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domingo, 25 de septiembre de 2016

APOLOGÉTICA CATÓLICA׃ UNA SOLA RELIGIÓN VERDADERA por Agnus Dei Prod

Duración 2:07 minutos

¿María no es virgen? La nueva traducción de la Biblia de los obispos alemanes lo deja... nada claro (CATHOLICVS)





Los obispos alemanes obligan a usar nueva Biblia adulterada para "acercarse" a los protestantes... que ante el resultado han preferido publicar una nueva traducción de la Biblia de Lutero 

Noticia publicada en LSN el 21 de septiembre de 2016. 
Traducida al español por CATHOLICVS

Los obispos alemanes, una vez más, vuelven a escandalizar con una "nueva" Biblia adulterada, que publican -y que será obligatoria a partir de 2017- para presuntamente "acercarse" a los protestantes; pero, ante el resultado, éstos han decidido traducir nuevamente la Biblia de Lutero. Así lo explicaba hace tres días LSN



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ALEMANIA 21 de septiembre, el año 2016 (LSN) - Los Obispos alemanes han presentado una nueva "traducción unificada" de la Biblia que obedece a una importante modernización del lenguaje y que será obligatoria para todas las áreas de habla alemana a partir de 2017.

El martes [20 de septiembre], la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) presentó en Fulda el fruto de muchos años de trabajo científico: una nueva edición de la denominada "traducción unificada" (Einheitsübersetzung) de la Biblia al alemán. Se llama "unificada" ya que, desde la original, publicada a partir de 1962, se supone que estas ediciones se utilizan ecuménicamente, unificando a católicos y protestantes en Alemania. El objetivo original, sin embargo, se vio frustrado en 2005, cuando los protestantes volvieron a la traducción de Lutero.

El líder del proyecto de investigación fue el obispo (ahora emérito) de Erfurt, Joachim Wanke, que ha explicado que la nueva edición es una "revisión moderada" del texto más antiguo. Wanke añadió que la traducción es siempre también una interpretación. La nueva edición muestra más "valentía" para presentar "la jerga bíblica", ha dicho, según informa kath.net.

Según la tradición judía, los nombres personales de Dios no pueden ser pronunciados, por lo que "Yahvé" es sustituido por "Señor" en la nueva edición. De hecho, cada párrafo tiene un cambio, explica Michael Theobald, presidente de la Asociación Alemana de la Biblia.

Cuando el apóstol Pablo hace dos nuevos discíùlos, ya no son dos hombres, Andrónico y Junias; más bien, un nuevo descubrimiento mostró que aparentemete eran hombre y mujer, por consiguiente, Andrónico y Junia. Esto desembocó en la discusión sobre si la palabra "apóstol" se aplicarse tanto a las mujeres como a los hombres (Nota del autor: en alemán existe diferencia de género en la palabra y normalmente los ideólogos de género insisten en usar ambas formas, masculina y femenina).

Otros cambios son más ideológicos.

Más alarmante es el cambio del icónico pasaje de Isaías (7:14): "La virgen concebirá y dará a luz un hijo" (NIV) ahora se leerá: "La virgen ha concebido y da a luz a un hijo". El cambio parece sugerir que la virgen ya no es virgen en absoluto (después de haber concebido), al tiempo que elimina el carácter profético al poner las palabras de futuro a pasado. Esta tendencia continúa y una nota de los traductores explica que la palabra hebrea "almah" significa "mujer joven" en lugar de "virgen", tal como informaron. Este cambio vuelve a una antigua -y refutada- disputa de apologistas hebreos:

Apologistas judíos sostienen que la subyacente palabra hebrea para "virgen" (almah) es ambigua y podría significar, de forma alternativa, simplemente 'mujer joven'. [...] En los siglos anteriores al nacimiento de Cristo, se hizo una traducción oficial judía del Antiguo Testamento al griego para uso de los judíos que ya no hablaban hebreo. Esta traducción, conocida como la Septuaginta, usa la palabra griega ( "parthenos"), que de forma inequívoca significa "virgen". (Roy Schoeman, La salvación viene de los judíos, Ignatius Press 2003, p. 85)

Además, la Anunciación de Lucas (1:31) se cambia de "concebir un hijo" a "quedar embarazada".

Theobald explica, además, que la extendida "sensibilidad por el problema de género" es patente en la nueva edición. En el encabezamiento de las cartas del Nuevo Testamento, en lugar de "hermanos" se ha escrito "hermanos y hermanas". "Rechazo" en la carta de San Pablo se convertirá en "repudio", los actos de Jesús hasta ahora llamados "milagros", de ahora en adelante serán llamados "actos de fuerza o de poder". De acuerdo con Theobald, se supone que esto ayuda a evitar una proyección anacrónica de lo que [ahora] entendemos que eran milagros en tiempos de Jesús.

La nueva versión de la Biblia va a sustituir al texto de la edición de 1979 y será utilizado en todos los países de habla alemana: Alemania, Austria, Suiza, Luxemburgo, Tirol del Sur y Bélgica oriental. Será obligatorio su uso en la liturgia, la escuela y el trabajo pastoral, incluyendo la catequesis. A diferencia de lo que ocurre en inglés [o español], en Alemania hay pocas traducciones alternativas en circulación. El feligrés "común" por lo general no tiene ninguna familiaridad con cualquier otro texto de la Biblia que el "Einheitsübersetzung".

Los protestantes de Alemania publicarán una nueva versión de la traducción de Lutero.
[Traducción: CATHOLICVS]

sábado, 24 de septiembre de 2016

En la Iglesia, ¿alguien sabe aún lo que significan las palabras? (José Luis Aberasturi) (2 de 2) [Comentado por José Martí]



Este post lo dedico a realizar una serie de reflexiones en torno al artículo anterior de José Luis Aberasturi (Infocatólica) titulado "En la Iglesia, ¿alguien sabe aún lo que significan las palabras?"

COMENTARIO PERSONAL

Lo cierto y verdad es que lo que viene expresado en algunos puntos de la AL es contradictorio con la Doctrina de la Iglesia de siempre. De ahí la queja -no respondida- que le han dirigido al Papa 45 personajes ilustres, sobre los problemas que plantea la AL.  Un escrito claro no da lugar a posibles interpretaciones. Si ésas se han dado y se siguen dando, es señal de la ambigüedad de lo escrito en la AL ... aunque es correcto decir que sí tenemos ya interpretaciones "adecuadas" y "llenas de misericordia" que son las que ha dado el papa Francisco, primero en su regreso de Lesbos a Roma, dejándole esa labor a Schönborn. Y como guinda final, para que no haya lugar a dudas, frente a otros que piensen otra cosa, está la respuesta firmada que el santo Padre ha dado a los obispos argentinos, alabando el escrito que éstos han dirigido a sus sacerdotes y añadiendo que no hay otras interpretaciones.

Por cierto a los obispos de BA les respondió al día siguiente, mientras que los que le dirigieron esa carta al Papa pidiéndole que les diera una correcta interpretación de la AL, aún están a la espera de una respuesta que no les va a llegar (de esto hace ya varios meses). Y además, como se sabe quiénes son, no sería de extrañar -pues entre ellos hay sacerdotes y obispos que se les haya "llamado la atención" para que cambien su postura ... o que se atengan a las consecuencias: destitución, enviarlos a lugares desconocidos a predicar, etc.. Esto es una mera conjetura, muy personal y sin ningún fundamento, pero pienso que no es descabellada y no sería nada de extrañar que así pudiera ocurrir (o haya ocurrido ya, dado el silencio existente, en este sentido, desde hace algunos meses) tal y como están hoy las cosas en el Vaticano. Pero, si eso es así, entonces es que la respuesta está clara y que es cierto que se abre la puerta a "algunos divorciados vueltos a casar". 

Esto es un hecho y, por lo tanto, incontrovertible. Otra cosa diferente es que sea lógico, que no lo es; o que sea lícito, que tampoco lo es; y así con todo

El problema es más profundo y es que estamos asistiendo a una verdadera secularización de la Iglesia Católica, producto de la falta de verdadera fe en un Dios trascendente que se ha manifestado en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre

Desde el Concilio Vaticano II, imbuido de ideas modernistas, este proceso de secularización ha ido en aumento, hasta llegar a la situación actual en la que son muy pocos los católicos que tienen realmente fe en Jesucristo y en su Presencia Real en la Eucaristía; católicos para quienes no existe el pecado ni la necesidad de conversión; católicos que piensan que el Infierno no existe y caso de existir debe de estar vacío, porque Dios no puede ser tan cruel.  [Ver artículo del mismo autor titulado "Jesús no condena a nadie". Es muy instructivo].

En fin, católicos que ya no son católicos, sino apóstatas, pues han perdido la fe en un Dios trascendente y se han quedado en una religión sólo para este mundo, pues no existe otro. 

El catolicismo ha sido fagocitado por el mundoY cada día se diferencia menos del mundo. Pero eso ya no es verdadero catolicismo ... desde el momento en que se opone a la voluntad del fundador de la Iglesia, que es Jesucristo, cuyas palabras no pasarán, aunque el cielo y la tierra se derrumben y se destruyan. 

El católico que lo sea de veras está necesitado de acudir a buenos pastores: buscarlos, pues aún sigue habiéndolos; y formarse en su fe, mediante la lectura meditada del Evangelio y del Nuevo Testamento, especialmente; además de poner todos los medios a su alcance para que Cristo vuelva a reinar en este mundo que lo ha rechazado en masa, siendo cada vez menos aquellos que están dispuestos a dar su vida antes que renegar de su fe.

Me vienen a la mente aquellas palabras de Jesús, en que decía: "Te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido" (Mt 11, 25-26). Y aquellas otras: "Venid a Mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, que Yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrareis descanso para vuestras almas. Pues mi yugo es suave y mi carga ligera" (Mt 11, 28-30).

Y el apóstol san Juan: "Esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe" (1 Jn 5, 4) "¿Quién es el vencedor del mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?" (1 Jn 5, 5).

Y que Dios es justo está muy claro"¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, y tendrá compasión de ellos? Os lo aseguro: les hará justicia enseguida" (Lc 18, 7-8a)

Ahora bien"¿Pensáis que cuando venga el Hijo del Hombre encontrará fe sobre la tierra?" (Lc 18, 8b). Y dada la situación actual de apostasía universal, introducida en la misma Iglesia, uno no puede menos que preguntarse si no estaremos en los momentos que preceden a la segunda y definitiva venida del Hijo del Hombre, que vendrá "con gran poder y majestad" (Mt 24, 30).

El día y la hora sólo Dios lo conoce. Pero hay señales que nos dio Jesús y que nos deberían de hacer pensar y actuar en consecuencia: "Seréis aborrecidos de todos los pueblos a causa de mi Nombre" (Mt 24, 9). "Surgirán muchos falsos profetas que engañarán a muchos. Y, al crecer la maldad, se enfriará la caridad de muchos(Mt 24, 11-12).  Muchos serán engañados y renegarán de su fe. Quedarán muy pocos con fe, hasta el punto que "si no se acortasen aquellos días nadie se salvaría; pero por los elegidos se abreviarán aquellos días" (Mt 24, 22) "Mirad que os lo he avisado" (Mt 24, 25).

Pero no debemos de tener miedo. Así nos lo dijo Jesús: "Cuando comiencen a suceder estas cosas, tened ánimo y levantad vuestras cabezas, porque se aproxima vuestra Redención" (Lc 22, 28). Cada uno de nosotros podríamos preguntarnos si nos encontramos en ese número de los elegidos. No podemos saberlo. Lo que sí es cierto es que "quien persevere hasta el fin, ése se salvará" (Mt 24, 13). También conocemos la advertencia que nos dio Jesús: "Velad porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor" (Mt 24, 42). Y: "Estad preparados porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre" (Mt 24, 44)

De manera que esa es la receta: oración continua y vigilancia. Confianza en la Providencia. Y alegría. Imposible estar tristes si Jesús está en nuestro corazón. No importa que sean pocos los que se mantienen fieles. A ellos van dirigidas estas palabras: "Dichosos los siervos a quienes, al llegar el amo, los encuentre vigilantes. Os lo aseguro: se ceñirá la cintura, los pondrá a la mesa y los servirá DE UNO EN UNO" (Lc, 12, 37).

¿Por qué andar, entonces, preocupados, cuando el Señor es lo único importante y lo único que nos puede hacer felices? Él es la Vida. Y, sobre todo, nos quiere. "Y nosotros, que hemos creído, conocemos el amor que Dios nos tiene" (1 Jn 4, 16). Con esta confianza, escuchemos la voz de Jesús en lo más íntimo de nuestro corazón que nos dice: "No temas, mi pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros el Reino" (Lc 12, 32)

José Martí

En la Iglesia, ¿alguien sabe aún lo que significan las palabras? (José Luis Aberasturi) (1 de 2)

Fuente: Infocatólica



Lo acabo de leer en Alfa y Omega, y me imagino que sabrán lo que están diciendo:“La comunión a los divorciados vueltos a casar es admisible en algunos casos, siempre que no se presente como un derecho".

Se apoyan en la Carta de los obispos de la región de Buenos Aires a sus sacerdotes. Carta de la que enviaron copia al Santo Padre, quien les ha respondido que ese escrito “explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII de ‘Amoris laetitia’. No hay otras interpretaciones".

Sincera y lamentablemente todo ese titular de AyO me parece un despropósito. Y me explico. Despacito, para no perderme yo también en posibles “flatus vocis": palabras que se han quedado en meros sonidos, porque no significan ya nada realmente.

En primer lugar, y como no puede ser de otra manera, esos “divorciados vueltos a casar” se supone que son católicos: si no lo son, no hay caso. Se supone también que, siendo católicos, no han obtenido sentencia canónica de nulidad matrimonial respecto a su matrimonio: tienen una sentencia de “divorcio exprés”-o más lento: por correo ordinario, pero es lo mismo-, y en consecuencia, tanto para la Iglesia como para ellos, pues son católicos, siguen “casados” con su mujer -como siguen siendo padres de sus hijos- aunque no vivan ya ni con ella ni con ellos.

En segundo lugar, la sentencia de divorcio es meramente “civil"; y, para un católico y ante la Iglesia Católica, ni el “divorcio civil", ni el “matrimonio civil” son algo que tenga validez: no son “reconocibles” por/para la Iglesia; ni, por tanto, para un católico. La Iglesia Católica solo admite que un católico pueda atentar sentencia de divorcio civil cuando, siendo el cónyuge inocente, no haya otra forma de defender y mantener sus derechos; y esta persona no tiene ningún problema ni para confesar, ni para comulgar, ni para estar integrada en la iglesia.

En tercer lugar, al estar casado -al ser ese su “estado” canónico y eclesial, por ser esa su “vocación": situaciones y realidades todas ellas que se omiten ex profeso-, calificar al católico divorciado que se re-ajunta con otra persona como “vuelto a casar” es inadmisible: es un término absolutamente impropio, porque NO SE HA VUELTO A CASAR: está casado ya “antes".

Para más inri, es un término -"vuelto a casar"- que “canoniza” una situación objetiva de pecado grave -mortal de necesidad-, e introduce una terminología que asume con total “naturalidad” su significado extraeclesial -meramente mundano- metiéndolo en el horizonte de la Iglesia como si significase una situación perfectamente asumible: “SE HA VUELTO A CASAR". Pero, ¿cómo ha podido “casarse” quien ya está casado? Esto es bigamia en todas partes, y está vetado en todos los códigos del mundo mundial. Y ¿cómo va a ser “casarse” cuando no hay “matrimonio"? Porque el “matrimonio civil” -cuando se trata de católicos- NO ES MATRIMONIO: ni para la Iglesia. ni para los católicos.

En cuarto lugar: ¿cómo va a poderse admitir a estas gentes a la Comunión -máxime sin hablar antes de Confesión: que aquí hay otro problema teológico y doctrinal no pequeño precisamente-, aunque se pretenda acotar “en algunos casos", especialmente cuando no se “encuadran” esos casos? Se pretende “admisible” y “admitible” lo que no lo ha sido nunca …, porque no puede serlo: no hay autoridad en la Iglesia que pueda hacer “que lo que no es, sea". “Atar y desatar", por si alguno no lo sabe, no es un absoluto que esté al albur de una autoridad, por alta que sea, pues no puede estar al margen -o en contra- de la moral, porque no puede estar al margen o en contra de Dios.

En quinto lugar: ¿el recurso al argumentario de “una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión” como la puerta que “abre" la AL para el “acceso a los sacramentos", es de recibo? No lo es en absoluto, porque hace tabla rasa del daño a los anteriores hijos de legítimo matrimonio -son “sus” hijos-, como si con estos el divorciado y posterior arrejuntado no tuviese ya ninguna responsabilidad moral y, por tanto, ninguna carga moral: simplemente no existen; es que ni se les menciona. Han existido, pero ya no. ¿Esto tiene alguna lógica o algún “peso” intelectual? Es totalmente irracional. Y, por lo mismo, moralmente inaceptable. Y no solo para los católicos: que LA MORAL ni es ni existe solo para los católicos.

En sexto lugar, la coletilla “siempre que no se presente como un derecho” referida a la admisión a la comunión sacramental para estas gentes es tan gratuita como la afirmación -reiterada por miembros encumbrados de la Jerarquía católica- de que los tales -católicos divorciados y “revueltos con otra"- “no están excomulgados".

¿Por qué se insiste entonces, una y otra vez, con esas coletillas dado que la Comunión Sacramental NUNCA ES UN DERECHO, siempre es UNA GRACIA?. Lo mismo que una “situación irregular” -catalogación que mantiene la AL- no deviene, porque no ha devenido nunca, en una excomunión. Porque exactamente así -como un “derecho"- se acoge su presunta "necesidad” de Cristo, hasta el punto de que no se les puede negar la comunión; y si no se les puede negar -"nadie” tiene derecho a hacerlo: la “nueva misericordia” no lo permite-, es porque “con esas ansias infinitas de Cristo y de Gracia” tienen perfecto “derecho” a que se les admita y se les dé la comunión sacramental.

Para extender más oscuridad y más infamia al tema -y más burla sacrílega al Sacramento de la Presencia Real de Jesús Sacramentado- se añade que “la comunión no es un premio para los justos". Y así lo convierten en un premio para los injustos, que usarán ante el mundo como condecoración. ¡Bien por el inventor del argumentario! ¡Un premio nobel a la intelectualidad y a la lógica habría que darle!

En séptimo lugar y para terminar -aunque podría seguir añadiendo puntos porque hay más-: ¿por qué se pone entonces el acento en lo que ni ha sido ni es en la Iglesia? Pues porque hay interés en ello: el tema no es gratuito; a estas alturas de la película y en estas “situaciones” nada se está haciendo gratuitamente.

Se hace -se está haciendo- como en el cuento del lobo malo y los cerditos o los corderillos: que el lobo feroz se embadurna de harina la pata, se la enseña por debajo de la puerta, la ven blanca, se creen que es un cordero, le abren la puerta… Y SE LOS COME.

Pues eso.
José Luis Aberasturi

Nota: Dedico la próxima entrada a comentar este artículo y sacar conclusiones.

jueves, 22 de septiembre de 2016

El espíritu misionero contra el espíritu de Asís (Padre Jose María Mestre)


El siguiente artículo está tomado de PANORAMA CATÓLICO INTERNACIONAL 



El 20 de septiembre de 2016 el papa Francisco realizará una nueva reu­nión interreligiosa en la ciudad de Asís, para conmemorar los 30 años de la primera. Estaremos así ante el 5º encuentro de Asís presidido por un papa.

Juan Pablo II presidió tres de ellos:

• el primero tuvo lugar el 27 de octubre de 1986, con motivo del Año internacional de la paz promovido por la ONU;

• el segundo en 1993 [9 y 10 de enero de 1993], durante la guerra de los Balcanes;

• y el tercero, propuesto al día siguiente de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, tuvo lugar el 24 de enero de 2002.

El papa Benedicto XVI convocó una reunión de las religiones por la paz, con motivo del 25º aniversario del primer encuentro, el 27 de octubre de 2011.

1º Gravedad de estas reuniones con las falsas religiones

Estas reuniones interreligiosas entre la verdadera religión, y las demás religiones, a las que ya no quiere darse el calificativo de «falsas», es una de las cosas que más dolor y perplejidad produce en los católicos, sobre todo porque hace prescindible o facultativa la persona de Nuestro Señor Jesucristo, único Dios verdadero y único Redentor de la humanidad, y porque atenta contra el carácter divino de la Iglesia católica, única arca de salvación. Por eso la Iglesia condenó siempre los diferentes intentos pasados de tales reuniones ecuménicas. Baste, por ejemplo, leer la condenación que la encíclica Mortalium animos, del papa Pío XI, lanza sobre ellas:

Muchos anhelan hoy ver a las naciones cada vez más unidas entre sí por una fraternidad universal…Cosa muy parecida se esfuerzan algunos por conseguir en lo que toca a la ordenación de la Nueva Ley promulgada por Jesucristo Nuestro Señor. Convencidos de que son rarísimos los hombres privados de todo sentimiento religioso, parecen haber visto en ello esperanza de que no será difícil que los pueblos, aunque disientan unos de otros en materia de religión, convengan fraternalmente en la profesión de algunas doctrinas que sean como fundamento común de la vida espiritual. Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes, e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles y cristianos de todo género, y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión.

Tales tentativas no pueden, de ninguna manera, obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el congénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio.

Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios.

Ya antes, por los mismos motivos, había condenado León XIII el Parlamento mundial de las religiones, reunido en septiembre de 1893 en Chi­ca­go; y después que Pío XI lo hiciera en su encíclica Mortalium animos, del 6 de enero de 1928, el Santo Oficio volvió a reprobar tales reuniones, en su Instrucción «sobre el movimiento ecuménico» del 20 de diciembre de 1949.

2º La Fraternidad San Pío X, en nombre de la fe católica, reitera su oposición a tales iniciativas

Siguiendo estas enseñanzas perennes de la Iglesia, desde hace ya más de 30 años la Fraternidad San Pío X se opone a este «espíritu de Asís» que destruye el espíritu misionero de la Iglesia, tan vivo y pujante hasta el concilio Vaticano II.

1º El 27 de agosto de 1986, dos meses antes del primer encuentro de Asís, Monseñor Marcel Lefebvre dirigía una carta a ocho cardenales, en la cual declaraba:

"El que está sentado en la Sede de Pedro se mofa públicamente del primer artículo del Credo y del primer mandamiento del Decálogo. El escándalo en las almas de los católicos es incalculable. La Iglesia se tambalea en sus mismos cimientos. Si desaparece la fe en la Iglesia, única arca de salvación, de­­sa­parece la misma Iglesia. Toda su fuerza y toda su actividad sobrenatural tienen por base este artículo de nuestra fe.

¿Juan Pablo II seguirá destruyendo la fe católica, públicamente, especialmente en Asís, con el cortejo de las religiones previsto por las calles de la ciudad de San Francisco, con el reparto de las religiones en las capillas de la Basílica, para ejercer su culto en favor de la paz tal como la concibe la ONU?"

2º El 21 de enero de 2002, Monseñor Bernard Fellay, Superior general de la Fraternidad San Pío X, hacía público un comunicado con motivo de la 3ª reunión interreligiosa de Asís (que debía realizarse tres días después), en el que exponía las razones exactas de la indignación de los católicos fieles a la Tradición.

El problema no reside en el objeto de la oración, que es la paz. Pues rezar por la paz, e intentar establecer y fortalecer la paz entre los pueblos y las naciones, es algo bueno. La liturgia católica está llena de hermosísimas oraciones por la paz, que de todo corazón hacemos nuestras. Además, puesto que en el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo los ángeles anunciaron la paz a los hombres de buena voluntad, es muy conveniente invitar a los fieles a implorar del Dios verdadero un bien tan grande en esta época del año.


La razón de nuestra indignación viene de la confusión, del escándalo y de la blasfemia ligados a la invitación que el Vicario de Nuestro Señor Jesucristo, único mediador establecido entre Dios y los hombres, dirige a otras religiones para que vengan a rezar en Asís para lograr la paz.

Se ha dicho que, para evitar todo sincretismo, no se rezará «juntos», sino que cada religión rezará en salas distintas del convento franciscano de la ciudad de Asís. El Cardenal Kasper ha dicho incluso, a justo título, que «los cristianos no pueden rezar con los miembros de las demás religiones». Pero eso no basta para disipar el terrible malestar y la confusión; pues no dejan de ser las religiones de todo tipo las que rezarán, «cada una por su lado», para obtener, en virtud de esas oraciones pronunciadas al mismo tiempo desde lugares distintos, un mismo objeto: la paz. El hecho de que todas las religiones hayan sido invitadas en la misma ciudad a rezar al mismo tiempo por un mismo fin muestra claramente una voluntad de unidad, por más que el hecho de tener que separarse para rezar muestre la contradicción y la imposibilidad del proyecto. La distinción entre «no rezar juntos, sino estar juntos para rezar», es falsa en este caso, aunque impida una «communicatio in sacris» directa. Sin embargo, a nadie le escapa el carácter sincrético del intento. Con palabras engañosas se llega a negar la flagrante realidad. Las palabras ya no significan nada: «Iremos a Asís, no a rezar juntos, sino a estar juntos para rezar… No hay ningún sincretismo…», etc.

En esa misma declaración, el Superior general de la Fraternidad San Pío X tenía el cuidado de distinguir las legítimas negociaciones diplomáticas para obtener la paz civil, y las escandalosas oraciones públicas interreligiosas para pedir la paz a distintas divinidades:

Una cosa es el establecimiento de la paz civil (política) entre las naciones por medio de congresos, discusiones, medidas diplomáticas, con intervención de personas influyentes de las diversas naciones y religiones, y otra cosa muy distinta es la pretensión de conseguir de Dios el bien de la paz por la oración de todas las (falsas) religiones. Este último procedimiento choca frontalmente contra la fe católica y el primer mandamiento…
Eso encaja con el plan masónico de establecer un gran templo de fraternidad universal por encima de toda religión y creencia, la «unidad en la diversidad» tan grata a la Nueva Era y al globalismo mundial. «Nuestro interconfesionalismo –declaraba el Gran Maestre Armando Corona, de la Gran Logia del Equinoccio de Primavera– nos valió la excomunión recibida en 1738 de parte de Clemente XI. Pero la Iglesia estaba ciertamente en el error, ya que el 27 de octubre de 1986 el actual Pontífice ha reunido en Asís a hombres de todas las confesiones religiosas para rezar juntos por la paz. Y ¿qué otra cosa buscaban nuestros hermanos cuando se reunían en los templos, sino el amor entre los hombres, la tolerancia, la solidaridad, la defensa de la dignidad de la persona humana, considerándose iguales, por encima de los credos políticos, de los credos religiosos y del color de la piel?» (Hiram, órgano del Gran Oriente de Italia, abril de 1987).

Dos años después, en enero de 2004, la Fraternidad San Pío X publicaba un estudio titulado «Del ecumenismo a la apostasía silenciosa», que hizo llegar a todos los cardenales. Este título recogía la expresión «apostasía silenciosa», empleada por Juan Pablo II en su Exhortación apostólica Ecclesia in Europa, del 28 de junio de 2003, para describir el estado de la Iglesia en Europa.

Considerado bajo el ángulo pastoral –se decía en dicho estudio–, hay que decir del ecumenismo de estos últimos decenios que lleva a los católicos a la apostasía silenciosa, y que disuade a los no católicos de entrar en la única arca de salvación. Por eso, hay que reprobar «la impiedad de los que cierran a los hombres la entrada en el Reino de los cielos». Bajo pretexto de buscar la unidad, este ecumenismo dispersa a las ovejas; no tiene la señal de Cristo, sino la del divisor por excelencia, el demonio (nº 43).

Por muy atractivo que parezca a primera vista, por muy espectaculares que parezcan sus ceremonias en la televisión, por muy numerosas que sean las masas que reúne, la realidad se impone: el ecumenismo ha hecho de la ciudad santa que es la Iglesia una ciudad en ruinas. Caminando tras una utopía –la unidad del género humano–, este papa no se ha dado cuenta hasta qué punto el ecumenismo que él perseguía era propia y tristemente revolucionario, ya que invierte el orden querido por Dios (nº 44).

Y concluía con una cita de Monseñor Lefêbvre:

Por nuestra parte, guardamos el prudente juicio y la firme sabiduría recibidas de nuestro fundador: «Queremos estar en perfecta unidad con el Santo Padre, pero en la unidad de la fe católica, porque sólo esta unidad puede reunirnos, y no en una especie de unión ecuménica, una especie de ecumenismo liberal; pues, a mi parecer, lo que mejor define toda la crisis de la Iglesia, es realmente este espíritu ecuménico liberal. Digo “ecuménico liberal”, porque hay un cier­to ecumenismo que, bien definido, podría ser aceptable. Pero el ecumenismo liberal, tal como se practica en la Iglesia actual, y sobre todo desde el concilio Vaticano II, supone necesariamente verdaderas herejías» (nº 47).

El 9 de enero de 2011, al anunciarse el 4º encuentro de Asís que debía tener lugar el 27 de octubre siguiente, bajo la presidencia de Benedicto XVI, Monseñor Fellay dio en París una conferencia en la que declaró:

Asís se ha convertido ya en un símbolo. Al decir que se va a Asís para celebrar los 25 años de este símbolo, es imposible quitarle este su valor simbólico, aunque se intente limpiarlo y corregirlo. Hay un mensaje detrás de Asís, y el único medio de borrar este mensaje es que el Vicario de Cristo, en esta ocasión, diga a todas las demás religiones: «No hay bajo el cielo otro nombre que haya sido dado a los hombres, y por el cual debamos salvarnos, fuera de Nuestro Señor Jesucristo. Así pues, convertíos». Si se hace eso, entonces sí, perfecto.

P. José María Mestre Roc. 

Sobre la FSSPX (Sociedad Sacerdotal de San Pío X) pinchar aquí.

Es digno de mención la fidelidad a la Tradición y la fidelidad a la Iglesia. De hecho, no están excomulgados.

Merece la pena leer el artículo de Javier Navascués (de Adelante la Fe) de título "Fuera de la Iglesia no hay salvación" (de fecha posterior a éste; el 24 de septiembre de 2016)

¿Ordenación sacerdotal de hombres casados? (Gloria TV)

Duración: 28 segundos

ORIGINAL INGLÉS

Not Enough Celibate Priests? Make Way For Married Priests. This is the remedy being considered by Cardinal Hummes and Pope Francis for regions with a scarcity of clergy, starting with the Amazon, writes Sandro Magister. There is renewed vigor behind the rumor that Francis wants to assign to the next Synod of Bishops, scheduled for 2018, the question of the ordination of married men.

TRADUCCIÓN PERSONAL

¿No hay suficientes sacerdotes célibes?  Pues demos paso a los sacerdotes casados. Ésta es la solución que está siendo considerada por el cardenal Hummes y el papa Francisco para aquellas regiones con escasez de clero, comenzando por la Amazonia, escribe Sandro Magister. Ha adquirido nueva fuerza el rumor de que Francisco quiere incorporar al próximo Sínodo de los Obispos, previsto para 2018, la cuestión de la ordenación de hombres casados.

Este es el comienzo de lo que escribe Sandro Magister:

ROMA, 21 de septiembre de 2016 – Hace unos días, el Papa Francisco ha recibido en audiencia al cardenal brasileño Cláudio Hummes, acompañado por el arzobispo de Natal, Jaime Vieira Rocha.

Hummes, de 82 años, anteriormente arzobispo de Sao Paulo y prefecto de la congregación vaticana para el clero, es actualmente presidente tanto de la comisión para la Amazonia de la conferencia episcopal de Brasil, como de la Red Pan-Amazónica que reúne a 25 cardenales y obispos de los países circundantes, además de a representantes indígenas de las diversas etnias locales.

Y como tal sostiene, entre otras cosas, la propuesta de solucionar la falta de sacerdotes célibes en áreas inmensas como la Amazonia confiriendo el orden sagrado también a "viri probati", es decir, a hombres de probada virtud, casados.

Por consiguiente, la noticia de la audiencia ha hecho pensar que el Papa Francisco ha discutido con Hummes acerca de dicha cuestión y, en particular, de un sínodo "ad hoc" de las 38 diócesis de la Amazonia, que efectivamente está en avanzada fase de preparación.

No solo. Ha adquirido nueva fuerza la voz según la cual Jorge Mario Bergoglio quiere asignar al próximo sínodo mundial de los obispos, programado para el 2018, precisamente la cuestión de los ministerios ordenados, obispos, sacerdotes, diáconos, incluida la ordenación de hombres casados.

Discurso del Papa Francisco ante líderes religiosos reunidos en Asís (20 de Septiembre 2016)


Fuente: Aciprensa 
 

Sobre el encuentro de Asís de Francisco el 20 de septiembre puede leerse el excelente artículo de Sandro Magister haciendo clic aquí 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Encuentro de Asís 2016 "Sed de Paz" (Gloria TV y Religión en libertad)

Duración: 40 segundos

ORIGINAL EN INGLÉS

Prayer And Prayer: Yesterday Pope Francis attended the World Meeting of Religious Leaders in Assisi. He explained his presence by saying: “Men and women of all religions will be in Assisi not for a spectacle but simply to pray for peace.” At the same time Francis skipped the prayer at the Italian Eucharistic Congress in Genoa, which ended on Sunday. It was the first such event in decades without the presence of the Pope.


TRADUCCIÓN PERSONAL

Oración y oración: Ayer el papa Francisco asistió al Encuentro Mundial de Líderes Religiosos en Asís. Explicó su presencia diciendo: “Los hombres y las mujeres de todas las religiones no estarán allí para un espectáculo, sino tan solo para rezar por la paz”. Al mismo tiempo, [sin embargo] Francisco no acudió a la oración que tenía lugar en el Congreso Eucarístico Italiano en Génova y que terminaba el lunes. Es la primera vez durante décadas [es decir, desde que se inició, hace ahora 26 años] que tiene lugar tal evento en Génova sin la presencia del Papa.


(Nota: el contenido entre corchetes es mío)

La noticia puede leerse con más detalles en Religión en Libertad

martes, 20 de septiembre de 2016

LA IMPORTANCIA DEL LATÍN (por Mariano Arnal)


Duración 24:16 minutos

Combatir los errores es defender la fe católica (Vídeo)


Duración 8:26 minutos

Francisco inventa la octava obra de misericordia ¡Esto es ya el colmo! (Christopher A. Ferrara)



Después de más de tres años de este estrambótico pontificado una cosa salta a la vista de cualquier observador informado y objetivo: el «padre Bergoglio» — como se hace llamar mientras se dedica a minar la doctrina católica por teléfono— abusa del ministerio papal, como ningún otro Papa lo ha hecho antes al hacer de sus ideas personales un precepto vinculante dentro de la Iglesia.

  • Explaya sobre cuanto se le ocurre de manera incesante, al parecer en espera de que todo católico creyente acepte sus opiniones como si fuesen enseñanzas auténticas de la Iglesia:
  • permitir el acceso «en ciertos casos» a la sagrada comunión a personas viviendo en adulterio;
  • recibir con los brazos abiertos el ambientalismo, la histeria del «cambio climático» y las «metas del desarrollo sostenible» de las Naciones Unidas;
  • el blanqueo absurdo del islam, la llamada a la inmigración de musulmanes sin restricción alguna y la escandalosa equiparación moral entre el terrorismo islamista y un «fundamentalismo» católico;
  • declarar permisible el uso de anticonceptivos para combatir el Zika;
  • calificar a mujeres que han padecido más de un alumbramientos por cesárea como madres irresponsables que tientan a Dios al reproducirse como «conejos»;
  • declarar que toda persona bautizada pertenece a la misma Iglesia que los católicos;
  • desvalorar la definición del dogma de la transubstanciación a una «interpretación» colocándolo al mismo nivel que la herejía luterana;
  • censurar de la pena de muerte como inmoral per se;
  • la descripción de la Virgen María como resentida porque Dios la «engañó» acerca de la realeza de su hijo;
  • la descripción de Jesús como un patrañero que solo pretendía estar molesto con sus discípulos, y como un joven temerario que se vio obligado a pedir perdón a José y a María por «su correría» en la sinagoga mientras ellos lo buscaban;
En fin, una lista interminable que se ensancha a diario.

¿Y cuál es la novedad ridícula de esta semana? Se le ha puesto a Francisco que debe haber ocho obras corporales de misericordia y ocho obras de misericordia espirituales en vez de las siete reconocidas. Esta «octava obra de misericordia», a la vez corporal y espiritual, según él, es el «cuidado de nuestra casa común», el medio ambiente en otras palabras. Así lo declara Francisco en su Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la Creación, citándose a sí mismo como la única autoridad en el asunto (según es su costumbre):

La vida cristiana incluye la práctica de las tradicionales obras de misericordia corporales y espirituales . «Solemos pensar en las obras de misericordia de una en una, y en cuanto ligadas a una obra: hospitales para los enfermos, comedores para los que tienen hambre, hospederías para los que están en situación de calle, escuelas para los que tienen que educarse, el confesionario y la dirección espiritual para el que necesita consejo y perdón… Pero, si las miramos en conjunto, el mensaje es que el objeto de la misericordia es la vida humana misma y en su totalidad»

Obviamente «la misma vida humana en su totalidad» incluye el cuidado de la casa común. Por lo tanto, me permito proponer un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de misericordia, añadiendo a cada una el cuidado de la casa común. Como obra de misericordia espiritual, el cuidado de la casa común precisa de «la contemplación agradecida del mundo» (Laudatio Si, 214) que «nos permite descubrir a través de cada cosa alguna enseñanza que Dios nos quiere transmitir» (ibíd., 85). Como obra de misericordia corporal, el cuidado de la casa común, necesita «simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo […] y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor» (ibíd., 230-231).

¿A quién mostramos misericordia espiritual durante «la contemplación agradecida del mundo»? Obviamente a nadie. Calificar la contemplación de las entidades físicas del mundo creado como una obra espiritual de misericordia es una tontería. Proponer tal cosa como una octava obra de misericordia corporal es una sandez congénere ya que no está dirigida a una persona en particular y no prescribe ninguna obra corporal específica.

En otro párrafo del mismo documento, sin embargo, Francisco —citándose a sí mismo una vez más—propone la ridícula idea de que «El examen de conciencia, el arrepentimiento y la confesión al Padre, rico en misericordia, nos conducen a un firme propósito de cambio de vida. Y esto debe traducirse en actitudes y comportamientos concretos más respetuosos con la creación; como, por ejemplo, hacer un uso prudente del plástico y del papel, no desperdiciar el agua, la comida y la energía eléctrica, diferenciar los residuos, tratar con cuidado a los otros seres vivos, utilizar el transporte público y compartir el mismo vehículo entre varias personas, entre otras cosas» (Laudato SI, 211).

Aparentemente, Francisco considera no adoptar prácticas «verdes» como un pecado mortal que requiere absolución y un cambio de vida. Esta postura se nos presenta en marcado contraste con la opinión acerca de personas que, incluso como lo enseña el nuevo catecismo, se encuentran viviendo «en una situación pública y permanente de adulterio» en supuestas «segundas nupcias» después de un divorcio. Francisco ha trabajado incansablemente por admitir a estos católicos descarriados al confesionario y a la sagrada Eucaristía sin ningún propósito de enmienda. No obstante, los católicos que desatiendan el cuidado de «nuestra casa común» aparentemente, según Francisco, no podrán recibir la absolución a menos que enmienden su camino «haciéndose verdes».

Imagínese usted lo que ocurriría si los católicos tomáramos en serio esta noción. Una confesión según los imperativos del ambientalismo podría ser algo rezar más o menos así:

Bendígame Padre porque he pecado. Mi última confesión fue hace un mes. Compre agua en botellas de plástico al menos en seis ocasiones. Usé utensilios de plástico y platos de cartón durante el día de campo familiar la semana pasada. En una ocasión use un rollo entero de toallas de papel para limpiar un derrame en el piso. Muchas veces he descartado plástico y vidrio en el cesto de los desperdicios regulares. En varias ocasiones dejé correr el agua mientras limpiaba la cocina. Me he llevado el auto a la tienda de abarrotes cada semana cuando podía haber utilizado el autobús. En otra ocasión deje las luces encendidas por la noche mientras salí de paseo. La semana pasada tiré unas sobras de lasaña, y aún no he plantado un árbol.

La vergüenza que causa este pontificado ha alcanzado niveles intolerables, incluso para comentaristas Novus Ordo de corriente conservadora de primer orden. En su favor, vale decir que su honestidad intelectual obliga a un creciente número de ellos a decir públicamente ¡Basta ya!

Philip Lawler, por ejemplo, acaba de publicar un artículo intitulado “Las impactantes declaraciones del Papa acerca del medio ambiente” en el cual se queja: «El papa Francisco frecuentemente me causa sorpresa, confusión o consternación, más nada de lo que ha dicho y hecho durante su pontificado, hasta hoy, me ha escandalizado tanto como su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación».

Lawler repetidas veces hace un esfuerzo lastimoso para reiterar que no se trata de una falta de respeto por la creación Divina, sino el hecho que «Francisco ha agregado a la lista tradicional de obras corporales y espirituales de misericordia. A menos que simplemente ignoremos sus declaraciones, la juventud católica de generaciones futuras recibirá enseñanzas que incluirán “ocho” obras en cada categoría. Junto a darle de comer al hambriento y vistiendo al necesitado encontraremos el cuidado del medio ambiente. Junto a enseñar al ignorante y prevenir al pecador habrá… qué exactamente, ¿el cuidado del medio ambiente? No es fácil enmendar un cambio de ese tipo».

Lawler advierte que Francisco «no está realizando ajustes orgánicos, sino que está introduciendo cuestiones —actos benévolos ciertamente— en categorías a las cuales no pertenecen. Cuando el Papa recomienda apagar luces innecesarias, por ejemplo, esta es indiscutiblemente una sugerencia positiva, es algo bueno en sí, mas ese acto no [el énfasis es suyo] constituye una obra de misericordia en el sentido en el que se entiende ese término. La obra de misericordia —tal y como la entendíamos hasta el día de ayer— tiene siempre como sujeto y objeto a un ser humano … En las nuevas obras que propone el papa Francisco el objeto es nuestro entorno natural y no un alma humana».

Es más, la petición por parte del Papa de «apagar las luces, compartir automóviles y separar el papel y los plásticos… parece estar por debajo de la dignidad de un Pontífice. El verdadero peligro consiste en que al descender a esa especie de especificidad prosaica el Papa diluye la autoridad de las enseñanzas a su cargo… ».

Yo diría que es más que un peligro. Esa autoridad ya se ha diluido de manera drástica, desde hace tiempo la continuidad de la enseñanza milenaria pontificia acerca de la moral y la fe se deslíe y se entremezcla casi diariamente con lo que Antonio Socci apropiadamente llama «bergoglianismos».

Siguiendo esa misma línea, Jeff Mirus, citando el mismo artículo de Lawler, ha publicado uno propio, con el mordaz título Razones que impiden que el cuidado por el medio ambiente sea incluido en la «lista de obras de misericordia». Una obra de misericordia, señala Mirus, está siempre dirigida a un alma en particular cuya necesidad presenciamos. La innovación de Francisco «inevitablemente desplaza nuestra atención de la persona a su medio ambiente [el énfasis es suyo]».

Mirus correctamente advierte que al exigir prácticas «verdes» como si fuesen «obras de misericordia» Francisco corre el riesgo de someter a los fieles a principios políticos que no tiene derecho a imponer sobre ellos.

Existe, asimismo, el grave peligro de eclipsar el carácter eminentemente personal de estas obras al incluir asuntos cuya naturaleza misma requiere una política social prudencial para lograr el bien común. No es posible exagerar este peligro. Es precisamente aquí donde lo personal desemboca en lo político y lo político desemboca en lo burocrático … Debemos resaltar aquí dos aspectos. Primeramente, hay un contraste marcado entre una obra de misericordia y el medio ambiente, acerca de este último dos personas de buena voluntad pueden estar diametralmente en desacuerdo sin carecer de misericordia. En segundo plano, el magisterio de la Iglesia no es competente para llegar a ninguna determinación práctica que por si sola pueda dar forma a una respuesta comunitaria apropiada acerca del medio ambiente. Lo que inevitablemente ocurrirá, por lo tanto, es que normas específicas quedaran identificadas como la postura “oficial” de la Iglesia, y estas mismas normas se harán pasar por las obras de misericordia que todos estarán llamados a “hacer”.

Mirus también advierte en un artículo relacionado publicado el día anterior: «Será extraordinariamente difícil para la cristiandad evitar el avance de la secularización si existe la percepción de que sus propios líderes espirituales los inducen a aunarse a causas mundanas potentes que de por si ya reciben un impulso sumamente amplio».

Todo lo cual es acertado, el acoplamiento de la Iglesia a la discutible política ambientalista de los gobiernos seculares y a las absolutamente inmorales Metas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que aconsejan «acceso universal a la salud sexual y reproductiva», es precisamente el resultado que exige Francisco, y así lo declara en su mensaje:

La protección de la casa común necesita un creciente consenso político. En este sentido, es motivo de satisfacción que en septiembre de 2015 los países del mundo hayan adoptado los Objetivos del Desarrollo Sostenible, y que, en diciembre de 2015, hayan aprobado el Acuerdo de París sobre los cambios climáticos, que marca el costoso, pero fundamental objetivo de frenar el aumento de la temperatura global. Ahora los gobiernos tienen el deber de respetar los compromisos que han asumido, mientras las empresas deben hacer responsablemente su parte, y corresponde a los ciudadanos exigir que esto se realice, es más, que se mire a objetivos cada vez más ambiciosos.

El último pie del artículo de Mirus difícilmente podría ser más revelador: «He aquí el camino hacia la locura». Mas no hay necesidad alguna de circunscribirnos a una sugerencia velada. Podemos afirmar abiertamente que cualquier observador honesto con un sensus catholicus está ya convencido de que este pontificado carece de cordura. Sólo Dios sabe cómo terminará esto. Mientras tanto, solo nos queda esperar y rogar por una liberación de esta creciente insensatez.

Christopher A. Ferrara

lunes, 19 de septiembre de 2016

Sigue el lío con la Amoris Laetitia (y lo que te rondaré morena)

Fuente: Infocatólica 


Los documentos papales se supone son para animar, confirmar en la fe, aclarar, unir, hacer iglesia. Je.

Amoris Laetitia ha conseguido ser el documento papal no sé si más leído, aparte algún párrafo y alguna nota a pie de página, pero desde luego el que ha conseguido más polémica, más confusión, más división.Desde el principio de ese sínodo de la familia celebrado en dos partes si algo aparecía por todas partes era confusión, relativismo, manos negras, manipulación y diversas artes cuando menos discutibles. Estoy generoso.

Sorprendente que esta exhortación post sinodal haya ido recibiendo apoyos y contra apoyos en forma de recogida de formas, campañas de adhesión inquebrantable, otras de reprobación sistemática. Un lío en toda regla. Los estudios, algunos serísimos sobre el asunto, tampoco es que hayan aportado mayor tranquilidad. Todo lo contrario.

Tras las firmas de todo titirimundi, llegaron las, digamos, cualificadas. En julio conocimos una carta en contra de cuarenta y cinco intelectuales, entre laicos y religiosos, muy fundamentada, que se posicionaba claramente en contra. Hace apenas unos días conocíamos los criterios de interpretación lanzados por los obispos de la región eclesiástica de Buenos Aires, y el aval del papa Francisco a la misma. Pues pareciera que todo claro, tanto que incluso algún arzobispo español ha declarado solemnemente en la web de su arzobispado que si, que amén, y que esa es la interpretación válida de Amoris Laetitiae.

De nuevo je, porque los obispos de Alberta y Northwest Territory, en Canadá, interpretan la cosa de manera diametralmente opuesta a sus hermanos de Buenos Aires, y tan obispos son unos como los otros. Y todo esto a la espera de más que va a salir y de instancias de cierta altura.

En otros tiempos, algunos hubieran hablado de madurez eclesial, sentido crítico, legítima pluralidad, apertura evangélica y sensus fidelium. Más aún, las discrepancias provenientes de mitradas testas hubieran sido presentadas como opiniones de obispos tan obispos como el de Roma. Pero ¡ay Señor! han cambiado los tiempos y hoy discrepar de algunas cosas del papa Francisco es sinónimo de disidencia, infidelidad al sucesor de Pedro y voluntad de dinamitar la iglesia desde dentro.

Vistas como están las cosas, más nos hubiera valido que el sínodo y el post sínodo hubieran sido solo un sueño, que aquí no ha pasado nada y que yo no recuerdo nada sobre la familia en los últimos años. Pero no. Queríamos lío y ahí lo tenemos, pero lío del malo: follón, jaleo, división, discrepancia, oposición y tú más.

A estas alturas de la película lo único que digo es que se ha liado. Que esto no es bueno, que tanto jaleo no hay quien lo aguante y que vaya papelón nos dejan a los curas, porque se nos han dado argumentos para que, se haga lo que se haga, todo sea igualmente válido y todo tenga sus apoyos episcopales, una cosa y la contraria. A lo mejor eso es el evangelio. ¡Ay!

Jorge, de profesión cura

Algunos divorciados vueltos a casar podrán comulgar (Gloria TV)

Duración: 20 segundos

Will A Disclaimer Follow? Pope Francis’ recent letter to the Argentinian bishops has generated the following headline on the front page of The Irish Catholic, a weekly published in Dublin: “Divorced/remarried Catholics can now receive communion.”

Traducción personal

¿Seguirá una exención de responsabilidad? Una reciente carta de Francisco a los obispos argentinos ha generado el siguiente titular en la primera página de The Irish Catholic, una publicación semanal en Dublín: "Divorciados / católicos,  vueltos a casar,  ahora pueden recibir la comunión."

El otoño caliente de Bergoglio y la pasión de la Iglesia (por Antonio Socci)

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Se pre-anuncia un otoño caliente para el Papa Bergoglio. Antes que nada por la serie de derrotas políticas que continua cosechando, él, que es el más político entre los papas modernos: la derrota electoral de Ángela Merkel en Alemania es precisamente una consecuencia de su política sobre la inmigración que ha sido promovida de manera obsesiva por Bergoglio.

Además, en toda Europa, crece la opinión pública que se opone a la “invasión” descontrolada fomentada por el Papa argentino (lo demuestran el Brexit, el Muro de Calais, las elecciones en Austria y también en la católica Croacia donde ha ganado recientemente  el partido de centroderecha).

En estas horas, el último de sus disgustos se debe a la “caída” de Hillary Clinton, que seguramente preocupa a Bergoglio tras su espectacular torpedo lanzado contra Trump sobre la inmigración, para ponerlo en desventaja (a pesar de que la Clinton sea una fanática laicista).

El papa sudamericano ya ha tenido que encajar la derrota de su candidato a la presidencia en Argentina, donde ha ganado Mauricio Macri, de centroderecha, a quien hizo oposición. A todo esto, hay que añadirle el derrumbe del poder de sus amigos de la izquierda brasileña, Lula y Dilema Rousseff (destituida y bajo impeachment ).

También la tentativa de llegar a un acuerdo con la China comunista (acuerdo que sería como dar una bofetada a los cristianos perseguidos y a los obispos clandestinos) se presenta cada vez más difícil, aunque Bergoglio haya firmado declaraciones desconcertantes en las que legitima la dictadura y sus crímenes e incluso haya llegado a acatar la orden del régimen comunista de excluir al Dalai Lama de los próximos encuentros de las religiones en Asís, el 20 de septiembre.

Finalmente, destaca su inmovilismo, a nivel diplomático e internacional, en relación con la tragedia de los cristianos perseguidos y masacrados en diversas partes del mundo.

PROFANACIÓN

En el frente interno vaticano, a pesar del clima de miedo que Bergoglio ha instaurado, desatará fuertes polémicas la carta que ha enviado en estos días a los obispos argentinos, en la que afirma que la única verdadera interpretación de Amoris laetitia es la ultramodernista, es decir “la que, de hecho, incita al adulterio y a la profanación de los sacramentos” (me dice un prelado de la oposición).

Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa avala con su firma una inversión de la ley moral.

Pero barrer el milenario magisterio de la Iglesia fundamentado en el Evangelio acarrea enormes consecuencias en la vida de los cristianos y hasta inducirá a interrogarse sobre la ortodoxia de Bergoglio (duda que hace unos meses Newsweek puso nada más ni nada menos que en la portada: “Is the Pope Catholic?”).

Según el pensamiento católico, la demolición de los sacramentos significa demoler a la misma Iglesia Católica. El actual Obispo de Roma lleva adelante esta estrategia de diferentes maneras: desde la progresiva sustitución de la jerarquía (parece que tiene en proyecto un nuevo Consistorio para crear un pelotón de cardenales bergoglianos que así condicionaría también el futuro) hasta los continuos azadones sobre los diversos pilares de la doctrina católica.

Aunque de manera disimulada, están ya preparándose los golpes al sacerdocio (con la admisión de las mujeres al diaconado y con el empañamiento del celibato).

Pero el objetivo principal concierne, una vez más, a la Eucaristía y entra dentro del proyecto de “protestantización” de la Iglesia Católica que es poderosamente querido por un eje político que va desde los Estados Unidos de Obama hasta Alemania y Europa del Norte. Probablemente se trata del proyecto al cual se opuso Benedicto XVI y por el cual fue “acompañado a la salida”. (Ver nota final)

BERGOGLIO Y LUTERO

La ruptura debería consumarse el próximo 31 de octubre, con la visita bergogliana a Suecia para “celebrar” los 500 años del cisma de Lutero.

Ya la visita, en sí misma, es ocasión de discusión, porque el Obispo de Roma se ha negado obstinadamente a acudir al Congreso Eucarístico de Génova, en septiembre (primer caso, en el Post-Concilio, de un Papa que rechaza participar en este evento espiritual), mientras que participa, de manera entusiasta, en las celebraciones del más devastador hereje de la historia de la Iglesia

En esta ocasión puede ocurrir lo “irreparable”, es decir, puede verificarse la aprobación de la “intercomunión” entre católicos y luteranos. Esto significaría la abolición, de hecho, de la doctrina católica sobre la transustanciación; en la práctica la abolición de la Eucaristía. Hay que recordar que en la ceremonia del pasado 28 de junio, y no de casualidad, el Papa emérito Benedicto XVI insistió en el término “transustanciación”, precisamente para indicar el peligro inminente…

La intercomunión entre católicos y luteranos equivaldría a la equiparación de la Eucaristía con el pan normal de la cena luterana. Para la Iglesia sería una catástrofe. ¿Cuáles son los indicios que van en esta dirección?

INDICIOS

Antes que nada, las sorprendentes palabras pronunciadas por Bergoglio el 15 de noviembre de 2015, en su visita a la comunidad luterana de Roma.

Luego, la interpretación que de esas palabra dio una fuente oficial como “Civiltà Cattolica”.

Por último, anteayer, en Santa Marta, Bergoglio hizo un discurso que podría ser su típico fuego de artillería preventivo que generalmente desata para preparar sus operaciones de demolición (así hizo también en relación con el tema de la comunión a los divorciados vueltos a casar).

De hecho ha hilvanado una desquiciada serie de imágenes, como hace cada vez que quiere golpear a quien se opone a su “revolución”.

Al final de su confuso discurso, el meollo ha sido éste: impidamos que el diablo destruya a la Iglesia con las divisiones, sobre todo las divisiones que atañen a la “raíz misma de la unidad de la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, la Eucaristía”.

En sí mismo este concepto sería normal y justo, si no hubiera sido utilizado al revés, porque los que quieren dividir, contra los que Bergoglio ha empezado ya a despotricar, podrían ser aquellos obispos católicos que mantienen que no se puede asimilar la Eucaristía (verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo) con el pan de la cena luterana.

Conociendo el modo de proceder de Bergoglio cabe prever que será precisamente esta aparente apología de la Eucaristía el argumento que utilizará para el ataque final a la misma Eucaristía (ya ha utilizado estos increíbles artificios dialécticos en la Amoris laetitia donde se llega a exhortar al adulterio a los convivientes para el bien de los hijos).

LUTERO CONTRA LA EUCARISTÍA

En realidad, la única verdadera y devastadora división de la Iglesia en relación con la Eucaristía la provocó, hace 500 años, precisamente aquel Lutero que Bergoglio irá a festejar.

He aquí lo que Lutero afirmaba de la Santa Misa:

“Yo declaro que todos los prostíbulos, los homicidios, los robos, los asesinos y los adúlteros son menos malvados que esa abominación que es la misa papista.”

Y más aún:

“Cuando la misa sea destruida, pienso que habríamos derribado con ella todo el papismo. De hecho, el papismo se apoya en la misa como en una roca; todo entero, con sus monasterios, obispados, colegios, altares, ministerios y doctrinas, en una palabra con toda su panza. Todo esto se derrumbará necesariamente cuando sea derribada su misa sacrílega y abominable.”

- Entonces, si Bergoglio fuera coherente con lo que dijo anteayer, si de verdad quisiera proteger la Eucaristía, en vez de ir a legitimar a Lutero y sus doctrinas, debería decir a los protestantes que no es posible ninguna intercomunión y que la Eucaristía es el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo.

- Luego, debería retirar la Amoris laetitia que, de hecho, legitima la profanación de la misma Eucaristía.

Pero no hará nada de todo esto e irá por su camino, que es fuertemente patrocinado por los poderes fácticos internacionales. Los cuales son los grandes partidarios de este pontificado y han sido los grandes enemigos del de Benedicto XVI que finalmente ha sido “dimitido” (ver nota final).

Sin embargo, siempre es posible que la parte católica de la Iglesia se rebele (importantes intelectuales cercanos a los papas precedentes han escrito que se ha pasado el límite) y puede que surjan posibles quiebras en el pontificado bergogliano si en la Casa Blanca no se queda el bloque Obama-Clinton que lo apoya.

Antonio Socci 



Nota final (acerca de lo que dice Antonio Socci sobre Benedicto XVI)

Antonio Socci  hace un certero análisis  acerca de la situación actual eclesial. Sin embargo, sus declaraciones sobre Benedicto XVI, evidentemente, son sólo una interpretación que el autor hace, como defensor de Benedicto XVI, considerando que fue "dimitido". Sin embargo, el propio Benedicto XVI, según sus propias declaraciones, tomó su decisión libremente y sin ningún tipo de coacción; además, esto lo ha expresado posteriormente, en infinidad de ocasiones ... y también en el último libro que ha aparecido. Por lo demás, las reflexiones que Antonio Socci realiza en este artículo dan en el centro de la diana y merecen ser muy tenidas en cuenta ... por lo que nos va en ello, como católicos que desean ser fieles a la Iglesia.


domingo, 18 de septiembre de 2016

Luteranos de corazón (Fray Gerundio)


No sabría describirlos adecuadamente. Me recuerdan a aquellos de los que hablaba el Señor cuando decía que quien miraba a una mujer deseándola, ya había adulterado con ella en su corazón. En aquellos tiempos, todavía no se había publicado la Amoris Laetitia y las cosas eran más estrictas. Bueno, el caso es que cuando yo veo a tantos y tantos mirando con el rabillo del ojo el protestantismo, regodeándose en sus virtudes y maravillas, ensimismándose con la doctrina y personalidad de ese benefactor de la Humanidad que fue Lutero, se me hace fácil la analogía con las palabras del Señor: Ya se hicieron protestantes en su interior, ya se protestantizaron en su corazón. El que mira el luteranismo deseándolo, ya se unió a él en su corazón.


Tenemos entre los miembros de nuestra Jerarquía muchos socios del Club del Embobamiento Luterano. Socios de Honor. Han hecho lo posible y lo imposible por protestantizar la Iglesia en muchas cuestiones graves. Pero han conseguido que en el día a día de los fieles llamados católicos, se haya introducido el protestantismo como quien no quiere la cosa. Sin enterarse. Si ahora mismo hiciéramos una encuesta sencilla, -entre los que nos rodean-, sobre la doctrina católica, nos llevaríamos una sorpresa. Hay muchos luteranos entre los catequistas, ministros sin ordenar y ministros ordenados, monjas sin toca y monjas retocadas. Hasta el pueblo ha llegado el olor a oveja que han diseminado los malos pastores.

Casi se podría decir que entre el pueblo fiel, excepto la devoción a la Virgen que todavía existe en pueblos y villorrios, se suele pensar que lo importante es la fe y las obras sirven de poco, que la Biblia la puede interpretar cada uno a su antojo, que la Iglesia católica no es la única verdadera, que los sacerdotes son meros representantes de los laicos, que la Misa es una Cena, que la Eucaristía es un símbolo de Cristo pero nada más, que los curas y frailes estarían mejor casados, etc, etc.
Estas gentes han sido adoctrinadas durante los últimos cincuenta años por teólogos, párrocos y jerarcas que ya no creían en las verdades católicas y habían llegado a ser protestantes de corazón. Recuerdo a un fraile compañero mío que comenzó a explicar a los novicios la Historia de la Reforma y fue avanzando con tanto brío, que al final él mismo se reformó y se hizo protestante contra todo lo que oliera a doctrina católica.

Si el problema lo podemos ilustrar desde abajo, no hablemos de lo que tenemos arriba. Ya he dicho que los doctores y teólogos fueron los primeros en cabeza. Aunque -todo hay que decirlo-, hubo también quienes se negaron a seguir semejante locura. Pero hemos tenido que sufrir en los cincuenta años precedentes gran cantidad de lobos rapaces que andaban encandilados con Lutero. Y ahora son multitud

Desde aquel Cardenal Bea (jesuíta por cierto), con su decreto de ecumenismo vaticanosegundista hasta los cardenales actuales, joyas del embobamiento por Lutero y sus hijos espirituales, hay sólo un paso. Y si Juan Pablo II besó el Corán, pues entonces a los escritos de Lutero habrá que incensarlos con toda solemnidad, digo yo. Koch, Schönborn, Marx y muchos otros capelos germánicos, han arrastrado también a capelos anglosajones, yanquis y mediterráneos por esta vía maravillosa del ecumenismo memo, que es ese ecumenismo que consigue que los propios se pasen al bando contrario, tras escuchar una predicación en la que se ensalza el bando contrario.

En estos días lúcidos que vivimos, tenemos el impulso de Francisco como carnet de pedigrí del encantamiento por Lutero. Próximamente se celebrará el 500 aniversario de la división y destrucción de la Cristiandad. Se celebrará ensalzando y ponderando las virtudes de quien la hizo posible. Y muchos católicos tan campantes. Y muchos obispos, tan encantados de la vida. Y Francisco, a Suecia. Merece la pena un viaje para honrar y festejar a uno de los mayores ultrajadores, insolentes, profanadores, deslenguados y despotricadores contra la Santa Madre Iglesia. Destructor de los Sacramentos y de la Santa Misa.

Para Francisco, Lutero fue un hombre bueno. Un reformador de las malas costumbres de aquellos papas renacentistas totalitarios que no gobernaban sinodalmente como se hace ahora (ejem). Aquella Roma corrupta, y no la Roma de ahora (ejem). En la que se vendían las indulgencias, no como ahora en la que se venden las nulidades matrimoniales (ejem).

Habría para escribir un libro. Ya comenté algo cuando se dio la magna noticia. Eso era en aquel lejano enero de 2016. Mucho ha llovido desde entonces, en este Pontificado tan lleno de sorpresas. No se canonizará oficialmente a Lutero en Lund, pero se ejemplificará la Reforma Luterana como algo necesario y bueno para la Cristiandad. Pobre Jorge Bergoglio cuando tenga que explicar esto en algunos Tribunales de los que nadie se puede burlar. Y pobrecitos los luteranos de corazón que le acompañan en la Comparsa Herética. Lucharemos por la paz juntos, venceremos a la pobreza juntos, y haremos desaparecer el catolicismo juntos.

Menos mal que después, llegará Nuestro Señor.

Fray Gerundio

viernes, 16 de septiembre de 2016

El padre Jacques Hamel, Franciso ... y Amoris Laetitia ( por José Martí)


La homilía del papa Francisco, en Santa Marta, ayer día 14 de septiembre, fue dedicada al padre Jacques Hamel, asesinado por yihadistas el 26 de Julio de este año mientras celebraba la santa Misa. La traducción al español de esta homilía puede verse en la página web de Secretum Mihi Meum.


Lo que más me llama la atención es cuando dice, hablando del padre Hamel, que "ha dado su vida por no renegar de Jesús y lo ha hecho en el mismo sacrificio de Jesús sobre el altar". Aquí se hace hincapié en el carácter sacrificial de la Santa Misa ... lo cual es fundamental y desconocido, sin embargo, por la inmensa mayoría del pueblo cristiano. Da gusto oír hablar al Papa con esta claridad que no da lugar a equívocos acerca del sentido de la muerte del padre Hamel de quien dice también, como así es: "Debemos rezarle, ¿eh? ¡Es un mártir! Y los mártires son beatos". Esto es pura Tradición de la Iglesia.

¡Qué bueno sería que el Papa se expresara también así, con esa claridad, cuando habla de tantísimas otros temas! ... ¡Tal puede ser el caso de la Amoris Laetitia, por poner un ejemplo, en que no lo hace así!.

Recemos a Dios por el Papa para que actúe conforme a su Santa Voluntad y conforme al sentir de la Iglesia de siempre: que sepa rectificar y que anule aquellas 19 proposiciones de la AL que no concuerdan con el Magisterio de la Iglesia, a las que se refiere la carta que le dirigieron el 11 de julio de 2016 un grupo de 45 profesores y sacerdotes  ... todavía están esperando una respuesta.

Pero a fuer de ser realistas, mucho me temo que van a seguir esperando sine die, siendo lo más probable que no reciban ninguna contestación ... aunque, en honor a la verdad y a fuer de no ser ingenuos y de ser sinceros, la respuesta de aclaración que se pide viene ya dada en la propia AL,  en particular en los puntos 301 y 305 y en la nota 351 (puntos en los que se atenta directamente contra la indisolubilidad del matrimonio y contra el sacramento de la Eucaristía, el cual podría recibirse -según esos puntos- en estado de pecado mortal)

Pese a lo cual se está luchando por hacerle decir al Papa lo que no dijo, mediante una serie de interpretaciones que rayan en la contradicción, puesto que se sigue afirmando que el matrimonio es indisoluble y que la doctrina no se toca. Eso no es verdad. Sí se toca. Y en lo más profundo.  El Papa ha dicho lo que ha dicho; y lo que ha dicho queda reflejado en la AL, con toda claridad, pese a sus numerosas ambigüedades.  Por supuesto, "el que no quiera ver seguirá sin ver, por más claro que esté que el Papa en la AL ha dicho lo que quería decir. Es así de simple. Sin embargo, para que no haya lugar a dudas, tenemos dos hechos que, a mi parecer, son incontrovertibles.

El primero viene en la rueda de prensa que tuvo lugar en su viaje de regreso de Lesbos a Roma, en la que encomendó al cardenal Schönborn la verdadera interpretación de la AL, dando por hecho que lo que dijera Schönborn eso era lo que él pensaba (Véase vídeo):


Pues bien: a la contestación de Schönborn le dediqué nueve entradas en este blog del 16 al 25 de mayo; en la entrada número 8 queda bien definido, a modo de resumen, lo que dijo Schönborn, o sea, lo que dijo Francisco, que es lo mismo (Por cierto, es bueno no olvidar que la AL estaba ya redactada de antemano, en gran parte, por Tucho Fernández, según afirma Sandro Magister en un artículo titulado "La AL tenía su autor oculto desde hacía diez años").

El segundo hecho es aún más clarividente. Y viene muy bien explicado en el artículo de Roberto de Mattei de título "El verdadero origen de las divisiones en la Iglesia". Después de esto no debería quedar ya ninguna duda acerca de la correcta interpretación de la Amoris Laetitia, esa que pedían muchos líderes internacionales a favor de la familia; y entre ellos el arzobispo Schneider .

Esto es lo que dijo De Mattei en su artículo: " El pasado 5 de septiembre Infocatólica publicó una carta del papa Francisco a los obispos de la región pastoral de Buenos Aires en respuesta al documento Criterios básicos para la aplicación del capítulo VIII de Amoris laetitia. En el documento, destinado a proporcionar al clero algunos criterios con relación al capítulo octavo de la exhortación, los prelados argentinos afirman que, de conformidad con Amoris laetitia, los divorciados vueltos a casar pueden tener acceso a la Comunión sacramental aunque convivan more uxorio sin intención de practicar la castidad. "

[El grave problema surge del hecho de que el mismo día, 5 de Septiembre, en el que fue declarada santa Teresa de Calcula, el Papa Francisco se ha apresurado a responder a los prelados, expresando su aprecio por ese documento. Es más. Esto es lo que les ha respondido a los obispos argentinos:

 «El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII de Amoris laetitia. NO HAY OTRAS INTERPRETACIONES. Y estoy seguro de que hará mucho bien»

[Esto está publicado en numerosos medios. Por ejemplo aquí]

"Al momento -continúa diciendo De Mattei- se ha desatado la polémica, y la carta del Pontífice ha desaparecido del mencionado portal, hasta el punto de que muchos han puesto en duda su existencia. Finalmente, L’Osservatore Romano ha confirmado su autenticidad.[Es decir, la autenticidad de la carta de Francisco en respuesta al documento de los obispos argentinos]   «No hay otras interpretaciones.» [Los enlaces son míos y llevan a la página web Secretum Mihi Meum]

Y sigue diciendo De Mattei: "Francisco ya había expresado su postura sobre los divorciados vueltos a casar en el vuelo de regreso de la isla de Lesbos, y parece definitivamente clara en este sentido.[Pinchar aquí] ... Pero si eso es lo que piensa, ¿por qué lo expresa en una nota a pie de página de Amoris Laetitia y en una carta privada que no se va a publicar, en vez de afirmarlo de modo claro y explícito? ¿Tal vez porque de esa forma la contradicción con el Magisterio perenne de la Iglesia sería pública y formal, cuando lo que se quiere es cambiar la doctrina de la Iglesia de manera ambigua y subrepticia? [El artículo completo de Roberto de Mattei puede leerse pinchando aquí]

Aquí es posible ver un corto vídeo de Gloria TV en donde aparece también esta noticia:


Duración: 36 segundos

En mi modesta opinión, el cisma está servido: ¿Optar por lo que dijo Jesucristo o bien optar por lo que dice un Papa motu propio, cuya autoridad, al contradecir la Doctrina de la Santa Madre Iglesia, no deja de ser sino una mera opinión ... y, en realidad, una herejía, aun cuando no lo afirme explícita y públicamente, sino a base de notas marginales, de cartas privadas y de otras por el estilo, lo que es muy propio del pensamiento modernista y del progresismo que, para desgracia del pueblo cristiano, han invadido la Iglesia.

Ante lo cual sólo cabe rezar ... y, por supuesto, también actuar: "Hagan lío", decía Francisco. Si no aparece un grupo de cardenales que actúe y ya, porque el tiempo es breve, haría falta un milagro directo por parte de Jesucristo, porque la Iglesia se va a pique y se hunde, si Él no lo remedia. En sus manos estamos.

José Martí


NOTA: Es casi imposible que surja ese grupo de cardenales, dado que Francisco se ha ido ocupando durante estos tres años y medio de quitar de en medio a aquellos cardenales que le pudieran hacer frente. Lo ha hecho poco a poco, pero de modo continuado. Y ahora en la Curia hay cada vez menos cardenales que piensen y actúen conforme a la praxis de la Iglesia de siempre. Y los que quedan se la juegan si se enfrentan a él. Les queda poco tiempo. De hecho, el G-9 ya ha acabado sus reuniones que han durado del 12 al 14 de septiembre. Y una de las conclusiones a las que han llegado es que hay que revisar el acceso de los candidatos a Obispos. Que cada uno saque sus conclusiones.

¿Qué será lo siguiente? Imagino que será poner en cuestión el celibato sacerdotal, de modo que no sea obligatorio. De hecho ha habido ya manifestaciones públicas de obispos en este sentido. Por ejemplo, el arzobispo de Bruselas, Monseñor Josef de Kesel declaró el 8 de mayo de este año: "No creo que se le pueda pedir el celibato a cada sacerdote, especialmente no en un momento en que la sexualidad juega un papel tan importante. Estoy a favor del modelo católico oriental donde hombres que estén casados puedan ser ordenados al sacerdocio" ... De hecho ahí tenemos el Motu propio De concordia inter Codices de fecha 15 de septiembre de 2016 que puede ser un primer paso en este recorrido.

¿Y luego? Posiblemente se prohibirá la guerra justa, de modo que un cristiano no pueda legítimamente defenderse si es atacado (¡un disparate ... pero ya puestos!). 

Y así sucesivamente: por la vía de los hechos se está cambiando el Dogma paulatinamente, aunque muchos se niegan a verlo. ¡Cómo me gustaría estar equivocado!

La guinda final (¡ Dios no lo quiera!) sería una misa conjunta entre católicos y protestantes. O sea, el acabóse. Tengo la esperanza de que no se llegue a esa protestantización de la Iglesia porque entonces sería ya una señal clara y evidente de que nos encontramos en los albores de los últimos tiempos. De modo "que Dios nos pille confesados", como suele decirse en casos de muy difícil o imposible solución .