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martes, 4 de abril de 2017

IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN LA ESCUELA

Duración 4:27 minutos

Las "dubia" de los cuatro cardenales hacen escuela. Es la hora de los laicos (Sandro Magister)


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"Clarificar". Con el mismo título-apelación con el que los cardenales Walter Brandmüller, Raymond L. Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner hicieron públicas sus "dubia" sobre los puntos más controvertidos de "Amoris laetitia" se celebrará en Roma el sábado 22 de abril un gran congreso internacional, a un año de la publicación de la exhortación post-sinodal.
El congreso se celebrará en el Hotel Columbus, a dos pasos de la plaza San Pedro. En ese encuentro tomarán la palabra especialistas congregados de todo el mundo: Anna M. Silvas, de Australia; Claudio Pierantoni, de Chile; Jürgen Liminski, de Alemania; Douglas Farrow, de Canadá, Jean Paul Messina, de Camerún y Thibaud Collin, de Francia.
Los dos primeros son bien conocidos por los lectores de Settimo Cielo.
De Anna M. Silvas, católica de rito oriental e ilustre estudiosa de los Padres de la Iglesia, han podido leer el pasado mes de junio esta brillante y muy argumentada crítica del documento del papa Francisco:
Mientras que del ítalo-chileno Claudio Pierantoni, también él patrólogo, han leído el pasado mes de noviembre el instructivo paralelo entre el desmadre de la Iglesia actual y el de las controversias trinitarias y cristológicas del sigo IV, para superar las cuales se llevaron a cabo los concilios ecuménicos, tal como podría suceder de nuevo hoy:
El elemento caracterizante del congreso es que en él hablarán solamente laicos, como prueba que la controversia que divide hoy a la Iglesia no es para nada exclusiva de "pocos" eclesiásticos retrógrados – como algunos se arriesgan a decir –, sino que incluye a todo el "pueblo de Dios".
Ni tampoco los especialistas que tomarán la palabra el 22 de abril son voces aisladas. Basta pensar – entre muchos otros que se podrían citar – a dos figuras eminentes como el polaco Stanislaw Grygiel y el francés Rémi Brague, ambos convencidos partidarios de la validez de las "dubia" planteadas al Papa por los cuatro cardenales.
En la foto, el encuentro de dos días atrás entre Francisco y uno de los cuatro, el arzobispo emérito de Boloña, Carlo Caffarra, ex presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
Entre los firmantes de las "dubia", el cardenal Caffarra es aquél a quien Jorge Mario Bergoglio le manifestó muchas veces en el pasado su estima. Y es también aquél que más ha desarrollado en público los argumentos a favor de sus objeciones a "Amoris laetitia", en especial en la entrevista concedida a "Il Foglio" el 14 de enero del 2017, ampliamente retransmitida en varios idiomas por Settimo Cielo:
El encuentro tuvo lugar el domingo 2 de abril, durante la visita del Papa a la diócesis de Carpi.
El congreso del 22 de abril es promovido por el mensuario de apologética "Il Timone" y por el sitio web "La Nuova Bussola Quotidiana", ambos dirigidos por Riccardo Cascioli.

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) ANEXO



NOTAS ADICIONALES:

1. Según Hilary White [en un escrito del 21 de noviembre de 2016, una semana después de la publicación de las Dubia] si todos los factores se mantienen estables —o sea, si Francisco no se arrepiente y los cardenales no se amedrentan— lo que ocurrirá, lo que tiene que ocurrir, es lo siguiente:

—Francisco continuará sin responder permitiendo que sus agentes hablen por él cómo hasta hoy. Continuará llamando «enemigos» y «detractores» a todo aquel que intente obligarlo a cumplir con su obligación.

Los cardenales, tras una pausa, durante la que quizá podrían emitir una nueva advertencia, se verán obligados a cumplir con su deber y denunciar su herejía por el bien de la Iglesia y la salvación de las almas. Esto debe ocurrir aunque la única razón sea que los fieles están siendo conducidos por este Papa al precipicio del pecado mortal

Después de la denuncia formal, por lo tanto, el episcopado, el clero y el laicado quedarán divididos en dos gruposLa parte católica será muy pequeña y, a los ojos del mundo, débil, impotente e insensata. La verdad de la fe será su única arma y escudo.

— El bando opuesto contará con todas las instituciones materiales de la Iglesia, todos sus recursos monetarios, los beneficios psicológicos del patrimonio material de sus templos, escuelas, universidades, hospitales, etc., además del poder político resultante del reconocimiento y el apoyo del mundo secular y de todos aquellos que continúan haciéndose llamar católicos.

— Francisco demandará la aquiescencia de todos los católicos por medio de sus amenazas e insultos habituales. Otorgará poderes a sus allegados a nivel nacional para castigar a sacerdotes, seminaristas, maestros, profesores universitarios, etc, si no se suman al Nuevo Paradigma.

— Este alejamiento posiblemente sólo podrá ser sanado a través de lo que los canonistas llaman una «sentencia declarativa» estipulando que Bergoglio es un hereje formal obstinado o pertinaz y que es a causa de sus propios actos por lo que pierde el oficio del papado.

— El deber de los cardenales quedará clarola Iglesia católica no puede funcionar sin un Papa y se verán obligados a convocar un cónclave.

¿Qué forma tomarán las cosas una vez que se haya realizado el cisma? 
Su aspecto podría elucidarse extrapolando la situación actual. 

La inmensa mayoría del mundo católico, laico o clerical, no tiene problema alguno aceptando el Nuevo Paradigma o los nuevos conceptos de dualidad del Vaticano. 

La Iglesia verdadera estará formada por los que siguen siendo creyentes, como siempre ha sido, mas ya no habrá edificios

La realidad, a los ojos de Dios, será que el cuerpo mayor consistirá en lo que podríamos llamar la secta bergoglianaPoseerán toda apariencia de legitimidad y serán respetados, o cuando menos aceptados, por el mundo quien considerará al grupo más pequeño de objetores como necios y «detractores».


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[Bien, de esto hace ya más de cuatro meses y los cardenales siguen sin  hablar. Está prevista una reunión en Roma el 22 de abril de 2017, solamente de laicos de gran prestigio internacional, para hacer hincapié en que el problema no es sólo de unos cuantos cardenales, con los que están completamente de acuerdo, sino de toda la Iglesia, a nivel mundial. Es algo que afecta a todos los católicos del mundo]


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2. Sobre esa idea del cisma en la Iglesia y de un nuevo Papa, siendo Bergoglio declarado hereje, hablé en este blog ... aunque lo que dije se trataba de un sueño. Pinchar aquí aquí. Y esto es lo que escribí después de salir del sueño: pinchar aquí.

José Martí

Carta a los cuatro cardenales que plantearon las Dubia al papa Francisco (José Martí) [3 de 3]


Me vienen ahora a la memoria unas palabras que dijo Jesús y que, como todas sus Palabras, son las únicas que nos pueden dar la Vida ... pues, además, al mismo tiempo que señalan un problema, señalan también su solución: 

"Todo reino dividido contra sí mismo será desolado y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no subsistirá" (Mt 12, 25)

En la actualidad la Iglesia está dividida contra sí misma. Y si continúa por este camino estaría abocada a su desaparición, a su destrucción como tal Iglesia (situación de apostasía universal).

Cierto que tal destrucción no puede ocurrir, pues "las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella" (Mt 16, 18) pero cierto también que "surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Y al crecer la maldad, se enfriará la caridad de muchos"(Mt 24, 11-12) ... hasta el punto de que llegará un momento en el que "quien os dé muerte piense que así sirve a Dios" (Jn 16, 2).

La Iglesia subsistirá (la verdadera Iglesiapero serán pocos los que pertenezcan a ella y puedan salvarse. Y esto es así hasta el punto de que "si no se acortasen tales días, nadie se salvaría; pero por los elegidos se acortarán aquellos días" (Mt 24, 22), nos dice Jesús.

En realidad no deberíamos de extrañarnos demasiado, pues todo lo que está ocurriendo ahora ya estaba anunciado en las Sagradas Escrituras: Vendrá un tiempo en que (los hombres) no soportarán la sana doctrina, sino que, dejándose llevar de sus caprichos, reunirán en torno a sí maestros que halaguen sus oídos, y se apartarán de la verdad, volviéndose a las fábulas (2 Tim 4: 3-4).

Éste será (¡es!) el problema. Y junto al problema, la solución:

"Pero tú vigila en todo, afánate en el trabajo, haz labor de evangelista, desempeña bien tu ministerio" (2 Tim 4, 5).

Por eso, sus Eminencias, dado que "nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amará al otro, o bien se allegará a uno y despreciará al otro" (Mt 6, 24), según dijo Jesús, yo les suplicaría humildemente que, por lo que más quieran, no se vuelvan atrás en su corrección formal al Papa.

No se contenten con una simple declaración de lo que la Iglesia siempre ha dicho, porque eso ya lo están haciendo otros cardenales. Vendría a ser como otra "opinión" más ... cuando, en realidad, no lo es. Pero digo esto porque también hay muchos otros cardenales que, con la excusa de la adaptación de la Iglesia a los tiempos modernos, quieren cambiar toda la estructura de la Iglesia católica.

Considero que tienen una grave responsabilidad. Ya que han dado el primer paso ... ¡no se vuelvan atrás! ¡Cumplan con su deber (según 2 Tim 4, 5) y atiendan, sobre todo, a las palabras de Jesús"No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, sobre todo, al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28).

¡No pueden abandonar el rebaño que les ha sido encomendado, sobre todo cuando son conscientes de la existencia -comprobada y publicada-  de tantos falsos pastores que se han entronizado en la Iglesia y que están siendo causa de confusión y también de perdición eterna para muchas almas! 

El papa Francisco necesita de una corrección formal seria, pues AL supone un auténtico peligro para la fe.

Porque, además, lo que va a ocurrir es tan solo el primer paso. Una vez abierta la puerta a los adúlteros, es cuestión de poco tiempo el que pueda comulgar cualquiera, independiente de si tiene o no pecados, del tipo que sean.

Y dado que ya se ha entronizado a Lutero en el mismo Vaticano y que se quiere celebrar la conmemoración de la Reforma Protestante ...  hasta el punto, incluso, de querer celebrar una misa conjunta entre católicos y protestantes ... con motivo del quinto centenario de la ruptura protestante, se llegaría a una situación gravísima en la Iglesia, puesto que los protestantes niegan la Presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, amén de otros puntos incompatibles con la fe católica. 

Necesitamos recordar, una vez más, las palabras de san Pablo a los corintios: “Nada podemos contra la verdad, sino a favor de la verdad” (2 Cor. 13: 8). La Iglesia católica es la única Iglesia verdadera. No hay otra. Y fuera de la Iglesia no hay salvación posible. Esto es una verdad de fe. Si no creyéramos que esto es así, actuando, por lo tanto, en coherencia con esta fe, entonces ¿qué sentido tendría la vida de un católico? ¿Qué importaría tener una religión u otra? ... ¡Como si la religión católica fuese comparable a las demás, que son todas inventos humanos! ¡Ninguna otra religión ha sido revelada directamente por Dios, en Jesucristo, para nuestra salvación!

Si llegase a producirse esa celebración conjunta, la Iglesia habría pasado a mejor vida. Y las palabras de Jesús estarían teniendo ya su cumplimiento: "¿Pensáis que cuando venga el Hijo del hombre encontrará fe en la tierra?" (Lc 18, 8). Posiblemente sería una señal de que el fin de los tiempos está cercano ... ¡y los verdaderos cristianos serían perseguidos por todos, incluida la Iglesia oficial, y vivirían en un estado catacumbal, al estilo de los primeros cristianos! 

Ese es el motivo por el que considero que, con carácter de urgencia, deben de dar un paso adelante, abandonándose por completo en las manos del Señor, que nunca falla, y realizar formalmente la corrección formal al papa Francisco, tal y como dijeron que haríany que no sea verdad el bulo que se corre de que no van a realizar tal corrección directa  pues es mucho - ¡muchísimo!- lo que está en juego. Y somos muchos los católicos que estamos expectantes de que se produzca esa corrección formal al Papa, dado que la cizaña está creciendo de un modo acelerado, en particular, a modo de ejemplo, en Alemania, aunque prácticamente se está extendiendo a nivel mundial. 

Deseo fervientemente que Dios les ilumine para que tomen la decisión que sea mejor para la Iglesia. Sepan que cuenta con mis oraciones continuas y con las de miles y miles de católicos que están atravesando una etapa en su vida de gran sufrimiento, al observar cómo el mundo ha penetrado en la Iglesia, cambiándola desde dentro ... y, lo más grave, que la mayoría de los obispos y cardenales que estaban viendo lo que ocurría callaban, por cobardía o por respetos humanos o por lo que sea. Eso ha dado lugar al panorama que ahora estamos contemplando en la Iglesia ... y lo que aún nos espera.

Por eso mi deseo es más una súplica porque la Iglesia se hunde.

Suyo afectísimo en el Señor Jesús:

José Martí

lunes, 3 de abril de 2017

Aclarando ideas (IV) Diálogo y protestantización de la Iglesia [Froilán Aulé]


- En ninguna parte de los Evangelios y del Nuevo Testamento se habla de dialogar con el mundo sino de convertirlo anunciando el Evangelio. "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que crea y será bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado" (Mc 16:15-16) 

- ¿Quién se atreve hoy a decir esto? ¿Dónde se escucha esto en la Iglesia? ¿No se dice acaso que no hay que hacer proselitismo y sí respetar las demás creencias? Arguyen que no hay que imponer nada a nadie. ¿Y quién impone? Anunciar no es imponer. Anunciar la salvación es el mayor acto de misericordia que podamos imaginar


¡Como si el anuncio fuera compulsiva exigencia de conversión! La exigencia es para quien cree en Cristo como Salvador, para la verdadera Iglesia, ésa que lleva en sí san Pablo cuando dice: "Ay de mí si no anuncio el Evangelio!" (1 Cor 9: 17). Dirá en ese pasaje de su primera carta a los corintios que, siendo libre, se hizo esclavo de todos para ganar a todos. Para ganarlos a la salvación.



Sí, al Evangelio se lo anuncia


- El Señor no dio alternativas al anuncio porque no las hay. Es por la predicación como se llega a la verdad de la fe. "Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero, ¿cómo invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído hablar? ¿Y cómo oirán si nadie les predica?" (Rom 10: 13-15).



Post-Concilio. Influencias modernistas.
Gestos equívocos y equivocados


- Además, a eso contribuyeron gestos e iniciativas equívocos como el beso de Juan Pablo II al Corán (como si fuera Palabra de Dios, cuando sólo se besa la Sagrada Escritura y en particular el Evangelio). Debemos pensar que a cometer ese grave error lo llevó un ímpetu entusiasta y no el reconocimiento de una falsa religión. 

- También fue totalmente errado el encuentro de Asís de 1986 con todas las religiones que iría a abrir las compuertas al indiferentismo religioso en el que una religión vale tanto como otra. En ese encuentro se vieron animistas con sus ritos en las iglesias de Asís, un Buda sobre un sagrario, etc. No se puede dudar de la buena intención de un Papa santo como Juan Pablo II que buscaba asociar otras religiones a la paz y procurar la convivencia pacífica entre ellas


- Sin embargo, fue un grave error, señalado por Cardenales como el Cardenal Giacomo Biffi y también por el mismo Ratzinger. Lástima que, pese a ser crítico con ese encuentro, 25 años más tarde y ya como Papa, Benedicto XVI permitió la reedición de Asís, por más que fuera con atenuantes. La única respuesta a ese aparente desdecirse es que grandes deben haber sido las presiones internas. Grandes también las otras fuerzas exteriores, al punto que -unas y otras-posteriormente lo obligaran a renunciar.


- Aquellos gestos de acercamiento, aquellas iniciativas, por buenas que fueran las intenciones, llevaron y llevan a la confusión de los fieles, a pensar que todas las religiones son buenas, que en todas hay algo de verdad

- Se entra así por el plano inclinado donde al final lo mismo da una religión que otra, cada una tiene su verdad, pero ninguna la tiene por completo, etc. Y se llega al sincretismo y a negar a Cristo como Verdad absoluta y por tanto a toda la Revelación en la única salvación de Jesucristo. 


[Ahí tenemos, por ejemplo, el vídeo del papa Francisco, de enero de 2016, en donde lo importante es amarse y que todos somos hijos de Dios, y que Dios es el mismo para todos; o que todas las religiones conducen a la salvación.  De modo que, sin meternos en las intenciones, que suponemos buenas, lo cierto y verdad es que toda la confusión reinante actual, en este sentido, fue introducida por el papa Juan Pablo II]




La Iglesia se ha ido "protestantizando"


- Por ejemplo, eso lo vemos ya en los documentos del Concilio cuando el Papa Pablo VI tuvo que intervenir -luego de redactada la Lumen Gentium- mediante una nota explicativa previa que aludía al capítulo 3. Por medio de un texto ambiguo se pretendía relativizar el dogma de la Infalibilidad, proclamado por el Vaticano I. El texto estaba imbuido de una eclesiología (concepto de Iglesia) protestantizada la cual disminuía la autoridad del Papa en vistas a una sinodalidad (colegialidad) en la que el Papa se igualaba a los demás obispos.


- Ya, casi al final de su vida, Pablo VI advertía a su amigo Jean Guittón que la Iglesia iba por un camino de protestantización y que llegaría el día en que se vería reducida a un pequeño resto. Y también decía, con amargura, "esperábamos una primavera después del Concilio y vino un crudo invierno". Y muy conocida es su frase que "por alguna grieta de la Iglesia ha penetrado el humo de Satanás".

- La referencia exacta de la charla de Pablo VI con su amigo Guittón, filósofo y miembro de la Academia Francesa, a fines de su pontificado, en 1977, es ésta: 


"Hay una gran perturbación en este momento en el mundo y en la Iglesia, y lo que está en cuestión es la fe. Ahora me ocurre repetir aquella frase oscura de Jesús en el Evangelio de san Lucas: "Cuando el Hijo del hombre vuelva, ¿encontrará aún la fe en la tierra?"... A veces releo el Evangelio del fin de los tiempos y constato que emergen en este momento algunos signos de este fin. ¿Estamos próximos al fin? Esto jamás lo sabremos. Hay que estar siempre prontos, pero puede aún durar mucho tiempo. Cuando considero al mundo católico, lo que me llama la atención es que dentro del catolicismo parece a veces predominar un pensamiento de tipo no católico, y puede ocurrir que este pensamiento no católico mañana se vuelve el más fuerte. Pero jamás representará el pensamiento de la Iglesia. Es preciso que subsista un pequeño rebaño, por más pequeño que sea"

[¡Verdaderamente profético, pues es lo que está ocurriendo hoy en día!]

- Estamos ante lo que el entonces Cardenal Karol Wojtlyla definió como el enfrentamiento final entre la Iglesia y la anti-Iglesia. Así lo dijo en un Congreso Eucarístico, el de Filadelfia, en 1976:  En esta lucha la Eucaristía es el centro del ataque por más que no lo parezca. ¿Qué estaba, si no, en juego, en el Sínodo de la Familia? ¿No era acaso el acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos a "casar"? 

- De hecho, Lutero destrozó todo lo cristiano



  1. los dogmas, negando su posibilidad; 
  2. la fe, devaluándola a mera opinión; 
  3. las buenas obras, negando su necesidad;
  4. la Escritura, desvinculándola de Tradición y Magisterio; 
  5. la vida religiosa profesada con votos, 
  6. la ley moral objetiva, 
  7. el culto a los santos, 
  8. el Episcopado apostólico, 
  9. el sacerdocio ministerial y el sacrificio eucarístico, 
  10. y todos los sacramentos, menos el bautismo...

- En octubre de 1995 el Cardenal primado de Holanda, Adrianus Simonis, denunciaba en una entrevista concedida a la revista 30 Días: "La situación de la Iglesia es hoy dificilísima. Puede uno preguntarse si no está en acto, en el mundo occidental, una sedicente segunda Reforma (protestante) [...] Esta segunda Reforma me parece aún más peligrosa que la primera"

- Él sabía muy bien de qué hablaba: baste recordar el herético catecismo holandés.



Continuará

BULA “Decet Romanum Pontíficem”, CONDENANDO Y EXCOMULGANDO A MARTÍN LUTERO Y SUS SEGUIDORES


Ante la Bula Exsúrge Dómine, que le ordenaba a Martín Lutero que se retractara de sus errores, él se rehusó a obedecer. Muy por el contrario, continuaba difundiendo de palabra y por escrito sus errores y blasfemias


Por ello el Papa León X lanzó contra él y sus seguidores el anatema, que oficialmente los sentenció al Infierno por toda la eternidad.

Papa León X, Siervo de los siervos de Dios,
para perpetua memoria.

Compete al Romano Pontífice, por el poder conferido por Dios, imponer las penas espirituales y temporales de acuerdo a lo que sólidamente merezca cada caso. El objetivo de esto es la represión de los malvados designios de hombres desviados, que han estado tan fascinados por su degradado impulso hacia fines malvados por desterrar el temor del Señor, de levantarse en desprecio de los decretos canónicos y los mandamientos apostólicos, y de osar formular nuevos y falsos dogmas y de introducir el mal del cisma en la Santa Iglesia de Dios, o de apoyar, ayudar y adherir a tales cismáticos, que hacen un comercio del desgarro de la túnica de nuestro Redentor y la unidad de la correcta fe. 



Por tanto, al Pontífice corresponde, para evitar que la nave de Pedro parezca navegar sin piloto o remeros, tomar medidas severas contra tales hombres y sus secuaces, y mediante la multiplicación de las medidas punitivas y a través de otros oportunos remedios, buscando que los mismos hombres prepotentes, dedicados como están a fines malvados, y a sus adherentes por igual, no engañen a la multitud de los simples con sus mentiras y sus mecanismos engañadores, ni aguzarles hacia sus errores y su propia ruina, contaminándolos con lo que equivale a una enfermedad contagiosa. 

También es apropiado que el Pontífice, después de haber condenado a los cismáticos, para afirmar su aún mayor perdición y confusión, al mostrar públicamente y declarar abiertamente a todos los fieles cristianos cuán temibles son las censuras y los castigos a los que tal culpa puede conllevar, a fin de que por tal declaración pública ellos mismos puedan regresar, contritos y arrepentidos, a su verdadera esencia, haciendo una abjuración incondicionada de las conversaciones prohibidas, seguimiento y (sobre todo) obediencia a cuantos fueron excomulgados, para que de este modo pueden escapar de los castigos divinos y de cualquier grado de participación en sus respectivas condenas.

I. [Aquí el Papa resume la Bula “Exsúrge Dómine”].

II. Hemos sido informados que después de ser expuesta al público Nuestra misiva precedente, y de transcurrir el intervalo o los intervalos temporales de respuesta prescritos [60 días], y con la notificación solemne a todos los fieles cristianos que estos intervalos eran y son ya transcurridos, muchos de aquellos que habían seguido los errores de Martín Lutero han hecho caso de nuestra carta y de sus advertencias y requerimientos; y el espíritu de un sano consejo les ha hecho volver en sí mismos, han confesado sus errores y abjurado de la herejía por Nuestra instancia, y volviendo a la verdadera Fe Católica, han obtenido la bendición de la absolución con la cual los mismos mensajeros estaban autorizados, y en diversos estados y localidades de la dicha Alemania, los libros y los escritos del susodicho Martín fueron públicamente quemados, como habíamos ordenado.

Aún el mismo Martín, y nos causa grande dolor y turbación el decir esto, esclavo de una mente depravada, ha despreciado el revocar y renegar de sus errores en el intervalo prescrito y de enviarnos tampoco una sola palabra de retracto como Nos paternalmente le habíamos pedido, o de venir a Nos él mismo; también, como una piedra de tropiezo, no ha temido escribir y predicar cosas peores que las primeras, contra Nos y esta Santa Sede y la fe católica, y de guiar a los otros a hacer lo mismo.

Por eso él ha sido solemnemente declarado herético, y así también los otros, cualquiera sea su autoridad y rango, que no han tenido cuidado en su propia salvación, mas públicamente y ante los ojos de todos los hombres devinieron en secuaces de la perniciosa y herética secta de Martín, y aquellos que han dado a él en forma abierta y pública su ayuda, consejo y favor, alentándolo entretanto en su desobediencia y obstinación, u obstaculizando la publicación de nuestra referida carta: estos hombres son incursos en las penas establecidas en tal Bula, y deben ser tratados legítimamente como heréticos y evitados de todos los fieles cristianos, como dice el Apóstol (Tito 3, 10-11).

III. Nuestro propósito es que tales hombres clasificados junto con Martín y otros infaustos herejes y excomulgados, y que todos aquellos que se han alineado con la misma obstinación en el pecado del susodicho Martín, compartan igualmente su castigo y el mismo nombre, llevando consigo el título de “luteranos” y el castigo que ello comporta


Nuestras instrucciones precedentes fueron tan claras y tan eficazmente notificadas y debemos adherir tan estrechamente a nuestros presentes decretos y declaraciones, que no faltó aviso, prueba o citación. Nuestros decretos sucesivos serán dirigidos contra Martín y los otros que lo siguen en la obstinación ante su objetivo depravado y execrable, como también contra aquellos que lo defienden y lo protegen con una guardia de corps, y aquellos que no temen sostenerlo con sus propios recursos o de cualquier otro modo, y aquellos que tienen la presunción de ofrecer y brindarle ayuda, consejo y favor ante él. 

Todos sus nombres, apellidos y rangos –por muy elevada y fulgurante que pueda ser su dignidad– queremos que sean considerados como incluidos en estos decretos con el mismo efecto como si ellos fuesen enlistados singularmente y podrán tenerse así relacionados en la publicación de los decretos, que debe ser favorecida con una energía igual a la magnitud de la fuerza de sus artículos.

Sobre todos ellos decretamos, declaramos y definimos las sentencias de excomunión, de anatema, de nuestra perpetua condena y entredicho, de privación de la dignidad, de los honores y de la propiedad sobre ellos y sobre sus descendientes, y de inidoneidad declarada para los mismos bienes; de la confiscación de sus bienes y del delito de lesa majestad: estas y las otras sentencias, censuras y penas que son infligidas por el derecho canónico para los herejes y que están indicadas en nuestra predicha misiva, decretamos que han caído sobre estos hombres para su condenación.

IV. Agregamos a la presente declaración, con nuestra Autoridad Apostólica, que los estados, territorios, campos, ciudades y lugares que estos hombres hayan visitado o que ellos piensen visitar, junto con sus bienes –ciudades que tengan catedrales y sedes metropolitanas, monasterios y otras casas religiosas y lugares sagrados, privilegiados o no privilegiados–, todos y cada uno sean puestos bajo nuestro entredicho eclesiástico, y mientras dure este entredicho, ninguna pretensión de Indulgencia Apostólica (excepto en los casos permitidos por la ley, y aún así, por así decirlo, con las puestas cerradas y excluidas la excomunión y el entredicho), puede ser invocada para consentir la celebración de la Misa y de los otros oficios divinos. 

Nos prescribimos y ordenamos que los hombres en cuestión sean por doquier denunciados públicamente como excomulgados, infaustos, condenados, interdictos, privados de bienes e incapaces de poseerlos. Ellos deben ser rigurosamente evitados por todos los fieles cristianos.

V. Quisiéramos hacer conocer a todos el pequeño comercio malévolo que Martín y sus secuaces y los otros rebeldes han creado sobre Dios y su Iglesia con su temeridad obstinada y desvergonzada. Queremos proteger a la grey de un animal infectado, por temor a que su infección se difunda a las ovejas sanas

De ahí que damos la orden siguiente a cada Patriarca, Arzobispo y Obispo, a los prelados de la Catedral patriarcal, metropolitana, y a las iglesias colegiatas, y a los religiosos de cada orden, incluyendo las mendicantes –privilegiados o no– donde quiera que estén: que con la fuerza de la fe y de su voto de obediencia y bajo pena de la sentencia de excomunión, ellos deben, si lo requiere la ejecutoria de este presente decreto, anunciarlo públicamente y hacer que de cualquier manera sea anunciado por otros en sus iglesias, que el mismo Martín y su séquito son excomulgados, anatematizados, condenados, heréticos, pertinaces, interdictos, privados de sus bienes e incapaces de poseerlos, y así descritos en la ejecución de estas decretales. 

Serán concedidos tres días: Nos pronunciamos una advertencia canónica y concedemos un día de preaviso sobre la primera advertencia, otro por la segunda, pero sobre el tercero decretamos una ejecución perentoria y definitiva de nuestra orden. 

Esto tendrá lugar en un Domingo o día de fiesta, cuando una gran multitud se reúna para el culto. El estandarte de la Cruz deberá ser levantado, sonarán las campanas, las velas permanecerán encendidas por un tiempo y luego se apagarán, serán arrojadas a tierra y holladas bajo los pies, y arrojadas tres veces, y se harán las otras ceremonias que se acostumbran observar en tales casos. A todos los fieles cristianos se les debe ordenar rigurosamente evitar a tales hombres.

Quisiéramos aún una ocasión más para confundir al susodicho Martín y los otros herejes que habíamos mencionado, y sus secuaces y partisanos: Por ahora, ordenamos por la fuerza de su fe y de su voto de obediencia a todos los Patriarcas, Arzobispos y todos los otros prelados, que por cuanto han sido encargados con la autoridad de San Jerónimo a disipar cismas, ante la crisis actual, deben erigir, como los obliga su oficio, un muro de defensa para su pueblo cristiano. Ellos no deben callar como perros mudos que no pueden ladrar (Isaías 56, 10), sino que incesantemente deben gritar y alzar la voz de la predicación y hacer que sea predicada la Palabra de Dios y la verdad de la Fe Católica contra los artículos condenados y los referidos herejes.

VI. A todos y cada uno de los rectores de iglesias parroquiales, a los rectores de todas las Órdenes, incluso las mendicantes, privilegiados o no, les ordenamos en los mismos términos, sobre la fuerza de su fe y de su voto de obediencia, que siendo designados por el Señor para ser como las nubes, que esparcen el baño espiritual sobre el pueblo de Dios, que no tengan miedo de darle la más amplia publicidad a la condena contenida en los artículos previos, porque los obliga su oficio. Está escrito que la perfecta caridad destierra el temor. 

Dejad que todos y cada uno de vosotros asuma la carga de tal deber meritorio con devoción completa, mostraos por tanto puntillosos en su ejecución, tan celosos y ansiosos en palabra y obra, que por vuestras labores, con el favor de la gracia divina, llegue la esperada recompensa, y que a través de vuestra devoción no solo alcancéis aquella corona de gloria que es la recompensa debida a todos aquellos que promueven la defensa de la fe, sino también obtengáis de Nos y de la Santa Sede el elogio inmenso que vuestra diligencia amerita.

VII. Sin embargo, porque pudiera ser difícil enviar la presente misiva, con sus declaraciones y sus anuncios, a Martín y a los otros declarados excomulgados, a causa de la fuerza de su facción, nuestro deseo es que la fijación pública de la presente carta sobre las puertas de dos catedrales –sean entrambas metropolitanas o una catedral y una metropolitana entre las iglesias de Alemania– por un Legado nuestro en dichos lugares, tenga tal eficacia vinculante que Martín y los otros que hemos nombrado, deban ser mostrados condenados en todos sus puntos en forma decisiva, como si la misma fuese dirigida personalmente a su conocimiento y presentada a ellos.

VIII. Sería también difícil transmitir esta carta a todos los lugares donde pudiera ser necesaria su publicación. De ahí que nuestro deseo y decreto reconocido es que las copias de éste, selladas por cualquier prelado eclesiástico o por uno de nuestros Legados arriba mencionados, y autenticadas por cualquier notario público, deberán tener donde sea la misma autoridad como la producción y exhibición del original.

IX. No hay obstáculo concedido a nuestros deseos en las Constituciones Apostólicas ni en los decretos o en nuestra referida carta precedente, que Nos no queremos obstaculizar, o de cualquier otro pronunciamiento contrario.

X. Nadie puede infringir esta Nuestra decisión, escrito, declaración, precepto, orden, asignación, voluntad y decreto, o temerariamente contravenirla. Si alguno osa intentar algo semejante, sepa que incurrirá en la cólera de Dios omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Hemos dicho.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 3 de Enero del año del Señor 1521, año VIII de Nuestro Pontificado. LEÓN PP. X.


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NOTA: Sería bueno dar a conocer estas dos bulas del papa León X, la exsurge, Domine y la Decet Romanum Ponficem al actual papa Francisco ... y que las tuviera en cuenta antes de que tenga lugar la celebración conjunta con los luteranos prevista para octubre de este año ... ¡ en particular el punto X en donde señala que si alguno infringe esta decisión incurrirá en la cólera de Dios omnipotente! Esto es Magisterio. El Magisterio actual nunca puede contravenir el Magisterio anterior, so pena de no ser tal Magisterio desde ese mismo momento, en cuyo caso, si se da, existe la obligación, por parte de los católicos, de no obedecer.

Muy interesante los siguientes artículos de Mª Virginia Olivera en Infocatólica sobre Lutero (pinchar aquí y aquí). Un libro aconsejable:



sábado, 1 de abril de 2017

Otro escándalo: sacerdote "misericordiado" por el "obispo en bicicleta" de Palermo, que ha ordenado dar la Comunión a los adúlteros



El vergonzoso obispo de Palermo, Corrado Lorefice (en la foto de la derecha), ya conocido como "el obispo en bicicleta", ha ordenado al padre Alessandro Minutella (foto de la izquierda) abandonar su parroquia en 15 días y guardar estricto silencio por su posición crítica con la actual deriva de la Iglesia y no estar "en comunión eclesial". Resulta irónico que esta medida la imponga un obispo que no sólo da la Comunión a los adúlteros, sino que ha impuesto cometer tal sacrilegio a todo su presbiterio (ver aquí).

El propio P. Minutella publicó al respecto un vídeo el pasado 25 de marzo (ver aquí) y ha comunicado lo siguiente en Facebook:

"El obispo de Palermo me ha hecho llegar un decreto en el que me ordena dejar la parroquia dentro de 15 días. Y de no hablar más en ninguna parte. Tomarme un tiempo de reposo. El motivo es que estoy contra la comunión eclesial.

Mañana a las 17:30 daré a conocer en la parroquia la decisión de mi obispo y las consecuencias. Adelante con María. Quisiera que sintieran la paz y la alegría que tengo en el corazón. Dios ama a quien se expone por amor a la santa Verdad católica..."
.


Estas son algunas de las críticas que este sacerdote ha hecho a la presente situación:

Habla de un "imperante relativismo moral que en Benedicto XVI se encontró con una barrera, gracias también a los extraordinarios dones del Concilio Vaticano II" y que, tras la renuncia, y en la actualidad "aquellos que se habían vuelto antipapistas ahora se han convertido en ultrapapistas, casi idólatras. La Eucaristía se ha convertido en pan para el camino, en alimento de fraternidad, ya sin ni siquiera la mínima referencia alguna vez, tal vez tímida, a la presencia real". También alude a "una amnesia culpable" sobre temas como aborto, eutanasia, divorcio e ideología de género, o de "una loca y obsesionada necesidad de ecumenismo" con el riesgo de un "sincretismo pancristiano y tal vez panreligioso".

Aunque quizás los mayores "delitos" de este sacerdote hayan sido haber aludido a personajes como Alberto Melloni, Antonio Spadaro, Bruno Forte, Enzo Bianchi o Walter Kasper como los protagonistas de esta Iglesia "dialogante" y de la "misericordia" diciendo que "esconden el arma de la condena a la marginación y la sospecha hacia quien no se homologa a su manera de pensar", así como haber recordado la conmoción causada por el "paseo en bicicleta en el altar y por los aperitivos al final después de la Misa en lugar de la acción de gracias", en referencia al obispo de Palermo que acaba de "misericordiarle", que tuvo la ocurrencia de profanar la catedral el día de su instalación, montando en una bicicleta que le habían regalado, vestido con los ornamentos litúrgicos y la mitra, como se aprecia en la foto.


CATHOLICVS

Regularización de las FSSPX/SSPX "a condición de que Francisco responda las Dubia sobre Amoris Laetitia"






Sobre la Ley de Memoria Histórica, por Pío Moa


De un especial del gato al agua de intereconomía TV que tuvo lugar en la casa de la cultura de Guadiana del Caudillo (Badajoz), , el 30 de Marzo de este año,  dirigido por José Javier Esparza y al que fue invitado, entre otros, uno de los mejores y más rigurosos historiadores de la actualidad, que es Pío Moa. He entresacado las intervenciones de este gran historiador en tres cortos vídeos que coloco a continuación.

Duración 6:18 minutos

Duración 4:42 minutos

Duración 2:14 minutos

La Comunión para divorciados (Padre Javier Martín)

Duración 10:19 minutos