BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



sábado, 11 de agosto de 2018

"Si lo dice el Papa ... ¡será verdad!": GRAVE ERROR (José Martí) (4 de 9) LA CAJA DE PANDORA



Se trata de un proceso de ir repitiendo machaconamente, una y otra vez, todo tipo de mentiras, adornadas con bellas palabras: "acompañar, comprender, discernir, aceptar", "Dios no condena a nadie, porque es misericordioso", etc... Y así en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia se puede leer, en el punto 301, que "ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» [se está refiriendo a los divorciados vueltos a casar] viven en una situación de pecado mortal (AL, 301). Por lo tanto, se admite que los tales pueden recibir la Sagrada Comunión (en casos muy especiales -es cierto- pero de hecho, es ya la norma en infinidad de diócesis y de Conferencias Episcopales enteras). 

Y, sin embargo, no hay que asombrarse demasiado desde el momento en que es el mismo Francisco quien no se arrodilla ante el misterio de la Transustanciación, instante en el que Jesús (representado por la figura del sacerdote, que actúa in Persona Christi) transforma el pan y el vino, velándose bajo la apariencia de las dos especies, en Su Santísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. ¿Por qué? Tal vez, no lo sé, porque no crea en ese Misterio [al igual que los protestantes, para quienes no hay Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. Ésta es un mero recuerdo de algo que ya pasó. Pero nada más.

En Adelante la Fe se puede leer lo siguiente, hablando de esto precisamente:
Un ulterior y evidente paso hacia la completa protestantización de la Santa Misa de rito Católico iniciada por un futuro “santo” (¿?), el papa Pablo VI, que admitió (no lo olvidemos) en la Comisión operativa para la Reforma Litúrgica y, por tanto, para la Reforma del Sacrificio de Cristo, a seis ‘expertos’ protestantes – en la práctica seis herejes y cismáticos, enemigos de Dios y de la Misa Vetus Ordo –, que, bajo la destructiva dirección del masón mons. Annibale Bugnini (inscripción 23/4/1963, matrícula de logia 1365/75 – BUAN), fueron capaces de alterarlo en sentido humano llamándolo ‘Asamblea del pueblo de Dios’ y ‘Mesa’, volviendo el altar hacia el público, elegido como primer referente, aboliendo la barandilla del reclinatorio, ratificando el acceso a la Eucaristía de pie, recibiéndola en las manos  ... y planteando la duda sobre la presencia real de Cristo en las Sagradas Especies con la recitación de la fórmula “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús, en la que lo dicho en negrita no tiene en cuenta que Cristo ha venido en medio de los suyos hace unos momentos. ¿Qué pretende, en efecto, semejante proposición sino dudar de la verdadera presencia de Cristo, del cual, aun estando más que presente, se espera, sin embargo, su ‘venida’? (...)

Será más tarde (el 29 de junio de 1972) el mismo Pablo VI el que dé la alarma de que “por alguna fisura había entrado el humo de Satanás en el templo de Dios”. Pirómano primero y bombero despuésCon una necesaria precisión: que el humo satánico no había entrado en la Iglesia, es decir, desde fuera, sino que había salido desde dentro, donde comenzaba a arder un pequeño fuego que se está convirtiendo, con el tiempo, en un incendio inextinguible.
Todo es empezar. Una vez abierta la caja de Pandora, nada de lo que ocurra puede ya extrañarnos. Y así vemos cómo:

Basándose en el llamado "ecumenismo"  (una palabra que, en realidad, no tiene mucho sentido) la Iglesia está perdiendo su propia identidad

Todo comenzó, al menos de cara al exterior, con la aprobación del Concilio Vaticano II, en 1965. La "Nueva falsa Iglesia", cuyas enseñanzas no son preceptivas excepto cuando son acordes con las enseñanzas de la Iglesia fundada por Jesucristo, que se han mantenido durante dos mil años, se ha infiltrado en el corazón de la Iglesia Católica ... y ha ido envenenándola, poco a poco, desde dentro

Se han permitido todo tipo de desmanes litúrgicos en los años inmediatamente posteriores a la entrada en vigor del CVII, se ha hecho la vista gorda ante la desobediencia de algunos obispos, sacerdotes y religiosos ... en cuestiones que afectan a la integridad de la fe. 

El encuentro de Asís en 1986, con Juan Pablo II, fue realmente (yo así lo pienso) un pecado contra el primer mandamiento: "No tendrás a otro Dios fuera de Mí" (Ex 20, 3) ¿Cómo se puede poner a Jesucristo al mismo nivel que los dioses inventados de otras religiones? Todo ello ha ido evolucionando en el sentido de una pérdida de fe, cada vez más extendida, entre los cristianos: la mayoría de los católicos hoy en día apenas conocen el contenido de su fe: ¿Cómo van a querer a Jesús si no lo conocen porque los "pastores" se han avergonzado de Él y se han amilanado ante el "mundo"? Es una traición al Mensaje de Jesús lo que se ha ido produciendo a lo largo de los últimos sesenta años. Y no ha sido el único encuentro. 

Así se ha llegado a la metástasis eclesial -sin aparente retorno-  que estamos presenciandoEl vídeo del Papa Francisco de enero de 2016  es muy revelador en este sentido; y está -por cierto- muy lejos del conocido Dogma de Fe según el cual "fuera de la Iglesia no hay salvación posible" (ver aquí, aquí, aquí ). Por cierto, incluso el cardenal Ratzinger, antiguo Papa Benedicto XVI y mal llamado papa emérito, apoyó la idea de conmemorar el 500 aniversario de la Reforma Protestante de Lutero.

Y, sin embargo, el que Francisco sea o no el falso profeta, no es relevante: entre otras cosas, no podemos saberlo con certeza. Lo verdaderamente grave, en cambio, en el caso de Francisco-y esto sí es real e indiscutible- es que está predicando un Evangelio distinto del Evangelio de Jesucristo, como aparece reflejado en muchos de sus dichos y escritos a los que ya hemos aludido más arriba y en otras ocasiones ... San Pablo es muy claro y muy explícito cuando dice en Gálatas: 
"Hay quienes os perturban y quieren trastocar el Evangelio de Cristo. Pero aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! Como hemos dicho, y ahora vuelvo a decirlo: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema!
Y más grave aún, si cabe, es que todo cuanto hace o deshace Francisco (sobre todo, lo que deshace) tiene su origen en lo que él llama las "sorpresas" del "Espíritu", a las que hay que estar abiertos, unas sorpresas que sólo él conoce ... y que, por cierto, han dejado ya de ser "sorpresas" por la sencilla razón de que no sorprenden a nadie, dado que no son otra cosa sino las "ocurrencias del "espíritu" de Francisco [¡que no las del Espíritu Santo!]

Según sus propias palabras, Francisco está convencido de que el "Magisterio" es lo que él piensa. Así lo dijo en una de sus entrevistas
Estoy constantemente haciendo declaraciones, dando homilías. ESO ES MAGISTERIO. ESO ES LO QUE YO PIENSO, no lo que los medios dicen que pienso. Échale un vistazo; es muy claro. Evangelii Gaudium es muy clara" [¿?]
Hay un artículo de Christopher A. Ferrara en donde explica con suficiente claridad lo que es realmente Magisterio. En concreto, se refiere al cambio que ha realizado Francisco en el catecismo sobre la pena de muerte [algo que atenta contra el Magisterio anterior y que constituye una herejía clara y manifiesta, que lo incapacitaría para ser Papa. Hablaremos de ello más adelante]. Se expresa con gran rigor y muy bien documentado ... y al final de su escrito señala algo evidente que debería hacernos reflexionar:
...El mismo Papa que pide la abolición mundial de la pena de muerte para los culpables nunca ha pedido la abolición mundial de la pena de muerte para los inocentes en el vientre de su madre (...) Bergoglio se mantuvo en silencio, incluso cuando el asesinato en masa de los no nacidos estaba a punto de ser legalizado en Irlanda.
¡Urge reaccionar!

José Martí (continuará)

viernes, 10 de agosto de 2018

"Si lo dice el Papa ... ¡será verdad!": GRAVE ERROR (José Martí) (3 de 9) ¿EL FALSO PROFETA O SÓLO UN FALSO PROFETA?



No sé por qué se me viene a lo mente todo cuanto está descrito en el Libro del Apocalipsis, el último de la Biblia, escrito por San Juan Evangelista, el discípulo amado de Jesús, hacia el final del imperio de Domiciano (año 95 d.C.), cuando se encontraba desterrado en la isla de Patmos. Así comienza el Prólogo de este libro profético, válido para todos los tiempos y lugares, pues es Palabra de Dios:
"Revelación de Jesucristo, que Dios le concedió para que mostrase a sus siervos las cosas que han de suceder pronto, dadas a conocer por medio de un ángel a su siervo Juan, el cual atestigua que todo lo que ha visto es palabra de Dios y testimonio de JesucristoBienaventurado el que lee y el que escucha las palabras de esta profecía y los que observan lo que en ella está escrito, pues el tiempo está cerca(Ap 1, 1-3)
Al pasar las páginas, me encuentro con el capítulo 13, que sería conveniente leer completamente, pues no parece sino una descripción de lo que está ocurriendo en la actualidad. Se titula "Las dos bestias". Hace referencia al falso profeta, que es el que precede al anticristo, que es -a su vez- esclavo del Dragón (el Diablo).  Se habla de una bestia que emerge del mar, con diez cuernos y siete cabezas. Sobre los cuernos, diez diademas, y sobre sus cabezas nombres de blasfemia. Y, además, el Dragón le dio a la Bestia su trono y todo su poder. Transcribo algunos versículos, sobre la primera Bestia. Dice así :
Y corrió admirada la tierra entera tras la Bestia, y adoraron al Dragón porque dio el poderío a la Bestia; y se postraron ante la Bestia, diciendo: "¿Quién hay semejante a la Bestia y quién puede luchar contra ella? (Ap 13, 3-4) ... "Y se le concedió hacer la guerra contra los santos y vencerlos; se le concedió también potestad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyo nombre no está inscrito, desde el origen del mundo, en el libro de la Vida del Cordero que fue sacrificado. Quien tenga oídos, oiga". (Ap 13, 7-9)
A modo de hipótesis, yo me pregunto, haciendo uso de la razón y de la lógica: ¿Será Francisco el falso profeta, el precursor del AntiCristo? Desde luego, no podemos tener la certeza de que eso sea así. Pero: 
- Dada la inmensa cantidad de herejías que salen de su boca, desde que fue elegido Papa por el Colegio Cardenalicio [en clara oposición al deseo del Espíritu Santo].
- Dada la "revolución" a la que está dando lugar en la Iglesia, con un desprecio total por la Tradición ... "revolución" -por cierto- con un refinado estilo marxista.  
- Comprobada que es su popularidad y el gran afecto que le tienen todos los poderes del mundo, que ven en él un aliado "eficacísimo" para sus propósitos de establecer un Nuevo Orden Mundial masónico.  
- Siendo a todos manifiesto los buenos ojos con los que el lobby gay lo mira (un lobby gay que, por otra parte, parece estar infiltrado claramente en la Iglesia).  
- Observando la guerra que está llevando a cabo, sin piedad, contra los santos (es decir, contra los católicos fieles al Mensaje de Jesucristo) y cómo los está venciendo (al menos eso es lo que parece a los ojos del mundo).  
- Dado su afán de figurar y de ser considerado como el Papa de todos (no sólo de los católicos, sino de toda la humanidad).  
- Observando cómo hace y deshace (sobre todo deshace) la Doctrina Católica de veinte siglos de historia, en un proceso lento pero continuado, al que ya nos hemos referido. 
- Y siendo la guinda del 2 de agosto de 2018 el cambio súbito de un punto del catecismo, el referente a la pena de muerte (en forma de Decreto y sin consultar a nadie), lo cual es claramente herético ... 
Lo que era negro ahora es blanco: El Papa Francisco "cambia el Catecismo" declarando que la pena de muerte es "inadmisible en todos los casos" (Rorate Caeli) 
A propósito de la abolición de la pena de muerte (José Martí)
Con el cambio en el Catecismo se ha abierto la caja de Pandora (1P5)
Pues bien, lo peor está por llegar: una vez cambiado un punto del catecismo (algo que no puede hacer, por muy Papa que sea ... pero que, sin embargo, lo ha hecho, saltándose todas las leyes humanas y divinas, ante el silencio cómplice de obispos y cardenales, al único objeto de ser aplaudido por el mundo, puesto que él es del mundo), ¿por qué no cambiar la doctrina completa de la Iglesia, afirmando, al mismo tiempo, cínicamente, que no se está cambiando nada, sino que se trata tan solo de un desarrollo de la misma doctrina, dado que el Evangelio debe de estar abierto a las nuevas realidades?
José Martí (continuará)

jueves, 9 de agosto de 2018

El cantautor inglés Sting se inspira en la Misa Antigua en Latín



El cantante y cantautor inglés Gordon Sumner, de 66 años, conocido como Sting, dijo el 8 de agosto a NcRegister.com que, como monaguillo, aprendió la Misa Antigua en Latín.

A Sting le gusta la melodía y el canto gregoriano: “todavía pienso que estoy llevando algunas de esas cadencias en mis creaciones musicales cuando compongo”.

Ahora él es un católico decadente: sólo creo en “mi propia iglesia”: “Somos nosotros los que creamos a Dios a nuestra [imagen y] semejanza, no es al revés”.

Sin embargo, él no tiene intención de morir según estas creencias, más bien él “buscará probablemente los sacramentos al final de [su] vida”.

Sting ama al papa Francisco y le gustan sus comentarios sobre los homosexuales y la “misericordia”.

Trata de convencerse a sí mismo, diciendo que “con el Juicio Final, si Dios es misericordioso, entonces no hay juicio en absoluto, solamente el perdón”.

Sin embargo, al final de los tiempos, no será el papa Francisco sino Jesucristo “quien vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos”.

Argentina dice sí a la vida y rechaza el asesinato del no nacido




Esta madrugada, en una histórica sesión que se extendió por 16 horas, el Senado de Argentina rechazó el proyecto del aborto libre.

De un total de 72 senadores, 38 votaron en contra de despenalizar el aborto, 31 a favor, dos se abstuvieron y hubo un ausente.

El proyecto buscaba permitir el aborto hasta la semana 14 de gestación, y hasta los nueve meses de embarazo bajo las causales de violación, riesgo de vida y salud de la madre e inviabilidad fetal. Asimismo prohibía la objeción de conciencia institucional.

Con este resultado, el proyecto se cierra de forma definitiva por este año legislativo y recién podría volver a abrirse a un debate parlamentario en 2019.

Durante el debate participó la expresidenta y ahora senadora Cristina Fernández de Kirchner para defender su promoción del aborto.

Por su parte, una de las encargadas de cerrar las ponencias a favor de la vida fue la senadora Silvia Elías de Pérez.

Elías de Pérez recordó que “nada justifica” que la vida quede “a merced de nada ni de nadie”. Además advirtió que el proyecto del aborto significaba “instaurar una nueva discriminación, entre aquellos que son deseados y los que no lo son”.

Asimismo, tras señalar que el Estado debe acompañar a la mujer embarazada, la senadora denunció que durante los meses que se discutió el proyecto “se ha denostado a los que profesamos la fe católica como nunca ha sucedido en la Argentina”.

“Realmente legalizar el aborto es admitir lisa y llanamente el fracaso del Estado; es desentenderse de trabajar en la prevención”, expresó.

Mientras se debatía el proyecto en el Congreso, numerosos fieles desbordaron la Catedral de Buenos Aires para celebrar la Misa por la Vida, presidida por el Arzobispo local y Primado de Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli.

En su homilía, el Cardenal reiteró que “el aborto siempre será un drama” y “lejos está de ser una solución”. Además, dijo a los senadores que “confiamos en que siempre legislarán para el bien común, pondrán lo mejor de sus experiencias para que se salvaguarde el derecho a la vida de todos, en especial de los más débiles e indefensos”.

El resultado de la votación provocó distintas reacciones en las miles de personas que esperaban fuera del Congreso a pesar de la lluvia.

Desde la bancada provida, miles celebraron el resultado fuera de la sede parlamentaria y también en las redes sociales. Desde Facebook, por ejemplo, el P. Leandro Bonnin transmitió en directo una oración de acción de gracias ante el Santísimo Sacramento por este resultado a favor de las dos vidas.

Santa Edith Stein o Teresa Benedicta de la Cruz. Ideologías vs Evangelio (P. Santiago Martín)


Duración 9:43 minutos

Noticias varias 8 de agosto de 2018



IOTA UNUM 

LA PENA DE MUERTE (I)


LA PENA DE MUERTE. (III)

INFOVATICANA

Janet Smith, profesora de Teología Moral: “Hay que erradicar las redes ‘gays’ en la Iglesia” (Carlos Esteban)

GLORIA TV

Obispo estadounidense culpa a otros – debería culparse a sí mismo

EL ORIENTE EN LLAMAS

Apostillas críticas al personalismo, 1 -autodeterminación y valores

INFOCATÓLICA

Santa Misa por la Vida en la Catedral de Buenos Aires mientras el Senado vota sobre el aborto

IL GIORNALE.IT

Cambios "probables" en el consejo de cardenales del Papa

ONE PETER FIVE

Weigel, World Youth Day, and a Conservative Catholicism that Doesn’t Exist (Steve Skojec)

Selección por José Martí


Arzobispo vaticano inventa su propia “verdad”

GLORIA TV


El arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, está enojado con los que señalan que Amoris Laetitia del papa Francisco contradice la encíclica Veritatis Splendor (1993) de Juan Pablo II.

Al hablar el 6 de agosto en VaticanNews.va, Fisichella afirma, además, que esos críticos supuestamente “no son fieles a la Tradición de la Iglesia”. Pero esto es justamente verdad para Amoris Laetitia y sus apólogos.

A la distorsión de la fe que hace Francisco él la llama “desarrollo de la doctrina”.

Según Fisichella, debemos tener un “concepto dinámico” de la verdad. Generalmente, esto es llamado relativismo, un concepto que permite decir todo y lo contrario de todo, anulando la distinción entre la verdad y las mentiras.

Fisichella es lo suficientemente engañoso como para no predicar abiertamente su relativismo. En consecuencia, inventa una nueva palabra, diciendo que la verdad no “es” una dimensión “fija”.

Los que, como Fisichella, utilizan la “verdad” como si ésta cambiara como el clima, generalmente son llamados mentirosos.

Para Fisichella, la Iglesia no puede aceptar una verdad que es “cerrada en sí misma”. 

Sin embargo, a causa de su esencia, la verdad está relacionada siempre con la realidad, mientras que las teorías de Fisichella producen una telaraña de sueños que no tienen realidad fuera de la mente de Fisichella.

El relativismo o la mentira, como nuevo paradigma (Padre SANTIAGO MARTIN)


Duración 8:17 minutos

miércoles, 8 de agosto de 2018

Cardenal Robert Sarah: “Esas palabras son mentiras”



La anticoncepción debe ser rechazada no sólo porque la Iglesia la prohíbe, sino porque es intrínsecamente mala, dijo el cardenal Robert Sarah en una conferencia pronunciada el 4 de agosto en la abadía benedictina Anne de Kergonan, ubicada en Plouharnel (Francia).

Según la página web FamilleChretienne.fr, Sarah declaró que la anticoncepción reduce a la mujer a “objeto de placer”.

Sarah advierte sobre esos documentos [como Amoris Laetitia del papa Francisco] que afirman que las circunstancias o las situaciones concretas pueden justificar el uso de anticonceptivos.

“Esas palabras son mentiras”

Sarah agregó que a esas teorías hay que llamarlas “aberraciones”.

La Iglesia casual, el legado del Papa Francisco



La semana pasada el Papa Francisco regaló a la Iglesia algunas de sus acostumbradas sorpresas. Como ya comentamos en este blog, se erigió en dueño de la doctrina y dispuso el cambio del Catecismo de la Iglesia católica que desde ahora dice: 
"La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona”
El problema es que algo que atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona es siempre inmoral, es malum per se. En consecuencia, la doctrina católica de estos últimos dos mil años ha sido inmoral: apenas un detalle, bobadas que solamente interesan a los teóricos y no a los hombres de acción y de voluntad como Bergoglio.

En un orden menos trascendente pero no menos significativo, se erigió en juez de la moda y el buen gusto. El 1 de agosto recibió a un numeroso grupo de jesuitas jóvenes a los que dirigió un mensaje que comenzó con estas palabras: 
Cuando yo era estudiante, y debíamos ir a ver al General, o cuando con el General debíamos ir a ver al Papa, debíamos usar sotana y manteo. Veo que esta moda ya no existe; ¡gracias a Dios!”. 
Se entiende. Muchos de los sacerdotes presentes estaban en mangas cortas, o en mangas de camisa, y ninguno con sotana.

El Santo Padre, que nunca se dignó a usar el hábito coral que le corresponde por su cargo, no solamente ha establecido la moda casual en la Iglesia, sino que se ríe de la moda de su época y, a la vez, de todos sus predecesores y de todos los sacerdotes que usaron, y aún usan, sotana. Gracias a Dios, el ridículo traje talar ha desaparecido de los escaparates de las tiendas de moda. Gammarelli quebrará y cerrará sus centenario negocio del Pantheon. Los sacerdotes de Francisco se visten en Primark.

El Papa Francisco nos regaló la Iglesia casual; desde el modo de vestirse en las audiencias pontificias hasta la doctrina, pasando por las personas que lo rodean

¡Fuera las rigideces! ¡Fuera las formalidades! ¡Fuera la seriedad! ¡Fuera los monaguillos con las manos unidas! ¡Fuera el roquete y la muceta pontificia! ¡Fuera la uniformidad! 

¡Bienvenida sea la diversidad de clérigos con camisas celestes, grises, blancas y negras rodeando al pontífice! ¡Bienvenida sea la diversidad en el acceso a los sacramentos! 


¿Quién soy yo para negarle el bautismo al hijo, made in USA, del coreógrafo -pública y escandalosamente homosexual- Flavio Mendoza, que fue cristianado ayer en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, y a la que llegó en brazos de su padre y del novio de su padre? 

¡Fuera la uniformidad de monseñores y cardenales piadosos ocupando los puestos jerárquicos de la Curia vaticana! 

¡Bienvenidos a la colina del martirio de San Pedro los clérigos abiertos a la diversidad gay ! 
¡Bienvenido el cardenal Kevin Farrell, autor del prólogo del libro del jesuita James Martin S.J., “Construyendo un puente. Cómo la Iglesia Católica y la Comunidad LGBT pueden entrar en una relación de respeto, compasión y sensibilidad” (HarperCollins, 2018)! 

¡Fuera los sacerdotes sabios y eruditos de la venerable Biblioteca Vaticana! 

¡Bienvenidos los poetas mimosones y cariñosos! ¡Bienvenido el P. José Tolentino Mendonça, nombrado arzobispo y archivista y bibliotecario de la Santa Iglesia Romana! ¡Viva la diversidad y la desestructuración de las rigideces! ¡Qué importa que este portugués sea el autor del prólogo del libro de la monja Forcades “Teología feminista en la historia", o que varios sitios de Internet de su país lo señalen como un promiscuo practicante de conductas homosexuales, expulsado en su momento de su diócesis en la isla de Madeira por esa razón! 

¡Viva la diversidad!

La Iglesia casual, el legado del Papa Francisco.
The Wanderer

Noticias varias 7 de agosto de 2018


ADELANTE LA FE

Francisco: “La pena de muerte es contraria al Evangelio”

La pena de muerte: Francisco contra la Iglesia católica


Duración 17:47 minutos

RTV's 'Sunday Sermons from South St. Paul' blows the lid off Pope Francis's attempt to change the constant teaching of the Catholic Church on capital punishment. In what surely must be one of the most courageous sermons of 2018, this diocesan priest takes the gloves off and asks: 
"What's it going to be? The constant teaching established by Scripture, doctors and fathers of the Church, sainted popes and God Himself? Or that which rests on the whim of Pope Francis, who seems to think the Catholic Church’s binding teaching is whatever his opinion happens to be."
God help us, what is this man thinking, that in the middle of the most outrageous clerical sex scandal to date he decides it’s time to go after capital punishment...

Please share this sermon on social media and with family and friends everywhere. And for more information on this subject, see HERE and HERE.

Published in Remnant Articles

13 ‘dubia’ sobre la reforma del Catecismo (Carlos Esteban)



Ya adelanté alguna perplejidad en torno a la súbita reforma del Catecismo de la Iglesia Católica en su punto sobre la pena de muerte por Su Santidad, pena que pasa de ser lícita a “inadmisible”. 

Para aclarar mis dudas, me dispongo a exponerlas en formato de preguntas que sólo admiten un “sí” o un “no” como respuesta.

1- ¿Puede considerarse, como afirma Monseñor Luis Ladaria, Cardenal Prefecto de la Doctrina de la Fe, “desarrollo de doctrina” este cambio? 

El Beato John Henry Newman explicaba el ‘desarrollo de doctrina’ como una ampliación y aclaración de una doctrina previa, o una decisión sobre un punto no resuelto y en disputa. Pero, en este caso, disponemos de una prolongada, numerosa y unánime doctrina expresada por Papas, concilios y doctores de la Iglesia, siempre en el sentido de que es lícito para la autoridad legítimamente constituida recurrir en algunos casos a la pena capital para castigar delitos especialmente graves.

Incluso Juan Pablo II, personalmente contrario a la pena de muerte, no se sintió legitimado en este punto sino a recalcar qué pocos casos justificaban semejante extremo, dejando, sin embargo, explícita su licitud en último término.

¿Puede llamarse ‘desarrollo de doctrina’ decir que NO es lícito lo que la doctrina anterior define como lícito?

2- Monseñor Ladaria da a entender que no hay contradicción porque la ‘inadmisibilidad’ ahora decretada se explica por un cambio en las circunstancias, en concreto, porque hoy se dispone supuestamente de medios que aseguran la protección de la sociedad sin necesidad de aplicar esta pena.

¿Significa eso que la nueva ‘inadmisibilidad’ es solo aplicable ‘ex tempore’, mientras se mantengan las actuales circunstancias tecnológicas y económicas? ¿Voverá ser admisible si se pierden esas condiciones, o allí donde incluso hoy no existan?

3- Partiendo de la misma premisa, si la ‘inadmisibilidad’ de aplicar la pena de muerte depende del citado cambio en los avances del desarrollo penitenciario, ¿no hubiera quedado cubierta por la redacción anterior, que excluye la pena de muerte cuando puedan cumplirse los mismos fines por otros medios?

4- ¿Qué significado preciso hay que entender por ‘inadmisible’? Por la enorme gravedad de sus pronunciamientos, las declaraciones doctrinales siempre han usado un vocabulario extraordinariamente preciso y de términos reconocibles. ‘Inadmisible’ no es uno de ellos. ¿Quiere decir ‘intrínsecamente malo’, en cuyo caso no hay circunstancia que pueda hacerlo lícito y, por tanto, la Iglesia ha enseñado el error en esta materia durante siglos, condonando un tipo de homicidio?

5- En este sentido, la declaración recién aprobada condena la pena de muerte porque “es un ataque a la inviolabilidad y dignidad de la persona”. Si eso es así, ¿no debemos entender que la Iglesia ha estado gravemente equivocada hasta ahora al proclamar la licitud de la pena de muerte y que, por tanto, no puede haber ‘desarrollo de doctrina’, sino ruptura?

6- Partiendo de esa misma afirmación, ¿no es blasfemo pretender que Nuestro Señor Jesucristo, condenado a muerte, vio mermada su “dignidad como persona”? ¿No es inherente al ser humano y, por tanto, inalterable por circunstancias exteriores, la dignidad humana? ¿Debemos entender que, al ser condenados a muerte, sufrió la dignidad humana de los mártires que la Iglesia venera desde el principio hasta hoy mismo?

7- Al referirse a penas distintas alternativas a la de muerte, el texto papal dice de ellas que “no privan definitivamente al culpable de la posibilidad de redención”. ¿Debemos entender que los condenados a muerte se ven privados de esa posibilidad, pese a los incontables testimonios de condenados que se han arrepentido y pedido perdón de sus crímenes a las puertas del cadalso?
Si de la redención eterna se trata, ¿no es más probable que se preocupe por buscar el perdón de sus pecados quien ve su muerte cierta e inminente? Y si se refiere a otro tipo de redención -rehabilitación, reinserción social-, ¿es conveniente usar el mismo término que el que los cristianos consideramos eje central de la existencia? ¿Tiene, en definitiva, la Iglesia un interés doctrinal de peso para opinar sobre teorías penales mundanas?

8- ¿Debemos entender el nuevo punto del Catecismo como magisterio infalible, en virtud del hecho de que ha sido proclamado solemnemente por el Sumo Pontífice sobre una materia de moral? Y, si es así, ¿qué criterio hay para considerar al Papa reinante más infalible que sus predecesores, que enseñaron una doctrina claramente diferente sobre el mismo asunto? ¿Puede cambiar la verdad en algo que afecta a la “dignidad de la persona”? ¿Puede hacer el tiempo que lo ilícito sea lícito, o lo lícito sea ilícito, cuando se trata de bienes y males morales intrínsecos?

9- ¿Peca mortalmente el representante de la autoridad legítimamente constituida que admita la condena a muerte de un criminal, cumplidos todos los requisitos de determinación de culpabilidad más allá de toda duda?

Aparte de estas dudas de naturaleza básicamente moral y teológica, se me ocurren algunas otras que estarían de más en el escrito de un eclesiástico pero que me parecen oportunas en un periodista, a saber:

10- ¿Hay alguna razón de urgencia o especial interés para efectuar ese cambio de doctrina precisamente ahora? ¿Hay algún debate abierto sobre el asunto o se han expresado dudas graves, o de algún otro modo la actualidad ha llamado la atención sobre la pena de muerte, de modo que convenga justo ahora realizar este cambio?

No está la Iglesia de hoy exactamente falta de confusiones que claman por el juicio inapelable de Su Santidad, cuya primera misión encomendada por el mismo Cristo es “confirmar en la fe a sus hermanos”. A él se ha acudido recientemente, de hecho, por parte de algunos obispos alemanes para que aclare la licitud o ilicitud de dar la comunión a los cónyuges protestantes de fieles católicos o, ya de más larga data, las dudas de cuatro hermanos cardenales sobre la conveniencia de ofrecer la eucaristía a los divorciados vueltos a casar.

Y, sin embargo, en ninguno de los dos casos ha querido el Santo Padre disipar de modo tajante las dudas, sino que en el primer caso ha remitido la cuestión a las conferencias episcopales y, en el segundo, sencillamente ha permanecido en silencio.

En otras materias, la actualidad eclesial está hoy dominada por las olas de escándalos de abusos homosexuales por parte del clero que alcanzan altísimas figuras de la jerarquía y se remontan décadas en el pasado, en una crisis que clama por la atención decidida e indivisa del Papa. ¿Es éste el momento de pronunciarse sobre la pena de muerte, dando pábulo a la sospecha de que se trata de un intento de distraer la atención?

11- Si se considera apropiado el momento, ¿es apropiada la forma? ¿No es asentada costumbre, cuando un ‘desarrollo de doctrina’ es lo bastante grave como para dejar comprensibles espacios a la duda en la mente del fiel, propiciar una ordenada discusión teológica, encargar informes, solicitar consultas y, en fin, conocido por todos el asunto en discusión, dejarlo madurar durante un periodo razonable?

12- Atendiendo a esa misma forma unilateral y súbita, contradiciendo lo enseñado por la Iglesia hasta hoy sobre el particular, ¿cabe esperar nuevos cambios de doctrina en un espacio de tiempo previsible?

13- En atención, asimismo, a la circunstancia inexcapable de que el cambio coincide en la dirección y el espíritu de la corriente de pensamiento progresista que domina la vida pública en Occidente, ¿es de esperar nuevas formas de ‘aggiornamento’ con el espíritu de los tiempos, como podría ser, por ejemplo, un replanteamiento de la consideración que la Iglesia da a la condición homosexual e incluso a la licitud de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo?

Carlos Esteban

martes, 7 de agosto de 2018

Noticias varias 5 y 6 de agosto de 2018




LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA


Ejercicios Espirituales 2018 - "INTRODUCCIÓN"


Duración 26:34 minutos

25 Aniversario de Veritatis Splendor: Monseñor Fisichella aprovecha para atacar a los cardenales de las Dubia



ACCESO A LOS ENLACES MENCIONADOS EN ESTA ENTRADA DE SECRETUM MEUM MIHI


- Veritatis Splendor (PÁGINA WEB DEL VATICANO)

- En septiembre de 2016"Clarificar". La apelación de cuatro cardenales al Papa (SANDRO MAGISTER)

- Francisco dijo recientemente a Agencia Reuters que se enteró "por los periódicos". Dubia sobre Amoris Laetitia fue entregada personalmente a Francisco por el cardenal Caffarra, pero éste dice haber oído hablar de ella "por los periódicos" (SECRETUM MEUM MIHI)


lunes, 6 de agosto de 2018

"Si lo dice el Papa ... ¡será verdad!": GRAVE ERROR (José Martí) (2 de 9) LA IGLESIA SE HUNDE Y LOS OBISPOS CALLAN


Pero sigamos: 

¿De qué personas se rodea? 

Judíos, Anglicanos, Musulmanes, Vudús, Protestantes, Masones, pro-homosexuales, etc ... 

¿Quiénes son sus consejeros? 

Los cardenales modernistas Kasper, Schönborn, Maradiaga, Coccopalmerio, Marx, el jesuita pro-homosexual James Martín,  etc...

¿Y sus amigos? 

- Aquellos que comulgan con la ideología marxista: Fidel Castro y Chaves (en su momento, cuando aún vivían), Evo Morales, Nicolás Maduro, etc...  ¿Por qué?  Pues porque para él, los marxistas son los mejores cristianos. Es el caso, por ejemplo, de todos los que defienden la Teología de la Liberación, siendo Leonardo Boff, "teólogo" ex-sacerdote franciscano, el más representativo. 

- Y luego están Tucho Fernández, el autor "oculto" de la Amoris Laetitia, elevado a arzobispo, Hans KüngPepe, el cura villero, sor Lucía Caram, Sor Teresa Forcades, etc, etc.

[ Intento ser honesto intelectualmente, pues para eso me ha dotado Dios de razón: para que la utilice, siempre luchando en busca de la verdad, sin la cual es imposible querer a Jesucristo, quien dijo de Sí mismo: "Yo soy la verdad". 

No soy ningún experto teólogo, sólo un padre de familia nacido, gracias a Dios, en el seno de una familia católica; y que, preocupado por la situación actual de apostasía que sacude la Iglesia, procura conocer mejor el contenido de su fe, mediante la lectura de buenos libros, de autores de reconocida ortodoxia, básicamente los santos (san Agustín, santo Tomás de Aquino, los santos Padres y otros afines). Y, por supuesto, mediante lectura meditada de la Santa Biblia, sobre todo del Nuevo Testamento, siendo la oración y la frecuencia de los sacramentos la única fuerza que me permite mantenerme fiel, aunque no todo lo que yo quisiera ... Ante ello, sólo puedo decirle a Jesús lo mismo que san Pedro: "Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero" (Jn 21, 17) 

Es la confianza en Él y la seguridad de su Amor lo único que nos puede dar la verdadera felicidad, ya desde ahora, aun en medio de persecuciones¡Ojalá el Señor nos lo hiciera ver a todos los cristianos y supiéramos actuar, sin ningún tipo de miedo ni de complejos, en este mundo que odia a Jesucristo! ]

La situación por la que atraviesa la Iglesia es muy grave. Satanás ha tomado el timón y la corrupción va en aumento: corrupción de todo tipo: en lo económico, en lo sexual, en la cobardía y el miedo, ... Todo este tipo de corrupciones (y más) sonen realidad, consecuencia de la falta de fe en Jesucristo como verdadero Dios y verdadero hombre. Porque así es, para desgracia nuestra: hoy (salvo honrosas excepciones) no se cree ya en los dogmas, debido a la influencia del modernismo, a quien el Papa San Pío X consideró como la suma de todas las herejías. Y esto ocurre en las altas Jerarquías

No el humo de Satanás, sino el propio Satanás es quien se ha infiltrado hoy, como caballo de Troya, en el corazón mismo de la Iglesia católica, en sus "pastores" de más alto rango. Y la amenaza de demolición de la Iglesia es más que una simple amenaza: no hay más que abrir los ojos ... 

El origen de lo que hoy está ocurriendo (aunque ciertamente es el pecado, como causa de todos los males) hay que buscarlo, fundamentalmente, en la celebración del Concilio Vaticano II. En este concilio se inocularon, como veneno, ciertos documentos que contradicen las enseñanzas de la Iglesia durante veinte siglos, aduciendo razones pastorales y de apertura al mundo. Entre ellos los más significativos (aunque no los únicos)  son Nostra Aetate (sobre relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas), Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo), Unitatis Redintegratio (sobre el ecumenismo) y "Dignitatis humanae" (sobre la libertad religiosa). Hubo influencias protestantes y masónicas (esto está bien documentado) que fueron decisivas para la aprobación de todos estos documentos.

Pues bien: toda la influencia modernista, en la que se basó este concilio,  ha ido desarrollándose y tomando consistencia, a lo largo de más de cincuenta años ... de manera que Francisco se ha encontrado ya el terreno abonado y dispuesto para la siega ... en este caso para segar las cabezas de los que no piensen como él.

Ante esta realidad que se palpa, ¿por qué tanto silencio? ¿Por qué tanta cobardía? ¿No sabemos que Dios nos juzgará con rigor en el día del Juicio Final si nos avergonzamos de Él ahora que vivimos todavía en este mundo? ¿No sabemos que no tenemos más que esta vida para tomar una decisión que influirá de modo definitivo en nuestro destino final?

¿Qué les ocurre a aquellos de nuestros pastores que siguen siendo fieles? Sólo han hecho su aparición unos cuantos como Monseñor Schneider, el cardenal Sarah, los cuatro cardenales de las Dubia: Burke, Brandmüller, Meisner y Caffarra (estos dos últimos fallecidos el pasado año 2017), Monseñor Livi y unos pocos más. En realidad hay bastantes más, pero callan, por miedo a ser removidos de sus puestos o véte a saber por qué ... ¡pero CALLAN!

Mientras tanto, la barca de la Iglesia, cada vez con más grietas, se va hundiendo, poco a poco, aunque cada vez más rápidamente, pues Francisco tiene mucha prisa. Y quiere acelerar al máximo este proceso de demolición total.

José Martí (continuará)

La licitud de la pena de muerte es una verdad de fe católica (Roberto de Mattei)



La licitud de la pena de muerte es una verdad de fide tenenda, definida por el Magisterio ordinario y universal de la Iglesia, de manera constante e inequívoca. Quien afirme que la pena capital es en sí un mal incurre en herejía.
La doctrina de la Iglesia quedó claramente formulada en la carta del 18 de diciembre de 1208 en que Inocencio III condenó la postura valdense, con estas palabras que tomamos del Denzinger: «De potestate saeculari asserimus, quod sine peccato mortali potest iudicium sanguinis exercere, dummodo ad inferendum vindictan non odio, sed iudicio, non incaute, sed consulte prodedat» «De la potestad secular afirmamos que sin pecado mortal puede ejercer juicio de sangre, con tal que para inferir la vindicta no proceda con odio, sino por juicio, no incautamente, sino con consejo» (E. Denzinger, El Magisterio de la Iglesia. Manual de los símbolos. Definiciones y declaraciones de la Iglesia en materia de fe y costumbres, nº 425, Editorial Herder, Barcelona 1963).

Esta misma postura fue reiterada por el Catecismo del Concilio de Trento (Tercera parte, nº333) y el Catecismo de San Pío X (Tercera parte, nº 415). 

Ahora el papa Francisco ha firmado un rescriptum que modifica el Catecismo con esta nueva formulación: 
«La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo».
Según el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Luis Ladaria, el nuevo texto sigue las huellas de Juan Pablo II en la encíclica Evangelium vitae, pero la diferencia es como de la noche al día. Juan Pablo II considera en dicha encíclica que en las actuales circunstancias históricas la Iglesia debe ser partidaria de la abolición de la pena capital, pero afirma que la pena de muerte no es en sí injusta y que el mandamiento no matarás sólo tiene valor absoluto cuando se refiere «a la persona inocente» (nº 56-57). El papa Francisco, por el contrario, considera que la pena capital es de por sí inadmisible, con lo que niega abiertamente una verdad definida de modo infalible por el Magisterio ordinario de la Iglesia.

Para justificar está alteración invoca a la evolución de las circunstancias sociólogicas: 
«Durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común. Hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves. Además, se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado. En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente.»
Ahora bien, el concepto de dignidad de la persona no se altera en razón de los tiempos y las circunstancias históricas, del mismo modo que no se altera el significado moral de la justicia y de la pena

Pío XII explica que cuando el Estado recurre a la pena de muerte no pretende erigirse en dueño y señor de la vida humana, sino que simplemente reconoce que el propio criminal, por una especie de suicidio moral, se ha privado a sí mismo del derecho a vivir. Según el Santo Padre Pío XII, «aun en el caso de que se trate de la ejecución de un condenado a muerte, el Estado no dispone del derecho del individuo a la vida. Entonces está reservado al poder público privar al condenado del «bien» de la vida, en expiación de su falta, después de que, por su crimen, él se ha desposeído de su «derecho» a la vida» (Discurso del 14 de septiembre de 1952).

Por su parte, los teólogos y moralistas han explicado a lo largo de los siglos, desde Santo Tomás de Aquino hasta San Alfonso María de Ligorio, que la pena de muerte no se justifica por la mera necesidad de proteger a la sociedad, sino que posee además un carácter retributivo al restablecer un orden moral vulnerado, teniendo además un valor expiatorio, como en el caso del Buen Ladrón, que lo unió al supremo sacrificio de Nuestro Señor.

El nuevo rescriptum del Papa Francisco expresa el evolucionismo teológico condenado por San Pío X en la encíclica Pascendi y por Pío XII en la Humani generis, que no tiene nada que ver con el desarrollo homogéneo del dogma del que habló el cardenal John Henry Newman. La condición indispensable para el desarrollo del dogma es que las nuevas afirmaciones teológicas no contradigan la enseñanza anterior de la Iglesia, sino que se limiten a explicarla más y profundizar en ella.

En conclusión, que como en el caso de la condena del control de natalidad, no se trata de una opinión teológica que sea lícito debatir, sino de verdades morales que pertenecen al Depósito de la Fe y que por tanto es obligatorio aceptar para no dejar de ser católicos

Esperamos que los teólogos y Pastores de la Iglesia intervengan lo antes posible para corregir públicamente este último y grave error del papa Francisco.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada/Adelante la Fe)
Roberto de Mattei