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sábado, 11 de diciembre de 2021

La extraña "revolución" contenida en las vacunas Pfizer y Moderna ARNm



De una fuente más que confiable la confirmación de lo que ya hemos aprendido y apoyado, pero lamentablemente no recogido por la vulgata actual. Aquí el índice de artículos sobre Covid, vacunas y dictadura sanitaria.

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¿Vacunas o medicamentos? Las características de las vacunas ARNm hacen de las terapias génicas preventivas de Pfzer y Moderna medicamentos administrados a personas sanas. El debate que a veces surge en la prensa se refiere a un tema engañoso y complejo: ¿son las nuevas vacunas anti-Covid - Pfizer y Moderna - realmente vacunas o son parte de las nuevas terapias génicas?

La pregunta no es sólo de interés académico, sino también de interés legal. Una vacuna, como primera aproximación, se produce con el fin de proporcionar inmunidad adquirida activa contra un tipo particular de infección, para la cual no se dispone de tratamientos efectivos. Un fármaco, en cambio, es un producto -de origen natural o sintético- que interviene en la bioquímica del organismo, capaz de inducir cambios funcionales mediante una acción física o química.

Cabe destacar que las vacunas se administran a personas sanas con el objetivo de lograr un beneficio futuro (acción profiláctica). Los medicamentos se prescriben a personas enfermas con el objetivo de lograr su curación. En el primer caso es imperativo no comprometer una condición de aparente buena salud. En el segundo, se propone en cambio modificar la condición actual de la enfermedad.

Una vacuna se obtiene tradicionalmente "exponiendo" el virus - inactivado o "muerto" - al sistema inmunológico del huésped, que desarrollará una reacción inmunitaria compleja, produciendo una amplia gama de anticuerpos (y células T, que contienen el llamado " memoria inmunológica ") dirigida contra numerosos" objetivos "ofrecidos por los diversos componentes virales. Este procedimiento protege (parcialmente) de las llamadas variantes: incluso si uno de los objetivos cambiara, aún quedarían otros contra los cuales el organismo podría dirigir la reacción inmunológica.
Las vacunas Pfizer y Moderna son en realidad formas de "terapia génica", ya que se basan en la administración de un ácido nucleico - ARN mensajero- que, una vez que ha penetrado en las células humanas, transfiere una sola información: la necesaria para producir grandes cantidades de proteína Spike que, una vez reconocidas como "extrañas", activarán la correspondiente producción de anticuerpos. Por tanto, es un "tratamiento" destinado a modificar la información y la actividad genética de la célula.
El campo de las terapias génicas se ha expandido subrepticiamente en los últimos años, como lo reconocen numerosos artículos científicos y lo subrayan las declaraciones recientes de Stefan Oelrich, miembro del Consejo de Administración de Bayer. El advenimiento de nuevas tecnologías en ARNm brindó un salvavidas para la industria de la terapia génica, que había sufrido un severo revés debido a los fracasos y las severas restricciones impuestas por las regulaciones internacionales.

(Fig. 1. Ver leyenda en nota final)

Ahora, como reconoce Nature , gracias a la pandemia y la introducción (apresurada) de las vacunas de ARN, se pudieron sortear obstáculos para facilitar la aceptación de la nueva tecnología (ver Harries L. " Es hora de que los científicos griten sobre las terapias de ARN ". naturaleza 2019 Oct;. 574 (7778)).

Todo esto tiene enormes implicaciones, tanto desde el punto de vista normativo como científico. Desde un punto de vista legal, la equiparación de terapias con ARNm a vacunas permite facilitar enormemente su introducción en el mercado farmacéutico, saltándose la verificación de posibles efectos secundarios, como mutagénesis y carcinogénesis, que normalmente no se tienen en cuenta. con vacunas (ni Pfizer ni Moderna han realizado tales estudios y lo han declarado explícitamente).

Además, la autorización de comercialización de vacunas y medicamentos está sujeta a una normativa diferente, que se simplifica sustancialmente en cuanto a vacunas y que asegura a las empresas una especie de franquicia en cuanto a efectos adversos. Los efectos secundarios, graves o leves, son admisibles en el curso de una enfermedad, pero se vuelven inaceptables si la terapia se impone a personas que gozan de buena salud. Es un hecho que muchas preguntas pertinentes a la seguridad de las vacunas de ARNm siguen sin respuesta hasta el día de hoy, como lo denuncia el British Medical Journal (ver Tanveer S, Rowhani-Farid A., Hong K., Jefferson T., Doshi P., “ Transparencia de los ensayos de la vacuna Covid-19: decisiones sin datos ”, BMJ Evid Based Med. 2021, 9 de agosto).

Que estas vacunas sean en realidad otra muy distinta explica la renuencia de los gobiernos a imponer la llamada obligación de vacunación, que no podría justificarse en el caso de las "terapias", terminando exponiéndolas a graves repercusiones de carácter legal, si no delictivo. .

En segundo lugar, la facilidad con la que es posible "construir" in silico (término utilizado por los científicos para describir el modelado, simulación y visualización de procesos biológicos y médicos en computadoras. Medicina in silicoes el resultado de los avances en informática médica durante los últimos 20 años. -ndr) una vacuna ARNm está seduciendo a muchos investigadores que ya están pensando en utilizar esta estrategia para preparar vacunas ad hoc para cualquier enfermedad

Estaba escrito claramente que "Las vacunas de ARNm, desarrolladas y aprobadas en unos pocos meses, representan un gran avance en el campo de la terapia génica, que hasta ahora había luchado por obtener las autorizaciones necesarias debido a un gran número de científicos escépticos y conservadores y por preocupaciones sobre su seguridad […] Aunque estas dos vacunas no son los primeros medicamentos aprobados que utilizan materiales genéticos como ingredientes activos, ahora son un hito en la historia de la medicina moderna y podrían cambiar el enfoque de la farmacología para siempre. 

Este resultado ofrece nuevas soluciones revolucionarias para muchas enfermedades. En un futuro próximo, anticipamos el desarrollo de tratamientos basados ​​en ARNm para una amplia gama de enfermedades, como trastornos hereditarios, diabetes tipo 1, cáncer y VIH. Muchas otras vacunas de ARNm pueden prevenir enfermedades infecciosas y epidemias al ser escalables, reproducibles, versátiles y adaptables con diferentes variantes de virus "(Abu Abed OS,"Vías de terapia génica y vacunas Covid-19 ", Genes Immun. 2021 junio; 22 (2): 120-124).
El objetivo es claro: suplantar el aparato farmacológico tradicional con medicamentos de ARN (o ADN) construidos por computadora (basados ​​en secuencias). Esta deriva es peligrosa, no solo porque pretende revolucionar el enfoque farmacológico clásico en ausencia de fundamentos científicos válidos, sino porque acabaría concentrando la posibilidad de producir fármacos en manos de unas pocas multinacionales.
Si esto es lo que está en juego, es fácil comprender por qué los medios de comunicación y de información más difundidos niegan tan tenazmente que las nuevas vacunas sean formas de terapia génica. Y también se entiende que la comercialización de estas vacunas podría haberse realizado sin suscitar esas protestas y la desaprobación - científica y política - en la que han incurrido otros medicamentos introducidos en el mercado sin las debidas precauciones 

(Ver Doshi P., " Will Covid - ¿19 vacunas salvan vidas? Los ensayos actuales no están diseñados para decirnos ", BMJ 2020 21 de octubre; Qiu T., Wang Y., Liang S., Han R., Toumi M.," The impact of Covid-19 on the Industria de terapias celulares y génicas: interrupciones, oportunidades y perspectivas de futuro”, Drug Discov Today. Octubre de 2021; 26 (10): 2269-2281; Van Spall HGC., “ Exclusión de mujeres embarazadas y lactantes de los ensayos de la vacuna Covid-19: una oportunidad perdida ”, Eur Heart J. 21 de julio de 2021; 42 (28): 2724-2726).

Creemos que estas preocupaciones merecen ser abordadas racionalmente en la ciencia y el derecho, sin esconderse detrás de la pantalla de consignas y propaganda. Está claro para todos  por ahora que las vacunas de ARNm ofrecen una protección limitada, que desaparece en 3-5 meses. Nunca se ha detectado nada parecido con las vacunas tradicionales. Una prueba más de cómo el principio de realidad siempre triunfa sobre la ideología.

Mariano Bizzarri * - Fuente
* (Roma, 1957), oncólogo, es investigador del Departamento de Medicina Experimental de la Universidad La Sapienza de Roma y director del laboratorio de Biología de Sistemas del mismo departamento.
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Fig.1 - Leyenda. Las vacunas de ARNm transfieren la información genética necesaria para la síntesis de la proteína Spike a las células, que es producida en grandes cantidades por las células del huésped. Estas proteínas, reconocidas como extrañas, estimulan la respuesta inmune produciendo anticuerpos dirigidos exclusivamente contra un único objetivo: la proteína Spike. Si esto cambiara, como sucedió con la variante Delta, la vacuna perdería gran parte de su efectividad. Una vacuna tradicional, por ejemplo obtenida con virus inactivados, estimula en cambio la producción de anticuerpos dirigidos contra varios y numerosos objetivos. Si incluso uno de estos cambiara, la respuesta seguiría siendo eficaz porque aún se mantiene hacia los objetivos residuales.

jueves, 9 de diciembre de 2021

El episcopado austriaco se alinea con el Estado para discriminar a los no vacunados



Hay una modalidad de ‘descarte’ de personas que se hace cada día más descarada, oficial y multitudinaria, de la que participa la jerarquía eclesial en lugares como Austria, y contra la que el Papa no tiene nada en absoluto que decir. Nos referimos a la exclusión de los que se niegan a vacunarse contra el coronavirus.

El caso más paradigmático es el de Austria, tanto por ser la primera democracia occidental que obliga a vacunar con COVID-19 a toda su población adulta, y los objetores de conciencia se enfrentan a multas de 3.600 euros (4.080 dólares) al día y a penas de cárcel si se niegan a pagar las sanciones prohibitivas, como por su cultura fuertemente católica, como vieja sede del Sacro Imperio.

Allí la nueva ley, que entrará en vigor el 1 de febrero de 2022, permanecerá activa durante tres años, modificará la estricta legislación austriaca sobre protección de datos para permitir la vinculación de los registros sanitarios electrónicos privados con los registros de vacunación centralizados y afecta a los niños hasta los 14 años, de cuyo acatamiento responderán los padres.

Ante esta vulneración sin precedentes de innumerables leyes, tratados y convenciones internacionales, la iglesia nacional tenía que pronunciarse, y lo ha hecho con el habitual acto de equilibrismo moral al que empezamos a estar acostumbrados. Por un lado, los obispos parecen apoyar los derechos individuales al calificar la «vacunación obligatoria» como una «grave injerencia en la integridad física y la libertad de la persona», y, por otro, los obispos se contradicen al ofrecer al Estado carta blanca sobre la autonomía corporal.

Los obispos añaden que la vacunación obligatoria «sólo es admisible si se han agotado todas las demás posibilidades, teniendo en cuenta la proporcionalidad, para proteger a la población -en caso de pandemia-, el sistema sanitario y, por tanto, la vida humana».

Los obispos instaron a los católicos a vacunarse, citando la declaración del Papa Francisco de que «la vacunación es un acto de caridad.» Dado que «los llamamientos anteriores no han sido suficientes», se justifica la obligación legal del Gobierno de obligar al pinchazo, argumentan los obispos.

Carlos Esteban

Razones por las que desaconsejo la “vacunación” obligatoria


UN ARTÍCULO QUE HAY QUE LEER SI QUEREMOS DESPERTAR


Antes de empezar a exponer mis razones por las que desaconsejo la vacunación obligatoria diré que, a pesar de que no soy médico ni biólogo ni experto en ningún tema sanitario, creo que tengo la suficiente formación intelectual en otros campos, como para poder diferenciar entre lo que es lógico y lo que no lo es. Por esta razón no entraré en ningún argumento científico de orden sanitario, para no caer en la red de aquel médico cuya carta tuve ocasión de leer y que nos catalogaba a todos los que opinábamos de este tema sin pertenecer al ámbito sanitario de IMBÉCILES; pero sí en un análisis lógico de la realidad en la que estamos inmersos porque creo que cualquier persona formada tiene derecho a hacerlo. También quisiera decir que no niego la existencia del virus aunque, como afirma el premio nobel Montagnier, creo que ha sido creado a partir de otro ya existente manipulado artificialmente.


EXPOSICIÓN DE RAZONES

- No hay debate público, abierto y plural en los medios de comunicación de masas sobre la necesidad o no de someterse a este tratamiento. Sencillamente se han acatado, por parte de prácticamente todos los dirigentes políticos del mundo, las decisiones de un organismo, la OMS, cuando menos muy controvertido, dirigido por una persona de pasado oscuro en Etiopía, al que financia el partido comunista chino y las grandes farmacéuticas (BIG PHARMA), y que constantemente ha incurrido en decisiones contradictorias a lo largo de estos últimos ya casi 2 años de “PLANDEMIA”. Sencillamente, a los que no comulgamos con la verdad oficial se nos tacha de “negacionistas” cuando en realidad los negacionistas son aquellos que niegan cualquier debate sobre la verdad.

- Poco antes de la organización de todo este circo mediático se cambiaron los requisitos, por parte de la OMS, para calificar una epidemia como pandemia. Lo que toda la vida había sido una condición “sine qua non” para declarar pandemia, que no era ni más ni menos que el % de incidencia en la población, ahora se ha cambiado, cómo no, por la globalización de la enfermedad. Es decir, basta con que aparezca en varios sitios del mundo a la vez, (lo que es muy fácil hoy día de provocar) aunque sea con un % de incidencia muy bajo, para declararlo pandemia. Desde luego lo que no se puede negar es que con este nuevo concepto de pandemia es más fácil extender EL MIEDO Y EL PÁNICO en la población y mantenerla sumisa a una serie de medidas que incluso quiebren sus derechos básicos más inalienables.

- Nadie, ni farmacéuticas, ni gobiernos, ni personal sanitario alguno, ni siquiera las aseguradoras se hacen responsables de los efectos secundarios de este tratamiento a corto, medio y largo plazo. Para muestra vale un botón: invito a cualquiera que no se haya vacunado, o que lleve una dosis y quiera inocularse la segunda o la tercera o las que en lo sucesivo vendrán, a que solicite a su médico o personal sanitario o entidad sanitaria pertinente, que le prescriba con receta el tratamiento; eso sí, con firma, sello y número de colegiado y que exija el consentimiento informado, es decir, que le informen de la composición exacta de lo que le van a inocular y las posibles reacciones adversas. Verán que sorpresa se llevan. Nadie firmará. Qué raro, ¿no?.

- Una vacuna, por definición, proporciona inmunidad contra una enfermedad. Este tratamiento, ya está aceptado incluso por el establisment médico/farmacéutico, que no inmuniza contra nada y ya están hablando de sucesivas dosis. No quiero convertirme en cobaya de un tratamiento experimental que no protege de forma efectiva y permanente contra nada y no quiero tomar un tratamiento médico de por vida contra un virus que estas inyecciones ni siquiera previenen.

- No confío en la demonización brutal y sistemática que se ha hecho por parte de los gobiernos y los medios de comunicación de masas de los tratamientos alternativos a esta “vacuna” como son, la ivermectina y el dióxido de cloro, ya comprobada su eficacia al 100% contra este virus en varios países sudamericanos cuya incidencia ya roza el cero y las recuperaciones el 100% . Pero de esto no sabemos nada por los medios de comunicación de masas en España, todos bien untados por el gobierno.

- El establisment médico/farmacéutico no sabe los efectos a corto, medio y largo plazo. Entonces, por qué tanta prisa en inocular a la población con un tratamiento que ya ha provocado decenas de miles de efectos secundarios graves y la muerte a miles de personas. Sabemos que Bill Gates es uno de los magnates más importantes de la industria farmacéutica y todos conocemos sus declaraciones sobre la sobrepoblación del mundo y su drástico remedio. No les creo.

- ¿Debo arriesgar mi vida con un tratamiento del que nada se sabe de los riesgos futuros que puedo correr cuando ellos, los ejecutivos de las grandes farmacéuticas, se sabe que no se han vacunado alegando que “se sacrifican generosamente para que la vacuna llegue a más personas”. Puesto que no soy idiota, no confío en ellos ya que no arriesgan nada.

- A propósito del debate que debiera surgir pero que no lo consienten ni los gobiernos ni los medios de comunicación bien untados por ellos, han surgido por todo el mundo distintos grupos de “profesionales por la verdad”; “médicos por la verdad”, “abogados por la verdad”, …etc , con el único fin de esclarecer la verdad de todo este circo mediático mediante un debate público en los medios. En vez de facilitarlo, lo que han hecho los medios es demonizar a estos colectivos, insultarlos, estigmatizarlos, y postergarlos en sus respectivos trabajos, muchos han perdido su empleo por esta causa, encasillarlos con el adjetivo de “negacionistas”, llamarles asesinos, egoístas, irresponsables, que debieran ser confinados y demás lindezas para provocar su muerte profesional. Pero al campo, al fin y a la postre, no se le pueden poner puertas y la verdad al fin resplandecerá tarde o temprano. Me fío mucho más de estos colectivos que son capaces de arriesgarlo todo, su profesión, su vida, sus familias, su prestigio por el resplandecimiento de la verdad, que no de estos magnates de las farmacéuticas que ya tienen un largo historial de multas por prácticas amorales y catástrofes provocadas por sus tratamientos milagro en muchas partes del mundo, sobre todo en África y Asia. Para muestra un botón: PFIZER ha sido multada con más de 6.000 millones de dólares durante los últimos 30 o 40 años, no recuerdo bien ahora, por este tipo de prácticas a las que me he referido antes.

- Otra cuestión importante, generalmente aceptada por el público, es la ausencia de autopsias en las muertes para distinguir quienes han muerto con COVID o por COVID. ¿por qué se prohibieron las autopsias?.¿Tal vez porque se habría descubierto que muchas de las muertes se habrían producido no por COVID sino con COVID por patologías previas?. No lo sabremos. Lo cierto es que un tanto por ciento altísimo de personas fallecidas eran personas de más de 75 años con patologías previas muchos de ellos abandonados en sus residencias de ancianos.

- Otro tema sin aclarar es el de las famosas PCR de las que el propio descubridor Kary Mullis, ya fallecido, ha comentado en repetidas ocasiones su inutilidad para detectar cualquier tipo de virus, y que convenientemente manipuladas en cuanto a los ciclos por segundo a las que se realicen pueden dar positivos a todas luces falsos. Es decir es una herramienta que convenientemente manipulada sirve para aumentar o disminuir la incidencia de la enfermedad según convenga para una buena dosificación de miedo y pánico en la sociedad. ¿Hasta cuándo va a guardar silencio el gremio sanitario?

- Se están ignorando los efectos secundarios de estos tratamientos cuando se sabe ya que los producen y en cantidades significativas, pero como no se cuentan en los medios de comunicación o cuando se hace no se atribuyen a la inoculación del tratamiento, el resultado es que al contarse sólo algunos de forma aislada e intermitente y sin causalidad, la población no los correlaciona con la inoculación de la “vacuna”. Como dato significativo diré que en este último año y medio transcurrido se han producido muertes por síncopes, problemas de miocarditis, infartos y otros motivos médicos entre deportistas de élite sin patologías previas aparentes, con una incidencia del 150% más que lo producido habitualmente. Es decir, si en un año normal, por ejemplo, morían en todo el mundo 20 deportistas de élite, en este último periodo “plandémico” se han producido 50 casos de desvanecimiento, en algunos casos con resultado de muerte, sin que sepamos por qué pero al parecer todos estaban ya vacunados.

- Por último, aunque tengo bastantes más razones para desaconsejar la “vacunación”, diré que jamás en mi vida, y tengo casi 70 años, vi semejante campaña de marketing pro-vacunación. Ha sido bestial el bombardeo a los cerebros de las personas a través de los medios de comunicación que sistemáticamente han abierto todos los días sus informativos con más de un cuarto de hora acojonando, permítaseme la expresión, al personal para después poner la “vacuna” como remedio infalible para inmunizarse aunque el paso del tiempo ha demostrado la gran falacia, ya que la “vacuna” ni inmuniza ni protege del contagio y ya se habla de tercera dosis, con la que ya se han inoculado al parecer más de 4 millones de personas en España, y de dosis posteriores semestrales de recuerdo. 

O sea, dependencia total y absoluta de por vida de las farmacéuticas y GRAN NEGOCIO ASEGURADO PARA ELLAS, SUS VOCEROS POLÍTICOS Y LOS MEDIOS.

Sebastián Bel Bravo 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

NOTICIAS 7 y 8 de Diciembre de 2021





ADELANTE LA FE

- Las comunidades ex-Ecclesia Dei enfrentan una decisión

https://adelantelafe.com/las-comunidades-de-la-ex-ecclesia-dei-enfrentan-una-decision/


DESDE MI CAMPANARIO

- Decisiones constitucionalmente incorrectas (Ángel Martín Rubio)

http://desdemicampanario.es/2021/12/06/reflexiones-constitucionalmente-incorrectas-2/

ECCLESIA E POST CONCILIO


- El cardenal Zen recuerda el 25 aniversario de su ordenación episcopal e invoca la Inmaculada Concepción

http://chiesaepostconcilio.blogspot.com/2021/12/il-card-zen-ricorda-il-25-della-sua.html

CONTANDO ESTRELAS

- Los actos del Ejército de Tierra por el día de la Inmaculada Concepción en España y el exterior

https://www.outono.net/elentir/2021/12/08/los-actos-del-ejercito-de-tierra-por-el-dia-de-la-inmaculada-concepcion-en-espana-y-el-exterior/


INFOCATÓLICA

- Balbuciendo (Bruno Moreno)

https://www.infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/2112080452-balbuciendo?utm_medium=RSS&utm_source=atom-blog&utm_campaign=B10

- Cardenal Müller critica la insistencia rígida en la obediencia ciega en temas litúrgicos

Acto de veneración con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción (Cardenal Carlo María Viganò)




Plaza de España, Roma, 8 de diciembre de 2021

Ab initio et ante sæcula creata sum, et usque ad futurum sæculum non desinam:

et in habitatione sancta coram ipso ministravi.

Et sic in Sion firmata sum, et in civitate sanctificata similiter requievi, et in Jerusalem potestas mea.

Et radicavi in populo honorificato, et in parte Dei mei hæreditas illius,

et in plenitudine sanctorum detentio mea.

Eclo. 24, 14-16

Estas palabras solemnes con las que la Sagrada Escritura habla de la Sabiduría divina las aplica la liturgia a la Santísima Virgen. Quien habla es la Inmaculada: 

«Desde el principio y antes de los siglos me creó y hasta el fin no dejaré de ser. En el tabernáculo santo, delante de él ministré. Y así tuve en Sion morada fija y estable, reposé en la ciudad de Él amada y en Jerusalén tuve la sede de mi imperio. Eché raíces en el pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad».

Elegida desde antes de todos los tiempos y establecida en la Iglesia, Nuestra Señora intercede por nosotros en la morada santa, habita entre nosotros y es nuestra Reina. Resulta significativo que, por una singular simetría, el himno para la dedicación de una iglesia, Caelestis urbs Jerusalem, compuesto por San Ambrosio –cuya festividad celebramos ayer– puede aplicarse a la Virgen: O sorte nupta prospera, dotata Patris gloria, respersa Sponsi gratia, Regina formosissima, Christo jugata principi, cœli corusca civitas. Desposada por un destino providencial, honrada con gloria por el Padre, unida a Cristo Príncipe y esplendorosa ciudad del Cielo.
En esta fecha bendita conmemoramos la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, preservada de toda mancha de pecado original para que pudiera ser tabernáculo viviente e impoluto del Altísimo. Y mientras el mundo corrompido y esclavo del pecado erige en modelo una feminidad corrompida y viciosa despreciando la virginidad, la pureza y la maternidad, honramos a la siempre Virgen Madre de Dios, a Aquella que con toda razón es también Madre de la Iglesia y Madre nuestra.
Somos hijos de María Santísima e hijos de la Iglesia, porque la Virgen nos engendra en Cristo al Padre mediante el Bautismo, y al pie del altar Él nos ha encomendado como hijos a Ella mientras el agua y la Sangre que brotaron del costado del Señor se derraman en abundancia en sus sacramentos y en la Santa Misa mostrándonos el amor del divino Esposo por la Esposa, la Caridad de su jefe Cristo en el Cuerpo Místico.
No olvidéis, queridos hermanos, que del mismo modo que no es posible ir al Padre si no se va a través de su único Hijo, tampoco es posible ir al Hijo sino por medio de María Santísima, que es nuestra Reina, nuestra Abogada, nuestra Mediadora ante el trono de Dios, vida, dulzura y esperanza nuestra. No hay iglesia donde no esté María, Madre nuestra y Madre de la Iglesia, Reina nuestra y Reina de la Iglesia.
Honremos, pues, a Nuestra Señora, que ha hecho de la nueva Jerusalén –la Santa Iglesia– su habitación y ha escogido «echar raíces en un pueblo glorioso», como dice el Eclesiástico. Un pueblo que es glorioso y digno de honor no por su propia virtud, sino porque es santificado por la Gracia de Dios y porque pertenece a la Ciudad Santa a la que todos somos llamados. Un pueblo que hoy tiene que recuperar el orgullo de su propia identidad, el orgullo de pertenecer a Cristo, el honor de alistarse baja la santa bandera del Rey de reyes. Un pueblo que a lo largo de los siglos ha sabido construir una sociedad cristiana actualmente menospreciada y excluida por quienes, rebelados contra Cristo, no toleran que se pronuncie siquiera el bendito nombre de su Santísima Virgen María.

Congregados en la Plaza de España ante la estatua de la Inmaculada que erigieron las autoridades civiles en honor de su propia Madre y Reina, renovamos nuestro homenaje y nos proponemos reconstruir a partir de las ruinas de un mundo apóstata el Ordo christianus, único orden social que puede garantizar paz a la humanidad, concordia entre los pueblos, prosperidad para las naciones y salud para las almas. Esta reconstrucción, este resurgimiento espiritual y moral que todos anhelamos, sólo será posible si sabemos reconocer la realeza social de Nuestro Señor y vivimos de forma coherente la Fe que profesamos.

Esto lo que pedimos e imploramos con fe firme y confiada a la Madre de Dios: Salve Regina, Mater misericordiæ…

Carlo Mª Viganò

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

Las claves de Jacques Philippe para no perder la paz interior



Jacques Philippe es miembro de la Comunidad de las Béatitudes. En su seno ha asumido importantes responsabilidades (consejo general, responsable de los sacerdotes y los seminaristas, responsable de la formación de los pastores). Ordenado sacerdote en 1985, predica retiros en Francia y en el extranjero. Es autor de numerosos libros de espiritualidad y cuyos libros se han traducido a más de 18 idiomas.

Uno de sus libros más famosos es «La Paz Interior«, escrito en 2004. A pesar de que esta obra tiene ya unos cuantos años, conviene rescatar sus enseñanzas en estos tiempos en los que los libros de autoayuda, psicología, equilibrio emocional y similares están más de moda que nunca.

La reseña del libro reza así: «La experiencia os demostrará que la paz, que infundirá en vosotros la caridad, el amor a Dios y al prójimo, es el camino recto hacia la vida eterna.»

Vivimos una época de confusión e inquietud. Esta tendencia se manifiesta incluso en nuestra vida espiritual: nuestra búsqueda de Dios, de la santidad y del servicio al prójimo es agitada y convulsa, en lugar de ser confiada y pacífica. Pero ¿qué hacer para superar los momentos de angustia y de temor, conservando la confianza y el abandono? Es lo que nos enseña este breve tratado sobre la paz interior. A través de situaciones concretas de la vida cotidiana, el autor nos invita a reaccionar según el Evangelio. Si la paz interior es un exclusivo don de Dios, es preciso buscarla y perseguirla sin cesar. Este libro nos ayudará en esa tarea.

Estas son las claves extraídas del libro del autor francés:

1) Preocupaciones de la vida y el temor a fallar:

-El medio más seguro de perder la paz es tratar de asegurar la propia vida con la única ayuda de los medios humanos.
-Confianza en Dios.

2) Nuestra dificultad para creer en la providencia:

-Dar opción a Dios para que pueda manifestar su Providencia.

3) Temor al sufrimiento.

4) Para crecer en la confianza, una oración de hijo:

-Oración contemplativa, dulce descanso en Dios.

5) O nos abandonamos completamente o no nos abandonamos en absoluto:

-Poner todo en manos de Dios: material, afectivo y espiritual
-La medida de nuestra paz interior será la del abandono, es decir, la de nuestro desprendimiento

6) Dios lo pide todo, pero no lo toma todo obligatoriamente:

-El desprendimiento si es doloroso en el momento, irá acompañado de una profunda paz.

7) ¿Qué hacer cuando no conseguimos abandonarnos?

-El abandono no es natural, es una gracia que hay que pedir a Dios.

8) El Señor es mi pastor, nada me falta.

-No son las circunstancias exteriores las que han de cambiar. En primer lugar, ha de cambiar nuestro corazón, purificandose de su encierro, de su tristeza y de su falta de esperanza.

9) Actitud que debemos adoptar ante el sufrimiento de los que nos rodean:

-Nuestros amigos que sufren necesitan a su alrededor personas tranquilas, confiadas y alegres.

10) Los defectos y deficiencias de los demás:

-Suele suceder que perdamos la paz a causa del comportamiento que nos aflige y nos preocupa de una persona. La respuesta: abandono y confianza.
-Pecamos cuando deseamos una cosa buena, pero de un modo que es malo. Cuando nos irritamos, nos enfadamos y perdemos la paz ante las imperfecciones, el Espíritu Santo no nos está inspirando.
-Nuestro querer debe ser sereno, pacífico, paciente, desprendido y abandonado en Dios.
-Nada retrasa tanto el progreso en una virtud como el desear adquirirla con demasiado apresuramiento.

11) Jesús está en todo el que sufre:

-Nos examinarán en el amor, en especial en el amor a nuestros hermanos necesitados.


12) Paciencia con el prójimo:

-Reprender y corregir siempre desde el cariño y paz.
-Soportar con paciencia los defectos del prójimo.

13) Paciencia con nuestras propias faltas e imperfecciones:

-La tristeza, inquietud y desánimo que sentimos en el alma después de una falta NO son buenos.
-No se trata de hacer esfuerzos sobrehumanos para eliminar totalmente nuestros defectos sino recuperar cuanto antes la paz, evitando la tristeza y el desaliento.

14) Dios puede sacar el bien incluso de nuestras faltas:

-Una de las armas del demonio es hacernos perder la paz ante nuestras caídas.
-El que cae y se levanta inmediatamente gana en humildad y experimenta la misericordia divina.

15) ¿Qué hacer cuando hemos pecado?

-Si caemos en una falta que nos produce angustia o desánimo, lo primero que debemos hacer es recobrar la paz en el alma y la confianza en Dios.

16)La inquietud que nos invade cuando hemos de tomar decisiones:

-Evitar la precipitación y el apresuramiento.
-En determinados momentos no podremos encontrar solos esa valiosa paz interior. Necesitaremos la ayuda de alguien a quien abrir el alma.
-Si el Señor nos deja en medio de la incertidumbre, debemos aceptarlo tranquilamente, más que querer forzar las cosas.

17) El camino real del amor:

-Alcanzaremos la santidad el día en que nuestras impotencias y nuestra nada no sean motivos de tristeza y de inquietud para nosotros, sino un motivo de paz y alegría.

18) Algunos consejos a modo de conclusión:

-Principio fundamental: ¡No desanimarse nunca!
-Consecuencia: Si no soy capaz de conservar la paz en situaciones difíciles, pues empezar por conservarla en situaciones más sencillas de todos los días. Llevar a cabo las tareas cotidianas sin nervios y con serenidad, empeñando en hacer bien cada cosa en el momento presente.

Sobre las desconcertantes palabras de Bergoglio acerca de Mons. Aupetit (Aldo Maria Valli)



Ante las declaraciones del Papa en el avión sobre el caso del arzobispo Aupetit, uno siente una mezcla de desconcierto y tristeza. Desconcierto por el grado de desequilibrio alcanzado por Bergoglio, tristeza por el nivel al que ha descendido el papado.

En primer lugar, releamos la conversación entre el Papa y la corresponsal de Le Monde, Cécile Chambraud.

Cécile Chambraud (en español)

Santo Padre, hago la pregunta en español para mis colegas. El jueves, cuando llegamos a Nicosia, nos enteramos de que usted había aceptado la dimisión del arzobispo de París, monseñor Aupetit. ¿Puede explicar por qué, y por qué con tanta prisa?

El Papa Francisco

Sobre el caso Aupetit. Me pregunto: ¿qué hizo Aupetit que fuera tan grave como para tener que dimitir? ¿Qué ha hecho? Que alguien me responda...

Cécile Chambraud

No lo sé. No lo sé.

El Papa Francisco

Si no conocemos el cargo, no podemos condenar. ¿Cuál era la acusación? ¿Quién sabe? [nadie responde] ¡Es malo!

Cécile Chambraud

Un problema de gobierno o algo más, no lo sabemos.

El Papa Francisco

Antes de responder diré: haz la investigación. Haz la investigación. Porque existe el peligro de decir: "Ha sido condenado". ¿Pero quién lo condenó? "La opinión pública, los chismes…". ¿Pero qué hizo? "No lo sabemos. Algo..." Si sabes por qué, dilo. Por el contrario, no puedo responder. Y no sabrás por qué, porque fue una falta de su parte, una falta contra el sexto mandamiento, pero no total, sino de pequeñas caricias y masajes que hizo: así es la acusación. Esto es un pecado, pero no es uno de los más graves, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los pecados más graves son los que tienen más "angelicidad": el orgullo, el odio... estos son más graves. Entonces, Aupetit es un pecador como yo. No sé si lo sientes así, pero tal vez... como lo hizo Pedro, el obispo sobre el que Cristo fundó la Iglesia. ¿Cómo es que la comunidad de aquella época aceptó a un obispo pecador? Y eso fue con pecados muy "angelicales", como negar a Cristo, ¿no? Pero era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse siempre pecadora, todos: era una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener un obispo pecador, y pretendemos decir 'mi obispo es un santo'. No, esto es Caperucita Roja. Todos somos pecadores. Pero cuando los chismes crecen y crecen y crecen y se lleva el buen nombre de una persona, ese hombre no podrá gobernar, porque ha perdido su reputación, no por su pecado —que es pecado, como el de Pedro, como el mío, como el tuyo: es pecado—, sino por el parloteo de los responsables de contar la historia. Un hombre al que se le ha quitado la fama de esta manera, públicamente, no puede gobernar. Y esto es una injusticia. Por eso acepté la dimisión de Aupetit no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía. Eso es lo que quiero decir. Gracias.

Bergoglio ha desplegado aquí todo su repertorio: imprudencia, ambigüedad, duplicidad, incoherencia, descaro.

Como vemos, ante un periodista que, legítimamente, quiere saber por qué el Papa ha aceptado la renuncia de Mons. Aupetit al cargo (nótese bien: Aupetit no ha renunciado, sino que ha puesto el cargo en manos del Papa, dejándole la decisión), Bergoglio dice "si no conocemos el cargo, no podemos condenar". ¡Pero si en realidad fue él quien condenó a Aupetit! Y si lo condenó, se supone que tenía elementos circunstanciales para hacerlo. En su lugar, dice a los periodistas que investiguen: pero ¿qué tienen que ver los periodistas con esto? Es él quien debe explicar por qué aceptó la dimisión de Aupetit, asumiendo la responsabilidad de la decisión.

Luego, sin embargo, dice algo; pero, como siempre, no con claridad. Más bien lanza una acusación, y lo hace (con mucha malicia) con el aire de quien aparentemente defiende al arzobispo, en esa forma dual y farisaica típica del modelo peronista aprendido en Argentina. Habla de una "falta contra el sexto mandamiento, pero no total, sino de pequeñas caricias y masajes a la secretaria, que solía hacer". La referencia a la secretaria (muy grave, porque pone introduce a una persona que nunca había sido mencionada explícitamente hasta ahora) fue eliminada de la versión oficial publicada por la Oficina de Prensa del Vaticano, pero se mantuvo en la grabación audiovisual.

¿Y qué hay de la idea de que la falta hacia el sexto mandamiento puede ser "no total"? ¿Y que hay "pecados mayores" como el orgullo y el odio? ¿Por qué más grave? ¿En comparación con qué? ¿Y quién lo ha decidido? El estado de confusión es el peor.

Y luego la última perla: un hombre (Aupetit) 'al que le han quitado la fama [supongo que quería decir la reputación] para que, públicamente, no pueda gobernar'. Y esto es una injusticia. Por eso acepté la dimisión de Aupetit no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía". ¿Pero cómo? De esta manera usted, Papa, declara abiertamente que ha sucumbido a la injusticia y que no ha defendido la verdad, mientras que usted, como Pastor Supremo, debería hacer todo lo contrario. ¡No sólo: después de sus declaraciones, Monseñor Aupetit queda marcado de por vida como el que acaricia y masajea a su secretaria!

En conclusión, lo que se desprende de los enrevesados razonamientos de Bergoglio es una interioridad deteriorada y una espiritualidad enferma, así como un sentido distorsionado de la justicia y de sus deberes. Esto no es sorprendente, ya que hemos llegado a conocer a Bergoglio y su concepto de la moral. Lo sorprendente y desalentador es que todavía haya quien se preste a este juego de masacre, quien guarde silencio haciéndose cómplice de un escándalo que ha llegado a la aberración, quien tolere que una persona completamente inadecuada para el papel que desempeña siga demoliendo obstinadamente lo que queda del papado y de la Iglesia de Cristo. Un papado —hay que recordarlo— que Nuestro Señor instituyó y al que confirió el poder sagrado para que gobernara la Iglesia y no la transformara en una entidad que tuviera la finalidad contraria a la que Él fundó.

Rara vez doy nombres, pero en este caso me gustaría dirigirme a Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, un colega al que conocí, cuando todavía era vaticanista para la RAI, como una persona inteligente, honesta y amable. Querido Matteo, perdona que me meta, pero como me imagino tu malestar, te pregunto: ¿por qué no dejas este aquelarre? ¿Por qué te haces cómplice de esta locura? ¿No ves que cada día que pasa la institución del papado está más herida y degradada? ¿No ves que la auctoritas está cada vez más comprometida? Cuando todo esto termine —porque el Señor no permitirá que la Iglesia sea devastada de esta manera indecorosa— se pedirá cuenta de esta acción devastadora no sólo al principal responsable, Bergoglio, sino también a sus colaboradores, entre los que muchos sufren su excesivo poder sin compartirlo. ¿Quieres también estar —como muchos, demasiados, laicos, sacerdotes, obispos y cardenales— en el número de los que serán señalados como corresponsables y partidarios del tirano?

Aldo Mª Valli

martes, 7 de diciembre de 2021

Francisco en el altar de la hipocresía (Carlos Esteban)



Si algo llama la atención de las palabras del Santo Padre en vuelo sobre la aceptación a la renuncia del arzobispo de París, Michel Aupetit, es que contradice frontalmente todo lo que creíamos saber de Francisco con respecto a las murmuraciones y presiones de los medios.

Algo creíamos saber sobre el estilo personal del Santo Padre en este aspecto: no cede a las presiones, especialmente a las voces que piden cabezas. Por eso resulta tan sorprendente la explicación que dio en el vuelo sobre su aceptación de la renuncia de Aupetit.

Recordemos: “Con respecto al caso Aupetit, yo me pregunto, ¿qué cosa ha hecho él tan grave como para tener que darle la dimisión. Que alguien me responda, ¿qué ha hecho?”

“Y si no conocemos la acusación, no podemos condenar… Antes de responder yo diré: hagan las investigaciones, eh, porque se corre el peligro de decir: ha sido condenado. ¿Quién lo ha condenado? La opinión pública, la charlatanería… no sabemos… si ustedes saben por qué, díganlo, en caso contrario no puedo responder. Y no sabrán porque fue una falta de él, una falta contra el sexto mandamiento, pero no total, de pequeñas caricias y masajes que hacía a la secretaría, ésta es la acusación. Esto es pecado, pero no es de los pecados más graves, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los más graves son aquellos que tienen más carácter angelical: la soberbia, el odio”.

“Así que Aupetit es un pecador, como lo soy yo – no sé si usted se siente… tal vez – como ha sido Pedro, el obispo sobre el que Jesucristo ha fundado la Iglesia. Cómo es que la comunidad de aquel tiempo había aceptado a un obispo pecador, y él tenía una pecaminosidad con tanto carácter angelical, como era ¡renegar a Cristo! Porque era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse pecadora siempre, todos, era una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener un obispo pecador, hacemos de cuenta para decir: mi obispo es un santo… No, este pequeño birrete rojo… todos somos pecadores”.

“Pero cuando la charlatanería crece, crece, crece y le quita la fama a una persona, no, no podrá gobernar porque ha perdido su fama, no por su pecado, que es pecado – como el de Pedro, como el mío, como el tuyo – sino por el parloteo de las personas. Por esto acepté su dimisión, no en el altar de la verdad, sino en el altar de la hipocresía”.


La última frase tiene una interpretación difícil, sobre todo en los términos tan crudos en los que se expresa el Santo Padre. ¿Quiere decir que ha cedido a una decisión que cree injusta por presión de los acusadores, a los que no cree?

No es imposible. En realidad, y al margen de los personajes de este pequeño drama, puede tener sentido remover a un prelado inocente si el pueblo lo tiene por culpable y la situación le impide gobernar de manera eficaz. Después de todo, el ministerio de un pastor no es un premio para el hombre, sino un servicio a las almas de sus feligreses, por lo que tampoco sería un castigo su apartamiento del poder eclesial.

Sin embargo, como decimos, es muy distinto a lo que estamos acostumbrados en la persona del Santo Padre. No pocos de sus colaboradores cercanos -desde Maradiaga a Zanchetta- han sido acusados durante más tiempo de cosas mucho peores que las que se achacan a Aupetit, y el Papa no les ha dejado caer. En ocasiones, incluso, ha reaccionado a las críticas promocionando al criticado, casi en un gesto de desafío.

El Papa no considera que sea cosa de importancia, pecado grave, la aventura sentimental que se le adjudica al pastor, en una mitigación de los pecados de la carne -caricias y masajes, en este caso, según el Papa- que ya ha repetido en alguna otra ocasión. Ignora en su parrafada las otras acusaciones, quizá más relevantes, sobre el estilo autoritario del arzobispo, que ya provocara la renuncia de dos de sus principales colaboradores en la archidiócesis.

Las palabras del Papa podrían señalar un cambio en su política de nombramientos y ceses, prestando mayor atención a la aceptación pública del candidato. Podrían, pero se nos antoja sumamente improbable.

Carlos Esteban

lunes, 6 de diciembre de 2021

Juan Manuel de Prada no lo puede decir más claro, ¡a ver si se enteran de una vez!



La pregunta es muy sencilla: Si tu te sientes protegido, ¿qué problema tienes con lo que yo haga? O más fácil todavía: ¿te sientes estafado y piensas que psicológicamente estarías mejor con aquello de “mal de muchos consuelo de tontos”? Puede que sea una mezcla de las dos preguntas, puede que los que hayan caído en la trampa puede que sea una mezcla esté entre los que son demasiado tontos y piensan que su gobierno les protege, o demasiado simples y piensan que todo el mal que ellos sufran será menor cuanta más gente lo padezca de una forma idéntica.

El caso es que nos encontramos en un momento en el que muchos pensaron que pincharse era la solución, pero ahora no están demasiado convencidos, o siguen convencidos del asunto y piensan que el problema es de los demás. Pero la realidad de todo lo que está sucediendo es el gran ejemplo que ha puesto el periodista y escritor, Juan Manuel de Prada: ¿No será que el problema son los agujeros de tu paraguas y no el hecho de que yo no lo lleve? Al fin y al cabo, el problema es mío si me mojo. ¿Y si a mi eso no me preocupa?

Escuchen con atención porque nos encontramos en un momento un tanto extraño. Miren que no ha sido el sentido común el más común de los sentidos últimamente, pero lo que estamos viendo ahora es absolutamente estúpido.

Duración 1:15 minutos

Los descaros del Papa Francisco



La situación que estamos viviendo en la Iglesia es tan desconcertante que uno, a veces, comienza a dudar de estar en sus cabales. Porque aquí alguien está loco (y por loco entiendo a aquel que es incapaz de conectarse correctamente con la realidad), y a veces pienso si no seremos nosotros, el minúsculo grupo de católicos tradicionales. Y lo pienso, porque resulta difícil afirmar que todo el resto de los católicos es el que está loco, resto que incluye a los obispos y a la mayor parte de los sacerdotes. ¿Es que nadie con autoridad para hacerlo es capaz de señalar el proceso de destrucción al que está conduciendo la Iglesia el Papa Francisco? Advertirlo, de seguro lo advierten, pero quienes deberían hablar, callan.

Señalo algunos episodios desconcertantes de los últimos días. Apareció un libro titulado Love Tenderly. Sacred Stories of Lesbian and Queer Religious (Amar tiernamente. Relatos sagrados de religiosas lesbianas y queer). Allí, veintitrés religiosas lesbianas y queer (¿qué será una monja queer?) cuentan sus historias de “amor sagrado”. La congregación de las Hermanas de la Misericordia ha expresado que esperan que este libro “ilumine las mentes a la sacralidad y a la infinita diversidad de Dios”. Y hasta ahora, la Congregación del Religiosos del Vaticano, no ha dicho nada y las monjitas lesbianas autoras del libro seguirán felices revolcándose en sus amores impuros.

Paralelamente, el Santo Padre ha aceptado la renuncia al cargo de arzobispo de París de Mons. Aupetite, que había puesto a su disposición luego de que un semanario lo acusara de mantener una relación sentimental con una mujer. A esta acusación, el arzobispo respondió que se trató de una situación ambigua que había ocurrido en 2012, que sus superiores estuvieron siempre al tanto de la situación y que esa relación, aunque inconveniente, no tuvo de ninguna manera una dimensión sexual. A pesar de todo esto, fue expulsado de su sede. Mons Aupetite era un obispo moderado o conservador, sobre todo en algunas cuestiones como la bioética y la homosexualidad, sobre lo que se había expresado con toda la claridad de la doctrina de la Iglesia. Probablemente haya sido esto lo que motivó la rápida aceptación de su renuncia.

Resulta entonces que el Vaticano —es decir, el gobierno de la Iglesia católica—, permanece callado frente a un escándalo como es la publicación de los amores lésbicos de unas cuantas monjas, y actúa con la mayor dureza ante un caso oscuro y ciertamente fogoneado por sus enemigos, que involucra a un obispo respetuoso de la doctrina de la fe. Y todo al mismo tiempo. ¿No es esto una cosa de locos?

El 2 de diciembre, reunido en Chipre con los católicos allí presentes, el Papa Francisco dijo
“No hay y no debe haber muros en la Iglesia católica, por favor. Es una casa común, es el lugar de las relaciones, es la convivencia de la diversidad: ese rito, ese otro rito; uno lo piensa así, esa monja lo vio así, la otra lo vio de otro modo. La diversidad de todos y, en esa diversidad, la riqueza de la unidad”. 
¿Alguien puede negar el descaro de Bergoglio? Habría que recordarle a este hombre que hace pocos meses, él mismo edificó un muro enorme, con alambradas y vidrios de botellas rotas en los bordes, para dejar fuera de la Iglesia católica —es misma que él afirma que no tiene muros—, a los fieles que prefieren el rito tradicional, a través de un motu proprio llamado Traditionis custodes. No estoy haciendo interpretación; estoy relatando hechos

Resulta que en el término de pocos días se nos dice que estamos en la Iglesia de la diversidad, en la que hasta las monjas lesbianas son consideradas una prueba de la riqueza de la creación divina, pero se prohíbe ferozmente la existencia de unos pocos “diversos”: los rígidos de siempre, que se aferran a un rito abrogado, según Mons. Roche. Hay diversos buenos y diversos malos; hay que derribar los muros que nos separan de los musulmanes, de los protestantes, de los homosexuales y de cualquier otra minoría, pero hay que edificar un muro, con empalizada y foso en el que naden cocodrilos y tiburones, para dejar fuera a la indeseable minoría de los católicos tradicionales.

El sábado, el Papa Francisco se reunió con las más altas autoridades de Grecia, país en el que está de visita apostólica. Y allí, muy orondo, hizo una enconada defensa de la democracia, y dijo estar preocupado puesto que “se registra un retroceso de la democracia. Ésta requiere la participación y la implicación de todos y por tanto exige esfuerzo y paciencia; la democracia es compleja, mientras el autoritarismo es expeditivo…”. 

Yo no sabré cuál será la reacción de los líderes mundiales hacia este descarado personaje. El descrédito de Bergoglio debe ser descomunal —espero— en los altos círculos del poder. En primer lugar, me pregunto con qué cara un monarca absoluto se pone hablar de democracia, y a despotricar contra el autoritarismo. Parece una broma. Uno de los Papas más autoritarios de los últimos tiempos, reclamando consensos y democracias. ¿Qué dirá el cardenal Angelo Becciú que fue desposeído no solamente de todos sus cargos sino también de sus privilegios cardenalicios expeditivamente, en el curso de una entrevista con el Sumo Pontífice? Becciú no es santo de mi devoción, pero todo hombre tiene derecho a un juicio justo. Pues él no lo tuvo. El monarca absoluto decidió su culpabilidad y le aplicó la pena; y todo en diez minutos, y en su despacho. El “juicio” se está sustanciado en estos días a puertas cerradas, pero no muy herméticamente, puesto que se están filtrando los videos que publica diariamente el Corriere della sera. Y, por lo que parece hasta ahora, Francisco autorizó todas y cada una de las opacas y millonarias operaciones inmobiliarias, que terminaron en un desastre, y de las que después culpó a Becciú.

Pero más importante aún, me pregunto cómo un Papa puede ponerse a pontificar sobre la democracia, y sobre sus debilidades y retrocesos. Pues ahora pareciera que los principios de la Revolución eran los acertados y la democracia liberal que hoy campea en el mundo es el ideal del gobierno de todas las naciones. Y esto es justo lo contrario a lo que la Iglesia enseñó unánimemente a lo largo de los dos últimos siglos. ¿A quién le hacemos caso? ¿Al Papa Francisco o a los Papas anteriores?

Ya sabemos que el coro de obispos, sacerdotes y fieles se levantará a gritos a decirnos que debemos estar en todo de acuerdo con el Papa Francisco. Cuidado. Como bien nos alertaban la semana pasada Carlos Esteban y Fernando Beltrán, la Iglesia católica se está convirtiendo rápidamente en una secta. Y cuando esto termine de ocurrir, para lo cual no falta mucho, ya no será la iglesia de Cristo, y las puertas del infierno tendrán el poder de prevalecer sobre ella.

Reflexión ulterior: Resulta asombroso que una institución milenaria como la Iglesia latina no haya previsto mecanismos legales para actuar en casos como el del actual pontífice. Es verdad que en siglos pasados se recurría, sin demasiados remilgos, a un té debidamente condimentado o a una ventana abierta en las alturas de Castel Sant’Angelo. Pero, a mi entender, se debió haber previsto algún recurso canónico que permitiera, cuando menos, amordazar a un Papa desequilibrado.

The Wanderer

Opinar como el Papa en todo (Fernando Beltrán)



Esta semana he sido testigo de una ridícula polémica, en torno a las vacunas contra el coronavirus, que me ha hecho recordar uno de los problemas del catolicismo hodierno; y no me refiero a este pontificado, me refiero a los últimos 200 años.

El caso en concreto es simplemente una pequeña muestra del fenómeno, no me detendré mucho en él: un sacerdote publica sus razones para no vacunarse; nos hacemos eco diciendo que no todo el clero sigue la línea marcada por el Papa y el Vaticano en esta cuestión ―es público que abogan fuertemente por la vacunación―; y el sacerdote en cuestión tiene que excusarse con cierto aire dramático diciendo que su adhesión al Papa es absoluta y bla bla bla
No entro en el tema vacunas sí, vacunas no; no quiero analizar la conveniencia de que un sacerdote o el Papa opinen sobre cuestiones médicas; lo que me preocupa es que un sacerdote tenga que excusarse acongojado porque opina diferente al Pontífice reinante sobre vacunas; no sobre el dogma de la Santísima Trinidad, la Inmaculada o la divinidad de Cristo; sobre malditas vacunas.
Me pregunto, como Carlos Esteban: ¿En que momento se convirtió la Iglesia en una secta? ¿Es que tenemos que opinar igual que el Papa en todo? Algunos parece que así lo piensan, y ven prácticamente como un acto cismático, o una amenaza contra la manida unidad, manifestar opiniones diferentes a Su Santidad en medicina o inmigración; geopolítica o energía nuclear.

¡Qué lío tener que opinar igual que el Papa en todo! Sobre todo, porque ha habido 266. Y, además, ¿cómo funciona? ¿Hay que opinar como el actual o como los anteriores? ¿A partir de cuántos años se puede criticar a un Papa? ¿100, 200? Porque, de hecho, aquellos que no toleran una simple crítica o un disentir del Papa actual, sí se permiten, en cambio, hablar de épocas oscuras de la Iglesia, de los Borgia y de la Inquisición.

Ayer, el Papa dijo que las alambradas fronterizas significan odio. ¿Ahora tenemos que arrancar las púas de las verjas de nuestras casas para ser buenos católicos fieles al Santo Padre? ¿Tenemos que pedir a nuestros gobernantes que retiren las vallas de Ceuta y Melilla para estar en comunión con la Iglesia? ¿O, más bien, es una cuestión opinable y podemos disentir públicamente con Su Santidad?

Sinceramente, me inclino por lo último. No somos una secta.

Fernando Beltrán

¿Cuándo se convirtió la Iglesia de Cristo en una secta? (Carlos Esteban)



La mitad de los católicos norteamericanos no cree en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, según las últimas encuestas de Pew Research sobre las que hemos informado ya. Una holgada mayoría, un 59%, descree del infierno. En cuestiones de doctrina moral, los números son aún más desalentadores, y el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede seguir presentándose como un ‘católico devoto’ mientras impulsa la política proabortista más agresiva de la historia, y la abrumadora mayoría de los obispos norteamericanos no se atreven a aplicar el Código de Derecho Canónico para que se le niegue la Sagrada Eucaristía.

Y, sin embargo, nada de esto desata las alarmas sobre la ‘unidad’ de la Iglesia entre los buenos, pese a ser rechazos explícitos de la doctrina eterna de Cristo. En cambio, basta disentir de opiniones del Papa absolutamente ajenas a la fe para que se levante un coro vociferante que se rasga las vestiduras denunciando una brecha de la ‘unidad’. ¿Cuándo se convirtió la Iglesia de Cristo en una secta?

Parte de la perplejidad viene de que nunca antes de ahora había existido la posibilidad de escuchar al Santo Padre -o al obispo, o a los cardenales- en tiempo real desde tantos canales, nunca antes había estado el fiel tan expuesto a un caudal continuo de declaraciones papales, sin que el fiel sencillo tenga a veces los medios de distinguir lo fundamental de lo accesorio.

Eso no es unidad, es uniformidad. Eso es la negación misma de la cacareada ‘sinodalidad’. Es concebir a la Esposa de Cristo como un culto, casi como un partido o empresa en el que el CEO o el líder puede cambiar a voluntad el rumbo y las verdades. La misma expresión, tan extendida, de ‘Iglesia de Francisco’ debería ponernos en alerta. No: la Iglesia de Cristo, de la que Francisco es el vicario temporal encargado con la misión de conservar intacto el depósito de la fe.

Disentir de las visiones políticas o científicas del pontífice no debería verse como indicio de falta de unidad, sino como expresión de la sana ‘libertas’ de la que se ufanaba San Agustín ante las cuestiones opinables
La Iglesia de hoy no es la Iglesia, es sólo una parte, ni siquiera mayoritaria. Está la Iglesia de ayer y la de mañana; están la Iglesia Triunfante y la Iglesia Militante. Y todas ellas son la misma Iglesia, que no puede contradecirse ni renunciar a una iota de la verdad en Cristo.
No creo que beneficie la imagen que da la Iglesia al mundo -imagen importante de cara a la evangelización- esta servil sumisión a estilos y maneras, énfasis y opiniones personales. Los católicos sufrieron durante siglos, desde la aparición de la mal llamada Reforma Protestante, el título de ‘papistas’. 

Pero los católicos no seguimos al Papa; no es el Papa nuestro Capitán, sino Cristo, del que el Santo Padre es solo el encargado de custodiar su Iglesia durante un plazo, siempre breve frente a la eternidad.

Carlos Esteban

domingo, 5 de diciembre de 2021

La entrega por Amor de la voluntad y de la inteligencia



Homilía predicada el 22 de febrero de 2003.

Texto evangélico: Mc. 9: 2-13.

Duración 22:09 minutos

Fumar mientras se reza y rezar mientras se fuma



Hace unos días, un lector recordaba en el blog el viejo chiste eclesiástico. Un dirigido espiritual (seglar o seminarista, según las versiones) le pregunta al director espiritual: ¿Padre, puedo fumar mientras rezo? “No, hijo mío”, le responde el sacerdote, escandalizado. “Eso sería una tremenda falta de respeto. Estás dirigiéndote a Dios todopoderoso y sería indigno que lo hicieras con un cigarrillo en los labios”. El dirigido se queda pensando sobre el asunto y, al día siguiente, le pregunta al sacerdote: “Padre, ¿puedo rezar mientras fumo?” “¡Por supuestísimo!”, le dice el clérigo con una gran sonrisa. “Todas las ocasiones son buenas para rezar. Reza siempre que fumes y te estarás ganando el cielo al hacerlo”.

El chiste, aunque ya sea muy conocido, tiene su gracia, pero lo que me sorprende es que, a menudo, se cuenta dando a entender que tiene una moraleja más o menos relativista: todo es según el color del cristal con que se mira, las cuestiones dependen de la forma en que se planteen, todos sabemos que da igual rezar fumando que fumar rezando, la hipocresía del director espiritual, etc.

Digo que me sorprende ese enfoque porque, si algo enseña el chistecillo es exactamente lo contrario. En efecto, lo que salta a la vista al contarlo es que las dos cosas de las que se habla, fumar y rezar, son cualitativamente distintas. Más aún, infinitamente distintas. De otro modo el chiste no tendría gracia. Basta sustituirlas por leer y respirar o por escuchar música y descansar, por ejemplo, y vemos que la historia pierde toda su gracia. Instintivamente sabemos que no se puede poner a Dios y a cualquier otra cosa en el mismo plano, mientras que ninguno de nosotros encontraría una diferencia sustancial entre descansar mientras se escucha música y escuchar música mientras se descansa. En cambio, cuando se trata de hablar con Dios, hay algo que no cuadra y crea la extrañeza en la que se basa el chiste.

De hecho, se podría decir que la gracia del chiste viene ni más ni menos que del primer mandamiento. Del mismo modo que Dios está a una infinita distancia del hombre y de cualquier otra cosa, el primer mandamiento está a infinita distancia del segundo, que se refiere al amor a los demás y a uno mismo. Dios no puede ocupar un lugar en nuestra vida al lado de otras muchas cosas y comparable al de ellas, aunque sean buenas. Dios está en otro plano y, más que ocupar un lugar en nuestra vida, lo cierto es lo contrario: en Él vivimos, nos movemos y existimos.

En ese sentido, absolutamente todo lo que hacemos debemos hacerlo para gloria de Dios (que en la anécdota aparece como rezar mientras se fuma). Todo lo que hagáis, sea de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios Padre por medio de Él. Y, al revés, absolutamente nada de lo que podamos hacer debe anteponerse o igualarse a Dios, porque eso sería quitarle la gloria. Solo a Dios le corresponde todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. De ahí la diferencia de rezar mientras se fuma y fumar mientras se reza: en la primera opción todo, incluido el fumar, se usa para la gloria de Dios, mientras que en la segunda se pone a Dios al mismo nivel que las cosas de este mundo, como el fumar.

Me alegré de que el lector hiciera referencia al chistecillo, porque estamos muy necesitados de que nos recuerden el primer mandamiento y su centralidad. En este blog hemos advertido contra muchos de los errores que podemos encontrar hoy entre gran parte de los católicos, a veces muy graves, pero sin duda el peor y el que causa todos los demás es el olvido de la primacía absoluta de Dios.

En una tendencia que viene de lejos y que se ha acelerado en este último siglo. Se va transformando el cristianismo teocéntrico en un “cristianismo” antropocéntrico, en el que sigue hablándose de Dios, pero más bien como decorado, excusa o justificación para lo que verdaderamente importa, que es el ser humano y todo lo relacionado con él. Así, casi se ha perdido por completo el sentido de la majestad de Dios, de su infinita distancia al ser humano, de la inefabilidad de sus designios y la inapelabilidad de sus juicios. A los católicos les avergüenza hablar del temor de Dios, de su justicia o de la diferencia esencial entre el catolicismo y cualquier otra religión, porque todas esas cosas muestran esa misma distancia infinita entre Dios y el hombre. De alguna forma, en la catequesis, en la predicación y en buena parte de lo que se dice en la Iglesia, se da a entender que Dios está ahí para hacernos felices, en lugar de decir la verdad, que es que nosotros estamos aquí para alabar a Dios y hacer su voluntad. Ciertamente, eso nos hará felices, gracias a Dios, pero el importante es Él, no nosotros.

El problema es que, como decía, Dios no puede estar en el mismo plano que otras cosas y, si intentamos que así sea, si intentamos crear un cristianismo en que el primer y el segundo mandamiento son intercambiables o, peor aún, el único que importa en la práctica es el segundo, lo que sucede es que Dios se va, desaparece, aunque permanezcan las referencias a Él más o menos rutinarias o vergonzantes. Igual que no se puede introducir una pieza redonda en un hueco cuadrado, no se puede colocar a Dios eterno, infinito y todopoderoso en un huequecito limitado y finito de nuestra vida al lado de otros muchos huequecitos similares.

Por eso no entendemos nada, ni atraemos a nadie, ni tenemos vocaciones de consagración a Dios, ni los católicos asumen la moral católica, ni entendemos la indisolubilidad del matrimonio, la castidad o el valor del sufrimiento, ni soportamos la idea misma del infierno, ni nos distinguimos en nada de los paganos, ni podemos evitar que los católicos sigan apostatando por millones, porque lo cierto es que en la práctica nos hemos olvidado de Dios y un cristianismo secularizado solo sirve para echarlo fuera y que lo pisen las gentes.

Bruno Moreno

sábado, 4 de diciembre de 2021

NOTICIAS VARIAS 4 DE DICIEMBRE DE 2021




- INFOCATÓLICA

NEOS (por Pedro L. Llera)

https://www.infocatolica.com/blog/gobiendes.php/2111281112-neos#more41996


- QUE NO TE LA CUENTEN

¿Católicos por Boric? Palabra de un ex-militante izquierdista

https://www.quenotelacuenten.org/2021/12/04/catolicos-por-boric-palabra-de-un-ex-militante-izquierdista/


- MENTE ALTERNATIVA

Documento Confidencial de Pfizer expone el Encubrimiento Criminal de la FDA sobre las MUERTES POR VACUNA … Sabían que estaba matando a gente a Principios de 2021… Tres veces más MUJERES que HOMBRES.

https://www.mentealternativa.com/documento-confidencial-de-pfizer-expone-el-encubrimiento-criminal-de-la-fda-sobre-las-muertes-por-vacuna-sabian-que-estaba-matando-gente-a-principios-de-2021-tres-veces-mas-mujeres-que-hombres/

- ALTO Y CLARO TV

¿Es el cambio climático el ataúd en el que van a meter a la población mundial? (por Fernando Paz). Contiene VIDEO de 20 minutos de duración

https://www.youtube.com/watch?v=ysa1_1aThpo

Selección por José Martí