BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 1 de diciembre de 2015

ENTREVISTA A MONSEÑOR FELLAY (Bernard Fellay)

El Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX/SSPX), Mons. Bernard Fellay, ha concedido este lunes una entrevista con importantes respuestas. La entrevista es oficial, ya que ha sido realizada por DICI, la propia agencia de noticias de la Fraternidad, y ha sido lanzada como parte de su última “Carta a los Amigos y Benefactores“, fechada el 21 de noviembre de 2015, una carta que reproduzco íntegramente en este blog.


Queridos Amigos y Bienhechores,

Estas últimas semanas nos muestran – con la multiplicación de atentados asesinos en Europa y en África, con la persecución sangrienta de numerosos cristianos en Oriente Medio –, cuán profundamente convulsionada está la situación del mundo. En la Iglesia, el reciente Sínodo sobre la familia y la próxima apertura del Año Santo no dejan de provocar legítimas inquietudes. Frente a una confusión tal, nos ha parecido útil compartir nuestras reflexiones respondiendo a vuestras preguntas. Creemos que esta presentación permitirá resaltar mejor cómo nosotros, que estamos apegados a la Tradición, debemos reaccionar frente a los problemas que se plantean hoy.

El 1° de septiembre el Papa Francisco dio a todos los fieles, por propia iniciativa, la posibilidad de confesarse con los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X durante el Año Santo. ¿Cómo interpreta Ud. este gesto? ¿Aporta algo nuevo a la Fraternidad?

En efecto, fuimos sorprendidos por este acto del Santo Padre con ocasión del Año Santo, pues nos enteramos, como todo el mundo, por la prensa. ¿Cómo recibimos este acto? Permítanme recurrir a una imagen. Cuando un incendio arrecia, todo el mundo entiende que quienes tienen los medios deben esforzarse en apagarlo, sobre todo si faltan bomberos. Así han actuado los sacerdotes de la Fraternidad, durante todos los años de esta terrible crisis que sacude la Iglesia sin interrupción desde hace 50 años. En particular, frente a la trágica falta de confesores, nuestros sacerdotes se han entregado al servicio de las almas de los penitentes, utilizando el caso de urgencia previsto por el Código de Derecho Canónico.

El acto del Papa hace que durante el Año Santo tengamos una jurisdicción ordinaria. Siguiendo con la metáfora, ello consiste en darnos la insignia oficial de bomberos, a pesar de que nos la habían negado desde hace décadas. En sí, para la Fraternidad, sus miembros y sus fieles, esto no agrega nada nuevo; no obstante esta jurisdicción ordinaria tranquilizará a los que están con inquietudes y a todas las personas que hasta ahora no se atrevían a acercarse a nosotros. Pues, como dijimos en el comunicado en el que agradecimos al Papa, los sacerdotes de la Fraternidad sólo desean una cosa: “ejercer con renovada generosidad su ministerio en el confesionario, siguiendo el ejemplo de dedicación infatigable que el santo Cura de Ars dio a todos los sacerdotes”.

Con ocasión del Sínodo sobre la familia, Ud. dirigió una súplica al Santo Padre, y luego una declaración. ¿Por qué?

El objeto de nuestra súplica era exponer al Sumo Pontífice lo mejor posible la gravedad de la hora presente y el alcance decisivo de su intervención en materias morales tan importantes. El Papa Francisco tuvo conocimiento de nuestra súplica el 18 de septiembre, antes de su partida para Cuba y los Estados Unidos de Norteamérica, y nos hizo saber que no cambiaría nada a la doctrina católica del matrimonio, en particular en lo que a la indisolubilidad se refiere. Pero lo que temíamos, es que, en lo concreto, se instaurara una práctica que hiciera caso omiso de la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Y es lo que sucedió, por una parte con el Motu proprio de reforma del procedimiento de declaración de nulidad matrimonial, y por otra con el documento final de este sínodo. Por eso hice la declaración, que procura recordar la enseñanza constante de la Iglesia sobre una multitud de puntos que se discutieron y a veces se pusieron en duda durante este mes de octubre. No les oculto que el triste espectáculo que dio el Sínodo me parece particularmente vergonzoso y escandaloso por varios motivos.

¿Cuáles son esos puntos vergonzosos y escandalosos?

Pues bien, por ejemplo esta dicotomía entre la doctrina y la moral, entre la enseñanza de la verdad y la tolerancia del pecado y las peores situaciones inmorales. Que se sea paciente y misericordioso con los pecadores, por supuesto, pero ¿cómo se convertirán si no se denuncia su situación de pecado, si ya no oyen hablar del estado de gracia y de su contrario: el estado de pecado mortal, que sumerge el alma en una muerte espiritual y la entrega a los tormentos del infierno? Si se midiera la ofensa infinita que causa el menor pecado grave al honor de Dios y a su santidad, nos moriríamos de asombro. La Iglesia debe condenar el pecado con decisión, todos los pecados, los vicios y los errores que corrompen la verdad del Evangelio. No debe pactar o mostrar una culpable comprensión por comportamientos escandalosos, ni por los pecadores públicos que atentan contra la santidad del matrimonio. ¿Por qué la Iglesia no tiene ya el valor de hablar así?

Sin embargo hubo iniciativas positivas con motivo de este Sínodo. Por ejemplo el libro de los once cardenales – luego del de cinco cardenales el año pasado –, e igualmente la obra de los prelados africanos, la de los juristas católicos, el vademécum de los tres obispos…

Las iniciativas afortunadas que aparecieron recientemente defendiendo el matrimonio y la familia cristiana dan una luz de esperanza. Hay una reacción saludable, incluso si todo no tiene el mismo valor. Esperemos que esto sea el comienzo de un despertar en toda la Iglesia que conduzca a una recuperación y a una conversión de fondo.

Antes del verano en un sermón en Saint Nicolas du Chardonnet, en Paris, Mons. de Galarreta decía que parecía que la Iglesia comenzaba a fabricar “anticuerpos” contra las proposiciones aberrantes sobre el matrimonio realizadas por los progresistas, que se acomodan a las costumbres actuales en vez de tratar de corregirlas según la enseñanza evangélica. Esta reacción en el plano moral es beneficiosa. Y como la moral está íntimamente unida con la doctrina, esto podría ser el comienzo de un retorno de la Iglesia a su Tradición. ¡Rezamos diariamente por eso!

En nombre de la misericordia hay quienes, como el Cardenal Kasper, quieren, si no cambiar la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, al menos suavizar la disciplina de la Iglesia sobre la comunión de los “divorciados vueltos a casar”, o modificar su juicio sobre las uniones contra natura. ¿Qué se debe pensar de todas estas excepciones llamadas “pastorales”?

La Iglesia puede legislar, es decir establecer leyes propias, que son precisiones de la ley divina. Pero en el ámbito del matrimonio sobre el cual se debate hoy Nuestro Señor ya zanjó la cuestión de manera clara y evidente: “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mat. 19, 6), e inmediatamente después: “El que se casa con la repudiada, comete adulterio” (Mat. 19, 9). Por tanto, la Iglesia sólo tiene que hacer una cosa, recordar la ley divina y consagrarla en sus leyes eclesiásticas. En ningún caso puede ella permitirse ninguna discrepancia; eso sería faltar a su misión que consiste en transmitir el depósito revelado. Para hablar claro, en la cuestión que nos ocupa la Iglesia sólo puede comprobar que no hubo matrimonio en el comienzo, pero no podría hacer nulo o disolver un matrimonio válido en sí mismo.

Desde luego, las leyes eclesiásticas pueden agregar condiciones necesarias para la validez de un matrimonio, pero siempre en conformidad con la ley divina. De este modo la Iglesia puede declarar inválido un matrimonio por falta de forma canónica, pero nunca será la dueña de la ley divina a la que se halla sujeta. Y aún más, se debe afirmar que a diferencia de la ley humana y eclesiástica, la ley divina no admite excepciones, pues no ha sido hecha por hombres, los cuales no pueden prever todos los casos y están obligados a dejar un margen para las excepciones. Dios infinitamente sabio ha previsto todas las situaciones, como escribí en la súplica al Papa: “La ley de Dios, expresión de su eterna caridad para con los hombres, constituye en sí misma la suprema misericordia para todos los tiempos, todas las personas y todas las situaciones”.

El Motu proprio del 8 de septiembre que simplifica el procedimiento de las declaraciones de nulidad matrimonial, ¿no es una forma de ofrecer facilidades canónicas para escapar al principio de indisolubilidad del matrimonio, a pesar de que al mismo tiempo lo recuerde?

Es verdad que el nuevo Motu proprio que regula las disposiciones canónicas relativas a los procesos de nulidad pretende responder a un grave problema actual: el de muchas familias rotas por una separación. Examinar esos casos para proponer una solución más rápida, en la medida en que corresponde a la ley divina del matrimonio, ¡muy bien! Pero en el contexto actual, de la sociedad moderna, secularizada y hedonista, y de los tribunales eclesiásticos en los que ya se practica lo que está prohibido, este Motu proprio podría fácilmente convertirse en una ratificación legal del desorden. El resultado podría ser aún peor que el remedio propuesto. Me temo que uno de los puntos claves del Sínodo haya sido resuelto indirecta y ocultamente, abriendo el camino a un supuesto “divorcio católico”, pues, en los hechos, existe la posibilidad de muchos abusos, especialmente en los países donde los episcopados son poco exigentes y están imbuidos de progresismo y subjetivismo…

El Año Santo que debe abrirse el próximo 8 de diciembre, ¿acaso no ha sido puesto bajo el signo de una misericordia donde el arrepentimiento y la conversión estarían ausentes?

Es verdad que en el clima actual, el llamado a la misericordia predomina demasiado fácilmente sobre la indispensable conversión, que exige la contrición de las propias faltas y el horror del pecado, ofensa hecha a Dios. Como yo lo deploraba en la última Carta a los amigos y bienhechores (n° 84), de este modo el Cardenal hondureño Maradiaga complacientemente se hace eco de una nueva espiritualidad en la que la misericordia se ve truncada y amputada de la necesaria penitencia, que no se recuerda casi nunca.

Sin embargo, leyendo detenidamente los diferentes textos publicados con respecto al Año Santo, y sobre todo la bula de indicción del Jubileo, se ve que está presente la idea fundamental de la conversión y de la contrición de los pecados para obtener el perdón. A pesar de la referencia a una misericordia equívoca que consistiría en devolver al hombre más su “dignidad incomparable” que el estado de gracia, el Papa quiere favorecer el retorno de los que abandonaron la Iglesia y multiplica las iniciativas concretas para facilitar el recurso al sacramento de la penitencia. Desgraciadamente no se pregunta por qué tantas personas han abandonado la Iglesia o han dejado de practicar, y si no hay una relación con cierto Concilio, su “culto del hombre” y sus reformas catastróficas: ecumenismo desbocado, liturgia desacralizada y protestantizada, relajamiento de la moral, etc.

¿Los fieles apegados a la Tradición pueden, en consecuencia y sin riesgo de confusión, participar en el Jubileo extraordinario decidido por el Papa? Sobre todo porque este Año de la Misericordia pretende celebrar el 50º aniversario del Concilio Vaticano II, que habría derribado las “murallas” en las cuales estaba encerrada la Iglesia…

Evidentemente se plantea el tema de nuestra participación en este Año Santo. Para dar una respuesta, se requiere una distinción: las circunstancias en las que se convoca un Año Santo jubilar y la esencia de un Año Santo.

Las circunstancias son históricas y están vinculadas con los grandes aniversarios de la vida de Jesús, en particular su muerte redentora. Cada 50 años, o incluso 25, la Iglesia instituye un Año Santo. Esta vez, el acontecimiento de referencia para la apertura del Jubileo no es solamente la Redención – el 8 de diciembre está necesariamente vinculado con la obra redentora iniciada con la Inmaculada, Madre de Dios –, sino también con el Concilio Vaticano II. Resulta chocante y es algo que rechazamos formalmente, pues no podemos alegrarnos, antes bien debemos llorar sobre las ruinas ocasionadas por este Concilio, con la caída vertiginosa de las vocaciones, la disminución dramática de la práctica religiosa y sobre todo la pérdida de la fe, que el propio Juan Pablo II calificó de “apostasía silenciosa”.

De todos modos sigue estando lo que es esencial en un Año Santo: se trata de un año particular en el que la Iglesia, según la decisión del Sumo Pontífice que detenta el poder de las llaves, abre de par en par sus tesoros de gracias para acercar a los fieles a Dios, especialmente mediante el perdón de las faltas y la remisión de las penas debidas por el pecado. La Iglesia realiza esto por medio del sacramento de la penitencia y de las indulgencias. Esas gracias no cambian. Siguen siendo siempre las mismas, y sólo la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, dispone de ellas. Se puede igualmente indicar que las condiciones para obtener las indulgencias del Año Santo siguen siendo las mismas: confesión, comunión y oración por las intenciones del Papa – las intenciones tradicionales y no las intenciones personales. Al recordar estas condiciones habituales, no se hace referencia en ninguna parte a la adhesión a las novedades conciliares.

Cuando Mons. Lefebvre fue con todo el seminario de Ecône a Roma, con motivo del Año Santo de 1975, no fue para celebrar los 10 años del Concilio, aunque Pablo VI había recordado este aniversario en la bula de indicción. Fue, en cambio, la ocasión de manifestar nuestra romanidad, nuestro apego a la Santa Sede, al Papa que – como sucesor de Pedro – posee el poder de las llaves. Imitando a nuestro venerado fundador, durante este Año Santo, nos concentraremos en lo que es esencial: la penitencia para alcanzar la misericordia divina por el intermedio de su única Iglesia, a pesar de las circunstancias que se creyó necesario invocar para celebrar este año, como ya fue el caso en 1975, e incluso en 2000.

Se podrían comparar estos dos elementos, lo esencial y las circunstancias, con el contenido y el envoltorio en el que viene. Sería erróneo rechazar las gracias propuestas en un Año Santo porque es presentado en un envoltorio defectuoso, salvo que se considere que este envoltorio altera el contenido, que las circunstancias absorben lo esencial, y que en el caso presente, la Iglesia ya no dispone de las gracias propias del Año Santo debido a los daños ocasionados por el Concilio Vaticano II. ¡Pero la Iglesia no nació hace 50 años! Y por la gracia de Cristo, que es “el mismo ayer, hoy y siempre” (Heb. 13, 8), la Iglesia sigue y seguirá siendo la misma, a pesar de este Concilio de apertura a un mundo en perpetuo cambio…

En varias declaraciones recientes parece que Ud. quiere anticipar el centenario de Fátima, invitando a la gente a prepararse desde ahora. ¿Por qué?

Dadas las perspectivas que aquí hemos evocado y para insistir sobre la urgencia de la conversión, hemos pensado unir estas buenas obras de misericordia corporal y espiritual, a las que se nos invita en este año, con el centenario de las apariciones de Fátima, donde Nuestra Señora insistió tanto en la necesidad de la conversión, de sí mismo y del mundo, y en la necesidad de las obras de penitencia y de la oración, especialmente del rosario. La imploración de la misericordia divina está estrechamente ligada a las apariciones de Fátima: la Santísima Virgen nos ha invitado a rezar y a hacer penitencia: así alcanzaremos misericordia, y no de otro modo. Me parece muy conveniente unir así los dos próximos años, dedicando dos años a esforzarnos en acercarnos tanto a la Santísima Virgen como a Nuestro Señor, tanto al Corazón Inmaculado de María como al Sagrado Corazón misericordioso.

La Fraternidad San Pío X organizará una peregrinación internacional a Fátima los días 21 a 23 de agosto del año 2017. Pero desde ahora podemos, e incluso debemos, prepararnos, sobre todo cuando se está menoscabando gravemente la moral católica.

Más que nunca, en este 21 de noviembre, que es un gran aniversario para nosotros, el de la declaración de Mons. Lefebvre en 1974 – verdadera Carta Magna de nuestro combate por la Iglesia de siempre –, conservemos en toda circunstancia, y cualesquiera sean las dificultades y las pruebas, una actitud católica. Tengamos los pensamientos de la Iglesia, seamos fieles a Nuestro Señor, permanezcamos aferrados a su Santo Sacrificio, a sus enseñanzas y a sus ejemplos. Leía ayer que el Cardenal Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, temía una “protestantización de la Iglesia”. Y tiene razón. Pero, ¿qué es la misa nueva, sino una protestantización de la misa de siempre? ¿Y qué pensar del Papa que, como sus predecesores, visita un templo luterano? ¿Cómo no quedarnos confundidos al ver cómo se está preparando el 5º centenario de la Reforma protestante, en el año 2017, y cómo se está alabando ahora la figura de Lutero, él que fue uno de los mayores heresiarcas y cismáticos de la historia, ferozmente opuesto a la Iglesia católica y romana? Realmente Mons. Lefebvre veía bien cuando afirmaba que “la única actitud de fidelidad a la Iglesia y a la doctrina católica, para nuestra salvación, es el rechazo categórico a aceptar la Reforma”, porque entre la reforma emprendida por el Concilio Vaticano II y la de Lutero hay más de un punto en común. Y siguiéndolo, repetimos que “sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento alguno, proseguimos nuestra obra de formación sacerdotal a la luz del magisterio de siempre, convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Santa Iglesia católica, al Sumo Pontífice y a las generaciones futuras”.

Es lo que ustedes, queridos amigos y bienhechores de la Fraternidad San Pío X, comprenden bien. Sus oraciones fervorosas, su generosidad admirable y su entrega constante son para nosotros un valioso apoyo. Gracias a ustedes la obra de Mons. Lefebvre se desarrolla en todas partes. Les agradezco de todo corazón.

Roguemos a Nuestra Señora que nos alcance todas las gracias que necesitamos. Pedimos a Dios que les conceda sus bendiciones, a ustedes y sus familias, para que se preparen a la gran fiesta de Navidad por medio de un santo Adviento, y que encomienden el año próximo, con sus alegrías y sus cruces, a nuestra Madre del Cielo.

En la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen, 21 de noviembre de 2015


+ Bernard Fellay 

lunes, 30 de noviembre de 2015

Bula Apostolicae Curae, del papa León XIII


Retrato del papa León XIII

En la bula Apostolicae Curae del papa León XIII queda firmemente establecido el carácter nulo de la ordenación de los obispos o arzobispos anglicanos, como secta que es separada de la Iglesia católica.

Esta afirmación puede leerse en la página web del vaticano pinchando aquí. El texto se encuentra en latín. La conclusión no puede ser más taxativa y tajante:

"Itaque omnibus Pontificum Decessorum in hac ipsa causa decretis usquequaque assentientes, eaque plenissime confirmantes ac veluti renovantes auctoritate Nostra, motu proprio certa scientia, pronunciamus et declaramus, ordinationes ritu anglicano actas, irritas prorsus fuisse et esse, omninoque nullas".

cuya traducción es, más o menos, la que sigue:

"Por eso, adhiriéndonos estrictamente, en esta materia, a los decretos de los Pontífices, Nuestros predecesores, y confirmándolos más plenamente, y, por decirlo así, renovándolos por Nuestra autoridad, por Nuestra propia iniciativa y certero conocimiento, Nos pronunciamos y declaramos que las ordenaciones llevadas a cabo conforme al rito Anglicano han sido, y son, absolutamente nulas y sin efecto".

Y concluye en el penúltimo párrafo del siguiente modo:

"Praesentes vero litteras et quaecumque in ipsis habentur, nullo unquam tempore de subreptionis aut obreptionis sive intentionis Nostrae vitio aliove quovis defectu notari vel impugnari posse; sed semper validas et in suo robore fore et esse, atque ab omnibus cuiusvis gradus et praeeminentiae inviolabiliter in iudicio et extra observari debere decernimus; irritum quoque et inane si secus super his a quoquam, quavis auctoritate vel praetextu, scienter vel ignoranter contigerit attentari declarantes, contrariis non obstantibus quibuscumque".

(...)"Datum Romae apud Sanctum Petrum anno Incarnationis Dominicae millesimo octingentesimo nonagesimo sexto, idibus Septembribus, Pontificatus Nostri anno decimo nono".

Leo PP.XIII


Aunque se puede encontrar una mejor traducción, ésta es la que yo he conseguido y la que aquí consigno, considerando que es fiel al contenido expresado en dicho párrafo:

"Declaramos que este escrito y todo lo contenido en él no podrá ser impugnado en ningún momento (...) sino que es y será siempre válido y en vigor y deberá ser observado sin falta, tanto jurídicamente como de otras maneras, por todos, cualquiera que sea su rango, declarando nulo y sin efecto todo lo que, voluntaria o involuntariamente, se oponga a ello, independientemente de la autoridad de la persona o del pretexto alegado en ese sentido" 

(...) Dado en Roma, en la Basílica de San Pedro, en el año de la Encarnación de Nuestro Señor mil ochocientos noventa y seis, en los Idus de Septiembre, en el diecinueve año de nuestro pontificado".

León XIII, Papa


La conclusión a la que llegamos -para aclarar ideas- es que un arzobispo anglicano no tiene -propiamente hablando- tal categoría, pues no ha recibido ningún tipo de ordenación sacerdotal, dado que tales "ordenaciones", de haberse producido, habrían sido nulas, de pleno derecho. Y esa es la razón por la que un "arzobispo" anglicano que se convirtiera al catolicismo cesaría "ipso facto" en su condición de tal, pasando a ser tan solo un seglar más, independientemente de sus conocimientos teológicos.
José Martí

Profanación en Pamplona. Repugnante montaje de ‘Noticias de Navarra’ para criminalizar a los católicos (Hispanidad)

Artículo sacado de Hispanidad



  • El periódico miente al señalar que en la manifestación del jueves hubo amenazas de muerte contra el alcalde, de Bildu.
  • El disparate llega al Ayuntamiento, donde todos los grupos rechazan los insultos. El problema es que no los hubo.
  • La realidad fue que unas 1.000 personas llenaron la plaza con cruces, rezaron y sólo pidieron respeto y la dimisión de Asirón.
  • Paralelamente, el verdugo (el artista Abel Azcona), sigue haciendo de las suyas en aras de la libertad de expresión.
  • El Pleno rechaza la retirada de las imágenes profanadoras y Abogados Cristianos se querella también contra la concejal de Cultura.
  • Entretanto, aparecen pintadas contra los católicos en varias iglesias de la capital navarra.
Cada vez resulta más triste e indignante lo que sucede en Pamplona con el asunto de laprofanación, pues ya no importa lo más mínimo el respeto e incluso se recurre a la mentira.Diario de Noticias de Navarra no ha dudado en poner en marcha un repugnante montaje, con el único objetivo de criminalizar a los catócicos -verdaderas víctimas en la ofensa perpetrada por el ‘artista’ Abel Azcona-.
portada diario de noticias de navarra 27 noviembre En la noche del jueves, el citado periódico titulaba:Un reducido grupo de ultracatólicos corea en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona “Asirón, ejecución”. Así,informaba, bueno en realidad, desinformaba acerca de lamanifestacióncelebrada en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona contra la exposición blasfema. Pero no contento con suhazaña, este viernes ha llevado la mentira a su portada, con el titular: “¡Asirón, ejecución”, amenazan ultracatólicos!
Noticias de Navarra miente soberanamente al decir que en la manifestación hubo amenazas de muerte contra el alcalde de la ciudad, el proetarra de EH Bildu, Joseba Asirón, y tampoco aporta ningún tipo de prueba. Además, destaca que alrededor de 300 personas se concentraron frente al Ayuntamiento, cuando en realidad asistieron unas 1.000.
Pero lo peor es que el disparate ha llegado hasta el consistorio pamplonica, donde todos los grupos han rechazado las amenazas de muerte y los insultos, que según el citado periódico se dieron en la manifestación. El problema es que no hubo tal cosa. UPN ha dicho que no les constaba, pero en caso de que hubieran existido por supuesto que las condena. Sin embargo,Europa Press ha secundado la mentira del Noticias de Navarra y ha señalado que por unanimidad la Junta de Portavoces de Pamplona ha mostrado su “absoluta repulsa” a los “insultos y amenazas de muerte” contra Asirón.
Pasemos a referir los verdaderos hechos. Según cuentan los organizadores a Hispanidad, unas 1.000 personas llenaron la plaza del Ayuntamiento -la misma en la que tiene lugar el famoso ‘chupinazo’-, portaron cruces, rezaron y sólo pidieron respeto y la dimisión del alcalde, tal y como recoge Navarra Confidencial. De hecho, el lema de la pancarta que encabezaba la manifestación era: “Navarra pide respeto. Cierre de la exposición blasfema”. Además, si hubiera habido los insultos y amenazas de muerte que algunos medios señalan, había un buen número de policías que podría haber identificado a los culpables. Pero no hizo falta tal cosa. Así lo demuestra el siguiente vídeo y algún otro testimonio.
Paralelamente, el verdugo, es decir, el ‘artista’ Abel Azcona, se convierte en víctima en aras de la libertad de expresión y sigue haciendo de las suyas. El jueves, en Twitter, no dudó en anunciar el robo de más formas consagradas. “Voluntarios recogiendo hostias consagradas de nuevas misas, entre ellas, la de ayer de reparación. Ya tengo treinta y dos nuevas! Sois amor”, escribió. ¡Vaya caradura! En otro de sus tuits presumía de uno de sus ‘triunfos’: “Juez desmiente al Arzobispado y decide NO clausurar “Desenterrados”. La exposición sigue completa hasta 17 de Enero. Libertad de expresión!”, demostrando que ha pasado del ‘basta ya’ del arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez. Y es que el pasado jueves, la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona rechazó la clausura cautelar de la exposición al no estar ya las formas consagradas y no consideró urgente la retirada de las las fotos.
Pero, ¿qué libertad de expresión, señor Azcona? Usted ha cometido presuntos delitos recogidos, nada más y nada menos que en el Código Penal: concretamente en el artículo 524, en el 525 y en artículo 510. Y eso no es ninguna tontería ni ninguna obra de arte, pues conllevan: penas deprisión de seis meses a un año y multa económica de 12 a 24 meses, multa de 8 a 12 meses, entre uno y cuatro años de prisión y una multa de seis a 12 meses, respectivamente.
A la par que éstos presuntos delitos, Azcona ha atacado la libertad religiosa, un derecho por el que tampoco ha velado el alcalde, tal y como señaló el ex regidor y actual líder de la oposición, Enrique Maya (UPN), a Hispanidad. Sin embargo, éste aparece recogido en el artículo 16 de la Constitución Española y también en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. A pesar de todo esto, al ‘artista’ no le faltan palmeros, incluso la ONG Fundación Internacional de Derechos Humanos, que en Twitter señala: “Las manifestaciones artísticas tienen derecho a ejercer la crítica frente a concepciones ideológicas y religiosas. Apoyamos a @abelazcona”. ¡Increíble! Parece que más de uno ha perdido el norte… y el sentido común, pues una cosa es la crítica y otra la ofensa.
Finalmente, el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona ha rechazado la retirada de “elementos” relacionados con la “profanación”. EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi y Izquierda-Ezquerra han rechazado la propuesta de declaración de UPN, mientras PSN ha optado por la abstención.
Ante tal decisión, Abogados Cristianos va a ampliar la querella que interpuso contra Azcona a la concejal de Cultura, Maider Beloki. La proetarra de EH Bildu no ha dudado en sumarse al montaje de Noticias de Navarra y ha denunciado que “grupos ultras y fundamentalistas religiosos han aprovechado para lanzar una campaña política en contra del ayuntamiento y su alcalde”. La cual, en su opinión, “busca limitar la libertad de expresión”.
Pero la exposición de Azcona no es desgraciadamente la única ofensa a los cristianos que sucede estos días en la capital navarra. También han aparecido pintadas de “Opus kampora” (“Opus fuera”) e “Iglesia hipócrita” en algunas iglesias de la ciudad.
Cristina Martín

sábado, 28 de noviembre de 2015

Francisco, viajante de comercio (por Fray Gerundio)


Nuevo artículo de este fraile que nos da qué pensar ... Lo que dice no gustará a muchos, pero -desgraciadamente- es la verdad. Todo está documentado. Dios nos está probando bien, lo que significa que nuestra lucha, como cristianos, contra el pecado, que es el gran mal que nos asedia, debe de ser más fuerte -y confiada- que nunca. Ésta es la cruz que ahora nos pide Dios que llevemos junto a Él. Algún día descubriremos el valor inmenso de nuestras oraciones y de nuestros sufrimientos por una Iglesia que se está olvidando de su misión de evangelizar y se está convirtiendo en una especie de ONG con tintes meramente humanistas. 

Oración y sacrificio. No hay otro modo de vencer a este enemigo, que no es otro que el Diablo, aunque hoy esta palabra, incluso citada por el Papa, se ha convertido en un mito del pasado, en algo obsoleto, propio sólo de gente inculta, que no se ha "aggiornado". En el pecado llevamos la penitencia.

--------

Les he asegurado a mis novicios modernistas que no se trata de un título irrespetuoso o falto de cariño. Nada de eso. Es una expresión que desde mi infancia me llamaba la atención, cuando alguien se autodefinía así en su actividad laboral. Lo mismo se aplicaba a un vendedor de globos y golosinas, que de productos para el cabello, que de calcetines y medias.

O como los vendedores de las películas del oeste, que se presentaban en los pueblos montados en su carromato, vendiendo el mágico elixir que a todos llevaría a la curación definitiva, bien fuera de la calvicie, de la sarna, del piojo o de los problemas matrimoniales. Y la gente compraba productos, vaya que si compraba. Y se entusiasmaba con el viajante. Aunque luego se descubriera el timo, cuando ya no tenía remedio.

Cada día estoy más convencido de que los viajes de Francisco no son apostólicos, como los denomina la Santa Sede e incluso él mismo. Son viajes. O sea, periplos, tournés o como se les quiera sustantivar. Pero calificarlos de apostólicos… me río yo de los peces de colores.

No me imagino a San Pablo en sus viajes transmediterráneos hablando de la trata de blancas (había muchas más entonces que ahora), o de la esclavitud (más también), o de la corrupción (más aún), o de la política de guerras y dominaciones (todavía más), o de las explotaciones y sojuzgamiento de los pueblos conquistados (muchísimo más).

Tampoco creo que San Pablo se reuniera con los líderes locales judíos o mazdeístas o ateos o indiferentes, para decirles que tenían que luchar por un mundo mejor puesto que todos eran hermanos (aunque para entonces todavía no se utilizara la expresión masónica fraternidad universal). Precisamente cada vez que San Pablo visitaba una sinagoga se armaba la gorda, porque predicaba a Jesucristo -y éste, crucificado-, y los judíos entonces (como ahora) se tiraban de los tirabuzones de rabia (rechinaban los dientes, según el Evangelio) al ver que ESE judío de Nazaret, era presentado como Hijo de Dios por estos locos de atar llamados cristianos.





No creo que hablara de los vertidos tóxicos acumulados en el Mar de Corinto (habría vertidos humanos a base de bien), ni del cuidado de la tierra (supongo que se talarían árboles ya en esa época), ni de la carrera armamentística de los romanos y los cartagineses o de los traficantes de armas (que también habría los suyos en aquel entonces). Habría estado bien leer de la pluma de San Pablo una diatriba sobre el tráfico de catapultas por el Mediterráneo. Algunos que yo conozco citarían más frecuentemente sus cartas. No imagino en San Pablo una llamada de atención en su carta a los Romanos, con el fin de que no admitieran la esclavitud y protestaran contra la pena de muerte ante el Capitolio Corrupto y Corruptor.

Siento decirlo, pero estos viajes de ahora, se han convertido ya en viajes tipo líder -porque lo sea en realidad o porque le encante serlo-, en los que se olvida la verdadera evangelización y se apunta más bien a un deseo desmedido de agradar. Incluso cuando se habla de la persona de Jesús, se hace con un tonillo sesentayochista, cuyo ADN ideológico reconocemos fácilmente los que ya tenemos unos años.

No quiero estar pendiente de lo que va a suceder en este viaje a Africa. Me basta con lo que he visto en Kenia en estos últimos tres días. Es una constante la humanización (llamémosla así) de todo el trabajo que se supondría cristiano. En una de las intervenciones de Francisco ante los sacerdotes y religiosos, una monja -cómo no-, habla de su trabajo como de lucha por la dignidad de la persona, sea de la etnia que sea o de la religión que sea. Muy bonito, pero eso diluye el ser del cristiano rebajándolo hasta el suelo. Para eso no hacía falta la acción misionera.

Las imágenes de las misas tan moviditas (aunque menos que en Brasil), y de las variadas intervenciones, me han traído a la memoria el documental que hace unos años se dio a conocer sobre Marcel Lefevbre, en el que aparece parte de su trabajo en Africa. Se puede ver en torno al minuto 14 cómo explicaba el propio Arzobispo los cambios en Senegal (incluso los económicos, sí), por obra de la gracia divina. Dirán que era un retrógrado, pero sólo la visión de estas imágenes nos transporta a un mundo ya pasado y olvidado. Mejor, un mundo destruido, conscientemente destruido, hecho trizas y desolado. Ahora trabajan los misioneros por la dignidad humana sea la religión que sea. Pues para ese viaje, no hacen falta alforjas.

He tenido que darles a mis novicios unas cuantas clases explicativas sobre el trabajo misionero de tantos y tantos, que dieron su vida para enseñar el Evangelio a los que querían ser cristianos. Frente a las otras religiones, claro está. Porque en aquella época eran ni más ni menos que religiones falsas. Paganos e infieles. Ese sistema, por cierto, reclutó miles de conversiones. Pero eso ahora no importa, al parecer. Es mejor ir a las mezquitas, las oficinas de la ONU y los barrios periféricos. Como si antes nadie hubiera visitado un barrio periférico. Esto decía mi abuela que se llamaba descubrir el Mediterráneo, aunque sea acompañado de cámaras, taquígrafos y periodistas.

Ojalá estos fieles cristianos de Kenia no compren el elixir modernista que les ofrecen. Bastante tienen ya los pobres con las críticas de los obispos alemanes, a los que por cierto el Papa no les ha dado un buen tirón de orejas en público por su desvergüenza y su soberbia. Esto no es tráfico de armas, aunque sí lo sea de influencias interesadas. También en esto el Pontífice quiere salvaguardar la dignidad del cardenal Kasper, independientemente de su etnia y de su religión.

Fray Gerundio



Un botón de muestra de lo que dice fray Gerundio lo tenemos en el siguiente artículo tomado del Servicio de Información del Vaticano (VIS): 

-------

Francisco en Uganda: "A pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación"

Ciudad del Vaticano, 28 de noviembre de 2015 (Vis).-El Papa Francisco llegó ayer tarde a Uganda, la segunda etapa de su viaje apostólico en Africa. Lo esperaban en el aeropuerto el Presidente Yoweri Kaguta Museweni, diversas autoridades religiosas y civiles y un grupo de danzadores que ejecutó en su honor un baile tradicional. Desde el aeropuerto el Santo Padre se trasladó al State House, de Entebbe, donde después de saludar en privado a la familia del presidente -que también era Jefe de Estado durante la visita de San Juan Pablo a ese país en 1993- encontró a las autoridades y al cuerpo diplomático de Uganda.

En el discurso pronunciado en el Salón de las Conferencias, Francisco recordó que con su visita quería conmemorar el quincuagésimo aniversario de la canonización de los mártires de Uganda por su predecesor, el Papa Pablo VI, pero que esperaba, al mismo tiempo que su visita fuera vista ''como un signo de amistad, aprecio y aliento a todo el pueblo de esta gran nación''.

''Los mártires, tanto católicos como anglicanos, son verdaderos héroes nacionales -subrayó- Ellos dan testimonio de los principios rectores expresados en el lema de Uganda: ''Por Dios y mi país''.. Nos recuerdan el papel fundamental que ha tenido y sigue teniendo la fe, la rectitud moral y el compromiso por el bien común, en la vida cultural, económica y política de este país. También nos recuerdan que, a pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación, y a respetarnos, protegernos y ayudarnos unos a otros como miembros de una única familia humana. Estos altos ideales son especialmente importantes en hombres y mujeres, como ustedes, que han de garantizar una buena y transparente gestión pública, un desarrollo humano integral, una amplia participación en la vida nacional, así como una distribución racional y justa de los bienes que el Creador ha otorgado con abundancia a estas tierras''.

''Mi visita -prosiguio- pretende también llamar la atención sobre África en su conjunto, sus promesas, sus esperanzas, sus luchas y sus logros. El mundo mira a África como al continente de la esperanza. En efecto, Uganda ha sido bendecida por Dios con abundantes recursos naturales, que ustedes tienen el cometido de administrar con responsabilidad. Pero, sobre todo, la nación ha sido bendecida en su gente: sus familias fuertes, sus jóvenes y sus ancianos... que son la memoria viva de todos los pueblos''.

Francisco elogió igualmente la ''preocupación excepcional'' que Uganda había mostrado por acoger a los refugiados, ''para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona el ganarse el sustento mediante un trabajo honrado. Nuestro mundo, atrapado en guerras, violencia, y diversas formas de injusticia, es testigo de un movimiento de personas sin precedentes. La manera como los tratamos es una prueba de nuestra capacidad de humanidad, de nuestro respeto por la dignidad humana y, sobre todo, de nuestra solidaridad con estos hermanos y hermanas necesitados''.

''Deseo seguir alentando -dijo al final de su discurso- los muchos esfuerzos que de modo discreto se están realizando en favor de los pobres, los enfermos y todos los que pasan dificultad. En estos pequeños signos se manifiesta el alma verdadera de un pueblo. En muchos sentidos, nuestro mundo experimenta hoy un crecimiento armónico; al mismo tiempo, sin embargo, vemos con preocupación la globalización de una ''cultura del descarte'', que nos hace perder de vista los valores espirituales, endurece nuestros corazones ante las necesidades de los pobres y roba la esperanza a nuestros jóvenes''.

''Con el deseo de encontrarme con ustedes y compartir este tiempo juntos, pido a Dios que usted, Señor Presidente, y todo el querido pueblo de Uganda respondan siempre a los valores que han forjado el alma de su nación. Invoco de todo corazón sobre todos ustedes las abundantes bendiciones del Señor'', concluyó.

--------------
En todo lo dicho es de observar la insistencia en lo meramente natural asi como poca o ninguna referencia a lo sobrenatural, cuando es ésto la esencia del Cristianismo y lo que llevó, precisamente, a los mártires, a dar la vida por Jesucristo antes que renegar de Él: no dieron su vida por el compromiso con la vida social y económica del país, ni por sentirse una familia humana con todos, ni por un mejor aprovechamiento de los abundantes recursos naturales de que disponen. Fue solamente el amor a Jesucristo la causa de que fuesen martirizados. Y, sin embargo, en esto no se hace suficiete hincapié y se da a entender -callada o incluso abiertamente, que lo mismo da una religión que otra ...¡Esto no es así ni se atiene a la verdad. 

José Martí

viernes, 27 de noviembre de 2015

Pobres, ignorantes, interesados. Así describe a los africanos la web de los Obipos alemanes (Jorge Soley, Infocatólica)


Un artículo muy bueno de Jorge Soley, de Infocatólica, que transcribo aquí por su interés especial.

-------



No hace falta recordar los desagradables comentarios del cardenal Kasper durante el Sínodo extraordinario celebrado hace ahora algo más de un año, despreciando a los africanos y sus tabúes y afirmando que no nos pueden dar lecciones a nosotros, ilustrados europeos. El escándalo que se formó no dejó en muy buen lugar al cardenal alemán, que vio como caían como una avalancha sobre él las acusaciones de soberbia y racismo apenas encubierto.

Uno pensaba que estas cosas no se repetirían, si no por un sincero propósito de la enmienda, al menos por un mínimo de prudencia táctica. Pero es lo que tiene la soberbia, que vuelve a aflorar a la que te relajas. Y sí, lo han vuelto a hacer. Ante la visita del papa a tres países africanos esta semana, un artículo en la página web de la Conferencia Episcopal Alemana, Katolisch.de, vuelve a atacar a los ignorantes y atrasados africanos.

Allí, en un artículo titulado “La Iglesia Pobre y Romántica”, un tal Björn Odendahl escribe lo que sigue:

“Por supuesto la Iglesia está creciendo en África. Crece porque la gente es socialmente dependiente y a menudo no tiene nada más que su fe. Crece porque la situación educativa allí está, en promedio, en un nivel bastante bajo y la gente acepta respuestas sencillas a preguntas difíciles de fe. Respuestas como las del Cardenal Sarah de Guinea. E incluso el creciente número de sacerdotes son el resultado no sólo del ímpetu misionero, sino también el resultado del hecho que el sacerdocio es una de las pocas posibilidades para tener seguridad social en el continente negro”.

Vamos, que los negros de África son católicos porque son tan pobres que así se consuelan en su miseria, no como los alemanes que, en su opulencia, pueden tirar a la basura algo tan ridículo como la fe. Bueno, no todos. También algunos son católicos porque son tan ignorantes y necios que se tragan las respuestas simplonas de sus obispos y cardenales (Sarah, Arinze, Napier, todos negros, carcas e infinitamente menos sofisticados que los purpurados alemanes) ¿Y qué decir de los sacerdotes? Ni gracia de Dios que suscita vocaciones, ni generosidad para acogerla, el boom de jóvenes sacerdotes africanos se debe a que al menos así tienen algo que llevarse a la boca y pueden ir a un hospital cuando les muerde una pitón o un león. La verdad, parece difícil superar esta muestra de paternalismo despectivo con tintes racistas.

Y esto lo publica la web de una Conferencia Episcopal que, hace pocos días tenía que escuchar de boca del Papa Francisco que la fe católica estaba sufriendo una fuerte erosión en Alemania, un “fuerte descenso en la asistencia a la misa dominical y de la vida sacramental” y donde “el sacramento de la Penitencia con frecuencia ha desaparecido. Cada vez menos católicos reciben la Confirmación o contraen un matrimonio católico. El número de vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada ha disminuido notablemente”. Menudo panorama para dar lecciones.

Los consejos del Papa para revitalizar la Iglesia católica en Alemania eran la promoción de la confesión: “Confío en que se dará mayor atención a este sacramento, tan importante para una renovación espiritual, en los planes pastorales diocesanos y parroquiales durante el Año Santo y después”, la defensa de la vida: “la Iglesia no debe cansarse nunca de ser abogada de la vida y no debe retroceder en el anuncio de que la vida humana debe protegerse incondicionalmente desde el momento de la concepción hasta la muerte natural” y el no atarse a la rica burocracia que la Iglesia en Alemania ha desarrollado: “se inauguran estructuras siempre nuevas para las cuales al final faltan los fieles. Se trata de una suerte de nuevo pelagianismo que nos lleva a volver a poner la confianza en las estructuras administrativas, en las organizaciones perfectas”

Después de leer lo que publica la web de la Conferencia Episcopal Alemana parece que estos consejos han entrado por un oído y han salido por el otro. ¿Confesión? Ni que fuéramos unos ignorantes africanos que aún creen en la magia ¿Defensa de la vida? Que poco sofisticado, con la de matices que hay en esto del inicio y del final de la vida. ¿No estar atados a nuestra burocracia? ¡Con lo bien que vivimos! ¿Acaso no querrá el Papa que nos convirtamos en unos pobretones miserables como los africanos?

Por suerte los africanos no leen Katolisch.de, lo que es una gran ventaja. Son pobres, simples, ignorantes y comen cosas impronunciables. También son fieles al Evangelio, al Magisterio y a la Tradición. Y no se tragan la cháchara modernista. Quizás por eso hay más 200 millones de católicos africanos, tres veces más que hace 30 años, se ha triplicado el número de seminaristas en los últimos 25 años o hay un 40% más de sacerdotes que hace 15 años. Quizás por eso son una iglesia viva, dinámica y floreciente.

Jorge Soley (Infocatólica)

Acerca de la verdad de los presos del Valle de los Caídos (Alberto Bárcena)


El historiador español D. Alberto Bárcena nos introduce, tras una ardua investigación que ha durado 7 años sumergido en las fuentes originales y veraces de los archivos del Valle de los Caídos, en las tergiversaciones y manipulaciones que se han vertido sobre los supuestos "crímenes de presos" que trabajaron en la construcción del Valle durante el régimen del Generalísimo. 

La realidad es muy otra. Estos presos pedían trabajar en el Valle, tenían nóminas laborales equivalente a la de los trabajadores libres, e incluso, al finalizar su trabajo o pena tenían derecho a una vivienda en Madrid, vivían en poblaciones bien acondicionadas, con escuelas para su hijos y familiares y temporada de vacaciones.
Desde este portal defendemos la majestuosa obra del régimen del Generalísimo Francisco Franco, hombre de genio que contribuyó como ningún otro, en los últimos tiempos, a la difusión y expansión de la CRISTIANDAD y sus valores eternos. 

La historia verdadera sabrá situar al Caudillo en el lugar que le corresponde, como un gran héroe de nuestra amada patria España y un bien para la humanidad. 

Al mismo tiempo D. Alberto exalta la excelente labor pastoral del R.P. JOSÉ AGUSTÍN PÉREZ DEL PULGAR considerado entre los presos como un hombre de Dios querido y estimado y hoy, al igual que el Caudillo, defenestrado por la historiografía "progre" y decadente.

49:35 minutos

jueves, 26 de noviembre de 2015

Más sobre la Ideología de género (Padre Alfonso Gálvez)


Hay un excelente artículo de Sísi Nono, muy documentado, sobre este tema ya tan manido, pero del que no acabamos de sacar todas sus consecuencias así como la gravedad del mismo, acostumbrados, como estamos, a tragarnos todo lo que nos echen, sin pestañear. Al ser demasiado extenso, entresaco de él tan solo unos párrafos, muy significativos, por otra parte. Dice así:

Por desgracia, la sociedad europea, víctima del Iluminismo y del Liberalismo, ha concedido no sólo igualdad a marido y mujer, sino que ha convertido en regla una presunta superioridad de la mujer y de la esposa sobre el hombre y sobre el marido. Así, ha desbaratado los matrimonios, las familias y ha debilitado a la sociedad civil. Ésta es una de las razones del avance del Islam, que peca por exceso, afirmando la superioridad absoluta del hombre sobre la mujer, volviendo así al paganismo el cual, consideraba a la mujer una res o una esclava del hombre, mientras la modernidad peca por defecto y considera a la mujer no sólo igual, sino en sí y por sí superior al hombre. En el punto medio de altura, y no de mediocridad, están la recta razón y la divina Revelación, que enseñan al hombre a amar a la mujer como parte de sí mismo y como Cristo ha amado a la Iglesia, hasta morir por ella; pero, al mismo tiempo, invitan a la mujer a estar sometida al marido no como una esclava, sino como su más fiel colaboradora y su complemento natural.

(...) La ciencia actual (de la cual el género es el último escalón) tiende a dar la vida (hijos probeta…) y a quitarla (eutanasia); a escoger el sexo y a cambiarlo también continuamente (género) como si el hombre fuese el Creador (eritis sicut Dii). Pero, ante ciertas aberraciones (apostasía universal de Dios y de su Ley, torre de Babel para alcanzar el cielo, Sodoma y Gomorra con homosexualismo extendido), ¿cómo ha reaccionado Dios? Con la destrucción de la torre y la confusión de las lenguas, con el diluvio universal y con la reducción de Sodoma a cenizas. Análogamente sucederá con el mundo contemporáneo que ha sobrepasado y, sobremanera, las iniquidades del mundo antiguo y busca, incluso, pervertir a los inocentes en el alma, mientras Herodes los mató sólo en el cuerpo, pero hizo de ellos unos Santos Mártires Inocentes que festejamos todavía hoy cada 28 de Diciembre

(...) En Italia hemos llegado a la imposición por ley de la violencia psicológico-educativa en materia sexual a los niños desde los 4 hasta los 15 años. De hecho, también en Italia, es obligatorio en las escuelas un manual de “educación” (o mejor dicho, de perversión) sexual desde los 4 años hasta los 15. En resumen,  la pedofilia se hace obligatoria, por ley, en las escuelas a partir del jardín de infancia. El documento para La Educación Sexual en Europa ha sido redactado durante todo el curso de 2.010. Consta de cincuenta páginas y ha sido realizado por el Centro Federal para la Educación para la Salud de Colonia, en Alemania y dirigido por la Organización Mundial de la Salud  (OMS), editado por veinte expertos. Después de cuatro años a partir de la redacción, el manual, desgraciadamente, ha sido ya difundido en 53 países. La edición italiana ha sido financiada por la Federación Italiana de Sexología Clínica.

El manual hace referencia a seis grupos de edad:

(1º) De cero a 4 años: se explica la masturbación solitaria y con otros, también del mismo sexo.
(2º) De 4 a 6 años: se enseña la aceptación de la homosexualidad como algo de acuerdo a la naturaleza.
(3º) De 6 a 9 años: se explican los diversos medios de contracepción.
(4º) De 9 a 12 años: se explica cómo utilizar correctamente preservativos, espirales, píldoras anticonceptivas y también las abortivas.
(5º) De 12 a 15 años: se explica cómo interrumpir los  embarazos no deseados (aborto).
(6º) De 15 años en adelante: se enseña que el aborto es un derecho de la adolescente, la cual debe emanciparse de la familia.

Se debe  recurrir a acciones legales contra tal tiranía, que querría legalizar el pecado de pedofilia mediante la enseñanza obligatoria del citado manual de educación sexual a partir del jardín de infancia, o sea, a partir de los cuatro años. “No ley, sino corrupción de la ley”

«De hecho, – enseña el Magisterio–, cuando la ley humana manda actos contrarios a la recta razón, a la Ley natural y divina, es necesario desobedecer a los hombres para obedecer a Dios. En este caso, no obedecer es hermoso y justo» (León XIII, Encíclica Libertas, 20 de junio de 1888).

«El cristiano no debe siempre echarse atrás, desempeñar el papel de moderado, del perennemente condenado a la perplejidad, a la abstención y a la impotencia, dejando así prácticamente las filas del movimiento de la Historia en manos de aquellos que están menos dotados de escrúpulos; el cristiano, por tanto, no debe rechazar usar la fuerza justa, cuando sea necesario en modo absoluto» 

La ideología de género es la última conclusión práctica de la filosofía post-moderna y de la teología modernista ley

El padre Alfonso Gálvez habló en una homilía de esa degeneración de la persona humana, cuyos orígenes se encuentran en la moral autónoma de Kant y cómo, detrás de dicha ideología lo que se encuentra es sencillamente el intento de desbancar a Dios de la sociedad, transformándose éste en su propio "dios". Lo reflejo a continuación en dos vídeos de corta duración.

3:04 minutos

3:20 minutos


miércoles, 25 de noviembre de 2015

La perniciosa Ideología de género, impuesta en la Educación (Dr. Bárcenas)



Entrevista al Dr. Alberto Bárcena, prestigioso profesor de historia, quien nos explica los fundamentos de la perniciosa "Ideología de género" que se ha impuesto en la educación oficial de manos de organismos supranacionales dependientes de la O.N.U.

El profesor demuestra que esta "Ideología de género" produce una frustración permanente en los escolares que se ven obligados a aceptar por normal ylícito lo que de suyo es anormal e ilícito por ir contranatura.

La masonería utiliza la "Ideología de género" para dinamitar la sociedad en lucha acérrima contra la Cristiandad amputando los valores tradicionales de la familia cristiana y tratando de socavar la natalidad de los pueblos con esta malsana planificación familiar.

La alternativa contra este oprobio contra la moral es la información contundente y veraz de lo que se cuece realmente en estas formaciones supranacionales que dirigen realmente a las naciones.  
La "Ideología de género" es la hoja de ruta tomada por éstas para la educación de las naciones.

Duración 45:51 minutos

martes, 24 de noviembre de 2015

El Papa no puede cambiar la Ley Divina sobre la comunión (Cardenal Sarah)

Parte de este artículo está sacado de Adelante la Fe: gran rigor, ideas claras. De alguna manera viene a ser una contestación a la duda del papa Francisco, quien no tiene claro si una luterana puede comulgar en una misa católica.


El Cardenal Robert Sarah, la autoridad en sacramentos en el Vaticano, criticó la profanación de la Santa Eucaristía que proponen algunos purpurados en el Vaticano. Su acción se debe a la reciente sugerencia del papa Francisco de que los no católicos pueden recibir la Comunión si deciden que eso es lo que quieren hacer. El papa manifestó a los presentes en la Iglesia Evangélica Luterana de Roma el domingo pasado que la pregunta de si un no católico podía o no recibir la Comunión en la Iglesia Católica la debe responder la misma persona.

El Cardenal Sarah, quien se desempeña como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, manifestó un fuerte desacuerdo, señalando que existen leyes divinas que prohíben la administración de la Comunión a los no católicos o a bautizados que viven en pecado mortal (es decir: adulterio), de modo que si tal persona solicitara a la Iglesia Católica recibir la Comunión, el clero “no tiene ningún derecho de administrársela”.

Sarah también advierte a los sacerdotes que se atrevan a administrar la Comunión a no católicos que “si lo hacen, el pecado de ellos será más grave delante del Señor. Implicaría inequívocamente una complicidad premeditada y una profanación del Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre de Jesús”.

El Prefecto nos recuerda que ni siquiera el Papa puede cambiar la ley divina acerca de la Comunión. “La Iglesia en su totalidad siempre ha sostenido firmemente que no es posible recibir la comunión con la conciencia de estar en pecado mortal, principio éste recordado por Juan Pablo II en su encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, que afirma sobre el tema: “Ni siquiera un papa puede dispensar de tal ley divina”.

Las palabras del Cardenal Sarah son completamente fieles y verdaderas. En realidad no hay ninguna enseñanza doctrinal que el Papa pueda cambiar. Puede poner en vigencia pequeños cambios disciplinarios, mientras estén en concordancia con la Tradición y no ofendan la doctrina, pero cambiar una ley o enseñanza divina no es algo que ningún Papa u obispo esté autorizado a realizar.

Sólo están autorizados a cumplir la ley y transmitirla al pueblo, como lo hizo Moisés en el Monte Sinaí.

Sarah se lamenta de que esto no se cumpla. “Como obispo, me siento herido en el corazón al ser testigo de semejante falta de comprensión de las enseñanzas inamovibles de la Iglesia por parte de mis hermanos sacerdotes”, dijo. “No me puedo permitir imaginar que la causa de esta confusión sea otra que una insuficiente formación de mis hermanos.”

(...) Los fieles no tienen otra alternativa que continuar peleando por la verdad, especialmente imitando el ejemplo del Cardenal Sarah de ser defensores de la Fe.

David Martin

lunes, 23 de noviembre de 2015

Ven, Señor, no tardes. El Santísimo secuestrado en el Ayuntamiento de Pamplona

Ven, Señor, no tardes. El Santísimo secuestrado en el Ayuntamiento de Pamplona
  • A los católicos no se nos permite el uso de la violencia: ¡lástima!
  • Apelad al César. ¿Católicos metidos a leguleyos? No me gusta, pero no nos queda otro remedio.
  • Si la sociedad actual no condena el pecado que los tribunales condenen el delito.
  • Así que ¡bien por Abogados Cristianos!
No, no podemos partirle la cara al imbécil -perdón, miserable- que robó 248 formas consagradas. Somos católicos y, por tanto, sólo se nos permite el uso de la violencia como legítima defensa y de forma absolutamente proporcionada y transitoria. Incluso tenemos la obligación de amar a este cantamañanas y al pinchaúvas que los pamplonicas han convertido en alcalde. La violencia nos está vedada. Sé que el verdadero valor consiste en no usar la violencia pero a veces pienso que es una pena.
Tampoco podemos romperle la cara al idiota -perdón, miserable- del alcalde de Pamplona,Joseba Asiron (en la foto), por hacer suyo al blasfemo sacrílego, convertir esta mierda en arte y tener secuestrado al Santísimo en el Ayuntamiento de Pamplona, regido por los proetarras de Bildu.
Estoy hablando de esta infamia: un chiflado roba 248 formas consagradas, según él, en otras tantas eucaristías. Al parecer, la gracia vertida en tantos santos sacrificios no manó hacia su corazón. Por cierto, con tanta profanación, ¿no deberíamos replantearnos la comunión en la mano?
¿Qué podemos hacer? Podemos rezar el rosario  ante las formas exhibidas hasta que la policía municipal nos eche. Sería una defensa muy creativa.
Lo comento con un franciscano y me responde, citando a Nuestra Señora de Medjugorje, que esto se arregla con oración y ayuno. Y así es. Pero ya hemos comunicado en estas pantallas deHispanidad que los católicos debemos cambiar de táctica: hay que apelar al César. No hay otro remedio que entrar en el desagradable mundo de los tribunales.
Lo de menos es que el imbécil, perdón el miserable, del artista, y el idiota, perdón, el canalla del alcalde, hayan cometido un delito. Más grave es que hayan cometido una blasfemia como no se recuerda desde la II República. Pero como la sociedad actual no condena el pecado que los tribunales condenen el delito. Abogados Cristianos se han puesto manos a la obra y hay que aplaudirles por ello. ¿Cristianos metidos a leguleyos? A mí no me gusta pero no nos queda otro remedio.
En cualquier caso, Ven, Señor, no tardes, porque tal parece como si todo estuviera ya cumplido.
Eulogio López
------
NOTA: Añado también parte de un comentario que, movido por la indignación, hice ayer en Facebook al conocer esta noticia:

Ese tío -dije- es un cerdo y un mentiroso. Y el ayuntamiento en pleno no tiene vergüenza. Son todos una panda de cobardes, que hieren los sentimientos de la gente porque saben que no ofenden a los mahometanos ... En cualquier caso, aun cuando sea falso, que estoy convencido de que lo es (yo no creo que sean hostias consagradas) el episcopado en pleno e incluso el Papa tendrían que manifestarse. Y los cristianos confesos de serlo deberían de ir al ayuntamiento a recoger esas hostias y consumirlas. No se puede jugar así con el cuerpo y la sangre de Cristo. 

Es un acto blasfemo que, en tiempos de Franco, cuando había más justicia, sin tanta palabrería de falsa demorcracia, estaría condenado y el responsable se encontraría ya en la cárcel ... Y eso de que esté admitido como una obra de arte indica que tenemos unos ineptos y unos sirvengüenzas gobernando. No se merecen el puesto que ocupan y deberían de ser destituidos. 

Cualquier partido que ame la libertad condenaría este acto delictivo. Si no lo hacen, pues ya sabemos a qué atenernos los católicos, si es que todavía hay algún católico que no lo sepa. 

UNA COSA ESTÁ CLARA: EL EPISCOPADO DEBERÍA DE PROHIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO DESDE YA MISMO. Estamos ante gente perversa que "disfruta" haciendo el mal ... y encima se les paga por hacerlo y se transforma en obra de arte lo que es un insulto a cualquier ciudadano honrado y al conjunto de los cristianos. ... ¡Es realmente indignante y Dios intervendrá de alguna manera y no será para bien, ni del insensato que dice haber conseguido esas hostias consagradas, fingiendo comulgar, ni de todos aquellos que celebran tal acontecimiento! De Dios nadie se burla. Y seguro que intervendrá, aunque no puedo saber cómo lo hará. Desde luego las personas que intervienen en ese procedimiento y lo aplauden, aun cuando sea con su silencio, serán castigadas por Dios. Que no les quepa la menor duda a estos tales de que el Infierno existe. Y no está vacío. Y existe aun cuando no crean que existe: están jugando con su propia salvación y al ser impenitentes y cínicos, a ellos no se les puede aplicar la misericordia de la que hoy tanto se habla.

PIENSO QUE EL OBISPADO DEBERÍA DE SACAR DE AQUÍ ESA LECCIÓN A LA QUE ME HE REFERIDO MÁS ARRIBA: ¡PROHIBIDO DAR LA COMUNIÓN EN LA MANO! pues aun cuando no fuera verdad que son hostias consagradas (yo no lo creo, aunque -a efectos prácticos, es casi lo mismo, con relación a la intención y al hecho de los infames) sin embargo, bien podrían serlo ... Y LA COMUNIÓN EN LA MANO FACILITA QUE ESTOS CASOS PUEDAN DARSE. ¡ESTO QUE DIGO ES UNA SÚPLICA A TODOS LOS OBISPOS DE ESPAÑA: QUE LO PREGONEN POR TODAS LAS DIÓCESIS. Y QUE SE PROHÍBA TAJANTEMENTE LA COMUNIÓN EN LA MANO, QUE PUEDE SER PERFECTAMENTE CAUSA DE ESTAS PROFANACIONES QUE NO TIENEN NOMBRE. Y SI HUBIERA QUE PEDIR PERMISO AL PAPA, PUES SE LE PIDE: ¡NUESTROS OBISPOS NO PUEDEN PERMANECER CALLADOS ANTE UN HECHO TAN DENIGRANTE!.
--------


--------

Afortunadamente, hoy he podido leer que un ciudadano ha retirado las hostias profanadas en dicha exposición, lo que me ha llevado a un nuevo comenario en facebook:

Olé por este ciudadano. Le tengo envidia, porque ha demostrado tener un par ..., y ha sido capaz de superar cualquier miedo, jugándose la vida -incluso- por amor a Jesús. Un aplauso de toda la Iglesia para él. Le daría un abrazo por la valentía que ha demostrado. Dios le ha dado fuerzas y él no se lo ha pensado dos veces. Todo un modelo a imitar. Una gran alegría de que las hostias consagradas estén ya en una Iglesia, en la Parroquia de Cristo Rey de Pamplona, en el lugar sagrado que les corresponde, que es el Sagrario.

--------

Ahora, además de todas las manifestaciones necesarias y de intentar llevar a los tribunales a estos indeseables, sólo nos queda rezar ... y seguir rezando, con más fuerza que nunca ... y poniendo toda nuestra confianza en Dios, que nunca defrauda.


José Martí

Añadido posterior: Es cierto que pueden comulgar en la boca y luego llevarse la hostia a la mano disimuladamente, procurando que no los vean ... pero, al menos hay que ponérselo dificil y no ofrecérselo en bandeja.