable del tiempo, valor que no depende de su duración sino de la importancia de las decisiones que tomemos en todo momento a lo largo de nuestra vida. Este aspecto cualitativo del tiempo, que es el más misterioso, nos ayuda a entender la demora en el cumplimiento de la promesa de Fátima. Aunque sabemos que Dios es infinitamente justo y misericordioso, nuestra mente no es capaz de pensar simultáneamente en estos atributos de Dios, que coinciden en Él en un solo instante de la eternidad. Pero pensándolos por separado, como lo permite nuestra inteligencia, podemos entender cuándo llegar el cumplimiento de la promesa de Fátima.

Dios espera el momento en que Él recibirá la máxima gloria ejerciendo al mismo tiempo la suprema justicia y la suprema misericordia. Justicia suprema castigando a un mundo que ha rechazado la gracia de la conversión y es preciso reconstruir desde sus cimientos; y misericordia suprema inaugurando una era en la que quienes hayan permanecido fieles serán llenos de su Gracia y con ella construirán el Reinado Social de Jesús y María. No se trata del mundo sin pecado de las teorías milenaristas, sino un Reino en el que el pecado, en la esfera pública, estará sujeto a las mismas limitaciones a las que hoy están sujetos la verdad y el bien; o sea, una radical exclusión social.

Es lícito desear el triunfo del Corazón Inmaculado para que contribuya a ello, pero más perfecto aún es desearlo para adorar a Dios, que ejerce su máxima justicia misericordia.

No sólo debemos desear el fin de nuestros males, que de todos modos terminarán con nuestra muerte, sino el fin de los males de la Iglesia militante, que después de nuestra muerte proseguirá su camino hasta el fin del mundo. Y ante todo debemos desear el triunfo de la Iglesia sobre el Demonio y sobre la Revolución que desde hace tantos siglos la acomete.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

Roberto De Mattei

Francisco elude mencionar el aborto en su intervención sobre la crisis de la natalidad (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA



Según el prestigioso The Lancet, el aborto, en crecimiento sostenido, es ya la primera causa de muerte en el planeta. Pero Su Santidad, en el discurso inaugural de los Estados Generales de la Natalidad promovidos por el Foro de Asociaciones Familiares junto con el primer ministro italiano Mario Draghi, consiguió no mencionar la palabra una sola vez.

En estas páginas hemos defendido que la afirmación de Francisco a comienzos de su pontificado, en el sentido de que los católicos no debíamos “obsesionarnos” con las cuestiones de vida y familia en la lucha cultural es, en algún sentido, razonable. Es evidente que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad no se hizo hombre para predicar que la vida empieza con la concepción y que matar al niño en el vientre de su madre es una atrocidad. Por lo demás, es un concepto de ley natural que cualquiera puede entender sin necesidad de la fe.

Y, sin embargo, es innegable que sonó extraña y produjo un hondo efecto de desánimo en el movimiento católico provida, porque, pese a lo que hemos escrito antes, la Iglesia ha liderado indiscutiblemente estas iniciativas por juzgar, correctamente, que el aborto es una de las peores lacras de nuestro tiempo.

Dicho de otro modo, hay pocos asuntos de ámbito social más claros, urgentes y sangrantes, y la Iglesia Católica es, entre otras cosas más importantes, la conciencia del mundo, la voz profética que denuncia las injusticias que el mundo se niega a ver.

Pero de no ‘obsesionarse’ con el asunto a dirigir un largo discurso a una asamblea centrada en la espantosa crisis demográfica de nuestro tiempo, que deja nuestras sociedades condenadas a la extinción a medio plazo, con una tasa de natalidad muy por debajo de la tasa de sustitución, hay un larguísimo trecho.

«Cada año es como si una ciudad de más de doscientos mil habitantes desapareciera”, explica, gráficamente, el Santo Padre en su discurso. “En 2020 tocó el número más bajo de nacimientos desde la unidad nacional: no sólo por Covid, sino por una tendencia continua y progresiva a la baja, un invierno cada vez más duro».

La asamblea se centra en el caso Italiano, perfectamente asimilable al nuestro y al de toda Europa, y el Papa deploró la situación de “lo que se está convirtiendo en el viejo continente no ya por su gloriosa historia, sino por su avanzada edad». Habló de padres desgarrados entre el trabajo y la familia, de abuelos como botes salvavidas, y sentenció que «para que el futuro sea bueno, es necesario, por tanto, atender a las familias, especialmente a las jóvenes, asaltadas por preocupaciones que corren el riesgo de paralizar sus proyectos de vida».

Incluso criticó la situación en la que se encuentran tantas mujeres en el trabajo, temerosas de que un embarazo pueda suponer un despido, hasta el punto de llegar a ocultar su barriga. «¿Cómo es posible que una mujer sienta vergüenza por el regalo más hermoso que la vida puede ofrecer? No la mujer, sino la sociedad debería avergonzarse, porque una sociedad que no acoge la vida deja de vivir. Los niños son la esperanza que hace nacer a un pueblo».

¿No era la ocasión perfecta, lógica, natural, para recordar que nuestras civilizaciones dan por bueno el procedimiento de masacrar esa “esperanza” en el vientre mismo de sus madres, ese “regalo más hermoso que la vida puede ofrecer”? En Latinoamérica, su Latinoamérica, se produce ya un aborto por cada tres embarazos y es la región del planeta donde más está creciendo esta plaga. ¿Y ni siquiera una mención de pasada, un párrafo, una frase; pronunciar la palabra?

Esta semana, la carta de Ladaria tratando de frustrar un documento del episcopado norteamericano sobre negar la comunión a los políticos que defienden y aprueban leyes abortistas insistía en que la palabra “preeminente” aplicada a la gravedad del aborto podía malinterpretarse en el sentido de convertirlo en problema único. No creemos que los fieles sean tan estúpidos como para no entender su propio idioma. Pero en este caso no es que el asunto del aborto sea “preeminente”; es que parece haber desaparecido de la agenda pastoral.

Les ofrecemos el discurso del Papa, publicado en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Queridos hermanos y hermanas

Os saludo cordialmente y agradezco al presidente del Foro de Asociaciones Familiares, Gianluigi De Palo, la invitación y sus palabras de presentación. Doy las gracias al Dr. Mario Draghi, presidente del Gobierno, por sus palabras claras y esperanzadoras. Os doy las gracias a todos vosotros que reflexionáis hoy sobre el tema urgente de la natalidad, fundamental para invertir la tendencia y volver a poner en marcha Italia, empezando por la vida, empezando por el ser humano. Y está bien que lo hagáis juntos, involucrando a las empresas, los bancos, la cultura, los medios de comunicación, el deporte y el espectáculo. En realidad, hay muchas otras personas aquí con vosotros: hay sobre todo jóvenes que sueñan. Los datos dicen que la mayoría de los jóvenes quieren tener hijos. Pero sus sueños de vida, brotes de renacimiento del país, chocan con un invierno demográfico todavía frío y oscuro: sólo la mitad de los jóvenes cree que podrá tener dos hijos en el transcurso de su vida.

Así, Italia se encuentra desde hace años con el menor número de nacimientos de Europa, en el que está convirtiéndose en el viejo continente no ya por su gloriosa historia, sino por su avanzada edad. Este país nuestro, en el que cada año es como si desapareciera una ciudad de más de doscientos mil habitantes, alcanzó en 2020 el número más bajo de nacimientos desde la unidad nacional: no sólo por la Covid, sino por una continua y progresiva tendencia a la baja, un invierno cada vez más duro.

Y sin embargo, todo esto no parece haber atraído todavía la atención general, centrada en el presente y en lo inmediato. El presidente de la República ha reiterado la importancia de la natalidad, que ha definido como «el punto de referencia más crítico de esta temporada», afirmando que «las familias no son el tejido conectivo de Italia, las familias son Italia» (Audiencia al Foro de Asociaciones Familiares, 11 de febrero de 2020). ¡Cuántas familias en estos meses han tenido que hacer horas extras, dividiendo sus hogares entre el trabajo y la escuela, con los padres haciendo de profesores, técnicos informáticos, operadores, psicólogos! ¡Y cuántos sacrificios se piden a los abuelos, los verdaderos botes salvavidas de las familias! Pero no sólo: ellos son la memoria que nos abre al futuro.

Para que el futuro sea bueno, debemos ocuparnos de las familias, sobre todo de las jóvenes, acosadas por preocupaciones que corren el riesgo de paralizar sus proyectos de vida. Pienso en el desconcierto que provoca la incertidumbre del trabajo, pienso en los miedos que provocan los costes cada vez menos asequibles de la crianza de los hijos: son miedos que pueden engullir el futuro, son arenas movedizas que pueden hundir una sociedad. También pienso, con tristeza, en las mujeres a las que en el trabajo se les disuade de tener hijos o que tienen que ocultar su vientre. ¿Cómo es posible que una mujer tenga que avergonzarse del regalo más hermoso que puede ofrecer la vida? No la mujer, sino la sociedad debería avergonzarse, porque una sociedad que no acoge la vida deja de vivir. ¡Los hijos son la esperanza que hace renacer a un pueblo! Por fin, en Italia se ha decidido convertir en ley una subvención, definida como única y universal, para cada niño que nazca. Expreso mi agradecimiento a las autoridades y espero que esta subvención responda a las necesidades reales de las familias, que han hecho y hacen tantos sacrificios, y marque el inicio de reformas sociales que pongan a los hijos y a las familias en el centro. Si las familias no están en el centro del presente, no habrá futuro; pero si las familias vuelven a ponerse en marcha, todo vuelve a funcionar.

Quisiera ahora fijarme precisamente en la reanudación y proponeros tres reflexiones que espero sean útiles de cara a una esperada primavera que nos saque del invierno demográfico. La primera reflexión gira en torno a la palabra regalo. Todo regalo se recibe, y la vida es el primer regalo que cada uno ha recibido. Nadie puede dárselo a sí mismo. En primer lugar, hubo un don. Es un antes que olvidamos en el transcurso de la vida, siempre empeñados en mirar al después, a lo que podemos hacer y tener. Pero ante todo hemos recibido un don y estamos llamados a transmitirlo. Y un hijo es el mayor de los regalos para todos y está por encima de todo. A un hijo, a todo hijo, le acompaña esta palabra: primero. Al igual que a un niño se le espera y se le ama antes de que vea la luz, nosotros debemos dar prioridad a los hijos si queremos volver a ver la luz después del largo invierno. En cambio, «la falta de hijos, que provoca un envejecimiento de las poblaciones, junto con el abandono de los ancianos a una dolorosa soledad, es un modo sutil de expresar que todo termina con nosotros, que sólo cuentan nuestros intereses individuales.» (Carta encíclica, Fratelli tutti, 19). Hemos olvidado la primacía del don, -¡la primacía del don!- código fuente de la vida en común. Ha ocurrido sobre todo en las sociedades más ricas y consumistas. Vemos, en efecto, que donde hay más cosas, suele haber más indiferencia y menos solidaridad, más cerrazón y menos generosidad. Ayudémonos a no perdernos en las cosas de la vida, para redescubrir la vida como sentido de todas las cosas.

Ayudémonos mutuamente, queridos amigos, a redescubrir el valor de dar, el valor de elegir la vida. Hay una frase del Evangelio que puede ayudar a cualquiera, incluso a los que no creen, a orientar sus decisiones. Jesús dice: «Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón» (Mt 6,21). ¿Dónde está nuestro tesoro, el tesoro de nuestra sociedad? ¿En los hijos o en las finanzas? ¿Qué nos atrae, la familia o la facturación? Hay que tener el valor de elegir lo que más nos importa, porque allí es donde se atará el corazón. La valentía de elegir la vida es creativa, porque no acumula ni multiplica lo que ya existe, sino que se abre a la novedad, a las sorpresas: toda vida humana es una verdadera novedad, que no conoce un antes y un después en la historia. Todos hemos recibido este don irrepetible, y los talentos que tenemos sirven para transmitir, de generación en generación, el primer don de Dios, el don de la vida.

La segunda reflexión que me gustaría brindaros está relacionada con esta transmisión. Gira en torno a la palabra sostenibilidad, una palabra clave para construir un mundo mejor. A menudo hablamos de sostenibilidad económica, tecnológica, medioambiental etc.. Pero también tenemos que hablar de la sostenibilidad generacional. No podremos alimentar la producción y proteger el medio ambiente si no prestamos atención a las familias y los hijos. El crecimiento sostenible pasa por aquí. La historia nos los enseña. Durante las fases de reconstrucción que siguieron a las guerras que devastaron Europa y el mundo en siglos pasados, no hubo reinicio sin una explosión de nacimientos, sin la capacidad de infundir confianza y esperanza en las generaciones más jóvenes. También hoy nos encontramos en una situación de reinicio, tan difícil como llena de expectativas: no podemos seguir modelos de crecimiento miopes, como si todo lo que se necesitara para preparar el mañana fueran unos cuantos ajustes apresurados. No, las dramáticas cifras de natalidad y las aterradoras cifras de la pandemia exigen cambios y responsabilidad.

Sostenibilidad rima con responsabilidad: es el tiempo de la responsabilidad para que florezca la sociedad. Aquí, además del papel principal de la familia, es fundamental la escuela . No puede ser una fábrica de nociones que se vierten sobre los individuos; debe ser el momento privilegiado del encuentro y del crecimiento humano. En la escuela no se madura sólo mediante las notas, sino a través de las caras que se conocen. Y para los jóvenes es esencial entrar en contacto con modelos elevados que formen tanto los corazones como las mentes. En la educación, el ejemplo hace mucho, también pienso en el mundo del espectáculo y el deporte. Es triste ver modelos que sólo se preocupan por parecer, siempre bellos, jóvenes y en forma. Los jóvenes no crecen gracias a los fuegos artificiales de la apariencia, maduran si se sienten atraídos por quienes tienen el valor de perseguir grandes sueños, de sacrificarse por los demás, de hacer el bien al mundo en que vivimos. Y mantenerse joven no pasa por hacerse selfies y retocarse, sino por poder reflejarse un día en los ojos de los hijos. A veces, en cambio, el mensaje que se transmite es el de que realizarse significa ganar dinero y tener éxito, mientras que los hijos parecen casi una excepción, que no debe obstaculizar las aspiraciones personales. Esta mentalidad es una gangrena para la sociedad y hace insostenible el futuro.

La sostenibilidad necesita un alma, y este alma, – la tercera palabra que os propongo es la solidaridad. Y también a ella le asocio un adjetivo: así como necesitamos una sostenibilidad generacional, necesitamos una solidaridad estructural. La solidaridad espontánea y generosa de muchas personas ha permitido a muchas familias salir adelante en estos tiempos difíciles y hacer frente a la creciente pobreza. Sin embargo, no podemos quedarnos en el ámbito de lo urgente y lo temporal, tenemos que dar estabilidad a las estructuras que apoyan a las familias y ayudan a los nacimientos. Son indispensables una política, una economía, una información y una cultura que promuevan con valentía la natalidad.

En primer lugar, necesitamos políticas familiares de largo alcance y con visión de futuro: no basadas en la búsqueda de un consenso inmediato, sino en el crecimiento del bien común a largo plazo. Aquí radica la diferencia entre gestionar los asuntos públicos y ser buenos políticos. Es urgente ofrecer a los jóvenes garantías de un empleo suficientemente estable, seguridad para sus hogares e incentivos para no abandonar el país. Es una tarea que también concierne de cerca al mundo de la economía: ¡qué maravilloso sería ver aumentar el número de empresarios y empresas que, además de producir utilidades, promueven la vida, que se cuidan de no explotar nunca a las personas con condiciones y horarios insostenibles, que llegan a distribuir parte de las ganancias a los trabajadores, con el fin de contribuir a un desarrollo impagable, el de las familias! Es un reto no sólo para Italia, sino para muchos países, a menudo ricos en recursos, pero pobres en esperanza.

La solidaridad debe declinarse también en el precioso servicio de la información, que tanto influye en la vida y en la forma de contarla. Está de moda utilizar palabras fuertes, pero el criterio para formar informando no es la audiencia, no es la polémica, es el crecimiento humano. Necesitamos una «información de tamaño familiar», en la que la gente hable de los demás con respeto y delicadeza, como si fueran sus propios parientes. Y que al mismo tiempo saque a la luz los intereses y tramas que perjudican el bien común, las maniobras que giran en torno al dinero, sacrificando a las familias y a las personas. La solidaridad llama también al mundo de la cultura, el deporte y el espectáculo a fomentar y potencien la natalidad. La cultura del futuro no puede basarse en el individuo y en la mera satisfacción de sus derechos y necesidades. Urge una cultura que cultive la química del conjunto, la belleza del dar, el valor del sacrificio.

Queridos amigos, por último me gustaría decir la palabra más sencilla y sincera: gracias. Gracias por los Estados Generales de la Natalidad, gracias a cada uno de vosotros y a todos los que creen en la vida humana y en el futuro. A veces os sentiréis como si estuvierais gritando en el desierto, luchando contra molinos de viento. Pero id adelante, no os rindáis, porque es hermoso soñar el bien y construir el futuro. Y sin natalidad no hay futuro. Gracias.

Carlos Esteban

LOS CDC DEJARÁN DE REGISTRAR LAS INFECCIONES POR COVID-19 EN PERSONAS VACUNADAS A PARTIR DEL 14 DE MAYO

 MENTE ALTERNATIVA


A partir del 14 de mayo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos cambiarán la forma de registrar los casos de infección por Covid-19 [1]. Con este cambio, ya no se registrarán las infecciones por disrupción en individuos vacunados, a menos que la infección resulte en hospitalización o muerte.

Esto significa que a partir del 14 de mayo la tasa de infección en no vacunados seguirá aumentando, mientras que la tasa de infección en vacunados decrecerá, pero no por la efectividad de las vacunas sino por este cambio en el protocolo de información.

Como era de esperar, este cambio se produce en un momento en el que se están registrando miles de casos de infección en personas totalmente vacunadas, algo que incluso está siendo reportado por los medios de masas. Dicho de otro modo, ahora que los operadores de la crisis del Covid-19 empiezan a ver cifras que les perjudican, se les ha hecho fácil, simplemente, dejar de contar.

Así que dentro de unas semanas, cuando se empiece a notar el drástico descenso artificial de las infecciones por Covid-19 entre vacunados, acuérdate de los CDC y de este artículo.

Pero este no es el único artificio que emplearán los CDC para manipular las cifras del Covid-19. Un documento publicado por los CDC [2], instruye a los laboratorios de salud pública, clínicos y de referencia para que apliquen la prueba PCR a 28 ciclos o menos a personas que ya han recibido las vacunas transgénicas ARNm, en ves de aplicarla a 4o ciclos o más como lo ha venido haciendo con los no vacunados con el objetivo de inflar las estadísticas de la pandemia que no lo fue, pues a más de 40 ciclos, las pruebas producen hasta un 95-97% de falsos positivos, como concluyó la Coordinación de Asociaciones para la Protección del Medio Ambiente y los Derechos de Usuarios y Consumidores de Italia.

NOTICIA OFICIAL SOBRE LA VACUNACIÓN COVID-19: LA VACUNACIÓN NO ES OBLIGATORIA



APROBADO EN ASAMBLEA EL PASADO 27 de ENERO DE 2021

Se trata de una excelente noticia para las personas preocupadas por la vacunación obligatoria o coercitiva o por la discriminación en la vacunación.

Finalmente se votó sobre los derechos de los individuos ante la vacunación una resolución del propio Consejo de Europa que PROHÍBE a los Estados “la obligatoriedad” de la vacunación contra el coronavirus o que ésta pueda utilizarse para discriminar a los trabajadores o a cualquier persona que no se vacune.

A continuación, exponemos los textos extraídos de puntos concretos de la propia resolución, así como un enlace a la resolución completa en versión original en inglés. https://pace.coe.int/en/files/29004/html


Vacunas Covid-19: consideraciones éticas, legales y prácticas

7.3 Con respecto a asegurar un alto uso de la vacuna:

7.3.1 Garantizar que los ciudadanos estén informados de que la vacunación NO es obligatoria y de que nadie estará bajo presión política, social o de otro tipo para vacunarse, si no lo desea.

7.3.2 Garantizar que nadie sea discriminado por no haber sido vacunado, por posibles riesgos para su salud, o bien por no querer vacunarse.

7.3.4 Distribuir información transparente sobre la seguridad y los posibles efectos secundarios de las vacunas

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La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa o Asamblea Consultiva es la dimensión parlamentaria del Consejo de Europa, cuya sede se encuentra en Estrasburgo. La Asamblea es uno de los dos órganos estatutarios del Consejo de Europa, que está compuesto del Comité de Ministros (los 47 ministros de Asuntos Exteriores se reúne usualmente al nivel de sus diputados) y la Asamblea que representa a las fuerzas políticas (la mayoría y la oposición) en los estados miembros.

jueves, 13 de mayo de 2021

Tolkien y la oscuridad de este mundo

THE WANDERER

 

Es notable como varios autores del último siglo fueron capaces de prever e incluso de experimentar en sí mismos la angustia de las nubes oscuras que veían acercarse silenciosamente. Entre nosotros, Leonardo Castellani, por ejemplo, y de otras latitudes, T.S. Elliot, C.S. Lewis o J.R.R. Tolkien. Justamente, este último le hace cantar lo siguiente a Sam en la torre de Cirith Ungol:


Aquí yazgo, al término de mi viaje,

hundido en una oscuridad profunda:

más allá de todas las torres altas y poderosas,

más allá de todas las montañas escarpadas,

por encima de todas las sombras cabalga el Sol

y eternamente moran las Estrellas.

No diré que el Día ha terminado,

ni he de decir adiós a las Estrellas.

Tolkien creía que la historia humana, arraigada en un mundo caído, estaba destinada a ser poco más que una sucesión de derrotas y decepciones, y que incluso las victorias tenían sombras de una pérdida irreparable. Pero la historia es temporal, está tan encerrada en el tiempo como arraigada en la Caída, y en sí misma no es más que una sombra de la eternidad. Más allá de las derrotas de nuestra historia existe siempre la esperanza de la alegría eterna. «Soy, en efecto, cristiano, y apostólico romano por lo demás —escribió en 1956, poco después de la publicación de El Señor de los Anillos—, de modo que no espero que la “historia” sea otra cosa que una “larga derrota”, aunque contenga (y en una leyenda puede contener más clara y conmovedoramente) algunas muestras o atisbos de victoria final.»

Y a medida que el tiempo pasaba, esta sensación era ya casi certeza. En carta a su amiga Amy Ronald, fechada el 16 de noviembre de 1969, decía:

¡Qué mundo espantoso, oscurecido por el miedo, cargado por el dolor, es el mundo en que vivimos! Especialmente para aquellos que soportan además la carga de la edad, cuyos amigos y todos los que les preocupan en especial padecen de lo mismo. Chesterton dijo que es nuestro deber mantener flameando la Bandera de Este Mundo: pero hoy exige eso un patriotismo más vigoroso y sublime que entonces. Gandalf agregó que no nos corresponde a nosotros elegir la época en que nacemos, sino hacer lo que esté de nuestra parte para componerla; pero el espíritu de la maldad en los sitios encumbrados es ahora tan poderoso y sus encarnaciones tienen tantas cabezas, que no parece haber nada más que hacer que negarnos personalmente a venerar cualquiera de las cabezas de la hidra...

Y sin embargo, a pasar de la oscuridad y de la angustia, siempre hay un motivo para alentar “la esperanza a la que hemos sido llamados” (Ef. 1,18). En carta a uno de sus hijos escribía:

Nacimos en una era oscura fuera del momento debido (para nosotros). Pero hay este consuelo: de otro modo no sabríamos lo que amamos o no lo amaríamos tanto. Imagino que el pez fuera del agua es el único que tiene vocación acuática.

De modo que en el Milagro Primordial (la Resurrección) y también en los milagros cristianos menores, aunque en menor escala, no sólo se tiene el súbito atisbo de la verdad tras la aparente Ananke de nuestro mundo, sino un atisbo de que es realmente un rayo de luz a través de las grietas mismas del universo que nos rodea.

The Wanderer

Fátima y el posible cisma alemán

 QUE NO TE LA CUENTEN

Duración 23:49 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=gnMqVc9a2Xw&t=14s




Ante los acontecimientos que están ocurriendo en Alemania, una breve reflexión para, Que no te la cuenten... P. Javier Olivera Ravasi, SE 

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miércoles, 12 de mayo de 2021

¿Qué es una ideología? Conversando con un experto: José Ramón Ayllón

 QUE NO TE LA CUENTEN

Duración 56:55 minutos



José Ramón Ayllón es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo. Especialista Universitario en Bioética por la Universidad de Valladolid. Coordinador editorial de Nueva Revista. Ha sido profesor de Antropología Filosófica y Ética en la Universidad de Montevideo y en la Universidad de Navarra. Ha escrito las biografías «El hombre que fue Chesterton» y diversos ensayos, a saber, «El mundo de las ideologías», «10 ateos cambian de autobús», «Las raíces de Europa» y «Desfile de modelos» (finalista en el premio Anagrama de ensayo).

Entre sus novelas: «Querido Bruto», «Etty en los barracones», «Otoño azul» y «Vigo es Vivaldi».

En la presente entrevista conversaremos acerca del origen y la esencia de las IDEOLOGÍAS para,

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

La verdad por encima del miedo: covid-19, la vacuna y el Gran Reinicio (Monseñor Viganò)

 ADELANTE LA FE


Venite, faciamus nobis civitatem et turrim,

cujus culmen pertingat ad cœlum.

Génesis 11,4

«Vendrá un tiempo en que los hombres perderán la razón, y cuando vean a alguien que no esté loco se abalanzarán contra él diciendo: “estás loco”, porque no es como ellos»

San Antonio Abad

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Mi más sentido agradecimiento al Dr. Patrick Coffin por brindarme la oportunidad de participar en la cumbre mundial Truth Over Fear: Covid-19, the Vaccine and the Great Reset. Antes de hablar, aprovecho para saludar a los participantes y bendecir su compromiso con la verdad, en particular en estos tiempos de gran confusión y entenebrecimiento de las mentes y las conciencias.

Sin duda tienen noticia de mi declaración del pasado 25 de marzo, en la que manifesté mi intención de celebrar este acto y presentar de antemano los temas a tratar, exponiendo algunos de ellos con más precisión. Lo que les voy a decir se refiere a otros aspectos y tiene por objeto completar mi exposición anterior.

Los medios de prensa, los políticos, los grandes empresarios y hasta los sacerdotes y los obispos nos hablan obsesivamente de un mundo interconectado en el que las facultades humanas se verán ampliadas por una serie de apéndices tecnológicos que nos permitirán dar instrucciones a nuestro automóvil, encender la luz de la sala hablando a un cilindro plástico, solicitar información relativa al tránsito diario, encargar la cena al restaurante por el teléfono móvil y saber si es inminente la fecha de expiración del cartón de leche que tenemos en el refrigerador. Según nos dicen, un mundo así supone una conquista y un progreso para la humanidad. Muchas de las maravillas que nos esperan ya existen. Otras son de inminente aparición; ya están patentadas y a punto de salir al mercado.

Imaginemos por un momento que a principios del año pasado alguno de nosotros se hubiera visto por casualidad aislado de todo lo que estamos viviendo. Supongamos que decidió retirarse a una casita en la montaña para escribir un libro, o que ingresó en un monasterio para una temporada de retiro y oración. Lejos de la televisión, los periódicos y otros medios informativos, y sin recibir las últimas noticias en el teléfono celular. Sólo oye la música de la naturaleza, el canto de los pájaros, el susurro del viento, el fragor de un torrente y el tañido de la campana. Hasta que al cabo de más de un año este afortunado amigo concluye su aislamiento y regresa al mundo, creyendo lo encontraría tal como lo dejó.

¿Qué se encontraría a su regreso esta persona que estuvo apartada de todo mientras los demás estábamos encerrados en nuestra casa durante el confinamiento impuesto por casi todos los gobiernos del mundo?

Nuestro amigo descubrirá que mientras él se entregaba a escribir su novela o a meditar sobre los textos de los Padres de la Iglesia el mundo se volvió loco, ni más ni menos. Un síndrome gripal, que según datos oficiales tiene aproximadamente la misma tasa de mortalidad entre los ancianos y las personas de salud frágil que cualquier gripe estacional ha servido de pretexto para sembrar el terror en la población, con la complicidad de los políticos, la prensa, los médicos y hasta las fuerzas del orden. Se verá rodeado de personas que se cubren el rostro con mascarillas quirúrgicas incluso en la calle, porque les han dicho que así se evita el contagio. Cuando vuelva a su ciudad e intente ir de compras, verá que no lo dejan entrar en el supermercado por no llevar el ridículo bozal, y tampoco podrá entrar a un restaurante sin que primero lo sometan a una PCR, prueba que hasta el año pasado se consideraba ineficaz como método diagnóstico. Le dirán que esta pandemia ha causado millones de muertes, y eso que en 2020 el número de fallecimientos a nivel mundial fue prácticamente el mismo que en años anteriores. También le dirán que por un virus gripal que es sabido que muta como cualquier otro coronavirus las autoridades de todos los países han adquirido miles de millones de dosis vacunas de reconocida ineficacia, pues no garantizan la inmunidad, y de hecho tienen graves efectos secundarios, cosa que nadie quiere reconocer.

Nuestro amigo quedará estupefacto al enterarse de que en cuanto se dio el primer brote en un lugar remotísimo de China, en vez de suspender los vuelos y cerrar las fronteras, hubo quienes declararon que aquello era una campaña racista contra el país asiático y se desvivieron por manifestar solidaridad yendo a comer rollitos de primavera a un restaurante chino de su localidad, con una cohorte de fotógrafos y reporteros para dar cuenta del acto. Sabrá por la prensa que desde hacía más de una década, muchos países habían abandonado sus sistemas de salud, cerrado hospitales y descuidado los planes de contingencia para epidemias. No entenderá cómo es que se han prohibido tratamientos eficaces y en la propia casa, dejando que los enfermos empeoren para atiborrar con ellos las unidades de cuidados intensivos y dejarlos morir conectados a respiradores. Quedará horrorizado cuando le digan que no se practicó la autopsia a los cadáveres, y que se los incineró sin hacerles honras fúnebres en la iglesia, como si quienes los dejaron morir no quisieran que quedara rastro de sus fechorías.

Nos podemos imaginar lo absurdo e incomprensible que resulta todo esto para quien no está bombardeado día y noche por los terroristas medios de prensa. Igual de inconcebible es la pasividad y resignada obediencia de las masas a los dictados de las autoridades civiles y religiosas. Porque nuestro amigo también descubrirá que en la Iglesia también ha cambiado la situación: ya no hay agua bendita, los reclinatorios han desaparecido para dejar lugar a sillas espaciadas con letreros que te dicen dónde te puedes sentar, se limita el aforo en los templos y la Comunión sólo se puede recibir en la mano por razones higiénicas. Se enterará de que no sólo los párrocos y los obispos se han sumado a la histeria colectiva, sino que hasta han hecho su contribución personal, en algunos casos llegando al extremo de exigir PCR y certificado de vacunación a quienes quieran asistir a Misa. Hasta ponen el famoso video de Bergoglio solito en la Plaza de San Pedro, o la entrevista en que afirma que vacunarse es «un deber moral”, a pesar de que las vacunas están producidas a partir de tejidos procedentes de fetos abortados. Y también le dirán que la Congregación para la Doctrina de la Fe se apresuró a decir que era moralmente lícito ponerse esas vacunas.

Cuando hable con amigos a los que no ha visto en más de un año, nuestro amigo descubrirá que les han prohibido salir, verse en vacaciones, celebrar Semana Santa y Navidad, ir a Misa, confesarse y recibir otros sacramentos; que el Estado ha decretado confinamientos domiciliarios y toque de queda, y se han cerrado tiendas, restaurantes, museos, gimnasios, colegios y bibliotecas. Todo está cerrado por miedo a un virus que se podría –que se puede– curar con tratamientos que han prohibido la OMS y otros supuestos expertos, ordenando en su lugar una «prudente espera». Y si pregunta cómo es que nadie ha protestado, le explicarán que también se han prohibido las manifestaciones de protesta y reprimidas duramente por la policía. Y que en algunos países se han construido centros de detención para quienes no quieran someterse a la vacunación, y que se ha hecho obligatoria una app. que permite ubicar a los ciudadanos en todo momento, y ya se teoriza el empleo de un microchip subcutáneo capaz de detectar positivos o servir de pasaporte que identifique a los vacunados, lo cual les permitiría viajar en avión y acceder a restaurantes.

Todo esto ha sido posible gracias al silencio de los magistrados, mientras comisiones científicas anónimas imponían tiránicamente su autoridad por medio de una normativa absurda e ineficaz. Millones de personas confinadas en arresto domiciliario tendrían que haber reducido lógicamente el número de contagios, cuando la verdad es que los países en que no se impuso confinamiento han registrado menos muertes. Millones de personas impedidas de trabajar, reducidas a la miseria por medio de decisiones ilegítimas e inconstitucionales, han obedecido a la espera de unas limosnas miles de veces prometidas que nunca llegan. Millones, por no decir miles de millones, de personas sufren las consecuencias de las decisiones de unos pocos filántropos que han conseguido imponer unas vacunas producidas por compañías farmacéuticas de las que son los principales accionistas, con la aprobación de organismos supervisores financiados por ellos mismos. Sin conflicto de intereses, sin crímenes de lesa humanidad, sin infringir las libertades naturales y los derechos fundamentales de los ciudadanos. Todo ha ido como una seda, como en una película distópica.

Pues bien, amigos; aquello a lo que se enfrenta nuestro amigo es el mundo soñado por el Gran Reinicio, por los promotores del Nuevo Orden Mundial, los secuaces de la secta mundialista. Un mundo transhumano en el que algoritmos brotados de mentes morbosas y diabólicas deciden si uno puede salir de casa, qué tratamientos se le deben administrar, qué actividades se le permiten y quiénes tienen derecho a trabajar. Y mientras nos tenían encarcelados sin rejas en nuestra casa confiados en la demencial publicidad de la televisión y las redes sociales, al amparo de las tinieblas iban instalando torres de telefonía 5G por todas partes para hacer posibles los avances tecnológicos que permitirán conectarnos a todos y a todo, desde una batidora o un iPad hasta los automóviles eléctricos, pasando por la enseñanza a distancia. Con la perpetua obligación del distanciamiento social y teniendo que vacunarse cada seis meses, aunque todo vaya bien, en nombre de una pandemia cuyos estragos sólo se ven en los medios de difusión y en su desafortunado manejo por parte de los políticos y los médicos del régimen.

Aunque nuestro amigo no es médico, al no haber estado sometido a este año y medio de delirante bombardeo por la televisión, el celular y la computadora, se da cuenta de la locura de lo que nos han hecho a todos con este plan criminal urdido por la élite. Y también se ha dado cuenta –como nos la dimos nosotros– de que la jerarquía católica ha desempeñado un papel importante en lo que se refiere a imponer el discurso oficial, valiéndose de la autoridad de la Iglesia para ser cómplice de un crimen monstruoso, un fraude colosal contra Dios y la humanidad.

Si comparamos cómo vivíamos en enero de 2020 con cómo han terminado por obligarnos a vivir, no podemos menos que reconocer el éxito alcanzado por este plan infernal, aceptado por la mayoría como algo inevitable. Hay quienes, incapaces de aceptar la irracionalidad intrínseca de las medidas adoptadas por los gobernantes, han suspendido totalmente el juicio y se han entregado a sus verdugos. Otros, buscando un sentido espiritual a la histeria colectiva, ruegan a Dios por el fin de una plaga inexistente o se adaptan a la nueva liturgia pagana del covid. Y algunos otros, más combativos, son incapaces de resignarse a la monstruosidad de lo que pasa y esperan una intervención divina.

Ojalá tuviéramos el sentido común para pensar por nosotros mismos, para hacer uso de la razón con que nos ha dotado el Padre Eterno. Entonces comprenderíamos al momento que este horror no es otra cosa que el mundo patas arriba al que aspira el Enemigo eterno de la especie humana, la pesadilla infernal deseada por los siervos de Satanás, el Nuevo Orden Infernal que preludiará la llegada del Anticristo y del final de los tiempos. Sólo así nos daremos cuenta de la apostasía que ha tenido lugar en las más altas instancias de la Iglesia, entregada a demostrar su obediencia a la ideología mundialista, hasta el punto de negar a Cristo crucificado y preferir las pesadas cadenas de Lucifer al ligero yugo de Cristo.

Si hay un Gran Reinicio que necesita la humanidad, sólo lo podrá encontrar regresando a Dios, en la verdadera conversión de las personas y de la sociedad a Cristo Rey, a quien hemos permitido durante mucho tiempo que sea destronado en aras de una perversa libertad que lo permite y legitimiza todo excepto el bien

El Gran Reinicio tuvo lugar en el Gólgota, en el momento en que Satanás creyó que mataba al Hijo de Dios evitando así la Redención, cuando en realidad había sellado su derrota definitiva. Lo que actualmente presenciamos no es sino una secuela de la batalla entre Cristo y Satanás, entre el linaje de la Mujer vestida de luz de la que habla el Apocalipsis y el linaje condenado de la antigua Serpiente.

Al aproximarnos a la persecución del final de los tiempos, contamos con la certeza sobrenatural de que esta misma grotesca pandemia, miserable pretexto para la instauración de una sinarquía antihumana y anticristiana, está destinada al fracaso, porque Cristo ya ha derrotado al eternamente vencido en una victoria aplastante e inexorable. Fortalecidos con la certidumbre de tan épica victoria, que tal vez veamos muy pronto, hemos de combatir bajo la bandera de Cristo Rey y el amparo de la Reina de las Victorias, a quien dio el Señor poder para aplastar la cabeza del Maligno.

Si volvemos a Cristo, comenzando por nosotros mismos y nuestras familias, no sólo lograremos que se nos abran los ojos para entender el absurdo de la situación que vivimos, sino que también sabremos combatir eficazmente con las armas imbatibles de la Fe. «Omne, quod est ex Deo, vincit mundum: et haec est victoria, quae vincit mundum, fides nostra: Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la verdad que ha vencido al mundo: nuestra fe» (1 Jn 5,4). Entonces, la nueva Torre de Babel, el castillo de naipes covidiano, la farsa de las vacunas y el fraude del Gran Reinicio colapsarán inevitablemente manifestando con su diabólica naturaleza el plan asesino del Adversario y sus secuaces.

Pongamos la vista en la Nueva Jerusalén que desciende del Cielo, la Santa Iglesia, que en la visión de San Juan apareció «como una novia que se engalana para su Esposo» (Ap. 21,4) Nuestro Gran Reinicio lo lleva a cabo Nuestro Señor: «He aquí, Yo hago todo nuevo » (Ap.21,5); «Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin» (Ap.21,6). Que toda la Corte Celestial nos asista y proteja en esta épica batalla en la que nos gloriamos de servir bajo los estandartes de Cristo Rey y nuestra Reina María.

+Carlo Maria Viganò, arzobispo

Ex nuncio apostólico en los Estados Unidos de América

[1] La plataforma que iba a transmitir el acto, programado para el 30 de abril y el 1º de mayo pasados, ha sido víctima de la censura e inutilizada. El acto ha tenido lugar una semana más tarde. https://www.restoretheculture.com/library


(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

lunes, 10 de mayo de 2021

El nuevo orden mundial y la cultura de la muerte (Francisco Saavedra)

EL CLUB DE LOS VIERNES

 Duración 2 horas y 19 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=y4fVvqPCb7M

CONFERENCIA PROVIDA. MEDICOS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Dra. Bellostas

 SCJ VITA

Duración 1:22:30 

https://youtu.be/l7CH19hxqOY

QUINTO DOMINGO DE PASCUA: La fuerza de la oración.

 PADRE ALFONSO GÁLVEZ


Homilía predicada el 17 de mayo de 2009.

Duración: 31 minutos

https://www.alfonsogalvez.com/podcast/episode/d959d69f/v-domingo-de-pascua

Cardenal Raymond Burke. Entrevista en español para QNTLC

 QUE NO TE LA CUENTEN

DURACIÓN 57:30 minutos

https://www.gloria.tv/post/NECFvg73rqes1dApob6MbkHU1