BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



jueves, 27 de junio de 2019

NOTICIAS 27 de Junio de 2019




ADELANTE LA FE

Amazonas: Bolsonaro contra el Sínodo

INFOCATÓLICA

Card. Brandmüller: «El Instrumentum Laboris para el Sínodo de la Amazonia constituye un ataque a los fundamentos de la fe»

El Papa visitará Hiroshima y Nagasaki durante su viaje a Japón

Se celebró en Roma el V Encuentro Mundial de Nuevas Formas de Vida Consagrada

INFOVATICANA

«Conquista tu papaya»: La Pontificia universidad de Perú alberga un taller de masturbación femenina

 Misionero en el Amazonas: «Nosotros no somos dueños de la verdad» 

DIANE MONTAGNA

PHOTO: Full list of participants in private pre-synod ‘study-meeting’ in Rome

IL SETTIMO CIELO

Herético y apóstata. El cardenal Brandmüller excomulga al sínodo para la Amazonia

GLORIA TV

Cardenal vaticano: ahora el martirio es “ecuménico”

“La Iglesia de los pobres” de Francisco: dos millones de euros embargados a un nuncio

Palabras retorcidas: Kasper “niega” reunión secreta respecto al Sínodo sobre la Amazonia

Aborto hasta el nacimiento, la locura legal en 9 Estados de USA

Francisco acepta renuncia de obispo que lo censuró abiertamente

SECRETUM MEUM MIHI

Obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, sale a defender la ordenación de hombres casados Mons. Felipe Arizmendi, o...

30ª ronda de reuniones del C-6. Resúmen del director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede Información del b...

Herético y apóstata. El cardenal Brandmüller excomulga al sínodo para la Amazonia © Getty Images Información del blog Se...

Selección por José Martí

miércoles, 26 de junio de 2019

El Amazonas y la iglesia alemana, el cardenal Pell condenado a muerte, la sinagoga de Danneels, Japón, China y cosas italianas.



Alemania llegó a tener una gran comunidad católica que superó a la protestante. Sigue gozando de una buena salud económica que le permite ser la financiadora de gran parte de la iglesia en latino América. La disminución de contribuyentes está haciendo saltar todas las alarmas. La estructura que hay que mantener es enorme y muy costosa pero tiene los pies de barro. La falta de vocaciones, casi la extinción, está provocando el cierre de muchas instituciones que daban a la iglesia una buena imagen social. Podemos llegar a una iglesia que se reduzca a una sociedad anónima que gestione el enorme patrimonio acumulado. Los números son cada vez más ajustados y las cuentas empiezan a no cuadrar. Ya tenemos diócesis que están con planes de financiación para continuar lo más posible esperando mejores momentos. 

Todo esto está provocando una la necesidad de renovación como intento para sobrevivir. Los movimientos tradicionales pueden quedarse solos ante una iglesia que se empeña en desaparecer. Algunos de sus obispos más prominentes llevan años queriendo cambiar la normativa sobre el celibato equiparando el sacerdocio católico al pastoreo protestante. No nos engañemos, no estamos ante la posibilidad de que hombres casados puedan acceder al sacerdocio, estamos ante una abolición de la castidad en donde todo pueda estar permitido y sea compatible con el sacerdocio. El sínodo de la Amazonia, tan controlado por dinero alemán, es otra ocasión para introducir los cambios deseados. El idioma más utilizado en la preparación por ahora es el Alemán y por muy secretos que se quieran tener estos encuentros de amigos hoy todo se sabe.

Al inicio del pontificado de Papa Francisco se creó el consejo de cardenales, el llamado C8, después C9, y ahora C6, y mañana veremos. Tenemos una nueva reunión, la 30 , y la reforma de la curia no termina de llegar. El borrador enviado a sus eminencias era francamente flojo en el fondo y en la forma. Hasta sus partidarios eran conscientes de que sería una fuente de problemas inmediata y de pocas soluciones. Nos dicen que han llegado una cantidad enorme de aportaciones y que su mera revisión llevará un tiempo. 

Un tema muy unido es la situación del cardenal Pell. Es estos momentos ha apelado la sentencia condenatoria pero las noticias de hoy nos confirman que el cardenal Pell está condenado a muerte. Aunque saliera inocente de esta ya le están amenazando y tendrá de buscarse un lugar seguro. Seguimos reafirmándonos en la convicción de que el intento de reforma económica de la curia le ha costado caro y le seguirá costando. Son demasiados los intereses en juego y hay que dejar bien claro que el que intenta algo perece. La sentencia a muerte es segura decida lo que decida el tribunal australiano.

Ya tenemos los primeros anuncios del viaje del Papa Francisco a Japón el 24 de noviembre.

En China se intenta ahogar a la iglesia católica mientras se aplaude el acuerdo con el Vaticano y se realizan homenajes al Papa Francisco. Las tácticas son muy conocidas y esperemos que sirvan para fortalecer aún más a la iglesia mártir y perseguida.

Homenaje en Bélgica al cardenal Danneels, el de la mafia de San Gallo, en la sinagoga de Bruselas. Si en Alemania la iglesia está desapareciendo en Bélgica hace tiempo que ha dejado de existir. Es curioso como la gerontocracia de las fracasadas iglesias europeas intenta marcar el futuro del catolicismo.

La escasez de sacerdotes está provocando en algunas regiones italianas, como el Veneto, el crecimiento de celebraciones presididas por mujeres. En Canadá un obispo es dimitido por autorizar a una monja a presidir un matrimonio. En esta confusión reinante es muy complicado encontrar el centro moderado y siempre los hay que se pasan queriendo discernir a destiempo.

El silencio del Vaticano con el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi sigue muy presente en la prensa. Su familia y amigos están más activos que nunca y las nuevas tecnologías ayudan a mantener vivo un crimen sin resolver y con tantas oscuridades.

En Italia contamos con conocidos ex sacerdotes que se han convertido en activistas señeros de los movimientos eLeGeBeTe. Hoy tenemos entrevista a uno de ellos que cuenta cómo el Papa Francisco le llamo y le bendijo por su valiente decisión.

«¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? »

Buena lectura

Specola

NOTICIAS 26 de Junio de 2019



INFOVATICANA


INFOCATÓLICA

China persigue a los obispos “clandestinos” también después de su muerte. El Vaticano inquieto (Sandro Magister)



*
Como se sabe, para firmar con China el acuerdo secreto del 22 de setiembre del 2018 sobre el nombramiento de los obispos, el papa Francisco tuvo que perdonar a ocho obispos incardinados anteriormente por las autoridades chinas sin la aprobación de Roma y, en consecuencia, incursos en la excomunión.
Uno de éstos murió dos años atrás, pero el gobierno de Pequín pretendió y obtuvo también esta anómala amnistía póstuma.
Pero en cambio, Francisco no obtuvo el mismo reconocimiento, por parte de China, de los obispos llamados “clandestinos”, consagrados por Roma sin el acuerdo del gobierno.
Uno de éstos, Stefano Li Side, obispo de Tianjin, falleció a los 93 años en la vigilia de Pentecostés, pero ni siquiera después de su desaparición las autoridades chinas se han mostrado clementes.
Incluso le han negado las exequias en su catedral.
Es lo que hace resaltar, con palabras muy cargadas, la necrología oficial publicada el 24 de junio por la Secretaría de Estado del Vaticano, seis días después del deceso de Li:
“Las Misa conmemorativas, las condolencias y las ceremonias fúnebres se han llevado a cabo en una cámara mortuoria del distrito de Jizhou, y no en la catedral de San José, en Tianjin”.
Esto a pesar de la vida ejemplar del difunto, no sólo como ministro de Dios sino también como ciudadano:
“Monseñor Li Side vivía en la pobreza y con profunda humildad. Exhortaba siempre a los fieles a respetar las leyes del país y a ayudar a los pobres. También en las dolorosas vicisitudes de distinto género que signaron su larga vida jamás se lamentó, aceptando cada cosa como voluntad del Señor”.
Las “dolorosas vicisitudes” vividas por él consistieron en cuatro años de prisión desde 1958 a 1962, diecisiete años de trabajos forzados desde 1963 a 1980 y otros dos años de prisión desde 1989 a 1991. Después de que, como obispo consagrado sin el reconocimiento gubernamental, debió pasar el resto de su vida – para decirlo también con palabras de la necrológica vaticana – “bajo arrestos domiciliarios en el perdido pueblo de montaña de Liang Zhuang Zi, en el distrito de Jixian, a 60 km. de Tianjin, donde permaneció hasta su muerte, pudiéndose alejar de allí sólo para internarse en un hospital”.
Pero “a pesar del exilio y la lejanía – prosigue la necrológica – los fieles que se llegaron para encontrarse con él fueron muy numerosos. El prelado defendió con coherencia los principios de la Iglesia Católica y testimonió el Evangelio de Cristo, manteniéndose heroicamente en comunión con el sucesor de Pedro”.
Para conocer los detalles del surrealista tratamiento reservado después de su muerte a Li, a quien las autoridades chinas continuaron negando el mismo título de “obispo”, se pueden ver estos dos servicios de “Asia News”, la agencia especializada sobre China, perteneciente al Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras:
Para la diplomacia vaticana este perverso ostracismo de las autoridades chinas no es alentador, respecto a los desarrollos futuros del acuerdo del 22 de setiembre [del año pasado]. Por parte de Roma se continúan los gestos de apertura, como por ejemplo la amplia y pacífica entrevista concedida el 15 de mayo por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, al “Global Times”, expresión en idioma inglés del “Diario del Pueblo”, órgano oficial del Partido Comunista. Pero después sucedió que la entrevista no fue traducidaal idioma mandarín, ni siquiera en pequeña parte, en ningún diario de China.
Y después está el obstáculo de Hong Kong y de la rebelión de gran parte de la población contra la ley – ahora suspendida – que permitiría la extradición en territorio chino también de los opositores políticos. Una rebelión en la que estuvieron al frente desde el comienzo sobre todo los católicos de la ciudad, comenzando por sus dos últimos obispos y cardenales, no sólo el intrépido Giuseppe Zen Zekiun, crítico irreductible del acuerdo del 22 de setiembre entre el Vaticano y China, sino también su sucesor, John Tong Hon, más moderado.
La elección del nuevo obispo de Hong Kong, puesto que también está por retirarse Tong, porque supera el límite de la edad, será un rompecabezas notable para el papa Francisco, que entre la rebelión y el diálogo tiende naturalmente al segundo, si no hasta la sumisión, pero deberá tener en cuenta también la sed de libertad y de dignidad de numerosos católicos – y obispos – de Hong Kong y de toda la China.
Sandro Magister

martes, 25 de junio de 2019

Los desastrosos nombramientos en la Iglesia latinoamericana (Carlos Esteban)



Hace pocos días nos enterábamos de la frustrada consagración episcopal en la archidiócesis de Santiago de Chile de un sacerdote nombrado como obispo auxiliar menos de un mes antes, y hoy nos enteramos de que un nombramiento similar en Lima sigue adelante pese a estar acusado el candidato de vivir en concubinato con una mujer casada. ¿Qué pasa con los nombramientos episcopales en Latinoamérica?

Los dos casos no son en absoluto equivalentes, sino que más bien establecen un contraste. Carlos Irarrázaval era una elección bastante obvia para la castigada archidiócesis santiagueña, cuyo arzobispo, Ricardo Ezzati, había tenido que renunciar, teóricamente por edad, pero se sospecha que por su implicación en los casos de encubrimiento y que está ahora en manos de un administrador apostólico, Celestino Aos. Irarrázaval fue el encargado de devolver la paz a la parroquia de El Parque, la misma que había sido el epicentro de los abusos homosexuales a menores del padre Fernando Karadima, cumpliendo la misión con celo y delicadeza.

Pero bastaron las protestas de grupos feministas por una frase desafortunada en una entrevista -en absoluto ofensiva o doctrinalmente cuestionable- para que su consagración, anunciada 24 días antes, se frustrara.

En el caso de Ricardo Augusto Rodríguez Alvarez, en cambio, su consagración como obispo auxiliar de Lima sigue adelante hasta la fecha, pese a las denuncias de que el sacerdote vive en concubinato con una mujer casada que se han hecho llegar al nuncio. Rodríguez pudo, incluso, haber sido nombrado arzobispo de Lima y primado del Perú tras la renuncia del anterior titular, el cardenal Cipriani, ya que según fuentes de Infovaticana estaba en la terna presentada a Roma.

Es difícil refugiarse en el socorrido “¿quién mantiene engañado al Papa?”, salvo creyendo en un cúmulo de fatales coincidencias que desafían las leyes de la probabilidad. Su Santidad conoce bien la Iglesia de su Latinoamérica natal, y no pocos nombramientos -como el de Gustavo Zanchetta, el obispo dimisionario de Orán, en Argentina- los ha decidido prescindiendo incluso de los trámites habituales.

También sería difícil recurrir a la ‘misericordia’ que Francisco ha convertido en palabra clave de su pontificado para explicar la elección de un sacerdote poco escrupuloso con el celibato, aunque sin duda será lo que aleguen los sospechosos habituales. Primero, porque la ‘misericordia’ con el alto clero es con frecuencia crueldad con el pueblo fiel, con los feligreses de la diócesis de que se trate. Después de todo, no llegar a obispo no es una desgracia, ni negar esa dignidad es un castigo. El obispo es el pastor, está al servicio del último de los fieles, y nombrar a un sacerdote amancebado es una señal de desprecio hacia el pueblo de Dios.

Pero, en segundo lugar, hemos tenido tiempo sobrado para comprobar que la famosa ‘misericordia’ solo corre en una dirección. No hubo misericordia para Irarrázaval, pese a su intachable historial sacerdotal, como no la ha habido para las Hermanitas de María, para los Franciscanos de la Inmaculada, para la Hermandad de los Santos Apóstoles, para el propio arzobispo Cipriani o su colega de La Plata, Aguer, ambos retirados nada más alcanzar la edad canónica, ni un minuto más, cuando es tan común alargar el plazo cuando conviene.

No se puede tomar muy en serio la celebérrima política de ‘Tolerancia Cero’ cuando el celibato sacerdotal parece tomarse tan a la ligera, no hablemos si se suma a un adulterio. Sí, es cierto que no se trata de ningún delito, que son adultos y consienten, pero ¿eso es todo lo que se puede esperar de nuestra jerarquía, que no delincan? ¿No es poner el listón tan bajo que resulta mucho más probable que estallen los escándalos que están manchando la imagen de la Iglesia en el mundo?

Confiamos, en cualquier caso, que el silencio con el que se han recibido las denuncias contra Rodríguez signifique que el caso se está estudiando en profundidad, y que el resultado será limpiar por completo el nombre de un sacerdote difamado o cancelar su consagración.

Carlos Esteban

El Papa, sobre los panes y los peces: «Esto no es magia, es confianza en Dios» (Carlos Esteban)



“Jesús no hace magia, no transforma los cinco panes en cinco mil y luego dice: ‘Ahora, distribuidlos’. No.”, dijo Su Santidad en la homilía de la Misa del Corpus Christi glosando el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.

Es cierto que en el pasaje evangélico que siempre se ha llamado ‘milagro de la multiplicación de los panes y de los peces no aparece por ningún lado las palabras ‘multiplicar’ y ‘multiplicación’, pero es difícil comprenderlo sin esa operación milagrosa.

“Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle:

–Despide a la gente que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado.

El les contestó:

–Dadles vosotros de comer.

Ellos replicaron:

–No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío. (Porque eran unos cinco mil hombres.)

Jesús dijo a sus discípulos:

–Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.

Lo hicieron así, y todos se echaron.

El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos” (Lucas, 9, 12-17)

Pero Su Santidad insistió en la homilía de la Misa del Corpus Christi en que “no es verdad” que los panes y los peces se multiplicaran; “simplemente, no se acabaron”.
La interpretación de esta escena como un ‘milagro’ de la solidaridad -es decir, como un no milagro en su sentido estricto- tiene ya bastantes años y se oye con cierta frecuencia en muchas homilías, esa idea de que lo que se desprende de esa escena es la importancia de compartir. Salvo que, naturalmente, no tiene ningún sentido.

Para empezar, no hay modo humano de que cinco panes y dos peces, por muy equitativamente que se repartan, puedan saciar a cinco mil personas hambrientas, ni a quinientas, ni a cincuenta.

Su Santidad no niega explícitamente el milagro; seguiría siendo milagroso que semejante parco almuerzo deje satisfecha a una multitud sin necesidad de multiplicarse. Es una posibilidad, una modalidad de milagro que no exige la multiplicación. Pero el evangelista da el detalle final de que se recogieron doce cestos de sobras, y eso sí parece apuntar claramente a la multiplicación, porque incluso los peces y los panes cabrían holgadamente en una sola cesta.

En cualquier caso, estamos en una de esas ocasiones, deplorablemente frecuentes, en las que el Santo Padre, para acentuar una idea en sí misma buena, como es la importancia de compartir, no tiene reparo en deslizar conceptos que llevan a la confusión y la duda al pueblo cristiano.

Homilía completa del Santo Padre
La Palabra de Dios nos ayuda hoy a redescubrir dos verbos sencillos, dos verbos esenciales para la vida de cada día: decir y dar.

Decir. En la primera lectura, Melquisedec dice: «Bendito sea Abrán por el Dios altísimo […]; bendito sea el Dios altísimo» (Gn 14,19-20). El decir de Melquisedec es bendecir. Él bendice a Abraham, en quien todas las familias de la tierra serán bendecidas (cf. Gn12,3; Ga 3,8). Todo comienza desde la bendición: las palabras de bien engendran una historia de bien. Lo mismo sucede en el Evangelio: antes de multiplicar los panes, Jesús los bendice: «tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos» (Lc 9,16). La bendición hace que cinco panes sean alimento para una multitud: hace brotar una cascada de bien.

¿Por qué bendecir hace bien? Porque es la transformación de la palabra en don. Cuando se bendice, no se hace algo para sí mismo, sino para los demás. Bendecir no es decir palabras bonitas, no es usar palabras de circunstancia: no; es decir bien, decir con amor. Así lo hizo Melquisedec, diciendo espontáneamente bien de Abraham, sin que él hubiera dicho ni hecho nada por él. Esto es lo que hizo Jesús, mostrando el significado de la bendición con la distribución gratuita de los panes. Cuántas veces también nosotros hemos sido bendecidos, en la iglesia o en nuestras casas, cuántas veces hemos escuchado palabras que nos han hecho bien, o una señal de la cruz en la frente… Nos hemos convertido en bendecidos el día del Bautismo, y al final de cada misa somos bendecidos. La Eucaristía es una escuela de bendición. Dios dice bien de nosotros, sus hijos amados, y así nos anima a seguir adelante. Y nosotros bendecimos a Dios en nuestras asambleas (cf. Sal 68,27), recuperando el sabor de la alabanza, que libera y sana el corazón. Vamos a Misa con la certeza de ser bendecidos por el Señor, y salimos para bendecir nosotros a su vez, para ser canales de bien en el mundo.

También para nosotros: es importante que los pastores nos acordemos de bendecir al pueblo de Dios. Queridos sacerdotes, no tengáis miedo de bendecir, bendecir al pueblo de Dios. Queridos sacerdotes: Id adelante con la bendición: el Señor desea decir bien de su pueblo, está feliz de que sintamos su afecto por nosotros. Y solo en cuanto bendecidos podremos bendecir a los demás con la misma unción de amor. Es triste ver con qué facilidad hoy se hace lo contrario: se maldice, se desprecia, se insulta. Presos de un excesivo arrebato, no se consigue aguantar y se descarga la ira con cualquiera y por cualquier cosa. A menudo, por desgracia, el que grita más y con más fuerza, el que está más enfadado, parece que tiene razón y recibe la aprobación de los demás. Nosotros, que comemos el Pan que contiene en sí todo deleite, no nos dejemos contagiar por la arrogancia, no dejemos que la amargura nos llene. El pueblo de Dios ama la alabanza, no vive de quejas; está hecho para las bendiciones, no para las lamentaciones. Ante la Eucaristía, ante Jesús convertido en Pan, ante este Pan humilde que contiene todo el bien de la Iglesia, aprendamos a bendecir lo que tenemos, a alabar a Dios, a bendecir y no a maldecir nuestro pasado, a regalar palabras buenas a los demás.

El segundo verbo es dar. El “decir” va seguido del “dar», como Abraham que, bendecido por Melquisedec, «le dio el diezmo de todo» (Gn 14,20). Como Jesús que, después de recitar la bendición, dio el pan para ser distribuido, revelando así el significado más hermoso: el pan no es solo un producto de consumo, sino también un modo de compartir. En efecto, sorprende que en la narración de la multiplicación de los panes nunca se habla de multiplicar. Por el contrario, los verbos utilizados son “partir, dar, distribuir” (cf. Lc 9,16). En resumen, no se destaca la multiplicación, sino el compartir. Es importante: Jesús no hace magia, no transforma los cinco panes en cinco mil y luego dice: “Ahora, distribuidlos”. No. Jesús reza, bendice esos cinco panes y comienza a partirlos, confiando en el Padre. Y esos cinco panes no se acaban. Esto no es magia, es confianza en Dios y en su providencia.

En el mundo siempre se busca aumentar las ganancias, incrementar la facturación… Sí, pero, ¿cuál es el propósito? ¿Es dar o tener? ¿Compartir o acumular? La “economía” del Evangelio multiplica compartiendo, nutre distribuyendo, no satisface la voracidad de unos pocos, sino que da vida al mundo (cf. Jn 6,33). El verbo de Jesús no es tener, sino dar.

La petición que él hace a los discípulos es perentoria: «Dadles vosotros de comer» (Lc 9,13). Tratemos de imaginar el razonamiento que habrán hecho los discípulos: “¿No tenemos pan para nosotros y debemos pensar en los demás? ¿Por qué deberíamos darles nosotros de comer, si a lo que han venido es a escuchar a nuestro Maestro? Si no han traído comida, que vuelvan a casa, es su problema, o que nos den dinero y lo compraremos”. No son razonamientos equivocados, pero no son los de Jesús, que no escucha otras razones: Dadles vosotros de comer. Lo que tenemos da fruto si lo damos —esto es lo que Jesús quiere decirnos—; y no importa si es poco o mucho. El Señor hace cosas grandes con nuestra pequeñez, como hizo con los cinco panes. No realiza milagros con acciones espectaculares, no tiene la varita mágica, sino que actúa con gestos humildes. La omnipotencia de Dios es humilde, hecha sólo de amor. Y el amor hace obras grandes con lo pequeño. La Eucaristía nos los enseña: allí está Dios encerrado en un pedacito de pan. Sencillo y esencial, Pan partido y compartido, la Eucaristía que recibimos nos transmite la mentalidad de Dios. Y nos lleva a entregarnos a los demás. Es antídoto contra el “lo siento, pero no me concierne”, contra el “no tengo tiempo, no puedo, no es asunto mío”; contra el mirar desde la otra orilla.

En nuestra ciudad, hambrienta de amor y atención, que sufre la degradación y el abandono, frente a tantas personas ancianas y solas, familias en dificultad, jóvenes que luchan con dificultad para ganarse el pan y alimentar sus sueños, el Señor te dice: “Tú mismo, dales de comer”. Y tú puedes responder: “Tengo poco, no soy capaz para estas cosas”. No es verdad, lo poco que tienes es mucho a los ojos de Jesús si no lo guardas para ti mismo, si lo arriesgas. También tú, arriesga. Y no estás solo: tienes la Eucaristía, el Pan del camino, el Pan de Jesús. También esta tarde nos nutriremos de su Cuerpo entregado. Si lo recibimos con el corazón, este Pan desatará en nosotros la fuerza del amor: nos sentiremos bendecidos y amados, y querremos bendecir y amar, comenzando desde aquí, desde nuestra ciudad, desde las calles que recorreremos esta tarde. El Señor viene a nuestras calles para decir-bien, decir bien de nosotros y para darnos ánimo, darnos ánimo a nosotros. También nos pide que seamos don y bendición.

Carlos Esteban

NOTICIAS 23 a 25 de Junio de 2019



INFOCATÓLICA

Se busca un lugar seguro para que pueda vivir el cardenal Pell si se anula su sentencia


ADELANTE LA FE

Father John F. O'Connor warned about Card. Bernardin and was punished


Duración 3:27 minutos




Chicago Cardinal Blaise Cupich kept secret series of documents revealing that the late Chicago Cardinal Joseph Bernardin, a hardcore Modernist, was reported to have abused minors, male seminarians and other adults. According to Church Militant, citing anonymous sources, Cupich who owes his career to Cardinal McCarrick, is now being investigated by state authorities because he failed to reveal these facts. Not surprisingly, Pope Francis chose Cupich as the head of the February abuse summit in the Vatican.

The documents obtained by Church Militant reveal that the Chicago Archdiocese, then Pro-Nuncio to the United States, Archbishop Cacciavillan, and the Vatican Secretary of State were informed of the allegations against Bernardin. But the Vatican didn’t open an inquiry, also because Bernardin was protected by the liberal oligarch media. Commentators on gloria.tv who studied in Rome confirm that Bernardin's pajama parties for young priests were well known. Even Gloria.tv’s Father Reto Nay heard at the time about them.

The American Dominican, Father John F. O'Connor, revealed already in the early 90's Bernardine's sexual abuses. As a result, O'Connor was dismissed from the Dominican order and suspended because - quote – "he harmed the reputation of the Central Province, the whole Dominican Order and the Church with his accusations against Bernardin." His superiors even wanted to force him to undergo a psychiatric treatment, but O’Connor refused. Obviously, his revelations were also ignored by the oligarch media who at the time were promoting sexual contacts between adults and minors.

Bernardin was the leading modernist in the U.S. He was in charge of the assignment of bishops during many years of the pontificate of John Paul II. Church Militant concludes that the Catholic Church in America, as it is now constituted, was designed and engineered by not one but two homosexuals, Cardinal McCarrick and Cardinal Bernardin. They promoted many corrupt priests to the episcopacy. Many of them are still serving in senior posts.

One year ago, Gloria.tv reported that the Vatican Secretary of State, Cardinal Pietro Parolin called Bernardin during a Mass in the Italian home-town of his parents, "the great Joseph Bernardin." Parolin went on claiming that Bernardin was a "great shepherd but then, above all, he suffered so much."


lunes, 24 de junio de 2019

Roma da asco, la hemorragia de las órdenes religiosas, los colegios católicos, el diálogo y el proselitismo.



Roma es llamada la ciudad eterna. Su historia se pierde en los orígenes de la civilización humana que se identifica con la cultura dominante hoy en el mundo. Europa fue romanizada y América en una transposición de la cultura romana. El cristianismo ha estado unido a una gran parte de la historia de esta ciudad. En estos momentos vemos un degrado increíble de la ciudad más bella del mundo que nadie parece ser capaz de detener. Para colmo de males hoy hemos sentido un pequeño temblor que desata todos los miedos en una Italia especialmente herida por lo últimos terremotos. Roma languidece ante la indiferencia de propios y extraños. Los turistas sufren con paciencia la suciedad y los crecientes malos olores. Sus calles se llenan de pobres y delincuentes que sobreviven de la limosna, del atraco y la extorsión. Sus bellas noches se convierten en horas llenas de peligros que invitan a protegerse. Cuando una sociedad se degrada lo hace en su conjunto. El esplendor de la roma barroca se debe a un renacimiento cultural y religioso, hoy son tiempos de degrado y de muerte.

Las órdenes religiosas se están extinguiendo. El Papa Francisco habla a los hermanos menores de predicar la paz y contener la hemorragia del abandono. El problema no es el abandono, quedan tan pocos y tan ancianos que los abandonos, por muchos que quieran ser, son casi imposibles. Asistimos a una desaparición por defunción. Es una realidad que vivimos en la inmensa mayoría de la Europa rural, hace un tiempo se podía hablar de abandono , hoy ya no, es simplemente la muerte de los últimos. La edad media de vida se ha alargado en los últimos decenios y esto está alargando una agonía que solo puede terminar en la puerta cerrada. La renovación en la iglesia nunca ha venido por la aceptación de las modas del momento. La verdadera renovación es cuando hay nuevas y pujantes vocaciones que hacen vida el mensaje del evangelio en el tiempo presente. Todo lo demás es un mundo virtual que no existe. Hoy recogen la noticia de la supresión de una orden religiosa francesa porque rezan demasiado, parece que han denunciado civilmente al Vaticano por la supresión. Seguimos con los franciscanos de la Inmaculada intervenidos y su fundador en una especie de arresto domiciliario. Y podemos continuar la serie de despropósitos que apuntan todos en la misma dirección. Las órdenes religiosas tradicionales desaparecen y las que continúan o nacen tiene una marcada tendencia, digamos, demasiado católica que no gusta mucho en los nuevos tiempos.

Una escuela de jesuitas en Estados Unidos se niega a expulsar a un profesor públicamente homosexual y el obispo le quita el apellido de católica. Hoy ya son muchas las escuelas y colegios de religiosos y religiosas que no tienen ni un solo miembro de la orden en sus plantillas. La denominación de católico es más una inercia del pasado que una realidad del presente. Esperemos que Martel no tenga mucha razón en su visión del Vaticano porque el título de católico estaría en muy serio peligro.

Nos siguen invitando a un diálogo sin ningún contenido pero que se ve impedido por el proselitismo. Los primeros apóstoles se dedicaron a ir por todo el mundo predicando el evangelio y haciendo prosélitos. Dejando a un lado la palabrita, San Juan Bautista tendría la cabeza en su sitio si hubiera sido más dialogante y hubiera tratado a Herodes como un separado recuperando una nueva estabilidad emocional en su vida. Incluso en los angustiosos días de la pasión el mismo Jesucristo no estaba demasiado dialogante.

El hermano de Emanuela Orlandi sigue con su lucha en busca de la verdad. El obispo de la bicicleta, monseñor Lajudice pide la objeción de conciencia para las cosas de Salvini y sus leyes sobre la inmigración. Paolo Sorrentino retira una escena demasiado futbolera de los próximos capítulos de ‘The Young Pope’. Cada vez más cristianos se piensan que si ayudar a la iglesia en sus necesidades es colaborar en lo que estamos viendo, es mejor pensar en destinar sus dineros a cosas más sensatas, como pueden ser las monjas que rezan.

«Porque la mano del Señor estaba con él.»

Buena lectura.


Specola

Corpus Domini, el Sínodo Amazónico, la atlética Vaticana, de obispos chilenos, Chicago, Zanchetta, Trump, Orlandi, la biblia comunista.



Hoy celebramos la fiesta del Corpus Domini trasladada del jueves anterior. En Vaticano se celebra en su día, el jueves, y en la ciudad de Roma hoy domingo.

Los problemas iniciales de un pontificado suelen ser heredados. En los primeros meses es lógico que se pongan sobre la mesa los temas candentes que no afectan al que inicia su mandato pero al que corresponde por oficio resolverlos. Con el paso del tiempo lo heredado va perdiendo importancia bien porque se resuelve o bien porque se convierte en propio. En este momento el Papa Francisco ya está rodeado de criaturas que cuentan con su paternidad, porque han crecido en estos años o porque son nacidas a su sombra. Las noticias de hoy son un buen exponente de todo esto.

Ya contamos con un sitio Web, no oficial, que promete seguir el sínodo de la Amazonia sin bajar la guardia. No será el único y veremos en estos meses cómo se sigue con detalle todo lo que sucede en torno al encuentro romano. Será un sínodo sobre el Amazonas que no contará con amazones, ni amazonas, relevantes en su composición y que ya empieza a cabrear a las autoridades del Brasil que no ven con buenos ojos todo este lio. Es evidente que lo que se está haciendo con los habitantes del amazonas es impensable en otras latitudes. No podemos imaginar un sínodo sobre Cataluña, por ejemplo, sin catalanes y en Vaticano; o sobre Alemania, sin alemanes, y en Vaticano. Todo suena mucho a la conocida máxima de todo para el pueblo pero sin el pueblo.

El mundo deportivo es una barrera infranqueable para las ideologías de igualdad. La naturaleza hace imposible el deporte mixto por mucho que nos empeñemos en limar las diferencias. Muchas de las cosas que estamos viendo en las iniciativas vaticanas son el desarrollo de la agenda de las Naciones Unidas para el próximo decenio, la conocida como 20-30. En ella se recomienda fomentar el futbol femenino. El Vaticano se ha apresurado a crear un extraño equipo de extranjeras, ninguna tiene la nacionalidad Vaticana ni su pasaporte, para estar en línea con los nuevos tiempos. Su estreno internacional era en Austria, con himno, bandera y nuncio, todo ha terminado, más bien no ha empezado, como el rosario de la aurora. Las feministas, mayoritarias en este tipo de eventos, no están contentas con la presencia Vaticana y han conseguido suprimir groseramente el partido. Otro capítulo que no empieza bien.

El servicio fotográfico Vaticano es excelente y nos brinda miles de imágenes de todos los actos en los que participa el Papa Francisco. Estamos notando que es los últimos tiempos se retrasa en ofrecer la información, se nota un cierto miedo al vacío. De la ordenación del obispo auxiliar de Santiago de Chile no tenemos nada. Curiosa ordenación que contrasta con la teología del pueblo que se nos quiere imponer. Un obispo de origen argentino, ordenado en Vaticano, con la dimisión del nombrado al mismo tiempo, recuerda los tiempos de la guerra fría. Basílica más que vacía y con escaso entusiasmo, ninguno chileno, acompañado por los defenestrados cardenales de Santiago. Estamos viviendo momentos impensables en tiempos no tan lejanos. Lo mismo que con la Amazonia, no podemos ni imaginar algo similar en otras latitudes, el catolicismo chileno es sin duda mucho más fuerte de lo que pensamos.

Los temas de abusos siguen adelante y se subraya la total ausencia de la tan predicada transparencia. Hemos vivido decenios en que las normas existentes no se han aplicado y los responsables de esta catastrofe siguen en sus puestos.

En Chicago empezamos con la investigación de su anterior arzobispo y todo apunta a que estamos ante otro McCarrick; su actual cardenal no está quedando nada bien. Veremos cómo empiezan a borrar escudos, y sacar cadáveres, intentando cambiar la historia.

De Zanchetta nos había informado el propio Papa Francisco que ya no trabajaba en el Vaticano y ahora lo vemos viajando a Roma con un permiso de trabajo del juez argentino.

El padre James Martin está enfadado con el último documento Vaticano que entra en contradicción con la burra que intenta vender.

A Trump le gustan los refugiados cristianos y a Naciones Unidas no le gusta lo que hace Trump.

Carta del Papa Francisco a los encarcelados de la isla Gorgona en Toscana, cerca de la famosa isla de Elba, en la que reconoce que todos nos equivocamos.
Emanuela Orlandi está muy presente en estos días y su familia y amigos muy activos ante los eternos silencios Vaticanos.

El gobierno Chino intenta presentar una Biblia en donde Jesús es considerado la encarnación de comunismo en su estado puro. Puede ser otra emanación de los pactos, o no, quién sabe.

Iesu, quem velatum nunc aspicio,
Oro fiat illud quod tam sitio;
Ut te revelata cernens facie
Visu sim beatus tuae gloriae.

Amen

«Esto es mi cuerpo…»

Buena lectura.


Specola

Las monjas comisariadas llevarán al Vaticano a los tribunales (Carlos Esteban)




Las Hermanitas de María, la orden francesa de monjas que prefirieron renunciar a sus votos antes que sufrir un ‘comisariato’ impuesto por Roma que consideraban contrario a su carisma, han puesto el caso en manos de abogados con la intención de denunciar la acción del Vaticano ante los tribunales civiles.

Los cargos contra las Hermanitas de María eran categóricos: rezaban demasiado y estaban demasiado apegadas a la Tradición, por no hablar del ‘autoritarismo’ del modelo organizativo. Así que Roma actuó como suele: nombrando una comisaria que, paradojas de la misericordia, para las hermanas resultó una autoridad más insoportable que la habitual, con el agravante de que no tenía nada que ver con el espíritu que les había hecho profesar. Así que, después de un año de aguantar el comisariato, 34 de las 39 monjas pidieron la dispensa de los votos y se disolvió la orden.

El cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, podía colgar el cartel de ‘Misión Cumplida’ y apuntarse una nueva muesca en el revólver, a sumar a los Franciscanos de la Inmaculada, Familia Christi, o la Hermandad de los Santos Apóstoles. 
Aunque muy distintas, todas estas sociedades tenían, al menos, dos cosas en común: cierto amor por la Tradición y un enorme éxito de vocaciones. Y en todas, nos tememos, se ‘rezaba demasiado’.

En el caso de las Hermanitas, ni siquiera estamos hablando de ‘tradicionalismo’ como suele entenderse: siempre han hecho gala de su absoluta fidelidad a la línea romana y su liturgia es estrictamente Novus Ordo. Tampoco son de esas meras contemplativas ‘recitadoras de avemarías’ que no están demasiado bien vistas por los ‘renovadores’ de la Curia; por el contrario, se dedican a la más práctica de las obras de misericordias, cuidar enfermos y desvalidos.

Las hermanitas, que pronto atrajeron muchas vocaciones a ese páramo que es la diócesis de Laval, atrajeron la atención del progresista obispo francés, Thierry Scherrer, quien las denunció a Roma. Y empezó la operación de acoso y derribo con varias ‘visitaciones’, en 2016 y 2018, hasta que la madre superiora y la superiora de novicias fueron alejadas a distantes monasterios y sustituidas por tres comisarias adeptas del modernismo eclesial. El pasado 17 de septiembre, Braz de Aviz ordenó que las 39 hermanitas aceptaran «sin reservas» los nuevos mandos, a lo que 34 han respondido solicitando la dispensa de sus votos.

Pero la aventura podría no acabar tan felizmente para Roma, porque la Asociación de Apoyo a las Hermanitas de María acaba de anunciar su intención de llevar el caso a los tribunales civiles, acusando al Vaticano de daños morales y difamación.
La congregación presidida por Braz de Aviz había acosado y acusado a las hermanas de “obstinada negativa a la obediencia”, así como de “inmovilismo” y “falta de apertura”. Según Maître Buchser, el abogado que se encarga del caso, “no se puede pensar que el derecho canónico confiera todos los derechos, incluido el de oponerse a la legislación civil”. 

Como podría ser tristemente el caso en la crisis de encubrimientos de abusos en Estados Unidos, podríamos estar ante un problema eclesiástico que tenga que ser resuelto por las autoridades seculares.

Carlos Esteban

"La ideología de género tiene un bonito envoltorio pero por dentro es excremento" (Agustín Laje)


Duración 7:41 minutos

Documento de excepcional importancia: la entrevista concedida por monseñor Viganò al Washington Post



La extensa entrevista concedida por monseñor Viganò a Chico Harlan y Stefano Pitrelli en el Washington Post del pasado día 10, con el título de El arzobispo Carlo Maria Viganò concede su primera entrevista de cierta extensión desde que pidió al Papa que dimitiera, revista una importancia excepcional por diversos motivos:

Para empezar, el más importante es que la entrevista pone de relieve el rotundo fracaso de la estrategia vaticana de guardar silencio en cuanto a las detalladas acusaciones del ex nuncio en Estados Unidos. Los portavoces de la Santa Sede estaban convencidos de que las revelaciones de monseñor Viganò podían llegar apenas a un público reducido que no tardaría en olvidar la momentánea impresión. No ha sucedido así.

El Washington Post es uno de los diarios más leídos del planeta. Cuenta con millones de lectores, y durante casi tres días la entrevista al arzobispo ha sido el artículo más leído en su página web. La voz de monseñor Viganò ha tenido un impacto mundial, y se ha impuesto como un testimonio que no puede ser desechado ni subestimado.

En segundo lugar (y esto está relacionado con el motivo anterior), el Washington Post considera al prelado un testigo de relevancia histórica cuya credibilidad nadie puede poner en duda. El arzobispo no habla de los problemas teológicos suscitados por documentos como Amoris laetitia, sino que se limita a exponer  datos  que conoce: la existencia de una mafia corrupta que «ha tomado las riendas de numerosas instituciones eclesiásticas, desde arriba hasta abajo, y explota a la Iglesia y a los fieles con fines inmorales». Lo que aglutina a dicha mafia «no es una intimidad sexual compartida, sino un interés común de protegerse y hacer carrera profesional, así como de sabotear toda tentativa de reformar la corrupción sexual».

A los torpes intentos de los medios vaticanos para desacreditarlo atribuyéndole sed de poder, Viganò responde: «En todo caso, lo principal no es mi motivación, y las preguntas al respecto son una maniobra de distracción. La verdadera pregunta importante es si mi testimonio es verdadero. Lo sostengo, y solicito investigaciones para que salga a la luz la verdad. Desgraciadamente, quienes ponen en tela de juicio mi motivación no están dispuestos a llevar a cabo investigaciones abiertas y profundas».

Con estas palabras, el arzobispo demuestra un amor por la verdad que le impide avalar posibles errores de pontífices anteriores a Francisco. De ese modo caen por tierra las insinuaciones de que intenta contrastarlo con Benedicto XVI y Juan Pablo II, como hizo Vatican Insider en el artículo que dedicó a la cuestión tras la publicación de la entrevista. Viganò anticipó una respuesta muy equilibrada: «Sinceramente, me gustaría que se publicasen todos los documentos, si no han sido destruidos. Sería muy posible que perjudicara la reputación de Benedicto XVI y San Juan Pablo II, pero ello no es motivo suficiente para abstenerse de indagar la verdad. Tanto Benedicto como Juan Pablo son humanos y pueden haber cometido errores. Y en caso afirmativo, queremos saberlo. ¿Para qué mantenerlos ocultos? Todos podemos aprender de nuestros errores. Yo mismo me lamento de no haber hablado públicamente antes. Como dije, esperaba contra toda esperanza que la Iglesia se reformara por dentro. Pero una vez que se ha hecho patente que el propio sucesor de San Pedro era uno de los encubridores de los delitos, no me cupo duda de que el Señor me pedía que hablara, cosa que he hecho y seguiré haciendo».

Uno de los aspectos más importantes de la entrevista es la reiterada convicción de que la homosexualidad –así como el hecho de que el Vaticano no haya respondido– es una parte fundamental del problema que afronta actualmente la Iglesia con la cuestión de los abusos. Cuando el entrevistador le pregunta: «¿Podría explicar con la mayor claridad posible de qué forma está relacionada, a su juicio, la homosexualidad con los abusos?», Viganò responde: «Nos movemos en dos frentes: 1) Delitos de abuso sexual y 2) encubrimiento de los delitos de abuso sexual. En la mayor parte de los casos que se dan en la Iglesia actual, la clave está en que siempre hay una componente sexual, con frecuencia subestimada.

Con respecto a lo primero, está claro que los hombres heterosexuales no eligen preferente a muchachos y a hombres de su sexo como compañeros de aventuras sexuales, y aproximadamente el 80% de las víctimas son varones, una gran mayoría de los cuales ya ha pasado de la pubertad. (…) Quienes han hundido a las diócesis de EE. UU. no son pedófilos, sino sacerdotes homosexuales que abusan de jóvenes ya desarrollados sexualmente (…) Por lo que respecta a la mafia gay dentro del colegio episcopal, lo que la une no es una intimidad sexual compartida, sino un interés común de protegerse y hacer carrera profesional, así como de sabotear toda tentativa de reforma». Con todo, «ante las pruebas irrebatibles, causa estupor que la palabra homosexualidad no aparezca una sola vez en ninguno de los documentos oficiales recientes de la Santa Sede, incluidos los dos sínodos sobre la familia, el de la juventud y la reciente cumbre del pasado febrero».

Hay algo más en la entrevista que merece la pena subrayar: la  valoración  por parte de monseñor Viganò de la reducción al estado laico del cardenal Theodor McCarrick. Para el ex nuncio, esta sanción « ha sido un castigo justo pero, hasta donde se sabe, no hay razones legítimas para que no se impusiera hace más de cinco años tras un proceso justo por la vía judicial». Lo cierto es que no se ha actuado contra McCarrick por vía judicial, sino administrativa. Cuesta no pensar que se haya hecho para manipular la opinión pública. «Hacer de McCarrick un chivo expiatorio aplicándole un castigo ejemplar –es la primera vez en la historia de la Iglesia que un cardenal es reducido al estado laico– daría a entender que el papa Francisco estaba resuelto a combatir los abusos sexuales del clero».

Explica Viganò: «Según un comunicado de la Oficina de Prensa Vaticana del 16 de febrero del presente año, McCarrick fue declarado culpable por la Congregación para la Doctrina de la Fe de “solicitaciones en confesión y violaciones del sexto mandamiento del Decálogo con menores y adultos, con la circunstancia agravante del abuso de poder”. La pena impuesta fue la dimisión del estado clerical, que Francisco confirma como definitiva. De este modo, McCarrick, que siempre se declaró inocente, fue privado de toda posibilidad de impugnar la sentencia. ¿Dónde está el justo proceso? ¿Funciona así la justicia en el Vaticano? Por otra parte, una vez declarada definitiva la sentencia, el Papa ha imposibilitado que se realicen más investigaciones, las cuales podrían revelar que en la Curia y otros lugares se tenía noticia de los abusos de McCarrick, así como quién contribuyó a que fuera nombrado arzobispo de Washington y más tarde cardenal. Se observa, además, que los documentos relativos a esta causa, cuya divulgación se había prometido, no han llegado a divulgarse en ningún momento. Lo fundamental es que el papa Francisco oculta deliberadamente las pruebas sobre McCarrick».

« Ahora bien, consideramos la dimensión espiritual mucho más importante, y ha estado totalmente ausente de todo comunicado sobre McCarrick y toda conferencia de prensa. La finalidad principal de una sanción en el orden canónico es el arrepentimiento y la conversión: suprema ratio est salus animarum (la ley suprema es la salvación de las almas). Por tanto, me parece que la simple reducción al estado laico es del todo inapropiada, porque no proporciona un remedio ni expresa preocupación por el fin más importante de la sanción, que es la salvación del alma de McCarrick. Es más, a menos que vaya acompañada de otras medidas, la simple reducción al estado laico podría considerarse una muestra de desprecio por dicho estado. La idea de que un prelado que se porta mal se castigue con la expulsión del estado clerical es una forma de clericalismo. (…) Creo, y no soy el único, que a McCarrick también se le debería aplicar la pena de excomunión, de la cual se puede ser absuelto en cualquier momento. Como un medicamento debidamente dosificado, debería habérsele prescrito a McCarrick para motivarlo a asumir la responsabilidad de sus pecados, arrepentirse y reconciliarse con Dios, y salvar así su alma».

Estas palabras ayudan a entender una importante cuestión. Quien gobierna actualmente la Iglesia lo hace interviniendo los institutos de vida religiosa que no son de su agrado y expulsando del clero a quien pudiera causar problemas en la opinión pública. Reducir al estado laico se entiende como ser despedido de una Iglesia que funciona como una empresa, lo cual puede darse sin una causa justificada. Todo por decreto pontificio, sin oportunidad de presentar recursos canónicos. Se olvida, sin embargo, que una vez recibido el sacramento del Orden imprime carácter y nunca se pierde. No hay autoridad que pueda anular la condición ontológica del sacerdote, al cual siempre será necesario mostrar misericordia. Y ante todo, no se puede llegar a extremos como la expulsión del estado clerical sin un debido proceso en el que se permita al imputado exponer sus alegatos.

Quien no atiende a razones, es posible que no tenga razón, y se ve obligado a mentir para justificar su modo de obrar, como hizo el papa Francisco, que estaba al corriente de los abusos de McCarrick al menos desde el 23 de junio de 2013, cuando monseñor Viganò, en respuesta a una pregunta precisa de él le reveló la existencia de un abundante expediente sobre el purpurado estadounidense.

A día de hoy, monseñor Viganò es el único obispo que ha señalado públicamente al papa Francisco como responsable directo de la terrible crisis que azota a la Iglesia. A la pregunta de si «bajo la dirección de Francisco el Vaticano está tomando medidas contra el grave problema de los abusos», el arzobispo responde: «El papa Francisco no sólo no mueve un dedo para sancionar a los autores de los abusos, sino que no hace absolutamente nada para denunciar y poner en manos de la justicia a quienes llevan décadas facilitando y encubriendo los abusos». Y cuando los entrevistadores le preguntan: «¿Le parece que de haber solicitado la dimisión del Papa habría desviado la atención de su mensaje?», responde con humildad y firmeza: «Habría sido preferible afrontar la cuestión que plantea partiendo de un punto que he incluido en mi tercer testimonio: pido, es más, suplico vivamente al Santo Padre, que cumpla con su función de sucesor de San Pedro. Ha asumido la misión de confirmar a sus hermanos y guiar a todas las almas siguiendo las huellas de Cristo. Reconozca sus errores, arrepiéntase, manifieste su disposición a cumplir el mandato que recibió San Pedro y, una vez convertido, confirme a sus hermanos» (Lc. 22,32).

Adelante la Fe – 14 junio 2019
Roberto de Matteipublicado el