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sábado, 24 de octubre de 2020

Los obispos necesitan urgentemente interrogar a su clero para descartar los sacramentos inválidos (Peter Kwasniewski)



Las noticias acerca de los dos recientes “sacerdotes” que descubrieron que ellos no eran sacerdotes debido al haber sido “bautizados” con una fórmula inválida ha causado furor, y con razón. Mientras que ellos han sido ahora bautizados, confirmados y ordenados, ¿qué hay de todas las almas afectadas por su falta de las órdenes: de los fieles que recibieron un mero pan porque no existió consagración; de los fieles que salieron de la confesión no habiendo sido absueltos; de los fieles que salieron pensando que estaban casados cuando no lo estaban; de los conversos recibidos en Pascua que nunca fueron confirmados; de los enfermos y agonizantes que nunca fueron ungidos? Y podemos estar seguros que si los dos sacerdotes ya han sido identificados, estamos viendo solo la punta del iceberg. La mente se estremece al pensar que sucedería si tal sacerdote no descubre la invalidez de su ordenación y fuera algún día nombrado un “obispo”. Podemos estar agradecidos por el sobrenatural sentido común que cada ordenación episcopal normalmente tiene tres co-consagrantes.

LifeSite publicó un espléndido artículo de Matthew McCusker, “Reflexiones sobre la necesidad de un acceso generalizado al bautismo condicional,” que detalla el alcance de la crisis y las soluciones requeridas. Tristemente este artículo no parece haber atraído la atención que merece. Debiera ser de lectura obligatoria para obispos, sacerdotes y diáconos.

Las siguientes dos cosas deben suceder y sucederán pronto:

Primero, cada obispo diocesano debiera contactar a cada sacerdote o diácono que sirva o haya servido en su diócesis y consultar directo al grano: ¿Usó usted alguna vez una fórmula de palabras cuando confirió alguno de los sacramentos que difiere de las palabras impresas en los libros litúrgicos oficiales? Necesito tener una respuesta de usted diciendo que no, que no lo hizo, o que sí, que si lo hizo, y en cualquier caso, las palabras que recuerda usar. Esto es urgentemente necesario para el bien de las almas y para tranquilizar las mentes de muchos católicos que están perturbadas con razón por las recientes revelaciones concernientes a la invalidez de los bautismos u otros sacramentos debido a los defectos en la forma.”

Ahora, es posible que algunos obispos ya lo hayan hecho y que otros se están preparando para hacerlo, sin embargo, es también posible que muchos, si no la mayoría, no percibirán la gravedad de la situación y asumirán que todo está bien a menos que alguien reporte un problema. Ellos asumirán que Dios es tan misericordioso que Él nunca permitirá que a alguien le falte la gracia si tiene buena voluntad y que es mejor dejar las cosas como están.

Esta es una política terriblemente miope. No respeta la economía sacramental, en la cual Nuestro Señor instituyó medios específicos para conceder gracias a los fieles. No, Él no está atado a ellos, pero somos nosotros los que estamos ligados a ellos y pecamos al tratar de evitarlos o al tratarlos con desprecio o liviandad. No podemos presumir que Él siempre “nos da un pase” y esto es aún más cierto para los superiores a los que se les ha confiado el bien de las almas y tienen la responsabilidad de que ellas reciban lo que el Señor desea darles, incluyendo obviamente, los sacramentos en forma válida. Un obispo que, sabiendo lo que nosotros sabemos, no se agota en el esfuerzo por encontrar ministros indignos de sacramentos inválidos enfrentará un juicio particularmente severo, ya que será responsable por cualquiera de las ovejas que se extraviaron por haber sido privada de los auxilios divinos. La política es también extremadamente dañina debido a los efectos colaterales de los sacramentos inválidos: un pseudo-bautismo puede tener efectos exponenciales en el Cuerpo de Cristo. Al negar esto, uno tendría que ser un apóstata que ya no cree en los principios más básicos de la Fe.

Sugiero, por tanto, que los católicos de todas partes del mundo envíen una carta respetuosamente redactada a sus ordinarios locales con el siguiente texto:

“Su Excelencia:

Las noticias de dos “sacerdotes” que descubrieron que sus bautismos fueron inválidos y que, por tanto, tenían que recibir todos sus sacramentos por primera vez, son terriblemente perturbadoras, ya que es probable que haya muchos más individuos que creen que están bautizados (o confirmados, o casados u ordenados) pero que no lo están. Por favor, por el bien de las almas, envíe una carta a todos los sacerdotes y diáconos que están sirviendo o que han alguna vez servido en su diócesis (incluyendo a los retirados), y pregúnteles si ellos en algún momento bautizaron en otra forma que “Yo te bautizo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, mientras derramaban agua sobre la cabeza. Es necesario encontrar a los individuos que pueden haber usado una forma inválida o materia para que así las personas afectadas puedan ser contactadas. De hecho, sería una oportunidad para preguntar si ellos han usado una forma incorrecta para cualquiera de los sacramentos, incluyendo la Confesión, donde los laicos a menudo se quejan de las improvisadas “absoluciones” que los dejan en la duda.”

No es suficiente para un obispo publicar un genérico tipo de carta “Queridos todos: por favor, por favorcito, usen las palabras correctas cuando administren los sacramentos.” Esto puede ayudar para el futuro, no hace nada para corregir los errores del pasado. Él necesita que cada clérigo le diga cuál ha sido su praxis sacramental, y si no recibe ninguna respuesta escrita, él debiera contactarlo por teléfono o en persona. Sí, esto podrá ser difícil, doloroso, incómodo o antagónico. Que así sea. Aquellos que han abusado de los sacramentos, o aquellos bajo cuya vigilancia han sido abusados, merecen algún sufrimiento en esta vida si ellos desean evitarlo en la otra.

Segundo, las personas debieran comenzar a investigar qué seminario y programas de formación diaconal están siendo enseñadas en las diferentes partes del país. En particular necesitamos averiguar donde alguien, que se sabe ha usado una fórmula falsa, obtuvo su formación. Ideas tan estúpidas (“nosotros te bautizamos) generalmente son sugeridas en talleres de monjas espaciales en pantalones o jesuitas del tipo “solo dime Jimmy”, porque es poco probable que se hayan originado solo en las cabezas locas de los ministros que lo hicieron. Existen nódulos causales esperando ser descubiertos. Si podemos identificar a los profesores o a los programas que animan este sinsentido, nos dará más herramientas para rastrear a aquellos que podrían haber sido engañados por ellos

Este es un negocio serio y merece ser tomado con la mayor seriedad por los obispos de la Iglesia.

Peter Kwasniewski

Traducido por Beatrice Atherton para Marchando Religión

Háblennos de la vida eterna (Roberto De Mattei)



En un debate televisivo (Stasera Italia, 14 de octubre de 2020), el sociólogo progresista Marco Revelli ha denunciado con alarma el creciente clima de angustia colectiva que se propaga por Italia y por Occidente al compás de la danza macabra del coronavirus. «La muerte se mueve por Occidente», ha dicho evocando este espectro.

Ahora bien, la muerte jamás ha dejado de moverse. Se muere y se sigue muriendo todos los días de mil maneras. La muerte es una de las pocas certezas, tal vez la primera, de nuestra vida. Vivimos, pero nuestra vida corporal tiene fijado un plazo inexorable.

La sociedad moderna ha intentado conjurar el pensamiento de la muerte, que vulnera las leyes del placer y del bienestar de las masas. La muerte es la consecuencia del pecado original, y la sociedad moderna niega el pecado original. Niega todo pecado, y cree que es posible vencer a la enfermedad y la muerte.

Tal presunción es un sueño diabólico, porque está inspirada porque está inspirado por aquel que inspiró el primer pecado: el Príncipe de las Tinieblas, que siegue repitiendo a los hombres «seréis como dioses», y les propone alcanzar ese objetivo por medio de la ciencia, en particular la manipulación genética.

La prohibición de hablar de la muerte se expresa siempre en la indignación suscitada contra los sacerdotes que invitaban en su predicación a lo que en otros tiempos se conocía como ejercicios para la buena muerte: la preparación para el momento fatal que a todos nos espera. San Alfonso María de Ligorio, que escribió un libro bellísimo titulado Preparación para la muerte, nos recuerda en sus Máximas eternas que la muerte es un momento del que depende la eternidad; una eternidad dichosa o para siempre desgraciada, de alegría o de anhelo, de todo bien o todo mal; una eternidad de Paraíso o de Infierno.

Pero si un católico habla de la muerte lo tildan de querer sembrar el terror y la angustia y lo condenan como profeta de desgracias, como si hablar de la muerte fuera lo mismo que desear o acelerar la llegada de ese momento. La consigna hasta ahora dominante era el silencio sobre la muerte.

Todo ha cambiado en pocos meses. Se ha impuesto a la sociedad el espectro de su muerte, guadaña en mano, y lo invocan los mismos científicos que deberían haber derrotado las enfermedades y la muerte pero se ven impotentes ante la pandemia del coronavirus.

Para quienes creen que la muerte no es el fin sino el comienzo de otra vida, ésta sería una oportunidad de llevar a cabo el apostolado de la buena muerte. Pero los pastores callan, y quienes hablan de la muerte son sociólogos como Revelli, o científicos como Massimo Galli, que se declaran públicamente ateos y por tanto incapaces de ver más allá de la muerte.

No es es de extrañar que la sociedad contemporánea, incapaz de encontrar un sentido a la vida, caiga en la angustia ante la enfermedad y la muerte. Lo que sí sorprende es el silencio de quienes deberían disponer de todo el arsenal para vencer, no digo a la muerte sino a la angustia que la envuelve: los ministros de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, custodios de toda la verdad referente a la vida y la muerte de los hombres y su destino de ultratumba, y la única que tiene palabras de vida eterna (Jn.6,88).

Nuestra súplica es humilde pero ardiente. Pastores: en esta hora trágica y confusa de nuestra historia, no nos hablen de esta vida terrena, sino de la otra; la vida eterna, la verdadera, en la cual ciframos todas nuestras esperanzas.

Roberto De Mattei

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

jueves, 22 de octubre de 2020

Cardenal Burke: Francisco causa error y confusión

 ES NEWS



El aval de Francisco a las uniones homosexuales causa perplejidad, confusión y error, y es contrario a la enseñanza de la Escritura y la Tradición, escribe en una declaración datada el 22 de octubre el cardenal Raymond Burke.

Él califica la herejía de Francisco como una “simple opinión privada” que no se corresponde con la enseñanza constante de la Iglesia, y subraya que la Biblia califica los actos homosexuales como una “perversión grave”, contraria a la ley natural e intrínsecamente desordenada

Burke rechaza el pretendido “derecho” homosexual de Francisco a tener una “familia”, porque no puede haber unión conyugal entre homosexuales.

“El derecho a formar una familia no es un derecho privado a reivindicar, sino que debe corresponder al plan del Creador, quien ha querido el ser humano con diferencia sexual”, explica Burke.

La agitación, confusión y error que Francisco causó entre los fieles es para Burke “igualmente triste y preocupante”, así como el escándalo que produjo al dar la impresión “totalmente falsa” de que la Iglesia ha cambiado de rumbo.

NOTICIAS VARIAS 22 de octubre de 2020

 

LA GACETA

El PP se une al Frente Popular para rechazar la moción de censura de VOX al Gobierno socialcomunista

VOX se pone al frente de la Oposición en España

Venezuela en una lección

IOTA UNUM

LOS DEMONIOS DE JUAN MANUEL (Capitán Ryder)

ES NEWS

Nuevo pecado mortal de Francisco: "El peor servicio que se puede prestar a Dios"

Se extiende por dos años la traición del Vaticano a la Iglesia china

La dama de Becciu: Francisco sabe más de lo que admite

INFOVATICANA

El cardenal Burke lamenta el “desconcierto” generado por las palabras del Papa

THE WANDERER

Usquequo Domine? ¿Hasta cuándo Señor?


Selección por José Martí

La historia de las desconcertantes declaraciones del Papa (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA



Las declaraciones de Su Santidad sobre la conveniencia de aprobar uniones civiles para parejas del mismo sexo que tanto revuelo han levantado aparecen en un nuevo documental, Francesco, pero proceden de una vieja grabación que fue convenientemente editada.

El padre jesuita Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica y confidente del Papa, no sabe a qué viene tanto jaleo sobre unas declaraciones viejas. “No hay nada nuevo porque se trata de parte de [una vieja] entrevista”, ha asegurado a Associated Press. “Resulta raro que no lo recuerden”.

La fuente del escándalo mediático de estos días surge del documental ‘Francesco’, de Evgeny Afineevsky, recién estrenado, y concretamente de parte de una entrevista concedida a la periodista mexicana Valentina Alazraki para Televisa, difundida en mayo de 2019.

Spadaro, que no es portavoz vaticano pero a menudo actúa como si lo fuera, asegura en un video publicado por TV2000, de la Conferencia Episcopal Italiana, que “el director de la película ‘Francesco’ reúne una serie de entrevistas que han sido hechas al Papa Francisco en el transcurso del tiempo, dando una gran síntesis de su pontificado y del valor de sus viajes. Entre ellas hay varios extractos tomados de una entrevista con Valentina Alazraki, periodista mexicana, y allí el Papa Francisco habla de un derecho a la tutela legal de las parejas homosexuales, pero sin cambiar de ningún modo la doctrina”.

Pero la agencia católica Aciprensa se ha tomado la molestia de volver a ver la entrevista que salió publicada y, frente a lo que dice Spadaro, confirma que la cinta se sometió a una estricta revisión por parte de las autoridades eclesiásticas que dejó fuera el explosivo apoyo explícito del Papa a una iniciativa legal, repetida en los últimos años en muchos países, a la que la Iglesia se ha opuesto oficialmente en cada ocasión.

Pero la labor de edición no fue clave sólo en ese momento, sino que también lo ha sido, en el sentido opuesto, en el citado documental de Afineevsky.

Sin editar, completa, las palabras del Papa sobre la cuestión serían estas, según comprobó Aciprensa:

“Me hicieron una pregunta en un vuelo, después me dio rabia, me dio rabia por cómo la transmitió un medio, sobre la integración familiar de las personas con orientación homosexual. Yo dije: las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, las personas que tienen una orientación homosexual tienen derecho a estar en la familia y los padres tienen derecho a reconocer ese hijo como homosexual, a esa hija como homosexual, no se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso.

Otra cosa es, dije, cuando se ven algunos signos en los chicos que están creciendo y ahí mandarlos -tenía que haber dicho profesional- me salió psiquiatra, quise decir un profesional porque a veces hay signos en la adolescencia o pre adolescencia que no se saben si son de una tendencia homosexual o es que la glándula timo no se atrofio a tiempo, vaya a saber, mil cosas. Entonces, un profesional. Título de ese diario: “el Papa manda a los homosexuales al psiquiatra”. No es verdad.

Me hicieron esa misma pregunta otra vez y yo la repetí: son hijos de Dios, tienen derecho a una familia y tal, otra cosa es, y expliqué me equivoqué en aquella palabra pero quise decir esto cuando notan algo raro, oh es raro. No, no es raro. Algo que es fuera de lo común. O sea no tomar una palabrita para anular el contexto. Ahí lo que lo que dije es: tiene derecho a una familia y eso no quiere decir aprobar los actos homosexuales”.

Y en la última parte afirma: “Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”, nunca antes había sido divulgada por Televisa y constituye la novedad de “Francesco”. La frase “convivencia civil” fue traducida por el equipo de Afineevsky como “civil union”.

Carlos Esteban

Mons. Viganó sobre las declaraciones de Francisco y las “uniones homosexuales”

 ADELANTE LA FE


Roma, 21 de octubre de 2020 – El portal Vatican News1 informa que hoy se proyectará en el Festival de Cine de Roma un documental titulado Francesco, dirigido por Evgeny Afineevsky.

La agencia Catholic News2 y el portal America, the Jesuit review3, han dado a conocer algunas declaraciones de Jorge Mario Bergoglio sobre el tema de la homosexualidad. Entre otras cosas, causan desconcierto las siguientes frases:
«Los homosexuales tienen derecho a formar parte de una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debe ser excluido ni sufrir a causa de ello. (4) Lo que tenemos que hacer es una ley para las uniones civiles. De ese modo estarán tutelados por la ley. Estoy a favor de ello».(5)
No hace falta ser teólogo ni moralista para saber que tales afirmaciones son totalmente heterodoxas y constituyen un gravísimo motivo de escándalo para los fieles.

Pero ojo, esas palabras son también la enésima provocación con la que el sector ultraprogresista de la Jerarquía trata de crear un cisma, como ya intentó con la exhortación postsinodal Amoris laetitia, la modificación de la doctrina sobre la pena de muerte, el Sínodo Panamazónico con la inmunda Pachamama y la Declaración de Abu Dabi, posteriormente reiterada en la encíclica Fratelli tutti.
Pareciera que Bergoglio procura descaradamente llegar cada vez más lejos en un crescendo de afirmaciones heréticas a fin de obligar al sector sano de la Iglesia –episcopado, clero y fieles– a acusarlo de herejía y después declararlo cismático y enemigo del Papa.
Jorge Mario Bergoglio intenta obligar a algunos cardenales y obispos a separarse de la comunión con él, y el resultado sería no que lo depusieran por hereje, sino la excomunión de los católicos que deseen ser fieles al Magisterio perenne de la Iglesia. En las presumibles intenciones de Bergoglio y su círculo mágico, esa trampa tendría por objeto consolidar su poder al interior de una iglesia que sólo sería nominalmente católica pero en realidad sería herética y cismática.

Tal engaño se vale del apoyo de la élite mundialista, los medios mayoritarios de difusión y el lobby LGTB, al que no son ajenos muchos sacerdotes, obispos y cardenales. No olvidemos que en muchos países están en vigor leyes que castigan como delitos a quienes apoyados en el Credo consideran reprobable y pecaminosa la sodomía o no aprueban la legalización del matrimonio homosexual. Un pronunciamiento de los obispos contra Bergoglio en una cuestión como la de la homosexualidad podría permitir que las autoridades civiles los persiguiesen por vía penal con la aprobación de la Santa Sede.

En ese caso, Bergoglio no sólo tendría de su parte a la iglesia profunda, representada por rebeldes como el P. James Martin SJ y los portavoces del itinerario sinodal alemán, sino también al estado profundo. No es casual que el documental manifieste su apoyo al candidato demócrata de las próximas elecciones presidenciales de EE.UU., y haga además una inaudita condena de la política del gobierno Trump, acusado de separar a familias que tratan de entrar ilegalmente en EE.UU., cuando en realidad el Presidente está haciendo frente a la trata de seres humanos y el tráfico de menores.

De ese modo, mientras prohíbe a los prelados conservadores estadounidenses intervenir en el debate político a favor del presidente Trump, el Vaticano puede permitirse descaradas injerencias en elecciones para favorecer a su adversario demócrata, uniéndose a la censura de las redes sociales y los medios informativos en lo relativo a las gravísimas acusaciones contra la familia Biden.

Los católicos estamos llamados a alinearnos con quien defienda la vida, la familia natural y la soberanía nacional. Creíamos tener de nuestra parte al Vicario de Cristo, pero constatamos dolorosamente que en este enfrentamiento épico, aquel que debería gobernar la Barca de San Pedro ha optado por pasarse al bando del Enemigo para hacerla naufragar. Evocando el valor con que los pontífices santos defendieron la integridad de la Fe y promovieron la salvación de las almas, cabe señalar: ¡Quantum mutatus ab illis!*

+Carlo Maria Viganò, arzobispo




4 «Homosexuals have a right to be a part of the family. They’re children of God and have a right to afamily. Nobody should be thrown out, or be made miserable because of it».

5 «What we have to create is a civil union law. That way they are legally covered. I stood up for that».

(* “Cuán diferente de ellos”. Paráfrasis de unas palabras de la Eneida de Virgilio. N. del T.)

(Traducido por Bruno de la Inmaculada/Adelante la Fe)

Padre Reginaldo Garrigou-Lagrange: “La síntesis tomista”



Las ediciones “Fe y Cultura” de Verona reproponen la segunda edición de La Síntesis tomista del padre Reginaldo Garrigou-Lagrange aparecida en francés en el 1946 para las ediciones Desclée De Browuer de París traducida en italiano y publicada en 1953 por la Queriniana de Brescia; una obra que abraza en una visión de conjunto, o mejor casi en una mirada de águila, todo el pensamiento de santo Tomás, dividido en 4 partes principales: la filosofía, la teología dogmática, la teología moral y la espiritualidad. Verdaderamente una obra de alta síntesis en la cual el padre Reginaldo reúne todas las obras de santo Tomás explicándole y compendiándole en un todo unitario para hacer entender a los lectores la plenitud del tomismo filosófico, teológico dogmático/moral y ascético/místico, con la finalidad de que el estudio limitado de una obra individual o de una sola rama del pensamiento del Angélico no impida ver y vivir el conjunto del pensamiento tomista, como sucede cuando por observar un árbol se pierde de vista el bosque en toda su plenitud y magnificencia.

Aunque Garrigou-Lagrange indaga cada problema individual con competencia, maestría y profundidad, sin embargo reúne, comprende y expone todo en una síntesis universal tan vasta como profunda y precisa, que abraza todo particular a la luz de los primeros principios de la filosofía y de la teología. El padre Reginaldo no es hombre de un solo libro, de un solo tratado, de una sola tesis, sino el verdadero sabio (lleno del don de la ciencia, del intelecto y de la sabiduría del Paráclito) que abarca todo el horizonte del pensamiento y de la vida filosófico/teológica y espiritual sub specie aeternitatis (bajo la forma de la eternidad). La persona y la enseñanza del padre Reginaldo son unificadas por una claridad y una agudeza de ingenio, por un fervor y por un vigor de exposición, que resumen en una síntesis luminosa y calurosa la ciencia sagrada indagando en profundidad las alturas de la verdad natural y los abismos del misterio sobrenatural. Él fue también el campeón de la batalla contra el modernismo y el neo-modernismo porque, como amaba repetir, “no se puede enseñar la verdad sin refutar el error”.

El padre Reginaldo en 1897 entra en la Orden de Santo Domingo. En 1902 es ordenado sacerdote y en 1905 inicia la enseñanza de teología en Le Saulchoir en Bélgica bajo la guía del padre Ambroise Gardeil. En 1909 es llamado a Roma por el padre Giacinto Cormier, Maestro General de los dominicos, para enseñar teología dogmática en la Pontificia Universidad Dominicana del Angelicum donde permanece por casi medio siglo hasta 1960; los últimos 4 años de vida los pasa en un hospital romano golpeado por una especie de alzhéimer, que lo reduce al estado vegetativo.

La síntesis tomista está destinada a “permanecer en la historia del pensamiento cristiano” como escribía su traductor, el padre dominico Ignacio Paci de Siena. Esta obra es el fruto de la madurez científica del autor (preciso, claro, metódico y profundo) en el campo de la filosofía y de la teología tomística. La profundidad y la claridad son sus notas distintivas así como de toda la producción del padre Reginaldo (el cual une el rigor científico a la capacidad de hacerse entender), producción que es una especie de “Suma” la cual encierra no solo el pensamiento filosófico/teológico de santo Tomás de Aquino, sino también los comentarios del padre Garrigou-Lagrange a los escritos tomísticos leídos a la luz de los tres grandes autores de la segunda escolástica preferida por él (el Gaetano, el Ferrarense y Juan de Santo Tomás). Además hay algunos capítulos que tienen que ver con la filosofía perenne y que han tocado su culmen con el Angélico.

La primera parte de La Síntesis Tomista se refiere a la metafísica del tomismo y trata de los principios primeros conocidos en sí mismos, del ser inteligible de la cosa sensible como objeto formal del intelecto humano y de la distinción real entre potencia y acto. Ciertamente esta parte es muy profunda, aunque para nada árida y fría, sino tal vez es la menos brillante de la producción del padre Garrigou-Lagrange que ha visto en la filosofía tomista solo un comentario de aquella aristotélica y no una producción original del Aquinate que supera también al aristotelismo por la distinción real entre esencia y ser, visto como acto último de toda esencia, forma, perfección; mientras el Estagirita se había parado en la metafísica de la esencia sin elevarse al ser como acto último y perfecto.

La segunda parte de la síntesis tomista trata de la teología del Angélico, se inicia con el tratado del De Deo Uno de la Suma de Teología ya comentado por el padre Garrigou-Lagrange en sus cursos de teología dogmática iniciados en 1909 en el Angelicum de Roma y publicado por la Editora Marietti de Turín en 1938. Muy importante, es más superlativo, es el capítulo de ‘La Síntesis Tomista’ en la cual el padre dominico afronta el problema de la voluntad de Dios y de la libertad del hombre a la luz de la doctrina tomista sobre la predestinación, que tantas polémicas ha suscitado entre molinistas y tomistas, de los cuales el último, el padre Reginaldo (La predestinación de los santos y la gracia, París, 1935; La gracia, Turín, Marietti, 1946; La comedia banneziana y el reciente sincretismo, en “Angelicum”, 1946, p. 3 ss.) fue uno de los máximos campeones por la perspicacia y la claridad con las cuales ha tratado un problema tan delicado sobre el cual el padre dominico Domingo Bañez expuso su contribución decisiva en el siglo XVI contra el jesuita Luis de Molina.

En la tercera parte de la síntesis tomista el padre Reginaldo resume su comentario al De Deo Trino (Turín, Marietti, 1943) concluyendo, a la luz de la teología mística, con la inhabitación de la Santísima Trinidad en las almas de los justos. En la parte cuarta estudia el tratado sobre los ángeles y sobre el hombre, da las pruebas de la inmortalidad del alma, la verdadera noción de psicología metafísica sobre el conocimiento humano, que es la que mejor corresponde a la realidad entre todas las teorías de varios filósofos, que han tratado de explicar la naturaleza del conocimiento del intelecto humano alejándose de la postura de Aristóteles y santo Tomás.

En la quinta parte encontramos el compendio sobre el Verbo Encarnado (El Salvador y su amor por nosotros, París, 1933; Cristo Salvador, Marietti, 1945) para concluir con el tratado sobre la Mariología (La Madre del Salvador y nuestra vida interior, París, 1941). En la parte sexta se tratan los sacramentos (La Eucaristía, Turín, Marietti, 1942) y en la séptima la teología moral (Las virtudes teológicas, Turín, Marietti, 1949) y la espiritualidad, materia en la cual el padre Reginaldo fue maestro insuperado (con sus obras Perfección cristiana y contemplación, 2 volúmenes., París, 1923; Las tres edades de la vida interior, 3 volúmenes, París, 1938-1939; La Providencia y confianza en Dios: fidelidad y abandono, París, 1932; La vida eterna y las profundidades del alma, París, 1949). 

La parte octava es un resumen originalísimo que encierra el camino filosófico del tomismo desde el Angélico hasta el 1950. Esta se abre con las XXIV tesis del tomismo compuestas y comentadas por parte de Guido Mattiussi; prosigue con la profundización del valor ontológico del principio evidente de no contradicción y de causalidad; luego pasa al problema de la verdad (“adaequatio rei et intellectus”), que con Maurice Blondel y el modernismo (“adaequatio rei et vitae”) fue distorsionado abriendo las puertas al error filosófico subjetivista y a la herejía de la evolución heterogénea del dogma; finalmente concluye con una especie de canto del cisne sobre la distinción entre gracia eficaz y suficiente para aclarar todavía mejor la cuestión de la providencia, del movimiento y de la predestinación divina respecto a la libertad humana.

En la edición italiana de 1953 se encuentran dos apéndices: la primera sobre la inmutabilidad del dogma en polémica con el modernismo clásico condenado por san Pío X en 1907 (Encíclica Pascendi) y el otro en polémica con el neo-modernismo, sobre la Encíclica Humani Generis (12 de agosto de 1950) de Pío XII (en cuya elaboración el P. Reginaldo ha colaborado) que condena la nueva teología, la cual tristemente ha penetrado en el interior del ambiente eclesial, a pesar de la condena pacelliana, con Juan XXIII y el Concilio Vaticano II. Aconsejamos, por lo tanto, el estudio serio, constante y a fondo de este libro que ayuda a entender la doctrina tomista en manera sintética, bajo la guía de un maestro tan hábil como Garrigou-Lagrange, que ha estudiado casi 50 años en manera analítica, tratado por tratado, cuestión por cuestión, problema por problema la enseñanza de santo Tomás, el cual impregna cada página de este libro y lo ha resumido en una manera que más bella, clara y limpia no se podría. El padre Reginaldo solía decir: “Los profesores jóvenes enseñan más de aquello que saben, aquellos de media edad enseñan lo que saben, los ancianos enseñan menos de lo que saben resumiendo todo en una síntesis que recorre todas las preguntas a la luz de los principios supremos de la ciencia sagrada”. Pues la síntesis tomista es el libro en el cual el eminente teólogo dominico ha enseñado menos de aquello que sabía, pero de una manera tan sabrosa, caliente y sintética que vale por sí solo todo lo que valen sus innumerables tratados tomados aisladamente.

sì sì no no

Hasta poco antes del Concilio Vaticano II decir Garrigou y decir teología católica era la misma cosa. Era él el maestro indiscutible. Es sabido que su parecer tuvo un peso determinante en la condena de la nueva teología.

miércoles, 21 de octubre de 2020

NOTICIAS VARIAS 21 de octubre de 2020



INFOVATICANA

Sánchez utiliza al Papa Francisco como arma contra Vox


Selección por José Martí

Foreign Policy denuncia que el Papa no aplica ‘Fratelli tutti’ a sus pactos con China (Carlos Esteban)



“No hay nada en la nueva encíclica del Papa Francisco -Fratelli tutti (“Hermanos todos”)- con lo que disienta, excepto su hipocresía”, comienza el artículo de Benedict Rogers, en el último número de Foreign Policy.

Lamenta Rogers un rasgo que nos ha desconcertado a menudo en este papado, a saber, el fuerte contraste entre lo que se predica y lo que se hace, en el caso que le ocupa, la ardiente llamada del Papa a respetar la intrínseca dignidad de todo hombre, sin importar su origen, nacionalidad o raza, con su actitud de cerrar los ojos a las violaciones de los derechos humanos en la China con la que trata de sacar adelante unos pactos secretos más que cuestionables.

Empieza el autor desgranando en varios párrafos amplias citas literales de Fratelli tutti en las que se desarrolla esta llamada al respeto de los derechos humanos y otras no menos significativas como esta: No se trata de proponer un perdón renunciando a los propios derechos ante un poderoso corrupto, ante un criminal o ante alguien que degrada nuestra dignidad. Estamos llamados a amar a todos, sin excepción, pero amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable. Al contrario, amarlo bien es buscar de distintas maneras que deje de oprimir, es quitarle ese poder que no sabe utilizar y que lo desfigura como ser humano. Perdonar no quiere decir permitir que sigan pisoteando la propia dignidad y la de los demás, o dejar que un criminal continúe haciendo daño”.

Añade Su Santidad, recuerda Rogers, que no debe olvidarse la defensa de la libertad religiosa en el trayecto hacia la fraternidad y la paz. También subraya el autor del artículo la apasionada oposición del Santo Padre a la pena de muerte, pasando por alto que China es precisamente el país que más la aplica en el mundo.

Y concluye: “Coincido apasionadamente con todo esto. Mi única pregunta -y la dirijo directamente al propio Santo Padre- es: ¿Por qué exime a China de todo esto, en lo que respecta al Vaticano?

Carlos Esteban

Una llamada que no llega



Una de las conductas que más ha caracterizado al pontificado de Bergoglio ha sido su compulsión a las llamadas telefónicas. Los tiempos de paz y bonanza de los que goza el Estado Vaticano permiten a su monarca absoluto pasatiempos de este tipo.

El último que conocimos fue el del día lunes 19 de octubre, cuando llamó a Evo Morales para felicitarlo por el triunfo de su partido, el Movimiento al socialismo, en las elecciones presidenciales de Bolivia celebradas el día anterior. El Sr. Morales no es precisamente un líder cristiano; más bien todo lo contrario. Debió huir de su gobierno envuelto en escándalos de todo tipo, todos recordamos la cruz con la hoz y el martillo que le regaló al Pontífice durante su visita a Bolivia, y que tanto le complació, y recordamos también la promoción explícita que hizo durante sus largos años en el poder de las religiones paganas y sus durísimas críticas a la labor evangelizadora de la iglesia. Un angelito.

Más allá de la intrascendencia que tiene ya las palabras y los gestos papales, creo que sería conveniente llamar la atención de Francisco acerca de un hecho triste y doloroso que está sucediendo en nuestro país y que él, con una simple llamada telefónica, podría ayudar a suavizar sinsabores y consecuencias. 

Hace pocos días, algunas organizaciones feministas han denunciado ante el Consejo de la Magistratura pidiendo su juicio político, a los doctores Javier Anzoátegui y Luis María Rizzi, jueces del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional, a raíz de un ejemplar fallo relacionado con el asesinato de un bebé en el vientre de su madre, práctica conocida como “aborto” o, más civilizadamente, ILE.

Aquí pueden leer el voto del Dr. Anzoátegui, y aquí la noticia publicada en un medio de prensa que se caracteriza por la defensa de los derechos de (algunos) humanos. El nivel ideológico de la acusación puede medirse, por ejemplo, en este párrafo surrealista: “…los jueces hablan de “hija” o “niña” para referirse al “producto de la gestación” que fue abortado, “en franco desconocimiento del sistema de filiación imperante, que requiere de una “persona” para crear vínculos de ese tenor”.

El testimonio público de los dos magistrados merece el respeto y admiración de todos los cristianos, y merece también nuestro apoyo y cercanía en estos momentos de persecución. Me pregunto si no merecerían también una llamada telefónica pontificia. En última instancia, los doctores Anzoátegui y Rizzi son un poco más valiosos, aunque no tan políticamente correctos, que Evo Morales. Y si no fuera del Papa, algún gesto al menos del episcopado argentino, o de algún obispo. Es posible que alguno de ellos les haya expresado su cercanía pero, en ese caso, convendría que el o los prelados, la hicieran pública, aunque me temo que no podemos esperar de ellos ningún gesto de valentía, ni siquiera el de un llamado telefónico.

The Wanderer

martes, 20 de octubre de 2020

Ciencia, verdad, gobierno, mass media, mascarillas, PCRs y sentido común [José Martí] (3 de 4)



 4 

¿Qué se sabe sobre el Covid-19?

¿Hay algo que sepamos con certeza acerca de este virus? Falta mucho por conocer, pero algo se sabe. Por ejemplo, en la información científica acerca del SARS-CoV-2 (virus que causa la enfermedad del Covid-19) se nos ha dicho - aquí con toda razón- que este virus se transmite, principalmente, a través de las gotículas generadas cuando una persona infectada tose o estornuda. Estas gotículas son demasiado pesadas para permanecer suspendidas en el aire y caen rápidamente sobre el suelo u otras superficies. La infección puede darse (¡y se da sólo en un pequeño porcentaje de gente!) al inhalar el virus, si se está cerca de una persona con Covid-19 o si, tras tocar una superficie contaminada, se tocan los ojos, la nariz o la bocaPor eso se recomienda que haya una distancia mínima de un metro  (según la OMS) entre las personas (otros hablan de 1,5 m o incluso de 2 m; pero no es eso lo que dice la OMS).

En resumen: La enfermedad del Covid- 19 puede cogerse por contaminación si se tiene contacto físico con una persona que esté infectada por el SARS-COV-2.  Y hay que saber también que, aun cuando esto ocurra, no siempre se coge la enfermedad. Eso sí, como medida de prevención y de prudencia, se  impone una cuarentena a estas personas que han estado en contacto con otra persona que tenía el Covid-19.

A tener presente para no contagiarnos

Dicho lo cual, es evidente que tenemos que extremar los cuidados, pero sin  llegar a obsesionarse sobre el tema. Sólo es preciso tener "in mente"  unas pocas ideas y luego llevarlas a la práctica. A saber:

(1) Tiene que haber personas cerca de nosotros. Si no las hay, es decir, si uno se encuentra aislado, bien en su casa, bien dentro del coche, paseando al aire libre, en solitario, etc... ahí no hay posibilidad alguna de contagio. Esto es de sentido común

(2) Supongamos ahora que hay personas a nuestro alrededor:

2a) En este caso es preciso guardar las distancias que se nos indican, a saber, un metro (según la OMS) o bien 1,5 metros. Estas distancias son suficientes. 

2b)  Al mismo tiempo, tenemos que ser conscientes de que la mayoría de esas personas que nos rodean, son personas sanas ... ¡y las personas sanas no transmiten ninguna enfermedad a nadie!. En el caso poco probable, pero posible, de que una persona estuviese infectada, podemos afirmar, casi con toda seguridad, que esa persona no estaría allí cerca de nosotros, sino que se quedaría en su casa, guardando cuarentena, o bien acudiría a un hospital. Esto no quita para que tengamos siempre la precaución de guardar las distancias ... pero sin agobios. ¿Por qué? Pues porque la probabilidad de contagiarse es mínima, dado que es muy grande el porcentaje de personas sanas que nos rodean, las cuales no pueden transmitirnos ninguna enfermedad. Dicho esto, tengo en cuenta que la condición humana es tal que, con demasiado frecuencia, da lugar a que muchos se dejen llevar por un exceso de imaginación y, obsesionados, vean virus por todas partes. Sería bueno que tales personas controlaran su imaginación enfermiza, que les lleva  a ver donde no hay, pues sufren innecesariamente. La realidad es que es muy difícil contagiarse, máxime si se cumplen las normas de distancia.

2c) Pero es más: incluso si hubiera mucha proximidad entre personas ... y para colmo, tuviésemos a nuestro lado a alguien infectado (altamente improbable, como digo) sería necesario que dicha persona tosiera o estornudara hacia nosotros ... ¡Y ni siquiera así podríamos tener la seguridad de haber sido contagiados! ... aunque, lógicamente, en este caso sería aconsejable, por prudencia y responsabilidad -y ante la duda- que nos acercáramos a un hospital, para que nos examinaran ... y, con toda probabilidad tendríamos que guardar la cuarentena de 14 días que se exige.

(3) ¿Y qué ocurre si somos contagiados?

En este caso, debemos de tener en cuenta, para no ser dominados por el pánico, que el Covid-19 de ahora no es, ni con mucho, como el de marzo, el cual sí que era letal. Si alguien sufriera ahora esta enfermedad, es muy difícil que de ella se siguiera la muerte (excepción hecha de personas muy mayores y con patologías previas ... y no necesariamente). Para que nos hagamos una idea: lo que ocurriría es como si cogiésemos el virus de la gripe ... y, aunque los hay, como se sabe, sin embargo son pocos los que mueren por una gripe. Ésa es la idea que deberíamos de tener "in mente", a mi entender:  La pandemia, propiamente dicha, es la que tuvo lugar en marzo, abril y parte de mayo, en donde fueron muchos los que se contagiaron y muchos -también- los que murieron ... debido, en parte, a la negligencia del Gobierno quienes, estando avisados, permitieron, sin embargo, la concentración feminista del 8-M. La situación ahora (en lo que se ha venido a llamar segunda ola) es diferente. Si nos expresamos con rigor, en estos momentos no existe una pandemia, como en la primera ola, sino una epidemia. La diferencia entre ambas es que en una epidemia son muchos menos los que se infectan, el virus es más débil y son muy pocos los que mueren por esta causa: casi todos se recuperan ... Y de los pocos que mueren, una gran mayoría se debe  a que sufrían de patologías previas, de las cuales han muerto (y no del virus). Conviene tener clara esta idea, porque, quieras que no, tranquiliza un poco. 

Lo que sí sabemos que no es el Covid-19

De momento no se sabe mucho más sobre este virus (como no se sabe todo de casi nada) aunque sí lo suficiente como para poder evitar ser contagiados; y es siguiendo las instrucciones que se nos den; pero haciendo siempre uso del sentido común, como hemos dicho.

Tendría que ser radioactivo el Coronavirus ... ¡y sólo entonces estarían justificadas muchas de las medidas que se están tomando ahora ... porque, efectivamente, la radioactividad sí que se transmite a largas distancias ... ¡Pero no es el caso! Y de esto sí que podemos estar seguros: ¡El famoso coronavirus no es radioactivo! Es muy importante tener en cuenta esta afirmación, pues se corresponde con la realidad. De ahí que la imposición de la mascarilla obligatoria, en todo momento, incluso cuando uno se encuentra en espacios libres, no tiene ninguna razón de ser. ¡Es un absurdo y un sinsentido! Además, tan solo tenemos que ver lo que ocurre cuando varios amigos se acercan a un bar a tomar un piscolabis: ¡se quitan todos las mascarillas mientras están sentados, hablando sanamente ... y, por cierto, sin guardar las distancias! ¡Y no pasa nada! Me explico: yo estoy de pie, con la mascarilla puesta (se supone que para evitar contagios). Entro en un bar y me siento. Acto seguido me quito la mascarilla y eso está permitido. ¿Acaso el virus desaparece cuando me siento? Es una hipocresía la que estamos viviendo. ¿Por qué no se le dice a la gente que el virus no está en el aire?   

Porque hay mucha gente que piensa que el virus está en el aire, como si tuviera vida propia ... y por eso van por la calle todos con su mascarilla, con cierto miedo, cuando no pánico. Y hay un pequeño detalle, que suele olvidarse; y no debería ... y es que EL VIRUS NO ESTÁ EN EL AIRE. ¡Y esto sí que está demostrado científicamente! No hay ninguna duda, en este sentido, en toda la comunidad científica. esta información, que es tan importante, se le oculta a la gente ... en prácticamente todos los medios de "comunicación" de masas: ¿por qué? Hay países en los que la gente va sin mascarilla cuando sale de paseo y camina, bien en solitario o bien con personas con las que convive habitualmente. Si el virus, que se supone que es el mismo, estuviese en el aire, eso sería cierto siempre, en todos los casos y en todas partes. Eso no ocurre por la sencilla razón de que no existe evidencia científica que avale esa desinformación. No debemos olvidarlo: EL CORONAVIRUS NO ES RADIOACTIVO Y NO SE TRANSMITE POR EL AIRE.

Sería bueno que la gente hiciera uso de los conocimientos científicos de los que ya se dispone ... lo que lleva consigo una labor de "búsqueda". Cuando se tengan dudas hay que acudir a sitios de confianza para intentar resolverlas ... y al decir sitios de confianza no me refiero a la tele, que es, por desgracia, la única información de la que dispone la mayoría de la gente ... una tele de la que sabemos muy bien que, estando pagada por el Gobierno Social Comunista que tenemos, no vamos a encontrar verdades científicas y sanitarias, sino tan solo "políticas". 

Ya hemos hablado de que la transmisión de este virus se da sólo entre personas. Y, por razones obvias, las personas sanas no transmiten el virus: no pueden transmitirlo puesto que no lo tienen. Y, en cuanto a aquello que se dice de que aunque las personas sean asintomáticas podrían, sin embargo, transmitirlo pienso, sinceramente, lo siguiente: primero, que los llamados asintomáticos, en un porcentaje elevadísimo de casos, lo son, precisamente, porque están sanos ... y por eso no presentan síntomas ni pueden presentarlos. Segundo, no está demostrado que aquellos asintomáticos que tuvieran el virus puedan transmitirlo a otros. Son meras especulaciones. Y en cualquier caso, ¿cómo puede saberse que el asintomático en cuestión tiene el virus? ¡Podría tratarse, perfectamente, de una persona sana! La inmensa mayoría de los que nos rodean son sanos y, por lo tanto, asintomáticos. ¿Cómo puedo yo diferencia entre un asintomático con virus y otro sin virus?  Lo que no se puede hacer es vivir con ese miedo en el cuerpo, un miedo que el Gobierno desea que tengamos, para que no podamos manifestarnos en masa contra él. Sabemos que no hay pandemia, pues son muy pocos los muertos por este virus de la "segunda ola". ¿Por qué no podemos prescindir ya del uso de la mascarilla (salvo en casos muy concretos, como hospitales, etc), cuando se sabe, además, que no existe evidencia científica de su eficacia, según la OMS? 

Estoy convencido -y como yo, hay muchos- de que la razón de fondo por la que se obliga a llevar mascarillas en todo momento es puramente política y no sanitaria. El Gobierno tiene miedo de que la gente se manifieste en las calles con toda libertad ... y para evitarlo se está sirviendo de este virus, cuya tasa de mortalidad es casi nula (pensemos en una gripe normal). Y esto es algo que no lo digo yo, sino el mismo Pablo Iglesias, como se ha dicho ya en este blog: "Tenemos que politizar el dolor" "Hay que aprovecharse de esta situación, ahora que podemos" ... y otras expresiones por el estilo. ¿Cómo podemos seguir fiándonos de un Gobierno comunista, como el que padecemos, sabiendo que nos engaña y que sólo aspira a conseguir el poder absoluto, estando por encima de la justicia, de la verdad y del bien común?

José Martí (continuará

La extraña pareja (Carlos Esteban)

Pedro Sánchez viaja por primera vez a Roma para hacerse la foto con Su Santidad, ya es casualidad, coincidiendo con la moción de censura presentada por Vox contra su ejecutivo recosido de retazos. El Papa, Vicario de Cristo, no puede hacer acepción de personas, en imitación de su Maestro. Eso hace que no se le pueda juzgar como a cualquier otro líder mundial ni reprocharle que se reúna con dictadores, tiranos o personajes de dudosa moralidad.

Otra cosa es Sánchez, por supuesto. Nuestro Maquiavelo de baratillo no da puntada sin hilo, y quiere la foto junto a un sonriente líder de los católicos para dejar claro que también el voto de los creyentes es suyo.

Vox no es un partido confesional, por más que la vicepresidente Calvo haya querido reconminarle en el Parlamento recordándoles la encíclica -que, por supuesto, no ha leído- ‘Fratelli tutti’, la tercera y más reciente de Francisco. Pero a nadie se le escapa que, en un país tradicionalmente católico, abundan los fieles entre los votantes del partido verde.

El problema es que Francisco sí hace acepción de personas. Mike Pompeo, por referirnos a un ejemplo reciente, secretario de Estado norteamericano y, por tanto, representante de la primera potencia mundial, estuvo en Roma y, pese a su deseo, Su Santidad no le recibió. El ‘Papa de los gestos’ ha sido igualmente transparente con el presidente norteamericano, Donald Trump, de quien dijo que “no era cristiano” por su intención de construir un muro con México. Lo dijo en el interior del único Estado del mundo completamente circundado por un muro, aunque es posible que un pontífice que menciona elogiosamente en cuatro ocasiones al líder del Islam suní en su última encíclica no le negase a Trump la condición de cristiano como un reproche. Todos hermanos, al final, lo que nos recuerda que Caín y Abel eran hermanos.

Esta última encíclica, ‘Fratelli tutti’, es significativa a este respecto. Ha sido calificada como la más ‘social’, ese piadoso eufemismo que en la jerga eclesiástica significa ‘política’, pero no lo es mucho más que la anterior, ‘Laudato Sì’, y ambas en una misma dirección, que coincide con esa temprana entrevista en la que se calificó de izquierdas por oposición (“nunca he sido de derechas”). Por qué un representante de Cristo en la tierra crea necesario definirse políticamente, con el consiguiente efecto divisivo entre sus hijos espirituales, es un misterio, pero un misterio que ha planeado poderoso sobre todo su pontificado.

Hablábamos antes de las cuatro menciones que aparecen en la encíclica del imán Al Tayyeb, pero también es curioso observar que la ONU aparece 26 veces, frente a las cero veces que aparecen “sacramentos”, “matrimonio”, “sacerdocio” o “Misa”. Cristo es mencionado seis veces; María, dos. Como documento doctrinal resulta, digamos, bastante excepcional.

Todo esto dibuja un panorama ciertamente inquietante para los fieles, de un Papa que parece más interesado en el panorama político con una línea marcadamente similar a la de las élites intelectuales mundialistas y que se aparta visiblemente de la defendida por los pontificados anteriores.

Las condenas papales al socialismo han sido numerosas pero, en cualquier caso y aunque no hubiera habido una sola, es una evidencia histórica que el socialismo ha considerado desde el principio a la Iglesia como enemiga a destruir. Esa es una de las tragedias de los católicos de izquierda, que su ideología les convierte en camaradas de quienes sueñan con destruirles.

Y que lo han intentando con notable testarudez a lo largo de la historia. Sin ir más lejos, el pasado 29 de noviembre el propio Francisco aprobaba la beatificación de 16 españoles mártires de la Guerra Civil. ¿Quién supone Su Santidad que martirizó y mató a estos 16 -entre muchísimos otros- durante la contienda; con qué visión del mundo cree que justificaban su crimen?

El propio partido de Sánchez -no uno parecido, no uno con ideas parejas: el mismo- tuvo un innegable protagonismo en la represión de los católicos y en la destrucción de las iglesias antes y durante nuestra guerra civil, por más que pronto sea ilegal, por virtud de la orwelliana Ley de la Memoria Histórica y Democrática, reconocer este frío dato histórico.

La izquierda que representa Sánchez y que reivindica el Papa es una ideología utópica y completa, rival, por tanto, de la fe, de cualquier fe. No se puede servir a dos señores, y menos cuando uno de ellos quiere borrar al otro de la faz de la tierra.

Carlos Esteban

NOTICIAS VARIAS 20 de octubre de 2020



CHIESA E POST CONCILIO

lunes, 19 de octubre de 2020

Ciencia, verdad, gobierno, mass media, mascarillas, PCRs y sentido común [José Martí] (2 de 4)




Continuando con el tema de la mascarilla

La medida que se ha tomado en España ( y también en otros países, aunque no en todos) [pinchar también aquí] que consiste en salir ya de casa con la mascarilla puesta y no quitársela si no es para comer o introducir algo en la boca es una auténtica exageración, que carece de todo rigor científico, aunque en la tele se diga lo contrario. Ya sabemos quién paga la tele: a la gente se la engaña, o bien ocultándole información o bien dándole información falsa ... haciéndole creer, por ejemplo, que el virus se encuentra en el aire, en todas partes, se vaya por donde se vaya. Esto es un auténtico disparate, una mera conjetura arbitraria, sin base científica que la respalde, y que se impone de modo obligatorio, para crear pánico en la población ... Y así se consigue (como muy bien dice Pablo Iglesias cuando habla de "politizar el dolor" y de aprovechar políticamente esta situación) que la gente no se manifieste públicamente en la calle, en todas las ciudades de España, que es lo que ocurriría, con toda seguridad -y, además, de forma masiva- de no ser por esta "falsa pandemia", puesto que, no nos engañemos,  ya no hay pandemia, propiamente dicha, sino epidemia, al haberse reducido drásticamente el número de muertos, gracias a Dios.

Recordando al comité de expertos

¡No se puede tener confinada a toda una nación basándose en conjeturas!  ¿Qué intereses se ocultan detrás de esta mentira, a la que adornan con el adjetivo de "científica"? La ciencia es otra cosa: aquí no se ha seguido, en absoluto, el método científico, que es el propio de todo trabajo científico serio. Las hipótesis o conjeturas que se hagan deben de ser luego contrastadas con la experiencia: ¡esto no se ha hecho!. Por eso no vale que nos digan que la información que nos llega a través de la tele o los periódicos procede de las "autoridades sanitarias" (son más bien las autoridades políticas, o sea, el Gobierno, quien dictamina lo que deben decir esas "llamadas" autoridades sanitarias. Parecería como que estas "autoridades" están diciendo algo verdadero y testado científicamente. En realidad, son simples hipótesis, que no resisten un análisis científico riguroso. 

Recordemos, por ejemplo, el famoso comité de expertos, del que hablaba Sánchez, diciendo que él estaba presente en dicho comité y que era algo realmente serio. Luego resultó que tal comité de expertos nunca había existido. Jugar así con la salud de las personas es grave, máxime cuando el responsable directo de esa mentira (¡un gran experto en el "arte" de mentir!) es el propio presidente de la nación ... ¿Qué tiene que ocurrir para que la sociedad reaccione, antes de que sea demasiado tarde? Es importante apoyar la moción de censura de VOX al Gobierno (que se hará desde el miércoles, 21 de octubre, a las 9:00 hasta el jueves, 22 de octubre, a las 14:00). Nosotros, como españoles de a pie, no podemos hacer nada en este sentido, pero PP y Ciudadanos sí que pueden y tendrían que apoyarla, por el bien de la nación (¡olvidándose de sus propios intereses partidistas!). Cierto que tal apoyo no va a dar lugar a un cambio de Gobierno, pero si fueran verdaderos representantes de los españoles que los han votado, no cabe duda de que apoyarían esa moción. Según lo que hagan sabremos a qué atenernos a la hora de votar en las próximas elecciones. 

¿Por qué no se han realizado autopsias de los cadáveres de personas muertas por (o con) coronavirus?

Llama la atención (¡o debería de llamarla!) que los cadáveres de personas fallecidas con coronavirus, real o probable, hayan sido incluidos por el Gobierno de España en el grupo II, un grupo que se refiere sólo a las sustancias radioactivas (como si el coronavirus fuera radioactivo, que no lo es). Y por eso, al estar incluídos en ese grupo, no se ha permitido su autopsia. Esto lo explica muy bien la doctora Natalia Prego, de Médicos por la verdadLa Dra Natalia Prego Cancelo nos explica que el Ministerio de Sanidad clasificó a los fallecidos por Covid-19 como radiactivos de acuerdo a los procedimientos para el manejo de cadáveres de Covid-19. El dolor causado a los familiares de enfermos de los fallecidos y a toda la sociedad por causa de tener que incinerar los cadáveres, sin haber podido realizar autopsias que confirmaran el Covid-19 sospechoso, y no poder ser nunca exhumados, merece una investigación en profundidad,  puesto que no existe ninguna evidencia científica de que los cadáveres de una enfermedad como covid-19 sean radiactivos

Lo mismo ocurre con la OMS, que ha "recomendado" también que no se haga autopsias a estos cadáveres. Me viene a la mente lo que ocurrió en el atentado terrorista del 11-M de 2004 en Madrid, en donde (¡oh, casualidad!) lo primero que se destruyeron fueron los trenes (o sea, las pruebas necesarias para poder investigar bien la autoría de este atentado, en el que murieron 193 personas y en el que hubo más de 2000 heridos). Salvando las debidas proporciones, nos encontramos con que, también ahora, lo primero que se hace es incinerar a los cadáveres de aquellas personas que, supuesta o realmente, han muerto de (o con) coronavirus.

En cierto modo se puede decir que están destruyendo las pruebas. ¿Cómo se puede investigar bien acerca de un virus al que no se tiene acceso porque se lo ha eliminado, incinerando a los cadáveres que, supuestamente, lo tienen?  Es difícil de entender ... a menos que haya "gato encerrado". Según la doctora Roxana Bruno,  experta en inmunología,  a nivel internacional,  ha sido gracias a un grupo de médicos de Italia, que desobedeció esa orden, como se ha podido avanzar bastante -aunque no lo suficiente- en el conocimiento de este virus letal. 

José Martí (continuará)

NOTICIAS VARIAS 19 de octubre de 2020

 


SPECOLA

Los sórdidos bajos fondos del Vaticano: ‘diez millones y nadie saldrá herido’, el cisma alemán del Papa Francisco, pagar al Cesar

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En Estados Unidos disminuyen los cristianos y aumentan los que no profesan una religión. Pero Trump tiene sus seguidores fieles

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SECRETUM MEUM MIHI