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miércoles, 13 de junio de 2018

EL CASO ANGELELLI (II) (Capitán Ryder)



Es necesario añadir algunas notas a lo señalado en el post anterior:
  1. Aunque se crea que las beatificaciones-canonizaciones no son infalibles son un acto relevante dentro de la Iglesia. Entre otras cosas, propones como modelo a una determinada persona, y sus acciones y escritos pasan a tener una relevancia especial. Son tomadas, o pueden ser tomadas, como guía por otros católicos. No es un tema baladí.
  2. El tema de las beatificaciones-canonizaciones ya viene tocado desde la reforma de Juan Pablo II a comienzos de los 80. El 25 de enero de 1983 se publicó la Constitución Apostólica Divinus perfectionis magister, y las respectivas Normae servandae in inquisitionibus ab episcopis faciendis in causis sanctorum del 7 de febrero de 1983, donde se simplificaban los procesos de canonización además de reestructurarse la propia Congregación. Durante su pontificado las canonizaciones fueron especialmente numerosas. De hecho, elevó a los altares a más santos que los diecisiete Papas anteriores.
  3. En toda beatificación (actualmente) estaría el proceso, propiamente dicho, donde se estudia al detalle la vida y obra del candidato y el acto solemne por el que es proclamado Santo.
  4. Incluso entre quienes opinan que las beatificaciones-canonizaciones son infalibles hay discusión sobre qué es lo que concede la infalibilidad, ¿el proceso? ¿el acto solemne?
  5. Es un tema relevante, porque si lo que confiere la infalibilidad es el acto solemne del Papa ¿por qué ha sido tradición estudiar tan al detalle la vida y obras de los candidatos? Y si lo que asegura la infalibilidad, en gran parte, es el estudio previo, extenso, detallado, minucioso ¿cómo afecta la relajación evidente en este tema? Dejo al margen el tema del culto.
  6. Juan Pablo II, suprimió de facto, la figura del “abogado del diablo”, esa persona encargada de “buscarle las cosquillas” a la persona que se proponía como Santo. Luego parece que se daba importancia al proceso en sí. No en vano, estaba comprometida la credibilidad de la Iglesia, la Fe de los fieles podía ser dañada y había que ser extremadamente cuidadoso.
  7. Con Francisco las beatificaciones-canonizaciones se han multiplicado exponencialmente pues en 5 años ha elevado a los altares a casi 900, por los menos de 500 de Juan Pablo II en un período de 27 años.
  8. En una situación de crisis permanente como vive la Iglesia desde hace décadas, necesariamente, debía abrirse otra vía de agua en esta parte del casco de la barca de Pedro.
Traigo a colación una entrevista a Roberto Di Mattei que plantea temas muy interesantes a este respecto:
P. ¿Usted opina entonces que los últimos Papas no han sido santos?
R.  Permítame expresarme sobre un Papa al que, como historiador, conozco bien: Juan XXIII. Habiendo estudiado el Vaticano II, profundicé en su biografía y he consultado las actas del proceso de su beatificación. Cuando la Iglesia canoniza a un fiel no quiere solamente asegurar que el difunto está en la gloria del cielo, sino que lo propone como modelo de virtudes heroicas. Según los casos, se tratará de un perfecto religioso, párroco, padre de familia, etc. En el caso de un Papa, para ser considerado santo, debe haber ejercitado las virtudes heroicas en el cumplimiento de su misión como pontífice, como fue, por ejemplo, para San Pío V o San Pío X. Y bien, en lo que se refiere a Juan XXIII, alimento la meditada convicción de que su pontificado ha representado un daño objetivo a la Iglesia y que es imposible encontrar santidad en él, por lo tanto. Antes que yo lo afirmaba el dominico Innocenzo Colosio, uno de los mayores historiadores de la espiritualidad en los tiempos modernos, en un célebre artículo aparecido en la Rivista de Ascetica e mistica.
P. Si, como usted piensa, Juan XXIII no fue un Santo Pontífice y si, como parece, las canonizaciones son un acto infalible, nos encontramos frente a una contradicción. ¿No hay riesgo de caer en el sedevacantismo?
R.  Los sedevacantistas atribuyen un carácter hipertrófico a la infalibilidad Pontificia. Su razonamiento es elemental: si el Papa es infalible y hace algo malo, la sede está vacante. La realidad es mucho más compleja y es errada la premisa según la cual cada acto del Papa es infalible. En realidad, si las próximas canonizaciones plantean problemas, el sedevacantismo plantea problemas de conciencia mucho mayores.
P. ¿En qué sentido, entonces, se puede hablar de infalibilidad de la Iglesia en las canonizaciones?
R. Estoy convencido de que sería un grave error reducir la infalibilidad de la Iglesia al magisterio extraordinario del Romano Pontífice. La Iglesia no es infalible solamente cuando enseña de manera extraordinaria, sino también en su Magisterio ordinario. 
Pero así como existen condiciones de infalibilidad para el magisterio extraordinario existen condiciones de infalibilidad para el magisterio ordinarioY la primera de ellas es su universalidad, que se verifica cuando una verdad de fe o de moral, es enseñada de manera constante a través del tiempo. 
El magisterio puede enseñar infaliblemente una doctrina con un acto definitorio del Papa o con un acto no definitorio del Magisterio ordinario, a condición de que esta doctrina haya sido constantemente conservada y mantenida por la Tradición, y haya sido trasmitida por el Magisterio ordinario y universal. 
La institución Ad Tuendam Fidem de la Congregación para la doctrina de la fe, del 18 mayo de 1998 (n.2) lo confirma. Por analogía, se podía sostener que la Iglesia no puede equivocarse cuando confirma constantemente del tiempo verdades conexas a la fe, hechos dogmáticos, usos litúrgicos. También las canonizaciones pueden entrar en este grupo de verdades conexas. 
Se puede estar seguro de que santa Hildegarda de Bingen está en la gloria de los altares y puede ser propuesta como modelo, no porque haya sido solemnemente canonizada por un Papa, porque en su caso nunca existió una canonización, sino porque la Iglesia reconoció su culto, sin interrupción, desde su muerte. Con mayor razón, para los santos que tuvieron canonización formal, como San Francisco o Santo Domingo, la certeza infalible de su gloria nace del culto universal, en sentido diacrónico, que la Iglesia les ha tributado y no de la sentencia de canonización en sí misma
La Iglesia no engaña en su magisterio universal, pero se puede admitir un error de las autoridades eclesiásticas circunscrito en el tiempo y el espacio.
P. ¿Quiere usted resumir su posición?
R. La canonización de Juan XXIII es un acto solemne del Soberano Pontífice, que proviene de la suprema autoridad de la Iglesia y que debe ser recibida con el debido respeto, pero no es una sentencia en sí misma infalible. 
Para usar un lenguaje teológico, no es una doctrina de tenenda fidei, sino de pietate fidei. No siendo la canonización un dogma de fe, no existe para los católicos una obligación positiva de prestar asentimiento. El ejercicio de la razón, respaldado por un rigoroso reconocimiento de los hechos, demuestra con toda evidencia que el pontificado de Juan XXIII no ha sido beneficioso para la Iglesia. Si se debiese admitir que el Papa Roncalli ha ejercido, de modo heroico, las virtudes, cumpliendo su rol de Pontífice, se minarían las bases de los presupuestos racionales de mi fe
En la duda me atengo al dogma de fe establecido por el Concilio Vaticano I, según el cual no puede existir contradicción entre la fe y la razón. La fe sobrepasa la razón y la eleva, pero no la contradice, porque Dios, verdad por esencia, no es contradictorio. En conciencia, mantengo todas mi reservas sobre este acto de canonización” 
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NOTA1: Vemos que el “caso Angelelli” no es novedad, en cuanto a la confusión que genera su beatificación, aunque sea especialmente grosero proponer como modelo de virtudes cristianas a quien se dedicó a destruir la Iglesia desde dentro haciendo suya la ideología que se había propuesto erradicar a Cristo de la tierra.
NOTA2: El “caso Angelelli” pone sobre la mesa, de una manera desgarradora, ideas y debates que habían sido rechazados cómodamente al grito de “filolefebvrianos”. Cualquiera que hubiese expresado alguna duda sobre la conveniencia de elevar a los altares a Juan XXIII o Pablo VI era expulsado fuera de la Iglesia sin ninguna contemplación. Era irrelevante que no hubiese puesto en duda ni una sola de las verdades de Fe.
Quien que conozca un poco la historia del personaje sabe de la falsedad de esta beatificación lo que obliga, honestamente, a plantearnos, respecto a este tema, muchas de las ideas que se han dado por buenas las últimas décadas.
Capitán Ryder

EL CASO ANGELELLI (I) (Capitán Ryder)



Ya he comentado otras veces que después de Francisco nada será igual. Y soy de los que piensan que la crisis viene de muy atrás, que centrar todo en los últimos 5 años es muy ingenuo, o es estar muy ciego, según se mire.
Pero lo de Francisco ya es imposible calificarlo. Como decíamos de críos “se sale del mapa”.
La última, y relacionada con el post de ayer, es la beatificación de Angelelli.
Pero antes de entrar en materia centremos la cuestión de las canonizaciones, ¿Son o no infalibles?
Tomo una entrada muy interesante del blog infocaotica y 2 comentarios, no menos relevantes, de uno de los lectores del blog, Miles Dei.
OPCION A- LAS CANONIZACIONES NO SON INFALIBLES
Dice el dominico Daniel Ols
Cuando se canoniza a alguien, se afirma que, a causa de la santidad de su vida, manifestada en la heroicidad de sus virtudes, o a causa del testimonio de su martirio, esa persona singular está en el paraíso. Se presentan, por tanto, dos aspectos en una canonización: por una parte, la afirmación, que podríamos considerar, sin más, como definible, que quien practica las virtudes cristianas va al paraíso; y, luego, por otra, la aplicación de dicha afirmación a una persona singular. Ahora bien, así como se puede demostrar fácilmente que la proposición general está contenida en la Revelación, es igualmente evidente que el hecho de que Ticio o Cayo haya llegado a ser un santo, no está contenido de manera explícita ni implícita. Se dice, entonces, por lo general, que estamos aquí ante un «hecho dogmático». Y si al menos quien examina el problema se detiene aquí, concluye que la Iglesia puede canonizar de manera infalible.
Pero las cosas tal vez no sean tan simples, porque el caso de la canonización no es exactamente similar al de la condena de un hereje. En el caso de la condena, es claro que estamos frente a un grave peligro para la fe de los cristianos y que la individuación precisa de tal peligro es necesaria para su preservación. Cuando se trata de canonizaciones, en cambio, no encontramos nada de eso. Se trata de un movimiento espontáneo de la Iglesia que considera bueno proponer a una persona a la veneración de los fieles. En caso de error, no resultaría un daño mortal para la fe, aunque ello sería, evidentemente, muy desagradable.
En otras palabras, que los fieles se vuelvan seguidores de Lutero, sería de una gravedad mortal para ellos; que veneren, por absurdo, a un santo que, en realidad, estaría en el infierno, no tiene tal gravedad y puede, lo mismo, ayudar a su vida cristiana, porque la veneración se dirige a esa persona únicamente en cuanto la consideran santa, amiga de Dios
A fortiori, se debe reconocer que la veneración de santos dudosos e incluso inexistentes (S. Filomena) aunque, evidentemente, es algo no deseable, no causa de todas formas ningún daño a la fe de los devotos (v. S. Juan María Vianney), y ello por el mismo motivo, es decir porque se veneran estos personajes por razón de sus (supuestas) virtudes, signo de su (supuesta) unión con Dios. No hay, ni siquiera motivo para pensar que las plegarias elevadas mediante la intercesión de estos pseudo-santos, sean necesariamente vanas.
Por esto, no siendo la canonización de tal o cual persona necesaria para la custodia y defensa del depósito de la fe, no parece que la materia de la canonización sea tal que pueda estar sujeta a la infalibilidad.
OPCION B - LAS CANONIZACIONES PUDIERAN SER INFALIBLES
Santo Tomás de Aquino
Sobre si todos los santos que han sido canonizados por la Iglesia están en la Gloria o hay algunos de ellos en el Infierno. Y parece ser que algunos de estos que han sido canonizados por la Iglesia podrían estar en el Infierno. Pues nadie puede estar cierto del estado de otro así como lo está de sí mismo, ya que las cosas del hombre nadie las conoce, sino el espíritu del hombre que está en él, como dice 1 Cor. 2, 11. Pero el hombre no puede estar cierto de sí mismo sobre si está en estado de salvación como dice Ecc. 9, 1: “nadie sabe si es digno de odio o de amor”. Luego mucho menos puede saberlo el PapaPor tanto, puede errar al canonizar.
Además, quienquiera que para juzgar se basa en un medio falible puede equivocarse. Pero la iglesia se basa en el testimonio humano para canonizar a los santos, ya que se informa de testigos sobre la vida y los milagros. Puesto que el testimonio humano es falible, parece ser que la Iglesia puede errar al canonizar a los santosPero en contra tenemos que en la Iglesia no puede darse un error capaz de dañar. Más aquí existiría un error capaz de hacer daño si se venerase como santo al que fue pecador, ya que algunos, conociendo sus pecados, creerían que esto es falso y, si así ocurriera, podrían ser conducidos al error. Por tanto la Iglesia no puede errar en tales cosas. 
Además, San Agustín dice en la epístola a San Jerónimo que si se admite alguna falsedad en las Sagradas Escrituras, dudaría nuestra fe, la cual depende de las Sagradas Escrituras. Pero así como tenemos que creer aquello que está en las Sagradas Escrituras, también tenemos que creer aquello que está determinado en común por la Iglesia. De ahí que se juzga al hereje que se expresa contra lo determinado por los Concilios. Luego en el juicio común de la Iglesia no se puede dar algo erróneo y resulta así igual que lo primero. 
Respondo. Debe decirse que algo puede juzgarse como posible considerado según ello mismo y encontrarse que es imposible en cuanto relacionado con algo extrínseco. Por tanto, digo que el juicio de aquellos que presiden la Iglesia puede equivocarse sobre cualquiera si se mira sólo a sus personas. Si por otro lado se considera a la Divina Providencia, que dirige con el Espíritu Santo a su Iglesia para que no se equivoque, tal como Él mismo prometió en Jn 16, 13, que al llegar el Espíritu enseñaría toda la verdad, es decir aquellas cosas necesarias para la salvación, es cierto que el juicio de la Iglesia universal es imposible que pueda errar en estas cosas que atañen a la fe. Por tanto hay que atenerse más a la sentencia del Papa, al que atañe determinar las cosas de la fe, que profesa como juicio, que a todas aquellas otras opiniones de los hombres sabios acerca de las Escrituras
Tenemos que Caifás, aunque era un malvado, como era Pontífice, se lee en Jn 11, 51, que también habría profetizado inconscientemente. Por el contrario, en todas las demás sentencias que atañen a hechos particulares, como son las que tratan de posesiones de bienes o de delitos o de cosas semejantes, es posible que el juicio de la Iglesia pueda errar a causa de testigos falsos
La canonización de los santos es algo intermedio entre estos dos tipos de sentencias. Como el honor que tributamos a los santos es cierta profesión de fe, por la que creemos la gloria de los santos, debe creerse piadosamente que tampoco pueda errar la Iglesia en este juicio. Por tanto a lo primero debe decirse que el Pontífice, a quien pertenece canonizar a los santos, puede cerciorarse del estado de alguien por un interrogatorio sobre su vida y el atestado de los milagros, y de modo principal por el instinto del Espíritu Santo, que todo lo escruta, aún lo más profundo de Dios. A los segundos debe decirse que la Divina Providencia preserva a la Iglesia para que no falle en tales cosas por el testimonio de hombres falibles.
Comentario de Miles Dei
Quizás, lo más interesante de toda la cuestión es la afirmación de Santo Tomás sobre que la sentencia de canonización es una sentencia intermedia entre algo que atañe a la fe y un hecho particular.
Santo Tomás no profundiza en ese aspecto intermedio, aunque muestra que tiene una clara parte de falibilidad como en las sentencias que no atañen a la fe. Pero el asunto lo resuelve por la infalibilidad al considerar la parte en que participa de la cuestión de fe, dado que el culto a un santo es “en cierta manera una profesión de fe” en la que un alma que conociera los pecados del sujeto (caso de un pecador que se hace santo) podría engañarse al respecto sobre lo que es la santidad a la que tributamos culto. Desde ahí cualquier objeción la resuelve por vía de la creencia piadosa en la Providencia que guía a la autoridad de la Iglesia en este asunto y la libera de los falsos testigos. No obstanteel hecho de figurar como quodlibet, implica precisamente que es un debate y que sigue abierto.
La cuestión está planteada pero añadiremos unas piezas más para completar el puzzle.
Capitán Ryder

Foro de la Familia denuncia que la Junta de Castilla y León se apresure a implantar un protocolo LGTBI en las escuelas, saltándose los derechos de los padres y de los niños


Duración 1:34 minutos

martes, 12 de junio de 2018

El obispo de Murcia pide a los padres defenderse frente a la ideología de género


Duración 1:32 minutos

El Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, ha enviado esta mañana una carta a todos los sacerdotes para que se lea en las parroquias, dirigida a las familias católicas, para recordar a los padres que son los responsables de la educación de sus hijos. El contenido de la carta se encuentra en la página web de la diócesis de Cartagena. Puede accederse a él pinchando en el siguiente enlace:

lunes, 11 de junio de 2018



En un reportaje en El País, Felipe Llanes, soberano gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, dice esperar del Papa una ‘declaración explícita’ de Francisco sobre la Masonería. No podía haber elegido mejor momento.

Publica el diario El País un reportaje amable sobre la Masonería, haciendo con ella lo que jamás haría con la Iglesia: dar por buena hasta la última coma de la narrativa que ellos mismos cuentan sobre la polémica hermandad.

Pero lo que nos interesa viene hacia el final, en palabras de Felipe Llanes, soberano gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España: “Estamos detrás de una declaración explícita del Papa con respecto a la masonería, que defiende la libertad, la igualdad y la fraternidad”.

Le aconsejo a don Felipe santa paciencia, que las declaraciones explícitas no son la especialidad de este pontificado, más dado a usar las palabras para vagas proclamas, tautologías morales o proclamaciones ambiguas. Su Santidad parece comunicarse mejor con gestos, en lo que hace y en lo que omite.

Que no haya, en nuestro conocimiento, condena explícita alguna de la misa para masones oficiada por el Arzobispo Metropolitano de Manaos, Mons. Sergio Castrini, por ejemplo, puede interpretarse como un gesto, al igual que la invitación aceptada por el secretario de Estado, Pietro Parolin, para participar en la reunión que el Club de Bilderberg celebra este año en Turín.

El otro día  recordábamos  que la Masonería es la institución humana que más condenas ha recibido de la Iglesia, en parte porque ella misma ha tenido la destrucción de la Iglesia como una de sus prioridades, y que hasta hace poco pertenecer a la Masonería suponía excomunión automática.

Pero Llanes quizá no se equivoca al intuir que el clima está cambiando a marchas forzadas. La Masonería hace tiempo que no disimula su ferviente deseo de que la Iglesia, la institución que ha combatido a lo largo de toda su historia, tenga a su cabeza un pastor que levante prohibiciones y anatemas e inicie un acercamiento a los Hijos de la Viuda.

Los órganos masónicos de todo el mundo saludaron, de hecho, con esperanza el nombramiento de Francisco, algo que no hicieron con anteriores pontífices. Gustavo Raffi, Gran Maestre de la Logia del Gran Oriente de Italia, expresó el 14 de marzo de 2013 su esperanza de que “quizá nada volverá a ser como antes en la Iglesia”, uno de numerosos ejemplos en publicaciones masónicas.

Naturalmente, todo este cúmulo de declaraciones favorables por parte de los masones no significan otra cosa que una esperanza. Lo indudable es que Francisco, a lo largo de estos cinco primeros años de pontificado, ha hecho hincapié en numerosos asuntos que complacen igualmente a los ‘hermanos’, desde su confianza en la ONU o su explícito apoyo a políticas globalistas hasta sus ataques contra los católicos ‘rígidos’ que hacen “de la verdad un ídolo”.
Carlos Esteban

Noticias varias 8 a 11 de junio de 2018





La verdad completa


LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA

Pablo VI había dicho: la anticoncepción ha destruido la sociedad

El chantaje moral es inaceptable

CRUX

Pope removes Chile bishop accused of abuse cover up

FIRST THINGS

PROFECÍA DE SOLZHENITSYN

LA LIBERTAD 
Selección por José Martí

domingo, 10 de junio de 2018

OTRA VEZ EL PACTO DE METZ (XV). ALABANDO A SATANÁS (Capitán Ryder)



Es imposible que se realice la Consagración de Rusia a María cuando muchos prelados, empezando por Francisco, consideran que las soluciones vendrán del marxismo en sus diversos grados. 
Han pasado más de 100 años desde la Revolución Rusa. Desde entonces el mundo se ha llenado de campos de concentración, se ha llevado la guerra a todos los rincones para crear “el hombre nuevo”, se han financiado todo pelaje de grupos terroristas con el mismo objetivo; una vez conseguido el dominio en algunos países, las hambrunas se han multiplicado por doquier, se han levantado muros para evitar que la gente escapase (1), y se ha infiltrado la Iglesia con personas e ideas para intentar destruirla (2)
Y después de todo esto, viene un Papa que lo vio de cerca (3) y se dedica a practicarle el boca a boca a la Teología de la Liberación y a los políticos más o menos cercanos al comunismo.

Esta semana cumplía años uno de esos religiosos que tanto ha hecho por destruir la Iglesia en Hispanoamérica, Gustavo Gutiérrez.

La ocasión ha sido aprovechada por Francisco para intentar reflotar, una vez más, el Titanic de la teología llamada “de la liberación”.

La carta decía, entre otras cosas:
Le agradece el servicio teológico que ha prestado durante su vida desde el “amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad”(4).
“Me uno a tu acción de gracias a Dios, y también a tí te agradezco por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad(5), prosigue Francisco, antes de darle al peruano las gracias “por todos tus esfuerzos y por tu forma de interpelar la conciencia de cada uno, para que nadie quede indiferente ante el drama de la pobreza y la exclusión”(6)“Te animo a que sigas con tu oración y tu servicio a los demás dando testimonio de la alegría del Evangelio(7).
Ya se reunieron en Santa Marta en septiembre de 2013, donde le dio un caluroso abrazo, y en Perú, en su viaje supuestamente apostólico.

(1) Detalle convenientemente olvidado por Francisco. Sólo le interesa el muro de Trump.

(2) Hace unas semanas se publicaba el Latinobarómetro. Entre otros datos señala un descenso de los católicos en Perú (país de Gustavo Gutiérrez) del 90 al 74%, en Venezuela del 88 al 66% y en Nicaragua del 77 al 40%, del año 1995 al 2017. 
Décadas sembrando, sin apenas oposición, la teología de la liberación, y la labor de las sectas americanas (nuestros queridos “hermanos separados”) están dejando Hispanoamérica como un solar.

(3) Los grupos terroristas argentinos fueron de una brutalidad tremenda.

(4) Hemos comentado otra veces que el comunismo habla tanto de los pobres porque es el sistema ideal para crearlos por millones. Parece que la idea es crearlos para luego darles “ese amor preferencial”. Una idea a no olvidar es la especial saña con la que en Hispanoamérica asesinaban a los pobres que no se querían subir al carro del marxismo. La “opción preferencial” siempre fue el marxismo: los pobres o las injusticias (¡ojo, reales!) sólo eran la excusa.

(5) La contribución a la Humanidad ya la hemos comentado: hambrunas forzadas, campos de concentración, etc. La contribución a la Iglesia la hemos comentado en el punto (2), Hispanoamérica está arrasada.

(6) El tema de la indiferencia es muy relevante. Justo en este mismo momento hay gente muriendo de hambre en Venezuela o Cuba y siendo perseguida ferozmente en Nicaragua. En este último caso, por quien ya fue apoyado entusiásticamente por Gustavo Gutiérrez durante la revolución sandinista. ¿Alguien ha oído sus palabras sobre estos temas? ¿De qué indiferencia habla Francisco? Dejo para otro día el aire que Francisco ha concedido a los regímenes criminales de Cuba o Venezuela.

(7) La teología de Gustavo Gutiérrez es puro anti-Evangelio, entre otras muchísimas cosas, porque Dios es subordinado a Marx, lo que lleva a la lógica “desaparición” de Dios. Que un Papa le aliente de esta manera plantea un problema muy serio y una pregunta oportunísima: ¿En qué Evangelio cree el Papa? ¿Cuál es la Fe de Francisco?

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Pero ¿quién es Gustavo Gutiérrez? Unos párrafos del libro de Ricardo de la Cierva (8) “Las puertas del Infierno” nos pueden acercar al personaje. 

(8) No comparto algunas de las conclusiones que suele sacar Ricardo de la Cierva, pero los libros me parecen muy documentados.

Vamos con el libro:

Apunte 1- Que un teólogo de indudable importancia –jesuita y decano de la Facultad de teología en la Universidad Pontificia Comillas que los jesuitas regentan en Madrid- sea conocido generalmente como “Fede” en los ambientes clericales de la capital me parece bastante sintomático. Me refiero al padre Federico Pastor, quien a mediados de agosto de 1988 desempeñaba sus funciones docentes en esa Universidad y en la UCA salvadoreña, donde participaba en un Centro de Reflexión Teológica, según la Revista Latinoamericana de Teología (editada por ese Centro) en la que publicó un artículo extenso (número 14, 1988, p. 145s) sobre la aportación desde San Pablo a la teología de la liberación. En la dirección de esa revista se reunía la flor y nata del liberacionismo: los padres Ellacuría, Sobrino, Cardenal, Boff, González Faus, Gustavo Gutiérrez, Segundo, Muñoz y el teólogo seglar E.Dussel.

Apunte 2- Lenin “Actitud del Partido Obrero ante la religión en Obras escogidas”

La religión, para Lenin, en 1905 –el año de la primera revolución rusa del siglo XX- debe ser asunto privado en relación con el Estado; asunto enteramente privado y personal. Pero no tanto para el Partido, que debe luchar por erradicarla con todas sus fuerzas:

“Todo socialista, habitualmente, es ateo. Pero por motivos de estrategia no se prohíbe a los cristianos que ingresen en el Partido. Aunque la explicación del programa del partido comprende también, de modo necesario, las explicaciones de las verdaderas raíces históricas y económicas de la “niebla religiosa”. Nuestra propaganda incluye obligatoriamente la propaganda del ateísmo”.
En la ya citada obra de 1999, Actitud del partido obrero ante la religión, se explica la estrategia que permite admitir a cristianos creyentes, e incluso a sacerdotes, en las filas del partido marxista. Es un texto vital para comprender la estrategia del marxismo-leninismo en las luchas para la “liberación” de Iberoamérica y otras partes del mundo en el resto del siglo XX, la estrategia que la Internacional Comunista denominará “la hoz y la cruz” como veremos, a partir de 1936-1939.
“El marxismo es materialismo. En calidad de tal es tan implacable enemigo de la religión como el materialismo de los enciclopedistas del siglo XVIII o el materialismo de Feuerbach. Esto es indudable. Pero el materialismo dialéctico de Marx y Engels va más lejos que los enciclopedistas y que Feuerbach, pues aplica la filosofía materialista a la historia y a las ciencias sociales. Debemos luchar contra la religión. Esto es el abecé de todo el materialismo y por tanto del marxismo. Pero el marxismo no es un materialismo que se detenga en el abecé. El marxismo va más allá. Afirma: hay que saber luchar contra la religión y para ello es necesario explicar, desde un punto de vista materialista, los orígenes de la fe y de la religión entre las masas. La lucha contra la religión no puede limitarse ni reducirse a la prédica ideológica, abstracta; hay que vincular esa lucha a la actividad práctica concreta del movimiento de clases, que tiende a eliminar las raíces sociales de la religión … Se deduce que la propaganda atea de la socialdemocracia debe estar subordinada a su tarea fundamental: el desarrollo de la lucha de clases de las masas explotadas contra los explotadores.
Esta lucha de clases, entre las circunstancias de la sociedad capitalista moderna, llevará a los obreros cristianos a la socialdemocracia y al ateísmo cien veces mejor que la mera propaganda atea … El marxista debe ser materialista, o sea, enemigo de la religión, no en el terreno abstracto puramente teórico, de prédica siempre igual, sino de modo concreto, sobre la base de la lucha de clases que se libra -de hecho- y que educa a las masas más que nada y mejor que nada …Si un sacerdote viene a nuestras filas para realizar una labor política conjunta y cumple con probidad el trabajo del Partido, sin combatir el programa de éste, podemos admitirlo en las filas socialdemócratas”.

Anticipemos, ante semejante contundencia documentada, una conclusión fundamental de este libro. Dos dogmas de la teología de la liberación –la primacía de la praxis y la inserción de sacerdotes y cristianos en la lucha revolucionaria de clases, tal y como proponen Gustavo Gutiérrez en su libro clave y Leonardo Boff en el suyo, Iglesia, carisma y poderno son más que reiteraciones teóricas y aplicaciones concretas de la doctrina leninista para luchar contra la religión, al menos según Lenin.

Apunte 3 - Nota: el hoy Cardenal López Trujillo que precisamente la interpretación reduccionista de Medellín se plasmó en un folleto del sacerdote peruano del IDOC y los grupos contestatarios Gustavo Gutiérrez, utilizado pronto en una reunión interamericana celebrada en Caracas. De este boceto surgió el libro estrella de Gustavo Gutiérrez Teología de la liberación, perspectivas, que es una aplicación directa de la Teología política centroeuropea –Metz, el discípulo de Gramsci, Ernst Bloch- a la revolución cristiano-marxista contra el enemigo capitalista en Iberoamérica. El libro, en que desembocan varios trabajos y conferencias a partir del esquema trazado por el propio Gutiérrez en la Conferencia de Medellín, fue publicado en primera versión castellana en Bogotá en 1971, y se difundió mundialmente a partir de la primera edición española de 1972 en la editorial político-clerical de Salamanca “Sígueme”. Con él poseían ya los movimientos marxistas la doctrina que esperaban: la Teología de la Liberación, que se convirtió por sí misma desde entonces, en un tercer movimiento mundial que absorbió a todos los movimientos clericales contestatarios.

Apunte 4 - El encuentro del Escorial, principios de los 70.

Financiado por las obras asistenciales de la Conferencia Episcopal alemana. Según el cardenal López Trujillo “el encuentro del Escorial fue el inicio de esta corriente de la liberación (TL) como cuerpo, organización y movimiento”.

Empezando por Gustavo Gutiérrez, estrella del encuentro, cuya opción calificada así por Alvarez Bolado: “Esa opción radical parece para Gustavo Gutiérrez la opción socialista, entendida como inspirada por lo que el modelo marxista tiene de ciencia”. Como el modelo marxista, ahora ya lo sabe Alvarez Bolado, no tiene nada de ciencia, la conferencia del Escorial resultó una locura, un gran engaño. Y la ponencia de Gutiérrez representó “el polo de referencia” de toda la reunión.

Apunte 5 - Nicaragua

Por el contrario, los jesuitas, con el respaldo absoluto del Provincial César Jerez y del General Pedro Arrupe, se volcaron en el apoyo a la Revolución Sandinista, a la que dedicaron su red de centros pastorales e intelectuales que formaron una especie de estado mayor liberacionista en Nicaragua. Estos centros eran la Universidad Centroamericana (otra UCA) y el Instituto Histórico Centroamericano. Los sandinistas dominaban la Conferencia de Religiosos nicaragüenses. El control de los medios de comunicación por los sandinistas era prácticamente total con excepción de La Prensa hasta que este gran diario democrático fue neutralizado también. Un selecto grupo de teólogos de la liberación permanecía en Nicaragua como retén de apoyo, además de los viajes continuos que realizaban allí Gustavo Gutiérrez, Giulio Girardi, Enrique Dussel, Pablo Richard, Jon Sobrino e Ignacio Ellacuría.

No me resisto a añadir un párrafo del que dicen ha sido colaborador de Francisco en la Encíclica Laudato SI. Parece que Marcia Monteiro ya inspiraba a Boff lo que ahora se ha convertido en “Magisterio Ordinario”.

Leonardo Boff, exsacerdote y exfranciscano, polémico teólogo de la más radical teología de la liberación, lleva años manteniendo una relación sentimental con una mujer de cincuenta años, brasileña, teóloga, divorciada y madre de seis niños. La relación dura desde hace doce años, según ha reconocido el propio Boff al diario brasileño “A Folha de Sao Paulo”. La compañera sentimental del ex sacerdote se llama Marcia Monteiro da Silva y se conocieron en la Universidad de Petrópolis, donde Boff ha impartido clases de teología desde hace más de veinte años. Boff ha afirmado también que van a pedirle al Papa que acelere su proceso de reducción al estado laical, que ya está en curso, con el fin de regularizar su situación con la señora Monteiro. A la vez ha declarado que para él “estar enamorado ha sido todo un descubrimiento”.
La noticia (ABC 28.11.93 p. 96) recuerda las veces que Boff había desmentido la existencia de una “relación sentimental”. Y la identificación que hizo en la revista cubana “Bohemia” (marzo de 1992) de la Cuba de Castro con el Reino de Dios en la tierra.

Tres días antes de la noticia anterior Boff volvía a mostrarse inasequible al desaliento. Desde su nueva cátedra en la universidad provincial de Río de Janeiro el teólogo rebelde presentaba un nuevo libro (muy poco difundido) para exponer una “teología verde”, título muy apropiado dada su relación sentimental con la teóloga.

Capitán Ryder

Cardenal Burke: Situación en la Iglesia es “muy alarmante”



“No podemos permitir que la Iglesia vaya en una falsa dirección”, dijo el 6 de junio el cardenal Raymond Burke al semanario polaco Sieci.

Burke calificó la situación en la Iglesia como “muy alarmante, ante todo, porque las verdades fundamentales de fe están socavadas, puestas en cuestión”.

Burke criticó que “no hay un liderazgo fuerte desde Roma”.

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Como cuestión de hecho hay un “fuerte liderazgo en Roma”, incluso una dictadura, pero  en una dirección equivocada.

sábado, 9 de junio de 2018

Cara Dura (Antonio Caponnetto)


Alejandro Bermúdez

Creánme o no tirios y troyanos, en la gélida noche argentina del 8 de junio, me he enterado de tres cosas que ignoraba.

La primera que existe un amondongado sujeto llamado Alejandro Bermúdez; y que, por cierto, no debe ser confundido con su homónimo, el nadador colombiano, apodado precisamente el Flaco.

La segunda, que el ente carnoso, entre otros menesteres ilustres, dirige un programa televisivo titulado “Cara a Cara”, sin que sepamos aún si su objeto propio versa sobre el lifting facial o el identikit.

Y la tercera, que en la edición del mencionado programa con fecha 6 de junio de este 2018 (cfr.minuto 50 y ss de https://youtu.be/F9xoj0N3Sx8) , el célebre saín –que para abreviar llamaremos nomás Alejandro Bermúdez- se ha ocupado de mí, desbarrando de dislate en falacia y de mentira en canallada.
Viene a decir el Alejandrino –con ripios,¡ay! en la prosodia, la fonología y la sintaxis- que he “caído en el abismo antipapista y lefevbrista, que simplemente” me “hacen incompatible con un comentarista católico”. Que he “dejado de ser un comentarista católico”, por mi “antipapismo irracional y apocalíptico”; y que el “proceso sistemático de negación de la autoridad pontificia del Papa Francisco” me convierten en “herético”, pues eso “es negar la realidad del Espíritu Santo que gobierna a la Iglesia”.
Da vergüenza ajena que este señor Bermudo hable de quien no conoce ni su vida ni su obra, ni su pensamiento ni su acción; y que movido por su obsecuencia a los altos mandos eclesiales que lo rentan, se arrogue el derecho a dividir las aguas de los ortodoxos y de los herejes, con un maniqueísmo que lo degrada, ridiculiza y abaja. Esto no sólo es “irracional” sino moralmente pecaminoso, penalmente injuriante e intelectualmente mendaz. Esto, para decirlo de una vez, es la zafaduría propia de un maleducado.
Da mayor vergüenza que confunda el deber canónico de los fieles de señalar los yerros de sus pastores y aun el del Pontífice con el antipapismo, que es negación de la institución petrina. Precisamente el núcleo de la herejía luterana a la que Francisco ha rendido homenaje público  hasta la indecencia.
Lastimoso es que utilice la palabra “apocalíptico” como adjetivo descalificante, rozando así dos herejías, la del socinianismo y la del dominionismo; e incurriendo en la torpeza vulgar de sinonimizar al Apocalipsis con la maldad. 

Ridículo, además -si no fuera trágico- que el caballero de la triste pantalla carezca del discernimiento básico para no advertir la distancia que hay entre un “proceso sistemático de negación de la autoridad pontificia” y el  proceso desgarrador que vivimos los católicos genuinos, teniendo que señalar este tránsito del Iscariotismo a la Apostasía que conduce hoy el Cardenal Bergoglio.
En dos cosas no obstante acierta  el bermudo, y me place reconocérselo

- La una es que no soy un comentarista católico.

¡Válgame la Virgen Santa si lo fuera! Para oficio de tan poca monta están el morcón y sus socios. A Dios le pido que me haga apóstol, misionero, testigo, apologeta, el último de sus bautizados fieles o el ignoto confesor de la Fe, la ínfima semilla caída en el surco. Pero comentarista católico, no.
- El acierto segundo es que el Espíritu Santo gobierna a la Iglesia (Catecismo, 811)

De ahí la magnitud de la osadía de Francisco cuando sostiene que “el Paráclito parece como si fuera un apóstol de Babel” (15-3-2013); cuando lo llama “calamidad y desastre” (4-5-2018); cuando lo pone como artífice de la unidad con los pastores evangelistas pentecostalistas (25-5-2015); cuando cree que antes de su gestión aperturista y sincretista la Tercera Persona ha “vivido en una jaula”, que habría sido la misma Iglesia (23-2-2018); o cuando incurre en bromas zafias contra la Santa Trinidad (25-3-2017), faltando ostensiblemente al Segundo Mandamiento.
Mientras escribimos este descargo, llega desde Roma la infausta noticia de que este destratador serial del Espíritu Santo acaba de conferirle el rango de beato y mártir a Monseñor Angelelli, agente mil veces documentado de la subversión marxista, traidor contumaz a la Fe Católica y operador activo de una de las principales agrupaciones armadas terroristas en los años setenta del siglo XX. 

No sabemos qué subterfugio, eufemismo, elipsis o sandez sacará a relucir ahora el papólatra Bermúdez de su sotobarba o de su bandullo.
De mi parte diré, a secas y con dolor, una vez más, que este tipo de felonías prueba que la cabeza actual de la Iglesia está en manos de un personaje contumazmente siniestro, dispuesto a todo para ultrajar a la Esposa

Bergoglio sabe muy bien que Angelelli no murió por causa de la Fe Católica, sino que militó en su contra desde el partisanismo rojo, hasta que un simple accidente automovilístico se lo llevó de la tierra. 

Bergoglio sabe muy bien que los verdaderos mártires en aquella contienda que ensangrentó a la Argentina, no son el obispo zurdo con sus compañeros de malandanzas. Son las víctimas de  su despliegue criminal, análogo en lo esencial con las perrerías del bolchevismo.
El Diccionario de la Real Academia Española registra con propiedad entre sus páginas el término caradura, para aludir a la persona que actúa con desvergüenza, descaro o falta de respeto. Más propiamente aún –añade- al sinvergüenza o desfachatado. De ahí que Alejandro Bermúdez le haría un favor inmenso a su teleaudiencia si trocara el nombre de su programa por éste aún más castizo y veraz que venimos a sugerirle: CARADURA.
Me dicen algunos amigos que morigere mis palabras, puesto que Alejandro Bermúdez Rosell –apellido este último de presumibles raíces hebreas- sería un hombre poderoso, conductor y director de una diversidad de medios de comunicación sedicentemente católicos o integrantes activos del oficialismo clerical vaticano.  Agradezco de corazón a mis consejeros, pero si algo me mueve a no mitigarme es, precisamente, la relevancia que parece tener tal inverecundo mentiroso.
En esta semana que concluye ya padecí otro caso de un relumbrón nativo del show business; de la especie de los neo guapos que amenazan con su poderío en las redes sociales. “Te espero en el facebook”, es la consigna estulta y pusilánime de todos estos nuevos ricos de la intelligentzia. Hombres cuyo estilo es no tener aristocracia sino redes sociales. Para desgracia de ellos, pertenezco a la generación que prefiere la bala marxista a la palmadita liberal. Porque como decía José Antonio Primo de Rivera, prefiero morir fusilado que de náuseas. Prefiero la derrota en la Cruz a la victoria en los blogs.
Ignoro si alguna vez podré estar cara a cara con este caradura de Bermúdez. El cual –para que ninguna patraña estuviera ausente de su relato- lanzó la especie de que soy entrevistado “en forma constante, una y otra vez”, por el Dr. Hugo Verdera; cuando en los largos años del programa televisivo que éste dirige, sólo he asistido a dos ( 8-11-2013 y 21-3-2015), tocándose en ambos asuntos absolutamente ajenos a la crisis de la Iglesia.
Ignoro, lo reitero, si se me dará la ocasión de estar cara a cara con este turiferario de encumbrados apóstatas y difamador de bautizados fieles. Quisiera saber si entonces puede sostener cuanto de ruin ha dicho.

Pero mejor pensadas las cosas, Dios me preserve  de la proximidad de torvos semblantes, y me conceda la dicha de alcanzar algún día la gracia de estar perennemente ante Su Santa Faz.
Bajo el icono del Cristo Yacente renuevo mi promesa de intransigencia en la desigual batalla:
Tendido, horizontal, sangrante y plano,
te recibió el sepulcro, entre estertores;
eran todos los rostros pecadores
y el tuyo, yerto, bonaventurano.
Todavía llevabas en la mano
de la llaga manante, los dolores.
Todavía eran tuyos los sabores
del vinagre y la sed: la trilla al grano.
Yaces, Señor, en esta tierra impía,
alguna vez  alcázar de Tu nombre,
mudada en la más ruín alevosía.
Regresa a dar la última reyerta;
seremos puños que la patria escombre,
lanza que pugna, aunque la vieron muerta.
Antonio Caponnetto

Vaticano busca que se otorgue un “ministerio oficial” a las mujeres



La sala de prensa del Vaticano dio a conocer el 8 de junio el documento preparatorio para el Sínodo de la Amazonia, el cual consta de 16 páginas.

El documento pide “nuevos ministerios y servicios para los diferentes agentes de pastoral” y quiere “identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer”.

Abolir el celibato sólo se menciona implícitamente, cuando el documento pide “nuevos caminos” para que el Pueblo de Dios tenga “mejor y frecuente acceso a la Eucaristía, centro de la vida cristiana”.

El texto da la impresión de que los sacerdotes casados ya son una conclusión inevitable, al recordar que “todo el Pueblo de Dios participa del sacerdocio de Cristo, aunque distinguiendo sacerdocio común y sacerdocio ministerial”.

Según el documento, hay una “necesidad urgente” de evaluar y “repensar” los ministerios que hoy se requieren.

Ya es claro que esta iniciativa llevará a un desastre.

Divisiones entre obispos alemanes con relación a la comunión para los protestantes


No nos asusta enfrentar a la dictadura del pensamiento único – por Lorenzo Fontana


Lorenzo Fontana, Ministro de Familia - Italia

Carta de Lorenzo Fontana, Ministro de la Familia, al director de Il Tempo

“Estimado director,

le agradezco a usted, a Il Tempo, a su redacción y a todos los que me han expresado su apoyo en los días en los que está en acción un fuerte intento de ataque no sólo en lo que a mí respecta, sino contra los valores en los que se refleja la mayoría silenciosa y apaciguada.

Todo lo que se ha visto recuerda amargamente las previsiones de Gilbert Keith Chesterton: 

«Las espadas serán desenvainadas para demostrar que las hojas son verdes en verano», una profecía que ya no parece tan remota.

Es lo que ha sucedido. Hemos afirmado cosas que pensábamos que eran normales, casi descontadas: que para crecer, un país necesita tener hijos, que la mamá se llama mamá (y no progenitor 1) y que el papá se llama papá (y no progenitor 2).

Hemos dicho que los últimos y los únicos que deben tener la palabra sobre la educación, crecimiento y cuidado de los bebés son precisamente mamá y papá, principio sacrosanto de libertad.

La reacción – de ciertos ambientes que hacen del relativismo su bandera – ha sido violentísima. Comenzó un feroz aluvión de insultos, ofensas, también personales, amenazas (que serán elevadas a la atención de los oficinas que le competen).

Los medios de comunicación social han amplificado la importancia de esta acción, llevada a la mesa por algunos. Vivimos en tiempos extraños. La furia de cierta ideología relativista excede los límites de la realidad, llegando también a poner en duda algunas evidencias indudables, que encuentran plena confirmación en nuestra Constitución: «La República reconoce los derechos de la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio», recita el artículo 29, que será el principio de acción ministerial.

Dicho esto: la revuelta de las élites no nos asusta y no nos asusta enfrentar la dictadura del pensamiento único. Avanzamos, con gran motivación, tenemos muchos proyectos para llevar a cabo. Lo hacemos con muchísimos que – como ustedes – nos han manifestado su solidaridad.

Ustedes han sido y son numerosísimos, y a todos les dirijo un sincero y sentido agradecimiento. La historia nos consuela. «A ustedes los llamarán papistas, retrógrados, intransigentes, clericales: ¡enorgullézcanse por eso!», decía san Pío X.

Y nosotros estamos orgullosos de no tener miedo de decirnos cristianos, de decirnos madres, padres, de ser para la vida. Tenemos las espaldas bastante anchas para resistir los ataques gratuitos, respondiendo con la evidencia de los hechos, la fuerza de las ideas y el carácter concreto de las acciones.

Honor a un diario liberal que tiene la valentía de expresar posiciones contrarias a la corriente. Jamás como en este momento batirse por la normalidad se ha convertido en un acto heroico”.

Con estima

Lorenzo Fontana, Ministro de la Familia

Publicado originalmente en italiano en In Non ci spaventa affrontare la dittatura del pensiero unico - da Lorenzo Fontana

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Intercomunión para protestantes: la cólera de Walter Kasper ... y otros obispos alemanes


Lo dijimos: "La Iglesia con rostro amazónico" pasa por la ordenación de hombres casados