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domingo, 8 de octubre de 2017

Pruebas para el cónclave, Parolin en pole position (Sandro Magister)



> Todos los artículos de Settimo Cielo en español

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Son tres los candidatos a Papa sobre los que se susurra dentro y fuera del Vaticano. Uno es asiático, el otro africano y el tercero europeo y, más concretamente, italiano. El tercero es el único que tiene una mínima posibilidad de ser elegido en un futuro e hipotético cónclave.

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El asiático es el arzobispo de Manila, Luis Antonio Gokim Tagle, filipino de madre china y con estudios en los Estados Unidos. Para los defensores del Papa Francisco es el candidato ideal para recoger su legado.

En 2015 Jorge Mario Bergoglio lo nombró presidente de Caritas Internationalis, después de que presidiera también el sínodo de los obispos sobre la familia. Y en abril de 2016, en cuanto fue publicada la exhortación "Amoris laetitia" en la que el Papa abría el camino a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, Tagle fue el primero de todos los obispos del mundo en dar la interpretación más extensiva.

A quien objeta que el magisterio líquido del Papa Francisco hace tener más dudas que certezas, su respuesta es que "es bueno estar confundidos de vez en cuando, porque si las cosas están siempre claras ya no sería la vida verdadera".

[En lo que respecta a la Iglesia en los tiempos presentes, sus ideas son muy claras: con el Concilio Vaticano II la Iglesia ha roto con el pasado y ha marcado un nuevo inicio. Es la tesis historiográfica de la llamada "escuela de Bolonia", fundada por Giuseppe Dossetti y hoy capitaneada por Alberto Melloni y de la que Tagle forma parte. De hecho ha firmado uno de los capítulos clave de la historia del Concilio más leída en el mundo, el capítulo sobre la "semana negra" del otoño de 1964. Interpretación que está en las antípodas de la que da Benedicto XVI que, magnánimo, lo nombró cardenal].

Sin embargo, hay que excluir que sea elegido Papa. Demasiado parecido a Bergoglio para no acabar derrotado por las múltiples reacciones al actual pontificado que, indudablemente, saldrían a la luz en un futuro cónclave. Además, está el obstáculo de la edad. Tagle tiene 60 años y, por lo tanto, podría reinar mucho tiempo, demasiado para que sea elegido.

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El africano es el cardenal Robert Sarah, 72 años, de Guinea. Indómito testigo de la fe bajo el sangriento régimen marxista de Sekou Touré, no fue ajusticiado sólo porque el tirano murió repentinamente en 1984. Crecido en la sabana, recibió excelentes estudios en Francia y Jerusalén. Nombrado obispo con solo 33 años por Pablo VI, el Papa Juan Pablo II le llamó a Roma donde luego le mantuvo Benedicto XVI, con el que la sintonía era, y es, total.

Son dos libros escritos por su mano, y traducidos a varios idiomas, los que han hecho que Sarah sea conocido en todo el mundo: "Dios o nada", en 2015, y "La fuerza del silencio", este año. Hay un abismo entre su visión de la misión de la Iglesia y la del Papa jesuita, tanto en los contenidos como en el estilo. Para Sarah, como para Joseph Ratzinger, la prioridad absoluta es llevar a Dios al corazón de la civilización, sobre todo allí donde su presencia ha sido oscurecida.

Él es, por lo tanto, el candidato ideal para los opositores del Papa Francisco en nombre de la gran tradición de la Iglesia. Pero en un colegio cardenalicio en el que la mitad de los nombramientos son bergoglianos, es impensable que obtenga los dos tercios de los votos necesarios para la elección.

Sin embargo, queda el hecho que Sarah es, en la historia de la Iglesia, la primera verdadera candidatura, aunque sea simbólica, de un Papa del África negra.

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No simbólica sino realísima es, en cambio, la tercera candidatura, la de Pietro Parolin, el cardenal secretario de Estado.

Hay que remontarse al cónclave de 1963 para encontrar que ha sido elegido, con Pablo VI, un eclesiástico crecido en el corazón de la curia vaticana y con reconocida capacidad de gobierno, después de un pontificado, como había sido el de Juan XXIII, que había puesto en marcha un concilio que estaba en plena tempestad y que no había producido aún ningún documento. Pablo VI lo consiguió aunque acabó, sin merecerlo, en el libro negro de quien está acusado de traicionar a las revoluciones.

Hoy la tarea que un número cada vez mayor de cardenales confiaría a Parolin es gobernar la nave de la Iglesia en la tormenta desencadenada por el Papa Francisco, corrigiendo sus derivas sin traicionar su espíritu.

Como secretario de Estado ha demostrado tener las cualidades, también en lo que atañe a dossiers intrincados como el de China o Venezuela, pues sabe cómo contener las impaciencias y las cesiones que Bergoglio ama hacer por sí mismo.

Además, Parolin tiene un perfil de pastor, con una sólida formación teológica, que es raro encontrar en un diplomático de gran valía. Su reciente viaje a Moscú ha sido una prueba clarísima de esto, pues a los coloquios al más alto nivel político se han alternado encuentros religiosos con los jefes de la Iglesia ortodoxa rusa, precisamente como sucede en un viaje pontificio bien organizado.

Pero que esto sea una anticipación del futuro es pura hipótesis mientras reine Francisco.

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Esta nota ha sido publicada en "L'Espresso" n. 41 del 2017, en los kioscos el 8 de octubre, en la página de opinión titulada "Settimo Cielo" confiada a Sandro Magister.

He aquí el índice de todas las notas precedentes:

> "L'Espresso" al séptimo cielo

Sandro Magister

LIBROS: El Rin desemboca en el Tiber. Historia del Concilio Vaticano II




Wiltgen, Ralph M.: El Rin desemboca en el Tiber. Historia del Concilio Vaticano II, trad. esp. Madrid, 1999, 344 págs.



NOTA: Téngase en cuenta que este comentario de J. L. Delgado sobre el libro data de 1999, es decir, hace ya 18 años. Y ha llovido bastante desde entonces ... y no aguas saludables, precisamente

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Wiltgen es un sacerdote norteamericano que fue director de la agencia de noticias «Divine Word», en Roma, durante el Concilio Vaticano II, que, convocado por Juan XXIII, celebró tres sesiones (11-X a 8-XII-1962, 29-IX a 4-XII-1963 y 14-IX a 21-XI-1964), las dos últimas presididas por Pablo VI, de tan discutida memoria. Este libro, traducido a seis lenguas y ahora al español por nuestro colaborador C. López-Arias, es una crónica muy documentada y objetiva de lo que efectivamente aconteció en aquel vigésimo primer concilio ecuménico de la Iglesia católica (el primero fue el de Nicea, convocado el año 325).


[La reunión de apóstoles y presbíteros celebrada en Jerusalén, hacia el año 50, no se cuenta como concilio ecuménico]


Según el autor, el Vaticano II fue la lid en la que se enfrentaron dialécticamente dos escuelas teológicas, las llamadas progresista y conservadora, que, respectivamente, se organizaron en dos agrupaciones, la Alianza Europea y el Grupo Internacional de Padres. Los dos bloques, además de competir en las comisiones y en el aula conciliar, celebraban reuniones internas, conferencias y ruedas de prensa, y publicaban documentos y comunicados para hacer prevalecer sus respectivas posturas.

La Alianza Europea, «el Rin» a que se refiere el autor, estaba encabezada por el alemán cardenal Frings y el austríaco Köning, y contaba con la mayoría de los prelados de Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Suiza. Este grupo, asesorado, entre otros, por el teólogo jesuita K. Rahner, logró ocupar una posición privilegiada, pues los cuatro cardenales moderadores de los plenos, designados por Pablo VI, eran miembros de la Alianza (Agagianian, Döpfner, Lercaro y Suenens) y eran mayoría en las comisiones que preparaban los textos para los debates plenarios.

Una parte de los conservadores constituyó el citado Grupo Internacional de Padres, el resto actuó de manera dispersa. A la cabeza del grupo figuraban los cardenales Ottaviani, Ruffini, Siri y Spellman y obispos tan activos como Carli, Lefebvre o Proença. 


Este grupo logró frenar o atenuar las posiciones extremistas de la Alianza; pero ésta fue, en definitiva, la triunfadora y la que impuso sus puntos de vista en los solemnes documentos emanados del concilio, principalmente los referentes a la colegialidad, ecumenismo, libertad religiosa, liturgia y no condenación del comunismo.

Es muy probable que la culta minoría de católicos lectores se sorprenda al conocer, a través de este libro, las maniobras que dentro y fuera del aula conciliar desembocaron en una reforma que algunos críticos definen como la conversión de la Iglesia católica en una nueva rama del protestantismo con el consiguiente pluralismo dogmático y moral, que no cesa de avanzar, a pesar de los intentos restauradores de Juan Pablo II.

Los prelados del Rin impusieron sus criterios, seguramente con la intención de que el catolicismo hiciera frente al proceso de descristianización, acelerado en la segunda posguerra mundial; pero el resultado ha sido el contrario

- seminarios vacíos,
- sacerdotes secularizados,
- ambigüedad en la enseñanza del dogma,
- permisivismo ético,
- fracturas en la Jerarquía, etc.
Treinta y seis años después de la clausura del polémico concilio de la «reforma renana», la crisis eclesiástica es muy superior a la preconciliar.

[A día de hoy son ya cincuenta y dos años y la situación, como vemos, es ya de apostasía general]

El catolicismo cuenta con instituciones de resistencia, alguna de ellas cismática como la lefebvriana, que pretende seguir fiel a Trento. 

[La excomunión a los cuatro obispos fue levantada por Benedicto XVI; hay validez pero no legitimidad todavía]

Otros quieren avanzar en la protestantización -no celibato, sacerdocio femenino, permisivismo ético, libre interpretación, etc.-, sin reparar en el punto de anemia dogmática al que, por esa vía, han llegado tantos de los reformados. 

El panorama general del catolicismo no es halagüeño, especialmente en España, donde una reciente encuesta ha revelado que sólo el 3 por 100 de los jóvenes cree que en la Iglesia puede encontrar un mensaje orientador de sus vidas.

La puntual crónica de Wiltgen narra lo sucedido en la Roma conciliar, y sirve para explicar lo acontecido después en todo el orbe católico. 


De modo subliminal apunta que la solución sería el retorno a la tradición tiberina.

J. L. Delgado

sábado, 7 de octubre de 2017

El Vaticano apoya a España (P Santiago Martín)

Duración 8:03 minutos

La ‘Correctio Filialis’ encuentra un aliado involuntario en Joseph Ratzinger



Cuando cuatro cardenales hicieron pública su respetuosa petición al Papa para que aclarara determinados puntos oscuros de la exhortación Amoris Laetitia, las famosas Dubia, el anuncio inició un debate en sordina sobre cuestiones centrales para la fe que afectan a tres sacramentos e incluso al concepto mismo de pecado.

Pero el segundo capítulo de esta saga, la ‘correctio filialis’  firmada por una cuarentena de teólogos y pensadores a los que se han sumado muchos otros, plantea un nuevo debate en la Iglesia: ¿es lícito por parte de los fieles criticar las enseñanzas de un Pontífice?

De hecho, el grueso de los ataques por parte de los teólogos de corte y sus aliados mediáticos ha consistido, más que en responder a las gravísimas acusaciones que contiene el escrito, a cuestionar la licitud de la medida en sí, así como a desdeñarla aludiendo al reducido número de los firmantes y a su escaso brillo en un sector, el teológico, por lo demás jerarquizado de acuerdo a criterios más periodísticos que objetivos.

Pero los partidarios de la corrección han encontrado un aliado de peso, si bien absolutamente involuntario por lo que sabemos, en el Papa Emérito y predecesor de Francisco: Benedicto XVI.

La persona, en realidad, no el Papa, ya que deberíamos hablar de Joseph Ratzinger, que ya en 1969 sostenía que criticar las declaraciones papales no solo era posible, sino aun necesario, si el Pontífice se desviaba del Depósito de la Fe y la Tradición Apostólica.

Ya Papa, Benedicto XVI incluyó estos mismos comentarios en una antología de sus escritos publicada en 2009 bajo el título ‘Fe, Razón, Verdad y Amor’. En ellos, el ahora Papa Emérito explica literalmente que las críticas a los pronunciamientos papales “serán posibles e incluso necesarias, siempre que éstas tengan su apoyo en la Escritura y el Credo, es decir, en la fe de toda la Iglesia. Cuando no se dispone ni del consenso de toda la Iglesia ni de evidencias claras en las fuentes, no es posible una decisión definitiva vinculante. Si se tomara una de manera formal, carecería de las condiciones para tal acto, y por tanto habría que cuestionar su legitimidad”.

Los límites de la infalibilidad papal y la obligación de cualquier fiel de resistir doctrinas contrarias al Depósito de la Fe han sido temas que parecen haber preocupado a Ratzinger a lo largo de toda su carrera eclesial. Así, en 1998, como Prefecto para la Doctrina de la Fe, escribía
El Romano Pontífice, como todos los fieles, está sujeto a la Palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia; en este sentido es servus servorum Dei. No toma decisiones arbitrarias, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en las Escrituras, vividas e interpretadas por la Tradición; en otras palabras, el ‘episkope’ de la primacía tiene límites fijados por la ley divina y por la constitución divina e inviolable de la Iglesia que se halla en la Revelación. El Sucesor de Pedro es la roca que garantiza una rigurosa fidelidad a la Palabra de Dios frente a la arbitrariedad y el conformismo: de ahí la naturaleza martirológica de su primado”.
Carlos Esteban

Síntesis de la "Correctio filialis




Una carta de veinticinco páginas, firmada por 40 clérigos católicos y académicos laicos, ha sido enviada al Papa Francisco el pasado 11 de agosto. Como no se ha recibido respuesta de parte del Santo Padre, el documento se hace público hoy, 24 de septiembre de 2017, Fiesta de la Virgen de la Merced y de la Virgen de Walsingham. La carta, que sigue abierta para nuevos firmantes, lleva ahora los nombres de 62 clérigos y académicos de 20 países, también representando a otros que carecen de la necesaria libertad de expresión. Tiene un título latino: ‘Correctio filialis de haeresibus propagatis’ (literalmente, ‘Una corrección filial con respecto a la propagación de herejías’). Afirma que el Papa, a través de su exhortación apostólica Amoris laetitia, como también por otras palabras, actos y omisiones que se le relacionan, ha sostenido siete posturas heréticas en referencia al matrimonio, la vida moral y la recepción de los sacramentos, y ha provocado que estas opiniones heréticas se propaguen en la Iglesia Católica. Estas siete herejías son expresadas por los firmantes en latín, la lengua oficial de la Iglesia.

Esta carta de corrección tiene tres partes principales. En la primera parte, los firmantes explican por qué, como creyentes católicos y practicantes, tienen el derecho y el deber de emitir dicha corrección al Sumo Pontífice. La ley de la Iglesia requiere que las personas competentes rompan el silencio cuando los pastores de la Iglesia están desviando al rebaño. Esto no implica conflicto alguno con el dogma católico de la infalibilidad papal, teniendo en consideración que la Iglesia enseña que el papa debe cumplir criterios estrictos antes de que sus declaraciones puedan ser consideradas infalibles. El Papa Francisco no ha cumplido con estos criterios. No ha declarado que estas posturas heréticas sean enseñanzas definitivas de la Iglesia, ni aseverado que los católicos deben creer en ellas con el asentimiento propio de la fe. La Iglesia enseña que ningún papa puede declarar que Dios le ha revelado alguna nueva verdad, que debería ser creída obligatoriamente por los católicos.

La segunda parte de la carta es la fundamental, puesto que contiene la “Corrección” propiamente. Enumera los pasajes de Amoris laetitia en los que se insinúan o alientan posturas heréticas, y luego enumera las palabras, actos y omisiones del Papa Francisco que evidencian, más allá de cualquier duda razonable, que él desea que los católicos interpreten estos pasajes de una manera que es, de hecho, herética. En particular, el papa, de manera directa o indirecta, ha apoyado la creencia de que la obediencia a la Ley de Dios puede ser imposible o indeseable, y que la Iglesia debería, a veces, aceptar el adulterio como un comportamiento compatible con la vida de un católico practicante.

La última parte, llamada “Dilucidación”, discute dos causas de esta singular crisis. Una de ellas es el ‘Modernismo’. Teológicamente hablando, el Modernismo es la creencia de que Dios no le ha entregado verdades definitivas a la Iglesia, que ésta debiera continuar enseñando, exactamente en el mismo sentido, hasta el final de los tiempos. Los modernistas sostienen que Dios comunica a la humanidad sólo experiencias sobre las cuales los seres humanos pueden reflexionar, de tal manera que realicen diferentes aserciones sobre Dios, la vida y la religión; pero estas declaraciones son sólo provisionales, nunca dogmas inamovibles. El Modernismo fue condenado por el Papa San Pío X al comienzo del siglo XX, pero renació a mediados de la centuria. La gran y continua confusión que el Modernismo ha causado en la Iglesia Católica, obliga a los firmantes a describir el verdadero significado de “fe”, “herejía”, “revelación” y “magisterio”.

Una segunda causa de la crisis es la aparente influencia de las ideas de Martín Lutero en el Papa Francisco. La carta muestra como Lutero, fundador del Protestantismo, tenía ideas sobre el matrimonio, el divorcio, el perdón y la ley divina que se corresponden con aquellas que el papa ha promovido mediante sus palabras, actos y omisiones. También destaca el elogio explícito y sin precedentes que el Papa Francisco ha dedicado al heresiarca alemán.

Los firmantes no osan juzgar el grado de conciencia con el cual el Papa Francisco ha propagado las siete herejías que enumeran; pero insisten, respetuosamente, en que condene estas herejías, las cuales ha sostenido de manera directa o indirecta.

Los firmantes profesan su lealtad a la santa Iglesia Católica, garantizan al papa sus oraciones y solicitan su bendición apostólica.

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NOTICIAS DOMINUS EST (Del 1 al 31 de octubre de 2017)

‘SUMMORUM PONTIFICUM’ ES IRREVERSIBLE


Día 4


SAN FRANCISCO NO ENCONTRÓ AL SULTÁN PARA DIALOGAR. Sino para evangelizar buscando el martirio
DECLARACIONES DE ETTORE TEDESCHI SOBRE LA ‘CORRECTIO’. ¿Por qué firmó?


Día 5


LOS FIRMANTES DE LA CORRECCIÓN ‘ATACAN AL PAPA’: LÍDER OPUS DEI
CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO POR UNA FIRMANTE DE LA ‘CORRECTIO’
CUANDO EL DESBORDAMIENTO PONTIFICAL… INQUIETA
BENEDICTO XVI: LA LITURGIA MODERNA ‘OSCURECE’ A DIOS


Día 6


ESTÁN EQUIVOCADOS QUIENES CRITICAN LA ‘CORRECCIÓN FILIAL’. HE AQUÍ POR QUÉ
“VIVIMOS EN UNA ANARQUÍA LITÚRGICA DE LA IGLESIA”. Entrevista a Mons. Athanasius Schneider
¿QUIÉN FUE EL HEREJE LUTERO?… ¿Testigo del Evangelio? ¿Algo qué festejar? Sus declaraciones
NO SOMOS ‘LEFEBVRISTAS’, SOMOS CATÓLICOS, APOSTÓLICOS, ROMANOS FIELES A JESUCRISTO
PREFACIO DE BENEDICTO XVI A LA EDICIÓN RUSA DE SUS ‘OBRAS COMPLETAS’
LA VIRGEN DEL ROSARIO


Día 8


CRISTIANISMO Y NEW AGE ¿LLAMADOS A ENTENDERSE?
Pro Tridentina (Malta) ratifica: ¡Grandes cambios litúrgicos previstos para el 2018!
La política puede más que la Teología en la respuesta a la Corrección Filial


Día 11


DOS PRISIONEROS ESCAPAN DESPUÉS DEL ALMUERZO CON FRANCISCO

TAMBIÉN EN ITALIA. Un muro de personas rezará el Rosario y ayunará, ¡únete a ellos!
INQUIETANTE CLAUSURA DEL CENTENARIO DE FÁTIMA ‘CON LUCES Y SONIDO’
12 DE OCTUBRE: LA VIRGEN DEL PILAR, PATRONA DE LA HISPANIDAD

También los filósofos se “corrigen”. Buttiglione y Pierantoni en duelo por ‘Amoris laetitia'
El Card. Burke insta a la consagración de Rusia de la manera ‘solicitada por Nuestra Señora’
El Card. Sarah confirma que el Vaticano tiene la última palabra sobre traducciones litúrgicas
Los “Frutos” del Ecumenismo = Protestantismo (Christopher A. Ferrara)


Ateos piden cambio en el Catecismo. Citan ‘Amoris laetitia’
Empeora la salud de Benedicto XVI. Preocupación en el Vaticano
Súplica Filial al papa Francisco sobre el futuro de la Familia


Día 16

Un cardenal insulta a los seminaristas tradicionalesLa reforma litúrgica ¿inevitable o imposible? Divergencia entre el papa y el cardenal SarahNuevo Milagro del Sol en Nigeria. Como hace 100 años. Informa su Conferencia EpiscopalPapa Francisco responda a la “Súplica”, a los “Dubia” y a la “Correctio”. “Corrija sus errores”: Dicen casi un millón de firmantes


Día 17

Los comunistas que gustan al Papa. Y viceversa
LA VERDAD DE LA FE EN PELIGRO’


Día 18

‘RESPONDER PREGUNTAS ES PARTE DE MI TRABAJO’: PAPA FRANCISCO
Nuevos seminaristas para la FSSP. 2017
Cardenal Burke: Sean agentes del Inmaculado Corazón de María para combatir las ‘fuerzas diabólicas’
Francisco frenado por la Iglesia Polaca: preparado un informe que contradice al papa


Con imágenes y temas homosexuales, Programa para el Encuentro Mundial de Familias 2018

Indicios de que los “sacerdotes casados” será la discusión en el próximo Sínodo


Día 20

Las tradiciones de la Iglesia están vivas y bien. Los católicos necesitan sumergirse en ellas.


Día 21

Mons. Schneider: Los Católicos deben estar preparados para ser Mártires por su Fe

Día 22


El papa Francisco corrige al Cardenal Sarah mediante una ‘Correctio paternalis’


Día 23

Los cardenales Marx y Sarah discrepan sobre ‘Magnum Principium’

Globalistas quieren que la Iglesia sirva al ‘Nuevo Orden Mundial’


Día 24

Müller: Es inaceptable afirmar que la reforma de Lutero fue un evento del Espíritu Santo y una reforma de la Iglesia

Cardinal Sarah: Europa experimenta una ‘callada apostasía’ al rechazar sus raíces cristianas

Primero la ‘misa Coldplay’, ahora la “Custodia WhatsApp”. ¿Digno culto al Santísimo?… ¿La Iglesia en Puebla, México se derrumba?


Día 26

Otro indicio más de la próxima supresión de la Eucaristía mediante una Liturgia Ecuménica sin Anáfora y sin Transubstanciación

Aquí vamos de nuevo: Actualización sobre Falso Sínodo III (Christopher A. Ferrara)

Condenas perdidas del Vaticano II al Comunismo reveladas al público por primera vez

Día 31



El Vaticano anuncia estampilla del hereje Lutero en el 500 aniversario de la Reforma. ¡Alguien detenga ya esta apostasía!

NOTICIAS DOMINUS EST (Del 24 al 30 de septiembre de 2017)



24 de Septiembre


ÚLTIMA HORA. CLÉRIGOS Y ACADÉMICOS CATÓLICOS EMITEN UNA ‘CORRECCIÓN FILIAL’ AL PAPA, CONTRA LA PROPAGACIÓN DE HEREJÍAS

ACERCA DE LA CORRECCIÓN FILIAL. ¿Qué sabemos de esta “Corrección”?

URGENTE – CLÉRIGOS CATÓLICOS E ACADÊMICOS EMITEM UMA “CORREÇÃO FILIAL” AO PAPA, CONTRA A PROPAGAÇÃO DE HERESIAS

BLOQUEADO EL SITIO SOBRE LAS “SIETE HEREJÍAS”. EL VATICANO NIEGA BLOQUEO

PRIMERO DENIGRAR. LAS DOS RESPUESTAS A LA CORRECCIÓN: HACER MENOS, ETIQUETAR, MARGINAR. Y UN SILENCIO, DEL PAPA, INACEPTABLE


26 de septiembre




¿QUIÉNES SON LOS ALBOROTADORES? Dejemos de fingir, algo salió mal a partir del Concilio Vaticano II

UNA NUEVA PETICIÓN POPULAR EN APOYO A LA ‘CORRECCIÓN FILIAL’. Para pedir al Papa que responda, y disipar las dudas




CORRECCIÓN AL PAPA. LA VERDAD QUE LOS LECTORES MERECEN

FIRMA FALSIFICADA EN LA ‘CORRECCIÓN’ ELEVA INTERROGANTES DE FRAUDE E INTENTO PARA DESACREDITAR EL ESFUERZO



¿DESPEDIDO EL AUDITOR GENERAL POR HACER SU TRABAJO? No perdamos de vista este caso