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jueves, 11 de enero de 2018

Neolengua: 5 métodos de manipular palabras que se usan para que no te atrevas a discrepar



Si el progresismo goza de una posición hegemónica en Occidente no es por su fuerza de convicción. El adoctrinamiento escolar tampoco sería capaz de garantizar por sí solo es dominio.

Cinco consejos prácticos para liberarte del candado ideológico de la izquierda
Siete formas de contestar a un progresista utilizando sus propias falacias demagógicas

Indudablemente, el papel de los medios de comunicación en ese escenario ha sido fundamental, pero con manipular los hechos no habría bastado para que el progresismo alcanzase sus objetivos. A la hora de transmitir ideas y blindarlas frente a cualquier crítica, el progresismo ha utilizado formidablemente el poder de las palabras, manipulándolas. 

En su famosa novela “1984”, George Orwell escribía: 
"La intención de la neolengua no era solamente proveer un medio de expresión a la cosmovisión y hábitos mentales propios de los devotos del Ingsoc, sino también imposibilitar otras formas de pensamiento". 
Ésta es la misma finalidad de la neolengua progresista de hoy en día. Veamos algunos ejemplos:

1. Disfrazar la verdad

Este método se ha utilizado a menudo en cuestiones como el aborto. La organización polaca Instytut Ordo Iuris‏ recordaba este lunes lo ocurrido en ese país eslavo durante la dictadura comunista: “la doctrina comunista sobre la interpretación de la ley del aborto subrayó que el bien legalmente protegido en lugar del ‘niño concebido’ se convirtió en un ‘estado de embarazo’ y, por lo tanto, no la persona humana con derecho a la vida.” La organización polaca también señalaba la forma con que los comunistas quebraron el estrecho vínculo entre toda madre y el niño que lleva en el vientre: evitando referirse a las mujeres embarazadas como “madres”, pues la propia palabra indica la presencia del hijo. Catalina Adair, antigua empleada del lobby abortista estadounidense Planned Parenthood, señalaba hace unos años: “Me recordaban continuamente que en lo referido al bebé, la terminología adecuada era ‘grupo de células’ o ‘el contenido del útero’.“ El objetivo es claro: cosificar e invisibilizar a los seres humanos a los que se propone liquidar, y de paso ridiculizar a quienes defienden los derechos de esos seres humanos, caracterizándoles como “defensores de fetos” o como personas más preocupadas por un “puñado de células” que por seres humanos propiamente dichos. Curiosamente, es un método de estigmatización ya usado por movimientos racistas, que han presentado despectivamente a defensores de ciertas minorías raciales como “amigos de los negros” o “amigos de los judíos”.

2. Blanquear el mal

Para ocultar el hecho objetivo de matar a un ser humano inocente e indefenso, en la Segunda Guerra Mundial los nazis promovieron el aborto en países como Polonia usando la expresión “auswahl-freiheit” (libertad de elección). Con esta expresión se buscaba que las madres pensasen que no estaban haciendo algo tan horrendo como deshacerse del hijo que llevaban en su vientre, sino que se limitaban a hacer algo tan legítimo como elegir sobre su propio cuerpo, aunque el hijo por nacer no sea parte del cuerpo de la madre y aunque los nazis buscasen, en realidad, la desaparición de la población nativa de los países ocupados: “sólo nos puede satisfacer que las niñas y las mujeres tengan tantos abortos como sea posible”, escribió Hitler en una carta a Martin Bormann sobre Ucrania en 1942. El progresismo actual ha copiado esas técnicas de manipulación, usando términos como “aborto libre” o “interrupción voluntaria del embarazo”, de forma que se oculta la realidad del aborto y, de paso, los provida quedan como personas autoritarias que rechazan la libertad de las mujeres. En esta retorcida forma de manipulación, la libertad de los hijos por nacer y su derecho a vivir son totalmente ignorados.

3. Si discrepas eres una mala persona

Es otro método que el progresismo ha usado con gran eficacia. Con él consigue que el hecho de opinar distinto te convierta en una persona odiosa. Por ejemplo, defender el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer -lo que ha sido históricamente y sigue siendo en la mayor parte del mundo- ya no es algo legítimo: te convierte en culpable de “homofobia”, es decir, odio contra los homosexuales y, con ello, te arriesgas incluso a ser multado en algunos sitios. De igual forma, discutir los disparates de la ideología de género y afirmar el origen biológico de las diferencias entre hombres y mujeres ya ha dejado de ser una opción legítima en medio de un debate de ideas: ahora lo llaman “transfobia”. En la misma línea de impedir el libre debate de ideas, en Occidente puedes criticar cualquier otra religión, pero si criticas el Islam te acusan de “islamofobia”, término que equiparan con el racismo, aunque no estemos hablando de una raza. Curiosamente, estos términos han sido aceptados por medios de comunicación que teóricamente tienen líneas editoriales opuestas, y algunos de los cuales consideraban ridículo que en el franquismo se llamase “antiespañoles” a quienes se oponían a la dictadura. Sin embargo, esos mismos medios nunca llaman hispanofobia o cristianofobia ni a las más claras manifestaciones de odio a España o a los cristianos.

4. El cebo de la tolerancia

La dictadura del relativismo ha socavado el reconocimiento de la verdad. Para el progresismo lo importante no es la verdad, sino una idea tramposa de la tolerancia, que consiste en tolerar únicamente aquellas ideas o hechos que esa ideología considera positivos, aunque luego sus partidarios se muestren intolerantes hacia quienes discrepan de ellos. Un ejemplo de estas manipulaciones lo tenemos en España en los sondeos de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Bajo diversos gobiernos (se hizo, por ejemplo, en diciembre de 2000, con el PP en el poder, y en junio de 2004, ya gobernando el PSOE), el CIS ha planteado a sus encuestados preguntas en las que se les animaba a pronunciarse cómo eran de “tolerantes” ante diversas cuestiones, metiendo en el mismo saco a otras ideologías y religiones, por un lado, y a atrocidades como el aborto. Era una forma de condicionar al encuestado, haciéndole sentirse intolerante si no daba una respuesta satisfactoria desde un punto de vista progresista. A pesar de ello, la mayoría de los encuestados se mostraron poco o nada tolerantes con el aborto (un 49,3% en 2000 y un 48,6% en 2004). Cabe preguntarse si el porcentaje habría sido mayor de haber preguntado a los encuestados -sin eufemismos- si están de acuerdo con que se mate a hijos por nacer.

5. Sólo eres extremista si discrepas del progresismo

Un método de manipulación del que ya he hablado en este blog y que ha sido muy eficaz, pero que cada vez lo es menos, consiste en presentar como radicales a los que discrepan, pero negando todo extremismo en las filas afines al progresismo, incluso cuando hablamos de elementos totalitarios como los comunistas. Los medios de distintas tendencias hablan a menudo de “ultraderecha”, pero no de “ultraizquierda”. De igual forma, ciertos medios hablan de “ultracatólicos” pero nunca de “ultraateos” o “ultramusulmanes”, o afirman que hay “ultraconservadores”, pero nunca se les ha visto hablando de “ultraprogresistas”. Es como si el hecho de ser de izquierdas te hiciese inmune a ese prefijo tan poco favorecedor. Curiosamente, este método de manipulación ha funcionado durante décadas, mientras sembraban el terror bandas terroristas de ultraizquierda como ETA, los GRAPO y otras. ¿Cómo es posible? La propia izquierda moderada se encargaba de borrar el carácter de ultraizquierdista de esos criminales tachándoles de “fascistas”, aunque en realidad fuesen partidarios del marxismo-leninismo. Estos últimos años, el auge de los populismos de extrema izquierda ha empezado a cambiar las tornas. Paradójicamente, ahora más gente reconoce la existencia de esa ultraizquierda, pero al mismo tiempo planteamientos surgidos de ese sector, concretamente del marxismo cultural, están más extendidos que nunca: ideología de género, corrección política, ecologismo radical, etc.

ELENTIR

Madre de Dios y madre nuestra: necesitamos tu ayuda más que nunca en este nuevo año 2018 (Michael Voris)


Duración 6:29 minutos

TRANSCRIPT

Happy Solemnity of the Mother of God — a tremendous Feast! And we are going to need the protection of our heavenly Mother this year. Recall that since the Blessed Virgin Mary is the Mother of God, and at the Incarnation, her Divine Son became our brother, then that makes Her our Mother as well, hence the title Our Blessed Mother. This was, of course, all confirmed for us by Our Lord's words from the Cross on Calvary when He said to St. John standing in the place for all of us, "Behold, Your Mother," a point that those who accept the heresy of Protestantism — like those fake Catholics who preach the Alpha program — are happy to dismiss. Don't want to offend anyone, don't you know, anyone, that is except Catholics who actually believe and profess all that the Church teaches.

But back to the thrust of this Vortex — the Church in 2018 is going to need its Mother, its Holy Mother, more than perhaps any time in our 2,000-year history. The crisis in Rome will devolve into chaos. The homosexual affrontery to the Faith by homosexualist bishops will reach a breaking point. The breakdown in the administration of canon law will become clearly evident, bringing about a state of crisis. Everything is in place for a near-complete, visible and total collapse of the Faith, with this entire situation being precipitated by treacherous bishops, greatly assisted by weak, cowardly, feminized and careerist brother bishops.

We are about to behold the greatest visible shrinking of the Church in living memory, with hundreds if not thousands of parishes being sold, scuttled or merged — all while bishops and their delusional staff drone on about the glories of their new evangelization geared around a "welcoming" program completely reliant on heresy as its foundation. Can you say Alpha?

Things never stay static, especially when there are forces at play — just out of sight — who work tirelessly to orchestrate all this and bring it to fruition. And let's be very clear here, what we are talking about: The "forces" at play are not philosophies and ideologies and so forth floating around in the air. They are people, individual, specific people, in league with the diabolical to destroy the Church. In their minds, they may or may not be intentionally trying to end the Church, but whatever their internal intentions that is the effect of their actions.

Huge majorities of Catholics reject the Faith. An Establishment comprised of individuals who do not believe or care about the salvation of souls is largely in charge of the controlling mechanisms of the Church. The very idea of "salvation of souls" is laughable to this crowd and even viewed with scorn. This group of individuals is far-flung and numerous, one might even appropriately say legion. They control the bulk of the Catholic Establishment — religious orders, universities, chanceries, houses of formation, seminaries, hospitals, the bishops' conference in the United States, as well as other countries, parishes, religious education programs. You name it, they run it. And what they push has everything to do with establishing a Church of Humanism, using the existing structures of the Church to accomplish their ends.

Just as what is happening in the culture with everything being exposed from Washington, D.C. to Hollywood, 2018 is shaping up to be the year of reckoning — a reckoning from Heaven. This we do know and know with dogged certainty — evil does not long perdure. God is not mocked forever. A terrific and terrifying battle is about to explode on the Church and therefore the world.

This is the year the Church will need to have recourse to Her Mother more than any other time in Her sacred history. According to the private revelations of Bd. Mother Mary Agreda about the life of Our Lady, it was the Mother of God Herself who organized the structure of the Church after Her Divine Son's Ascension and before Her own Assumption. All of this makes perfect sense when you think and reflect and contemplate with a Catholic mind.

The Church is the Mystical Body of Her Divine Son. It is Him present here on earth. When He was on earth as a child, She organized life for Him as His mother. Raised to the glories of Her maternal life by God Himself, She became, accordingly, Mother of the Church, as well so, of course, it was She counseling, comforting and inspiring the Apostles in those early days who would have loved Her beyond all telling. Saint John had Her in his home. And even though he was not an original apostle, St. Luke appealed to Her to unlock the secrets of those first moments of the incarnated history of salvation.

We are desperately in need once again of Our Mother, and this will be the year She comes to our assistance. And when Mom shows up to make things right, the troublemakers will regret and, we hope, repent — enough is enough.

"Never was it known that anyone who fled to Thy protection, implored Thy help or sought Thine intercession was left unaided."

Mother of God, come to us!

Michael Voris

Noticias varias 9 y 10 de enero


Dominus est

Hay un movimiento para destruir la Moral Católica – la Comunión es sólo el principio

Cardenal: Quienes practican la homosexualidad, anticoncepción y adulterio NO pueden recibir la Comunión

El Prof. Seifert responde al P. Chiodi que defiende el uso de anticonceptivos basándose en ‘Amoris Laetitia’

RIP Padre Georges Salleron FSSP

Canonista: La excepción del Card. Müller para vueltos a casar NO ES POSIBLE

Sí, sí; no, no


Un millón doscientos mil polacos participaron en la Marcha de los Reyes Magos

El obispo de la diócesis alemana de Osnabrück pide que la Iglesia bendiga las uniones homosexuales

Infovaticana

Evo Morales convierte el apostolado en delito en Bolivia

Acosan al colegio Juan Pablo II para forzar su cierre

Iota Unum

GLOBITOS DE ORO

Secretum Meum Mihi




Pecar es popular, pero hablar de pecado no lo es

Life Site News

El Islam y el secularismo quieren monopolizar la plaza pública. He aquí por qué eso es preocupante

El profesor reprende la "desastrosa" aprobación anticonceptiva del nuevo miembro de Academy for Life

National Catholic Register

Francis 'Fifth: Un sínodo, hito Humanae Vitae y más Iglesia Descentralizada

Obispos de EE. UU. Establecen curso sobre traducciones litúrgicas

One Peter Five

Profesor Seifert Comentarios sobre el P."Relectura de Humanae Vitae" de Chiodi

Una mirada al futuro en 2018

El descenso de cincuenta años a la nota 351: nuestra desensibilización progresiva a la Sagrada Eucaristía

La Nuova Bussola Quotidiana

Almuerzo en la iglesia, hay personas que dicen que no

Autogestión con Arcigay: la escuela secundaria educa en un solo sentido

Casapound, la tranquilizadora sala de estar fascista

"La anticoncepción es un deber? El Papa interviene »

Katolisches

El intelectual que mantiene a Bergoglio bajo control

La Iglesis no se disculpa por su enseñanza, según Burke

Crisis Magazine

La idea de una sociedad inclusiva

Crux

El gobierno checo respalda los impuestos sobre la restitución de la iglesia

Pope Francis gives 2,000 poor, prisoners a day at the circus

El Papa Francisco nombra administrador para el movimiento laico plagado de escándalos


First Thing

SOBRE SER VERDADERAMENTE DOGMÁTICO

FRANCIS CANAVAN: UN JESUITA PARA LOS CONFUSOS Y ANGUSTIADOS

Chiesa e post Concilio

El cardenal Burke cuestiona la renuncia de BXVI

Alberto Melloni y las violentas falsedades sobre nuestra historia - Sabino Paciolla

Un miembro de la Academia Pontificia para la Vida: "Sí a los métodos anticonceptivos artificiales", aunque la Iglesia los define como "intrínsecamente equivocados"
Corrispondenza Romana

La "sedación profunda": ¿forma enmascarada de suicidio asistido? (De Mattei)

Il Timone

Los tres grandes peligros de la ley Dat


La alarma del cardenal Vinko Puljić: los católicos "huyen de Bosnia-Herzegovina" debido a la discriminación

Selección por José Martí

Cardenal: Aquellos que practican la homosexualidad, la anticoncepción y el adulterio no pueden recibir la Comunión


Duración 21:21 minutos

Noticias varias: 7 y 8 de enero


Día 7

Profesion de las verdades inmutables sobre el matrimonio (Gloria TV)

El obispo Andreas Laun, da su apoyo a la declaración de lealtad hacia la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio. (Oriente en llamas)


Ad orientem en la capilla Sixtina (Secretum Meum Mihi)

La Sagrada Familia (Adelante la Fe. Padre Alfonso Gálvez)

GK Chesterton y el sentido común del patriotismo católico: una respuesta a George Soros y al padre. James Martin, SJ ( Jesse Russel. Catholic Family News)

Enfrentando el problema del sacerdote gay (The Catholic Thing)

Y luego fueron seis: un cardenal firma la "Profesión de las verdades inmutables sobre el matrimonio sacramental". ¿Hacia dónde van los cardenales Burke y Brandmüller?  (Christopher A. Ferrara. Fatima Network Perspectives) [¡Ya son siete!]


Todos en la escuela de don Milani. Pero si estos son sus alumnos... (Sandro Magister en Il Settimo cielo)

Hollywood liberals are on a slippery slope toward morality…and it’s scaring them to death (Life Site News)

Cardenal Burke: la Iglesia no debe disculparse por su enseñanza sobre la moral sexual (Infocatólica)

EL ECUMENISMO EN JUAN PABLO II. ASIS (I) (Iota Unum. Capitán Ryder)

Alumnos amenazan a Notre Dame con una investigación legal por ofrecer cobertura de control de natalidad (Life Site News)

Profesor con hijo de síndrome de Down: apoyo el 'aborto eugenésico', 'ayuda' a los derechos de discapacidad '(Life Site News)

Reseña de libro: Phil Lawler sobre el Papa como El Pastor Perdido  (Maike Hickson de One Peter Five)

Don Milani, abuso sexual infantil y papa Francisco (Katholischen)

La revista de EKD Chrisom pide una publicidad gratuita sobre el aborto  (Katholischen)




"Borradores de la parte LVII: el peligro del cisma" por Fra Cristoforo (Anonimi della Croce)

También Monseñor Andreas Laun, ex Obispo Auxiliar de Salzburgo, firmó la declaración de fidelidad a la disciplina de siempre en el matrimonio y la eucaristía. (La Fede Quotidiana)

Selección por José Martí

miércoles, 10 de enero de 2018

Acosan al colegio Juan Pablo II para forzar su cierre



Ha causado un considerable revuelo mediático que dos colegios de la Fundación Educatio Servanda, en un documento interno, recomienden a sus profesoras que vistan con ciertas condiciones que hace no tanto sería superfluo recordar, es decir, atendiendo a no atentar al pudor y a la modestia

La libertad es un bien curioso, muy distinto del que a veces nos representamos, muy fácil de destruir sin que apenas nos demos cuenta.

La razón es que la libertad se ha convertido, desde hace tiempo, en una consigna hueca, asociada a símbolos y actitudes que, en realidad, no representan la libertad de elegir, sino una elección concreta.

Si, digamos, durante largos años se ha prohibido exhibir una bandera, y al fin se permite, esa misma enseña se acaba asociando a la libertad hasta el punto de que, mientras la veamos ondear por todas partes, seguiremos creyendo que somos libres aunque ya no pueda izarse ninguna otra.

Durante muchos años -siglos, en realidad- la modestia y el pudor se han considerado virtudes socialmente deseables, muy especialmente en la etapa de formación de la persona. Naturalmente, para un cristiano siguen siéndolo, pero cuando la sociedad entera estaba empapada de cristianismo, la norma moral se convertía con total naturalidad y a menudo, en norma positiva, en imposición.

Con el cambio de mentalidad se vino a asociar ‘libertad’ a prescindir de estas esporádicas imposiciones a favor de estilos que, no creo que pueda discutirse, han acabado por sexualizar hasta el hartazgo cada aspecto de nuestra vida en común. Si esto es o no un ‘logro’ no es tema de este artículo, aunque sí debería serlo para muchos otros.

El caso es que esta nueva licencia, al romper imposiciones, vino a asociarse con la libertad, hasta el extremo de que al convertirse en una imposición lo que antes estaba prohibido hemos perdido la libertad sin advertirlo.

‘Diversidad’ es una palabra-conjuro de la modernidad. Y, sin embargo, en mucho tiempo no se había impuesto una uniformidad de pensamiento e ideas como en nuestro tiempo, y si no somos capaces de verlo en toda su escandalosa desvergüenza, sencillamente porque es el reverso de la antigua situación.

Así, ha causado un considerable revuelo mediático que dos colegios de la Fundación Educatio Servanda, en un documento interno, recomienden a sus profesoras que vistan con ciertas condiciones que hace no tanto sería superfluo recordar, es decir, atendiendo a no atentar al pudor y a la modestia.

Pero leyendo los ‘reportajes-denuncia’ de medios como eldiario.es, Público o esa cadena de todos los madrileños, TeleMadrid, se diría que les han pedido que vengan con hiyab. Rectifico: si un colegio musulmán concertado pidiera eso, quizá sería noticia en algún medio, pero desde luego en ninguno de los citados.

La información de eldiario.es, en concreto, comenta en un tono que imaginamos entre irónico y horrorizado que uno de estos colegios “ya ha sido protagonista de varias polémicas por ofrecer extraescolares de ganchillo solo para chicas”. ¡Dios mío, qué escándalo, con la de chicos que se mueren por aprender a tejer!

Lo crucial no es aquí si nos parece bien o mal, oportuno o inoportuno, las normas (“recomendaciones flexibles”, insisten desde Educatio Servanda) antedichas. Eso es indiferente, porque nadie está obligado a trabajar en esos colegios, todos los centros educativos pueden tener su línea y método propio y se trata meramente de una cuestión de libertad.

A menos, naturalmente, que vestir de forma no escandalosa se haya convertido en un nuevo pecado, y ese parece ser el caso. No se trata de una virtud, ni siquiera de una opción indiferente que puede elegirse o no; pretender algo tan elemental es, directamente, un motivo para que le nieguen el concierto, sino para que lo cierren directamente.

Y este es el centro de todo el debate, que no se trata de elegir entre posibles modelos educativos: hay una sola manera de pensar, y es obligatoria. Irán al colegio de sus hijos representantes de grupos LGTBI para hablarles de las bondades de la ‘sexualidad alternativa’, les animarán a ‘explorar’ su sexualidad con 8 años y les propondrán ‘juegos’ para que ‘experimenten’ algún reprimido deseo de identificarse con el sexo contrario al biológico. Pero eso no solo no se convertirá en noticia, sino que se hará obligatorio, por ejemplo, con las leyes sobre teoría de género aprobadas en la Comunidad de Madrid, para todos los centros.

Que el director de TeleMadrid, responsable de uno de los reportajes sobre la escandalosa actitud de un centro que osa recomendar pudor en sus profesoras, lo haya sido antes de 13TV, la cadena de la Conferencia Episcopal, es solo un detalle más para que abramos los ojos sobre la inefable tibieza cobarde de nuestra jerarquía.

Carlos Esteban

«Que sobre el matrimonio se vuelva a proponer la posición tradicional»

«Como obispos católicos estamos obligados en conciencia a profesar, frente a la desenfrenada confusión, la inmutable verdad y la igualmente inmutable disciplina sacramental respecto a la indisolubilidad del matrimonio según la enseñanza bimilenaria e inalterada del Magisterio de la Iglesia». 
Así escriben tres obispos de Kazajistán - Tomash Peta, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de María Santísima en Astana, Jan Pawel Lenga, arzobispo-obispo emérito de Karaganda y Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la arquidiócesis de María Santísima en Astana – en un largo documento titulado Profesión de las Verdades inmutables respecto al Matrimonio sacramental y publicado el 2 de enero.

Los tres obispos advierten que después de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, algunos obispos en forma individual y distintos episcopados actúan con normas pastorales que tendrán como resultado la difusión de la “plaga del divorcio” también en el interior de la Iglesia, lo cual está en grave contradicción con todo lo que Dios ha establecido. 

Y es grave el hecho que ahora la praxis es distinta de una diócesis a otro, e incluso de una parroquia a otra
«En vista de la importancia vital que constituyen la doctrina y la disciplina del matrimonio y de la Eucaristía, la Iglesia está obligada a hablar con la misma voz»
afirman los tres obispos citando a los Padres de la Iglesia.

Por último, los obispos kazajistaníes ponen de manifiesto el Magisterio Tradicional de la Iglesia que considera siempre ilícitas las relaciones sexuales fuera del matrimonio sacramental, y en consecuencia la imposibilidad de acceder a la Comunión para los que permanecen en ese estado, aunque sin constituir éste un juicio sobre el estado de gracia interior de los individuos creyentes.

La Profesión de las Verdades inmutables … agrega entonces un nuevo capítulo al debate posterior a Amoris Laetitia y a las interpretaciones, y demuestra cuánto malestar se ha difundido por la situación que se ha creado en la Iglesia

No parece tampoco destinada a mantenerse como un hecho local que se refiere a Kazajistán. Tan cierto es esto que inmediatamente después de su publicación dos obispos italianos suscribieron a su vez el documento: monseñor Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos de América, y monseñor Luigi Negri, arzobispo emérito de Ferrara-Comacchio. 

Justamente hemos dirigido a monseñor Negri algunas preguntas sobre el sentido de este documento y sobre el porqué de su adhesión.

Monseñor Negri, ¿que lo impulsó a firmar esta carta?

Frente a la grave confusión que hay en la Iglesia respecto al tema del matrimonio, creo que es necesario volver a proponer la claridad de la posición tradicional.

Me pareció justo firmar porque el contenido de esta posición es lo que he presentado largamente en estos años, no solo en estos últimos meses, sino en todos los momentos de la puesta a punto que he dedicado al tema de la familia, de la vida, de la procreación, de la responsabilidad educativa frente a los más jóvenes. Son temas de absoluta importancia por los que el mundo católico en su conjunto no muestra mucha sensibilidad.

Hay quien sostiene que se ha hablado demasiado de la familia y de la vida…

Pensar en una Iglesia sin una preocupación explicita, sistemática, me gustaría decir cotidiana, de defensa y de promoción de la familia y de su responsabilidad misionera y educativa, hace pensar en una Iglesia grave y densamente condicionada por la mentalidad moderna. Tal mentalidad, que domina ampliamente en nuestras sociedades, considera que todas las cuestiones “éticamente sensibles”, para usar una expresión que se ha hecho de uso común, son responsabilidad de las instituciones políticas y sociales, primero y ante todo de los Estados. Mientras que con la Doctrina Social de la Iglesia considero que la cuestión de la persona y del desarrollo de su identidad y de su responsabilidad en el mundo son una tarea específica, primaria e irrenunciable de la Iglesia.

Se está librando una batalla entre la mentalidad mundana – la que el papa Francisco, en los primeros meses de su pontificado, llamó “el pensamiento único dominante”, y la concepción cristiana de la vida y de la existencia. Si la Iglesia no vive este enfrentamiento termina esencialmente por reducirse a una posición de sustancial auto marginación de la vida social.

En la carta se habla mucho de la confusión existente en la Iglesia, y usted también se ha referido a ella. Pero hay quienes niegan que exista esta confusión, algunos sostienen que solamente hay resistencias a un camino de renovación de la Iglesia.

La confusión existe. Existe y es gravísima. No hay persona sensata que pueda negar esto. Recuerdo las palabras dolidas pero terribles del cardenal Carlo Caffarra un poco antes de morir, cuando dijo: «Una Iglesia que presta poca atención a la doctrina no es una Iglesia más pastoral, sino una Iglesia más ignorante». La confusión nace de esta ignorancia. Cito otra vez al cardenal Caffarra, quien decía que «solamente un ciego puede negar que hay una gran confusión en la Iglesia». Y yo lo puedo certificar por lo que he visto, sobre todo en los últimos meses de mi episcopado en Ferrara-Comacchio. A diario era interpelado por buenos cristianos, en cuyas conciencias se había producido una desilusión muy fuerte, y vivían sufriendo mucho. Lo digo con claridad, con un sufrimiento mayor al de tantos eclesiásticos y de muchos de mis hermanos obispos. Es el sufrimiento de un pueblo que ya no se siente atendido ni sostenido en la exigencia fundamental de la verdad, del bien, de la belleza y de la justicia que constituyen el corazón profundo del hombre, que solamente el misterio de Cristo revela profundamente y actúa en forma extraordinaria.

No quiero polemizar con nadie, pero no puedo dejar de decir que es necesario trabajar para que el esplendor de las tradiciones vuelva a ser una experiencia para el pueblo cristiano y una propuesta que el pueblo cristiano hace a los hombres. Esta es para mí una tarea que siento apremiante.

A propósito de la confusión, en estos días ha nacido una nueva polémica que parte de la acusación al papa Ratzinger de errores doctrinales jamás corregidos, y de nuevo se menciona al Concilio [Vaticano II].

No quiero perderme en relecturas veloces e ideológicas de momentos fundamentales de la vida de la Iglesia, como ha sido el Concilio, por ejemplo: una extraordinaria experiencia, compleja, articulada y – porque no – con aspectos no siempre claros. O bien el gran e inolvidable magisterio de san Juan Pablo II, su esfuerzo en volver a proponer al mundo el anuncio de Cristo como la única posibilidad de salvación y, en consecuencia, volver a proponer a la Iglesia como ámbito de esta experiencia – tal como decía él – de una vida renovada. Estos son hitos de un camino que después ha encontrado en el magisterio de Benedicto XVI un punto de síntesis, el fuerte llamado a esa continuidad en el pasaje entre la realidad preconciliar a la realidad del Concilio y del post-Concilio: ha sido una formulación de extraordinario relieve, del que la Iglesia vive todavía.

Juan Pablo II y Benedicto XVI han elevado el magisterio católico a niveles de extraordinaria amplitud. Es absurdo rebajar la interpretación de estos grandes personajes de la vida de la Iglesia a intereses de bajo nivel. Pero es absurdo también establecer comparaciones de los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI con el magisterio del papa Francisco. En la historia de la Iglesia cada Papa tiene su función. La función de Francisco no es ciertamente la de volver a proponer la totalidad y la amplitud del mensaje cristiano, sino la de extraer ciertas consecuencias necesarias en el plano ético y social.

Hablando siempre de confusión, en este año que se ha recordado los 500 años de la Reforma protestante se han visto y sentido en la Iglesia cosas francamente desconcertantes.

La confusión doctrinal y cultural presenta aspectos que parecen difícilmente creíbles a personas de buena mentalidad y a personas que han tenido una formación cultural adecuada. La de Lutero es una experiencia increible. Este Lutero del que se habla no existe. Este Lutero reformador, este Lutero evangélico, este Lutero cuya presencia habría sido una reforma positiva y beneficiosa para la Iglesia no tiene ningún fundamento histórico ni crítico. Otro discurso muy diferente es si en un momento de grave ataque a la tradición religiosa de Occidente se hace necesario que todos los hombres religiosos perciban que es el momento de una nueva y gran unidad operativa. Ciertamente, es necesario trabajar juntos. Pero para trabajar juntos no es necesario diluir la propia identidad o pensar que la existencia de la identidad es una objeción al trabajo. Es exactamente lo contrario: quien se inserta en el diálogo religioso, en el diálogo ecuménico, en el diálogo con la vida social, pero con su identidad bien definida, ofrece una contribución extremadamente significativa. No se colabora y no se dialoga a partir de la confusión, se dialoga a partir de la identidad, y la identidad católica, si se la vive a fondo, ofrece una contribución única e irreductible a la vida social.

Hay quien pone en guardia frente a la tentación de la hegemonía.

No pienso en absoluto en una hegemonía sobre la vida social, como consideran tantos católicos irresponsables. No es por una voluntad de hegemonía, sino por una voluntad de misión. Una misión explícita, limpia, significativa, apasionada y, en consecuencia, polémica frente al mundo. Esto lo he aprendido de don Giussani en 50 años de convivencia con él y sobre esto, para mí, se han jugado de manera positiva los grandes magisterios de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, en línea con el gran magisterio de la Iglesia de los siglos XIX y XX.

04-01-2018, versión italiana en lanuovabq.it/it/sul-matrimonio-…

Traducción del original en italiano por:

José Arturo Quarracino

Sucesor del papa Francisco tendrá que barrer un “desorden enorme”. Otras noticias de Gloria TV


martes, 9 de enero de 2018

Noticias varias de Gloria TV (Cardenales Burke, Müller, Caffarra ... y el papa Francisco)


No podemos ‘subcontratar’ la fe



InfoVaticana ha dedicado no uno, sino varios artículos a la profesión pública de las verdades inmutables sobre el matrimonio con que Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la archidiócesis de Maria Santísima en Astana, Athanasius Schneider, su obispo auxiliar, y Jan Pawel Lenga, obispo emérito de Karaganda, han querido cerrar el año, así como a las reacciones que ha suscitado.

¿Es noticia que unos obispos recuerden la doctrina católica sobre el matrimonio, ni siquiera un aspecto oscuro o controvertido, sino lo central que nunca se ha puesto en duda?

Sobre todo, ¿es noticia cuando los obispos en cuestión son los de un gigantesco país musulmán donde los católicos apenas alcanzan las 60.000 almas?

Ciertamente, no debería serlo. De hecho, somos plenamente conscientes de que noticias de este tipo causan desasosiego y malestar en muchos católicos, algunos de los cuales llegan al extremo de ver en ellas un ataque indirecto al Papa Francisco.

¿Quiénes somos nosotros, quiénes son estos obispos de un lugar perdido, quién es nadie para enmendarle la plana al Papa, o insinuar de esta forma que su mensaje es confuso?

Y aquí está, creo, el núcleo de buena parte de lo que falla en la Iglesia. Hemos tenido una larga sucesión de Papas excelentes que nos han hecho olvidar que nuestra fe no es una papolatría, que no es al Papa -a este o al que sea- a quien debemos seguir, sino a Cristo, y que la Iglesia no es un partido político cuyo carismático líder pueda cambiar de arriba abajo ‘la línea programática’ a su gusto.

La Iglesia tiene dos mil años y, además de las Escrituras, una enorme riqueza de Tradición y Magisterio, doctrinas que se han mantenido inmutables, que se han ido aclarando, perfeccionando, desarrollando, pero sin contradecirse. Esa es la base en la que se asienta la Primacía de Pedro. Y eso es lo que Pedro, menos que nadie, no puede alterar.

Durante mucho tiempo, varias generaciones, los católicos se han acostumbrado a un clero crecientemente tibio y mundano, cuando no abiertamente herético; se ha hecho a que el sacerdote de su parroquia altere el canon a placer o encadene melifluas homilías más propias de una difusa ONG que de la Iglesia de Cristo, en ocasiones abiertamente heréticas; no se extraña de que su obispo parezca evitar cualquier tema incómodo para el mundo en sus mensajes, de que hagan mangas y capirotes con la liturgia, de que lleven vidas poco ejemplares.

En unas pocas generaciones, los templos se han vaciado como si alguien hubiera gritado “¡fuego!”, pero los fieles contaban con un consuelo: al menos, teníamos al Papa. El Papa se enfrentaba al mundo, el Papa era ortodoxo y valiente y hablaba de Dios en sus mensajes.

Esa actitud no puede ser más disparatada, más peligrosa, menos católica. Es, espiritualmente, el equivalente a marcar la X en nuestra declaración del IRPF y desentendernos después de las necesidades materiales de la Iglesia. De un modo similar, al soportar con algo rayano a la indiferencia todos los desmanes del clero, todos los ‘experimentos’ teológicos, pastorales y litúrgicos amparándonos en la figura ‘segura’ del Papa,  estábamos tratando de ‘subcontratar’ nuestro catolicismo y reduciendo la Iglesia a un solo hombre mortal.

Nuestra fe no es una idolatría, y el Papa no es un ídolo. La Iglesia no solo es mucho más antigua que el hoy, también es mucho más amplia, y siempre fue poco realista pensar que podíamos alzarnos de hombros ante la mundanización del clero pensando que siempre tendríamos a ese ‘Superman’ teológico en el que habíamos convertido la figura del Papa, con evidente ignorancia u olvido de nuestra propia y aleccionadora historia.

Un ejemplo. Leo hoy que los obispos españoles reclaman alternativas a los cetis, los cies y las devoluciones en caliente. No creo que a nadie le apasionen los Centros de Inernamientos de Emigrantes, pero la inmigración masiva, descontrolada e ilegal plantea problemas que desbordan a los países europeos y a los que es ingenuo pretender darles una solución simple.

Ignoro si existen esas ‘alternativas’ que no sean mucho peor que las actuales disposiciones. Sospecho que los obispos también lo ignoran. ¿Por qué no? Se trata de soluciones políticas de urgencia a problemas sobrevenidos.

Lo que sí sé es que el asunto les deja bien, y que tiene muy, muy poco que ver con su misión. España se descristianiza a marchas forzadas, los cristianos están sometidos a un régimen -de cualquier partido- que no desaprovecha ocasión de dejarles claro su desprecio, se aprueban leyes que claman, literalmente, al Cielo y que inciden en cuestiones de fondo, esenciales no solo para nuestra fe sino para toda la cultura que ha engendrado.

Y los obispos españoles condenan los CIES.

¿Por qué? Porque es fácil. Es una opinión que solo va a cosechar aplausos de los que importan, de los grandes medios, de los líderes culturales, de los partidos. Los partidos que apoyen las CIES podrán responderles, pero no se indignarán ni se escandalizarán de su mensaje.

Pero lo urgente, lo profético, está vedado. Sería quedar ‘demodé’, parecer poco ‘modernos’, enfrentarse a una probable persecución mediática. Molestarse.

No es, repito, cosa de nuestros obispos. ¿Cuándo fue la última vez que oyó una homilía en la que el sacerdote advirtieran a su grey de la muy real posibilidad de que pierdan su alma? Porque esta es su primera, su sagrada misión, sobre la que van a tener que responder: acercar a las almas a Cristo y procurar su salvación. No caer bien, no ser moderado, no seguir el buenismo reinante y políticamente correcto.

Los obispos kazajos, a los que se han adherido otros, muy pocos, dicen haber actuado “ante la notable y creciente confusión en la Iglesia”. Y sí, la primera misión conferida por Cristo a Pedro es “confirmar en la fe a sus hermanos”. Luego, si conviene, los CIEs.
Infocatólica

Tengo miedo de ver cómo están asesinando a los niños malteses




Rebecca Kiessling, Presidenta de Salvar El1

(Escrito como respuesta al artículo pro aborto: “¿A qué tienes miedo?”).

Artículo publicado originalmente en Times of Malta

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Por supuesto, y con razón:  Los niños de Malta se encuentran en el punto de mira.  La mal llamada “Fundación de los Derechos de la Mujer”, WRF, (por sus siglas en inglés) tiene en su punto de mira a los bebés malteses que están en el útero y se encuentra a la espera de la oportunidad de utilizar sus armas letales contra de ellos.  Pero no solamente se encuentra al acecho, también están conspirando en contra del activo más importante de Malta:  los niños.

La estrategia de este plan es cometer violencia dentro de los cuerpos de las mujeres embarazadas en nombre de los “derechos de las mujeres”. Ésta no podría ser más hipócrita.

Dimitrijevic y Dibben de la “Fundación de los Derechos de la Mujer” (WRF) desean manipular a los niños de Malta ya desde la escuela e iniciar “una discusión” sobre sus objetivos finales y queda claro en su reciente artículo: “¿A qué tienes miedo?”.

Ellos desean promover una estrategia de genocidio con los niños empezando ya en las escuelas y tienen la astucia de hacer dicha pregunta. De la misma manera que el Lobo se  la hizo a Caperucita Roja.

Hay mucho que temer…
Hoy día, Malta es una nación moralmente superior porque la violencia no se emplea como solución.  Al contrario, Malta ofrece servicios de salud que realmente curan, no matan, y doctores con una gran profesionalidad que hacen  honor a su Juramento Hipocrático de “No Dañar”.
En una sociedad civilizada, matar no es moralmente aceptable como una solución al sufrimiento, pero el aborto defiende la base de su plan letal en términos de “salud reproductiva”, “Decisiones Difíciles” y “Tratamiento Prescrito” como formas de terminar el sufrimiento.

“YO NO MEREZCO LA PENA DE MUERTE POR LOS CRÍMENES DE MI PADRE BIOLÓGICO”.

Si estás embarazada, luego te has reproducido y premeditadamente sacrificas la vida de un ser humano, eso no es “tratamiento”. Josef Mengele, quien experimentaba con niños judíos como “tratamiento”, estaría orgulloso de escuchar cómo emplean este término—así como en Islandia, donde recientemente celebraron que casi han erradicado el Síndrome de Down. ¿Erradicado? Es el mismo término usado por los nazis.

Una Cultura de muerte empieza con el engaño, con frases y terminología que, de hecho, se camuflan a sí mismas, inicialmente ocultando sus intenciones reales.  Y luego, antes de que te des cuenta, tienes grandes grupos generacionales desaparecidos porque convertiste a tu tierra en un campo de muerte de tu propia carne y sangre, con el sacrificio fácil de los más vulnerables e inocentes.

El mismo artículo de la “Fundación de Los Derechos de la Mujer” (WRF) también hace énfasis en la falta de excepciones en caso de violación e incesto en la ley de Malta.  Yo fui concebida en violación.  Mi madre biológica trato de matarme en dos clínicas ilegales de aborto y está claro, lo hubiera logrado si hubiesen sido legales.

Le debo mi vida a la ley que me protegió, así como las mujeres y los niños de Malta se encuentran protegidos hoy.  Y ahora, mi madre biológica está feliz de que ambas nos salvásemos del horror del aborto.

Yo no merecía la pena de muerte por los crímenes de mi padre biológico.  Yo no veo que la “Fundación de los Derechos de la Mujer” (WRF) abogue por la pena de muerte para los violadores; solamente para el niño inocente.  Es una barbarie castigar a un bebé por los crímenes de otra persona.  A violadores, acosadores, traficantes de blancas (traficantes de sexo) les encanta el aborto.  Les protege y permite continuar con su explotación.

La “Fundación de Los Derechos de la Mujer” (WRF) dice que se preocupa por su propio género. Pues yo soy una mujer y ellos desean que estuviera muerta.  No siento el amor por ningún lado.
Además, el aborto está siendo propuesto en nombre de los derechos de las mujeres, pero, en todo el mundo, las mujeres están perdiendo sus voces, porque son principalmente las mujeres quienes están siendo sacrificadas.
Te invito a que veas la película “Las Tres Palabras más Mortales en el mundo” (The Three Deadliest Words in the World): “Es una niña” (www.itsagirlmovie.com).  El ‘generocidio’ masivo del que estamos siendo testigos en Asia y que se está desplazando a gran parte del resto del mundo, ha provocado un aumento en el tráfico de sexo, secuestro de niñas, disminución de la educación para las mujeres y poca representatividad de mujeres en el ámbito político.

Las mujeres son coaccionadas y abocadas no solamente al aborto, también a “escoger” abortar a sus niñas, llevando sufrimiento a su propio género. Pero la “Fundación de Los Derechos de las Mujeres” (WRF) quiere que se piense que los pro vida somos los que estamos ciegos a las peticiones de las mujeres.  Ser pro-mujer es ser pro-vida.

Por favor, suplicamos a las buenas personas de Malta que no permitan que las voces de la muerte ganen.   No dejen que la sangre de los niños inocentes de Malta se derrame sobre su país.

Rebecca Kiessling